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JUAN J. LASA
APUNTES
mm
NAO IO N A L
CON
CUARENTA
MAPAS
A TODO
i
P2722
L3
1975
APUNTES
de
HISTORIA NACIONAL
s t ¿ s .
7® EDICION
L.225.159
BA RREIRO Y RA M O S S. A.
M ontevideo, 1973
7 > 3
No tienen la pretensión de ser un estudio completo, ni presumen acabar con los textos
que desarrollan por extenso los episodios que se han ido sucediendo en nuestras tierras
en el correr de cuatrocientos años.
Tus maestros, con sentido práctico, te irán poniendo de manifiesto las virtudes ciu
dadanas que adornaron a los proceres que formaron nuestra Patria: proponte imitarlos en
la medida de tus fuerzas; y piensa que, si ellos te dieron Patria libre, tú debes — me
diante el empeño de todos los días — , conservarla gloriosa y soberana.
Tienes, pues, una misión que cumplir: despliega tu bandera, y condúcela airosa hasta
Ia cumbre blanca de tu ideal conquistado a base de heroísmo.
Y ya que la vida es un continuo luchar, combate con denuedo para ocupar honrosa
mente el lugar que la Providencia te ha marcado en tu existencia.
—
.
■
'
PRIMERA PARTE
A M E R I C A LOS DESCUBRIMIENTOS
1* L E C C I O N
BOHANES
L. M E R I N
HANAES
Y A RO S GUENOAS
CHARRUAS
2? LECCION
A LIN EA DE T O R D ESILLA S 7 DE J IO DE
4 • LECCION
{
L a b ra b a n m e tales. E sc rib ía n co n c o rd o n e s a n u d a d o s. (A m . del S u r) .
QUECHUAS
S o b re e l P acífico . C o n q u istad o s p o r F . P iz a rro (1532). P o lite ísta s .
- C r A1 s u r ' G u e rre ro s : -flechas, b o lead o -
C h a rr ú a s < ra s, ro m p ecab ezas. N óm adas. N o e ra n
a n tro p ó fa g o s.
f E n tr e el R. C u a re im y e l R. D aym án.
G u en o as
I L uego, j u n to a la L. M arín .
H abiendo r e g r e s a d o .a E sp añ a el segundo
DIEGO DE A delan tad o , C arlos V, en 1547, n o m b ró a
SANABRIA Juan de Sanabria p a ra su stitu irlo . Se co m
TERCER ADELANTADO p ro m etía éste a fu n d a r u n pueblo en la cos
1549-1552 ta de S 3 n ta C atalin a, y otro a la e n tra d a del
Río de la P lata.
P re p a ró la expedición; com pró naves, rec lu tó m arin ero s, ap restó víveres,
en lo que em peñó toda su fortuna. P ero en A n d alu c ía se e x p e rim e n ta b a u n a
g ra n pobreza, lo que obligó a las au to rid ad es a em bargar; las provisiones de
S an ab ria, que poco después falleció.
D iego de Sanabria, h ijo del difunto, .pidió y o btuvo d el Rey, en 1549, la
G o b ern ació n que h ab ía sido confiada a su padre. P ero se en co n tró con m ay o res
d ific u ltad e s todavía: pleitos, desinterés, m is e r ia ...
No se desalentó po r esto D iego dé S a n a b ria ; envió de av an zad a a su m ad re,
doña Mencia Calderón, y luego se em barcó él mismo.
L a expedición de doña M encia C alderón vivió m om entos novelescos: en las
costas del A frica fue asaltada y robada por piratas franceses. D espués de g ra n
des trab a jo s, fueron re p a ra d a s las naves, em p re n d iero n la tra v e sía del A tlán tico
y lleg aro n a la isla Santa Catalina a principios del año 1551.
En varios grupos se dirig iero n los ex pedicionario s a A sunción, atra v esa n d o
las selvas del B rasil. D oña M encia no pudo lle g a r h a sta allá, p o rq u e fu e d e te
n id a p o r el gobernador portugués de San V icente, q ue im pidió a los españoles
m a rc h a r al P arag u ay . C u a tro años m ás ta rd e , éstos se tra sla d a ro n h acia el sur,
y h ab ita ro n en San Francisco.
E n tre los pobladores estab a el ca p itá n Hernando de Trejo. que se h ab ía
desposado con doña María de Sanabria, h ija de d oña M encia C alderón. De la
h e rm a n a del A delan tad o descenderán: Fray Hernando de Trejo y Sanabria, fu n
d ad o r de la U niversidad de C ó rd o b a' y Hernando Arias de Saavedra, p rim e r
g o b ern ad o r criollo de A sunción.
L a seg u n d a p a rte de la expedición, en la que v en ía D iego de Sanabria con
su fam ilia, salió de E sp añ a poco después que la p rim e ra ; pero, m al eq u ip ad a,
con pocos hom bres y escasas provisiones, hizo u n v ia je desastroso. A l lle g ar al
Cabo San Roque (en el B rasil), u n a fu e rte to rm e n ta la desvió de su r u ta y la
a rra stró h ac ia el oeste.
U nas n av es se h u n d ie ro n ; la m ay o r p a rte de la trip u la ció n pudo sa lv arse y
lle g ar a la isla Margarita. D e allí unos fu ero n a Santo Domingo, donde d ieron
c u e n ta de lo sucedido: otros, a Puerto Rico.
Sanabria pasó al Potosí (Perú), y, o lvidando sus títu lo s, se hizo minero.
El R ey de E spaña, sabiendo que la a rm a d a de S a n a b ria h ab ía sido d estru id a,
y q u e el A d ela n ta d o estab a en el P erú , confirm ó a Irala en el gobierno de
Asunción (1552).
D u ra n te este nuevo período, que d u ró h a s ta su m u e rte (1556), los hermanos
Goes in tro d u je ro n en el P a ra g u a y los primeros vacunos.
13 ■ LECCION
L as relaciones" económ icas e n tre E sp a
JUAN ORTIZ ña y el P e rú d eb ían rea liza rse p o r Porto-
DE ZARATE bello, a trav é s d el istm o de P an am á.
CUARTO ADELANTADO P ero los g o b ern an tes del V irre in ato
1564-1575 q u ería n tro c a r esta r u ta p o r u n a vía m a
rítim a h a s ta el Río de la Piala; y de allí,
p o r tie rra , h asta el Perú.
O casión propicia p ara el cam bio se p resen tó cuando Francisco Ortiz de
Vergara, uno de los g obernadores de A sunción elegido p o r el pueblo a la m u e r
te de Ira la, acudió al V irre y p a ra ser confirm ado en su puesto. El V irrey , Lope
García de Castro, desechando el pedido, negoció con Orliz de Zárale, q u ie n se
co m p rom etía a fu n d a r dos pueblos e n tre A sunción y el Río de la P la ta , y otro
en las bocas de dicho río. (1564).
A ntes de m a rc h a r h ac ia E spaña p a ra o b te n e r la ratificació n de su co n trato ,
Z árate nom bró u n re p re se n ta n te , que p artió de inm ed iato p a ra A sunción, aco m
p añado del y a fam oso g u errero Juan de Garay.
E ra G aray u n v alien te vizcaíno, “de esp íritu enérgico, recto, a veces b o n d a
doso, y com o bu en vasco, terco ”. H ab ía iniciado su c a rre ra m ilita r e n el P erú ,
donde v iv ía desde los 14 años de edad.
A provechando los desórdenes ocurridos en A sunción poco después d e su
llegada, hizo d e s ta c a r de Inm ediato su personalidad.
Su p lan genial consistió en fundar pueblos a lo largo del Piala y del Paraná.
En 1573, h abiendo obtenido perm iso del C abildo de A sunción, bajó p o r el
P a ra n á y en la desem b o cad u ra del Río S alado lev an tó la ciu d ad d e Sania F e de
la Vera Cruz. A llí m ism o recib ió noticias de la lleg ad a del cu arto A d elan tad o ,
Juan Orliz de Zárale. que e ra p a rie n te suyo, au n q u e lejano.
De in m ed iato m archó a re c ib ir al A d elantado, al qu e se unió cerca de la
isla M arlín García. P ero Z á ra te v en ía derro tad o , pues h a b ía fracasad o en su
in te n to de estab lece r el pueblo de San Gabriel (Colonia); los ch a rrú a s lo h a b ía n
vencido, y h ab ían d estru id o el poblado.
Ju n to s Z á ra te y G aray, rem o n taro n el Río U ru g u ay y se in te rn a ro n en el
S an S alvador, donde fu n d aro n la ciudad de "Nueva Vizcaya", o fu e rte d e San
Salvador (1574), que d u ró dos años, después de los cuales fu e in cendiado p o r los
indigenas.
H abiendo dejado u n a guarnición en el fu erte, m a rc h aro n h acia A sunción,
donde Z á ra te se hizo cargo del gobierno; pero falleció poco después.
E ra Juan Ortiz de Zárate n a tu ra l de V izcaya, E spaña. T enía u n c a rá c te r
agrio, que n u n ca logró co n q u ista r sim patías. D e las estan cias que poseía en el
P erú , hizo lle v a r al P a ra g u a y gran d es ca n tid a d es de ganado. Garay fue q uien
in tro d u jo los primeros lanares.
A Z á ra te se debe ta m b ié n la iniciación de la trata de esclavos en el P lata .
14 ■ LECCION
P o r disposición te sta m e n ta
JUAN DE TORRES DE VERA ria, Zára.te leg ab a el ad elan -
Y ARAGON tazgo a aquél que se desposa
QUINTO ADELANTADO ra con su hija, que se enco n
1576-1591 tra b a en Charcas. G aray fu e
el en carg ad o de lle v a r el te s
tam en to h a sta el P erú .
D espués de m uchas dificultades, y co n tra la v o lu n ta d del V irrey, co n trajo
m a trim o n io con la h ija del d ifu n to A delantado, el O idor d e C harcas, don Juan
de Torres de Vera y Aragón. E ste nom bró com o re p re s e n ta n te suyo en A su n
ción, m ie n tra s m a rc h ab a a E spaña, a Juan de Garay.
U na vez en el gobierno de A sunción, G a ra y se p ropuso cu m p lir d e in m e
d iato con la orden recibida, de volver a poblar la ciudad de Buenos Aires: a ta l
efecto ju n tó los hom bres necesarios, y se puso él p erso n a lm e n te al fre n te de
la expedición.
L legó h a s ta cerca de las ru in a s de la p rim itiv a p oblación de M endoza, y
allí estableció la n u ev a Ciudad de la Santísim a Trinidad y Puerto de los Buenos
Aires. E ra -el 11 de ju n io de 1580.
L a fundación fue p u esta bajo la protección de la Virgen del Buen Aire,
p a tro n a de los n avegantes. Luego estab a San Martín de Tours, sorteado e n tre
v ario s santos.
El m ism o día fue d elim itad a la ciu d ad y fu ero n nom b rad o s los p rim ero s
cab ild antes. C uando éstos h u b ie ro n p resta d o ju ra m e n to , se le v an tó en la P laza
m ay o r el rollo, o árbol de justicia.
D espués de h a b e r consolidado el poblado español en m edio de aquellos in d í
genas, G aray se d irig ía a S a n ta Fe; pero fu e so rp ren d id o y u ltim ad o p o r los in
dígenas en las inm ediaciones de esa ciudad. (1583).
Con G aray, desapareció u n a de las fig u ra s m ás nobles de n u e s tra h isto ria
colonial. E n el m ando lo sucedieron varios g o bernad o res interinos, h a sta la lle
g ad a del q u in to A d elan tad o (año 1587).
C orto fue el gobierno de Vera y Aragón, p ues a los c u a tro años de h a b e r
arrib ad o , obligado p o r la hostilid ad de los colonos, ren u n ció y reg resó a E spaña.
H echo im p o rta n te d u ra n te este período es la lleg ad a a l P a ra g u a y de los
primeros jesuítas, p rocedentes del B rasil (1588).
Con la re n u n c ia de V era y A ragón, se c ie rra la serie de los A d elan tad o s
enviados po r los m onarcas p a ra c o n q u ista r y colonizar los territo rio s del Río
de la P lata.
E n m enos de u n siglo, h ab ía sido ex p lo ra d a y d o m in ad a la v a sta ex ten sió n
p erte n ec ien te a E spaña; el P e rú esta b a u nido con el Río de la P la ta : todo, pues,
a b ría las p u e rta s de A m érica a la civilización y al progreso.
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15* LECCION
E jerciendo n u ev a m e n te su derecho, el p u e
HERNANDO ARIAS blo de A sunción, a n te la re n u n c ia del q u in
DE SAAVEDRA to A delantado, no m b ró G o b ern ad o r del Río
1591-1618 de la P la ta a Hernando Arias de Saavedra,
conocido co m ú n m en te p o r el n o m b re de Her-
nandarias.
N acido en el Río de la P la ta , fue el p rim e r g o b ern a d o r criollo de A sunción.
P o r eso fue su co n stan te em peño el b ie n e sta r y el pro g reso de la región. D u
ra n te su extenso gobierno — 15 años en tres períodos — llevó a cabo g ra n n ú
m ero de em presas beneficiosas a la colonia.
E n tre o tras se d estac a su preocupación p o r som eter a los indios q ue h a b ita
b an su G obernación. R ealizó al efecto v aria s expediciones, en u n # de las cuales
rec o rrió n u e stra s costas, desde el Río Negro hasta la Bahía de M ontevideo; y
dio luego d e ella m inuciosa cu e n ta al R ey de E spañ a (1607). In d icab a H e rn a n -
d arias en su com unicación la conveniencia de p o b la r M ontevideo; m as, a p esar
de q ue el R ey aprobó la iniciativa, la b a h ía no fue h ab itad a.
Con todo, viendo la fe rtilid a d de n u e stra s cam piñas, hizo tr a e r d esde A su n
ción los primeros vacunos y equinos, base de n u e s tra a c tu a l riq u ez a g an ad era.
Los anim ales, traíd o s desde la v ecin a orilla, fu ero n d esem barcados en la
Isla del Vizcaíno (desem bocadura del Río N egro), y m ás ta rd e en las Islas de
San Gabriel, Martín García y la tierra firm e (A rroyo de las V acas).
S u continuo desvélo p o r el b ie n e sta r de los indios, m otivó la v en id a a l P la ta
de Francisco de Alfaro, O idor de la A udiencia de C harcas, en calid ad d e Juez
Visitador.
D ictó éste u n a serie de leyes u ordenanzas, todas ellas te n d ien tes a m e jo ra r
la situ ación del indígena. E n tre ellas está la designación d e los protectores de
indios, encargados de v e la r p o r el b u en tra to que se les d eb ía dar.
H ern an d a rias, por su p arte , organizó la colonización pacífica, m e d ian te el
p lan de las reducciones confiadas a religiosos de d iv ersas órdenes: “P rim e r a
m e n te ordeno y m ando que en toda esta G obernación y en cada u n a de sus
ciudades, se h ag an reducciones de los indios n atu ra les, en las p arte s y lu g a re s
m ás c ó m o d o s.. . ”
M agnífico ex p o n e n te del éxito obtenido en esta em presa, son las M isiones
Je su ític as del P arag u ay .
Con resp e cto a la población de las ciudades, creó las p rim e ra s escuelas pú
blicas. A dem ás, d u ra n te su gobierno, se estableció el primer m olino de trigo, y
la primera fábrica de tejas.
P a ra m e jo r p o d er re g ir estos te rrito rio s, propuso al Rey fraccionar la G o
bernación. Y así se hizo, creán d o se las G obernaciones del Guayrá, capital, A sun
ción; y la del Río de la Plata, capital, Buenos Aires.
C um plido de esta m a n e ra su últim o anhelo, ab an d o n ó el m an d o y se re tiró
a S a n ta Fe, donde m u rió en el año 1634, rodeado de aprecio y veneración.
1 6’ LECCION
La ocupación de M onte
GOBERNACION DE MONTEVIDEO video p o r la s fuerzas p o r
1749-1814 tu g u esas no era m ás que el
TRATADO DE MADRID cu m p lim ien to de u n viejo
1750 p ropósito: el de ex ten d e rse
h asta la m arg en se p ten
trio n a l d el P lata.
E sta ac titu d h ab ía sido p rev ista p o r el m onarca español, q u ie n re ite r a d a
m en te h ab ía dispuesto y ordenado la población de la bahía.
Z abala, sin em bargo, aú n no se h ab ía resuelto. Mas, apen as tuvo noticias
del av ance portugués, m andó 200 soldados de a caballo p a ra hostigarlos. El m is
m o se ap restó a desalojarlos.
E m barcadas las fuerzas, envió las naves m enores d irec tam en te h acia M on
tevideo, y él se dirigió hacia el Arroyo San Juan, p a ra a ta c a r p o r tie rra . H a
llábase en S an Ju a n , cu an d o recibió u n com unicado d e Fonseca, an u n cian d o su
r e tira d a (19 de enero de 1724).
El m o n arca aprobó ta l ac titu d y prom etió en v ia r sin d em o ra 50 fam ilias
p a ra p o b la r el lugar. M as Z abala no las aguardó, y reu n ie n d o en B uenos A ires
7 fam ilias, las hizo p a sa r a M ontevideo.
A l fin a liz a r el año, uniéronseles 15 fam ilias procedentes de España; e n to n
ces don Pedro Millán les d istrib u y ó las tie rra s (24-XII-1726). A sí quedó de h e
cho, fu n d ad a la ciudad de M ontevideo.
F u e ro n declarad as las festividades de la n u ev a población: <J4) Apóstol San
Felipe — 19 de m ayo — en ho n o r del Rey; 24) Inmaculada Concepción — 8 de
diciem bre — p a tro n a de la Iglesia M atriz; 34) San Sebastián — 20 de en ero —
a n iv ersario de la ocupación de la b a h ía po r los españoles. Años m ás ta rd e , p a
sando Z ab ala a n u e stra B anda, creó el Cabildo de M ontevideo, com puesto de
9 m iembros. (19 de enero de 1730). El m ism o día fue no m b rad o el p rim e r C u ra
P árroco, Pbro. Dr. José Nicolás Bárrales. L a ciudad d e M ontevideo q u edaba,
pues, reconocida oficialm ente, o de derecho.
El p o d er estab a re p a rtid o e n tre el Cabildo, encarg ad o d e la ad m in istració n ,
y los Comandantes M ilitares, que debían v e la r por el orden. P ero estos señores,
abu sando de sus atribuciones, a tro p e lla ro n re p e tid a s veces los derechos del C a
bildo. El C abildo acudió al G obernador, que d esaten d ió todos los reclam os. A p e
ló entonces al m ism o R ey de E spaña, q u ie n satisfizo sus deseos, creando la
Gobernación de M ontevideo (1749).
Los lím ites de la n u e v a G obernación q u ed a b an incluidos e n tre el Río Ibi-
cuy. la Sierra del Tape, la Cuchilla Grande, la Sierra de Carapé, el Río de la
Plata y el Río Uruguay.
A raíz del Tratado de Madrid (1750), re su lta ro n m odificadas n u ev am en te las
posesiones españolas: P o rtu g a l se q u ed ab a con el territorio de Río Grande, u s u r
pado años antes.
ivnuumvmuuumvmymnv
Batovi
S A L T O C1756)
P A Y S A N DU
< 1 7 S S ) ~ /"
OCEANO ATLANTICO
C O LO N IA
O (1537). M endoza re g re s a y m u e re .
Q L lega a S ta. C a ta lin a. A tra v ie sa el B ra sil. A r rib a a A sunción
C abeza
< d e V aca
(1542). T o m a el g o b iern o q u e e je rc ía Ira la . L a p o b lació n lo d e
H p one. V u elv e I ra la al g o b ie rn o . P rim e ro s v a c u n o s (1555).
£ S a n a b ria : E x p e d ic ió n lle n a de p e rip e c ia s. N o lo g ra lle g a r a A sunción.
< L le g a al P la ta e n 1573. F u n d a el f u e rte de S. S a lv a d o r. V a a
J Z á ra te A su n ció n y fa lle c e a l poco tieq ip o . P rim e ro s la n a re s. T ra ta de
W n eg ro s.
O N o m b ra a G a ra y r e p re s e n ta n te e n A su n ció n . E n 1580 G a-
< V e ra y A ra g ó n r a y re p u e b la a B u e n o s A ires, q u e h a b ía sido d e s tru id a .
El A d e la n ta d o llega e n 1587 y a los 4 añ o s re n u n c ia .
G o b e rn a d o r e n 3 p erío d o s. H ace in tro d u c ir a q u í los p rim e ro s g a n a
C onq. P a c ific a
TERCERA PARTE
EMANCIPACION
28* LECCION
P asa d a la n ecesidad de u n esfuerzo co
REVOLUCION DE MAYO m ú n p a ra re p e le r a los ingleses, ren a cie
1810 ro n las riv alid ad e s en tre las dos ciu d ad es
GRITO DE ASENCIO del P lata.
1811 El Virrey Liniers. y a co n firm ad o en el
puesto, nom bró G o b ern ad o r in te rin o de
M ontevideo a don Francisco Javier de Elío.
P o r tem ores d e engrandecim iento, y siguiendo u n a an tig u a táctica, el Con
sulado de Buenos A ires quiso g ra v a r los artícu lo s ingleses depositados en M on
tevideo, con u n descom unal im puesto del 52 %. Esto p ro d u jo reacciones e n tre
los com erciantes, quienes se neg aro n a cum plirlo. A ñ ád ase el d ecreto re a l por
el cual se concedía a M ontevideo, en m érito a sus servicios, el títu lo d e Muy
F iel y Reconquisladora, con autorización p a ra ag re g ar a su escudo las banderas
inglesas abatidas, u n a corona de olivo, palma y espada. T al concesión ex acerb ó
a l C abildo de B uenos A ires.
P a ra colmo, en E sp añ a sucedían hechos gravísim os: el Rey C arlos IV h ab ía
abdicado en fav o r de su hijo, Fernando VII; y éste, a su vez, era desposeído de
la corona po r Napoleón, E m p e ra d o r de los franceses. P a ra re g ir a E spaña se h a
b ía n creado v aria s Juntas de Gobierno, e n tre las que p rim ab a la de Sevilla.
A l conocerse estos hechos en el P la ta , L in iers dem ostró u n a a c titu d en
p a rte contem porizadora, lo que p erm itió a Elío, incitado p o r P o rtu g al, re c rim i
narlo públicam ente, acusándolo de cóm plice de N apoleón. El V irrey co ntestó
destituyéndolo, y enviando u n ree m p laz an te; m as éste, am enazado, tu v o que
h u ir de M ontevideo el m ism o día que h ab ía llegado. Al d ía siguiente, 21 de se
tiem bre de 1808, en cabildo abierto, se p ro testó obediencia a Elío, y se creó,
a pedido del pueblo, u n a Junta de Gobierno, a n o m b re de F e m a n d o V II, — e
in d ep en d ien te del V irrey, — presid id a p o r el G obernador.
L a escisión estab a consum ada. L a Junta de M ontevideo co n stitu ía la p rim e ra
reb e lió n fo rm al co n tra la au to rid a d su p e rio r d e las colonias, p o r lo qu e h a sido
llam ad a: precursora de la emancipación.
V anos fu ero n los in ten to s de L in ie rs p o r so m eter a la J u n ta : la sem illa de
la discordia h ab ía p rendido; y poco después, en un m o tín encabezado p o r el
Cabildo de Buenos Aires, se exigía al V irre y la ren u n cia. P ero éste, apoyado
por las tropas, pudo d o m in a r la situación.
Con todo, E spaña com etió el e rro r d e su s titu ir a L in iers p o r don Baltasar
Hidalgo de Cisneros, quien llegó a m ediados d e 1809. Lo p rim ero que hizo fue
disolver la J u n ta de G obierno m o n tev id ean a; luego o rdenó a Elío y a L in ie rs
que se em b arca ra n p a ra E spaña. Elío, reem p lazad o p o r Soria, p artió ; L in iers
no pudo hacerlo, pues fue sorprendido po r el m o vim iento rev o lu cio n ario (25 de
m ayo de 1810).
E ste m ovim iento tu v o eco en las m árg en es del Asencio, el 28 de febrero
de 1811.
29? LECCION
E n estos m om entos hace su e n tra d a en la H is
A R T I G A S to ria el héro e m áxim o de n u e stra n acio n alid ad :
PRIMER SITIO DE don JOSE ARTIGAS.
MONTEVIDEO D errocado el V irrey, se hizo cargo del gobierno
1811 de B uenos A ires u n a Junta. E n esos m ism os días
llegaba la n u e v a de la disolución de la Junta" de
Sevilla, y de la form ación del Suprem o Consejo de Regencia. P ero com o la J u n
ta de B uenos A ires no quiso a c e p ta r al C onsejo de R egencia, M ontevideo r e
chazó su pedido de reconocim iento.
M ien tras tanto, en la vecina orilla acontecían g rav es sucesos. P a ra d efe n
d erse y p ro p ag a r la revolución, la J u n ta h ab ía form ado tres ejércitos. U no m a r
chó al P arag u a y , donde sufrió m il calam idades. O tro se dirigió al oeste, se ñ a
lan d o sus huellas con regu ero s de sangre: p rim ero dio m u e rte a Liniers y otros
rea lista s que le hiciero n fre n te en C órdoba (Cabeza de Tigre); luego, al g en eral
esp añ o l y otros jefes vencidos en el A lto ’Perú. El te rc e r ejército quedó en B u e
nos A ires po r c u a lq u ie r evento.
E n enero de 1811 llegó Elío de E spaña con el títu lo de Virrey. No fue rec o
nocido p o r la J u n ta ; p o r lo cual se estableció en M ontevideo y se ap restó p a ra
la g u e rra con B uenos A ires. A ta l efecto reforzó las g u arn icio n es de M aldonado
y Colonia. A este p u erto envió u n destacam en to de B landengues, m an d ad o p o r
el capitán José Artigas, quien, poseído de a lta s ideas dem ocráticas, vio el m o
m e n to o p ortuno p a ra ab a n d o n ar la causa realista, y se fugó de la ciudad (15
de febrero).
E n Capilla N ueva (M ercedes), ultim ó los p rep a ra tiv o s del le v an ta m ie n to
que se inició en el A sencio, el 28 de febrero. L as h uestes allí re u n id a s se ap o d e
ra ro n de Capilla N ueva y de Soriano.
A rtigas, en tanto, h ab ía p rese n tad o sus servicios a la J u n ta de B uenos A i
res, q ue le dio el grado de teniente coronel, y subsidios en din ero y soldados.
Con esos auxilios, volvió a n u estro te rrito rio , desem barcando en P ay san d ú .
D esde a llí fu e a establecerse en C apilla N ueva. D espachó h acia M ontevideo
a su prim o herm an o Manuel Artigas. Este, después de v en c er a los rea lista s en
Paso del Rey, y reforzado po r Benavídez que acabab a de ap o d erarse de Colla,
ocupó en b rilla n te acción la ciu d ad de S an José; pero fu e h erid o m o rtalm en te.
M archó a ponerse al fre n te del ejército el m ism o José Artigas. E nvió a
B enavídez hacia Colonia, y fue a ac am p ar en las m árg en es d el C anelón Chico.
A llí se le unió, con 300 jinetes, su h erm a n o M anuel Francisco, que se h ab ía
ap o d erad o de la zona del este. Ju n to s los dos, v enciero n a Posadas en Las P ie
dras (18 de m ayo de 1811).
D espués de h a c e r ca n je de prisioneros, A rtig as estableció desde el C e rrito
el primer sitio de M ontevideo. L a b a ta lla de L as P ied ras le h ab ía m erecido el
g rado de Coronel, y u n a espada de honor. L a Colonia, d efen d id a p o r V igodel,
fu e a b a n d o n a d a p o r los españoles.
3 0* LECCION
Con la to m a de la Colonia, la ca m p añ a
EXODO DEL o rien tal q u ed ab a en m anos de los p a trio
PUEBLO ORIENTAL tas. E n v ista de ta n to s desastres, Elío se
1811 decidió a e x p u lsar de la ciu d ad a v arias
fam ilias m o n tev id ean as, p a rtid a ria s del
m ovim iento. Ig u al su e rte co rriero n los
fra ile s del Convento de San Francisco, quienes, u n a noche, de im proviso, re c i
b iero n órdenes de m a rc h arse "con sus amigos, los gauchos".
El 19 de junio, llegó Rondeau con el ejército a u x ilia r de B uenos A ires, y se
hizo cargo del sitio. A rtigas, sin re p a ra r en la in ju stic ia le la Ju n ta , siguió p e
leando al fre n te de los orientales.
R ondeau tra tó de e stre c h a r el cerco de M ontevideo, p ara lo cu al hizo tr a e r
dos cañones desde la fo rta le za de Santa Teresa, y a co n q u istad a p o r M anuel F.
A rtigas. H asta entonces, los sitiadores h a b ía n carecido de artillería . C uando
fa lta ro n m uniciones, asa lta ro n los depósitos españoles. Con los p ertrec h o s co n
seguidos en la isla de R atas, p u d ie ro n c a ñ o n ea r in te n sa m en te la ciu d ad de
M ontevideo.
V iendo Elío que e ra im posible m a n te n e rse en esa situación, acudió a P o r
tugal, solicitando ay u d a en tra n c e ta n difícil. L a p rin cesa Carlota, R ein a de
P o rtu g a l y h erm a n a d e F ern an d o VII, vio en esta p etición el cam ino p a ra r e a
liz ar su an tig u o sueño de dom inación en el P lata, y se ap re su ró a en v ia r u n
fu e rte ejército sobre la B an d a O riental.
M ien tras tanto, la J u n ta de B uenos A ires com enzaba a se n tir el peso de
la d e rro ta en el A lto P erú , lo que m otivó la disolución de la m ism a. E n su lu g a r
se nom bró u n Triunvirato. El nuevo gobierno, am enazado por el n o rte y p o r
el este, se vio precisado a ce le b ra r un arm isticio con Elío, m e d ian te el cual r e
conocía su au to rid ad sobre la P ro v in cia O rien ta l; pero d eb ían re tira rse los p o r
tugueses.
R on d eau recibió órdenes de le v a n ta r el sitio, y p o r el Sauce se em barcó con
el ejército au x ilia r h ac ia B uenos A ires.
A rtigas, co n trario al arm isticio que lo e n tre g a b a a las rep resa lia s de los
realistas, propuso al re p re se n ta n te del T riu n v ira to c o n tin u a r él solo el sitio, y
recibió prom esas de ayu d a; en v irtu d de lo cual se re tiró a San José. P ero allí
se en teró de que el arm isticio habia sido ratificado (o ctu b re de 1811).
A rtig as q u ed ab a en la a lte rn a tiv a de a b a n d o n a r el te rrito rio , o en treg arse.
Y a rodeado su cam pam ento po r bu en n ú m ero de fam ilias que desde el este v e
n ía n h u y en d o del invasor, em prendió u n a le n ta m a rc h a h acia el norte. P o r el
cam ino u n iéro n sele m ás em igrantes, con lo qu e se form ó u n núcleo de u n as
16.000 personas. De octu b re a diciem b re duró e s té éxodo del Pueblo Oriental.
H abiendo llegado a la a ltu ra de Salto, cruzó A rtig as el U ru g u ay y fu e a
estab lecerse ju n to a las m árg en es del AyuL en esp era de u n a o p o rtu n id ad p a ra
v o lv er a su te rrito rio .
auuummummnmmmu
31 ’ L E C C I O N
Poco después de firm a r el arm isticio, Elío ab o
SEGUNDO SITIO lió el Virreinato y se volvió a E spaña. E ncarg ad o
1812-1814 del G obierno de M ontevideo quedó Gaspar de Vi-
AÑO 1813 godel.
Como los ejército s p o rtu g u eses no se re tira b a n
del te rrito rio o rien tal, el T riu n v ira to se dirigió a
V igodet, in tim án d o le el desalojo. P ero el gobierno de M ontevideo d esaten d ió
esta reclam ación. El T riu n v ira to quiso entonces in tim id arlo , m an ifestán d o le que
si no h ac ía de m an era que los p o rtugueses rep asasen su fro n te ra, B uenos A ires
ayudaría a Artigas p a ra que rea n u d ase el sitio. El desafío fue co n testad o p o r
V igodet con la declaración de guerra (enero de 1812).
E n tanto, la princesa C arlota seguía tra b a ja n d o p o r co ro n arse rein a d el P la
ta; pero el m in istro inglés en L isboa obtuvo del Regente u n convenio con B uenos
A ires, en v irtu d del cual los ejércitos portu g u eses se re tira ría n de la P ro v in cia
O rien tal (m ayo de 1812).
H abiendo sido firm ado el pacto e n tre el Triunvirato y Portugal, aq u é l envió
al A yuí u n ejército al m ando de Manuel Sarratea. Se decía que iba a au x ilia r
a A rtig as; pero en rea lid ad lo que se p ro cu rab a e ra d esacred itarlo . E n efecto,
S a rra te a era m iem bro de la Logia Lautaro, que d efe n d ía la m o n arq u ía, d e la
que A rtig as era insigne opositor.
H ab ía llegado el m om ento de re in ic ia r el sitio de M ontevideo. Rondeau,
jefe de la vang u ard ia, se d irig ió al C errito, a donde llegó el 20 de octubre de
1812. A llí estab a ya Culta, quien fue el p rim e ro en h ac er flam ear a n te las m u
ra lla s de M ontevideo la b a n d e ra azul y blanca.
Los rea lista s h ab ían recibido refuerzos de Lima. S a rra te a ordenó a A rtig as
m a rc h a r al asedio; pero éste le negó obediencia.
Sabiendo V igodet que los sitiadores e ra n la v an g u a rd ia del ejército de S a
r ra te a que v en ía en le n ta m archa, in te n tó u n a salid a sorpresiva. P ero fue o b li
gado a retro ced er. (B atalla del C errito: 31-XII).
Poco después llegó S arra tea . A rtigas, que ta m b ié n m a rc h ab a sobre M o n tev i
deo, se d etuvo en el Paso de la Arena, y no quiso u n irse al sitio h asta qu e S a
rra te a fuese depuesto: lo que se realizó.
El año 1813 se caracteriza por dos Congresos: es el p rim ero el de Tres Cru
ces (abril), reu n id o a los efectos de n o m b ra r diputados a la Asam blea General
C onstituyente, que sesionaría en B uenos A ires. A llí A rtig as dictó sus m a g n ífi
cas instrucciones, que co n stitu y e ro n siem pre su p lan de acción, y fue pro clam ad o
presidente del Gobierno Provincial que se in sta la ría en C anelones. Los d ip u ta
dos enviados p o r el C ongreso de T res C ruces fuero n rechazados p o r dos veces.
R ondeau entonces recibió órdenes de r e u n ir u n nuevo Congreso. C itado
p a ra la casa de A rtigas, sesionó en la Capilla de Maciel (diciem bre). El Caudillo,
indignado p o r este desaire, no quiso concurrir. Los nuevos d ip u tad o s no p asaro n
a B uenos A ires.
luuu-uuuuuuiuumvvm
32’ LECCION
V iendo A rtig as que el g obierno p o r
FIN DE LA DOMINACION teñ o lo tra ta b a como a u n enem igo, d e
cidió a p a rta rse de él, y ab an d o n ó el
ESPAÑOLA
sitio (enero de 1814). Lo siguieron m u
1814 chos de sus oficiales y soldados. O tros,
en cam bio, p erm an eciero n en el Ce-
rrito .
L as tro p as revolucionarias h a b ía n sufrido a fin es de 1813 dos trem en d as
d erro tas en el A lto Perú, y h ab ían perd id o la isla Martín García en el P lata.
E stos d esastres decidieron a los g o b ern a n tes de Buenos A ires a c o n c e n tra r el
p o d er en u n solo hom bre, disolviendo el Triunvirato y crean d o el Directorio.
F u e n o m b rad o p rim e r Director Supremo don Gervasio Posadas, q uien inició sus
activ id ad es con un d ecreto c o n tra A rtigas, en el cual lo d ec la ra b a "infame, trai
dor y enem igo de la Patria", y ponía a precio su cabeza.
A rtig as contestó a esta in ju ria declaran d o la g u e rra a l D irectorio; y m a r
chó a su b le v ar las P ro v in cias del litoral.
El p rim e r en cu en tro e n tre los nuevos co n ten d ien tes tuvo lu g a r poco d es
pués ju n to al P aran á , donde Otorgues cerró el paso a u n refu erzo que m a rc h ab a
a u n irse con R ondeau. (Acción del Espinillo).
Poco después, A rtig as recibió proposiciones de M ontevideo y de B uenos
A ires p a ra u n arreglo. El caudillo contestó a la p rim e ra que no h ab ía u n ió n po
sible, sino m ediante la libertad; y antep u so como base de paz a la segunda, las
Instrucciones del año 13.
A ngustiosa era la situación de los sitiados en M ontevideo. Los españoles
debían p ro v eerse de v íveres por m edio de sus naves, pues estab an cercados p o r
tie rra . U na de estas expediciones m a rítim a s fue sorpren d id a, a principios de
1813, en el P aran á , po r los Granaderos de San Martín, cerca de los m u ro s del
conv en to de San Lorenzo.
P ero el h am b re com enzó a h a c e r estragos en la población. Suscitó entonces
la P ro v id en cia a u n franciscano, fray Ascarza, quien, reco lectan d o lim osnas,
llegó a m a n te n e r a m ás de 3.000 pobres.
Como el asedio a M ontevideo se prolongaba, el D irectorio decidió c re ar
u n a flo tilla p a ra h ac er fre n te a la escu ad ra realista. De siete u n id ad es se co m
ponía, y fu e confiada al m arin o inglés Guillerm o Brown. Com enzó éste su ca m
p añ a apo d erándose de la isla Martín García, después de u n doble ata q u e (m arzo
de 1814). M archó luego a te n ta r a la escu ad ra anclada en la b ah ía de M onte
video; y h ab ién d o la hecho sa lir h a sta el Buceo, la d estru y ó (17 de m ayo). Al
d ía siguiente, se p re se n ta b a en la bahía, c e rra n d o el bloqueo. L a ciudad así
aislada, debió c a p itu la r (20 de junio de 1814).
B ajo honrosas condiciones, V igodel e n tre g ab a la plaza. Carlos María de
Alvear, q ue acababa de su stitu ir a R ondeau, hizo el 23 de junio su e n tra d a
triu n fa l en M ontevideo; pero no cum plió lo pactado con Vigodet.
L a dominación española, tres veces ce n te n aria, h ab ía finalizado.
GUAYABO S %
(R iv e r a , enero 1815)
M a rm a ra já
C O LO N
’» C A N E L O N E S
V la s p ie d r a s
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BUENOS f ? e b * r* ^ ~ e^ é ^ > ^ O N T E V I D E O
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3 3 ■ LECCION
E vacu ad a la ciu d ad de M ontevideo p o r
DOMINACION los españoles, Otorgues, que se h a lla b a
PORTEÑA en las inm ediaciones de Las Piedras, p i
1814-1815 dió en n o m b re de A rtig as que la p laza
fu e ra en tre g ad a a los orientales. P ero fue
sorprendid o de im proviso p o r las tro p as
de A lv ea r y puesto en co m p leta fuga.
S atisfecho po r esta hazaña, el jefe p o rteñ o reg resó a M ontevideo, al paso
que O torgués lograba u n irse con Rivera en Canelones.
E n v ista de las desgracias que aflig ían al pueblo o rien tal, el V irrey del
P erú in te n tó a tra e rse a A rtigas con h alag ü e ñ as prom esas; pero A rtig as contestó:
"Yo no soy vendible".
P o r este tiem po, las fuerzas directo riales co n tin u ab an su frien d o descalabros
en la s p rovincias del lito ra l; y la opinión pú b lica se h allab a m u y ex altad a. P r e
v iniendo lo que podía suceder, Posadas tra tó de congraciarse con A rtigas, a n u
lando el decreto condenatorio firm ado m eses antes, y d eclarándolo "buen ser
vidor de la Patria". A l m ism o tiem po, A lv ea r in v ita b a a A rtig as a en v iarle d e
legados p a ra tr a ta r la paz. E n tre d u d ando y creyendo, el Je fe o rien tal m andó
sus rep rese n tan tes, que fueron m uy bien recibidos. E n p resen cia de ellos, A lv ear
hizo e m b a rc a r gran p a rte de la guarnición de M ontevideo; p ero esto no d ejab a
de ser u n nuevo engaño.
E n efecto, los 3.000 soldados, en lu g a r de d irig irse a Buenos Aires, fu ero n
desem barcados en la Colonia, desde donde A lv ea r ab rió u n a n u ev a cam p añ a
co n tra las fuerzas artiguistas.
L legado a San José, envió al coronel Dorrego c o n tra Otorgués, que ac am
p aba en el Marmarajá. El oriental, que ni siq u iera sospechaba el ataque, fu e
puesto en com pleta fuga (octubre de 1814).
T ras esta fácil victoria, siguió D orrego en busca de las tro p as de A rtigas.
Este, que se h allab a en Salto, dispuso que se ju n ta r a n los jefes que se e n c o n tra
b an en las inm ediaciones, y confió la dirección de 1.000 ho m b res que logró
reu n ir, a Rivera, te n ie n te coronel de 26 años. B ajo sus ó rdenes se h a lla b a n
Lavalleja, Bauzá y otros.
Ju n to al arroyo Guayabos, los halló D orrego y los atacó con un n ú m ero de
soldados casi dos veces m ayor; pero fue co m p letam en te d erro tad o (10 de enero
de 1815). A n te tam año desastre, decidióse A lvear, — que acab a b a de o cu p ar el
Directorio p o r ren u n c ia de su tío P osadas — a ab a n d o n a r la g u erra. A rtig as
exigió, com o paso previo a u n arreglo, la entrega de Montevideo.
A l re tira rs e de la ciudad, los porteños, segú n órd en es recibidas, em b arcaro n
cuantos arm am en to s pudieron, y a rro jaro n la pólvora al m ar, lo que p ro d u jo la
ex plosión de Las Bóvedas.
H a b ía te rm in ad o la dominación porteña (25 de feb rero de 1815).
D ías después, Otorgués en tró en M ontevideo y se hizo cargo del gobierno,
en nom bre de A rtigas.
ummunumm
34’ LECCION
S. B O R JA
PURIFICACIO N;-%
In d ia M uerta'
B U E N O S A IR E S
MONTEVIDEO
35* LECCION
PURIFICACION
C ordobés ( O T O R G U E S ),
O TO RGUES
( E jé r c it o de la derecha) : In d ia
• M u e rta
C O L O N IA R I V E R A (E jé r c it o de la
» I / izquierd a)
B U E N O y 'A I R E S
lONTEVIDEO
36’ LECCION
Los ejército s de A rtig as h a b ía n sido
TOMA DE MONTEVIDEO derro tad o s. A n te la in m in en cia d el p e
1817 ligro, e ig n o ran d o la com plicidad de
B uenos A ires, el gobierno de M o n tev i
deo re c u rrió al D irecto r Pueyrredón.»
El D irec to r contestó que ay u d a ría al pueblo o rien tal siem p re que fuese su s
c rita u n a c ta de incorporación de esta P ro v in c ia a la s P ro v in cias U nidas. E ste
convenio, aprobado p o r los com isionados, fue rech azad o p o r B a rre iro y el C a
bildo; y al e n te ra rse de él, A rtig as reconvino a los delegados diciéndoles: "El
Jefe de los Orientales ha m anifestado en lodo tiem po que ama demasiado su
Patria, para sacrificar este rico patrimonio de los orientales, al bajo precio de
la necesidad". No hubo, pues, n in g ú n arreg lo ; y A rtigas, con sus solas fuerzas,
in te n tó u n a n u ev a ca m p a ñ a p o r m a r y tie rra .
H abiendo confiado u n a h u este num ero sa a su jefe Andrés Latorre, lo envió
hacia el C uareim , p ara so rp re n d e r al enem igo; él, en tan to , se situó en los cerro s
de Arapey con unos 700 hom bres. P ero en lu g a r de so rp ren d er, fu e so rp ren d id o
y d erro tad o en su m ism o cam pam ento, p o r el co ro n el Abreu (3 de enero de 1817).
A l d ía siguiente, L a to rre sostuvo con el Marqués de A legrele u n a re ñ id a p e
lea, ju n to al arroyo Catalán. Al caer de la ta rd e q u ed ab a indecisa la b atalla,
cuando llegó A b reu y atacó p o r el flanco. E ste refu erzo inesperado, p ro n u n ció
la v ic to ria a fav o r de lo s portugueses. P ero, au n q u e derro tad o , A rtig as logró
co n ten er a l ejército del norte.
E n cam bio, po r el este, la invasión prosperab a.
A p e sa r del co n tra ste d e l Cordobés, S ilv eira m archó h acia el sur, y después
de e s ta r u n tiem po sitiado e n la ciu d ad de M inas p o r p a rtid a s p atrio tas, logró
re u n irse con Lecor. J u n to s am bos, em p re n d iero n la m a rc h a sobre M ontevideo.
L a ciu d ad co n tab a con 800 defensores, p a ra oponerse a 8.000 atacan tes. El
D elegado recibió órdenes de re tira rs e con la g uarnición. Y el 20 de enero de
1817, el g en e ral L ecor e n tró en M ontevideo.
E n el año 17 principió la guerra de recursos. R iv era v ig ilab a los alre d ed o
res de M ontevideo (ejército de la izquierda), m ie n tra s O torgués se situ ab a e n el
ce n tro d el te rrito rio (ejército de la derecha); y h o stig ab an co n stan tem e n te a las
fu erzas p o rtu g u esas dispersas.
A rtig as fu e ab a n d o n ad o po r varios jefes; u n o de ellos en treg ó la Colonia.
Pero, te n ta d o de rendición, contestó q u e p elea ría au n q u e fuese con perros ci
marrones.
A n te la ac titu d de P u ey rre d ó n , A rtig as le declaró la g u e rra ; y no se rin d ió ,
a p esar de la adversidad.
E n 1818, cayeron p risioneros: Lavalleja, Otorgués, M anuel F. Artigas, Ber
nabé Rivera. F ructuoso R iv era efectuó la retirada del Rabón.
E n 1819, fu e c a p tu ra d o Andresito. Pero, con todo, la lu ch a continuó.
lunnuunnnnnnuunnnni
37 LECCION
A fin es de 1819, A rtig as hizo u n ú ltim o
esfuerzo p a ra lib ra r a su tie rra de la o p re
sión lu sitan a. H abiendo reu n id o sus tro p as,
p en e tró n u ev a m e n te en el B rasil, y venció a
Abreu, que estab a acam pado en el arro y o
Santa María, a flu e n te del Río Ib icu y (di
ciem bre).
Mas, p ro n to debió rep le g arse a l te rrito rio orien tal. Confió el m an d o al co
ro n el Lalorre, quien fue a establecerse e n el T acu arem b ó Chico. A llí fu e so r
p ren d id o y com pletam en te d erro tad o p o r los portugueses. L a de Tacuarembó,
fue la ú ltim a b a ta lla de las fuerzas a rtig u ista s en n u estro te rrito rio (enero
de 1820).
S ab ed o r A rtig as del desastre, dio órdenes p a ra que se le u n ie ra Rivera;
p ero éste, juzgando in ú til toda resisten cia se h ab ía y a ren d id o a los portugueses.
C o m pletam ente solo, el caudillo pasó a C orrientes, con la esp eran za de ju n ta r
refu erzo s y acam pó en Avalos.
Sin em bargo, lo ag u a rd ab an nu ev as desventu ras. E n efecto: a principios
de 1820, Ramírez y López, G obernadores de E n tre Ríos y S a n ta Fe, h ab ían m a r
chado sobre B uenos A ires, p ara d efe n d er sus P ro v in cias de u n a constitución
unitaria que h ab ía sido sancionada el año an terio r. L lev ab an tam b ién u n a e n é r
gica p ro te sta que A rtig as h ab ía escrito al D irecto rio después de Santa María.
E l n uevo D irector, Rondeau, salió a detenerlos, pero fue d erro tad o en la b a ta lla
de Cepeda. Los dos caudillos a rtig u ista s m a rc h aro n entonces sobre la C apital,
y d isolvieron el Directorio y el Congreso, que desde T u cu m án h ab ía sido tr a s
ladado a B uenos A ires. De in m ediato procedióse a la elección de u n n uevo D i
rector, y resu ltó electo el y a fam oso Sarratea. E ste ap resu ró se a firm a r con los
cau d illos el tratado del Pilar, po r el que se reconocía la au to rid ad de A rtig as
y se le p ro m etía auxilios c o n tra los p o rtu g u eses; pero, en privado, S a rra te a in
citó a R am írez a s u p la n ta r al Je fe de los O rien tales en el p ro tecto rad o d e la
L iga F ederal.
A rtigas, e n tre tanto, pidió socorros a sus aliad o s victoriosos; pero R am írez
se negó a obedecerle.
E ntablóse entonces u n a te rrib le lucha e n tre am bos. Se inició con u n éx ito
de A rtig as en Las Guachas; pero a este triu n fo siguió u n a serie de d erro tas: en
Paraná, Las Tunas, etc.
V iendo la im posibilidad de rehacerse, A rtig as se re tiró a M isiones, desde
donde pasó al Paraguay, en busca de apoyo.
A ntes de c ru z a r el P aran á , se recordó de sus oficiales prisioneros en la isla
Das Cobras, y les envió, en gesto m agnánim o todo el d in ero que tenía. Al lle g a r
al P a ra g u a y (setiem bre de 1820), el d ic tad o r G asp ar R odríguez F ran cia, p o r te
m o r a su persona, lo tuvo recluido unos m eses en A sunción, y luego lo envió al
lejano pueblo de Curuguafy.
. E n 1845, López lo traslad ó a Ibiray, al n o rte de A sunción, donde m u rió al
cu m p lir 30 años de expatriación.
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3 8* LECCION
A l e n tre g a rse R ivera, cesó to d a oposi
LOS TREINTA Y TRES ción a rm a d a en n u estro te rrito rio .
Juan VI dio ó rdenes a L ecor de re u n ir
1825 u n Congreso, p a ta d e te rm in a r la fo rm a
de gobierno qu e ad o p taría la P ro v in cia.
R eunióse el Congreso Cisplatino a m e d ia
dos de 1821, y sus m iem bros, elegidos e n tre los p a rtid a rio s de P o rtu g al, y bajo
la p resió n de sus arm as, d ec la ra ro n la in corporació n de la P ro v in cia O rien ta l al
Reino de Portugal, con el nom bre de Provincia Cisplalina.
U na vez efe ctu ad a la incorporación y ju ra d a la co n stitu ció n p o rtu g u esa, los
p risio neros de Das Cobras fu ero n puestos en lib e rtad .
P ero m uchos a rd ie n tes p atrio tas se h a b ía n p ro n u n ciad o en co n tra de la do
m inación y ya desde el año 1819 h ab ían se reu n id o en u n a sociedad p atrió tica :
la de los Caballeros Orientales.
E n 1822, el B rasil se declaró in d e p en d ie n te de P o rtu g al. L a Cisplatina q u e
dó d iv id id a en dos bandos: los p a rtid a rio s del B rasil y los adictos a P o rtu g a l.
D espués de m ás de u n año de lucha, el jefe po rtu g u és se retiró , en tre g an d o la
ciu d ad de M ontevideo a Lecor, que encabezaba las tro p as del Im p erio del B rasil.
Juan A ntonio Lavalleja, que m ilita b a b ajo b an d e ras portuguesas, fue p e r
seguido p o r Rivera, jefe de u n a p a rtid a im p erial; y huyó a B uenos A ires. A llí
se ju n ta ro n varios patrio tas.
A principios de 1825, llegó a B uenos A ires la n o ticia de la v icto ria de Aya-
cucho. E n esos m om entos los orientales em igrados concibieron la idea de lib e r
ta r a su p atria. S iete fu ero n los prim ero s en com p ro m eterse p ara la au d az em
presa, y eligieron p o r je fe al te n ien te coronel Juan A. Lavalleja. p o r se r el m i
lita r de m a y o r graduación.
Con la ayu d a del pueblo bonaerense, la idea prosperó. O tros o rien tales y
algunos p orteños se u n ie ro n tam bién. E n te ra d o s p o r sus em isarios de que la
cam p añ a o rien tal estab a propicia p a ra u n lev an tam ien to , p a rtie ro n desde San
Isidro y Buenos Aires, en dos lanchones. El p rim ero cruzó el P a ra n á ; el seg u n
do, a rra stra d o por u n a to rm e n ta, dem oró varios días en u n irse con el otro.
E ra n solam ente 33 hombres. L a noche del 19 de abril atra v esa ro n el U ru
guay, y d esem barcaron en las playas de la Agraciada. "Libertad o Muerte", d e
cía la b a n d e ra desplegada po r aquellos audaces.
El día 20, provistos de caballos, iniciaro n la cam p añ a, ocupando Dolores.
Pocos días después, e n tra ro n en Soriano. S in a ta c a r a Mercedes, que se h a lla b a
b ien d efendida, siguieron ru m b o a M ontevideo.
En las m árgenes del arro y o Monzón, so rp re n d ie ro n a Rivera, que e ra el
je fe de las fuerzas de Lecor. L uego de u n a e n tre v ista con L avalleja, el astu to
o rie n ta l se plegó al m ovim iento.
E n tra ro n en San José, después de triu n fa r en Paso del Rey; de S an José
p asaro n a Canelones; de allí, al Cerrito, desde donde p u siero n sitio a M ontevideo.
3 9 ■ LECCION
C uándo las tro p as lib e rtad o ras lleg aro n al Ce-
DECLARACION rrito, ya to d a la ca m p añ a se h allab a en eferv escen
DE LA cia.
INDEPENDENCIA D esde S an José, L av alleja h ab ía m an d ad o a R i
RINCON Y SARANDI
1825
vera, con los prisioneros, hacia D urazno. L legado
a C anelones, h ab ía despachado a Olivera h acia el
este, p a ra re u n ir las p a rtid a s patrio tas. Y él, u n a
vez puesto el sitio, confiando la dirección del m ism o a Oribe y a Calderón — lu e
go tra id o r —, fue a estab lece r su c u a rte l g en e ral en las inm ediaciones de
Florida.
E n esa ciudad form ó u n Gobierno Provisional, que, bajo la p resid en cia de
Manuel Calleros, em pezó a sesionar el 14 de junio. E n p resen cia del n u ev o go
bierno, L a v a lle ja declinó su autoridad, siendo confirm ado en la m ism a con el
títu lo de General en Jefe del Ejército Libertador, al paso que Rivera fue n o m
brado Inspector General de Armas. A m bos jefes te n ían p u esta a precio la ca
beza, p o r Lecor.
D e acuerdo con L avalleja, el G obierno solicitó a los Cabildos que e n v ia ra n
d ip u tados p ara una Asamblea General Legislativa. P re sid id a p o r el c u ra de
C anelones, P. Juan F. Larrobla, se instaló en la F lo rid a el 20 de agosto. Cinco
días m ás ta rd e, el m em orable 25 de agosto de 1825, en el seno de aq u ella A sam
blea se d ec la ra b an "írritos, nulos, disueltos y de ningún valor para siempre to
dos los actos de incorporación, reconocim ientos, aclam aciones y juramentos
arrancados a los pueblos de la Provincia Oriental por los intrusos poderes de
Portugal y el B rasil. . . er a la solem ne declaración de nuestra independencia.
El m ism o día se proclam ó la incorporación de la P ro v in cia O rien tal a las
dem ás del Río de la P lata.
P ero el gobern ad o r Las Heras no quiso pron u n ciarse p o r entonces. Con todo,
envió a situ arse en E n tre Ríos un ejército, m an d ad o p o r el g en e ral Martín R o
dríguez. Se llam ó el Ejército de Observación, y llegó a co n star de 1.500 hom bres.
M ien tras tanto, en n u estro te rrito rio seguía la g u erra. A principios de se
tiem b re, R iv era fue d erro tad o en el A guila (Soriano). P a ra desq u itarse, el in
trép id o o rien tal se propuso a rre b a ta r al enem igo las cab allad as en c errad as en
el Rincón de las Gallinas. El 24 de setiem bre, en efecto, se apoderó de los 8.000
caballos que allí p astab a n ; y, al re tira rse , d erro tó a u n a colum na b rasileñ a tres
veces m ay o r que sus fuerzas. (Batalla del Rincón). D e ahí, fue a u n irse con
L av alleja.
Ju n tá ro n s e los caudillos en el Sarandí, y allí m ism o se en fren ta ro n con el
ejército enviado po r Lecor. Al grito de “carabina a la espalda y sable en mano",
iniciaron u n a b rilla n te carga, que se tran sfo rm ó en g ran d io sa v ic to ria (12 de
octubre).
D espués de estos dos sonados triunfos, el gobierno de Buenos A ires aceptó
la unión d ec reta d a el 25 de agosto. P o r lo cual, el Im p erio declaró la guerra a
las Provincias Unidas.
muunnnnnnnumvnnm
40* LECCION
í E l p u e b lo b o n a e re n s e d e p o n e a l V irre y y n o m b ra u n a J u n t a d e G o b iern o
1810
| (25 d e m a y o ). M o n te v id e o se m a n tie n e fie l a E sp añ a.
F IN DE L A DOM IN A CIO N E SPA Ñ O LA
(
C o n g reso de T re s C ru ces ( a b r i l ) : In stru c c io n e s. A rtig a s, P re s id e n te d e l G o
b ie r n o P ro v in c ia l.
1813
' C
A ortig
n g reso
a s a b da ne d olan a Celap illa
sitio. MSe
aciel
p o n (ed ic
a iepm
re bc io
r e ) :su p re sid e Ryo nA
cabeza, d ertig
au ;a s Adrtig
e c laa ra
s no
la
gc oune cr ra
u rrea.l D irecto rio .
1814 < Se c re a u n a flo ta , a l m a n d o de B ro w n : to m a a M a rtín G a rc ía , y v en ce e n e l
B uceo.
M o n te v id e o c a p itu la ; h a te rm in a d o la d o m in a c ió n e sp a ñ o la (20 de ju n io ).
O to rg u é s p id e, e n n o m b re de A rtig a s, la e n tre g a de la c iu d a d ; A l-
DOM IN A CIO N v e a r lo e n g a ñ a . P oco d esp u é s la s tro p a s b o n a e re n s e s se r e tir a n de
PO R T E R A ' M o ntevideo, p e ro d e s e m b a rc a n e n C olonia, y p e rsig u e n a los p a tr io
1815 tas. Son v e n c id a s e n G u a y a b o s p o r R iv e ra , y d e b e n a b a n d o n a r n u e s
tr o te r rito r io (25 de fe b re ro d e 1815).
v a m e n te a lo s p o rtu g u e se s .
A ta c a n tr e s e jé rc ito s ; p o r el n o rte , p o r e l Y a g u aró n y p o r e l C huy.
La A dem ás, la flo ta .
in v asió n A rtig a s p ro c u ra lle v a r la g u e r ra a te r r ito r io b ra sile ñ o . S u p la n es d e s
J 1816 c u b ie rto , y su s fu e rz a s d e rro ta d a s (M isiones, C a ru m b é, In d ia M u e rta ).
El 20 d e e n e ro de 1817, M o n tev id eo se rin d e a L eco r.
IN V A SIO N
Y h a sta n u estro s días co n tin ú a siéndolo, p uesto qu e las carnes y las lanas,
ex p o rta d as al po r m ay o r a todas p arte s del m undo, co n stitu y en la base y fu n d a
m ento de n u estra s relaciones com erciales.
Los viejos saladeros cedieron te rre n o a los m odernos frigoríficos: el tasajo
dio lu g a r a las c a rn es congeladas y en conserva. F áb ricas te x tile s y cu rtiem b res
in d u stria liz an las lan as y los cueros. El p o rv e n ir de n u e stra R epública se en
c u e n tra firm em e n te asentado en el cam po. O jalá que q uienes d eben re g ir sus
destinos sepan d irig ir las actividades con san a orien tació n fo m en tan d o las riq u e
zas que m uchos, desde un principio, am bicionaron, y están ah o ra al alcance de
n u e stra disposición al trabajo.
MONTEVIDEO ANTIGUO
JOAQUIN SUAREZ
P rim e r a p a rle :
AM ERICA Y LOS D ESC U B R IM IEN TO S
1. — R azas in d íg e n a s a m e ric a n a s .............................................................. 9
2. — P rim itiv o s h a b ita n te s del U ru g u a y ............................................. 11
3. — L os v ia je s de C olón .............................................................................. 13
4. — El T ra ta d o de T o rd e silla s ................................................................ 15
5. — E x p e d ic io n e s p o rtu g u e sa s .................................................................. 17
6. — D e sc u b rim ie n to del U ru g u a y ........................................................... 19
7. — L a p r im e ra v u e lta a l m u n d o .............................................................. 21
8. — S e b a s tiá n G ab o to ........................................................................... 23
R e su m e n d e la p r im e ra p a r le ......................................................... 24
S e g u n d a p a r le :
CO LO N IZA C IO N DEL RIO DE LA PL A T A
9. — A d elan tazg o d el P la ta .................................................................... 27
10. - - D on P e d ro de M endoza: p r im e r A d e la n ta d o ......................... 29
11. - - A lv a r N ú ñ ez C abeza de V aca: seg u n d o A d e la n ta d o ........... 31
12. - - D iego d e S a n a b ria : te r c e r A d e la n ta d o ....................................... 33
13. — J u a n O rtiz d e Z á ra te : c u a rto A d e la n ta d o .................................. 35
1 4 . — J u a n d e T o rre s de V era y A ra g ó n : q u in to A d e la n ta d o 37
15. — H e rn a n d o A ria s de S a a v e d ra ......................................................... 39
16. — L as M isio n es O rie n ta le s .................................................................... 41
17. — L os fa e n e ro s. — T e n ta tiv a s p o rtu g u e sa s .................................. 43
18. — F u n d a c ió n d e M o n tev id eo ................................................................ 45
19. — G o b e rn a c ió n de M o ntevideo. — T ra ta d o de M a d rid ........... 47
20. — Jo sé J o a q u ín de V iana. — G u e r ra G u a ra n ític a ..................... 49
21. — A g u stín d e la R osa. — J . J . de V ian a. — J o a q u ín d e l P in o 51
22. — V irre in a to d e l R ío de la P la ta ..................................................... 53
23. — E x p ed ició n d e C eballos. — T ra ta d o de S an I l d e f o n s o ........... 55
24. — A n to n io O la g u e r y 'F e liú .................................................................. 57
25. — Jo sé d e B u s ta m a n te y G u e rra ....................................................... 59
26. — R u iz H u id o b ro . — P rim e r a in v a sió n in g lesa ......................... 61
27. — S eg u n d a in v a sió n in g lesa .................................................................. 63
R e su m en d e la se g u n d a p a r le ......................................................... 64
T e rc e ra p a rle :
E M A N C IPA C IO N
28. — R ev o lu c ió n d e M ayo. — G rito de A sencio ........................................................... 67
29. — A rtig as. — P rim e r sitio de M o n te v id e o ................................................................ 69
30. — E xo d o d el p u eb lo o rie n ta l ........................................................................................... 71
31. — S eg u n d o sitio . — A ño 1813 ........................................................................................... 73
32. — F in d e la d o m in ació n e sp a ñ o la .................................................................................... 75
33. — D o m in ació n p o rte ñ a .......................................................................................................... 77
34. — A pogeo d e A rtig a s ........................................................................................................... 79
35. — In v a sió n p o rtu g u e s a .......................................................................................................... 81
36. — T o m a d e M o ntevideo. — G u e rra de re c u rso s ....................................................... 83
37. — C aíd a d e A rtig a s ................................................................................................................. 85
38. — Los T re in ta y T re s .................................................................... ..................................... 87
39. — D e c la ra c ió n de la In d e p e n d e n c ia . — R incón. — S a ra n d í ........... .................... 89
40. — In v a sió n d e l B ra sil. — C o n q u ista de la s M isiones. — C o n v en ció n de P az 91
R e su m en d e la te r c e r a p a r le ......................................................................................... 92
A PE N D IC E
G o b iern o C o lo n ial ......................... 97
L a g a n a d e ría en el U ru g u a y . 99
M o n tev id eo A n tig u o .................... 101
La R e v o lu c ió n d e M ayo ......... 103
L as In stru c c io n e s d e l A ño X III 105
Jo s é A rtig a s ..................................... 107
J u a n A n to n io L a v a lle ja .............. 109
F ru c tu o so R iv e ra ........................... 111
D ám aso A n to n io L a rra ñ a g a . . . 113
J o a q u ín S u á re z ................................ 114
In d ic e .................................................. 116
ESTE LIBRO SE T ER M IN O DE IM PR I
M IR EN LOS TALLERES G R A FIC O S
BA RREIRO Y RAMOS S. A. EN EL
M ES DE EN ER O DE 1973.