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UEG QUIRINÓPOLIS
Revista de História da UEG – Quirinópolis v.1 n. 8 - 2018 Quirinópolis-GO. Editora Kelps, 2018
EDUARDO JOSÉ REINATO
MARCOS VINICIUS RIBEIRO
WANDERLEIA SILVA NOGUEIRA
(EDITORES)
REVISTA DE HISTÓRIA DA
UEG QUIRINÓPOLIS
Goiânia-GO
2018
Copyright © 2018 by Revista de História da UEG Quirinópolis
Editora Kelps
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Eduardo José Reinato
Marcos vinicius Ribeiro
Wanderleia Silva Nogueira
Organização:
Eduardo José Reinato
Marcos vinicius Ribeiro
Wanderleia Silva Nogueira
XX Semana de História & IV Congresso Regional de História UEG-Câmpus Quirinópolis: Tempo, história
e interdisciplinaridade: rupturas e possibilidades /Universidade Estadual de Goiás – Campus Quirinó-
polis; organizadores: NOGUEIRA, Wanderleia Silva. REINATO, Eduardo José.RIBEIRO, Marcos Vinicus.2018
ISSN 2179-5703
CDU: 94(817.3):37
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Impresso no Brasil
Printed in Brazil
2018
5
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Wanderleia Silva Nogueira
6
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Ms. Robson Mendonça Pereira - UEG
Dr. Rafael Saddi Teixeira - UFG
Dr. Victor Passuello - UEG
7
SUMÁRIO
11 APRESENTAÇÃO
139
AGRICULTORA FAMILIAR E O PROGRAMA NACIONAL DE
ALIMENTAÇÃO ESCOLAR: uma análise da implementação no
município de Pedro Velho (RN)
Osmar Faustino de Oliveira
Marcos Vinícius da Silva
Washington Maciel da Silva
153
A RELIGIOSIDADE E O TEMOR NA IDADE MÉDIA:
REPRESENTAÇÕES E A CRENÇA NA POST-MORTEM
Paulo Henrique Ferreira
Washington Maciel da Silva
199
CRISTIANISMO PENTECOSTAL ESPETACULAR: MUDANÇAS
OPERADAS NA HISTÓRIA PROTESTANTE
Pedro Fernando Sahium
9
239
EDUCAÇÃO FÍSICA X PSICOMOTRICIDADE: UM DUELO
OU UMA PARCERIA PARA SE TRABALHAR NA EDUCAÇÃO
INFANTIL?
Mayara Pereira dos Santos
11
APRESENTAÇÃO
Portanto, não há caminho fácil para o historiador, pois somos parte de uma
ciência crítica que se contrói à contrapelo, na feliz expressão de Walter Benjamin.
1 BRAUDEL, Fernand. Escritos Sobre a História. 2ª. ed. São Paulo: Perspectiva, 1992. p. 117
12
Não se pode ignorar o fato de que a História se afirmou como campo do saber que
procura contrapor-se ao discurso do progresso inevitável. Somos historiadores e,
enquanto tais, estamos sempre a procura das dissonâncias do inevitável progresso
por que é justamente aí que residem as melhores histórias; aquelas que representam
os sabores e dessabores da vida cotidiana.
Segundo Benjamin, é na desconstrução do discurso sobre o progresso
que reside o grande encontro entre a história e a arte. Ao analisar o quadro de
Paul Klee Angelus Novus, Benjamin nos brindou com uma irretocável passagem
analítica sobre o tempo, a história e o exercício de sensibilidade absoluto de um
historiador que soube apreciar os melhores produtos do espírito humano.
Segundo Benjamin:
2 BENJAMIN, Walter. Obras Escolhidas. 7.ed. São Paulo: Editora Brasiliense, 1994. p.226.
13
Resumen: El presente artículo tiene como objetivo analizar la función social de las
fotografías posmortem que se difundieron entre un sector del catolicismo mexicano
durante el conflicto cristero entre los años de 1926-1929. La colección de fotografías
que se analizan corresponde a personas muertas a unas horas de su deceso ¿qué
función tenían estás imágenes en un conflicto armado con tintes religiosos? Cabe
destacar que esta práctica se difundió en otros países principalmente durante el siglo
XIX, aunque en México esta práctica tuvo poca difusión. Los retratos de la muerte
han cumplido una función diferente en los diversos países y periodos de la historia,
por ello, este trabajo busca explicar la función social de la fotografía posmortem
durante la guerra cristera en México. Asimismo, destacar su función como artefacto
de la memoria del catolicismo de la época.
Abstract: This article aims to analyse the social function of postmortem
photographs that if they spread among a sector of Mexican Catholicism during the
Cristero conflict between the years of 1926-1929. The collection of photographs
that are analyzed corresponds to people who died within a few hours of their death.
What function did these images have in a conflict armed with religious dyes? It
should be noted that this practice was disseminated in other countries mainly
during the nineteenth century, although in Mexico it had very little diffusion. The
portraits of death have fulfilled a different function in the various countries and
periods of history, for this reason, this work seeks to explain the social function of
postmortem photography during the Cristero War in Mexico. It also emphasizes
its function as an artifact of the memory of Catholicism of the time.
Palabras clave: Imagen, catolicismo, martirio, mentalidades, memoria
Para responder esta pregunta hay que tomar en cuenta que las imágenes
han estado presentes en varios rituales religiosos y recientemente la fotografía
forma parte de ofrendas, altares, tumbas, cementerios, etcétera. A pesar de ello
los retratos en torno a la muerte pueden tener varios significados. Para Sánchez
Montealban estás imágenes:
“Que son objetos producidos por el hombre con clara intención de recordar,
esto es, que los artefactos son una especie de almacenes de acontecimientos
significativos que permiten comunicar a posteori lo que aconteció en tiempos
pretéritos. En esta tesitura que los artefactos otorgan un sentido al pasado expe-
rimentado por una colectividad o sociedad. La idea de los artefactos es que per-
duren y que en un futuro comuniquen situaciones significativas para un grupo
o sociedad. Los artefactos tienen una larga historia y de acuerdo con su tiempo
y condiciones se van modificando, pero no así su intención que siempre es co-
municar para no caer en el olvido.” (Mendoza, 2015, p.79)
Álvaro Obregón (1920-1924) hubo una cierta conciliación con la Iglesia católica.
Obregón le permitió a la Iglesia y a las organizaciones católicas hacer algunas
manifestaciones públicas a pesar de la vigencia de una constitución de corte laico,
por ejemplo, la celebración de la coronación de la Virgen de Zapopan el 16, 17
y 18 de enero de 1921, que sirvió entre otras cosas para mostrar la capacidad de
movilización que tenía el clero.
Tal vez la dificultad más grave que enfrentó la Iglesia durante el gobierno
de Obregón, fue la expulsión del país del delegado apostólico Ernesto Filippi, por
haber asistido a la colocación de la primera piedra en el monumento de Cristo
Rey en el cerro del Cubilete. Aunque después Obregón se encargaría de que este
episodio no tuviera mayores complicaciones, permitiendo que para 1924 llegara a
México un nuevo delegado apostólico. Se puede decir que durante el gobierno de
Obregón se vivieron incidentes menores y estuvo lejos del hostigamiento de los
años anteriores. (Carpio, 2006, p. 62)
La relativa calma no sobrevivió a la salida de Obregón de la presidencia,
el sucesor Plutarco Elías Calles, era de fuerte tendencia anticlerical. Pronto
se multiplicaron los gobernadores que, en busca de ganarse la confianza del
presidente, siguieron sus tendencias hasta pasar de los discursos a los actos.
Ejemplo de ello fueron los gobernadores de Hidalgo, Jalisco, Colima, Chiapas,
Tabasco y Yucatán. Desde enero de 1926, Calles demostró que su política no iba
a ser la de Obregón, por lo que hizo aprobar en el Congreso la ley reglamentaria
del art. 130° de la Constitución y reformó el Código Penal para poder aplicar
la Constitución en los estados. (Rius, 1960, p. 59) Con esta ley de 33 artículos,
conocida como ley Calles reinició el conflicto que se extendería en su primera fase
hasta 1929, y que es conocido como el conflicto más grave en materia religiosa de
la primera mitad del siglo XX en México.
El 4 de febrero de 1926, el periódico El Universal, publicó una entrevista
al arzobispo de México, Mons. Mora y del Río, en donde decía: “El episcopado,
clero y católicos, no reconocemos y combatiremos los artículos 3, 5, 27 y 130 de la
Constitución vigente.” En algunos círculos se aseguraba que esta entrevista había
sido preparada por el gobierno. (Rius, 1960, p. 59) De cualquier manera Calles
interpretó las declaraciones del arzobispo como un reto hacia su gobierno y contra
la revolución. El 11 de febrero, ordenó a los gobernadores que reglamentaran el
artículo 130°, al mismo tiempo el secretario de gobernación, Adalberto Tejada,
expulsó a los primeros sacerdotes extranjeros. El 13 de febrero, se ordenó la
aplicación de los artículos 5° y 27° y en los días posteriores se empezaron a aplicar
las leyes en San Luís Potosí, Puebla, Jalisco y el Distrito Federal. El 20 de febrero,
LOS RETRATOS DE LA MUERTE: ARTEFACTOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA “CRISTERA” 19
y bajo el resguardo de los fieles. Al día siguiente de esta publicación, Calles declaró
al corresponsal de los periódicos de la cadena Herast: “naturalmente que mi
gobierno no piensa siquiera suavizar las reformas y adiciones del código penal,
que han tomado como pretexto líderes políticos católicos y malos prelados en
nuestro país, para oponerse a la obra reconstructiva y revolucionaria social que
estamos llevando a cabo, y cada nueva manifestación de animosidad u oposición,
o estorbo a las tareas administrativas de mi gobierno, se traducirá forzosamente
en nuevas medidas de represión para quienes no acaten o desconozcan las leyes
de México(...)” (Meyer, 2000, pp. 262-267)
En efecto días después de conocer la publicación de la jerarquía, el presidente
por medio de la circular 103 de la Secretaría de Gobernación, estableció que se
tomaran las disposiciones necesarias para que las leyes fueran cumplidas y resolvió
que en cuanto un sacerdote abandonara una iglesia, las autoridades la retomaran
para después entregarla a una comisión de 10 vecinos, nombrados por las
autoridades, previo inventario de los objetos. Pero como los obispos prohibieron
a los católicos participar en dichas comisiones el choque se hacía evidente. La
suspensión del culto y los inventarios en las iglesias, entre otras cosas, provocaron
los primeros levantamientos de una lucha que se prolongaría hasta 1929. La
revolución renovó el anticlericalismo que en buena medida había sido superado
durante el porfiriato; se puede decir que de 1914 a 1938 se viven constantes roces
entre la Iglesia y el Estado, inclusive algunos alcanzan enfrentamientos violentos
entre 1926 -1929; aunque también hubo una relativa tranquilidad durante el
gobierno de Obregón. Para algunos revolucionarios la Iglesia era un competidor
que había que eliminar, era un enemigo insoportable, un competidor al que se
debía eliminar para tener el control de la sociedad.
Durante la guerra cristera se vivieron excesos provocados por algunos
partidarios de ambos bandos involucrados. Para la tradición católica los que
mueren en defensa de su fe son considerados mártires en la mayoría de los casos,
por su parte el Estado reconoce los sacrificios hechos por la Nación al situar a sus
muertos en el panteón de la patria como héroes.
El martirio fue una de las imágenes más recurrentes durante estos años y
se difundió por medio de distintos documentos e imágenes. En un contexto de
roces entre la Iglesia y la autoridad civil, el catolicismo recupera la situación de
persecución vivida en el alba del cristianismo, periodo recordado por la aparición
de los primeros mártires de la Iglesia. En México durante la guerra cristera se
dio un contexto favorecedor para que la Iglesia reconociera el sacrificio de sus
defensores.
LOS RETRATOS DE LA MUERTE: ARTEFACTOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA “CRISTERA” 21
aspectos del pasado a los que otro tipo de fuente no llegan.” (Burke, 2001, pp. 235-
239) Aunque una imagen puede ser polisémica y ambigua, es incuestionable que
es un testimonio que muestra, “el ordenamiento social del pasado y sobre todo de
las formas de pensar.” (Burke, 2001, pp. 235-239) De esta manera la imagen debe
ser situada en contextos particulares (culturales, materiales, políticos, etcétera),
para su mejor comprensión.
Hablando específicamente de las funciones de la imagen vinculados a
procesos religiosos, Burke señala los siguientes usos: como adoctrinamiento,
objeto de culto, estímulo para la meditación y como arma en los debates. En el
caso de las imágenes que seleccioné para este apartado, que muestran escenas
explicitas con muertos y que se relacionan con el martirio durante la persecución
religiosa, hablamos de que pudieron ser usadas como un arma en los debates de
la época. Fueron empleadas para difundir el sacrificio hecho por los católicos
frente a sus enemigos, forman de un discurso que iba encaminado a resaltar una
supuesta persecución de corte religioso.
Es recurrente a lo largo de la historia, cuando la Iglesia se encuentra en
conflicto con alguna autoridades civiles, donde la disputa de sus privilegios estén
en juego, asume dicho conflicto como un problema de persecución religiosa,
aunque el problema principal sea por cuestiones políticas y por delimitar su
poder e influencia terrenal. Por ello durante el conflicto cristero, dentro amplios
sectores del catolicismo, sus muertos fueron equiparados a los primeros mártires
del cristianismo, situación que propició un periodo de mártires. La imagen del
mártir se volvió clave para sustentar la idea de persecución religiosa, de esta forma
el martirio se volvió una bandera ideológica y política para el catolicismo. “El
catolicismo en general exaltó el discurso del martirio que en un inicio fue una
adaptación de los testimonios existentes sobre los mártires de los primeros siglos.
Con posteridad este discurso se adecuó a la realidad mexicana y, al transcurso
de los años, sirvió a algunos sectores del catolicismo como ejemplo que quedó
marcado en la memoria colectiva…” (Carpio, 2016, pp. 63-64)
Durante los años del conflicto cristero existió un discurso social dominante
entre los católicos, a través de oraciones, discursos, imágenes, sermones, folletos,
prensa, libros, etcétera, la idea de persecución y martirio fue ampliamente
difundida. Las fotografías posmortem que a continuación revisamos forman
parte de este discurso social de la época.
En cuanto a cómo interpretar una imagen, Burke señala que hay tres
niveles a considerar: 1) Descripción preiconográfica, que consiste en identificar
los elementos u objetos que conforman una imagen (descripción); 2) Análisis
LOS RETRATOS DE LA MUERTE: ARTEFACTOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA “CRISTERA” 23
encuentran los cuerpos sin vida de cuatro personas recostadas en el suelo, visten
traje sastre y se alcanza a percibir el año 1927, resaltando la fotografía después de
sus muertes.
Las siguientes imágenes representan una escena similar, la muerte del
padre Gumersindo Sedano. En la primera imagen se lee el título “mártir de ciudad
Guzmán”, además se señala que el cadáver fue expuesto al público por los soldados
del Presidente Calles. En ambas fotografías se aprecian rastros de lodo o sangre en
su rostro y ropa. En la segunda fotografía se aprecia una nota pegada a su cuerpo a
la altura de sus rodillas que dice: “Este es el Sr. Cura Sedano.” Es posible que en el
caso de esta imagen haya sido tomada por sus mismos ejecutores y difundida para
desalentar a los cristeros. Aunque posteriormente se aprovechó para ser usada
como propaganda por los católicos por eso se destaca en el folleto la idea de dar a
conocer la horrible persecución que sufren.
En la siguiente
fotografía se distingue
el cuerpo de una
persona en lo que
parece un velorio. En
el fondo se aprecian
algunos rostros al
parecer de niños
contemplando el
cuerpo. El difunto tiene
algunos elementos
relacionados con el
martirio, como lo es
una flor roja cerca de
su rostro, que se relaciona con la sangre derramada; además varias flores blancas
alrededor del cuerpo en señal de pureza y la inocencia de alma, además en este
contexto resalta la situación de la muerte. El cuerpo está cubierto por una túnica,
lo que nos hace suponer que se trata de un sacerdote, sabemos por su clasificación
en el archivo que es en Veracruz. Resalta un cáliz cerca de su rostro lo que puede
representar la reafirmación de la fe cristiana y de la redención. En la cabecera se
aprecian dos banderas, una colocada su lado izquierdo, al parecer es la bandera
tricolor con la imagen de la virgen de Guadalupe en el centro, y otra colocada a
su lado derecho una bandera con la siguiente inscripción: sacramentum pietatis †
maritatis (sacramento de bondad † casamiento).
LOS RETRATOS DE LA MUERTE: ARTEFACTOS DE LA MEMORIA DE LA GUERRA “CRISTERA” 25
En las siguientes
imágenes podemos
observar el cuerpo de
católicos en su lecho
de muerte; un laico y
un presbítero. En las
imágenes nuevamente
son evidentes algunos
elementos simbólicos
que se relacionan
con el martirio. Por
ejemplo, en ambas
imágenes en la parte inferior de las fotografías y sobre el cuerpo de los difuntos,
se distinguen algunas palmas. Las palmas son el símbolo que usó la Iglesia de
los primeros siglos del cristianismo para representar la victoria del cristianismo
sobre la muerte; asimismo es un atributo que representa a los mártires cristianos.
También se pueden apreciar
las flores blancas rodeando
el ataúd en ambos casos. En
el caso de la segunda foto
se alcanza a leer: PBRO.
ÁNGEL MARTÍNEZ
MARTIRIZADO EN
PUEBLO NUEVO,
GUANAJUATO.
En la siguiente fo-
tografía se lee: BRIGIDO
GONZALEZ. Se aprecia
el cuerpo de un católico
muerto sobre una cama.
Como en las anteriores
imágenes se aprecian dos
elementos principales: las
flores blancas que cubren
totalmente todo el cuerpo,
las flores están colocadas en
desorden, dejando al des-
26 Amílcar Carpio Pérez
y Miguel Agustín
Pro, implicados en un
atentado contra la vida
del presidente electo
Álvaro Obregón. En
el extremo izquierdo
inferior se aprecia la
imagen de los mártires
de Zamora (imagen
analizada líneas atrás).
En el extremo derecho
inferior se muestra
una escena donde se
destaca la línea férrea, y del lado izquierdo postes del cableado eléctrico, donde
se distingue la silueta de personas ahorcadas. En el centro de la imagen resalta
la figura de Jesucristo con los brazos extendidos, asimismo en los bordes es
notorio varios elementos como las palmas y las flores. El mensaje de persecución
y martirio a partir de la muerte es muy claro en esta imagen.
Conclusión
Bibliografía
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