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12.02.01.

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G918 Guatemala. Procurador de los Derechos Humanos
2018 Derecho de Consulta Previa, Libre e Informada
Estudio General Sobre el Derecho de Consulta Previa a los Pueblos Indígenas en Guatemala.
-- Guatemala: PDH, 2018.
50 p.

1. CONSULTA PREVIA 2. DERECHOS HUMANOS


3. PUEBLOS INDÍGENAS 4. JUSTICIA 5. DERECHOS
SOCIALES Y ECONOMICOS 6. DERECHOS COLECTIVOS
7. DERECHOS CULTURALES.

Directorio

Augusto Jordán Rodas Andrade


Procurador de los Derechos Humanos

Miriam Catarina Roquel Chávez


Procuradora Adjunta I

Claudia Caterina Maselli Loaiza


Procuradora Adjunta II

Claudia Lavinia Figueroa Perdomo


Secretaria General

Elaboración:
Dirección de Investigación en Derechos Humanos

Impreso en: Guatemala, 3 mayo de 2018


13 B’aqtun. 0 K’atun. 5 tun. 7 Winaq. 19 Q’ij. 13 Kawok. 12 Woo. 6 Señor de la noche

Procurador de los Derechos Humanos


12 avenida 12-54, zona 1 Guatemala; Centroamérica
PBX: (502) 2424-1717
www.pdh.org.gt
Derecho de Consulta Previa, Libre e Informada

ESTUDIO GENERAL SOBRE EL DERECHO DE CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS


INDÍGENAS EN GUATEMALA

Augusto Jordán Rodas Andrade


Procurador de los Derechos Humanos
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Glosario

GLOSARIO

Af Afectaciones
AGC Archivo general de consultas
CC Corte de Constitucionalidad
CERD Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
CV Comisión de verificación de acuerdos
CLPI Consulta libre, previa e informada
COCODES Consejos Comunitarios de Desarrollo
DMC Diseño de mecanismo de la consulta
DNUDPI Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de Pueblos Indígenas
EACP Expediente administrativo de la Consulta Previa
EAT Entidad de asistencia técnica, no obligada (no le corresponde decisión administrativa)
EIA Estudio de Impacto Ambiental
EGC Entidad gubernamental obligada a consultar
IGP Institucionales gubernamentales participantes
IRPI Instituciones representativas de los pueblos indígenas
MARN Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales
MLAI Medida legislativa o administrativa a implementar
MEM Ministerio de Energía y Minas
OAP Otros actores participantes
OIT Organización Internacional del Trabajo
PC Procedimiento consultivo
PPIM Proyecto, programa, iniciativa o medida que produce la afectación
ZIA Zona de influencia y afectación
7
Índice

ÍNDICE
Glosario
PRESENTACIÓN

CAPITULO I MARCO JURÍDICO DEL DERECHO DE CONSULTA PREVIA


Marco legal nacional en Guatemala 9
Marco legal internacional que norma la consulta previa, libre e informada 12
Sentencias de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala 17
Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos 20

CAPITULO II MARCO DE DERECHOS COLECTIVOS


El “buen vivir o “utzilãj K’aslemal” y la relación especial con la naturaleza 21
Concepción, uso y manejo del diálogo en las comunidades 22
Las autoridades representativas comunitarias conducen el diálogo público 23
La situación de exclusión, marginación, racismo y pobreza de los pueblos indígenas 24
Respeto a los derechos colectivos y a los defensores de derechos 24

CAPITULO III MARCO POLÍTICO PARA NORMAR LA CONSULTA PREVIA


Iniciativas del organismo ejecutivo y del legislativo de reglamentar la consulta previa 26
Vacíos legales y en políticas públicas institucionales sobre la consulta previa 27
Mandatos de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala sobre la consulta previa 29
Mandatos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y disposiciones del
Relator Especial de la CIDH de normar la consulta previa 30
Estándares de consulta previa en Latinoamérica 31
Responsabilidad empresarial en el marco de la consulta previa 33

CAPITULO IV MARCO INSTITUCIONAL DE LA PDH


Marco de independencia institucional de la PDH 34
Disposiciones de la Corte de Constitucionalidad que vinculan a la PDH 36

CAPITULO V PAUTAS PARA OPERACIONALIZAR LA CONSULTA PREVIA


1. Derechos Humanos vinculados a la consulta previa, libre e informada 37
2. Etapas del procedimiento de consulta previa, libre e informada 39

REFERENCIAS CONSULTADAS 46
8
Índice

ÍNDICE DE CUADROS

1. La consulta contemplada en el Código Municipal (decreto 12-2002) 11


2. La consulta contemplada en la ley de los Consejos De Desarrollo
Urbano y Rural (Decreto 11-2002) 12
3. Reconocimiento normativo de la consulta previa en el marco del control de
convencionalidad 12
4. Convenio (N. 169) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes
de la Organización Internacional del Trabajo 15
5. Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas 16
6. Corte de Constitucionalidad, sentencias por omisión de consulta previa a
pueblos Indígenas 18
7. Popol Wuj: Relato sobre el diálogo 22
8. Vacíos en la regulación de los estudios de impacto ambiental en Guatemala
sobre consulta previa 28
9. Estándares de derecho internacional en materia de consulta previa 32
10. Derechos de los Pueblos Indígenas vinculados a la consulta previa, libre e informada 38
11. Resumen de las etapas de un procedimiento de consulta previa 45

Mapa 1. Consultas municipales en Guatemala observadas en 2004-2017, por la


Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala 35
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Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

CAPITULO I MARCO JURÍDICO DEL DERECHO DE CONSULTA PREVIA


1. Marco legal nacional en Guatemala
A) Disposiciones y principios de la Constitución Política de la República de Guatemala
La Constitución Política de la República de Guatemala (1985) dispone de una fórmula de reconocimiento
a los pueblos indígenas que tiene una retórica multicultural:

“Guatemala está formada por diversos grupos étnicos entre los que figuran los grupos indígenas de as-
cendencia maya. El Estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida, costumbres, tradiciones,
formas de organización social, el uso del traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y dialectos.”
(Artículo 66).

Frente a este fundamento constitucional, el Estado tiene tres mandatos: reconocer, respetar y promover.
Por otra parte, la Constitución contiene un conjunto de derechos específicos en la sección sobre cultura,
y en la sección titulada “Comunidades indígenas”, que incluyen los siguientes principios:

- Participación libre en la vida cultural y artística: “Derecho a la cultura. Toda persona tiene derecho a
participar libremente en la vida cultural y artística de la comunidad,...”. (Artículo 57);

- Derecho de las personas y de las comunidades a la identidad cultural: “Identidad cultural. Se reconoce
el derecho de las personas y de las comunidades a su identidad cultural de acuerdo a sus valores, su
lengua y sus costumbres.” (Artículo 58)

Estos principios están contenidos en el Art. 27 [Derecho a la vida cultural] del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (1966) ratificado por Guatemala en 1992.

Los cinco artículos sobre “Comunidades indígenas” resalta el papel protector del Estado, como el citado
Artículo 66, “Protección a grupos étnicos”, y el Artículo 67, “Protección a las tierras y las cooperativas
agrícolas indígenas” el cual incluye “cualesquiera otras formas de tenencia comunal o colectiva de pro-
piedad agraria, así como el patrimonio familiar...”.

En concordancia con las anteriores disposiciones,

- “Derechos inherentes a la persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no
excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana. El
interés social prevalece sobre el interés particular.” (Artículo 44)

- El Artículo 46 constitucional que establece la jerarquía de las leyes, reconoce la preeminencia del Dere-
cho Internacional en materia de derechos humanos.
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Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

La parte dogmática de la Constitución edifica un ordenamiento jurídico que en la práctica ha permitido


al Estado, en estos treinta años transcurridos, ajustarse progresivamente a la sociedad pluricultural,
pero en la práctica este horizonte constitucional aún sigue generando conflictos con normas de menor
jerarquía.

B. Legislación Municipal sobre consulta a vecinos


Durante el quinquenio 2000-2004 fueron emitidas en Guatemala dos leyes generales que han introduci-
do en la legislación ordinaria guatemalteca formas específicas de consulta:

El Código Municipal (Decreto 12-2002)

- La Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural (Decreto 11-2001)


- El Código Municipal presenta un alcance más amplio, que el contenido en el Convenio 169, ha extendi-
do este derecho a la totalidad de los municipios de la nación y no solo a los pueblos indígenas (García-
Ruiz, 2008:3).

El Código Municipal dispone sobre la “consulta a los vecinos a solicitud del Concejo Municipal” (Art. 63),
de “consulta a demanda-solicitud de los vecinos” (Art. 66) y de “consulta a comunidades o autoridades
indígenas” (Art. 66); y señala cuándo sería vinculante. En el mismo artículo 66 habla de especificaciones
técnicas para la consulta y reconoce los “procedimientos propios”.

Sin embargo, la facultad que tienen las municipalidades ha requerido de mayor certeza, de allí la inicia-
tiva de varias municipalidades de regular la consulta municipal.

Ante una iniciativa de “Reglamento de Consulta de Vecinos” emitido por el Concejo Municipal de Ma-
taquescuintla (publicado en el Diario Oficial el 17/06/2011), impugnado por la Cámara de Industria de
Guatemala ante la Corte de Constitucionalidad, la Corte resolvió (Expedientes acumulados 2432-2011 y
2481-2011) su inconstitucionalidad general parcial, declarando inconstitucional uno de los artículos del
indicado Reglamento (el artículo 20 en cuestión disponía que los resultados de la consulta de vecinos
serán vinculantes, si participa al menos el cincuenta por ciento (50%) de los vecinos empadronados
y la mayoría vota favorablemente el asunto consultado). Posteriormente, ante un nuevo reglamente
emitido por el Concejo Municipal de Mataquescuintla (14/10/2012) impugnado otra vez ante la Corte
(Expedientes acumulados 4639-2012 y 4646-2012), esta resolvió el 04/12/2013 declarando la inconsti-
tucionalidad general total del reglamento.

La Ley de Consejos de Desarrollo por su parte, contempla un procedimiento de consulta que se sitúa
en un contexto legal transitorio, por lo que propone una modalidad supletoria y parcial hasta que se
promulgue una ley que regule las consultas: Dispone que se debe realizar a través de los representantes
indígenas en los consejos de desarrollo, y vincula estas consultas a proyectos de desarrollo que impulse
el Organismo Ejecutivo, prevé la creación de una ley que regule la consulta a los Pueblos Indígenas.
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Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

Entre 2004 y 2017 se han registrado en Guatemala cerca de cien consultas municipales (ver presencia
de la PDH en consultas municipales, pp. 33); con gran legitimidad local pero con estatus que ha sido
cuestionado por Corte Constitucional. En opinión de Otzoy (2007: 31) quienes objetan la aplicabilidad
del Código Municipal y la Ley de los Consejos de Desarrollo para realizar consultas, argumentan que las
consultas que pueden realizar estas instancias son de una competencia estrictamente local (municipa-
listas), por tanto, no incluye la exploración minera ni de otros recursos, porque estos son propiedad del
Estado. Las municipalidades argumentan que tienen el derecho a ser consultados sobre estos proyectos,
programas o iniciativas, y por la actuación del Estado.

CUADRO 1. LA CONSULTA CONTEMPLADA EN EL CÓDIGO MUNICIPAL (DECRETO 12-2002)

ARTICULO 38. Sesiones del Concejo Municipal


Cuando la importancia del tema lo amerite, el Concejo Municipal podrá consultar la opinión de
los Consejos Comunitarios de Desarrollo, a través de sus representantes autorizados.
ARTICULO 63. Consulta a los vecinos. Cuando la trascendencia de un asunto aconseje la con-
veniencia de consultar la opinión de los vecinos, el Concejo Municipal, con el voto de las dos
terceras (2/3) partes del total de sus integrantes, podrá acordar que tal consulta se celebre
tomando en cuenta las modalidades indicadas en los artículos siguientes.
ARTICULO 64. Consulta a solicitud de los vecinos. Los vecinos tienen el derecho de solicitar al
Concejo Municipal la celebración de consultas cuando se refiera a asuntos de carácter general
que afectan a todos los vecinos del municipio. La solicitud deberá contar con la firma de por lo
menos el diez por ciento (10%) de los vecinos empadronados en el municipio. Los resultados
serán vinculantes si participa en la consulta al menos el veinte por ciento (20%) de los vecinos
empadronados y la mayoría vota favorablemente el asunto consultado.
ARTICULO 65. Consultas a las comunidades o autoridades indígenas del municipio.
Cuando la naturaleza de un asunto afecte en particular los derechos y los intereses de las comu-
nidades indígenas del municipio o de sus autoridades propias, el Concejo Municipal realizará
consultas a solicitud de las comunidades o autoridades indígenas, inclusive aplicando criterios
propios de las costumbres y tradiciones de las comunidades indígenas.
ARTICULO 66. Modalidades de esas consultas. Las modalidades de las consultas a que se refie-
ren los artículos 64 y 65 de este Código, entre otras, podrán realizarse de la manera siguiente:
1. Consulta en boleta diseñada técnica y específicamente para el caso, fijando en la convocato-
ria el asunto a tratar, la fecha y los lugares donde se llevará a cabo la consulta.
2. Aplicación de criterios del sistema jurídico propio de las comunidades del caso.
Los resultados serán vinculantes si participa en la consulta al menos el cincuenta (50) por cien-
to de los vecinos empadronados y la mayoría vota favorablemente el asunto consultado.
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Jordán Rodas Andrade

CUADRO 2. LA CONSULTA CONTEMPLADA EN LEY DE LOS CONSEJOS DE DESARROLLO


URBANO Y RURAL (DECRETO 11-2002)

ARTICULO 26. Consultas a los pueblos indígenas. En tanto se emite la ley que regule la con-
sulta a los pueblos indígenas, las consultas a los pueblos maya, xinca y garífuna sobre medidas
de desarrollo que impulse el Organismo Ejecutivo y que afecten directamente a estos pueblos,
podrán hacerse por conducto de sus representantes en los consejos de desarrollo.

2. Marco legal internacional que norma la consulta previa, libre e informada


Guatemala es signataria y parte de los instrumentos internacionales de mayor relevancia actual para
los pueblos indígenas, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discri-
minación Racial (1983), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1987), el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1992), el Convenio (N. 169) Sobre Pueblos Indígenas
y Tribales en Países Independientes de la OIT (1996) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre Los
Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), entre otros.

De acuerdo con el derecho internacional y derivado de la ratificación de instrumentos internacionales, la


implementación de la Consulta previa, libre e informada es de obligatoriedad en Guatemala.

En la jurisprudencia de la Corte Interamericana (Corte IDH), ha surgido el concepto control de convencio-


nalidad, un mecanismo ex officio que se aplica para verificar que una ley, reglamento o acto de una auto-
ridad de un Estado, se adecúe a los principios, normas y obligaciones establecidas, además, la obligación
de adecuar la legislación interna a la Convención Americana de los Derechos Humanos.

CUADRO 3. Reconocimiento normativo de la consulta de acuerdo con el control de conven-


cionalidad *
A. Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Triba-
les en Países Independientes, ratificado por Guatemala en 1996.
B. Convención Americana sobre Derechos Humanos, ratificada por Guatemala en 1968.
C. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que Guatemala se adhirió en 1992.
D. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial
–ratificada por Guatemala en 1983–, a la que el Comité para la Eliminación de la Discrimina-
ción Racial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) imprimió relevancia respecto al
derecho de consulta.
E. Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas –aprobada por
la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, con el voto favorable de Guate-
mala, el 13 de septiembre de 2007–, en la cual está enunciado que los Estados suscribientes
llevarán a cabo consultas de buena fe con las comunidades indígenas, por conducto de sus
propias instituciones representativas.
* Ver: Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Expedientes acumulados 90-2017, 91-2017
Y 92-2017. Págs. 42, 43, 44 y 45.
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A) El Convenio (N. 169) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes,


de la Organización Internacional del Trabajo1

El derecho a la consulta previa, es uno de los objetos centrales del Convenio 169-OIT y está dispuesto en
los artículos 6, 7, 15, 17- 27 y 28 (ver recuadro 1), ellos permiten una adecuada identificación del objeto
de la consulta, de lo cual se desprende que los Estados deben consultar sobre lo siguiente:

a. Las cuestiones legislativas o administrativas que puedan afectar directa o indirectamente a los pue-
blos indígenas o tribales.
b. La autorización o ejecución de todos los proyectos de exploración o explotación de los recursos
minerales o del subsuelo existentes en sus tierras y territorios.
c. Las cuestiones relacionadas con su capacidad de enajenar sus tierras o de transmitir de otra forma
sus derechos sobre estas tierras fuera de su comunidad.
d. Cuestiones específicas relacionadas con la educación.

B) La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas

La Declaración es el instrumento de mayor alcance en relación con los pueblos indígenas, a dife-
rencia del Convenio 169, la DNUDPI no tiene rango de tratado internacional pero el Estado con-
trajo obligaciones internacionales, asumidas en el marco pleno de su soberanía y de la costumbre
internacional, de desarrollar el marco nacional de los derechos humanos y sus principios: “Los Esta-
dos, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán las medidas apropiadas, in-
cluidas medidas legislativas, para alcanzar los fines de la presente Declaración” (Art. 38). La DNUDPI
proporciona un marco para mejor interpretar el Convenio 169-OIT y guiar proyectos de leyes, políti-
cas públicas, o decisiones judiciales Ciertamente su valor es político, ético y moral, a diez años de su
aprobación, la Declaración representa el desarrollo internacional de las normas jurídicas y refleja el
compromiso de la Organización de Naciones Unidas para con los derechos humanos de los pueblos
indígenas. De hecho, hay diez órganos de tratados internacionales que supervisan su aplicación2
y Guatemala implementó una evaluación del cumplimiento de Estado en 2012.

La Declaración incluye normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos
indígenas y consagra derechos bajo estándares de derechos colectivos, derecho al territorio, derecho a
la gobernanza, derechos participativos, la propuesta de reformas constitucionales, así como impulsar las
reformas a políticas, leyes, y cambios administrativos y presupuestarios que permitan adecuar la institu-
cionalidad del Estado a la diversidad cultural, étnica y lingüística del país.

1. Adoptado el 27 de junio de 1989 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo en su septuagésima sexta reu
nión. Entrada en vigor: 5 de septiembre de 1991. Ratificada por Guatemala el 05.06.1996, Decreto No. 9-96.
2. Diez años de aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas: buenas prácticas y lec-
ciones aprendidas (2007-2017). Informe del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. A/HRC/36/56, 7 agosto
2017. III.A, Pág. 8.
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Procurador de los
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Jordán Rodas Andrade

C) Principios y recomendaciones de derecho internacional

El principio de no discriminación y racismo contra los pueblos indígenas

El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), constituido como órgano de monitoreo
tras la entrada en vigor de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
en 1969, emitió en 1997 la recomendación general 23, enfocada en el combate a la discriminación a pue-
blos indígenas, instando a los estados a “…que no se adopte decisión alguna directamente relacionada
con sus derechos e intereses sin su consentimiento informado” Párrafo 4(d).

El principio de reparaciones
La obligación de reparar es un principio del Derecho Internacional que dispone que toda violación de una
obligación internacional que haya producido un daño comporta el deber de repararlo adecuadamente.
Esa obligación de reparar está regulada en todos los aspectos por el Derecho Internacional. La CIDH ha
fundamentado sus decisiones en materia de reparaciones en el citado artículo de la Convención Ame-
ricana (caso Saramaka vs Surinam, pág. 58). Este principio deriva o se fundamenta en la aplicación del
artículo 63.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece el deber y las maneras
en que el Estado debe hacerlo, como lo expone la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La obligación general de reparar a las víctimas de violaciones de derechos humanos está establecida en
diferentes instrumentos del derecho internacional tales como el Pacto Internacional de Derechos Civi-
les y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y adquiere características propias
cuando se trata de reparar a pueblos y comunidades indígenas y a sus miembros por violaciones a sus
derechos.

El Convenio 169 de la OIT exige indemnizar los daños que sufran los pueblos indígenas en virtud de ac-
tividades de prospección y explotación de los recursos naturales existentes en sus tierras (Artículo 15);
también establece que deberá haber una indemnización a las personas por cualquier daño que sufran
en virtud de un desplazamiento. La Declaración, a diferencia del Convenio 169 de la OIT, exige repara-
ciones no solo cuando los pueblos hayan sido despojados de sus tierras o hayan sufrido un daño como
consecuencia de una actividad de prospección o explotación, sino también en cualquier situación en la
que sus tierras, territorios o recursos “hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados
sin su consentimiento libre, previo e informado” o cuando hayan sido desposeídos de sus medios de
subsistencia.

Otros instrumentos, instancias y mecanismos relacionados: Consenso de Montevideo sobre Población


y Desarrollo. Contempla la Medida Prioritaria 88: Respetar y garantizar los derechos territoriales de
los pueblos indígenas, … y desarrollar políticas que garanticen la consulta previa, libre e informada
en los asuntos que les afecten, de conformidad con lo establecido en la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. (Guía Operativa (2015) del Consenso.
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CUADRO 4. Convenio (N. 169) Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes-OIT
Artículo 6
1. Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán:
a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a
través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o ad-
ministrativas susceptibles de afectarles directamente;
b) establecer los medios a través de los cuales los pueblos interesados puedan participar li-
bremente, por lo menos en la misma medida que otros sectores de la población, y a todos los
niveles en la adopción de decisiones en instituciones electivas y organismos administrativos y de
otra índole responsables de políticas y programas que les conciernan;
2. Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y
de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el
consentimiento acerca de las medidas propuestas.
Artículo 7
1. Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que
atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones
y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la
medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos
deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desa-
rrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente.
2. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y educación de los
pueblos interesados, con su participación y cooperación, deberá ser prioritario en los planes de
desarrollo económico global de las regiones donde habitan. Los proyectos especiales de desarrollo
para estas regiones deberán también elaborarse de modo que promuevan dicho mejoramiento.
3. Los gobiernos deberán velar por que, siempre que haya lugar, se efectúen estudios, en coopera-
ción con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia social, espiritual y cultural y sobre
el medio ambiente que las actividades de desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos.
Los resultados de estos estudios deberán ser considerados como criterios fundamentales para la
ejecución de las actividades mencionadas.
4. Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos interesados, para prote-
ger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan.
Artículo 15.
2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo,
o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los gobiernos deberán establecer
o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si
los intereses de esos pueblos serían perjudicados y en qué medida, antes de emprender o autori-
zar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los
pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten
tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir
como resultado de esas actividades.
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Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

Artículo 17
2. Deberá consultarse a los pueblos interesados siempre que se considere su capacidad de enajenar
sus tierras o de transmitir de otra forma sus derechos sobre estas tierras fuera de su comunidad.
Artículo 27
3. Además, los gobiernos deberán reconocer el derecho de esos pueblos a crear sus propias ins-
tituciones y medios de educación, siempre que tales instituciones satisfagan las normas mínimas
establecidas por la autoridad competente en consulta con esos pueblos. Deberán facilitárseles
recursos apropiados con tal fin.
Artículo 28
1. Siempre que sea viable deberá enseñarse a los niños de los pueblos interesados a leer y a escri-
bir en su propia lengua indígena o en la lengua que más comúnmente se hable en el grupo a que
pertenezcan. Cuando ello no sea viable, las autoridades competentes deberán celebrar consultas
con esos pueblos con miras a la adopción de medidas que permitan alcanzar este objetivo.

CUADRO 5. Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas

Artículo 15
2. Los Estados adoptarán medidas eficaces, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas
interesados, para combatir los prejuicios y eliminar la discriminación y promover la tolerancia, la
comprensión y las buenas relaciones entre los pueblos indígenas y todos los demás sectores de
la sociedad.
Artículo 18
Los pueblos indígenas tienen derecho a participar en la adopción de decisiones en las cuestiones
que afecten a sus derechos, por conducto de representantes elegidos por ellos de conformidad
con sus propios procedimientos, así como a mantener y desarrollar sus propias instituciones de
adopción de decisiones.
Artículo 19
Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados
por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o
administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado.
Artículo 30
1. No se desarrollarán actividades militares en las tierras o territorios de los pueblos indígenas, a
menos que lo justifique una razón de interés público pertinente o que se haya acordado libremen-
te con los pueblos indígenas interesados, o que éstos lo hayan solicitado.
2. Los Estados celebrarán consultas eficaces con los pueblos indígenas interesados, por los pro-
cedimientos apropiados y en particular por medio de sus instituciones representativas, antes de
utilizar sus tierras o territorios para actividades militares.
Artículo 32
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias para
el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros recursos.
2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesa-
dos por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su consentimiento
libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros
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Derecho de Consulta Previa,
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recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos


minerales, hídricos o de otro tipo.
3. Los Estados proveerán mecanismos eficaces para la reparación justa y equitativa por cualquiera
de esas actividades, y se adoptarán medidas adecuadas para mitigar las consecuencias nocivas de
orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual.
Artículo 36
1. Los pueblos indígenas, en particular los que están divididos por fronteras internacionales, tie-
nen derecho a mantener y desarrollar los contactos, las relaciones y la cooperación, incluidas las
actividades de carácter espiritual, cultural, político, económico y social, con sus propios miem-
bros, así como con otros pueblos, a través de las fronteras.
2. Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán medidas eficaces
para facilitar el ejercicio y asegurar la aplicación de este derecho.
Artículo 38
Los Estados, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, adoptarán las medidas apropia-
das, incluidas medidas legislativas, para alcanzar los fines de la presente Declaración.

3. Sentencias de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala


Con base en cinco sentencias de la Corte de Constitucionalidad, el Ministerio de Energía y Minas (MEM)
en junio de 2017 estaba implementando sendos procesos de consulta: tres por hidroeléctricas, uno por
minería y otro por estaciones de transmisión de energía eléctrica. Muchos de estos amparos permane-
cieron en la CC hasta dos (2) años sin avance alguno, hasta el segundo semestre de 2015 en que cambió
la correlación de fuerzas en la Corte y ello explica el cambio en las tendencias.

A instancias de amparos, una de las instituciones jurídicas más importantes dentro de la justicia cons-
titucional, los cuales han sido presentados tanto por representantes de proyectos mineros como por
parte de comunidades, la Corte de Constitucionalidad ha emitido un amplio número de sentencias sobre
Consulta previa y Consultas municipales. Según Plaza Pública, desde 1995 la Corte de Constitucionalidad
ha tomado la voz de mando sobre todo lo relacionado con la consulta: ya sea su reglamentación o su
aplicación, su validez o su nulidad. En al menos 27 casos la CC ha desarrollado la ambivalente aplicación
del derecho de consulta. (Plaza Pública, Daniel Villatoro García, 8 06 17).

La Corte de Constitucionalidad, en fallo del 4 de diciembre de 2013 (Expedientes Acumulados 4639-2012


Y 4646-2012), reitera el derecho de los pueblos a ser consultados sobre el desarrollo, instalación y opera-
ción de proyectos de minería química previamente a la toma de medida estatal que pudiere afectar sus
derechos, así como la necesidad de reforzar el procedimiento adecuado a través de la emisión de una
ley, con el fin de recoger fielmente las opiniones de la población. También determina que este derecho
no se constriñe únicamente a quienes se identifican como indígenas, es decir, las comunidades que no
son pueblos indígenas tienen el derecho al consentimiento libre, previo e informado, como toda pobla-
ción que pudiere ser afectada por la medida estatal en cuestión, basado “(…) en aplicación del principio
pro homine.” Asimismo, señala como elemento indispensable para la realización de la consulta, la super-
visión estatal. (Mayén, 2014: 2006).
18
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

Sin embargo, entre las opiniones en contra, razonadas por magistrados, se sobrepone la Ley General de
Electricidad al Convenio 169, con la justificación de que la negociación y posterior acuerdo de voluntades
que define el marco legal de la electricidad “preserva el espíritu del derecho de consulta a los pueblos
indígenas”.

La Corte de Constitucionalidad emitió (Expedientes Acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017, 26/


mayo/2017) ha resuelto que, previo a la aprobación de la prórroga de la licencia minera, el Organismo
Ejecutivo, por medio del Ministerio de Energía y Minas, debe realizar un procedimiento de consulta.
Desde 2005, la Corte viene exhortando al Congreso de la República para que legislara y armonizara la
legislación sobre consulta; finalmente, en la presente sentencia (Caso Oxec y Oxec II), ha conminado al
Congreso de la República de Guatemala a que, en el plazo de un año, apruebe una normativa legal ati-
nente al derecho de consulta previa, plazo que culmina el 26 de mayo de 2018.

CUADRO 6. Corte de Constitucionalidad de Guatemala, resoluciones por omisión de consulta


previa a pueblos indígenas

Caso Uspantán y Chixoy. Expedientes acumulados 156-2013 Y 159-2013. 25 de marzo de 2015.


Acto Reclamado: omisión del MEM de notificar a las comunidades mayas ixiles del área afectada.
Resolución: ordena al MEM trasladar copia íntegra y certificada de lo actuado en el expediente
administrativo de autorización definitiva del transporte de electricidad del proyecto “Subesta-
ciones Uspantán y Chixoy II y línea de transmisión Uspantán-Chixoy II” al Gabinete de Pueblos
Indígenas e Interculturalidad del Organismo Ejecutivo para que tome las medidas necesarias para
que se practique la consulta de los postulantes, conforme los estándares internacionales aplica-
bles; lo cual deberá concluir en el término de seis meses contados a partir de que el presente fallo
adquiera firmeza.

Caso: San Agustín Lanquín, Alta Verapaz, Consejos Comunitarios de Desarrollo de 7 comunidades
Corte de Constitucionalidad Expediente 4419-2011. 5 febrero 2013
Acto Reclamado: Emisión del Acuerdo Ministerial 146-2010, MEM, autorizando las operaciones
de Corrientes del Río, S. A., “Hidroeléctrica Entre Ríos”,
El PDH –tercero interesado-solicitó declarar con lugar Apelación de Sentencia de Amparo.
Resolución: Revoca la sentencia Apelada, ordena al MEM proceda a recibir el resultado de la con-
sulta ya hecha a las comunidades postulantes o bien la que estas dispongan realizar, y analizar el
resultado y establecer, en el ámbito de su competencia, la posibilidad de generar la concreción de
acuerdo con las comunidades.

Caso: Santa María Nebaj, Quiché


Corte de Constitucionalidad Expedientes acumulados 5237-2012 y 5238-2012, 25 de marzo 2015
Acto Reclamado: omisión de notificar a las comunidades de Santa María Nebaj, sobre el trans-
porte de electricidad a Trasportadora de Energía de C. A. S. A. Proyecto PET 1-2009, Plan de Ex-
pansión de Transporte 2008-2018 y se revoque el Acuerdo Ministerial (020-2012) del 26/01/2012.
PDH presentó amicus curiae señalando incumplimiento del Estado de realizar la consulta previa
19
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

Resolución: la CC declara sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la Alcaldía Indígena de
Nebaj, del consejo de Autoridades Ancestrales del Municipio de Santa María Nebaj, Quiché.

Caso: Consejo de Autoridades de las 31 comunidades de Momostenango, Totonicapán.


Corte de Constitucionalidad Expediente de Apelación 406-2014 23 de noviembre de 2015.
Reclamo: otorga licencia de exploración minera a Montana Exploradora de Guatemala, S. A. y la
resolución por la cual se aprueba la prórroga de la licencia en mención.
Resolución que previo a la aprobación de la prórroga, el ejecutivo, por medio del MEM, realice la
consulta conforme el Convenio 169 de la OIT.

CUADRO 6. Corte de Constitucionalidad, resoluciones por omisión de consulta


previa a pueblos indígenas

Continuación

Caso: Caso Oxec I y II, Santa María Cahabón, Alta Verapaz.


Corte de Constitucionalidad Expedientes Acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017, 26/mayo/2017
Acto Reclamado: La autorización por parte del MEM de las licencias de concesión de bienes
de dominio público sobre los Ríos Oxec y Cahabón para la implementación de los Proyectos Hi-
droeléctricos Oxec y Oxec II, en el municipio de Santa María Cahabón sin consultar a la comuni-
dad indígena Q’eqchi’.
Estado de Guatemala –tercero interesado– la PGN solicita aclaración y ampliación.
Resolución: Sin lugar las solicitudes de aclaración y ampliación. Declara que no se cumplió con
la consulta a comunidades indígenas previo al establecimiento de los proyectos.
II. a) se ordena al Ministro de Energía y Minas realizar la consulta establecida en el Convenio 169,
para el efecto, concede el plazo de doce meses, contado a partir de que adquiera firmeza este
fallo, lapso durante el cual podrán continuar sus operaciones las hidroeléctricas Oxec y Oxec II.
II. f) el procedimiento diseñado en el segmento considerativo décimo segundo de este fallo debe-
rá implementarse no solo para este caso, sino para todo asunto futuro que surja relacionado con
el derecho de consulta de los pueblos indígenas, mientras no exista una ley que desarrolle en el
ámbito nacional el citado derecho
III. Se conmina a los Diputados del Congreso de la República de Guatemala a que, en el plazo de
un año contado a partir de notificada esta sentencia, produzcan el proceso legislativo a efecto de
asegurar que en el citado plazo se apruebe la normativa legal atinente al derecho de consulta.

Ver también Aclaración Y Ampliación


Expedientes Acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017
Corte de Constitucionalidad: Guatemala, 6 de junio de 2017.
20
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

4. Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sentado una serie de precedentes para definir los
alcances del derecho a la CPLI en casos específicos, entre otros, destacan los siguientes:

Sentencia del caso Pueblo Saramaka vs. Surinam (2007)


La sentencia del caso Pueblo Saramaka vs. Surinam3 se refiere, entre otros temas, al objeto de la consul-
ta, cuando este lo constituye una “medida estatal” y el ámbito se extiende a medidas vinculadas a todos
los derechos colectivos de los pueblos indígenas (Erazo et al, 2014, 19).

En este caso, la Corte determinó que el Estado tiene la obligación de consultar cuando se trate de deci-
siones administrativas o legislativas que afecten o se refieran a los siguientes campos:

i) Los límites territoriales.


ii) El reconocimiento legal de la capacidad jurídica colectiva.
iii) La adopción de medidas que reconozcan el derecho de consulta.
iv) El reconocimiento de titularidad de derechos colectivos sobre los territorios
v) La restricción de derechos de propiedad respecto de planes de desarrollo o inversión.
vi) Los resultados de estudios de impacto ambiental o social.

Sentencia caso pueblo indígena Kichwa de Sarayaku vs. Ecuador (2012)


De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el caso del pueblo indígena Kichwa de
Sarayaku vs. Ecuador4 se refiere, entre otros temas, al otorgamiento por parte del Estado de un permiso
a una empresa petrolera privada para realizar actividades de exploración y explotación petrolera en te-
rritorio indígena Kichwa de Sarayaku en la década de 1990, sin que se hubiere consultado previamente
con este y sin su consentimiento.

En esta sentencia la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que el Estado no puede de-
legar la planificación y realización del proceso de consulta en una empresa privada o en terceros, mucho
menos en la misma empresa interesada en la explotación de los recursos.

3. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso del pueblo Saramaka vs. Surinam. Sentencia del 28 de noviembre de 2007. Disponible
en: http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_172_esp.pdf.
4. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pueblo indígena Kichwa de Sarayaku vs. Ecuador. Sentencia De 27 De junio de 2012 (Fondo
y Reparaciones). Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_245_esp.pdf.
21
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

CAPITULO II MARCO DE DERECHOS COLECTIVOS


1. El “buen vivir o “utzilãj K’aslemal” y la relación especial con la naturaleza

Un concepto de vida

Lo que aprendemos de las sabidurías antiguas, como la maya que acumula cinco mil años de historia,
es que la relación con la naturaleza es especial. Es especial porque es una relación con entidades vivas.
En el mundo no solo los seres humanos viven y tienen conciencia, también la tienen el agua, los ríos, los
árboles, las montañas. El agua también puede sufrir, asustarse, desaparecer, enojarse y hacer justicia.
El agua, en sus muchas formas, nos oye, nos ve, nos toca, nos siente. El río que camina también habla
siente, nos oye, se le pide permiso al salir y al retornar a la comunidad. Los árboles pueden estar felices
o tristes. El valor de la naturaleza es que constituye un concepto de vida elemental.

“Buen vivir o “utzilãj K’aslemal”

De esta visión del mundo basada en el concepto de vida, “k’aslemal [idioma k’iche’], nace el derecho a la
“preservación de la vida”, la vida vivida en equilibrio y armonía en todas nuestras relaciones con la naturaleza.

El buen vivir abarca también “todo aquello que se refiere al desarrollo de las comunidades y al respeto a
los derechos humanos de las mujeres y pueblos indígenas”. Se entiende como la forma de satisfacer las
necesidades esenciales de la vida en lo espiritual, emocional y material (Moloj, 2017:72).

Términos como “buen vivir”, “vida plena”, “equilibrio”, “complementariedad”, “madre tierra”, “padre
sol”, “sagrada luna” y otros, promueven o retoman valores espirituales, se inspiran en prácticas comuni-
tarias ancestrales (heredadas) y antiguos valores de las cosmovisiones indígenas. Los pueblos indígenas
reiteran que estos nuevos valores que expresa el “utzilãj K’aslemal” deben ser la base de las nuevas for-
mas para hacer política nacional, de orientar lo político y las políticas públicas.

Un nuevo paradigma para el Estado

Está claro que el “utzilãj K’aslemal” se refiere no solo al estado de la persona humana, sino a la conviven-
cia social, a la fraternidad, el diálogo y la no violencia, a la preservación o conservación de bienes natu-
rales y de los bienes culturales y sociales. Un verdadero paradigma en común con los nuevos derechos
internacionales sobre el ambiente y el clamor por la sostenibilidad.

El Estado y las leyes deben ampliar el propio concepto de naturaleza. La tierra vive, sus elementos, son
entidades vivas. El Estado debe cumplir sus compromisos de respetar, defender, y promover derechos y
también el sistema de valores y creencias de los pueblos en una sociedad plural. Conservar la vida debe
ser la razón de ser de todo modelo de poder político y de la libertad en el campo de una ciudadanía plena.
22
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

2. Concepción, uso y manejo del diálogo en las comunidades

El diálogo es un valor moral y es por tanto exigible


En la tradición maya, la palabra nos hace personas y como el diálogo pertenece al principio de los tiem-
pos. En el Popol Wuj y otras antiguas crónicas, el diálogo es uno de los signos del relato de la creación
del mundo; en realidad, el acto creador se explica porque el mundo mismo es el resultado de un diálogo
que condujo a un acuerdo entre las divinidades.

El diálogo proviene de ese mundo de perfección del pasado de los antiguos donde se fundaron todos
los referentes morales co-constituyentes de los seres humanos. Plantea una noción de bien que da fun-
damento a la acción humana. Es un acto transformador, capaz de cambiar y permite empezar algo de
nuevo, desde la condición de lograr acuerdo.

Cuadro 7. Popol Wuj: Relato sobre el diálogo

Vino entonces aquí su palabra


Llegó donde estaba Tepew Q’ukumatz en la oscuridad, en la aurora.
Habló con Tepew Q’ukumatz,
dijeron entonces cuando pensaron, cuando meditaron.
Se encontraron y juntaron sus palabras y sus pensamientos. Estaba claro,
Se pusieron de acuerdo bajo la luz; se manifestó la humanidad
y se dispuso el surgimiento, la generación de árboles, de bejucos,
y el origen de la vida, de la existencia en la oscuridad, en la aurora
por parte de Uk’u’x Kaj llamado Jun raqan
[Traducción de Sam Colop, 2008:26]

El diálogo está institucionalizado y sigue procedimientos propios en las comunidades. El diálogo social,
las reuniones comunitarias, la deliberación intensa entre autoridades, entre vecinos, está presente en
todos los aspectos de la vida en comunidad. Todas las técnicas para administrar, gobernar, la justicia
propia, la información, la reconciliación, la sanación, la reparación e incluso el resarcimiento, dependen
de un diálogo público.

Las tradiciones propias de diálogo pueden ser diversas y están muy valorizadas en las comunidades.
Participar en un diálogo da una medida del comportamiento de las personas, de los líderes, del funcio-
namiento de las instituciones, del Estado, de las empresas. Todos los procedimientos son orales, pero
tampoco excluyen la escritura, por ejemplo levantar actas siempre al final de una reunión.

El diálogo para tener resultados, debe conducir a un acuerdo. El acuerdo permite restablecer una rela-
ción social dañada por un conflicto. Un acuerdo es lo que vuelve a dar sentido a una relación social, re-
presenta reparación de daños, compromisos y da sentido al futuro. Por supuesto, afirmar que el diálogo
es un ideal cultural y un ideal político, no significa que sea tarea fácil y no lo es para nadie.
23
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

3. Las autoridades representativas comunitarias conducen el diálogo público


Las autoridades propias son los especialistas y responsables de convocar, coordinar, y conducir el diálogo.
El diálogo también es un principio de organización comunitaria y del funcionamiento de las instituciones
locales y la participación. El involucramiento de estas autoridades en el diálogo público es crucial, por el
principio de “representatividad”, dado que la representatividad es una de las garantías de la legitimidad.

La generalidad de comunidades5 se administra mediante una alcaldía comunitaria. Estas entidades son
la forma más visible de autoridad, aunque siendo la comunidad “la que manda”, se supeditan la Asam-
blea comunitaria como el “órgano de mayor jerarquía”.

El alcalde preside un sistema propio de autoridad que comprende varios niveles y funciones definidas:
alcaldía, secretaría, fiscalía y alguacilería. Funciones que se prestan como servicio a la comunidad. En al-
gunas regiones, como las verapaces, el gobierno recae en los Consejos Comunitarios de Desarrollo pero
este mismo reconocimiento no es general en el país.

Los alcaldes de comunidades también se reúnen con alcaldes de otras comunidades formando asam-
bleas de autoridades, por ejemplo, en Sololá la “Municipalidad indígena” o “Corporación” congrega a 83
alcaldes de comunidades y la preside el alcalde indígena y su junta directiva. En San Miguel Totonicapán,
la asamblea de alcaldes recibe el nombre de “Asamblea del Consejo de Alcaldes Comunales de los 48
Cantones” y la preside el Presidente de la Junta Directiva.

Hace quince años, el Estado de Guatemala hizo un reconocimiento en el Código Munici-


pal, (Dto. 12-2002) a las Alcaldías Indígenas y las Alcaldías Comunitarias o Alcaldías Auxiliares.6
El Código Municipal manda reconocerlas “como entidades representativas de las comunidades”, y dispo-
ne reconocerlas “de acuerdo a los usos, normas, y tradiciones de las comunidades”, y una interpretación
similar cabe ante las atribuciones del alcalde comunitario. Las nociones clave de este nuevo relaciona-
miento institucional son ‘reconocer’, ‘respetar’ y ‘promover’, que son conceptos de rango constitucional
en Guatemala.

5. EL término comunidad designa aquí a las unidades político-administrativas sub municipales que cuentan con gobierno propio, es decir
que consuetudinariamente se les reconoce una alcaldía comunitaria en el marco del sistema municipal en Guatemala. Las sociedades ma-
yas contemporáneas viven en unidades de poblamiento de diverso estatuto político administrativo y las pequeñas unidades, tales como pa-
rajes y caseríos, no cuentan con alcaldía comunitaria, aunque cuentan, desde 2003, con Consejos Comunitarios de Desarrolla (COCODES).
6. Código Municipal (Decreto Numero 12-2002). Artículo 55. Alcaldías indígenas. El gobierno del municipio debe reconocer, respetar y
promover las alcaldías indígenas, cuando éstas existan, incluyendo sus propias formas de funcionamiento administrativo.
Artículo 56. Alcaldías comunitarias o alcaldías auxiliares. El Concejo Municipal, de acuerdo a los usos, normas, y tradiciones de las comuni-
dades, reconocerá a las alcaldías comunitarias o alcaldías auxiliares, como entidades representativas de las comunidades, en especial para
la toma de decisiones y como vínculo de relación con el gobierno municipal. El nombramiento de alcaldes comunitarios o alcaldes auxilia-
res lo emitirá el alcalde municipal, con base a la designación o elección que hagan las comunidades de acuerdo a los principios, valores,
procedimientos y tradiciones de las mismas.
24
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

4. Situación de exclusión, marginación racismo y pobreza de los pueblos indígenas


Para que puedan realizar plenamente sus derechos humanos, todas las personas deben ser protegidas de
la discriminación, es decir, la garantía del derecho de igualdad, consagrado en el derecho internacional7
y guatemalteco. Los Estados, como portadores de obligaciones en relación con los derechos humanos,
son responsables de tomar las medidas activas para erradicar la discriminación.

La igualdad es el objetivo a lograr, igualdad entre hombres y mujeres, entre indígenas y no indígenas,
entre adultos y niños/as, entre población urbana y población rural, etc. La igualdad implica eliminar la
discriminación en cualquiera de sus manifestaciones. Igualdad no es dar a todas las personas un trato
idéntico, sino un trato diferente a personas en situación diferente.
Los pueblos indígenas son “estructuralmente vulnerables” en virtud de su historia y de su tratamiento
desigual por el resto de la sociedad; la pobreza es uno de los condicionantes fundamentales de la vul-
nerabilidad, pues esta es multidimensional. La vulnerabilidad humana es la posibilidad de deteriorar
los logros del ámbito del desarrollo humano y su sostenibilidad. Una persona (o comunidad o país) es
vulnerable cuando existe un alto riesgo de que sus circunstancias y logros se vean deteriorados en el
futuro8. En el caso de los pueblos indígenas, se relaciona con la discriminación y desigualdad en que se
han convertido sus diferencias.

El Estado tiene tres obligaciones respecto de los derechos humanos: respetar (no interfe-
rir con su disfrute); proteger (adoptar medidas para garantizar que terceras partes no interfie-
ran con su disfrute) y hacer efectivos los derechos (adoptar medidas progresivas que permi-
tan el disfrute efectivo del derecho. Esta tercera obligación implica facilitar y poner los medios
necesarios para la realización de los derechos. Facilitar significa llevar a cabo actividades que for-
talezcan la capacidad de las personas de satisfacer sus necesidades, y poner los medios supone la
prestación directa de servicios si los derechos de que se trata no pueden realizarse de otra forma.9

5. Respeto a los derechos colectivos y a los defensores de derechos humanos


El PDH ha presentado informes en relación con las consultas municipales en el departamento de Hue-
huetenango (2005), el municipio de Ixcán (2005, 2006), y sobre la actividad minera (2007). Estos infor-
mes dejan claro los antecedentes constitucionales, la legislación nacional y lo regulado en el Convenio
169 de la OIT. Al mismo tiempo, ha incorporado las implicaciones de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, y la perspectiva de la Declaración de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas, que
es central en el proceso de la CPLI.

7. Partiendo de 1947, cuando la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas formó una Subcomisión para la Prevención de la
Discriminación y la Protección de las Minorías; misma que presentó en 1950 un artículo relativo a la protección de minorías para su inclu-
sión en el proyecto del Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Después vendría la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Racial de 1969, que se enfocaba específicamente en la discriminación por raza, color o pertenencia étnica; o
la CEDAW en 1979 (pero promovida desde 1946 cuando Naciones Unidas formó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer).
8. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe de Desarrollo Humano 2014 Sostener el Progreso Humano: Reducir vulne-
rabilidades y construir resiliencia. Nueva York, Estados Unidos. Pág. 17.
9. OACNUDH. Preguntas frecuentes sobre el enfoque de derechos humanos en la cooperación para el desarrollo. En: http://www.ohchr.
org/Documents/Publications/FAQsp.pdf, consultado el 7 de diciembre de 2014.
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Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

El Estado de Guatemala tiene el compromiso de establecer una política pública de protección a defenso-
ras y defensores de derechos humanos, derivado de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso “Defensor de Derechos Humanos vs. Guatemala” (28 de agosto de 2014). Con el
acompañamiento de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
la Procuraduría prevé que durante 2018 se afine el borrador inicial y se realice un proceso de validación.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su audiencia de marzo 2017 (161 período de
sesiones) sobre “Criminalización de defensoras y defensores de derechos humanos que se oponen a
proyectos hidroeléctricos en Guatemala”, considera esto como uno de los puntos de mayor preocupa-
ción en relación con el derecho a defender derechos humanos. La CIDH señalaba en 2015 y 2016 que
ataques y asesinatos estarían dirigidos en forma selectiva a las autoridades tradicionales, líderes y lide-
resas indígenas”10; por motivos presuntamente derivados de sus actividades en defensa de derechos de
sus pueblos o comunidades, lo que incluye el derecho al territorio. En muchos casos, las investigaciones
no avanzan porque no se puede individualizar a los responsables; en contraste, se investiga, persigue y
se han generado detenciones, en violación al derecho al debido proceso, a la presunción de la inocencia,
así como al derecho a una defensa justa.

La PDH ha mencionado en sus informes anuales de los últimos años, que se ha venido utilizando el
derecho penal de manera indebida para bloquear el trabajo de las personas defensoras de derechos
humanos. Líderes sociales, especialmente comunitarios y campesinos, han sido acusados de coacción,
amenazas, instigación a delinquir y lesiones, lo que pone en evidencia la voluntad de criminalización de
los movimientos sociales defensores de sus derechos claramente formulados en convenios internacio-
nales, en el Código Municipal, en la Ley de Consejos de Desarrollo y en la misma Constitución, como lo
ha señalado el Procurador de los Derechos Humanos.

10. CIDH. Situación de los derechos humanos en Guatemala: Diversidad, desigualdad y exclusión. 31 diciembre 2015. OEA/Ser.L/V/II. Pág.
93. CIDH. Pueblos indígenas: diversidad, desigualdad y exclusión en Guatemala. Situación de Derechos Humanos en Guatemala. 2016. En:
http://www.oas.org/es/cidh/multimedia/2016/guatemala/guatemala.html, consultado el 15.12.2017.
26
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

CAPITULO III MARCO POLÍTICO PARA NORMAR LA CONSULTA PREVIA

1. Iniciativas del organismo ejecutivo y del legislativo de reglamentar la consulta previa


La falta de una ley de Consulta desde luego no exime al Estado de su responsabilidad de consultar de
acuerdo a lo establecido en el Convenio 169 de la OIT y hay posiciones encontradas que señalan que no
se necesita de una ley reglamentaria. Sin embargo, se argumentan dificultades de diverso tipo, legales
y técnicas debido al vacío existente en el ordenamiento institucional y jurídico guatemalteco en torno a
la consulta.

El organismo ejecutivo ha puesto en marcha iniciativas de reglamentar la consulta previa en febrero


de 2011, enero 2016 y julio 2017, bajo la crítica por parte de organizaciones de pueblos indígenas y de
organismos internacionales (Anaya: 2011).

En el informe de su visita a Guatemala en 2011, el Relator James Anaya indica que “A pesar de las obli-
gaciones internacionales del Estado guatemalteco y de los compromisos adquiridos en su legislación in-
terna, no existe actualmente en Guatemala un marco jurídico e institucional adecuado para llevar a cabo
el deber estatal de consulta a los pueblos indígenas. La falta de regulación interna o, en todo caso, de
una práctica sistemática en relación con la consulta previa constituye también una dificultad añadida”.

Mucho antes de las observaciones emitidas en 2011 por el Relator Especial relativas a la necesidad de
que en Guatemala se emita regulaciones en torno a la Consulta, la Corte de Constitucionalidad desde
2007 ha presentado reiteradamente exhortativas al Congreso de la República sobre la necesidad de
emitir la Ley de Consulta Previa.

En el Congreso de la República existe la iniciativa bajo registro 3684 “Ley de Consulta a los Pueblos Indí-
genas” conocida por el pleno desde el 25 de septiembre de 2007, presentada por el representante Víctor
Montejo, a instancia de organizaciones mayas, respondiendo a la exhortativa de la Corte de Constitucio-
nalidad (expediente 1179-2005) que pide al Congreso una reforma legal para armonizar los Arts. 64 y 66
del Código Municipal, el Art. 15 del Convenio 169-OIT y el 26 del CODEUR, en cuanto a los procedimien-
tos de consulta. Esta iniciativa pasó a la Comisión de Comunidades Indígenas, donde ha permanecido sin
haberse incluido en agenda legislativa a la fecha.

Recientemente, tras el fallo de Corte de Constitucionalidad que conminó al Congreso de la República a


emitir una normativa, el 13 de marzo de 2018, los diputados García Rodas y Chinchilla Guzmán presen-
taron la iniciativa 5416, “Ley de consulta a los pueblos indígenas conforme al Convenio 169 de la OIT”.
Finalmente, el 9 de mayo de 2018 fue presentada la iniciativa 5450 por el diputado Amilcar Pop Ac, “Ley
que garantiza la consulta de Buena Fe, libre, previa e informada a pueblos indígenas”.
27
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

2. Vacíos legales y en políticas públicas institucionales sobre la consulta previa


La Corte de Constitucionalidad determinó que el procedimiento contemplado en la Ley General de Elec-
tricidad (artículos 15 al 19) y de su Reglamento, no resulta idóneo para que la consulta pueda tener
lugar de forma acorde a su naturaleza y finalidad, porque está orientado a propiciar dos tipos de pos-
tura respecto a las iniciativas que sean presentadas al Ministerio de Energía y Minas: de oposición o de
competencia; ambas ajenas e incluso contradictorias con el objetivo que persigue la consulta, que es,
como se indicó, arribar a acuerdos mediante el diálogo, (CC. Expedientes acumulados 90-2017, 91-2017
Y 92-2017 Pág. pág. 64).

Además, la Corte determinó que en los expedientes administrativos que contienen los estudios de eva-
luación de impacto ambiental, se pudo constatar que se incluyó un apartado de opinión pública y se
adjuntaron como anexos fotografías de los Proyectos Hidroeléctricos Oxec y Oxec II, así como boletas de
participación pública y constancias de que los miembros de la comunidades estuvieron de acuerdo con
aquellos proyectos; sin embargo, el examen minucioso de los elementos descritos, permite establecer
que no son contundentes para demostrar que se realizó la consulta conforme los estándares identifica-
dos en este apartado considerativo, porque constituyen documentación que se acompañó a aquellos
estudios.

Ninguna de las normas abajo mencionadas incorpora requerimientos tendientes a que los pueblos indí-
genas sean consultados antes de la aprobación de licencias de exploración o explotación de proyectos
mineros (Mayén, 2012: 118).

El Reglamento de la Ley de Minería (Acuerdo Gubernativo 176-2001), en los Artículos 7, 8 y 9 enuncia


las disposiciones ambientales referidas a la obligatoriedad de presentar el Estudio de Impacto Ambiental
(EIA) y su condicionamiento para otorgar la licencia de reconocimiento, exploración o explotación.

Otras leyes relacionadas con la explotación de los recursos naturales son: la Ley de Protección y Me-
joramiento del Ambiente (Decreto Numero 68-86), Ley Forestal (Decreto No. 101-96), la Ley de Áreas
Protegidas (Decreto 4-89), y el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental (A.G. 137-
2016, del 11 de julio de 2016);.

El Reglamento arriba aludido “no solamente no se ajustan a las normas internacionales previstas en el
Art. 6 del Convenio 169 de OIT, no contempla aspectos culturales tales como procedimientos apropia-
dos y en particular consultar a través de sus instituciones, sino que tampoco se respeta en la práctica”
(Mayén, 2012: 118).

Existe una evidente falta de armonización entre la legislación minera y la ambiental, que deja cuestiones
sin regular tan trascendentes como la protección de los recursos hídricos frente al vertido de sustancias
tóxicas o la gestión y control de la utilización del agua. (Anaya, 2011: Prr 55).
28
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

CUADRO 8. Vacíos en la regulación de los estudios de impacto ambiental en Guatemala sobre


consulta previa
Acuerdo Gubernativo 137-2016, del 11 de julio de 2016, del Ministerio de Ambiente y Recursos
Naturales (MARN), contiene el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental.
Inciso 71, artículo 3, que la participación pública es un proceso mediante el cual se informa a
la población circundante del área de influencia del proyecto sobre el funcionamiento del mis-
mo, su ubicación y los impactos ambientales que este generará en un territorio determinado.
Título VI, artículo 43, en los procesos de participación pública, el proponente del instrumento
ambiental realizará la participación pública por medio de los siguientes mecanismos:
a. Publicación de edictos: el proponente deberá publicar el edicto en un diario de
mayor circulación a nivel nacional y en el diario de mayor circulación regional en el
área de influencia directa donde se ubique el proyecto, obra, industria o actividad,
con el objeto de informar que se presentará un instrumento ambiental ante el MARN.
b. Documentación de metodología participativa: el proponente deberá presentar
entrevistas, encuestas, talleres, asambleas y reuniones de trabajo, considerando la
comunidad lingüística y las pertinencias culturales del área de influencia del proyecto.
c. Comunicación pública: la información al público deberá difundirse a través de cu-
ñas de radio con el objeto de informar que se presentará un instrumento ambiental
ante el MARN.
d. Guía de participación pública: el proponente deberá desarrollar una guía de par-
ticipación pública en la que especifique la forma por la que se incentivará la comu-
nicación pública durante la elaboración del instrumento ambiental, la forma por la
que se resolverán los conflictos potenciales y el detalle de todas las actividades que
se realizarán para involucrar o consultar a la población durante las distintas fases de
desarrollo del proyecto, obra, industria o actividad.

Título VI, artículo 43


a. El proponente deberá implementar los mecanismos de participación pública antes,
durante y al finalizar el proceso de evaluación, control y seguimiento ambiental, se-
gún corresponda. La Dirección de Gestión Ambiental y Recursos Naturales (DIGARN)
elaborará y emitirá los términos de referencia y el contenido específico, para la imple-
mentación de los mecanismos citados. El MARN establecerá el proceso de participa-
ción pública en los manuales respectivos.
b. El proponente deberá informar a la población sobre la etapa de operación de pro-
yecto, obra, industria o actividad, de manera que se puedan cumplir los requerimien-
tos formales establecidos por la DIGARN y para que la población afectada directamen-
te pueda manifestar su opinión y observaciones.
29
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

3. Mandatos de la Corte de Constitucionalidad sobre la consulta previa


En relación con la consulta previa, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala se ha pronunciado no
solo sobre los aspectos sustantivos, en torno a los aspectos formales del derecho a la consulta previa
sino a los asuntos formales del procedimiento de la misma; por ello la Corte ha invocado como una con-
dición necesaria, normar el procedimiento general. Además de la base jurídica a través de legislación y
reglamentos, la Corte reclama una base de nivel institucional para implementar la consulta previa, que
contemple políticas y guías (generales y sectoriales), recursos (financiero/capital, humano, habilidades,
conocimiento) y capacidad (educación y concientización).

Desde 2005, la Corte Constitucional (expediente 1179-2005) ha exhortado al Congreso de la República


para armonizar varias leyes que regulan la consulta en Guatemala; en 2007 (Expediente 121.-2007) la
Corte es más explícita al advertir que la normativa que regula las consultas en Guatemala, el Convenio
169 de la OIT, el Código Municipal y la Ley de Consejos de Desarrollo, es bastante amplia y poco precisa
en cuanto al desarrollo de los procedimientos de consulta. La corte pide proceder a realizar la reforma
legal, a efecto de: a) armonizar el contenido de los artículos 64 y 66 del Código Municipal en el sentido de
determinar con precisión cuándo una consulta municipal tendría efecto vinculante; y b) para efectivizar
el derecho de consulta de los pueblos indígenas, referido en los artículos 15 del Convenio 169 de OIT y
26 de la Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, se legisle sobre la forma cómo deben desarrollar-
se esos procedimientos consultivos, quién debe ser el órgano convocante, quién desarrolle la consulta,
quién podrá participar, y los efectos de los resultados obtenidos.

Finalmente, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, en el Caso Oxec y Oxec II, (Expedientes Acu-
mulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017, 26/mayo/2017), conminó al Congreso de la República a que, en
el plazo de un año, apruebe una normativa legal atinente al derecho de consulta, plazo que culmina el
26/mayo/201811.

La Corte de Constitucionalidad ha puesto en claro el impase político-legislativo actual, el cual debe des-
embocar sobre una ley regulatoria que norme la consulta previa. Esto plantea varias interrogantes, ¿se
trata de normar con la ley la consulta contemplada por el Convenio 169, o se trata de normar el Código
Municipal, o de una ley que norme las tres? García Ruiz (2008:4) es del criterio que una ley en este sen-
tido sirva como normativa para los tres instrumentos, ve a la consulta regulada del Código Municipal
como la más amplia, pues incluye a la totalidad de los municipios de la República, sean o no indígenas.
Normar únicamente la consulta del Convenio 169 puede generar conflictos sobre la naturaleza “indíge-
na” de tal o cual municipio y es necesario que la ley sea universal12.

11. Ver otras exhortativas en: Expedientes acumulados 156-2011 y 159-2014 del 25 de marzo 2015.
12. Ver el principio pro homine, en otro apartado, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la interpretación más exten-
siva, cuando se trata de reconocer derechos humanos.
30
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

4. Mandatos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y disposiciones del Relator Especial


Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en fallos de acciones de tutela, ha contribuido al desa-
rrollo de una metodología de los procesos de consulta previa.
El Relator James Anaya, en sus comentarios13 al borrador del Reglamento para el Proceso de Consulta
del Convenio 169 de la OIT (24 de enero de 2011) elaborado por una Comisión Intersectorial de la Pre-
sidencia de la República, planteó los siguientes puntos:

-- Las normas internacionales exigen que las consultas tengan en cuenta las instituciones representa-
tivas y procedimientos de toma de decisiones de los pueblos indígenas. Así, el Convenio 169 señala
expresamente que las consultas a los pueblos indígenas deben ser “adecuadas”, y realizarse en parti-
cular a través de sus “instituciones representativas” (Art. 6.1.a). Por su parte, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos ha afirmado que el Estado tiene el deber de consultar con los pueblos indíge-
nas según sus costumbres y tradiciones, tomando en cuenta “los métodos tradicionales del [pueblo
indígena] para la toma de decisiones”
-- La idea de una comisión centralizada no es necesariamente contraria a los requisitos establecidos
en las normas internacionales, y de hecho algunos países han optado también por este tipo de fór-
mula. Sin embargo, el Relator Especial constata que, en la medida de lo posible, y dependiendo de
las circunstancias específicas y de la naturaleza y ámbito geográfico de la medida de que se trate, el
procedimiento debería tener en cuenta y respetar los mecanismos internos de toma de decisiones
característicos de los pueblos indígenas.
-- El procedimiento de consulta debería ser flexible, porque el tipo de procedimiento directo podría
resultar impracticable en relación con medidas que tengan un impacto geográfico considerable, por
ejemplo un número mayor de veinte comunidades, en cuyo caso un procedimiento indirecto a tra-
vés de la Comisión de Consulta podría resultar más viable pero esto debería ser la excepción y no la
regla.
-- El tipo de diálogo y negociación debe reflejar el espíritu y la letra de las normas internacionales y este
debe viabilizar un proceso real de negociación.

Varias de estas observaciones generales continúan siendo de actualidad y son incluso aplicables a las
propuestas hechas por el ejecutivo en enero 2016 y julio 2017, incluso la iniciativa ahora presentada en
febrero 2018 en el seno del legislativo.

13. Informe del Relator Especial Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, por mandato del Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas, Observaciones sobre la situación de los derechos de los pueblos indígenas de Guatemala en relación con los proyectos extractivos,
y otro tipo de proyectos, en sus territorios tradicionales 1. A/HRC/16/xx Del 4 de marzo 2011.
31
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

5. Estándares de consulta previa en Latinoamérica


La consulta previa a pueblos indígenas se ha convertido en uno de los temas más difíciles y controverti-
dos del derecho nacional e internacional de los derechos humanos, durante casi treinta años transcurri-
dos desde la aprobación del Convenio 169 OIT.

En el marco de acceso a la justicia en relación la consulta previa, la CIDH recuerda que es obligación del
Estado de Guatemala, apegarse a los estándares de la Comisión y de la Corte interamericanas en materia
de justicia para pueblos indígenas en general, y de consulta previa en particular (CIDH. Informe Anual
2017. No.10)

Muy pocos tribunales nacionales e internacionales, y escasos parlamentos, han desarrollado jurispru-
dencia y legislación adecuadas sobre la consulta previa, entre ellos la Corte Constitucional colombiana,
hasta la reciente sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Los estándares se hallan
desde reglas de “derecho duro” (p. ej., leyes nacionales y tratados internacionales), vinculantes estricta-
mente para los Estados, hasta normas de “derecho blando” o “derecho suave” (p. ej., reglas operativas
de organismos financieros multilaterales y códigos de responsabilidad empresarial de firmas multina-
cionales), que operan más como guías de conducta que como estándares jurídicos en sentido propio
(Garavito et al, 2010:12).

Esos estándares de derecho internacional sobre la materia de consulta previa han quedado reflejados
en la jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala [ver sentencias dictadas en los
expedientes 1149-2012, acumulados 4957 y 4958-2012, acumulados 156 y 159-2013, 411-2014 y 3753-
2014]; y expedientes acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017.

Este estudio sistemático de las normas internacionales y de la legislación nacional sobre la Consulta pre-
via está acompañado de una exhortativa por su armonización legal con fin de elucidar muy complejas
que van desde las situaciones a las que se aplica la consulta previa, el ámbito territorial de la consulta, los
participantes en ella, el procedimiento que debe seguir la consulta, los efectos de esta y las reparaciones
de los daños ocasionados por la falta de consulta o la realización de una consulta inadecuada.

El Informe del Relator Especial, J. Anaya (2011) en sus recomendaciones a Guatemala sistematiza una
serie de estándares internacionales y recomendaba, entre otras, que la fórmula de delimitar el área de
afectación no debería limitar injustificadamente su ámbito de aplicación a los casos de “afectación única
y exclusiva”, cuestiones como no reducir las decisiones a una instancia centralizada, un grupo, o a una
decisión técnica; compromisos entre el derecho a la reparación, por un lado, y el derecho de los pueblos
indígenas a participar en los beneficios de la explotación económica, y como parte de la obligación del
Estado de garantizar los derechos indígenas, su compromiso con los acuerdos alcanzados, compensacio-
nes y reparaciones, los cuales deberían ser formalizados y ser objeto de supervisión periódica, bajo la
supervisión directa del Estado.
32
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

CUADRO 9. Estándares de derecho internacional en materia de consulta previa

Los siguientes criterios que se exponen constituyen un mínimum de elementos característicos


a observar.

A. Carácter previo a la medida gubernativa. “La consulta con los pueblos indígenas o tribales
debe realizarse durante las primeras etapas del plan o proyecto de desarrollo o inversión o de
la concesión extractiva”.
B. La consulta debe ser informada. Este carácter informador del proceso de consulta, obliga al
Estado a proporcionar información precisa sobre la naturaleza y consecuencias de los proyectos
hidroeléctricos a las comunidades indígenas, antes y durante la consulta. Informada, es decir
que tengan conocimiento de los posibles riesgos, incluidos los ambientales de salubridad, a fin
de que acepten el plan de desarrollo o inversión propuesto con conocimiento y de forma vo-
luntaria; para la misma Corte Interamericana este deber requiere que el Estado acepte y brinde
información, e implica una comunicación constante entre las partes. (CIDH, caso del Pueblo
Saramaka vs. Surinam. Serie C No. 172, párr. 147.).
C. Comprende un verdadero diálogo en el que privan la buena fe, la comunicación constante,
la transparencia, el entendimiento y el respeto mutuos; no se agota con la sola información.
Conforme los valores culturales de los pueblos indígenas de las comunidades afectadas, el pro-
ceso de consulta y sus actores deben respetar como mínimo su propio idioma, sus instituciones
representativas y sus decisiones conforme sus procedimientos de toma de decisiones Convenio
169 de la OIT.
La consulta de buena fe reside en el diálogo, una garantía frente a los procesos de consulta me-
ramente formales, y se eviten de manera clara acciones como intentos o desintegración de la
cohesión social de las comunidades afectadas y negociaciones secretas y paralelas con líderes o
personas individuales de la comunidad.
D. Se concreta mediante procedimientos culturalmente apropiados, en los que se respetan las
costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas y tribales, especialmente en cuanto a sus
instituciones representativas.
E. Orientada al objetivo de arribar a acuerdos, con el consenso como vía para la toma de deci-
siones; no se trata de que una parte se imponga a la otra.

CC expedientes acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017 Págs. 85- 92


33
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

6. Responsabilidad empresarial en el marco de la Consulta Previa


El respeto a los derechos humanos por parte de las empresas transnacionales y grandes corporaciones,
ha sido un factor que explica el actual clima de desconfianza y conflictividad como lo atestiguan las
numerosas declaratorias del estado de prevención por parte del Gobierno. Lo anterior lo manifestó el
Relator Especial Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, James Anaya por mandato del Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas (Naciones Unidas, 1. A/HRC/16/xx Del 4 de marzo 2011. Prr 22).
Corresponde al estado vigilar que las empresas cumplan el deber de respetar, en el marco del ámbito de
influencia de sus operaciones, las normas internacionales de derechos humanos.

El estándar internacional del entendimiento actual en la materia, en el campo de los derechos de pue-
blos indígenas, apunta a la responsabilidad de participar en la consulta previa, además de las obligacio-
nes de respetar, remediar y reparar que puedan ser identificadas en la consulta, todo esto, más allá de
los estándares exigidos actualmente por la legislación interna de Guatemala.

La participación de las empresas en el proceso de consulta es una condición básica, y el Estado no pue-
de delegar la responsabilidad de hacer “consultas” en las empresas responsables de la ejecución de los
proyectos, En Guatemala ha habido casos de este tipo sin la debida supervisión estatal. Esta delegación
es un resultado de la normativa ambiental actualmente vigente, que confunde el requisito de la consulta
con la participación de la población local potencialmente afectada en el contexto de la realización de los
estudios de impacto ambiental y social (EIAS) (Anaya, 2011:Prr 22)

Entre las recomendaciones al sector empresarial dadas por el Relator Anaya en 2011, destaca que, para
contribuir a generar las condiciones necesarias para dicho diálogo, las empresas deberán esforzarse en
aumentar la transparencia de su información, reconocer sus errores, y repararlos, además de negociar
sobre la expectativa de un reparto de beneficios, entendido esto como un derecho de los pueblos indí-
genas en caso de afectación de sus derechos territoriales.

La legislación vigente en Guatemala exige a las empresas la realización de un Estudio de Impacto Am-
biental y Social (ver CUADRO 8), como requisito para el otorgamiento de una licencia para la ejecución
de dicho proyecto. Sin embargo, la normativa existente no contiene exigencias específicas relativas a
proyectos en territorios tradicionales indígenas.

Una actuación negativa, no solo abre la puerta a todo tipo de abusos, tampoco contribuye a un clima
de diálogo y negociación, por muchos esfuerzos que haga el gobierno o interés que tengan las mismas
comunidades en los proyectos en cuestión.
34
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

CAPITULO IV MARCO INSTITUCIONAL DE LA PDH

1. Marco de independencia institucional de la PDH


La Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala posee un mandato constitucional muy am-
plio14, por lo que su campo de acción tiene esa misma característica. La Constitución y la Ley de la Co-
misión de Derechos Humanos del Congreso de la República y del Procurador de los Derechos Humanos,
son las fuentes normativas que habilitan a la Procuraduría.

Las funciones del Procurador de los Derechos Humanos directamente vinculadas con la consulta previa
son las siguientes:

-- Informar sobre la postura de la Procuraduría de los Derechos Humanos en relación al tema, por
ejemplo en los Amicus Curiae emitidos por el Procurador15.
-- Participar en la observación, ya sea de oficio o a solicitud de parte. Observar el proceso e informar
de los resultados; recopilar la información necesaria para la observación; elaborar el instrumento
de observación en las localidades; observar que se respeten los derechos humanos; coordinar con
otras instituciones acciones de prevención cuando se requiera o se considere necesario; mantener
comunicación interinstitucional constante, durante el desarrollo de la consulta y rendir informe de
la consulta.
-- Seguir los resultados de la consulta para identificar la aceptación de los mismos y las posibles re-
acciones. Preparar pronunciamiento del Procurador de los Derechos Humanos o su representante
sobre el desarrollo de la consulta.

La Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala se ha implicado muy activamente en el proceso


de las consultas. Por una parte ha producido una serie de documentos que abordan cuestiones centrales
de la consulta: el primero aborda el análisis del fenómeno de la minería en Guatemala, el segundo se
concentra en el desarrollo de la misma en el departamento de Huehuetenango y, el tercero se concentra
sobre el proceso de Ixcán, Quiché.

Por una parte, la Procuraduría de los Derechos Humanos ha participado, entre 2004 y 2017, en al me-
nos setenta y cuatro procesos de consulta, en su gran mayoría, consultas municipales que se dieron en
relación con los sectores de minería e hidroeléctricas. En 2017 asistió a observar los casos de San Mateo
Ixtatán, Huehuetenango, en la región de Ixquisis (17 de enero), a Santa María Cahabón, A. V. (27 de agos-
to) y a San Pedro Carchá, A. V. el 13 de septiembre).

14. La Constitución Política de la República de Guatemala, en su Art. 274, señala que el Procurador de los Derechos Humanos es un co-
misionado del Congreso de la República para la defensa de los derechos humanos que la Constitución garantiza. Como tal, tiene facultad
de supervisar la administración; ejerce su cargo por un período de cinco años y rinde informe anual al pleno del Congreso, con el que se
relacionará.
15. i) Referido al Expediente 1149 2012 Caso Hidroeléctrica “La Vega I”, 4958-2012 La Vega II Nebaj – Chajul
ii) Referido al Expediente 15237-2012 5238-2012, caso Trecsa, Nebaj
35
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

Mapa 1
36
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

2. Disposiciones de la Corte de Constitucionalidad que vinculan a la PDH


La Corte de Constitucionalidad de Guatemala ha señalado que, al manifestar el Procurador de los Dere-
chos Humanos la omisión de consulta previa, está asumiendo la actitud natural que le corresponde; es
decir, la defensa de los intereses difusos que le han sido encomendados [artículo 25 de la Ley de Ampa-
ro, Exhibición Personal y de Constitucionalidad], (Expedientes Acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017
Pág. 35).

El Procurador de los Derechos Humanos ha fijado ya su posición en un Amicus Curiae ante la Corte de
Constitucionalidad (ver nota 11 página 31), con estudios sobres las consultas municipales (ver II.5 página
22) y amparos como tercero interesado.
En un número de casos, ya muy significativo, la Corte de Constitucionalidad ha exhortado a las institucio-
nes correspondientes del Estado de Guatemala a tomar las medidas necesarias para que se practique la
consulta a los pueblos indígenas, entre ellos,

-- Expedientes acumulados 4639-2012 y 4646-2012, caso de Santa Rosa de Lima, pide a varias entida-
des gubernamentales, entre ellas la Procuraduría de los Derechos Humanos a que tomen conciencia
de las exhortaciones de la corte hace en dicha sentencia.
-- Expedientes acumulados 156-2011 y 159-2014, caso Cotzal, Uspantán, Chicamán, y San Cristóbal Ve-
rapaz vs. TRECSA: exhorta al Gabinete de Pueblos Indígenas e Interculturalidad del Organismo Ejecu-
tivo, el Procurador de los Derechos Humanos, el Procurador General de la Nación, el Congreso de la
República, la Universidad de San Carlos de Guatemala y al Tribunal Supremo Electoral
-- Expedientes Acumulados 90-2017, 91-2017 Y 92-2017, 26/mayo/2017) caso Oxec y Oxec II, Santa
María Cahabón, donde la Corte de Constitucionalidad otorgó Amparo provisional como Tercero inte-
resado Procurador de los Derechos Humanos;

Lo particular de este último fallo es que la Corte minuciosamente dispone sobre el procedimiento de
consulta previa y atribuye al PPDH responsabilidades precisas, a saber:

-- Fase de Convocatoria a la consulta: (3). El Ministerio de Energía y Minas debe realizar convocatoria
a las instituciones y partes y entre ellas incluye a dos (2) representantes del Procurador de los Dere-
chos Humanos (titular y suplente que tiene como función ejercer como mediadores entre todos los
convocados y así evitar que pueda suscitarse asimetría entre unos y otros. (Pág. 94),
-- Fase de apertura de la consulta: Una vez realizada la pre-consulta, dentro de un plazo perentorio
que debe haber sido fijado en la primera reunión, se procederá a la apertura de la consulta propia-
mente dicha, en la cual los actores principales del proceso dialogarán a fin de arribar a acuerdos a
través del consenso, por medio de sus respectivos representantes. A solicitud de cualquiera de ellos,
el representante del Procurador de los Derechos Humanos puede desempeñarse como facilitador,
mediador o conciliador. El resto de sujetos convocados para la pre-consulta también intervienen
en esta etapa, pero sin que sus pronunciamientos vinculen directamente a los actores principales.
(No.7. Página 96).
37
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

CAPITULO V PAUTAS PARA OPERACIONALIZAR LA CONSULTA PREVIA

1) Derechos Humanos vinculados a la Consulta Previa, Libre e Informada


El derecho a la consulta previa y la obligación correlativa del Estado de realizarla es un derecho en sí,
pero su realización es un medio para la vigencia de otros derechos (ver cuadro 10). Además, el cumpli-
miento de estos otros derechos influye para que la consulta sea efectivamente participativa, represen-
tativa e informada

Es importante notar que no existe jerarquía entre estos diferentes tipos de derechos (civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales, o ambientales), vinculados a la consulta previa porque estos son indi-
visibles e interdependientes

El derecho a la consulta también es un medio


para vigilancia y respeto a otros derechos.
38
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

CUADRO 10. Derechos de los Pueblos Indígenas vinculados a la consulta previa, libre e informada

a) Derecho a la no discriminación y la igualdad ante la ley (Convenio 169-OIT, Arts. 3 y 24).


b) Derecho a la libre determinación (Convenio 169-OIT, Arts. 3 y 24).
c) Derecho a una relación especial con las tierras o territorios (Convenio 169-OIT, Arts. 13).
d) Derecho a la propiedad de la tierra, el territorio y los recursos naturales (Convenio 169-
OIT, Arts. 6, 14 y 15).
e) Derecho a la participación y a la consulta (Convenio 169-OIT, Arts. 15, 17, 22, 27, 28).
f) Derecho al consentimiento (Convenio 169-OIT, Art. 16).
g) Derecho a sus propios sistemas de justicia (Convenio 169- OIT, Arts. 8, 9, 10 y 12).
h) Derecho de género (Convenio 169- OIT, Arts. 3 y 20, y Convención de Belém do Pará).
i) Derechos de las poblaciones vulnerables dentro de los pueblos indígenas (Convenio 169
de la OIT, Arts. 3 y 20, y Convención de Belém do Pará).
j) Derecho a la educación intercultural bilingüe (Convenio 169-OIT, Arts. 26 a 31).
k) Derecho a la salud intercultural (Convenio 169 de la OIT, Art. 25).
l) Derechos territoriales de los pueblos indígenas (Consenso de Montevideo sobre Pobla-
ción y Desarrollo. Medida Prioritaria 88).
m) No discriminación, promover la tolerancia, la comprensión (Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Art. 15).
n) Derecho a determinar y elaborar propias prioridades y estrategias para el desarrollo o la
utilización de sus tierras o territorios y otros recursos (Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Art. 32).
Ñ) Derecho a participar en la adopción de decisiones en las cuestiones que afecten a sus
derechos, por conducto de representantes elegidos por ellos de conformidad con sus pro-
pios procedimientos (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, Art. 18).
39
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

2. Etapas de un procedimiento de consulta previa, libre e informada


El presente estudio sobre el proceso de consulta previa concluye en una definición de pautas que abarca
los mínimos que debe contemplar una normativa sobre consulta previa, de acuerdo a estándares inter-
nacionales, como las etapas del proceso en sí.

La Corte de Constitucionalidad de Guatemala, particularmente en el caso Oxec y Oxec II, ha sido muy
enfática en cuanto a señalar el procedimiento a seguir en la consulta previa, y en la observancia de los
tratados internacionales ratificados por Guatemala.

En términos generales, el proceso de consulta debe cumplir con la aplicación de los enfoques de inter-
culturalidad, género y participación, los principios de oportunidad, buena fe, plazo razonable, ausencia
de coacción o condicionamiento, flexibilidad. La consulta se desarrolla en fases que, en conjunto, le dan
integridad y coherencia al proceso.

Según estándares internacionales, en un proceso de consulta previa, libre e informada, ninguna fase es
más importante que otra; en todas las fases, la palabra clave es “participación activa de todas las par-
tes”; el núcleo de la consulta previa radica es su fase de implementación, es decir en las circunstancias
del diálogo.
40
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

ETAPA DE INICIO DEL PROCESO

¿QUE ES LA CONSULTA PREVIA, LIBRE E INFORMADA?

• Consulta directa, sustantiva, con los grupos y comunidades potencialmente afectadas y otras partes
interesadas.
PARA
• Identificar y evaluar la naturaleza de las consecuencias negativas actuales y potenciales sobre pro-
yecto, programa, iniciativa o medida gubernamental, y llegar a un acuerdo centrado en sus derechos.

El derecho a la consulta previa debe tener como punto de partida y como finalidad los derechos humanos.

El estándar interamericano en la materia claramente señala que “la obligación de consultar es responsa-
bilidad del Estado”. Significa que la planificación y realización del proceso de consulta no es un deber que
pueda eludirse delegándolo en una empresa privada o en terceros (CIDH, Informe 2017, OEA/Ser.L/V/II.
Doc. 208/17 31 diciembre 2017. Nos. 10 y 106, 118).

El proceso se inicia de oficio por parte de la Autoridad, o a solicitud de los pueblos afectados.

La Autoridad debe adoptar un proceso accesible y eficaz de petición de consulta previa.

EL ESTADO
EL DEBER DEL ESTADO DE PROTEGER LOS DERECHOS HUMANOS

Al referirse a los deberes del Estado respecto a los habitantes de la República, la obligación básica es
adoptar las medidas apropiadas con miras a lograr la plena efectividad de los derechos económicos,
sociales y culturales hasta el máximo de los recursos de que se disponga.

El Derecho de Petición (Artículo 28 constitucional)


Los habitantes de la República de Guatemala tienen derecho a dirigir, individual o colectivamente, peti-
ciones a la autoridad, la que está obligada a tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley.

En materia administrativa el término para resolver las peticiones y notificar las resoluciones no podrá
exceder de treinta días.
41
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

ETAPA DE PREPARACIÓN

EN CUANTO A TODOS LOS ACTOS Y SERVICIOS DEL ESTADO


El primer foco de interés de la consulta previa apunta a todos los actos y servicios de la administración
pública. El Estado debe de prepararse para un proceso de consulta previa. Los interesados tienen dere-
cho a obtener, en cualquier tiempo, informes, copias, reproducciones y certificaciones que soliciten y la
exhibición de los expedientes que deseen consultar. (Artículo 30 Constitución Política).

Todos estos actos son públicos. Significa que toda institución y sus autoridades deben transparentar e
informar, y no pueden decidir por sí solas sobre medidas, actos y servicios que se planea ejecutar (local,
nacional, regional o internacional), por ejemplo:

 Programas sociales
 Servicios de salud
 Programas y políticas educativas
 Programas especiales de fomento de la inversión
 Etc.
Finalmente, no menos importante, el Estado es responsable de reconocer, respetar y promover los dere-
chos de los pueblos indígenas, por tanto, es el garante de las medidas a implementar derivadas de todos
aquellos acuerdos entre el Estado, comunidad, instituciones responsables y/o empresas.

EN CUANTO A LA MANIFESTACIÓN DE INTERÉS DE LAS EMPRESAS

i) Proyectos de factibilidad
a) Las empresas deben identificar y evaluar las consecuencias negativas reales o potenciales sobre los
derechos humanos en las que puedan verse implicadas ya sea a través de sus propias actividades o como
resultado de sus relaciones para comerciales proteger, respetar y remediar (NU Principios Rectores So-
bre las Empresas y los Derechos Humanos).

b) Solicitud de los permisos correspondientes a entidades de gobierno


La manifestación de interés generalmente inicia con el trámite de las licencias respectivas de las em-
presas ante las entidades gubernamentales respectivas (MARN, MEM, entre otras) y una comunicación
pública con las entidades gubernamentales vinculadas.
42
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

c) Información y transparencia sobre los expedientes administrativos


En particular, los proyectos extractivos y otros tipo de proyectos que demandan de Estudio de Evaluación
de Impacto Ambiental y Social estudios de impacto ambiental y social que requieren ser hechos con ante-
lación, deben ser comunicados por la entidad gubernamental respectiva a fin de iniciar la fase preparato-
ria respectiva. Estos expedientes administrativos con la solicitud de aprobación son de dominio público.

ETAPA DE PLANIFICACIÓN Y COORDINACIÓN


Esta fase preparatoria también puede ser vista como pre-consulta, o consulta sobre el cómo hacer la
consulta, y se desarrolla en dos momentos:

1. COORDINACIÓN DEL PROCESO Y LOGISTICA DE LA CONSULTA PREVIA


Si la a ley considera la existencia de una entidad responsable de la coordinación del proceso de consulta
y a qué nivel actuará, esta instancia puede conducirse de forma descentralizada o centralizada, pero en
cualquier caso, no compete a ella concentrar poderes ni decisiones sobre los asuntos que deben some-
terse a consulta, sino cumplir con las funciones de secretariado, de las cuales, entre las más importantes
es coordina el proceso de consulta en sus varias primera fases.

2. CONVOCATORIA A LAS PARTES


El proceso de la consulta debería movilizar a una pluralidad de actores desde el momento inicial de la co-
municación pública del proyecto, programa, iniciativa o medida de que se trate y produce la afectación.

Debe contemplar el derecho de petición, proveniente de las comunidades o grupos que consideran que
sus intereses y condiciones de vida serán afectados. Corresponde al conjunto de estos actores no solo al
Estado o a la empresa, hacer una identificación primaria de la zona de afectación. Un dialogo con parti-
cipación abierta y múltiple es fundamental para identificar la zona de afectación y las comunidades que
requieres ser consultadas.
43
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

ETAPA DE IMPLEMENTACIÓN

1. Componente de diálogo intercultural

El diálogo público, local, comunitario, constituye el espíritu de la consulta previa, debe realizarse de
conformidad con sus usos, costumbres y métodos de participación propia, esto es fundamental para
asegurar un pleno acceso a la justica en Guatemala.

El Estado no puede imponer un modelo de consulta sino establecer un diálogo intercultural con las
comunidades y este debe ser directo, delegando el Estado a representante con capacidad de decisión,
en el diálogo en que participa, respetando y sigue las tradiciones y costumbres propias, guiado por las
autoridades representativas de las comunidades.

2. Componente de reconocimiento de las autoridades representativas de las comunidades y de las


instituciones propias de los pueblos indígenas:
El Estado no puede proceder como si la jurisdicción y organización de las autoridades propias de las co-
munidades no existiera, seleccionar a imponer a sus interlocutores y limitar su número de representantes.

3. Componente de información pública


El carácter informador del proceso de consulta obliga al Estado a proporcionar información precisa sobre
la naturaleza y consecuencias de los proyectos.

El Estado a través de sus ministerios o entidades directamente relacionados, debe presentar a las comu-
nidades la información de que dispone, información suficiente, oportuna, objetiva, completa, de buena
calidad y comprensible (clara, adecuada y pertinente, bilingüe, oral, escrita, presencial), sobre la Proyec-
to, programa o iniciativa que producirá la afectación.

La comunidad tiene el derecho de buscar su propia información, de fuentes independientes, y tomarlas


en cuenta en la consulta.

4. Componente de negociación colectiva y pública


Una vez hecha la convocatoria y establecido un cronograma, el Estado debe respetar el calendario local,
las fases de diálogo público (asambleas de autoridades, asambleas comunitarias) según los métodos
tradicionales de toma de decisiones, estando dispuesto a pactar distribución de beneficios, compensa-
ciones y reparaciones.
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Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

5. Componente de consentimientos y acuerdos


Con base en sus propias tradiciones y costumbres de diálogo público, bajo el liderazgo de sus autoridades,
la comunidad procede a definir los consentimientos pertinentes, con la finalidad de llegar a un acuerdo y
precisar los compromisos acerca del objeto de la consulta, (según el Convenio 169 de la OIT, Art. 6.).

ETAPA DE SEGUIMIENTO Y MONITOREO DE ACUERDOS

1. Consentimiento y acuerdos sobre los resultados del proceso de consulta previa, libre e informada

No todo se reduce a valorar el diálogo, también hay que concluirlo estableciendo los resultados o acuer-
dos alcanzados. No se concluye un diálogo o una reunión dentro de un ambiente de dispersión sino se
cierra siguiendo una secuencia de acciones finales.

Los resultados del consentimiento comunitario generalmente concluyen en compromisos, cualesquiera


que éstos sean. En ningún otro momento como este, el principio de buena fe, actuante a todo lo largo
de la consulta previa, debe primar. La buena fe, no está mediada por relaciones de fuerza ni mucho me-
nos de violencia, es vinculatoria y obliga a todas las partes

La importancia que se da a las actas en este tipo de reuniones públicas no es nueva en las comunidades,
al contrario. El que se recurra a una forma escrita no expresa una posición valorativa por encima de los
acuerdos orales. El registro escrito se valora como una respuesta ante el exterior. Esto es muy real, es-
pecialmente al recordar la historia política de los pueblos indígenas donde la escritura jugó el papel de
medio de prueba histórica.

Acuerdos y sus compromisos deben constar en documentos debidamente suscritos y legalizados y estar
formulados de manera tal que puedan servir de fundamento para reclamar, incluso por la vía judicial.
Junto a la buena fe, el otro principio actuante es el principio de Información pública. En esta fase final se
deben considerar una serie de decisiones o medida sobre cómo se administrarán un listado, que puede
ser extenso de asuntos tales como los siguientes:

2. Registro de todo lo actuado

a. Registro de actas
b. Supervisión de implementación de compromisos
c. Reparaciones
d. Otras que se hayan considerado o puedan considerarse.

3. Información pública permanente

Información y transparencia sobre el avance en el cumplimiento de los resultados de la consulta.


45
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

CUADRO 11. Resumen de las etapas de un procedimiento de consulta previa

ETAPAS FASES
INICIO DEL PROCESO EL ESTADO
EL DEBER DEL ESTADO DE PROTEGER LOS DERECHOS HUMANOS
EL DERECHO DE PETICIÓN

PREPARACIÓN EN CUANTO A TODOS LOS ACTOS Y SERVICIOS DEL ESTADO

EN CUANTO A LA MANIFESTACIÓN DE INTERÉS DE LAS EMPRESAS


Proyecto de factibilidad
Solicitud de los permisos correspondientes a entidades de gobierno
Información y transparencia sobre los expedientes administrativos

PLANIFICACIÓN Y COORDINACIÓN DEL PROCESO Y LOGISTICA DE LA CONSULTA PREVIA


COORDINACIÓN
CONVOCATORIA A LAS PARTES

IMPLEMENTACIÓN DIALOGO COMUNITARIO


1. Componente de diálogo intercultural
2. Componente de reconocimiento de las instituciones y autoridades
representativas de las comunidades
3. Componente de información pública
4. Componente de negociación colectiva y publica
5. Componente de consentimientos y acuerdos

SEGUIMIENTO Y MONITOREO CONSENTIMIENTOS Y ACUERDOS


DE ACUERDOS 1. Sobre los resultados del proceso de consulta previa,
libre e informada
2. Registro de todo lo actuado
3. Información pública permanente
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Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

REFERENCIAS CONSULTADAS
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y la práctica. Guatemala: s.d. En: http://www.politicaspublicas.net/panel/biblioteca/cat_view/146-
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-- Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala. Expedientes Acumulados 2432-2011 Y
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-- Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala. Expedientes Acumulados 4639-2012 Y
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-- Mayén, Guisela. (2015). Guatemala: los megaproyectos y la afectación a la cultura indígena. En: El
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48
Procurador de los
Derechos Humanos
Jordán Rodas Andrade

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Social de América Latina (Año 10 no. 25 abril.
49
Derecho de Consulta Previa,
Libre e Informada

Achi Mantyox
Akateko Yuwal yos
Awakateko Tyoxtu’
Ch’orti Ch’ajb’e’x
Chuj Yuj yos
Itzaj Yosb’otik
Ixil Tantix
Kaqchikel Matyox
K’iche Maltyox
Mam Chjonte’
Mopan B’o’tik
Popti’ Ch’antyox
Poqomam Tiyoox
Poqomchii Jalee’inik
Qanjob’al Yujwaldios
Q’eqchi B’antyox
Sakapulteko Chtyoxij
Sipakapense Malyoos
Tojolab’al Tz’akatal
Tzeltal Hokolawal
Tz’utujil Maltyoox
Uspanteko K’amoo
Wasteko k’ak’namal yan
Yukateko Noob’oolal
Garinagu Sereme
Xinka Pahtanay 
Castellano Gracias

Dirección de Investigación en Derechos Humanos


Mesa de derechos colectivos
Mayo de 2018

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