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POZZI, Pablo, “Una polémica historiográfica. El New Deal ¿una solución eficaz para la gran depresión?

Y BOSCH, Aurora, “La crisis del 29, Franklin D. Roosevelt y el New Deal”.

Crisis de 1930 y New Deal, Estado Unidos

El quiebre de la bolsa de Wall Street puso fin a la visión optimista de los Estados Unidos de los años 20’. Luego de la Primera
guerra mundial Estados Unidos había conseguido la mayor prosperidad económica de su historia. Cuando el republicano
Herbert Hoover gana las elecciones promete mantener la prosperidad pero la mayor depresión económica del capitalismo
mundial afectó su presidencia.
El nuevo presidente electo Franklin Roosevelt propuso un plan nuevo para enfrentar la Crisis; el New Deal, que significo la
intervención del Estado en la economía.
De acuerdo con Bosch el autor plantea que muchas de las condiciones propias de la depresión ya imperaban en las ciudades
importantes en la década de 1920, como por ejemplo el índice de desempleo.

La hipótesis central es que el modelo de acumulación de capital inaugurado en Estados Unidos a partir de 1876, (cuyo eje
central era la libertad de mercado y la no intervención del estado para paliar ciclos económicos) estaba agotado. Esto era
evidente en 1925 con la caída de las ganancias y de las industrias claves como la automotriz, del carbón y del acero. La
saturación del mercado había llevado a la sobreproducción y concentración del capital. Los sectores industriales, tradicionales,
agricultores y de construcción residencial ya se encontraban en crisis. También había bajado la venta de automóviles.
Sumado a ello, las posibilidades de hacerse rico rápidamente empezaron con el boom inmobiliario de Florida de 1925-1926.
Desde 1927 la bolsa comenzó a expandirse, donde día a día subían los precios de los valores. Todo el mundo podía comprar
acciones a plazo con fianza, ya que el comprador cedía sus títulos como garantía por el préstamo, “si el mercado estaba en
alza, el comprador obtenía beneficios del incremento de valores sin arriesgar el capital”.
Esto alcanzó su mayor auge en 1928-1929, cuando los bancos suministraban créditos a sus clientes, y estos a sus clientes.
Conceder préstamos para invertir en la bolsa era una inversión segura y rentable. Hasta los Banqueros de Nueva York pedían
dinero prestado a la Reserva Federal para a su vez prestarlo al mercado. Además Wall Street atrajo a capitales extranjeros,
junto con los trust, compañías dedicadas a la inversión de valores de otras compañías se fueron convirtiendo en Sociedades
Anónimas de inversión que vendían sus valores al público, pero los administraban sin cautela, vendían más títulos de los que
compraron y llegaron a vender títulos de empresas inexistente. Todo esto aumentaba más la burbuja especulativa.
Nadie hizo nada para bajar la especulación.

Desde junio de 1929 Wall Street experimento un alza sin precedentes. Pero a partir de septiembre los valores empezaron a
caer, aunque todavía el volumen de los negocios era alto. Todos confiaban en el laissez faire, la mano invisible del mercado
solucionaría el problema. Sin embargo esto no ocurrió. El lunes 21 de octubre la caída de la bolsa fue muy seria, y el 24 se
derrumbó. El pánico se apodero de Wall Street y muchas personas incapaces de aumentar las fianzas con dinero en efectivo, lo
vendieron todo y se retiraron del mercado. Para recuperar la confianza los banqueros de Nueva York se reunieron para realizar
un sostén organizado de fondos hacia el mercado. Pero esto no funciono, la pérdidas fueron muy fuertes. Los bancos
comenzaron a vender sus valores, restringieron créditos, imprescindible para financiar el mercado, trasladando la caída de
precios de las acciones a las mercancías. Esto provocó hundimiento de precios, stock sin vender, venta de granjas por impago
de deudas o hipotecas. Todo valía cada vez menos.
La inacción del presidente republicano Hoover y de los sectores empresariales, su confianza en la recuperación espontanea de
la bolsa y de la economía, repercutió no solo en la caída de precios, sino también en los ingresos personales de los
estadounidenses, que se redujeron a la mitad, creció el desempleo y quebraron negocios. El presidente republicano, creyó que
era una crisis similar a 1921, por ello insto a los empresarios a no bajar precios, sostener los salarios, aumentar el empleo y a
los banqueros a facilitar el crédito. Pero la recuperación no se produjo. Las políticas económicas republicanas fueron las
responsables del crac de la bolsa. La reducción de impuestos provoco un exceso en los ahorros, y una disminución en la
demanda y los altos aranceles protectores desaminaron el comercio internacional.
Mientras en 1930 los demócratas consiguen mayoría en la Cámara de Representantes para controlar al Presidente, se aprueban
medidas de gasto público, para ayudar a bancos y sociedades de créditos. Pero no se ayuda a los agricultores, ya que el
gobierno deja de comprarles excedentes y se derrumban los precios. Ante esto los agricultores queman sus cosechas para subir
precios o desabastecer el mercado, con las huelgas agrícolas. Sumado a esto se pierden los mercados de exportación. En 1932
se producen las primeras manifestaciones de parados, organizados por comunistas en Chicago, Detroit, Nueva York. Los
pequeños inversores se arruinaron y los grandes también. Así la crisis se extendió a todos los sectores industriales y estratos
sociales.

En este contexto asume en 1932 el presidente demócrata Franklin Roosevelt, quien había sido gobernador de Nueva York.
Durante la campaña presidencial recorrió universidades para ver otras alternativas a la depresión. En abril 1932 formo el Brain
Trust, dirigido por Raymond Moley. Se trató de una política económica nacionalista, integral, colectiva, basada en tres
premisas según señala Bosch: Las causas de la crisis eran nacionales, y los remedios debían ser internos, se reconocía la
necesidad de intervención gubernamental no solo para prevenir abusos, sino para controlar, estimular y estabilizar la actividad
económica y finalmente, el desarrollo de la producción en masa.

Sobre estas palabras se basaron los discursos de Franklin Roosevelt, que dejo en claro la relación entre agricultura e industria y
la urgencia de restaurar el poder DE compra. El presidente demócrata, realiza un diagnóstico de la situación y establece un
nuevo modelo de acumulación DE capital, con decidida intervención del estado, para moderar y controlar los efectos del ciclo
económico, regulación estatal para solucionar la sobreproducción y el subconsumo. Entendió a la depresión como una
situación de emergencia nacional similar a una guerra, en la que era necesario el activismo gubernamental. Para el demócrata,
las leyes económicas no eran naturales, para aliviar la penuria proponía un programa de obras públicas autofinanciado, semana
laboral más corta, regulación de la especulación, política agraria que incluyera empleo juvenil en trabajos de conservación
medioambiental, un programa de subvención de precios agrícolas y el rechazo a la prohibición de alcohol. Prometía el New
Deal for the americn people, un nuevo acuerdo para el americano. El nuevo presidente fue electo el 4 de marzo, los primeros
cien días del nuevo gobierno, respondieron a estas expectativas. La legislación aprobó en primer New Deal entre 1933-1935.

Primero se restauró la credibilidad de los bancos, con ayuda gubernamental para la reapertura de bancos y se aprobó la
emisión de nuevos billetes con el decreto de emergencia bancaria. El 12 de marzo el presidente por una charla en la radio
aconsejo a los norteamericanos a volver a llevar sus ahorros a los bancos. Al día siguiente los bancos abrieron sus puertas de
nuevo y por primera vez desde el crac, los ingresos superaron al dinero retirado. Luego acabo con la prohibición, el Congreso
legalizó la cerveza, asegurando un importante ingreso al Estado para luchar contra le depresión. .

A pesar de que se recuperó la confianza y la acción, la política seguía siendo deflacionista y conservadora. Porque se seguía el
plan del ala derecha del Partido Demócrata que era equilibrar presupuesto recortando gastos federales y crear nuevas fuentes
de ingreso legalizando la venta de alcohol . El 16 de marzo cuando el presidente mando su mensaje agrícola al congreso para
ayudar al sector en crisis, cambio la orientación del programa por la intervención gubernamental. Él tenía especial atención
por los agricultores por intereses personales, pero a su vez la atención urgente al sector agrícola se justificó porque estos
representaban el 30 por ciento de la población activa. La Ley de Adaptación agrícola AAA compensaba a los agricultores por
reducir sus cosechas, sacrificar los animales de cría para subir precios y por retirar productos del mercado. Luchar contra el
desempleo era otra emergencia del gobierno para lo cual se necesitó recurrir a los fondos federales. El Congreso aprobó el
Cuerpo Civil Conservacionista (CCC) para emplear a jóvenes en trabajos de repoblación forestal. La creación de la
Administración Federal de Ayuda al Desempleo suministro fondos financiando obras públicas, dando dinero a los parados,
financiando campañas de alfabetización de adultos, pagando universidad estudiantes pobres y empleando parados en las obras
públicas. También se ayudó a propietarios de casas que no podían pagar la renta. Roosevelt creó el proyecto del Valle de
Tennessee, un experimento de planificación social en una zona deprimida, que pretendía crear embalses para controlar riadas,
evitando la erosión del suelo y generando energía eléctrica.
Otra ley para la crisis fue la ley de Reactivación de la Industria Nacional, NIRA, por sus siglas en ingles. Esta consistía en dos
partes, por un lado intervención directa para estimular la economía, a través de la administración de obras públicas. Y por otro
lado creó la Administración para la Recuperación de la Industria Nacional, para estabilizar la industrias mediante códigos de
prácticas de competencia justas en las empresas y generar poder de compra creando empleos, determinando condiciones de
trabajo estándar y elevando los salarios. Así los empresarios se comprometían a reconocer los sindicatos y la negociación
colectiva con las empresas, como un salario mínimo y un máximo de horas de trabajo. Se crearon comités que representaban a
la dirección, sindicatos y gobierno y se redactaron códigos progresistas.

La pregunta es si la aplicación de estas leyes podría sacar al país de la crisis económica durante los meses siguientes y
contentar a la población. La ayuda evito lo peor de la crisis económica, y mantuvo una mano de obra subempleada agrícola. La
ley de adaptación agrícola solo funcionó para con los propietarios y las elites rurales locales, que no compartían beneficios
con aparceros y arrendatarios.
En el sector industrial, la NIRA también evito que las cosas empeoraran, pero al no existir una burocracia competente, los
empresarios y grandes compañías controlaron los códigos de competencia justa, utilizaron su poder para eliminar la
competencia, subir precios y frenar la recuperación. Este abuso de los empresarios insto a la reacción de los consumidores y
trabajadores, ambos movilizados y organizados por el New Deal. A pesar de la defensa al consumidor por parte de la NIRA,
no restauro el poder adquisitivo, ni impidió la subida de precios para mantener el consumo de masas, parte esencial del
funcionamiento de la economía norteamericana en la década de 1920.
El descontento de muchos sectores populares, se expresó en las huelgas que participaron los trabajadores, en todo el país,
principalmente en la industria textil, la del acero y la del automóvil, incluyendo en las huelgas de actores de Hollywood,
periodistas, trabajadores agrícolas. Este movimiento huelguístico incluyo además de trabajadores semicualificados y no
cualificados, a inmigrantes de segunda y primera generación, mexicanos y ciudadanos negros, los líderes eran trostkistas,
comunistas, o socialistas. Estas huelgas manifestaban, que las medidas del primer New Deal, no atacaban el problema de
fondo, no había ninguna estrategia gubernamental sólida para recuperar el poder adquisitivo y aumentar las inversiones.

El segundo New Deal (1935) no tenía mayor coherencia intelectual que el primero pero estaba mejor elaborado. El Congreso
aprobó más presupuesto para acabar con el desempleo y sentaba las bases del Estado de Bienestar. Entre las acciones del
programa estaban ayuda a los artistas de paro, programas de obras públicas a pequeña escala. La Ley de Relaciones Laborales
o de Wagner, beneficio al trabajo organizado y daba a los trabajadores el derecho a negociar a través de los sindicatos de su
propia elección y prohibía a los empresarios interferir en actividades sindicales.
La ley de Seguridad Social (1935) fue obra de Roosevelt, para proteger a los ancianos y desempleados y dar seguridad
económica al conjunto de la población. Esta proporcionaba seguros y otros programas.
Las medidas del segundo New Deal eran tímidas en comparación con la de otros países europeos, pero supusieron un cambio
fundamental en el papel del gobierno federal. Su intervención pretendió aumentar el consumo de las masas, domar el poder de
las grandes empresas y salvar al país distribuyendo la riqueza. Las medidas hicieron que Roosevelt fuera líder de las
aspiraciones populares y ganara en 1936, presentándose como un candidato nacional, por encima de las clases y las divisiones
sociales. Su victoria se basaba en el apoyo del electorado urbano, con una orientación de clase, los más pobres que recibieron
la cobertura del New Deal, inmigrantes recientes (judíos, italianos, católicos) y también los electores negros de las grandes
ciudades. A pesar de que solamente fue una minoría negra la que se benefició del New Deal. También las mujeres ocuparon
pestos importantes en la política gubernamental, gracias a la influencia de Eleanor Roosevelt, esposa del presidente. En el
gobierno reelecto había además, un nuevo programa que consistía en elevar el salario mínimo, extender la seguridad social
proteger sindicatos y derechos civiles de los afroamericanos. Esto era mal visto por la coalición conservadora de demócratas y
republicanos del sur y de las pequeñas ciudades rurales, que acabarían por paralizar el New Deal.
Las huelgas de brazos caídos en las grandes empresas provocaron la reacción conservadora en el Congreso, paralizando el
New Deal y su consecuencia directa fue la recesión entre el otoño de 1937 y la primavera de 1938. La llamada depresión
Roosevelt fue el declive económico más drástico de la historia de los Estados Unidos. El desempleo ascendió, subieron los
intereses, precios y los beneficios cayeron.
Para ambos autores, el principal fracaso del New Deal era no haber podido sacar al país de la depresión económica. Las
medidas tomadas por el gobierno tuvieron alcancen limitado. Estas limitaciones provenían de la timidez de Roosevelt en
recurrir al gasto público y de la inexistencia de una burocracia federal que permitió a las elites locales y económicas dominar
la aplicación de las medidas del New Deal.

¿Hasta qué punto se consideró crisis social? Es importante destacar, que en este periodo de entre guerras, fueron años de
agitación social y política en todo el mundo. En comparación con otros eventos mundiales, la crisis económica y social de
Estados Unidos fue moderada. Pero si, la depresión marco un extremo de las condiciones sociales y económicas que
imperaban en el país desde la industrialización. Además de los datos cuantitativos, la crisis incidió de manera directa en la vida
cotidiana de las personas, se sintió en carne propia el proceso de pauperización. Psicológicamente no existían esperanzas. La
crisis tuvo dos caras una objetiva, la pobreza y las dificultades con las que se encontraron los norteamericanos y la subjetiva
que nos remite a los sentimientos de angustia y desesperanza. La crisis del 29’ supero a las anteriores y dejó una huella
indeleble en la memoria colectiva de los norteamericanos.

¿Qué efectos tuvo la crisis en América Latina? la historia de otros países se ha interpretado a la luz de esta experiencia, pero
los sucesos del 29’ y las características que la crisis adquirió en cada país variaron en función de la historia particular de los
involucrados, aunque ciertos problemas se repetían. En América Latina la depresión se hace sentir con desajustes económicos,
deterioro de intercambios, contracción del volumen de las importaciones, dedicación a las nacientes industrias y en los
egresos al servicio de la deuda. La crisis del 29’ acelero procesos estructurales iniciados en el área tiempo antes, pero no jugó
un papel importante.

En cuanto a los debates historiográficos en torno al New Deal, Pozzi observa las distintas historiografías norteamericanas, que
analizaron dicho periodo. Para los neoprogresistas como el inglés Arthur Schlesingery y William Leuchtenburg, el New Deal
fue la tercera revolución después de la Independencia y la Guerra Civil debido a que el estado debía ser intervencionista. La
planificación social representaba un auténtico socialismo. Fue revolución porque participaron negros, mujeres y obreros.
Además de que propuso soluciones ingeniosas, el propio Roosevelt era un medio de comunicación. Para la Nueva Izquierda
con Barton Bernstein y Brad Wiley, el Nuevo Pacto representó una política conservadora, como dijo Bosch, no transformó al
sistema norteamericano sino que protegió al capitalismo, fue el salvador y no el destructor. Muchos empresarios se
beneficiaron con el plan y no hubo participación real de obreros y negros. El pacto no brindo ninguna recuperación. Lo que
Roosevelt hizo fue crear una burocracia gubernamental y una nueva clase dirigente. Por otro lado, los analistas marxistas,
como Paul Baran, interpretaron que el modelo no resolvió la crisis. Para ellos el New Deal fue un hito histórico en el
desarrollo norteamericano, represento el momento de transición del capitalismo liberal al capitalismo monopólico y sentó las
bases del complejo militar-industrial. La escuela del consenso, por último, cuyo exponente fue Richard Hofstadter, realizo una
síntesis de interpretaciones anteriores. Para la escuela, el New Deal fue una continuidad histórica, que provenía de una larga
tradición reformista norteamericana. Tuvo también elementos de ruptura por su pragmatismo. Roosevelt tomo elementos del
pensamiento keynesiano, marxista y liberal para hacer una síntesis superadora para atender las necesidades de la época. Fue
una ruptura drástica en la matriz social y fue continuidad en la defensa del sistema.
Fue innovador porque amplió la participación popular, admitió nuevos grupos de interés en los programas legislativos. Se
aumentó la participación de los trabajadores pero dentro de los límites fijados, para evitar que reclamasen una participación
real en cuestiones económicas. El CIO, Congreso de Organizaciones Industriales, disciplino a la clase obrera, restringió el
activismo de los trabajadores, elimino la amenaza de huelga, medió entre el jefe y sus obreros. La mayoría de las empresas
coopero con el CIO, que coopto al movimiento obrero en crecimiento en lugar de reprimirlo. El Congreso canalizó el
descontento generalizado de los trabajadores hacia los límites legítimos de la negociación colectiva y así redujo los reclamos
de los trabajadores a los salarios, y las horas de trabajo. La Ley de Relaciones Laborales legítimo este proceso.

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