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Introducción.
Antiguamente las empresas vendían
productos (bienes tangibles). Más adelante, el mundo de los negocios
se vio inundado por los servicios (intangibles), hoy el éxito acompaña
a las empresas que han ido un paso más allá y han encontrado la
manera de producir y vender “emociones” a sus clientes. Es decir, la
empresa moderna ya no se focaliza fuertemente en el producto en el
servicio que ofrece, sino en la “experiencia emocionante” que
promete al cliente.
¿Qué tiene que ver esto con la atención al cliente?
Que el cliente siempre anda a la caza de emociones gratas: es una búsqueda a nivel inconsciente,
pero ahí está. El cliente busca mucho más que una simple transacción, desea pasarlo bien. Si recibe
un trato a nivel superior, una atención que supere sus expectativas, deseará volver por más una y
otra vez. ¿Y no es eso lo que todo empresario busca de su clientela? ¿No es lo que respalda el futuro
de la empresa y la estabilidad laboral de sus empleados?
ALGUNOS DATOS INTERESANTES.
Estudios realizados en países desarrollados demuestran que la principal causa de deserción de los
clientes es la mala atención. De cada 100 clientes que decide cambiarse de proveedor, alrededor del
70% lo hace por haber sido mal atendido. Esto no quiere decir que al primer error que cometamos el
cliente nos abandonara: significa que, cuando se vaya, será principalmente porque percibió que la
atención que se le brindaba no estaba al nivel de sus expectativas.
A pesar de que la tendencia hacia el autoservicio intermediado por la tecnología va en aumento, en
última instancia el cliente prefiere interactuar cara a cara con otro ser humano. Hay algo especial en
el contacto personal que de alguna manera agrada y tranquiliza al cliente. Es muy probable que la
necesidad de encontrase y compartir unos minutos con otra persona, aunque sea para presentarle
una queja, nunca se acabe, lo cual implica que, a pesar de todo lo que tiende a mantenernos aislados,
la humanidad seguirá siendo humana.
1. CONOCER AL CLIENTE.
¿Quién es el cliente?
En términos generales, cliente es cualquier persona que tiene una
necesidad o deseo por satisfacer y que tiende a solicitar y/o utilizar
los servicios de un profesional o empresa.
El termino cliente es un término que puede tener diferentes
significados, de acuerdo a la perspectiva en la que se lo analice.
En economía el concepto permite referirse a la persona que accede
a un producto o servicio a partir de un pago. Existen clientes
constantes, otros que acceden a dicho bien de forma ocasional,
aquellos que lo hacen en un determinado momento, por una
necesidad puntual.
En este contexto, el término es utilizado como sinónimo de comprador (la
persona que compra el producto), usuario (la persona que usa el servicio) o
consumidor (quien consume un producto o servicio).
Cabe mencionar que los especialistas en marketing y ventas suelen
distinguir entre distintas clases de clientes. Los clientes activos: son los quien
en la actualidad, concretan compras de manera frecuentes. Los clientes inactivos: en cambio, hace
tiempo que no realizan una compra por lo que es probable que estén satisfaciendo sus necesidades
con la competencia.
Por otro lado, existen los clientes satisfechos o clientes insatisfechos, de acuerdo al tipo de resultado
que hay atenido en el intercambio comercial. Los clientes tiene necesidades que la empresa o el
vendedor debe satisfacer. Estas necesidades generan en el individuo una serie de expectativas con
respecto al producto o servicio. Dichas expectativas son frustradas, es decir si las necesidades no son
satisfechas, es muy probable que el cliente deje de comprar en aquel sitio o, más específicamente, el
producto en cuestión.
Para poder determinar las características de los clientes que estamos atendiendo, las empresas
deben, de ser posible, realizar una investigación, lo que en muchos casos podría suponer una fuerte
inversión de recursos económicos, personal y tiempo.
Sin embargo, dependiendo de los recursos de la empresa, existen maneras prácticas y sencillas que
nos podrían permitir conocer a nuestros clientes:
Consultar al personal de contacto.
Los recepcionistas, vendedores, administradores, y otros, con solo escuchar y hacer unas cuantas
preguntas se contará con información útil para que la empresa pueda armar y mantener una base
de datos.
Por ejemplo, se puede establecer una rutina que incluya:
1. Preguntar el nombre de la persona
2. Si es la primera vez que compra.
3. Como se enteró de los servicios,
4. Sus datos de contacto (dirección, teléfono, etc.)
5. Qué tipo de información le gustaría recibir
6. Si tiene o no experiencia previa con otras empresas prestadoras del mismo servicio.
¿Cómo armar una base de datos de clientes?
Una empresa orientada hacia un servicio de calidad debe contar necesariamente con información
acerca de sus clientes. En un primer momento se habló de conocer quién es el cliente. Al tener ya
una primera aproximación de su perfil, se puede empezar a armar una base de datos propia de la
empresa.
Cuando la empresa decide armar una base de datos, la información que necesita para ello puede ser
recopilada mediante diferentes métodos.
Los métodos más utilizados son:
1. Encuestas
2. Focus group (grupos de enfoque)
3. Contacto directo con clientes
4. Buzón de queja y sugerencias
5. Internet
6. Base de datos propia de la empresa.
ACTIVIDAD DE FINALIZACION.
ACTIVIDAD 1.
Leo e investigo.
Investiga y anota en tu cuaderno la definición de cada uno de los métodos antes mencionados.
ACTIVIDAD 2. Realiza una ficha que incluya 10 rutinas para armar una base de datos, y que
involucre una actividad comercial determinada. (Pide información a dos compañeros para
completar las fichas).
ACTIVIDAD 3. (Grupos de 4 personas) Prepara un afiche relacionado con uno de los métodos más
utilizados y comparte la información con tus compañeros del curso. (Actividad expositiva).
(Informa a tu profesora, cuál será el método elegido).
DESCRIPCION DE LOS METODOS PARA LA PREPARACION DE BASE DE DATOS.