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Necesidad, Deseo y Demanda: tres conceptos que no debes confundir.

Es habitual leer
o escuchar afirmaciones del tipo “esta es una necesidad creada por campañas de
marketing”. Suele atribuirse al marketing la capacidad de crear (o incrementar, reducir y
eliminar) necesidades en las personas. Y es un error.

Necesidad
Philip Kotler define las necesidades como “una sensación de carencia de
algo, un estado fisiológico o psicológico”. La definición implica, por tanto,
que las necesidades tienen mucho de subjetivo. No necesariamente son
la carencia de algo, sino la “sensación de carencia”. Según los
psicólogos, las necesidades no son creadas por la sociedad ni por los
especialistas de marketing, sino que forman parte de la naturaleza
humana.

Deseo
El deseo, en marketing, va un paso más allá de la necesidad, és más
específico. Es la forma en que un individuo expresa la manera de
satisfacer una necesidad.
Un individuo puede detectar la necesidad de alimentarse, pero puede
satisfacer esa necesidad de muchas maneras. Por ejemplo, comiéndose
una manzana o una hamburguesa. El deseo se da cuando el individuo ya
manifiesta la manera concreta como quiere resolver su necesidad.
Cuando expresa que ante la necesidad de alimentarse desea una
hamburguesa.
En la canalización de los deseos sí juega un papel fundamental el
marketing. De hecho, la gran tarea del marketing es detectar las
necesidades (ya existentes) de los consumidores y canalizarlas de
manera que las transformen en deseo hacia unos productos concretos.
La manera como una persona transforma sus necesidades en deseos,
sin embargo, no sólo depende del marketing. Inciden varios factores: las
caracteristicas personales de cada uno, sus vivencias, su educación y
creencias, los entornos culturales, sociales y ambientales, los estímulos
del marketing… y su capacidad adquisitiva, claro.

Demanda
Un deseo se convierte en demanda cuando una persona, reconocida una
necesidad (necesito trasladarme) y canalizada hacia un deseo (quiero
comprarme un coche), y tras haber pasado por las diferentes fases de un
proceso de compra, hace ya petición concreta de un producto específico
(quiero un Audi A3).
El deseo (genérico) deriva en demanda (concreta) en base
fundamentalmente a dos factores: los estímulos de marketing y la
capacidad. Y ojo, la capacidad es básica. No todo el que desea un Audi
puede adquirirlo. Quizá porque no tiene suficiente dinero (capacidad
adquisitiva), quizá porque es un adolescente sin todavía edad para
conducirlo, o porque vive en una zona geográfica donde ese producto no
se distribuye.

calidad
nombre femenino
1. 1.
Conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permite caracterizarla y
valorarla con respecto a las restantes de su especie.
"de buena calidad; de mala calidad; esta fruta es de una calidad excelente"
sinónimos: clase
2. 2.
Superioridad o excelencia de algo o de alguien.
"una mercancía de calidad; un asunto de calidad; la calidad del vino de Mendoza
ha conquistado los mercados"

satisfacción
nombre femenino
1. 1.
Acción de satisfacer.
"la satisfacción de una deuda; en primer lugar hay que procurar la satisfacción de
nuestras necesidades"
2. 2.
Sentimiento de bienestar o placer que se tiene cuando se ha colmado un deseo o
cubierto una necesidad.
"su satisfacción fue inmensa cuando supo que había ganado el primer premio;
para dar satisfacción a sus padres, procura tener su habitación ordenada"

utilidad
nombre femenino
1. 1.
Capacidad que tiene una cosa de servir o de ser aprovechada para un fin
determinado.
"mucho se puede discutir sobre la utilidad del estudio de las lenguas clásicas"
2. 2.
Provecho o beneficio que se saca de una cosa.
"no tires ese baúl, ya le encontraremos alguna utilidad"

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