UNA AUTÉNTICA PARTICIPACIÓN CIUDADANA, PARA LA

CONSTRUCCIÓN DE UN PAÍS CON MEJORES OPORTUNIDES PARA

TODOS

La historia de la humanidad ha estado marcada por las grandes transformaciones que se han dado en

todas las esferas de la vida del hombre a lo largo de los siglos. Dichas transformaciones, son el resultado

de la acción del hombre, que es capaz de indagar, de cuestionarse sobre el por qué de las cosas, y en

fin, por su afán de buscar satisfacer sus necesidades y hallar solución a sus problemas y a los de sus

semejantes.

En su deseo de hallar solución a sus dificultades y necesidades, el hombre se descubre así mismo como

un individuo en medio de un tejido social, que es incapaz de abastecerse así mismo. A partir de esta

realidad, surge el estado, como una comunidad social con una organización política común, en la que se

crea diversas formas de gobierno, cumpliendo este, una función identificadora de la actividad política,

que involucran varios actores: Estado, entidades estatales, organizaciones y sociedad civil.

Son miles de años de historia que ha recorrido el hombre, dando lugar cada día a cosas nuevas y a

medida de que el hombre busca satisfacer sus necesidades, a su vez, van apareciendo nuevas

necesidades, que lo mueve a producir conocimiento con el que al menos intenta dar respuestas a las

mismas.

En nuestra época se habla de una cierta revolución científico- técnica en el ámbito de las

comunicaciones de la robótica, de la genética y en la informática. Pero es lamentable reconocer que a

pesar de que el hombre cada vez más se preocupa por investigar, por ampliar y escudriñar en el basto

mundo del conocimiento, todos esos cambios y transformaciones no han resuelto los problema más

básicos y comunes de la humanidad, que por cierto, son los mismo de siempre, los mismos que datan

desde las antigüedad: El hambre, la enfermedad y las guerras.

Lo anterior nos lleva a pensar que la humanidad se ve envuelta en una encrucijada: si se supone que el

conocimiento surge a partir de la búsqueda de la resolución de problemáticas concretas que atañen a la

vida del hombre, ¿Por qué ese conocimiento acumulado no ha permitido resolver dichos problemas?

Y si bien es cierto que se han logrado solucionar muchos problemas, también hay que decir que cada

vez se va agudizando más la crisis civilizatoria, la falta de alimento en algunos países y regiones, el tema

ambiental que hoy tanto amenaza la supervivencia del hombre.

Lo cierto es que la transformación de una sociedad no ataña solo a las instituciones estatales, sino que

ha de involucrar a todos sus actores, mediante la adopción y la implementación de políticas públicas en

las que participe el ente estatal con la comunidad, buscando con esto, la solución de problemáticas

concretas.

De lo anterior surge una pregunta ¿Que procesos seguir a la hora de trazar dichas políticas públicas,

para que en realidad estas busquen optimizar la eficiencia del gobierno y su aparato estatal?

Para esto se propone el ciclo de la política pública que presenta Noêl Roth Deubel: 1

1. Identificación del problema

2. Formulación de la solución del problema

3. Toma de decisiones

4. Implementación de la decisión

5. Evaluación de las políticas públicas.

Este esquema es importante en cuanto involucra a actores y estados. Pero no tiene los suficientes

mecanismos para solventar las demandas de la sociedad.

Por eso son de gran importancia las acciones que emprende la sociedad civil, manifestada en

organismos, movimientos, que buscan incidir en la revolución de las deficiencias del estado cuando no

puede solventarlas. Aparece así la participación ciudadana como mecanismos con los que los

ciudadanos buscan involucrasen de manera plena, activa y consiente en la actividad pública que afecta

su vida, como actores de una comunidad política.

Hay diversos tipos de participación ciudadana, como las que las políticas públicas adquieren relevancia

cuando se vincula en la esfera pública a la sociedad civil.

Cabe destacar que el desarrollo de los países, está ligado a la construcción de políticas públicas que

favorezcan la educación, la investigación y la innovación. Quizás por esto, nuestro país ha sido

considerado por muchos años, un país subdesarrollado, pues tanto los sistemas de educación, como la

inversión que se ha hecho en el campo de la ciencia y la investigación, ha sido insignificante. Esta hace

que en Colombia sea fundamental pensar en la construcción de una política pública, que contemple el

ánimo de transformar la actual visión de desarrollo; políticas que lleven a solventar las principales

necesidades de los colombianos.

A continuación una breve reseña histórica de lo que ha sido la política pública en Colombia en materia de

ciencia y tecnología.

“El 19 de noviembre de 1968 el gobierno del presidente Carlos Lleras Restrepo da vida a Colciencia,

mediante la firma del decreto 2869. Adscrito al Ministerio de Educación Nacional el fondo colombiano de

investigaciones científicas y proyectos especiales Francisco José de Caldas, nació con el objetivo de

manejar recursos para proyectos de investigación, formar investigadores y establecer una

infraestructura adecuada para pensar y promover la generación de conocimiento nuevos acorde y

aplicable a las preguntas que se hacían en el país en aquel entonces.

En los 70’ s empieza a consolidar la institucionalidad de la ciencia y la tecnología. En los 80’s, además

de promover proyectos de investigación, se inician los procesos de regionalización, formación de

colombianos en programas de postgrados y hacia final de la década, la misión de ciencia y tecnología

que inicia su curso hacia el Congreso de la Republica tiene como fruto la expedición de la ley 29 de

1990, que convierte al fondo en Instituto y crean el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNC y

T).

La innovación se impone como marca indiscutible de las nuevas propuestas de generación del

conocimiento, la trilugía empresa- estado y tecnología toma fuerza” 2.

Antes de la aparición de Colciencias la financiación de las actividades de investigación dependían

principalmente de los presupuestos de las universidades de los recursos públicos asegurados a los

institutos sectoriales de investigación y de los recursos captados por medio de donaciones o apoyos

financieros y de organizaciones internacionales.

Sin embargo dado que no existía un ente encargado de formular política de ciencia y tecnología,

“Colciencias fue desarrollando esta capacidad y ejerciendo este papel acorde a las necesidades de

industrialización y desarrollo económico del país” 3 siendo hoy la función de la entidad fomentar el

conocimiento, el desarrollo tecnología y la innovación para lograr que la producción nacional y la

sociedad colombiana logre un avance en materia de ciencia, tecnología e innovación.

¿Pero como entender la adopción de los conceptos de ciencia y tecnología en Colombia y sus

posteriores cambios? Es de saber que: “En los países desarrollados hace más de doscientos años…se

trabaja con la convicción de que el progreso y la riqueza de las naciones al igual que su viabilidad, está

asociada a la capacidad que tenga la sociedad para crear, difundir y promover productos de la ciencia y

la tecnología” (COCyT)

Si revisamos el panorama latinoamericano fácilmente descubrimos que Colombia es un país que

requiere del aumento significativo del nivel de producción y de la aplicación de conocimientos para

solucionar sus problemas sociales y económicos; puestos que las condiciones económicas actuales

demanda esfuerzo con el desarrollo de la innovación. Pero esto se logra, solo si se trabajan unidas, tanto

el estado implementando políticas que generen más oportunidades para todos y que por su parte, la

sociedad civil y las distintas organizaciones hagan resonar su voz y también contribuyan a la

construcción de un mejor país.

Una de las principales preocupaciones de la sociedad actualmente, es el tema del medio ambiente.

Muestra de esto, son las diversas acciones comunes y en general, los mecanismos de participación

ciudadana a los que han tenido que recurrir para salir en defensa de nuestro ecosistemas. Y allí el

gobierno debe ser más cuidadoso a la hora de otorgar licencias ambientales para la explotación de

recursos naturales y la industrialización en zonas protegidas.

A propósito no se puede entender que el estado de rienda suelta a las grandes multinacionales que

vienen, exprimen nuestras tierras, se enriquecen su arcas y luego e van, dejando daños desastrosos e

irreversibles en nuestro medio ambiente y es precisamente aquí, donde la bioética, cumple un papel muy

importante en cuanto que atribuye a conciliar el desarrollo tecnológico y las exigencias de una vida

humana autentica, en donde se busque un desarrollo sostenible. Solo si lo anterior se tiene en cuenta se

adoptarán políticas públicas que busquen el progreso de los pueblos pero en armonía con el medio

ambiente, salva guardando y protegiendo “nuestra casa común” como lo ha señalado el Papa Francisco.

(Laudote Si).

De todo lo anterior, se puede concluir que la innovación como estrategia ayuda a generar valores de

empoderamiento, aprendizaje, experimentación que me permiten gestionar cambios considerables,

además, probar y desarrollar nuevas ideas, principalmente apoyando el sector industrial y de servicios a

través de un trabajo mancomunado entre los sectores públicos –privado y las universidades.

Por otro lado, uno delos principales sectores que ha permitido el afianzamiento de la ciencia y la

tecnología al quehacer y al desarrollo económico, ha sido el sector educativo, ya que mediante el

fortalecimiento del recurso humano se ha articulado el papel entre la academia, la empresa y el estado;

demostrando esto que la aplicación de los conocimientos a los procesos productivos han sido la fuente

primordial de los sistemas de innovación.

Es urgente que el estado apoye la inversión privada en cuanto a innovación se refiere, considerando que

está en el principal motor de desarrollo y de generación de fuentes de riqueza y de desarrollo de

competitividad, para afrontar retos estratégicos y puesto que la innovación mejora la productividad y la

competitividad, haciendo que se dé una visión sistemática en la que se articula la empresa y la

academia, y diseñando políticas públicas que lleven a alcanzar un crecimiento sostenible y amigable con

el medio ambiente.