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“LA VIOLENCIA FAMILIAR ES UN PROBLEMA SOCIAL”
INTRODUCCIÓN
1
Diplomatura en Violencia, Maltrato y Abuso Sexual Infantil. Herramientas básicas para su prevención y
detección precoz. Post- Cumbre de Educación. Módulo 1
2
Idem
En este ensayo, se pretende trabajar la problemática de violencia familiar que sufren
muchos de los niños, con el objetivo de identificar tipos de violencia familiar; cuáles son
las características que presenta un niño, víctima de violencia; sus consecuencias y al mismo
tiempo analizar el conocimiento y la posición del docente a la hora de enfrentar estas
situaciones de maltratos en sus alumnos. Para ello se tendrá en cuenta las encuestas
realizadas a los mismos.
DESARROLLO
El concepto de “violencia familiar” alude a todas las formas de abuso que tiene lugar en las
relaciones entre los miembros de una familia. Denominándose relación de abuso a aquella
forma de interacción que, enmarcada en un contexto de desequilibrio de poder incluye
conductas de una de las partes que, por acción o por omisión, ocasionan daño físico y/o
psicológico a otro miembro de la relación. En dicho concepto la relación de abuso debe ser
crónica, permanentemente periódica. Por lo tanto, no están incluidas en la definición las
situaciones de maltrato aisladas, que constituyen la excepción y no la regla dentro de las
relaciones familiares.
“La violencia domestica implica acciones que van desde el homicidio, distintos tipos de
agresiones físicas, psicológicas y sexuales; se da en una relación de poder y jerarquía ésta
es considerada como una forma de ejercer poder sobre alguien situado en una posición de
subordinación”.
Este fenómeno reciente, pero solo en las últimas décadas la sociedad se ha preocupado por
ponerlo de manifiesto y encontrar posibles soluciones.
En nuestra sociedad el grupo familiar constituye el primer contexto responsable de la
supervivencia del niño, de satisfacer las necesidades primarias físicas socio-emocionales.
Si la familia compromete de manera, no accidental, la satisfacción de tales necesidades
básicas estará ejerciendo en el niño maltrato.
Éste tipo de violencia, como cualquier otra forma de maltrato, es un problema social; que
muchas veces al suceder en el ámbito privado de la familia se lo toma como una cuestión
de cada uno. Dándose en un marco de la supuesta protección y “sacralidad” de la familia.
Así en la familia violenta el rol de afecto, protección y cuidado del grupo familiar es
reemplazado por el daño, la amenaza y el temor.
Pero… ¿cuál el impacto en aquel alumno, víctima de situaciones de maltrato?, ¿Los
docente logran reconocer a un niño víctima de violencia? Según las encuestas el 80% de
las docentes han podido detectar niños que han sufrido maltrato. Pero ¿son ellas
conscientes de los diferentes tipos de maltratos que existen o simplemente se guían por
maltratos físicos que han dejado huellas –marcas a simple vista en estos niños?
La violencia familiar incluye todo tipo de abuso, del cual puede estar recibiendo el niño o
ser testigo de esto, ellos son abuso físico tales como: bofetadas, empujones, patadas;
emocional en las que se encuentran las criticas destructivas, insultos, celos, aislamiento;
económico como es la restricción o condicionamiento de los recursos económicos, prohibir
actividades productivas, como trabajar o estudiar; y sexual en lo que refiere a obligar a otra
persona a tener relaciones sexuales sin su consentimiento.
Frente a los diversas formas de abuso en los que pueden estar sometidos los niños-alumnos
es necesario, como trabajador de la educación, saber identificar las características que estos
presentan al ser víctimas de violencia familiar. Y así buscar alternativas para ayudarlos a
salir de la violencia en la que se encuentran sometidos.
Estudios sociales indican que los alumnos se ven afectados cada vez más por problemas
familiares, por ello es necesario estar alertos a las distintas manifestaciones que presentan
los niños víctimas de la violencia familiar. Una de las manifestaciones es la ansiedad, la
cual se caracteriza, en ellos, por mostrarse inseguros, tartamudos, con problemas de
concentración.
La ansiedad se manifiesta de forma más conductual que verbal en los niños y adolescentes.
Las manifestaciones de la ansiedad pueden ser una o varias a la vez: a través de la
agresividad; de la depresión la cual es un estado afectivo de tristeza profunda, pérdida de
interés e insatisfacción. Se manifiesta en los niños con falta de comunicación, aislamiento,
pérdida de autonomía.
Otras de las manifestaciones en estos niños es la baja autoestima, quienes se manifiestan
sintiéndose impotentes, presentando dificultad de interacción, sintiéndose que los demás
no los valoran.
El niño, víctima de violencia, no solo será afectado en el desarrollo de su competencia
académica sino también en el desarrollo de sus competencias comunicacionales y sociales.
Todas las actitudes negativas que se transparentan en aquellos niños, anulan en buena
cuenta el bagaje intelectual y la idoneidad de sus competencias.
Por todo esto es sumamente relevante la actitud de los docente; pero éstos ¿Cuentan con
herramientas o conocimientos que les permitan manejar dicha problemática?; ¿qué
actitudes toman frente a niños víctimas de maltratos?; ¿Se trabaja en equipo para hacerle
frente a esta problemática?
Según las encuestas el 73% de los docentes posee herramientas o conocimientos sobre esta
problemática, pero aún un porcentaje más alto manifiestan la necesidad de tener más
capacitaciones al respecto.
Algunas de las actitudes que un profesional, en educación o no, debe tomar a la hora de
enfrentar a las víctimas de violencia deben ser la escucha, permitiendo de esa manera la
apertura de los sentimientos de la persona; el afecto, generando confianza y empatía en el
educando; el respeto valorando su manera de pensar, de opinar.
Cabe destacar que la atención a esta problemática debe ser multidisciplinaria: psicólogos,
maestros, abogados, policía, etc…, es tarea del profesional en actividades educativas o no,
públicas o privadas generar redes de atención a estos problemas promoviendo espacios de
reflexión y análisis. Las encuestas afirman lo anteriormente mencionado, en la que se
demuestra que un 83% de los docentes cuentan en sus instituciones con un equipo
interdisciplinario.
CONCLUSIÓN
La violencia familiar es un problema social, por lo que es un problema de todos y no una
cuestión privada de cada familia. Muchas veces, en el hogar, se suele naturalizar la
violencia como arte de un mecanismo legítimo para resolver los conflictos y para expresar
los propios sentimientos de malestar. Pero esto no debe ser así, porque a la violencia no se
la puede identificar con preocupación o afecto.
Por lo que los docentes y todo el equipo interdisciplinario debemos realizar profundos
cambios en los valores y en el comportamiento de las personas, que permitan reconocer los
derechos individuales de los miembros del grupo familiar, estimulando formas pacificas de
los resolver conflictos desde la infancia.
En las encuestas realizadas, el 80% de los docentes manifestaron saber identificar los niños
que sufren maltrato. Esto es de suma importancia porque como todo profesional en
educación, en el que estamos frente a la formación integral de los niños, es necesario saber
reconocer que hablar de violencia familiar, significa hacer referencia a todo tipo de abuso
ya sea físico, emocional, económico, y sexual. Y que aquellos niños víctimas de violencia
se caracterizan por ser inseguros; con problemas de concentración, que se demuestran
agresivos, que presentan falta de comunicación, aislamiento, entre otros.
Como docentes debemos estar alertas a esto y buscar alternativas para ayudarlos a salir de
dicha situación.
Porque, como profesionales, somos conscientes que el maltrato que recibe un niño tiene
graves consecuencias sobre su desarrollo integral. Ya que aquel niño presentará la falta de
competencia comunicacional, es decir no solo presentará carencia e vocabulario, sino habrá
perdido el sentido de la construcción y de la sintaxis y su lenguaje habrá que traducirlo a un
lenguaje normal y común; la falta de competencia social como es el trabajar en grupo o en
equipo, el trato con otras personas, el mostrarse cordialmente, además de la falta de
competencia académica.
Por ello desde nuestro lugar es imprescindible proporcionarles además de conocimientos,
valores, creencias, actitudes frente a distintas situaciones.
Como también trabajar la autoestima de cada uno de nuestros alumnos; promover acciones
dentro de la comunidad educativa en donde se tome conciencia de la magnitud del
problema, informando a la comunidad de los riesgos; trabajando con el equipo
interdisciplinario en diferentes charlas. Ayudar a los educandos a formar un espíritu crítico.
Todos, según las encuestas el 73% de los docentes de dos instituciones, poseen
herramientas o conocimientos sobre esta problemática, pero aún un porcentaje más alto
manifiestan la necesidad de tener más capacitaciones al respecto, demostrando asi la
importancia de estar preparados para hacerle frente a estas situaciones que afectan al
desarrollo evolutivo del niño.
BIBLIOGRAFÍA