"L'incoronazione di Poppea", de Monteverdi

Category: Música clásica

Creado en 02 Febrero 2009
Published: 02 Febrero 2009

L'incoronazione di Poppea (La coronación de Popea), de Claudio Monteverdi, es un drama

musical en un prólogo y tres actos. El libreto de Giovanni Francesco Busenello está basado
en los Anales de Tácito (libros 13 a 16), Los doce Césares, de Suetonio (libro 6), la Historia
Romana de Dion Casio (libros 61 y 62) y Octavia, de pseudo-Séneca.
La ópera de Monteverdi, que ahora llega por primera vez al escenario del Liceo, fue estrenada en
1643, en el Teatro SS Giovanni e Paolo de Venecia.

L’incoronazione di Poppea (1642) es la última ópera de Claudio Monteverdi, estrenada en Venecia

cuando el compositor tenía ya setenta y cinco años, sobre un espléndido libreto del patricio
veneciano Giovanni Francesco Busenello, miembro de la aristocrática y libertina Accademia degli
Incogniti.

Se trata de un gran paso adelante en la historia de la ópera, que había abandonado los palacios de
la aristocracia italiana —donde había surgido— para pasar a los teatros públicos, donde se
representaban las óperas con una escenografía suntuosa y brillante, gran virtuosismo vocal y la
yuxtaposición de elementos dramáticos y cómicos, aristocráticos y populares.
Este paso, concretamente, es la utilización por primera vez de un argumento histórico frente a los
temas mitológicos y elegíacos que hasta entonces habían sido exclusivos.
La bella y seductora Poppea (Popea) quiere ser coronada emperatriz de Roma y para conseguirlo
debe casarse con Nerón: déspota, inconstante e irritable. Lo logra después de una serie de intrigas
que le permiten vencer los serios obstáculos que se oponen a ello gracias a su ambición y falta de
escrúpulos.
Traiciona a su amante Ottone (Otón), favorito del emperador, y hace prometer después a Nerón
que repudiará a su mujer Ottavia (Octavia). Ésta pide ayuda a Séneca, mentor de Nerón (es
además filósofo practicante del estoicismo, que propugna vivir con lo menos posible, lo que es
irónico en cierto sentido por toda su riqueza. Él arguye que no necesita de la riqueza ni de la
pobreza para demostrar su filosofía), que intenta inútilmente disuadir al emperador, pero Poppea
logra que éste condene a muerte a Séneca.
La ópera L’incoronazione di Poppea fue un éxito importante en el siglo XVII y desde principios del
siglo XX volvió a ganarse a un público fiel, fascinado por la categoría literaria del texto —en el que
coexisten farsa y drama, comedia y tragedia— y la belleza extraordinaria de su canto.
Síntesis argumental y libreto
Drama más amoral que inmoral, L’incoronazione di Poppea (La coronación de Popea) celebra la
victoria de la pasión y de la ambición, y presenta una gran variedad y complejidad tanto en la
psicología de los personajes como en los recursos musicales, sin olvidar la ironía y el sarcasmo, en
un conjunto que integra trágico y cómico, sentimientos y afectos, crueldad y sensualidad.

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Prólogo
La Fortuna y la Virtud discuten sobre su influencia en la vida humana, pero llega el Amor, que
afirma su supremacía absoluta, pues todo el mundo se le somete. (Todos sopranos, es interesante
la representación de la Fortvna como una mujer exuberante y de doble cara, y la Virtvd, es una
mujer cubierta del contorno del rostro y menos despampanante. Porta una cruz y en la cabeza
tiene un sol. El amor es un niño/adolescente con alas, quizá representación de Cupido)

Acto I
El favorito de Nerón y amante de Poppea, Ottone (Se lamenta en exceso, además está celoso por
Nerón), llega de madrugada a casa de su amada desde su exilio en Lusitania, pero se percata de
la presencia de la guardia pretoriana junto a la puerta, que da a entender la presencia del
emperador dentro de las estancias de la amada. El lamento de Ottone despierta a los soldados,
que en un diálogo de registro cómico nos informan de que Nerón sólo tiene ojos hacia la cortesana
Poppea y que con ello conducirá el Imperio Romano al desastre (Dicen que hay ataques y
rebeliones en algún sitio del imperio romano, pero Nerón está distraído por Poppea).
En una larga escena lírica, Poppea desarrolla toda su capacidad de seducción para retener a su
amante, en un gran dúo de amor con una fuerte carga de sensualidad. Cuando Nerón afirma que
Roma tiene que ignorar su relación hasta que él repudie a su mujer Ottavia, accede a separarse.
Poppea expresa su confianza de vencer todos los obstáculos y vestir muy pronto el manto real
gracias a la ayuda del Amor y la Fortuna (Popea rechaza a la virtvd), pero Arnalta, su vieja nodriza,
la advierte de que Ottavia ha descubierto los amores de Nerón, y también del peligro de intimar con
los reyes (Le dice que son meros intereses disfrazados).
Ottavia, que se siente traicionada, nos propone una desoladora meditación sobre la condición
femenina y se lamenta de la traición de Nerón hasta el punto de blasfemar contra Giove. Su
nodriza (Arnalta) le aconseja la venganza como respuesta, pero la emperatriz considera infame tal
consejo (Se abraza de la virtvd).
Aparece Séneca (bajo), el mentor de Nerón, que intenta calmar a Ottavia en un discurso retórico
cargado de estoicismo, mientras un criado, Valletto, lanza sus invectivas contra el viejo filósofo y
parodia su falsa ciencia. Séneca medita sobre la desgraciada condición de los príncipes que
ocultan tormentos y sufrimientos difíciles de soportar, y la diosa Palas advierte al filósofo de que lo
amenazan funestas desgracias. Séneca acepta la muerte con gran dignidad.
Un violento diálogo entre Nerón y Séneca nos presenta las dos fuerzas políticas y simbólicas de la
ópera. El emperador le comunica que ha decidido repudiar a Ottavia y casarse con Poppea.
Escuchamos las dos concepciones opuestas del poder: la del déspota absoluto, que sólo valora la
voluntad y el capricho del príncipe, y la del filósofo ilustrado, que invoca la ley suprema, basada en
la razón.
En una nueva escena sensual entre Nerón y Poppea, en la que ella evoca las delicias amorosas
que han compartido la última noche, el soberano le promete compartir con ella la corona de Roma.
La cortesana aprovecha el momento para introducir una cruel acusación contra Séneca, y el
emperador, herido en lo más profundo de su orgullo, da la orden de que el filósofo se dé muerte
este mismo día.
Ottone reprocha amargamente a Poppea su traición y el cinismo de ella se evidencia cuando
atribuye al destino fatal de su antiguo amante sus penas, no a ella. Arnalta tiene una intervención

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cómica. Ottone reacciona con irritación, comprende que la nueva situación de Poppea representa
un peligro para él y decide avanzarse y matarla. Aparece Drusilla, sirvienta de Ottavia, enamorada
de Ottone desde hace tiempo, y éste, guiado por el resentimiento, decide dedicarse en cuerpo y
alma a Drusilla, a pesar de que sigue enamorado profundamente de Poppea.

Acto II
Séneca, lejos de la corte y feliz en su soledad, nos da su visión de las cosas, de carácter
neoplatónico. Se le aparece Mercurio, embajador de Palas, que hace un gran elogio de su virtud y
le comunica que su última hora está próxima. Séneca acoge la noticia con alegría y serenidad.
Llega Liberto, capitán de la guardia, quien le comunica la sentencia de muerte dictada por Nerón,
quedando admirado por la sabiduría del filósofo. La muerte de Séneca, rodeado de sus familiares y
amigos, es una impresionante declaración de estoicismo. El Valleto y una Damigella, en una
ruptura evidente con el anterior episodio trágico, celebran la juventud y el amor.
La noticia de la muerte de Séneca produce en Nerón, acompañado del poeta y cortesano Lucano,
una indecente y cínica alegría, que muestra en un episodio de desenfreno y ebriedad.
Ottone, por su parte, en un bello monólogo juzga con dureza su propia alma, que ha sido capaz de
decidir la muerte de Poppea, considera profundamente el amor obsesivo que ha sentido y siente
por ella y prefiere seguir amándola que hacerle daño alguno. Ottavia, que había aparecido hasta el
momento con una gran dignidad, muestra ahora su personalidad real y su orgullo herido y hace
llamar a Ottone para que lleve a cabo su venganza. Con gran autoridad le ordena matar a Poppea,
rechaza los subterfugios que éste intenta presentar, le ordena que se disfrace de mujer para eludir
el castigo de Nerón y cuando el noble le pide tiempo, lo amenaza con denunciarlo por haber
intentado ultrajarla.

Drusilla expresa su alegría inocente porque se ha creído las promesas de amor. Sigue un diálogo
burlesco entre la vieja nodriza de Ottavia y un paje. Aparece Ottone, angustiado por las terribles
órdenes de Ottavia, pide ayuda a la enamorada Drusilla, le confía la misión de matar a Poppea y le
pide sus vestidos para disimular su identidad. Su angustia contrasta con la alegría confiada de ella
y el noble se prepara para realizar su misión.
Poppea, alegre y liberada por la muerte de Séneca, promete a su nodriza Arnalta llevársela con
ella si consigue la corona y el cetro. Entra en un dulce estado de somnolencia y ordena que le
preparen un lecho y que nadie la moleste. Mientras duerme, Amor baja a proteger la imprudente
cortesana. Ottone, con los vestidos de Drusilla, intenta matar a Poppea, pero cuando alza la mano
armada, Amor detiene su brazo. Poppea se despierta con horror y cree tener ante sí a Drusilla;
llega Arnalta, que pide socorro a los criados mientras Ottone huye. Amor celebra su victoria en una
breve aria de triunfo y anuncia que no sólo ha salvado a Poppea, sino que la convertirá en
emperatriz.

Acto III
Drusilla, sola, imagina con placer la muerte de su rival. Pero aparece Arnalta con la guardia,
dirigida por un Littore que la declara culpable de haber intentado dar muerte a Poppea mientras
dormía. Conducen a Drusilla ante Nerón, que, completamente enajenado, dirige un cruel
interrogatorio para lograr que la pobre enamorada confiese quién ha sido cómplice de su crimen.

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Ante las amenazas de tortura, teme no ser lo bastante fuerte y dar nombres, y se declara única
culpable. Nerón ordena una muerte ejemplar por su crueldad.
Se presenta Ottone, que se confiesa culpable y, a pesar de los reiterados intentos de Drusilla de
asumir la culpa, afirma la inocencia de la joven y explica su disfraz siguiendo las órdenes de
Ottavia. Pide a Nerón recibir la muerte de su propia mano o cualquier otro castigo cruel, pero el
emperador parece conmoverse por su lealtad y afecto, le salva la vida y reduce el castigo al exilio a
la vez que concede la gracia a Drusilla por su coraje.
Ella suplica poder seguir a su amado al exilio para vivir y morir con él. La confesión de Ottone ha
dado, no obstante, un motivo válido para condenar a Ottavia, inductora del crimen, y Nerón
proclama un edicto solemne por el que repudia a su esposa y ordena que sea colocada en una
barca al capricho de los vientos.
Poppea exulta de felicidad de estar viva y declara a Nerón su profundo amor. Nerón le revela el
complot tramado por Ottavia y las razones que le permiten repudiar a la esposa opresiva. Le jura
que se casará con ella de inmediato y los dos amantes cantan su éxtasis.
Ottavia, por su parte, canta un dramático y conmovedor adiós a Roma. El entusiasmo de Arnalta
ante el brillante futuro que le espera como nodriza de Poppea forma un violento contraste con la
desolación de Ottavia.
En la escena final, que da título a la obra, Nerón glorifica a Poppea, aclamada por el mundo y las
estrellas. La cortesana agradece de manera ditirámbica los favores del soberano. Nerón magnifica
también al Universo y Giove por haber concedido una tal belleza a la futura emperatriz y ella se
humilla ante él. El soberano hace venir a los cónsules y a los tribunos, que avanzan en procesión y
cantan a la nueva soberana en una verdadera apoteosis. La ópera finaliza con un dúo intimista
desbordante de lirismo, glorificación suprema del triunfo amoroso, de una gran sensualidad.

L'incoronazione di Poppea, de Claudio Monteverdi © Wilfried Hösl, Gran Teatro del Liceo. Cortesía
del Departamento de Prensa del Gran Teatro del Liceo. Reservados todos los derechos.

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Fuente: http://www.thecult.es/Musica-clasica/lincoronazione-di-poppea-de-monteverdi.html

(Entre paréntesis hay anotaciones personales)