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La lactancia como una forma de comunicación

La relación madre-bebé siempre ha sido parte fundamental en el desarrollo del niño, es por esto que
surgió el interés por entender el papel de la lactancia materna en esa relación, ya que se han
demostrado las ventajas afectivas que obtiene el niño al tener contacto temprano con la madre
mientras se amamanta, principalmente por la cantidad de oxitocina que es liberada justo después de
que el bebé ha nacido, ya que se cree que esta hormona puede inducir a la conducta maternal.
Por estas razones se ha considerado la lactancia materna como la forma de comunicación más
adecuado para lograr el contacto temprano entre la madre y el niño, de tal manera que se promueva
el vínculo maternal, que desarrolle capacidades positivas como la autoestima, la regulación
emocional y la utilización de recursos personales y sociales para enfrentar la adversidad.
Las investigaciones actuales sobre los beneficios de la lactancia materna han permitido que la
Organización Mundial de la Salud y la UNICEF incentiven a que distintos países del mundo apoyen
la práctica de la lactancia a través de su legislación.
Las investigaciones, realizadas en todos los continentes, y promovidas por UNICEF, no sólo hablan
de los beneficios nutricionales de la lactancia, sino también de las ventajas afectivas que obtiene el
niño al tener contacto temprano con la madre mientras amamanta, principalmente por la cantidad de
oxitocina que es liberada justo después de que el bebé ha nacido.
Se ha demostrado que la oxitocina, además de interactuar con muchas otras hormonas en beneficio
tanto del bebé como de su progenitora, ingresa en la sangre, refuerza la relación madre-hijo, y activa
las glándulas mamarias. Se afirma que, si ambos entran en contacto inmediato y no son molestados,
dan lugar a una especie de embelesamiento, mirándose mutuamente y experimentando una serie de
emociones y sensaciones físicas placenteras ampliadas en el nuevo entorno fuera del útero, esto se
considera como el primer momento de comunicación entre la madre y su hijo. Esto daría lugar a que
el bebé logre un equilibrio apropiado de confianza, basado en ese vínculo positivo que logra con su
madre.
La importancia de este dato es especialmente relevante cuando lo ligamos a nuestro reciente
conocimiento de que la oxitocina puede inducir a la conducta maternal (“Interventions for promoting
the initiation of breastfeeding”, Dyson L, McCormick F, Renfrew MJ; “Pruebas científicas de los diez
pasos a una feliz lactancia natural”, OMS, 1998).
La naturaleza dispuso que sea la madre con quien el recién nacido inicie sus relaciones externas
después de cuarenta semanas de gestación; en esta primera etapa de su desarrollo el neonato
percibe a través de la boca, además que cuenta con el gran reflejo de succión (“Desarrollo Humano,
Papalia-Wendkoks, 1999).
La Declaración conjunta de la OMS y la UNICEF sobre lactancia materna expone que, “Los reflejos
de búsqueda y succión en el recién nacido son esencialmente intensos después de un parto normal,
momento en que la madre está deseando ver y tocar a su hijo.”
En esos momentos será beneficioso favorecer el contacto directo entre la piel de la madre y la del
niño, y permitir que éste succione el pecho de la madre, con lo cual se contribuirá a reforzar el
vínculo inicial madre-hijo y se estimulará la secreción láctea.
Erik Erikson en su teoría psicosocial sobre el desarrollo de la personalidad temprana, afirma que “El
infante debe decidir si el mundo es o no un lugar en que puedan confiar las personas y las
cosas…Para salir de esta etapa con buena salud psicológica, un bebé debe lograr un equilibrio
apropiado de confianza sobre la desconfianza, la situación de la alimentación es la prueba crucial
para esta mezcla; y la madre juega un papel fundamental así la alimentación es una oportunidad de
interacción entre la madre y el infante.”
Klaus y Kenell también señalan: “La alimentación con seno trae muchos beneficios que van más allá
de la leche en sí misma. El contacto cercano y tibio ayuda a establecer los vínculos entre la madre y
el bebé.”
Cuando existe la posibilidad de comunicarse, ya sea a través de canales verbales o no verbales, se
habla de competencia comunicativa. Entre el adulto y el bebé existe una relación estructurada, con
subdivisión de competencias, donde se alternan los turnos, se complementan los papeles y, además,
existen reglas y convenciones reconocidas por ambos, este es un auténtico sistema de
comunicación (Ricci Bitty y Zani, “La comunicación como proceso social”, 1990).
En esta primera interacción madre-hijo, ocurren muchos fenómenos interesantes. Primero la madre
observa a su recién nacido ojo a ojo. El niño responde concentrando la mirada en su madre. Luego
comienza a tocarlo delicadamente y de manera progresiva, comenzando generalmente por las
manitos, luego los pies y finalmente el resto del cuerpo. La madre le habla suavemente con voz de
tonalidad alta. El bebé responde con algunos movimientos tenues de cara y manos; esto confirma a
la madre que el niño está atento y en comunicación directa con ella.
Es decir que ambos tienen un papel activo, con intercambio de estímulos recíproco (se emiten y se
reciben mensajes), por tanto, se puede desarrollar una actividad típica de la comunicación
interpersonal

DIAGRAMA COMUNICACIÓN MADRE-HIJO

El tipo de comunicación que predomina es la comunicación no verbal que es un intercambio


comunicativo entre dos personas, donde se observan signos no verbales: mirada, mímica, gestos,
posición, contacto físico, etc
Factores que influyen en la comunicación
Sensibilidad visual adecuada: Es capaz de discernir los esquemas visuales y de prestar atención a
características de estructura compleja como la del rostro humano: tridimensional y social; parpadea
ante las luces brillantes y cambia el rumbo de su mirada para seguir la luz. También presta especial
atención a objetos circulares de color oscuro.

Percepción auditiva: Esta misma capacidad de atención, y de otorgar respuesta selectiva, está
presente en este ámbito los infantes muestran que podían diferenciar la voz de la madre de la de una
extraña.
Sentido del Gusto:El sentido del gusto del bebé está también ampliamente desarrollado.
Discrimina entre diferentes sabores y se nota que prefieren los sabores dulzones. Por esto mismo
disfruta mucho de la leche de su madre, ya que ésta es dulzona y cambia de sabor de acuerdo con
los alimentos que ella comió.
Sentido del olfato: Asimismo, son sensibles al olor, incluso hay estudios que demuestran, mediante
las expresiones faciales de bebés, que prefieren el olor a vainilla y frambuesa (Papalia). También
pueden identificar el sitio de donde proviene el olor puesto que son capaces de torcer la cara al lado
contrario de donde proviene un olor que les desagrada.
Sentido del Tacto: Las sensaciones táctiles son muy importantes para un recién nacido. Los bebés
reciben una gran cantidad de información a través de su sentido del tacto: quién los toca, de qué
manera se administra ese toque y qué lo motiva. Por eso se aconseja acurrucarlos, acariciarlos y
cargarlos, pues esto contribuye precisamente a lograr el vínculo comunicativo.
En conclusión se trata de que la lactancia no sólo es un medio de transmisión de nutrientes que la
madre proporciona al hijo, esto va más allá y también sirve como un primer medio de comunicación
que le servirá al bebé a adquirir habilidades sociales, en este proceso intervienen factores tanto
maternos como del bebé en un entorno que ellos dos crean y que es idóneo para que estos dos
elementos del proceso de comunicación puedan crear mensajes bidireccionales, el proceso de
comunicación es imprescindible para el mantenimiento del vinculo afectivo entre la madre y su hijo
Lactancia natural como forma de comunicación (D.W. Winnicott)
Si nos guiamos por las enseñanzas de los pediatras, podríamos preguntarnos si la lactancia natural
es mejor que otro tipo de alimentación. Algunos pediatras piensan que la lactancia artificial,
correctamente llevada a cabo, puede ser más satisfactoria en términos de anatomía y de fisiología,
que es lo que a ellos les preocupa. No debemos pensar que el tema está agotado una vez que el
pediatra ha terminado de hablar, especialmente si parece olvidarse de que hay otras cosas
importantes en el bebé además de su sangre y sus huesos. En mi opinión, la salud mental de un
individuo es determinada desde el comienzo por la madre, quien proporciona lo que he denominado
un ambiente facilitador, es decir un ambiente en el cual los procesos naturales de crecimiento del
bebé y sus interacciones con lo que lo rodea puedan desarrollarse según el modelo que ha
heredado. La madre (sin saberlo) está echando las bases de la salud mental del individuo. Pero eso
no es todo. Si suponemos la salud mental, la madre (si obra correctamente) está echando las bases
dI! la fuerza de carácter y de la riqueza de la personalidad del individuo. Teniendo una buena base el
individuo será capaz, con el tiempo, de relacionarse creativamente con el mundo, y de disfrutar y
utilizar lo que éste tiene para ofrecerle, incluyendo la herencia cultural. Por desgracia, es
absolutamente cierto que si un niño no ha sido encaminado apropiadamente, la herencia cultural es
como si no existiera y la belleza del mundo no es más que una ilusión que no puede ser disfrutada.
Así, en este sentido existen los ricos y los pobres, y esto no tiene nada que ver con las finanzas;
tiene que ver con que hay quienes fueron encaminados en forma apropiada, y quienes no.
Ciertamente, la cuestión de la lactancia natural forma parte de esta vasta problemática, de lo que
queremos expresar cuando decimos que alguien ha sido encaminado en forma apropiada a través
de un aprovisionamiento 'ambiental suficientemente bueno.
Pero es sólo un aspecto entre otros. Los psicoanalistas que formularon la teoría actualmente en uso
del desarrollo emocional del individuo son hasta cierto punto responsable de haber exagerado un
tanto la importancia real del pecho.
El término "pecho bueno" forma parte d una jerga y que con él se alude a un quehacer materno
satisfactorio en sentido general. Por ejemplo, el modo en que se sostiene y se manipula a un bebé
tiene mayor importancia como indicador del manejo que la experiencia de la lactancia natural.
Además, es bien conocido el hecho de que muchos bebés tienen una lactancia natural
aparentemente satisfactoria y sin embargo no son satisfactorios en el sentido de que existe un
defecto observable en 'su proceso de desarrollo y en su capacidad de relacionarse con la gente y de
utilizar objetos, defecto debido a que se los ha sostenido y manipulado de un modo inadecuado. Una
vez aclarado el punto de que la palabra pecho y la idea de la lactancia natural son expresiones que
involucran todo lo que es la técnica de ser madre, intentará destacar la importancia potencial del
pecho mismo.
El valor positivo de la lactancia natural partiendo de la base de que no es esencial y de que no se
debe persistir en ella cuando la madre tiene una dificultad personal. La parte obvia de lo que deseo
decir tiene que ver con la tremenda riqueza de la experiencia alimentaria; el bebé está despierto y
activo, y su emergente personalidad está completamente comprometida. Gran parte de la vida de
vigilia del bebé en un comienzo tiene que ver con la alimentación. En cierto modo, el bebé está
acumulando material para sus sueños, aunque pronto aparecen otras cosas que también se
acumulan y que pueden reverberar en la realidad interna del niño dormido que, por supuesto, sueña.
Para algunos bebés, las experiencias alimentarias son tan aburridas que debe representar un gran
alivio para ellos el llorar de enojo y frustración, que de todos modos son sentidos como reales y
deben involucrar completamente a la personalidad.
La existencia de agresividad en él bebe. Con el tiempo, el bebé comienza a patear, a gritar y a
arañar. En los comienzos de la lactancia natural, existe una acción muy poderosa de las encías, que
puede producir muy fácilmente grietas en los pezones; y algunos bebes realmente se aferran con
sus encías, y lastiman bastante. No podemos decir que esté intentando lastimar porque el bebé no
es lo suficientemente grande aún, como para que la agresión signifique algo. Con el tiempo sin
embargo, los bebés adquieren el impulso de morder, Esto marca el comienzo de algo muy
importante, que pertenece al área de la crueldad, y el impulso. Y el uso de objetos desprotegidos.
Los bebés protegen el pecho muy rápidamente y, en realidad, aunque tienen dientes, sólo en raras
ocasiones muerden para hacer daño.
Esto no se debe a que no tengan el Impulso, se debe a algo que es análogo a la domesticación del
lobo como perro, y del león como gato. Sin embargo, en los bebés humanos existe una etapa muy
difícil que no puede ser evitada. La madre puede comprender fácilmente al bebé en esta etapa en la
que él la destruye en ciertas ocasiones, si sabe de qué se trata y es capaz de protegerse sin tomar
represalias ni vengarse.
En otras palabras, su tarea es la de sobrevivir cuando el bebé la muerde, la araña, le tira del pelo y la
patea. El bebé hará el resto. Si ella sobrevive, el bebé hallará un nuevo significado para la palabra
amor, y en su vida aparece algo nuevo, que es la fantasía. Es como si ahora el bebé pudiese decirle
a su madre: "Te quiero porque has sobrevivido a mis intentos de destruirte. En mis sueños y en mi
fantasía, te destruyo cada vez que pienso en ti, porque te quiero." Esto es lo que objetiviza a la
madre, la sitúa en un mundo que no es parte del bebé y la torna útil.

Bibliografía
 Soliz X. “Importancia del inicio temprano de la lactancia en la comunicación afectiva entre la
madre y el bebé” [Internet]. Educandohijosexitosos.files.wordpress.com. 2015 [citado 17
Marzo 2019]. Disponible en:
https://educandohijosexitosos.files.wordpress.com/2017/07/e2809cimportancia-del-inicio-
temprano-de-la-lactancia-en-la-comunicacic3b3n-afectiva-entre-la-madre-y-el-
bebc3a9e2809d.pdf
 Winnicott D. Los bebes y sus madres. 1ra ed. Londres, Inglaterra: Editorial Paidós Mexicana,
S.A.; 1990. Pp 41-53.

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