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ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACION PUBLICA

FACULTAD DE INVESTIGACIONES
SEGUNDA CONFERENCIA
PODER E INCENTIVOS DE PARTICIPACION
Jorge Eliecer Fernández Rubio
Co-investigadores

Para analizar la organización de un partido, es preciso investigar su estructura de


poder. Es decir, cómo se halla distribuido el poder en la organización y qué consecuencias
producen los cambios en las relaciones de poder.

La «ley de hierro» supone que el poder es algo muy semejante a una «propiedad», algo que se
posee y se ejerce sobre los demás. Los líderes son quienes controlan las áreas de
incertidumbre cruciales para la organización y quienes pueden emplear estos recursos en
las negociaciones internas desequilibrándolas en su favor. Ejemplo: la libertad de maniobra
de que goza el líder del grupo parlamentario (Concejo de Bogotá…) en la definición de las
opciones políticas y sus efectos inequitativos, el enfrentamiento exitoso a los ataques de las
minorías en los congresos (convenciones del partido en el Partido Liberal o Conservador…)
que se encausan a concentrar mas poder; la manipulación de los congresos y otras instancias
partidarias mediante técnicas plebiscitarias para controlar a las distintas esferas de la estructura
organizacional. Pese a estas visiones tan actuales de Michels, Panebianco una insuficiencia en la
elaboración del concepto del poder organizativo, originada en la persistencia de la relación
de dominantes-dominados.

Por el contrario los partidarios de la teoría del poder interdependiente ven en el concepto de
poder organizativo una relación de influencia caracterizada por la reciprocidad. Esta se
origina en el protagonismo de múltiples actores en las organizaciones que tienen capacidad de
imponer límites al líderes y resistir su poder. Existen múltiples grupos en el partido capaces de
condicionar las decisiones de los líderes. (Obler, 1974, Gunlicks, 1970, Intraparty Democracy)
P62. Para Panebianco, el juego del poder es un juego sutil, huidizo y a menudo ambiguo, por eso
propone recurrir a la teoría de la organización para proponer una definición del poder distinta
de la de Michels P63. Su concepto de poder se orienta a explicar las relaciones entre la
capacidad de manipulación de los líderes y la capacidad de los seguidores de ejercer
presiones eficaces sobre los líderes. (Panebianco, 2009), P64.

Poder e intercambio desigual

En Michels, el poder es un tipo de relación, asimétrica, pero recíproca, que se manifiesta en


una «negociación desequilibrada», en un intercambio desigual en el que un actor gana más
que el otro. Son importantes los trabajos que en esta perspectiva aportan los estudios de los
partidos Liberal y Conservador de Colombia de (Castaño Ortiz, Rivera, & Pinzón Murillo, 1973),
(Murillo, 2003) y los estudios que sobre la democracia y la oligarquía. (Torres Melo, 1966; Villegas
Arango, 1982)

En Obler, 19641, el poder es una relación de intercambio, el poder no es nunca absoluto. El


poder sólo puede ejercerse satisfaciendo al menos en parte las exigencias y expectativas de
los otros y aceptando sufrir su poder. El éxito de las negociaciones depende a su vez del
grado de control que tengan los distintos actores sobre determinados recursos, esto es las
áreas de incertidumbre. P64. La definición del poder como relación de intercambio, por sí sola,
no permite identificar los «objetivos» que pasan de mano en mano en las «negociaciones
desequilibradas». El problema para Panebianco consiste en identificar el contenido del
intercambio en que se concreta el poder organizativo. Es preciso distinguir las negociaciones

1
Citado por (Panebianco, 2009),P.62.
entre líderes (los juegos de poder horizontales) y las negociaciones entre líderes-seguidores (los
juegos de poder verticales), pues el objeto del intercambio es distinto en los dos casos. Esta
perspectiva ha sido mas elaborada en Colombia. Se resaltan los trabajos sobre Colombia de
(Duque Daza, 2007), (O. Duque & Tovar, 1996) y (J. Duque, 2003).

Para los juegos de poder verticales 2 (entre líderes-seguidores) existe una teoría de los
incentivos según la cual los líderes intercambian incentivos (colectivos y/ o selectivos) por
participación. P65. A los líderes les interesa una participación que sirva para hacer funcionar
la organización y que se exprese también en forma de un consenso lo más parecido posible a un
mandato en blanco, propio de negociaciones de intercambio desigual. El desequilibrio está en
el hecho de que la libertad de acción que los líderes obtienen es mayor que la libertad de
acción que obtienen los seguidores. Cuanto mayor sea la libertad de maniobra de los líderes,
tanto mayores serán sus chances de mantener la estabilidad del orden organizativo del partido
aún en condiciones ambientales variables. Para el tema de desigualdad ver: (Villegas
Londoño, 2013)

Hipótesis 1.
Cuanto mayor sea la libertad de acción de los líderes, éstos se hallarán en mejores
condiciones para resistir el asalto de los adversarios internos. (Panebianco, 2009), P66.

Hipótesis 2.
Los juegos de poder verticales, son la precondición, por lo menos lógica, de los juegos de
poder horizontales.

Incentivos organizativos

Los incentivos organizativos son de dos tipos: colectivos y selectivos. Los incentivos
colectivos se encuentran relacionados con la ideología de la organización, con los fines
oficiales del partido y con sus incentivos de identidad. La tipología de Panebianco
comprende tres incentivos organizativos: un tipo de incentivo colectivo (identidad) y dos tipos de
incentivos selectivos (materiales y de status). (Panebianco, 2009), P67.

1. Todo partido debe distribuir, para asegurarse la participación de sus integrantes, incentivos
de cada uno de los tres tipos.
2. El sistema de incentivos varía de unos partidos a otros, e incluso en un mismo partido con
el transcurso del tiempo. Los factores que inciden en aquella combinación dependen de la
historia organizativa pasada del partido, las variables y el ambiente que le rodea.
3. Todos los actores de la organización tienden a disfrutar de una combinación de
incentivos, colectivos y selectivos. Sólo analíticamente distingue, entre Actores
predominantemente motivados por incentivos colectivos y actores
predominantemente motivados por incentivos selectivos, p69. Para una
aproximación al estudio de los incentivos en los partidos de Colombia ver(Taylor,
1996)
Hipótesis 3:
Una de las funciones de la ideología organizativa es ocultar los incentivos selectivos, cuya
excesiva visibilidad comprometería la imagen del partido como organización dedicada a la
lucha por la «causa» En efecto, la ideología de una organización desarrolla la función de
ennoblecer las aspiraciones al éxito individual. (Panebianco, 2009), P68

Dos formas de integración vertical: Creyentes y arribistas:

2
En este capítulo trata solamente del contenido de los juegos de poder verticales, en el siguiente (3) los juegos de poder
horizontales.
Ideología y participación

Los «creyentes») son un tipo de militante cuya participación depende, predominantemente, de


incentivos colectivos de identidad. Los «arribistas») son un tipo de militante cuya
participación depende, predominantemente, de incentivos selectivos. La comunidad de los
creyentes es la que se halla más ligada a la lucha por la consecución de los fines oficiales.
Su identidad es la que obliga a los líderes a tutelar las metas ideológicas e impone una
cautela al elegir alianzas heterodoxas (desde el punto de vista de la ideología organizativa). El
área de los arribistas la que nutre el lugar del que saldrán en la mayoría de los casos, por
ascenso o por cooptación, los futuros líderes de partido. (Panebianco, 2009), P72.

Jerarquía organizacional y estructura de partido

Los incentivos selectivos afectan la jerarquía del partido (la remuneración es mayor cuanto
más se sube en la jerarquía), ello comporta tres consecuencias principales: (Panebianco, 2009),
P73
1. Existe una presión a aumentar las diferenciaciones internas para aumentar el
número de las remuneraciones a distribuir.
2. El aumento de los puestos de responsabilidad desigualmente retribuidos
desde el punto de vista simbólico conduce a la devaluación
de los puestos de responsabilidad y disminuye el atractivo de los
cargos de la base.
3. Finalmente, una distribución diferenciada de incentivos selectivos de status
ligada a un sistema jerárquico, implica que los puestos superiores sean mejor
recompensados simbólicamente que los inferiores. Para el análisis de la jerarquía
en las organizaciones de los partidos Colombianos ver:(Marafuschi Phillips, 2015)
Hipótesis 4.
La diferenciación jerárquica de status es necesaria para hacer funcionar la
organización. (Panebianco, 2009), P74

La devaluación de los niveles inferiores tiene respuestas del partido: en primer lugar,
constante atención a la identidad colectiva (a la distribución de los incentivos colectivos) y el
desarrollo de actividades de patronazgo y/o una red de lazos extra-políticos (actividades
de asistencia, recreativas, etc.) que permiten distribuir incentivos selectivos adicionales.
(Panebianco, 2009), P75. Para un estudio sobre las redes y las jerarquías en los partidos de
en América Latina ver.(Zaremberg & Muñoz, 2013)

Hipótesis 5.

Los cargos públicos locales son formas de retribución que se añaden a los cargos internos,
así como los cargos en las asociaciones afines al partido. (Panebianco, 2009), P76.

Hipótesis 6.
La presencia de los creyentes es lo que explica sobre todo por qué los fines oficiales pesan
sobre la vida de la organización y por qué lo que se da generalmente es una articulación y
no una sustitución de los fines.

Resumiendo, en todo partido operan, en dosis variables, según específica combinación que
en él se produzca los diversos tipos de incentivos, militantes del tipo creyente y del tipo
arribista. Aunque queda claro que se trata de una distinción únicamente de tipo analítico y que
todo militante disfruta generalmente de una combinación de incentivos, lo cierto es que
habitualmente la mayoría de los militantes tiende a aproximarse al tipo creyente y sólo una
minoría al tipo arribista.

Es posible, pues, imaginar las negociaciones desequilibradas líderes-seguidores en los


partidos, como colocadas a lo largo de un continuum: en un polo se tratará de una relación
de intercambio fuertemente desequilibrada en favor de los líderes que tendrá la
semblanza del poder-dominio de Michels; en el otro polo habrá, por el contrario, un tipo de
intercambio más asimilable a un relación de «influencia recíproca». En Obler, 1964. No
encontraremos nunca casos puros de uno o de otro tipo: los juegos de poder verticales
que efectivamente se produzcan en los partidos, tenderán a colocarse en un punto u
otro de este continuum.

Hipótesis 7.
El problema entonces es intentar comprender qué es lo que hace al intercambio líderes-
seguidores sea tan desigual como para permitir a los primeros asegurarse no sólo la
participación sino también la máxima libertad de maniobra posible.

Bibliografía

Castaño Ortiz, G., Rivera, I., & Pinzón Murillo, P. (1973). Actividades y estructura de
poder en los partidos políticos colombianos. Bogotá: Universidad de Los Andes,
Facultad de Artes y Ciencias, Departamento de Ciencia Política.
Duque Daza, J. (2007). Los partidos políticos colombianos 1974-2006:
Subinstitucionalización de los partidos tradicionales y emergencia de
organizaciones políticas alternativas. Informe final del concurso: Partidos.
Duque, J. (2003). Partidos divididos y organización precaria, los partidos Liberal y
Conservador colombianos a través de tres décadas de débil institucionalización
organizativa. México: Tesis doctoral Flacso.
Duque, O., & Tovar, L. (1996). Partidos políticos y democratización de las instituciones
políticas. Derecho U.S.B., 23, 41-71.
Marafuschi Phillips, M. Á. (2015). Comportamiento político, jerarquía e igualitarismo.
Ciencias Administrativas, 3.
Murillo, G. (2003). Representación y participación: dos dimensiones complementarias en
la vida de los partidos políticos
(G. F & S. M Eds.). Pontificia Universidad Javeriana.
Panebianco, A. (2009). Modelos de partido: organización y poder en los partidos
políticos: Alianza.
Taylor, S. L. (1996). Rules, Incentives, and Political Parties: Electoral Reform in Post-
1991 Colombia: University of Texas at Austin.
Torres Melo, A. (1966). Qué es la oligarquía colombiana? : Ediciones del Caribe.
Villegas Arango, J. (1982). Petróleo, oligarquía e imperio: El Ancora Editores.
Villegas Londoño, J. (2013). ¿ Cómo la corrupción lleva a Colombia a tener un desarrollo
poco efectivo ya ser un país con tanta desigualdad?: Proyecto de Grado. Medellín:
Marymount School.
Zaremberg, G., & Muñoz, M. A. (2013). Redes y jerarquías (volumen 2): Participación,
representación y conflicto local en América Latina (Vol. 2): FLACSO
Mexico/IDRC.

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