Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
trabajadores
Breve biografía
Comienzos de su obra 2
Al llegar a Buenos Aires , tenía Grote treinta y un años cumplidos , y durante algo más
de siete años deberá desempeñarse en labores religiosas, apostólicas y misionales
encomendadas por su Congregación , favorecido por el manejo fluido del idioma que había
adquirido en poco tiempo y que no poseían todos sus compañeros de comunidad.
1
https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Grote
2
Auza, Nestor; Aciertos y Fracasos Sociales del catolicismo argentino- Grote y la estrategia Social; Ed:
Docencia, Don Bosco y Guadalupe; Bs As 1987
El ejercicio de su labor misionera puso a Grote en contacto con el país, ya que tuvo que
recorrer las grandes ciudades y los pequeños pueblos de las provincias del litoral, del centro y
del norte. En Buenos Aires, alcanzó a recorrer todos los barrios predicando misiones y
extendiéndose con igual propósito por los núcleos urbanos que rodeaban la Capital.
Una anécdota narrada por un colaborador pinta la actitud de Grote frente a lo social:
"Recuerdo cómo, hace ya muchos años, habiendo un orador en cierta festividad católica
afirmado que la Iglesia no pasaba de decir al obrero oprimido: 'ten paciencia, sufre con
resignación, que en el cielo tendrás tu recompensa y tu explotador su castigo', el padre Grote
pasó al escenario y refutó tal afirmación, manifestando que no bastaba con la caridad, sino que
era indispensable la justicia, y que el obrero tenía el derecho de reivindicar sus fueros tanto
como cualquier hombre de otra clase, agregando por fin que donde los cristianos toleraban sin
protesta de ninguna especie la injusticia, se tornaban cómplices de ella”
Ya que hablamos del hombre de Dios que él era, nada mejor que transcribir una de las
pocas líneas en que Grote se define a sí mismo: "Siempre aspiré a que llenaran mi vida
Jesucristo y las almas. Y por más pacíficos que sean estos dos amores, puedo aplicarles la
sentencia del gran amador del Cantar de los Cantares, cuando decía que es fuerte el amor
como la muerte, y atormentador el fuego que nace del amor más que el infierno. No quisiera
incurrir en inmodestia al decir que he vivido atormentado de esa fuego". La búsqueda de almas
lo llevó al campo social, y allí permaneció en incesantes trabajos durante varios años
La encíclica Rerum Novarum, fue para Grote la voz de alerta, el gran llamado, la que
alimentó el fuego que ya existía en su corazón y lo convocaba para hacerlo obrero entre los
obreros. En consecuencia, se puso a estudiar la encíclica, comprender su mensaje y, de paso,
trazar algunos caminos preliminares para iniciar los trabajos a los que el Papa convocaba a los
católicos
Propósitos y finalidades
Veamos cómo define la obra en el artículo primero del Estatuto. "Esta Asociación se
funda en la Capital de la República Argentina, con el fin de defender y promover el bienestar
material y espiritual de la clase obrera en marcada oposición a la funesta propaganda del
socialismo y de la impiedad que, mediante promesas engañosas de efímera felicidad, llevan al
obrero a su ruina temporal y eterna y acarrean a toda la sociedad males incalculables".
Observamos en este articulado y hay que remarcarlo, que el propósito del Círculo es "defender
y promover el bienestar material y espiritual de la clase obrera". Este solo rasgo identifica a la
obra y le asigna una nota diferencial sobre las existentes
La idea social y la obra de Grote se reflejan en el hecho de que forma Círculos de Obreros y no
una asociación que, aunque no se llame así será católica. Él quiere agrupaciones de obreros,
pero como la filosofía social católica no propugna la lucha de clases ni los enfrentamientos
sociales, y sí, por el contrario, la armonía y mutua cooperación, él consideraba que hacia el
Círculo debían confluir otros sectores que le presten el auxilio que aquéllos necesitan, a la vez
que se realizaba el modelo de la cooperación y amalgama de sectores sociales. Pero el eje, el
sujeto de los esfuerzos no será ayudar a las nacientes clases medias, y mucho menos a la
burguesía, sino, por el contrario, procurar que éstas desciendan hacia el Círculo para impulsar
el bienestar obrero y la promoción de los mismos. Los sectores sociales mejor dotados y
poseedores de mayores recursos generales debían concurrir en auxilio de los más necesitados.
Si Grote conocía bien un sector social del país, ese sector era el obrero, y comprendía que allí
se gestaba el mundo del futuro, tanto para el país como para el catolicismo
Medios concretos
¿Cuáles eran los medios que el Estatuto del Círculo Central enumeraba para dar
cumplimiento a las finalidades deseadas? Los medios eran varios y, a la vez, amplios, lo
suficientemente elásticos, como luego lo demostraría la práctica, para dar cabida a múltiples
acciones concretas. Los previstos en el Estatuto eran los siguientes: 1) La aplicación del socorro
mutuo; 2) Fundación de escuelas primarias y nocturna:,; 3) Creación de agencias de trabajo; 4)
Actividades de recreación de todo tipo; 5) Conferencias y exposiciones sobre temas científicos,
morales y religiosos; 6) Formación de cajas de ahorro; 7) Celebración de congresos obreros
para estudiar y resolver puntos de interés común al obrero; 8) Organización de una
conferencia de Círculos.
El primer Círculo se fundó con los primeros allegados a la obra, en la casa de los padres
Redentoristas. El acto formal de inauguración se llevó a cabo el 2 de febrero de 1892. ¡Duros
comienzos! No bastaba reunir adherentes, resultado que quizás podía obtenerse con
entretenimientos y algún servicio. Lo fundamental consistía en inyectarles el espíritu de la
nueva obra, tarea nada sencilla y para la cual estaba prácticamente solo el fundador. Las
incomprensiones no tardaron en llegar, y los pocos que lo acompañaban debían ser f armados
para salir al paso a las duras críticas que venían, no de los que pensaban distinto y se adherían
a otras ideologías, sino de los propios católicos que no concebían esa labor social
Aquella peregrinación, que sería la primera en la vida de los Círculos, se llevó a cabo el
29 de octubre. Reunió ella, según las crónicas periodísticas, unos seiscientos obreros. Al
finalizar el acto religioso en la basílica, según el cronista, "el padre Grote con frase correcta y
emocionada voz explicó en breves palabras los adelantos que, no obstante los inconvenientes
inmensos, había obtenido el Círculo de Obreros en el corto espacio de un año". Luego imploró
a la Virgen "derramara sus bendiciones sobre el pueblo y sobre el clero, ofreciéndole ese nuevo
ejército que se prestaba a su servicio". El voto mariano de Grote sería el primero de un
ofrecimiento constantemente reiterado. Las tres peregrinaciones sucesivas realizadas en
corporación dieron un tono religioso definido a los Círculos, y si bien ello podía perjudicarlos
ante los sectores exclusivamente obreros sirvió para ahuyentar los juicios equivocados de
muchos sobre la orientación de la obra.
Entre 1904 y 1910 se realizaron cuatro congresos de los Círculos, en distintos lugares del país.
Fueron jornadas de estudio, análisis y reflexión. Se reflexionó sobre todo de las debilidades de
los círculos y cómo afrontarlas. Por ejemplo, la escasa dedicación de los Directores Espirituales.
Otro obstáculo fue la carencia de recursos financieros. Además de ser estos congresos un
espacio de estudio y reflexión de las dificultades de los círculos, fueron recursos ordinarios de
formación, de creación de conciencia, de revitalización y de fervor
Alfredo Sánchez Gamarra, autor del libro “Memorias del padre Grote” explica y narra uno de
sus últimos encuentros con el Padre Grote, cercano a sus 80 años: “En las batallas sociales que
libró, por fuerza hubo de herir y ser herido. Hasta en el seno de las formaciones por él
acaudilladas surgieron diferencias de táctica, provocadas por la aparición de nuevos hombres
inspirados en los mismos ideales que él alumbró. A partir de 1910 tales divergencias fueron
cobrando intensidad. El Padre Federico Grote —maestro y caudillo— se hizo a un lado, y
nuevos valores juveniles tomaron de sus manos la bandera de redención social.” Pero sentía
más, si cabe, la pasión por las obras sociales, y en particular el anhelo de mejorar la condición
del obrero
Por todo lo dicho, y teniendo presente el título de este trabajo: el padre de los Círculos
de Obreros y apóstol de los trabajadores, creo que tendríamos que agregar “misionero”. Ya
que como afirma Padre César Sturba “Amó a Jesús hasta el límite de la renuncia de sí mismo.
Se apoyó en su madre del cielo, la Santísima Virgen de Luján, a la que veneró sin descanso
llevando a sus queridos obreros todos los años hasta el pie de su trono, en la basílica. Nos dejó
no sólo el vivo recuerdo de su ejemplo, sino su carisma espiritual plasmado en la Federación de
Círculos Católicos de Obreros. Y también nos maravilló con su santidad. Hoy la Iglesia nos invita
también a recorrerla. Recemos todos juntos para verlo pronto en los altares.” Además, no fue
el fin de los Círculos de Obreros Católicos, hoy contamos con la Federación de Círculos
Católicos de Obreros, el padre Federico nos está haciendo bien desde el cielo, intercediendo
por la obra y por todos los trabajadores.
3
http://www.cementeriochacarita.com.ar/?p=1792