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Javier Krauel Duke UNIVERSITY EL PROBLEMA DE ESPANA EN EL EXILIO: INDAGACION DE UNA POLEMICA EN LAS PAGINAS DE REALIDAD (1947-1949)* Dos exiliados republicanos, los dos ilustres intelectuales, sostuvieron a principios del ano 1947 una polémica de amargo final. Ambos fueron destacadas figuras de la vida intelec- tual espaftola anterior a la Guerra Civil, y ocuparon, cada uno en su medida, cargos de respon- sabilidad publica; ambos, también, encontraron refugio en Buenos Aires poco después del fin de la guerra’. Y alld, en el exilio porteno, acabaron las afinidades entre Claudio Sinchez- Albornoz y Francisco Ayala. destaca «por la univers as de Realidad, una revista que Emilia de Zuleta ralismo cosmopoli- intercambio tuvo lugar en las pa Jad y la clevacién de su mensaje>". Desde un ta, la revista supo acoger en sus dieciocho mimeros (de enero de 1947 a diciembre de 1949) lo mejor del pensamiento internacional de posguerra, desde Heidegger a Toynbee, pasando por Russell y Sartre. El acento espatiol y argentino lo pusieron destacadas figuras intelectuales de atios sobre una versidn antetior de este * Quiero agradecer a Juan Herrero Senés sus generosos come! trabajo. 1. Véase, sobre las trayectorias en el exilio de Ayala y Sinchez-Albornoz, ABELLAN, J. L. y MONCLUS, A. (coords.), El pensamiento espaol contempordnco y la idea de América, El pensamiento en el exi- lio, Anthropos, Barcelona, 1989, vol. 2, pp. 479-495 y pp. 531-545, 2. ZULETA, E., Relaciones literarias entre Espaita y la Argentina, Ediciones de Cultura Hiypanica del Instituto de Cooperacién Iberoamericana, Madrid, 1983, p. 258. El estudio de Zuleta contiene la mejor y més completa desc in de la revista, ademas de perceptivos juicios sobre algunos ensayos publicados en ella, incluida la polémica entre Sénchez Albornoz y Ayala. Véanse también, acerca de Realidad, LAFLEUR, H. R., PROVENZANO, S. D., y ALONSO, FP, Las revistas literarias argentinas 1893-1967, Ce América Latina, Buenos Aires, 1968, p. 22 tro Editor de y ANDUJAR, M., «Las revistas culturales y literarias del exilio Hispanoamérica», en ABELLAN, J. L., Fl exilio espariol de 1939, Tomo III, Taurus, Madrid, 1976, pp. 28-30. [931] JAVIER KRAUEL ncisco Romero hacia las veces de director, mientras que Francisco ambos paises: el filésofo Ayala y el pedagogo Lorenzo Luzuriaga, desde sus puestos de secretarios de redaccidn, « acaban adelante la revista. De hecho, cabe considerar el proyecto de Realidad, desde sus sta cuya apertura de mitas que inicios, como una colaboracién hispano-argentina revela bien a las claras el talante de Ayala, un escritor, diriamos con Claudio Guillén, mas plo como una re oportunidad tarquiano que ovidiano; esto es, un escritor que vivid el exilio mas como reto més como apertura hacia un proceso de universalizacién que como ola’, Mientras que, en ¢ que como desgraci lamentacién particularista por la pérdida de la cultura nacional espa caso de Séncher-Albornoz, la tendencia fue la opuesta, la querencia fue ovidiana, la pérdida de \ce poco menos que insuperable. «6 como uN tra ional, la cuestién del «ser histérico espanol», se convirticrs Ja cultura nacional se pre De ahi que la cuestién n: sn uno de los principales ejes de la polémica, Esta fue, por una parte, consecuencia de dos resis cayo Razin del mundo: un examen de conciencia intelectual (Buenos que Ayala expuso en su e Aires, 1944). La primera situaba el inicio de la marginalidad de Espa naciones europeas en el Renacimientos y la segunda explicaba tal mai a respecto del resto de nalidad a partir del pres ajuste entre ba ceso de descomposicién interna del Imperio espanol, es decir, a partir del di antes y su necesario comportamiento maquiavelista. A estas dos jana de los gober Sincher-Albornoz. opuso su propia interpretacién de los hechos, corrigiendo fechas sa la decadencia del Imperio’. Por otra parte aportando datos, dibujando causas alternatiy: avivaron la controversia los ataques a los presupuestos disciplinarios ¢ ideolégicos del advers. n que ni Ayala ni Siinchez-Albornoz supieron evitar io, un ilo de argument iciativa de lanzar una nueva revista cultursl 3. Segiin nos cuenta el propio Ayala en sus memorias, la I, de las editoriales Sudamericana y Losada, de la impren’ el capi vino del escritor argentino Eduardo Mallea indara, Véase AYALA, F., Recuerdos y olvidos, Alianza Editor ta Léper y de la sefiora dona Carmen € Madrid, 1988, pp. 360-365. 4, Véase, sobre la distinci6n entre estas dos respuestas valorativas al exilio, GUILLEN, C., F/ sol de / desterrados: literatura y exilio, Quaderns Crema, Barcelona, 1995, pp. 11-41 5, Sinchez-Albornoz sitia el principio de la decadencia de Espaia a mediados del siglo XVI (cow la p de Westfalia, en 1648) y cor como por sa desproporcién entre sus energlas, debilitadas por sus males orginicos, y lo gigantesco. de suis empresas», Véase SANCHEZ ALBORNOZ, C., «Polémica. Comencemos por estudiar et destino histérice controvertido (Conclusién)», Realidad, 6 (noviembre-diciembre 1947), p. 421 idera que la misma se produjo no tanto por un proceso interno de disohucie 6. Asi, para Ayala, las opiniones de Sinchez-Albornoz. son efecto del «ya insostenible mediados del sig al del saber seysin la concep idm naturalista de las ciencias». Véase, respe c, AYALA, E,, «Un destino controvertidos, Real (marzo-abril 1947), p. 301 y AYALA, E, ‘Albornoz, por su parte, arremeti «Respuestar, Realidad, 6 (noviembre-diciembre 1947), p. 42> contra cl pesimismo y contra la falta de formacién histories de ne ala bi lante atraccion de Debo a la historia y a mi estitpe castellana, el haber sabido sobrepone los dramsticos gestos del 98 y de la alucinante novedad de las weorfas de Ortega, Asomado a la historia con mente contradic seren lad castellana, he escuchado a Ia historia gritarme cu 1a y otra vex una respuesta a las hipétesis consagradas que trataban de explicar el enigma espaiiol. Y he aqui el por qué de mi dist [932] INDAGACION DE UNA POLEMICA EN LAS PAGINAS DE REALIDAD (1947-1929) Tal es la dimensidn ostensible de la polémica, sin duda la menos fecunda, Peto es su dimensién oculta, la que encierra los presupuestos historiogrificos y metodolégicos comunes Ayala y Sénchez-Albornoz, la que nos va a interesar. Esta dimensién oculta, este fundamen- «0 implicito sobre el que se construyeron las posiciones antagonistas de la polémica, tiene su expresidn sintomatica en el tinico punto de acuerdo entre Ayala y Sinchez-Albornoz, En un momento de la polémica, aclara Ibornoz que no tiene reparo alguno a las opiniones de Ayala respecto al edeber del mundo hispanico frente al futuro»’. En efecto, tanto Sanchez Albornoz como Ayala coinciden en el hecho de que el mundo hispanico tiene un debe misién, una obligacién cuyo conte inche: 5 una ido consiste en moldear los ideales de cultura de posgue- rra recuperando el espiritualismo universalista del primer imperio, la politica de Cristo que se habia conservado inerte en el «ser histérico espanol» En lo que sigue nos ocuparemos de poner en claro los presupuestos historiogrificos y metodoligicos que hacen posible este consenso en torno al deber del mundo hispinico. La hipstesis del trabajo es que Ayala y Sinchez-Albornoz, tanto en la narrativa historica que con- figura el sujeto de este deber (cl mundo hispénico) como e que determinan el contenido del deber mismo, coincide: formulaciones que Ram Hispanidad (1934)'. No se me escapa que yuxtaponer el pensamiento de Ayala con el de Maeztu puede ser juzgado a primera vista como una aberracién ideoldgica, como un irresponsabilidad. O como las tr las relacione: ntre saber y poder . un tanto paradéjicamente, con las o de Macztu consigné unos aftos antes en su Defensa de la acto injusto © como una cosas a la vez, Quede claro que el trabajo no quiere trivia- diferencias entre el reaccionarismo de Maeztu y el liberalis mo de Ayala. Tampoco quiere ignorar las profundas, dolorosas, irrecone abiertas por la guerra civil en la soc lizar las importantes ~y decisiv: bles divisiones dad espaftola. De lo que se trata, mediante la yuxtaposi- cin de Ayala con Maeztu, es de seguir reflexionando, dentro de una tradicién relativamente bien establecida, acerca de la ambivalencia politica del discurso hispanoametic: qnier caso, si no es facil yuxtaponer a Ayala con Maeztu, todavia m: hispanismo esta fundamentado en un sta”. En cual- enos lo es afirmar que su 1 comtin narrativa histérica y en una comtin conceprua- dencia frente a mi amigo Ayal: SANCHEZ ALBORNOZ, C., «Polémica, Comencemos por estudiar cl destino hist6rico controvertido», Realidad, 4 (julio-agosto de 1947), p. 120. 7. Sinchez-Albornoz, «Polémica. Comencemos por estudiar el destino histstico controvertiden, p. 116 8. Aunque la primera edicidn es de 1934, Defensa de la Hispanidad recoge una serie de art cados por Maeztu en la revista Accién Fipatola (1931-1936). Sobre Accién Espanol Los origenes ideoldgicos del franquismo: Accién Espaitola, Alianza, Madeid, 1985, slos publi- se MORODO, R., 9, Algunos de los elementos mas importantes de esta tradicién son: PIKE, Spanish Conservatives and Liberals and Their Relations with Spanish America, Dame, 1972; PEREZ MONTFORT, R., Hispanismo y de Cultura Econémica, México, 1992, pp. 16-30; E! E. B,, Hispanismo, 1898-1936. University of Notre Dame, Notre lange: los suerios imperiales dela derecha expaftla, Fondo CUDERO, M.A., «Hispanist Democratic Thought versus Hispanist ‘Thought of the Franco Era: A Comparative Analysis», en PEREZ DE MENDIOLA, M. (cd.). [933 |

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