Vous êtes sur la page 1sur 11

 

 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

1. Adolescentes Infractores de ley en el contexto penal

Adolescente infractor de ley: aspectos conductuales

Los trastornos de conducta se pueden manifestar de muchas formas: robo, fugas de


la casa, mentiras frecuentes, cimarra frecuente, violación sexual, empleo de armas,
frecuente inicio de peleas, consumo de alcohol y drogas, violación de propiedad
privada, provocación deliberada de incendios, crueldad física con personas y/o
animales.

Las conductas se caracterizan por tres elementos: temporalidad, no transitoriedad y


penetrabilidad. Esto significa que las conductas se mantienen en el tiempo, no son
aisladas, por lo tanto no son transitorias y van tiñendo todas las áreas del desarrollo,
es decir, van penetrando. Los trastornos de conducta han sido abordados por
muchos autores desde el punto de vista psicopatológico, porque una cosa es
describir signos y síntomas propios de los trastornos de conducta, como se hace en
las clasificaciones, y otra cosa es relacionar estas conductas con ciertas patologías,
como han hecho algunos autores, entre ellos Jeammet, Braconnier, Chartier,
Marcelli y Ladame, que han establecido que en estos adolescentes difíciles existe
como base la patología del abandono o alguna psicopatía. En este contexto, Dorothy
Otnow-Lewis planteó, en el año 2002, que existirían en estos adolescentes tres tipos
de vulnerabilidad: siquiátrica, cognitiva y neurológica, que se manifestarían en el
contexto de un proceso de desarrollo.

Dimensiones clínicas en los trastornos de conducta

La vulnerabilidad significa que a estos adolescentes les es difícil percibir su mundo


interno, debido a su actitud desafiante, oposicionista o indiferente; no están
acostumbrados a recibir empatía y rechazan al adulto antes de ser rechazados; sus
características clínicas bordean varios diagnósticos, como retardo mental, epilepsia,
trastorno del ánimo, psicosis y trastornos de personalidad, entre otros; en ocasiones
viven episodios alucinatorios, tienden a sentirse amenazados y se protegen llevando
armas; la sintomatología depresiva se asocia a la irritabilidad y la ira; las ideaciones
e intentos suicidas son frecuentes y el abuso de drogas y alcohol es muy frecuente.
La vulnerabilidad más perturbadora es el precario desarrollo moral y la falta de
comportamiento empático con el otro, lo que para muchos autores es una falla de la
capacidad de ética y reflexiva.

Generalmente hay antecedente de accidentes, traumas o enfermedades del sistema


nervioso que determinan el canal que va a seguir el desarrollo neurobiológico; pocos
de estos niños sufren epilepsia, pero muchos tienen un electroencefalograma con
alteraciones menores; los síntomas neuropsiquiátricos más comunes son las
amnesias breves del comportamiento y los episodios de deja vu (ya vivido); el déficit

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

atencional con hiperactividad y predominantemente impulsividad es propio del


adolescente con trastorno de conducta. Los test de inteligencia muestran resultados
modestos, aunque interpretar estos test en el contexto de estos jóvenes no es tarea
fácil; los trastornos de aprendizaje son muy frecuentes, particularmente en el campo
verbal. La asociación de dificultad perceptivo motora, déficit atencional y leve retraso
mental hacen de los aprendizajes una experiencia frustrante, lo que favorece la
deserción escolar. La autora plantea que estos adolescentes han llegado a su
estado actual a través de un continuo evolutivo, que parte en los primeros años de
vida, con la presentación de patrones interactivos anómalos que pueden alterar los
procesos regulatorios del sueño, la alimentación, etc. A medida que el niño crece
aparece la ansiedad de separación, el trastorno oposicionista-desafiante y el
trastorno de conducta, que se observa en la adolescencia; posteriormente, se
presenta el trastorno de personalidad antisocial.

El continuo evolutivo (Dorothy Otnow-Lewis, 2002)

Existen factores genéticos que favorecen la agresividad y el comportamiento


violento, lo que se ha demostrado a través de tres tipos de observación:

Factores de transmisión genética en el desarrollo de la agresividad desde la niñez


hasta la adultez.

Condiciones ambientales que interactúan con los factores genéticos.

Evidencia adicional y directa de factores genéticos de la agresividad, presentada


desde la perspectiva de la genética molecular, que demuestra la presencia de ciertos
mecanismos bioquímicos asociados con la agresividad y que pueden tener su origen
en algunos genes y/o moléculas específicos.

Según estudios del comportamiento agresivo en gemelos monocigotos y dicigotos, el


factor genético explicaría entre 42% y 60% de la variabilidad del comportamiento
agresivo; sin embargo, actualmente se considera que las contribuciones genéticas o
ambientales se modifican a lo largo de la vida, por lo tanto, es importante conocer los
antecedentes familiares de conducta agresiva y delictual, pero no es un elemento
que explique todo.

En cuanto al desarrollo cerebral, a través de la vida se producen cambios marcados


en cuanto a volumen, metabolismo, mineralización, flujo sanguíneo, receptores y
selección de sinapsis. La adolescencia es una etapa de mayor vulnerabilidad en
estos aspectos; se ha descrito un aumento de ciertas moléculas, principalmente
dopamina, en el cerebro adolescente, lo que facilitaría el acceso de ciertas
sustancias, como la marihuana y la cocaína.

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

Tasa de cambio de los distintos componentes del desarrollo cerebral

Por otra parte, existen dos elementos que se presentan en forma constante en la
historia de los chicos infractores de ley: los traumas perinatales y la malnutrición, que
sin duda alteran el proceso de desarrollo cerebral. En el acápite siguiente se
comprara la densidad sináptica del cerebro en distintas etapas de desarrollo, con
una clara disminución de las sinapsis en la adolescencia, probablemente a causa de
estos elementos.

Influencia del trauma perinatal y la malnutrición en la densidad sináptica


cerebral

Existe un período sensitivo para el desarrollo precoz de las actividades sociales y el


lenguaje, como también para la adquisición del pensamiento simbólico y otras
habilidades cognitivas, que tienen períodos críticos en los primeros años de vida,
que son justamente los más dificultosos en los adolescentes infractores.

Período sensitivo para el desarrollo precoz

La especialización del cerebro adolescente se puede alterar en su desarrollo normal


por el abuso de sustancias en este periodo (spears, 2003). Dentro de este desarrollo
se incluye al temperamento, la sensorialidad (esquema corporal) y los procesos
regulatorios y se sabe que el temperamento tiene un componente genético
importante. El temperamento temprano no necesariamente es un presagio de
agresividad posterior, pero existe evidencia de que el patrón de comportamiento se
continúa desde la infancia hasta la adultez.

Farrintong y Kagan sugieren que los comportamientos agresivos constantes después


de los tres años de edad se asocian con el inicio de conductas problemáticas y
dificultades en las relaciones interpersonales (Farrington DP. The family
backgrounds of aggressive youths. In: Hersov LA, Berger M, Shaffer D (eds).
Aggression and antisocial behavior in childhood and adolescence. Oxford,
Pergamon, 1978: 73-93) y otros autores describen que niños que manifiestan
problemas de agresión a los ocho años de edad, presentan problemas similares en
la adolescencia y la adultez (Lara-Muñoz MC, de la Peña F, Castro A. Consistencia y
validez de las subescalas del cuestionario de Conners para la evaluación de
psicopatología en niños. Bol Med Hosp Infant Mex 1998; 55:712-20). Asimismo, se
han señalado las siguientes asociaciones: entre temperamento difícil y trastornos de
conducta (Thomas y cols., 1968); entre inhibición conductual y trastornos de
ansiedad (Biederman, 1993); entre factor de extraversión y problemas de
alcoholismo (Wennberg, 2002); entre desinhibición conductual y trastornos de
conducta externalizados y déficit de atención (Hirshfeld-Becker y cols., 2002) y entre

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

búsqueda de lo novedoso y abuso de sustancias (Rose, 1995). Respecto a la


protección, Werner y Garmezy (1989) han señalado el valor de la actividad y de la
sociabilidad en los niños resilientes.

Adolescente infractor de ley: aspectos intrapsíquicos y relacionales

Entre los aspectos intrapsíquicos y relacionales de estos adolescentes destaca la


historia de carencias vinculares, con las consiguientes dificultades en el desarrollo
de la identidad y la identificación. Esto se entiende mejor desde la teoría del apego,
ya que en las historias de desarrollo de estos chicos aparecen estilos vinculares de
apego inseguro, principalmente de apego desorganizado. Fonagy plantea que ante
ciertas emociones, como por ejemplo la angustia, el niño emite señales que un
adulto debe contener para que el niño las internalice como un modelo de contención
eficiente; en estos niños esto no ocurre, sino que la señal afectiva moviliza ansiedad
en el adulto o cuidador, quien no consigue contener la angustia, lo que hace que se
desarrollen defensas habituales contra el afecto, de tipo distanciamiento, violencia,
maltrato, abandono. El niño, entonces, internaliza la “contención deficiente”, como un
estado en que la angustia queda intensificada y descontenida.

Modelo de apego inseguro (Fonagy, 2002)

Este modelo de relación de apego inseguro, de tipo ansioso o desorganizado, viene


desde la experiencia interpersonal del niño con el cuidador, pero a su vez esto viene
del proceso reflexivo del cuidador con respecto a lo que él entiende por relación de
apego, que por lo general calza con el modelo ansioso y desorganizado y surge
desde la experiencia interpersonal del propio cuidador. Todo esto se da en el plano
de la intersubjetividad de las relaciones.

Modelo de apego inseguro: ansioso-desorganizado (Fonagy, 2002)

Daniel Stern plantea que las experiencias de vida se conforman a partir de un


sinnúmero de momentos emergentes, que se presentan en forma de sensaciones,
afectos, acciones, estimulación, motivación, etc. Estas experiencias van
construyendo experiencias representadas, a partir de modelos sensoriomotores,
perceptivos, conceptuales, etc.; esta red de modelos permite que estas experiencias
queden guardadas y registradas en forma de representaciones evocadas y/o
actuadas (refiguradas), las que posteriormente se pueden evocar a través de
fantasías, recuerdos y narraciones autobiográficas. Las representaciones que
quedan registradas son muy difíciles de trabajar desde la perspectiva de la
rehabilitación.

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

Registro de las experiencias vividas (Stern, D., 1995)

Un elemento importante en el aspecto relacional de estos adolescentes es el de las


carencias afectivas, que están muy ligadas a situaciones de angustia, abandono,
maltrato y abuso, que se encuentran como denominador común en estos chicos.
Aubry plantea que la presencia de esta angustia puede tener tal efecto en la
conformación de la mente, que muchas veces las estructuras psíquicas quedan
detenidas, atrofiadas o desintegradas. Por eso, muchas veces una conducta que
aparece como muy desadaptativa para el observador, en su momento fue una
respuesta adaptativa adecuada para ese sujeto, en el contexto que le tocó vivir.

Influencia de la angustia en el desarrollo de trastornos conductuales, según


Aubry

Otro elemento es la identificación de la identidad, de la cual han hablado muchos


autores, entre ellos Erikson, que plantea que la identidad surge en la construcción
progresiva del niño hacia el adulto. Kestemberg apunta a la necesidad del sujeto de
ir multiplicando experiencias y logrando identificaciones de carácter parcial, a través
de mediadores; si éstos son de mala calidad se pueden producir los trastornos
identificatorios. Esto se ve con frecuencia en la historia de los sujetos infractores de
ley, cuyos mediadores, aun siendo figuras vinculares, no son figuras protectoras o
prosociales, sino que son figuras de mucho riesgo, como proxenetas, etc.

Desarrollo de los trastornos de identidad

La desesperación que provoca la falta de identidad lleva a los adolescentes a una


lucha por ésta, que se libra en tres campos simultáneos: lucha por construir el nuevo
esquema corporal; lucha por construir su nuevo mundo interno y lucha por construir
su nueva sociedad. Desde ese punto de vista, un elemento central en el tema
identificatorio es el estar en la calle, que se da a través de un proceso y es un
elemento de identidad muy fuerte, principalmente en infractores de ley, que en su
mayoría tienen familia y escuela, pero en algún momento salen a la calle y
comienzan a buscar identidad y pertenencia en aquellos grupos de pares de la
esquina, o en las pandillas en el barrio. Este proceso de socialización callejera va
ganando terreno a la familia y la escuela y los adolescentes desarrollan estrategias
de sobrevivencia compatibles con una identidad transgresora, como el uso de
drogas y armas y la participación en la explotación sexual. En este proceso el sujeto
se va dando cuenta, a través de distintas vivencias, de lo que hace la diferencia
entre los vivos y los “agilados” y va descartando progresivamente el contexto familiar
y escolar.

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

Estar en la calle (F. Pollarolo, A. Maturana - Conace, 2004)

En adolescentes infractores de ley es muy importante entender la importancia del


delito en la construcción de la identidad, lo que obliga a intervenir desde el contexto
sociocultural. Chartier señala que las experiencias de abandono determinan una
dimensión depresiva, más frecuente en la adolescente mujer, que se manifiesta
mediante autoagresiones y conductas internalizadas; y una dimensión sicopática,
que se expresa a través de la heteroagresión y conductas externalizadas, más
propias del varón. Estas experiencias de abandono originan un cuadro clínico
especial, que se caracteriza por: impresiones de extrañeza familiar; cambios
impredecibles de las conductas, presentando de pronto conductas totalmente
contradictorias con las de los días previos; saltos de humor permanentes; intensidad
de reacciones afectivas, tanto positivas como negativas; reivindicaciones brutales y
desenvestimentos abruptos. Estas son las conductas más susceptibles de hacer
suponer una patología carencial antigua en un adolescente (Chartier, 1999).

Otras característica clínica es la dificultad para acceder a la dimensión simbólica,


que se manifiesta como perturbaciones de las funciones del lenguaje y cognitivas,
por ejemplo, retraso y mala calidad del lenguaje, tendencia a utilizar un sistema de
comunicación basado en palabras claves, como la palabra-frase, no término de
frases que permanecen en suspenso, ortografía fonética y sintaxis profundamente
alterada. En el plano cognitivo, este tipo de adolescente se caracteriza por la
aparición de ciertos elementos que no necesariamente tienen que ver con retardo
mental, sino con la presencia de desarmonías cognitivas y del contenido del
pensamiento que hacen que sus ejecuciones y logros sean muy discordantes, es
decir, pueden lograr muchas cosas, pero fallar en forma inexplicable en otras. En
una evaluación rápida no siempre se detecta esto, de modo que se debe profundizar
con ciertos test psicológicos para pesquisar estas características (Bernard Gibello,
1985).

Otras características son: la dificultad para representar acciones pasadas y


presentes y para anticipar acciones futuras; la desorientación espacial, que se
manifiesta en adolescentes con dificultad para construirse una historia, ya que han
tenido múltiples cuidadores, creando una discontinuidad sensorial, temporal y
espacial. El adolescente carenciado vive en el presente inmediato, sin ninguna
percepción objetiva del tiempo pasado y la posibilidad de proyectarse en el futuro es
particularmente deficiente. (Lemay, 1975). Esto hace que sea muy difícil trabajar con
estos adolescentes con un lenguaje formal, por lo tanto hay que planificar
intervenciones, e incluso evaluaciones, en la línea sensorial o lúdica.

El sufrimiento infantil puede ser causado por diferentes tipos de maltratos “visibles”,
entre ellos la violencia física, la violencia sexual, el abandono y la negligencia; todos
ellos provocan comunicaciones destructivas, que producen, por una parte,
contenidos traumáticos, como se llama al dolor invisible de los malos tratos, y por

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

otra parte genera mecanismos adaptativos de autodestrucción y/o destrucción de


otros, configurando conductas que son “normales” o adaptativas para ese sujeto;
pero también existe otro tipo de maltrato, que no es tan evidente porque no es visible
y que es el maltrato psicológico, “la más invisible de las violencias”, que
generalmente producen un tipo de conducta ligada al rechazo (violencia centrífuga),
que hace que el sujeto tienda a incomunicar, aislar, aterrorizar, culpabilizar y
denigrar al otro, o bien producen conductas de simbiotización (violencia centrípeta),
como manipulación afectiva, indulgencias excesivas, seducción, corrupción e incesto
psicológico. El rechazo está en la base de los traumatismos y demoliciones
psicosociales y de los trastornos de personalidad y la simbiotización, en alteraciones
psicopatológicas como depresión, psicosis, anorexia, toxicomanías.

El contenido de los daños de las víctimas de malos tratos infantiles ocasiona


trastornos del apego, traumatismos múltiples, trastornos del desarrollo, trastornos de
la socialización y trastornos de los procesos resilientes. Las consecuencias de los
procesos traumáticos se ven: en el área afectiva, como trastornos de la empatía,
trastornos emocionales y trastornos de la autoestima; en el área cognitiva, como
trastornos cognitivos, trastornos disociativos y trastornos de la identidad; en el área
conductual, como conductas autodestructivas, violencia hacia los demás y consumo
de sustancias; en el área relacional, como trastornos del apego o la vinculación; pero
lo más importante es que se altera la capacidad de reflexión ética, porque el hecho
de que sean los adultos quienes le provocan daño hace que el modelo ético que
recibe y aprende el niño esté condicionado por esa experiencia (Barudy y
Dantagnan, Formación y consultoría).

El los adolescentes infractores de la ley aparecen ciertas comorbilidades que es


necesario evaluar: déficit atencional, trastornos del ánimo, autoagresión, intentos de
suicidios, trastornos del desarrollo de la personalidad, principalmente de tipo
borderline, ciertos desarrollos sicopáticos, trastornos por el uso de sustancias,
trastornos disociativos graves y cuadros sicóticos, de acuerdo a lo que comunican
distintos autores (Bloom, 2005; Dorothy Otnow-lewis 2002, 2004, 2005; Kaplan y
Cornell, 2004; De la Peña, 2006.) También aparecen trastornos de salud mental
asociados y derivados del consumo, como intoxicación aguda, síndrome de
abstinencia, trastornos afectivos y trastornos sicóticos.

Características del infractor de ley adolescente

Los infractores de ley adolescentes llegan a este estado debido a que su proceso de
desarrollo ha sido interferido por contextos adversos, caracterizados por historias de
carencia y maltrato, con rupturas de lazos familiares, abandono, abuso sexual,
fracaso o deserción escolar y entornos en los que prima la violencia, el microtráfico
de drogas y/o los patrones de conducta delictuales, entre otros (Norma técnica para

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

el tratamiento integral en adolescentes infractores de ley con consumo problemático


de alcohol- drogas y otros trastornos de salud mental 12 de Febrero 2006 MINSAL-
CONACE- SENAME)

Estudios recientes sobre factores de riesgo en delitos juveniles graves, indican que
son un grupo con múltiples factores de riesgo: problemas de conducta tempranos,
problemas de drogas, fracaso y exclusión escolar, vagancia, negligencia parental,
victimización temprana, experiencias de maltrato, abuso sexual y abandono
(Schneider, en Shaw M. 2000; “(Audit Comission, UK 1996). Otros factores de riesgo
predictores de problemas de conducta y delito en jóvenes son: pobreza y vivienda
insalubre, ruptura del núcleo familiar, descuido paterno, malos resultados
académicos (Jornada de reflexión prevención y tratamiento: drogas, delitos y
vulnerabilidad social: Intervención integral clínica-comunitaria, CONACE 2006).

La Dra. Fanny Pollarolo, que actualmente está en el SENAME, ha descrito a los


niños, niñas y adolescentes en vulnerabilidad social, como un sector de la población
infanto-adolescente que realiza su proceso de desarrollo en condiciones
especialmente desfavorables, por la acumulación de factores de riesgo, graves y
masivas vulneraciones de sus derechos y condiciones de vida en exclusión social,
de modo que presentan alto riesgo de consumo de drogas y otras problemáticas
biopsicosociales. Sin embargo, la observación de estos infractores adolescentes
demuestra que ellos no sólo desarrollan deficiencias, sino que también desarrollan
habilidades, pero éstas son moldeadas por contextos adversos; la idea es lograr que
ellos aprendan a utilizar estas habilidades de una manera diferente. Esta población
vulnerable es heterogénea y se compone de subgrupos específicos: los que viven en
la calle (caletas); los que conforman grupos de esquina; los que conforman pandillas;
en vagancia; en trabajo informal y en explotación comercial sexual. Los elementos
comunes de estos grupos son: el consumo de drogas, las conductas transgresoras
de la ley y el fracaso en el sistema de educación formal, de modo que son
adolescentes desescolarizados (desertores del sistema) o en alto riesgo de
deserción o pre-desertores.

En un estudio realizado por el SENAME y la Universidad Católica de Chile en el año


2005, se analizó el perfil de los jóvenes infractores en una muestra de 1.468 casos:
653 ubicados en medio privativo de libertad y 815 en medio libre. Se encontró un
alto nivel de prevalencia mes de consumo de sustancias: en primer lugar la
marihuana (42,3%), seguida por la cocaína (9,3%) y la pasta base (10,5%), la
chicota (flunitrazepan, 8,9%), inahalantes (2,4%) y cualquier droga en el mes (46%).
La prevalencia anual de consumo de droga de los adolescentes infractores
residentes en medios privativos de libertad fue de 85,6% y de los que estaban libres,
67%. En la población adolescente general el porcentaje de consumo es menos de
10%. Es interesante el hecho de que, a medida que las mujeres pasan a medios
cerrados, el riesgo de consumo elevado aumenta. Se entiende por consumo
frecuente al consumo por 20 ó más días en el mes previo a la detención para la

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

cocaína, o 10 ó más días en el mes previo a la detención para la pasta base, que no
es la de uso más frecuente, pero es la que produce más daño y dependencia. Los
adolescentes que están privados de libertad tienen mayores signos de dependencia
y está claro que mientras más grave el delito, mayor es el antecedente de consumo.

La asociación entre consumo de droga y comisión de delitos, entendida como


asociación y no como relación causa-efecto, es bastante clara: a medida que
aumenta el número de detenciones, la prevalencia de vida de consumo de
marihuana o cocaína aumenta, con cifras mucho mayores en los sujetos que tienen
más de cinco detenciones, los que además consumen drogas más complejas o
presentan policonsumo, en el que siempre se incluye el alcohol. Este patrón es
característico del adolescente, a diferencia del adulto, que tiende al consumo
exclusivo. Otro dato importante es que, si bien en todos los delitos aparece la
asociación con el consumo de drogas, mientras mayor es la gravedad del delito, más
fuerte es esta asociación, de modo que la intervención se debe diseñar
considerando esto. También existe algún grado de asociación entre la reincidencia
en el delito y la reincidencia en el consumo, pero no necesariamente una cosa
asegura que se produzca la otra. Por otra parte, los delitos que aparecen asociados
a drogas aumentan a medida que aumenta la edad.

El perfil de los infractores de ley actualmente en tratamiento y rehabilitación en


drogas, es el siguiente:

La edad de población atendida va entre de 14 y 15 años, 21%; 16 y 17 años, 66%;


18 años y más, 13%.

Edad de inicio del consumo, 12 años.

Sexo masculino, 91,6%; femenino, 8,3%.

La droga más consumida es la marihuana.

Los consumidores tienen compromiso biopsicosocial severo.

En mujeres, el consumo de alcohol es mayor que en los hombres (22,8% y 17,2%


respectivamente).

El consumo es mucho más frecuente en el sexo masculino que el femenino, pero los
indicadores de daño son mucho más altos en las mujeres que ingresan al programa
de tratamiento.

La escolaridad promedio llega hasta 6º básico, con cuatro años de deserción del
sistema escolar.

Hay historia de fracaso de tratamientos con anterioridad, falta de motivación para


iniciar tratamiento en drogas y familias multiproblemáticas, sin motivación para
participar en el proceso de tratamiento.

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

En los adolescentes de contextos privativos de libertad se detectaron las siguientes


psicopatologías asociadas: déficit atencional, trastorno del comportamiento, trastorno
del ánimo, intento de suicidio, trastorno oposicionista desafiante, daño orgánico.

Los delitos más frecuentes: delito simple, 62%, infracción grave, 33%; falta, que
desde el punto de vista judicial no es un delito, 4,2%; por protección y otros, 0,5%.

Por lo tanto, son adolescentes que presentan acumulación de condiciones adversas


y escasos factores de protección, ya que viven en entornos de alto riesgo, con
distintos grados de abandono o violencia intrafamiliar y tienen experiencias escolares
marcadas por el fracaso y la discriminación. La calle y sus pares son el espacio de
socialización, el lugar donde desarrollan habilidades de supervivencia y la “oferta”
principal para sus tareas de desarrollo. No cuentan con condiciones para satisfacer
las necesidades psicoafectivas y de aprendizaje que se requieren para un desarrollo
integral y psicosocial. Tienen grandes capacidades y habilidades, pero éstas tienden
a ser moldeadas desde lo trasgresor.

Estos individuos tienen una gran vulnerabilidad social, definida por la relación entre
los recursos del sujeto y las oportunidades que le ofrece la sociedad, y una
vulnerabilidad clínica, dada por la relación entre los aspectos deficitarios y las
potencialidades del sujeto; esta vulnerabilidad se puede amplificar o inhibir según
factores del contexto y tiene su expresión en la salud física y mental del sujeto. Por
lo tanto, las intervenciones que se planifiquen no sólo se deben efectuar desde el
ámbito de lo social, sino también desde el ámbito clínico.

A continuación se muestran los niveles en los cuales se desempeña cada individuo y


que son los distintos niveles de intervención. Así como es importante entender lo que
ocurre a nivel social, es muy importante entender las bases orgánicas, o
neurobiológicas, de las conductas transgresoras y delictivas, tanto en términos de la
historia del sujeto como de los aspectos intrapsíquicos y relacionales que
contribuyen al desarrollo de estas conductas, en conjunto con el entorno social y
cultural.

Niveles de desempeño de los individuos

La realidad social actual que los adolescentes enfrentan, tal como lo plantea Carmen
Arbex, socióloga española conocida por su trabajo en adolescentes, consumo de
droga y vulnerabilidad social, se caracteriza por: perspectiva de futuro negativo;
tendencia al hedonismo y por tanto, a la búsqueda del placer fácil; presentismo, es
decir, el placer tiene que ser ahora y no después; transformación química de los
estados de ánimo; impulsividad; individualismo y desintegración social; baja
tolerancia de la frustración y problemas de integración social. Todos estos elementos
dan un contexto que facilita que los adolescentes desarrollen vulnerabilidad. La

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 
 
 
INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO
 
 

conducta de consumo, transgresora, se debe analizar desde la perspectiva de la


comprensión de la conducta, pero también desde una perspectiva histórica, ya que
ambas en conjunto permiten tener, además, una visión pronostica.

ICEPH – INSTITUTO DE CAPACITACION Y ESPECIALIZACION PADRE HURTADO


Ecuador 85, Esquina Arlegui, Centro de Negocios Housenovo, 1° piso, Viña del Mar –
contacto@iceph.cl - www.iceph.cl – Teléfono 032-3114350 
 

Vous aimerez peut-être aussi