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Universidad de Chile

Facultad de Filosofía y Humanidades

Departamento de Ciencias Históricas

“Prostitutas en el Siglo XVI”

“Y ¿cuál es más de culpar,

aunque cualquiera mal haga,

la que peca por la paga

o el que paga por pecar?”

Sor Juana Inés de la Cruz

Profesor: Juan Cáceres M.

Profesora Auxiliar: Scarlett Bravo Andrade

Integrantes: André Barraza

Eduardo Ramírez
Hay investigadores que sitúan los estudios sobre la prostitución femenina en un nivel
primario, esto se debe a que es considerada una actividad que está asociada al papel sexual
que cumple la mujer, lo cual contribuye - desde la perspectiva de este pensamiento- a
fortalecer y enriquecer el mito de la existencia de una naturaleza femenina; por el contrario de
ello, creemos que la prostitución nos permite un análisis de lo que se conoce como la
“división sexual de los roles”. A través del presente ensayo se intentará demostrar que la
elección de ejercer la prostitución por parte de algunas mujeres novohispanas es el resultado
de una tensión entre los roles masculino y femenino, dando una perspectiva de género al
trabajo; por tanto veremos el marco social en que se encuentra la mujer, la historia de la
prostitución y si existía en América previa a la llegada de los españoles, para finalmente
centraremos en las condiciones que orillaron a estas mujeres a optar por este modo de vida.

Como ya lo hemos mencionado, debemos precisar que la mujer en lo que abarca la


denominada Edad Media y en adelante, según una base teórica, fue desdeñada y dejada de
lado; esto debido a la influencia de algunos pensadores de la Antigüedad y a otros que se irán
desarrollando propiamente tal durante el mismo período. Uno de estos pensadores,
Aristóteles, caló hondo – aunque no directamente- en la construcción teórica de la imagen de
la mujer, pero serán las interpretaciones que realizará Tomás de Aquino sobre este, sumado a
otros pensadores medievales quienes finalmente darán paso a la imagen teórica de la mujer.
1
La mujer será considerada como un ser inferior frente al hombre , al ser considerada débil y,
por ende, que su sometimiento al hombre se terminará aceptando como algo “natural” –
2
según lo plantea Clara Martínez - en la sociedad y la política medieval.

Prostitución

La prostitución que viene del latín prostituío, -ónis, significa “​acción y efecto de prostituir o
prostituirse. Actividad a la que se dedica la persona que mantiene relaciones sexuales con
otras, a cambio de dinero”3. Esta ha sido calificada eufemísticamente como la “profesión
más antigua del mundo”, esto debido a que hay registros históricos de ella desde larga data y
se podría decir que en todas las sociedades (patriarcales). Ahora bien, más allá de los

1
​Ricardo Walter Corleto OAR. (diciembre 2006). La mujer en la Edad Media. Revista Teología, Tomo XLIII,
655-670.
2
​Martínez, C y Marín, M. La Querella de la Mujeres. Curso de Doctorado: Arqueología e Historia de las
mujeres.
3
Diccionario de la Lengua Española, RAE, 21ª Edición, Madrid, 1992
registros que se concen, se discute el argumento de que desde le punto de vista
socioeconómico, el intercambio de favores sexuales a cambio de bienes materiales requiereun
tipo de aucmliacuñon capitalista o asimetría en el acceso a recursos, o bien una diferencia
social que es poco probable se haya dado en las primeras comunidades humanas.

La prostitución en la América Prehispánica

Cuando se habla de la prostitución en América siempre se nos ha hecho creer que esta fue
traída por los conquistadores pero lo cual no fue así, ya que existen registros que indican lo
contrario.

Hay que entender que desde una perspectiva histórica, la prostitución va cambiando según el
matiz con el que la sociedad la ve, por lo que algunas definiciones pueden que no se acerquen
a nuestra realidad actual y otras que sí, sin embargo se podría definir como la acción donde se
paga por actos sexuales. Además existen especulaciones respecto a la denominación de
mujeres a esta práctica, ya que no porque una mujer sea denominada como prostituta
significa que esta lo sea.

En el caso del incario se nos dice que nos encontraríamos a las "Pampayruna", las cuales
Garcilaso de la vega pondrá como a las "rameras"4,que se les llama así por vivir en los
campos en muy malas condiciones.Este término no solo lo encontramos con Garcilaso, sino
que también se puede encontrar en el “Arte de la lengua Quichua” del sacerdote Jesuita Diego
de Torres Rubio.5

"​pampayruna quiere decir: gente que vive en el campo, esto es por su mal oficio; y si las
toman en la significación de plaza, quiere decir persona o mujer de plaza, dando a entender
que, como la plaza es pública y está dispuesta para recibir a cuantos quieren ir a ella, así lo
están ellas y son públicas para todo el mundo. En suma, quiere decir mujer pública.​ 6"

Si bien el cronista nos da esta descripción, no nos dice que estas mujeres recibían dinero a
cambio de actos sexuales, esta misma interrogante se la plantea el historiador Juan José Vega,
de lo cual deduce lo siguiente.

4
​Garcilaso de la Vega, Primera Parte de los Comentarios Reales de los Incas pág. 191.
5
​Diego de Torres Rubio, Arte de la lengua Quichua.pág. 160.
6
Garcilaso de la Vega, Primera Parte de los Comentarios Reales de los Incas pág. 19​1
"Lo más probable es que Garcilaso confundiera con prostitutas a las mujeres livianas,
ligeras o sencillamente libres, que las hubo en el Incario, como en el resto del mundo.7"

Al hablar de mujeres ligeras, esto podía esto podría referirse a que estas mujeres fueran más
promiscuas o simplemente más empoderas , dejando de lado la rígida estructura social que se
estaba implementando, lo que para la visión de la época estaba mal , además sumado a un
creciente fervor católico las relaciones fueran de un matrimonio católico eran simplemente
inaceptable, y estos actos lascivos y pecaminosos debían ser castigados , esto nos lleva a
pensar el porqué el maltrato y las deplorables condiciones en las que se encontraban estas
mujeres, ya que al tener a la sociedad y a las instituciones religiosas en contra, debían valerse
por sí mismas para poder sobrevivir.

Además como sabemos, en el imperio Inca no había un flujo de dinero, por lo que al hablar
de un comercio sexual es muy improbable (refiriéndonos a la transacción monetaria), y
tampoco se habla de que estas mujeres se ofrecieran por objetos u mercancías, sino que solo
se les denomina como "mujeres pública". Por lo que podríamos descartar la posibilidad de
una prostitución "tal y como se define actualmente" en la época del periodo inca, mas esto no
quiere decir que durante la conquista española no se dieran ya casos de prostitución como tal,
ya que la necesidad de alimentarse sumado a un instinto de sobrevivencia puede más que la
"honradez" de la cual hablaban los españoles.

Dentro del mundo mexica antes de la llegada española ya tenemos una palabra para referirse
a las “prostitutas” y esta seria “ahuiyani8”, esto nos mostraría que incluso sin la influencia
europea si existirá la prostitución antes de la invasión española
“las prostitutas eran llamadas ahuiyani ‘contento/a, satisfecho/a, feliz’ que probablemente
era una forma eufemística (del náhuatl ahuiya o ahuix ‘tener lo necesario, estar feliz’).
Ejercían al lado de los caminos o en edificios llamados Cihuacalli, en los que la prostitución
estaba permitida por las autoridades políticas y religiosas. Cihuacalli es una palabra

7
​Sara Beatriz Guardia(Edición), Historia de las mujeres en América Latina. pág. 37

8
Su significado puede variar entre: “feliz, satisfecho, feliz / descarado, deshonesto. / cortesana, prostituta” ​Gran
Diccionario Náhuatl [en línea]. Universidad Nacional Autónoma de México [Ciudad Universitaria, México
D.F.]: 2012 [ref del 12 de diciembre de 2017]. Disponible en la Web <http://www.gdn.unam.mx>
náhuatl que significa "casa de las mujeres". Las mujeres recibían mercancías usables como
dinero a cambio de favores sexuales, y tenían un bajo estatus social​ ”9

Vemos que a pesar de recibir mercancías u otros objetos estas mujeres carecían de estatus
social, lo que era muy importante en una sociedad jerarquizada como la mexica, respecto al
Chihuacalli, podemos encontrar diferentes definiciones que están vinculadas, tales como
“aposento grande que llaman recibimiento de mujeres”,” aposento”, aposento de mujeres /
casa de las mujeres / una pieza que le llaman ciuacalli”, “casa de las mujeres"10, p​ or lo que
podemos asociar a las”ahuiyani” a estas casas, quizás no siempre como prostitutas y
“burdeles”, sino que como simples lugares de paso o un hogar.

Teniendo esto en cuenta vemos que las mujeres nativas mexicas si ejercían la prostitución, en
un modelo que no difiere de lo “tradicional”, sin embargo veremos que este “oficio” tendrá
cambios en el futuro, el cual se transformara con la llegada de los españoles y más tarde de
las mujeres europeas, donde veremos que la instauración de una religion catolica, la
enfermedades traídas por los invasores y un choque racial, que cambiarán el panorama en la
América del siglo XVI y en su futuro.

La prostitución en la Conquista

Como hemos visto la prostitución no es un hecho que se traiga del viejo mundo, sino que si
había rasgos en América para poder decir que ciertas mujeres si ejercían la prostitución.

En el caso de perú , Felipe Guaman Poma De Ayala incluso nos ilustra parte de una situación
donde se ve que un criollo negro le ofrece plata a una indígena, “​CÓMO LOS CRIOLLOS
negros hurtan plata de sus amos para engañar a las yndias putas, y las negras criollas
​ o que aquí nos muestra la clara falta
hurtan para seruir a sus galanes españoles y negros.11” L
de un control sobre este tipo de situaciones, y el hecho no se queda ahí, ya mas adelante se
nos dice que estos criollos negros forzaban a las indias casadas o doncellas siendo estos
apoyados por sus corregidores12, de hecho, las conductas de los corregidores no eran las más

9
TESIS DE GRADO PREVIA A LO OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE ABOGADO DE LOS TRIBUNALES
DE LA REPÚBLICA ​“LOS CENTROS DE TOLERANCIA DENTRO DEL SECTOR URBANO DEL CANTÓN
SANTO DOMINGO” AUTOR DARIO JAVIER LUCUMI GUILLEN. Pag 28
10
Ver nuevamente el “​Gran Diccionario Náhuatl[en línea]”
11
vease anexo 1
12
​Felipe Guaman Poma de Ayala, NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO. pág 134
adecuadas, ya que el abuso de poder era constante, y estos se veían con “plena impunidad”
sobre los indios13.

Podemos decir que esta actitud se daba principalmente por el sentimiento de superioridad de
los españoles, por sobre las mujeres indígenas las cuales terminan pariendo mulatos, es asi
como fruto de una violación comenzamos a ver que estas mujeres abusadas comienzan a
quedar atrapadas en un circulo interminable, donde por necesidad (principalmente) para
poder sobrevivir y alimentarse junto a sus hijos comienzan a prostituirse.

A orillas de la Prostitución

Para este análisis tomaremos en cuenta la diversa configuración étnica de la sociedad


Americana y los diferentes rangos que desempeñaron cada uno de los grupos que le
constituían; que a las vez se imponían como norma de conducta la castidad fuera del
matrimonio o fidelidad dentro de este, mas en la práctica, tanta autoridades laicas como
eclesiásticas estaban concientes e inclusive reconocían la imposibilidad de controlar la
sexualidad, en este caso la masculina dentro del matrimonio. Quedando de forma manifiesta
el respaldo por parte de ambas entidades a la fundación de “casa de mancebías” o burdeles,
ya fuere en España o las colonias americanas.

Por lo anterior, es que la sociedad de la época requería por una parte mujeres “honestas” que
garantizaran la reproducción de una descendencia legítima , basada en el honor de la familia
y por otra parte aquellas que satisfaciera los apetitos carnales de los hombres, esto porque su
sexualidad no podía ser restringida al matrimonio solamente. Cabe señalar que con respecto a
la moral del periodo habían dos tipos posibles de categorías - entre otras- de mujeres, la
primera la cual era “digna” compañera del hombre y la “mujer de mala vida”. En teoría sólo
el esposo tendría acceso a la primera y en cuanto a la segunda, está denominada “mujer
pública” tenía que estar disponible para satisfacer los deseos de cualquier hombre.

Para mantener el honor de la población (en este caso en las colonias), el rey Carlos I autoriza
el 21 de Agosto de 1526 a un vecino del cabildo de Santo Domingo llamado Juan Sánchez
Sarmiento para que se le destine un solar para que este construya una “casa de mujeres
públicas”14. Esto servía no solo para mantener el honor de las mujeres que tenían el respaldo

13
vease anexo 2
14
Vease ​Francisco de Solano,Normas y leyes de la ciudad hispanoamericana: 1492-1600. pag 90
de una familiar (las cuales como se dijo anteriormente, deben generar una descendencia
legítima), sino que también evitaba que los hombres cometieran pecados como “la
masturbacion” o “la homosuexualidad”. Además podemos ver un tema racial, donde a un
comienzo de la conquista,se quería evitar cualquier tipo de mezcla con los indígenas, lo cual
no tuvo resultado, dando paso a una sociedad mestiza que creció en gran medida.

A la mujer “honesta” se le entrega la responsabilidad de defender el honor y la legitimidad de


su descendencia , en cambio, el hombre debía encargarse de sostener material y moralmente a
su esposa e hijas/os; en cuanto a esto se puede apreciar que el incumplimiento de este rol por
parte de padres y esposos pudo tener implicancias en la elección de algunas mujeres
novohispanas en el ejercer la prostitución, ya fuese propia o de otras mujeres como medio
subsistencia. Es por ello que algunas prostitutas o alcahuetas novohispanas eran de familias
donde no se encontraba el “jefe de familia” y también en aquellas donde el hombre no
cumplio el papel que le era asignado por la sociedad. Esto generaría sanciones, debido a la
reglamentación que emite la corona española en 1572 y 1575, donde se fijan las condiciones
que debían regir en funcionamiento de los burdeles públicos; teniendo como norma que las
mujeres que fueran reclutadas para trabajar debían ser huérfanas o abandonadas por sus
padres15. Con esta medida la corona manifiesta coherencia al respecto de los valores
dominantes del periodo, vale decir, la creación de burdeles públicos tenía como fin
resguardar el honor de las mujeres “honestas”, que son aquellas que dependen de un padre o
esposo. Por contra parte están aquellas mujeres que eran huérfanas o abandonadas y al no
tener familia y por ende, tampoco un “honor” que defender se les da la posibilidad de obtener
subsistencia en la venta de su cuerpo.

Otro elemento a considerar como la mujer desarraigada de la estructura familiar era “cara de
cañón” para la prostitución, siendo común que durante la época se calificará como soltera o
“mujer suelta” a aquellas su vida sexual no se apegaba a las normas impuestas y con ello se
hacía énfasis en su desarraigo de la estructura familiar16. Aunque la sociedad de la época se
mostraba ambigua frente a las mujeres que estaban tanto familiar como económicamente
desarraigadas, que eran consideradas como las naturales candidatas a satisfacer los deseos
sexuales masculinos fuera del matrimonio, a la vez se hacía manifiesto un afán

15
​Véase R. Barcía, Primer diccionario general etimológico de la lengua española, Barcelona, F. Seix
ed., 1879, p. 47.
16
​Véase Real Academia Española, Diccionario de Autoridades, Madrid, Ed. Gredos, 1976, vol. 111.
proteccionista. La sociedad novohispana desde una temprana etapa mostró una preocupación
singular por proteger a estas mujeres adoptando medidas que tendían a evitar que llegasen a
la prostitución17; así mismo instituciones de beneficencia e individuos con el fin de de ser
“caritativos”, proporcionaron un dote a las doncellas huérfanas o pobres y que así pudieran
casarse, ejemplo de ello son los miembros de la orden franciscana18 que hicieron donaciones
con tal finalidad.

Un medio para asegurar el futuro de las mujeres en la sociedad novohispana era el


matrimonio, pero para poder llegar a realizarse la tradición dictaba que la mujer - al menos la
española- debía poseer un dote y aquel requisito no era simple, sobre todo si se trataba de
mujeres de pocos recursos. Y si a esto sumamos que los hombres (novohispanos) tenían
problemas económicos, por lo que eran reacios al matrimonio y ello se ve reflejado en que
uno de cada tres hombres moría soltero durante los siglos XVI y XIX.19

En la creación de algunos conventos y recogimientos podemos apreciar la preocupación que


existía por las mujeres solas y de escasos recursos por parte de la sociedad novohispana,
donde se albergaba y alimentaba a estas mujeres, para que así no cayeran en la “mala vida”.
Pero, aquellas que deseasen llevar una vida religiosa debían de igual forma tener un dote para
ingresar a estos conventos, lo que finalmente seguía siendo un obstáculo para las mujeres de
escasos recursos. Aunque si existieron algunos conventos que fueron abiertos para estas
mujeres, ya que no debían pagar la dote y ejemplo de ello es el convento Jesús María, creado
en 1576 y que debía recibir a ​"hijas y nietas de conquistadores que acaso habían disfrutado
de bienes de fortuna, pero que vivían pobres, casadas algunas con hombres de calidad
inferior a la suya, arrastrando otras una vida penosa en la miseria y no pocas sumidas en el
fango de la prostitución".20 Hay que destacar que en este caso no sólo se hace mención a las

17
​Las casas de recogidas fueron destinadas a tal fin tanto en España como en Nueva España, pero mientras que
el primero de estos centros fue abierto en España alrededor del año de 1598 (ver R.D.Pérez Baltazar, Mujeres
marginadas. Las casas de recogidas en Madrid, Madrid, 1984, pp.53-54) en la capital novohispana se efectuó en
1572 (ver Josefina Muriel, Los recogimientos de mujeres, México, Universidad Nacional Autónoma de México,
1974, pp. 51-52)
18
​Giovanru Gemelli Careri, Vw.je a la Nueva España, México, Universidad Nacional Autónoma de
México,976, p. 123.
19
​Alejandra Moreno Toscano, "Algunas características de la población urbana en México del siglo XVII al
XIX", en Investigaciones demográficas en México, Memorias de la I Reunión Nacional sobre la... , México,
Conacyt, 1978.

20
Documento citado por J.M. Marroquí, op. cit., vol. m, p. 36.
mujeres huérfanas o abandonadas sino que también a las “mal casadas”, es decir,
abandonadas por sus esposos o que enviudaron.

En cuanto a los recogimientos, debemos señalar que estaban destinados a prostitutas


españolas arrepentidas y el primero en Nueva España se fundó en 1572, el cual se llamaba
recogimiento Jesús de la Penitencia y en cual a fines del siglo XVI habían entre 80 y 120 de
estas mujeres, en tanto que un número no inferior al anteriormente señalado querìa ingresar
pero se les rechazaba debido a las falta de recursos21. Este recogimiento y el de San Miguel
de Belem dan cuenta de la conciencia que había en la colonia de que la pobreza era uno de los
factores principales por los cuales las mujeres decidían optar por la prostitució, este último
recogimiento fue fundado por el padre Domingo Pérez de Barcía en el 1683, quien estaba al
tanto de las necesidades de las personas de los barrios miserables y por tanto, el preludio de
este recogimiento es que el padre ofreció albergue provisional - en una casa que tenía bajo su
cuidado- a algunas mujeres pobres, éste manifestaba que se trataban de

"algunas mujeres que por su necesidad conocida y naturales prendas estaban arriesgadas a
cometer pecados y algunas que actualmente se hallaban en la ocasión de cometerlos y
habiendo corrido la voz de dicha obra, fueron tantas las que ocurrieron a querer lograrla,
así remitidas por sus confesores, como de su propio arbitrio, que me obligó a poblar de una
vez y llenar dicha casa de dichos sujetos, y a buscarles, como de hecho les busqué, entre la
mucha piedad de esta ciudad, diferentes personas que con sus limosnas les ayudasen al
natural sustento"22,

un año después de su creación como tal - recogimiento- albergaba entre 50 y 60 mujeres

"parte de ellas viudas y mozas, parte doncellas y huérfanas, y algunas mal casadas,y las
restantes solteras perdidas, de cuyas cualidades hay tantas en esta ciudad, que por su suma
pobreza y no tener adonde recogerse,aunque quieran servir a Dios, ni hallarse con los tres
mil pesos que se· requieren para la dote, se pierden y cometen innumerables ofensas a su

21
Josefina Muriel, Los recogimientos de mujeres, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1974, p.
47.

22
​Documento citado por Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia en México, México, Ed. Patria, 1942,vol. m, pp.
452-453.
Majestad Divina"23. Según el mismo padre Pérez Barcía el hecho de poseer “naturales
prendas” acrecentaba el riesgo - para una mujer- de caer en la prostitución. Dentro de las
características que sobresalen de estas mujeres, a quienes este padre dio auxilio, es que son
mujeres solas, que se encuentran fuera de las estructuras familias y que por tanto, carecen de
un techo donde guarecerse, lo cual las orilla a la prostitución.

Debemos mencionar que los limitados recursos e igualmente capacidad de estos lugares, que
debía rechazar mujeres y también el rechazo por parte de algunas de estas las condujeron a
enfrentarse y a veces a sucumbir a los “peligros de la vida”, peligros impuestos por la misma
sociedad. Ejemplo de esto último es el caso de Ana Bautista, que en el año 1621 es acusada
por el arzobispo de México ​"en razón de alcahueta y estar amancebada",​ ya que luego de
enviudar abrió un mesón y se dedicó a al proxenetismo.

Como ya habíamos mencionado, durante la colonia existían casos donde los hombres, en este
caso los esposos, no sólo no cunplían con el papel que les asigna la sociedad de la época de
sostener económicamente a su familia, es más, podían llegar a prostituir a sus esposas,
aunque con el no justificable fin de sustentar a su familia. Al igual se dieron casos donde los
maridos no estaban directamente involucrados, sino que por el deseo de vivir separadas de
sus esposos algunas mujeres casadas optaron por la prostitución. Un factor que contribuyo a
la desintegración familiar durante la colonia fue la movilidad de la población, principalmente
la del sector masculino, lo cual terminará repercutiendo en el fenómeno de la prostitución.
Como sabemos, el descubrimiento y la colonización del Nuevo Mundo generó la salida desde
España de hombres, en general, solos que se encontraban en busca de riquezas y dejaron a sus
esposas e hijos, esto mismo terminaría ocurriendo en América, debido a las consecuencias de
las políticas expansionista de la corona. En algunos casos podríamos afirmar que esto dio pie
a que fueran a una expedición con el propósito de liberarse de sus obligaciones como esposos
y padres, de esta manera era fácil que las mujeres abandonadas “sucumbieran” ante“mala
vida”, más aún si tenian hijas/os que mantener, ejemplo de ello son los casos de las Doñas
Andrea Cásarez y María Flores, que hacia 1613 habitaban en Acapulco y habían sido
abandonadas por sus esposos sin recurso alguno24. Otro factor que influiría en esta

23
​Documento citado por Mariano Cuevas, Historia de la Iglesia en México, México, Ed. Patria, 1942,vol. m, pp.
452-453.
24
​AGN, Matrimonios, vol. 101. Averiguaciones de la vida y costumbres de Doña Andrea de Cásarez y María
Flores.
desintegración familiar es el envío de los ​delincuentes c​ omo soldados forzados en las
embarcaciones de la corona con rumbo a la península y a otros dominios españole, ya en 106
el Virrey Gaspar de Zuñiga expondría al Rey que ​"mucha parte de las mujeres de mal vivir
de México resultan de casas que quedan perdidas por embarcaciones de los maridos, unos a
España y otros al Perú y Filipinas y otras partes de las Indias por razón de negocios y
asimismo de los que se envían forzados por condenaciones semejantes, dejando a sus
mujeres mozas y pobres por largo tiempo y hallando en sus casas grandísimos daños, unos
más públicos y otros menos y otros secretos"25.

Hemos visto como el desarraigo familiar y la probreza provacada por el imcumpliento del rol
del hombre, fenomeno que tiene esencialmente dos factores segùn hemos revisado, lleva a las
mujeres por el único camino que les queda, la prostitución, para así poder sostener a sus
hijas/os y/o asimisma.

“Hombres necios que acusáis a

la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión de lo

mismo que culpáis,

si con ansia sin igual, solicitáis

su desdén,

por qué queréis que obren bien,

si las incitáis al mal.”

Redondillas,

Sor Juana Inés de la Cruz, siglo XVII

Sor Juana situaba a hombres y mujeres en el mismo nivel de pecado, lo cual podemos
evidenciar en la cita anterior, visión que para la época era rupturista con todo lo imperante, ya
que la sociedad a quien condenaba era la mujer, la culpabilizaba sólo a ella. Esto debido a no
cumplir con el ideal femenino, ideal ligado a la conducta sexual, donde la castidad era el

25
​Archivo General de Indias de Sevilla (AGIS), Audiencia de México, legajo 24, r. 4, no. 54.
principal baluarte de la virtud femenina y no ser una “buena mujer”. Los moralistas cristianos
de la época aceptan las relaciones carnales dentro del matrimonio debido a que la procreación
era indispensable, pero aún así Tomás de Aquino proclamó en el siglo XIII la acrudad tial
como el estado ideal, su pensamiento se mantendrá intacto durante siglos.

Los discursos en torno a la prostitución femenina fluctúan a lo largo de la historia entre el


desprecio, el castigo o en el mejor de los casos la victimización; y en cualquiera de los casos,
Sor Juana Inés, pese a que dirige su dedo acusador también hacia los hombres no dejaba de
extender un halo de pecados sobre aquellas que realizaban esta práctica,

Según los teologos cristianos la fornicación con prostitutas era considerado un pecado mejor
y d esta forma justifican la existencia de los burdeles legalizados como un medio de evitar
pecados más graves, para así lograr el bien común.26 La tolerancia de la prostitución
controlada a través de la reglamentación permitió la existencia de la idea de que se trata del
oficio más antiguo del mundo, algo que siempre ha estado y que es inherente a la condición
humana. No siendo solamente una afirmación popular sino que también ha sido asumida sin
más por los y las historiadores/ras. Ahora, si nos detenemos a analizar los elementos que
componen esta frase podríamos romper uno de los tópicos más extendidos y aceptados en
torno a la prostitución. Será qué se trata de un oficio y, de serlo, ¿es el más antiguo? Para
responder esta pregunta tomaremos una de las corrientes del feminismo, el abolicionismo, el
cual se niega a considerar la prostitución como un mero oficio. Las abolicionistas afirman
que sería un insulto considerar como un trabajo cualquiera a una actividad en la que, aunque
exista un pago a cambio de un servicio, la persona que ejerce la prostitución es una mera
esclava, una víctima que no ha podido escoger libremente ejercer esta práctica, como es
básicamente el caso de las mujeres en el siglo XVI y en la actualidad también, sumando a las
mujeres trans. Podemos estar o no de acuerdo con esta cosmovisión absolutista sobre la
prostitución, que sin duda obvia a aquellas mujeres que deciden libremente ejercer esta
práctica, lo cierto es que al menos esta visión hace que tengamos que poner un interrogante
sobre la primera parte de la frase “el oficio más antiguo del mundo”. En un contexto en el que
las relaciones eran de igual a igual, sin jerarquías marcadas ni un fuerte sentimiento de
posesión, en el que el culto y el respeto a lo femenino prevalecían, no sería descabellado

26
​Bazán Díaz, I. – Vázquez García, F. – Moreno Mengíbar, A.: «Prostitución y control social en el País Vasco,
siglos xiii-xvii», Sancho el Sabio, 18, 2003, p. 52.
pensar que la sexualidad desarrollada por estas sociedades estaría basada en el respeto, en la
responsabilidad individual del propio deseo sin convertir en mero objeto el cuerpo femenino.
¿Es decir, existiría la prostitución tal y como hoy la entendemos en una sociedad no
patriarcal? No.

Bibliografía

❖ Archivo General de Indias de Sevilla (AGIS), Audiencia de México


❖ La mujer en la Edad Media. Revista Teología, Tomo XLIII, 655-670.
❖ La Querella de la Mujeres. Curso de Doctorado: Arqueología e Historia de las mujeres.
❖ Historia de la Iglesia en México, México, Ed. Patria, 1942
❖ Los recogimientos de mujeres, México, Universidad Nacional Autónoma de México
❖ La Historia de las Mujeres, Paco Rada
❖ Felipe Guaman Poma de Ayala, NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO
❖ Diego de Torres Rubio, Arte de la lengua Quichua
❖ Inca Garcilaso de la Vega Primera Parte de los Comentarios Reales de los Incas
❖ Sara Beatriz Guardia(Edición), Historia de las mujeres en América Latina
Anexo 1

La imagen contiene lo siguiente: CÓMO LOS


CRIOLLOS negros hurtan plata de sus amos para
engañar a las yndias putas, y las negras criollas
hurtan para seruir a sus galanes españoles y
negros.
Fuente: ​Felipe Guaman Poma de Ayala, NUEVA
CORONICA Y BUEN GOBIERNO, pág 133

Anexo 2
Malas prácticas de los corregidores, la imagen
tiene escrito:
EL COREG[ID]OR I P[ADR]E, TINIENte anda
rrondando y mirando la güergüenza de las
mugeres.
/ probincias /
COREGIMIENTO

Fuente:Guaman Poma, Nueva corónica y buen


gobierno (1615)

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