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Lavidencla

iPodemos uer, más allá de las apariencias, lo que resulta desconocido para los demás?
iPuede uerse y conocerse el pásado y elfuturo de un ser? iPodernos ser uidentes?

T\ araentenderelcom- contenta con predecir o prever, sino que


Y plejo tbnómeno de opera mediante una especie de ausculta-
la videncia, es indispen- ción de nuestra memoria, en la cual pa-
sable aclarar el sentido rece buscar imágenes íntimas, extraídas
de esta palabra , tartdes- de nuestra üda pasada gue, a primera ins-
prestigi ada actualmen- tancia,él ignora. Nos encontramos en el
te. Para muchos, la vi- campo de lo que se ha llamad o retrocog-
dencia se resume a un nición, es decir, el conocimiento del pa-
don de ver los aconte- sado, que se opone a la precognición, tér-
cimientos o hechos que mino que proüene de las palabras latinas
ocurri rán fatalmente prae (previamente) y cognoscere (conocer),
en nuestra vida, en un es decir, conocer de antemano. Thl es la
futuro más o menos le- facultad del üdente: ver y prever, sin que
jano. 1o sepamos, unos acontecimientos fu-
El vidente-sobrentién- turos que nos conciernen. áCómo es po-
dase hombre o mujer, sible que se dé este fenómeno?
aunque aquí sólo se
emplee con el artículo EL FENÓMENO DE LA VIDENC¡A
masculino por motivos Por muy extraño que pueda parecer, en
de economía del len- consideración al número de videntes que
guaje- predice el por- ejercen más o menos en todas partes del
venir, como solemos mundo, y teniendo en cuenta las múl-
decir. Para un vidente tiples investigaciones que los hombres
ver es prever. Sin em- de ciencia emprenden actualmente al res-
bargo, observamos que, pecto, jamás han sido estudiados seria-
paraapoyar sus predic- mente los mecanismos de la videncia.
ciones, el vidente em- Es un principio que está relegado al pa-
prezaa menudo por re- sado y asimilado a las supersticiones y a
velarnos situaciones o la ignorancia. No obstante, la videncia
circunstancias relativas existe hoy y siempre ha existido. Este fe-
a nuestro pasado, alu- nómeno está relacionado con las inves-
diendo a unos seres tigaciones sobre el inconsciente, del cual,
que hemos tratado y qurzá,sea tan sólo un producto. Sigmund
gue, presentes o ausentes en nues- Freud, el padre del psicoanálisis, de-
tra vida, permanecen cerca de no- mostró gue, en el inconsciente, el tiempo
sotros. Por tanto, el vidente no se no existía. O, con mayor precisión, que
en esta zona oscura de nuestra persona-
Wdencia» y «uidente» proceden ilel latín lidad, el pasado y el presente podían con-
idere, que significoba «ue». De la mismn fundirse y surgir en cada momento. Re-
raíz prouienen las palabras «uisitor» (qut cordemos que el análisis se basa en una
originalmente quería ilecir uer con serie de asociaciones de ideas que pue-
frecuencia), «uisión» (que se entenilío den permitirnos devolver a nuestra con-
tanto cotno aparición o ensueño) y ciencia actual hechos, acontecimientos o
«euiilente» (término con lo que se iluigna situaciones, y también sentimientos y
lo que, por potente, salta a la uista). emociones, de nuesffo pasado. De hecho,

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según el principio enunciado por el psi- inconsciente o psíqutcamás sensible que ¿PoR QUÉ ES TAN RARO
coanálisis freudiano, el inconsciente es la de otros deberían ser capaces de cap- ESTE FENÓMENO?
el lugar desconocido de la consciencia, tar estas imágenes inscritas en nuestra Porque la memoria inconsciente intui-
habitado por contenidos reprimidos que memoria sin que seamos conscientes de tiva no actúa por encargo. No basta con
escapan a lo consciente. ellas. Pero este fenómeno resulta extre- tener, un poco más que los demás,lafa-
Años después, Carl Gustav Jurg, discí- madamente raro y muy pocos son los que cultad de ver, para ver sistem áttcamente
pulo y colaborador de Freud, y cuyos tra- lo dominan. Sí, la videncia existe; pero, y en cada momento.
bajos no obtuvieron la aprobación de su épara qué sirve y qué uso hacemos de fuí, en la Antiguedad, se distingaíala adi-
maesffo, demostró que en el inconsciente ella? éNo sería más acertado aprender a vinación intuitiva o espont ánea de la
el pasado, el presente y también el futuro descubrir y a explotar nuestra memoria adivinación inductiva o razonada.
se combinaban, se interpenetraban, se inconsciente intuitiva con el fin de ser La primera la practicaban unos cuantos
mezclaban hasta contener a veces res- más conscientes de nuestras verdaderas profetas, la segunda, mucho más común,
puestas o soluciones intuitivas a nuestros motivaciones y de los acontecimientos resultaba de la inte¡pretación de los sig-
problemas sin resolver. Después de lar- venideros, cuyas causas se encuentran, nos y símbolos u oráculos, es decir, del
gas investigaciones y estudios profundos a menudo, en nuestros actos pasados o uso de las artes adivinatorias.
sobre el lenguaje de los mitos y de los actuales? «Si supiera cómo un árbol se Por otra parte, cabe subrayar que la me-
símbolos,Jung reveló que la intuición no contrae en una semilla, podría también moria inconsciente intuitiva se expresa
era más que el producto de la memoria predecir cómo el árbol se desarrollará a mediante el lenguaje de los mitos y de
inconsciente del sujeto, la cual se ma- partir de ésta. Si conociéramos el núcleo los símbolos.
nifiesta en horas de vigilia o durante el central de una situación, podríamos pre- Sin embargo, no solamente resulta rica
sueño. decir sus consecuencias», ha escrito Ma- y muy compleja, sino que además las in-
Podemos concluir que todo lo que rie-Louise von Franz. terferencias de las experiencias vividas
hemos üüdo esá inscrito en nuesffa me- por el indMduo en cuestión pueden aíta-
moria inconsciente, pero también que al- dir una interpretación inconsciente per-
gunos acontecimientos venideros ya sonal de los signos y de los símbolos cuyo
están inscritos en nosotros, a modo de significado e><acto escapa a menudo al vi-
germen. dente.
Por lo tanto, ciertos seres que están A partir de esto, entenderemos que
dotados de una percepción no basta con ver, sino que es ne-
cesario ser cap az de interpretar
lo que se ve.
«De la misma manera que un físico no
puede predecir un acontecimiento único
con total exactitud, un oráculo no puede
\ predecir un acontecimiento preciso. Pero
puede dar una lista de probabilidades en
las que se proyecta la imagen de un
campo calificativo de acontecimientos,
y puede predecir que algo se prod ucirá
en este campo», ha escrito Marie-Louise
von Franz.

«Augurio» entronca con el latín


auspicium, término que hace referencia
a la obseruacion de las aues.
Con su deriuado augur se designaha al
sacerdote que efectuaba sus predicciones
mediante aa técnica, En castellano,
ha quedado la expraión «ser pójaro
de mal agüero».

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