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son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

traducción de
PILAR MASCARÓ SACRISTÁN

por
SAMUEL BOWLES
las contradicciones de la

y
vida económica
la reforma educativa y

HERBERT GINTIS
LA INSTRUCCIÓN ESCOLAR
EN LA AMÉRICA CAPITALISTA
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

siglo veintiuno editores, sa de cv ÍNDICE


CERRO DEL AGUA 248. DELEGACIÓN COYOACAN. 04310 MÉXICO. OF.

siglo veintiuno de españa editores, sa


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C/PLAZA 5. MADRID 33, ESPAÑA

siglo veintiuno argentina editores, sa PREFACIO 9

PRIMERA PARTE: LAS CONTRADICCIONES


siglo veintiuno de Colombia, Itda
AV. 3« 17-73 PRIMER PISO. BOGOTÁ, DE COLOMBIA DE LA REFORMA EDUCATIVA LIBERAL
1. ALLENDE LA FRONTERA EDUCATIVA: EL CONGELAMIENTO DEL
GRAN SUEÑO AMERICANO 13
2. PROMESAS ROTAS: RETROSPECTIVA DE LA REFORMA ESCOLAR 30
La democracia y la tecnología en la teoría educativa, 33; Educa-
ción y desigualdad, 41; La educación y el desarrollo personal, 53;
Prefacio a la critica de la reforma educativa liberal, 65; Conclu-
sión, 69

SEGUNDA PARTE: LA EDUCACIÓN Y LA


ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA

3. EN LA RAÍZ DEL PROBLEMA: LA ECONOMÍA CAPITALISTA 75


Clase, jerarquía y desarrollo desigual, 79; El trabajo, la clase y
edición al cuidado de presentación pinero el desarrollo personal, 94; La estructura de la desigualdad eco-
nómica, 115; Conclusión, 133
primera edición en español, 1981
4. EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA 137
tercera edición en español, 1986
La legitimación de la desigualdad, 138; Educación, ingresos y
© siglo XXI editores, s.a. de c.v.
logros cognoscitivos, 145; El Cismo: o “si eres tan listo, ¿por
ISBN 968-23-0936-0
qué no eres rico?”, 154; Conclusión, 167
primera edición en inglés, 1976
© basic books, inc. 5. EDUCACIÓN Y DESARROLLO PERSONAL: LA LARGA SOMBRA
título original: schooling in capitalist america DEL TRABAJO 169
educational reform and the contradictions Reproducción de la conciencia, 170; El principio de correspon-
of economic life dencia, 175; Estructura de la familia y estructura del puesto, 190;
Conclusión, 196
derechos reservados conforme a la ley
impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico TERCERA PARTE: LA DINÁMICA
DEL CAMBIO EDUCATIVO
6. ORÍGENES DE LA EDUCACIÓN PUBLICA MASIVA 201
La expansión del capital-y los orígenes, de. la educación _pública,
206; El sistema escolar de Lowell, Massachusetts, 1824-1860, 212;

[5]
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4. EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA


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Es asunto de la escuela ayudar al niño a asumir una actitud


ante las desigualdades de la vida, tanto de sus logros cuanto
de sus recompensas, que le permita ajustarse a sus condi-
ciones con la mínima fricción posible.

FRANK FREEMAN, “Sorting the Students”, Education Review,


1924

El humanismo de un país, según se dice, se puede medir por el carácter


de sus cárceles. Su humanismo se puede inferir, en igual medida, por la
calidad de sus procesos educativos. En la iniciación de la juventud, una
sociedad revela sus mayores aspiraciones, templadas menos por el peso
de la tradición que por los límites hasta donde se pueden llevar las rela-
ciones sociales de la vida adulta. Pensamos que en los Estados Unidos
contemporáneos estos límites son lo suficientemente estrechos como para
evitar que el sistema educativo integre a la juventud a la sociedad adulta
y simultáneamente contribuya de manera importante a la igualdad eco-
nómica. Con la promoción de lo que John Dewey llamara “la conti-
nuídad social de la vida”, mediante la integración de generaciones nue-
vas al orden social, las escuelas se ven obligadas a justificar y a repro-
ducir la desigualdad, en lugar de a corregirla.
La relativa impotencia del sistema educativo para promover la
igualdad es lógica a la luz de las consideraciones del capítulo anterior.
El patrón de la desigualdad económica está “fijado” predominantemente
en la economía misma —mediante las instituciones del mercado y la
propiedad que dictan amplias desigualdades en los ingresos por concepto
de propiedad, en las relaciones sociales básicas de las corporaciones y en
la tendencia hacia un desarrollo desigual que conduce a disparidades
regionales, seccionales, raciales, sexuales y étnicas. Empero, la “hipótesis
de la legitimación”, que esperamos probar en el presente capítulo, va
mucho más allá de este nivel de análisis, toda vez que sugiere que
un elemento central de la función, integradora de la educación es la
legitimación de las disparidades económicas preexistentes. “Así, los esfuer-
zos por alcanzar objetivos igualitarios no son meramente débiles; están_
también, como demostraremos, en conflicto sustancial con la función
integradora de la educación.

[137]
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El sistema educativo legitima la desigualdad económica proporcio- tan absurdo como insistir en que todo obrero debería obtener
nando un mecanismo abierto, objetivo y ostensiblemente meritocrático una beca después de su graduación. ¿Cómo puede existir la
para la asignación de individuos a posiciones económicas desiguales. El igualdad social existiendo esta gran variación de capacidad
mental?
sistema educativo fomenta y refuerza la creencia de que el éxito econó-
mico depende esencialmente de la posesión de habilidades técnicas y HENRY GODDARD, Conferencia en Princeton, 1919
cognoscitivas —habilidades que proporciona de manera eficiente, equi-
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tativa y libre de prejuicios con base en el principio meritocrático. A lo largo de toda la historia, los patrones de privilegio han sido justifi-
Lógicamente, el uso del sistema educativo para legitimar la desigual- cados usando elaboradas fachadas. Las clases dominantes que buscan un
dad no deja de tener sus problemas. Las ideologías y estructuras que orden social estable, consistentemente, han nutrido y sostenido tales
sirven para ocultar y preservar una forma de injusticia, muchas veces fachadas ideológicas y, en la medida en que lo permite su poder, han
proporcionan las bases para atacar a otra. La ideología de la igualdad impedido el surgimiento de alternativas. Esto es lo que queremos decir
de oportunidades educativas y meritocracia representa precisamente este con “legitimación”: el fomento entre individuos de una conciencia gene-
mecanismo contradictorio. ralizada que evita la formación de los nexos sociales y la comprensión
Sostendremos que detrás de la fachada de la meritocracia reside la crítica mediante los cuales las condiciones sociales existentes se podrían
realidad de un sistema educativo dirigido a la reproducción de relacio- transformar. La legitimación se puede fundar en sentimientos de inevita-
nes económicas sólo parcialmente explicables en términos de requisitos bilidad (“muerte e impuestos”) o conveniencia moral (“cada quien tiene
técnicos y estándares de eficiencia. Así, en primer término sugeriremos lo que merece”). Cuando se trata de justicia social, ambos sentimientos
que la situación educativa basada en calificaciones competitivas y califi- están presentes, junto con cierta dosis de “resignación” y “costumbre”.
caciones de pruebas objetivas sólo se relaciona tangencialmente con la En la vida económica de los Estados Unidos, la legitimación ha ido
eficiencia social. A continuación, confrontaremos la ideología tecnocrá- íntimamente ligada a la ideología tecnocrática meritocrática que pre-
tica-meritocrática de frente, demostrando que la relación entre la dura- sentamos en el capítulo 2. Varios aspectos relacionados con las relacio-.
ción de la educación y el éxito económico no se pueden justificar en nes sociales de la producción son legitimados en parte por la ideología
términos de logros cognoscitivos de los estudiantes. Por lo tanto, el me- meritocrática. En primer término, están las características generales del
tro para medir la meritocracia educativa —las calificaciones de los exá- trabajo en el capitalismo avanzado de los Estados Unidos: organización
menes— contribuye en muy poco al éxito económico individual. La burocrática, líneas jerárquicas de autoridad, fragmentación de las tareas
meritocracia educativa es, en gran medida, simbólica. y desigualdad de remuneración. Es esencial que el individuo acepte, y
Sin embargo, es claro que este simbolismo está profundamente ligado de hecho llegue a considerar naturales, estos aspectos de la falta de demo-
a la conciencia americana. Nada puede demostrar esto con mayor clari- cracia e igualdad del mundo del trabajo diario. Es más, el personal que
dad que el reciente “debate del CI”, donde generalmente se ha supuesto ocupa estos puestos debe” aparecer igualitario en el proceso y justo en el
que el CI y otras medidas del desempeño cognoscitivo son indicadores resultado, de manera paralela al principio formal de “la igualdad de
todos ante la ley” en una democracia liberal.
importantes del éxito económico. Únicamente se han cuestionado las
determinantes genéticas o ambientales del CI. Empero, sostendremos que Esta legitimación del capitalismo como sistema social tiene su contra-
partida en la vida personal del individuo. Así, al igual que los individuos
la clase social o las diferencias raciales del CI son prácticamente irrele-
tienen que llegar a aceptar las relaciones sociales generales de la produc-
vantes para el proceso de la transmisión del estatus intergeneracional.
ción, los trabajadores han de respetar la autoridad y la competencia de
sus propios “supervisores” para dirigir sus actividades, y justificar su
propia autoridad (no importa cuan amplia o mínima) sobre otros.
El hecho de que los trabajadores se resignen con su puesto en la produc-
LA LEGITIMACIÓN DE LA DESIGUALDAD
ción quizá sea suficiente; el hecho de que acepten su suerte es preferible.
El distintivo de la perspectiva meritocrática es que reduce la com-
[. . .] el hecho es [que] un trabajador puede tener una inte-
pleja trama de las relaciones sociales de la producción a unas cuantas
ligencia de diez años mientras que usted tiene una de veinte.
Exigirle que tenga una casa como la que usted tiene resulta
reglas de eficiencia tecnológica. De acuerdo con esta óptica, la división
jerárquica del trabajo surge de su superioridad natural como medio para
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coordinar las actividades colectivas y para alimentar la experiencia tiva meritocrática no serviría de mucho para justificar la división jerár-
A fin de motivar a los individuos más aptos a que emprendan la capaci- quica del trabajo si entre sus partidarios contara sólo con una élite
tación y la preparación necesarias para los puestos ocupacionales, los universitaria y de expertos técnicos y profesionales. Sin embargo, éste
salarios y el estatus han de estar evidentemente ligados al nivel dentro no es el caso. A pesar de las muchas pruebas de que el CI no es una
de la jerarquía laboral. Asi, Davis y Moore, en su “teoría funcional de la determinante importante del éxito económico individual, y a pesar de
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estratificación”, que ha tenido tanta influencia, sitúan “las determinan- la ausencia de pruebas de que las habilidades técnicas tienen una impor-
tes de las recompensas diferenciales” en “la importancia funcional dife- t a n te relación causal con la desigualdad de ingresos o la transmisión
rencial” y en “la escasez diferencial de personal”. Llegan a la conclusión intergeneracional del estatus, la importancia prácticamente exclusiva
de que “la desigualdad social es un medio, que se ha desarrollado incons- del CI y de las habilidades ha captado la atención del público. Infi-
cientemente, por el cual las sociedades garantizan que los puestos más nidad de encuestas de opiniones demuestran este hecho.3
importantes sean ocupados escrupulosamente por las personas más cali- La unión indirecta de las habilidades técnicas y el éxito económico,
ficadas”.1 vía el sistema educativo, fortalece, en lugar de debilitar, el proceso de
Esta ideología meritocrática ha sido tema dominante de la corriente legitimación. En primer lugar, el contacto diario de los padres y los niños
central de las ciencias sociales desde que surgiera el sistema fabril en los con el entorno escolar competitivo y cognoscitivamente orientado, clara-
Estados Unidos.2 La solidez de esta perspectiva (incluso quienes la recha- mente relacionado con la economía, afianza, de manera muy concreta
zan tienes serias dudas) se debe, en gran parte, a “su” incorporación a e inmediata, la perspectiva tecnocrática de la organización económica,
instituciones sociales de primer orden —fábricas, oficinas, dependencias en un grado tal que un proceso de verificación esporádico e impersonal,
gubernamentales y escuelas. Porque la justificación tecnocrática de la separado del entorno escolar, no podría lograr. En segundo, como hace
división jerárquica del trabajo conduce tranquilamente a la óptica meri- que el resultado (logros educativos) dependa no sólo de la capacidad,
tocrática del proceso mediante el cual los individuos son hermanados sino también de la motivación, el impulso por lograr, la perseverancia
a los puestos. Una burocracia impersonal y eficiente, como dice el cuento, y el sacrificio, el mecanismo de la asignación del estatus adquiere mayor
evalúa al individuo exclusivamente en términos de su posible contribu- legitimidad. Es más. dichos atributos personales son comprobados y des-
ción a la producción. Y se considera que las determinantes fundamen- arrollados a lo largo de un extenso período, destacando la aparente
tales de la idoneidad para un puesto son las capacidades cognoscitivas objetividad y la orientación al logro del sistema de estratificación. En
y psicomotrices pertinentes para la aptitud técnica que tiene el trabaja- tercero, los fracasos frecuentes desempeñan un papel importante para
dor para desempeñar el puesto. La óptica tecnocrática de la producción, alinear gradualmente las aspiraciones de los estudiantes con las probables
junto con la óptica meritocrática de la contratación, presentan la forma oportunidades de sus carreras. Para cuando la mayoría de los estudiantes
más sólida de legitimación del trabajo enajenado y la estratificación terminan su instrucción escolar, han sido abatidos lo suficiente como
social de la sociedad capitalista. No sólo refuerzan abiertamente la idea para convencerlos de su incapacidad para alcanzar el éxito en el siguiente
de que la división jerárquica del trabajo es técnicamente necesaria (si nivel superior. Mediante la competencia, el éxito y el fracaso en el aula,
bien políticamente totalitaria), sino también justifican la óptica de los estudiantes se reconcilian con sus posiciones en la sociedad.4
que la asignación de puestos es objetiva y eficiente y, por consiguiente, El sistema educativo objetivo ha grabado la perspectiva meritocrá-
justa e igualitaria (si bien marcadamente desigual). Es más, el indivi- tica profundamente tanto en la cultura popular cuanto en la metodo-
duo está resignado, mas no satisfecho, con su propio puesto en la jerar-
3 O r v i l l e Brim, American beliefs and attitudes about intelligence, Nueva
quía de la producción. La legitimidad de la autoridad de los superiores York. Russell Sage Foundation, 1969.
no fluye de un artilugio social, sino de la Ciencia y la Lógica. 4 En efecto, estudios recientes indican una carencia de prejuicios raciales

El hecho de que esta óptica no afecte la credulidad de los intelec- o de clase social en la calificación escolar: dado el logro cognoscitivo de un
tuales bien remunerados quizá no resulte sorprendente, pero la perspec- estudiante, sus calificaciones parecen no ser afectadas significativamente por
orígenes raciales o de clase, cuando menos a nivel de educación media. Véanse
1 K. Davis y W. E. Moore, “Some principles of stratification”, American
Robert Hauser, “Schools and the s t r a t i f i c a t i o n process”, American Journal of
Sociology, vol. 74, mayo de 1969. pp. 5 8 7 - 6 1 1 ; Barbara Heyns. “Curriculum
Sociological Review, vol. 10, num. 2. 1945. pp. 242-249. assignment and tracking policies in 48 urban public high schools”, tesis de doc-
2 Véase Leon J. Kamin. The science and politics of IQ, Potomac, MD.,
Earlbaum Associates, 1974, p. 8. torado i n éd i t a . University of Chicago. 1 9 71 ; y Jencks [1972].
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logia de las ciencias sociales. Lo anterior puede verse con toda claridad mente el mismo beneficio de su participación en los deportes y en la
en la reciente controversia suscitada en torno de las “admisiones abier- instrucción. Empero, la cuestión más importante para nuestros propó-
tas” a preparatorias y universidades. La inscripción abierta ha sido sitos es la formación que las calificaciones de los exámenes, afectan la
defendida por los grupos militantes de minorías a fin de contrarrestar productividad económica de la educación y, particularmente, el “meca-
los impedimentos de las privaciones comunitarias, la discriminación y la nismo de clasificación” contemporáneo que predomina: la educación
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mala educación secundaria.5 Tanto los proponentes cuanto los oponen- superior. El hecho de que la gente, durante el ú l t i m o medio siglo, senci-
tes de la admisión abierta han presupuesto, de manera casi uniforme, llamente haya aceptado el razonamiento económico de clasificar mediante
que la admisión de los estudiantes a la educación superior, independien- el CI y las calificaciones de los exámenes habla a favor de lo convincente
temente del CI, las calificaciones de los exámenes, o el pasar de grado, de la perspectiva meritocrática. No obstante, las pruebas existentes no
es contraria a la eficiencia y la racionalidad educativa.6 ¿No ha de ser justif ica n esta óptica en forma alguna. De los seis estudios estadísticos
eficiente el principio de la meritocracia en las escuelas? ¿No han de que tratan dicha cuestión, cuatro indican que la instrucción- escolar no
ser los más capaces los que obtengan el derecho a mayores recursos educa- es más productiva para el individuo con un CI alto; uno produjo resul-
tivos, toda vez que ellos serán quienes puedan beneficiarse más y benefi-
tados mixtos y sólo uno sostuvo la óptica tradicional.8
ciar a la sociedad? Y así sigue la discusión. Pero si la eficiencia social
es el objetivo, la justificación de una política de admisión meritocrática
ha de descansar en la afirmación de que las personas “listas” sacan mayor 8 Christopher Jencks. “The effects of worker characteristics on economic

provecho de los estudios superiores que las que tienen calificaciones bajas success: an inquiry into nonlinearities, interactions, and unmeasured v a r i a b l e s
u s i n g the NORC veterans sample”, Cambridge, Mass., Center for Educational
en sus exámenes. Por decirlo de una manera más técnica, el rendi- Policy Research, julio de 1973, utilizando la Encuesta NORC de veteranos de
miento de la educación superior, a saber, su impacto en las capacidades 2 672 hombres, con edades de 25-34, enumerados en el Censo de Población
cognoscitivas del individuo, su aptitud frente a los ingresos o su produc- de Mayo de 1964, encuentra que la tasa de recompensa sobre la educación
tividad, han de estar relacionadas, de manera positiva, con las califica- superior es más baja para individuos con altas calificaciones en las pruebas
ciones de exámenes anteriores: cuanto mayor la calificación del examen, (AFQT).
tanto mayor el rendimiento esperado. Si esto no ocurre así, si los que Son varios los que han estudiado la extensa muestra NBER-Thorndike. John
obtienen calificaciones bajas salen de las universidades igual que los Hause. “Earning profile: a b i l i t y and schooling”, Journal of Political Economy,
mayo-junio de 1972, encontró diferencias in s i g n i f i c a n t es en las tasas de recom-
que obtienen calificaciones altas, el argumento, en el sentido de que pensa por CI. Paul Taubman y Terence Wales, Higher education and earnings,
la política de admitir a los más listos debe sostenerse en aras de la efi- Mueva York, McGraw-Hill, 1974, no encontraron interacciones significantes,
ciencia social, no se puede sostener. Y, generalmente, la evidencia respal- excepto quizá en la educación a nivel de graduados. (Rogers no encontró tal
da la óptica de que el rendimiento de la educación superior es indepen- interacción en el caso de los niveles de educación de graduados.) Louis L.
diente de las calificaciones de exámenes previos. Solman, “The definition and impact of college q u a l i t y ” , en Louis L. Solman
En un estudio que explora el “valor agregado” cognoscitivo de la y Paul J. Taubman (comps.). Does college matter?, Nueva York, Academic
Press. 1973. sin embargo, utilizando la misma muestra, encontró que el valor
educación superior, Alexander Astin, director del American Council de la graduación de escuelas superiores es mayor que el de la asistencia pero
on Education encontró que no hay ninguna evidencia de que los estu- que en el caso de no graduados es más alto para individuos con CI más alto.
diantes listos de los últimos años de bachillerato aprendan más en la Dael Wolfe y Joseph Smith, “The ocuppational value of education for
universidad, a pesar de que generalmente sí van a “mejores” institucio- superior high school graduates”, Journal of Higher Education, abril de 1936,
nes.7 Es decir, la educación es como el ejercicio físico: hay personas que encuentran una interacción negativa en una muestra, una interacción negativa
de CI en el caso de “alguna educación superior” en otras dos muestras, y una
tienen más aptitudes que otras, pero todas ellas obtienen aproximada- fuerte interacción positiva en el caso de “un grado de educación superior o
más” en estas dos muestras.
5 Para un tratado externo, véase Jerome Karabel, “Community colleges Por último. James N. Morgan et al., Five thousand American families-pat-
and social stratification”, Harvard Educational Review, vol. 424, num. 42, t e r n s of economic progress, vol. I, Ann Arbor, Michigan I n s t i t u t e for Social
noviembre de 1972, y las referencias a l l í incluidas. Research. University of Michigan, 1974, encuentran una importante interac-
6 Daniel Bell, The coming of post-industrial society, Nueva York. Basic ción positiva. Este excelente estudio no es comparable, sin embargo, ya que la
Books, 1973, coda, parte 3. calificación de la prueba se mide en adultos con amplia experiencia laboral y
7 Alexander W. Astin, “Undergraduate achievement and i n s t i t u t i o n a l “Ex-
es una forma breve de trece puntos no validada contra medidas de CI tradi-
celence'“, Science, vol. 161, agosto de 1960. cionales.
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Por ejemplo, Daniel C. Rogers9 investigó los ingresos de 1 827 hom- El hecho de que un estudiante hubiera sido admitido de manera regular, o
bres que estaban en el octavo o noveno grado en 1935, en diferentes ciu- fuera un estudiante de admisión abierta, resultó relativamente poco impor-
dades de Connecticut y Massachusetts, y que hicieron un test de CI en tante para el pronóstico de su éxito en el primer año. Si bien los dos grupos
el referido año. Rogers encontró que la productividad económica de un sí diferían mucho en muchos sentidos, está claro que los estudiantes de
admisión abierta contribuyeron con una serie de características personales,
año de instrucción escolar es igual para todos los niveles de CI: el ren-
además de sus logros anteriores, que resultaron sumamente importantes para
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dimiento de la “inversión” del individuo, incluyendo los derechos de el “college”.10


matrícula y enseñanza y los materiales, los costos y los ingresos no perci-
bidos, para la obtención de un título, es más o menos la misma en todo En resumen, la selección, ostensiblemente objetiva y meritocrática,
un amplio espectro de niveles de CI. Cuando menos a partir de un y el sistema de recompensas de la educación estadunidense no corres-
punto de vista económico, la educación superior beneficia a todos los ponden a una noción abstracta de la eficiencia, el racionalismo y la equi-
niveles de capacidad con bastante igualdad, por lo cual la justificación dad, sino a la legitimación de la desigualdad económica y a la fácil
usual de una inscripción selectiva resulta bastante dudosa. distribución desigual de papeles desiguales de trabajo. Toda sociedad
Sin embargo, nuestro propósito no es justificar las admisiones abier- recompensa, y debe hacerlo, ciertas excelencias individuales. Pero, cuáles
tas con base en economía pura o en eficiencia social. Más bien, desea- son las recompensadas, cómo y en qué medida, y mediante qué proceso
mos destacar que la orientación meritocrática de la educación superior, social, depende sustancialmente de la forma de organización de la vida
lejos de servir a un “razonamiento económico”, en realidad es una económica. La forma predatoria, .competitiva y personalmente destruc-
fachada que facilita la estratificación de la fuerza de trabajo. Las admi- tiva en que los logros intelectuales son recompensados en las escuelas y
siones abiertas amenazan dicho mecanismo de legitimación, haciendo universidades estadunidenses es un monumento, no al raciocinio crea-
que el éxito escolar sea un factor de menos importancia en la oportunidad tivo sino a la necesidad que tiene una clase privilegiada de justificar
para obtener, una educación superior. un sistema irracional, explotador y no democrático.
La experiencia obtenida con las inscripciones abiertas parece soste-
ner nuestra afirmación en el sentido de que la naturaleza de las admi-
siones selectivas, objetiva y ostensiblemente meritocrática, sirve primor- EDUCACIÓN, INGRESOS Y LOGROS COGNOSCITIVOS
dialmente para la reproducción de la fuerza de trabajó mediante la
legitimación. El City College of New York, que iniciara un amplio pro- Nunca he considerado que los meros conocimientos [. . .] sean
grama de inscripciones abiertas en 1970, solicitó a Astin y a sus compa- la única ventaja que se derive de una buena educación es-
ñeros del American Council on Education que evaluaran su primer año colar. Normalmente he visto que las personas con más edu-
de operaciones. Encontraron que los estudiantes regulares y de inscrip- cación son una clase que tiene una moral más alta y sólida,
ción abierta mejoraban sus calificaciones de exámenes al mismo ritmo, con más orden y respeto en su proceder, y más dispuesta
y que no había evidencia alguna de que los estándares académicos fue- a acatar las reglas saludables y necesarias de una sociedad
ran menores en el primer año. Lógicamente, las calificaciones de los establecida. Y, en momentos de agitación, debido a algún
exámenes de los estudiantes de inscripción abierta inicialmente eran cambio de reglas o salarios, siempre he fijado la vista en los
más inteligentes, más educados y más morales en busca de
inferiores a las de los regulares (para finales del primer año, las califi-
apoyo y rara vez me han decepcionado [. . .] generalmente
caciones de los estudiantes de inscripción abierta habían alcanzado el asentirán y ejercerán una influencia saludable en sus com-
nivel de los estudiantes regulares que ingresaban). No obstante, si bien pañeros. Sin embargo, he visto que los ignorantes que no
el 50% de los estudiantes de inscripción abierta progresaban a un ritmo tienen educación, generalmente son más turbulentos y oca-
normal (es decir, habían obtenido veinticuatro créditos de “college”), sionan más problemas, que actúan bajo el impulso de la
la proporción de estudiantes regulares que los habían obtenido era ligera- pasión encendida y los celos.
mente superior a 60%. En un informe intermedio, Astin y Rossman HOMER BARTLETT, Industrial de Massachusetts que escribió
dicen: a Horace Mann en 1841
9 Daniel C. Rogers, “Private rates of return to education in the U.S., a 10 Alexander Astin y Jack Rossman, “The case for open admissions: a status
case study”, Yale Economic Essays, primavera de 1969. report”, Change, vol. 5, num. 6, verano de 1973.
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¿Por qué la educación aumenta los ingresos de la gente? La explicación una gran contribución causal para salir adelante económicamente.
tradicional —que hemos denominado la perspectiva tecnocrática-meri- Solo una mínima parte, de la considerable relación estadística entre la
tocrática— proporciona una respuesta simple y precisa. Los ingresos escolaridad y el éxito económico se puede explicar mediante el papel
reflejan la productividad económica. En una sociedad tecnológicamente que desempeña la escuela en la producción o la selección de las habili-
avanzada, la productividad económica de una persona depende en parte dades cognoscitivas. La función económica de las escuelas, por lo tanto,
del “nivel” de capacidades cognoscitivas que ésta haya adquirido. Cada no se limita al desarrollo o a la identificación de dichas habilidades.
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año de educación incrementa los niveles de capacidad cognoscitiva, con- Algunos pensarán que esta afirmación resulta curiosa. Muchos de
duciendo por consiguiente, de manera indirecta, a ingresos mayores. los comentaristas del panorama educativo —sociólogos, educadores y pa-
Si esta óptica fuera acertada, la importancia que hemos concedido trones, entre ellos— erróneamente han atribuido excesiva importancia
al papel legitimador de la educación sería mucho más que engañoso. En al papel intelectual de la instrucción escolar. Por ejemplo, un industrial
tal caso, el sistema educativo competitivo seria un “juego” meritocrá- de mediados del siglo XIX escribió:
tico donde la apuesta (el éxito económico) estaría directamente relacio-
nada con el criterio (logros cognoscitivos) para ganar o perder de una Cada vez que una fábrica de hilados y tejidos o uno de sus talleres no propor-
manera muy racional, incluso tecnológica.11 Y, si esta óptica estuviera ciona la cantidad de trabajo adecuada, mi primera pregunta [. . .] seria sobre
en lo cierto, sería muy difícil argumentar que hay contradicciones fun- el carácter de la ayuda y, en caso de que la deficiencia perdurara mucho
tiempo, estoy seguro de que encontraría a muchos que han hecho cruces en
damentales entre las funciones integradoras, igualitarias y de desarrollo la nómina, pues son incapaces de escribir su nombre.12
personal de la educación en la sociedad capitalista. La educación podría
ser tan igualitaria como lo permitieran las capacidades biológicas innatas Es interesante apuntar que los registros de una fábrica prácticamente
de las personas —cosa que sería mucho. Es más, en caso de que la pers- idéntica a la de este industrial han sido conservados, y un estudio minu-
pectiva tecnocrática-meritocrática estuviera en lo cierto, la persisten- cioso del número de piezas producidas por cada trabajador (pagadas de
cia de la educación represiva —ante alternativas que parecen ofre- acuerdo con las tarifas por pieza) reveló que no había ninguna relación
cer tanto un entorno más democrático y participativo, cuanto un vehícu- estadística entre la productividad y el grado de alfabetización del traba-
lo más efectivo para la transmisión de capacidades cognoscitivas— mera- jador, medido con base en que firmara la nómina con una “X” o con su
mente reflejaría una inercia irracional institucional por parte del sistema firma.*
escolar. Si se puede conseguir que las escuelas sean más humanas y pro- Si bien nuestro postulado básico —que la función .económica pri-
ductoras más eficientes de capacidades intelectuales, ¿por qué las partes maria de la instrucción escolar no es la producción o la selección de
comprometidas —educadores, estudiantes, patrones, padres, trabajadores, habilidades intelectuales— se puede verificar con toda una gama
juntas escolares, todos— no han celebrado la oportunidad? La respuesta, de fuentes de datos,13 nuestra ilustración central girará en torno a una
pensamos, radica en un hecho sencillo pero que muchas veces se pasa muestra muy amplia que hemos sometido a un cuidadoso análisis esta-
por alto: el papel de las escuelas en la promoción del crecimiento cognos- dístico.14
citivo no agota, definitivamente, sus funciones sociales. De hecho, si bien
es cierto que en las escuelas se desarrollan capacidades; y que una fuerza
de trabajo capacitada es necesaria en una sociedad tecnológicamente 12 Citado por Michael Katz, Class, bureaucracy and schools, Nueva York,

avanzada, una óptica cognoscitiva del sistema educativo que se centra Praeger Publishers, 1971, p. 146.
en la producción de capacidades mentales no puede proporcionar la base * Hal Luft, “New England textile labor in the 1840's: From yankee farm-
girl to Irish immigrant”, inédito, Harvard University, enero de 1971.
para entender el eslabón entre las escuelas y la economía. 13 Véase Herbert Gintis, “Education, technology, and the characteristic's of
En particular, .demostraremos que si bien los niveles altos de esco- worker productivity”, American Economic Review, mayo de 1971; e Ivar Berg,
laridad y el éxito económico tienden a ir de la mano, las capacidades Education and jobs: the great training robbery, Boston, Beacon Press, 1971.
14 Samuel “Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the
intelectuales desarrolladas o certificadas en la escuela no representan
intergenerational reproduction of economic inequality”, The Review of Econo-
mics and Statistic, vol. 56, núm. I, febrero de 1974; Samuel Bowles y Herbert
Gintis, “IQ in the U.S. class structure”, Social Policy, noviembre-diciembre
11 Aun en este caso, los arreglos institucionales no estarían en condición de 1972 y enero-febrero de 1973. Para detalles, véase apéndice A.
de satisfacer los dictados de justicia y equidad elementales. Véase Noam Chom- Los datos, la mayoría de los cuales fueron obtenidos por el U.S. Census
sky, “Psychology and ideology”, Cognition, vol. 1, num. 1, 1972. Current Population Survey en 1962, se refieren a hombres no negros de edades
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son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

En primer lugar debemos elegir una forma conveniente para repre- taciones podrán interpretarse con más facilidad que otras. Hemos elegido
sentar la asociación estadística entre el nivel de logros educativos en el método del quintil-superior-por-decil, que ya usamos en el capítulo 2.15
años y los ingresos en dólares. Aunque nuestros resultados son claramente Primero ordenamos a todos los individuos de menor a mayor en términos
independientes de cualquier representación particular, algunas represen- del nivel de los logros educativos en años, dividiéndolos en diez partes
iguales (“deciles”). Después determinamos el porcentaje de individuos
en cada decil que están dentro de la quinta parte superior de la mues-
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de 24-65 años, con antecedentes no agrícolas y que son la fuerza de trabajo


experimentada. tra (“quintil superior”) de ingresos. Así, encontramos las posibilidades
Los datos relativos al CI infantil y el logro cognoscitivo del adulto son de que un individuo, con un nivel educativo dado, tiene de alcanzar el 20%
una encuesta de veteranos de 1966 hecha por el National Opinion Research superior de la distribución de ingresos.16
Center y el California Guidence Study. Por ejemplo, las columnas de la izquierda de la figura 4-1 ilustran
Véase Peter Blau y Otis D. Duncan, The American occupational structure, que un individuo que ocupa el noveno decil de educación (anterior al
Nueva York, John Wiley & Sons, 1967; Otis D. Duncan, D.C. Featherman,
y Beverly Duncan, Socioeconomic background and occupational achievement, ingreso como medida del éxito económico. Hemos practicado un análisis estadís-
final report, proyecto num. s-0074 (EO-191), Washington, D.C., Department tico paralelo usando dos alternativas: estatus ocupacional, y un promedio
of Health, Education and Welfare, Office of Education, 1968; y Samuel pesado de ingresos y estatus ocupacional. Los resultados de este análisis de alter-
Bowles, “Schooling and inequality from generation to generation”, The Journal nativa, la mayor parte del cual está publicado en Bowles y Gintis [1973], op.
of Political Economy, vol. 80, num. 3, parte II, mayo-junio de 1972, para una cit., y en Bowles y Nelson [1974], op. cit., confirma claramente los resultados
descripción mas completa. Cálculos similares para otros grupos de edad produ- presentados aquí. De hecho, el logro cognoscitivo es aún menos importante como
cen resultados congruentes con nuestras proposiciones. criterio para el estatus ocupacional de lo que lo es para el ingreso.
La calidad de los datos excluye cualquier reclamación sobre la precisión de 15 Discusiones muy populares de las relaciones de CI y éxito económico

nuestra estimación. Empero, nuestras proposiciones principales siguen siendo (p. ej. Jensen [1969]; Richard Herrnstein, “IQ”, Atlantic Monthly, vol. 228,
fundadas incluso si se da cabida a un margen considerable de error. Sin em- num. 3, septiembre de 1971; Jencks [1972]) presentan material estadístico en
bargo, debemos destacar que la validez de nuestras proposiciones básicas no términos de “coeficientes de correlación” y de “contribución a la variación
depende de nuestro conjunto particular de datos. Aunque pensamos que nues- explicada”. Creemos que estas expresiones técnicas proveen poca informa-
tra base de datos es la más representativa y la más cuidadosamente elaborada ción al lector que no está completamente iniciado en su uso e interpretación.
a partir de fuentes disponibles, hemos comparado nuestros resultados con algu- El método quintil-superior-por-decil incluido en la figura 4-1 y las cifras poste-
nas otras bases de datos, incluyendo Christopher Jencks et al.. Inequality: riores, creemos, es operativamente más accesible al lector, y revela espectacu-
a reassessment of the effects of family and schooling in America, Nueva York, larmente los patrones de movilidad y causalidad sólo implícitos en estadísticas
Basic Books, 1972; Robert Hauser, Kenneth G. Lutterman, y William H. Sewell, resumidas de la variedad de la correlación.
“Socio-economic background and the earnings of high school graduates”, tra- 16 Las cifras de este capítulo, empleando el método quintil-superior-por-decil,

bajo inédito de la University of Wisconsin, agosto de 1971; John Conlisk, no han sido construidas observando directamente la posición en el decil de
“A. bit of evidence on the income-education-ability interaction”, Journal of individuos en cada una de las diversas variables y registrando los porcentajes
Human Resources, vol. 6, verano de 1971; y Zvi Griliches y William M. correspondientes. Este enfoque es imposible por dos razones: primero, tales
Mason, “Education, income and ability”, Journal of Political Economy, vol. 80, estadísticas simplemente no están disponibles a nivel individual. Nuestra base
mayo-junio de 1972. estadística abarca los resultados de varias fuentes de datos distintas, ninguna de
Jencks [1972], op. cit., elabora los datos que muestra mediante una jui- las cuales incluye todas las variables usadas en nuestro análisis. Segundo, por
ciosa revisión de evidencia estadística de diversas fuentes, de una manera simi- ciertas razones técnicas (p. ej. errores en las variables y restricciones de ampli-
lar a Bowles [1972], op. cit., y Bowles y Nelson [1974], op. cit. Hauser, Lut- tud), se deben aplicar factores de corrección a los datos brutos antes de que
terman, y Sewell [1971], op. cit., emplean una muestra de 3 793 hombres con puedan usarse en el análisis. Estos aspectos generales se discuten en Jencks
antecedentes no agrícolas, el grupo de graduados de la escuela de enseñanza [1972]; y con respecto a nuestros datos, en Bowles [1972], op. cit.; y Gintis
media de Wisconsin, de 1957. Conlisk [1971], op. cit., emplea un conjunto [1971], op. cit.
de datos longitudinales para 70 hombres del área de Berkeley, California. Estas cifras están construidas haciendo explícitas ciertas suposiciones que
Griliches y Mason [1972], op. cit., proporcionan datos sobre 3 000 veteranos sólo están implícitas, pero son absolutamente necesarias para los argumentos de
militares de la segunda guerra mundial, estadunidenses, localizados por el correlación de Jensen y otros. Estas suposiciones incluyen la linearidad de las
Bureau of the Census en 1964 en una encuesta de población. relaciones entre todas las variables, y la normalidad aproximada de su distri-
Cuando se hacen correcciones para error de medición y de restricción de bución conjunta de probabilidad. Nuestra técnica estadística, entonces, es
amplitud (véase Bowles [1972], op. cit., y Jenck [1972], op. cit.), un análisis análisis de regresión linear estándar, con correlaciones, coeficientes de regresión,
estadístico de cada una de estas bases de datos apoya todas nuestras principales y coeficientes de curso representados en una forma matemáticamente equivalente
proposiciones. Nuestros resultados tampoco dependen de nuestra elección del de probabilidad.
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FIGURA 4-1 más alto) tiene 34.3% de oportunidades de alcanzar una posición den-
LAS DIFERENCIAS DE LAS CALIFICACIONES DE LOS EXÁMENES COGNOSCI- tro de la quinta parte superior de quienes captan ingresos, mientras que
TIVOS NO EXPLICAN LA RELACIÓN ENTRE LOS AÑOS DE INSTRUCCIÓN un individuo que ocupa el decil inferior de educación sólo tiene 3.5% de
ESCOLAR Y EL ÉXITO ECONÓMICO oportunidades. Esto ilustra la reconocida importancia que tiene la edu-
cación para lograr el éxito económico.
Como afirma la teoría tecnocrática-meritocrática, la educación tam-
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bién está íntimamente relacionada con los logros cognoscitivos. Por


ejemplo, sí las probabilidades de alcanzar la quinta parte superior del CI
adulto se proyectan ante el nivel educativo, encontraremos que una per-
sona que ocupe el decil superior de educación tiene 57.7% de posibili-
dades de caer dentro de la quinta parte superior de las calificaciones
cognoscitivas, mientras que una persona que ocupe el decil inferior ten-
drá menos de 1% de posibilidades.18
Peror .¿ es el promedio más elevado de los logros cognoscitivos de
aquellos con mayores estudios la causa de que tengan más probabilidades
de alcanzar el éxito económico? Lógicamente, ésta es la interrogante
crucial. En caso de que la teoría cpgmpscotova esté en lo cierto, dos indi-
viduos que tengan las mismas calificaciones de exámenes pero diferente
nivel de educación deberían tener, en promedio, exactamente los mismos
ingresos esperados y, por el contrario, las personas que tuvieran diferentes
calificaciones en los exámenes pero niveles similares de educación, en
promedio, deberían tener ingresos diferentes. Así, si limitamos nuestras
observaciones a individuos que tengan las mismas calificaciones de exá-
menes, en cualquier nivel, la relación que se exhibe en las columnas
de la izquierda de la figura 4-1 debería desaparecer —es decir, todas las
columnas deberían tener el mismo tamaño a partir de la marca del 20%
NOTAS : La columna de la izquierda de cada par indica las probabilidades esti- en la escala vertical.
madas de que un hombre esté en la quinta parte superior de la distribución Con el fin de abordar tal problema, tendremos que ir más allá de las
de ingresos, si está en un decil de educación dado. La columna de la derecha de meras asociaciones estadísticas, y elaborar un modelo causal que explique
cada par indica las probabilidades estimadas de que un hombre esté en la quinta la contribución independiente, directa e indirecta, de cada variable im-
parte superior de la distribución de ingresos si tiene una calificación media en
los exámenes cognoscitivos para adultos, y está en un decil de educación dado. portante para el éxito económico individual. Nuestro modelo aparece en
Nótese que las columnas de un par dado casi siempre son de igual tamaño, la figura 4-2. Según la misma, las diferencias de ingresos en individuos
indicando que la relación ingresos-educación siempre es la misma en el caso de edad, raza y sexo similares son ocasionadas por diferencias en CI
de individuos con logros cognoscitivos idénticos, y en el caso de todos los
individuos.17
para hombres no negros, no agricultores con edades de 35-44. El coeficiente es
MUESTRA: Hombres blancos, no negros, sin antecedentes agrícolas, 1962, de similar para otros grupos de edad: 0.33 para edades de 25-34; 0.44 para eda-
35 a 44 años. des de 45-54; y 0.37 para edades de 55-64. El coeficiente de regresión norma-
lizado fue estimado en 0.43 para hombres no negros, no agricultores, de edades
FUENTE: Samuel Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the de 35-44 años. El coeficiente para otros grupos de edad fue estimado en 0.22
intergenerational transmission of economic inequality”, The Review of Econo- para edades de 25-34; 0.41 para edades de 45-54; y 0.29 para edades de
mics and Statistics, vol. 56, num. 1, febrero de 1974. 55-64 años.
18 Las calificaciones de las pruebas cognoscitivas son medidas por una forma
17 La figura 4-1 está calculada sobre datos informados en Bowles y Nelson del Armed Forces Qualification Test, que se ve fuertemente afectada tanto por
[1974], op. cit., y en nuestro apéndice A. Está basada en un coeficiente de el CI infantil como por los años de escolaridad y, por lo tanto, puede ser consi-
correlación estimado entre los años de instrucción escolar e ingresos, de 0.46 derada una medida del logro cognoscitivo del adulto.
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adulto, instrucción escolar y antecedentes socioeconómicos, así como por FIGURA 4-2
otras diferencias no medidas. Las diferencias entre el CI adulto y, la MODELO CASUAL DEL CI, ANTECEDENTES SOCIOECONÓMICOS, INTRUC-
instrucción escolar, asimismo, se deben a los efectos de las variables cau- CIÓN ESCOLAR Y ÉCITO ECONÓMICO
sales anteriores, los antecedentes socioecnómicos y el CI infantil. Las
diferencias en el CI infantil son ocasionadas por diferencias en la heren-
cia genética, en antecedentes socioeconómicos y en su interacción. En el
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modelo, los antecedentes socioeconómicos influyen directamente en los


ingresos (flecha b) e indirectamente mediante su efecto tanto en los logros
educativos (flechas c y d; flechas e, g y d) cuanto en el CI adulto (fle-
chas, e, j e i; flechas e, g, j e i” y flechas e, h e i). La instrucción escolar
influye en los ingresos tanto directa (flecha d), cuanto indirectamente
mediante su efecto en el CI adulto (flechas j e i). Los efectos directos e
indirectos de la herencia genética se pueden seguir de manera semejante.
Nuestra técnica estadística para el cálculo de estas relaciones estadís- NOTAS : El modelo se aplica a las personas del mismo sexo, raza y aproxima-
damente de igual edad. Se necesitarían variables adicionales para llevar la cuen-
ticas será el análisis de regresión linear. Dicha técnica nos permite deri- ta de estos aspectos importantes del proceso de la determinación de los ingresos.
var cálculos numéricos de la contribución independiente de cada una de Las flechas indican la dirección supuesta de la causalidad. La flecha con dos
las influencias individuales, aunque correlacionadas (antecedentes socio- puntas representa la relación estadística con ninguna causalidad implícita. Para
económicos, CI infantil, años de instrucción escolar, logros cognosciti- una discusión más detallada del modelo véase Bowles y Nelson, “The 'inheri-
vos adultos) en el éxito económico, respondiendo a la pregunta: ¿Cuál tance of IQ' and the intergenerational transmission of economic inequality”,
es la magnitud de la relación entre cualquiera de estas influencias entre op. cit., 1974.
individuos que son iguales respecto de algunos o de la totalidad de los Toda vez que la relación entre el nivel del éxito económico y los
demás? Asimismo, responde la pregunta: ¿Qué probabilidades de alcan- años de instrucción escolar sólo se reduce ligeramente cuando conside-
zar niveles particulares de éxito económico tienen individuos que están ramos a individuos que tienen el mismo nivel de habilidades cognosci-
dentro del mismo decil en algunas o todas las influencias antes mencio- tivas adultas, la asociación entre instrucción escolar y éxito económico
nadas salvo una y en diferentes deciles en esta única variable? no está relacionada mayormente con las diferencias de las habilidades
Los resultados de “mantener constante” el CI en un nivel particular cognoscitivas observadas entre trabajadores con diferentes niveles de edu-
(por ejemplo, el nivel promedio) aparecen en las columnas de la derecha cación. Numerosos estudios sostienen estas conclusiones. Algunos de ellos
de la figura 4-1. En lugar de tener el mismo tamaño, las columnas de la aparecen en el cuadro A-2 del apéndice A.20
derecha son ligeramente diferentes de las de la izquierda. Por ejemplo, Pudiera ser que el lector considere que nuestro argumento, a pesar
en términos generales, una persona que ocupe el noveno decil de educa- de las muchas estadísticas que lo sostienen, no sólo va en contra de la
ción tiene casi diez posibilidades más de estar en el quintil superior de in- intuición, sino que en realidad resulta increíble. Las cifras parecen refu-
gresos que la persona que ocupe el decil inferior de educación; pero, entre tar la observación manifiesta en el sentido de que la economía no podría
personas con calificaciones idénticas en los exámenes de adultos, la pri- funcionar sin las habilidades cognoscitivas de los trabajadores, y dichas
mera sigue teniendo ocho probabilidades más de ocupar el quintil supe- habilidades son adquiridas en la escuela. Esta observación es correcta a
rior de ingresos que la segunda. El hecho de mantener constantes los todas luces, y en ningún sentido contradice nuestros datos. Lo que sugiere
logros cognoscitivos prácticamente no cambia la relación entre educación- nuestro argumento es simplemente que la habilidad mental requerida para
ingresos. Situación poco reconfortante para quienes defienden la impor- el trabajo es bastante limitada, que las habilidades producidas por
tancia económica de las habilidades mentales como explicación de la nuestro sistema educativo son suficientemente variadas, y que las posibi-
desigualdad.19
ciones educación-ingresos, antes y después de mantener constantes las habilida-
des cognoscitivas, comparadas cuidadosamente. Si se cambia el nivel de las
19 El método de análisis por regresión linear, como su nombre lo indica, calificaciones cognoscitivas apenas si se mueve esta curva hacia arriba o hacia
asume que el nivel en el cual se mantienen constantes las calificaciones cognos- abajo. La suposición de la linearidad es, además, una buena aproximación a la
citivas es irrelevante, ya que todos los efectos son lineares y aditivos. Hemos realidad/Véase Jencks [1973], op. cit.; y Rogers [1969], op. cit.
colocado este nivel en el promedio para que la muestra interprete las asocia- 20 Cuadro A-2 modificado de Gintis [1971], op. cit.
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lidades de adquirir habilidades adicionales en el trabajo son lo suficien- tontos”. El concepto de que la desigualdad económica se deriva de dife-
temente abundantes para que las diferencias de habilidades entre indi- rencias genéticamente determinadas del CI siempre ha tenido sus parti-
viduos aceptables para un trabajo dado, con base en otros criterios, darios. Empero, la suerte de esta idea exhibe un curioso flujo y reflujo:
incluyendo raza, . sexo, personalidad y credenciales, no tengan gran la importancia económica y social de las diferencias, genéticas, nunca
importancia económica.. En la mayoría de los niveles de la jerarquía resulta tan obvia como-después de la suma final de una serie.de reformas
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ocupacional, las habilidades mentales son productivas, pero no escasean liberales sin éxito. Por otra parte, los tres períodos principales de la
y, por consiguiente, no implican un rendimiento monetario directo. De reforma educativa liberal —las dos décadas anteriores a la guerra civil,
hecho, hemos sugerido que el sistema educativo sirve para producir exce- la Era progresista y los años sesenta— se caracterizaron por una falta de
dentes de mano de obra capacitada, incrementando así el poder de los preocupación por las características heredadas genéticamente, y por
patrones sobre los trabajadores. Por consiguiente, la evidencia estadística, un profundo optimismo respecto de la maleabilidad, incluso el perfec-
lejos de ser un dato curioso, es un reflejo de la naturaleza clasista del cionamiento, de la juventud. El problema central para los reformadores
proceso.de producción. Las habilidades de los obreros son un elemento estaba en estructurar un entorno en el cual el desarrollo individual fuera
absolutamente fundamental del crecimiento económico, pero las diferen- promovido y no demorado. No sorprende el hecho de que los liberales
cias de habilidades no explican la falta de progreso hacia la justicia social. se hayan concentrado en los aspectos de la crianza que parecían suscep-
En resumen, la evidencia existente parece apoyar nuestra hipótesis tibles a una intervención social: las escuelas, la habitación, la atención
de la legitimación. La orientación meritocrática del sistema educativo no médica y otros semejantes. Empero, el ocaso de cada movimiento de
promueve su función igualitaria, sino mas bien su papel integrador. La reformas liberales ha sido recibido por una reacción genética: si el hecho
educación reproduce la desigualdad, justificando los privilegios y atri- de mejorar el entorno escolar no logra sus elevados objetivos, algo debe
buyendo la pobreza al fracaso personal. pasarle a los muchachos. A finales de los años sesenta, con la guerra
contra la pobreza perdiendo fuerza y acumulándose el rechazo a las
evaluaciones de los programas educativos compensatorios, el historiador
Michael Katz pronosticó un contraataque de quienes ubican las raíces
EL CISMO: O “SI ERES TAN LISTO, ¿POR QUÉ NO ERES RICO?” de la desigualdad en la naturaleza y, particularmente, en las diferen-
cias de CI, determinadas genéticamente.21
Una cosa, sin embargo, es evidente. La naturaleza no pro- Desde entonces, la reacción pronosticada ha adquirido fuerza: la
duce por una parte poseedores de dinero o de mercancías interpretación genética de la desigualdad ha recuperado gran parte
y por otra personas que simplemente poseen sus propias fuer- de su ensombrecida respetabilidad académica, y ha llegado a dominar
zas de trabajo. Esta relación en modo alguno pertenece al la atención de sociólogos y politicólogos por igual. El primer golpe impor-
ámbito de la historia natural, ni tampoco es una relación tante fue el argumento de Arthur Jensen, aparecido en Harvard Edu-
social común a todos los períodos históricos. Es en sí misma, cational Review diciendo que el fracaso de la educación compensatoria
ostensiblemente, el resultado de un desarrollo histórico pre- en elevar los niveles de logros escolásticos se debe atribuir al carácter
cedente, el producto de numerosos trastocamientos económi-
hereditario del CI.22 El resumen de Jensen sobre las investigaciones here-
cos de la decadencia experimentada por toda una serie de
formaciones más antiguas de la producción social. ditarias de Burtt y otros fue aceptado y ampliado por Richard Hermstein,
psicólogo de Harvard. Herrnstein afirmó queja distribución de riquezas,
KARL MARX, El Capital privilegios y estatus social está determinada, en gran medida, y cada vez
más, por la distribución del CI. Toda vez que el CI tiene un carácter
La pobreza tiene muchas raíces, pero la fundamental es la sumamente hereditario, el estatus económico y social es transmitido por
ignorancia. las familias de una generación a la otra.23
PRESIDENTE LYNDON B. JOHNSON, Mensaje sobre la educa- Las afirmaciones de Jensen, Herrnstein y otros constituyeron un
ción ante el 89º Congreso, 1965
21 Katz [1971], op. cit.
La ideología tecnocrática-meritocrática también está en el fondo de las 22 Arthur R. Jensen [1969], op. cit.
teorías de la desigualdad, actualmente populares, de “los-pobres-son- 23 Herrnstein [1971], op. cit.
156 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA 157
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ataque fundamental contra la posición de los reformadores liberales. Em- raza, la edad y las credenciales educativas. Estos rasgos de la personalidad
pero, la defensa liberal ha sido curiosamente superficial: la importancia y atributos personales ayudan a legitimar y estabilizar la estructura de
económica putativa del CI ha permanecido sin documentación por parte autoridad de la propia empresa moderna. Así, primordialmente debido
de la escuela genética, y no ha sido desafiada por sus críticos. En medio de al papel económico central del sistema escolar, la producción de habili-
un torrente estadístico de cien páginas relativas a los componentes gené- dades intelectuales adecuadas se convierte en un giro, un producto se-
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ticos y ambientales de la inteligencia, Jensen consideró pertinente dedicar cundario de un mecanismo de estratificación fundado en la oferta, la
exclusivamente tres escasas y ambiguas páginas al tema. Partidarios poste- demanda, la producción y la certificación de una serie de atributos per-
riores de la “escuela genética” han considerado que este “hecho elemen- sonales totalmente diferentes.
tal”, en todo caso, ni siquiera necesita que se sostenga.24 El campo de Debemos empezar nuestra exposición de la transmisión genética del
batalla que han elegido no ha resultado falto de juicio; que sepamos estatus económico preguntando qué significa “carácter hereditario”. Decir
nosotros, ni uno solo de sus críticos ambientalistas ha presupuesto mayor- que el CI tiene un marcado carácter hereditario simplemente es decir que
mente la importancia económica del CI.25 personas con genes similares tendrán CI similares, independientemente
Esta evidente falla en la defensa liberal resulta instructiva en sí. “Lo de las diferencias de los entornos sociales que podrían afectarlas a lo
más importante [. . .] que podemos saber del hombre —dice Louis largo de. su desarrollo mental. La base principal de la escuela genética
Wirth— es lo que presupone, y los hechos más elementales e importantes son varios estudios de personas, con exactamente los mismos genes (geme-
de la sociedad son los que rara vez se discuten y generalmente se dan los idénticos) criados en entornos diferentes (es decir, separados a su
por sentados.” Cuestionamos aquí la hipótesis no discutida implícita en nacimiento y criados en familias diferentes). Su CI tiende a ser bas-
ambas partes de la controversia del CI, recientemente revivida: que la tante parecido.27 Además existen estudios de personas que no tienen
distribución del CI es una determinante básica de la estructura de pri- genes comunes (personas no relacionadas) criadas en el mismo entorno
vilegios.26 (por ejemplo, la misma familia) así como estudios de individuos con
Nuestros resultados empíricos reforzarán nuestro argumento de que diferentes similitudes genéticas (por ejemplo, gemelos no idénticos, her-
la importancia conferida al CI como base del éxito económico sirve manos, padres e hijos, tías y sobrinas) y diferentes entornos (por ejem-
para legitimar un sistema económico autoritario, jerárquico, estratifi- plo, hermanos criados separados, primos criados en sus hogares respec-
cado y desigual, y para reconciliar a los individuos con su posición obje- tivos). Las diferencias de los CI de estos grupos se conforman, grosso
tiva dentro del sistema. La legitimación se fortalece cuando la gente modo, con el modelo de herencia genética sugerido por los estudios de
meramente cree en la importancia intrínseca, del CI. Dicha creencia es los gemelos idénticos y de los individuos no emparentados.28
facilitada por la estrecha relación de todos los atributos económicamente Recientemente, Leon Kamin presentó bastantes pruebas que arro-
deseables —clase social, educación, habilidades cognoscitivas, estatus ocu- jaban serias dudas sobre la postura genética.29 Empero, en términos
pacional e ingresos— y se integra a la perspectiva ideológica generalizada. generales, los ambientalistas no han podido contradecir, de manera con-
El hecho de que el CI no sea una determinante central de la estruc- vincente, la proposición central de la escuela genética. No obstante, han
tura social de las clases también confirma nuestro argumento del capítu- destacado que ésta no tiene implicaciones sociales importantes. Por ejem-
lo 3, de que el acceso a un puesto particular depende del patrón del plo, han sostenido que la teoría genética no dice nada sobre el grado
individuo en cuanto a los rasgos de la personalidad no cognoscitivos “necesario” de desigualdad racial o de los límites de la educación com-
(motivación, orientación a la autoridad, disciplina, interiorización de pensatoria.30 En primer lugar, los ambientalistas niegan que haya evi-
las normas de trabajo), así como de atributos personales como el sexo, la dencia de que la diferencia promedio del CI de blancos y negros (aproxi-

24 J. Eysenck, The IQ argument, Nueva York, Library Press, 1971; y


Herrnstein [1971], op. cit. 27 Jensen [1969], op. cit.
25 Para una muestra representativa de la crítica, véase las publicaciones del 28 Jensen [1969], op. cit.; Jencks [1972], op. cit.
Harvard Educational Review que siguen al ensayo de Jensen de 1969. 29 Kamin [1974], op. cit.
26 Por CI queremos decir —aquí y siempre— aquellas capacidades cognos- 30 Jerome S. Kagan, “Inadequate evidence and illogical conclusions”,
citivas que son medidas en tests de CI. Hemos evitado el uso de la palabra Harvard Educational Review, Reprint Series, num. 2, 1969; J. Mel. Hunt,
“inteligencia” ya que, en su uso común, ordinariamente abarca una gama mas “Has compensatory education failed?”, Harvard Educational Review, Reprint
amplia de capacidades. Series, num. 2, 1969; y Kamin [1974], op. cit.
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madamente quince puntos de CI) tenga origen genético;31 en segundo, No obstante, la estrategia defensiva de los ambientalistas ha resul-
niegan que cualquier cálculo del carácter hereditario nos diga mucho tado muy cara. Con su celo igualitario vis-à-vis las diferencias raciales
respecto de la capacidad que tienen los entornos enriquecidos para dismi- han sacrificado la interpretación liberal moderna de la desigualdad social.
nuir las diferencias de CI, entre o dentro de grupos raciales.32 La óptica liberal moderna es atribuir las diferencias de las clases sociales
a la desigualdad de oportunidades. Es decir, si bien los criterios del
31 El hecho de que un gran componente de las diferencias de CI entre éxito económico son objetivos y están orientados a los logros, los éxitos
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blancos sea genético, ¿significa que un componente similar de las diferencias y fracasos; de los padres pasan a los hijos vía entornos culturales y de
en CI entre negros y blancos esté determinado por el fondo genético inferior
de los primeros? Ciertamente no. En primer lugar, el grado de herencia es un
aprendizaje precisos. Por consiguiente, para lograr una .sociedad más
promedio, aun entre blancos. En el caso de dos individuos cualesquiera, y equitativa, simplemente se necesita que se proporcione a todos los jóve-
a fortiori, las diferencias de CI observadas en cualquiera de dos grupos de indi- nes las condiciones sociales y educativas de los que tienen más éxito
viduos se pueden deber a cualquier proporción de genes y el ambiente —sólo y son los mejores.33 Empero, el contraataque liberal frente a la posición
se requiere que promedien apropiadamente la población entera. Por ejemplo, genética representó una importante retirada, toda vez que no desafió
toda la diferencia de CI entre gemelos idénticos es ambiental, y supuestamente,
una gran parte de la diferencia entre hermanos adoptados sea genética. Asi- con éxito la proposición de que las diferencias de CI entre blancos con
mismo, no podemos decir si la diferencia promedio de CI entre irlandeses y diferentes antecedentes de clase social se originan en diferencias de dotes
puertorriqueños es genética o ambiental. Sin embargo, en el caso de los negros, genéticas. De hecho, los datos de la escuela genética provienen precisa-
la inferencia de la escuela genetista es aún más tenue. R. Light y P. Smith, mente ¡de las diferencias observadas en el CI de blancos de todos los
“Social allocation model of intelligence: a methodical inquiry”, Harvard Edu- niveles socioeconómicos! La omisión liberal al no cuestionar el papel
cational Review, 39, 3, agosto de 1969, han demostrado que aun aceptando
los cálculos de Jensen sobre la herencia del CI, la diferencia de CI de negros causal que desempeña el CI para salir adelante en un sentido económico,
y blancos podría ser explicada fácilmente por las diferencias ambientales pro- completa la huida. El dogma fundamental de la teoría social liberal
medio entre las razas. Recurriendo a investigaciones experimentales posteriores moderna —que los programas de bienestar social progresivos pueden
no se resolvería esta cuestión, ya que el “experimento conceptual”, que deter- reducir y eliminar gradualmente las diferencias de las clases sociales, las
minaría el componente genético de las diferencias entre negros y blancos, no
puede llevarse a cabo. ¿Podríamos escoger un par de gemelos negros idénticos
culturas de pobreza y opulencia y la desigualdad de oportunidades—
y situarlos en un ambiente escogido al azar? Claro que no. Si situamos un ha sido rematado, en gran medida, por quienes otrora fueran sus parti-
niño negro en un hogar blanco, en una sociedad excesivamente racista, éste darios. Por lo tanto, la antigua creencia —sostenida por los conser-
no tendrá el mismo ambiente que tendría un niño blanco en la misma casa. vadores de la actualidad y los liberales de antaño de. que las clases
Asimismo, ver las diferencias en CI de niños negros y blancos no relacionados, sociales se dividen a sí mismas con base en la capacidad individual innata
criados en el mismo hogar (ya sea blanco, o negro, o mixto) no nos dirá el
grado de diferencias genéticas, ya que tales niños no pueden ser tratados de para defenderse con .éxito en el entorno social, y por consiguiente tien-
igual manera, y las diferencias ambientales persistirán. (Claro que, si en estos
casos, desaparecen las diferencias en CI, la causa ambientalista estará apoyada. Pero los programas compensatorios son un claro intento por cambiar el arreglo
Pero en caso de que no sea así, no se podrá llegar a ninguna conclusión.) total de ambientes abiertos a los niños a través de la “innovación educativa”.
32 La mayoría de los ambientalistas no se oponen a la afirmación de Jensen Aunque los programas a gran escala existentes parecen haber fallado en la
de que los programas compensatorios a gran escala han producido resultados producción de avances significativos, a menor escala han tenido éxito. (Cari
desalentadores. Jensen [1969], op. cit.; y Harvey Averch et al., “How effective Bereiter, “The future of individual differences”, Harvard Educational Review,
is schooling: a critical review and synthesis of research findings”, Santa Monica, Reprint Series, num. 2, 1969; Silberman [1971], op. cit.; y Averch [1972],
The Rand Corporation, 1972. Pero esto no afecta a la hipótesis genética. Como op. cit.) Además, aun aceptando la posición genética, esto no nos debería
el propio Jensen hace notar, el grado de transmisión genética de cualquier impedir buscar nuevas innovaciones ambientales, en verdad nos debería llevar
rasgo depende de los diversos ambientes alternativos que los individuos experi- más lejos, a actividades creativas, en esta dirección. Por lo tanto, el empuje
menten. Los cálculos de Jensen de la herencia descansan convenientemente en inicial de la escuela genetista puede ser, cuando menos, parcialmente recha-
el arreglo existente de los procesos y tecnologías de la educación. Cualquier zado: tampoco hay evidencia confiable de que el contacto a largo plazo de los
introducción de nuevos procesos sociales de desarrollo mental, cambiará el nivel negros con los ambientes existentes de blancos no cerraría la brecha del CI
promedio desestandarizado del CI, así como su grado de herencia. Por ejem- entre blancos y negros; o de que los programas compensadores innovadores
plo, la casi perfecta herencia de la altura está bien documentada. Sin embargo (p. ej. programas sobre crianza de niños blancos, o ambientes educativos dife-
la estatura promedio de los americanos ha aumentado espectacularmente con rentes de los actuales) no puedan eliminar o atenuar las diferencias de CI que
los años, debido claramente a cambios en el ambiente total. Asimismo, cual- son en realidad genéticas.
33 James L. Coleman et al., Equality of educational opportunity, Wash-
quiera que sea la herencia del CI, las calificaciones de las pruebas promedio
desestandarizadas subieron 83% entre 1917 y 1943 (Jencks [1972], op. cit.). ington, D.C., U.S. Government Printing Office, 1966.
160 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA 161
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den a reproducirse de una generación a otra, ha sido reinstaurada.34 “inevitable” entre el estatus y la inteligencia diciendo que la sociedad
La. fuerza de su reacción ante el argumento de Jensen refleja el “recompensa el talento y los méritos”. Herrnstein añade que:
consenso de los liberales respecto de que el CI es una determinante
básica, (cuando menos en un sentido ideal) del estatus ocupacional y de Si casi cualquiera es lo suficientemente listo como para cavar zanjas, y sólo
la movilidad inter generacional. De hecho, el marco conceptual de los la mitad de las personas son lo suficientemente listas para ser ingenieros, en
tal caso la sociedad, de hecho, está administrando sus recursos intelectuales,
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

propios examinadores garantizaría el resultado. Por lo tanto, Jensen


confiriendo mayor estima a los ingenieros y pagándoles más [. . .] La [s]ocie-
simplemente está formulando lo que los examinadores habían tomado dad [así] manifiesta su reconocimiento, por impreciso que sea, de la impor-
por seguro: “El concepto de los psicólogos respecto de las 'necesidades tancia y la escasez de capacidades intelectuales.39
de inteligencia' para una ocupación [. . .] es muy semejante al concepto
que tiene la gente del prestigio o la 'posición social' de una ocupación, Por último, según Herrnstein, cada generación se refina más for-
y ambos están estrechamente relacionados con una medida independien- mando estratos sociales con base en el CI:
te del [. . .] estatus ocupacional.”35 A continuación, Jensen cita al soció-
logo O. D. Duncan: “...La 'inteligencia' [. . .] no difiere esencial- [. . .] Las nuevas adquisiciones de riquezas [. . .] incrementarán la brecha del
mente de los logros o el estatus dentro del ámbito ocupacional [. . .] En CI entre las clases superiores y las inferiores, haciendo que la escalera social
la actualidad, lo que queremos decir con inteligencia es algo parecido resulte incluso más escarpada para quienes se quedan a su pie.
a la probabilidad de un rendimiento aceptable [dada la oportunidad] en Herrnstein pasa a poner a la política social liberal directamente en
ocupaciones de diferente estatus social.” 36 Es más, Jensen sostiene que contra de sí misma, diciendo que el carácter hereditario del CI y, por
la tendencia a hacer que la inteligencia sea requisito para el logro ocupa- lo tanto la penetración de la estratificación social incrementarán, con-
cional continuará en aumento.37 Esta importancia a la inteligencia para forme nuestras políticas sociales se tornen más progresistas:
explicar la estratificación social es expuesta aún con mayor claridad por
Carl Bereiter: “Las perspectivas apuntan a un sistema meritocrático de [. . .] El crecimiento de una meritocracia prácticamente hereditaria surgirá
castas, basado [. . .] en las consecuencias naturales de las diferencias here- de la realización triunfal de las metas políticas y sociales contemporáneas
dadas del potencial intelectual [. . .] Tendería a persistir incluso a pesar [. . .] conforme el entorno se vuelva más favorable para el desarrollo de la
de que todos, en todos los niveles de la jerarquía, lo consideraran algo inteligencia, su carácter hereditario aumentará [. . .]40
malo.”38
No se puede acusar a Jensen ni a sus partidarios de emplear una De igual manera, cuanto más rompamos los criterios discriminadores
teoría social marcadamente complicada. Así, Jensen explica la relación para la contratación, tanto más fuerte será la unión entre el CI y el
éxito ocupacional. Herrnstein añade que el desarrollo de la tecnología
moderna no podrá sino acelerar dicho proceso.
34 P. ej., Ross, citado en Clarence Karier, “Ideology and evaluation: in
No es sorprendente que tales afirmaciones provengan de la escuela
quest of meritocracy”, Wisconsin Conference on Education and Evaluation
genética “conservadora”. Pero, ¿por qué los liberales, que se han opuesto
at Madison, abril de 1973; Lewis M. Terman, Intelligence tests and school a la hipótesis genética hasta en su más mínimo detalle, han aceptado
reorganization, Nueva York, World Books, 1923; y Joseph Schumpeter, Im- tan ciegamente la descripción de la escuela genética sobre la función social
perialism and social classes, Nueva York, Kelley, 1951. de la inteligencia? La hipótesis generalizada entre “todas las partes de la
Esto no implica que todos los teóricos sociales liberales respaldan la ideo- discusión respecto de que el CI es una determinante importante del éxito
logia del CI. Véase también David McCelland, Achieving society, Nueva York, económico no descansa en evidencia empírica constrictiva. Muy por el
The Free Press, 1967; y Oscar Lewis, “The culture of poverty”, Scientific contrario.
American, vol. 215, octubre de 1966, quien, entre otros, rechaza explícita-
El sostén más inmediato de la teoría del CI para la desigualdad
mente al CI como una determinante importante para la estratificación social.
35 Jensen [1969], op. cit., p. 14. social, que nosotros llamaremos “Cismo”, fluye a partir de dos relacio-
36 O. D. Duncan, “Properties and characteristics of the socio-economic nes sustanciales. La primera es la clara relación entre los antecedentes
index”, y “A socio-economic index for all ocupations”, en Albert J. Reiss
(comp.), Occupations and social status, Nueva York, The Free Press, 1961,
pp. 90-91.
37 Jensen [1969], op. cit., p. 19.
39 Herrnstein [1971], op. cit., p. 51.
38 Bereiter [1969], op. cit., p. 166.
40 Ibid.,p. 63.
162 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA 163
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socioeconómicos y el CI infantil. Así, de acuerdo con nuestras investi- entre los antecedentes socioeconómicos y el éxito económico cuando el
gaciones, el hecho de tener un padre en el decil superior del estatus CI infantil se mantiene constante? Si los partidarios del Cismo están
socioeconómico proporciona a un niño 42% de posibilidades de estar en en lo cierto, la reducción debería ser sustancial. Si la única fuente de la
la quinta parte superior del CI, mientras que el hecho de tener un padre transmisión intergeneracional del estatus fuera la herencia del CI, no
en el decil inferior del estatus socioeconómico sólo le confiere 4.9% de debería existir relación alguna entre los antecedentes familiares y el éxito
posibilidades.41 La segunda es la importante relación entre el CI infantil económico en el caso de individuos con igual CI. La forma de compro-
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y el éxito económico posterior: un individuo en el decil superior de CI barlo vuelve a ser el análisis de regresión linear con base en nuestros
infantil tiene casi cuatro posibilidades más de alcanzar el quintil supe- datos. Las columnas de la izquierda de la figura 4-3 indican la relación
rior de ingresos que un individuo en el decil inferior del CI.42 global entre los antecedentes socioeconómicos y el éxito económico. Los
El proponente del Cismo sostiene que una clase social superior con- resultados de haber mantenido constante el CI mediante la regresión
duce a un mayor CI, mismo que, a su vez conduce a una mayor oportu- linear, indicados en las columnas de la derecha de la figura 4-3, reflejan
nidad de alcanzar el éxito económico. Sin embargo, demostraremos que que la reducción real de la relación es prácticamente nula.43 Evidente-
esta inferencia está totalmente equivocada. Específicamente, demostra- mente, el CI —heredado o no— desempeña un papel sin importancia
remos la veracidad de la siguiente proposición, que constituye la base en la transmisión del estatus económico de padres a hijos.
empírica de nuestra tesis: el hecho de que el éxito, económico tiende La escasa importancia del mecanismo específicamente genético que
a mantenerse en una familia, surge casi independientemente de cual- opera vía el CI, en la reproducción intergeneracional de la desigualdad
quier carácter hereditario del CI, sea genético o ambiental. Así, si bien económica, es incluso más asombroso. La figura 4-4 muestra el grado
el estatus económico de alguien tiende a parecerse al de sus padres, úni- de relación entre los antecedentes socioeconómicos y los ingresos que
camente una pequeña parte de dicha relación se puede atribuir a dife- pueden atribuirse a la herencia genética del CI exclusivamente. La figura
rencias de clase social en el CI infantil, y una parte prácticamente presupone que todas las influencias que puedan tener los antecedentes
nula a las diferencias de clase social de los dones genéticos,-incluso supo- socioeconómicos en los ingresos han quedado eliminadas. Por otra parte,
presupone que el cálculo de Jensen para el carácter hereditario del CI es
niendo que se aceptaran los cálculos de Jensen sobre el carácter heredi-
acertado. A primera vista, la figura 4-4 indica que el nivel que resulta
tario. Por consiguiente, una igualación perfecta (evidentemente hipoté-
de la desigualdad intergeneracional, en este ejemplo tan hipotético, sería
tica) del CI de individuos con diferentes antecedentes sociales, reduciría
insignificante,44 y contrasta notablemente con el grado de desigualdad
la transmisión intergeneracional del estatus económico sólo en una
real que aparece en las columnas de la izquierda de la figura 4-3.
cantidad insignificante. Llegamos a la conclusión de que la posición
de la familia dentro de la estructura de clases es reproducida primordial-
mente por mecanismos que operan independientemente del carácter here- 43 Estas relaciones se basan en un coeficiente de correlación estimado entre
ditario, la producción y la certificación de las habilidades intelectuales. los antecedentes socioeconómicos y los ingresos, de 0.43 para varones no negros,
¿Cómo apoyaremos dicha proposición? La forma correcta de formu- no agricultores, de edades de 35-44 años. El coeficiente para otros grupos de
lar la pregunta es: ¿En qué medida se reduce la relación estadística edad es de 0.32 para edades de 25-34; 0.46 para edades de 45-54; y de 0.31
para edades de 55-64 años. La relación entre antecedentes socioeconómicos e
ingresos para hombres con el mismo CI se basa en el coeficiente de regresión
41 Los antecedentes socioeconómicos se miden aquí por una suma pesada normalizado estimado de 0.38 para antecedentes, en una ecuación, utilizando
de los ingresos paternos, el estatus ocupacional del padre y la educación del antecedentes y CI infantil temprano para predecir ingresos para el mismo grupo
padre. El CI infantil se mide por la Stanford-Binet Test o su equivalente. edad. El coeficiente para otros grupos de edad es de 0.25 para edades 25-34;
Estas estadísticas se computan a partir de un coeficiente de correlación esti- 0.41 para edades de 45-54; y de 0.24 para edades de 55-64 años.
mado de orden cero igual a 0.399 entre los antecedentes socioeconómicos y el 44 Esta cifra se basa en la correlación entre antecedentes socioeconómicos

CI infantil temprano, como se reporta en Bowles y Nelson [1974], op. cit. La e ingresos, vía la herencia genética del CI exclusivamente. La correlación fue
relación es ligeramente más fuerte, en el caso de nombres de otros grupos de computada por el modelo de curso presentado por Bowles y Nelson [1974] op.
edad que para las edades 35-44 usadas en esta cifra: 0.410 para edades cit. La correlación deseada se encuentra al sumar los dos cursos seguidos por
25-34; 0.410 para edades 45-54; y 0.426 para edades de 55-64 años. antecedentes socioeconómicos hacia ingresos que pasan por el componente gené-
42 Estas cifras se basan en un coeficiente de correlación estimado entre el tico del CI (CI genotípico). Un curso lleva de los antecedentes socioeconómicos
CI y los ingresos de 0.28 para varones no negros y no agricultores de edades a través del CI genotípico al CI y, de ahí, directamente a los ingresos. Este
de 35-44 años. El coeficiente es también de 0.28 para el grupo edad 25-34; modelo mantiene que el CI es heredado, en parte, de los propios padres y.
0.29 para edades 45-54; y de 0.27 para edades de 55-64 años. a su vez, afecta directamente el ingreso individual propio, explicando así parte
164 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCJIACIA 165
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Nuestra proposición se sostiene de la siguiente manera: La trans-


misión intergeneracional del estatus social y económico opera primor-
dialmente vía mecanismos no cognoscitivos, a pesar del hecho de que
el sistema escolar recompense el CI más alto, atributo considerablemente
relacionado con antecedentes socioeconómicos más altos.
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La poca importancia que tiene el CI para explicar la relación entre


los antecedentes socioeconómicos y el éxito económico, junto con el
hecho de que la mayor parte de la relación entre el CI y los ingresos
se puede explicar mediante la relación común entre estas variables y la
educación y los antecedentes socioeconómicos, sostienen nuestra afirma-
ción principal: el CI no es un criterio importante para el éxito econó-
mico. Nuestros datos, por lo tanto, casi no dan crédito a la afirmación
de Duncan en el sentido de que “ [ . . . ] 'la inteligencia' ]. . .] no es esen-
cialmente diferente de los logros o el estatus en la esfera ocupacio-
nal . . .”45 ni a la creencia de Jensen en la relación “inevitable” entre el
estatus y la inteligencia, basada en la “recompensa al talento y los mé-
ritos”'48 que confiere la sociedad, ni tampoco a los asombrosos pronósticos
de Herrnstein relativos a una meritocracia virtualmente hereditaria, como

de la correlación entre antecedentes e ingresos. El otro curso es menos directo:


lleva de los antecedentes socioeconómicos, a través del CI genotípico, hacia
el CI, pero ahí, el CI propio afecta el número de años de instrucción escolar
que se obtienen y, después, la instrucción escolar afecta los ingresos. El valor
de un curso cualquiera se encuentra multiplicando los coeficientes de todos los
pasos de ese curso.
NOTAS : La columna izquierda de cada par indica el cálculo de probabilidades El coeficiente de correlación entre antecedentes socioeconómicos y CI geno-
de que un hombre esté en la quinta parte superior de la distribución de in- típico fue estimado en 0.22 en Bowles y Nelson [1974]. Tomamos el (alto)
gresos, si está dentro de un decil dado de antecedentes socioeconómicos. La cálculo de Jensen de 0.9 para la relación entre el CI y el genotipo. Las in-
columna derecha indica el cálculo de probabilidades de que un hombre esté fluencias del CI y la instrucción escolar en los ingresos fueron estimadas con
en la quinta parte superior de la distribución de ingresos si tiene un CI infan- una ecuación de regresión normalizada incluyendo los antecedentes socioeco-
til promedio, y está dentro de un decil dado de antecedentes socioeconómicos. nómicos directamente como una tercera variable dependiente. Finalmente, el
Nótese que las columnas de la derecha de cualquier par son muy parecidas, efecto del CI en los años de instrucción escolar se encuentra con otra ecua-
indicando que la relación entre ingresos/antecedentes socioeconómicos es casi ción de regresión múltiple, incluyendo otra vez los antecedentes socioeconó-
la misma en el caso de individuos con CI idéntico que en el caso de todos los micos.
individuos. El resultado es que cada curso proporciona alrededor de la mitad del
MUESTRA: Hombres, no negros, con antecedentes no agrícolas, 1962, edad de coeficiente total del curso de sólo 0.03. Encontramos esta pequeñísima rela-
35 a 44 años. ción de los ingresos con los antecedentes debido a la herencia del CI, a pesar
de haber adoptado la estimación de Jensen de la herencia del CI. Si hubié-
ramos excluido la relación entre la ecuación y los ingresos, vía cursos no cognos-
FUENTE: Samuel Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the citivos, para modelar la meritocracia perfecta basada en la mera habilidad inte-
intergenerational transmission of economic inequality”, The Review of Eco- lectual, la correlación habría sido más pequeña aún.
nomics and Statistics, vol. 56, num. 1, febrero de 1974. Comparando el curso total de 0.02 entre los antecedentes socioeconómicos
y los ingresos, vía la herencia genética del CI y la correlación total de 0.43
entre los antecedentes socioeconómicos y los ingresos, se puede ver que es poca
la parte de la correlación total debida a este curso.
45 O. D. Duncan [1961], op. cit., p. 90.
46 Jensen [1967], op. cit., p. 73.
166 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN, DESIGUALDAD Y LA MERITOCRACIA 167
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fruto de una reforma liberal triunfal dentro de una sociedad industrial CONCLUSIÓN
avanzada.47
Su estupidez parece ser racial, o cuando menos inherente al
linaje familiar del que provienen. El hecho de que se encuen-
tre uno este tipo con tan extraordinaria- frecuencia entre los
indios, los mexicanos y los negros sugiere con bastante fuerza
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

que toda la cuestión de las diferencias raciales de los rasgos


mentales tendrá que ser revisada otra vez [. . .] se descubri-
rán diferencias raciales enormemente importantes [. . .] que
no se pueden eliminar mediante ningún proyecto de cultura
mental.
Los niños pertenecientes a este grupo deberían estar segre-
gados en clases especiales. [...] Ellos no pueden dominar
las abstracciones pero sí se les puede convertir en trabaja-
dores eficientes.

LEWIS TERMAN, The measurement of intelligence, 1916

El poder y los privilegios de la clase capitalista muchas veces son heredi-


tarios, pero no mediante genes superiores. (¡ Intente pedirle a David
Rockefeller que entregue su capital a cambio de treinta puntos más
de CI!) Las diferencias de CI, incluso suponiendo que fueran genética-
NOTAS: Cada columna indica el cálculo de probabilidades de que un hombre mente hereditarias, no podrían explicar el patrón histórico de las desigual-
estuviera dentro de la quinta parte superior de la distribución de ingresos
si estuviera dentro de un decil dado de antecedentes socioeconómicos, y toda la dades económicas y educativas. La intratabilidad de la desigualdad de
relación entre antecedentes y éxito económico funcionara a través del carácter ingresos y oportunidades económicas no se puede atribuir a diferencias
hereditario genético del CI, de tal manera que ninguna otra forma de desigual- de CI genéticamente heredadas. Los decepcionantes resultados de la
dad social existiera. Todas las columnas están próximas a la posibilidad de “guerra contra la pobreza” no se pueden adjudicar a los genes de los po-
“azar” del 20%. bres. El fracaso de las reformas de la escuela igualitaria reflejan el hecho
MUESTRA: Hombres, no negros, con antecedentes no agrícolas, edad 35 a de que la desigualdad en el capitalismo no está enraigada en deficiencias
44 años. individuales, sino en la estructura de la producción y de las relaciones
de propiedad.
FUENTE: Samuel Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the En este capítulo hemos sugerido que la educación debería ser consi-
intergenerational transmission of economic inequality”, The Review of Eco-
nomics and Statistics, vol. 56, num. 1, febrero de 1974 (cuadro 3). derada como reproductora de la desigualdad, mediante la legitimación
de la asignación de individuos a posiciones económicas con base en mé-
ritos ostensiblemente objetivos. Es más, la base para valorar el mérito
—rendimiento académico competitivo— sólo tiene una relación muy
ligera con los atributos personales que indican el éxito individual en la
vida económica. Por lo tanto, el proceso de legitimación en la educación
asume una forma primordialmente simbólica.
No obstante, este proceso de legitimación está preñado de sus propias
contradicciones, toda vez que la ideología tecnocrática-meritocrática
socava progresivamente las formas patentes de discriminación que divi-
47 Herrnstein [1971], op. cit., p. 63.
den a la fuerza de trabajo en segmentos diferentes racial, sexual y étnica-
168 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA
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5. EDUCACIÓN Y DESARROLLO PERSONAL:


mente. Irónicamente, el éxito parcial de la ideología, meritocrática ha
contribuido a crear una base política para la unidad de la clase traba- LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO
jadora. Con el carácter irracional de estas formas de discriminación
expuesto cada vez más, la justificación de la desigualdad debe depender
cada vez más de las desigualdades educativas y del Cismo. Sin embargo,
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los trabajadores, las minorías y Otros grupos han luchado arduamente


—y en cierta medida exitosamente— para reducir la desigualdad educa-
tiva, con poco efecto en la desigualdad económica misma. Esto ha llevado Todo niño que llega al mundo debería ser considerado como
materia prima que ha de manufacturarse. Su calidad debe
a un incremento de los conflictos en la educación, y ha arrojado más
ser probada. Es asunto de la sociedad, como economista
dudas sobre la justicia del proceso de la distribución de ingresos y al inteligente, sacar el mayor provecho posible.
mismo tiempo ha socavado la filosofía educativa tradicional. Así, incluso
el simbolismo de la meritocracia se ve amenazado en el período con- LESTER FRANK WARD, Education, c. 1872
temporáneo.
Empero, como hemos dicho, la función reproductora de la educa- No está del todo claro por qué el sistema educativo de los Estados Uni-
ción va mucho más allá de la legitimación simbólica. En el siguiente capí- dos debe ser como es. Toda vez que las relaciones interpersonales que
tulo demostraremos que el sistema educativo desempeña un papel central fomenta son antítesis de las normas de libertad e igualdad que prevale-
en la preparación de individuos para el mundo de relaciones laborales cen en la sociedad americana, el sistema escolar no puede considerarse
enajenadas y estratificadas. El análisis clasista de la educación es nece- una extensión lógica de nuestra herencia cultural. Si la necesidad tecno-
sario, pensamos, para entender la dinámica del cambio educativo, así lógica o la negligencia chapucera de los educadores no explican la cali-
como las relaciones estructurales de las clases sociales, la educación y dad del encuentro educativo, ¿qué la explica?
el éxito económico —relaciones que en este capítulo se han presentado La referencia a la función legitimadora del sistema educativo no
como inexplicables puramente en términos de variables cognoscitivas. nos ilustra mucho, ya que los aspectos formales, objetivos y cognoscitivos
de la instrucción escolar sólo captan un fragmento de las relaciones
sociales diarias del encuentro educativo. A fin de buscar una respuesta,
hemos de considerar las escuelas a la luz de las relaciones sociales de la
vida económica. En este capítulo, sugerimos que los aspectos primor-
diales de la organización educativa son réplica de las relaciones de
dominio y subordinación de la esfera económica. La correspondencia
entre la relación social de la instrucción escolar y el trabajo explica la
capacidad que tiene el sistema educativo para producir una fuerza de
trabajo dócil y fragmentada. La experiencia de la instrucción escolar,
y no meramente el contenido del aprendizaje formal, es central para el
proceso.
Pensamos que no tiene sentido preguntar si el efecto neto de la edu-
cación estadunidense es promover la igualdad o la desigualdad, la repre-
sión o la liberación. Estos asuntos se tornan insignificantes ante el hecho
principal: El sistema educativo es un elemento integral en la reproduc-
ción de la estructura de clases de la sociedad que prevalece. El sistema
educativo tiene vida propia, sin lugar a dudas, pero la experiencia
laboral y la naturaleza de la estructura de clases son la base en que se
forman los valores educativos, se valora la justicia social, se delinea
el dominio de lo posible en la conciencia de la gente y se transforman
históricamente las relaciones sociales del encuentro educativo.
[169]
170 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 171
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En resumen, y volviendo a un tema constante de este libro, la tarea ejemplo, sindicatos) de conformidad con las relaciones de poder domi-
del sistema educativo para la integración de los jóvenes a los papeles nantes. De igual manera, se usa la fuerza para estabilizar la división
laborales de adultos limita los tipos de desarrollo personal que puede de los trabajadores y sus recompensas dentro de la empresa: los disiden-
fomentar de tal forma que sean antítesis de la satisfacción de la función tes están sujetos a destitución, y los directores que no se adapten a la
de su desarrollo personal. “racionalidad capitalista” serán sustituidos.
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

Empero, atribuir la reproducción exclusivamente a la fuerza raya


en lo absurdo. En condiciones normales, la eticiencia de la coerción
depende cuando menos de la incapacidad o la oposición de quienes están
REPRODUCCIÓN DE LA CONCIENCIA sujetos a ella, de unirse para enfrentársele. Las leyes consideradas ilegí-
timas generalmente tienden a perder su poder coercitivo, y la fuerza
[. . .] los niños adivinan (pero sólo unos pocos descarada aplicada con demasiada frecuencia tiende también a destruirse
y van olvidando conforme crecen por sí misma. La consolidación y la extensión del capitalismo han engen-
otoño invierno primavera verano) drado luchas de feroz intensidad. No obstante, los ejemplos de fuerza
e.e. cummings, 1940 dirigida en contra de una oposición unida y activa son esporádicos y
generalmente han dado lugar a un relajamiento de las tensiones, de una
La vida económica muestra un patrón, complejo y relativamente esta- forma u otra, mediante una combinación de compromiso, cambio estruc-
ble, de relaciones de poder y propiedad. La perpetuación de dichas re- tural y acoplamiento ideológico. Por lo tanto, está bien claro que la
laciones sociales, incluso en períodos relativamente cortos, definitiva- conciencia de los trabajadores —creencias, valores, concepto de sí mis-
mente no es automática. Al igual que un organismo vivo, la estabilidad mos, tipos de solidaridad y fragmentación, al igual que formas de con-
de la esfera económica es resultado de mecanismos explícitos constituidos ducta y desarrollo personales— es fundamental para la perpetuación,
para mantener y ampliar los patrones dominantes de poder y privilegio. validación y buen funcionamiento de las instituciones económicas. La
Nosotros llamamos a la suma total de dichos mecanismos y sus acciones reproducción de las relaciones sociales de la producción depende de
el proceso de reproducción. la reproducción de la conciencia.
En medio de las diversas relaciones sociales de la vida diaria, unas ¿Bajo qué condiciones aceptarán los individuos el patrón de rela-
cuantas destacan por su importancia para nuestro análisis de la educa- ciones sociales que enmarca sus vidas? En la creencia de que el desarrollo
ción. Se trata precisamente de las relaciones sociales que son necesarias a largo plazo del sistema existente tiene posibilidades de satisfacer sus
para garantizar las ganancias capitalistas y la estabilidad de la división necesidades, los individuos y los grupos podrían abrazar en forma activa
de la mano de obra capitalista. Comprenden los patrones de domina- estas relaciones sociales. Si fallara esto, y no tuvieran a la vista una
ción y subordinación del proceso de producción, la distribución de la alternativa que pudiera mejorar notablemente su situación, podrían
propiedad de los recursos productivos, y los grados de distancia social aceptar su condición en forma fatalista. Incluso si tuvieran eso a la
y solidaridad entre los diferentes segmentos de la población trabajadora vista, podrían someterse pasivamente al marco de la vida económica
—hombre y mujeres, blancos y negros y cuellos blancos y azules, por y buscar soluciones individuales para los problemas sociales si creyeran
mencionar algunos de los más destacados. que las posibilidades de realizar el cambio son remotas. La reproducción
¿Cuáles son los mecanismos de la reproducción de estos aspectos de de la conciencia entra en cada una de estas valoraciones.
las relaciones sociales de la producción en los Estados Unidos? En cierta El sistema económico será abrazado cuando, primero, las necesidades
medida, la estabilidad está representada por la ley y respaldada por el percibidas de los individuos sean congruentes con los tipos de satisfacción
poder coercitivo del estado. Nuestras cárceles están llenas de individuos que el sistema económico pueda proporcionar objetivamente. Si bien las
que han funcionado fuera del marco del sistema del mercado de la pro- necesidades comprensibles pueden estar determinadas, en parte, bioló-
piedad privada. El cuerpo de policía urbana moderno así como la gicamente, la mayoría se crean mediante la suma de las experiencias de
Guardia Nacional se originaron, en gran parte, como respuesta al temor los individuos en la sociedad. Por lo tanto, las relaciones sociales de la
de un levantamiento social despertado por la acción de los trabajadores producción son reproducidas, en parte, mediante la armonía entre
militantes. Las sanciones legales, dentro del marco de las leyes de la las necesidades que genera el sistema social y los medios que tiene a su
propiedad privada, también canalizan las actividades de grupos (por disposición para satisfacer dichas necesidades.
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Segundo, la idea de que el cambio social fundamental no es factible, Empero, esta congruencia es alterada continuamente. La satisfacción
es inoperante y utópico, normalmente está sostenida por una trama com- de necesidades da origen a nuevas necesidades. Estas nuevas necesidades
pleja de perspectivas ideológicas profundamente enraigadas en la vida se derivan de la lógica del desarrollo personal así como de la estructura
cultural y científica de la comunidad, y se refleja en la conciencia de cambiante de la vida material y, a su vez, socavan la reproducción de
sus componentes. No obstante, el fomento de la “conciencia de lo inevi- la conciencia. Por tal motivo, la reproducción de la conciencia no puede
table” no corre exclusivamente a cargo del sistema cultural. También ser un producto secundario, simple y fortuito de la experiencia social.
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deben existir mecanismos que sistemáticamente frustran el desarrollo Más bien, las relaciones sociales se deben organizar conscientemente a
espontáneo de las experiencias sociales que contradirían tales creencias. fin de facilitar la reproducción de la conciencia.
Creer en la futilidad de la organización para lograr un cambio social Tomemos por ejemplo la organización de la empresa capitalista
fundamental se ve facilitado aún más por las diferencias sociales que mencionada en el capítulo 3. Las relaciones de poder y los criterios de
fragmentan las condiciones de vida de las clases subordinadas. La estra- contratación en la empresa están organizados de forma tal que repro-
tegia de “divide y vencerás” ha permitido a las clases dominantes man- duzcan los conceptos que los trabajadores tienen de sí mismos, la legiti-
tener su poder desde los albores de la civilización. La conciencia frag- midad de sus asignaciones dentro de la jerarquía, un sentido de la
mentada de una clase subordinada, una vez más, no es producto exclusivo inevitabilidad tecnológica de la división jerárquica del trabajo misma,
de fenómenos culturales, sino ha de reproducirse mediante las experien- y la distancia social entre los grupos de trabajadores de la organización.
cias de la vida diaria. De hecho, aunque algunos indicios de autoadministración por parte de
La conciencia se adquiere mediante la percepción directa del indi- los trabajadores puedan resultar una exitosa triquiñuela motivacional,
viduo y su participación en la vida social.1 De hecho, la experiencia cualquier delegación de poder real a los trabajadores se convierte en una
diaria en sí, frecuentemente funciona como fuerza de inercia estabili- amenaza para las ganancias, toda vez que tiende a socavar patrones de
zadora. Por ejemplo, cuando la población trabajadora está estratificada conciencia compatibles con el control capitalista. Al generar necesidades
de manera efectiva, las necesidades individuales y el concepto de sí mis- y posibilidades nuevas, al demostrar que una democracia económica más
mo se desarrollan de una manera igualmente fragmentada. Los jóvenes
completa es factible, al incrementar la solidaridad de los trabajadores,
con diferentes características raciales, sexuales, étnicas o económicas per-
un programa integrado y políticamente consciente para la participa-
ciben directamente las posiciones económicas y las prerrogativas de “su
ción de los trabajadores en la toma de decisiones podría socavar la estruc-
clase de gente”. Cuando ajustan sus aspiraciones de conformidad, no sólo
tura de poder de la empresa. La gerencia accederá a tales cambios sólo
reproducen la estratificación en el nivel de conciencia personal, sino
que hacen que sus necesidades estén en armonía (cuando menos parcial- ante el embate extremo de la rebelión de los trabajadores y una moral
mente) con las condiciones fragmentadas de la vida económica. De igual que se desintegra rápidamente, si acaso.
manera, los individuos tienden a canalizar el desarrollo de sus faculta- Sin embargo, la reproducción de la conciencia no se puede garan-
des personales —cognoscitivas, emocionales, físicas, estéticas y espiri- tizar con estos mecanismos directos exclusivamente. La iniciación de los
tuales— en direcciones donde tendrán ocasión de ejercerlas. Así, el jóvenes en el sistema económico se facilita aún más por una serie
carácter enajenado del trabajo, por ejemplo, lleva a la gente a conducir de instituciones, incluyendo la familia y el sistema educativo, que están
su potencial creativo hacia renglones fuera de la actividad económica: más estrechamente relacionadas con la formación de la personalidad y
consumo, viajes, sexualidad y vida familiar. Así, las necesidades y la la conciencia. La educación funciona primordialmente a través de las
satisfacción de necesidades tienden otra vez a tener congruencia y relaciones institucionales a las que se somete a los estudiantes. Por lo
el trabajo enajenado queda reproducido en el nivel de conciencia per- tanto, la instrucción escolar fomenta y recompensa el desarrollo de cier-
sonal.2 tas habilidades y la manifestación de ciertas necesidades, a la par que
1 Herbert Gintis, “Welfare criteria with endogenous preferences: the
frustra y castiga otras. A través de estas relaciones institucionales, el
economics of education”, International Economic Review, junio de 1974; Alfred sistema educativo da forma a los conceptos de sí mismos, a las aspira-
Schutz y Thomas Luckman, The structure of the life-world, Evanston, Illinois, ciones y a las identificaciones de clase social de los individuos, y a los
Northwestern University Press, 1973; y Peter L. Berger y Thomas Luckmann, requisitos de la división social del trabajo.
The social construction of reality: a treatise in the sociology of knowledge.
Garden City, L. I., Nueva York, Doubleday and Co., 1966. nation and power”, The Review of Radical Political Economics, vol. 4, num. 5,
2 Para más información sobre estas cuestiones, véase Herbert Gintis, “Alie-
otoño de 1972.
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El grado en que el sistema educativo de hecho logra estos objetivos concreta a través de la interacción del mundo físico y de las relaciones
varía considerablemente de un período a otro. En capítulos posteriores preestablecidas.
veremos que en la historia de los Estados Unidos estos mecanismos de Nuestra crítica de la educación y otros aspectos del desarrollo huma-
reproducción han fracasado reiteradamente, en ocasiones de manera no en los Estados Unidos reconoce plenamente la necesidad de algún
sumamente espectacular. En la mayoría de los períodos —y sin lugar a tipo de socialización. La interrogante crítica es: ¿Para qué? En los
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dudas el actual no es la excepción— los esfuerzos por usar las escuelas Estados Unidos la experiencia del desarrollo humano está dominada por
para reproducir y extender las relaciones de producción capitalistas se una estructura económica antidemocrática, irracional y explotadora. Los
han topado tanto con la dinámica interna del sistema educativo cuanto jóvenes no tienen otra alternativa ante las exigencias del sistema que
con la oposición popular. una vida de pobreza, dependencia e inseguridad económica. Nuestra
En capítulos anteriores hemos identificado los dos objetivos princi- crítica, como sería de esperarse, se centra en la estructura de los puestos.
pales de las clases dominantes en la política educativa: la producción En la economía estadunidense, el trabajo se ha convertido en un hecho
de una fuerza de trabajo y la reproducción de aquellas instituciones y real al que los individuos deben, en términos generales, someterse, y
relaciones sociales que facilitan la transformación de fuerza de trabajo sobre el cual no ejercen ningún control. Al igual que el clima, el tra-
en ganancias. Ahora podemos ser mucho más concretos respecto a la bajo “le cae” a las personas. Una alternativa liberada, participativa,
forma en que las instituciones educativas son estructuradas para satisfa- democrática y creativa apenas si puede concebirse, y mucho menos sen-
cer estos objetivos. En primer término, la instrucción escolar produce tirse. El trabajo en el capitalismo es una actividad enajenada.
muchas de las capacidades cognoscitivas y técnicas requeridas para un Con miras a reproducir las relaciones sociales de la producción, el
rendimiento laboral adecuado. En segundo, el sistema educativo ayuda sistema educativo debe intentar enseñarle a la gente a ser convenien-
a legitimar la desigualdad económica. Como dijimos en el capítulo an- temente subordinada y a rendirle una conciencia lo suficientemente
terior, la orientación objetiva y meritocrática de la educación estadu- fragmentada como para excluir la posibilidad de que se una para confor-
nidense reduce el descontento respecto de la división jerárquica del mar su propia existencia material. Las formas de conciencia y conducta
trabajo y del proceso mediante el cual los individuos alcanzan un puesto alentadas por el sistema educativo han de ser enajenadas en sí mismas,
en ella. En tercero, la escuela produce, recompensa y etiqueta las carac- en el sentido de que no han de conformarse a los dictados de la tecno-
terísticas personales relevantes para la distribución de puestos en la jerar- logía en la lucha con la naturaleza, ni a las capacidades de desarrollo
quía. En cuarto, el sistema educativo, a través del patrón de las diferen- inherentes de los individuos, sino más bien a las necesidades de la clase
cias de estatus que alienta, refuerza la conciencia estratificada en la que capitalista. Son las prerrogativas del capital y los imperativos de las
se funda la fragmentación de las clases económicamente subordinadas. ganancias, y no las capacidades humanas y las realidades técnicas las que
¿Qué aspectos del sistema educativo le permiten servir para tales hacen que la instrucción norteamericana sea lo que es. Ésta es nuestra
funciones diversas? En los siguientes párrafos sugeriremos que la capa- acusación.
cidad que tiene el sistema educativo para reproducir la conciencia de los
trabajadores reside en un simple principio de correspondencia: Cuando
menos durante el último siglo, la instrucción escolar ha contribuido a El. PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA
la reproducción de las relaciones sociales de la producción principal-
mente mediante la correspondencia entre escuela y estructura de clase. En la producción social de su existencia, los hombres estable-
Pensándolo bien, tal afirmación no es sorprendente. Todas las insti- cen determinadas relaciones, necesarias e independientes de
tuciones básicas de un sistema social “estable” dirigirán el desarrollo su voluntad; [. . .] La totalidad de esas relaciones de produc-
personal hacia un curso que resulte compatible con su reproducción. ción constituye [. . .] la base real sobre la cual se alza un
Lógicamente, en sí, esto no es una crítica del capitalismo ni de la edificio [Uberbau] jurídico y político, y a la cual correspon-
educación estadunidense. En cualquier sociedad imaginable, los indivi- den determinadas formas de conciencia social.
duos se ven obligados a desarrollar sus capacidades en un sentido u otro. KARL MARX, Contribución a la crítica de la economía políti-
La idea de un sistema social que simplemente permite a las personas ca, México, Siglo XXI, 1981
desarrollarse libremente de acuerdo con sus “naturalezas internas” resulta
inimaginable, toda vez que la naturaleza humana sólo adquiere forma El sistema educativo ayuda a integrar a los jóvenes al sistema econó-
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mico, creemos, a través de la correspondencia estructural entre sus rela- mantienen constantemente su control sobre los estudiantes. Conforme
ciones sociales y las de la producción. La estructura de las relaciones “dominan” un tipo de reglamentación conductual, se les permite pasar
sociales de la educación no sólo acostumbra al estudiante a la disciplina a la siguiente o bien se les encauza al nivel correspondiente en la jerar-
en su puesto de trabajo, sino que desarrolla los tipos de comportamiento quía de la producción. Incluso dentro de una misma escuela, las rela-
personal, formas de presentación propia, imagen de sí mismo e identifi- ciones sociales de diferentes ramas tienden a conformarse a diferentes
caciones de clase social que son ingredientes cruciales de la idoneidad normas conductuales. Así, en el bachillerato, las ramas vocacionales y
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para el puesto. Concretamente, las relaciones sociales de la educación generales destacan el respeto por las reglas y la supervisión estrecha,
—las relaciones entre administradores y maestros, maestros y estudian- mientras que la rama universitaria tiende a una atmósfera más abierta
tes, estudiantes y estudiantes y estudiantes y su trabajo— son una réplica que destaca la interiorización de las normas.
de la división jerárquica del trabajo. Las relaciones jerárquicas están Estas diferencias de las relaciones sociales entre y dentro de las
reflejadas en las líneas de autoridad verticales que van de administra- escuelas, reflejan en parte los entornos sociales de los estudiantes y sus
dores a maestros a estudiantes. El trabajo enajenado se refleja en la falta probables posiciones económicas futuras. Así, los negros y otras mino-
de control que tiene el estudiante sobre su educación, la enajenación de rías se concentran en escuelas cuyo orden interno represivo, arbitrario y
éste sobre el contenido de sus planes de estudio, y la motivación del tra- generalmente caótico, sus estructuras coercitivas de autoridad y las ínfi-
bajo escolar a través de un sistema de calificaciones y otras recompensas mas posibilidades de progreso reflejan las características de los puestos
externas, en lugar de mediante la integración del estudiante, bien en el de trabajo inferiores. De manera similar, las escuelas predominantemente
proceso (aprendizaje) bien en el resultado (conocimientos) del “pro- compuestas por miembros de la clase trabajadora tienden a destacar
ceso de producción” de la educación. La fragmentación del trabajo se el control conductual y el acatamiento de reglas, mientras que las escue-
refleja en la competencia institucionalizada y muchas veces destructiva las de las zonas de gente acomodada hacen uso de sistemas relativa-
entre estudiantes, mediante una constante evaluación y clasificación mente abiertos que favorecen la mayor participación del estudiante, la
ostensiblemente meritocráticas. Cuando acostumbra a los jóvenes a una supervisión menos directa, más elecciones estudiantiles y, en general, un
serie de relaciones sociales similares a las del lugar de trabajo, la instruc- sistema de valores que destaca la interiorización de los estándares del
ción escolar intenta encauzar el desarrollo de las necesidades personales control.
hacia sus requerimientos. Los patrones diferenciales de socialización de las escuelas a las que
Empero, la correspondencia entre la instrucción escolar y las relacio- asisten estudiantes de diferentes clases sociales no surgen por accidente.
nes sociales de la producción va más allá de este nivel de acumulación. Más bien, reflejan el hecho de que los objetivos y las esperanzas educa-
Los diferentes niveles de educación colocan a los trabajadores dentro tivas de los administradores, maestros y padres (así como las respuestas
de diferentes niveles de la estructura ocupacional y, correspondiente- de los estudiantes a diversos patrones de enseñanza y control) difieren
mente, tienden hacia una organización interna comparable a los niveles para estudiantes de diferentes clases sociales. En momentos cruciales de
de la división jerárquica del trabajo. Como hemos visto, en los niveles la historia de la educación en los Estados Unidos, los cambios en las rela-
más bajos de la jerarquía de la empresa destaca el respeto por las reglas; ciones sociales de la instrucción escolar han sido dictados en aras de una
en los niveles medios, la dependencia y la capacidad para operar sin reproducción más armoniosa de la estructura de clases. Empero, en el
supervisión directa y constante, mientras que en los niveles altos se fomen- funcionamiento diario de las escuelas la conciencia de los diferentes
ta la interiorización de las normas de la empresa. De igual manera, en el estratos ocupativos, derivada del entorno cultural y de la experiencia
caso de la educación, los primeros niveles (últimos años de bachillerato) laboral, es capital para el mantenimiento de las correspondencias que
tienden a limitar y canalizar considerablemente las actividades de los hemos descrito. Los padres de la clase trabajadora parecen apoyar méto-
estudiantes. Un poco más adelante, los “community colleges” y las escue- dos educativos más estrictos, hecho que refleja su propia experiencia
las normales dan cabida a un actividad más independiente y a una laboral, misma que ha demostrado que la sumisión a una autoridad es
supervisión global inferior. En la cima, las escuelas superiores con planes ingrediente esencial para la capacidad propia de conseguir y retener un
de cuatro años destacan las relaciones sociales equiparables a las de los trabajo constante y bien remunerado. El hecho de que los padres profe-
niveles superiores de la jerarquía de la producción.3 Así, las escuelas sionales o autoempleados prefieran un ambiente más abierto y den mayor
importancia al control de las motivaciones es asimismo reflejo de su posi-
3 Jeanne Binstock, “Survival in the American college industry”, tesis iné- ción en la división social del trabajo. Cuando tienen la oportunidad,
dita de doctorado, Brandéis University, 1970.
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es más probable que los padres que tienen un estatus más elevado escojan los estudiantes sobre sus cuestiones culturales y actividades extra curricu-
“aulas abiertas” para sus hijos, a diferencia de sus vecinos de estatus lares. Su conclusión general es muy sencilla:
más bajo.4
Las diferencias de las relaciones sociales de la escolaridad son refor- Las variaciones principales de las experiencias universitarias están ligadas a
zadas incluso más por la desigualdad de recursos financieros. La can- diferencias psicológicas en la percepción y la aspiración laborales de los gru-
tidad de sostén financiero dedicado a la educación de niños de grupos pos (ocupacionales) de las clases sociales más importantes que son sus prin-
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minoritarios y de familias de ingresos bajos permite que se destinen más cipales consumidores. Cada clase social difiere en sus creencias sobre cuáles
recursos a los niños de quienes desempeñan papeles más importantes en son las habilidades técnicas e interpersonales, rasgos de carácter y valores
la economía; también impone a los maestros y administradores de las laborales más valiosos para la supervivencia económica (estabilidad) o para
lograr ventajas económicas (movilidad). Cada clase (con subvariaciones
escuelas de la clase trabajadora un tipo de relaciones sociales que refleja
basadas en religión y nivel de condición urbana) tiene su propia conciencia
con bastante exactitud las de la fábrica. Las consideraciones de orden económica basada en sus propias experiencias laborales y en sus propias ideas
financiero de las escuelas sostenidas con pocos recursos militan en con- (correctas o no) de las esperanzas adecuadas para puestos dentro de la es-
tra de las clases pequeñas e íntimas, de los cursos de elección múltiple cala económica, por encima de las propias [. . .] Las universidades compiten
y de los maestros especializados (salvo el personal disciplinario). Impo- por los diversos mercados de clases sociales mediante la especialización de
sibilitan el tiempo libre para los maestros y el espacio libre requerido sus ofertas. Cada tipo diferente de escuela superior subsiste proporcionando
para un entorno educativo más abierto y flexible. Las escuelas bien finan- series circunscritas “blandas” y “duras” de capacitación de habilidades que
ciadas a las que asisten los hijos de los ricos pueden ofrecer mayores generalmente corresponden tanto a las esperanzas de un grupo de una clase
oportunidades para el desarrollo de la capacidad para un trabajo inde- social particular de clientes cuanto a las necesidades específicas de series de
pendiente que les permita vivir, y todas las demás características nece- habilidades “blandas” y “duras” de los estratos particulares del sistema in-
sarias para un rendimiento laboral adecuado en los niveles superiores dustrial.7
de la jerarquía ocupacional.
Gran parte de la descripción anterior resultará familiar al lector y Binstock aisló varios rasgos organizativos fuertemente relacionados
ha sido documentada muchas veces.5 Empero, sólo en fecha reciente con las diversas instituciones educativas que estudió. En primer término,
se ha efectuado una verificación estadística. Repasaremos varios estu- diferenció el control conductual que incluye reglas de la conducta del
pendos estudios que abarcan tanto la educación superior cuanto la me- estudiante, en lugar de intenciones, y destaca el cumplimiento externo
dia. Jeanne Binstock investigó los diferentes patrones de las relaciones de en lugar de las normas interiorizadas, y el control motivacional que da
la educación superior mediante el análisis de los reglamentos universi- mayor importancia a la orientación a las tareas sumamente flexibles,
tarios que contenían reglas, reglamentos y normas de cincuenta y dos variables y no especificadas, y busca promover sistemas de valores que
universidades estatales, escuelas superiores, escuelas normales y universi- destacan la ambigüedad y la innovación, a cambio de la seguridad, la
dades privadas, seglares, sectarias y católicas. Binstock clasificó cada tradición y el conformismo. En segundo, Binstock aisló la orientación
escuela con base en una serie de dimensiones,6 incluyendo la rigidez o de líder-versus-seguidor donde algunas escuelas destacan los futuros
apertura de la estructura académica, la amplitud de los reglamentos que puestos subordinados a sus cargos y la docilidad de enseñanza y donde
regían la conducta personal y social, y el grado de control que tenían otras destacan la necesidad de desarrollar el concepto propio de “lide-
razgo”.
4 Burton Rosenthal, “Educational investments in human capital: the signi- Binstock encontró que las instituciones que cuentan con estudiantes
ficance of stratification in the labor market”, tesis honorífica inédita. Harvard de clase trabajadora están encaminadas a proporcionar personal para
University, 1972; y Edgar Z. Friedenberg, Coming of age in America, Nueva puestos de menor nivel dentro de la jerarquía de la producción y prefie-
York, Random House, 1965.
5 Florence Howe y Paul Lauter, “The schools are rigged for failure”, New ren la capacidad para seguir y el control conductual, mientras que las
York Re view of Books, 20 de junio de 1970 ¡ James Herndon, ITIie zvay it escuelas más elitistas tienden a proporcionar personal para puestos de
spozed to be, Nueva York, Simon and Schuster, 1968; y Ray C. Rist, “Student mayor nivel, alientan la capacidad para dirigir y el control de las moti-
social class and teacher expectations: the self fulfilling prophesy in ghetto vaciones. Su conclusión es:
education”, Harvard Educational Review, agosto de 1970.
6 Binstock [1970], op. cit., pp. 103-106. 7 Ibid., pp. 3-4.
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Aunque esté constantemente en un proceso de reforma, la industria univer- Nuestro colega Richard G. Edwards ha refinado más el procedi-
sitaria continúa siendo una jerarquía clasificada de metas y prácticas que miento de Smith. Parte de su tesis doctoral sobre la naturaleza de la
responde a presiones de clase social, con un acceso escalonado al equipo división jerárquica del trabajo, consistió en una serie de dieciséis pares
técnico, las habilidades organizativas, las perspectivas emocionales y los va-
lores de clase (trabajo) necesarios para cada nivel estratificado del sistema de medidas de la personalidad, relacionadas con el rendimiento laboral.10
industrial.8 Edwards sostuvo que, toda vez que las evaluaciones de los supervisores
a sus empleados es una determinante básica para contrataciones, despi-
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La evidencia de la correspondencia entre las relaciones sociales de la dos y ascensos, éstas son la mejor medida para la idoneidad para un
producción y la educación, sin embargo, va mucho más allá de este nivel puesto y, de hecho, son los implementos que usó el sistema de la motiva-
estructural y arroja luz sobre el carácter común de los patrones de las ción en la organización. Edwards, por lo tanto, comparó las evaluaciones
motivaciones alentados por estas dos esferas de la vida social. Cuando de los supervisores en cuanto al rendimiento del trabajador, con una
se yuxtaponen las recientes investigaciones de Gene Smith, Richard serie de dieciséis medidas de la personalidad, evaluadas por los compa-
Edwards, Peter Meyer y las nuestras, se puede ver que el mismo tipo ñeros de los trabajadores. En una muestra de varios cientos de trabaja-
de conducta es recompensado tanto en la educación cuanto en el trabajo. dores del área de Boston, encontró un grupo de tres rasgos de perso-
En un intento por cuantificar los aspectos de la personalidad y la moti- nalidad —que resumió como orientación a las reglas, confiabilidad e
vación, Gene Smith ha empleado un procedimiento de pruebas relativa- interiorización de las normas de la empresa— que pronosticaban, marca-
mente sensible, que ha mostrado, en una serie de estudios muy bien damente, las evaluaciones de los supervisores para los trabajadores den-
realizados,9 ser excelente para el pronóstico del éxito educativo (prome- tro del mismo grupo laboral. Es más, este resultado es válido incluso
dio de puntos-grado). Después de notar que los inventarios de la perso- cuando la correlación de rasgos y atributos como la edad, el sexo, los
nalidad tradicionalmente se ven afectados por su abstracción de los en- antecedentes de clase social, la educación y el CI se hace mediante
tornos de la vida real, y por su uso de un único instrumento evaluativo, un análisis de regresión linear. De conformidad con nuestro análisis del
Smith dirigió la vista a la evaluación presentada por compañeros estu- capítulo 3, Edwards encontró que la orientación a las reglas era relati-
diantes sobre cuarenta y dos rasgos comunes de la personalidad, basados vamente más importante en los niveles más bajos de la jerarquía de la
en la mutua observación de los estudiantes, respecto a su conducta producción, que la interiorización de las normas predominaba en el nivel
real en el aula. A continuación, una técnica estadística llamada análisis superior, mientras que la confiabilidad era la que destacaba en los niveles
de factores dio cabida a la identificación de cinco rasgos generales —afa- intermedios.11
bilidad, extroversión, inclinación al trabajo, emotividad y espíritu servi- El éxito obtenido por Edwards con esta prueba para pronosticar la
cial— que resultaron estables a lo largo de diferentes muestras. De entre evaluación que los supervisores otorgarían a los trabajadores nos llevó
estos cinco rasgos, sólo el factor de la inclinación al trabajo, que Smith a pensar que la aplicación de las mismas formas a los estudiantes de
llama “fuerza de carácter” —que incluye rasgos como “... no se da bachillerato proporcionaría un nexo bastante directo entre el desarrollo
por vencido, consciente, responsable, sumamente ordenado, no tiene incli- de la personalidad en la escuela y los requisitos para el desempeño en el
nación a soñar despierto, decidido, perseverante . . .”— tuvo relación trabajo.
con el éxito escolar. Smith pasó a demostrar que, en varias muestras, Esta tarea la realizamos con nuestro colega Peter Meyer.12 Su mues-
este rasgo de la orientación al trabajo tenía triple éxito al pronosticar tra estuvo compuesta por 237 personas del último año de bachillerato
el rendimiento académico posterior al bachillerato, en comparación con de un solo colegio del estado de Nueva York.13 Siguiendo a Edwards,
cualquier combinación de trece variables cognoscitivas, incluyendo el
10 Richard C. Edwards, “Alienation and inequality: capitalist relations of
examen de aptitud escolar en gramática y matemáticas y el lugar ocu- production in a bureaucratic enterprise”, tesis de doctorado, Harvard Univer-
pado dentro del grupo de bachillerato. sity, julio de 1972.
11 Richard C. Edwards, “Personal traits and 'success' in schooling and
Ibid,, p. 6.
8

Gene M. Smith, “Usefulness of Peer Ratings of Personality in educatio-


9 work”, Educational and Psychological Measurement, 1975; y “Individual traits
nal research”. Educational and psychological measurement, 1967; “Personality and organizational incentives: what makes a 'good' worker?” Journal of
correlates of academic performance in three dissimilar populations”, actas de Human Resources, 1976.
12 Peter J. Meyer, “Schooling and the reproduction of the social division
la LXXVII Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología, 1967;
y “Non-intelligence correlates of academic performance”, copia mimeo., 1970. of labor”, tesis honorífica inédita, Harvard University, marzo de 1972.
13 La información acerca de la personalidad fue obtenida para el 97% de
182 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 183
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creó dieciséis pares de rasgos de personalidad,14 y obtuvo promedios indi- En nuestro análisis de los datos de Meyer, como segundo paso usa-
viduales de puntos-grado, de las puntuaciones del CI y de los exámenes mos el análisis de factores para consolidar las dieciséis medidas de la
de dramática y matemáticas para la admisión a escuelas superiores, obte- personalidad en tres “factores de la personalidad”. El análisis de factores
nidos de registros escolares oficiales.15 nos permite reunir en un grupo aquellos rasgos medidos que normal-
Como era de esperarse, las calificaciones cognoscitivas proporciona- mente van asociados entre sí, considerando a todos los individuos de
ron el mejor pronosticador aislado del promedio de puntos-grado —de la muestra. El primer factor, que llamamos “sumisión a la autoridad”,
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hecho, el que las calificaciones se basen marcadamente en el rendimiento comprende los siguientes rasgos: firme, se identifica con la escuela, pun-
cognoscitivo quizá sea el elemento más válido de la “ideología merito- tual, confiable, motivado externamente, y perseverante. Además, incluye
crática”. Empero, las dieciséis medidas de la personalidad tuvieron casi
el mismo valor de pronóstico, teniendo una correlación múltiple de 0.63
en comparación con 0.77 para las variables cognoscitivas.18 Sin em-
bargo, el patrón de su contribución a las calificaciones tuvo más impor-
tancia que el valor de pronóstico global de los rasgos de la personalidad.
Para revelar este patrón, en primer lugar eliminamos el efecto de las
diferencias del rendimiento cognoscitivo en las calificaciones indivi-
duales y, de ahí, calculamos la correlación entre las calificaciones y los
rasgos de la personalidad.17 Estos resultados aparecen en la figura 5-1.
El patrón de las asociaciones que resultan sostiene claramente el prin-
cipio de correspondencia y, decididamente, repite nuestro estudio empí-
rico inicial de las calificaciones presentado en el capítulo 2. Los únicos
rasgos importantes que reciben castigo son precisamente aquellos que
resultan incompatibles con el conformismo a la división jerárquica del
trabajo —la creatividad, la independencia y lo emprendedor. Por otra
parte, todos los rasgos de la personalidad que esperábamos fueran recom-
pensados lo son, y significativamente. Por último, un vistazo a la
figura 5-2 nos indica una correspondencia realmente notable entre
los rasgos de la personalidad que son recompensados o castigados por las
calificaciones en el estudio de Meyer y el patrón de rasgos que Edwards
consideró indicativo de las altas o bajas evaluaciones hechas por los
supervisores en la industria.
la muestra. El promedio de las calificaciones en puntos y los datos de las califi-
caciones de las pruebas fue para el 80% de la muestra, y la información sobre NOTAS : Cada columna indica la correlación parcial entre el promedio de
los antecedentes familiares fue para el 67%. La imposibilidad para obtener puntos-grado y el rasgo de la personalidad indicado, y controlándola mediante
información se debió usualmente a la falta de asistencia a la escuela por parte el CI y el examen de aptitud escolar, gramatical y de matemáticas. Los rasgos
de los estudiantes durante los períodos de pruebas. castigados (izquierda) indican creatividad y autonomía, mientras que los ras-
14 Éstos se describen en su totalidad en el apéndice B. gos recompensados (derecha) indican subordinación y disciplina. Los datos
15 La escuela escogida era de ingresos predominantemente más altos, de son de Samuel Bowles, Herbert Gintis y Peter Meyer, “The long shadow of
manera que la mayoría de los estudiantes había presentado exámenes de admi-
sión a la universidad. work: education, the family and the reproduction of the social division of
16 La correlación múltiple del CI, Examen de aptitud oral y Examen de labor”, The Insurgent Sociologist, verano de 1975, descrito en el apéndice B
aptitud matemática con calificación promedio (CP) fue r = 0.769, mientras (véase bibliografía del apéndice B ) . Todas las correlaciones parciales tienen
que su correlación con las variables de personalidad fue r = 0.25. significación estadística a nivel de 1%. Los resultados de las calificaciones de
17 Esto es, creamos coeficientes de correlación parciales entre la CP y cada inglés, exclusivamente, y de una calificación de la actitud frente a maestros,
medida de la personalidad, como control para el CI, EA-verbal, y EA-matemá- en lugar del promedio de puntos-grado, son similares y aparecen en el apén-
tica. Los valores numéricos se presentan en el apéndice B. dice B.
184 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 185
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independiente y creativo, considerados negativos. El segundo, que llama-


mos temperamento comprende: no agresivo, no temperamental, no fran-
co, predecible, con tacto y no creativo. Al tercero lo llamamos control
interno y comprende: empaía frente a las órdenes y difiere la grati-
ficación.18
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Estos tres factores no son plenamente comparables con los tres fac-
tores de Edwards. Así, nuestra sumisión a la autoridad, aparentemente,
se combina con los factores de las reglas y la confiabilidad de Edwards, si
bien nuestro control interno es comparable con el factor de interiori-
zación de Edwards. En este segundo caso, tanto los datos de Edwards
como los de Meyer describen a un individuo que sensiblemente inter-
preta los deseos de su superior y que funciona convenientemente sin una
supervisión directa durante lapsos de tiempo considerables.
Nuestra teoría pronosticaría que, a nivel de bachillerato, la sumisión
a la autoridad sería el mejor pronóstico para las calificaciones entre los
rasgos de la personalidad, mientras que la interiorización sería el menos
importante. (El factor del temperamento resulta esencialmente irrele-
vante para nuestra teoría y probablemente no tenga importancia.) Tal
pronóstico fue confirmado. Al evaluar la contribución independiente de
las medidas cognoscitivas y de los factores de la personalidad al pronós-
tico de las calificaciones, encontramos que el examen de aptitud escolar
de matemáticas era el más importante, a continuación venían la sumi- NOTAS : El patrón de los rasgos de la personalidad que indica la aprobación
sión a la autoridad y las calificaciones del aspecto gramatical del exa- del supervisor corresponde a los que se recompensan en el bachillerato. Cada
columna indica la correlación entre las evaluaciones del supervisor y el rasgo
men de aptitud escolar (cada una de ellas con igual importancia). El de la personalidad indicado. Los resultados son similares a los de la figura 5-1,
control interno resultó mucho menos importante como pronóstico. Las salvo que emprendedor es insignificante y temperamental importante en la
variables del temperamento y del CI no representaron una contribución muestra de trabajadores. Los datos son de Richard C. Edwards, “Personal
independiente. traits and 'success' in schooling and work”, Educational and Psychological
Measurement, 1976; “Individual traits and organizational incentives: what
Así, cuando menos en el caso de esta muestra, los rasgos de la per- makes a 'good worker'?”, Journal of Human Resources, primavera de 1976,
sonalidad recompensados en las escuelas parecen ser bastante similares y se basan en una muestra de 240 trabajadores de varias oficinas gubernamen-
a los que indican un buen rendimiento laboral dentro de una econo- tales de la zona de Boston. Todas las correlaciones tienen significado al nivel
mía capitalista. Es más, ya que Edwards y Meyer usaron esencialmente de 1%.
las mismas medidas para los rasgos de la personalidad, podemos com-
probar la afirmación de otra forma más. Podemos tomar los tres rasgos lar de Meyer. Los resultados que aparecen en, la figura 5-3 tienen una
generales extraídos por Edwards en la jerarquía de trabajadores —orien- congruencia sorprendente.19
tación a las reglas, confiabilidad e interiorización de las normas— y Si bien el principio de correspondencia se sostiene a la luz de las
encontrar la relación entre dichos rasgos y los grados en el estudio esco- prácticas de calificaciones, hemos de destacar que los datos empíricos
sobre las calificaciones no se deben considerar como totalmente revela-
18 Destacamos que estas agrupaciones están determinadas por un progra- dores del funcionamiento interno de la reproducción en el sistema edu-
ma de computadora con base en el patrón de relación observado entre las die- cativo de la división social del trabajo. En primer término, la estructura
ciséis variables. El que sean tan claramente interpretables, en vez de ser confusas
es un indicador más de lo correcto de nuestro análisis. No hemos agrupado los 19 Esto fue tomado del cuadro 3 de Edwards [1975], op. cit.; y Samuel
rasgos de personalidad en términos de nuestra teoría preconcebida, sino que Bowles, Herbert Gintis y Peter Meyer, “The long shadow of work: education,
hemos observado cómo se agrupan de manera natural en nuestros datos. Los the family and the reproduction of the social division of labor”, The Insurgent
resultados de los análisis de factores se presentan en el apéndice B. Sociologist, verano de 1975.
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rendimiento cognoscitivo de los estudiantes que, como hemos visto, no


es muy relevante para el éxito económico. Es más, podríamos esperar
que en un estudio convenientemente controlado, donde fueran compa-
rados los rendimientos laborales de los individuos en el mismo trabajo
y con una experiencia educativa comparable, las calificaciones serían
buenos mecanismos de predicción. Hemos podido encontrar sólo un estu-
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dio que se acerque ligeramente a estos requisitos —un estudio que clara-
mente sostiene nuestra postura y que es lo suficientemente interesante
como para que lo presentemos con cierto detalle.20 Marshall S. Brenner
estudió a cien empleados que se habían unido a la Lockheed-California
Company después de obtener su certificado de bachillerato en los distri-
tos escolares de la ciudad de Los Angeles. De las boletas de calificaciones
de bachillerato de los empleados obtuvo su promedio de calificaciones
escolares, el porcentaje de ausencia a clases, la evaluación de los “hábitos
de trabajo” presentada por los profesores y la evaluación de “coopera-
ción”, también por parte de los profesores. Además de estos datos, reunió
tres evaluaciones del rendimiento en el trabajo, presentadas por super-
visores de los empelados: una “calificación de capacidad”, una “califi-
cación de conducta” y una “calificación de productividad” presentadas
NOTAS: LOS tres .renglones superiores indican los coeficientes de regresión nor- por supervisores. Brenner descubrió una importante correlación entre
malizados estimados de los factores de la personalidad en una ecuación que las calificaciones y todas las medidas de la evaluación de los supervisores.
pronostica las evaluaciones del supervisor. Los tres renglones inferiores indican Hemos vuelto a estudiar los datos de Brenner a fin de descubrir la
los coeficientes de los mismos tres factores en una ecuación que pronostica el fuente de esta correlación. Una posibilidad es que las calificaciones midan
promedio de puntos-grado del bachillerato. Todos los factores tienen significa-
ción a partir del nivel de 1%. Las ecuaciones regresivas se presentan en nues- el rendimiento cognoscitivo y que el rendimiento cognoscitivo deter-
tro apéndice B. mine el rendimiento laboral. No obstante, cuando se controlaron las
evaluaciones de los profesores sobre los hábitos de trabajo y la coopera-
FUENTES: Bowles, Gintis, y Meyer [1975]; Edwards (véase citas completas
en las figuras 5-1 y 5-2). ción así como las ausencias a la escuela, mediante una regresión linear,
las calificaciones no tenían capacidad para pronosticar ni la conducta
global de las relaciones sociales del encuentro educativo es la que repro- del trabajador ni la productividad del mismo. De ahí podemos sacar dos
duce la conciencia, no sólo las prácticas para calificar. Los rasgos de la conclusiones: en primer término, las calificaciones pronostican la ido-
personalidad no son los únicos atributos personales relevantes captados neidad para el puesto exclusivamente a través de su componente no
en los datos; otros lo serían las formas de la presentación propia, la cognoscitivo; y en segundo, las evaluaciones de los profesores sobre
imagen propia, las aspiraciones y las identificaciones de clase. La medi- la conducta en el aula son asombrosamente similares a las evaluaciones
ción de los rasgos de la personalidad, además, es sumamente compleja de los supervisores sobre la conducta en el puesto de trabajo. El compo-
y difícil y dichos estudios probablemente no puedan captar sino una nente cognoscitivo de las calificaciones sólo pronostica la calificación de
pequeña parte de las dimensiones pertinentes. Por último, tanto los la capacidad presentada por el supervisor —lo cual no resulta sorpren-
rasgos recompensados en escuelas, como respecto al rendimiento laboral, dente a la luz de la posibilidad de que ambas estén relacionadas con el
difieren de acuerdo con el nivel educativo, la composición de clases CI del empleado.21
de las escuelas y el registro educativo particular del estudiante. Tales 20 Marshall H. Brenner, “The use of high school data to predict work
sutilezas no se reflejan en estos datos. performance”, Journal of Applied Psychology, vol. 52, num. 1, enero de 1968.
Por todos estos motivos, no esperaríamos que las calificaciones de Este estudio nos fue sugerido por Edwards, y es analizado en Edwards [1972],
los estudiantes fueran un buen mecanismo de predicción del éxito eco- op. cit.
21 Las ecuaciones de regresión pertinentes se presentan en el apéndice B.
nómico. Además, las calificaciones claramente están dominadas por el
188 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 189

¿Por qué, pues, la relación entre mayor instrucción escolar y mayo-


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res ingresos? En el capítulo 3, indicamos la importancia que tenían cua-


tro series de rasgos no cognoscitivos de los trabajadores —las caracte-
rísticas de la personalidad relacionadas con el trabajo, las formas de
presentación propia, las características raciales, sexuales y étnicas y las
credenciales. Pensamos que todos estos rasgos tienen parte en la relación
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

que existe entre el nivel educativo y el éxito económico. Ya hemos


indicado cómo los rasgos de la personalidad que conducen al rendi-
miento dentro de los diferentes niveles de la jerarquía son fomentados
y recompensados por el sistema escolar. Un argumento similar, si bien
más simple, se puede presentar en cuanto a las formas de la presenta-
ción propia. Los individuos que han alcanzado cierto nivel educativo
tienden a identificarse unos con otros, socialmente, y a distinguirse de
sus “inferiores”. Tienden a ajustar sus aspiraciones y conceptos propios
de igual manera, a la par que adquieren formas verbales y un compor-
tamiento más o menos aceptable socialmente y adecuado para su nivel.22
Como tales, tienen el correspondiente valor para los patrones interesados
en conservar y reproducir las diferencias de estatus en las que se funda la
legitimidad y estabilidad de la división jerárquica del trabajo. Es más,
en la medida que las credenciales educativas sean determinante inde-
pendíente de la contratación y los ascensos, en forma directa, represen-
tarán una parte de la referida relación.23
Por último, los antecedentes familiares también representan una par-
NOTAS: Cada columna indica la probabilidad estimada de que un hombre se
te importante de la relación entre la instrucción escolar y los logros encuentre en la quinta parte superior de la distribución de ingresos en caso
económicos. De hecho, en el caso de los hombres blancos, aproximada- de que sea de un decil dado de antecedentes socioeconómicos (como promedio
mente una tercera parte de la correlación entre la educación y los ingre- pesado de la educación, estatus ocupacional e ingresos paternos) y, si tiene
sos se debe a la relación común que tienen ambas variables con los ante- un CI infantil promedio y un número promedio de años de instrucción es-
cedentes socioeconómicos, incluso teniendo constante el CI infantil.24 colar. Es decir, mide el efecto de los antecedentes socioeconómicos en los ingre-
sos, independientemente de cualquier efecto ocasionado por la educación o dife-
22 Véase
rencias de CI.24
Claus Offe, Leistungsprinzip und Industrielle Arbeit, Frankfurt, MUESTRA: Hombres, no negros, con antecedentes no agrícolas, edad 35-44.
Europaische Verlaganstalt, 1970. Offe cita a Bensen y Rosenberg en Maurice
et al. (comps.), Identity and anxiety, Nueva York, The Free Press, I960,
FUENTE: Samuel Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the
pp. 183-184: “Los antiguos hábitos son descartados y los nuevos son nutridos.
intergenerational reproduction of economic inequality”, op. cit.
El posible éxito aprende cuándo simular entusiasmo, compasión, interés, afecto,
modestia, confianza y maestría; cuándo sonreír y con quién reír y qué tan
íntimo y amigable puede ser con otra persona. Selecciona su casa y su zona Es decir, las personas cuyos padres tienen estatus económicos más altos
de residencia con cuidado; compra su ropa y escoge el estilo con vistas a la tienden a alcanzar mayores ingresos por sí, independientemente de su
probable recepción en su oficina. Lee, o pretende haber leído los libros adecua-
dos, las revistas adecuadas y los periódicos adecuados. Todo esto quedará refle- dentes, el CI infantil temprano y los años de instrucción escolar para predecir
jado en la 'manera correcta de conversar' que adopta como suya. . . Se une los ingresos para varones de edades de 35-44 años. Esto aparece en el cua-
al partido adecuado y adopta la ideología política de sus compañeros.” dro 1 de Samuel Bowles y Valerie Nelson, “The 'inheritance of IQ' and the
23 Véase Ivar Berg, Education and jobs: the great training robbery, Bos-
intergenerational reproduction of economic inequality”, The Review of Eco-
ton, Beacon Press, 1971; y Paul Taubman y Terence Wales, Higher education
nomics and Statistics, vol. 56, num. 1, febrero de 1974, y en el apéndice A.
and earnings, Nueva York, McGraw-Hill, 1974.
24 Calculado Los coeficientes correspondientes para otros grupos de edad son de 0.17 para
de un coeficiente de correlación normalizado estimado de
las edades de 25-34; 0.29 para las edades de 45-54; y 0.11 para las edades de
0.23 en antecedentes socioeconómicos en una ecuación que utiliza los antece-
55-64 años.
190 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 191
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educación, pero también tienden a lograr mayor educación. De ahí que bios futuros es de crucial importancia en el proceso de transformación
la relación observada se vea reforzada. social.25
De hecho, hay una marcada relación independiente entre los antece- En lugar de intentar un amplio análisis de la vida familiar, nos limi-
dentes familiares y el éxito económico, ilustrada en la figura 5-4. En taremos a unos cuantos aspectos ligados en forma directa a nuestra preo-
el caso de la gran muestra nacional representada ahí, los niños del déci- cupación central: la reproducción de las relaciones sociales de la produc-
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mo más pobre de entre las familias escasamente tienen una tercera parte ción. Al igual que el sistema educativo, la familia desempeña un papel
de probabilidades de terminar tan bien como los hijos pertenecientes a primordial en la preparación de los jóvenes para sus papeles sociales y
la décima parte de los acomodados, incluso aunque cuenten con los mis- económicos. Así, el impacto de la familia en la reproducción de la división
mos logros educativos y CI infantil. ¿Cuál es el origen de este efecto? sexual del trabajo, por ejemplo, es claramente superior a la del sistema
El carácter hereditario de la riqueza, las relaciones familiares y otras educativo.
ventajas más o menos directas desempeñan un papel importante en este Esta reproducción de la conciencia se facilita mediante una corres-
sentido. Sin embargo, aquí también hay influencias más sutiles y de no pondencia aproximada entre las relaciones sociales de la producción y
menos importancia. En la siguiente sección sostendremos que las expe- las relaciones sociales de la vida familiar, una correspondencia que se ve
riencias que han tenido los padres en sus puestos de trabajo tienden notablemente afectada por las experiencias de los padres en la división
a reflejarse en las relaciones sociales de la vida familiar. Así, mediante la social del trabajo. Hay una tendencia a que las familias reproduzcan
socialización familiar, los niños tienden a adquirir orientaciones hacia en su progenie una conciencia no sólo adaptada a la naturaleza objetiva
el trabajo, aspiraciones y conceptos de sí mismos que los preparan para del mundo del trabajo, sino una para prepararla para las posiciones
posiciones económicas similares. económicas aproximadamente comparables a las suyas propias. Si bien
estas tendencias pueden ser contrarrestadas por otras fuerzas sociales (la
instrucción escolar, los medios, los cambios en la estructura ocupacional
acumulada), siguen representando una parte importante de los procesos
ESTRUCTURA DE LA FAMILIA Y ESTRUCTURA DEL PUESTO de la transmisión intergeneracional del estatus observados.
Esto queda especialmente claro en relación con la división sexual
Según la teoría materialista, el factor decisivo en la historia es, del trabajo. La división social del trabajo promueve la separación entre
en fin de cuentas, la producción y la reproducción de la vida el trabajo asalariado y el doméstico; siendo este último impago y reali-
inmediata. Pero esta producción y reproducción es de dos zado casi exclusivamente por mujeres. Esta separación se refleja en la
clases. De una parte, la producción de medios de existencia, familia como una división prácticamente total del trabajo entre marido
de productos alimenticios, de ropa, de vivienda y de los instru- y mujer. La importancia ocupacional en el trabajo de tiempo completo,
mentos que para producir todo esto se necesitan; de otra parte, la dependencia de los ascensos en la antigüedad, el compromiso del tra-
la producción del hombre mismo, la continuación de la espe- bajador orientado a una carrera, y la enérgica discriminación contra
cie. El orden social en que viven los hombres en una época las mujeres que trabajan, conspiran para arrumbar a la mujer en el
o en un país dados está condicionado por especies de produc- hogar a la par que minimizan la probabilidad de que compartan las obli-
ción: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte,
gaciones domésticas el marido y la mujer.
y de la familia, de la otra.
Pero, ¿cómo ayuda la familia a reproducir la división sexual del
FRIEDRICH ENGELS, El origen de la familia, la propiedad pri- trabajo? En primer término, las esposas y madres mismas, normalmente,
vada y el Estado, 1884 adoptan su propia concepción como trabajadoras domésticas. Ellas lo

La experiencia familiar tiene un impacto destacado en el bienestar, la 25 Margaret Benston, “The political economy of women's liberation”, Mon-

conducta y la conciencia personal de los individuos, tanto durante la ma- thly Review, septiembre de 1969; Marilyn P. Goldberg, “The economic exploi-
duración como durante su vida diaria de adultos. Las relaciones sociales tation of women”, en David M. Gordon (comp.), Problems in political econo-
de la vida familiar —relaciones entre cónyuges así como entre padres e my, Lexington, Mass., D. C. Heath and Co., 1971; L. Gordon, Families,
Cambridge, Mass., A. Bread and Rose Publication, 1970; Zaretzky, “Ca-
hijos y entre hermanos— han pasado por cambios importantes a lo largo pitalism and personal life”, Socialist Revolution, enero-abril de 1973; y Juliet
del desarrollo económico de los Estados Unidos. La perspectiva de cam- Mitchell, Women's estate, Nueva York, Vintage Books, 1973.
192 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DESARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 193
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transmiten a sus hijos mediante la diferenciación de los tipos de los pape- en el National Institute of Mental Health, que duró diez años, ha docu-
les sexuales de los niños y las niñas en la familia. En segundo, y quizá de mentado importantes correspondencias entre la autoridad en las relacio-
mayor importancia, los niños tienden a desarrollar conceptos de sí mis- nes sociales del trabajo y las relaciones sociales de la familia, precisa-
mos que se basan en las divisiones sexuales que observan a su alrededor. mente de este tipo.
Incuso en las familias donde se intenta tratar a los niños y a las niñas Kohn, en una serie de escritos, y en su libro Class and conformity
ha presentado y comprobado las siguientes hipótesis: Los rasgos de la
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por igual, no se pueden evitar los tipos de los papeles sexuales cuando el
personalidad y los valores de los individuos afectan las posiciones econó-
padre se ve tangencialmente comprometido en los quehaceres domésticos micas que alcanzan y, por otra parte, sus experiencias laborales afectan
y la crianza de los hijos. En resumen, la familia es una unidad repro- marcadamente sus personalidades y valores.28 Los valores más importantes
ductiva biológica y social que no hace sino reflejar su división del trabajo y los patrones de conducta en esta interacción son los relacionados con
como unidad de producción. Estos tipos sexuales, salvo que sean contra- la dirección de uno mismo y el conformismo,27 donde los individuos
rrestados por otras fuerzas sociales, facilitan la sumisión de la siguiente con un estatus económico más alto tienen más probabilidades de valorar
generación de mujeres a su estatus inferior en el sistema laboral asalariado la motivación interna y los de estatus más bajo menos probabilidades de
y presta a su alternativa —los quehaceres domésticos y la crianza de valorar una conducta que se conforme a la autoridad externa. Así, Kohn
sostiene que los individuos que ocupan puestos de estatus más alto tien-
hijos— un aura de inestabilidad, si no es que de deseable.
den a valorar la curiosidad y la dependencia en sí mismos, a destacar
No obstante, en aspectos esenciales la familia manifiesta patrones los aspectos intrínsecos de los puestos —como la libertad y las eleccio-
sociales que son muy poco característicos de las relaciones sociales de la nes—, y a manifestar un grado elevado de motivación interiorizada y un
producción Las estrechas relaciones personales y emocionales de la vida elevado grado de confianza en las relaciones interpersonales. Por otra
familiar distan mucho de la burocracia impersonal del sistema laboral parte, las personas que desempeñan trabajos de los niveles bajos tienden
asalariado. De hecho, muchas veces se considera que la familia es un a valorar la responsabilidad personal y los aspectos extrínsecos de los
refugio para la enajenación y la pobreza psíquica de la vida laboral. puestos, tal como la seguridad, el sueldo y las condiciones laborales. Es
De hecho, es precisamente debido a que la estructura familiar y las rela- más, manifiestan más motivaciones externas, mayor conformidad hacia
ciones capitalistas de la producción difieren en sentidos esenciales que las reglas sociales explícitas y son menos confiados.28
nuestro análisis considera que la instrucción escolar desempeña un papel Kohn pasa a inquirir cuáles aspectos del trabajo producen dichos
tan necesario para la integración de los jóvenes al sistema laboral asala- resultados, y llega a la conclusión de que la característica laboral que
riado. Volveremos a este punto en el capítulo siguiente. tiene importancia estadística es el grado de dirección propia en la ocu-
A pesar de la tremenda disparidad estructural entre la familia y la pación, incluyendo libertad frente a una estrecha supervisión, el grado
economía -disparidad que nunca es verdaderamente superada en de iniciativa y juicios independientes permitidos y la complejidad y
una economía capitalista— hay una correspondencia importante entre variedad del trabajo.29 Así, sin importar el estatus económico, si son
las relaciones de autoridad en la producción capitalista y la crianza de trabajadores de cuello blanco o azul, los individuos que tienen igual
hijos en la familia En parte, esto se aplica a la vida familiar de todos grado de dirección propia en su ocupación tienden a tener valores y
los niveles sociales. La familia dominada por el hombre, que caracterís- rasgos similares. La dirección propia frente a la supervisión estrecha
ticamente tiene patrones de poder y privilegio con base en la edad, es y el trabajo rutinario representan la mayor parte de las diferencias rela-
replica en muchos sentidos, de la jerarquía de la producción en la em- cionadas con el estatus en las preferencias personales para la dirección
presa. Empero, aquí nos preocuparía más la diferencia en familias cuyos propia, el grado de moralidad interiorizado, la honestidad, la confianza
encargados de lograr los ingresos ocupan posiciones dentro de dicha
jerarquía.
Como hemos visto, el rendimiento laboral exitoso en los niveles bajos 26 Melvin Kohn, Class and conformity: a study in values, Homewood,
de la jerarquía exige que el trabajador se oriente hacia el respeto a las Illinois, Dorsey Press, 1969.
reglas y se conforme a la autoridad externa, mientras que el rendimien- 27 Melvin Kohn y Carmi Schooler, “Occupational experience and cognitive

to exitoso en los niveles altos exige una conducta acorde con la inte- functioning: an assessment of reciprocal effects”, American Sociological Re-
view, febrero de 1973.
riorización de las normas. De hecho, no nos sorprendería que estas 28 Kohn [1969], op. cit., caps. 5 y 10.
orientaciones generales se manifestaran en las prioridades paternas frente 29 Ibid., cap. 10.
a la crianza de los hijos. Melvin Kohn, en su estudio masivo realizado
194 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA EDUCACIÓN Y DZSARROLLO: LA LARGA SOMBRA DEL TRABAJO 195
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en sí mismo, la autoestimación y la idea de conformismo.30 Llega a la ración y la felicidad. Los padres de estos niños fueron entrevistados, y
conclusión: manifestaron un patrón de valores parecido. Kohn dice:

En la sociedad industrial, donde la ocupación es tan importante en la vida Los padres de la clase media tienden más a alentar la dirección propia de
de los hombres, las experiencias ocupacionales que facilitan o deterioran el los niños, y los padres de la clase obrera tienden a alentar su confor-
ejercicio de la dirección propia llegan a permear las ópticas de los hombres mismo a la autoridad externa [. . .] La diferencia esencial entre los términos,
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

no sólo sobre el trabajo y su papel en el trabajo, sino sobre el mundo y el yo. como los usamos, es que la dirección propia se centra en estándares internos
Las condiciones de la vida ocupacional en los niveles más altos de las clases de la dirección de la conducta; el conformismo se centra en reglas impuestas
sociales facilitan el interés por las cualidades intrínsecas del puesto, fomentan externamente.33
una óptica del yo y de la sociedad que lleva a creer en las posibilidades
Kohn dijo que dichos valores se traducen directamente en las corres-
de una actividad racional para alcanzar metas deliberadas y promover la
valoración de la dirección propia. Las condiciones de la vida ocupacional
pondientes relaciones de autoridad entre padres e hijos, siendo los padres
en los niveles bajos de las clases sociales limitan la óptica de los hombres de estatus más alto quienes castigan la infracción de las normas interio-
sobre el puesto principalmente a los beneficios extrínsecos que proporciona, rizadas y los padres de estatus más bajo quienes castigan la transgresión
fomenta una concepción estrechamente circunscrita del yo y de la sociedad de las mismas:
y promueve la valoración positiva del conformismo a la autoridad.31
La diferencia principal entre clases está en las condiciones específicas en las
que los padres —particularmente las madres— castigan la mala conducta
Sin embargo, hay una discrepancia importante entre nuestra inter- de los hijos. Los padres de la clase trabajadora tienden más a castigar o a no
pretación y la de Kohn. Pensamos que lo que Kohn llama “dirección castigar con base en las consecuencias directas e inmediatas de las acciones
propia” normalmente queda mejor expresado con las palabras “normas de los hijos, los padres de la clase media con base en su interpretación de la
interiorizadas”. Es decir, la gran mayoría de los trabajadores de los niveles intención de los niños cuando actuaron como lo hicieron [. . .] En caso de
altos de la jerarquía de la producción, definitivamente, no son autóno- que la dirección propia sea valorada, las transgresiones se han de juzgar
mos, no se actualizan a sí mismos ni se autodirigen creativamente. Más en términos de los motivos por los cuales los niños se comportan mal. En
bien, es probable que estén supersocializados en forma que puedan inte- caso de que se valore el conformismo, las transgresiones serán juzgadas en tér-
riorizar la autoridad y actuar sin supervisión directa y continua para minos de si son actos que violan las proscripciones externamente impuestas,
instrumentar metas y objetivos relativamente alienados de sus propias o no lo son.34
necesidades personales. Esta diferencia se debe tener bien clara, en mente, En 1964, Kohn quiso validar sus resultados mediante una muestra
a fin de evitar el error de atribuir valores “superiores” y rasgos de con- nacional de 3 100 hombres, representativos de la fuerza de trabajo em-
ducta a los estratos más altos de la división capitalista del trabajo. pleada, civiles del sexo masculino. Sus resultados claramente apoyan su
Kohn pasó a investigar el impacto de los valores relacionados con interpretación anterior. Los padres que ocupan puestos de estatus más
el trabajo en la crianza de los hijos. Empezó, en 1956, con una muestra alto prefieren la consideración, la curiosidad, la responsabilidad y el
de 339 madres blancas, con hijos en el quinto grado y esposos que ocu- control propio de sus hijos; los padres de estatus más bajo prefieren
paban puestos como trabajadores de la clase media.32 Investigó los los buenos modales, la limpieza, la honradez y la obediencia. Es más,
valores que los padres probablemente adjudicarían a la conducta de sus Kohn demostró que cerca de dos terceras partes de estas diferencias
hijos. Encontró que los padres de los hijos de estatus bajos valoran la sociales relacionadas con el estatus están directamente relacionadas con
obediencia, la limpieza y la honradez de sus hijos, mientras que los padres el grado de dirección propia en la ocupación. Como elemento de pronós-
de estatus más alto destacan la curiosidad, el autocontrol, la conside- tico de los valores en la crianza de los niños, la estructura de la vida
laboral claramente arroja su sombra en los otros elementos del estatus
como el prestigio ocupacional o el nivel educativo.35 Llega a la conclu-
30 Ibid., cuadro 10-7. sión de que:
31 Ibid.,p. 192.
32 El índice ocupacional usado fue el de Hollingshead, que se relaciona en 33 Kohn [1969], op. cit., pp. 34-35.
un 0.90 con el índice de Duncan. Charles M. Bonjean, Richard J. Hill, y 34 Ibid., pp. 104-105.
S. Dale McLemore, Sociological measurement: an inventory of scales and 35 Se pueden destacar dos problemas en el estudio de Kohn. Primero, qui-

indices, San Francisco, Chandler, 1967. siéramos tener evidencia más directa de las maneras y la medida en que los
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Sea de manera consciente o no, los padres tienden a. pasar a sus hijos las sociales que lo caracterizan como forma de producción. La perpetuación
lecciones derivadas de las condiciones de la vida de su propia clase social de la estructura de clases exige que la división jerárquica del trabajo se
—y ello contribuye a preparar a sus hijos para una posición de clase si- reproduzca en la conciencia de sus participantes. El sistema educativo
milar [. . .] es uno de entre varios mecanismos de reproducción a través de los cuales
Las diferencias de clase en los valores paternos y las prácticas de la las élites dominantes buscan alcanzar su objetivo. Al proporcionar habi-
crianza de los hijos influyen en el desarrollo de las capacidades que los niños
lidades, legitimar desigualdades en las posiciones económicas y facilitar
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

necesitarán algún día [...] Así pues, la familia funciona como un mecanismo
que perpetúa la desigualdad.36 ciertos tipos de interrelación social de los individuos, la educación en
los Estados Unidos conforma el desarrollo personal en torno a las nece-
El análisis de Kohn proporciona una elucidación precisa de una sidades del trabajo enajenado. El sistema educativo reproduce la división
faceta de lo que nosotros consideramos es un fenómeno social genera- social capitalista del trabajo, en parte, mediante una correspondencia
lizado: el reflejo de la vida económica en todas las esferas importantes entre sus propias relaciones sociales internas y las del lugar de trabajo.
de la actividad social. La división jerárquica del trabajo, con la fragmen- La tendencia a que las relaciones sociales de la vida económica se
tación de la fuerza de trabajo que engendra, meramente se refleja en la repitan en el sistema educativo y en la vida familiar radica en el fondo
vida familiar. La clara calidad de las relaciones sociales en los dife- del fracaso del credo liberal educativo. Este hecho debe componer la
rentes niveles jerárquicos de la producción se reflejan en las correspon- base de un programa viable para el cambio social. Los patrones de la des-
dientes relaciones sociales de la familia. Las familias, a su vez, reprodu- igualdad, la represión y las formas de la dominación clasista no se pue-
cen las formas de conciencia requeridas para la integración de una nueva den restringir a una sola esfera de la vida, sino que vuelven a aparecer
generación al sistema económico. Estos patrones diferenciales de la en forma sustancialmente cambiada, aunque estructuralmente compa-
crianza de niños afectan algo más que la personalidad del trabajador, rable, en todas las esferas. El poder y los privilegios de la vida económica
como ejemplifica el estudio de Kohn. También conforman los conceptos salen a la superficie no sólo en el centro de las instituciones sociales que
del yo, las aspiraciones personales, los estilos de la presentación propia, conforman la conciencia (la escuela y la familia) sino incluso en los
la lealtad de clase y las formas del habla, el vestir y la conducta inter- encuentros personales, cara a cara, las actividades del tiempo de ocio,
personal. Ya que tales rasgos no son fijados en la edad adulta y han de la vida cultural, las relaciones sexuales y las filosofías del mundo. En
ser reforzados en el lugar de trabajo, su estabilidad a lo largo del ciclo particular, la meta liberal del uso del sistema educativo como medio
de vida parece ser lo suficientemente importante como para explicar una correctivo para superar la falta de “adecuación” del sistema económico
parte importante del grado observado de transmisión intergeneracional es totalmente vana. Sostendremos, en nuestro último capítulo, que la
del estatus. transformación del sistema educativo y del patrón de las relaciones de
clase, poder y privilegio de la esfera económica han de ir de la mano,
como parte de un programa de acción integrado.
Hablar de cambio social es hablar de hacer historia. Así nos vemos
CONCLUSIÓN
obligados a profundizar en las raíces históricas del sistema educativo
actual a fin de comprender mejor el marco dentro del cual ocurre el
Tú continuarás estando aquí mañana, pero tus sueños quizá cambio social. Nuestra interrogante central será: ¿Cuáles fueron las
no estén.
fuerzas históricas que dieron origen a la actual correspondencia entre
CAT STEVENS educación y vida económica y cómo se han visto afectadas por los cam-
bios en la estructura de clases y por las luchas concretas del pueblo?
El sistema económico sólo es estable si la conciencia de los estratos y las ¿Cómo podemos dar forma a estas fuerzas para que sirvan a los obje-
clases que lo componen continúan siendo compatibles con las relaciones tivos de la igualdad económica y el desarrollo humano liberado?
Mostraremos que el desarrollo histórico del sistema educativo refleja
valores de la crianza de los niños se manifiestan en las prácticas de la crianza
un contrapunto de la reproducción y una contradicción. Como ya hemos
de los niños. Y segundo, nos gustaría saber más acerca del impacto de las dife- visto, el desarrollo económico capitalista conduce a cambios constantes
rencias de las prácticas de la crianza de niños en el desarrollo del niño. en las relaciones sociales de la producción y en la estructura pendiente de
36 Kohn [1969], op. cit., p. 200.
las clases. Estas relaciones sociales han comprendido conflictos de clase
198 EDUCACIÓN Y ESTRUCTURA DE LA VIDA ECONÓMICA
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

que, a lo largo de la historia de los Estados Unidos, periódicamente han


cambiado, tanto en forma cuanto en contenido. En sentidos importan-
tes, el sistema educativo ha servido para difundir y atenuar tales con-
flictos. Así, el carácter cambiante del conflicto social, enraigado en los
cambios de la estructura de clase y en otras relaciones de poder y privi-
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legios, ha dado por resultado la reorganización periódica de las institu-


ciones educativas. Al mismo tiempo, el sistema educativo ha evolucio-
nado en formas que intensifican y politizan las contradicciones y con-
flictos básicos de la sociedad capitalista.

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