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UNA PURLIC ACION SEMANAL DE EIJ: C lON ES D f; L DRAC{¡]

Editor: Jesús Domingo.


Dirección Editorial: Miguel Arango y Loreto Co-
rredoira.
Dirección de Producción: José Muñoz.
Dirección de Fabricación: Arturo Ortego.
Dirección de Mari<eting: Román Sánchez.
Relaciones Internacionales: Eva Rubira.
Redactora jefe: Pilar Rico.
Periodistas especializados: Manuel Marlasca,
Francisco Pérez Abellán y Adrián Guerra.
Equipo de redacción y producción: José Anto-
Viaje a lo más profundo del delito nio Eguiagaray, Nieves Hernández, Paloma de
la Nuez, Juan Carlos Polvorinos, Helena Ra-
mírez, Studio 5, Mercedes Villar de Estaban .
Secretaria de Redección: Paloma González.
LA FUGA DE UN LOCO EL DERROCHADOR Consejo Asesor: ·
llNO 1664-1671 Eduardo Torres Dulce (fiscal).
1660-1663
MBDIDA Un conocido asesino escapa de un
El dinero y la adoración que su
Susan Blake (psicóloga).
José Luis Gaitán (psicólogo).
manicomio para criminales . madre sentía por él hicieron de Rafael Gómez Pérez (antropólogo) .
• David Jessel (periodista).
Thaw un hombre egoísta. Fabriciano Jiménez Cubero (médico forense).
illWl ACTO FINAL James Morton (abogado).
1666-1669 Carlos Perezagua Clamagirand (médico fo-
EL ASESINATO que
La víctima era un hombre célebre
sentía debilidad por las muje-
EL ROSTRO
DE LA TENTACION
rense).
Antonio Viqueira Hinojosa (comisario honora-
rio del Cuerpo Nacional de Policía).
res jóvenes. 1670-1671 Bill Waddel (director del Museo de Scotland
Yard).
• Una corista interpreta distintos
papeles en un drama real. El editor se reserva el derecho de modificar el

BUº
1m EL ARGUMENTO
llfMnlA precio de venta en el transcurso de la obra ante
nd'
c
· u
iJlUD
DE LA DEFENSA
1672-1675
La defensa afirma que un hombre
puede tomarse la justicia por su
..=== RICOS Y POBRES
1676-1677
las exigencias del mercado.

Pida a su proveedor habitual la reserva de su


ejemplar de SUMARIO DEL CRIMEN. Conseguirá
un servicio más rápido y seguro.
mano para salvar el buen nombre Una ciudad de grandes contras- Suscripciones y números atrasados (para Espa-
~e su mujer. 1::!!~~~~ tes, en la que ricos y pobres se lla): EDISA. López de Hoyos, 141. 28002 Ma-
encuentran en el camino de la corrupción . drid. Teléf.: (91) 519 67 76.
Distribuidora para Espafta: Marco Ibérica, Dis-
CU!110 1,A HISTORIA DE EVELYN tribución de Ediciones, S. A. Ctra. de lrún, km
1678-1683 13,350. Variante de Fuencarral-28034 Madrid.
EL JUICIO La mujer de Thaw cuenta una ex-
UN ARREBATO
DE LOCURA
Di1tribuldora para México: lntermex, S. A. de
C. V. Lucio Blanco, 435-02400MéxicoD. F.
traña historia de drogas y seduc- 1684-1685 Fotocomposición: C&M Fotocomposición, S. A.
ción . Imprime: Mateu Cromo Artes Gráficas, S. A.
'
• Una romántica pasión arrastra Impreso en España. Printed in Spain.
~ ISBN: 84-86532-38-8 (obra completa).
a dos hombres a la locura.
CINOO LA HISTORIA DE UN LOCO ISBN: 84-86532-39·6. (fascículos).
1686-1691 Depósito ·legal: M-27907-1990
VEREDICID FINAL Una vez en libertad, Thaw conti-
Ilustración de cubierta: Topham
© Marshall Cavendish Ltd., 1991.
© Ediciones del Drac, 1991.
núa con sus actos de sadismo. Sebastián Etcano, 30 - 28012 Madrid.

Cada fascículo de la colección le p.roporciona la vi-


sión de un caso de asesinato. Reuniendo la serie
completa de SUMARIO DEL CRIMEN tendrá, ade-
más, un conocimiento más profundo de este deli-
to: podrá juzgar todas las similitudes y diferencias,
examinar las pruebas y, sobre todo, sacar sus pro-
pias conclusiones. Estará más cerca de compren-
der lo incomprensible: cómo una persona puede
llegar a matar.

PLAN DE LA OBRA
• 100 fascículos de 32 páginas, más cubiertas.
• 10 Tapas-Revistero.
• 1OIndices. Uno para cada volumen.
• Indice General con el fascículo 1OO.
pios trajes y se le permitía pasear por el
En 1913 Harry Thaw se fugó de un manicomio de Nueva
patio durante el día sin ninguna vigilancia.
York. Convencido de que no estaba loco y sin sentir Barnum abrió las puertas para que entra-
remordimientos por la persona a la que había asesinado, ra el camión de la leche y en ese momento
estaba decidido a demostrar que no padecía ningún trastorno. se dio cuenta de que había una gran limusi-
na de color negro aparcada al otro lado de
a mañana del domingo 17 de agos- la calle. En su interior vio a varios ocupan-
.AGO.-SEP.1913 L to de 1913, el camión de la leche
se acercó a las puertas de un edifi-
tes con aspecto sospechoso .
El guarda se quedó mirando el coche

§u 17-8-13 Thaw escapa del


manicomio de
Matteawan, en el Estado
cio de grandes proporciones rodeado de
altos muros en Matteawan, en el Estado de
Nueva York, muy cerca de la frontera cana-
diense.
cuando alguien le pasó por detrás corrien-
do hacia la limusina. Dos o tres hombres
se bajaron del coche y empujaron dentro a
la persona que se les acercaba corriendo.
de Nueva York
U2 18-8-13 Llega en tren a Canadá. El guarda de la puerta, Howard Barnum, El coche se largó de allí a toda velocidad.

=a
u
Se ordena su extradición
10-9-13 La policía le conduce
echó un vistazo por los alrededores antes
de abrir las puertas. El edificio era un
manicomio para criminales y nadie podía
Se alertó a la policía local y la noticia se
extendió rápidamente . Muy pronto las
agencias de noticias de Estados Unidos
hasta la frontera. Lo dejan
.....
~
enVermont
11-9-13 Thaw permanece en
abandonarlo sin autorización.
En el patio todo se hallaba en calma.
divulgaron la noticia de que Harry Thaw se
había fugado de un manicomio. Habían
Concord, New Eran las 7,30 de la mañana. La única perso- pasado ya cinco años desde que se le envia-
Hampshire, a la espera na a la que Barnum vio fue a un hombre lla- ra allí, pero nadie podía olvidar su historia.
de la extradición mado Harry Thaw, uno de los reclusos con Esa noche el ayudante del sheriff Bur-
más años de condena. Thaw no éra peligro- leigh H. Kelsea, de la policía del condado
so; en el manicomio iba vestido con sus pro- de Coos, en New Hampshire, cogió un tren

1660
con destino al Estado de Maine, en el norte. -"
Mientras leía en un periódico vespertino
las noticias sobre la fuga de Thaw, un hom- to~
bre de unos cuarenta años se levantó de su UNA MUJER -·~/(}
asiento, puso su mano sobre el hombro del
policía y amablemente le preguntó por el
ASUSTADA
nombre del condado.
Kelsea pensó que la cara de ese indivi- La esposa de Thaw, Evelyn Nesbit,
duo le era familiar y se dio cuenta de que le
una actriz de vodevil, llamó asus-
tada a la policía pidiendo protec-
acababa de ver en una fotografía del perió- ción cuando se ent~ró de la fuga
dico. Estaba hablando con Harry K Thaw. de su marido. «Harry ha amenaza-
El policía le preguntó adónde se dirigía y do con matarme», les comentó a
su interlocutor le contestó animadamente los periodistas en su hotel de Nue-
que iba a Canadá para evitar que le extradi- va York. «No permanecerá escon-
taran de vuelta a Nueva York. Kelsea le dido durante mucho tiempo.
dejó que volviera a su sitio y, poco des- Cuando se emborracha se welve
pués, se bajó del tren en la ciudad de Cole-
loco, y si eso sucede vendrá
directamente aquí... Querrá ven-
brooke. Cuando terminó allí sus asuntos, garse.»
Avisada por la señora Thaw, la
En la épóca en que Harry Thaw (abajo) policía envió a varios de sus hom-
fue internado en el manicomio, Ja bres al hotel. Aunque el evadido
psiquiatría no estaba muy avanzada. Los se dirigía hacia Canadá, habia
internos (a Ja izquierda) a menudo se buenas razones para creer que
converlían en seres indiferentes y intentaria ver a su mujer. En Coa-
apáticos. Thaw combatió el abunimiento tihook, aespués del arresto, decla-
con la implacable determinación de huir. ró a los periodistas que una de las
razones de su fuga era evitar que
su mujer volviera a trabajar en un
escenario. A Harry Thaw le pare-
cía indecoroso que Evelyn volvie-
ra a una vida como ésa, ya que
para él, ella seguía constituyendo
el ideal de pureza femenina.

decidió que le serían útiles los 500 dólares


de recompensa que las autoridades de
Matteawan ofrecían por la captura del
recluso fugado. Siguió la ruta del tren, pre-
guntando en cada una de las estaciones
qué personas se habían bajado.

Final del trayecto


En la ciudad de Hereford, el ayudante del
sheriff se enteró de que Thaw había paga-
do a un granjero local para que éste le lle-
vara en coche hasta Canadá. Kelsea siguió
la misma ruta y llegó al pueblo de St Her-
mingilde, de Garford, en la frontera cana-
diense, el martes 19 de agosto a las cuatro
de la mañana y se dirigió a la cercana ciu-
dad de Coatihook en busca de un oficial de
policía.
A las seis, Thaw fue arrestado en un
hotel del pueblo. Le llevaron a la cárcel, en
la que se había congregado una gran multi-
tud con la esperanza de verle. En los pri-
meros trenes de la mañana llegaron perio-
distas procedentes de Nueva York y de
otros Estados. Al detenido, de cuarenta y
dos años, le gustaba llamar la atención.

1661
1

IA HGIDA

«Hice un buen trabajo en Matteawan,


¿eh? -les comentó con orgullo-. No estoy
loco; estoy tan cuerdo como usted o como
cualquiera. No habría podido llegar a nin-
gún acuerdo con el Estado de Nueva York.»
Las autoridades de Nueva York comen-
zaron los procedimientos de extradición
tan pronto como les llegaron las noticias
del arresto.
La policía de Canadá le trataba como a
un loco fugado del manicomio y le llevaron,
rodeado de guardias armados, a la ciudad
de Sherbrooke, donde una considerable
cantidad de personas le esperaba en la
estación de tren para recibirle.
Thaw, que parecía más joven de lo que era,
SOQreía contento.
Los canadienses le veían como a un hom-
bre inocente, absuelto de asesinato, aunque
un fugitivo para las autoridades legales de su

Harry Thaw pasó gran parte de su vida


huyendo de la justicia. Esta pensión de
Filadelfia (izquierda) se hizo célebre
cuando se supo que fue su escondite de
la policía.
Cuando Thaw comenzó su evasión,
exisUan pocos automóviles. Viajó
en tren hasta Canadá y muchos
pasajeros se dieron cuenta de que
huta. Allá donde fuet'a, atraia
grandes masas que querian ver al
fugitivo (derecha), y él parecia
disfrutar con esta situación.

país. Creían ver en él a un héroe que se burla-


ba de la justicia yanki.
En la estación de tren, Thaw saludó a la
multitud allí congregada y, todavía rodeado
de guardias, fue conducido a la prisión
local en un carruaje desde el que sonreía a
la gente que se agolpaba en las calles.
Los procedimientos para la extradición "'
eran complicados, pero el 10 de septiembre ~
el Ministerio de Justicia canadiense acortó ~
los trámites y dictó una orden de extradi- ~"'
ción contra Harry Thaw. Euando se le E
e

informó de esto, intentó atacar con una '1l_


botella a un oficial de policía. ~ ¡___.:i_!!lo.__ _..11.:...::ll!"---'-'-...-...=
Furioso y gritando: «¡Me están secues-
trando!», varios agentes de policía le con- Thaw se llevó una grata sorpresa cuando años de soledad pasados en el manicomio,
dujeron en coche hasta la frontera con el vio que en la ciudad de Concord otra multi- como un «loco», según las autoridades.
Estado de Vermont en donde le dejaron, tud le esperaba para vitoréarle y ofrecerle Harry Thaw pensaba que por fin se le
vagando perdido y confuso, hasta que un su apoyo. Le llenó de satisfacción que tam- reconocería públicamente su noble acción,
grupo de periodistas le encontró. Le lleva- bién los americanos, al igual que los cana- acaecida años antes en Nueva York, cuan-
ron en coche a New Hampshire porque el dienses, le aclamaran. La bienvenida que do, brillándole los ojos de excitación,
fugitivo creía erróneamente que así evitarla recibía por parte de toda esta gente había defendió el honor de una mujer al matar a
que le extraditaran a Nueva York. empezado a compensarle por todos los un hombre llamado Stanford White.

1663
arry Kendall Thaw

H nació el 12 de febre-
ro de 1871, cerca de
Pittsburgh, en Pensylvania, una
de las zonas industriales más
prósperas del nordeste de Esta-
dos Unidos.
Esta era la época en la que,
justo después de la guerra civil,
la América moderna e industrial
se estaba forjando. William
Thaw, padre de Harry, amasó
una fortuna de cuarenta millo-
nes de dólares mediante la
construcción de vías férreas y
fábricas de fundición de coque.
La familia vivía en una mansión
en Cresson, Pensylvania.
Harry heredó muy poco del
carácter emprendedor de su
padre y de su fisonomía. Era
más bien un joven débil y rela-
mido, y se llevaba mejor con su
madre, a la que adoraba.
Sufrió algunos altibajos
durante su vida escolar. Estuvo
en un internado en Lititz,
Pensylvania; luego le enviaron a
un colegio presbiteriano en
Wooster, Ohio. Allí estudiaba
poco y le aconsejaron que deja-
ra el colegio.
Más tarde entró en la Uni-
versidad de Pittsburgh, y se
matriculó en un curso en la Uni-
versidad de Harvard, en donde
su principal «asignatura>> era el
póquer. Rápidamente se convir-
tió en un dandy afectado, al que
le gustaba llamar la atención.
Consiguió entrar en la alta
sociedad y se relacionaba con
familias de la aristocracia
También era muy dado a las
peleas. Sus «alborotos», tal y
como él los llamaba, frecuente-
mente tenían lugar en público,
y generalmente por ninguna
>-
otra razón que por la de llamar
~ la atención.
8 «Una noche, estaba bebido
~ -escribió-. Fui a Mollie's (un
.a
if. bar) y tuve el capricho de
~ molestar a uno de los tres hom-
~ bres que allí estaban ... , así que

Harry Thaw (izquierda)


durante el juicio por el
asesinato del arquitecto
Stanford White, dio Ja
imagen de un marido
engañado pero sincero.
me acerqué a él y de un mano- tenía pensamientos eróticos con
tazo le quité el sombrero.» El mujeres. Sobre una de sus
incidente terminó poniendo al aventuras escribió: «Sus labios
camorrista de patitas en la calle. eran más bonitos que los que
En otra visita al Mollie's moles- Shakespeare describía ... y sus
tó a dos jóvenes y cuando se ojos eran como el atardecer,
despertó, estaba en el suelo azules y fríos.»
cubierto de sangre. Por esa época, trabajó unos
Harry Thaw ya había adquiri- meses en un despacho de abo-
do el hábito de pagar para dar gados. Su padre murió y en un
rienda suelta a sus caprichos codicilo de su testamento le
con colegialas. En Ohio, en una prohibía heredar sus cinco
ocasión, pagó a un grupo de· millones hasta que hubiera sen-
chicas visitantes para que se tado la cabeza.
pusieran ligas con los colores Lleno de rabia, persuadió a
del colegio. A los veinte años su madre para que le aumenta-

ra la renta a 80.000 dólares dijo que iba a ser el único hom-


anuales bre presente entre «lo mejor»
A Harry Thaw le encantaba de las prostitutas de la ciudad.
derrochar el dinero, y así lo En 1902 se enamoró de
hizo ostensiblemente en Améri- Evelyn Nesbit, una joven «lige-
ca y en las principales capitales ra» de dieciséis años, corista
de Europa. En la ciudad de del musical Florodora que se
Nueva York, una vez empotró representaba en Broadway. Se
su coche contra el escaparate la llevó a Europa, lo que provo-
de una tienda, y otra vez intentó có un escándalo considerable,
entrar a caballo en un club ya que no estaban casados y,
selecto que se había negado a además, ella era muy joven.
aceptarle como socio. Thaw describió a Evelyn
En P~s se gastó 50.000 dóla- como «una criatura adorable,
res en una cena en la que se le inmutable e inquebrantable».
Su madre no pensaba así, y la
tildó de «fresca» y «lagarta».
Thaw, vestido a la moda Pero la pasión que sentía por la
(izquierda), aparece con un joven era más fuerte, y por pri-
aire mundano que refleja su
personalidad, la de un mera vez ignoró los deseos de
hombre arrogante su madre. El 5 de abril de 1905
convencido de que el dinero se casó con Evelyn en Pitts- -
compra cualquier cosa. burgh. Fue una unión fatal.

1665
En el·teatro del Madison ·S quare
Garden, las alegres· canciones de
un nuevo· musical se vieron
mterrumpidas por un disparo.
En medio del caos que se ,
produjo, Harry Tha\!V se quedó
tranquilamente junto al cadáver de
su víctima; el hombre que había
destruido su ideal del amor.
a noche del lunes 25 de junio de

L 1906 era clara y apacible. La multi-


tud se agolpaba en el teatro al aire
libre del Madison Square Garden de Nue-
va York, en pleno corazón de Manhattan.
Se habían congregado allí para asistir a la
primera representación de un nuevo
musical, Mam 1zelle Champagne. Los hom-
bres llevaban trajes de entretiempo y
canotiers, mientras que las mujeres vestí-
an traje de noche y sombrero. Las mesas
estaban colocadas entre las enredaderas,
iluminadas con luces de colores, y las pal-
meras oscilaban por la brisa procedente
del mar.
Se esperaba que el espectáculo fuera
todo un éxito y para disfrutarlo se había
dado cita toda la elite de Nueva York. Lle-
gaban de dos en dos o de tres en tres y se
bajaban de limusinas conducidas por chó-
feres que previamente les habían llevado a
cenar a los restaurantes cercanos.
Sin embargo, un hombre muy alto, con
bigote y largas patillas, se sentaba solo. Se
llamaba Stanford White y era un arquitecto
de moda que había diseñado edificios para
la gente más rica de América. El público le
miraba y le señalaba como a una celebridad.
Su presencia hacia el acto más brillante.
Pero el arquitecto, de cincuenta y dos
años de edad, vestido con traje de etiqueta,
tenía poco. interés por el espectáculo de
Mam 1zelle Champagne o por la gran gala
del estreno. Había arreglado, mediante el
productor de la obra, una cita con una de
las coristas después de la representación.
Se sentó en una mesa a tomar una copa en
el momento que el señor y la señora Thaw que hizo de sí misma: «Tenía el rostro ova- grupo y su acompañante siguió andando.
llegaron. lado, de color aceitunado, sobre el que caí- Thaw se había levantado varias veces
an lustrosos ri_ios cobrizos. Mis ojos eran durante la representación, y sus idas y veni-
Una extrafia pareja castaño claro y muy brillantes; mi nariz era das entre las mesas habían dejado de captar
recta y bonita, al estilo de los irlandeses, y la atención de los presentes. Esta vez se
La presencia de Harry Thaw, de treinta y mi boca, muy roja, un poco carnosa.» acercó a la mesa en la que estaba sentado
cinco años de edad, y uno de los persona- El matrimonio , que vivía entonces en White, absorto en la representación.
jes más célebres de la sociedad neoyorqui- Pittsburgh, estaba disfrutando de unos días Evelyn y McCaleb llegaron al ascensor y
na llamó la atención de muchos de los pre- en Nueva York antes de embarcarse rum-
sentes. La gente miraba con curiosidad el bo a Europa. En su compañía estaban dos
grueso abrigo que llevaba en pleno verano. invitados, Truxton Beale y Thomas McCa-
Evelyn, su joven esposa, parecía aturdi- leb, con los que habían cenado en el café
25 DE JUNIO DE 1906 ""-':!
"'<l>
"'
ü
a:
¡¡;
>
:;
u
ro
da. Llevaba un vestido blanco bordado y un
sombrero negro, y parecía orgullosa de su
aspecto. Era una mujer vanidosa, tal y
como se aprecia en la siguiente descripción
Martin. Stanford White también había
cenado en ese popular restaurante esa mis-
ma noche, antes de llegar a Madison Squa-
re Garden.
Nueva York.
20,5horas Stanford Wlúte entra en el
café Martin; Evelyn
t"!I
20horas Tahw llega al café Martin, en ("l

~

=
u
¡¡; El espectáculo no parecía ser tan bueno Nesbit le ve llegar. ("l
·:;
CY La bella corista Evelyn Nesbit como se esperaba y, poco después del pri- 20,55 horas Wlúte abandona el local.
.t>!
g
o
.e
¡,; (recuadro) llevó a Thaw (izquierda) a
cometer un crimen pasional; sin
mer acto, el grupo de los Thaw decidió mar-
charse. Se levantaron de su mesa; McCaleb
Evelyn pone a su marido al
corriente de lo sucedido
§;;:
...:::1
a.
~<l> embargo, aquel amor tan intenso no el primero, llevando de su brazo a la joven 21,15 horas Wlúte ve entrar a Thaw en el tr:I
z duró y su matrimonio acabó en Evelyn, de veintiún años, y se dirigieron a teatro Madison Square
e
"'E divorcio. Durante el juicio permaneció la puerta de salida. Thaw y Beale les seguí- Garden ·
¡¡¡
!!l. a su lado, pero más tarde calumnió a su an, pero, al acercarse hacia donde estaba 22,15 horas Thaw dispara y mata a Wlúte
o:: cruel marido.
::> sentado Stanford White, Harry se alejó del

1667
EL ASESINATO

ella se volvió por casualidad y se sorpren- Stanford White, mientras que Thaw, toda-

EVELYN
PP
(. .¡/~
dió al ver sólo a Beale detrás suyo.
Harry Thaw llegó a la mesa del arquitec-
vía con el revólver en la mano, se acercaba
tranquilamente hacia su mujer y sus ami-
Y STANFORD rtf;
,, ______
to, con el rostro pálido y rígido. En el esce- gos. Un médico se abrió paso entre la mul-
nario una de las protagonistas iba a cantar titud mientras retir aban las mesas. El
Evelyn Nesbit conoció a Stanford la canción: «! could arquitecto yacía
White en agosto de 1901, casi cinco love a million girls.» en medio de un
años antes de que su marido asesina- De repente, Thaw charco de sangre,
ra al arquitecto. Ella tenía entonces sacó un revólver de con el rostro
dieciséis años, parecía una colegiala, su abrigo, apuntó a cubierto de pólvo-
pero trabajaba en un teatro de Nue-
va York. Para Stanford White, ella la sien de White y No estaba loco cuando ra. No respiraba.
era una mujer demasiado joven para disparó. maté a Stanford White. Me El productor se
su gusto, pero lo suficientemente Un grito de alar- alegro de haberlo hecho subió a una mesa
bonita para satisfacer al artista que ma recorrió todo el HARRYTIIAW y ordenó a la
había en él. No era sólo el amante de · auditorio. El agresor orque sta que

''
la chica, también era su protector y disparó otra vez a su siguiera tocando.
la enseñó a vestirse y a comportarse. víctima en la boca y Los músicos vol-
En 1902, Evelyn terminó sus estu- en el hombro . La vieron a coger sus
dios en un colegio de New Jersey gente corrió a prote- instrumento s de
que White pagaba. gerse cuando el arquitecto se desplomó en mala gana, pero las chicas del coro estaban
Stanford también cortejó a la el suelo, volcando la mesa al caer. demasiado asustadas para seguir actuando.
madre de Evelyn, la señora de Char- Thaw, con una fiera expresión en sus El empresario desistió de su idea e invitó a
les Holman, y poco a poco se fue ojos, dejó de apuntar con su revólver para la audiencia a abandonar el teatro con cal-
ganando su confianza. Encarnaba la
figura del padre y como tal la señora indicarles a los allí presentes que el tiroteo ma. Los actores bajaron del escenario y se
Holman permitla que acompañara a había terminado. En el ascensor, Evelyn unieron al grupo, alrededor del cadáver de
su hija a las fiestas. «El señor White dijo a McCaleb con voz desmayada: «Dios Stanford White.
no me dejaba tomar más de una copa mío, le ha matado.» «Dios mío, Harry, ¿qué es lo que has
de champán», comentó Evelyn. La gente se precipitó hacia donde yacía hecho?», le preguntó Evelyn, nerviosa, en el
Decía cosas como «esta jovencita no
debe quedarse hasta muy tarde y
debe volver a casa con su madre». El teatro Madison Square (abajo y en el
Cuando Evelyn le presentó a recuadro) fue diseñado por Stanford
Thaw, su madre le habló de Whíte White. No podía imaginar que estaba
como «de un gran hombre». diseñando el escenario de su muerte.
cometido en público, garantizaban una
noticia sensacional.
El detenido se negó a hacer declaracio-
nes a la prensa. Pero a varios de sus ami-
gos que le llamaron a la comisaría de la
calle 30 Oeste para conocer más noticias,
les confesó abiertamente que había dispa-
rado a White por el trato que éste otorgó a
Evelyn. Aunque no dio más det_alles.
Thaw se resignó a pasar la noche en una
sucia celda, aunque trataba a los oficiales
como si fuesen personal de un hotel. Logró
que cambiaran de celda a un borracho albcr
rotador que ocupaba una próxima a 1á suya;
prometió recordar el nombre del agente
qu~ le trajo un vaso de agua y felicitó a otro
oficial por el puro que le trajo.
Finalmente, trató de dormir utilizando
su abrigo como almohada. A las tres de la
mañana llegó el juez de guardia del distrito
~ para interrogarle sobre el asesinato. Thaw
'3!1' se negó a hablar sin la presencia de un abo-
ti gado. Por último, después de recorrer el
a:
i!1 pasillo una y otra vez escoltado por varios
~ guardias, logró dormirse.
::;;~ Harry Thaw era un prisionero intranqui-
lo y exigente; y no parecía tener ningún
Thaw y White nacieron en el seno remordimiento.
de familias adineradas. White era
apreciado en Ja sociedad
(~
~{f;'
neoyorquina (arriba) y siempre era
bien recibido en las mejores casas
de la ciudad. EL MENSAJE
La noche del asesinato los Thaw
ascensor. En respuesta, su marido la besó. conocido con el nombre de -.<Tenderloin». se sentaron para cenar en el
«Muy bien, querida -le contestó Thaw-. Al pasar por delante de un respetable hotel comedor principal del café Mar-
Probablemente te he salvado la vida.» en el que conocían a Thaw, los porteros le tín a las ocho de la noche. Les
La gente se les acercó. Ella lloraba mien- saludaron. El les devolvió el saludo. acompañaban sus amigos Trux-
tras, muy nerviosa, le decía a su marido Stanford White murió instantáneamente. ton Beale y Thomas McCaleb.
que se había metido en un aprieto. Un La autopsia demostró que las dos balas se Pocos minutos después, Stan-
bombero, Paul Brudi, agarró al agresor y le habían alojado en el cerebro. El primer pro- ford White pasó por delante de
ellos para sentarse en una mesa
quitó el revólver. Este no se resistió. yectil le había entrado por el ojo izquierdo.
en la terraza. Evelyn le vio,
En la comisaría, el detenido conservaba pero, aparentemente, Thaw, no.
El arresto · la misma frialdad que había demostrado Hacia las nueve, White volvió a
tras los disparos, pero sus ojos aún reful- pasar por el comedor para diri-
«Tenemos que bajar en el ascensor de gían de excitación y furia. A pesar de dejar- girse a la salida. De nuevo ella
todas maneras -le dijo Thaw con calma-. se atrapar sin oponer resistencia, y de lo vio. Pidió un lápiz a McCaleb
Lléverne abajo ahora, y así no molestare- haber contado al oficial Debes sus motivos y escribió una nota que pasó
mos más a toda esta gente.» para cometer el asesinato, en la comisaría disimuladamente a su marido.
Para entonces, el oficial de policía An- dijo llamarse John Smith, con domicilio en Decía: <<La B ha estado aquí hace
thony Debes ya había llegado y se hizo car- el 18 de Lafayette Square, en Filadelfia. un minuto pero ya se ha mar-
go del detenido, mientras éste le decía: «Se La policía le registró y le identificó gra- chado.»
Este leyó la nota, la miró y le
lo merecía.» cias a sus tarjetas de visita. Al preguntarle preguntó: <<¿Estás segura?» Ella
•En el ascensor, Debes le preguntó por por qué había mentido, Thaw contestó: contestó: <<Sí.» Poco después, el
qué había disparado contra Stanford White. «No lo sé.» grupo se dirigió al Madison
«Porque mancilló a mi mujer», fue su res- Los periodistas de los diarios de mayor Square Garden, donde Harry
puesta. Cuando llegaron a la calle, el poli- tirada de Nueva York se presentaron en la Thaw asesinó a White. La letra B
cía condujo a Thaw a la comisaría de la comisaría. Los nombres de Stanford White significaba <<la bestia>>.
calle Oeste, en un distrito de Manhattan y Harry Thaw, asociados en un asesinato

1669
..

sta mujer joven y her-


'
E mosa se convirtió en la
heroína de un drama
. tan antiguo como el mundo.
Evelyn le confesó a su marido
que había tenido un amante,
pero, temerosa de la furia de
éste, puntualizó que ella enton-
ces era muy joven e inocente,
mientras que describía a su
enamorado como a un experto
seductor. Este triángulo fatal
acabó en tragedia, como sucede
a menudo. Pero, ¿cómo era la
verdadera Evelyn Nesbit? ¿Una
chiquilla inocente o una corista
ambiciosa?
Cuando su trabajo de Nunca interpretó grandes
modelo y sus hombres papeles en los escenarios,
se lo permiUan, Evelyn se pero los fotógrafos la
dedicaba a Ja escultura lanzaron a la fama. Abajo
(izquierda).fl.fástarde,se posa con uno de los
fue a vivir a California y dio vesüdos uülizados en una
clases de cerámica. obra de teatro.

La fotografla más famosa libertino. Ella declaró,


y sensual de Evelyn repeüdas veces, que
(izquierda) fue tomada en el concibió a su hijo (arriba)
estudio de Stanford White. En durante una visita a Thaw en
el juicio contó lo ocurrido el manicomio; pero éste
durante dicha sesión nunca reconoció esta
fotográfica y paternidad. Evelyn le puso a
describió a White como un su hijo el hombre de Russell
hombre perverso y William Thaw.

1671
TRES
. BAJO
~

· CUSTODIA
Harry Thaw vivía en la
prisión rodeado de lujos
mientras esperaba el juicio.
Su madre pensaba que
podría comprar a la justicia,
o inclinarla hacia su hijo.
Amparándose en una ley
inexistente, creía que sería
absuelto por haber salvado
el honor de su familia.

A
las ocho de la mañana del jueves
26 de junio, el criado de Thaw lle-
gó a la comisaría de la calle Oeste
número 30, con un traje gris recién plan-
chado para su señor, que todavía llevaba
puesta la misma chaqueta de la noche ante-
rior, cuando mató a Stanford White.
Una hora después, el detenido fue con-
ducido a la oficina central esposado. Pre-
guntó si era necesario que le pusieran las
esposas, porque le parecía un ultraje, y uno
de los detectives le contestó que era cos-
tumbre hacerlo a todos los asesinos.
En la oficina central, los periodistas se le
echaron encima. Buscaban la exclusiva de
las primeras palabras de un hombre que
aparecía en las páginas de todos los perió-
dicos. Una vez dentro, Thaw tuvo que
hacer cola y esperar junto con delincuentes
y prostitutas para que le hicieran la ficha
correspondiente.
A continuación fue conducido al juzgado
de Jefferson Market, donde miles de perso-
nas esperaban para verlo de cerca. Briga-
das especiales de la policía tuvieron que
despejar las calles. Dentro, el presunto ase-
sino esperaba y hacía cola de nuevo para
que le citaran ante el tribunal. Aquella
mañana el New York Times señalaba en la

necrológica de Stanford White, que cabía la americanos sobre el hogar, la familia y la ·


26 JUN . .- 25 SEP. posibilidad de que la causa del asesinato fidelidad.
1906 fuera otra distinta de los celos. «Nunca fue Después del asesinato, Evelyn Nesbit
más feliz -decía el periódico- que en los había dormido poco. Beale y McCaleb la
26-6-06 Thaw es conducido a la
prisión de Tombs , apartamentos de la Torre Madison Square llevaron de vuelta al hotel Lorraine, aunque
28-8-08 Stanford Wlrite es enterrado Garden, donde era el amo y el rey de las más tarde decidió pasar la noche en la
en Long lsland. El Gran Jurado fiestas ... las invitaciones a estas fiestas habitación de una corista amiga suya, May
procesa a Thaw siempre eran muy caras.» McKenzie.
y es acusado de asesinato en Este artículo era un aviso para todos los Por la mañana, mientras su marido se
primer grado ciudadanos ricos de Nueva York. Dejaba encontraba en el juzgado de Jefferson Mar-
24-9-06 Estreno en Brooklyn de bien claro que en el juicio de Harry Thaw ket, ella mantuvo una pequeña entrevista
una obra de teatro sobre saldrían a la luz los vicios secretos de un con un abogado conocido de la familia. A la
Thaw y Wlrite estrato de la sociedad que supuestamente salida, comentó a los periodistas que allí se
se identificaba con los tradicionales valores agolpaban: «Es demasiado horrible para

1 672
UNA SOCIEDAD EXTRAÑA C~,,.._
«La Sociedad para la supresión del vicio» minatorias». Después del arresto ~~/()
era una organización que se creó a finales Thaw, Cornstock dijo que estaba «con-
de! siglo XIX para defender la rectitud moral vencido de la culpabilidad de White, pero
en Estados Unidos. Era una época en la que que no había conseguido suficientes prue-
la nación intentaba desprenderse de esa bas como para llevarle a juicio.
imagen de relajación de costumbres, pérdi-
da de la moral y del respeto por la ley, e
intentaba convertirse en una sociedad civi-
lizada.
El presidente de la sociedad era Ant-
hony Cornstock (derecha), que no pudo o
Chaplain McGuire (arriba) recibió no quiso atender la llamada de Harry Thaw
calurosamente a Thaw. No abundaban
los prisioneros ricos y éste estaba desde el juzgado. Ya en 1893, Comstock
dispuesto a pagar bien cualquier
protestó por un baile egipcio que se había
privilegio que se Je concediera. celebrado en la feria mundial de Chicago,
diciendo que «era un ultraje para la digni-
dad sagrada del ser humano».
hablar de ello. Harry debe haberse vuelto A principios de 1905, Thaw facilitó a la
loco.» Y acto seguido prometió que apoya- Sociedad una lista con los hombres de algu-
ría a su marido. nas menores de edad a las que, según él,
Dos abogados de la familia fueron más Stanford White habia «deshonrado». Corns-
tarde a visitar al detenido. Este se había tock intentó encontrar pruebas, aunque sin
éxito, en la habitación de White en el Madi-
negado a desayunar en la comisaría de la son Square Garden, pero consiguió por
calle Oeste y pidió a sus abogados que le otros medios lo que él llamó pruebas «incri-
llevaran algo de comer. En un restaurante

1673
BAJO CUSTODIA

cercano encargaron melocotones con nata, Durante toda su


una tostada y un café. vida Stanford
Después de la entrevista, le condujeron White no fue sólo
a la cárcel de la ciudad, conocida como «las el personaje más
tumbas», y le encarcelaron en una celda de conocido en Nueva
York, sino también
la sección reservada para condenados y
el más admirado.
sospechosos de asesinato. Al rato de estar Su talento,
allí pidió champán pero se lo negaron. simpaUay
Al día siguiente, miércoles 27 de junio, generosidad eran
Evelyn acudió a visitar a su marido en com- de todos conocido.
pañía de un hermano de éste, Josiah, y La pasión que
sentía por las
mujeres jóvenes

''Evelyn parecía una


de las princesas del País
delas Hadas
HARRYTHAW ~
::J
no era algo
reconocido
públicamente,
pero tal vez fue la
causa de la ruptura
con su esposa. La
fotografla muestra
~ al matrimonio en

~ .___
tiempos más
' ' _ _ _ __ _ _ _ _ J
felices.

cuando le vio ojeroso y sin afeitar, le abra- dió, una investigación sobre el caso Stan- no de Llverpool, Inglaterra, cuando se ente-
zó y se vino abajo. A la salida de la prisión ford White. El detenido marcó el número ró de que su hijo estaba arrestado. Cuando
una multitud les esperaba y la policía tuvo de una organización de Nueva York U.ama- llegó a Nueva York, manifestó a los perio-
que abrirles camino hasta el coche. da «Sociedad para la supresión del vicio» y distas que si hacía falta se gastaría un
La viuda de White, Bessie, que estaba en preguntó por «A C.» Le contestaron que millón de dólares para salvar a su hijo.
Long Island cuando asesinaron a su mari- "A C.» había salido. Esta promesa tan insolente se convirtió
do, recibió cientos de ramos de flores y en un refrán conocido entre los neoyorqui-
cartas de condolencia, y profundamente nos que se burlaban de ella: «No se puede
afectada declaró a los periodistas que nun- La lealtad de las mujeres condenar a un millón de dólares», decían
ca había oído hablar de HarryThaw. en tono jocoso.
El jueves 28 de junio se celebró en la Evelyn Nesbit compareció ante el Gran La señora Thaw comenzó a difamar el
iglesia de St. James, en Long Island, el Jurado ese mismo día y se negó a hablar nombre de Stanford White. Contrató a
funeral por la víctima, al que sólo acudie- del caso. «No haré nada que pueda perjudi- detectives privados de Pittsburgh para que
ron los más allegados, y después fue ente- car a Harry», fue su única respuesta. Horas investigaran lo que pudieran sobre sus
rrado en el cementerio de la iglesia. después, el Gran Jurado acusó a Thaw de aventuras nocturnas. También patrocinó
· Esa misma mañana permitieron telefo- asesinato en primer grado. Si era condena- una obra de teatro, escrita en pocos días, y
near a Thaw desde el juzgado, donde se do, sería ejecutado en la silla eléctrica. que se estrenó en Brooklyn el 24 de sep-
abrió, aunque inmediatamente se suspen- 1 La madre de Thaw se encontraba cami- tiembre.
El argumento era una versión encubierta
de la muerte de White, pero contenía una
pista importante de las tácticas con las que
la señora Thaw pretendía liberar a su hijo.
El drama acababa con una declaración del
héroe en la que decía que sería absuelto
gracias a una «ley no escrita», según la
cual, un buen hombre puede matar a aquel
que viola a su mujer.
El propio acusado había pensado en esta
defensa en su celda de la prisión de
Tombs. Al principio, a los neoyorquinos les
hacía grada que un «dandi» rico de la costa
este fuera a ampararse bajo la ~<justicia de
la frontera» del viejo Oeste.
En diciembre de 1906, a medida que el
juicio se acercaba, la familia de Harry
Thaw, que cada vez estaba más preocupa-
da, le suplicó que se defendiera alegando
locura temporal. El aceptó a regañadientes.
VICIO
Y VIRTUD

Durante el verano de 1906, la alta socie-


dad neoyorquina se vio dividida en dos
bandos: los que apoyaban a Harry Thaw
y los que apoyaban a Stanford White.
Unos y otros intentaban manchar el
nombre de su rival. Mucha gente cono-
cida optó por marcharse al extranjero a
fin de evitar que investigaran sus vidas
privadas.
Se supo que en 1902 una mujer lla-
mada Ethel Thomas firmó una declara-
ción jurada en la que decía que Thaw la
había seducido con flores y joyas, para
después golpearla brutalmente con un
lá.tigo. Ese mismo año, Evelyn Nesbit
había firmado una declaración jurada, a
instancias de White, en la que decía que
su marido era un sá.dico.
Pero en esta historia fue White el que
se convirtió en el hombre tirá.nico, falso
y mentiroso; un caballero del que la
madre de Evelyn decía que había llega-
do para «salvan> a su hija de las manos
de Thaw. Los abogados del asesino die-
ron pá.bulo a varias historias en contra
de la víctima. Y esto tuvo éxito, ya que
muy poca gente defendió públicamente
su amistad con él, o al menos pocos
declararon que era un hombre bueno y
moral. La opinión pública comenzó a
apoyar a Harry Thaw, al que presentaba
como el marido engañado protector de
las mujeres.

El dibujante de un periódico local


imaginó a Thaw en su celda, soñando
con su amada esposa mientras se
enfrentaba a la posibilidad de ser
condenado a la pena capital.
finales del siglo pasa-

A do, Nueva York era


una bella ciudad, ex-
traña y maravillosa.
Para los europeos más
pobres, como los irlandeses o
los judíos, este lugar mítico
era la puerta hacia la libertad
y la dignidad. Y más aún, era
una ciudad en la que cualquie-
ra podía hacerse millonario
con bastante rapidez.
Por supuesto, esto no era
del todo cierto. Es verdad que
había muchos «nuevos ricos»
que hicieron su fortuna en el
ferrocarril, el transporte marí-
timo o en las industrias de ali-
mentación; hombres que se
harían famosos como Rocker-
feller, los Vanderbilt, los Nel-
son o los Ttffanys.
Pero estos ídolos de las
finanzas salvaguardaban su
posición y no estaban dispues-
tos a compartir toda su rique-
za con las «masas». Ctearon
clubes, fusionaron sus compa-
ñías, cerraron filas y ejercie- Miles de emigrantes se
ron un poder enorme. apiñaban en las casas y en
las calles de Nueva York.
Los emigrantes europeos y
Muchas de estas viviendas se
los negros sobrevivían en la - transformaron en fábricas,
miseria, trabajaban casi como mientras que los más pobres
esclavos en pequeñas tiendas buscaban alguna forma de
y habitaban con sus familias ganarse la vida en una
en apartamentos miserables. ciudad superpoblada.
Por aquella época no existían
apenas organizaciones sindi-
cales, y, a pesar de que la
industria americana se desa- enormes mansiones, de gran-
rrolló con asombrosa rapidez, des edificios románicos con
convirtiendo este país en uno torreones, pórticos y ventanas
de los más ricos del mundo, con parteluces. Los edificios
los salarios, la sanidad y la públicos y los teatros eran
vivienda se encontraban aún igualmente lujosos, los ricos
en un estado lanientable. se divertían derrochando su
Sin embargo, los nuevos dinero y vistiéndose con gran-
ricos de la ciudad eran tam- des galas. Les gustaba alar-
bién emigrantes, y gastaban dear de su riqueza.
su dinero con la extravagancia Los pobres no ignoraban
propia de los que han salido esta situación, y no se les
hace poco de la pobreza. podía culpar por envidiar a los
Nueva York se llenó de más ricos. Aprendieron rápida-
mente que éstos al final paga-
Sin el control del gobierno o
ban por todos sus vicios, y a
menudo a un precio muy alto. había mucha gente dispuesta aquellos que tuvieran dinero.
de los sindicatos, los
A hombres como Harry a vender sus propios cuerpos Los jóvenes pobres de Nue-
empresarios del siglo XIX
amasaron grandes fortunas, Thaw y Stanford White les o los de otros. va York prefeóan prostituirse
que sus familias disfrutaron resultaba muy fácil satisfacer La prostitución estaba muy a manos de los ricos antes que
llevando una vida de lujos y todos sus deseos más secre- extendida, y el juego, la bebida, tener que trabajar. Eso les
diversiones (izquierda y tos y llevar a cabo las acciones las drogas y las grandes galas permitía ganar dinero más
recuadro). más depravadas. En las calles eran placeres destinados para fácilmente.

1677
• -¡;·
·~
"' . • ...""L ••• ~;

. ..
:

;[.

Cuando empero el juicio de Harry Thaw, el caso se centró


en las declaraciones de su esposa. El jurado escuchó
atentamente la historia de la seducción de Evelyn Nesbit.
Tenían que decidir si su marido era un asesino o un loco.

oco antes de las 10 de la mañana de policía imponía el orden fuera de la sala.


23 ENE. - 12 ABR.
1907
23-1-07 Comienza el juicio de Harry
P del miércole s 23 de enero de
1907, Harry Thaw abandonaba su
celda para, a través de un pasadizo, «el
La acusación estaba representada por el
fiscal del distrito, William Jerome, un aris-
tócrata de Nueva York que se había gana-
Thaw por asesinato puente de los suspiros», presentarse en los do una buena reputación con su lucha con-
8-2-07 Evelyn Nesbit declara que edificios del Tribunal Criminal de Nueva tra la corrupción entre funcionarios públi-
Wlúte la sedujo York a fin de asistir al juicio por el asesina· cos. El juicio lo presidía el juez Fitzgerald.
25-3-07 El juez accede a que to de Stanford Wbite. El equipo de la defensa aparecía tan
intervenga una comisión de
La sala del Tribunal estaba atestada. Se desorganizado que no estaba muy claro
expertos
8-4-07 La comisión declara que Thaw instalaron asientos especiales para 50 cuál de los seis abogados iba a actuar en el
no está demente periodistas, algunos procedentes del conti- juicio. Sin embargo, al ir avanzando el pro-
12-4-07 El jurado no pronuncia ningún nente, y para un pequeño grupo de gente ceso, se hizo cargo d'e la defensa Delphin
veredicto que gritaba fuera queriendo ver a Evelyn Delmas, de California, un hombre muy
Nesbit. Un destacamento de 100 oficiales astuto, que había ganado todos los juicios

1678
un primer discurso que duró quince minu- que le ayudaba --<:ontinuó la testigo con
tos. Expuso que el segundo y tercer dispa- voz nerviosa__. Me mostraron un vestidor
ro que Thaw efectuó contra su indefensa y me puse un kimono muy bonito.»
víctima, así como el hecho de realizar al Después de la sesión fotográfica, la
público allí congregado un gesto con el joven volvió a vestirse con su ropa, mien-
revólver para dar a entender que el tiroteo tras White esper~ba en la puerta del cuarti-
había terminado, demostraba que se trata- to por si ella necesitaba ayuda. Luego
ba de un asesinato premeditado. comieron. «El señor White no me habría
Uno por uno fueron desfilando todos los dejado beber ni una copa de champán»,
testigos presenciales, pero los hechos ocu- matizó Evelyn.
_rridos no fueron muy discutidos. El juicio La noche siguiente, el arquitecto volvió a

'' Este es el caso de una astuta mujer que arrastra


a dos honthres a ia perdición
WILLlAM JEROME, abogado de la acusación

se centró entonces en lo que Harry Thaw


• creía que Stanford White le había hecho a
su mujer. Los únicos testigos de importan-
cia eran la propia Evelyn y los psiquiatras.
''
mandar un coche a recoger a la chica, tenía
previsto acudir a una fiesta en un estudio
de la calle 24. Cuando llegaron, ella y Whi-
te eran los únicos invitados y él le explicó
Una multitud de 10.000 personas -nun- que los otros no se había presentado. «El
ca se había visto antes tanta gente en un señor White me invitó a ver el cuarto de
juicio por asesinato en Nueva York- se atrás --<:ontinuó diciendo la señora Thaw
congregó a las afueras del Tribunal el jue- sin vacilar-. El cuarto de atrás era un dor-
ves 7 de febrero; el día en que Evelyn Nes- mitorio, y me senté en una mesa pequeña
bit tenía que prestar declaración. sobre la que había una botella de champán
y un vaso ... El señor White cogió la botella

Drogas y seducción

Parecía una colegiala, vestida con un traje


azul oscuro con un ceremonioso cuello LA.S LEYES
blanco y un lazo negro. Se la veía pálida
bajo el sombrero negro cuando se acercó En la ley de Estados Unidos no existía
al estrado. En la sala no cabía ni un alfiler. ningún credo especial que permitiera
"' El abogado defensor, Delphin Delmas, a sus ciudadanos vengarse de aquellos
que dañaran a sus seres queridos o a
o~ le indicó que relatara exactamente lo que su propiedad. Este credo se lo inventó
o:: ella le había contado a su marido sobre
~ Stanford White. Empezó contando que, a el abogado defensor, Delphin Delmas,
3
u los dieciséis años de edad, en 1901, White a fin de suscitar las simpatías del jura-
do por un marido atormentado que
le había enviado varios regalos: un sombre-
Evelyn Nesbit (arriba) declaró en el había asesinado a un rival despiadado.
ro, un chal y una capa roja. En este sentido, fonnaba parte de las
juicio que cuando sólo tenia dieciséis
años Stanford White la sedujo. Su Según la versión de la testigo, durante el ' «leyes no escritas» que los primeros
historia hubiera conmovido a otoño de 1901, White convenció a su abogados de Thaw habían considera-
cualquiera. madre de que él cuidaría perfectamente a do como posible defensa, pero que
su hija mientras ella estuviera de viaje en después abandonaron.
anteriores por asesinato, diecinueve en Pittsburgh. «Me hizo prometer que no sal- Pero el planteamiento melodramáti-
total. dría con nadie mientras mi madre estuvie- co de Delmas no funcionó. Hacia el
Thaw, que vestía traje azul y corbata ra fuera», puntualizó. El público escuchaba final del proceso, incluso la acusación
negra, se dirigió a la mesa de sus abogados absorto sus palabras. creía que lo mejor que podía suceder-
con paso apresuarado y sonriendo con ner- El día de la partida de la señora Nesbit, . le al presunto asesino era que le decla-
rasen demente y le enviaran a un
viosismo. White envió un taxi a recoger a Evelyn
manicomio. El hecho de que siete
La elección del jurado duró 10 días. Por para que la condujera a su apartamento en miembros del jurado votaran a favor
fin el lunes 4 de febrero el ayudante del fis- la calle 22 Este. de la pena capital sorprendió a todos.
cal, Francis Garvan, se levantó para hacer <<Arriba había un fotógrafo y otro hombre

1679
y llenó el vaso .. ., luego me lo ofreció dicién-
dome que bebiera.»
Eve lyn Nesbit se frotaba las manos
angustiada, daba la sensación de estar ate-
rrorizada. Su marido estaba en la parte pos-
terior, sudando. Las mujeres que se halla-
ban presentes en la sala bajaron la cabeza,
y un miembro del jurado intentaba tranqui-
lizarse balanceándose en la silla.
«Un minuto o dos después, sentí que me
estallaban los oídos. No sé qué era, algo así
como un golpe fuerte -continuó-, luego
toda la habitación empezó a dar vueltas... »
La testigo parecía estar a punto de desma-
yarse, pero Delmas la tranquilizó.
«Luego, cuando me desperté, me encon-
tré en la cama desnuda. Me incorporé y
empecé a gritar... El me dijo: «Ya todo ha
terminado, ya todo ha terminado ... »

LA C~~
COMISION "q/()
DE EXPERTOS
En el juicio de Thaw, la acusación
pidió la intervención de una comi-
sión especial para que juzgara el
estado mental del acusado, ya que
del testimonio prestado por Evelyn
Nesbit resultaba poco probable que
del juicio saliera una condena direc-
ta por asesinato. Además, sabían que
un jurado aceptaría fácilmente que el
acusado había enloquecido al ente-
rarse de que White había violado a
Evelyn. Pero las pruebas psiquiátri-
cas no fueron concluyentes. Así que,
si una comisión especial declaraba
que estaba perturbado, la acusación
podría conseguir su inmediato inter-
namiento sin que nadie recusara la
condena.
La comisión la formaron Peter
Olney, fiscal del distrito de Nueva
York; el doctor Leopold Putzel, un
especialista en desequilibrios men-
tales, y David McClure, un abogado
asesor del obispo católico de Man-
hattan. La comisión deliberó durante
siete días, pero tan sólo pasaron
unas pocas horas interrogando a
Thaw. El acusado se mostraba tan
"'!); racional que el fiscal, William Jero-
E
~
<(
me, perdió la esperanza de que fue-
e
e ra declarado demente y encerrado
"'E
¡¡¡
en un manicorrúo de por vida.
rn

El fiscal del distrito, William jerome


(izquierda), se enfrentó a la gran
dificultad que suponía desmentir las
acusaciones que Evelyn había vertido
sobre Stanford White.
Co~
LA.S ARMAS -·~/(}
Parece ser que la noche del asesina-
to Stanford White llevaba un revólver
que estaba dispuesto a utilizar. Thaw
habla comprado su pistola, una Srnith
and Wesson azul, en diciembre de
1903; y según su esposa, sólo la lle-
vaba cuando iba a Nueva York.
Seguramente el arquitecto sabia por
ella que su marido iba armado. Le
habla dicho a su abogado, De Lancey
Nicoll: «Ese petimetre no me amena-
zará con una pistola. No tiene valor
para hacerlo.»
Sin embargo, Lionel Lawrence, el
productor de Man 'zel/e Champagne
que había accedido a presentar a
White a una de las coristas después
de la representación, contó en enero
de 1907 al periódico Evening ]oumal,
que después de la muerte de White
encontraron en uno de sus bolsillos
una pistola, una Srnith and Wesson.
En sus memorias, The traitor, Thaw
escribió que s~ rival intentó sacar su
pistola después de recibir el primer
disparo.

Interrogada por la defensa, Evelyn decla-


ró, que al poco tiempo de conocer a Harry
Thaw le contó este episodio de su vida.
«¿Dónde estaba White?», preguntó el
abogado.
«En la cama», contestó la testigo.
«¿Vestido o desnudo?»
«Completamente desnudo.»
Evelyn Nesbit siguió contando que se
arrodilló ante ella y, con tono persuasivo, le
pidió que no se preocupara. «Dijo que todo
el mundo lo hacía... , dijo que yo era tan
bonita y tan joven que no había podido evi-
tarlo y que por éso lo había hecho ... , me
hizo jurar que no se lo contaría a mi madre.»
Para la defensa era de vital importancia
demostrar el efecto que esta historia tuvo
sobre Thaw cuando ella se la contó en
París en 1903. Evelyn, a estas alturas de su
declaración, lloraba sentada en el estrado,
pero haciendo un esfuerzo respondió que
él se puso muy neivioso y que, paseando
de un lado a otro, mientras se mordía las
uñas, sollozaba: «Dios mío, Dios mío.»

El doctor Britten D. Evans, junto a su


~ colega el psiquiatra O. von Hoffman,
~ afirmó que Thaw sufría de un «trastorno
~ mental» que Je había provocado una
:Jo locura temporal.

1681
EL JUICIO

., . .... ...
. . ).. .. U1f"lJ
.._..
. rr.ti'ti. chr1l, oirq
. . t' ...
.. ~ -~

Durante el juicio Harry Thaw relela las ,, . \~


notas que su esposa Je enviaba, con l'li ,
lenguaje infantil. Mientras se decidla su
suerte, él se dedicaba a hacer retratos
de su mujer (arriba). .. ·-·
' \.
. ·e· . ..
CfY\A;,. ""'
.

'
.
t
.. .

Dos meses después él le explicó que con
esa experiencia había destruido su vida, .,, /
~
pero que no era culpa suya y que a pesar
de todo quería casarse con ella. ¡¡: ..' ~~
:·;;
Evelyn prestó testimonio durante tres ~
c3 .~ ..
sesiones, y después de un día de descanso .. ' .
en el que se hicieron varias pruebas médi- :®~

''
El que mi marido haya
asesinado a Stanford
White está plenamente
justificado
EVELYN NESBIT, después del primer juicio
Siguió llevando el mismo vestido azul
marino de colegiala, pero, a pesar del can-
sancio y de los nervios, en todo momento
se mostró fría y segura en sus afirmacio-
nes. La acusación consiguió cambiar en
«No estoy loco, y cualquiera que me conoz-
ca sabe que no lo estoy.»
El 25 de marzo el juez aceptó la petición.
Se estableció una comisión que representa-
ba los intereses legales, religiosos y médi-
parte la imagen de la testigo que aparecía cos, y ésta examinó al inculpado durante dos

''
cas, empezó el interrogatorio del fiscal,
William Jerome, el martes 12 de febrero.
«¿Amaba a Stanford White?, le preguntó.
«No.»
como una joven ingenua atrapada por unos
degenerados; pero se mostró firme en la
afirmación de que StanfordWhite la había
violado.
La defensa había contratado a varios psi-
quiatras, previo pago de cuantiosos hono-
rarios, para que apoyaran la tesis de que
horas. El 8 de abril la comisión elevó sus
conclusiones y en ellas le declaraban cuerdo.

Víctimas maltratadas

En el discurso final, el abogado defensor,


«¿Le odiaba?» Thaw no estaba en su sano juicio cuando Delphin Delmas, en nombre de «la casti-
«Sí.» disparó a la víctima, pero que ahora volvía dad de una mujer joven», expuso: «Hubiese
Sin embargo, ella admitió que le había a ser una persona cabal y responsable. sido mejor que Stanford White no hubiera
seguido viendo a menudo, varias veces a k ~ Sin embargo, las pruebas médicas ofreci- nacido, así no habría escuchado el grito
semana, durante casi un año, y que aceptó das por ambas partes no eran del todo con- agonizante de su maltratada víctima.»
dinero suyo hasta la primavera de 1903. cluyentes. El letrado también tuvo palabras duras
Durante varios días, a pesar de que El 20 de marzo, después de que más de para la señora Nesbit, quien, según él,
Evelyn se encontraba al borde de un cola¡:r una docena de médicos hubiera testificado intentó arruinar la vida de Thaw. En pala-
so nervioso, se la interrogó sobre su niñez, sobre el estado mental del acusado, el fiscal bras de la defensa, Harry fue para Evelyn
sus convicciones religiosas, su carrera del distrito solicitó que se organizara una «como una bendición caída del cielo».
artística y sus relaciones con los hombres. comisión especial para estudiar el caso. Por último, dirigiéndose al jurado, mani-
Un periodista se refirió a esto como «la Mientras el juez Fitzgerald consideraba festó que de lo único que se podía acusar a
vivisección del alma de una mujer». esta petición tan inusual, Thaw declaró: su defendido era de haber querido proteger

1682
......._

LA
HOLMAN
SEÑORA4@$~ .,~//

Harry Thaw y Stanford White intenta-


ron ganarse la confianza de la madre
de Evelyn, la señora Winifield Hol-
man. Cuando Thaw comenzó a ver a la
joven con regularidad en 1902, White
ya habla conseguido superar la des-
confianza que al principio le inspiraba
a la madre de la corista, y a sus ojos
se habla convertido en un benefac-
tor responsable lleno de buenas
intenciones.
En 1903, mientras Thaw y Evelyn
estaban en Europa, él temía que la
señora Holrnan le denunciara porque
la chica era menor de edad. Cuando
Evelyn regresó, White la esperaba
para decirle algunas cosas sobre su
acompañante. Ante la gravedad de
las acusaciones vertidas por el arqui-
tecto, ella se negó a volver a verle a
solas. Thaw le dijo que todo aquello
era falso y ella finalmente decidió
investigar por su cuenta; pero los
infonnes revelaron que todo era men-
tira y reanudó su relación con él.
Después del juicio en 1907, la
señora Holrnan negó categóricamente
saber que White habla seducido a
Evelyn. «Si hubiera sabido lo que ella
contó al jurado, no hubiera sido nece-
sario que Thaw matara a Stanford
White -dijo-, lo hubiera hecho yo
misma.»

a su familia. El abogado de la acusación fue


más conciso: «¿Podrían ustedes justificar
un asesinato cometido a sangre fría, un ase-
sinato premeditado y cobarde, sólo por el
hecho de que el acusado tenía una bonita
mujer que le engañaba?», preguntó.
El 10 de abril el jurado, formado por
doce hombres, se retiró a deliberar a las
5,15 de la tarde. Más de 10.000 personas se
agolpaban a la salida del juzgado, mientras
dentro Thaw esperaba impaciente un vere-
dicto rápido; pero no fue así. El jurado vol- "'
vió a la sala el viernes 12 de abril a las 3,45; ~
después de 47 horas reunidos no habían f
podido llegar a ningún acuerdo. Se levantó ~
la sesión y el caso quedó pendiente de un lij
segundo juicio que decidiría la suerte de
Harry Thaw.
!~

Detrás del velo, Ja señora Thaw


escandia su verdadera personalidad, Ja
de una mujer implacable. En el juicio,
junto a ella estuvo su hija, casada con
un aristócrata inglés.

1683
H
arry Thaw y Stanford
White estaban enamo-
r ad os de la misma
mujer, Evelyn Nesbit, una joven
corista. Ambos sentían inclina-
ción por las mujeres jóvenes, y
su juventud, junto a la pureza
y el romanticismo de su mira-
da, les atrapó en una pasión
fatal.
Stanford White era un miem-
bro respetable de la sociedad
neoyorquina de la época, que,
en secreto, llevaba una doble
vida, la de un libertino conquis-
tador de jovencitas. Sin embar-
go, desde que conoció a Evelyn
Nesbit, sintió por ella algo muy
especial.
A partir del episodio de 1901
-según la versión de Evelyn,
después de que él la emborra-
chara con champán-, White se
disculpó diciendo que ella era
«tan bonita, joven y delgada»
que no había podido evitar
seducirla.

Un ideal frustrado

Thaw, por su parte, describía a


Evelyn como una mujer inque-
brantable y espléndida, pero
cuando ella le contó lo ocurrido
con el arquitecto , Harry vio
frustrado su ideal de pureza
femenina.
Evelyn representaba de tal
forma su ideal de belleza e ino-
cencia que no podía soportar la
idea de que ella hubiera estado
con Stanford White, que a sus
ojos no era más que un perver-
tid o gordinflón de mediana
edad.
Los dos hombres tenían algu-
nas cosas en común, aunque ~
se trataba de caracteres muy o.. .§
diferentes. White era un hom- 0;>
bre autoritario, un personaje Cl
conocido, rico y admirado por ~o
su talento y su éxito. Thaw, por ~
su parte, era infantil, inmaduro ~
y de carácter nervioso; un hom- ]

Harry Thaw (izquierda)


pensaba que Evelyn era una
criatura extraña y especial.
Cuando descubrió que
existia otro hombre, se puso
furioso.
bre insignificante, un donjuán sus encuentros con el famoso Stanford White se
adinerado que disfrutaba de la arquitecto. deshizo en
cuantiosa pensión que le pasaba Thaw y White se considera- atenciones hacia
ban a sí mismos como unos su protegida. No
su madre y que no había traba-
era su amante, tan
jado en su vida. héroes, mientras que tachaban sólo fue su tutor y
Pero la gente le apreciaba, a al otro de ser un monstruo. Nin- confidente y
pesar de las «travesuras del guno de los dos tenía razón, vigilaba Jos
loco Harry>>, no era objeto de pero tampoco estaban comple- amorfos de Eveljn.
las burlas de sus amigos, que tamente equivocados; ambos Sin embargo, no
siempre le apoyaron, incluso podían ser honestos pero tam- pudo hacerse a la
después de la muerte de Stan- bién falsos y violentos. idea de separarse
de ella, e incluso
ford White. Atrapada entre ellos, e igno-
después de su
Sin embargo, los amigos del ran te de los violentos senti- matrimonio
arquitecto intentaron mantener- mientos que sentían, Evelyn mantuvo su
se completamente al margen de no era ni la chica «pura y relación con Ja
un asunto tan escandaloso decente» que su marido soña- joven. Había
como éste. ba, ni la «tigresa esperando al razones para creer
En 1905, Evelyn contó a su acecho» que describió la acu- que a ella no le
marido que Stanford White la sación durante el juicio, sino disgustaba
mantener esta
había saludado cariñosamente más bien una mezcla de las situación con
desde un coche y este hecho dos personalidades. Stannie, tal y como
insignificante colmó, finalmen- Parece ser que el ,día del ella lo llamó en el
te, la paciencia de Thaw y logró asesinato Evelyn y una corista juicio.
acabar con su frágil estabilidad amiga suya fueron a visitar a
mental. White, éste se hallaba fuera, y
Hizo que la «Sociedad para la la joven le dejó un mensaje: PELIGRO CONSTANTE
supresión del vicio» investigara «Sólo dígale que la señora de
a White, y ordenó a su esposa Harry Thaw ha venido a ver- El doctor Ronald Markrnan es un Otro problema, en palabras
que le tuviera al tanto de todos le.» Al regresar a casa, White famoso psiquiatra forense ameri- del doctor Markrnan, es la habi-
cano que prestó declaración en lidad que tienen muchos crimi-
los juicios de Charles Manson y nales dementes para fingir un
los estranguladores de Hillside, comportamiento racional.
afirma que decidir si la locura Existen también varios casos
que incita a cometer un crimen en Estados Unidos de internos
puede ser sólo un estado tempo- que con el tiempo han logrado
ral es algo que la medicina por recuperarse, pero que conti-
sí sola no puede establecer. núan encerrados en manicomios
En su opinión, uno de los porque sus psiquiatras temen
problemas principales es la ine- dejarlos en libertad, ya que
xistencia de un método objetivo cabe la posibilidad de que vuel-
para evaluar desde el punto de van a actuar. Ronald Markman
vista psiquiátrico si un acusado, afirma que existen muy pocos
ante una determinada situación psiquiatras «capaces de realizar
conflictiva, puede convertirse en siempre una evaluación médica
un loco peligroso. acertada.»

le envió al hotel Lorraine un cenaban en el café Martin,


ramo de flores y una carta, en Evelyn advirtió a su esposo en
la que se lamentaba de no una nota que «B» (de bestia)
haberla visto, y su marido la estaba en una mesa cercana.
encontró. No se sabe qué Thaw ya no podía más,
explicación dio ella a esto, temía perder a su bella mujer,
pero es probable que le dijera lo único que daba sentido a su
que el arquitecto la acosaba. existencia, y sin pensarlo más
La noche del crimen, mientras en un ataque de celos terminó
con la vida del hombre que
había destrozado la suya.
Su rostro angelical
contradecía la experiencia Después, Evelyn compren-
que Evelyn tenía de la vida. dió que Stanford White no sig-
Mantuvo relaciones con nificaba nada para ella, sólo
White y se casó con Thaw. podía pensar en Harry Thaw.

1685
1 segundo juicio, en el que se Las autoridades estaban decididas a

E debía decidir si la muerte de Stan-


ford White fue un asesinato o un
acto de locura, comenzó el lunes 6 de ene-
meter a Thaw entre rejas. El Tribunal
(arriba) de Concorde en New
Hampshire escuchó Ja petición de la
acusación de extraditarle a Nueva York LOS RECUER-
(PJ>f$)
~1f;
ro de 1908 en los mismos juzgados de Nue- DOS DE EVELYN
donde Sf!ría acusado de varios cargos.
va York, ante el juez Victor Dowling.
Thaw tenía un nuevo abogado: Martin Mucho tiempo después del segundo
Littleton, el cual creía que la única esperan- «Por parte de su madre - continuó el juicio de Thaw, Evelyn Nesbit hizo
za para su cliente era convencer al jurado algunas declaraciones que ayudaron a
letrado- , uno de sus tíos era retrasado
mantener vivo el secreto de sus rela-
de que éste estaba perturbado antes de mental y otro sufría ataques nerviosos des- ciones con Harry Thaw y Stanford Whi-
asesinar al arquitecto, en el Madison Squa- de la adolescencia, y uno de sus primos te. En su autobiografía, Prodigal Days,
re Garden. también estaba loco.» escrita en 1934, declaraba que ella
Littleton se propuso asegurar el veredic- La defensa llamó al estrado a varios amaba a Stanford White. «Cuando
to de no culpabilidad alegando locura, para médicos para que apoyaran estos antece- encontré una agenda suya en la que
más tarde demostrár que Thaw había recu- dentes familiares, pero no pudieron demos- estaban apuntados los cumpleaños de
perado la cordura y que, por tanto, no se le trar que Harry Thaw estuviera demente. todas las chicas bonitas que conocía,
podía enviar a un manicomio. Su defendido Littleton citó después a varios profesores me puse muy celosa... como una niña
aceptó a regañadientes. que habían tratado al acusado en el colegio tonta; yo quería que él tuviera celos de
En el discurso inicial, la defensa mani- para que describieran la extraña conducta mi.» También contaba que Thaw la
festó que la locura de Thaw era hereditaria
había golpeado con un látigo y que así
de éste, su incapacidad para sonreír espon-
constaba en una declaración jurada
en su familia. Por parte de su padre, Harry táneamente, su incoherencia en determina- que en 1903 preparó White junto con
tenía una tía que había estado demente das ocasiones y su falta de interés por lo un abogado llamado Abraham Hum-
toda su vida, y una prima que murió de que le rodeaba. mel. En ambos juicios negó haber
melancolía; también una hermanastra de La madre del acusado tuvo que ser aten- hecho tal declaración y por ello el
su padre, que sufría de manía persecutoria, dida por una enfermera que le llevó sales letrado no fue citado como testigo.
estaba internada en un manicomio de cuando se sentó en el estrado y secándose
Pensylvania. Además, añadió Littleton, el sudor, declaró que su hijo, a la edad de
~ Horace Thaw, hermano mayor del inculpa- tres años, sufrió una congestión pulmonar
Q_
E ENE. - FEB. 1908
o
o do, estuvo recluido desde los veintitrés que también le había afectado el cerebro.
l!' años en un hospital donde murió aquejado «Siempre ha sido bastante nervioso», para 6-1-08 Comienza el segundo
tl juicio en Nueva York
o: también de manía persecutoria. después continuar contando que su hijo 10-1-08 La defensa alega locura
<:
.9
3
había sufrido varios ataques de baile de hereditaria
I
San Vito. 31-1-08 El juez dice al jurado que
Harry Thaw (izquierda) estaba La señora Thaw declaró que un día la acusación tiene que
convencido de que el asesinato de durante el otoño de 1903 encontró a su hijo probar que Thaw es un
Stanford White estaba plenamente llorando en su habitación, en la casa que la demente. El jurado se
retira
justificado y que cualquier jurado 'l::i familia tenía en Pensylvania, le preguntó
1-2-08 Thaw, declarado no
estaría de acuerdo con él. Se mostraba qué le pasaba y él le respondió que la culpable. Es enviado a un
reacio a admitir, que padecla una mujer a la que amaba había sido seducida manicomio
enfermedad mental. por el hombre más perverso de Nueva

1687
El público vela en Thaw al hombre que,
al proteger a su mujer, había defendido
las más puras virtudes americanas. Al
abandonar la sala del juicio (arriba),
cientos de personas le rodearon
aclamándole. Harry adoraba a su
madre (izquierda) y confiaba en que
ella le salvaria de la justicia.

York. Afectuosamente, ella le contestó que


era la madre de la joven quien debía prote-
gerla y no él. Harry volvió a sollozar al mis-
mo tiempo que le decía que ella no lo había
hecho.
Anthony Comstock, presidente de la
«Sociedad para la supresión del vicio», tes-
tificó que Thaw creía que le seguían. «Pen-
sé que era un hombre algo desequilibra-
dos», declaró.
La estrategia de Littleton fue un éxito y
el jurado declaró a Harry Thaw no culpable
por razones de locura.
El juez aceptó el veredicto del jurado
con una matización, ya que creía que Thaw
era un peligro para la sociedad y que, por
lo tanto, debía de ser encerrado en un
manicomio para criminales.
Después de tomar el pelo a sus aboga-
dos por no haber conseguido una total

1688
absolución, Harry Thaw se despidió de dos, pero en ambos le denegaron la cele-
Evelyn en la estación Gran Central y, escol- bración de un nuevo juicio. Sin desmorali-
tado, fue conducido a Fishkill, en el norte. zarse por ello, solicitó otra audiencia en
La noche siguiente paseó por los alrededo- 1912.
res del manicomio Matteawan, al norte del En cada una de estas audiencias, todos
Estado de Nueva York, previa petición de los testigos, incluida su mujer, revelaban
una botella de champán. detalles escabrosos sobre su vida, detalles
que se cuidaron muy mucho de ocultar
durante la celebración del primer juicio,
Nuevos detalles sobre cuando el acusado se enfrentaba a la pena
el caso de muerte.
· Evelyn Nesbit admitió que su marido la
Aunque se había salvado de la pena de había golpeado con un látigo muchas veces
muerte, no parecía entender ni el veredicto y que se volvía irracional y muy violento
de locura ni la gravedad de su crimen. Se cada vez que se emborrachaba.
comportaba como si fuera un hombre per- También salió a la luz entonces que la
fectamente cabal, a pesar del hecho de madre de Thaw había pagado dinero sufi-
haber matado a un hombre en un ataque ciente a su nuera para que ésta «omitiera»
de celos. ciertos detalles durante el juicio y contara
Antes de escaparse, en 1913, del manico- al Tribunal que Stanford White era un
mio de Matteawan, había intentado varias hombre odioso que había arruinado su
veces organizar nuevos juicios a fin de vida. (Años más tarde, Evelyn admitió que
demostrar su cordura, y con este fin varios White la había tratado, de hecho, con Uno de los encantos de Thaw era su
abogados se seguían encargando de su mucha generosidad, y que se sentía muy dinero. Incluso siendo ya un hombre
caso. atraída por él.) maduro y a pesar de los escándalos
En 1908 apeló al Tribunal Supremo de En una audiencia en 1909 también se públicos en su vida, continuó
Poughkeepsie y en 1909 al de Estados Uni- presentó a testificar una tal señora Susan cortejando a mujeres jóvenes (abajo).
VEREDICTO
FINAL

Merrill, dueña de un burdel, y contó que El chico escapó y les contó a sus padres medios a su alcance y con los de su madre,
Thaw alquilaba habitaciones en su casa y lo sucedido. La madre de Harry pagó enor- para demostrar su cordura.
que golpeaba sádicamente a las prostitutas. mes sumas de dinero para salvar a su hijo
Añadió que Thaw había pagado unos de los tribunales y convenció a una comi-
40.000 dólares para que ninguna de esas sión de especialistas en enfermedades Sadismo
chicas declarara en
el juicio. En 1924, en una

''________________ ,,
A pesar de estos audiencia sobre el
y otros testimonios caso ~el joven
sobre el sádico tem- maltratado, un
peramento de Thaw Ahora que todo ha pasado, he de confesar algo jurado declaró
y sobre los testigos terrible, que Stanford White era un gran hombre cuerdo a Thaw y
a los que había EVELYN NESBIT le puso en liber-
comprado, en 1913 tad. Pero se volvió
un jurado llegó a la a hablar de él en
conclusión de que los periódicos
no estaba loco y • cuando de nuevo
que, por tanto, no debía ser confinado en mentales de que la internaran en un mani- en 1929 se le acusó de un acto de sadismo
un manicomio. comio, a pesar de la determinación del juez y en 1939 de un ataque violento a otra per-
Pero su libertad no iba a durar mucho. del distrito de acusarle de los cargos de sona.
En 1917, Harry Thaw secuestró a un joven , asalto y secuestro. La vida de Thaw, después del asesinato
y le golpeó con un látigo. De nuevo, Thaw luchó, con todos los de Stanford White, se convirtió en una sór-

• La madre de Harry
Thaw pagó una gran
suma de dinero· a Evelyn
Nesbit para que ésta tes-
tificara a favor de su hijo
en los dos juicios. Más
tarde le pasó una modes-
ta pensión para que fir-
mara los acuerdos de la
separación. Todo esto se
hizo el 12 de marzo de
1908, antes de que finali-
zara el proceso.
• Poco después de la
fuga de Thaw del mani-
comio de Matteawan, se
le extraditó al Estado de
Nueva York en diciem-
bre de 1914, y volvió a la
prisión Tombs.
• En 191 S Thaw obtuvo
el divorcio cuyo proceso
había comenzado en
1908, cuando Evelyn fir-
mó los papeles de la
separación.
2 • Evelyn Nesbit siguió
-t_ trabajando en vodevil~s.
~ teatros y salas de fiesta,
~ pero no encontró ni el
~ éxito ni la felicidad.
~ • En 1934, Evelyn escri-
ig bi6 una biografía, Prodi-
~ gal days, en la que cam-

justo antes de que la


señora Thaw (izquierda)
muriera en 1929 su hijo se
volvió a ver envuelto en un
escándalo por pegar con
un látigo a una joven.

1690
dida historia de sadismo y exhibicionismo llar su reputación. La pasión que éste sentía pintaba como un «ángel». Pero no lo era.
y también en un triste retrato del sistema por las jovencitas, algo que ya de por sí era Detrás de su trabajo y su talento se escon-
legal en el Estado de Nueva York. No cabe censurable, se convirtió, en palabras de su día un hombre que no podía controlar sus
la menor duda de que logró mantener su asesino, en la maquinación diabólica de un apetitos sexuales.
libertad porque podía comprar con su hombre que drogaba y violaba para conse- La fantástica energía de su juventud no
cuantioso patrimonio a testigos, jurados, guir sus deseos. Los periodistas le presenta- disminuyó al ir haciéndose mayor y cuando
guardas de prisión y periodistas. ron como a un pervertido mientras que, por fue asesinado en 1906, se hallaba en la ple-
Dilapidó toda su fortuna, heredada de su el contrario, Thaw aparecía como un caballe- nitud de su madurez artística.
padre, y se valió de ella para poner a la justi- ro que sólo pretendía proteger a su mujer. Resulta irónico que un hombre que parecía
cia de su parte con el apoyo incondicional de Antes de las escandalosas revelaciones tener tanto que ofrecer muriera tan violenta-
su madre, que había admitido estar dispues- que se realizaron durante el juicio, Stan- mente a manos de alguien que estaba conside-
ta a gastar millones para salvar a su hijo; y, ·ford White estaba considerado por sus rado como un auténtico cretino con una vasta
de esta manera, demostraba a su vez que colegas y por el público en general de una fortuna Sin embargo, estos dos hombres que
ella también despreciaba la ley y la moral. manera distinta, simplemente como un en principio parecían tan distintos, tenían un
Evelyn Nesbit no era mucho mejor. Se señor honorable y respetado. vicio en secreto que compartían -su pasión
dejó comprar por ambos hombres, White y Físicamente se le podría describir como un por las jovencitas- y esto fue lo que les
Thaw, y mintió acerca de ambos, no tanto hombre alto y guapo conocido por su gran enfrentó. Starúord White fue el perdedor.
para proteger a aquellos a los que amaba, vitalidad. Deportista, artista e importante hom- • Harry Thaw fue un sádico y un criminal
sino para asegurarse una pequeña fortuna. bre de negocios, socio de w1a de las mayores durante toda su vida, pero continuó en
Harry Thaw no sólo mató a Stanford Whi- empresas constructoras de Nueva York. libertad gracias a su dinero. Murió de un
te, sino que con su dinero se encargó de También hay que destacar que poseía ataque al corazón en Florida a los setenta y
manchar el nombre de su víctima y de manci- un gran talento como pintor y se decía que seis años.

En l 9Z6 Evelyn intentó


suicidarse. Thaw fue a
visitarla (izquierda) y
anunciaron que se iban
a volver a casar, pero
luego él desapareció y
nunca se celebró Ja
boda. En 1955 Evelyn
visitó el estudio (abajo)
donde se filmaba una
pellcula sobre el
asesinato de White, y se
sintió feliz al recordar
los viejos tiempos y de
que ]oan Collins
representara su papel..

biaba sustancialmente
l's declaraciones que
realizó durante el juicio.
Admitía haber manteni-
do relaciones con otros
hombres además de
White, y reconocia que
lo habia ocultado.para
mantener su posición
como esposa de un
millonario.
• Una y otra vez modifi-
có la historia de su rela-
ción con Stanford White.
En 1955 apareció en el
estreno de la pelicula
sobre la saga, The girl on
the red velvet swing.

1691
FASCICULO
E Rl EN DE LA OFICINA
DE COR EOS DE LUTON

COOPER, MCMABON, Y MURPBY


En 1969, un suboficial de correos caía
asesinado en un asalto chapucero. Diez
años después continuaba la controversia
sobre si los hombres acusados de aquel
crimen eran realmente culpables o bien
inculpados por alguien con un «perverso
propósito ulterior».

FASCICULO 49
SE BUSCA '\'IV() O MUERTO

Jolm Dillinger: El legendario proscrito americano que


en 1933 inició una carrera criminal que duró once me-
ses, durante los cuales cometió doce atracos banca-
rios, se fugó en tres ocasiones de la cércel y asesinó
a diez hombres.

1 1 00047

9 788486 532390 11

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