Vous êtes sur la page 1sur 25
INTRODUCCION A IDEAS PARA UNA FILOSOFIA DE LA NATURALEZA (1797) No se puede responder de modo inmediato qué sea eso de la fi- losofia en general. Si fucra tan fiell ponerse de acuerdo sobre un determinado concepto de filosofia, el que quisiera encontrarse tapi damente en posesidn de una filosofia universalmente vilida s6lo ne- cesitaria analizar dicho concepto, Pero el asunto es el siguiente. La fi Josofia no es algo que se encuentre en nuestro espiitu ori por naturaleza y sin que él mismo ponga nada por su parte. Es abso. Tutamente una obra de la libertad. Es para cada uno tinicamente aquello a lo que él mismo la ha reducido y por eso también la idea de filosofia es s6lo el resultado de la propia filosofix; una flosofia con salides universal, pero también una quimera carente de gloria + Asi pues, en Tugar de ofrecer por adelantado un concepto cualquie- ta de la filosofia en general o de Ia filosofia de la naturaleza en particu- lar, para después descomponerlo en sus partes, me voy a esforzar por dejar surgir por vez primera ance los ojos del lexor su propio concept. ‘Ahora bien, como no queda mas remedio que contar con un punto de partida, voy a presuponer que una filosofia de la naturaleza debe de rivar la posibilided de une naturaleza, esto es, la totalidad del mundo de la experiencia, a partir de principios, Pero no voy a tratar analiticamemte 70 Esctitos sobre filosoia dela narraleza ‘Se concepto ni tampoco a presuponer que es cortecto y devivar con secuencias de él, sino que voy a investigar antes que nada si acaso le toca alguna realidad y si expresa algo que es susceptible de algin desa roll, Sobre los problemas que tiene que resolver una filosofia de la naturaleza EI que se encuentra inmerso en la investigacién de la naturaleza yen el meto deleite de sus riquezas no pregunta si es posible una na turaleza y una experiencia. Esti alli para él y eso le basta. Por medio del propio acto la ha convertido en algo efectivamente real; por exe el tinico que preguntara si es posible es aquel que no cree tenet en tre sus manos la realidad. Han pasado siglos enteros sobre la invest gaciGn de la natutaleza y sin embargo atin no nos hemos cansado de ella, Algunos han consumido toda su vida en esa tarea sin dejar nun, cea de rogarle a la diosa velada. Algunos grandes espiritus han vivide, encerrados en su propio mundo sin importales los principios de sus descubrimientos y gqué vale toda la fama de un ingenioso escéptico €n comparacion con la vida de un hombre que ha tenido un mundo dentro de su cabeza y toda li naturaleza en su imaginacién? La pregunta sobre como es posible un mundo fuera de nosotros y c6mo una naturaleza, y con ella la experiencia, se la debemos a la Jilosofia 0, para decitlo mejor: con esa pregunta comenas la filosolia Antes, los hombres vivian en un estado (ilosifico) natural, En aquel tiempo ef hombre todavia era uno consigo mismo y con el mundo que le circundaha * Incluso al pensador mas extraviado todavia se le aparece ante los ojos ese estado en oscuras reminiscencias. Muchos deseatian no abandonario nunca y serian felices consigo mismos si no se dejasen seducir por el fatal ejemplo: porque lo cierto es que la naturaleza no renuncia voluntariamente a la tutela de nadie y no cexisten hijos natos de la libertad. Los més grandes filésofos fueron siempre los primeros en regresar a ella y (tal como cuenta Plat6n ‘) cuando Séerates pasaba la noche en vela sumido en especulaciones, al Tlegar la madrugada oraba al sol naciente * Pampoco podriamos omst as eLaw mis praresfilsofos. ac supine toda em ln | Iewroduevion Ideas pars una filosfia de Ia natarsleza a entender cémo pudo abandonar el hombre ese estado si no supiéra mos que * alberpa en su seno un espirity, el cual, desde el momento en que su elemento es la libertad, aspira a liberarse a si mismo, a desatar se las ligaduras de la naturaleza y sus cuidados y a abandonar sus propias fuerzas en manos de un destino incierto a fin de regresar al- gin dia como vencedor y por sus propios méritos a ese estado en el que vivio la infancia de su raz6n sin tener ningiin saber sobre si mis- mo. En cuanto el hombre entra en contradiccion con el mundo exte- rior (mas tarde diremos cémo lo hace} se da ¢] primer paso hacia la filosofia. Con dicha separacién comienza la especulactin 4; a partir de ahora separa lo que la naturaleza siempre habia unido, separa al obje to de la intuicisn, al concepto de la imagen y finalmente (desde el momento en que se convierte en su propio objeto) se separa a si mis- mo de si mismo, Pero esa separacién es sélo un medio y no el fin, Efectivamente, Ja cesencia del hombre es actuar. Y cuanto menos reflexiona sobre si mis- imo, tanto mis activo se torna, Su actividad mas noble es la que no se conoce a si misma, En cuanto se hace a si mismo objeto, deja de ac tar como hombre completo, elimina una parte de su actividad para poder reflexionar sobre la otra. Ademas, cl hombre no ha nacido para malgastar sus fuerzas espirituales en huchar contra las quimeras de un mundo imaginario, sino para enfrentarse a un mundo que influye so- bre él, que le deja sentir su poder y sobre el que a su vez él puede ac tuar y ejercitar todas sus fuerzas; asi pues, entre él y el mundo no se debe consolidar ninguna fisura, porque siempre debe permanecer abierta la posibilidad de uct contacto entre ambos y su reciproca in- Muencia, ya que s6lo asi puede el hombre convertirse en hombre. Ori- ginariamente, en e| hombre existe un absoluto equilibrio de las fuer- zas y la conciencia, Sin embargo, le es posible anular ese equilibrio por medio de la libertad para después volver a restablecerlo mediante la libertad. Pero sélo hay salud en el equilibrio de fuerzas Por lo tanto, la mera especulacion © es una enfermedad espiritual © [-si no supitramos que su espirity, euyo elemento esta libertad, aspira a libe- ‘arse asi mismo, que tiene que areancarse las ligaduras de le qacuraeza y sus cvida- dos y abandonar sus propias fuerzas en manos del destino incierto a fin de represar algun dia * a reflexion, « [reflexion] 2 Escritos sobre filosotia de la naturaleza del hombre ‘, incluso la mis peligrosa de todas, que no se limita a matar el germen de su existencia, sino que arranca la raiz de la mis- ma. Es un espiritu atormentador al que, una Vez que se ha enseniorea. do del lugar, va no se puede echar ni con [os encantos de la naturale za (porque cqué pueden esos encantos sobre un alma muerta?), ni ccon el fragor de la vida, Scandic aeratas vitiosa naues Cura, nec turmas equitum relinguit + Contra una filosofia que no hace de la especulacién un medio, si: no un fix, todas las armas estén permitidas, Porque efectivamente atormenta a la vazén humana con quimeras a las que ni siquiera se puede declarar ta guetta por hallarse mas alli de cualquier razon. Convierte dicha separacion entre el hombre y ef mundo en perma xente, desde el momento en que considera al mundo como una cosa 0% sf que no puede ser alcanzada ni por ia intuicién, ni por la imag saci6n, ni por el entendimiento ni la razén Frente a ella se alza la sana filosofia, que sslo contempla la espe- culacién * como mero medio. La filosofia debe presuponer esa separa- cién originaria, pues sin ella no tendriamos ninguna necesidad de losofar. Por exo sélo le concede a la especulacién un valor negativo, Parte de esa separacién originaria para volver a unit pot medio de la lier. tad lo que originaria y necesariamonte estaba unido en el espirita hu ‘mano, esto es, para anular para siempre esa separacién. Y en la medi- da en que la propia filosofia solo se ha hecho necesaria por medio de dicha separacién —era en si misma unicamente un mal necesario, Una disciplina de la razdn extraviada— trabaja sin detencién para su "Teel hombr:Es ms cunndo se ada de odo el hombre eagle qu ma ts en geen ou exieniasoeron, I que mata de rat avs eal eo sore tle a deta Es un mal que acompata al hombne en vide y dense ion incl par fs objtn mat commnes del comidencion Pew 1 sctvidad separadra nos limite slo al mano aparene desde womens ce ess lpn cial de cho mundo pret len mano mel swimern contre ns qu sii x pil un gece presen es alla de toda razén, Convierte dicha separacisn..) ® ‘ © [verdadera} la palboneapeciaios por sessing Heenan Introduccisn a Ideas para uns filosofia de la naturaleza 2 propia aniquilacién Aquel fildsofo que hubicra empleado toda su vida o parte de ella en seguir a la filosofia de la reflexion a sus abis ‘mos sin fondo, con la intencisn de desenterrar en ellos su fundamen: 10 tltimo, le ofrece a la humanidad un sacrificio que puede ser consi: derado igual a cualquier otro, desde el momento en que se desprende de lo mas noble que tiene. Y se puede considerar satisfe- cho si lleva la filosofia tan lejos como para que desaparezca hasta la tltima necesidad de su razén de ser en cuanto ciencia especial y por lo tanto llegue incluso a borrarse de la memoria de los hombres. La expresiin més sencilla de los problemas complicados es siem pre la mejor. El primero en observar que podia distinguirse a si mis mo de las cosas externas, y que por lo tanto podia distinguir sus re- presentaciones de los objetos y viceversa, los objetos de las representaciones, fue el primer fildsofo. El fue el primero en inte- rrumpir el mecanismo de su pensar y en anular ese equilibrio de la conciencia en la que sujeto y objeto se encuentran intimamente uni dos. En la medida en que me represento el objeto, objeto y represen. tacion son uno ¥ lo mismo. ¥ es tinicamente en esa incapacidad para dlistinguir al objeto de la representacidn, durante la propia represen: tacion, en donde reside para el comin entendimiento la conviceién de la realidad de las cosas externas, las cuales —como sabemos— sélo se le dan a conocer por medio de representaciones. Cuando pregunta zcémo surgen las representaciones de objetos externas en nosotros?, el filisofo anula dicha identidad de objeto y representacién. Con esa pregunta trasladamos a las cosas fuera de no- sotros, [as presuponemos independientes de nuestras representacio- nes, Asimismo, debe existir una telacidn entre ellas y nuesteas repre sentaciones, Ahora bien, no conocemos ninguna relacion real entre cosas distintas exceptuando la de cause efecto. Por lo tanto, el primer intenco de la filosofia sera el siguiente: situar al objeto y la represen taci6n en una relacién de causa y efecto. [su propia aniquilacion. Bl Blbsofo que hubiera empleado toda su vida o parte de ella en seguir a la filosofia especul va en su ‘escision, fin de climinarla ‘el puesto mis mevitorio gracias a este servi io que, por mucho que sigs siendo neguivo, deberia set considerado como supremo, uso suponiendo que no pudiera obtener él mismo la satistucién de ver la filoso fia en su forma absolutaresucitar fuera de las dvisiones de la rellexion. La expresion 1

Vous aimerez peut-être aussi