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LAS TRES VOCES DE LA POESIA* La primera vor ¢s la del poeta hablando consigo mis- ‘mo, 0 con nadie. La segunda es la vor del poeta que se dirige a un auditorio, grande 0 pequefi. La tercera es Ja vor del poeta cuando intenta crear un personaje dramético que hable en verso; la del poeta cuando no dice lo que diria en persona, sino s6lo lo que puede decir dentro de los limites fijados por un personaje imaginario que se dirige a otro personaje imaginario. La distincién entre la primera voz y la segunda, entre el poeta que habla consigo mismo y el poeta que habla con los demis, lleva al problema de la comunicacién poética: la distincién entre el poe que se dirige 2 ‘orras gentes, sea con su propia vor supuesta,y el poeta ‘que inventa las palabras con que personajes imagina- rios hablan entre s, leva al problema de la diferencia ‘existente entre el verso dramético y el no dramdtico, Quiero adelantarme a una pregunta que bien podéis plantear algunos: ;No puede acaso escribirse tun poema para el ofdo, 0 los ojos, de una sola per- sona? O podéis sencillamente preguntar “;Acaso la poesia amorosa no es a veces una forma de comuni- cacin entre una persona y otra, con prescindencia de ‘cualquier otro auditorio?” De Thoma Srarns Ekin Seat wanna Lorena Aureos Meeps {sive fe pe Ie paces Eto SUR. Boones Ave, Argentina 1955) "a cofereacia dea Nadal Bock beaguc pomuncida en 1953 y dada para la NBL por a Cambridge Unverity Pre Hay por lo menos dos personas que quizd no habrfan coincidido conmigo sobre este punto: Robert Browning y su mujer. En el poema “One Word More”, epilogo de Men and Women y ditigido a Elizabeth Barret, el marido emite un juicio apreciativo sorpren- dente, " Rafael made a century of sonnets, Made and Wroce them in a certain volume, Dinted with the silver pointed pencil Ele be only wed to draw Madonnas These, the world might view ~but one, the volume Whe that one, you ask? Your hear instruct you You and I would rather read thet volume, Would we nat? then wonder at Madonna Dante once prepare to paint an ange: tubom to please? You whisper “Beatie”. You and I would rather see thar angel Painted by the tenders of Dante, Would we not?-than rad a feh infrma' Estoy de acuerdo en que con un Jnfieno, aun de Dante, basta: y tal vez.no haya que lamentarse de que Rafael no multiplicara sus Madonnas: pero sélo Vida bbs rsa deers sj Ses aid deinen, Bempernrdupae pe rps) Gann epee tain Ad ml pal tidied Thea peat Teodit ye pce roe eT Need ioe cae aloe ene pes a ea, Ines 1 Rin compet gute’ Mma hee 7 itn Panipat Be m2 puedo afirmar que no siento la més minima curiosi- dad por los sonetos de Rafael ni por et angel de Dante. Si Rafael escribid, Dante pints, pata los ojos de una sola persona, que se respere su reserva Sabemos que a Robert Browning y a Flizabeth Barret Browning les agradaba escribirse mutuamente poe- ‘mas porque los publicaron, y algunos son buenos. Sabemos que Rossetti crefa estar escribiendo los sone- tos de su The House of Life para una sola persona, y sus amigos fueron quienes lograron persuadirlo de que los desenterrara. Pues bien, no niego que un poe- sma puede estar dirigido a una sola persona: existe una forma conocida, de contenido no siempre amatorio, llamada Epistola, Nunca tendremos pruebas termi- nantes, pucs el testimonio de los poetas relative a lo que creian estar haciendo mientras componfan un poema no puede tomarse al pie de la letra. Pero yo ‘opino que un buen poema de amor, aunque esté di- rigido a una sola persona, esté siempre destinado a que otros aleancen a oirlo. No cabe duda de que et lenguaje propio del amor ~vale decir, de la comuni- cacién con el ser amado y nadie mas es la prosa Desechada como ilusién la vor del poeta cuando habla con una sola persona, creo que el mejor modo de hacer oir mis tres voces consistiré en remontarme al origen de esa distincién en mi mismo. El escritor en cuya mente es més probable que susja la distincién es el escritor como yo, que durante afios he escrito poesla antes de intentar escribir algo para el teatro Tal vex haya habido en mis primeras obras, como he leido en alguna parte, un elemento dramétieo, Tal vez desde el principio haya aspirado inconscientemente al 3 teatro ~0, como dirfan los criticos hostiles, a Shaftes- bury Avenue y Broadway. Sin embargo, poco a oce he legado a la condlusién de que cusndo se es cribe en verso para la escena tanto el proceso como el resultado son muy diferentes de lo que son cuando se escriben versos para ser le(dos © recitados. Hace veinte aftos se me encargé una pieza conmemorativa que habra de trularse The Rock, La invitaciin pa- +8 que escribiera el texto de tal espectéculo ~cuyo fin «ta recolectar fondos para la construccién de iglesias en barrios nuevos-llegé en un momento en que creia haber agocado mis exiguas dotes poéticas y no tener nada mas que decir. En un momento asi, el hecho de que le encarguen a uno algo que, bueno o malo, debe centregarse en fecha fija, puede producir el mismo ‘efecto que unas fuertes vueltas de manija producen a veces en un automévil cuando la bateria estd descar- ‘gada. La tatea que se me encomendaba era bien clara: sélo tenia que escribir el didlogo en prose para las es- cenas de la representacién histérica habitual, cuyo escenario se me habia fijado. También tenia que com- ‘poner varios pasajes corales en verso cuyo contenido corrla por mi cuenta, salvo la estipulacién de que to- dos los coros habrian de tener alguna relacién con el propésito de la representacién, y que cada coro to- ‘maria un determinado nimero de minutos. Mien- tras cumplia esta segunda parte de mi tarea, nada hizo aque Bijara la atencidn en la tercera vor, la dramética la segunda voz, la mia dirigiéndose al piblico en verdad, arengéndolo~ era la que se ofa més distintar ‘mente, Aparte del hecho obvio de que escribir por en- cargo no es lo mismo que escribir por gusto, sélo 14 aptendi que los versos dichos por un coro han de ser diferentes de los dichos por una persona; que cuantas is voces tenga el coro, tanto mas simples y directos han de ser el vocabulario, la sintaxis y el contenido. Exe como de The Rock no era una vor dramética; aunque ‘muchos de los versos se asignaban a sus distintos inte- igrantes, los personajes no se individualizaban. Todos hhablaban por mé, y no pronunciaban palabras que representaran realmente a ningsin presunto personaje Creo que el coro de Murder in the Cathedral significa un adelanto en el desarrollo dramético, vale decie que me impuse la tarea de escribir versos para un coro de mujeres de Canterbury ~casi podria decitse de fregonas de Canterbury y no para un coro anénimo. Taye que esforzarme para identificarme con ‘esas mujeres cn ver de identificarme simplemente conmigo mismo, Pero en lo concetniente al didlogo de la obra, el argumento presentaba la desventaja (desde el punto de vista de mi formacién dramética) de ofrecer un solo personaje dominante, y de que el poco contraste dramético que hay se desenvuelve dentro de la mente de ese personaje. La tercera vor, la dramética, no se me hizo ofr hasta que por vez pri- ‘mera abordé el problema de presentar dos (0 mds) personajes dentro de alguna suerte de conflict, di- sensidn o intento de comprenderse mutuamente, per- sonajes é0s con cada uno de Jos cuales tuve que tratar de identificarme mientras escribia los versos que de- bia pronunciar. Recordaréis que Mrs. Cluppins, du- rante el juicio de Bardell contra Pickwick, declaraba que “las voces eran muy altas, sefior, y no pude evitar ofrlss": “Bueno Mrs. Cluppins’, decia Buafuz, “no estaba 45

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