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DE JUSTICIA DE LA NACION 1489 GREGORIA ALMIRON v. NACION ARGENTINA RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones no federales. In- terpretacién de normas locales de procedimientos. Casos varios. Es improcedente el plantco referente a la admisibilidad de la accién de am- Paro —deducida contra la denegacién del certificado de aptitud psicofisica Por la Direccién de Sanidad Escolar, en los términos de la resolucién 957/81 del Ministerio de Educacién de.la Nacién— ya que remite al andlisis de una cuestion de naturaleza procesal, ajena a la instancia extraordinaria, que fue resuelta por la Cémara con suficientes fundamentos de la misma indole, lo que obsta a la de: icacion de lo decidido en ese aspecto a tenor de Ia doctrina de Ja arbitrariedad. RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestion federal. Cuestiones federales simples. Interpretacién de otras normas y actos federales. Procede formalmente el recurso extraordinario en Jo que hace a la decla- racion de irrazonabilidad de la resolucién 957/81 toda vez que se descono- cid ta validez de una norma emanada de una autoridad nacional —Ministro de Educacién de la Nacién— en Ja que funda su postura la accionada (inc. 1, art. 14, ley 48). ACTOS ADMINISTRATIVOS La circunstancia de que la administracion obrase en ejercicio de facultades discrecionales en ma’ :a alguna puede constituir un justificativo de su conducta arbitraria, pues es precisamente la razonabilidad con que se cjer- cen tales facultades el principio que otorga validez a los actos de los érga- nos del Estado y que permite a los jueces ante planteos concretos de la Parte interesada, verificar el cumplimiento de dicho presupuesto. ACCION DE AMPARO. Actos u omisiones de autoridades piiblicas. Ilegalidad o arbitrariedad manifiestas. La exigencia de Ia vision en los dos ojos establecida por la resolucién 957/81, del Ministerio de Educacién, no resulta proporcionada con el objetivo de es- tudiar el profesorado de geografia, y por el contrario, significa un atenta- do, en el caso, al pleno ejercicio de los derechos de aprender y ensefiar consagrados en el art. 14 de la Constitucién Nacional. Ello se agrava atin mas cuando, como en el caso, no se presentan argumentos que justifiquen un mayor debate en el tema y las razones que se esgrimen para avalar la Prohibicién impucsta a la menor son inconsistentes —presunta dificultad Para distinguir con claridad una maqueta de relieve— e irrelevantes —even- tual ceguera por Ia entrada de un cuerpo extrafio en el ojo sano o irrit cién del mismo debido al polvo que se desprende del pizarrén al borrar. 1490 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL Suprema Corte: I La actora promovio en favor de su hija de 18 afios el presente amparo contra el Ministerio de Educacién de la Nacién, a raiz de haberse impedido el ingreso de la menor al Instituto Superior de Edu- cacién Catolica, donde pretendia cursar el profesorado de Geografi Adujo ta autoridad educacional, al fundar la medida cuestionada, que la aspirante no reunia los requisitos exigidos por las normas de aptitud psicofisica para el ingreso y permanencia de alumnos en las carreras de formacién docente, dependientes del citado Ministerio, to- da vez que carece totalmente de visién en el ojo izquierdo. El tribunal a quo, en su sentencia de fs. 139/146, considerd, ante todo, que la accion ejercitada, esto es, la sumarisima del recurso de amparo establecido por la ley 16.986, era habil para perseguir Ia re- paracién judicial del derecho que considera violado la actora, razén por la que revocé, en tal sentido, la sentencia del inferior por la cual habiase establecido la improcedencia de la mentada via. Tras cello, puesto a analizar la razonabilidad de la denegatoria discutida en cl sub examine, consideré que la medida implica en cl caso una irrazonable reglamentacién de los derechos constitucionales de aprender y de ensefiar, pues no se alcanza a comprender —dice— de qué modo la afeccién padecida por la menor puede afectar o impe- dir el normal desarrollo de los estudios que pretende cursar, maxime teniéndose en cuenta el alto promedio en las calificaciones del secun- dario obtenido por la aspirante. El voto mayoritario hace a su criterio in mas patente tal irrazonabilidad al advertir que la menor “‘sdlo tie- ne la intencién de ingresar al Instituto con el fin de aprender la ma- teria geografia, resultando para ese fin irrazonable la exigencia de agu- deza visual referida, atento a que dicha actividad no presupone de por si el ejercicio de la docencia” lo cual, —agrega— habra que evaluar cuando Ilegue concretamente el momento. DE SUSTICIA DE LA NACION 1491 EI Ministerio de Educacién, a fs. 158/ 164, planted contra dicho Pronunciamiento recurso extraordinario. Sus agravios sustanciales son los siguientes: 12) Que la accién de amparo es formalmente improcedente, ya que existen otros caminos procesales ordinarios y no hay arbitraricdad © ilegalidad manifiesta en el acto que se cucstiona. 2°) Que no es cierto que el alumno de la carrera docente de que se trata deba sélo aprender desde su mera condicién de educando, ya que ademas debe aprender a ensefiar y en este caso existen impedimentos psicofisicos in- habilitantes para el eficaz aprendizaje de esto ultimo, 3°) El tribunal se ha adjudicado facultades que pertenecen a la esfera de reserva de la administracién. 4°) No es aceptable el argumento de que la actora por ahora solo pretenda estudiar, ya que la carrera elegida es de pre- paracién docente. II En primer término, creo que no resultan atendibles los agravios vinculados con la admisibilidad de la accién, ya que cllos remiten a una cuestién de naturaleza procesal, que no puede ser revisada en esta instancia de excepcién, salvo el supucsto de arbitrariedad manifiesta que estimo no se da en el sub lite. En efecto, al juzgar el tribunal a quo que la demanda de amparo es formalmente admisible por enten- der que se podria generar un dafio grave e irreparable al remitir el ¢onflicto a las instancias ordinarias, lo ha hecho mediante sostener argumentos que hacen al aspecto procesal del problema litigioso, lo cual, al margen de su grado de acierto, le otorga suficiente validez a lo decidido sobre el punto, que de tal suerte queda asi a salvo de la referida tacha de arbitrariedad, y no resulta susceptible de revi- sacién a través de la apelacién federal prctendida. En segundo lugar, creo conveniente destacar que no es cierto, co- mo aduce el Ministerio recurrente, que el tribunal a quo se haya in- miscuido en la esfera de reserva de la administracién, y cstimo de con- veniencia ponerlo asi de relieve, por tratarse de una errada apreciacién que suele ser dable advertir con relativa frecuencia en recursos fede- rales donde se debaten cuestiones de parecida indole en las cuales los representantes Iegales de los diversos organismos del Estado confun-

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