Vous êtes sur la page 1sur 39

Temario para el examen de confesión

I- Sacramento de la penitencia.

a) Preparación del sacerdote y el penitente


Prepárese mediante la oración. El sacerdote invoque al Espíritu Santo para recibir la luz y la
caridad; el penitente confronte su vida con el ejemplo y los mandamientos de Cristo y pida a
Dios el perdón de sus pecados.

b) Acogida del penitente.


Con amor fraterno salude al penitente con amabilidad. El penitente se santigua (también o
puede hacer el sacerdote). Se invita al penitente a confiar en Dios, si es desconocido el
penitente le indicará al confesor el tiempo de su última confesión, sus dificultades para llevar
una vida cristiana y otras circunstancias cuyo conocimiento sea útil al confesor para ejercer
su ministerio.

c) Palabra y el Sacramento de la Penitencia.


Se recomienda la proclamación de la palabra de Dios (por el ministro o el penitente). Por la
palabra de Dios, el cristiano es iluminado en el conocimiento de sus pecados y es llamado a
la conversión y a la confianza en la misericordia de Dios

d) Contrición.
Es el reflejo de un auténtico arrepentimiento por amor a Dios, al ofenderle y haber fallado
sus planes en la propia vida. Es el primer acto del penitente, que es un dolor del alma y un
detestar el pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante. Es la metanoia por la
cual podemos llegar al Reino de Cristo. De esta contrición del corazón depende la verdad de
la penitencia. La conversión debe penetrar en lo más íntimo del hombre para que le ilumine
cada día más plenamente y lo vaya conformando cada vez mas a Cristo. La contrición que es
el rechazo claro y decidido del pecado junto con el propósito de nunca mas cometerlo por el
amor que se le tiene a Dios.

e) Atrición.
Es el dolor por lo pecados, pero por el temor a una consecuencia funesta por haberlos
cometido. Es la contrición imperfecta (can. 5) porque comúnmente se concibe por la
consideración de la fealdad del pecado y el temor del infierno y de las penas eternas, si
excluye la voluntad de pecar y va junto con la esperanza del perdón. Es un don de Dios y un
impulso del Espíritu Santo, que todavía no inhabita, sino que mueve solamente, y con cuya
ayuda se prepara el penitente el camino para la justicia, y además le prepara para recibir la
gracia de Dios en el sacramento de la penitencia.

f) Confesión.
La confesión de las culpas, que nace del verdadero conocimiento de sí mismo ante Dios y el
de la contrición de los pecados, es parte del sacramento de la penitencia. Este examen interior
del propio corazón y la acusación externa debe hacerse a la luz de la misericordia divina. La
confesión, por parte del penitente, exige la voluntad de abrir el corazón al ministro de Dios;
por parte del ministro, un juicio espiritual mediante el cual como representante de Cristo y
en virtud del poder de las llaves, pronuncia la sentencia de absolución o retención de los
pecados.

Aun cuando sea implícita y genérica, es una de las formas posibles de manifestar
externamente y de forma eclesial la conversión interna, es entonces, una realización del
arrepentimiento interno. Su verdadero sentido no es el de ser una repetición mecánica de
pecados, sino la de ser signo, encarnación y expresión externa y eclesial del arrepentimiento
interior y por ello signo de la fe del cristiano en el misterio de Cristo y de la Iglesia.

Es un acto de culto con el que el cristiano pecador da gloria a Dios e interviene de forma
activa en el restablecimiento de su reconciliación con Dios y con los demás.
Es también signo y encarnación externa y eclesial de la voluntad real de reparación del
pecado. La manifestación externa de los pecados posbautismales, por la palabra hablada es
necesaria para que el ministro de la penitencia conozca al penitente y su estado y pueda así
ayudarlo y curarlo.

g) Satisfacción.
Pertenece al sacramento de la penitencia como expresión de la verdadera conciencia de
culpabilidad del dolor verdadero y del auténtico propósito cristiano, porque el puede saldar
y borrar las penas temporales de los pecados en esta vida terrenal por medio de obras
penitenciales libremente escogidas (DS 1713). La satisfacción es el acto final que corona la
penitencia: es el signo del compromiso personal que el cristiano ha asumido ante Dios de
comenzar una existencia nueva. El objeto y cuantía de la satisfacción debe acomodarse a
cada penitente, para que así cada uno repare el orden que destruyó y sea curado con una
medicina opuesta a la enfermedad que le afligió. Conviene pues que la pena impuesta sea
realmente remedio del pecado cometido y de algún modo renueve la vida. Así el penitente
olvidándose de lo que queda atrás, se injerta de nuevo en el misterio de la salvación y se
encamina de nuevo hacia lo bienes futuros.

1. Razones antropológicas: el pecado modifica al hombre, por ello es justo y necesario


que también el hombre trate nuevamente de reparar mediante la colaboración con la
gracia de Dios aquello que ha corrompido en si mismo.
2. Razones Cristológicas: compromete a los cristianos en el seguimiento de Cristo. Toda
nuestra gloria esta en Cristo, en el que vivimos, nos movemos y satisfacemos,
haciendo frutos dignos de penitencia que de el tienen fuerza.
3. Razones escatológicas: el hombre ha de purificarse si quiere llegar a la
bienaventuranza de la santidad de Dios.
La penitencia impuesta pertenece al sacramento de la penitencia y por ello es obligatoria;
debe cumplirse concienzudamente y con serenidad, con autentica voluntad de satisfacción y
por amor a Dios.

h) Absolución.
Se pide la gracia del Espíritu Santo para obtener el perdón de los pecados; se proclama la
victoria sobre el pecado por la muerte y resurrección de Cristo. Al pecador que manifiesta su
conversión al ministro de la Iglesia en la confesión sacramental, Dios le concede su perdón
por medio del signo sacramental de absolución y así el sacramento de la penitencia alcanza
su plenitud.
La formula de la absolución significa como la reconciliación del penitente tiene su origen en
la misericordia de Dios Padre; muestra el nexo entre la reconciliación del pecador y el
ministerio Pascual de Cristo; subraya la intervención del Espíritu Santo en el perdón de los
pecados y por último ilumina el aspecto eclesial del sacramento ya que la reconciliación con
Dios se pide y se otorga por el ministerio de la Iglesia.

i) Formula.
Dios Padre misericordioso que reconcilio consigo al mundo por la muerte y
resurrección de su hijo y envió al Espíritu Santo para el perdón de los pecados por el
ministerio de la Iglesia te conceda el perdón y la paz. Yo te absuelvo de todos tus pecados
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

 Signos: Imposición de manos.


 Absolución General: antes se pide que con un signo externo manifieste la voluntad
de recibirla, bajo la condición de confesar de manera individual los pecados en un
lapso breve considerable.

j) Acción de gracias.
Recibido el perdón de los pecados, el penitente reconoce la misericordia de Dios y le da
gracias con una breve invocación tomada de la Sagrada Escritura. Luego el sacerdote lo
despide en la paz del Señor. El penitente ha de continuar y manifestar su conversión
reformando su vida según el Evangelio de Cristo y con un amor cada vez mas generoso
porque el amor cubre a multitud de los pecados.

k) Celebraciones penitenciales comunitarias.


 Forma b: reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución individual.
Esquema de la celebración:
Canto
Saludo
Oración
Liturgia de la Palabra: Primera, Salmo, segunda, aclamación, Evangelio.
Homilía
Examen de Conciencia
Rito de reconciliación
Confesión general de los pecados
Confesión y absolución individual.
Acción de gracias por la misericordia de Dios
Oración final de acción de gracias
Rito de conclusión.

 Forma c: Reconciliación de muchos penitentes mediante confesión y absolución


general.
Monición
Confesión General
Confesión y absolución individual
Acción de gracias y conclusión
Rito breve

l) La confesión de los moribundos.


Buena ocasión para que el cristiano despertando su actitud de fe, se sienta invitado a oír la
llamada de Dios a la conversión. El ministro debe ayudar a realizar este proceso:

 Debe insertarse dentro del conjunto de los cuidados que le dedicamos al enfermo.
 Evitar el tono ritualista.
 Tener mayor sentido de adaptabilidad.
 Procurar que el sacramento sea una verdadera celebración.
 Se debe celebrar conscientemente, aunque en caso de semi inconciencia tiene sentido
celebrar oportunamente los sacramentos indicados para tal situación.

II- Teología del Sacramento.

a) Breve historia el sacramento, novedad de la reforma postconciliar.

 AT. Allí se encuentran sus comienzos tres tipos de pecado.


o De inadvertencia: (involuntario, inconsciente)
o De advertencia: (voluntario, realizado con plena conciencia. Perdonados por
la confesión del pecado o por medio de obras externas o por diversos tipos de
sacrificio común)
o De mano alzada: (blasfemia, idolatría, adulterio, homicidio, implican la
excomunión o la exterminación)
 NT. La novedad y la praxis del perdón de los pecados por parte de Jesús.
o Conviértanse y crean en el evangelio.
o Quedan perdonados sus pecados porque ha amado mucho.
o El fundamento bíblico (puntual) es la perícopa que presenta al Señor Jesús
después de si resurrección, insuflando sobre los apóstoles y diciéndoles:
“Recibid del Espíritu Santo, a quienes les perdonen los pecados les son
perdonados y a quienes se los retengan les son retenidos” (Jn 20, 22ss) Desde
este fundamento, el común sentir de los padres entendió siempre que fue
comunicada a los apóstoles y a sus legítimos sucesores la potestad de perdonar
y retener los pecados para reconciliar a los fieles caídos después del bautismo.
 La Iglesia.
o Es una iglesia de santos y pecadores.
o Hay diversidad de praxis de la penitencia.
o El poder de perdonar viene de Jesucristo.
o Este poder se extiende a todos los pecadores.
o La iglesia ejerce el poder perdonando y reteniendo (Jn 20, 21-23)
o La forma o procedimiento concreto para el perdón es atar y desatar (Mt 18,
15-18)
o Estructura penitencial que se desprende de los datos bíblicos: excomunión
tiempo de penitencia reconciliación.
 Hasta el s. II
o La penitencia con continuidad con el NT: ayuno, limosnas, corrección
fraterna.
o Se relaciona frecuentemente con los momentos cultuales con la oración y
sobre todo con la eucaristía.
o Los medios más frecuentes de reconciliación son la confesión general, la
corrección fraterna, la auto excomunión.
 S. IV-VII
o Se configura mas claramente la estructura penitencial.
o Penitencia canónica porque se hace según los cánones de los concilios.
o Estructura confesión absolución satisfacción.
 S. VII-XIII
o Penitencia tarifada porque se hace poniendo una pena o tarifa señalada según
el pecado cometido.
o Esquema: ingreso en el ordo penitentiae (excomunión litúrgica) acto
penitentiae satisfacción paz cum ecclesia. Reconciliación.
 S. XIII- al concilio de Trento.
o Cambio de la estructura penitencial: confesión absolución satisfacción. Por
razones prácticas.
 Trento.
o Confesión necesaria
o Sacramento instituido por Cristo
 De Trento a nuestros días (Vaticano II)
o Conversión como proceso
o Identificación del modelo tridentino de confesión (sesión XIV). La confesión
necesaria, porque ha sido instituida por Cristo, es necesaria para la salvación.
o La escritura supone una lógica judicial medicinal que implica necesariamente
la confesión pues para que los sacerdotes sean preasidets et judices, sólo puede
hacerlo si hay confesión, llegando a conocer la causa de los pecados. Es una
necesidad instituida.
o Iglesia Santa y pecadora. La iglesia es además sacramento de salvación, e
instituye signos sacramentales, que son eficaces, de acuerdo a la praxis de
Jesús para continuar la obra de la redención.
o LG 2 La voluntad del Padre Eterno sobre la salvación universal.
o SC 72: revisar el rito del sacramento de la penitencia.
o Estructura de la reconciliación.

Dios

Penitente

Colaboración en la acción
penitencial con sus actos Iglesia: intervención en diversos
de contrición, confesión y niveles del sacramento
satisfacción.
b) El sacramento de la penitencia como evento pascual.

1. Acontecimiento religioso salvífico.


Subraya su carácter histórico existencial ya que no es un hecho aislado. Tiene esta
característica por ser un acontecimiento situado en la historia de la salvación que tiene su
centro en Cristo y que se realiza de manera visible en la Iglesia.

Lo anterior pone de manifiesto la iniciativa divina. Por tanto, el sacramento de la penitencia


no es un acto psicológico, ni moral, sino un acontecimiento religioso salvífico, una respuesta
a la iniciativa de Dios que entra en la vida del hombre. Iniciativa libre y gratuita que EN y
POR MEDIO de la iglesia bajo el impulso del Espíritu de Cristo hace oír de diversas formas
al cristiano pecador su palabra de misericordia y de amor, haciéndole llegar su mensaje de
reconciliación y la consiguiente exigencia de conversión.

Dios mismo es el que sigue conduciendo al pecador paso a paso hasta su conversión dándole
y robusteciéndole la fe y la esperanza en su divina misericordia que se le ofrece a todos en
comunión con Cristo a través de la Iglesia.

Y es Dios mismo el que impulsa al cristiano pecador a manifestar el esfuerzo de conversión,


encarnándolo en la petición sacramental del perdón.

Y es Dios quien le responde en el mismo signo sacramental con la plena reconciliación y


reintroducción en la intimidad de su amistad en comunión con Cristo y con la Iglesia.

Por ser un acontecimiento religioso salvífico tiene varias dimensiones:


 Cristológica pascual: contemporaneidad con el acontecimiento de la Pascua de Cristo,
en el que todos somos reconciliaos con el Padre.
 Eclesial: el encuentro con Cristo que perdona al pecador se da en la Iglesia a través
de la iglesia.
 Personal: la intervención de Dios que exige al pecador el compromiso y el esfuerzo
de su profunda conversión.

2. Acontecimiento pascual.

El encuentro entre Dios y el cristiano pecador tiene lugar por tanto con Cristo por Cristo y en
Cristo, en una misteriosa pero real contemporaneidad con su muerte y resurrección,
acontecimiento central en la historia de la salvación. En este acontecimiento tiene lugar el
don mas perfecto de Dios al hombre, que glorifica a Cristo y lo exalta sobre todas las
criaturas, y la respuesta ms perfecta del hombre a Dios, que en Cristo le obedece hasta la
muerte de cruz.

Todo sacramento es un acontecimiento pascual. Su hoy esta necesariamente en relación con


el pasado y con el futuro. Con el pasado porque el acto de redención y de salvación
eternamente actual, hecho visible en el sacramento, esta unido al momento histórico en que
Cristo derramó su sangre como signo de obediencia y de amor al Padre; con el futuro porque
el acontecimiento de Cristo ha dado comienzo a la nueva creación que se completará con su
segunda venida. Todo sacramento es signo rememorativo de la pascua de Cristo, signo
demostrativo que la hace actualmente presente y signo pronóstico que anuncia de antemano
y va realizando eficazmente el futuro que se ha iniciado con la pascua de Cristo u hacia el
cual tiende toda la historia.

3. La dimensión pascual propia del sacramento de la penitencia.

1) Algunos autores parten de la índole judicial del signo: ya que ofrece objetivamente
un encuentro del pecador con Dios en contemporaneidad con el misterio pascual en
cuanto la muerte de Cristo en la cruz es un juicio de Dios, juicio de condenación del
pecado y que con la resurrección se transforma en juicio de gracia y lleva al pecador
de la muerte ala vida.
a. Es signo rememorativo: del juicio de Dios sobre el pecado que se llevó con la
muerte y resurrección de Cristo.
b. Es signo demostrativo: de ese juicio en cuanto al aspecto judicial del misterio
pascual se haría visiblemente presente, como en su signo y símbolo externo,
Enel juicio de condenación y de gracia de la iglesia sobre el pecador.
c. Es signo pronóstico: del juicio final escatológico, en cuanto que es anticipado
en el sacramento en la forma de sentencia de gracia que supera la condenación
ya que el pecador acepta la condenación de su pecado que se realizó en la
muerte de Cristo.

Según muchos exegetas modernos, la justicia de Dios que se manifiesta y ejerce en la muerte
de Cristo no es la justicia vindicativa que castiga el pecado, sino la justicia salvadora la
fidelidad y la caridad de Dios que hace justos a los hombres pecadores aceptando la
obediencia hasta la muerte de Cristo como prueba de obediencia con la que hace superar el
pecado a toda la humanidad.

2) Otros parten de la consideración de la estructura y del significado fundamental del


sacramento como aparece en su misma historia: a pesar de la variedad de sus formas
externas este sacramento siempre ha sido el gesto de la conversión y de la
reconciliación del pecador con Dios y con la Iglesia. Los actos del penitente son la
encarnación y la manifestación eclesial del esfuerzo penitencial y de conversión del
pecador arrepentido. La absolución manifiesta y encarna eclesialmente el perdón
misericordioso de Dios en Jesús, que sale al encuentro de aquel gesto de la penitencia
y lo eleva a factor eficaz de la reconciliación consigo a través de la reconciliación con
la iglesia y con los demás hombres. El sacramento en su función significativa es en
primer lugar el signo de la conversión y de la reconciliación del pecador arrepentido
de sus pecados con Dios y los hombres.
a. Es un signo rememorativo de la Pascua de Cristo en cuanto que es
aceptación de la cruz como supremo signo de amor y de obediencia de cristo
hombre a dios por la salvación de los hombres de la conversión radical y
decisiva de los hombres a Dios y a los demás hombres que de esta manera
destruye y supera al pecado. También en cuanto es reconciliación de los
hombres pecadores con Dios y entre ellos mismos.
b. Es un signo demostrativo, de la Pascua de Cristo en cuanto que tal
aceptación de la cruz que supera aquel “no” de los hombres al plan de Dios,
se hace visiblemente presente en la aceptación de la penitencia y del esfuerzo
de conversión por parte de la iglesia y los cristianos arrepentidos como signo
de amor, de obediencia y conversión a Dios y a los demás hombres, como
aceptación de la cruz del desprendimiento doloroso de su propio egoísmo.
También en cuanto que el amor misericordioso y fiel de Dios se hace visible
y presente en toda la predicación de la iglesia del mensaje de reconciliación
en la caridad con que ayuda corrige y perdona, en su orientación por los
pecadores que se concentra especialmente en la palabra eficaz del perdón y
de la reconciliación (absolución) que esta vinculada con toda la actividad
penitente y reconciliadora de la caridad eclesial.
c. Es un signo pronóstico, de la pascua de Cristo en cuanto que es real
anticipación, aunque no completa y definitiva de la victoria final y completa
sobre el pecado, de la total conversión escatológica de los pecadores
arrepentidos.

4. La dimensión trinitaria del sacramento.

Por ser acontecimiento pascual. Los actos del penitente en cuanto manifestación y
encarnación eclesial del esfuerzo del penitente y de la iglesia van unidos a la aceptación de
la cruz por parte del Hijo encarnado, como signo de amor y conversión total hacia el Padre.
Además, la absolución es una manifestación eclesial de amor fiel y misericordioso del Padre
hacia el Hijo y hacia todos aquellos que el lleva consigo. El Espíritu Santo que es el amor
que une al Padre con el Hijo en el acontecimiento pascual del Hijo, es también el amor que
une al pecador arrepentido con el Padre y con el Hijo, en cuanto lo impulsa y acompaña a la
conversión y lo reconcilia con ellos a través de su reconciliación con la iglesia.

c) El sacramento de la penitencia en la economía sacramental y su relación con los


demás sacramentos.

Dentro de la actividad sacramental de la iglesia se distinguen por su eficacia los siete


sacramentales en sentido estricto; son la máxima realización de la iglesia como comunidad
de fe y como sacramento de salvación.

La teología moderna insiste en su raíz común y en las relaciones que hay entre ellos y con
las demás realidades eclesiales. Cada uno de los sacramentos hace posible el encuentro del
hombre con Dios en contemporaneidad con el misterio pascual de Cristo de una forma propia
y original según la perspectiva indicada por la estructura fundamental de su signo exterior en
lo que tiene de propia y verdaderamente permanente.

Penitencia y eucaristía: según los textos bíblicos e históricos son dos los elementos de la
conversión y reconciliación del cristiano pecador:

Especificidad y relaciones:

1. El sacramento de la penitencia no es la única forma de celebración eclesial de la


reconciliación y la conversión.
a. En la antigüedad existe una pluralidad y diversidad de grados en la
celebración eclesial: corrección fraterna, oración, penitencia…la eucaristía.
Solo en casos graves tenia lugar la practica litúrgica oficial y solemne que
luego fue considerada como sacramento en sentido estricto.
b. Mas tarde se introdujo una forma nueva de celebrar dicha conversión y
reconciliación que con el tiempo asumió dentro de sí gran parte de la dirección
espiritual y con el tiempo se convirtió en casi la única forma de celebrar el
sacramento.

Por ellos es posible afirmar que la estructura o significado fundamental del sacramento de la
penitencia siempre presente en todas las diversas formas es la ser el mas alto grado de
celebración de la conversión y la reconciliación del pecador por la comunidad, en cuanto que
no es la única forma sino la propia y la específica.

2. La eucaristía es una forma eclesial de celebrar la penitencia y la reconciliación del


pecador en cuanto están incluidas en su estructura fundamental de signo de alianza o
comunión con Dios y los hombres, por Cristo en el Espíritu, en el banquete sacrificial.
Esta alianza y sacrificio realizan sacramentalmente en la eucaristía la liberación el
perdón y victoria sobre el pecado, tanto mortal como venial, la reconciliación y
comunión de todos los pecadores con Dios y los hombres. Por tanto, en cuanto signo
de comunión en el banquete sacrificial la eucaristía es explícitamente sacramento de
reconciliación, del perdón de los pecados que es el único obstáculo que se opone a la
realización de esa comunión.
3. La eucaristía en signo externo subraya la presencia eclesial de la intervención de Dios
en la pascua de Cristo, perdona, libera del pecado y reconcilia consigo a todos los
hombres. El sacramento de la penitencia, por el contrario, subraya en su signo externo
el compromiso de conversión y de lucha del cristiano pecador contra el pecado. Desde
esta perspectiva se puede comprender en que sentido el sacramento de la penitencia
es o puede ser preparación para la plena participación en la eucaristía.
a. El sacramento de la penitencia es una preparación necesaria para la
participación en la eucaristía en casos de pecados graves en los que aparece
mas claramente la dimensión eclesial del pecado. Pero es una necesidad
condicionada pues no se está preparado para una verdadera participación en
la eucaristía el que no tiene en su realidad de signo de comunión.
b. El sacramento de la penitencia puede constituir también una preparación libre,
posible para una ulterior participación en la eucaristía.

En síntesis, la eucaristía y la reconciliación son los dos sacramentos de la conversión y de la


reconciliación de cristiano pecador, pero cada uno a su manera que se deriva de su significado
fundamental. Son sacramentos distintos e íntimamente relacionados entre sí. Pero no siempre
es necesaria esta conexión suya aún cuando siempre sea posible.

4. El sacramento de la penitencia y el bautismo.

Entre ambos existe una relación de semejanza, de distinción y de mutua relación.


 Semejanza: se deriva del hecho de que los dos son sacramento de penitencia,
celebración sacramental de la conversión.
 Distinción: proviene de la estructura y significado eficaz del signo.

Elementos Bautismo Penitencia


Actores El sujeto no cristiano Es un cristiano bautizado
Ministro Puede ser alguien que no sea Único ministro el obispo o el sacerdote
sacerdote.
Estructura del Constituido por la ablución del El signo exterior esta formado por los
signo agua y la palabra de fe dicha por actos del penitente que manifiestan
la iglesia. Por eso el esfuerzo de eclesialmente la sinceridad de su
conversión requiere como esfuerzo de conversión y por la palabra
condición necesaria, pero no eficaz pronunciada por el ministro, en
forma parte del mismo rito. relación y dentro de la reconciliación
que le concede toda continuidad.
Carácter No es repetible produce un Es reiterable todas las veces que el
efecto permanente. cristiano responda a la llamada de Dios
Eficacia Tiene lugar el primer encuentro Tiene lugar un nuevo acercamiento
salvífica del hombre con el misterio sacramental con el acontecimiento
pascual de Cristo que tiene un pascual de Cristo en un doble efecto:
doble efecto: 1.La reconciliación con Dios a través de
1.La regeneración o nuevo la reconciliación con la iglesia.
modo de vida incluyendo el 2. La aceptación del esfuerzo laborioso
perdón de todos los pecados de conversión y de lucha contra el
pasados. pecado y de liberación del mismo.
2.Ser miembro de la iglesia y la
participación definitiva en su
sacerdocio.

 Relación: Enel sacramento de la penitencia tiene lugar:


o Un ejercicio del carácter bautismal en cuanto lleva consigo una participación
más directa en la oración penitencial de la iglesia contra el pecado.
o Una reactivación del carácter bautismal ya que la conversión y la
reconciliación del pecador con le iglesia lo introducen en la “caridad eclesial”

Por todo esto se puede decir que el sacramento de la penitencia es una “recordatio baptismi”
(no en sentido calvinista) pues se tiene una nueva palabra eficaz de perdón.

5. La penitencia y la unción de los enfermos

Ambos son sacramentos del perdón de los pecados. Pero el modo de conceder el perdón es
distinto según el significado de los respectivos signos sacramentales.
Penitencia Unción
Forma de Mediante el signo de la Mediante el signo de la inserción
conceder el reconciliación del pecador definitiva y eficaz en la pascua de
perdón Cristo.
La Forma parte del mismo rito de la No forma parte, aun cuando exija la
conversión conversión y reconciliación conversión de pecador.
del
penitente

Puede hablarse de una categoría ontológica de la penitencia sacramental a la unción de los


enfermos en cuanto que es una ordenación al cumplimiento definitivo de la conversión y de
la reconciliación con la inserción definitiva en la muerte de Cristo.

d) El sacramento de la penitencia como sacramento de la conversión, de reconciliación,


de la paz.

En el sacramento de la penitencia como evento pascual. Dios concede la reconciliación por


la acción de su Espíritu, en la mediación de la iglesia al hombre pecador, el cual responde
con la conversión y recibe la paz.

e) Necesidad y frecuencia del sacramento.

 Es absolutamente necesario para la paz con la iglesia y la reconciliación con Dios


para quienes tienen conciencia de haberse separado de la comunión mediante el
pecado mortal.
 Los que se encuentran en tal situación tiene el deber de celebrar sacramentalmente la
penitencia una vez al año, alrededor de la pascua o antes de acercarse a la comunión
si se ha cometido pecado mortal. Así lo demanda la iglesia.
 Los que no se encuentren en una situación límite, pero que realmente son pecadores,
deben vivir y expresar esta condición a través de diferentes formas de penitencia.
 Para la controvertida admisión de los niños al sacramento, hay que tener en cuenta
que la obligatoriedad del mismo no puede señalarse en relación con la edad, sino con
la situación moral.

f) Teología de los prenotandos y ritos propuestos por el Ritual de la Penitencia.

1. Significativa renovación en el vocabulario: la reconciliación.

Este termino expresa con eficacia la gratuidad de la salvación que Dios nos ofrece en Cristo
en el Espíritu Santo (dimensión trinitaria) actuada en la muerte y resurrección de Jesús
8dimensión cristológico pascual) que se dirige a la libre acogida del hombre pecador
(dimensión personal) en la iglesia y a través del ministerio de la iglesia (dimensión eclesial).
El ritual lo utiliza en varios contextos logrando expresar la densidad del significado y la
multiplicidad de aspectos que presenta.
Habla primeramente del misterio de la reconciliación, de la iniciativa soberana y victoriosa
del Padre, que ha reconciliado consigo al mundo por medio de Jesucristo restableciendo la
paz (decreto de promulgación 1). Las premisas señalan la “tarea de reconciliación” que el
Señor ha confiado a su iglesia (n.8) y como la reconciliación con Dios se puede y se da por
el ministerio de la iglesia (n.9). también se le entiende como efecto de la iniciativa
reconciliante de Dios e indica la transformación, la renovación de las relaciones con Dios y
con la Iglesia. (n. 4, 31)

2. El misterio de la reconciliación en la historia de la salvación.

Cn el misterio de la reconciliación designa el acontecimiento salvífico realizado por la


iniciativa del Padre, por la muerte y resurrección de Jesús y como don del Espíritu. Queda
claro el efecto vertical del acontecimiento reconciliador.

Luego recuerda que la iglesia ha sido llamada a servir el ministerio de la reconciliación de


varios modos y formas. Primeramente, con el anuncio de la salvación con el bautismo, con
la eucaristía y la penitencia que constituyen las tres actuaciones sacramentales de la
reconciliación, cada uno en su propia modalidad.

También el documento introduce desde el principio el concepto de conversión junto al de


reconciliación.

3. La reconciliación (pos bautismal) de los penitentes en la vida de la Iglesia.

a) La reconciliación obra de las tres divinas personas (dimensión trinitaria)


Las divinas personas están en el origen y termino de la reconciliación del penitente con la
iglesia con una reacción única, pero diferenciada según la función que cada uno desempeña
en la economía de la salvación.

El Padre acoge al pecador; Cristo toma sobre sus hombros a la oveja perdida y la lleva al
redil; El Espíritu vuelve a santificar su templo.

b) La iglesia sujeto e instrumento de conversión y término de reconciliación (dimensión


eclesial). También la iglesia es destinataria directa de la iniciativa reconciliadora de
Dios que invita a la conversión, es ella pueblo de Dios, la que es llamada a hacer
penitencia y renovarse (primer sujeto de la penitencia)

La iglesia entera es instrumento de conversión ya que con sus diversas intervenciones


coopera con Dios en la conversión de los pecadores; es también instrumento de absolución
ya que concede a los penitentes el don de la reconciliación después de habérselo pedido a
Dios en la oración. Por último, es la comunidad con la cual el pecador es llamado a
reconciliarse.

c) La conversión personal en la celebración de la reconciliación (dimensión personal)

Afortunadamente la descripción de la penitencia conversión metanoia. La conversión es un


don que la iglesia y el individuo deben pedir en la oración. Consiste en un íntimo cambio de
todo el hombre, de su manera de pensar, actuar y juzgar según los valores cristianos. Da su
naturaleza total y radical transforma a todo el hombre en su ser y en su obrar. Su dinamismo
no da tregua al penitente absuelto, sino que le impone que se olvide del pasado y se una de
nuevo a misterio de salvación. Representa una dimensión permanente de la vida cristiana un
camino constante y progresivo hacia el Señor.

III. Penitencia: Teología Moral.

a) Relación entre religión y ética.

Hay dos posturas, la respuesta se haya en el equilibrio entre ambas.

1. Posturas externas.
a. Negación de la moral autónoma: subrayan la necesidad de lo religioso sobre
lo moral. Okam (la moralidad radica en la voluntad de Dios) el calvinismo (la
ley moral es la misma que a ley revelada) Maritain y el agustinismo en los
derechos de Dios sobre los hombres.
b. Negación de la moral religiosa: elimina toda dimensión de trascendencia en
la moral de la persona. Nace así el ateísmo ético que tiene sus raíces en la
moral griega (epicureísmo)
2. Postura autentica.
a. Busca un equilibrio donde los dos planteamientos no sean excluyentes y
acepten un mínimo de valores.
b. Coherencia de la moral religiosa: admitir la apertura a la trascendencia no
supone privar del valor absoluto a la persona. Para el creyente el hombre esta
ordenado a Dios, no como un medio sino como un fin en sí.
c. Coherencia de la moral no religiosa: es posible una fundamentación autónoma
de las exigencias éticas. La conexión entre religión y ética es desde la religión,
ésta necesita de la ética para verificar su autenticidad.
d. Relación entre moral religiosa y no religiosa: es necesario tener conocimiento
exacto sobre lo peculiar de la religión y de la ética, que no se ha planteado en
términos n de deísmo ni de ateísmo. La moral religiosa acepta y apoya la
coherencia ética auténticamente humana, ayuda a que la ética humana no
caiga en errores (relativismo).
e. Convergencia hacia una ética civil (ideal): trata de ser un sueño de una moral
común para toda la humanidad en donde se busca mantener funciones
comunes, orientar hacia una moralidad publica dar contenidos de ética civil
mediante acuerdos en sano pluralismo ético, etc.
3. Relaciones entre fe cristiana y ética.
a. Articulación de fe y ética en la existencia cristiana: la ética es para el cristiano
la necesaria mediación práctica de la fe.
b. Moral vivida: el empeño ético de la fe y sus mediciones. El ethos cristiano es
la posibilidad que tiene la fe de hacerse coherente. La actuación ética del
creyente tiene sentido cuando se convierte en compromiso ético.
c. Moral formulada: la reflexión teológico moral y sus mediaciones. Se requiere
aceptar la validez de la normatividad humana como mediación que expresa y
encarna la normatividad cristiana. El problema de la articulación de fe y ética
en la existencia del creyente radica en el sentido y funciones de las
mediaciones en que se expresa y autentifica el dinamismo de creer. Si creer
es comprometerse el compromiso de la fe solo es posible a través de las
mediaciones éticas.
d. Influjo de la fe en la ética: el cristianismo no es una religión moral le
corresponde como elemento integrante el compromiso ético. La ética es la
verificación de la fe en cuanto que la hace presente.
4. Pecado ético.
a. Es todo comportamiento contra el orden de la razón (rompe la armonía entre
el actuar y el recto penar no tiene a Dios como referencia) tiene dos
dimensiones:
i. Subjetiva: que es la responsabilidad de la persona en el desequilibrio
que a nivel humano produce.
ii. Objetiva: es la concreción de un contravalor esto hace referencia a la
realización o no del mundo humano.

B) Culpabilidad y Pecado.
 Culpabilidad: es el sentimiento de la perturbación del orden unido a la conciencia
de ser el autor de esta perturbación. Tiene muchas instancias.
 El pecado: al ser una realidad humana tiene que ser vivenciado y esa vivencia es
mas que un sentimiento de culpabilidad: sus rasgos son los de: 1) pesar por lo hecho
y por haberlo hecho 2) de vivir con esa perturbación.
 Esta culpa y vivencia de la culpa:
o Tiene una economía dentro de a persona (la hacen responsable y la
introducen en la realidad)
o Es un resorte que tiene la persona para demostrar la desintegración.
o Responsabiliza al sujeto.

C) Especificidad de la moral cristiana.

Lo propio y específico de la moral cristiana no hay que buscarlo en el orden de los contenidos
concretos del compromiso moral; la mora de los creyentes debe coincidir con la moral de
todo hombre de buena voluntad. Lo propio y específico hay que buscarlo en el orden de la
cosmovisión que acompaña a los contenidos concretos de la moral.

El empeño moral de la fe cristiana ni se identifica con ningún proyecto intramundano, la


especificidad se coloca más allá de las normatividades. Sobre el fondo de esto es necesario
colocar en la referencia a JESUS DE NAZARET en cuanto horizonte, esta se vive en
referencia a Jesús en cuanto que en EL se hace presente y operante la fuerza crítico-profética
del absoluto.

D) Moral Cristocéntrica y pascual

Acepta la actuación de Cristo como lugar normativo es sentir comprometida la actuación de


los creyentes por la carga cristológica que el mundo lleva desde la presencia de Cristo en la
historia de los hombres. Cristo es la plena racionalidad de la estructura ética de los creyentes.
Los cristianos se comprometen éticamente en el mundo porque aceptan el compromiso
cristológico que el mundo ya tiene.

La afirmación desde la fe, de Cristo Resucitado, es la confesión mas radical del ethos
cristiano. La carga cristológica que porta el mundo se hace eficaz en la confesión de la
Resurrección de Jesús, confesar a Cristo Resucitado es proclamar la fuerza ética más
profunda dentro e la historia humana. La fe actuante de los creyentes en Cristo resucitado es
el cause de la fuerza ético – transformadora de la existencia pancrónica del resucitado.

F) La ley nueva y la relativización de la ley externa.

Para el cristiano existe una ley nueva, de libertad. No es propiamente ley, es una exigencia
interior. Para el cristiano pierde vigencia la ley antigua en cuanto ley exterior: se constata la
postura de Jesús ante la ley judía (Jesús combate el fariseísmo y el espíritu legalista que se
escucha en la interpretación literal de la ley); el despoja a la ley de su carácter mediador, ya
que Jesús es el único mediador de la voluntad del Padre. Pablo declara caduca la ley antigua
como economía de salvación, como sistema ético religioso global. Cristo nos libera de la
esclavitud de la ley, Pablo polemiza sobre el carácter obligante.

De la enseñanza neotestamentaria sobre la ley antigua y sobre la ley nueva se deduce que la
ética cristiana es una moral nacida de la existencia interior. La ley nueva es la transformación
del hombre en Cristo por la presencia del espíritu; se deducen algunas características para la
ética del creyente (Sto. Tomás) compele:

 Moral de la libertad: en cuanto nos obliga a ejecutar lo que de suyo es necesario para
la salvación eterna, y en cuanto hace que cumplamos libremente tales preceptos,
puesto que las cumplimos por un interior instinto de gracia.
 Moral en cuanto a contenidos: determina pocas cosas, deja en libertad a los hombres.
Además, esta justifica y vivifica.

G) La persona sujeto y objeto de la moralidad.

El nuevo modelo de la moral sitúa a la persona en el centro del sistema ético. El hombre es
el sujeto de la mora y es el objeto de las valoraciones éticas. Trata de formular los
compromisos cristianos desde la autonomía de la moral y desde la responsabilidad ética. Esta
configuración personalista esta de acuerdo con la visión bíblica y con la mentalidad del
hombre de hoy:

 A partir de esta orientación de la moral cobran relieve las categorías de opción


fundamental y de actitudes.
 Coloca a las personas como centro de las categorías morales básicas. De aquí que se
trate de descubrir en ella el sentido moral tanto en su vertiente objetiva como en su
dimensión subjetiva.
 El punto de partida lo constituye el sujeto del comportamiento moral. Ese sujeto es
el hombre integral.
 El punto de llegada lo constituye la misma persona en cuanto realidad moralizadora
(o no)

H) Hermenéutica de la ley.

a) Epiqueya.

Del griego epikeia: comedimiento tolerancia. Principio para la interpretación de las leyes
humanas en teología moral. El principio dice: una ley incluso eclesiástica no obliga si
conforme a un sano sentido común, habrá que pensar que el legislador no quería obligar en
este momento y en estas circunstancias concretas, por ejemplo, cuando el cumplimiento de l
ley aquí y ahora es desproporcionadamente difícil teniendo en cuenta el fin de la ley.

Se plica cuando el sujeto por sí mismo corrige la letra de ley positiva porque en un caso
particular falla a causa de su carácter universal.

 En el NT: la noción de epiqueya resulta bien clara de la actitud de Cristo en sus


polémicas con los fariseos; estos querían todo según la letra de la ley y las tradiciones
humanas mientras que Cristo hace prevalecer en contraposición al literalismo
principios mas altos como la justicia y la caridad.
 Los moralistas establecen diferencias una de ellas es cuando en un juicio prudente
con el que, conociendo rectamente la voluntad del legislador, establecemos que la ley
no obliga en un caso particular, según la otra postura, la epiqueya se extiende al
campo de la moral, en cuanto se la considera como virtud moral, como parte subjetiva
de la justicia, en virtud de la cual, bajo la guía de la prudencia, la ley positiva queda
corregida según los mas altos principios del derecho natural, cuando resulta
incompleta por causa de su carácter universal.
 Fundamento: es el carácter forzosamente imperfecto de la ley positiva.

b) Objeción de conciencia.

Se ha admitido siempre el derecho – deber de la objeción de conciencia contra órdenes


injustas. Esta forma parte del derecho – deber de formase su propia conciencia y por tanto,
de hacerse corresponsable también en la ejecución de los actos mandados. Constituye una
expresión del comportamiento humano que se caracteriza por su responsabilidad consciente
y libre. Entendida así se incluye en la declaración genérica del articulo 18 sobre los derechos
universales del hombre.

A este principio humano el creyente le añade una motivación que pasa a ser predominante es
debida a la fidelidad a Dios tal como viene comprendido en la propia conciencia. Son tres
tipos existentes:

 Médica: negarse a practicar abortos, etc.


 Fiscal: no cooperar con el gobierno por usura de este y va contra la propia conciencia.
 Militar: negarse a ir a la guerra porque asesinar es contra la propia conciencia.
c) Ética de situación.

Tanto los valores como los juicios morales son inmuebles, únicos, universales en cuanto y
en la medida en que realizan el constitutivo asignado en cada sistema al valor y al juicio
moral en general. Pero son cambiantes, plurales y situacionales en cuanto y en la medida en
que dicho constitutivo se encarna en la historia, la cultura y el individuo.

I) Desarrollo de la conciencian moral.

 Etapa de anomía (etapa y nivel premoral) 0-6 años: es decisiva en la configuración


del sujeto moral. Siguiendo la evolución psicológica del individuo, hay varios
factores que repercuten para la vida moral: la expectativa de los padres por el hijo,
la vida prenatal y el parto, la primera relación con el recién nacido, la aparición del
otro, la motricidad como factor de comportamiento.
 Características de la etapa: comportamientos instintivos controles y sanciones a tal
conducta.
 Función de la etapa en el proceso de desarrollo de la moral: factor orden, control de
funciones orgánicas.
 Función de nivel en la estructura adulta de la conducta moral: subconciencia moral
que están en el adulto.
 Etapa de la heteronomía (etapa y nivel de moral externa) 7-8 años: expresa la moral
impuesta al sujeto desde fuera.
 Características de la etapa: comportamiento impuesto desde fuera, la familia
(símbolo el padre) la escuela, (el profesor), la sociedad (el policía).
 Función de la etapa en el proceso de desarrollo de la moral: universalización de la
exigencia y norma ética, obligan siempre y a todos.
 Función del nivel en la estructura adulta de la conducta moral: si esta ha sido asumida
por el adulto hay libertad al obrar, si en cambio aún no, hay fallos típicos como el
legalismo, el fariseísmo.
 Etapa de socionomía (etapa de moral externa-interna) 9-12 años: los criterios éticos
se configuran a través de las relaciones con los demás dentro de la sociedad. Es moral
externa en cuanto que interviene el grupo e interna porque es el sujeto como factor
de decisión.
 Característica de la etapa: comportamiento desde el grupo, controles y sanciones
(alabanza y censura)
 Función de la etapa en el proceso de desarrollo de la moral: surgen estructuras éticas
de reciprocidad, cooperación y diálogo.
 Función del nivel en la estructura adulta de la conducta moral: la socionomía sigue
siendo válida en el adulto.
 Etapa de autonomía (etapa de moral interna) de 13 años en adelante: marca e final
del desarrollo moral y califica el nivel regulador de la conciencia moral adulta. Se
caracteriza por desarrollar el factor auto-regulación.
 Características de la etapa: comportamiento moral regula desde el interior del
individuo, controles y sanciones, coherencia e incoherencia personal, acompañante
del comportamiento; autonomía emocional.
 Función de la etapa en el proceso de la moral: aparece la subjetividad, se valora el
universo motivacional, la estimativa moral se concreta y avanza por el criterio.
 Función del nivel en la estructura adulta de la conducta moral: la autonomía sentido
a los niveles anteriores.

J) Trato de los escrupulosos.

 Trato clásico: obediencia al confesor, privilegios del escrupuloso, regias


prudenciales, etc.
 Trato más técnico: tiene que fortificar el yo del escrupuloso, restableciendo la
armonía de la personalidad, a fin de que pueda revisar su modo de inserción en el
mundo y rectificar su proyecto de valores. Se debe tener en cuenta:
a) Metodología: de transfer o de diálogo.
b) Cualidades del director: equilibrio afectivo, conocimientos psicológicos, religiosidad
bien fundada.
c) Metas a conseguir: crear un clima de seguridad mediante el diálogo, separa la
representación de la culpa (en relación al sentimiento de culpabilidad) mediante una
labor de disociación, reestructurar la actitud del escrupuloso (frente a su modo de
estar en el mundo) mediante una acción de proyectar.

K) Principios morales fundamentales.

 Doble efecto: son cuatro las condicione para que sea lícito poner una causa de la que
se siguen dos efectos, uno buen y otro malo:
1. Que la acción sea buena o indiferente.
2. Que el efecto bueno no se produzca mediante el malo.
3. Que se pretenda únicamente el efecto bueno.
4. Que exista un motivo suficiente para poner la causa.
 De totalidad: su uso esta circunscrito a los ámbitos donde se verificaba un todo
concreto (organismo humano, etc). Se ha querido ampliarlo entendiendo por totalidad
una conformación o unidad estructural.

L) La dirección espiritual.

Es un modo específico de comunicación de la fe que hace referencia concreta de un creyente.


Su contexto es una relación interpersonal y gratuita.
Tal comunicación de fe se da en forma de ayuda hacia quien busca vivir según el Espíritu.
Hablamos de la dirección espiritual cuando el creyente busca la plenitud de la vida cristiana
y recibe una ayuda espiritual que lo ilumina. Se trata de ayudar al dirigido a que conforme su
vida con los valores del evangelio. Es un proceso de maduración en Cristo.

El director espiritual: debe tener una personal relación con su dirigido, una adecuada
formación académica y confianza como base.

M) El comportamiento humano.
Todo comportamiento humano debe entenderse dentro e la estructura fundamental del
hombre íntegro. Pero el hombre total y concreto vive y desarrolla su proyecto existencial
dentro de unas coordenadas antropológicas:
a) Tiempo: la temporalidad como constitutivo del hombre y de su obrar moral.
b) Espacio: los factores cósmicos y socioculturales como elementos integrantes del
obrar humano.
c) Grupo: la dialéctica entre la individualidad y comunidad en el obrar moral.
d) Sexualidad: especificación humana del comportamiento moral.
e) Carácter: la concreción o sello particular del comportamiento moral.

Libertad: el obrar humano es aquel que es autoposeído por el hombre en cuanto a su claridad
y fuerza. El obrar humano es el que procede de la voluntad iluminada por la inteligencia. La
libertad es una gracia humana y cristiana. La libertad del hombre radica en su condición de
ser personal.

Responsabilidad: integrada por los siguientes elementos:


1. Pático: los sentimientos o la resonancia pática del comportamiento.
2. Cognoscitivo: en todo comportamiento responsable debe haber conocimiento, debe
estar autoiluminado desde el interior del mismo hombre.
3. Volitivo: es esta instancia la que da sentido y unificación a los otros elementos, la
dimensión volitiva del acto humano hay que entenderla en su peculiaridad, pero hay
que verla integrada en la radical unidad de la persona.

N) la opción fundamental.

Es la decisión que condiciona los demás actos, se refiere a toda la existencia. Es una entrega
totalizante: es el SI o el NO de una persona. Toda la vida moral es juzgada desde la
profundidad de la opción fundamental.

 Actitud. Tipos.
a) Psicológica: disposiciones habituales, generalmente adquiridas, para reaccionar ate
situaciones, personas y objetos que nos rodean.
b) Moral: conjunto de disposiciones adquiridas que nos llevan a reaccionar positiva o
negativamente ante los valores éticos. Es la parcialización de la opción fundamental
en algún campo de la existencia humana.
 Acto: es la manifestación de la opción fundamental y de la actitud. Existen varios
según su profundidad.
a) Moral perfectamente humana: cuyo verdadero dueño es la persona. Supone un
conocimiento y decisión personal mediante una actuación de la voluntad libre.
b) Grave: mediante el cual la persona es capaz de disponer sustancialmente de sí
misma. Tiene que se un acto perfectamente humano. Tiene que ser profundo e
intenso en la percepción del valor moral del acto así como de su relación al fin
último. Tiene que proceder del centro libre y personal.

O) Nociones correctas e incorrectas de culpabilidad.


 Correcta: la culpabilidad para que sea ética, ha de relacionarse con la libertad y la
obligación. El pecado pone de manifiesto la libertad del sujeto. Al tener que carga
con las consecuencias de lo hecho el sujeto se declara responsable.
 Incorrecta: el pecado como tabú y expresado como mancha.
o Tabú: Designa una realidad cuyo uso esta prohibido al hombre ya que
desencadena diversos maleficios. Sus características son: algo opaco, ciego,
maleficio, mágico y religioso. No entran dentro de las categorías e la
responsabilidad humana. Una moral fundamentada en el tabú es precientífica,
antihumana, irresponsable y carece de dimensión ética.
o El símbolo de la mancha: como expresión de una culpabilidad. Todos nuestros
sentimientos con relación a la culpa laten al miedo a lo impuro y a los ritos de
purificación.

P) El pecado y los pecados criterios sobre su mayor o menor gravedad.

La distinción de los pecados por razón de su gravedad se hace a partir del valor que entre en
juego. La distinción entre venial y mortal es considerada desde el comprometerse de la
existencia humana. El pecado mortal se ha de entenderse a partir de la comprensión del
pecado desde la fe. Es el rechazo definitivo de Dios; si no hay esto no se puede hablar de
pecado mortal. El pecado venial es el pecado de la persona periférica y no de la persona
fundamental. Su recurrencia puede llevar a un cambio en la opción fundamental.

Q) Dimensión personal y estructura del pecado.

¿El pecado se da nivel personal o nivel de estructuras? El punto de partida es la


desprivatización frente a la individualización en la noción y vivencia del pecado. La
conciencia moral del hombre de hoy parece estar postulando una comprensión del pecado en
clave de estructuras. Se llega a unas formas de culpabilidad solidaria.

 Dimensión subjetiva: pecado colectivo, conjunto de pecados relacionados de los


miembros de una comunidad conjunto de actos personales referidos a un mal común
en lugar de ser referidos al bien común. No se trata de la suma y yuxtaposición de
los pecados individuales, se trata de una dinámica en la convergencia de fuerzas y
voluntades hacia una negatividad mora común.
 Dimensión objetiva: es el pecado contra la libertad, rechazo a progresar,
centralismo exagerado, espiritualismo desencarnado, no escuchar a los profetas,
manipulación de las personas.

R) Concepción actualizada del pecado para un mundo secularizante.

La noción de pecado se encuentra hoy en una situación crítica: para unos el hombre ha
perdido el sentido de pecado. Para otros el hombre no toma en serio el pecado y lucha para
liberarse de él. Otros sostienen que el hombre actual es insensible al mal y al pecado en su
dimensión horizontal (culpa), per no en cuanto a categoría religiosa. Otros que muchas veces
lo que ha perdido no es el sentido del pecado sino un determinado sentido del pecado.
 Nuevas perspectivas en la noción teológica de pecado:
o Personalista: entiende el pecado como un no que el hombre dice y hace a Dios,
al hombre, a la comunidad, a la propia vocación histórico-cósmica.
o Eclesial: el concilio reconoce que la iglesia es santa y necesitada de
purificación.
 Consecuencias negativas en la comunidad:
o Crea una tendencia al mal, lo desvía de su fin último, rompe la armonía de su
interior, es más fuerte que el hombre y por ellos lo esclaviza; esclaviza al
hombre y no le permite lograr su plenitud.
 Nación cristiana del pecado:
o Se aprecia hoy en un contexto de diálogo con otras ideologías tomando en
cuenta al hombre secularizado. Es una evidencia de la culpabilidad en un
clima de apertura hacia otras comprensiones que operan una función de
contraste y a veces crítica.
 Vivencia humana del pecado:
o Nivel instinto: la normativa no surge desde dentro, sino que resulta de la
presión de las realidades exteriores. La falta o el pecado consistirán en
infringir materialmente la prohibición o el tabú.
o Nivel moral: la persona actúa desde su propia libertad. No hay falta moral sino
cuando la persona obra libremente contra el juicio de su conciencia.
o Nivel religioso cristiano: se da cuando aparece Dios en el horizonte de la
comprensión y de la realización del hombre. El pecado sería la infidelidad de
un amor, romper la relación de amor incluso con Dios.

S) Que dice el magisterio sobre:

 Inseminación artificial:
Ya sea con semen de un donante (heteróloga) o del cónyuge (homóloga) y tanto en una mujer
casa como núbil (casadera) es intrínsecamente ilícita.

La inseminación artificial homóloga dentro del matrimonio no se puede admitir, salvo en el


caso en que el medio técnico no sustituya al acto conyugal, sino que sea una facilitación y
una ayuda para que aquel alcance su finalidad natural. El fundamento de este juicio está en
la doctrina de la iglesia sobre la conexión entre la unión conyugal y la procreación y en la
consideración de la naturaleza personal del acto conyugal y de la procreación humana. Si el
medio técnico facilita el acto conyugal le ayuda a alcanzar sus objetivos naturales puede ser
moralmente aceptado. Cuando por el contrario la intervención técnica sustituye el acto
conyugal será moralmente ilícita.

La inseminación artificial sustitutiva del acto conyugal se rechaza en razón de la disociación


voluntariamente causada entre los dos significados del acto conyugal. La masturbación
mediante la cual se procura el esperma, constituye otro signo de esa disociación aún cuando
se realiza en vista ala procreación, ese gesto, sigue estando privado de su significado unitivo:
le falta la relación sexual requerida por el orden moral.

 Fecundación artificial.
También se conoce como la FIVET (fecundación in vitro y transparencia del embrión) puede
ser heteróloga u homóloga.

La fecundación artificial heteróloga es contraria a la unidad del matrimonio, a la dignidad de


los esposos, a la vocación propia de los padres y al derecho de los hijos a ser concebidos y
traídos al mundo en el matrimonio y por el matrimonio. El recurso a los gametos de una
tercera persona para disponer del esperma o del óvulo, constituye una violación del
compromiso recíproco de los esposos y una falta grave contra aquella propiedad esencial del
matrimonio que es la unidad.

La fecundación artificial heteróloga lesiona los derechos del hijo, lo priva de la relación filial
con sus orígenes paternos y puede dificultar la maduración de su identidad personal.
Constituye además una ofensa a la vocación común de los esposos a la paternidad y
maternidad, priva objetivamente a la fecundidad conyugal de su unidad y su integridad, opera
y manifiesta una ruptura entre la paternidad genética la gestacional y la responsabilidad
educativa. Esta alteración de las relaciones personales en seno de la familia tiene
repercusiones en la sociedad civil.

Estas razones determinan un juicio moral negativo de la fecundación artificial heteróloga.


Por tanto, es moralmente ilícita la fecundación de una mujer casada con esperma de un no
procedente de un donador distinto de su marido, así como la fecundación con el esperma del
marido de un óvulo no procedente de su esposa. Es moralmente injustificable, además, la
fecundación artificial de una mujer no casada, soltera o viuda sea quien sea el donador. El
deseo de tener un hijo y el a mor entre los esposos que aspiran a vencer la esterilidad no
superable de otra manera, constituyen motivaciones comprensibles, pero las intenciones
subjetivamente buenas no hacen que la fecundación artificial heteróloga sea conforme con
las propiedades objetivas e inalienables del matrimonio, ni que sea respetuosa de os derechos
de los esposos y del hijo.

Respecto a la FIVET homologada: la concepción in vitro es el resultado de la acción técnica


que antecede a la fecundación, esta no es de hecho obtenida ni positivamente querida como
la expresión y el fruto de un acto específico de la unión conyugal. En la FIVET homóloga,
por eso, aun considerada en el contexto de las relaciones conyugales de hecho existentes (y
del deseo de los esposos de tener un hijo) la generación de la persona humana que
objetivamente privada de su perfección propia, es decir, la de ser término y fruto de un acto
conyugal, en el cual los esposos se hacen cooperadores de Dios para donar la vida a una
nueva persona. Por las mismas razones el asi llamado caso simple, esto es, un procedimiento
de FIVET homóloga libre de toda relación con la praxis abortiva de la destrucción de
embriones y con la masturbación sigue siendo una técnica moralmente ilícita, porque priva a
la procreación humana del matrimonio y de la dignidad de la persona humana, la iglesia es
contraria desde el punto de vista moral a la fecundación homóloga in vitro, esta es en si
misma ilícita y contraria a la dignidad de la procreación y de la unión conyugal, aún cuando
se pusieran todos los medios para evitar la muerte del embrión humano.

 Eutanasia.
No es moralmente aceptada en esta decisión de acortar la vida, esto se funda en la
inviolabilidad de la vida humana, sin sentido de la proposición de otros valores por encima
del valor de la vida humana, peligro de arbitrariedad por parte de los poderosos,
consideración utilitarista de la vida del hombre, pérdida del nivel moral de la sociedad.

Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial.
Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal
como sea posible.

Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a
la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.

Por tanto, una acción u omisión que de suyo o en la intención provoca la muerte para suprimir
el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana
y al respeto del Dios vivo su creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de
buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir
siempre.

La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o


desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos tratamientos es
rechazar el encarnizamiento terapéutico. Con esto no se pretende provocar la muerte se
acepta no poder impedirla. Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, s para ellos
tiene competencia y capacidad, o si no por los que tiene derechos legales respetando siempre
la voluntad razonable y los intereses del paciente.

Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona
enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los
sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días pueden ser moralmente
conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio
sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una
forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.

 Distanasia.

Es la práctica que tiende a alejar lo mas posible la muerte prolongando la vida de un enfermo
o un moribundo ya inútiles, desahuciados, sin esperanza humana de recuperación y para ellos
utilizando no solo los medios ordinarios sino los extraordinarios y muy costosos en si mismos
o en relación con la situación económica del enfermo y su familia. Cuando se ha comprobado
la muerte clínica del paciente no es inmoral terminar con esa existencia puramente vegetativa.

 Ortotanasia.

Se refiere a la situación ideal en la que se respetan y se realizan el respeto ala vida humana y
el derecho a morir dignamente. Será ortotanasia la situación que realice la solución adecuada
del conflicto entre los dos valores, la que exprese el valor prevalente según las leyes de la
auténtica proporcionalidad humana.
 Homosexualidad.

Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Sn contrarios a la ley natural y a


la dignidad y propiedades particulares del matrimonio. Cierran el acto sexual al don de la
vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir
aprobación en ningún caso. No esta en tela de juicio la tendencia sino la relación la práctica
sexual.

En nuestros días fundándose en observaciones psicológicas se hace una distinción que no


parece infundada entre los homosexuales cuyas tendencias proviniendo de una educación
falsa, de falta de normal evolución sexual, de hábito contraído, de malos ejemplos y de otras
causas análogas es transitoria o al menos no es incurable, y aquellos otros homosexuales que
son irremediablemente tales por una especie de instinto innato o de constitución patológica
que se tiene por incurable.

En cuanto a los sujetos de la segunda categoría, piensan algunos que su tendencia es natural
hasta el punto de que debe ser considerada en ellos como justificativa de relaciones
homosexuales en una sincera comunión de vida y amor análoga al matrimonio, mientras se
sienten incapaces de soportar una vida solitaria.

Indudablemente esas personas homosexuales deber ser acogidas en la acción pastoral con
comprensión, respeto, delicadeza y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus
dificultades personales y su inadaptación social, están llamados a realizar la voluntad de Dios
en sus vidas y por tanto si son cristianos se unirán al sacrificio de la cruz del Señor, con las
dificultades y sufrimientos que pueden encontrar a cusa de su condición. Se evitará, respecto
a ellos, todo signo de discriminación injusta. También su culpabilidad debe ser juzgada con
prudencia. Pero se puede emplear ningún método pastoral que reconozca una justificación
moral a estos actos por considerarlos conforme a la condición de estas personas. Según el
orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son actos privados de su regla esencial e
indispensable. La Sagrada Escritura atestigua que los actos homosexuales son
intrínsecamente desordenados y que ni pueden recibir aprobación en ningún caso.

Las personas homosexuales están llamados a la castidad. Mediante virtudes de dominio de si


mismo que eduquen la libertad interior, y que a veces mediante el apoyo de una amistad
desinteresada, de la oración y la gracia sacramental pueden y deben acercarse gradual y
resueltamente a la perfección cristiana.

 Relaciones prematrimoniales.
Según M. Vidal, en una moral de tipo personalista no se puede afirmar la abstinencia sexual
prematrimonial como una norma ética absoluta. Al proclamar la abstinencia sexual
prematrimonial no se proclama una represión, ni frustración, ni una castración en la línea
ascendente de la relación amorosa interpersonal. Solo se exige que sea su amor lo que, si se
manifieste, que no sean manifestaciones egoístas que invocan al amor como pretexto.

La doctrina del magisterio afirma: muchos revindican el derecho a la unión sexual antes del
matrimonio, al menos cuando una resolución firme de contraerlo y un afecto en cierto modo
es ya conyugal en la sicología de los novios piden ese complemento, que ellos juzgan
connatural, sobre todo cuando la celebración del matrimonio se ve impedida por las
circunstancias, o cuando esta relación íntima parece necesaria para la conservación del amor.

Esta opinión se opone a la doctrina cristiana según la cual debe mantenerse en el cuadro de l
matrimonio todo acto sexual humano. Porque por firme que sea el propósito de quienes se
comprometen en estas relaciones prematrimoniales es indudable que tales relaciones no
garantizan que la sinceridad y la fidelidad en la relación interpersonal entre un hombre y una
mujer queden aseguradas, y sobre todo protegidas contra los vaivenes y las veleidades
(ligerezas) de las pasiones. Jesucristo quiso que fuese estable la unión y la restableció a su
primitiva condición, fundada en la misma diferencia sexual. Él respondió ¿no habéis leído
que el creador desde el comienzo los hizo varón y hembra y que dijo por eso dejará el hombre
a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne? De manera que
ya no son dos sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió que no lo separe el hombre
(Mt 19, 4-6). El amor de los esposos queda asumido por el matrimonio en el amor con el cual
Cristo ama irrevocablemente a su iglesia, mientras la unión corporal en el desenfreno profana
el templo del Espíritu que es el cristiano. Por tanto, la unión carnal no se puede legitimar sino
cuando se ha establecido una definitiva comunidad de vida entre un hombre y una mujer.

 Relaciones extramatrimoniales.

Es gravemente contraria a la dignidad de la persona u de la sexualidad humana naturalmente


ordenada al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Los novios
se reservan para el matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal.
Debe ayudarse a crecer mutuamente en la castidad.

El adulterio: con esta palabra se designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una
mujer, cuando de los dos al menos uno este casado, establecen una relación sexual, aunque
ocasional, cometen adulterio. Cristo condena incluso el deseo de adulterio. Habéis oído que
se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola ya
cometió adulterio con ella en su corazón (Mt 5, 27-29). En el NT y el sexto mandamiento
prohíben absolutamente el adulterio. El les dijo: Quien repudie a su mujer y se case con otra,
comete adulterio contra aquella, y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete
adulterio (Mc 10, 11-12). Los profetas denuncian su gravedad, ven en el adulterio la imagen
del pecado de idolatría. Pues su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los concibió
cuando decía: Me iré detrás de mis amantes, lo que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi
lino, mi aceite y mis bebidas (Os2,7)

El adulterio es una injusticia. El que lo comete falta a sus compromisos. Lesiona el signo de
la alianza que el vínculo matrimonial. Quebranta el derecho del otro cónyuge y atenta contra
la institución del matrimonio, violando el contrato que le da origen. Compromete el bien de
la generación humana y de los hijos, que necesitan la unión estable de los padres.

 Esterilización.

Como método de control de natalidad no puede ser impuesto por ninguna razón política,
económica o cultural. De forma directa o indirecta. Tampoco ha de ser considerada, ni por la
pareja ni por instituciones como método ordinario y normal para controlar la natalidad. En
presencia de situaciones en que sea absolutamente necesario no procrear, y se hayan agotado
todas las posibilidades de otros procedimientos estrictamente anticonceptivos la
responsabilidad humana puede encontrar una solución adecuada a la esterilización.

La iglesia condena, como ofensa grave a la dignidad humana y a la justicia, todas aquellas
actividades de los gobiernos o de otras autoridades públicas, que traten de limitar de cualquier
modo la libertad de los esposos en la decisión sobre los hijos. Por consiguiente, hay que
condenar totalmente y rechazar con energía cualquier violencia ejercida por tales autoridades
a favor del anticoncepcionismo e incluso de la esterilización y del aborto procurado. Al
mismo tiempo hay que rechazar como gravemente injusto el hecho de que en olas relaciones
internacionales la ayuda económica para la promoción de los pueblos que esté condicionada
a programas de anticoncepcionismos, esterilización y aborto procurado.

 Contracepción.

La continencia periódica, los métodos de regulación de los nacimientos fundados en la


autoobservación y el recurso de los períodos infecundos son conformes a los criterios
objetivos de la moralidad. Estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el
diálogo, el afecto y el respeto entre ellos, favorecen la educación a una libertad auténtica.
Hay que excluir como intrínsecamente deshonesta toda acción que, o en previsión del acto
conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga
como fin o medio, hacer imposible la procreación.

Cuando los esposos mediante el anticoncepcionismo separan estos dos significados (el
unitivo y el procreador) que Dios creador ha inscrito en el ser del hombre y de la mujer y en
el dinamismo de su comunión sexual, se comportan como árbitros del designio divino de
manipulan y envilecen la sexualidad humana y con ella la propia persona del cónyuge,
alterando su valor de donación total. Así, al lenguaje natural que expresa la recíproca
donación total de los esposos, el anticoncepcionismo impone un lenguaje objetivamente
contradictorio, es decir, el no darse al otro totalmente, se produce no solo el rechazo positivo
de la apertura a la vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal
llamado a entregarse en plenitud personal.

 Paternidad responsable.

Los hijos deben ser fruto del amor maduro y responsabilidad de los dos cónyuges, no de la
instintividad e irresponsabilidad. El discernimiento y decisión de los esposos debe tener en
cuenta entro otros, el bienestar físico y psicológico, la estabilidad del hogar, las condiciones
de vida, la situación económica, el bien de os hijos ya nacidos, las condiciones de la sociedad.
La sociedad debe informar de los aspectos técnicos que en los cónyuges han de tomar la
opción procreativa.

Un aspecto particular de la responsabilidad en la procreación de los hijos se refiere a la


regulación de la natalidad. Por razones justificadas, los esposos pueden querer espaciar los
nacimientos de los hijos. En este caso deber cerciorarse de que su deseo no nace del egoísmo,
sino que es conforme a la justa generosidad de una paternidad responsable. Por otra parte,
ordenarán su comportamiento según los criterios objetivos de la moralidad: el carácter moral
de la conducta, cuando se trata de conciliar el amor conyugal con la transmisión responsable
de la vida, no depende solo de la sincera intención y la apreciación de los motivos sino que
determinarse a partir de los criterios objetivos tomados de la naturaleza de la persona y de
sus actos, criterios que conserven integro el sentido de la donación mutua y de la procreación
humana en el contexto del amor verdadero, esto es imposible si no se cultiva con sinceridad
la virtud de la castidad conyugal.

 Masturbación.

Con frecuencia se no hoy en duda o se niega expresamente la doctrina social según la cuan
la masturbación constituye un grave desorden moral. Se ponen argumentos sicológicos y
sociológicos para demostrar que es un fenómeno normal del desarrollo de la sexualidad,
sobre todo en los jóvenes, y que no se da una falta real y grave sino en la medida en que el
sujeto ceda deliberadamente a la autosatisfacción cerrada en si misma, entonces si que el acto
es radicalmente contrario a la unión amorosa entre personas de diferente sexo, siendo tal
unión, a juicio de algunos el objeto principal del uso de la facultad sexual.

Tal opinión contradice la doctrina y la práctica de la iglesia. Sea lo que fuere de ciertos
argumentos de orden biológico o filosófico de que se sirvieron a veces los teólogos, tanto el
magisterio de acuerdo con la tradición constante como el sentido moral de los fieles, han
afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente
desordenado. La razón principal es que el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las
relaciones conyugales normales contradice esencialmente su finalidad sea cual fuere el
motivo que lo determine. Le falta en efecto, la relación sexual requerida por el orden moral,
aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana
en el contexto de un amor verdadero. La tradición de la iglesia ha entendido con justo motivo,
que esta condenado en el NT (el acto de la masturbación) cuando se habla de impureza, de
lascivia o de otros vicios contrarios a la castidad.

La frecuencia del fenómeno en cuestión ha de ponerse indudablemente en relación con la


debilidad innata del hombre a consecuencia del pecado original, pero también con la pérdida
del sentido de Dios con la depravación de las costumbres engendra por la comercialización
del vicio, con la licencia desenfrenada de tanto espectáculos y publicaciones, así como
también por el olvido del pudor, custodio de la castidad.

La psicología moderna ofrece diversos elementos que pueden ayudar a la acción pastoral.
Ayuda a ver como la inmadurez de la adolescencia que a veces puede prolongarse más allá
de esta edad, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta
atenuando el carácter del acto y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave. Sin
embargo, no se puede presumir como regla general la ausencia de responsabilidad grave.

En la experiencia pastoral se deberá considerar en concreto si se emplean los medios


necesarios, naturales y sobrenaturales que la ascética cristiana recomienda en su experiencia
constante para dominar las pasiones y para hacer progresar la virtud.

Para emitir un juicio acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción
pastoral ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos el
estado de la angustia u otros factores psíquicos o sociales que reducen e incluso anulan la
culpabilidad moral.

 Aborto.

La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la
concepción. Desde el primer momento de su existencia el ser humano debe ver reconocidos
sus derechos de persona, entre los que están el derecho inviolable de todos ser inocente a la
vida.

Desde el siglo I la iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta
enseñanza no ha cambiado. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio
es gravemente contrario a ley moral. La cooperación formal a un aborto constituye una falta
grave. La iglesia sanciona si este se produce incurre en excomunión latae sententiae en las
condiciones previstas por el derecho (CIC 1323) con esto la iglesia no pretende restringir el
ámbito de la misericordia, lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño
irreparable causado al inocente a quien se da muerte a sus padres y a toda la sociedad.

El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento


constitutivo de la sociedad civil y de su legislación. Puesto que debe ser tratado como una
persona desde la concepción el embrión deberá ser defendido y atendido medicamente en la
medida lo posible como todo otro ser humano.

T) La doctrina social de la Iglesia.

Los elementos esenciales que describen y definen la naturaleza de la doctrina social cristiana
se encuentran de este modo: la enseñanza social de la iglesia se origina en el encuentro del
mensaje del evangelio y de sus exigencias con los problemas que surgen en la vida de la
sociedad. Las cuestiones que de este modo se ponen en evidencia llegar a ser materia para la
reflexión moral que madura en la iglesia a través de la búsqueda científica e incluso a través
de las experiencias de la comunidad cristiana, que debe confrontarse todos los días con
situaciones de miseria y sobre todo, con los problemas determinados por la aparición de y
desarrollo del fenómeno de la industrialización y de los sistemas de socio – económicos
relativos. Ella se proyecta sobre los aspectos éticos de la vida sin descuidar los aspectos
técnicos de los problemas para juzgarlos con criterio moral. Basándose sobre los principios
siempre validos lleva consigo juicios contingentes, ya que desarrolla en función de las
circunstancias cambiantes de la historia y se orienta esencialmente a la acción.

El conjunto o corpus de enseñanzas que posee la iglesia sobre los problemas de orden social.
Cronológicamente incluye las enseñanzas de: el pensamiento católico antes de los cambios
del s. XIX; León XIII (Rerum Novarum); Pío XI; Pío XII y Juan XXIII (Pacem in Terris);
Vaticano II (GS); Pablo VI (Populorum Progresio) y Juan Pablo II (Solicitudo Rei sociales y
Centesimus annus) mas algunos documentos recientes.

El adjetivo social engloba todo lo que se refiere a las relaciones entre los hombres dentro de
la sociedad. La DSI esta formada por las intervenciones de los papas en sus encíclicas
sociales y sus intervenciones en otras formas de magisterio, por las intervenciones de los
obispos y por las síntesis que los teólogos han hecho de las anteriores. Los responsables
principales son el Papa para la iglesia universal y los obispos para las iglesias locales.

1. Derechos humanos.

Es una formulación histórica nacida dentro de la etapa moderna de la cultura occidental que
recoge las experiencias básicas de la dignidad humana. La PT marca un hito en la aceptación
y asunción por parte de la iglesia del contenido de la Declaración Universal de los Derechos
humanos: en toda convivencia bien organizada y fecunda hay que colocar como fundamento
el principio de que todo ser humano es persona, es decir, una naturaleza dotada de inteligencia
y de voluntad libre y que por tanto de esa misma naturaleza directamente nacen al mismo
tiempo derechos y deberes que al ser universales e inviolables son al mismo tiempo
absolutamente inalienables.

Se constata la concordancia entre ambos textos; es la primera vez que el magisterio pontificio
hace una declaración de derechos humanos relativamente completa y sistemática. Aunque
los derechos humanos aparecen como realidad preferentemente jurídica, su misma noción
alude a otras dimensiones: vertiente histórica, sociológica y ética. Ellos son expresiones
históricas de la conciencia ética-jurídica de la humanidad. Decir que hay derechos humanos
en nuestro contexto histórico- espiritual equivale a afirmar que existen derechos
fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su misma naturaleza y
dignidad, que le son inherentes y que lejos de nacer de una concesión de la sociedad política
han de ser por esta consagrados y garantizados.

2. Trabajo humano.
La ética humanista y cristiana ha de resaltar la primacía del trabajo frente a cualquier otra
realidad económica, incluida la propiedad.

 El trabajo es una exigencia básica, sostén de la vida, perfeccionamiento de la persona


también tiene una dimensión religiosa.
 Exigencia ética: nadie se debe beneficiar a costa de otros. El capital debe estar en
función de la creación de nuevas fuentes de trabajo.
 Condiciones humanas: evitar el esclavismo; debe ajustarse a la persona que
desarrolle sus cualidades, alternando con tiempos de reposo y descansando para
fomentar otros valores.
 Exigencias éticas del trabajador: justa retribución, continua promoción, derecho a la
seguridad social, libre sindicalización, ahorro, inversión, propiedad privada.
 Contrato de trabajo: el trabajo no es una mercancía, es necesario que se encuentre
dentro de la licitud.
 Espiritualidad del trabajo: con el trabajo se participa de la obra del creador, en la
obra de Cristo redentor y su sentido está en la vivencia pascual.
 Salario: Cf. Trabajo.
 Sindicatos: Son los aceptados con algunos criterios a considerar.
 Finalidad: defender los intereses de los trabajadores en forma legítima. Es una
exigencia del derecho natural, cuya legitimación debe ser por personas imparciales,
independientes del poder ejecutivo.
 Deben estar auténticamente representadas y gozar de autonomía interna. Que tenga
canales para expresar la voluntad de los trabajadores.
 Se ejerza el libre derecho de asociación profesional.
 La Iglesia abierta a su evolución ofrezca modelos cuidando sus elementos
esenciales.
 Orientaciones éticas:
o Libertad de filiación, elección, formación de confederaciones, no
obligatorio, con reconocimiento de pluralidad sindical.
o Su campo de intervención no solo es la empresa sino abarca la sociedad en
cuanto interés del trabajador e incluso internacional.
o No es para la lucha de clases, sino para la estimulación de la colaboración
mediante acuerdos entre empresarios y trabajadores.
o Evitar abusos so pretexto de la defensa de los derechos.
o Evitar burocratización pragmatismo o plataformas ideológicas.
o Es una mediación en cuanto tal no es absoluto.

3. Economía.

Se interesa en el conjunto de las actividades humanas. Se peculiaridad reside en buscar los


medios para satisfacer las necesidades humanas a partir de la escasez de recursos que la
naturaleza ofrece. En su estructura subjetiva tiene las características de toda actividad
humana (autoconsciente, libre y responsable). Destaca su dimensión social.

Referencias que concretan el marco que condicionan la comprensión y praxis de la economía


desde el ethos cristiano:
 El hombre es el autor, el centro y fin de toda la actividad económica-social.
 La creación y redención como marco comprensivo de los bienes económicos ellos
son dones e Dios que requieren ser admitidos de la ambigüedad que tiene toda la
realidad y de la maldad que introduce el hombre en su actuación.
 Igualdad de derechos de toda la familia humana.
 Preferencia por el pobre.

Cuadro de criterios dinámicos 8ayudan a concretizar el marco de referencia para lograr una
introducción exacta del ethos cristiano en el mundo económico)

a) Positivos:
a. El destino universal de los bienes económicos.
b. La necesidad humana criterio de la actividad económica.
b) Negativos:
a. Prejuicios tabuísticos ante la realidad económica: la pobreza y la templanza
falsamente entendidas.
b. Utopías míticas ante la realidad económica: los mitos de la productividad y el
lucro.

4. La violencia y la liberación.
No se puede enfocar éticamente la violencia desde la legitima defensa, ni desde el prejuicio
de la legitimidad del orden establecido, ni desde la no distinción entre la violencia como
hecho y como método.

 No hay opción legítima entre la violencia y la no violencia; la violencia es un


contravalor. La violencia engendra violencia. El recurso sistemático y deliberado a la
violencia ciega venga de donde venga, debe ser condenado. El tener confianza en los
medios violentos con la esperanza de instaurar mas justicia es ser víctima de una
ilusión mortal. La violencia engendra violencia y degrada alhombre. Ultraja la
dignidad del hombre en la persona de las víctimas y envilece esa misma dignidad en
quienes la practican.
 La opción es un conflicto de violencias puede adoptar dos caminos legítimos, el de la
no violencia activa y el de la violencia como método de lucha por la justicia. La
legitimidad depende de la condición dialéctica de la violencia. Cada uno de los
caminos tiene su propio ethos. La primera ha de ser dinámica, combativa, realista; la
segunda ha de despertar los valores que persiguen las formas de violencia.
 En el ejercicio legítimo, algunas peculiaridades cristianas son el de eliminar el espíritu
de violencia, limitar escrupulosamente el uso de los medios.

Descernimiento ético de las principales formas:

 Violencia estructural (machismo): el conjunto de las estructuras que causan la


opresión e impiden que sea liberado de esta opresión. La ética cristiana las denuncias
como pecado. Es necesario introducir correctivos, moralizar la sociedad o
revolucionar las estructuras.
 Violencias frente al orden establecido (resistencias, rebelión, violencia
revolucionaria): son grupos de oposición al orden establecido con pretensión de
legitimidad social, ya que el orden establecido no garantiza la justicia. Lo mismo al
tiranicidio en el poder político. La resistencia al poder es posible si se considera
como un medio y no como un fin en si mismo; como medio debe ser con acciones
lícitas y que no proporcionen a la comunidad daños mayores de aquellos que quieren
reparar. El uso de tales medios no son incumbencia del clero ni de sus instituciones
(aunque no se descarta su concientización) ya que su función es la de unir y
reconciliar.
 Violencia revolucionaria (rebelión e insurrección): se constata como negativa,
aunque en ciertos casos es aceptada por la moral cristiana, sobre todo como último
recurso y en la búsqueda de la justicia y de la paz.
 Violencia subversiva (terrorismo y secuestro): no son aceptadas, antes son
condenadas. El secuestro y la toma de rehenes hacen que impere el terror y mediante
la amenaza ejercen intolerables presiones sobre las víctimas. Son moralmente
ilegítimos. El terrorismo, que amenaza, hiere y mata sin discriminación es
gravemente contrario a la justicia y a la caridad. La tortura que usa de la violencia
física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a
los que oponen satisfacer el odio, es contraria al respeto de la persona y de la
dignidad humana. Exceptuados los casos de prescripciones médicas de orden
estrictamente terapéutico, las amputaciones, mutilaciones o esterilizaciones
directamente voluntarias de personas inocentes son contrarias a la ley moral.

La liberación se basa en la libertad a su vez la libertad culmina en la liberación. La dimensión


soteriológica de la liberación no puede reducirse a la dimensión socio-ética que es una
consecuencia de ella. Al restituir al hombre la verdadera libertad, la liberación radical obrada
por Cristo le asigna una tarea: la praxis cristiana que es el cumplimiento del gran
mandamiento del amor. Este es el principio supremo de la moral social cristiana, fundada
sobre las recientes intervenciones del magisterio. Los grandes retos de nuestra época
constituyen una llamada urgente a practicar esta doctrina de la acción.

La libertad es:
 Constitutiva de las personas: es un don y tarea, se tiene y se es, es un quehacer.
 Tarea moral de la persona.
 Dinamismo orientador en el proceso moral de humanización.
 Parte de la estructura de la existencia cristiana: es una forma de comprender y orientar
la moral de los creyentes en Cristo.
 Es el dinamismo que empuja y orienta el conjunto del proceso moral.

5. La política y los partidos políticos.

En forma amplia es natural al hombre, en cuanto al bien común. Forma así la comunidad
política:

 Es necesario que esta tenga un poder representativo, que someta el orden moral y
busque la realización del bien común.
 En cuanto a las formas de poder, se busca que exista una pluralidad, sin embargo,
todas están regidas por un principio fundamental: la democracia. La iglesia aprecia el
sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los
ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de
elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente
de manera pacífica. Por esto mismo, no puede favorecer la formación de grupos
dirigentes restringidos que, por intereses particulares ni por motivos ideológicos
usurpan el poder del estado. Una auténtica democracia es posible solamente en un
estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana.
Requiere que se las condiciones necesarias para la promoción de las personas
concretas, así como de la subjetividad de la sociedad mediante la creación de
estructuras de participación y corresponsabilidad. A este propósito hay que observar
que, si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, para fines
de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo
variable o encubierto.
 Participación de toda la comunidad política.
 El estado es querido por la doctrina cristiana. Su función es la de servir a las personas
y grupos intermedios.
 Se tiende hacia la comunidad política internacional.
6. El estado y el bien común.

Estado: es una forma histórica de organización política que se caracteriza por los siguientes
rasgos: unificación y centralización del poder, secularización del poder, determinación
territorial del poder, objetivación del poder en el derecho. De estos rasgos surgen los
elementos constitutivos de la realidad del estado:

 El bien común como finalidad del estado: la comunidad política naca para buscar
el bien común en el que encuentra su justificación plena y su sentido del que su
legitimidad primigenia y propia.
 Configuración del estado por el derecho: el estado no es el derecho ni lo crea, ya
que este está vinculado a valores que trascienden el poder político. El derecho es
definido por el estado bajo las formas de leyes, reconociendo la fuerza como una
fuerza obligatoria de las costumbres respaldando la autoridad de las sentencias de
los jueces.
 La autoridad como constitutivo del estado: es indispensable una autoridad que
dirija la acción de todos al bien común obrando principalmente como una fuerza
moral que se basa en la libertad y en el sentido de responsabilidad de cada uno.

Bien común: es uno de los temas frecuentes del magisterio sobre el orden social. Es un punto
clave de la DSI. Es el bien de las personas en cuanto estas están abiertas entre sí a la
realización de un proyecto unificador que beneficia a todos. Asume la realidad de bien
personal y la del proyecto social en la medida en que las dos convergen en la comunidad. Es
el bien de la comunidad. Tienen un carácter pluralista, dinámico, intencional y objetivo,
totalizante e individual.

El bien común siendo superior al interés privado, es inseparable del bien de la persona
humana, comprometiéndose a los poderes públicos a reconocer, respetar, acomodar, tutelar
y promover los derechos humanos, y a hacer más fácil el cumplimiento de las respectivas
obligaciones. Por consiguiente, la realización del bien común puede considerarse la razón
misma de ser de los poderes políticos, los que están obligados a llevarlo a cabo en provecho
de todos los ciudadanos y de todo hombre, respetando una justa jerarquía de valores y los
postulados de las circunstancias históricas.

7. La educación y la escuela católica.

Es una realidad humana de notable complejidad. La conciencia ética de la humanidad ha


puesto de manifiesto el derecho de todo hombre a la educación. En la ética católica de la
educación ha cobrado gran importancia el problema de los sujetos de la educación. No solo
para sumir las responsabilidades en este campo sino para marcar las prevalencias en la
influencia y control de la educación. Lo que se discute en el fondo es la libertad de elección
en la educación y la pluralidad o unicidad en el sistema educativo.

Son muchas las instancias responsables de la educación todas aquellas que colaboran en su
realización (padres, estado, grupos ideológicos, profesores, alumnos). Estas instancias no
tienen la misma funcionalidad, no operan todas del mismo modo y sobre los mismos aspectos
de la educación. Criterios de responsabilización:

 Los padres: sujetos responsables de la educación 8elección del tipo de educación,


intervención en la gestión de escuelas).
 Ámbito de responsabilidad de los poderes públicos: garantizar el derecho de todos a
la educación, promover y velar por el buen funcionamiento de todo el sistema
educativo.
 Responsabilidad de particulares y entidades: tienen derecho a establecer y dirigir
escuelas dentro el respeto a los criterios generales de una educación auténticamente
humana y de acuerdo con las leyes.
 La comunidad educativa (profesores, padres y alumnos): sujetos de responsabilidad.

Criterios éticos del proyecto educativo:


1. Pluralismo democrático en la propuesta de proyectos educativos.
2. Opción ética por la educación liberadora.

Pautas y criterios para realizar el discernimiento moral sobre el sistema educativo:


1. Justicia (igualdad de oportunidades) y libertad (en la elección y en la constitución de
centros y proyectos educativos)
2. Servicio público frente a privatización y estabilización.
3. Sistema favorecedor del pluralismo en los proyectos educativos.
4. Tipo de educación que favorece (autoritaria, liberadora, de servicio, reproductora)

Escuela católica: lugar de humanización mediante la asimilación de la cultura. Lugar de la


promoción integral del hombre, mediante el encuentro con la propia cultura. Promoción en
donde prevalezca la actitud de investigación y de clarificación. Todo bajo el enfoque real de
la vida, cultivando valores humanos, poner de relieve la dimensión ética religiosa de la
cultura, cuestionando las aspiraciones actuales del mundo. Su visión no se queda reducida en
si misma, sino que se abre a la participación social de manera comunitaria.

IV. Derecho Canónico.

1. Derecho y deberes de los fieles cristianos (CIC 208-223)


 Por su regeneración en Cristo se da entre todos los fieles una verdadera igualdad en
cuanto a su dignidad y acción en virtud de la cual todos según su propia condición
y oficio cooperan en la edificación del cuerpo de Cristo.
 Obligación de los fieles de observar la comunión con la iglesia cumpliendo sus
deberes tanto con la iglesia universal como la particular, según lo establecido en el
derecho.
 Esforzarse según la propia condición por llevar una vida santa, así como incrementar
la iglesia y su santificación.
 Derecho y deber de trabajar en la difusión del mensaje divino.
 Obediencia cristiana a los pastores, en cuanto representantes de Cristo; derecho a
manifestar a los pastores las propias necesidades, derecho y deber en razón de su
competencia de manifestar a los pastores su opinión sobre aquello que pertenece al
bien de la iglesia.
 Derecho a recibir ayuda de caridad o piedad, a promover y sostener el apostolado.
 A la educación católica.
 Deber de ayudar a la iglesia en sus necesidades.
 De promover la justicia social y ayudar a los pobres.

2. De las obligaciones y derechos de los clérigos (CIC 273-289)


 Obediencia y respeto al Papa y al ordinario propio.
 Fomentar la misión de los laicos en la iglesia.
 Buscar la santidad, cumplir las tareas del ministerio pastoral.
 Ofrecer el sacrificio eucarístico.
 Asistir a los retiros espirituales y rezar la liturgia de las horas.
 Prudencia en el trato con las personas.
 Abstenerse en las acciones no relacionadas con su estado sin la autorización de su
ordinario.
 Llevar una cierta formación incluso después de ordenado.
 Residir en su diócesis.
 Vestir el traje clerical.
 No aceptar cargos públicos ni bienes sin autorización
 No participar de forma activa en los partidos políticos

3. Perdida del estado clerical (CIC 290-293)


 Una vez recibida la ordenación nunca se anula.
 Puede perder el estado clerical por sentencia jurídica, por pena de dimisión por
rescripto de la Sede Apostólica.
 La pérdida del estado clerical no lleva consigo la dispensa del celibato, solo lo
concede el Papa.
 El clérigo que ha perdido el estado clerical pierde los derechos propios de su estado
y solo puede ser adscrito de nuevo por SA.

4. Validez y licitud de los sacramentos.


 Los ministros administran los sacramentos solo a los fieles católicos.
 Los fieles solo los reciben lícitamente de los ministros católicos a no ser en caso de
necesidad.
 En caso de necesidad es permitido a los fieles recibir el sacramento de la penitencia
la eucaristía y unción de los enfermos de ministro son católicos en cuya iglesia son
válidos estos sacramentos.
 Los ministros católicos administras lícitamente la penitencia, eucaristía y unción de
los enfermos a los miembros de las iglesias orientales en no plena comunión con
Roma y a los demás cristianos en casos graves.

5. Intención en el ministro y en el sujeto de los sacramentos (CIC 840-848)


 Los sacramentos son instituidos por Cristo y recomendados por la iglesia.
 Solo la autoridad eclesiástica puede aprobar o definir lo que se refiere a su valides.
 Quien no ha recibido el bautismo no puede recibir los demás sacramentos.
 Para la plena iniciación cristina son necesarios los sacramentos del bautismo
confirmación y eucaristía.
 Los pastores n deben negar los sacramentos a quienes lo piden de modo oportuno,
bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho.
 Los pastores deben procurar preparar a los fieles a su recepción (evangelización y
catequesis)
 En la celebración de los sacramentos deben observarse los libros litúrgicos.
 Bautismo y confirmación imprimen carácter y no deben reiterarse.

6. Requisitos para ser admitidos al encargo de padrino de bautismo y la confirmación


(CIC 874-893)
 El candidato tiene que se elegido por el bautizado o por sus representantes.
 Haber cumplido 16 años.
 Ser católico y con lo sacramentos de la iniciación hechos.
 Llevar una vida de testimonio.
 No estar afectado por pena canónica.
 Que no sea madre ni padre del que se va a bautizar o confirmar.

7. Sacramento de la penitencia (CIC 959-966)


 Fe de la iglesia (CIC 959) en este sacramento los fieles confiesan sus pecados al
ministro legítimo, arrepentidos y con propósito de enmienda, obtiene el perdón de
Dios mediante la absolución.
 Se confiere válidamente (CIC 966) para absolver válidamente se requiere que el
ministro tenga potestad de orden y facultad de ejercerla.
 Efectos (CIC 959) el perdón, el arrepentimiento.

8. Celebración
 Ministro (CIC 965-966) sacerdote válidamente ordenado con potestad de jurisdicción
que se adquiere:
o Ipso iure: facultad de oír confesiones en todo el mundo por el Papa y los
obispos.
o Por concesión de la persona en el lugar de incardinación o donde tiene su
domicilio (el ordinario debe facultar por escrito)
 Extensión de la facultad, en los institutos el superior puede dar esta facultad para las
casas religiosas.

9. Deberes y derechos del confesor (CIC 967, 971, 973-986)


 Todo sacerdote absuelve válidamente a cualquier penitente que se encuentre en
peligro de muerte.
 Al oír confesiones hace las veces de juez y médico, ministros de justicia y
misericordia.
 Debe atenerse fielmente a la doctrina del magisterio y a las normas dictadas por
la autoridad competente.
 Debe interrogar con prudencia y discreción, no preguntar por el nombre del
cómplice.
 No le puede retrasar ni negar la absolución sin motivos.
 Se debe imponer una satisfacción saludable y conveniente.
 El sigilo sacramental inolvidable.
 Totalmente prohibido hacer uso en perjurio del penitente de los conocimientos
adquiridos en la confesión, aunque no haya peligro de revelación.

10. Penitente (CIC 987-992)


 Para recibir la absolución el penitente debe estar dispuesto rechazando los
pecados cometido y con propósito de conversión
 Obligado a confesar los pecados graves en especie y número, se recomienda la
confesión de los veniales.
 Obligado a confesarse al menos una vez al año de los pecados graves
 Se puede confesar con intérprete, pero sin abusos.
 Todo fiel tiene derecho a escoger el confesor que desee.

11. Preparación
 Según su conciencia, después del examen.

12. Tiempo (CIC 989, 1249-1253)


 Una vez al año. (uso de razón)
 Días penitenciales, ayuno y abstinencia, oración, obras de caridad y piedad.
 Los días penitenciales son todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
 Todos los viernes de cuaresma: abstinencia de carne y ayuno.
 Edad de abstinencia 14-59 años.
 En peligro de muerte todo sacerdote puede absolver cualquier pecado válidamente y
lícitamente.

13. En Necesidad (CIC 986,2)


 Si urge la necesidad todo confesor esta obligado a oír las confesiones de los fieles.

14. Lugar
 Propio: iglesia u oratorio
 Sede: la Conferencia Episcopal dará las normas para el confesionario.
 Santuarios: deben preocuparse por tener lugares para las confesiones.

15. Absolución general. (CIC 961-963)


 No puede darse la absolución a varios penitentes a la vez sin previa confesión
individual, excepto en peligro de muerte o en caso de grave necesidad.
 El penitente que ha recibido la absolución general esta obligado a confesarse
individualmente lo antes posible cuando tenga esa oportunidad.

16. Conexión con los otros sacramentos (CIC 916, 1065)


 Eucaristía: quien tenga conciencia de hallarse en un pecado grave no debe celebrar
la misa ni comulgar sin acudir antes a la confesión, a no ser si no tiene oportunidad
de hacerlo en este momento.
 Matrimonio: los católicos no confirmados deber ser confirmados antes de recibir el
sacramento del matrimonio. Para que reciban fructuosamente este sacramento se
recomienda acercarse a la penitencia y a la eucaristía.
 Unción de los enfermos.

17. Absolución de censuras y dispensas irregulares.


 Absolución del cómplice no es válida, solo en peligro de muerte.
 La solicitación: fuera del peligro de muerte, es inválida la absolución del cómplice en
un pecado contra el sexto mandamiento, el sacerdote que obra contra la prescrito en
el canon 977 incurre en excomunión latae sententiae reservada a la SA.
 La falsa denuncia: quien se acuse de haber denunciado falsamente ante la autoridad
eclesiástica a un confesor inocente del delito de solicitación a pecado contra el sexto
mandamiento del decálogo no debe ser absuelto mientras no retracte formalmente la
denuncia falsa y este dispuesto a reparar los daños que quizás se hayan ocasionado.
Quien denuncia falsamente ante un superior eclesiástico a un confesor, por el delito
de que se trata en el c. 1387 incurre en entredicho y si es un clérigo también en
suspensión.
 Casos reservados a SA y al obispo:
o Reservados a la SA:
o Profanación de las especies sagradas.
o Atentado contra el Papa
o El sacerdote que absuelve al cómplice.
o El obispo que confiere la consagración episcopal y el que la recibe sin
mandato del Sumo Pontífice.
o El confesor que viola el sigilo sacramental (quien los hace de forma indirecta
es castigado en proporción a la gravedad del delito)
o Quien comete homicidio, rapta o retiene en confrontación con el c. 1370, 2;
atentar contra un obispo.
o Casos reservados al obispo:
o El apóstata de la fe, el hereje y el cismático
o El aborto procurado y conseguido

18. Obligación del celibato sacerdotal


 El candidato al diaconado permanente que no este casado y el candidato al
presbiterado antes de ser admitidos al orden deben asumir públicamente el celibato.

Vous aimerez peut-être aussi