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U N I V E R S I D A D D

SAN MARTIN DE PORRES

FACULTAD DE MEDICINA
LABORATORIO DE FISIOLOGIA

ALUMNOS:

Riveros Picón Marcelo


Tenazoa López Briggety
Valderrama Durand Luz

HORARIO : Viernes 11:00 a.m. – 12:30 p.m.

TEMA : Neurofisiología

2019 – I
INTRODUCCIÓN
Los reflejos son respuestas automáticas de nuestro sistema nervioso ante ciertos
estímulos e indican la madurez neurológica de una persona.
Una parte de nuestro sistema nervioso entra en acción de forma inconsciente desde
el mismo momento del nacimiento, permitiendo realizar una serie de acciones
fundamentales para la vida, como por ejemplo, el mero hecho de respirar.
El reconocimiento de situaciones de peligro, por ejemplo, provoca la secreción de
una hormona llamada adrenalina, que desencadena, a su vez, los reflejos defensivos
y las actitudes agresivas para eludir o contrarrestar lo que nos está amenazando.
Además, los reflejos son un importante elemento de diagnóstico cuando son
provocados en el transcurso de un simple chequeo médico o de una exploración
neurológica. Así el conocido reflejo rotuliano, el que se realiza golpeando el tendón
a la altura de la rodilla y provoca la extensión brusca de la pierna, indica el estado
de la médula espinal lumbar. Igualmente, el reflejo pupilar, que consiste en la
contracción de la pupila ante un estímulo luminoso informa sobre el estado de
ciertas áreas del cerebro.
Todos ellos aportan datos sobre la existencia o no de lesiones orgánicas de origen
nervioso, secuelas traumáticas, grado de recuperación.
MARCO TEÓRICO

I. REFLEJOS Y COORDINACIÓN MOTORA

La unidad básica de la actividad refleja integrada es el arco reflejo. Este arco consta
de un órgano sensitivo, una neurona aferente, una o más sinapsis en una estación
integradora central, una neurona eferente y un efector. En los mamíferos, la
conexión entre las neuronas somáticas aferentes y eferentes por lo general se
encuentra en el cerebro o en la médula espinal. Las neuronas aferentes entran a
través de las raíces dorsales o los pares craneales y sus cuerpos celulares se hallan
en los ganglios de la raíz dorsal o en los ganglios homólogos de los pares craneales.
Las fibras eferentes salen a través de las raíces ventrales o los pares craneales
motores correspondientes. Se conoce como ley de Bell-Magendie el principio que
propone que en la médula espinal las raíces dorsales son sensitivas y, las ventrales,
motrices.
La actividad en el arco reflejo comienza en un receptor sensitivo con un potencial de
receptor cuya magnitud es proporcional a la fuerza del estímulo. Esto genera
potenciales de acción de todo o nada en el nervio aferente, y el número de
potenciales de acción es proporcional al tamaño del potencial generador. En el
sistema nervioso central (SNC), las respuestas también son graduadas en lo que
respecta a los potenciales postsinápticos excitadores (EPSP) y los potenciales
postsinápticos inhibidores (IPSP) en las uniones sinápticas. Las respuestas de todo o
nada son generadas en el nervio eferente. Cuando llegan al efector, de nuevo
establecen una respuesta graduada. Cuando el efector es músculo liso, las respuestas
se suman para producir potenciales de acción en el músculo liso, pero cuando el
efector es músculo esquelético, la respuesta graduada siempre es adecuada para
generar potenciales de acción que desencadenan la contracción muscular. La
conexión entre las neuronas aferentes y las eferentes suele ocurrir en el sistema
nervioso central, y la actividad del arco reflejo es modificada por los múltiples
impulsos que convergen en las neuronas eferentes o en cualquier estación sináptica
dentro del arco reflejo.
El arco reflejo más sencillo consiste en una sola sinapsis entre las neuronas aferente
y eferente. Tales arcos son monosinápticos, y los reflejos que ocurren en ellos se
denominan reflejos monosinápticos. Los arcos reflejos en los cuales una o más
interneuronas se hallan interpuestas entre las neuronas aferentes y eferentes se
conocen como reflejos polisinápticos. Un arco reflejo polisináptico puede tener
desde dos hasta 200 sinapsis.
Componentes del Arco reflejo

El arco reflejo está compuesto por varias estructuras, algunas son:

 Receptor
 Vía aferente
 Centro integrador
 Vía eferente
 Órgano efector

 Receptores

El receptor es la estructura encargada de captar el estímulo del medio, interno o


externo, y transformarlo en impulso nervioso, para luego entregar el impulso
nervioso a la vía aferente. Los receptores están constituidos por células o grupos de
células que se encuentran en los órganos, o en la piel; otras veces integran órganos
complejos, como los órganos sensoriales. En los receptores existen neuronas que
están especializadas según los distintos estímulos.

Ojo → Visión

Oído → Audición

Nariz → Olfato

Lengua → Gusto

Piel → Tacto, dolor, presión,etc


 Vía aferente o vía sensitiva

Esta vía nerviosa discurre desde la periferia del cuerpo hasta el centro,
habitualmente mediante conexiones interneuronales. Conduce los impulsos
nerviosos desde el Receptor hasta el sistema nervioso central.

 Centro integrador

El centro elaborador es la estructura encargada de elaborar una respuesta adecuada


al impulso nervioso que llegó a través de la vía aferente. La médula espinal y el
cerebro son ejemplos de algunos centros elaboradores.

 Vía eferente o motora

Está formada por neuronas motoras, cuyo soma se encuentra en el centro elaborador.
Es la encargada de transmitir los impulsos nerviosos hacia el órgano efector
(músculos y glándulas).Vías motoras. Cada vía motora visceral está constituida por
dos neuronas. El cuerpo celular de la primera neurona o neurona preganglionar se
localiza en el sistema nervioso central.

 Efectores

El efector es la estructura encargada de ejecutar la acción frente al estímulo. Los


efectores son generalmente regulados en gran parte por los reflejos. Los existentes
al nacer se denominan reflejos heredados; otros, adquiridos posteriormente como
resultado de la experiencia, se conocen como reflejos condicionados. La conducta
de un recién nacido depende en gran parte de sus reflejos innatos, como por
ejemplo, succionar la leche y afirmarse al seno de su madre. El acto reflejo permite
a nuestro cuerpo alejarse de cualquier objeto o sustancia peligrosa; al provocarse el
estímulo la parte comprometida se aleja antes de sentir dolor alguno.

Clasificación

Para la exploración se estudian cuatro grupos:


1- Reflejos profundos u osteotendinosos
2- Reflejos superficiales o cutáneos musculares
3- Reflejos de automatismo medular
4- Reflejos de postura y actitud
1- Dentro del primer grupo encontramos :
· R. rotuliano ó patelar
· R. Aquiliano
· R. del aductor mayor
· R. tibiofemoral
· R. estiloradial
· R. cubitopronador
· R. flexores de los dedos
· R. bicipital
· R. tricipital y olecraneano
· R. medio pubiano

· R. abdominales profundos
· R. nasopalpebral
· R. superciliar
· R. maseterino

2- Dentro del segundo grupo encontramos:


· R. corneano
· R. faríngeo
· R. abdominales profundos
· R. cremasteriano y el homólogo en la mujer
· R. plantar
· R. anal

3- El tercer grupo comprende :


· R. de los acortadores
· R. de los alargadores
· R. de alargamiento cruzado
· R. mass-reflex

4- En el cuarto grupo están:


· R. propioceptivos de Sherrington
· R. de acortamiento
· R. tónico profundo del cuello

II. REFLEJOS A ESTUDIAR

1- Reflejos profundos u osteotendinosos:

Es una respuesta motora involuntaria a un estímulo externo, caracterizada por la


contracción del músculo que se opone a un estiramiento provocado.

1.1. Rotuliano (cuádriceps)


El paciente debe estar sentado con las piernas péndulas o entrecruzadas. Se percute
sobre el tendón del cuádriceps por debajo de la rótula. La respuesta consiste en la
extensión de la pierna sobre el muslo.

1.2. Aquíleo (tríceps sural)

El paciente se acuesta boca abajo, se flexiona la rodilla del miembro inferior a


explorar y el pie en semiflexión dorsal. Se percute el tendón de Aquiles cerca de su
inserción en el calcáneo, en los alrededores del tobillo. La respuesta es una ligera
flexión plantar del pie.

1.3. Bicipital

El paciente flexiona el antebrazo en ángulo recto a la altura del codo. El examinador


coloca el índice o el pulgar sobre el tendón del bíceps braquial y percute el martillo
sobre su propio dedo. La respuesta es la flexión del antebrazo con ligera supinación
sobre el antebrazo.

1.4. Tricipital

El paciente flexiona el antebrazo formando un ángulo de 120 º con el brazo. Se


golpea con el martillo directamente sobre el tendón del músculo a la altura de su
inserción en el codo. La respuesta es la extensión del antebrazo sobre el brazo.

1.5. Maseterino

El paciente debe tener la boca semiabierta. El explorador coloca un pulgar sobre el


mentón del examinado y lo golpea con el martillo. La respuesta es una contracción
de los maseteros y temporales, lo cual lleva al cierre de la boca.

2. Reflejos superficiales o cutáneos musculares

Consisten en contracciones musculares evocadas por estimulación cutánea.

2.1. Corneano

Se exploran tocando la córnea o conjuntiva con un algodón o soplando ligeramente


en el ojo abierto. La respuesta normal es la oclusión brusca de los párpados lo que
indica que tanto la rama sensitiva (nervio trigémino) como la rama motora (nervio
facial) no están afectadas.

2.2. Faríngeo

Con el baja lenguas se procede a estimular la pared posterior de la faringe, la


respuesta será su contracción, en algunas ocasiones produce sensación de nauseas.

2.3. Reflejo pupilar de acomodación

Acto reflejo del ojo, siendo este el responsable del enfoque de objetos cercanos
luego de observar objetos distantes (y viceversa), que comprende cambios
coordinados en la convergencia, forma del cristalino y tamaño de la pupila. Este
depende del nervio craneal II (rama aferente del reflejo), centros superiores y de los
nervios craneales III.

2.4 Reflejo fotomotor

Consiste en la contracción de la pupila en respuesta a un estímulo luminoso. La


forma más fácil de comprobar este reflejo es proyectar la luz de una linterna sobre
un ojo y observar cómo disminuye el tamaño de la pupila. Esto se debe a la acción
de las vías aferentes del nervio óptico (par craneal II) y a la de las vías eferentes del
nervio motor ocular común (par craneal III).

3. PRUEBA CON DIAPASON

3.1. PRUEBA DE WEBER

La prueba de Weber es una de las varios test


que conforman la acumetría o prueba
audiológica con diapasones. Dentro de la
acumetría, los dos estudios más importantes
son la prueba de RINNE y la de WEBER.
Ambas son muy sencillas de realizar y además
son test que nos ayudan a determinar el tipo de
pérdida auditiva del paciente, de una manera
OBJETIVA y desde un punto de vista
cualitativo.
Cabe destacar, que el punto diferenciador de la
prueba de Weber es su objetividad.
El test de Weber es de utilidad en los casos de hipoacusias unilaterales o bilaterales
asimétricas, permitiendo comparar las vías óseas de ambos oídos.
El procedimiento para realizar dicho estudio es la colocación del diapasón en la
línea media de la cabeza o frente del paciente. Se hace vibrar el diapasón y se le
debe preguntar al paciente por dónde escucha el sonido.

Test de Weber:

 Weber no lateraliza: El paciente escucha centrado


 Weber lateraliza al oído derecho: El paciente escucha el sonido en el oído
derecho.
 Weber lateraliza al oído izquierdo: El paciente escucha el sonido en el oído
izquierdo.

Resultados del Test de Weber:

En personas con audición normal o con hipoacusia del mismo origen y simétricas el
Test de Weber no lateraliza.
En las hipoacusias de conducción el Test de Weber lateraliza al oído peor.
En las hipoacusias neurosensoriales el Test de Weber lateraliza al oído mejor.
Mientras todos los audiólogos (audioprotesistas) realizamos la audiometría como
‘madre de todas las pruebas’ para la valoración de la hipoacusia del paciente, esta no
deja de ser una prueba SUBJETIVA pero que es necesaria para cuantificar el grado
de la pérdida auditiva.

Por ello, la prueba de Weber, con su objetividad tan particular, debería ser una
prueba de obligado cumplimiento por el audioprotesista pero que por el contrario es
poco ejecutada.

3.2. PRUEBA DE RINNE

La prueba de Rinne es una prueba sencilla, que forma parte de la exploración


neurológica general, y sirve para valorar la audición mediante un diapasón.
Compara la transmisión de sonidos por el aire, con la que se produce por el hueso.

Para llevarla a cabo, el otorrino, o el audiólogo, aplica un diapasón en la apófisis


mastoides, el hueso del cráneo que está detrás de la oreja, y mide el tiempo que el
paciente escucha el sonido. Cuando cesa el sonido, se coloca el diapasón frente al
conducto auditivo, cronometrando también el tiempo que el paciente puede aún oír
el sonido mediante conducción aérea, es decir, a través del tímpano y la cadena de
huesecillos.
En caso de sordera de trasmisión, el paciente no es capaz de oír el sonido del
diapasón cuando se coloca junto al meato auditivo. La prueba se puede llevar a cabo
en orden inverso, siendo lo más importante determinar si el paciente oye mejor por
vía ósea o por vía aérea. Las personas sanas dejan de escuchar la vibración del
diapasón antes cuando éste está colocado en la mastoides, de forma que si se retira y
se coloca frente al oído, la siguen escuchando.

En cuanto a la valoración de resultados, se puede decir que la prueba de Rinne es


positiva si el paciente oye mejor por vía aérea. Es típico de las personas sanas o con
sorderas de percepción (neurosensorial), en cuyo caso la percepción por ambas vías
se ve disminuida.

El Rinne es negativo si el paciente oye mejor por vía ósea. Es típico de las sorderas
de transmisión (sugestiva de hipoacusia conductiva).

Las pruebas con diapasones, como la de Rinne, son sencillas y útiles: pueden
descubrir otitis media serosas,
asintomáticas en niños, y ayudan a
diferenciar las hipoacusias por defecto de
conducción aérea y ósea, de las sensoriales
por lesión neural. El ejemplo de los niños,
cuando se descubre, explica problemas de
bajo rendimiento escolar o dificultades
para dominar el lenguaje. En el caso de las
personas mayores, la presbiacusia es causa
de depresión y aislamiento social y, a
menudo, es ocultada por los pacientes. Las
pruebas con diapasones son sencillas y de fácil interpretación; dan información
cualitativa, a diferencia de la audiometría que la da cuantitativa.

III. COORDINACION MOTORA


El cerebelo es el órgano encargado de mantener el equilibrio y la coordinación de
los movimientos.
Se denomina un movimiento coordinado cuando el desplazamiento de un segmento
de un miembro o de todo el cuerpo responde en forma exacta, rápida y adecuada al
fin propuesto.
En la coordinación y el equilibrio son necesarias la conjunción armónica de cinco
factores: la sensibilidad propioceptiva, el componente vestibular, el cerebelo, el
componente visual y el área cortical respectiva.

IV. ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

La neurofisilogía los órganos de los sentidos es un tema de suma importancia, ya


que estos mecanismos van a ser los responsables de las diversas reacciones frente a
diversos estímulos como luz, dolor, sabores, sonidos y demás. Estos estímulos
permitirán que la persona identifique, analice y los usea en beneficio de defensa,
supervivencia, perpetuación de especie u otros.
Cuando olemos para distinguir un olor en particular las moléculas emitidas por las
sustancias viajan por el aire, el tamaño de las moléculas influye en el alcance del
olor, las moléculas más pequeñas llegaran más lejos, a esto se le denomina
volatilidad. Cuando las moléculas entran a la nariz viajan a una pequeña zona te
tejido denominada membrana olfatoria. La membrana olfatoria es muy pequeña y
está en la parte superior de la cavidad nasal, está compuesta de tejido amarillo
grisácea y cubierta de gruesa mucosa. En la membrana hay numerosas células
receptoras consideradas prolongaciones del propio cerebro. Realizada la asociación
entre la molécula y la célula receptora se crea un impulso nervioso. Este impulso ira
al cerebro a través de un hueso delgado de la frente llamado lamina cribiforme, bajo
esta lamina están los bulbos olfatorios, donde el impulso nervioso tendrá su primera
conexión con el cerebro. En el bulbo olfatorio hay estructuras llamadas glomérulos,
la función de estas estructuras es distribuir los impulsos nerviosos convergentes de
forma ordenada al cerebro. En el cerebro los impulsos nerviosos se distribuyen a
distintas áreas para su descifrado y percepción del olor. Se reconocen que el cerebro
humano puede distinguir más de 10.000 aromas distintos.

A. Sentido del Gusto

Las células relectoras del gusto, las papilas gustativas, están dispersas en su
superficie; estas son: caliciformes, foliadas y fungiformes. Cada una tiene un bulbo
gustativo sensible a uno de los cuatro gustos básicos; dulce, salado, ácido y
amargo. Las papilas caliciformes se agrupan en forma de uve en la porción
posterior de la lengua son responsables de los gustos amargo y acido. Las papilas
foliadas están en ambos lados da le lengua sobre las papilas caliciformes son
sensibles al gusto amargo. Las fungiformes son las mas abundantes cubren la punta
de la lengua y sus bordes extremos. Estas papilas son responsables de los sabores
dulces y salados.

Las papilas contienen un bulbo gustativo primario, formado por varias células que
se regeneran por uno de los tres nervios craneales cada 10 a 14 días. Algunas células
funcionan como receptores responsables de enviar información química de las
sustancias de la boca al cerebro.

Cada célula tiene una forma única, la forma química del alimento debe coincidir con
la forma del receptor para enviar una señal al cerebro, esto se le llama el “principio
de cerradura y llave”. La señal de la célula receptora viajara desde el nervio hasta
uno de los tres nervios craneales atravesara el sistema nervioso central donde las
regiones del encéfalo descifrarán la información química obteniendo un gusto
concreto. Hay que mencionar que el sentido de la vista y el sentido del olfato
ayudan a determinar el sentido del gusto, en nuestra parte experimental fue el sexo
femenino quien tuvo mayor sensibilidad en la prueba.
B. Sentido del Tacto
C. Sentido del Oído

Los sonidos son considerados vibraciones que viajan hacia el oído. La


porción externa del oído tiene forma hueca para recoger y canalizar las
numerosas vibraciones que se producen a nuestro alrededor. Las
vibraciones viajan a lo largo del conducto auditivo y colisionan con el
tímpano haciéndolo vibrar. Esta vibración produce el movimiento de tres
huesos ubicados en el oído medio; martillo yunque y estribo. El estribo al
moverse pasara la vibración a través de la ventana oval en el oído interno.
El oído interno se denomina laberinto porque tiene varias cámaras, hay dos
fluidos en el oído interno; la endolinfa y la perilinfa. La endolinfa ayuda a
mantener la orientación y el equilibrio y la perilinfa se encarga de la
recepción de las vibraciones.

Cuando las vibraciones chocan con la perilinfa se producen ondas de


presión que equivales a las del sonido. Las ondas de presión son las
encargadas de transmitir las vibraciones a la parte más delicada y compleja
del oído la coclea. La coclea vestida de hueso con forma de caracol y
contiene muchas células de pelo microscópico, las ondas de presión hacen
que los pelos se inclinen activando los impulsos nerviosos que continúan
hasta el nervio auditivo y a la corteza auditiva del cerebro. Es en la corteza
auditiva donde se reconoce finalmente la vibración se percibe como un
sonido.

D. Sentido de la Vista

Al mirar a nuestro alrededor los rayos de luz chocan y rebotan en los


objetos que nos rodean. Los rayos de luz que viajan normalmente en línea
recta penetran en el ojo y se desvían al pasar por la saliente cornea, este
proceso de desviación se llama refracción. Después de la refracción el iris y
la pupila regulan la luz. Los músculos del iris están constantemente
ajustando la cantidad de luz a la que esta expuesta la pupila. La luz que
pasa por la pupila seguirá su camino a través de las lentes del ojo. Las
lentes del ojo desvían aun más la luz y la invierten. Las lentes enfocan la
luz del objeto al fondo del ojo sobre una capa de nervios que forman la
retina, esta toma la luz y forma una imagen invertida. La retina se forma de
células sensibles a la luz denominadas bastones y conos.

El número de bastones es superior al de conos y su función primaria es


ayudarnos a ver con poca luz. Los conos contienen rodopsina, esta la
sustancia responsable de los colores y los detalles que vemos. La retina
transforma la imagen en impulsos eléctricos que viajan a través de los
nervios ópticos y sobre el quiasma óptico.
El quiasma tiene forma de X y permite que los impulsos viajen al lado
opuesto del cerebro en las cintillas ópticas. Ambas cintillas llevaran los
impulsos de ambos ojos de su distinta perspectiva visual hasta el tálamo.
En el tálamo los impulsos se encontraran con nervios que los transportaran
a la corteza visual del cerebro. Las perspectivas visuales del ojo derecho e
izquierdo se unen creando una imagen con forma clara y tridimensional.
E. Sentido del Olfato

Cuando olemos para distinguir un olor en particular las moléculas emitidas por
las sustancias viajan por el aire, el tamaño de las moléculas influye en el alcance
del olor, las moléculas mas pequeñas llegaran más lejos, a esto se le denomina
volatilidad.

Cuando las moléculas entran a la nariz viajan a una pequeña zona te tejido
denominada membrana olfatoria en la membrana hay numerosas células
receptoras consideradas prolongaciones del propio cerebro. Realizada la
asociación entre la molécula y la célula receptora se crea un impulso nervioso.
Este impulso ira al cerebro a través de un hueso delgado de la frente llamado
lamina cribiforme, bajo esta lamina están los bulbos olfatorios, donde el impulso
nervioso tendrá su primera conexión con el cerebro.

En el bulbo olfatorio hay estructuras llamadas glomérulos, la función de estas


estructuras es distribuir los impulsos nerviosos convergentes de forma ordenada
al cerebro. En el cerebro los impulsos nerviosos se distribuyen a distintas áreas
para su descifrado y percepción del olor. Se reconocen que el cerebro humano
puede distinguir más de 10.000 aromas distintos.

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