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Rubén Alfredo Yocelevzky Retamal

SALVADOR ALLENDE GOSSENS

En la Memoria de sus Hermanos Masones

En el Centenario su de Nacimiento

Compromiso - Constancia - Consecuencia


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C O N T E N I D O (Índice)

Capítulo I Introducción.- Pág. 4

Breve biografía: Origen familiar.


Compromiso social.
Historial masónico.

Capítulo II Su condición masónica. Pág. 12


Su pensamiento Masónico, Social y Político.-

Capítulo III Diez Documentos representativos de su pensamiento Pág. 17

A) Testamento masónico.-
B) Discurso en contra de la Ley Maldita.-
C) Intervención en la Logia Derechos Humanos Nº 100.-
D) Agradecimientos por distinción masónica internacional.-
E) Petición de carta de Retiro Voluntario.-
F) Carta al diario El Mercurio.-
G) Exposición en la Logia Franklin Nº 27.-
H) Alocución en la Gran Logia de Colombia.-
I) Carta a Patricio Aylwin Azocar.-
J) Discurso de Despedida del 11 de Septiembre de 1973.-

Capítulo IV Recuerdos y Homenajes en la Masonería.- Pág. 55


(Después de su Paso al Oriente Eterno).

Homenaje en la Logia Hiram Nº 65.-


Homenaje en la Gran Logia de Chile.-

Recuerdos personales de algunos hermanos.-

Anécdota en el Hospital Militar.-


El Médico Salubrista, Masón y Político.-
El Presidente y el día 11 de Septiembre de 1973.-
Sincronía Allendista.-

Capítulo V La Respetable Logia Salvador Allende Nº 191.- Pág. 71


Acta Fundacional.-
Los Fundadores.-
Acta de Instalación Constitucional.-

Capítulo VI Reflexiones finales.- Pág. 79


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PREVIO…

…a la lectura de este trabajo quiero compartir con el lector mis agradecimientos


a quienes aportaron con un grano de arena y, otros, con parte de los cimientos
que construyen el total. Fueron partes de la historia, documentos, anécdotas,
informes, datos y trabajo personal.

Debo dar las gracias a mis queridos hermanos Roberto Pliscoff Vásquez, Pedro
Bacigalupe Otero, Raúl Castro Varela, Fernando Muñoz Porras, Víctor Oñate
Meyer, Benedicto González Vargas, Alfredo Apey, Jaime Martínez Tapia y a mi
hija Paola.

El destino de lo escrito es mantener y profundizar la memoria que tenemos del


Venerable Hermano Salvador Allende Gossens, pero, el ideal es el conocimiento
que de él, y de su pensamiento, tengan las próximas generaciones. Estas
futuras generaciones las quiero representar en mis nietos Daniela, Karina,
Pablo, Cristóbal, Alex y Nicolás, de mayor a menor, que espero que de adultos
sean concientes lectores.
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CAPITULO I

I N T R O D U C C I O N

“Venerable Maestro": Pero, ¿Lo hemos perdido para siempre?

“Hermano Vigilante”: Sus formas visibles se desvanecen, pero nos


queda su nombre y su memoria, y el ejemplo de sus virtudes y
de su benéfica acción.

(Texto tomado del Ceremonial Fúnebre, de sepultación, de nosotros los Masones)

Ha habido hombres, ya fallecidos, cuyos nombres permanecen en la memoria


colectiva de los pueblos, algunos de ellos se recuerdan con admiración y
respeto; y cuando estos recuerdos y atributos pasan de una generación a otra,
este hecho transforma su recuerdo en el paso a la historia.

Esta reflexión nace de observar, a treinta y cinco años de su Paso a Decorar el


Oriente Eterno (que es como llamamos en masonería al fenómeno de la
muerte) del Querido Hermano Salvador Allende Gossens, vemos su rostro
aparecer en poleras, afiches, fotos y otros tipos de recuerdos artesanales que
circulan entre jóvenes y adultos en muchos lugares de nuestro país. De este
recuerdo popular y masivo nacen muchas de las acciones de propaganda y
manifestaciones políticas de los partidos de la izquierda tradicional, como
también las imágenes de los actos de la mayoría de los grupos de la izquierda
extra parlamentaria.
Por otra parte está el recuerdo de sus Hermanos Masones, el cual no es
unánime, ni mucho menos institucional. Es por que allí, en nuestra Orden
Masónica, es donde existe la mayor y mejor posibilidad de disentir del
pensamiento del otro, sin que esto sea motivo de ningún comentario, ni de
manifestación alguna, que pueda alterar o romper la fraternal convivencia entre
Hermanos y así cada cual mantener sus recuerdos.
Es un hecho de la causa que en el ser nacional la mayoría de nuestros
compatriotas viven anclado en el pasado con demasiado interés que, en
múltiples oportunidades, enturbia la mirada y no deja vislumbrar el futuro. Hoy
nos parece natural, y a casi nadie preocupa, conservar las diferencias entre los
partidarios de O’Higgins y Carrera, y cada grupo vive casi ignorando al otro,
preocupado de sus propias actividades. La muerte del Presidente José Manuel
Balmaceda Fernández, en 1891, todavía encuentra a partidarios y detractores,
más o menos informados de aquellos hechos, quebrando lanzas por sus
posiciones. La separación de la iglesia católica del Estado de Chile es un
acontecimiento que se quedo en el papel, por que es olvidado a cada momento
por los interesados miembros de ese grupo religioso que continúan pidiendo y
logrando prebendas con cargo a las arcas fiscales, como son la mayoría de sus
acciones de caridad y educación, que resultan al final financiadas en una buena
parte por todos los chilenos, como también ocurre con el financiamiento de los
profesores que imparten clases de religión católica, a la cual es requisito
renunciar expresamente en los liceos municipalizados para que un niño no las
enfrente como una obligación curricular. Quienes tienen la obligación de cumplir
y hacer cumplir la Constitución Política del Estado, en este tema de la
separación del Estado de Chile de la iglesia católica, parecieran no percatarse
de los voluminosos ejemplos de muestras antes detallados.
Hoy resulta sorprendente, curioso, extraño y casi jolgórico, ver como los
políticos, herederos del Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973, fiscalizan
el abastecimiento de leche para entregar en los consultorios a los niños, que es
una de las medidas del Gobierno Popular de Salvador Allende que se conserva
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e incrementa; o como se discute el gasto de los recursos fiscales; o la


eliminación de impuestos con cargo a estos fondos originados en el alto precio
internacional del Cobre, pero nadie recuerda que la Nacionalización de la
Minería del 11 de julio de 1971, es uno de los legados más importantes del
Gobierno del Querido Hermano Allende. Estos son solamente botones de
muestras de las profundas fallas de la memoria nacional, de cómo y cuando se
generaron las determinaciones de gobierno que se transformaron en derechos
adquiridos de todos los chilenos.
Cuando a fines de septiembre de 1991 en el Centro de Exalumnos del Instituto
Nacional, que yo presidía, celebramos una Reunión Solemne de Recuerdo del
Presidente Balmaceda en el centenario de su muerte, el homenaje se lo
encomendamos al Exalumno y Profesor de Historia don Carlos Fredes Aliaga y
de esa ocasión recordaremos un párrafo que es el mayor ejemplo de síntesis de
la Historia de Chile. Cito:…”en la historia de Chile hay tres hombres que
son las bisagras de los mayores y más duros cambios de nuestra
sociedad, cuya vida y muerte violenta causaron enfrentamientos y
derramamientos de sangre que nadie olvida. Diego Portales Palazuelos,
José Manuel Balmaceda Fernández y Salvador Allende Gossens, los tres
fueron Alumnos del Instituto Nacional por cortos períodos de sus vidas
escolares.” En este párrafo se refleja cuanto representa la muerte de Salvador
Allende Gossens; pero hoy resulta indiscutible que el solo nombre de Salvador
Allende Gossens sigue siendo controvertido y controversial y su presencia, y su
peso, en la Historia Nacional ya nadie discute.
La vida pública, política, sindical y masónica de Salvador Allende tiene su
origen, sin duda alguna, en el ejemplo de sus mayores y en la educación que le
dieron: laica, tolerante y democrática. Durante su vida recibió varios
calificativos, más o menos simpáticos pero, el que siempre lo acompaño, dicho
casi siempre con tono despectivo por sus detractores, fue el de “EL PIJE”, y
esto por sus hábitos de formalidad en el trato y en el vestir. Cuando uno revisa
la formación familiar de Salvador Allende, sus orígenes, su educación, sus
herencias familiares (que no fueron económicas, sino morales e intelectuales)
se encuentra con una persona que creció y se desarrollo en medio de una
familia con formación social decimonónica y con severas restricciones
económicas. Todos los ancestros de Allende, desde el período de la
Independencia en adelante fueron y trabajaron como miembros del aparato del
Estado de Chile siempre en posiciones de primera línea, su bisabuelo, su abuelo
y su padre. Su madre, doña Laura Gossens, tenía una educación dada por las
formas sociales de su progenitor, nacido en Bélgica. Todo esto reducido a un
sobrenombre que, en el lenguaje de quienes sufren falta de instrucción o de
imaginación, se asimila a lo que por años escuchamos como referencia a los
pequeño burgueses, también conocidos como clase media instruida y muy
formal.
Recordar al Presidente Allende parece ser solo un ejercicio político militante o
emocional. El tener en la Memoria al Querido Hermano Allende implica no solo
recordarlo, sino que, tener siempre presente lo que motivó su pensar, su decir
y su actuar como un líder formado en los Principios, Valores e Ideales de la
Masonería, que fueran las bases de su presencia y acción en la vida pública
nacional y que son los rescates que deberán motivar las conductas actuales de
quienes pretendemos proyectar su Pensamiento Masónico, que lo encontramos
a todo lo largo de su vida y que emerge en cada uno de sus discursos,
intervenciones públicas, en reuniones partidarias, Proyectos de Ley, y con
mayor fuerza, en sus actividades logiales.
El paso del tiempo nos obliga, cada día, a reconocer los pilares de nuestro
pensamiento, de nuestros dichos y de nuestra conducta. Es en estas
preocupaciones que debemos reconocer cuanto pesó en nosotros la vida, obra y
muerte del Venerable Hermano Salvador Allende y como permanece en la
memoria, individual y colectiva de quienes fuimos no solo espectadores, sino
que actores concientes o inconscientes, de su Gobierno, que corresponde a uno
de los períodos más complejos de la vida ciudadana de nuestro país.
Después de treinta y cinco años de ocurrido el Paso al Oriente Eterno de
nuestro Venerable Hermano Salvador Allende, aún permanece fresco, en la
memoria de muchos de nosotros, el recuerdo del líder político cuya presencia
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marcó cuarenta años del quehacer nacional, desde 1933 hasta 1973, y que
luego de la tragedia del 11 de septiembre de 1973 ya nadie discute que ocupa
un lugar preponderante en la Historia de Chile.
El propósito de este trabajo es rescatar la memoria que del Venerable
Hermano Salvador Allende Gossens tenemos los que hoy, treinta y cinco años
después de su Paso a Decorar el Oriente Eterno, de lo que fue su vida marcada
por los Principios, Valores e Ideales de la Francmasonería Especulativa, que en
nuestro país es conocida como la Gran Logia de Chile, y que en sus recuerdos
y análisis representan lo que algunos de nosotros hemos guardado y que, con
motivo de el Centenario de su nacimiento, queremos compartir respetuosa y
serenamente en el marco de lo que fue su:
C o m p r o m i s o, Constancia y Consecuencia.

La masonería no es una secta ni es un partido; esta frase, y que es una idea


central, está en la Declaración de Principios de la Gran Logia de Chile y es uno
de los pilares de la existencia de nuestra Orden. Resulta indispensable tener
esta idea presente cuando, desde fuera de nuestra Orden, se critica la falta de
compromiso institucional en algún sentido particular, independiente de que se
trate. Al interior de nuestra Orden, que nosotros definimos como un
microcosmos, pensamos que se refleja la sociedad toda. La enorme diferencia
estriba en que, sin enfrentamiento, sin descalificaciones, sin odiosidades, con
fraternal respeto y con real tolerancia, podemos convivir quienes tenemos
diversos pensamientos e ideales a lo largo de siglos, pendientes del
mejoramiento individual y tratando de influir en la sociedad toda por el bien de
la humanidad, y en particular, de los más desamparados.
Lo antes descrito es una intención, la realidad es que, como todo grupo
humano, la masonería no es perfecta; solo aspiramos a la perfección y en el
camino, como en todo lo que hace el hombre, también se muestran
pequeñeces.
En esta realidad se inserta la memoria que del Venerable Hermano Salvador
Allende existe. Su recuerdo permanece vivo y se refleja desde hace algunos
años en la existencia de la Respetable Logia Salvador Allende Nº 191, en el
Oriente de Santiago, integrante de la Gran Logia de Chile.
En las páginas siguientes intentaremos mostrar al Hermano Salvador Allende
Gossens, primero, en una biografía breve de su origen familiar, su compromiso
social y su historial masónico. Daremos una mirada a su condición masónica,
siempre regular y activa, y a su pensamiento masónico, social y político. Lo
antes señalado pretendemos representarlo con 10 documentos que van desde
1935 hasta 1973 de los cuales reproducimos lo que, después de su análisis y
estudio, resulta para nosotros lo más relevante. Luego de su Paso al Oriente
Eterno hubo recuerdos y homenajes en su memoria, no muchos, que pasaron
inadvertidos fuera del ámbito masónico. El recuerdo del Venerable Hermano
Salvador Allende Gossens, el que cada uno de sus hermanos tiene, lo
presentaremos con cuatro aportes. Lo daremos sinópticamente con una
anécdota; un médico recuerda la acción profesional de su colega como médico
salubrista; la visión de quién fuera un niño el 11 de septiembre de 1973 y hoy
miembro de la Logia Nº 191; el recuerdo del 11 de septiembre de 1973 en el
Palacio de La Moneda escrito por uno de los sobrevivientes. Finalizaremos con
el mayor y mejor hito de su memoria entre sus hermanos, la fundación de la
Logia que lleva su nombre como distintivo.
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BIOGRAFÍA

DEL QUERIDO HERMANO SALVADOR ALLENDE GOSSENS

Origen Familiar

Hijo de Salvador Allende Castro y de Laura Gossens Uribe, nace en Santiago


Salvador Allende Gossens el 26 de junio de 1908, siendo el quinto de seis hijos
que tuvieron sus padres. Los primeros hijos del matrimonio Allende Gossens
fueron: Salvador, que muere a los tres años de edad; luego nace Laura que
también muere, pero a los nueve años. Después nacen Alfredo e Inés, y como
un reto a lo ocurrido con los dos hijos mayores, se repiten los nombres con los
dos hijos menores, Salvador y Laura.
Su madre, Laura Gossens Uribe, es hija del matrimonio de Arsenio Gossens,
emigrante belga que, radicado en Lebu, se casa con Laura Uribe. Su padre,
Arsenio Gossens, comerciante y católico militante, se opone a las Leyes Laicas
(Registro Civil, Matrimonio Civil y Cementerios Laicos promulgadas por el
Presidente Domingo Santa María González en 1884) junto al cura párroco de
Lebu. El matrimonio Gossens Uribe con sus hijos Arsenio y Laura se traslada de
Lebu a Valparaíso cuando la zona es victima de una epidemia de cólera. Es en
Valparaíso donde se conocen Laura Gossens Uribe con Salvador Allende Castro,
entonces oficial de Ejército en el arma de Caballería, empleo que abandona,
como todos los oficiales Balmacedistas, para estudiar leyes Santiago, luego de
recibir su Título de Abogado regresa al puerto para casarse con Laura Gossens.
Salvador Allende Castro, ya titulado de Abogado, es funcionario del gobierno y
en calidad de tal debe viajar constantemente por el territorio nacional, lo que
hace que la educación de su hijo, Salvador Allende Gossens se cumpla en
establecimientos de Valdivia, Santiago, Valparaíso e Iquique, y también hace
que este tenga desde pequeño conocimiento de lo que eran las realidades
sociales y económicas entre los distintos lugares de Chile, como lo recuerda
cuando viaja siendo parlamentario por diferentes regiones, junto con cumplir su
autoimpuesta obligación de visita las Logias existentes en todos los puntos de
país cuando estuviese en ellos.
Su padre, Salvador Allende Castro, quién también es Hermano Masón, es hijo
de Ramón Allende Padín, (abuelo de Salvador Allende Gossens) quién nace en
Valparaíso el 9 de marzo de 1845 y pasa a Decorar el Oriente Eterno el 14 de
Octubre de 1884, a los treinta y nueve años de edad, y a los cinco meses de
haber sido elegido Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, el 4 de
junio de 1884, año en que se aprueban y promulgan las llamadas Leyes Laicas,
las Leyes de Registro Civil, de Matrimonio Civil y de Cementerios Laicos, en
cuya discusión y aprobación participó activamente el Senador Allende Padín.
En su corta vida Ramón Allende Padín es educado en el Instituto Nacional y es
en la Universidad de Chile donde hace su carrera y obtiene su Título de Médico
Cirujano. El doctor Allende Padín milita en el Partido Radical y en su
representación es elegido Diputado y Senador, ocupa el cargo de
Vicepresidente de la Cámara de Diputados; funda la primera Escuela Laica de
Chile, en Valparaíso, con el nombre de Blas Cuevas, en memoria de su amigo y
Hermano Masón de origen peruano y miembro de la Respetable Logia Progreso
Nº 4 del Valle de Valparaíso, quién lo acompañó en su quehacer por los más
desposeídos, y que hoy funciona, municipalizada, como Escuela Blas Cuevas-
Ramón Allende. Luego de participar en el rescate de las victimas del Incendio
del Templo de la Compañía, el 8 de diciembre de 1863, tragedia que provoca la
Fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago, el Doctor Allende Padín
ingresa como voluntario a la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago. En
marzo de 1879 deja su cargo de Senador para aceptar el nombramiento de Jefe
de los Servicios Sanitarios del Ejercito en Campaña que le extiende el
Presidente Aníbal Pinto Garmendia, al que renuncia en 1881, sin haber recibido
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sueldo por los servicios prestados. Las acciones filantrópicas del Doctor Allende
Padín provocan que al Pasar a Decorar el Oriente Eterno deje como única
herencia su ejemplo de vida y los principios por él vividos.
El bisabuelo del Venerable Hermano Salvador Allende Gossens, (padre del
doctor Allende Padín) es José Gregorio Allende Garcés, quién junto a sus
hermanos José Ramón Allende Garcés y José María Allende Garcés, participan
activamente en las luchas por la Independencia de Chile. Los hermanos José
Ramón y José María Allende Garcés integraron el Regimiento Húsares de la
Muerte que fuera la reorganización de las fuerzas de caballería(cuyo origen es
el regimiento del mismo nombre fundado antes por José Miguel Carrera
Verdugo) efectuada el 23 de marzo de 1818 por el Coronel Manuel Rodríguez
Erdoíza, regimiento que en múltiples ocasiones fue comandado por el propio
Manuel Rodríguez Erdoíza, al que se recuerda en la Historia de Chile como “El
Guerrillero”. Este regimiento fue cuestionado políticamente por cuanto la
mayoría de los reclutados por Manuel Rodríguez fueron partidarios de José
Miguel Carrera Verdugo. Cuando el Querido Hermano Bernardo O’Higgins
Riquelme asume el cargo de Director Supremo de la Nación, José Gregorio
Allende Garcés aparece en la Historia de Chile como el Jefe de la Guardia
Personal de O’Higgins. Es indudable que la amistad y la confianza existente
entre Bernardo O’Higgins Riquelme y José Gregorio Allende Garcés es muy alta
y se refleja en la decisión tomada por este último de acompañar a O’Higgins en
su viaje al exilio en el Perú y permanecer acompañándolo durante ocho años,
regresando a Chile en 1831.
Cuando miramos con el prisma de estos breves pincelazos las tres generaciones
anteriores a la del Venerable Hermano Salvador Allende Gossens en su familia
por la línea paterna es posible pensar, sin temor al error, que los Principios,
Valores e Ideales Masónicos como son los tan conocidos de Libertad, Igualdad
y Fraternidad nunca fueron una novedad para el Presidente Allende, como
tampoco lo deben haber sido los principios de Laicismo, Tolerancia y
Democracia. Desde los tiempos de su bisabuelo, José Gregorio Allende Garcés,
estos temas aparecen presentes en los pensamientos de todos los hombres con
que compartieron sus ancestros. Recordemos que el Querido Hermano
Bernardo O’Higgins Riquelme fue Iniciado Masón en España antes de regresar a
Chile y el Querido Hermano José Miguel Carrera Verdugo fue Iniciado Masón en
los Estados Unidos y ambos acontecimientos ocurren antes del Cabildo Abierto
del 18 de septiembre de 1810.
La breve reseña anterior es lo que, familiarmente, moldea los principios,
valores e ideales del Venerable Hermano Salvador Allende. El remezón que
asusta y conmueve a todos los santiaguinos la noche del 25 de enero de 1939 y
que tanto destrozo y muerte causa en la ciudad de Chillán que sufre este
terremoto, cambia el destino de Salvador Allende. Esa noche conoce a la
Profesora de Historia y Geografía Hortensia Bussi Soto con la contrae
matrimonio en 1940. De este matrimonio nacen sus tres hijas, Carmen Paz en
1941, Beatriz en 1942 e Isabel en 1945.

Compromiso Social y Vida Pública

El Compromiso Social marca la vida de Salvador Allende Gossens desde su


adolescencia. El ejemplo familiar del “Rojo Allende”, como motejaron a su
abuelo cuando era candidato al Parlamento en Valparaíso, por el interés con
que se preocupaba y defendía la causa de los desposeídos es recordado y
admirado por el nieto. Debió ser un recuerdo muy fuerte en la familia y en su
entorno, cuando recordamos que Salvador Allende Gossens nace 24 años
después que su abuelo Pasa a Decorar el Oriente Eterno. El otro hito en la
formación de su preocupación social él lo reconoce en su relación con el
carpintero y anarquista Juan Demarchi en Valparaíso, más o menos en 1922 o
1923, cuando tiene unos 14 años. Como estudiante de Medicina entre los años
1926 y 1932, comienza sus actividades como líder de sus compañeros, cuando
es elegido Vicepresidente de la FECH y trabaja como profesor, sin renta, en una
escuela para adultos que mantiene la misma Federación, y luego, como
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presidente del Centro de Alumnos de Medicina, es elegido representante de los


estudiantes ante el Consejo Universitario.

El año 1932 depara un par de experiencias muy duras para el joven Salvador
Allende Gossens, dirigente estudiantil. Luego de pronunciar un discurso en una
manifestación político-estudiantil es detenido y encarcelado junto a su hermano
mayor Alfredo par ser procesado por una Corte Marcial. Mientras estos
acontecimientos los pasaban los hermanos Allende Gossens en la Cárcel, el
padre, Salvador Allende Castro era consumido por una gangrena en la única
pierna que le quedaba, y muere en los primeros días de septiembre de 1932.
Salvador Allende Gossens logra permiso de su condición de preso, y es en el
funeral de su padre donde se compromete públicamente a consagrar su vida en
la lucha social, el resto es historia conocida, de la que haremos solo una
cronología:

1933.-Participa en la Fundación del Partido Socialista junto Ex Gran Maestro


Eugenio Matte Hurtado, y los hermanos masones Marmaduke y Jorge
Grove, Eugenio González, Juan Gómez Millas entre otros
1936.-Es relegado a La Calera por seis meses por orden del gobierno de Arturo
Alessandri Palma.
1937.-Elegido Diputado por los Departamentos de Quillota y Valparaíso.
1939.-Designado Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social del

Gobierno del Presidente Pedro Aguirre Cerda.

1943.-Secretario General del Partido Socialista en el Noveno Congreso General


Ordinario.

1945.-Elegido Senador por las Provincias de Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén


y Magallanes.

1948.-Participa en forma destacada en la creación del Colegio Médico de Chile.

1949.-Es elegido Presidente del Colegio Médico de Chile. Ocupa el cargo por
cinco años consecutivos, hasta 1953.-

1951.-Vicepresidente del Senado desde el 3 de julio de 1951 hasta el 15 de


mayo de 1953

1952.-Candidato a la Presidencia de la República. Es electo Carlos Ibáñez del


Campo.
1953.-Elegido Senador por las Provincias de Tarapacá y Antofagasta..
1955.-Vicepresidente del Senado desde el 25 de mayo de 1955 hasta el 15 de
mayo de 1957

1958.-Candidato a la Presidencia de la República. Es electo Jorge Alessandri


Rodríguez.
1961.-Elegido Senador por las Provincias de Aconcagua y Valparaíso.
1964.-Candidato a la Presidencia de República. Es electo Eduardo Frei
Montalva.

1966.-Presidente del Senado desde el 27 de diciembre de 1966 hasta el 15 de


mayo de 1969.

1969.-Elegido Senador por las Provincias de Chiloé, Aysén y Magallanes.


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1970.-Elegido Presidente de la República el 4 de Septiembre de 1970.

Asume el día 3 de noviembre de 1970. Su Mandato Constitucional

debe terminar el 3 de noviembre de 1976.

1973.-Pasa a Decorar el Oriente Eterno el día 11 de septiembre de 1973, por su


propia voluntad, luego de negarse a entregar el Mando Supremo de la
Nación a la junta militar golpista que asume el poder de facto. Su cuerpo
es sepultado, privada y sigilosamente, por orden de la dictadura, en la
tumba de la Familia Grove en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar
con prohibición de colocarle lapida con su nombre.

La muy breve cronología antes detallada es un continuo de vida política pública,


dedicada al cumplimiento de sus compromisos e ideales, con el expreso
propósito de cumplir la obligación auto impuesta de consagrar su vida a las
reivindicaciones de los que menos tienen, asumida en el funeral de su padre.
En esta breve reseña hemos omitido todo lo que fue su vida y acción partidista
en la tienda política que él ayudara a fundar, el Partido Socialista, por ser esa
actividad distante de nuestros templos.
En esta continua actividad política hay un hecho anecdótico que siempre es
pasado por alto. En las Campañas Presidenciales en que fue derrotado por sus
contrincantes políticos enfrentó, en los tres casos, a Hermanos Masones que
postulaban en representación de otras corrientes ideológicas. En 1952 el
candidato Carlos Ibáñez del Campo era Masón. En la elección de 1958 era
Masón el candidato Luís Bossay Leiva. El tercer caso en 1964 el candidato Julio
Durán Nueman era un Masón en sueño

Historial Masónico

El Doctor Salvador Allende Gossens es invitado a postular a la Orden Masónica


por su amigo el Dentista Jorge Grove Vallejo en 1934, (Jorge Grove es hermano
del doctor Eduardo Grove Vallejo quién es casado con su hermana Inés Allende
Gossens y es hermano de Marmaduke Grove Vallejo, que también es masón en
actividad). Pero no solo sus cuñados son masones, Salvador Allende Gossens es
hijo, sobrino y nieto de masones. Su padre, Salvador Allende Castro nacido en
1869 es iniciado como masón el 10 de junio de 1890 a los 21 años de edad en
la Logia Justicia y Libertad Nº 5; en esta mismo Logia recibe el Segundo Grado
Simbólico de Compañero el 30 de mayo de 1892 y es exaltado al Tercer Grado
Simbólico de Maestro Masón el 10 de agosto de 1894. Su tío Ramón Allende
Castro, hermano menor de su padre, nacido en 1870, fue iniciado masón a los
20 años de edad el día 17 de junio de 1890 en la misma Logia Justicia y
Libertad Nº 5 donde, igual que su hermano Salvador, recibe los Tres Grados
Simbólicos. Su abuelo Ramón Allende Padín es iniciado masón en la Logia
Aurora Nº 6 de Valparaíso en 1874, a los 19 años de edad; se afilia a la Logia
Justicia y Libertad Nº 5 del Valle de Santiago –Logia en que serán iniciados sus
hijos- y llegó a ocupar la máxima jerarquía de la masonería chilena, el 4 de
junio de 1884 cuando fue elegido Serenísimo Gran Maestro de la Orden,
pasando a Decorar el Oriente Eterno el 14 de octubre de 1884.
Con esta historia masónica familiar la invitación que recibe del hermano de su
cuñado es naturalmente aceptada. En una tenida celebrada el 17 de noviembre
de 1934 por la Respetable Logia Progreso Nº 4, del Valle de Valparaíso aparece
en el Saco de Proposiciones la postulación. Esta Proposición cumple con los
trámites reglamentarios y el sábado 16 de noviembre de 1935 se cumple con la
Iniciación del Postulante Salvador Allende Gossens en un Tenida que preside el
Venerable Maestro Jorge Grove Vallejo. Desde ese momento y hasta el instante
en que pasa a Decorar el Oriente Eterno, el Querido Hermano Salvador Allende
no olvida ni abandona su condición de Masón.
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Es en esta misma Respetable Logia Progreso Nº 4 donde recibe su Aumento de


Salario al Segundo Grado Simbólico, el de Compañero. Los compromisos de su
actividad política hacen que traslade su residencia a la ciudad de Santiago,
debe abandonar su Logia Madre y solicita su Afiliación a la Respetable Logia
Hiram Nº 65, a la que se incorpora el día 8 de noviembre de 1940. Es en esta
Logia donde permanecerá el resto de su vida masónica y donde es Exaltado al
Tercer Grado Simbólico, el de Maestro Masón, el día 31 de octubre de 1945.
Como Maestro Masón recibe la confianza de sus Hermanos de Logia los cuales
le entregan responsabilidades de Oficial del Taller durante los años siguientes,
como detallamos a continuación:

 1946-1947. Miembro del Tribunal de la R:.Logia Hiram Nº 65.


 1948-1949. Diputado de la R:.L:.Progreso Nº 4 ante la Asamblea de la
 Gran Logia de Chile.
 1949-1950. Primer Vigilante de la R:. Logia Hiram Nº 65.
 1950-1951. Venerable Maestro de la R:. Logia Hiram Nº 65 y Miembro
 Permanente de la Asamblea de la Gran Logia de Chile.
 1951-1952. Ex Venerable Maestro de la R:. Logia Hiram Nº 65.

 28 de octubre de 1955. La Benemérita Orden de los Constructores
 Masones, que es un poder masónico independiente
 y americanista, fundado en la ciudad de París en
 1777 y radicado en la ciudad de La Habana desde
 1817, tiene como razón de ser la real
 comunicación entre masones de diferentes países
 para colaborar con el bienestar de los pueblos,
 inviste como Caballero de la Orden al Venerable
 Hermano Salvador Allende Gossens y a otros dos
 masones chilenos.

 21 de junio de 1965. Solicita su Carta de Retiro Voluntario de la Orden
 pidiéndola por escrito a las autoridades de su
 Logia, Hiram Nº 65, en más de 10 páginas de
 fundamentación.

 5 de agosto de 1965. La Logia Hiram Nº 65 informa por escrito del
 rechazo de la petición por acuerdo unánime del
 Taller, haciendo suyos los planteamientos que
 se detallan en la petición.

28 de noviembre de 1970. Las autoridades de la Gran Logia de Chile lo


reciben en una Tenida Extraordinaria en el Gran
Templo de la Casa Masónica para homenajearlo
por haber asumido la Presidencia de la República.

11 de septiembre de 1973. Pasa a Decorar el Oriente Eterno, por su


propia voluntad.
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CAPITULO II

SU CONDICION MASONICA
SU PENSAMIENTO MASÓNICO, SOCIAL Y POLITICO

Para entender como y por qué el Hermano Salvador Allende Gossens


permanece en la memoria de sus Hermanos Masones, después de 35 años de
haber pasado a Decorar el Oriente Eterno, es menester conocer el pensamiento
masónico, social y político que sustentó a lo largo de sus 38 años de vida
masónica. En todos estos años siempre manifestó en Logias, y fuera de ellas,
su manera personal de ver al hombre, de ver la vida, de ver la realidad de la
sociedad, sus críticas y, desde luego, su visión de las soluciones.
Salvador Allende Gossens ingresa a la masonería, por medio de su Iniciación, el
día sábado 16 de noviembre de 1935. Desde ese día se perfecciona en lo que
son los Principios, Valores e Ideales de la Francmasonería Universal, que en
general ya le eran conocidos a la luz de sus dichos y actuaciones anteriores a
esa fecha. Los fundamentos de su pensamiento masónico estarán presentes
desde entonces en sus dichos y en sus actos, en toda su vida, hasta el día
martes 11 de septiembre de 1973.

En un ejercicio de síntesis respecto de lo que es la base del pensamiento


masónico y social recordemos la conocida tríada de

LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD,

que forma parte de la Declaración de Principios de la Gran Logia de Chile, que


es la base de nuestros principios, valores e ideales masónicos y que,
reiteradamente, la encontramos en los dichos y en las conductas del Hermano
Salvador Allende Gossens.
De igual manera, ahora, en su conducta tanto masónica como en la vida
pública y política es reconocible, paso a paso, la tríada:

LAICISMO, TOLERANCIA Y DEMOCRACIA.

Para tener una idea de lo profundo que fueron en su pensamiento los Principios
Masónicos, el respeto a los Valores Masónicos y la vivencia de sus Ideales
Masónicos, como motor de su quehacer en el mundo profano, es decir en su
vida pública, hemos recogido parte de sus dichos en diferentes ámbitos; hemos
seleccionando algo de sus escritos e intervenciones, públicas y masónicas, a lo
largo de esos 38 años, que nos muestran en plenitud como vivió la tríada que
hoy es el lema de la Respetable Logia Salvador Allende Nº 191 del Valle de
Santiago de Chile:

COMPROMISO, CONSTANCIA Y CONSECUENCIA.


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El resultado de la herencia familiar, el sentido social existente en su familia, el


peso del recuerdo del Serenísimo Gran Maestro Ramón Allende Padín, el Rojo
Allende, lo que conoció junto al anarquista Demarchi, las vivencias como
dirigente estudiantil universitario, el entorno que lo impulsa a participar en la
fundación del Partido Socialista -en un rápido recorrer cronológicamente su
vida- tienen como punto de inflexión su ingreso a la Orden Masónica, donde
reconoce las bases de lo conocido en su formación y, ahora, les da forma
enfrentado a la docencia masónica que le entrega un nuevo bagaje de
herramientas, visiones humanistas y racionales frente a la vida; todo esto es el
gran marco de su pensamiento masónico, social y político que encausa su vida.

La más brillante síntesis de lo que fue el pensamiento masónico, social y


político del hermano Salvador Allende Gossens es, sin duda alguna, el párrafo
que aquí recordamos:
”…si yo creo en la Fraternidad que me enseñaron en los Templos, si yo
creo en la Igualdad que me enseñaron en los Templos, si yo pienso que
es cierto que en los Templos me hablaron de Libertad, yo no me
imagino que pueda haber Fraternidad en un mundo donde el poderoso
aplasta al pequeño desde el punto de vista de la correlación de fuerzas
de los países. Yo no creo que pueda haber Fraternidad entre los
hombres mientras pueblos viven desangrando a otros pueblos que son
hoy, por culpa de aquellos, económicamente débiles”.

Esta reflexión del hermano Allende forma parte de la Exposición Programática


efectuada en la Logia Franklin Nº 27, el martes 14 de abril de 1970, y se
incluye en los documentos que más adelante analizamos y reproducimos.

Una situación política propia de la lucha presidencial del año 1970 es una
crónica del diario El Mercurio, del día sábado 4 de abril de ese año, que planteó
públicamente que el Hermano Salvador Allende Gossens era un masón inactivo
y fuera de la Orden. El mismo diario El Mercurio publicó 3 días después, el
martes 7 de abril de 1970, la carta en que el propio Hermano Salvador Allende
Gossens rectifica la información y, además, recalca enfáticamente su adhesión
a los Principios y Postulados de la Masonería y a la Gran Logia del Chile.

Esta publicación del día 4 de abril de 1979 del diario El Mercurio, causó dudas y
extrañezas en muchos Hermanos a lo largo de todo el país; lo que significó una
enorme cantidad de consultas a la oficialidad de la Logia Hiram Nº 65, a la que
pertenecía el Hermano Allende. Las dudas y consultas motivaron que el
Venerable Maestro de dicha Logia enviara a sus iguales de todo Chile, que
habían consultado, una carta que aclaraba la situación, y que decía:

“Al respecto, nos es grato informaros de que el Querido Hermano


Salvador Allende Gossens es miembro activo y regular, además de
Miembro Honorario, de nuestra Respetable Logia Hiram Nº 65, y que
goza de la plenitud de todos sus derechos masónicos”.

El reconocimiento de su condición de masón activo tiene su momento más que


destacado cuando, el día 28 de noviembre de 1970 es invitado a una solemne
reunión de la Gran Logia de Chile, celebrada en el Gran Templo de la Casa
Masónica, para recibir el homenaje de sus Hermanos por su reciente investidura
con Presidente de la República.

En aquella oportunidad fue recibido por el Serenísimo Gran Maestro René


Garcia Valenzuela, quién presidió la reunión, y que manifestó en sus palabras
de bienvenida las siguientes ideas:

Los acontecimientos que reúnen a la Gran Logia de Chile en Tenida


Extraordinaria adquieren un indudable valor histórico. Mayores relieves
alcanzan las luces de la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza; abrir el Libro de la Ley
y colocar el Compás de los conceptos universales y la Escuadra de la justicia
social.
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Se refiere al motivo fundamental de la reunión: recibir al Ilustre y Querido


Hermano Salvador Allende Gossens, a quién sus conciudadanos honraban con
el derecho de cruzar su pecho con la banda presidencial y usar la piocha de
O’Higgins.

Luego señala la larga actuación masónica del Venerable Hermano Allende, que
le permitía saber perfectamente que todo homenaje francmasón tiene
características que lo apartan de otras costumbres donde el interés, el adulo y
hasta el engaño son argumentos que a menuda se emplean.

Recalcó que el país necesita hoy, más que nunca, educación en una norma de
sacrificio que le permita pagar su deuda insoluta con la humanidad; que hemos
vivido mejor de lo que nuestros medios permitían y que la época que se
avecina habrá de ser más dura para todo aquel que la analice sin un optimismo
ciego y desquiciador.

Dijo el Serenísimo Gran Maestro, con énfasis, que la Francmasonería como alto
poder moral y docente, y el Francmasón como ciudadano de selección y de
elevada influencia social, están obligados a ayudar a nuestro pueblo a
encontrarse a si mismo y a buscar afanosamente el camino de su liberación.
Para ello recomendó a nuestros Hermanos y Talleres el estudio de cuantos
problemas se refieren a la vida humana, al margen de las pasiones y de
círculos, con el interés que solo el método de trabajo masónica es capaz de
suministrar.

Se dirigió a continuación al Venerable Hermano Allende para significarle el


delicado y difícil cometido que se entrega a su responsabilidad, el cual es
apreciado y compartido de sobra por la Francmasonería Chilena.

Manifestó el Serenísimo Gran Maestro que conocíamos el Programa de Gobierno


del Venerable Hermano Allende y que le deseábamos suerte para cumplirlo.
Expresó nuestra fundada esperanza de que el gobierno multidisciplinario que
los acontecimientos le impelen a hacer, en que dejará predominar una línea de
libertad y progreso, y que los principios francmasónicos le servirán de útil
inspiración para realizar. Aludió luego al postulado de libertad de conciencia, de
pensamiento y de juicio, vida normal al abrigo de temores, mantención del
régimen democrático como forma de convivencia cultural, impulso del estado
docente dentro de un principio de laicismo, aplicable también a todas nuestras
instituciones estatales; viejas aspiraciones que la francmasonería viene
impulsando en diferentes sitios del globo, de suyo conocidas por el Ilustre
Hermano Allende y a quién, una vez más, recomendábamos con fraternal
encarecimiento.

Llamó, acto seguido, a estrechar nuestras manos y a contraer el simple pero


difícil compromiso de la fraternidad, nada más ni nada menos. Como lo mejor
y lo más puro que podemos brindar a nuestro Hermano Allende en calidad de
ofrenda fraterna.

Agregó que ha venido repitiendo que nadie puede presumir de haber


incorporado nuestra enseñanza a su personalidad iniciática si no sabe ganar,
si no sabe perder. Luego agregó, nuestra patria estará más segura si la Orden
estrecha filas y fortifica su cohesión fraternal.

Por último, nuestro Serenísimo Gran Maestro expresó:


“Con humildad masónica, mi muy Querido Hermano Salvador Allende, miembro
de esta Alta Cámara, Presidente del pueblo de Chile, contraigo a nombre de mi
Obediencia el compromiso de allegar a vuestra acción toda la fraternidad que
me sea posible y que quiero sellar anticipadamente con un abrazo muy
estrecho y fraternal”.

El mejor camino pera lograr el objetivo de comprender la presencia del


Hermano “Salvador Allende Gossens en la Memoria de sus Hermanos
Masones” es leer las exposiciones en que refleja sus pensamiento, para lo cual
les entregamos un trabajo en que hemos seleccionado sus expresiones a lo
largo de toda su vida masónica.
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Este trabajo fue efectuado estudiando, analizando y seleccionando, sus dichos


párrafo a párrafo, sobre diez documentos en que deja constancia de su
pensamiento masónico el hermano Salvador Allende Gossens. Estos
documentos son: Uno del año 1935, otro de 1948, dos de 1955, uno de 1965,
dos de 1970, uno de 1971 y dos de 1973.

El comienzo de estas manifestaciones de su pensamiento masónico lo


representaremos con la copia textual de su Testamento Masónico, escrito y
firmado por él, el 16 de noviembre de 1935; este documento nos muestra las
bases de su formación juvenil que, indiscutiblemente, estaba influenciada por el
pensamiento masónico de su entorno familiar. Cuando escribe estas breves
líneas tiene 27 años; tres años antes al sepultar a su padre se autoimpone el
compromiso de dedicar su vida a la lucha social por los más débiles, ya
reflejada en su participación, en abril de 1933, en la fundación del Partido
Socialista

Luego reproducimos una parte de las argumentaciones de su rechazo al


Proyecto de Ley de Defensa de la Democracia, conocida como la LEY MALDITA,
el 18 de junio de 1948, en el Senado de la República. Su argumentación de
rechazo de la iniciativa del Poder Ejecutivo es en nombre propio y en nombre
de los Senadores Socialistas, pero, lo primero que plantea es el origen de sus
propias convicciones y postulados, la base doctrinaria de su pensamiento
humanista, socialista, racionalista, y como utiliza el método del materialismo
dialéctico en la expresión de sus planteamientos, motor de sus actividades.
Después de 60 años su discurso es de absoluta vigencia. En esta pieza oratoria
el Hermano Salvador Allende hace un despliegue de la argumentación sostenida
por Abdón Cifuéntes cuando el naciente Partido Conservador, que se enfrentaba
a los Parlamentarios Liberales, es acusado de ser sectario e intolerante,
usándolos él, ahora, en defensa del Partido Comunista. Igual cosa ocurre en
esta oportunidad con los dichos de las jerarquías de la iglesia católica cuando,
en forma corporativa, defiende el derecho de los obreros para asociarse en la
defensa de sus necesidades y de sus intereses de clase, creando sindicatos, los
cuales son amenazados con ser conculcados sus derechos por el proyecto de
ley en discusión en aquella oportunidad. Culmina su discurso con un recuerdo
de su abuelo, el Doctor Ramón Allende Padín, Diputado y Senador del Partido
Radical. En este discurso el Hermano Allende ocupó, prácticamente solo, dos
Sesiones continuas del Senado en un mismo día; la primera fue de 16,00 a
19,00 horas y la segunda de 19,00 a 21,00 horas. Durante estas sesiones
aceptó 17 interrupciones y, en todos los casos, respondió a ellas.

En la masonería no existen los temas prohibidos, ni los tabúes, para poder


tener una discusión ilustrada. Así es como debemos entender la exposición que
el Hermano Allende hizo el 26 de agosto de 1955 en la Logia Derechos
Humanos Nº 100, donde fue invitado a disertar sobre:”El problema de las
materias primas y su repercusión en la economía nacional”. Lo que incluimos es
una versión del acta de la reunión referida, tomada por el Secretario de la
Logia, que diera motivo a unas calurosas felicitaciones al término de la reunión,
por la claridad de lo expuesto y lo documentado del expositor. En esta
oportunidad presentó un panorama tributario, una descarnada visión de la
situación del Salitre y, sintéticamente, una proposición en la que es fácilmente
reconocible un esbozo de lo que fue, 15 años después, su Programa de
Gobierno en 1970.

Luego recogemos sus expresiones de agradecimiento por la designación de


Caballero de la Orden de los Constructores Masones, el 28 de octubre de 1955;
reconocimiento masónico a su labor internacional a favor de los desposeídos.
Esta distinción es entregada por un Poder Masónico internacional a contados y
destacados Hermanos en América Latina, en esos años con sede en La Habana.

Sus profundas reflexiones y el permanente espíritu crítico del Hermano


Allende, en los círculos en que desarrolla sus actividades masónicas, lo llevan a
pedir su Carta de Retiro Voluntario el día 21 de junio de 1965 y que fue
rechazada el 5 de agosto de 1965 por la unanimidad de las autoridades de su
Logia, la Hiram Nº 65; hace, en esta carta, una magnifica descripción de los
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Principios, Valores e Ideales de la Masonería, de cómo los internalizó y de cómo


está comprometido con ellos; como ha estado participando activamente en la
Gran Logia de Chile, como le gustaría que fuera el quehacer de nuestra Orden,
sus personales críticas, y, por sobre todo, su preocupación por el futuro
institucional y el futuro de los más desposeídos.

Sus dichos en un programa de televisión fueron motivo de variopintas


interpretaciones que, en la mayoría de ellas, lo distanciaban de nuestra
Augusta Orden. La carta en que responde a El Mercurio, el martes 7 de abril de
1970, es una reiteración de su condición de masón inclaudicable, activo y
vigente en nuestra Orden.

Una intervención de antología es su improvisación de más de 70 minutos en la


Logia Franklin Nº 27, el martes 14 de abril de 1970; el texto grabado en una
antigua cinta magnética fue guardado en Francia hasta el retorno de la
democracia en la década de 1990, cuando fue, por primera vez, trascrito
después de más de 20 años. En esta oportunidad nuestro hermano Salvador
Allende Gossens hace gala de la solidez de su pensamiento, con absoluta
transparencia establece lo que pretende con su aspiración a la Presidencia de la
República, y cual es el respaldo que siente al enfrentar dicho desafío; al
establecer cual es la plataforma que lo sustenta hace una mención en que
anticipo su propio final. “El programa de la Unidad Popular no es un
programa socialista, ni es un programa comunista, ni es un programa
radical, ni es un programa de los mapucistas, ni de los
socialdemócratas ni del API. Es un programa de todos los que en este
pedazo de la historia patria creemos que es indispensable para crear un
nuevo orden y evitar que el actual orden tenga que mantenerse sobre
ríos de sangre y sobre cientos de cadáveres”.

La notable exposición de la realidad de su gobierno efectuada en la Gran Logia


de Colombia, el 28 de agosto de 1971, es una radiografía de lo que era la
realidad de Chile, ya con tropiezos que marcan rumbo al golpe de estado.

Los tensos meses y días anteriores al 11 de septiembre de 1973, fueron una


prueba constante en lo que es la firmeza de sus Principios, Valores e Ideales.
Un documento notable de sus esfuerzos para lograr llevar a puerto a su
Gobierno fue el diálogo con el Senador y Presidente del Partido Demócrata
Cristiano, Patricio Aylwin Azocar, comunicaciones sin respuestas. El mejor
espejo de la situación que vivía el país, en un solo documento, es la carta
enviada por el Hermano Allende, en el marco de ese diálogo, y que fue
publicada por el diario La Nación el jueves 23 de agosto de 1973, escasos días
antes del golpe de estado. Notable resulta encontrar en ella el fondo de los
planteamientos hechos por el Hermano Allende en su participación en la Logia
Derechos Humanos Nº 100, el 26 de agosto de 1955, es decir, 18 años antes.

Para terminar, el texto integro de su Discurso de Despedida trasmitido por


Radio Magallanes el 11 de septiembre de 1973. Esta es una improvisación
efectuada solo algunas horas antes de Pasar a Decorar el Oriente Eterno en la
que anticipa cual será su fin.

Todo lo antes enunciado lo reproducimos en la selección de documentos e


intervenciones, y de sus expresiones, tanto en el interior de nuestra Orden
Masónica como en lo que es el mundo público en el cual desarrollaba su vida
política.
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CAPITULO III
DIEZ DOCUMENTOS REPRESENTATIVOS DE SU PENSAMIENTO

*** *** ***

TESTAMENTO MASÓNICO DEL Q:.H:. SALVADOR ALLENDE

Escrito el sábado 16 de noviembre de 1935 al ser iniciado como masón, en


Valparaíso.
El documento original es guardado por la Respetable Logia Progreso Nº 4, de
Valparaíso.

1.- ¿Cuáles son los deberes del hombre para con sus semejantes?

El hombre es sólo un engranaje del conglomerado social; por lo


tanto, su vida debe estar a su servicio, o sea al servicio de sus
semejantes.

2.- ¿Cuáles deberes tiene para consigo mismo?

El de organizar su existencia de acuerdo con una concepción clara de


sus obligaciones, deberes y derechos, que están sujetos a los
deberes y derechos de los demás.

3.- ¿Qué memoria desearías dejar de vos mismo después de vuestros días?

La de haber cumplido la obligación que me impusiera, de haber sido


útil a la sociedad, impulsando cada día su perfeccionamiento
espiritual, moral y material.
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EXTRACTO DE LA INTERVENCIÓN EN LA SESIÓN DEL SENADO EN


QUE FUNDAMENTE SU VOTO EN CONTRA DEL PROYECTO DE LEY
DE DEFENSA DE LA DEMOCRACIA EL 18 DE JUNIO DE 1948
Los párrafos, uno a uno, de este extracto están copiados textuales del
Boletín de Sesiones del Senado de la República

Sesión 14ª (Legislatura Ordinaria) en viernes 18 de junio de 1948.


Celebrada de 16.00 a 19,00 horas.

*** *** ***

El señor Alessandri Palma (Presidente).-Tiene la palabra el Honorable señor


Allende.
El señor Allende.- Señor Presidente, señores Ministros, Honorables colegas:
La trascendencia y la importancia de este debate no escapa al criterio de
ningún ciudadano de esta República, y yo entro a él, por mandato del Partido
Socialista, con profunda tranquilidad de conciencia, a la vez que con una honda
inquietud de espíritu. Mi tranquilidad de conciencia emanada de haber
mantenido siempre en este aspecto una misma línea, una misma conducta y un
mismo pensamiento, nacidos en nuestra convicción ideológica y sostenida
invariablemente a lo largo de los años en que me ha correspondido actuar en la
vida pública. Mi profunda intranquilidad de espíritu proviene de que esta ley, a
mi juicio, barrena las bases fundamentales en que se sustenta la organización
democrática del País, en términos tales que su repercusión tendrá alcances
políticos, sociales y económicos de extraordinaria trascendencia.
Las disposiciones contenidas en este proyecto, señor Presidente, son una
verdadera bomba atómica caída en medio de nuestra convivencia social,
asentada en largos años de una efectiva tradición democrática.
Yo me temo que al ser aprobado, tarde o temprano, han de provocarse serios
trastornos. Basta considerar las reiteradas y constantes opiniones contrarias a
su aprobación que surgen, no solo de diversas tiendas políticas, sino también,
de los gremios y sindicatos de obreros, empleados públicos, empleados
particulares y estudiantes.
Insisto señor Presidente: la iniciativa del ejecutivo es una bomba atómica caída
en medio de nuestros principios, hábitos y costumbres republicanas.
Paso ahora, Honorable Senado, a exponer mis observaciones y mis reflexiones,
agrupándolas en cuatro aspectos esenciales: posición filosófica del socialismo;
nuestra opinión frente a los discursos que ha oído la Corporación, breva síntesis
del panorama internacional y nacional, y un análisis de las principales
disposiciones contenidas en la iniciativa legal en discusión.
Señor Presidente, los socialistas somos marxistas sin atenuación, y yo declaro
que si hay algo que he notado de común en muchos señores Senadores, es la
forma despectiva, incomprensible en su cultura, que han tenido para referirse
al marxismo y al materialismo.
Nosotros creemos en el materialismo, que es una filosofía, que con fuerza
moderna, da impulso a la humanidad y ha sido la fuente generadora de los
acontecimientos sociales, científicos y políticos de los últimos tiempos.
Señor Presidente, deseo tan solo, apretadamente, resumir algunos
antecedentes que dicen relación a la escuela materialista.
Sabemos que el materialismo es el sistema filosófica que coloca la materia en el
mundo físico o social en condición primaria, y la mente, en condición
secundaria, es decir, los procesos de las ideas, dependientes de los actos de la
materia y determinados por ellos. La razón de esto es, en cierto aspecto,
19

fundamental para el materialismo racionalista, pues se entiende empíricamente


que la materia en sus diversas manifestaciones existió en el mundo físico antes
del desarrollo del pensamiento más elemental y de las ideas. Las verdades del
mundo físico y de la vida social están fundamentadas en miles de hechos
científicos que forman el pedestal del materialismo moderno.
Demócrito y Heráclito son los elementos humanos más destacados del
materialismo en la antigüedad griega, en el terreno de la filosofía. Pero con el
progreso del racionalismo, entre los jonios, se desarrollaron las Ciencias de la
Naturaleza y las Matemáticas, y Thales de Mileto, Anaxímenes y Pitágoras
introducen en las Matemáticas y la Física transformaciones que van a influir en
el medio en que se desenvolvían, acentuando la fuerza de las doctrinas
materialistas. Epicúreo es, finalmente, el centro de las filosofías materialistas
griegas de la antigüedad. Todo el período de la Edad Media está dominado por
el idealismo y su forma religiosa, que es la escolástica, hasta que el positivismo
incipiente de Bacon y Descartes inicia la era materialista moderna, refrendada
por el inglés Tomás Hobbes, verdadero creador del materialismo moderno. Es
poco correcto olvidar que es el materialismo, con sus fundamentos reales y
positivistas, el que permite a Lavoisier formular su tesis de que la materia es
indestructible y sólo se transforma. Es la filosofía materialista la que hace que
Galileo Galilei afirme que los cielos no son eternos y que las ciencias tienen vida
en relación a las experiencias que realizan. Es el materialismo, en su primera
concepción filosófica, el que cambia el mundo y da a los hombres una nueva
concepción del universo y de la vida social. John Locke y John Teland con sus
obras: "Del Entendimiento Humano" y "El Movimiento Como Propiedad Esencial
De La Materia", respectivamente, cierran el ciclo de los materialistas ingleses
de los siglos XVII y XVIII. Posteriormente aparece el materialismo francés
entre los precursores de la Revolución Francesa. Diderot y D'Alambert, entre los
enciclopedistas, extrajeron del materialismo los fundamentos de una nueva
sociedad y de otra concepción de la vida social de los pueblos. Finalmente los
más destacados materialistas del siglo XVII son Helbach, Helvetius, Canabis y
Lamettrie. Este materialismo se manifiesta en forma de un materialismo
mecanicista; es decir, aplicado la concepción evolutiva, hacia los fenómenos en
un encadenamiento permanente y fatal, de suerte que, ligadas las causas y los
efectos de una manera unilateral e irreversible, el efecto producido por una
causa no tiene efecto sobre esta, como las relaciones de los eslabones de una
cadena. Tal concepción mecanicista es pronto alterada por las leyes evolutivas
de la Biología. Este materialismo "crudo" y antidialéctico fue representado en el
siglo XIX por Buchner, Vogt y Meleschott. Feurbach es la expresión más alta
del materialismo evolucionista, y con su "Esencia del Cristianismo" arrastró
apasionadamente a media humanidad. El materialismo dialéctico llega en su
momento oportuno a colocar el aspecto humano y flexible frente a un
materialismo dogmático y anticientífico. "El mundo no es fijo ni inmutable". Ese
es el fundamento de la tesis de la dialéctica materialista, que en el terreno de
las escuelas del materialismo se conoce como materialismo dialéctico.
Sobre esta base ha nacido el pensamiento de Hegel, Engels, Marx y Lenin.
He querido expresar cuál es mi pensamiento socialista, en sus fundamentos
filosóficos.
(Omitimos la Declaración de Doctrinas del Partido Socialista que el Senador
Allende leyó a continuación de la exposición antes trascrita).
Señor Presidente y Honorable Senado, he dicho que somos marxistas, que
creemos en el socialismo científico, que somos antiimperialistas, antifeudales y
antiologárquicos, y que tenemos un sentido revolucionario de la transformación
económico-social que necesita la humanidad.
Quiero destacar, si, que este sentido de la revolución no tiene el contenido
habitual y pequeño con que suele emplearse esta palabra. Por ejemplo, no es
revolucionario el jefe militar que, a la cabeza de un Regimiento toma el poder:
eso puede ser un motín. No es revolucionario el que, por la fuerza, logra,
transitoriamente, mandar. En cambio, puede ser revolucionario el gobernante
que, llegando legalmente al Poder, transforme el sentido social, la convivencia
social y las bases económicas del País. Ese es el sentido que nosotros damos al
concepto de revolución: transformación profunda y creadora.
20

Como tenemos un estricto sentido de la realidad, comprendemos bien cuales


son las posibilidades del socialismo, por ahora, en los pueblos que, como el
nuestro, tienen una estructura económica tal feble y un desarrollo industrial
tan bajo.
Por eso lealmente compartimos, dentro del acatamiento a las normas legales
vigentes, esta etapa del desenvolvimiento democrático burgués, cuidando,
empero, de perfeccionar las conquistas del régimen democrático y de acentuar
sus posibilidades para darle al "hombre común" una mayor perfección espiritual
e intelectual y una mayor cantidad de bienes materiales sobre la base de una
efectiva justicia social.
Con nuestra acción en el País, hemos demostrado siempre nuestra lealtad a
estos conceptos, a través de nuestra actividad en el plano político, en el terreno
sindical, desde el Municipio, desde el Parlamento o desde el Gobierno de la
República.
Respetamos la democracia y actuaremos siempre dentro de sus cauces legales,
mientras el régimen democrático respete el sufragio, los derechos sindicales y
sociales y las garantías que establece nuestra Carta Fundamental: de libertad
de pensamiento, de reunión y de prensa.
Fijada nuestra posición doctrinaria; establecidos nuestros conceptos; expuesto,
en parte, el pensamiento oficial de nuestra colectividad, séame permitido, señor
Presidente, establecer cuáles son los puntos de diferencia que existen entre el
Partido Comunista y el Partido Socialista.
El Partido Socialista no tiene vinculación con ninguna Internacional,
fundamentalmente está integrado por trabajadores manuales e intelectuales,
que constituyen, por así decirlo, una unidad de clase dentro de la organización.
El Partido Socialista no propicia la dictadura del proletariado, aunque estima
necesaria una dictadura económica en la etapa de transición que lógicamente
hay que vivir para pasar de la sociedad capitalista a la socialista.
Profundas y permanentes divergencias ha habido y habrá entre socialistas y
comunistas para apreciar la política nacional e internacional que debe seguir
Chile, pero ello no nos impide en este instante manifestar nuestra absoluta
discrepancia, nuestro total rechazo al proyecto en discusión, por el cual se
desea colocar fuera de la ley al Partido Comunista, y a los comunistas dejarlos
al margen de nuestra vida cívica.
Ningún partido, ninguna colectividad ha luchado más en el terreno político y
sindical contra el Partido Comunista, que el Partido Socialista. Nuestra batalla
no ha sido de carácter académico, con discursos, como se da ahora aquí por la
mayoría derechista del Senado y por el Partido Radical. Nuestra lucha ha sido
en la fábrica, en la escuela, en el taller. Nuestras discrepancias y el rechazo a
sus tácticas las expusimos en la prensa, en el comicio y en Parlamento.
Solos, absolutamente solos, resistimos la fuerte e injusta agresión que el
comunismo nos hiciera desde el Gobierno, en el primer Gabinete del señor
González Videla.
Sin desconocer el aporte que el Partido Comunista ha dado a las
reivindicaciones populares, podemos decir sin temor a ser contradichos, que los
socialistas hemos sido sus más tenaces y permanentes adversarios.
Esta actitud de siempre nos da derecho y autoridad moral para expresar que
estimamos injusto, torpe y peligroso, el proyecto de ley que estamos
debatiendo.
(Se suspendió la Sesión del Senado por 32 minutos)
El señor Allende.- Señor Presidente, hace algunos minutos precisé cuál había
sido nuestra actitud, nuestra posición, frente a la táctica y la estrategia que, en
diversas oportunidades, ha esgrimido el Partido Comunista en nuestro país.
Hice presente las constantes y permanentes luchas sostenidas por los
socialistas contra los comunistas. Por lo que hemos dicho y hemos hecho,
nadie, nos puede motejar de "cripto" ni de "filo" ni de "para" comunistas por
estar contra este proyecto de ley.
21

Deseo, ahora, referirme rápidamente a las posiciones de los distintos partidos a


través de los discursos que han pronunciado algunos Honorables Senadores.
Los agrupare en relación con el criterio económico que se observa en ellos, a
pesar que los Honorables Senadores pertenezcan a partidos políticos diferentes.
Tal es el caso de las intervenciones de de los Honorables colegas señores
Rodríguez de la Sotta y Bulnes.
Los dos Honorables Senadores han defendido el régimen capitalista, el
liberalismo más intransigente, y sostienen que para el hombre común este
régimen es el mejor y el que le otorga las mayores posibilidades de su
desarrollo intelectual, moral y cultural. Sus Señorías tienen un concepto
totalmente distinto del que tenemos nosotros de la libertad, de la democracia,
de la convivencia social y de los derechos y necesidades del hombre.
Para nosotros, Honorables colegas, no hay libertad efectiva, sino hay una base
económica que le garantice al ser humano la posibilidad de su integral
desarrollo.
Para nosotros, Honorables colegas, la libertad que da la organización social
actual es solo aparente, y tan solo una pequeña minoría dueña del poder y de
los medios de producción es prácticamente libre, política y económicamente.
La mayoría de nuestros conciudadanos, los obreros de las industrias, el
campesinado, los empleados, en suma, todos aquellos que tienen como única
herramienta para ganarse la vida la fuerza de sus brazos o de su inteligencia no
son libres.
Nosotros sostenemos que este régimen de democracia política consagra
permanentes privilegios e injusticias; opinamos que cientos, miles y miles de
seres humanos en todas las latitudes de la tierra y especialmente en los países
de incipiente desarrollo económica e industrial como el nuestro, viven como
parias, huérfanos de toda posibilidad. Para ellos están vedados todos los
caminos del intelecto y del espíritu. Sostenemos nosotros que la economía
capitalista dislocada e irracional atropella al hombre y a los pequeños países.
Sostenemos nosotros que la democracia burguesa que defienden Sus Señorías
está en crisis y que ella dará necesariamente paso a la democracia económica.
Los Honorables Senadores cuyos discursos improvisadamente comento atacan
rudamente a lo que llaman el "imperialismo soviético", el "imperialismo
político" , pero no han expresado una sola idea que represente el concepto de
Sus Señorías frente al "imperialismo económico". ¿Acaso porque no existe ese
imperialismo? ¿O es porque los pueblos pequeños gozan de libertad? ¿Somos
acaso dueños de nuestras materias primas? ¿Pertenecen a los chilenos el cobre,
el salitre y el yodo? ¿Podemos desconocer que nuestra economía no tiene vida
propia y que ella sufre los grandes vaivenes de las crisis del capitalismo?
No puedo siquiera imaginarme que los Honorables Senadores quieran negar
que el imperialismo económico sea la fase superior de la concentración
capitalista y que a cada instante los pueblos pequeños se sienten encadenados
por sus potentes tentáculos.
El Honorable señor Rodríguez de la Sotta es un hombre muy gráfico y gusta de
los ejemplos. Yo, por mi parte, me permitiré dar algunos que contribuirán a
afirmar mi pensamiento, sin recurrir a generalizaciones teóricas, y tomando
sólo en cuenta nuestra dolorosa experiencia.
Durante la última guerra se creó un poder comprador por parte de los Estados
Unidos, la Metal Reserve, que puso arbitrariamente precio al cobre
perjudicándonos con relación a los precios de la Primera Guerra Mundial en una
suma superior a los 60 millones de dólares. ¿Era esto justo, lógico? ¿Acaso
nosotros no contribuimos con nuestras materias primas al éxito de las armas
democráticas, y acaso ahora no sufrimos la falta de divisas y tenemos que
pagar los artículos manufacturados a un precio elevadísimo como consecuencia
del proceso inflacionario en los Estados Unidos? ¿Se ignora lo que sucede con
los países productores? ¿No es un ejemplo curioso lo que acontece con Cuba,
cuya azúcar compra Estados Unidos a 3,75 dólares los 46 kilos, mientras
nosotros pagamos 8 ó 10 dólares por la misma materia prima?
22

Creo inútil seguir poniendo ejemplos que son innecesarios para el conocimiento
y la cultura económica de Su Señoría. Pero estimo útil recordar las crisis de
sobreproducción frente a países infra-alimentados y los miles y miles de
toneladas de alimentos destruidos para mantener los precios, cuando en el
mundo hombres, mujeres y niños reclaman algo que comer.
¿Sostienen Sus Señorías que es justo y lógico esta relación entre países
poderosos y países pobres? ¿Creen los Honorables Senadores que hombres y
pueblos viven en la más justa organización económico-social? Profundo error
en lo económico; a si como profundo error en lo político es que Sus Señorías
nieguen el poder de la clase obrera y rechacen la incorporación de la masa del
pueblo a la cosa pública.
Los pueblos cuando sienten la agresión brutal de la guerra, toman medidas que
les permiten aprovechar todas sus energías y todo su potencial. El factor dinero
es secundario. Dinero falta en la paz a pesar de que miles de gentes se pudren
en la miseria, pero jamás falta dinero en la guerra para armamentos,
proyectiles y pertrechos de destrucción. Además, el criterio es distinto. En la
guerra se planifica, se produce para satisfacer las necesidades, cualesquiera
que ellas sean. Todo se subordina a la necesidad táctica, y todo se mueve de
acuerdo al plan.
¿Por qué no se aplica ese mismo criterio en la paz, para levantar casas,
producir tractores, ropa, etc.? Pero hay más. Los adelantos científicos y
técnicos conseguidos durante la guerra se resisten a ser aplicados en la
industria de paz, porque ello vendría a revolucionar la economía. ¿Ignoran Sus
Señorías lo que ocurre con la energía atómica?
El progreso de la técnica ha elevado en muchos aspectos la producción
industrial en gran escala, pero ella no ha podido mantenerse porque vastos
sectores humanos no tienen poder de consumo por los bajos salarios y las
condiciones misérrimas de vida que arrostran; de ahí la limitación de la
producción o la mantención de precios o a veces la lucha entre los propios
“trusts” para conseguir el dominio absoluto y total de un mercado.
(Referido al mismo tema el V:.H:. Allende lée a continuación un informe de
Naciones Unidas sobre la conveniencia de crear la CEPAL, Comisión Económica
para América Latina, el cual omitiremos).
Quiero plantear ahora, sin el ánimo de herir en lo mínimo las convicciones de
mis Honorables colegas de la Derecha, y en forma breve, un problema que me
interesa destacar. Me refiero al hecho de que entre los conservadores, o mejor
dicho, entre los católicos, se observan, tanto en Chile como en otros países del
mundo, dos tendencias antagónicas: una, que defiende la doctrina tradicional
pura y que en lo económico se afianza en el capitalismo individualista, en la
cual han fundado sus razonamientos los Honorables señores Bulnes y Rodríguez
de la Sotta; y la otra, la doctrina cristiana, expresada por los Honorables
colegas Cruz Coke y Larraín Garcia Moreno, y que en lo social y en lo
económico defiende el bien común.
En el proyecto en discusión he encontrado disposiciones que, pienso, no pueden
ser aprobadas por los católicos y menos por los social-cristianos. En todo caso,
es conveniente recordar como el conservantismo tuvo que luchar en sus
comienzos y como a ellos se les trató de impedir se vaciaran como colectividad
a la vida cívica, por considerárseles partido intransigente, intolerante y sectario,
los mismos calificativos que hoy se aplican al Partido Comunista por aquellos
que otrora los sufrieron.
Era el año 1868, nacía a la vida pública el pujante Partido Conservador y se
estrellaba contra los liberales. Un destacado liberal, Diputado por Chillán,
Arteaga Alemparte, vocero de su partido, impugnaba la incorporación del
conservantismo a la vida cívica y pedía fuera excluido por ser una colectividad
sectaria. Un tribuno del conservantismo, Abdón Cifuéntes, de extraordinaria
elocuencia, contestaba así: “No obstante, Su Señoría, pedía la muerte de ese
partido ultramontano, porque es intolerante”. “Pero señor, todo miembro de la
sociedad tiene derecho de trabajar en todas ocasiones y en todas circunstancias
por que las instituciones y los hombres que rijan los destinos de la Patria sean
tales que puedan labrar su ventura”.
23

“No importa. Los derechos se han creado para todos menos para los
ultramontanos. Que se les destierre de las luchas políticas. Tal es el dogma de
Su Señoría”. “Pero es que en esas luchas es precisamente donde se deciden los
destinos de la sociedad; es allí donde se juega el presente y el porvenir de los
pueblos; y más que un derecho, es un deber del más alto como del más
humilde miembro de la sociedad trabajar por su ventura pública y privada”.
“Antes que mi interés, el de mi Patria, antes que el de mi Patria, el de la
humanidad, es una máxima que ha tenido sus altares y sus héroes no solo en
el seno de las sociedades cultas, sino aun en el seno de las sociedades
bárbaras”.
Y agregaba:
“No importa. Esos deberes no rezan con los clericales. ¡Los clericales no son
hombres! Como parias de la India, como los esclavos romanos, no deben
comparecer a los comicios, no deben tener voz ni voto en los negocios públicos.
Que obedezcan que sufran y callen; esa es la suerte que les reserva la
demagogia y una fementida tolerancia. La igualdad y la libertad no se hicieron
para ellos. Dispénseles la gracia de vivir como hombres, pero nunca como
partido; jamás como ciudadanos. Tal es el evangelio republicano del Diputado
por Chillán. ¿Qué les ha faltado decir a Su Señoría? Solo les ha faltado lanzar
contra los clericales el grito salvaje de la flecha romana: “los cristianos a las
fieras”. Eso sólo le ha faltado, y le ha faltado, porque, por mucha que sea la
decadencia a que han llegado alguna sociedades y algunos espíritus, los
pueblos en cuyo seno vive Su Señoría están demasiado impregnados de
cristianismo para no respetar hasta ese punto los derechos del hombre”.
Estas son palabras que pronunciaba don Abdón Cifuéntes gran tribuno del
conservantismo, cuando también se objetaba al naciente Partido Conservador el
derecho a actuar en la vida pública chilena, por ultramontano, sectario,
intolerante e intransigente.
El señor Alessandri Palma (Presidente). -¿Me permite Honorable Senador?
El señor Allende.- Con mucho gusto, señor Presidente
El señor Alessandri Palma (Presidente).- Con la venia de Su Señoría, debo
hacerle presente que ha llegado el término de la hora. En consecuencia, se
levanta la sesión.
- Se levantó la sesión a las 19,00 horas.

*** *** ***

Sesión 15ª (Legislatura Ordinaria) en viernes 18 de junio de 1948.


Celebrada de 19,00 a 21,00 horas.

*** *** ***

El señor Alessandri Palma (Presidente).-Continúa la discusión general del


proyecto de ley de defensa del régimen democrático. Tiene la palabra el
Honorable señor Allende.
El señor Allende.- He querido expresar que, en muchas épocas y en muchos
países, como el nuestro, hay criterios diferentes y actitudes distintas para
apreciar a los hombres y a las colectividades. Desde mi punto de vista personal,
me congratulo que haya sido una voz aislada. Repito, que solo he querido
recordar a un representante del Partido Conservador las dificultades que ellos
tuvieron y lo que representa la intolerancia. ¿Que habría pasado si la mayoría
hubiera aceptado lo propuesto por el Diputado por Chillán? ¿Cómo habrían
reaccionado los conservadores? Lógicamente, utilizando todos los medios y
todos los procedimientos para defender sus ideas y sus principios.
24

Quiero recordar también, en estos instantes, el pensamiento de Veilleaux, gran


católico de mediados del siglo XIX, que decía, en un debate parlamentario a
uno de sus colegas de la Cámara Francesa: “Los católicos os reclamamos
libertad, porque está en nuestra doctrina; pero, cuando seamos gobierno, no os
la otorgaremos, porque esa es la nuestra”.
Ese es el pensamiento de uno de los más altos voceros del conservantismo.
Ejemplo claro y reflexión justa para rechazar la posición en que se han colocado
varios Honorables colegas, que piden colocar al comunismo al margen de la
vida cívica. También hemos visto como en otros países, no solo con frases, sino
con actitudes unos hombres han condenado a otros.
Señor Presidente: en el proyecto en discusión, además de destruir la
organización sindical, se impiden las asociaciones o agrupaciones de los
empleados semifiscales y se prejuzga sobre las posibles intenciones que ellas
pudieran tener.

Es interesante volver de nuevo al pasado. Don Abdón Cifuéntes se expresaba


así: “Ninguna autoridad tiene la facultad de confiscar aquel derecho, aun para
ingerirse en el régimen interior de la familia. No son las leyes, sino la
naturaleza, la que otorga el derecho de asociación. A las leyes solo les toca
declararlo y garantizarlo. Pueden ellas reprimir sus abusos, pero no deben
sujetar a tutela su uso”.
Y agregaba: “Si reconocemos en principio la libertad de asociación, tenemos
que reconocer también la libertad de esas instituciones para nacer, vivir y
obrar sin el beneplácito de una persona o de una corporación que pueda tener
el día menos pensado el capricho o el interés de anonadarlas”.
Y en relación con suponer intenciones a las asociaciones, se expresaba así:
“Señor, yo también he reconocido, y en un expediente nominal, una sociedad
industrial formada aparentemente para explotar una mina, y con el objeto real
de acopiar pólvora, municiones y armas para trastornar el orden público. ¿Y
esto nos autorizaría para suprimir la libertad de las sociedades industriales?
Impedir que una sociedad se forme para un objeto aparente y tenga en realidad
otro, es un empeño imposible, y fundar en ello la confiscación…”.
Indiscutiblemente el señor Cifuéntes defendía, con su elocuente palabra, a la
Iglesia, impidiendo que al pretender juzgar intenciones, se le pudiera entrabar
su acción y su obra.
Paso ahora a citar opiniones que deben ser respetadas ampliamente por los
católicos y que decían relación con el derecho a asociarse, con la acción
sindical, con el derecho a huelga, etc.
La Congregación del Concilio de la Santa Sede ha declarado en carta al
Cardenal Lienart: “Cuando se trata de agruparse en sociedades, es necesario
no caer en error. Y así queremos hablar especialmente de los obreros que tiene
derecho de unirse en asociaciones para proveer a sus intereses. Os exhortamos
a constituir entre los católicos estas asociaciones, que por todas partes se van
estableciendo, con el fin de salvaguardar sus intereses sobre el terreno social”.
El Código Social de Malinas, en el capítulo IX, da reglas sobre el derecho de los
trabajadores a declararse en huelga. Dice: Nº 117. El interés general es el
primer criterio que permite la legitimidad o ilegitimidad de toda suspensión
concertada del trabajo (huelga). A este criterio debe añadirse el respeto a la
justicia y a la caridad”.
El R. P. Marcelo declara, en el Nº 110, que la huelga “...algunas veces no sólo
es justa, sino también necesaria porque en casos dados es el único medio que
le queda al obrero en la represalia contra la guerra de la libre concurrencia, y
no se puede negar al proletariado el uso de esta arma para defender sus
intereses y evitar la violación impune de sus derechos, cuando se ve oprimido,
sin tribunal a quién recurrir. En estos conflictos es cuando más debe dejarse
sentir la acción y el poder del sindicato”. Y en su obra sobre sindicación
católica-obrera, expresa:
Sindicato es sinónimo de sociedad y puede definirse: “La asociación de
personas de una misma profesión o parecida, para el estudio y defensa de sus
25

intereses profesionales en sus distintos órdenes, económico, jurídica y moral. El


sindicato tiene fuerza avasalladora; su virtud potente y regeneradora esta en
que en él todos trabajan para cada uno y cada uno para todos; esta es la
fuerza de la unión. El individualismo es la rémora y la muerte del progreso de
las ciencias y de las artes. Han de preferirse los sindicatos de sólo obreros, o
sea, los llamados puros o libres, en cuyo gobierno y administración los patrones
no intervienen ni directa ni indirectamente, sobre los sindicatos en que estos
intervienen, llamados mixtos o amarillos”.Entre los fines de los sindicatos, el
padre Marcelo incluye: “La proyección y defensa de los intereses de clase; la
mejora de la organización del trabajo; fundar por cuotas cajas de resistencia
que sirven de subsidio económico en caso de huelgas o paro forzoso”.
El mismo Padre Marcelo se pregunta: “¿Es lícito la huelga por solidaridad?”. Y
contesta: “Si fuera injusta la huelga, en ese caso esta ciertamente sería injusta
Pero si la huelga declarada fuera justa, verbigracia: si se trata de obtener un
salario debido, en justicia, o que cesen ciertos vejámenes injustos, la huelga
por solidaridad particular de uno que otro gremio, sobre todo si los sindicatos
están federados, supuestas las demás condiciones de licitud, debe reputarse de
justa y legitima. La huelga legal por solidaridad, como de ordinario perjudica
gravemente el bien pública, no puede ser aprobada”. Huelga general llama el
Padre Marcelo la que se extiende a todas las industrias de una localidad.
Solo quiero agregar después estas citas, que estos voceros de la religión
católica llegan hasta consagrar como legitimo el derecho a huelga, pero no solo
a la huelga de un sindicato, sino a la solidaria, para apoyar a sus compañeros
en huelga.
El señor Rodríguez de la Sotta.- Veo que Su Señoría está muy bien
documentado sobre estas materias. Parece que estuviera suscrito a la
“Documentation Catolique Francaise”.
El señor Allende.- Me he inquietado e interesado, porque esta lucha de
posiciones diferentes revela que en el seno del conservantismo hay inquietud
espiritual e intelectual. Esto, lógicamente, nos interesa a todos, porque va a
trascender a la vida política chilena. A nosotros, los socialistas, no nos es
indiferente lo que ocurre en los demás partidos. Nos preocupan, como síntoma
de desintegración, los partidos sin vida, grises, opacos, sin luchas internas,
como ocurre en varias colectividades en nuestro país, cuyo gran anhelo es el
presupuesto nacional.
Los que condenan las opiniones que he citado, es la huelga general, porque se
supone que tiene alcance político, pero se acepta la huelga solidaria, la de
vastos sectores industriales.
Por lo demás, la huelga general muy pocas veces, creo que nunca, se ha
producido en nuestro país, y en cuanto a la huelga solidaria, se ha presentado
en muy pocas oportunidades; más bien la solidaridad se manifiesta en ayuda
económica de otros sectores.
Estas son las observaciones que me merecen los discursos de los Honorables
señores Rodríguez de la Sotta y Bulnes. Me interesa destacar, también, el
pensamiento socialcristiano, que ha sido expuesto por los Honorables
Senadores Jaime Larraín y Eduardo Cruz Coke. El discurso de este último
refleja, a mi juicio, una posición definitiva y absoluta. Me atrevo a decir que esa
posición es casi incompatible con la intransigencia con que otros voceros de su
partido interpretan la doctrina conservadora, bastante al margen, a mi juicio,
de la socialcristiana y por consiguiente, es prácticamente imposible la
convivencia de ambas tendencias en el seno de un partido.
Espero que la actitud de los honorables Senadores, cuyos discursos comento,
signifique una posición definitiva, lanzada a los ámbitos de toda la República, y
refleja la decisión de llevarla a práctica y de realizarla.
Y yo, socialista, que tengo doctrinariamente puntos de vista diferentes a los de
Sus Señorías, creo que me encontraré, si tal cosa hacéis, a vuestro lado en los
sindicatos, las escuelas y las fábricas, para luchar por los derechos,
atropellados hoy, de la inmensa mayoría de los chilenos.
26

Quiero ahora, destacar un hecho, no con el objeto de empequeñecer la crítica


que he estado haciendo. Me refiero a que, por desgracia, ambos Honorables
Senadores han votado favorablemente las dos primeras leyes de facultades
extraordinarias que presentó el Ejecutivo. Dijimos en aquella ocasión que estas
dos leyes serían solo la antesala de lo iba a ocurrir más tarde, y la prueba está
aquí. Se han aplicado las facultades extraordinarias, pero se ha tenido que ir
más lejos. Se ha tenido que ir más allá con este proyecto de ley. Hay necesidad
de coartar los derechos que son esenciales para la democracia, y que yo
defiendo con calor, porque creo que están incorporados al patrimonio de
nuestra tradición republicana.
No por vanidad personal, sino porque muchos Honorables Senadores, al fundar
sus votos, han invocado el cariño, el respeto a la Patria y a sus tradiciones, voy
a hacer un recuerdo de carácter personal.
En este recinto y el la Honorable Cámara de Diputados, muchas veces se alzó la
voz de Diputado, primero, y de un Senador de la República, después, la voz de
mi abuelo, el Doctos Ramón Allende Padín, formado en la doctrina radical,
defensor tenaz de los principios de su partido.
Tengo en mis manos, añejas por el tiempo, semiborradas, descoloridas en su
aspecto material, cartas que por desgracia no puedo leer, para no prolongar
innecesariamente mi discurso, pero que garantizo tiene un gran valor por los
conceptos y las ideas que encierran, y que están desde luego a disposición del
Senado.
Son cartas de don Manuel Antonio Matta al Doctor Allende Padín, mi abuelo. En
ellas están contenidos todos los recuerdos que esta tarde ha traído a este
recinto el Honorable colega señor Ortega y que ayer hizo presente el Honorable
Senador señor Jirón. Se refieren a luchas parlamentarias duras y fuertes que en
esa época se daban por estructurar las bases de la libertad de pensamiento,
por conseguir el respeto a las ideas. En ellas se contaba la lucha tremenda que
el radicalismo sostuvo por preservar los derechos de la personalidad humana y
por ganar para el pueblo respeto y consideración.
Ya era el año 1873. Un candidato a Diputado del Partido Radical, este hombre
al que me refiero, el doctor Allende, se expresaba así:
“Si es grande y hermosa la lucha de los partidos, que todos aspiran a la
libertad, es pequeño y digno de ser maldito el gobierno de círculo sectario. De
allí nace la tenaz resistencia, el entrabamiento de todo progreso, y, como
resultado final y seguro, el retroceso en todo sentido”.
Y agregaba más adelante:
“Rojo, pues, ya que es preciso tomar un nombre, y aunque este nos haya sido
impuesto como infamante; rojo, digo, estaré siempre de pie en toda cuestión
que envuelva adelanto y mejoramiento del pueblo”.
Ya en esa época, en el año 1873, a este médico que era vocero del Partido
Radical se lo motejaba de “rojo” y se le condenaba por su inclinación a defender
los derechos del pueblo.
El discurso de donde he extraído los párrafos a que he dado lectura se publicó
en el “Elector Libre”, en Valparaíso; su precio, 2 centavos.
He traído este recuerdo para rechazar con energía el que algunos Honorables
Senadores invoquen la Patria y el patriotismo para decir que sobre estos
conceptos ellos fundamentarán sus votos favorables al proyecto en debate.
Aquí también hay hombres que tenemos una herencia, aunque modesta, al
servicio de la República. Las cartas de Matta, entre otros hechos que la historia
ha recogido, así lo prueban.
El eco de la voz, doctrinaria y limpia, de un antepasado mío, me impulsa,
además de mis convicciones, a votar en contra de este proyecto, que considero
liberticida. Con ello creo contribuir a defender las bases esenciales de la
convivencia democrática, que han sido y son, el alto e inembargable patrimonio
de la Patria.
(Fin del extracto).
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INTERVENCION EN LA LOGIA DERECHOS HUMANOS Nº 100


26 de agosto de 1955

EL PROBLEMA DE LAS MATERIAS PRIMAS Y SU REPERCUSION EN


LA ECONOMIA NACIONAL
Texto tomado del acta de esa Reunión de la Logia

El querido hermano Allende comienza analizando la situación política y expresa


que el actual gobierno carece de base de sustentación política, por cuanto se
niega a aceptar el papel que los partidos políticos desempeñan en la
democracia; porque el ejecutivo vive en función de actitudes contradictorias;
porque los Ministros de Estado se suceden con rapidez vertiginosa y porque hoy
se niega lo que ayer se hizo, para mañana recomenzar la tarea y abandonarla
48 horas después.
En seguida se refiere a la situación social y dice que Chile esta viviendo una
hora dramática, agudizada por los problemas económicos, que los trabajadores
del país saben que de nada sirve recibir billetes con más cifras sí con ellos se
puede comprar menos. Por esto los trabajadores han dicho, en repetidas
ocasiones, que hay que poner término a la inflación, que a todos, cual menos
cual más, nos azota brutalmente y que, por cierto, lo hace en forma más
implacable y despiadada con aquellos que viven de un sueldo o un salario.
A continuación -el querido hermano Allende- centra su exposición en los
desfavorables términos del intercambio comercial chileno y en la crítica
situación de la clase trabajadora del país, por causa del fenómeno inflacionista.
En síntesis expresó, Chile es un país de baja rentabilidad y escasa capitalización
y sufre intensamente los vaivenes de la economía internacional; que sus
grupos sociales presentan un desigual nivel de vida; un sector pequeño tiene
un gran poder comprador, otro sector, la clase trabajadora vive en permanente
angustia ante el alza del costo de la vida.
En lo económico –dice el hermano Allende- en el período 1940-1943, la clase
trabajadora tuvo una buena colocación en la Renta Nacional, cuando
permaneció en el poder político; luego ha venido cuesta abajo. En 1940 obtuvo
el 40,8% de la Renta nacional; en 1941 logró el 43,7%: en 1942 llegó al
47,1%; para caer en 1950 al 40,8% nuevamente. En el período 1940 a 1943 la
situación del valor de los salarios llevaba la delantera al alza del costo de la
vida. Señala que en 1953 la situación de la clase trabajadora y de todos
aquellos que viven de una renta fija se agravo mucho más, debido a que a
mediados de ese año el Gobierno formuló un plan económico encaminado a
contener la inflación, entre otras medidas, y decretó el tipo de cambio único de
$110 por dólar para todas importaciones previstas en el presupuesto de divisas
en reemplazo de los cambios diferenciales, y al mismo tiempo el alza de
salarios de 10 y 15 % para compensar el encarecimiento que provocaría el
cambio único. El efecto inmediato de las medidas puestas en ejecución, o
anunciadas, fue el alza de precios y del costo de la vida, pero, esta alza fue
más intensa que lo previsto y los aumentos de salarios resultaron insuficientes;
el costo de la vida aumento un 67% solo en tres meses, por la influencia
nefasta que tuvo el alza del dólar de $60 hasta los $110. Recuerda a
continuación, que a fines de 1953 los hechos más expresivos del resultado del
plan elaborado en junio de ese año fueron: déficit de divisas, alza
ininterrumpida del costo de la vida, fracaso de los propósitos de austeridad en
gastos fiscales y un déficit presupuestario de $15.000 millones.

Producto de la información anterior se refiere al índice de salarios y sueldos


desde 1940 hasta el presente año, en que el salario medio mensual del sector
agrícola es de $1.372.-, y el salario medio mensual del sector industrial sube a
$ 7.791.-; en circunstancia que la Renta Nacional señala o permite una renta
“per capita” de $25.000.- promedio mensual. Señala el hermano Allende que
estas cifras dan la pauta de las enormes diferencias entre los diversos grupos
sociales y su poder adquisitivo. En los últimos 5 años el costo de la vida ha
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subido un 250%, y sólo en el año pasado (1954) fue un 77% solo en el rubro
de la alimentación. Este año, de seguir así, agregó, se llegará a un 180 %. Los
reajustes de salarios y sueldos van de atrás y los estudios de los niveles
alimenticios en diversas zonas del país, revelados por la Cátedra de Nutrición y
Dietética de la Universidad de Chile demuestran y reafirman el drama social de
los que viven de rentas fijas.
El hermano Allende agrega que, actualmente observamos en lo moral: agio,
especulación, nepotismo, favoritismo y peculados dentro y fuera del Gobierno.
Ello ha traído como consecuencia una verdadera psicosis; todo el mundo trata
de invertir el peso, porque sabe que mañana valdrá menos y pasado mañana,
menos aún. Los sectores privilegiados, los que gozan de un exceso de rentas,
los que especulan han visto incrementadas sus fortunas de manera vertiginosa.
Los que producen, los que trabajan, tienen ante sí el espectáculo
desmoralizador del agio desmedido y de la especulación sin freno. La Bolsa en
un claro barómetro de esta descendente posición moral, hay acciones que en
un día han subido 200 y 250 puntos. Las instituciones bancarias que tienen
millones de pesos en redescuentos en el Banco Central han comprado oro por
500 o más millones con depósitos que les ha dado el Banco del Estado. Hay
instituciones bancarias que respaldan empresas que, prácticamente, no giran
con capitales en el país para el volumen de sus negocios, sino, que obtienen
acreditivos y ayuda de los bancos sobre la base de dólares que tienen en el
extranjero.
A continuación analiza la política tributaria y sus resultados, comparando el año
1940 y 1953, y señala la siguiente distribución de los impuestos:
TIPO Año 1940 Año 1953
Empresas nacionales 6.8 7.8
Gran mineria 12.1 3.7
Bienes Extranjeros 64.0 34.0
Bienes nacionales 36.0 66.0
Impuesto renta 2ª categoría (Bienes mobiliarios) 36.6 18.9
Impuesto renta 5ª categoría (Sueldos y salarios) 18.1 36.3
Impuesto renta 6ª categoría (Profesionales) 1.9 1.7
Impuesto renta global complementario 41.9 39.8
Impuesto renta 3ª categoría (Industrial y comercial) 88.5 76.2

Total general que se refiere a los impuestos:


Impuestos directos que graban al sector capitalista 1.273.8 1.844.6
Impuestos indirectos que gravan al sector asalariado 1.657.4 3.570.9
Agrego que el brutal peso de los impuestos lo sienten obreros, empleados
industriales, mientras existe una evasión tributaria entre quienes tiene el gran
capital. En lo que respecta a impuestos y política de cambios, las pocas
iniciativas gubernamentales han favorecido a la empresa extranjera, y la nueva
tributación del Cobre es el hecho más claro y elocuente. Mientras los chilenos
pagamos más, las empresas extranjeras del Cobre pagan menos y a las
compañías salitreras se le dan los mejores retornos. Una de las causas, a su
criterio, de la inflación y la pobreza de las mayorías nacionales están en los
desfavorables términos del intercambio.
Hace años viene formulando preguntas a los sucesivos Ministros de Hacienda
sobre la situación del Cobre y el Salitre. ¿Cómo es posible que nuestro país no
pueda controlar y fijar los mercados para sus principales productos de
exportación? Durante la guerra perdimos 500 millones de dólares a causa de
que los EE.UU. Nos pagaba 11 centavos cuando costaba 25 centavos la libra, y
que ahora nos paga 36 centavos cuando vale 47 centavos y más en Europa. En
el Senado atacó el proyecto del Gobierno que creaba la Corporación del Cobre
porque, aquel proyecto, creaba un Departamento híbrido, sin personalidad, sin
contenido, sin doctrinas económica, ni posibilidades que significaran algo
29

positivo en la política del Cobre; se modificó la política tributaria y no se ha


modificado la política cuprera, y no se defienden de mejor forma los intereses
del país. Aboga por la creación de una Corporación de Minerales Básicos, la que
tenga tuición de las actividades relacionadas con ellos, sobre la base de crear
un estanco de su explotación por parte del Estado. En lo que respecta al Salitre,
expresa que en el curso de de los últimos dos y medio años, se ha referido en
numerosas oportunidades, en el Senado, a los problemas de esta industria
extractiva y la necesidad de conocer la realidad de dicho sector. Recuerda en
seguida, como el Presidente Balmaceda defendió para Chile el porvenir de la
industria salitrera.
Recuerda que Chile, después de producir el 70% de del consumo mundial de
Salitre, bajo su producción al 17% a comienzos de este siglo; ahora representa
sólo el 3,5% en circunstancias de haber aumentado el consumo en un 7% al
año, y que la capacidad de producción del país se redujo de 3.600.00 toneladas
a solo 1.500.000 toneladas, esto por haber sido desmanteladas más de 100
oficinas salitreras. Añade que esta cuota es arbitraria, como consecuencia de
los intereses de particulares con hegemonía en nuestra industria salitrera, y
que tienen intereses en el nitrógeno sintético. Tanto los intereses extranjeros
como los nacionales, representados por el señor Osvaldo de Castro, están
mancomunados en la obra antinacional y antipatriótica de empequeñecer
nuestra industria salitrera. Así en lo que respecta al sistema Guggenheim, el
señor De Castro atacó este sistema que, aun cuando puede haber bajado los
costos de producción, ha significado, en opinión de técnicos, la eliminación de
microorganismos del Salitre natural que no posee el sintético y constituye una
ventaja de aquel para luchar en el mercado, contra el sintético. Demuestra
como la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta, que no ha repartido
utilidades ni dividendos durante muchos años, ha financiado a otras empresas
subsidiarias, como la Empresa Comercial del Norte. Este tipo de inversiones
suena ilegal y contrario a los intereses de la propia industria.
Se refiere a la Corporación de Ventas de Salitre y Yodo, señalando que este
organismo se ha negado a proporcionar datos relativos a la industria y critica
las altas rentas en dólares que ganan los directores y altos jefes de la
Corporación, las que fluctúan entre los 4.000 y 10.000 dólares mensuales.
Las utilidades confesadas por las compañías salitreras de 3.500.000 dólares en
1944, suben a 8.600.000 dólares en 1953. Sin embargo cuando uno pasa por la
pampa y ve los pueblos abandonados y oficinas desmanteladas, tiene derecho a
señalar la falta absoluta de responsabilidad en la conducción de esta industria,
tanto más cuando que siempre la Corporación ha contestado con el silencio a la
observaciones que se le han hecho. Luego se refiere a la situación de la
vivienda de los trabajadores del Salitre, a las cifras pavorosas respecto de las
raciones de las pulperías, de los trabajadores calcinados por el tremendo calor
de la pampa, obreros que tiene incrustaciones en sus pulmones por años y años
de explotación. Subraya que tenemos una idea de lo que produce el esfuerzo
nacional en esa región, pero no tenemos antecedentes oficiales y concretos, y
que la Corporación de Venta de Salitre y Yodo es un tabú para todos los
chilenos.
Para esta realidad solo hay una salida, implica un cambio profundo en nuestra
estructura económico-social, porque la crisis de Chile es una crisis estructural y
para dominar el flagelo inflacionista propone algunas soluciones. En lo
internacional, integración económica con América Latina; ampliación de
mercados con todos los países del mundo, control del estado sobre las
industrias extractivas, fomento de la exportación de maderas y celulosa.- En lo
nacional: organizar la intervención del Estado en los grandes rubros y estimular
la iniciativa privada, evitando la creación de monopolios o trusts, controlar el
crédito y trazar una política monetaria definida y clara, reformar nuestras
políticas tributarias, gravar a los que pueden pagar y en primer lugar a las
empresas extrajeras, presunción de rentas, revisar el plan de Obras Públicas,
no llenar las vacantes en la Administración Pública, establecer la contabilidad
agrícola y la reforma agraria, legislar sobre el delito económico.
Finalmente dice el hermano Allende, en lo político, no basta cambiar a un
hombre por otro, si no se cambia el sistema, la estructura económica, la
ordenación social. Para esto hay que formar un gobierno popular y nacional,
30

realista y no demagógico, conciente y no utópico, para que, con el respaldo de


las mayorías, pueda realizar cambios profundos en la estructura social para
lograr una democracia económica dentro del marco democrático de la libertad y
el respeto a la persona humana.
31

AGRADECIMIENTO POR SU INVESTIDURA COMO CABALLERO DE


LA ORDEN DE LOS CONSTRUCTORES MASONES
28 DE OCTUBRE DE 1955

Este documento no es textual de las expresiones vertidas por el Hermano


Salvador Allende y esta extraído de una intervención con un lato contenido
institucional masónico que es conveniente conservar en reserva.

…Expreso mi personal emoción al recibir la condecoración de Caballero de la


Orden de los Constructores Masones. La exposición de gran profundidad
filosófica y de hondo contenido social y humano de vos, Venerable Maestro, y
del Gran Representante de la Orden de los Constructores Masones son
demasiado claras para insistir en la significación que tiene para la Orden
Masónica la investidura de nuevos Caballeros de la Orden de los Constructores
Masones…

…El entendimiento de los pueblos de este hemisferio y la solidaridad


continental que representa la Orden de los Constructores Masones muestra los
ideales constructivos y de apego a los viejos principios de justicia, de soberanía
y de convivencia pacífica de las naciones…

...Nuestra condición de pueblos productores de materias primas nos ha


colocado en desigualdad frente a otros pueblos. La Orden de los Constructores
Masones es un medio poderoso para la luchar por la solidaridad de los pueblos
de este hemisferio, consagrando nuestros mejores y más tenaces esfuerzos
para la realización de la estrecha unión a que aspiraron los próceres de la
Independencia de América…

...En la época que estamos viviendo, estamos tratando de superar los más
audaces e impetuosos sueños de los forjadores de la libertad continental, que
lucharon por una América Unida como un medio de colaborar con todos los
hombres, con todos los pueblos en el progreso y en la dignificación de la
persona humana, por la justicia, la libertad, la democracia, y por el respeto de
nuestras soberanías nacionales…

…La Orden de los Constructores Masones, en el plano continental, podrá hacer


realidad la promesa, la esperanza y presentimiento casi milenario de los
hombres que vivían en la injusticia y en la opresión, para dar lugar a una
América basada en el derecho supremo de la autodeterminación de los pueblos,
que es la esencia de la democracia, para que los pueblos se den el régimen
necesario y posible, de acuerdo con su desarrollo natural, propio, y de acuerdo
con la evolución universal…

...La Benemérita Orden de los Constructores Masones y todos los Caballeros de


ella, en su calidad de masones, tenemos la obligación de buscar la comprensión
de los pueblos de América, por la unión y solidaridad continental.
32

PETICION DE CARTA DE RETIRO VOLUNTARIO


21 DE JUNIO DE 1965

Santiago, 21 de junio de 1965


Querido Hermano
Luís Olguín Blanco
Venerable Maestro de la
Respetable Logia Hiram 65.
Presente.

Venerable Maestro:
Creo que, tal vez, en ninguna alternativa anterior de mi existencia había
experimentado una emoción más intensa y compleja como la que afronto en la
presente oportunidad: he de esperar que esta comunicación traduzca ante el
Querido Hermano y venerable Maestro y mis Hermanos, lo más genuino y
autentico de mi pensamiento.
Las alternativas propias de un destino profano pletórico de contingencias de
lucha, me connaturalizaron con el principio de que es esencial el frío análisis
colectivo para adoptar resoluciones de gran trascendencia. Pero en tales
coyunturas siempre -antes que ahora- comprendí que actuaba en función de
procesos sociales y políticos e igualmente en función de organizaciones de muy
claras concepciones interpretativas de la historia, regidas por programas
concretos y atenidas a estrategias y tácticas consecuentes.
Capté que no era yo, aun acerca de mis propios actos, el árbitro supremo y
exclusivo. Encarne aspiraciones de carácter general que personificaban a miles
de chilenos y, por lo mismo, aunque se me dispensara el honor máximo de las
más elevadas responsabilidades cívicas, medí los hechos con un compás de
justo brazo y según una cabal escala de valores objetivos. Mis pasos tenían
que reflejar un fenómeno amplio. Y conforme a este criterio, jamás me deje
arrastrar por la jactancia de echar sobre mis hombros el fardo de algo que me
transformara en una especie de agente de lo irreparable.
Siempre me miré, antes que nada, en la faz de mi conciencia; pero aboné mis
procederes y aligeré su peso, en lo que consideré una correcta interpretación
del sentir de la comunidad. En este instante no he consultado a ser humano
alguno, porque ello no procede. Obro, teniéndome a mi mismo como único
consejero. Por un impulso íntimo e inducido por ansias y anhelos nutridos de lo
bueno y alimentados también por el ambiente familiar, con humildad y fe en lo
positivo de la condición del hombre, detuve mi ruta profana.
Golpeé, hace cerca de treinta años y en plena muchachez, ante las puertas de
la Orden. Dejé oír ni solicitud inicíatica; hoy, al cabo de tan larga etapa de
trabajo y convivencia, he resuelto cerrar esta dilatada trayectoria, sin haber
interrumpido jamás mi asiduidad a los Talleres.
Me alejo de los templos, por magníficos que ellos parezcan ahora en la
suntuosidad de su arquitectura y me acojo al templo intimo que, en plena
madurez de condiciones, he logrado edificar para mí mismo. Este templo,
construido con sólidos muros del idealismo; traducido en la justicia social, la
libertad concreta extraña a toda alienación; apoyado en la fraternidad por la
proscripción de las clases sociales y de la igualdad por la derogación de
cualquier discriminación, ya sea racial, religiosa, económica o cultural, es obra
de múltiples experiencias acumuladas con el correr del tiempo.
Surge mi formación de estudios hechos, de circunstancias y emociones tan
variadas como ricas, en las que el éxito y el fracaso se confundieron; en que las
amarguras y decepciones se borraron ante el desinterés de los humildes y los
ejemplos anónimos y edificantes y también de mis muchas jornadas de
alternancia masónica.
Cuanto acumulé a través de 30 años de trabajo en los Talleres de la Orden,
tiene inobjetablemente caracteres de piedra fundamental para mí. Pero no
deseo que semejante cimiento angular sufra menoscabo y velando por
preservarlo ante mis ojos con fuerza y vigor he resuelto entre lo actual y
33

contingente y los grandes valores, la neutralidad de la distancia y su benévola


perspectiva.
Me alejo sin reservas espirituales de ninguna especie; con hondo sentido de la
fraternidad hacia todos mis Hermanos y ansiando sólo que se excuse, si
inadvertidamente, con actos o con palabras ligeras, siquiera rocé
espiritualmente a algún Hermano en nuestros Talleres.
Solicito mi Carta de Retiro por imperativo de mi conciencia. Y ante esta, todo
requerimiento extraño al propio yo, ha de detenerse y todo sentimiento ha de
postergarse. El precio de semejante estrictez es muy duro. Pero se alcanza una
compensación: la conformidad consigo mismo y la paz que trae el tiempo y su
transcurrir.
Aspiro que mi último contacto material con los Talleres pueda ser de alguna
utilidad. Ello es mi deber postrero como masón activo. Por lo mismo pensaré en
voz alta con el único animo de que mi franqueza contribuya a clarificar
conceptos, a evitar dudas en los iniciados -ojalá así sea-, también a enriquecer
a quienes han alcanzado la plenitud masónica, ya que el acervo no cesa jamás
de perfeccionarse con la adición incesante de puntos de vista.
Estudiante en un período de fragor social y político y médico joven, de acción
profesional amplia y anónima, fui tremendamente golpeado por el impacto de la
realidad patria y que, por decirlo sintéticamente, en su estructura económica,
cultural, social y política, es de toda América Latina.
De ambiente familiar sin prejuicios dogmáticos y atraído por el papel
protagónico de los masones desde los albores de la Independencia; por la dura
tarea de la Orden en su inalterable lucha contra el mal y por el bien; por la
acción profana de la institución en sus afanes de eliminar la desigualdad social;
por sus esfuerzos para barrer la intolerancia y superar el oscurantismo y por
imponer un régimen de igualdad de derechos y de expectativas para todos los
hombres, ingresé a la Orden.
En no escasa medida también ejerció influencia en mis preocupaciones de bien
público, mi devoción hacia la figura de mi abuelo, el doctor Ramón Allende
Padín, Ex Gran Maestro de la Orden y fundador de la primera escuela laica de
Chile.
Larga trayectoria en la que he recibido honrosas muestras de confianza de mis
Hermanos, como la Maestría y la jefatura de mi Taller, me han hecho formarme
un juicio que estimo apoyado en la realidad de nuestro ámbito fraternal.
Además, imagino que son escasos los Hermanos que han visitado tantas Logias
como yo, a través del territorio nacional, durante tantos y tantos años que llevo
procurando descubrir en su integridad social a Chile y las características de sus
gentes.
Desde un punto de vista genuinamente teórico, la Orden Masónica es una
institución perfecta. Esencialmente aspira a una meta que carece de ubicación
determinada en el tiempo y que, por lo mismo, representa un incentivo
permanente del más alto nivel; la superación del hombre en sí.
Los métodos que sustenta para promover semejante proceso son inobjetables
por su contenido y significación. En efecto su sistema de gradación iniciática,
sinónimo de esfuerzo, disciplina, constancia, etc., no puede merecer el más
leve reparo. Su lenguaje simbólico, más allá de la belleza que encierra en sí,
ofrece la enorme ventaja de que las imágenes, que superan el frío significado
preciso de los términos, ponen en vibración sugestiva y creadora todos los
resortes de la imaginación interpretativa y los sentimientos.
Y el ritual en intimo contacto con los símbolos, plantea formulas expresionales y
hasta organizativas que ennoblecen la convivencia. La orden, en sus
aspiraciones de fondo, podría mirarse quizás si como la más acabada expresión
de humanismo, ya que no incurre en dogmas -sinónimo de drama histórico-
que singularizan las religiones.
En su aspecto formal, la Orden también reconoce principios de una vigencia
indiscutible: genuina democracia; una indispensable jerarquización funcional de
valores y una precisión nítida de las delimitaciones entre los diversos órganos
de su estructura.
34

Obviamente dentro de los Talleres se crea, así, una realidad que debería hacer
de cada Hermano un hombre libre, de buenas costumbres, apto para cultivar la
igualdad, la fraternidad, la tolerancia y, en suma, un ciudadano auténtico de la
libertad integral. En la sociedad masónica y en el pueblo masónico nace, en
cierto modo, un mundo que refleja el ideal de estructura de la comunidad, no
solo ya en su carácter nacional, sino en la esfera universal.
Este mundo ideal en que vive el pueblo masónico, ¿puede bastar al hombre
real, al hombre común, que se desenvuelve dentro de los imperativos tan
concretos de una nación?
En esta interrogante radica un gran problema, pues, en los hechos, se aprecia
una contradicción. Los masones giramos en torno a la Libertad, la Igualdad, la
Fraternidad como suprema síntesis de la convivencia colectiva. Procede hacer
una observación: ¿Quiénes integran nuestra Orden? Podría, ¿con honestidad
intelectual, imaginarse que su composición refleja la sociedad chilena de hoy?
La respuesta, al menos en mi comprobada experiencia, tiene que ser negativa.
En la Orden solo se cobijan elementos de la burguesía. No hay en este aserto
calificativo de ninguna especie. Es un hecho y nada más. En consecuencia, los
principios que animan la vida masónica son practicados por un grupo -no el
más vasto- de nuestra comunidad. ¿Debe la Orden permanecer indiferente ante
una vacancia de la clase obrera como la que enuncio? Más aun, ¿se trata de un
fenómeno accidental?
La ausencia de elementos extraños a la burguesía es grave, tanto más cuando
el fenómeno tiende a acentuarse, ya que la historia acredita que hubo épocas
en que nuestros Talleres se vieron decorados por muchos y preclaros Hermanos
que respondían, por lo menos a una extracción artesanal y que también
predominaba el mutualismo.
¿Ingresa a la Orden en forma ininterrumpida, una caudalosa corriente de
juventud, de estudiantes, de elementos representativos de la intelectualidad
nacional en marcha?
Tengo la impresión de que la respuesta, aunque menos categórica que en el
caso de los trabajadores, tiene también que ser adversa.
En mi trayectoria de masón activo, siempre me promoví estas cuestiones. Las
conclusiones fluyen con extrema facilidad: determinados sectores sociales y
aun estratos muy influyentes de la burguesía progresista no sienten que la
Orden responde a los requerimientos del mundo contemporáneo.
¿Por qué? Por dos razones principales: por el desconocimiento de lo que es en
sí la Orden y por la actitud de algunos Hermanos, que contradicen en el mundo
profano lo que se imagina deben ser los principios de la institución.
En su incesante afán de superación humana, la Orden tiene, sin embargo,
metas que son esenciales para que tal perfeccionamiento pueda alcanzarse. Se
plantean como tales la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, y todas sus
derivaciones.
Algunos Hermanos consideran estos elementos en una órbita exclusivamente
abstracta y formalista, eludiendo toda consideración de sus aspectos reales en
la convivencia y que aparecen como algo sine qua non para el imperio de los
principios. Puede argumentarse que la Orden, si entra en actitudes temporales,
pasaría rápidamente hacia la transformación en un partido político. Hay en esta
apreciación un juicio simplista que exige análisis.
En primer término tiene que pensarse en la época en que la institución
masónica afianzó su etapa moderna, ya que no es del caso remontarse a
entidades esotéricas del mundo antiguo, del Renacimiento o del feudalismo. La
actual trayectoria corresponde a un período en que recién se comenzó a luchar
por la emancipación del hombre, con un sentido propiamente “humanista”.

¿Cual era el nivel en que podía librarse esta confrontación de valores? Solo en
los espíritus selectos que, por su capacitación intelectual captaban que las
únicas expectativas de progreso que radicaban en el afianzamiento de ciertos
conceptos de derecho, sinónimos de garantías individuales.
35

Se promovió, así, el avance y perfeccionamiento de las instituciones


constitutivas del Estado, al libre examen y al desarrollo capitalista como
oposición al medioevo. La Orden partió en su ruta actual bajo el imperativo de
fortificar las instituciones políticas y sus estructuras. Es decir, fue reflejo de una
etapa en que las condiciones predominantes restringían las posibilidades de los
seres superiores a hacer más y más correctas las manifestaciones
superestructurales y formalistas de la sociedad.
Y nadie puede ignorar que semejante enfoque se abría solo para los espíritus
más cultos y generosos de la burguesía y de la intelectualidad. Y, desde
entonces, la Orden para muchos Hermanos ha fincado su supervivencia en
subrayar el carácter abstracto de su contenido. Me inquiero, ¿puede una
institución mantener su fuerza y su vigor situándose al margen del “devenir”
histórico y preocupándose solo de conceptos relativos? A mi juicio ello sería una
vana aspiración que, a lo más, relegaría la Orden a una labor ateneísta y de
grata convivencia puertas adentro.
A mi juicio, la Orden tiene que medir la realidad que la circunda, tanto nacional
como latinoamericana y universal, con mirada vigilante y actual. La Declaración
de Principios y reiterados Conventos así lo disponen. No se puede sobrevivir
solo en razón de bellas tradiciones y de méritos del papel que se desempeño en
acontecimientos históricos.
Nadie ignora que los deslumbrantes avances científicos y técnicos han
transformado en sus raíces mismas muchos conceptos. Diríase que la mayoría
de las palabras conservan su sentido esencial; pero que resultan ineficaces para
expresar las dimensiones de los nuevos valores que trastocan el mundo en sus
elementos determinantes.
Es acertado imaginar que un régimen jurídico liberal, a través de las
disposiciones constitucionales, podría, por ejemplo, garantizar la libertad de los
hombres, en el sentido de evitar la prisión arbitraria. Evidentemente, el
régimen jurídico representa un progreso sobre la etapa en que predominaban el
absolutismo y la arbitrariedad. Igualmente constituyó un enorme avance la
división y la autonomía de los Poderes del Estado, etc. Nuestra Orden cumplió
en ese sentido una noble misión, no solo por la filosofía que imprimió a sus
afiliados, sino por la batalla que libró frente a instituciones que, como la iglesia,
eran sinónimos de un statu quo absolutista.
Pero, ¿puede hoy restringir sus esfuerzos a semejantes aspiraciones? No, y por
una razón muy simple: en el estado actual alcanzado por las ciencias y sus
técnicas derivadas, es dable ir más allá: se está en condiciones de organizar un
régimen que origine un humanismo, claramente configurado. Es alcanzable hoy
la libertad concreta, y no solo la libertad de espíritu.
Antes, la gente de privilegiada sensibilidad y cultura se limitaba alcanzar la
hegemonía de su propia conciencia mientras las grandes masas quedaban al
margen de todo avance.
Hoy, nadie debe ignorarlo, resulta viable procurar a todos los seres los
elementos que requieren para satisfacer sus necesidades biológicas,
espirituales y culturales, en cualquiera de sus expresiones y matices. Es posible
dar estructura a una comunidad en que haya sistemas planificados, aptos para
derrotar las alienaciones efectivas que subordinan al hombre.
Y un ser liberado en términos concretos tiene acceso a la más genuina, fecunda
y típicamente humana existencia del espíritu y a una moral también
genuinamente humana y social. Hoy, el hombre puede, en forma efectiva,
desarrollar los tributos que lo diferencian de los demás seres. Es factible
construir una comunidad en forma y en marcha. En forma, para responder
eficazmente a los requerimientos que singularizan al hombre y su presencia, y
en marcha, por la experiencia que es posible alcanzar ininterrumpidamente
metas que la imaginación se revela incapaz de concebir.
Es dable, así, cumplir integralmente, en el espíritu y la materia, un humanismo
que, por sí, justifica nuestra Orden y que, a mi juicio, traduce el símbolo del
Gran Arquitecto del Universo.
¿Cómo podría o debería proceder nuestra Orden en su labor para alcanzar tan
loables finalidades?
36

La exclusión parece el método más adecuado para responder. No puede, sin


lugar a dudas, enunciar formulas programáticas definitorias para dar solución a
los problemas objetivos de la realidad, porque con ello seguramente alteraría la
fraternidad, constituyéndose en un partido político o en una suerte de
organización semejante, cuyo destino, en último termino, habría de ser el
predominio institucional, con todas las proyecciones y consecuencias que esto
trae consigo.
No puede, igualmente, desentenderse de semejante realidad, ya que los hechos
son porfiados y las vacancias que se comprueban en la composición de la Orden
-vacancias tanto cuali como cuantitativas- revelan que algo origina esta falta de
atracción en la comunidad.
A mi modo de ver, la Orden tiene una misión grande y excelsa: sin precisar
enunciados de soluciones programáticas debe inculcar a sus afiliados que hay
que definir con vara actual los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad
para que surja una sociedad exenta de alienaciones, eliminando la cesantía
abierta o disfrazada por los salarios insuficientes; para que evite la enfermedad
suprimible; para que no se operen las muertes anticipadas; para que exista un
sistema de seguridad social funcionalmente correcto y eficaz en su acción; para
que se erradique el analfabetismo y para que se abra a todos el acceso a las
anchas rutas de la cultura en sus múltiples expresiones y creaciones, para que
se reconozca el derecho a la vivienda que llevan en sí todos los seres y para
que el esparcimiento se encuentre al alcance de la generalidad, tanto en el
orden físico y espiritual y no represente, como hoy acontece , un privilegio
económico de los sectores que menos lo requieren por su grata vida
cuotidiana.
Trasladados estos conceptos al orden internacional, se eliminará el
subdesarrollo de los países; se afianzará la paz y se impondrán los derechos
entre los Estados, más allá de las fórmulas organizativas o de su poderío bélico.
Esta posición de nuestra Orden necesariamente la llevará a luchar con quienes,
acéptenlo o no, son índices de postergación generalizada y con quienes
disfrutan de las ventajas de un statu quo insostenible por antihumano y
antisocial. Estas mismas batallas se libraron ayer y ahora ellas deberán librarse
contra la oligarquía, el feudalismo agrario; la concentración financiera
monopólica; el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo, y el
oscurantismo religioso y dogmático.
La Orden, si acepta tal actitud consecuente con las responsabilidades de
nuestra hora, no podrá guardar silencio y enclaustrarse en sus templos. Sus
filas, en cambio, se verán engrosadas y fortificadas de modo que sus
enseñanzas trascenderán decisivamente al medio, Pero una Orden que nada
dice cuando se siembra el terror psicológico sobre la base de la mentira
internacional durante nuestros procesos cívicos, es algo sin valor espiritual.
Una Orden que no reacciona para procurar que no se vulneren la soberanía y la
libre determinación de los pueblos, es algo también sin vida. Una Orden que
nada dice cuando se invaden y masacran los pueblos porque una nación se
reserva el derecho de determinar, por sí y por su poderío armado, cual es el
sistema político y económico que considera aceptable, es una institución que no
vela por la Libertad, ni por la Igualdad, ni por la Fraternidad.
Nadie puede inferir de estas apreciaciones que yo pretenda que la Orden se
transforme en movimiento político. Pido, sencillamente, que forme a sus
miembros en los conceptos que son su razón de existir, pero trasladados estos
a su significado, contenido y dimensiones presentes.
A través de toda mi labor, principalmente en los últimos años, he procurado
que los Hermanos adquieran conciencia de estos hechos. En importantes actos
de la Gran Logia he denunciado la colusión gigantesca puesta en marcha entre
la iglesia, el imperialismo y la reacción nacional e internacional para preservar
el statu quo que origina que la sociedad chilena no este al margen de los
riesgos colectivos -hoy técnicamente eliminables- siempre que impere un
régimen político y de gobierno que así lo desee.
El sistema en vigencia hace que las masas no se revelen integradas por
hombres “libres y de buenas costumbres”, sino en alta cuota por seres
alienados, frustrados y agobiados por las taras de la miseria. A través de una
37

muy prolongada jornada también he tratado de contribuir a que en los talleres


se desentrañen objetivamente los elementos que configuran la realidad,
definiendo en todos sus grandes lineamientos los factores que, en conjunto,
dan pié al subdesarrollo en Chile.
Hasta ahora, he de reconocerlo, esta adaptación de las concepciones de mis
Hermanos al mundo de hoy se torna difícil. He hecho un esfuerzo grande, a
pesar de que mis tareas profanas me absorbían en inmensa medida. He
cumplido conmigo mismo.
En el aspecto interno se han adoptado normas institucionales que, en mi
concepto, vulneran gravemente el sentido democrático de la institución. Tal
juicio me merece y lo representé en forma del todo regular, la última enmienda
constitucional que ha llevado a posibilitar la reelección del Serenísimo Gran
Maestro.
Esgrimí objeciones morales y también genuinamente institucionales, ya que
toda entidad, de cualquier naturaleza que ella sea, ha de abrir válvulas para la
renovación. Si no se considera conveniente brindar tales expectativas, se llega
al corolario de que la misión del Sembrador no ha sigo útil, pues no se ha dado
origen a los frutos de cuya nobleza se tenga certidumbre.
Podría, ante todos los hechos que he analizado, adoptar una alternativa: seguir
junto a quienes comparten mis ansias de renovación dentro del pueblo
masónico o darme por vencido y guardar silencio. Pero no haré ninguna de
ambas cosas. No creo útil para los Hermanos, cuyos puntos de vista comparto
en su alto significado masónico mi permanencia en la tarea junto a ellos, pues
soy un político de acción militante muy definida y, por lo mismo, resulta fácil
esgrimir la mezquindad de imputaciones partidistas para desconocer y
desnaturalizar la raíz masónica de mis afanes. No me acojo al silencio y envío
esta nota a mis Hermanos explicando con franqueza mis ideas.
Aspiro que esta comunicación sea juzgada en su exacta dimensión y que ella
llegue a constituir un incentivo más para las inquietudes de tantos Hermanos.
Me resta formular algunas explicaciones subjetivas. Experimento
desgarramiento al alejarme de la casa que, espiritualmente, fue la mía por
tantas épocas. Tengo conciencia de que, dentro y fuera de los Talleres, me
comporte como un masón. Siempre, aún a riesgo de mi posición política,
reivindiqué públicamente mi formación iniciática; ante el ataque aleve contra la
Orden siempre se me halló adelante, ya sea en el Parlamento, en el Comité o
en la Asamblea Popular.
Aun dentro de los organismos superiores de mi partido hube de poner de realce
la no incompatibilidad entre los Principios de la Orden y los programas de tipo
socialista: entonces, al igual que esta comunicación, traté de analizar la
realidad de lo que es, en esencia, nuestra institución masónica.
Es decir, creo que en mi la siembra fue fecunda y al incurrir en esta mención,
recuerdo con recogimiento y gratitud a quienes me brindaron la Iniciación, a
quienes me prodigaron la generosidad de su ejemplo y a quienes me
estimularon a desbastar la piedra bruta. Mi emoción solidaria se traslada
igualmente hacia los Hermanos que, sin vulnerar la prescindencia política de la
Orden me procuraron su inapreciable apoyo a mi trayectoria profana, me
alentaron con la fe en los postulados de justicia social y me entregaron tantos y
tantos testimonios de solidaridad abierta y extraños a cualquier propósito
subalterno.
Me acojo a retiro. Formulo votos por la prosperidad de la Orden dentro de una
efectiva misión social, para bien de la Patria, de nuestra América y del mundo.
Deseo que la felicidad más genuina marque el destino de todos y cada uno de
quienes son y seguirán siendo mis Hermanos de verdad.
Saluda muy fraternalmente al Venerable Maestro

(Firmado) Salvador Allende Gossens


38

Título de El Mercurio:
ALLENDE EXPLICA SU INACTIVIDAD MASONICA

Carta publicada por el Diario El Mercurio, de Santiago,


El día martes 7 de abril de 1970

El candidato presidencial Salvador Allende nos pide publicar lo siguiente:


Aunque “El Mercurio” día tras día me ataca por los más diversos pretextos, por
ahora sólo me referiré a la crónica aparecida el sábado último, 4 de abril de
1970, en la que se me pretende exhibir una posición equívoca respecto de la
francmasonería.

Inserta su crónica un párrafo de una comunicación que le dirigí hace seis años,
como replica a otra agresión de su diario, en la que expresé:”He recibido como
única herencia un nombre limpio y una vocación para servir al pueblo, nacida
de la formación masónica de mis antepasados”.

Mantengo hoy lo que dije en la cita de “El Mercurio”. Y agrego: la


francmasonería fue por muy prolongadas generaciones la institución más
execrada por las oligarquías y la vieja clerecía, que se esforzaban por mantener
a nuestros compatriotas en condiciones de vida subhumanas, a fin de medrar al
amparo de su ignorancia, explotándolos sin piedad. La institución en una etapa
ardua fue encabezada por mi abuelo, el Doctor Ramón Allende Padín, como
Serenísimo Gran Maestro, quien actuaba, además, con igual línea de conducta,
como Diputado y Senador Suplente de don Manuel Antonio Matta.

En cuanto a las afirmaciones de que permanezco “sin hacer vida activa dentro
de los organismos masónicos” y a que solicité carta de retiro voluntario de la
Respetable Logia “Hiram Nº 65”, evidentemente obedecen al propósito de que
se crea que sea producido en el ambiente de las logias una impresión
contradictoria”, acerca de mi regularidad como miembro de la Orden.

Mis deberes ciudadanos no me permiten cumplir con las obligaciones y


asistencias propias de un miembro de institución y, por esta circunstancia,
solicité mi carta de retiro voluntario. El oficioso informante de su diario silencio
que tal solicitud no fue acogida, por la unanimidad de los integrantes del Taller,
como una demostración efectiva de comprensión hacia el trabajó que uno de
sus afiliado cumple en el ámbito público.

A pesar de esta actitud tan generosa, sigo convencido de que no me ha sido


dable cumplir, como corresponde, con las obligaciones voluntarias que contraje
con la institución hace más de 30 años.

Por eso exprese en la TV que me encuentro en sueño en mi logia, lo que nada


tiene que ver con mi regularidad ni con mi adhesión a claros principios que
procuran liberar íntegramente al hombre.

La francmasonería no constituye una secta ni tampoco un partido. Sus


miembros, de acuerdo con sus personales convicciones han de encontrar, en
cada tiempo y lugar, los caminos más justos para la realización de los principios
que la animan. He encontrado yo los míos, dedicando sin reservas mi vida
entera a su consecución.
39

La invariable consecuencia entre pensamiento y acción explica la fraternal


solidaridad que me han prodigado los integrantes de mi Taller, y que mido en
su tan significativa proyección moral.

En cuanto a la actitud de la masonería en determinados países, afirmo


categóricamente que la Orden ni yo jamás hemos sido solidarios de las
dictaduras que en América Latina han asolado y agobian a muchos pueblos. Si
en sus patrias los masones no observan una actitud de combate contra la
iniquidad, resulta lícita sostener que ellos vulneran sus deberes más
esenciales.

Nadie tiene derecho a sostener que pueda deducirse de mis expresiones en la


televisión que los principios de la Orden han perdido vigencia. Son ellos
sinónimo de un elevado humanismo y por lo tanto, se identifican con todo
destino digno de ser vivido y, en último término, el apasionante drama de la
historia no es otra cosa que una síntesis de este anhelo irrenunciable.

Firmado: Doctor Salvador Allende.


40

EXPOSICIÓN PROGRAMÁTICA DEL Q:.H:. SALVADOR ALLENDE G.

En Reunión de la Logia Franklin nº 27, de Santiago,


el martes 14 de abril de 1970

Este documento es el resultado de la trascripción de una cinta magnética en


que fueron grabadas las palabras improvisadas del Hermano Allende en la
fecha indicada y que se guardó algunos meses, para ser, luego del golpe de
estado del 11 de septiembre de 1973, enviada fuera de Chile hasta el año
1991, cuando se rescató y se transcribió.

Los párrafos omitidos corresponden a la contingencia política de la campaña


presidencial de 1970.

Venerable Maestro, Queridos Hermanos:


Es para mí motivo de intima emoción masónica el poder dialogar con los
Hermanos de la Respetable Logia Franklin 27 y los Queridos Hermanos
Visitadores:
Agradezco, en lo personal, los conceptos del Venerable Maestro, y destaco el
profundo y hondo contenido masónico de sus palabras, no de aprobación con el
que habla, sino con los principios y fundamentos permanentes de la Orden.

Es por ello que estoy aquí con profunda tranquilidad de conciencia, como un
Hermano que a pesar que en la vida profana, la arena candente del combate,
lo a obligado muchas veces a usar el lenguaje de la dureza implacable para
defender sus ideas, jamás negó su condición de masón y, por el contrario, en
más de tres o cuatro oportunidades, dentro de su propio hogar político, cuando
por desconocimiento o intransigencia, se quiso excluir a los masones de la
convivencia dentro del Partido Socialista, cumplí con el más el más elemental
de mis deberes de señalar que yo era un masón regular y en actividad y que el
día que el Partido socialista estableciera esa incompatibilidad, abandonaría sus
filas de la misma manera que lo haría el día que la Orden , cosa que no es
imaginable, quisiera poner cortapisas al pensamiento de un Hermano.
Pido excusas por no haber traído, y era mi obligación, una plancha escrita;
lamentablemente, obligaciones diversas me han impedido hacerlo. Me someto a
la tolerancia de los Hermanos. Creo que disculparan la falta de vertebración que
pudiera haber en la exposición de mi pensamiento…
...Venerable Maestro, Queridos Hermanos, siempre he pensado y como usted,
que no siendo la Orden ni una secta ni un partido, busca en el hombre la
posibilidad de actuar en el campo profano, sobre la base de hacer que el masón
se compenetre en conciencia de lo que es y debe ser un hombre que pretende
ser libre y perfecto.
Si la Masonería no actúa colectivamente y lo hace a través de los hombres, que
son los Hermanos, más allá de los templos en el campo social, es de
imaginarse, lógicamente, que la acción de los Hermanos no puede ser en
función del pensamiento masónico una actitud objetiva, sino, subjetiva, frente a
los problemas del hombre.
Y de allí, también, es lógico pensar que la vida y el hombre van cambiando y
haciendo que cada vez haya en el pensamiento humano las mutaciones que la
realidad va haciendo necesarios.
Aquí estamos, indiscutiblemente, hombres que tenemos un pensamiento que
tuvieron años y años otros hombres que pasaron por la Orden y por los
templos, pero que actuaron y hablaron un lenguaje que hoy no hablamos
nosotros.
Somos los mismos, pero somos diferentes, y siendo diferentes somos los
mismos, en cuanto a la vigencia de los principios de la Orden que hemos hecho
41

nuestros; de allí la trascendencia que tiene el pensamiento filosófico de la


Francmasonería, que yo no diría se adapta, , por que sería empequeñecerlo,
sino que hace posible que el hombre , en función de realidades distintas y
frente a hechos sociales aplique, en el campo profano con vigencia permanente,
los conceptos y principios que de manera diferente y en otra época, lealmente
y como masones, aplicaron Hermanos nuestros.
Por ejemplo, nadie puede negar que la inmensa mayoría de lo Hermanos que
han actuado y actuaron en el campo profano a fines del siglo pasado, a
comienzos de este y aun siendo masones, desde el punto de vista de sus
concepciones, se agruparon, para hacer más factible la posibilidad de lucha
que impulsaba su generosidad de masón frente al hombre, en el Partido
Radical; pero al mismo tiempo nosotros no podemos dejar de reconocer que en
el pensamiento del radicalismo hubo, como era lógico imaginarse, posiciones
distintas en un instante de su vida, y quizás, en el momento más decisivo de su
trayectoria.
Y fueron los masones los que discreparon, y fueron los masones los que
combatieron en posiciones distintas y lo hicieron en el campo profano sin
renegar sus principios, cada cual en el atalayada sus convicciones, cada cual
dándole a su pensamiento el contenido honesto que creía que era mejor para
llevar a la realidad profana el pensamiento masónico individualmente
interpretado.
Como no recordar, por ejemplo, que frente al pensamiento liberal de Enrique
Mac Iver se alzó el de Valentín Letelier, que le diera al ideario radical el
contenido de un pensamiento distinto para hacer la idea combatiente de la
intervención del Estado, dándole el alcance de un pensamiento socialista.
Basta leer el trabajo de extraordinaria profundidad de Letelier sobre la génesis
del Estado para comprender la efectividad de lo estamos sosteniendo.
De la misma manera, frente a un mundo regido por un pensamiento dogmático,
sectario, los masones individualmente combatieron en el ardoroso campo de la
política defendiendo, en su época, los cementerios laicos y el Registro civil. Y
con legitima satisfacción yo puedo decir que un masón, del cual desciendo, en
el siglo pasado, hizo posible la primera escuela laica de Chile que tiene más de
un siglo de existencia, que es la Escuela Blas Cuevas, que creara el Serenísimo
Gran Maestro de la Orden, doctor Ramón Allende Padín…
… Y es un Hermano Masón el que recoge la inquietud, y más que eso, se alza la
voz de un hombre joven formado en la disciplina responsable de los principios
masónicos y plantea la creación del Frente Popular, Frente Popular que era
nada menos, reitero y repito, Venerable Maestro y Queridos Hermanos, que una
táctica de tipo internacional nacida del pensamiento socialista de Dimitrov para
combatir la ola nazi que amenazaba con ahogar al mundo de la democracia
burguesa en escala amplia y profunda de la humanidad, el Hermano Justiniano
Sotomayor Pérez-Cotapos…
…Las palabras de Justiniano Sotomayor caen en tierra fértil, y el Partida Radical
encabeza la agrupación de las fuerzas marxistas y no marxistas, por que los
radicales del año ‘37 no eran marxistas como no lo son hoy día, y los socialistas
del año ‘37 éramos tan marxistas como lo somos ahora; y los comunistas del
año ‘37 eran tan marxistas como marxistas son hoy. Ni radicales claudicaros,
ni vendieron sus convicciones los marxistas. Y Chile fue el único país del
mundo, Venerable Maestro, que aún incorporando una táctica no nacida de la
realidad chilena, pero necesaria frente al la experiencia mundial, que dio un
paso trascendente en la historia de nuestra patria al hacer posible, primero, la
victoria del maestro estadista Pedro Aguirre Cerda, que además era un buen
masón…

...¡Como fue combatido Pedro Aguirre Cerda! , ¡como se le motejo de vendido


al oro de Moscú !, ¡cómo el Hermano Pedro Aguirre Cerda fue artera y
canallescamente combatido por las columnas del diario El Mercurio, para no
hablar de las columnas de un diario confidencial, no tanto de esa época, pero
de ahora, como El Diario Ilustrado!

Pero si al ataque verbal, si a la ponzoña destilada todos los días, había que
agregar la nota que expresara lo que siempre se ha hecho, no fue remisa la
42

derecha chilena en demorarse y una tentativa de golpe militar se alzó por el


delito increíble , en una manifestación del pueblo, al termino de ella, cuando los
ministros y el Presidente estaban en los balcones, y yo era ministro de Pedro
Aguirre Cerda, se había apoyado en la Casa de Toesca, en el primer piso, un
pendón rojo que llevaba algún obrero que tenia derecho por sus convicciones a
llevarlo. Y entonces nace la tentativa de Ariosto Herrera, y la derecha chilena se
confabula y la amenaza se cierne.

Y el golpe militar se aplasta, sin disparar un tiro por la actitud conciente de las
masas populares dirigidas por sus partidos de vanguardia, los marxistas de
ayer y de hoy, y por la actitud moral de firmeza de un Hermano que siempre
tuvo el sentido de la dignidad del cargo que desempeñaba, Pedro Aguirre
Cerda.

Me tocó, y es un hecho que tiene ribetes de anécdota histórica, estar presente


a las cinco de la mañana de ese día en La Moneda; junto a don Pedro, no
estaba otro hombre que Roberto Wachholtz, que fuera ministro de don Pedro, y
misia Juanita, cuando el edecán, Venerable Maestro, vino a decirle al Presidente
Aguirre Cerda que estaban listos los autos frente a la amenaza que se cernía de
las tropas que avanzaban hacia La Moneda. Y yo oí y aprendí y nunca olvidaré
lo que es la serena firmeza de la dignidad hecha hombre. Don Pedro Aguirre
Cerda le dijo:

Usted esta formado para luchar, use los autos. Yo soy un hombre de Derecho.
Saldré de aquí con los pies hacia delante, pero jamás abandonaré este cargo
que el pueblo me entregó.

Con esta respuesta quedaba definitivamente establecido el hecho de que don


Pedro Aguirre, pequeño y moreno, chilenazo y masón, tenía un alma y una
conciencia que ha hecho posible, además, que su recuerdo se incorpore al
corazón agradecido del pueblo que sabe, sin saberlo, que muy distante de él,
tan solo otro Presidente, Balmaceda, en otro recodo de la historia, puede
comparase al gobierno de Pedro Aguirre Cerda que marcó una etapa del
proceso de desarrollo chileno. Y que llevó a la magistratura de la nación su
pensamiento masónico y en su actitud fue muy diferente y en su acción, del
pensamiento masónico que me imagino que también impulsara al caudillo del
año ‘20…

...Y no sólo se respetó la dignidad del hombre y los derechos del hombre, sino
que se respetó aun a aquellos que teniendo una posición filosófica distinta a la
nuestra y formando parte de una Iglesia combatiente contra el Frente Popular,
Pedro Aguirre Cerda, en su actitud de tolerancia, hizo posible la designación del
primer cardenal de la iglesia chilena, y por eso fue cardenal de Chile José María
Caro…

…Y entonces el hombre contemporáneo lucha por derrotar la alienación que


constituye el proceso que lo amarra el hambre, a la incultura, a la falta de
trabajo, a los salarios insuficientes. El hombre sabe que la libertad, en el amplio
y profundo contenido de su acepción, sola la alcanza en función de derrotar
esto que es la gran lacra de un régimen y de un sistema que se caracteriza
esencialmente por la explotación del hombre por el hombre.

¿Y como, entonces, los masones, los que tenemos el ideario que señala, que
lucharemos por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad vamos a estar al
margen de este proceso que sacude al mundo y que rebota en Chile? ¿Acaso el
Venerable Maestro, no ha recordado los acuerdos del Primer Convento
Masónico de 1943, donde la Francmasonería habla de paz en el mundo, de la
justicia y la Fraternidad entre los pueblos?...

…Para nosotros, y digo nosotros, y planteo que puedo y creo tener el derecho
a sostener que no hay ninguna contradicción entre poder decir que un Hermano
piensa que el método científico del marxismo le permite apreciar la historia y
decir que no esta renegando de los principios masónicos.
43

Si yo creo en la Fraternidad que me enseñaron en los templos, si yo creo en la


Igualdad que me enseñaron en los Templos, si yo pienso que es cierto que en
los templos me hablaron de la Libertad, yo no me imagino que pueda haber
Fraternidad en un mundo donde el poderoso aplasta al pequeño desde el punto
de vista de la correlación de fuerzas de los países. Yo no creo que pueda haber
Fraternidad entre los hombres, mientras pueblos viven desangrando a pueblos
que son hoy, por culpa de ellos, económicamente débiles………..

……. Y sabemos que a pesar de lo se ha hecho, y todo gobierno hace algo,


cientos y miles de niños se quedan sin matricula en la escuela primaria, a pesar
del esfuerzo de los masones para hacer de la educación primaria una
obligación. Y los profesores, que por suerte decoran en gran y crecido número
nuestras columnas, saben que porcentaje de jóvenes no pueden aprender un
oficio, terminar el ciclo secundario, y que porcentaje de jóvenes hoy día quedan
al margen de la universidad. Si mal no recuerdo, de 46 mil postulantes, tan
sólo 17 mil han ingresado a la universidad. Y en la Universidad de Chile, más
democrática que otras universidades del continente donde nunca a pasado un
hijo de obrero, el dos por ciento de los alumnos hoy son hijos de obreros.

Y este país democrático, de la democracia que defienden con tanta pasión, y


con tan pocos argumentos tan superficialmente alguna gente; en este país,
Venerable Maestro, y lo saben los médicos que decoran estas columnas, hay
600 mil niños con retrasos mentales, hijos de obreros y campesinos, y aún de
empleados, que nacieron de parto de término, de padre normal, que nacieron
con peso y estatura normal, en la mayoría de los casos, pero cuyas madres no
tuvieron la leche para alimentarlos y cuyos padres, o no supieron o no pudieron
comprar la leche que ese niño necesitaba…

...Venerable Maestro, nadie podría imaginarse en un hombre que tiene la


responsabilidad de un Taller y que usa el mallete, siendo un igual entre sus
iguales, ha dicho que no habrá paz en la conciencia de los masones mientras
haya un niño sin zapatos, sin leche, sin cuadernos, pero si son hijos
imaginarios. Hermanos, si no son niños de otro país, son hijos del pueblo, son
niños chilenos, son hijos de trabajadores. No son hijos nuestros, por que
nosotros tenemos la suerte de de formar parte de los sectores de la burguesía
media, que aún pueden, todavía, alimentar a sus hijos normalmente. Pero
¿habrá paz en la conciencia masónica? ¿habrá tranquilidad en la conciencia de
los Hermanos? ¿habrá silencio en el lenguaje que cada Hermano, que tiene la
firmeza de sus convicciones, debe levantar su voz en el mundo profano para
condenar una realidad que hace en forma tan brutal el destino y el futuro de la
Patria, estén marcados por el hecho increíble de que falta la leche, como
símbolo de una realidad y de un sistema?...

…Y los procesos sociales se agudizan, como tiene que agudizarse, no por culpa
de los de los agitadores; por eso, Venerable Maestro, que Chile ha visto la
ocupación de un regimiento por militares chilenos, representando a las Fuerzas
Armadas y Carabineros en un justo pedido de mejores sueldos y salarios frente
a una postergación indebida, pero como expresión muy clara de las
contradicciones de un régimen y un proceso inflacionario que alcanza niveles
que no son ya de empleados, obreros y campesinos. Y, por cierto, qué rapidez
en solucionar un problema de gente que tenía razón, pero que además tenían
cañones…

…Nace un proceso de amplitud, de proyecciones incalculables en el destino de


Chile. Y yo pienso, y por eso mi satisfacción profunda por la amplitud de su
pensamiento y el de su Taller, Venerable Maestro, de que pueda con el respeto
a todas las ideas, expresarse en los templos masónicos un pensamiento que
tiene la fuerza vital y un sentido patriótico, que yo pienso que ningún Hermano
podrá negar.

¿Qué queremos? ¿Que deseamos? ¿Por que luchamos? Queremos que el


hombre de Chile deje de ser carne de miseria moral y psicológica, en un
porcentaje amplio. ¿Qué anhelamos? Que Chile sea un país capaz de colocarse
en la era del proceso científico técnico que vive la humanidad, si no en una
44

posición señera, por lo menos en proceso de desarrollo no solo económico, sino


cultural, que le de a la vida un sentido distinto.

Pero si la esencia de nuestro pensamiento es la Libertad, la Igualdad y la


Fraternidad, ¿es que tiene libertad el campesino? ¿es que la tiene el obrero?
¿ es que la tiene el empleado? ¿es que la tiene el periodista, cuyos niveles
educacionales y culturales son más amplios? , ¿es que puede haber igualdad y
fraternidad entre el explotador y el explotado, entre el opresor y el oprimido?

Yo no me imagino a un masón renuente a mirar lo que sucede frente a su casa


o a diez minutos de su hogar; basta para ello que algún día, en horas de ocio,
llegue a las poblaciones marginales y mire con ojos de masón.

Pero si del punto de vista humano, y no me imagino que algún Hermano no


quisiera hacerlo, que piense que este país, como la mayoría de los países de
este continente, como la mayoría de los países de otros continentes, están
sacudidos por tensiones y fuerzas sociales que harán estallar la realidad actual
y que nuestra obligación es buscar un cause que impida la lucha fraticida, el
quiebre sin destino, la violencia sin meta y la pasión enferma sin contenido…

…¿Es que tienen o no tienen valor nuestros principios, Venerable Maestro? Si


los tienen, y yo creo que los Hermanos los sienten, tendrán por lo menos la
comprensión para los que hemos asumido en la vida profana, que hace que la
mentira, la insidia y la calumnia lo rocen a uno. Si a mí, desde el punto de
vista de combatiente social, no me alcanza ni la mentira ni la calumnia, me
puede si, en mi entereza, quebrar un poco la duda de algún Hermano. Y eso me
duele en mi convicción, en la tibieza de la fraternidad que yo reclamo, por que
la he dado, o si quieren la tolerancia, para comprender que otros tenemos el
derecho de jugarnos más cuando sentimos que la aplicación profana de las
ideas y los idearios que nos enseñaron en los templos…

…El programa de la Unidad Popular no es un programa Socialista, ni es un


programa Comunista, ni es un programa Radical, ni es un programa de los
mapucistas, ni de los socialdemócratas, ni del API. Es el programa de todos los
que en este pedazo de la historia patria creemos que es indispensable para
crear el nuevo orden y evitar que el actual tenga que mantenerse sobre ríos de
sangre y sobre cientos de cadáveres…

...Venerable Maestro, cuando el mundo se sacude, cuando América Latina se


estremece, cuando la juventud, en Francia y en el mundo, lanza su protesta
airada, inconexa, lo que es la generosidad joven, pero que no tiene
continuidad; cuando vemos que en nuestra propia Patria los jóvenes se
sacuden la inercia de los adultos y buscan una explicación, un cauce, y un
camino y se sienten atraídos por la guerrilla, por el foco militar, por las
violencia armada, nosotros los acusamos de violentos.

Nosotros los marxistas decimos, Venerable Maestro, que todavía es posible aquí
en Chile, dentro de los cauces legales, que podamos conquistar el Gobierno;
pero esto no se reconocerá jamás por los enemigos, esto nunca se reconocerá,
pero si tendrán que reconocerlo los Hermanos que no podrán negar que nuestra
voz es la voz responsable de los que no están predicando, sino que haciendo
lo que piensan que debe hacerse. Pero también es cierto que tenemos que
herir intereses y que esos intereses son poderosos, que son demasiado
poderosos y por eso se defienden y por eso la mentira y por eso el terror…

…No queremos la violencia. No necesitamos la violencia. La violencia


revolucionaria es la respuesta a la violencia reaccionaria. Son otros los que
pueden usar la violencia, por que tienen los medios par usarla. Nosotros
soñamos, Venerable Maestro, y con esto termino, en un gobierno fuerte, pero
en un gobierno fuerte que no esté afianzado en la fuerza de las armas, sino en
la fuerza moral, en la unidad de un pueblo en la responsabilidad colectiva. En el
hecho social que haya aquí un maestro universitario que se sienta hombre junto
al compañero campesino o al obrero. En el hecho que el hombre entienda que
la mujer no solo es motivo de placer o de explotación.
45

Soñamos con una sociedad distinta y queremos luchar por ella,


aprovechándonos de la experiencia histórica, pero sin ser imitadores y sin ser
repetidores de procesos que en otras latitudes tuvieron el contenido de una
realidad para su propia realidad. Alguna vez lo dije vulgarmente y lo repito aquí
con el perdón de ustedes, dije, que la revolución cubana se hizo con gusto a
azúcar y sabor a ron; la revolución chilena la haremos con gusto a vino tinto y
sabor a empanadas de horno…

...Frente a la realidad chilena, en la quietud de los templos un Hermano de


ustedes rompe, quizás, no diré, con la tradición, sino que rompe con el hecho
de haber usado un lenguaje que quizás en su tono se pudo apartar en un
instante del que debe usarse aquí donde se invoca siempre la Serenidad, pero
más allá del tono de mis palabras, esta la Serenidad de las convicciones que en
el caso mío tiene los años que tengo dentro de la Orden Masónica.

Gracias Venerable Maestro.


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EXTRACTO DE SU ALOCUCIÓN EN LA GRAN LOGIA DE COLOMBIA


28 DE AGOSTO DE 1971

Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia de Colombia,


Queridos Hermanos integrantes del Supremo Consejo,
Altos Dignatarios de la Orden,
Queridos Hermanos todos.

Pienso, mirando hacia el comienzo de mi vida, que no recibí con facilidad el


derecho de ser miembro de la Gran Logia de Chile, porque había sido un
estudiante rebelde; y si golpeé a las puertas de la Respetable Logia “Progreso”
Nº 4 de Valparaíso, lo hice con profunda convicción y teniendo el acervo de los
principios inculcados en mi hogar y en el hogar de su padre.
El Querido Hermano Ramón Allende Padín, mi abuelo, fue Serenísimo Gran
Maestro de la Gran Logia de Chile y fundador de la Logia cuyas puertas se
abrieron para mí en Valparaíso, siendo la segunda Logia en el País. Tenía plena
conciencia de que la Orden no es ni una secta ni es un partido. Que al
desbastar el hombre la piedra bruta, lo prepara para actuar en el mundo
profano y es obligación de los masones actuar en él sobre la base de los
principios permanentes de la Masonería.
Por eso no diré para agradecer, por que me parece que ese es un término
impropio entre Hermanos, sino para testimoniar el contenido generoso de la
palabras del Soberano Gran Comendador y del Serenísimo Gran Maestro para
un Hermano, que tengo que recordar también la noche de mi Iniciación, cuando
oí por vez primera, en el ritual, que los hombres sin principios y sin ideas
arraigadas son como la embarcaciones que roto el timón, se estrellan contra los
arrecifes.
También supe que en nuestra Orden no había ni jerarquías sociales ni de
fortuna. Por eso desde el primer instante se fortaleció mi convicción de que los
principios de la Orden, proyectados al mundo profano, podían y debían
significar una contribución al gran proceso renovador y bullente que tienen los
pueblos de todo el orbe y, sobre todo, los pueblos de este continente cuya
dependencia política y económica acentúa la tragedia dolorosa de los países en
vías de desarrollo.
Por eso, teniendo la seguridad de que la tolerancia es una de las virtudes más
profundas y sólidas, a lo largo de mi vida masónica, que alcanza ya a los 36
años, planteé en las planchas masónicas en las diversas Logias de mi Patria la
seguridad, cierta para mí, de que podía coexistir dentro de los templos con mis
Hermanos, a pesar de que para muchos era difícil imaginar que lo pudiera
hacer un hombre que en la vida profana públicamente dice que es marxista.
Este hecho, comprendido dentro de las Logias, fue muchas veces
incomprendido en mi propio partido. Más de una vez en los congresos del
partido que fundara nada menos que un Ex Serenísimo Gran Maestro de la Gran
Logia de Chile, Querido Hermano Eugenio Matte Hurtado, se plateó la
incompatibilidad entre ser masón y ser socialista. Es muy dura la intolerancia
en los partidos políticos.
Yo sostuve mi derecho a ser masón y ser socialista. Manifesté públicamente en
esos Congresos que, si se planteaba la incompatibilidad, dejaría de ser militante
del Partido Socialista, auque jamás dejaría de ser socialista en cuanto a ideas y
principios; de la misma manera que sostuve que el día que la Orden se
plateara, cosa que no me puedo imaginar, la incompatibilidad entre mi ideario y
mi doctrina marxista y ser masón, dejaría los Talleres, convencido que la
tolerancia no era una virtud practicada.
He podido sortear esta realidad y creo que tan sólo puedo ofrecer a los
Hermanos de la Gran Logia de Colombia una vida leal a los principios de la
Orden, dentro de la Orden y en el mundo profano.
47

Durante muchos años, desde estudiante que supe de la cárcel y de la exclusión


de la Universidad y de la relegación, hasta hoy, he sido consecuente con mis
convicciones. Di batallas en un mundo político convulsionado, pero en un país
que políticamente ha alcanzado altos niveles, a veces sin ninguna posibilidad y
seguro de ello, de llegar al solio de los presidentes de Chile.
Me interesaba abrir un surco, sembrar una semilla, regalar con el ejemplo de
una vida esforzada para que algún día diera su fruto esta siembra, no para mí,
sino para mi pueblo, para el de mi Patria que necesita una existencia distinta.
Chile, si bien es cierto es un país que políticamente ha alcanzado -como lo
dijera hace un instante- niveles más altos en el desarrollo político que otros
países de este continente, si bien es cierto que Chile es un país donde la
democracia burguesas ha permitido el desarrollo de todas las ideas; si bien es
cierto -repito- que esto es así, ello se ha alcanzado por la lucha de los sectores
populares, a fin de que se respete el derecho del hombre y las conquistas
alcanzadas por el pueblo y que han sido logradas en heroicas batallas por la
dignidad y por el pan.
Si bien es cierto que Chile ha logrado en lo político ser un país independiente,
desde el punto de vista económico no lo es. Y nosotros pensamos que es
fundamental alcanzar esa independencia económica para que sea nuestro país
auténticamente libre en lo político, y pensamos que es fundamental que se
logre, como pueblo, nación o país; como es fundamental que el hombre de mi
tierra pierda el temor a la vida, rompa con la sumisión, tenga derecho al
trabajo, a la educación, a la vivienda, a la salud y a la recreación.
Pensamos que el hombre de Chile tiene que emitir el contenido de palabras tan
significativas y que constituyen la tríada de los fundamentos masónicos:
Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Hemos sostenido que no se puede hacer Igualdad cuando unos pocos lo tienen
todo y tantos que no tienen nada. Pensamos que no puede haber Fraternidad
cuando la explotación del hombre por el hombre es la característica de un
régimen o un sistema; por que la Libertad abstracta debe dar paso a la Libertad
concreta. Por eso hemos luchado. Sabemos que es dura la tarea y tenemos
conciencia de que cada país tiene su propia realidad, su propia modalidad, su
propia historia, su propia idiosincrasia. Y respetamos por cierto, las
características que dan perfil propio a cada nación del mundo y con mayor
razón a las de nuestro continente.
Pero sabemos también, y a plenitud de conciencia, que estas naciones
emergieron rompiendo el correaje por el esfuerzo solidario de hombres que
nacieron en distintas tierras, que tenían banderas diferentes, pero que se
unieron bajo la misma bandera ideal, para hacer posible una América
independiente y unida.
La historia nos enseña que una pocas Logias Irregulares, como fueron las
Lautarinas, fueron la semilla y la simiente de las luchas emancipadoras, y aquí,
en la Gran Logia de Colombia, puedo recordar con profunda satisfacción que
Bolívar escribió a O’Higgins directamente desde la ciudad de Sucre, y que su
palabra encontró eco en el Padre de la patria nuestra, que “entregara la lección
de tenacidad” cuando supo de las derrotas, pero supo también de las
enterezas para resarcirse de ellas. Y en tierra hermana argentina buscó junto a
San Martín la posibilidad de la batalla decisiva que liberara a Chile, y tuvo la
visión del Cono Sur de América que tuvo Bolivar en su ansia justa, para el resto
del continente.
Por eso, un 20 de agosto, desde la rada de Valparaíso despidiera con estas
palabras a los barcos de la Expedición Libertadora del Perú: “De estas cuatro
tablas pende el porvenir de América”. Fueron soldados de Chile y Argentina los
que contribuyeron a la liberación del Perú.
Por eso, con modestia en la dimensión de la realidad y sabiendo que el mundo
contemporáneo, más que el hombre, son los pueblos los que deben ser y son
los actores fundamentales de la historia, busqué la posibilidad de hacer que
este pueblo, el de Chile, tomara conciencia de su propia fuerza y supiera
encontrar su propio camino.
48

No ha habido, por lo tanto, más que un aporte en lo personal. Han sido las
masas populares chilenas, las mayorías nacionales, integradas por campesinos
y obreros, por estudiantes, empleados, técnicos, profesionales, intelectuales y
artistas; han sido ateos y creyentes, laicos, masones y cristianos; han sido
hombres con definición política que convergieron a un programa que levantó la
voluntad combatiente de las masas chilenas, para enfrentar el reformismo de la
Democracia Cristiana y la candidatura que representó la tradición del
capitalismo, la del señor Jorge Alessandri.
Chile, por lo tanto, vivió la etapa prolongada y no estéril de los gobiernos
típicamente capitalistas. Digo no estéril, por que he sostenido que nuestro país
ha sido o es uno de aquellos en que la democracia burguesa ha funcionado
propiamente como tal.
Las instituciones chilenas tienen una firmeza más que centenaria. Y este año el
Congreso Nacional de mi Patria, del cual formé parte durante 27 años, dos años
como Diputado y veinticinco como Senador, cumplió 160 años, casi en
ininterrumpida labor…
…No hay ningún país en vías de desarrollo que haya logrado solucionar
cualquiera de los rubros de vivienda, trabajo, salud y educación, y menos en
nuestro continente, donde un vasto sector humano ha sido negado y
desconocido, sean los descendientes de Atahualpa o los hijos de Lautaro en mi
patria. El heroico Arauco, el mapuche, al indio, el mestizo, ha sido y
lamentablemente a pesar de que dieron la simiente de nuestra raza,
perseguidos, postergados y aun negados en muchos países.
Por eso nuestro combate y nuestra decisión tenía que ser, no un cambio
político, no el traspaso del Gobierno de un hombre a otro, sino la entrega de un
régimen al pueblo que quiere la transformación profunda en lo económico, en
lo político y en lo social.
Para abrir el camino dentro de su legítimo derecho al socialismo, Chile -he
dicho Serenísimo Gran Maestro- tiene su propia historia, como la tienen los
otros pueblos con sus propias características. Y Colombia sella con Chile su
vocación democrática y libertaria…
...La verdad es, Serenísimo Gran Maestro, que nadie en mi Patria, ni más allá
de las fronteras, puede llamarse a engaño. Durante más de un año dimos a
conocer el Programa de la Unidad Popular -repito- integrada por laicos,
marxistas y cristianos, por hombres de la pluma, del arado y del riel. Nadie que
lo quiso, dejo de conocer por que luchábamos y para que luchábamos. Siempre
sostuve que era difícil ganar las elecciones, que era más difícil asumir el
Gobierno, que aún era más difícil construir el Socialismo. Siempre exprese que
esa tarea no la podía hacer un hombre o un grupo de partidos, sino un pueblo
organizado, disciplinado, conciente, responsable de su gran tarea histórica, y
los hechos han comprobado lo que yo sostuviera…
...Siempre sostuve que cada país, de acuerdo con su propia realidad, debía
buscar el camino. Por lo tanto, agregue que, desde el punto de vista teórico,
para mí por lo menos, el foco guerrillero, la insurgencia armada, el pueblo en
armas o las elecciones, eran caminos que podrían elegir los pueblos dentro de
su propia realidad. Yo no tengo ambages en decirlo. Hay países en que nadie
se puede imaginar que puedan haber elecciones porque no hay un congreso ni
partidos ni organizaciones sindicales.
Por eso pisamos este sendero dentro de las leyes de la democracia burguesa,
comprometiéndonos a respetarlas, pero al mismo tiempo a transformarlas, para
hacer posible que el hombre de Chile tenga una existencia distinta y que Chile
sea auténticamente una Patria para todos los chilenos.
Hemos planteado una revolución auténticamente chilena, hecha por chilenos,
para Chile. No exportamos la revolución chilena por razones muy sencillas, por
que algo sabemos de las características de cada país. Para exportar democracia
y libertad tienen que haber algunas condiciones que no tienen la inmensa
mayoría de los pueblos latinoamericanos. Por eso es que entre Hermanos, en
la Gran Logia de Colombia, pueden darse cuenta ahora en la entrega franca del
planteamiento de un Hermano frente a Hermanos.
49

La batalla nuestra es muy dura y muy difícil porque, indiscutiblemente, para


elevar las condiciones de vida de nuestro pueblo, necesitamos hacer grandes
transformaciones revolucionarias que hieren intereses; intereses foráneos, el
capital extranjero, intereses imperialistas, intereses nacionales de los
monopolios, de la alta banca.
Estamos convencidos de que no podremos derrotar el retrazo y la ignorancia, y
la miseria moral y fisiológica, si no utilizamos los excedentes que produce
nuestra propia economía para sembrarlos en escuelas, caminos, haciendas
trabajadas con técnicas modernas, para hacer posible -repito- el rendimiento
de nuestra propia Patria, de lo que legítimamente nos pertenece.
Sólo puedo ilustrar -para que se entienda nuestra posición- en el caso de Chile,
el cobre por ejemplo, la riqueza fundamental, pilar de nuestra economía,
representa el 82% del presupuesto de divisas del país, y nos da el 24% del
ingreso fiscal, Serenísimo Gran Maestro. Y esto ha estado manejado por manos
que no son chilenas. La inversión inicial de las compañías americanas del cobre
no superó, hace 50 años, los trece millones de dólares. Y a lo largo de estos
años han salido de Chile tres mil doscientos millones de dólares para ir a
fortalecer a los grandes imperios industriales…
...En un país que puede alimentar a veinte millones de habitantes o más, se
tiene que importar todos los años carne, trigo, grasa, mantequilla y aceite, por
un valor superior a los ciento ochenta o doscientos millones de dólares.
Si continuara el crecimiento vegetativo de la de la población a razón del 2,9 %
al año, y no aumentara la producción agrícola, en el año 2000 Chile tendría que
importar 1.000 millones de dólares en alimentos. Y todo el comercio exterior de
Chile en este instante, Serenísimo Gran Maestro, es de 1.200 millones de
dólares. De los cuales el cobre representa 1.030 millones.
En estas condiciones tampoco podría estar ausente de la mente nuestra la
necesidad de una profunda reforma agraria, que es parte del proceso de
desarrollo económica de un país, y que no es solo el cambio de propiedad de la
tierra, sino la elevación del nivel intelectual y moral del trabajador de la tierra.
Nosotros hemos hecho nuestra la frase de Túpac-Amaru, el cacique del Perú,
cuando dijo a sus indios: “El patrono no comerá más de tu hambre”. Hemos
querido efectivamente que el trabajador de la tierra sea el que tenga el derecho
también a comer lo que la tierra produce.
Y yo, que soy médico, y que he sido cinco años presidente del Colegio Médico
de Chile, siendo combatiente Senador socialista, que se lo que es la vida
gremial, y que puedo decir con satisfacción a mis Hermanos que los médicos
de mi Patria me respetaron y me respetan, puedo señalar con dolor de chileno,
lo que seguramente pasa en otros pueblos: 600 mil niños de mi patria,
Serenísimo Gran Maestro, que ha alcanzado el nivel político que he sostenido
aquí, son retardador mentales, porque no recibieron proteínas en los primeros
seis meses de su existencia…
…Y nosotros debemos entender que países que gastan cien mil millones de
dólares al año en una guerra, en un continente que no es el suyo, para impedir
que un pueblo se dé el destino que quiera, frente a una América Latina que
tiene que estar con manos tendidas e implorantes, para conseguir empréstitos
pequeños, gotas de leche de la gran ubre del país más poderoso del
capitalismo, en circunstancia que de este continente , en la última década, han
salido muchos más millones por amortización de las utilidades e intereses, que
los que ingresan como aportes de capital. América Latina, continente pobre, es
exportador de capitales, frente a la realidad del país más poderoso del mundo,
del capitalismo internacional.
Es por eso que esta es nuestra lucha, y es por eso que uso este lenguaje de
claridad, como es la obligación de hacerlo frente a mis Hermanos. Es una lucha
frontal que no solo será en Chile, que está dándose en todas partes del mundo,
porque vivimos el minuto trascendente en que los viejos sistemas crujen, y es
obligación nuestra mirar con ojo abierto lo que va a ocurrir mañana, si no
somos capaces de encontrar los cauces que permitan a las grandes masas
continuar un camino que no sea el de la violencia innecesaria y del costo del
capital elevado.
50

Yo lo he dicho en mi país, y lo repito aquí, en el seno de los Hermanos de


Colombia; yo no soy una represa, pero si soy el cauce para que el pueblo
pueda caminar con la seguridad de que sus derechos serán respetados.
No pueden detenerse las avalanchas de la historia. No pueden las leyes
represivas calmar el hambre de los pueblos. Transitoriamente podrán
aplazarse algunos años, y quizás una generación, pero tarde o temprano se
rompen los diques y la marea humana inunda, pero esta vez con violencia -y a
mi juicio justa- porque también su hambre y sufrimiento son más que
milenarios en algunas partes, y centenarios, por lo menos, en nuestro
continente.
Si viejas instituciones como la iglesia ven transformarse el contenido de su
propia existencia; si los obispos reunidos en Medellín hablan un lenguaje que
pudiera haber sido revolucionario hace cinco o diez años atrás, es por que
comprenden que el verbo de Cristo tiene que recuperarlo para que la iglesia
se valga como institución, porque si la ven siempre comprometida con los
intereses de unos pocos, nadie va a creer mañana en la verdad de la enseñanza
del que la dio: el Maestro de Galilea, considerado por mí, por lo menos, como
hombre.
Es por eso que yo pienso y sueño. Sueño en la noche de la Iniciación, cuando
recordaba estas palabras: que los hombres sin ideas arraigadas y sin principios,
son como las embarcaciones que, perdido el timón, encallan en los arrecifes.
Yo quiero que los Hermanos de Colombia sepan que no voy a perder el timón
de mis principios masónicos. Es más difícil hacer una revolución en que no
haya costo social y es duro estrellarse contra poderosos intereses
internacionales y poderosos intereses nacionales. Pero lo único que quiero es
llegar mañana, cumplido mi mandato, y entrar por la puerta de mi Templo,
como he entrado ahora como Presidente de Chile.

Que así sea.


51

CARTA AL SENADOR PATRICIO AYLWIN AZOCAR


Presidente del Partido Demócrata Cristiano
Publicada por el diario La Nación, el día jueves 23 de agosto de 1973.

Señor senador Aylwin:


La trascendencia que para la seguridad y el progreso de los chilenos tiene un
urgente entendimiento entre la mayoría democrática del país, que ponga bajo
control de la razón las corrientes profundas que de modo cada vez más
alarmante amenazan con arrastrar a nuestra comunidad hacia una catástrofe
social, interpretando el sentimiento de la gran mayoría de compatriotas, me
llevó a convocar pública y solemnemente al Partido Demócrata Cristiano a
entablar un dialogo con el Gobierno que permitiera “ordenar el proceso de
cambios y continuarlo”.
En las circunstancias presentes por que atraviesa Chile, un diálogo entre el
Gobierno y el partido que usted preside, tiene un solo sentido: buscar las
coincidencias y convergencias sobre los problemas nacionales más vitales que
existen entre la oposición democrática y el Gobierno, con el objeto de encontrar
el entendimiento mínimo sobre las materias concretas expresadas en la
declaración de la dirección demócrata-cristiana el 6 de julio pasado, en sus
discursos del 11 y del 26 del mismo mes y el mío ante el Plenario de
Federaciones de la CUT, el día 25 de julio. Y tanto usted como yo convinimos,
en nuestras últimas declaraciones sobre la materia, en que el dialogo quedaba
planteado sin imposiciones unilaterales y contemplando los puntos de vista de
la otra parte.
Por consiguiente, cuando usted, en la carta que ayer me dirigiera, reafirma su
deseo de ver promulgada la reforma constitucional sobre las áreas de la
economía, ello no puedo interpretarlo como la manifestación de querer imponer
los criterios del PDC en torno de esa materia por sobre los del ejecutivo. Por el
contrario, usted se muestra sensible a algunos planteamientos que el Gobierno
ha formulado al respecto y hace proposiciones complementarias para obviar los
problemas que para mí, como Presidente de la República encierra la
promulgación de la mencionada reforma.
Las tesis jurídicas sustentadas por el ejecutivo acerca del proceso seguido por
el congreso para aprobar las reformas constitucionales en cuestión, distintas de
las defendidas por la mayoría parlamentaria, son ampliamente conocidas. La
posición del Gobierno se fundamenta en mi voluntad intransigente de mantener
el régimen presidencial. Pero ha estado siempre en mi ánimo que una
discrepancia jurídico-constitucional, no debía convertirse en obstáculo
insalvable para la continuidad institucional del país. Por ello, el Gobierno invocó,
en su oportunidad, el arbitraje del Tribunal Constitucional. Hoy, cuando todos
nuestros ciudadanos se interrogan por los graves problemas económicos y
sociales y se angustian e inquietan por el destino que espera a nuestra
convivencia cívica, no será el Presidente de la República quién anteponga un
problema de interpretación jurídica a la discusión y búsqueda de entendimiento
sobre los reales problemas materiales que nos preocupan.
Llevado por este anhelo en bien del país, quiero proponerle una solución
concreta que concilie las posiciones jurídico–constitucionales del PDC y del
Gobierno, sin que las de ustedes se impongan sobre las nuestras, ni viceversa.
En caso de acuerdo estaría dispuesto a promulgar la reforma constitucional
para que así desaparezca la dificultad formal y entremos a discutir sobre lo
sustancial que preocupa a los trabajadores y a todos los chilenos, lo que
presupone el siguiente procedimiento de instrumentación, basado en la
simultaneidad de sus concreciones:

1.- Remitir al poder constituyente –formado por el Congreso Nacional y el


Presidente de la República- la solución del conflicto de interpretación jurídica
pendiente. En este sentido, se tramitaría un proyecto de reforma constitucional
que declare explícitamente, a contar de su vigencia, que el quórum para que el
Congreso haga prevalecer su criterio, tratándose de observaciones supresivas o
52

sustitutivas a un proyecto de enmienda a la Constitución, es de dos tercios de


los miembros presentes, que representen, a lo menos, la mayoría de los
diputados y senadores en ejercicio. A la vez, que declare que, para los efectos
de la tramitación de los proyectos de reforma constitucional referente a las
áreas de la economía y al régimen de tenencia de la tierra, el Congreso no
requirió insistencia para que se entendiera aprobado a su propio texto frente a
las observaciones del Presidente de la República.
2.- Dicho proyecto de enmienda constitucional contendría, también,
disposiciones encaminadas, tal como usted lo señala, a solucionar los
problemas prácticos a que daría lugar la entrada en vigencia de las reformas
constitucionales sobre las áreas de la economía y sobre el régimen de tenencia
de la tierra, en trámite.
3.- Se despacharían, simultáneamente, los proyectos de ley sobre empresas de
autogestión, participación de los trabajadores en la conducción de la economía,
garantías a la pequeña y mediana empresa, actividades económicas reservadas
del Estado, estatuto de requisiciones e intervenciones, delimitaciones del área
de propiedad social y sanciones contra el delito económico. Estas materias,
salvo el estatuto de requisiciones e intervenciones y la persecución del delito
económico, están contenidas en los proyectos de ley enviados al Congreso,
previo estudio conjunto del Gobierno y del Partido Demócrata Cristiano, lo que,
sin duda, constituyen una base real de convergencia. Igualmente, se
despacharían los proyectos que fueran necesarios derivados de la reforma
constitucional sobre el régimen de tenencia de la tierra, ya referido.
4.- Los proyectos de reforma constitucional sobre las áreas de la economía y
sobre el régimen de tenencia de la tierra, se promulgarían conjuntamente con
la enmienda constitucional propuesta en los puntos primero y segundo y con los
proyectos de ley a que se alude en el punto tercero.
Obviando de esta forma el diferendo jurídico, queda abierto el camino para
abordar los reales problemas sobre los cuales Chile espera un entendimiento
mínimo: los problemas económicos, sociales y políticos que hoy están
amenazando la paz interna y la unidad nacional frente a presiones extranjeras.
Afirma usted en su carta que hay convergencia formal entre el PDC y el
gobierno en torno a la necesidad de reestablecer las bases esenciales de la
convivencia democrática. En su discurso del 26 de julio, usted recogió la casi
totalidad del plan en ocho puntos que yo propusiera la víspera para centrar el
diálogo y que son los siguientes:
1. Afianzamiento del mando y la autoridad del gobierno.
2. Rechazo de las fuerzas armadas paralelas. Marginación de las Fuerzas
Armadas de la pugna política.
3. Desarrollo del poder popular, vinculado al gobierno y sin producir
antagonismos con el régimen institucional.
4. Reafirmación del camino político establecido en el programa de la
Unidad Popular, que, en ningún caso, es insurreccional.
5. Definición y articulación de las competencias que les corresponden a los
poderes del Estado.
6. Plena vigencia del estado de derecho, para lo cual es imprescindible
acabar con el bloqueo legislativo y desarrollar el régimen legal.
7. Definición del régimen de propiedad de las empresas, precisando
legalmente el área de propiedad social de la economía y teniendo
presente la irreversibilidad de las transformaciones realizadas en ella y
la necesidad de la participación de los trabajadores en su dirección.
8. Medidas económicas concretas que detengan la inflación, aseguren la
distribución y permitan el desarrollo económico del país.

No es, por consiguiente, en los principios genéricamente formulados donde se


han producido las divergencias que tanto preocupan al país, sino en el
contenido y concreción de esos principios. Es sobre estos problemas concretos
53

que debemos discutir y buscar el entendimiento mínimo que asegure la paz y el


régimen democrático.
Tengo el firme convencimiento de que el vigor y el prestigio de nuestras
instituciones política se demuestra buscando los puntos mínimos de
entendimiento democrático sobre los problemas mas imperiosos del momento.
Llevar a cabo un nuevo cambio de gabinete, apenas un mes después que
asumiera el actual, no aportaría ninguna solución a lo que el país nos exige en
la medida de los problemas materiales y tangibles que hoy enfrentan al PDC y
al gobierno no hayan sido reemplazados por un acuerdo que, respetando la
personalidad propia de cada una de las partes, preserve el consenso
fundamental sobre las condiciones que hacen posible la democracia, las
libertades, el estado de derecho, la participación popular, el desarrollo
económico, y, como consecuencia de todo ello, la convivencia ciudadana.
Mi Gobierno ha sido el único que ha dado pruebas fehacientes y prácticas en
múltiples oportunidades y circunstancias, de su voluntad de incorporar a las
Fuerzas Armadas como instituciones a las grandes tareas nacionales. En un
momento de grave peligro para la paz interna, en octubre de 1972, les asigné
altas responsabilidades en el seno del gabinete. Su participación y contribución
al desarrollo económico se manifiesta de diversas maneras. Y es mi propósito
continuar sumándolas al esfuerzo nacional para avanzar en el camino que
democráticamente ha escogido nuestro pueblo. Pero es en la robustez de las
instituciones políticas donde reposa la fortaleza de nuestro régimen
institucional. Y es obligación de los partidos políticos democráticos esforzarse
en evitar el desmoronamiento de las instituciones cívicas incapacitándolas para
atender las necesidades del país.
El estudio detenido de los documentos básicos elaborados por el partido que
usted preside y el gobierno, para orientar el dialogo, me llevó a proponerle el
30 de julio, que ambas partes discutieran y buscaran coincidencias mínimas en
breves plazos preestablecidos, en torno de las grandes cuestiones nacionales en
ellos mencionados y que usted recoge y enumera en su carta.
La concreción de todas estas medidas que expresan el decidido propósito de mi
gobierno de elaborar la nueva juridicidad que el país reclama y que yo estimo
indispensables en el ordenamiento del proceso, permitirá el desarrollo normal
de nuestra vida institucional lo que, a su vez, facilita el pleno desarrollo de los
cambios sociales dentro de la concepción del Estado de derecho.
No deseo dramatizar, pero tengo el deber de recordarle las trascendentes
responsabilidades que usted y yo tenemos en los difíciles instantes que vive el
país y las proyecciones históricas de nuestras decisiones. Por ello y por el
interés superior de Chile, debemos continuar el diálogo. Lo invito formalmente
para que prosigamos nuestras conversaciones.
Cordialmente

Salvador Allende Gossens


Presidente de la República.
54

DISCURSO DE DESPEDIDA EL DIA 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973


Trasmitido por Radio Magallanes desde el Palacio de la Moneda
Su última intervención pública

Está será seguramente la última oportunidad para dirigirme a ustedes. La


Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación.
Mis palabras no tienen amargura, sino decepción. Que sean ellas un castigo
moral para los que han traicionado su juramento: Soldados de Chile,
Comandantes en Jefe titulares y el Almirante Merino, que se ha auto designado
Comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero, que solo
ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno y que también se ha auto
denominado Director General de Carabineros. Ante estos hechos, sólo me cabe
decir a los trabajadores: ¡¡ No voy a renunciar!!
Colocado en un transito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo y les
digo que tengo la certeza que la semilla que hemos entregado a la conciencia
digna de miles y miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente. Tienen
la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con
el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron,
la confianza que depositaron en un hombre que solo fue interprete de grandes
anhelos de justicia, que empeño su palabra que respetaría la Constitución y la
Ley, y así lo hizo.
Es este momento definitivo, el último en que yo puedo dirigirme a ustedes,
para que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo unido a la
reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la
que les enseñara el General Schneider y reafirmara el Comandante Araya,
victimas del mismo sector que hoy estará en sus casas esperando, con mano
ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus
privilegios. Me dirijo sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, la
campesina que creyó en nosotros, a la madre que supo de nuestra
preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los
profesionales patriotas, a los que siguieron trabajando contra la sedición
auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clase para defender
también las ventajas de una sociedad capitalista. Me dirijo a la juventud,
aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha; me dirijo al
hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, aquellos que serán
perseguidos, por que en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas
presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea
férrea, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de los
que tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos, la historia los
juzgará. Seguramente Radio Magallanes será acallada, y el metal tranquilo de
mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré
junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue
leal con la Patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse
arrastrar ni acribillar, pero tampoco vivir en la indignidad. Trabajadores de mi
Patria: tengo fe en Chile y en su destino. Superaran otros hombres de Chile
este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan
ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las
grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad
mejor. ¡¡Viva Chile!! ¡¡Viva el pueblo!! ¡¡Vivan los Trabajadores!!
Estas son mis últimas palabras. Y tengo la certeza de que mi sacrificio no será
en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que
castigará la felonía, la cobardía y la traición.

Salvador Allende Gossens


Presidente de la República.
55

CAPITULO IV

Los Recuerdos y Homenajes en la Masonería

Después de su Paso a Decorar el Oriente Eterno

Los recuerdos, lo que permanece en la memoria, pueden resultar diferentes de


un hombre a otro hombre, pese a que los dos fueran testigos del mismo hecho.
Este pensamiento no es original pero, o la menos, refleja un acontecer bastante
conocido y es muy propio de la humana observancia de los hechos.

Esto descrito es lo que pasa con la memoria del Hermano Salvador Allende
Gossens, ya sea en las personas, como también en las instituciones.

En virtud de la Soberanía de las Logias, cada una, institucionalmente, guarda


los recuerdos que en propiedad decide tener. Pero los actos de recuerdo y
homenaje que efectúan quedan retratados formalmente en la documentación
de cada una de ellas. Lo dicho también es valido para la Gran Logia de Chile.

Los acontecimientos del día 11 de septiembre de 1973, el golpe de estado, el


día que Pasó a Decorar el Oriente Eterno nuestro Querido Hermano Salvador
Allende Gossens, y todos los sucesos públicos que rodearon el inicio de una
etapa negra en la Historia de Chile, también afectaron al funcionamiento de
nuestra Orden; esto ocurrió en cada Logia en particular y, naturalmente, en la
Gran Logia de Chile.

Los usos y costumbres de la masonería, vistos de fuera de la Orden, reconocen


en el ámbito publico el Ceremonial Fúnebre con el cual se acostumbra a
despedir a cada Hermano que fallece.

En la sepultación de nuestro Hermano Salvador Allende esto no ocurrió, faltó,


no se pudo celebrar, fue prohibido por la dictadura, y sus hermanos no tuvieron
la oportunidad de cumplir con ese ritual, ni expresar el sentimiento profundo,
de poder despedir al Hermano que deja nuestros trabajos para siempre. Esta es
una deuda imposible de pagar. No se puede olvidar que nuestro Hermano fue
sepultado en una tumba que, hasta el 4 de septiembre de 1990, careció de su
nombre, a más de 100 kilómetros de Santiago, en el Cementerio Santa Inés de
la ciudad de Viña del Mar.

Al interior de la Orden, en muchas Logias a lo largo de Chile, el impacto fue


acusado, y en las oportunidades que se fueron presentando el recuerdo y el
homenaje al Hermano Salvador Allende Gossens se repitió, y se repite, hasta el
día de hoy, 35 años después, y siempre es en las recordadas fechas de su
nacimiento, el día 26 de junio, y en el día de su Paso al Oriente Eterno, el 11 de
septiembre, año tras año.

Sin lugar a dudas la Logia Hiram Nº 65 recibió el impacto de la noticia del Paso
al Oriente Eterno del Hermano Salvador Allende Gossens con más fuerza. Ese
había sido su Taller durante más de 33 años, y su Taller le demostró su cariño,
confianza y reconocimiento en forma permanente.

La Logia Hiram Nº 65 tuvo un gesto peculiar. Habiendo fallecido un miembro de


su Taller, Ex-Venerable Maestro, y por lo tanto, Miembro de la Asamblea de la
Gran Logia, fue la Logia la que envió una carta de condolencias al Serenísimo
Gran Maestro.

Luego de algunos días recibió una carta de respuesta, que reproducimos


textualmente:
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GRAN LOGIA DE CHILE


GABINETE DEL GRAN MAESTRO

ORIENTE DE SANTIAGO (CHILE), a 15 de Octubre de 1973.

Cumplo con el doloroso deber –en nombre de nuestro Gobierno Simbólico- de


responder vuestra fraternal condolencia por el tránsito al Oriente Eterno de
nuestro querido hermano Salvador Allende Gossens, ex-Venerable Maestro de
la Respetable Logia “HIRAM” Nº 65, de nuestro Oriente, Miembro permanente
de la Gran Logia y Presidente de la República de Chile, inesperada y
trágicamente acaecido el 11 de Septiembre ppdo.

La Gran Logia de Chile ha sido la primera en lamentar –como siempre lo hace-


la pérdida de un hermano a quién respeta y considera –como a otros- en un
nivel de completa igualdad, sin otras distinciones que las provenientes de sus
grados o cargos dentro de la Institución.

Para ella el masón ha de ser un hombre libre, emancipado de prejuicios y


preocupaciones, perfeccionado con el estudio de la doctrina masónica y con el
proceso de su propia iniciación, a fin de ser útil al progreso moral, intelectual y
social de la humanidad.

Es su convicción en lo que respecta al desempeño de un hermano en la más


alta Magistratura del Gobierno Civil, entregarlo al ecuánime juicio de la historia
que es acontecimiento y consideración de los hechos tal como sucedieron y no
como cada cual los hubiera deseado masónicamente, de acuerdo con sus
personales anhelos e inclinaciones.

Al agradeceros muy sincera y fraternalmente el delicado gesto de vuestra


solidaridad iniciática, repetimos emocionados las frases del Ritual ante el
insondable misterio de la Columna Truncada que también es –como todo lo
nuestro- tribuna docente:

Que nuestro hermano sea purificado por la muerte. Que el recuerdo de sus
debilidades se pierda en las mansas aguas de la tolerancia y que en presencia
de la tumba en que reposa solo pensemos en las virtudes que lo adornaban.

Os abraza fraternalmente agradecido

RENE GARCIA VALENZUELA


GRAN MAESTRO

AL Q:. H:.
VENERABLE MAESTRO
DE LA RESPETABLE LOGIA
HIRAM Nº 65.
VALLE DE SANTIAGO.
57

Bueno es tener memoria, bueno es comparar –aunque se dice que las


comparaciones son odiosas- y no puede dejarse de comparar cuando ocurre lo
que estoy observando. Que notable diferencia entre los dichos del 28 de
noviembre de 1970 cuando el Hermano Salvador Allende Gossens fue recibido
en una Solemne Reunión Extraordinaria de la Gran Logia de Chile, cuando se
comprometía toda la fraternidad que fuera posible, sellándola con un fuerte
abrazo, a lo expresado el 15 de octubre de 1973, en una tan formal
comunicación, con una expresión llena de formulismos, fríos, copiados de
textos oficiales bajo la misma firma.

Homenaje en la Logia Hiram Nº 65

Es en ese ambiente que la Logia Hiram Nº 65, la que fuera su Logia durante
más de 33 años para el Hermano Salvador Allende, le rinde un homenaje, con
el sentimiento acumulado durante dos meses, en una formal reunión celebrada
el día lunes 12 de noviembre de 1973.

En esta oportunidad la logia Hiram Nº 65 se reunió para este homenaje fúnebre


presidida por su Venerable Maestro, el querido hermano Luis Olguín Blanco. Al
iniciar la reunión se dio lectura a la Declaración de Principios de la Gran Logia
de Chile, luego el mismo Venerable Maestro leyó un texto masónico, y que,
entre otros aspectos expresa:
La Tolerancia; sin ella no puede existir una sociedad como la nuestra. Por eso
os la recomendamos con vivo encarecimiento; y porque con propagarla en el
mundo, la Masonería ha evitado muchos horrores y enjugado muchas lagrimas,
que eran patrimonio de las sociedades y que son vergüenza de la Historia”.

Luego el Venerable Maestro dio lectura, personalmente, a las palabras de


recuerdo por él preparadas:

Querido Hermanos, es tarea muy difícil para el hermano que habla poder
expresar el profundo dolor, el inefable sentimiento que representa para
nosotros, Hermanos de la Hiram 65, la perdida de un querido hermano que
trabajaba junto a nosotros en el Taller de la Fraternidad, buscando el propio
perfeccionamiento y laborando por la redención de las sociedades, en una
palabra, por la Fraternidad Universal.

En este Templo, que simbólicamente representa el Universo, el Hermano


Salvador Allende Gossens estuvo junto a nosotros practicando el Arte Real,
alentándonos con su excelsa personalidad.

El Templo esta enlutado, y un sentimiento muy hondo de consternación se


apodera de nuestros espíritus. Parece estar viva entre nosotros la huella
marcada por el Ilustre Hermano que se marchó para siempre. Pero nos dejó un
inestimable testimonio de su presencia en la vida, pues el espíritu del hermano
Allende no residía solamente en sus envolturas materiales, sino también dentro
de las doctrinas masónicas más puras, principios que alentaron su vida durante
muchos años.

En estos momentos su figura etérea parece surgir en nuestra imaginación. Él se


había formado en nuestros Templos entre la Escuadra y el Compás. Él había
saciado su sed en las aguas cristalinas del manantial viviente del simbolismo
masónico. Y dedicó su vida a la Búsqueda de la Verdad, de la Luz, la Belleza y
la Sabiduría.

Hoy, al rendirle el homenaje postrero, estamos concientes de que este


Hermano, con su muerte, realizó el acto supremo de la existencia, supremo por
que la muerte, como todas las muertes llega a hacerse comprensiva la vida, y
todos los momentos de ella se impregnan en la prístina claridad del pleno día.

El respeto a la muerte es el respeto a la nobleza de la vida, es por ello que el


respeto a este Hermano es algo más que la piedad, es algo más que el temor
que a veces nos inspira la presencia de lo desconocido. El respeto a este
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Querido Hermano que hoy Decora el Oriente Eterno es el respeto a la vida en


plenitud, que va cumpliendo su ciclo fatal, su sino inmutable en la tierra.

Hermanos míos, en homenaje de recuerdo a nuestro Querido Hermano


Salvador Allende Gossens en este día tan triste para nosotros, los trabajos se
abrieron con tres golpes de mallete: ¡¡NACIMIENTO!!...¡¡VIDA!!...¡¡MUERTE!!
La cadena esta rota, uno de sus anillos ya no existe. ¡¡La palabra se ha
perdido!!

Las fuerzas visibles del Hermano Allende podrán desvanecerse, pero nos
quedarán su nombre y su recuerdo.

Hermanos míos, en su recuerdo purifiquemos nuestras almas, encendamos de


nuevo y acrecentemos nuestra fe en los elevados propósitos de la
Francmasonería Universal.

¡Hermano Salvador Allende Gossens, descansad para siempre en paz!

Pasaran muchas cosas, habrá cambios en la visiones de las acontecimientos, se


conocerán antecedentes y documentos relativos a los tenebrosos episodios
vividos a lo largo de 17 años; incluso de conductas de ciudadanos, hoy
notables, ocurridas antes y después del día 11 de septiembre de 1973. Muchos
Hermanos fallecieron, otros salieron de Chile, algunos para no volver, otros son
sobrevivientes, muchos que los podemos calificar de estoicos y continúan en
actividad masónica.

Llega el momento en que el Querido Hermano Salvador Allende Gossens deja la


tumba de la Familia Grove en el Cementerio de Santa Inés en la ciudad de Viña
del Mar, donde permanecía anónimamente, sin lápida que llevara su nombre.
Los golpistas no pudieron hacerlo desaparecer.

El día 4 de septiembre de 1990 se efectúa el traslado de los restos del Hermano


Salvador Allende Gossens desde Viña del Mar a su Mausoleo en el Cementerio
General de Santiago. Se celebra en la Plazoleta de la Avenida La Paz un
ceremonial fúnebre apoteósico, que dura varias horas y que contó con invitados
extranjeros, orquesta, coro, oraciones, y un marco humano desbordarte. Así es
como lo recuerdo, estuve presente tras los cordones policiales.

Homenaje en la Gran Logia de Chile

La tarde de ese mismo día, 4 de septiembre de 1990, por disposición del Gran
Maestro, Venerable Hermano Marino Pizarro Pizarro, se rindió un Homenaje
Fúnebre al Hermano Salvador Allende Gossens en le Gran Templo de la Casa
Masónica. A este acto de recuerdo asistió el Gobierno Superior de nuestra
Orden encabezado por el Gran Maestro y la asistencia de Hermanos de
numerosas Logias. El discurso, textual, leído por el Venerable Hermano Marino
Pizarro Pizarro manifestaba lo siguiente:

Nuestra vida son los ríos


Que van a dar en la mar
Que es el morir,
Allá van los señoríos
Derechos a se acabar
Y a consumir.
Partimos cuando nacemos,
Andamos mientras vivimos
Y llegamos
Al tiempo que fenecemos;
Así es que cuando morimos
Descansamos.

Esta noche, el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile ha decidido recordar en


ceremonia solemne, acompañado de sus hermanos de Logias, al Venerable
59

Hermano Salvador Allende Gossens. Acompañadme, queridos hermanos, a


tributar un minuto de silencio a la memoria del Venerable Hermano Allende.
(Se cumple).

Que el Gran Arquitecto del Universo lo haya recibido con bondad y le haya
acordado la recompensa de los justos.

Nosotros, consolados de los torpes extravíos de la humanidad, estamos seguros


de pensarlo libre de las redes de la duplicidad, del adulo, de la intolerancia, de
la hipocresía y de la mentira. Más feliz que nosotros, sin duda. Más feliz, porque
en medio de las incomprensiones y desvelos surge siempre una voz de
desaliento pesimismo y un denodado afán de volcar nuestra fraternal voluntad,
a otras orillas de pensamiento y de injusto domicilio político. ¡Como si no se
supiera que nuestra misión es esencialmente ética, filosófica e iniciática!
¡Cómo si se ignorara el sentimiento de la fraternidad para unir a los hombres
de espíritu libre de todas las razas, nacionalidades y credos! ¡Cómo no
recordar que no somos una secta ni un partido!

Quiero decir a mis hermanos que este es un acto de justicia de hermano; un


homenaje de recuerdo en un día que se torna universal; un momento para
entender la verdadera fraternidad.

Post mortem nihil est… ipsaque mors nihil. “Después de la muerte no hay
nada…y la misma muerte no es nada”, canta Séneca en sus Troyanas.

Y digo hoy con decisión de Gran Maestro que nada ni nadie impele este
propósito. Ha surgido simple y Masónicamente como una fraternidad abierta,
trabajada cada día al uso de masones, sin dogmas, con el deber del rigor y la
tolerancia. Tolerancia para las consideraciones y deferencia a los otros, rigor
para nuestra propia consideración y respeto. Es, suponemos, lo que
conseguimos también cada día en nuestro ejercicio simbólico y lo que nos
confiere la dignidad del oficio de masón. Que este recuerdo del hermano en
esta hora presente nos ayude a aprender el olvido y nos de la tolerancia
necesaria para que los mundos del hombre se encuentren permanentemente en
el vértice del trabajo simbólico y de la verdadera fraternidad.

Porque su estatura se compuso, como la de todo hombre masón, de luz y


caída; de amor y herida; de pequeños terrones de tierra seca y de las puntas
altas y brillantes de todas las estrellas. Vivió la vida diaria mezquina y noble.
Fue estructura de sueños y alimentos. Sufrió dolor de huesos y de patria. Fue
un hombre. Y como masón en su oscura raíz tanto como en su más puro ideal,
vibraba reconocible la esencia de nuestros principios; innegables a quién piensa
con nuestro pensamiento, tierra de hoja fértil, abonando el hacer subyacente o
explícito de nuestros ideales.

Por eso, esta noche de recuerdo no pongamos lápida ni lágrimas. Hagamos en


su homenaje un acto de amor a la vida futura. La vida mejor para un hombre
mejor. La patria ancha y propia, hecha a mano, de ideales verdaderos.
Herencia para los hijos de la carne y del espíritu para esta tierra y todas las
tierras del mundo en que se quiebran fronteras que separan con odio y se
levanten fronteras que demarquen suelo, idiosincrasia, límite, lengua pero se
siembre humanidad y respeto por el hombre. Así lo quería, porque un masón no
cesa jamás de trabajar la humanidad. Hagamos, pues, un acto de futuro y que
este sentir y este homenaje se cante en la palabra de un poeta nuestro, sabio
y amigo.

Del aire soy, del aire, como todo mortal.


Del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas,
Pero vuelvo a decirte que los hombres estamos ya
Tan cerca los unos de los otros,
Que sería un error, si el estallido mismo es un error,
Que sería un error el que no nos amaramos.
Mortal, Gonzalo Rojas.
60

LOS RECUERDOS PERSONALES DE ALGUNOS HERMANOS

Donde se vaya en nuestro país se encuentra a quienes tiene recuerdos


personales, y muchos dicen muy personales, del paso por todas partes del
Hermano Salvador Allende Gossens. Con cuantos ciudadanos trató a lo largo de
45 años, desde su etapa de dirigente estudiantil universitario hasta que recorrió
el país como el Compañero Presidente, esto fue desde 1928 hasta 1973, es
imposible saberlo.

Nunca será posible saber cuantas Logias visitó desde Arica hasta Punta Arenas
el Hermano Allende, compitiendo probablemente con el Venerable Hermano
Juan Antonio Ríos Morales en su calidad de visitador. De los dos Hermanos
quedó el recuerdo, legendario, de la costumbre de iniciar la preparación de sus
equipajes con el mandil.

Seremos extremistas en la brevedad de los recuerdos personales, serán solo


cuatro. Una anécdota en el Hospital Militar, de septiembre de 1964, recuerdo
de un médico, masón y amigo de él, el querido hermano Raúl Castro Varela, Ex
Venerable Maestro de la Logia Hiram Nº 65 será el primero. Salvador Allende,
el Médico, es lo que nos aporta el querido hermano y médico Fernando Muñoz
Porras, Ex Venerable Maestro de la Logia Constructores Nº 141, quién fuera
hace pocos años Subsecretario del Ministerio de Salud. Luego incluimos parte
del homenaje que le rindió, en septiembre de 2006 en la Logia Salvador Allende
Nº 191, un hermano médico que compartió con él la mañana del 11 de
septiembre en el Palacio de La Moneda, el querido hermano Víctor Hugo Oñate
Meyer, y que hoy, en 2008, es el Segundo Vigilante de la Logia. La cuarta es la
visión que del Hermano Allende que tiene un Aprendiz iniciado hace menos de
dos años (en el año 2006) en la Logia Salvador Allende Nº 191, el querido
hermano Benedicto González Vargas, nacido el 1965, simpatizante de la actual
derecha política en el mundo profano.

Anécdota en el Hospital Militar.

Doctor Raúl Castro Varela,


Ex Venerable Maestro de la Logia Hiram Nº 65

Corría el mes de septiembre de 1964, recién efectuadas las elecciones


presidenciales en que resultó triunfante Eduardo Frei Montalva, cuando el
Hermano Salvador Allende se me acercó a pedirme un favor. Me pidió poder
acompañar a un amigo que sería operado por mí de una dolencia urológica; yo
era el Jefe de del Servicio de Urología del Hospital Militar y sería el cirujano que
operaría. El paciente, amigo de mi Hermano Allende resulto ser el padre de la
poetisa y escritora María Maluenda, apreciados amigos de él. Por supuesto que
acepté sin reparos a su petición, ya que con Salvador teníamos estrechos lazos
como médicos y masones.
El día fijado para la operación llegamos juntos al Hospital Militar a las 8 de la
mañana. Ingresamos a pabellón con las vestimentas adecuadas para la
ocasión; la operación urológica se realizó sin inconvenientes y duró una hora y
media. El Hermano Allende se mantuvo todo el tiempo al lado de su amigo
trasmitiéndole tranquilidad.
Terminada la operación y cumplidos los protocolos debíamos retirarnos. Lo que
no sabíamos era que la noticia de la presencia de Salvador en el pabellón se
había repartido por todo el hospital. Al salir al patio cual no sería la sorpresa al
ver que de muchas de las ventanas saludaban al Hermano Allende con pañuelos
blancos y aplausos. Salvador observaba el espectáculo con una gran emoción.
Seguro que no pudo imaginarse que esa misma institución, que representaba el
Hospital, el Ejército de Chile, lo derrocaría arteramente, gatillando la perdida de
su vida en defensa de sus principios democráticos impregnados en su
conciencia por su calidad de masón. Esta es una muestra más de su faceta, de
la gran solidaridad, es este caso, con su amigo enfermo.
61

EL MEDICO SALUBRISTA, MASON Y POLITICO

Doctor Fernando Muñoz Porras,


Ex Venerable Maestro de la Logia Constructores Nº 141

“La Medicina no es más que política en su sentido más amplio”1


Rudolf Wirchow

La evocación de una de las más célebres frases del imaginario salubrista,


atribuida al patólogo alemán Rudolf Wirchow, resulta apropiada para iniciar
estas líneas dedicadas a recordar a Salvador Allende desde la mirada de la
Medicina y la Salud Pública. Wirchow respondió con esta definición de su oficio
al ser reconvenido por las autoridades políticas de Silesia, las que estimaron
que su informe sobre una epidemia de tifus exantemático, en el que enfatizaba
la influencia de las malas condiciones de vida en el riesgo de contraer la
enfermedad, se excedía de lo esperado de un científico de su nivel y autoridad.
Desde entonces, la frase del sabio, que además de sus aportes al desarrollo de
la Anatomía Patológica fue un activo militante del Partido Social Demócrata
Alemán, se ha usado para explicar la vinculación del quehacer médico con la
política.

Antecedentes biográficos fundamentales del Médico

Salvador Allende proviene de una familia con una fuerte tradición médica. Su
bisabuelo, el Doctor Vicente Padín, fundador del Hospital San Vicente de
Santiago, fue decano de la Facultad de Medicina en 1863 y su abuelo, el Doctor
Ramón Allende Padín (1845-1884), fue médico jefe en la Guerra del Pacífico.
No resulta extraño entonces que ingresara en 1926 a la Escuela de Medicina de
la Universidad de Chile. Era la época de la dictadura de Ibáñez, que generó una
fuerte oposición en la que los estudiantes universitarios jugaron un papel
decisivo. Allende asumió roles de liderazgo como Presidente del Centro de
Estudiantes en 1927 y Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Chile
(FECH) en 1930. En esos años, Allende ingresa al grupo socialista Avance
(1929). En 1931 es suspendido de sus estudios por sus actividades políticas,
pero logra aprobar sus asignaturas de sexto año en 193 2. Recién ingresa a la
masonería en 1935.

Allende se recibe de Médico Cirujano en 1932, con la memoria “Higiene Mental


y Delincuencia”. Sus propuestas de prevención de la criminalidad mediante la
corrección de factores sociales negativos y la esterilización de los insanos para
que no transmitieran sus taras a la descendencia, motivaron una reciente
controversia, la que debe ponerse en la perspectiva de los tiempos, cuando la
tesis de la eugenesia en salud mental era un concepto aceptado en los
principales centros de Europa y Estados Unidos. 3El intento de legislar al
respecto desde el Ministerio de Salud a cargo de Allende en 1939, debería ser
materia de un análisis mas profundo, pero sin duda es posible afirmar que
Allende dio pruebas más que suficientes durante su trayectoria política de ser
un demócrata a carta cabal, lo que está bastante lejos del antisemitismo de
juventud que algunos le atribuyen.

Compañeros de curso de Allende en la Escuela de Medicina fueron Jorge


Mardones Restat (Ministro de Salud en 1950), Ignacio Matte Blanco (fundador
de la Psiquiatría moderna en Chile) y Héctor Croxatto (Premio Nacional de
Ciencias), entre otros. Entre sus profesores, cabe destacar a los Doctores Juan
Noé y Eduardo Cruz Coke, ambos responsables de aportes señeros a la Salud
Pública chilena. Noé, líder de la erradicación del Paludismo y Cruz Coke, autor
de la Ley de Medicina Preventiva aprobada en 1938. Más adelante, Allende se

1
Last JM, editor. A dictionary of epidemiology. 2nd ed. New York: Oxford University
Press, 1988; p. 134-5.
2
Cruz-Coke R. Síntesis biográfica del doctor Salvador Allende G. Rev Méd Chile 2003; 131: 809-
814
3
Farías V. Salvador Allende. Antisemitismo y Eutanasia. Áltera, Barcelona, 2005
62

relacionará directamente con algunos de sus maestros y compañeros en


esfuerzos comunes por mejorar las condiciones de salud del pueblo de Chile.

Allende fue ayudante de Anatomía en la Casa de Orates (Manicomio Nacional) y


al final de sus estudios trabajó en la Asistencia Pública de Valparaíso y en el
Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Van Buren. El interés por la salud
mental lo mantuvo siempre, prueba de ello es que en 1971, siendo Presidente,
dictó una clase magistral en la Cátedra de Psiquiatría del Dr. Armando Roa4.

¡Curiosa coincidencia la del trabajo de Allende como Patólogo con la imagen del
político y científico alemán citado en el epígrafe! Aunque en su caso la
dedicación a la Anatomía Patológica parece haber estado forzada por las
dificultades de encontrar trabajo funcionario clínico, dados sus antecedentes de
dirigente político, la biografía posterior de Allende muestra que su rol como
Médico se juega en lo que hoy es una especialidad médica reconocida y
compartida con muchos profesionales, la Salud Pública.

El Médico Salubrista

A diferencia de otras especialidades médicas, la Salud Pública es una “práctica


social” desarrollada por las sociedades humanas desde la noche de los tiempos,
a partir del momento en que fueron conocidas las causas de la enfermedad
relacionadas con el ambiente, las conductas humanas y la organización de la
sociedad. Recomendaciones sanitarias con carácter de tales o de normas
establecidas por lo general con el soporte de la religión, se encuentran ya en
Hipócrates de Cos (460 a 370 A.C.) y, por supuesto, en el judaísmo y el
cristianismo primitivo. Sin embargo, no fue sino hasta el Siglo XX que la Salud
Pública apareció como un cuerpo de disciplinas y saberes específicos
organizados en Escuelas de Higiene o de Salud Pública de nivel universitario.

La incorporación de la Salud Pública a la Academia ha tendido a ocultar lo que


ha sido su tradición original, la de entregar el conocimiento que haga cada vez
más exitosa la práctica social de luchar por mejores niveles de salud para el
pueblo. En este sentido, la Salud Pública está indisolublemente ligada a la
política. Allende será, desde antes de graduarse, un médico y un salubrista
ejemplar.

Ya en 1937, y siendo entonces Diputado por Valparaíso y Subsecretario del


joven Partido Socialista, Allende impulsa el debate de las leyes presentadas por
el Ministro de Salud Doctor Eduardo Cruz Coke para instaurar la Medicina
Preventiva obligatoria para los trabajadores. Comienza entonces una brillante
trayectoria parlamentaria en la que impulsaría leyes de enorme trascendencia
para la salud pública chilena.

En 1938, Allende es nombrado Ministro de Salud del Gobierno del Frente


Popular encabezado por Pedro Aguirre Cerda y en 1939 edita su libro “La
realidad médico social chilena”5, en el que hace un crudo y documentado
análisis de los problemas de salud del país y de su relación con las condiciones
de vida. Señala también cuales son los principales medios de lucha contra la
enfermedad que afecta a los más desposeídos, aventurándose a adelantar la
necesidad de unificar los servicios del estado dando mayor cobertura y
extensión a la protección social. A manera de conclusión, señala textualmente:
“Debemos lealmente declarar que todas aquellas medidas médicas que se
tomen sólo podrán rendir un provecho efectivo si se adoptan resoluciones
económico-financieras que permitan elevar el estándar de vida de nuestros
conciudadanos. Se puede afirmar que las bases fundamentales que determinan
el bienestar y el progreso de los pueblos son precisamente un buen estándar de
vida, condiciones sanitarias adecuadas y amplia difusión de la cultura en los
medios populares. Cabe afirmar también que el volumen y la consistencia de
estos últimos factores dependen estrechamente del auge económico, sin el cual
no es posible edificar nada serio desde el punto de vista de lo higiénico y lo
médico, como tampoco en lo que respecta a la cultura, por que no es posible

4
Cruz Coke R. Síntesis biográfica……………….
5
Allende S. La realidad médico social chilena. Ministerio de Salubridad. Santiago. 1939.
63

dar salud y conocimientos a un pueblo que se alimenta mal, que viste andrajos
y que trabaja en un plano de inmisericorde explotación.”

Hoy, las condiciones de vida son llamadas “determinantes sociales de la salud”.


Grandes salubristas6 han demostrado que no solo es correcta la afirmación de
Allende en el sentido que la pobreza causa enfermedad, sino que la desigualdad
y la falta de cohesión social causan más enfermedad a los más pobres por el
solo hecho de estar abajo en la jerarquía social. Allende habría encontrado
incluso una razón científica para justificar su lucha denodada contra la injusticia
social para dar mayor salud, en el más amplio sentido del término, a los
hombres y mujeres de Chile.

El esfuerzo de Salvador Allende por unificar las estructuras asistenciales solo se


concretaría en 1952 con la creación del Servicio Nacional de Salud. El SNS,
creado por la Ley N° 10.383, fusionó varias dependencias dedicadas a la salud
pública en una autoridad sanitaria única. Las instituciones fusionadas fueron el
Servicio Médico de la Caja de Seguro Obrero (1924), el Servicio Nacional de
Salubridad (1925), la Junta Central de Beneficencia y Asistencia Social, la
Dirección General de Protección a la Infancia y Adolescencia (PROTINFA, 1942);
la sección técnica de Higiene y Seguridad Industrial de la Dirección General del
Trabajo; los servicios médicos y sanitarios de las municipalidades; y el Instituto
Bacteriológico de Chile (1929).

Al momento de la creación del SNS, Allende era ya Senador por la


Circunscripción de Chiloé, Aysén y Magallanes, cargo para el que fue electo en
1945, luego de haberse desempeñado como Vicepresidente Ejecutivo y
Administrador de la Caja de Seguro Obrero Obligatorio en 1943, el mismo año
en el que fue electo Secretario General del Partido Socialista de Chile. La ley de
creación del SNS debió esperar más de 10 años para ser desempolvada. Había
sido presentada por Allende en 1939 y fue reactivada y remozada por su
antiguo compañero de la Escuela de Medicina, el Dr. Jorge Mardones Restat,
quien en 1950 se desempeñaba como Ministro de Salud del Gobierno de
González Videla.

Durante la tramitación del proyecto, Allende jugó un rol fundamental. Haciendo


gala de tolerancia y respeto, comprendió que una iniciativa señera como esa,
solo sería posible gracias al acuerdo de todos los sectores políticos. Ayudado
por la situación de post guerra mundial, que había puesto de relevancia la
necesidad de instaurar regímenes de seguridad social modernos, al estilo
europeo, Allende logró el acuerdo necesario, presentando el proyecto al Senado
con un discurso impregnado de gratitud por el consenso histórico alcanzado 7.
Se refirió a los esfuerzos del Gobierno de Arturo Alessandri por promulgar las
leyes sociales de 1920 y a sus propios esfuerzos por avanzar hacia un servicio
único de salud desde su paso por el Ministerio de Salud en 1939. “La esterilidad
de la labor parlamentaria y del Ejecutivo al respecto durante 10 años ha
permitido que continúe acentuándose el desnivel económico que gravita
brutalmente sobre la clase obrera chilena. Y ahora ha llegado el momento de
evitar que esto continúe”, señaló8.

La actitud con la que Allende enfrentó la discusión parlamentaria de tan


importante proyecto queda reflejada en otra parte de su intervención, en la que
destacó el esfuerzo por superar las discrepancias respecto a la iniciativa: “Yo
destaco estos hechos porque, a mi juicio, ha quedado demostrado que, por
sobre principios personales, ideas doctrinarias o puntos de vista políticos
discrepantes, senadores que representan matices muy distintos han llegado a
conciliar sus ideas en un proyecto que, indiscutiblemente, a mi juicio, es de
aquellos de mayor importancia debatidos por Congreso alguno en nuestra
América”

6
Marmot M. The Whitehall papers. 1984. U.K. Government Official documents.
7
Illanes M. “En el nombre del pueblo, del estado y de la ciencia”. Historia social de la salud pública.
Chile 1880-1973 (Hacia una historia social del siglo XX). Editado por el Colectivo de Atención
Primaria. 1993
8
Boletín Congreso, senadores, Ord., Septiembre 6 de 1951, pp. 1515 a 1526.(Citado por Illanes,
M. (7)
64

La historia demostró la certeza de esta última afirmación del Senador Allende.


Gracias a esta decisión, y una vez superadas las repercusiones que la crisis
económica de los comienzos del segundo Gobierno de Ibáñez tuvo sobre los
recursos del naciente SNS, el servicio fue responsable, en gran medida, de los
éxitos sanitarios chilenos, reconocidos mundialmente y continuados por el
Sistema Nacional de Servicios de Salud existente hoy9.

El esfuerzo de Allende no se remitió solamente a asumir el liderazgo político


que permitió este logro. En 1951 fue activo promotor de la aprobación de la Ley
de Medicina Funcionaria, que mejoró significativamente las remuneraciones y
condiciones laborales de los Médicos, Dentistas, Químico-Farmacéuticos y
Bioquímicos, lo que permitió vencer las resistencias que los primeros,
agrupados en la Asociación Médica de Chile (AMECH), habían expresado a la
idea de trabajo funcionario que entrañaba el SNS 10. En 1948, Allende participó
activamente en la discusión de la Ley que creó el Colegio Médico de Chile,
organización de la que fue su segundo Presidente (1949-1953).

Todas las leyes relevantes para la salud pública, dictadas durante el largo
periodo en el que desempeñó senadurías (1945 a 1970), contaron con la
decisiva participación de Salvador Allende11. Allende, el médico, hizo más por la
salud de los chilenos que lo que muchos profesionales podríamos soñar hacer
en cumplimiento de nuestra vocación durante el limitado tiempo de nuestras
existencias.

El Doctor, Presidente de Chile

La labor médica de Allende se expresaría con fuerza en el programa del


Gobierno de la Unidad Popular. Entre las 40 medidas iniciales propuestas por el
programa destacaba el compromiso de entregar medio litro de leche diario a
todos los niños y embarazadas necesitadas del país (más de 1 millón de
personas). La medida se cumplió fielmente y significó el inicio de uno de los
planes de alimentación complementaria más extensos del mundo, cuyas
demandas superan con creces a la producción láctea nacional. Junto a ello, el
Gobierno Popular inició masivas campañas de prevención de las Diarreas
Infantiles y de vacunación contra las principales enfermedades de la infancia.
La planificación familiar fue extendida y profundizada, comenzando las primeras
iniciativas dirigidas a facilitar el acceso de las mujeres al aborto en condiciones
seguras, cuando los métodos anticonceptivos fracasaban.

Solo en dos años, los resultados de salud fueron espectaculares. A la dramática


disminución de la muerte infantil por Diarreas, se sumó la disminución de la
mortalidad por Sarampión (6,1 a 1,6 por 100.000 entre 1971 y 1972) 12. Los
servicios se fortalecieron a través de la incorporación de estudiantes de
medicina de los últimos años (300 estudiantes de 5º y 6º año de medicina
fuimos contratados en los veranos en hospitales y consultorios) así como a
través del refuerzo del ciclo de destinación de especialistas y médicos generales
a las regiones.

Miles de voluntarios se incorporaron a estos programas, cuyo éxito fue


evidente. Solo en un mes de campaña (Enero de 1971), se redujeron las
muertes por diarreas estivales en un 30%, lo que permitió salvar 254 vidas de
niños y niñas13. La participación social, hoy propuesta por la Organización
Mundial de la Salud como estrategia necesaria para profundizar los logros en
salud, fue el sello de la acción del Gobierno del Presidente Allende en todas las
áreas y, por supuesto, en la de la salud. En Septiembre de 1971, se decretó la
democratización del SNS, que contemplaba la creación de un Consejo Local de
Salud en cada establecimiento, con participación de representantes de la
población y de los trabajadores de salud. La iniciativa de democratización e los
servicios estatales no pudo sustraerse de la fuerte ideologización reinante, lo
9
OMS. Informe de Salud Mundial. 2000. Publicación de OMS.
10
Boletín Gremial de la AMECH, Santiago 1947. Citado por Illanes M (7)
11
Entre las más relevantes, además de las relatadas en el texto, cabe destacar las Leyes de Energía
Nuclear (1964) y de Medicina Curativa y Enfermedades Profesionales (1968).
12
Mensaje presidencial al Congreso Nacional. 21 de Mayo de 1973.
13
Infante S. Citado por M. A. Illanes en (7).
65

que dificultó la posibilidad de centrar los esfuerzos en la mejora de la atención


de salud, la gestión de los establecimientos y la mayor efectividad de las
campañas sanitarias. Sin perjuicio de ello, muchos ejemplos de participación
social efectiva, con resultados evidentes en la salud de las personas,
proliferaron para ser aplastados por el golpe militar.

En lo estructural, el breve gobierno popular se planteó el desafío de avanzar


hacia un Servicio Único de Salud, que superara la fragmentación del sistema
entre el SNS (para obreros) y el SERMENA (para empleados). La fragmentación
implicaba, además de una injusta separación de clase, un uso ineficiente de los
recursos públicos y las cotizaciones de los beneficiarios, lo que se traducía en
esperas y aglomeraciones en los servicios públicos asistenciales, situación que,
pese a los esfuerzos de las reformas en curso, se prolonga hasta nuestros días.
Una iniciativa tan profundamente transformadora como la del Servicio Único, no
fue posible de llevar a cabo por las razones conocidas (el golpe militar de
1973), pero también por la oposición médica, que vio con temor su
funcionarización y el fin de una de sus conquistas previas, la de la instauración
de un subsidio a la demanda de prestaciones entregadas con libertad de
elección a través del modalidad correspondiente del SERMENA.

Quizás haya sido esta ultima, una de las razones que llevó al Colegio Médico a
tomar un lugar de vanguardia en la oposición al gobierno de quien había
dirigido al gremio por tantos años y quien había sido promotor fundamental de
la mejora de sus condiciones funcionarias. A la larga, y este análisis trasciende
al presente trabajo, el ordenamiento de las fuerzas políticas respondió a lo
esperado en un momento de cambios revolucionarios. “Colegios clasistas, que
defendieron los privilegios de la sociedad capitalista……….” los llamó Allende en
sus ultimas palabras. Al inmolarse en la Moneda, Allende se sumaba al
sacrificio de otros 20 médicos que, como el, habían asumido el doble
compromiso político y profesional y que fueron asesinados por la dictadura 14.

Allende, médico y masón

“Cuando oí por primera vez en el ritual, que los hombres sin principios y sin
ideas son como embarcaciones que roto su timón, se estrellan contra los
arrecifes, también supe que en nuestra Orden no había jerarquías sociales ni
fortunas. Por eso desde el primer instante se fortaleció mi la convicción de que
los principios de la Orden, proyectados al mundo profano, podían y debían
significar una contribución al gran proceso renovador y bullente, que buscan los
pueblos de todo el orbe y, sobre todo, los pueblos de este Continente, cuya
dependencia política y económica acentúa la tragedia dolorosa de los países en
vía de desarrollo”

“Pensamos que el hombre de Chile tiene que vivir el contenido de palabras tan
significativas y que constituyen la tríada de los fundamentos masónicos:
FRATERNIDAD, IGUALDAD y LIBERTAD. Hemos sostenido que no puede haber
igualdad cuando unos pocos lo tienen todo y tantos no tienen nada. Pensamos
que no puede haber fraternidad cuando la explotación del hombre por el
hombre es la característica de un régimen o de un sistema. Porque la libertad
abstracta debe dar paso a la libertad concreta. Por eso hemos luchado.”

Estas palabras de Allende en la plancha pronunciada durante la Tenida de la


Gran Logia de Colombia el 28 de Agosto de 1971( 15), son suficientes para
terminar esta reflexión acerca de la figura del médico Salvador Allende. Sus
hermanos deberíamos recordarlo así, intentando seguir su ejemplo de
consecuencia, el ejemplo de quien comprendió que no bastaba con la vocación

14
Salvador Allende, Jorge Avila, Luis Albero Barra, Gabriel Castillo, Vicente Cepeda, Jorge Cerda,
Miguel Enríquez, Héctor García, Carlos Godoy, Eduardo González, Hernán Henríquez, Arturo
Hillerns, Iván Insunza, Jorge Jordan, Jorge Klein, Carlos Lorca, Enrique París, Eduardo Paredes,
Claudio Tognola, Bautista Van Schowen, Absalón Wegner. Médicos asesinados durante la dictadura
militar. “Porque fuimos médicos del pueblo”. Comisión de Solidaridad con Médicos Objeto de
Represión. Ediciones Chile América Cesoc. Santiago. 1993
15
Masonería Regular Española. Logia Hermes Nº 13. Nuevo foro. Masonería Española. La
Masonería: Discurso de Salvador Allende.
http://personal.telefonica.terra.es/web/logiahermes13/allende.htm
66

médica individual para satisfacer las inquietudes de transformación social, las


únicas que, algún día, entregarán plena salud al cuerpo social.

Siendo muy joven, en 1972 pude escuchar a Allende en un auditorio de la


Escuela de Medicina de la Universidad de Chile. Los alumnos de 6º y 7º año
habíamos sido convocados a conocer de primera mano las políticas de salud
vigentes. El Compañero Presidente nos planteó, con su oratoria brillante, lo que
esperaba de nosotros, llamados a fortalecer la atención de salud de los más
pobres y a ocupar un lugar de privilegio en la lucha social, precisamente por el
privilegio de ser médicos. Recuerdo que en ese discurso terminó refiriéndose a
una parábola en la que alguien era elegido para recorrer el mundo portando
“una carretilla llena de luz”, nos deseó entonces la fortuna de ser aquellos
elegidos para hacer lo mismo, desde el quehacer médico ligado al compromiso
social. Sin duda alguna el, nuestro hermano Allende, hizo eso durante toda su
vida. Llevó luz, él intentó llevar más luz a sus semejantes, a través de la
medicina y la política, sean estos términos sinónimos, o no.

Recuerdos del Presidente y el día 11 de Septiembre de 1973

Doctor Víctor Hugo Oñate Meyer,


Segundo Vigilante de la Logia Salvador Allende Nº 191

(Fragmento del Homenaje y Recuerdo de Septiembre de 2006).

Considero oportuno en esta reunión de homenaje a nuestro Querido Hermano,


y mi muy apreciado estadista y destacado colega, el Doctor Salvador Allende
Gossens, iniciarlo con un documento histórico y ejemplarizador de las virtudes
masónicas que adornaban su personalidad vibrante y su clara fortaleza de
espíritu.

(Omitimos el Discurso de Despedida que recordó el Q:.H:.Víctor Oñate Meyer).

Nuestro querido hermano reitera en todos sus actos la salvaguarda a sus


principios masónicos, que van a comandar su accionar permanentemente, tanto
en lo personal como en lo público.

El sociólogo André Gonder Frank nos permite comprender el porqué Salvador


Allende se declaró marxista. El problema de la miseria con todas sus
consecuencias, que el poder del capital pretende controlar con sanciones y
cárceles, es estructural porque la democracia no podía desarticular un sistema
de dependencia y explotación. Por eso, diseñó su plan de gobierno para
avanzar hacia el socialismo pero en democracia, y luchó persistentemente en
esa dirección hasta conseguir la primera magistratura por la vía electoral, con
la más plena libertad y con el mayor respeto a las diferencias de pensamiento.

Su aprecio irrenunciable por la libertad le significó no contar con el apoyo


decidido del bloque oriental de ese entonces, lo que trajo problemas difíciles de
resolver, en medio del boicot de la oposición y de la intervención extranjera con
las consecuencias de todos conocidas.

Hasta en su alocución final clamó por el hombre libre que habría de caminar por
las nuevas abiertas alamedas.

Hombre sencillo y afable, características que hacen evidente su respeto por el


concepto de la igualdad, condición que no puedo negar que me sorprendiera en
una figura pública de su categoría; estando en La Moneda, escucha:
“Excelencia, él es el médico de turno”, que lo dice la auxiliar de enfermería que
lo aborda, con la alegría de verlo tan cerca y sin protocolo, y él responde:
“Nada de excelencia, soy el compañero Presidente y él es el compañero Oñate”.
67

En todos sus actos y apariciones tuvimos la sensación de apreciarlo siempre


muy próximo y de su respeto irrestricto por las personas de cualquier condición
económica, social o cultural. En su casa de Tomás Moro había vino de buena
calidad, pero no era solo para él. El mismo vino tomaba el portero y el escolta
que no estaban de servicio.

Tiene permanente preocupación por la fraternidad en nuestra Orden y muy


dedicado a ella en el mundo profano, del que no se puede sustraer, y que
queda demostrado por la dedicación en todas sus actividades públicas a favor
del país.

Alguien comentó que los hombres de estado no tienen amigos; nuestro querido
hermano siempre los conservó dentro y fuera de nuestros templos. Salvador
Allende por sus palabras en Chile y en organizaciones internacionales, fue
definido en aquella época como un personaje de clara inteligencia, recia
personalidad y alto sentido de la fraternidad. Me llena de satisfacción el haber
conseguido que un artista venezolano, durante mi exilio en ese país, esculpiera
un busto de nuestro querido hermano Salvador Allende, auspiciado por la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo en
Valencia, Venezuela, y nominar la avenida de acceso a sus dependencias con su
nombre.

En su gobierno se insistió en la tolerancia hacia el pensamiento opositor y a


dirimir diferencias con el diálogo y las fórmulas de avenimiento para lograr el
mejor gobierno, que no se consiguió merced a la intolerancia de los opositores
y muy particularmente por la intransigencia del que fuera el primer presidente
de la actual concertación de partidos por la democracia, Patricio Aylwin, y a
pesar de la valiosa participación de la iglesia católica. Los golpistas adelantaron
su acción al enterarse que nuestro querido hermano pensaba llamar a un
plebiscito. “Si la mayoría del país no desea continuar con los cambios,
nos quedaremos hasta aquí y avanzaremos solo en lo posible en lo que
queda de mi mandato”.

No puedo terminar sin recordar algunas características de nuestro querido


hermano que me impactaron y me conmovieron el día 11 de Septiembre de
1973. Como lo manifestó en sus últimas palabras, no pensaba renunciar y
había dicho que lo sacarían muerto del palacio de gobierno. Esa era una
decisión estrictamente cierta. De la que muchos como yo, pensamos que era
retórica. Nos reunió en el Salón Toesca y nos dijo que iba a luchar hasta el
final. El que no sepa disparar o no tenga un arma puede irse; no tiene objeto
que se quede conmigo. Yo tomé la resolución de no abandonar el mandato del
pueblo. Se veía sorprendentemente tranquilo, salvo cuando habló por teléfono
para referirse al general Mendoza. Nadie abandonó el Palacio de La Moneda,
excepto un periodista que estaba muy angustiado. Acto seguido, ordenó a las
mujeres abandonar el Palacio, entre las que iban sus hijas y mi esposa. Luego
ocurrió el bombardeo. Ante la causa perdida se pactó la rendición de una 80 a
90 personas que estábamos ahí, de las cuales la minoría estaba armada.
Nuestro querido hermano se suicidó en nuestra presencia, pienso que en la
esperanza que se respetara la vida del grupo que salía, error, fueron
asesinados.

Me encuentro en esta tribuna, después de haberme considerado muerto por las


circunstancias que iban ocurriendo, hasta que un acontecimiento fortuito, un
herido, me identificara como médico y me dejaron indocumentado pero vivo.
Todavía me cuesta trabajo aceptar que solo soy un hombre con suerte. Me
siento orgulloso de haber salido libre de estos graves acontecimientos, porque
pude cumplir el mandato de mi Presidente: “…dar testimonio de los hechos
ocurridos”.

Las sabias palabras de nuestro querido hermano Salvador Allende Gossens se


siguen oyendo y hoy vemos nuevamente al hombre, relativamente libre,
caminando por las abiertas alamedas en busca de una sociedad donde impere
mayor equidad y justicia. El cambio es lento y progresivo, mirando de frente la
cara que muestra ese poder fáctico causante de tantas agonías y pensando que
nuestra tolerancia nos permitirá ese cambio gradual e incruento. Falta mucho
68

por hacer, pero hay que tener la paciencia para llegar al mundo profano con
nuestros principios y el poder de convicción que nos enseña nuestro Orden.

El poder fáctico es poderoso y por ello no debemos olvidar lo sucedido para que
nunca más se vuelva a repetir un hecho tan bochornoso, que ha constituido un
sufrimiento espantoso de una gran multitud, una página negra en nuestra
historia y una vergüenza para nuestra Patria ante todo el mundo.

Por último, quiero expresar vehementemente que es responsabilidad de


nosotros, los masones, convencidos de la importancia de nuestros valores, el
llegar con ellos al mundo profano.

Salud, Fuerza y Unión.

Sincronías Allendistas

Profesor Benedicto González Vargas,


Aprendiz de la Logia Salvador Allende Nº 191

Cuando el Presidente Allende asumió la Primera Magistratura del país, yo tenía


5 años, recuerdo que para las elecciones presidenciales de 1970 le regalé a mi
madrina Carmen, allendista convencida, un pequeño retrato de su candidato en
un sencillo porta fotos. Creo que fue la primera vez que vi la imagen de
Salvador Allende.

Ese periodo de nuestra historia provocó muchas divisiones políticas en mi


familia, mi recordada abuela Laura y varios tíos eran partidarios de Allende,
pero mis padres eran más bien democratacristianos, dado que solían votar por
ese partido. Mi hermano, en cambio, tenía su círculo de amistades bien hacia la
izquierda. Cuando aconteció el Golpe de Estado yo era un niño que cursaba
segundo básico en un colegio de monjas. Tenía 8 años. Tengo vagos recuerdos
de que los grandes pasaban por momentos difíciles y de que las cosas que
ocurrían no eran del gusto de todos. También recuerdo no haber ido ese día a
clases y haber visto monos animados a horas desacostumbradas.

Con los años conocí algunas verdades oficiales y extraoficiales, lo que equivale,
por supuesto, a conocer también mentiras oficiales y extraoficiales.

Así que me encuentro reconstruyendo mi imagen de la historia, mi propia


historia si se quiere o la explicación personal de los hechos que dividieron tan
profundamente a mi país y cuyas marcas, 35 años después, aún no se borran.

Ya en mi período universitario, la imagen de Allende se asoció indisolublemente


para mi con estudiantes a los que el estudio poco les importaba, personajes
que hacían de la bravata y la intolerancia una norma que excedía con mucho
las legítimas aspiraciones democráticas, porque establecían una barrera
infranqueable entre sus ideales políticos y la necesaria convivencia estudiantil
con quienes no estábamos de acuerdo con sus ideas. Por supuesto que hubo
excepciones, jóvenes a quienes me gustaría volver a ver, pero la mayoría no
parecía encarnar en su vida diaria los valores que decían defender.

Por cierto, Allende, se iba asociando cada vez más con los peores recuerdos
familiares y las peores experiencias de juventud.

Sin embargo, dado mi pasión por la historia, una cosa que siempre admiré de
Salvador Allende fue su verbo encendido. Su oratoria de fuego. Esa capacidad
innata de seducir a través de la palabra. Su peculiar forma de decir las cosas,
pintando mundos ideales y convocando voluntades. Permítanme decirlo aquí,
desde el lado positivo, la imagen del Presidente Allende no sólo la relacioné en
esos años con el retrato que regalé a mi madrina, sino que fundamentalmente
con uno de mis tíos, aunque había entre ellos varios Allendistas, mi tío Manolo,
tal vez el más simpático y divertido que tuve en mi niñez y temprana juventud,
siempre encarno para mí lo mejor de Allende; sus ideales, su convicción, su
69

hombría. (Ojalá este viejo lindo pueda leer estas líneas, no se si le guste, pero
este recuerdo es sincero).

Ya entrado en los 40 años, Allende es para mí un misterio irresoluto. Será difícil


que cambie mi opinión sobre su gobierno, pero al ir conociendo otras aristas de
su vida me han hecho darme cuenta que fue, como todo ser humano, una
mezcla de muchas cosas buenas y algunos errores. No se por que
circunstancia de la vida he tenido en el último tiempo demasiadas
experiencias, todas gratas, que me han vinculado a su memoria. Esta larga
serie de sincronías con su imagen han posibilitado buenas experiencias para mí
y, por cierto, no deja eso de ser algo insólito cuyo significado oculto busco aún
desentrañar.

En efecto, el talentoso escritor y editor venezolano Jorge Gómez Jiménez me


pidió en septiembre de 2005 que escribiera para su revista un artículo relativo a
los 32 años del Golpe de Estado. Me excuse, por cierto, señalando que no creía
ser yo el indicado para escribirlo, dado mi distancia afectiva con el ex
presidente. “Precisamente por eso, debes escribirlo tu –me contestó- porque no
busco panegíricos sino una imagen serena y ponderada que, estoy seguro,
serás capaz de entregar”.

Tamaño desafió lo enfrenté ante la incredulidad incluso de algunos amigos de


izquierda que encontraban atroz que estuviera escribiendo dicho artículo y que
juraban que nunca les gustaría leer. La edición 129 de la Revista Letralia, del 5
de septiembre de 2005 publicó el artículo “32 años después”, que lleva mi
firma.

El segundo hecho curioso aconteció mientras escribía el mentado artículo.


Claudio Martínez Cerda, uno de los fundadores de la Respetable Logia Salvador
Allende Nº 191 del Valle de Santiago, publicó en su blog un artículo llamado
“Allende masón”. Como acababa de escribir el texto para Letralia y esperaba su
publicación, leí con interés su artículo, que bien luego derivó en críticas a la
Orden. El respeto que siempre he tenido a la Masonería me hizo intervenir el
dicha conversación y provocó que Claudio Martínez iniciara una discreta
comunicación conmigo. En una de esas oportunidades le conté de mi artículo ya
publicado en Venezuela y disponible en la web. A los pocos días me respondió
que le había gustado mucho.

Tres logias, en forma casi simultánea, me invitaron a sus cuadros: una de la


Gran Logia mixta de Chile y dos de la Gran Logia de Chile. Me entrevisté con
maestros de cada una de ellas. Me costo decidirlo, pero el 10 de agosto de
2006 fui iniciado en la Respetable Logia Salvador Allende Nº 191. Ingresar a
ella significaba para mí el mejor ejercicio recíproco de fraternal tolerancia.

Hace pocos días asistí a la última tenida presidida por el Venerable Maestro que
me inició y, sin esperarlo, me pidió que leyera el trabajo de ese día: era la carta
de renuncia de Salvador Allende a su Logia Hiram Nº 65. Insólito privilegio y
deferencia. Un hito más de estas sincronías que describo.

Al terminar la tenida mí querido Venerable Maestro me regaló un libro en cuya


dedicatoria me distinguía con tres caros valores: compromiso, constancia y
consecuencia. ¿El título del libro? Allende Masón.

Por lo tanto, ante la oportunidad de poder participar de este trabajo, luego de


pensarlo más de lo prudente, pues sigo creyendo no ser el más adecuado para
referirme al Querido Hermano Salvador Allende, deseo participar que en los
últimos años la figura del extinto mandatario ha venido adquiriendo para mis
nuevos y ricos matices. He conocido más de su pensamiento y de su obra, de
sus anhelos profundos y de su búsqueda de perfeccionamiento personal,
búsqueda que reconozco muy cercana a la mía.

Por eso aunque hoy no soy –y nunca he sido- partidario de las ideas políticas de
Allende, pero la historia de mi vida, no la que esta escrita en los libros del
gobierno militar, ni tampoco en las apologías de la vuelta a la democracia. La
biografía propia que me he ido forjando a través de la experiencia y mis
70

estudios, me asoman a la ventana de un Allende que, tal vez, no fue el gran


Presidente que vociferan algunos, pero eso no importa. Declaro, convencido,
que fue un hombre cuya vida estuvo siempre alumbrada por un ideal superior,
un hombre que más allá de los dolores y miserias humanas, fue consecuente
con su propia historia, con sus ideales, con sus anhelos. Su muerte lo agiganta
en las dimensiones históricas porque dio con ello una lección de consecuencia.

Al revisar su historia, me encuentro con un médico notable, un ministro


eficiente y comprometido con los más pobres, un senador inolvidable y de
esfuerzo constante, un hombre simpático y culto, un masón que prefería dejar
su partido, pero no la logia, porque la consecuencia íntima y moral que era su
norte, impedía cualquier asomo de restricción a las libertades propias y ajenas.

Que importa, entonces que la valoración que hago de su período de gobierno no


sea la mejor, porque a estas alturas de mi vida, a mis 42 años y medio, la
figura de Salvador Allende empieza a asociarse más a la de un ser humano
íntegro que buscó conciliar sus sueños con la realidad. Ávidamente voy
registrando en mi conciencia su paso por los templos de nuestra Orden y cada
vez encuentro más aristas brillantes de estrellas, que terrones de tierra seca.

Por eso, aunque mis amigos de Derecha sientan que me alejo de ellos; y mis
amigos de izquierda no crean sinceras estas palabras, puedo decir, a modo de
síntesis que, si algo he aprendido de estas “sincronías Allendistas”, es que en
mi relación personal con Salvador Allende pese a mis distancias y valoraciones,
lazos más fuertes me unen y eso es, por cierto motivo de admiración,
agradecimiento y legitimo orgullo.

CAPITULO V
71

LA RESPETABLE LOGIA SALVADOR ALLENDE Nº 191

ORIENTE DE SANTIAGO DE CHILE

ACTA FUNDACIONAL
Hoy, martes 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Santiago, en los
Salones del Club de la República de calle Marcoleta Nº 659, un grupo de
maestros masones, regulares y activos, cuya nómina se adjunta en duplicado,
se han reunido con el objeto de fundar una nueva Logia Simbólica, para
trabajar bajo la Obediencia de la Gran Logia de Chile.

De acuerdo con las disposiciones reglamentarias vigentes de la Gran Logia de


Chile, la reunión es presidida por el Querido Hermano Claudio Martínez Cerda,
como el maestro más antiguo en el grado entre los hermanos concurrentes.

Una vez verificados los títulos de todos los presentes, se forma el cuadro de los
miembros fundadores, y el Querido Hermano Claudio Martínez Cerda asume la
dirección de la Logia en formación con el título de Venerable Maestro Interino.

El Venerable Maestro Interino Claudio Martínez inicia su intervención diciendo


que”el mundo ha sido estremecido por el terror en la mañana de hoy, con los
brutales atentados a los Estados Unidos realizados por fanáticos
fundamentalistas y practicantes de la intolerancia. Por cierto que este tema,
entre otros, será parte de nuestras preocupaciones en las futuras reflexiones de
la Logia que pretendemos fundar; los problemas del mundo, social y político y
los problemas del hombre serán parte permanente de nuestras preocupaciones
como Logia”.

A continuación y en directa referencia a la convocatoria, el Venerable Maestro


Interino explica que: “los hermanos aquí reunidos mayoritariamente
pertenecientes a la Logia Franklin 27, hemos llegado a la conclusión que
nuestra querida Logia de Origen ha adquirido dimensiones tales que inhiben un
adecuado trabajo masónico. Una Logia que tiene más 140 miembros, necesita
dar a luz una hija, que proyecte más allá del ámbito logial de Franklin 27, su
quehacer y el valor de su tradición e historia, y contribuya de esta manera al
crecimiento de la masonería chilena. Por ello hemos convocado a nuestros
hermanos a dar vida a una nueva Logia en el seno de la masonería chilena.
También hemos invitado a algunos hermanos pertenecientes a otras Logias, a
los cuales agradecemos su colaboración en esta iniciativa, la que impulsamos
asumiendo toda la responsabilidad que esta acción conlleva”.

A continuación señala el Venerable hermano Claudio Martínez: “… más allá de


las consideraciones de carácter político que rodea la figura de Salvador Allende,
es indudable que su acción pública, incluso antes de su iniciación masónica,
(influenciado muy fuertemente por su abuelo y su padre, ambos masones),
hasta el último de sus días, estuvo orientada e inspirada en las enseñanzas
recibidas en los templos de la masonería chilena, a la cual perteneció hasta el
día de su muerte”.

Salvador Allende representa hoy día, en el mundo entero, la defensa de los


valores propios de la democracia y del humanismo, que son los ámbitos en los
cuales los masones nos desempeñamos con más propiedad. La figura de
Salvador Allende masón es una figura mundial desde esta perspectiva, que
excede con mucho las fronteras de nuestro país y prestigia en consecuencia a la
masonería chilena. Es justo por tanto que un grupo de hermanos pensemos en
su nombre como distintivo de esta nueva Logia, la cual fundamos en la
convicción que hacemos un aporte al desarrollo de la masonería chilena y de la
masonería universal. Hoy, en este rincón de Chile un grupo de masones
provenientes fundamentalmente de la Logia Franklin Nº 27 inicia los trámites
72

para fundar una nueva Logia. Hace 28 años, un día martes igual que hoy,
falleció el Querido Hermano Salvador Allende jurando fidelidad a su pueblo y a
la democracia. No pretendemos unanimidad en lo referente a sus ideas y a su
acción política, pero sí valoramos, profundamente, su consecuencia y su
permanente afán de trabajar por su patria, a través de una acción pública,
social y política, que siempre reivindicó como parte de su formación masónica”.

El día de su iniciación, ante la pregunta ¿Qué desearíais que se dijera de vos


después de vuestros días?, el profano Salvador Allende respondió: La de haber
cumplido la obligación que me impusiera de haber sido útil a la sociedad
impulsando, cada día, su perfeccionamiento espiritual, moral y social”.

No cabe duda que Salvador Allende cumplió a cabalidad con lo expresado en su


testamento masónico. Hoy día, 11 de septiembre de 2001, reclamamos para
nosotros la opción de reconocer en Chile y en el Hermano Salvador Allende a un
masón que vivió como tal, con modestia, pero con una profunda y arraigada
vocación social, humanista y laica. Propongo formalmente que la Logia que hoy
iniciamos en proceso de constitución tenga por nombre distintivo el de
“Respetable Logia Salvador Allende”.

La propuesta es aprobada por aclamación. Se acuerda elevar una solicitud al


Gran Maestro en la cual se transcriba este acuerdo.

Acto seguido, y por la unanimidad de los Hermanos presentes, se toman los


acuerdos siguientes:

* Elevar una solicitud a la Gran Logia de Chile para trabajar como Logia en
Instancia de Constitución, sometida a las prescripciones constitucionales y
reglamentarias de la Orden.

* Reunirse en trabajo logial los días jueves, a las 19,00 horas, en el Club de la
República.

* Trabajar en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y en idioma español.

A continuación, y siendo atributo de quien preside, el Venerable Maestro


Interino, Querido Hermano Claudio Martínez Cerda, designa en los cargos que
se señalan, a los Hermanos Maestros Masones que se indican:

1er. Vigilante Un maestro de la Logia Franklin 27.

2º vigilante Un maestro de la Logia Franklin 27.

Orador Un maestro de la Logia Franklin 27.

Secretario Un maestro de la Logia Franklin 27.

Experto Un maestro de la Logia Franklin 27.

Cumplido el propósito único de la reunión, esta se clausura, y los Queridos


Hermanos de retiran satisfechos y contentos

Claudio Martínez Cerda


Venerable Maestro Interino

El Secretario
Ministro de Fe
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Logias de Origen de los 30 Hermanos Fundadores

R:.L:. Atenea Nº 67. 1 Maestro.

R:.L:. Prometeo Nº 101. 1 Maestro.

R:.L:. Manuel Magallanes Moure Nº 148. 1 Maestro.

R:.L:. Educador Pedro Aguirre C. Nº 153. 1 Maestro.

R:.L:. Atanor Nº 160. 1 Maestro.

R:.L:. Franklin Nº 27. 22 Maestros.

2 Compañeros.

1 Aprendiz.

Resumen del Cuadro del Taller:

Maestros 27

Compañeros 2

Aprendices 1

Total de Fundadores del Taller: 30

*** *** ***

Tenida de Instalación de la Logia en Instancia


74

Salvador Allende Gossens

Oriente de Santiago (Chile), miércoles 11 de septiembre de 2002

Palabras de apertura de los trabajos del


Venerable Maestro Interino Claudio Martínez Cerda

Queridos Hermanos:

Hoy somos actores y testigos a la vez de un hecho trascendente, tal vez el más
trascendente que puede vivir un masón junto al de su propia iniciación, como
es la circunstancia de ser participe de la creación de una nueva Logia. Ambos
actos son decisiones voluntarias, sujetas a los procedimientos establecidos para
tal efecto. Sólo que la decisión de fundar una nueva Logia es una decisión
concertada por un grupo de hermanos para impulsar el desarrollo institucional
de la masonería chilena y como consecuencia de ella la masonería universal.

Porque entendemos que el crecimiento de una institución como la masonería es


a través de la creación de nuevos talleres que abran más y nuevos espacios
para los trabajos que le son propios. Es por ello que este acto, el nacimiento de
un taller, lo asumimos con la máxima responsabilidad por que el éxito de este
proyecto implica y compromete a la institución masónica. Hoy somos un
proyecto en desarrollo, somos un boceto de Logia, tal como sugiere la gráfica
de nuestro programa, somos, y para emplear el lenguaje de hoy, una página en
construcción. Estamos frente a un camino por recorrer cuyo trazado y
profundidad dependerá del esfuerzo, responsabilidad y calidad del trabajo al
cual nos comprometemos a partir de este instante. Hoy consagramos la puesta
en marcha de este proyecto ambicioso y trascendente, porque creemos y
queremos que podemos ser un aporte al desarrollo de la masonería chilena, en
el umbral del tercer milenio, cuyas características y posibilidades aún están por
definirse.

Con el objeto de situarnos en esta hora y edad, creemos pertinente formularnos


en esta ocasión algunas preguntas:

¿De donde venimos?


¿Qué somos?
¿Hacia donde vamos?
¿Por qué Salvador Allende?

¿De donde venimos?


La idea de formar una nueva Logia nace en el seno de la Logia Franklin 27 a la
cual pertenecemos la mayoría de los Hermanos de la Logia en Instancia
Salvador Allende. En nuestra Logia incubamos desde hace años la idea de dar a
luz un nuevo taller, esto motivado por el volumen de Hermanos que constituyen
la Logia Franklin 27 hoy en día, 130 aproximadamente.

Sin embargo, al parecer, primó el inmenso arraigo que sentimos por un taller
que, en muchos sentidos, hemos percibido como señero en la masonería
chilena. La regularidad y calidad de sus trabajos, su estructura ya tradicional de
programación de los mismos, la temática siempre relacionada con los tiempos
y una relación fraternal al interior del taller, rica y fructífera, entre otras causas,
tal vez constituyó un freno poderoso para que esta iniciativa se fuera
postergando y dejándola en el olvido cada vez que se plateó.

Sin embargo, y con la perspectiva del tiempo y de los tiempos que vivimos, un
grupo de hermanos llegó a la convicción necesario materializar finalmente la
idea de fundar una nueva Logia, con características tales, que responda a lo
75

que entendemos debe ser el ambiente propicio para el desarrollo y vida de un


taller masónico. Es decir un lugar, un taller, donde sus miembros se conozcan
con profundidad, de modo tal que en un ambiente de plena fraternidad se
desarrolle un trabajo de carácter formativo e intelectual. La propia concepción
de lo que es un taller, sugiere un trabajo íntimo, en donde la convivencia
constante, amistosa y fraternal, produce por si misma un ambiente propicio
para un trabajo de calidad.

En consecuencia, lo que hoy consagra esta ceremonia es el inicio del proceso de


nacimiento de una nueva Logia, cuya legítima madre es la Logia Franklin 27. Y
lo afirmamos así, de esta manera, no solamente porque venimos
mayoritariamente de ese taller, o porque la idea se fraguó en su interior, sino
que tenemos la firma decisión de recoger lo mejor de la historia de nuestro
taller y proyectarla en esta nueva etapa que hoy comenzamos a vivir.

Vale la pena, en consecuencia, recordar la declaración de principios de nuestros


Hermanos fundadores de la segunda etapa de Franklin 27 en 1914, cuando ese
grupo de hermanos provenientes principalmente de la Sociedad de Artesanos
La Unión declaran, que fundan un taller para luchar y trabajar por los intereses
de la clase obrera y de los sectores más desposeídos y postergados de la
sociedad. Esta declaración realizada en el seno de una Logia Masónica, antes de
las grandes revoluciones sociales del siglo XX, antes de la fundación de los
partidos de izquierda en Chile, da cuenta de cuan profunda era la preocupación
de lo que pasaba en el Chile de ese instante por parte de nuestros Hermanos
Fundadores.

Esta impronta, esa definición clara y precisa de lo que iba ha ser su misión
como Logia masónica, ha marcado durante toda su trayectoria la vida de
Franklin 27. Con las variantes de cada tiempo y lugar, la Logia Franklin 27 se
ha caracterizado desde siempre como un taller masónico progresista, en el
mejor sentido de la palabra, con una preocupación permanente por lo social,
por lo que pasa en el mundo, por estar inserta en sus trabajos y reflexiones en
la problemática social y política, sin que esto haya significado de modo alguno
un descuido del trabajo iniciatico y formativo, el cual desarrolla hasta el día de
hoy con singular constancia en los tres grados simbólicos.

Estas características constituyen y constituirán nuestro referente histórico, allí


están nuestras raíces a las que no renunciaremos jamás. En consecuencia, el
estudio y el desarrollo de la historia de la Logia Franklin 27 serán el estudio y
desarrollo de nuestra propia historia. Sólo que ahora, en estos tiempos, en esta
hora y lugar, queremos diversificar, expandir y compartir esta historia y
tradición con otros Hermanos y con otros emblemas, queremos volver a crecer
con arraigo a nuestra historia, pero a la vez, con nuevas esperanzas y nuevas
ilusiones.

¿Qué somos?

¿Qué somos? Esta pregunta esta referido al mundo en que nos toca vivir y que
constituye el entorno de esta nueva Logia. Estamos en el inicio de un milenio y
en un entorno ciertamente confuso, en permanente cambio, de un gran
dinamismo y por momentos difíciles de definir. Al finalizar el siglo pasado
ocurren dos hechos que marcan muy fuertemente lo que estamos viviendo. Uno
ha sido lo que simbolizó la caída del Muro de Berlín, como consecuencia del fin
de los socialismos reales y para algunos el fin de las ideologías. Es el fin de la
historia dijeron muchos. Es el triunfo del capitalismo y del mercado dijeron
otros. Se acabó la guerra fría, desaparece el peligro de una guerra nuclear, en
consecuencia vienen tiempos de paz y de consolidación de las democracias o de
la democracia como medio de convivencia política y social, pensamos muchos.

Sin embargo lo cierto es que hoy constatamos que el mundo se ha quedado sin
ideas, o la expresión de estas es descalificada con frecuencia porque no
responden a los problemas de la gente, según afirman algunos, como si las
ideas y la creatividad y la necesaria búsqueda de la verdad a través de de
confrontar distintas posiciones, no fueran el sustento del desarrollo de las
76

sociedades, y en definitiva, el espacio desde donde emanan las grandes


soluciones de los problemas de la sociedad.

El mundo se ha quedado sin ideas y han emergido con fuerza impensada, hasta
hace unos años, los nacionalismos los fundamentalismos, las posiciones
integristas, los clericalismos de distintos signos, con todo una secuela de
destrucción, guerras fratricidas y terrorismo. La intolerancia parece haberse
apoderado .de un mundo sin ideas, en que los pensadores quedan postergados
por los pragmáticos o por los fanáticos. Hoy el ser humano se esta enfrentando
de manera violenta por sus creencias, por su etnia, por su territorio pretérito.
Hoy día se discute quién llego primero a un territorio hace miles de años, y no
se discute como somos capaces de construir un futuro multiétnico, con un
mestizaje real, no solo físico sino también espiritual y humano. Hoy en día
todos parecen estar en el negocio de separarse, de fijar límites y de no unir
fuerzas para construir un futuro de paz, más justo, con menos pobreza y
menos diferencias entre ricos y pobres.

Por otro lado, y también a hacia finales del siglo pasado, han hecho irrupción
con una fuerza impresionante, las nuevas tecnologías de la comunicación. El
internet y el correo electrónico que son parte de nuestro día a día, y son a su
vez los grandes vehículos de un cambio que aún no alcanzamos a dimensionar
con exactitud. Son parte tan relevante que han terminado por sostener el
mundo global, a la aldea global. Hoy día, y dramáticamente en estos días, lo
hemos comprobado una vez más, estamos inmersos en el mundo global donde
nada que suceda en otro lugar nos es ajeno y no nos afecta. La masonería se
declara universal. El mundo global en alguna medida apunta hacia una cierta
universalidad del mundo. Solo que los desafíos y la nueva problemática que
plantea constituyen un desafío formidable para quienes, como nosotros, nos
decimos buscadores de la verdad.

Los actos terroristas que nos han conmovido en las últimas semanas no habrían
sido posibles sin el uso de estas nuevas tecnologías, así como tampoco talvez,
habrá existido el mundo cerrado de las dictaduras, que se sustentaban en la
desinformación de sus habitantes.

Estas son características del mundo de hoy, un mundo, que busca su equilibrio
entre un acelerado desarrollo tecnológico y un necesario refugio donde el ser
humano pueda reencontrase consigo mismo. Este es el mundo en que estamos
insertos, en cambio permanente, con terroristas cibernéticos, con una sociedad
civil debilitada, es el mundo de la velocidad de las comunicaciones, es el mundo
de la globalidad, de las economías transversales, del poder del conocimiento de
la biogenética, de la clonación, etc.

Este es el mundo de hoy, en el cual la masonería pretende influir, cambiar,


mejorar y transformar. El estudio de la realidad será parte importante de
nuestras preocupaciones como Logia. Sin una comprensión acabada del mundo
en el cual vivimos no restaremos en condiciones de influir en él, de acuerdo al
diseño doctrinario de la masonería. Los principios, valores e ideales son
permanentes, solamente que el mundo ha cambiado muy bruscamente y
necesitamos hacer el esfuerzo para situarnos dentro de él para intentar
mejorarlo y, eventualmente, cambiarlo en beneficio de la humanidad.

¿Hacia donde vamos?

La búsqueda de una respuesta a esta pregunta abre un inmenso campo de


posibilidades que evidente excedería el tiempo prudente para una intervención
de esta naturaleza. En consecuencia intentaremos situar una respuesta en el
contexto de lo que aspiramos que sea la misión de nuestra futura Logia Justa y
Perfecta, Salvador Allende. Y digo futura, porque no esta demás reiterar que lo
que hoy hincamos con esperanza, con alegría y con gran responsabilidad es el
desarrollo de un proyecto masónico. En consecuencia de la búsqueda de una
respuesta a la interrogante ¿hacia donde vamos?, es parte inherente de este
proceso.
77

Que queremos en definitiva de nuestro proyecto, a que aspiramos, que


esperamos. Nuestros antepasados se definieron claramente por la acción en
beneficio de la clase obrera. Era una opción de acción, y las acciones concretas,
y las numerosas que siguen a continuación dan cuenta de ese propósito, que
más tarde se plasma en una Logia, con un sesgo más intelectual que operativo,
pero que igualmente centra sus preocupaciones en las cuestiones de carácter
social.

Hoy los problemas de ayer siguen igualmente vigentes, solo que el entorno ha
cambiado radicalmente y en consecuencia hoy estamos frente a desafíos que
nos abren un mundo de posibilidades de cara al futuro. Nos encontramos frente
a problemas que requieren de manera urgente de nuestra atención,
especialmente desde el punto de vista de la ética.

Hoy los centro de poder se han trasladado a quienes tienen la tecnología y la


información y esta a su vez está cada día más al alcance de todos. La
información una vez que esta en la red le pertenece a todos. Entonces la
cuestión es el buen o mal uso que se le pueda dar a la información y al
conocimiento. Hoy más que nunca, diferenciar entre el bien y el mal parece una
tarea urgente. Ese límite difuso, en que la ética se ha relativizado, dejando a
veces el campo libre a integrismos morales excluyentes, ha puesto al mundo de
cabeza. Necesitamos reencontrarnos con nuestros valores, como son la
libertad, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad y la justicia social, el valor del
laicismo, necesitamos con urgencia tener la posibilidad de ser constructores,
creativos y éticamente validos en beneficio de la humanidad. La ética y la
tolerancia son tareas pendientes en el mundo de hoy.

Es por ello que en un primer esbozo de lo que será parte de nuestras


reflexiones iniciales, nos atrevemos a afirmar que queremos fundar una nueva
Logia, para:

Crear un espacio para la reflexión y la creatividad, donde se generen


ideas que sirvan de fundamento a los constructores de la sociedad del
siglo XXI. Este espacio será el taller masónico Salvador Allende, en
donde, sin otra restricción que la practica de la tolerancia y de la
fraternidad, podremos encontrar las herramientas para contribuir a la
construcción de un mundo más fraterno, solidario y justo.

Esa es nuestra visión de futuro, para que cada Hermano, en su tiempo y lugar,
le de contenido a las misiones que en ese tiempo y lugar, sea necesario definir.
Lo fundamental seguirá siendo el explorar con profundidad la capacidad de
reflexión del ser humano, su capacidad creativa y de constructor eterno, en el
entorno ético que nos plantea la francmasonería universal.

¿Por qué Salvador Allende?

Una de nuestras primeras tareas será desarrollar con detenimiento el


pensamiento masónico de Salvador Allende. Dicho pensamiento existe, es
riquísimo en contenidos valóricos y filosóficos, aunque poco conocido y
difundido. La figura de Salvador Allende es una figura mundial, seguramente
en el mundo genera más unanimidad y menos disenso que en su propia patria,
lo cual es lógico por lo demás, pues su acción política estuvo revestida de las
características de los tiempos, no exenta de dramatismo en la etapa final de su
vida.

Nosotros no tenemos otra pretensión que rescatar su condición masónica y


todo lo que eso significa. La forma como visualizó los valores masónicos, el
reconocimiento explícito de Salvador Allende a su formación masónica, así
como la adhesión a su tradición familiar masónica, queda en evidencia en
muchas acciones. Salvador Allende vive y muere como un masón, aún antes
de su iniciación, cuando profesa por su abuelo Ramón Allende Padín una
profunda admiración por su persona, su obra y su condición de masón. Dice
Salvador Allende en una ocasión:
“Todos los míos fueron masones, y mi abuelo llegó a ser Serenísimo Gran
Maestro de la Gran Logia de Chile, después de haberse desempeñado con
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singular claridad como Senador Radical por Atacama. Fundó la primera escuela
laica de Chile y cumplió una labor de ejemplar humanitarismo como jefe de los
Servicios Sanitarios del Ejército durante la guerra del 79. Por sus ideas en esa
época lo llamaron el Rojo Allende. He recibido como única herencia un nombre
limpio y una vocación para servir al pueblo, nacida de la formación masónica de
mis antepasados…”.

Salvador Allende fue un masón a cabalidad, y cada acto de su vida él lo


visualiza como una obligación que le imponía su vocación masónica nacida de
su saga familiar. Su vida pública desde sus inicios hasta su muerte, tuvo como
hilo conductor la consecuencia. Más allá de sus errores, la suya fue una vida
consecuente, clara y transparente, que no vaciló en ofrendar por lo que él
sentía como valores superiores, esto es la democracia y el respeto a los
derechos humanos. Fue un masón de inteligencia esclarecida, convicciones
arraigadas y voluntad intrépida. De eso no cabe duda alguna. En la vida de
Salvador Allende y en su condición de masón encontraremos numerosos
ejemplos para darle la impronta necesaria a este taller que nace bajo su
nombre como distintivo.

¿Por qué Salvador Allende?, porque se trata de un masón a cabalidad que es


patrimonio de muchos, que lo sienten como propio por su formidable
consecuencia. Este masón también nos pertenece a nosotros, sus Hermanos
masones, y hoy, queremos dar testimonio de ello.

Desde otra perspectiva, la creación de esta Logia en Instancia Salvador Allende,


abre las anchas alamedas para que muchos masones chilenos se reencuentren
con su propia historia. Este gesto, que no es de un grupo de Hermanos, sino
que debe ser interpretado como un gesto de la masonería chilena y en
particular de la Gran Logia de Chile que ha autorizado su funcionamiento, vale
por mil palabras y excusas por tiempos duros y de silencios prolongados. La
puesta en marcha del proceso que conducirá a la creación de una Logia
Masónica con el nombre distintivo de Salvador Allende cierra los círculos
pendientes de nuestra historia masónica y republicana. Nos reencontramos con
nuestra historia a través de hechos significativos, como fue la participación de
nuestro Gran Maestro en la mesa de dialogo; la instalación de la Logia en
Instancia Salvador Allende es otro de esos gestos significativos. Nuestros
expresos sentimientos de gratitud y reconocimiento para la Gran Logia de Chile
y para su Gran Maestro que han posibilitado este trascendental acto masónico.

Finalmente quisiéramos expresar que tenemos la percepción de estar


construyendo parte de una historia importante, trascendente, con una
proyección que aún no logramos visualizar del todo. Es por ello que quisiéramos
expresar en nombre de los Hermanos fundadores, que impulsaron oficialmente
este proyecto, y de los hermanos que llegaran en el futuro, la gratitud por
vuestro apoyo entusiasta y solidario. Hoy estamos más comprometidos que
ayer, con ustedes que nos han acompañado en esta ocasión, con la masonería
chilena que nos ampara y apoya, y finalmente, con la historia, que espera que
estemos a la altura de las circunstancias.

SALUD, FUERZA Y UNIÓN.


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CAPITULO VI

REFLEXIONES FINALES

Hemos recorrido un siglo, desde el 26 de junio de 1908, desde el nacimiento de


nuestro Venerable Hermano Salvador Allende. Hemos recordado un siglo en el
marco de su vida, muerte y memoria. Nos queda la certeza de que su presencia
en la memoria de sus hermanos masones es tan fuerte hoy como lo fue cuando
concurría a sus obligaciones logiales. Podemos decir, sin temo al error, que su
vida fue un continuo de acción masónica cimentada en los principios, valores e
ideales de nuestra orden. La realización plena de su pensamiento, de su
discurso, de su acción pública, es el período de gobierno que preside. Nos legó
sus preocupaciones y su quehacer, paro proyectar hoy, fundamentalmente en
lo que son los campos de la salud, de la educación, de la organización de los
trabajadores, de la seguridad social y de la vivienda digna.

Tenemos la certeza que en memoria del Querido Hermano Salvador Allende


Gossens se puede decir mucho más. Hemos recogido una parte de lo que fue su
pensamiento masónico, sus expresiones para trasmitir sus ideas, los recuerdos
en algunos de nosotros. También existen los recuerdos de quienes no
compartieron, ni compartirán como nosotros sus Principios, Valores e Ideales,
-formamos parte de un mundo diverso con una sociedad plural- este recuerdo,
el estar en nuestra memoria, lo hemos enfocado con un prisma masónico.
Tenemos la seguridad que el paso del tiempo solo agranda su figura, pero no
debemos caer en idealizaciones que distorsionen las raíces que fundan nuestros
recuerdos ni ser panfletarios en nuestras manifestaciones.

Sin duda el mayor homenaje que puede recibir un Hermano que Decora el
Oriente Eterno es que una Logia, que es un lugar de trabajo masónico, lleve su
nombre como distintivo, el cual debe acompañarla en toda circunstancia, para
dar vida a los motivos que fundaron la decisión por la cual lo eligieron.
Ejemplos hay en nuestra Obediencia. Logias que recuerdan a insignes masones
de todos los tiempos. Solo como ejemplo citaremos a Franklin, Mozart, José
Miguel Carrera, Bernardo O’Higgins, José de San Martín, Manuel Blanco
Encalada, Francisco Bilbao, Miguel Grau, Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio
Ríos, Sótero Del Río Gundián, Moisés Musa Batal, etc., todos ellos son
recordados por Logias que decidieron tomar sus nombres como distintivos para
perpetuar su memoria, su pensamiento, su quehacer masónico y homenajear
sus recuerdos.

El día 11 de septiembre de 2001 se plasmó el recuerdo que sustentaban un


grupo de hermanos masones desde hacía mucho tiempo; se celebró la Reunión
Fundacional de la Respetable Logia Salvador Allende. Pasará un año justo, lo
que es poco tiempo, hasta el 11 de septiembre de 2002, para que las
autoridades de la Gran Logia de Chile, luego de comprobar el normal
funcionamiento de la Logia, entreguen su autorización y reconocimiento al
esfuerzo de los hermanos fundadores, y decreten la Instalación Oficial de la
Respetable Logia Salvador Allende con el Número de Orden 191 de los registros
de nuestro Gobierno Simbólico.

Hoy, en el año 2008, la Logia Salvador Allende Nº 191, es un Taller normal y


regular en el ordenamiento de la Gran Logia de Chile en el concierto de más de
210 Logias que trabajan regularmente; pero tenemos una carga adicional al
compararnos con cualquier otra de las Logias simbólicas: cuando el recuerdo de
la vida, acción y muerte del Venerable Hermano Salvador Allende Gossens aún
esta fresco en la memoria colectiva y continua siendo en el mundo social y
político causa de controvercias, nosotros tenemos la carga adicional de cumplir
el cometido del trabajo masónico de todas las Logias y, además, de rescatar su
pensamiento masónico para difundirlo con seriedad, serenidad y respeto, sin
ser jamás aduladores del hombre que fue nuestro Hermano, al que hoy
recordamos y cuya presencia en la Historia de Chile nadie discute.
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La memoria del hermano Salvador Allende Gossens es guardada por numerosos


hermanos, pero también es parte del pasado institucional de la Gran Logia de
Chile, de cuya Asamblea fue Miembro Permanente. En el ámbito logial su
memoria forma parte de la historia de varias Logias de nuestra Obediencia; lo
mantienen vivo en su memoria la Logia Progreso Nº 4 de Valparaíso, la Logia
Aurora Nº 6 de Valparaíso, la Logia Hiram Nº 65 de Santiago, la Logia Franklin
Nº 27 de Santiago, y ahora la Logia que lleva su nombre, la Respetable Logia
Salvador Allende Nº 191. Esta presencia masónica de nuestro hermano
también se manifiesta fuera de Chile. Desde el año 2006 en la ciudad de
Buenos Aires funciona la Logia Salvador Allende Nº 469. Existen Logias que
recuerdan su nombre y homenajean su memoria en Francia, Brasil y en México.
Difícil será, si alguien lo pretende, borrar su presencia en la masonería chilena,
como tampoco dejará de estar presente en otros Poderes Masónicos en nuestro
continente y fuera de él.

SALUD - FUERZA - UNION

Registro de Propiedad Intelectual.


Inscripción Nº 169.762
Santiago, 17 de marzo de 2008.

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