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Presentado Por:
Docente:
Jhony Doria
Asignatura
Montería
2019
1. ÉTICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Desde el punto de vista de las organizaciones, la ética tiene que ver con la axiología, o sea
con los valores que son reflejados en la cultura empresarial como normas y principios, y
que tienen como fin alcanzar una mayor armonía con la sociedad para permitir una mejor
adaptación a todos los entornos en pro de respetar los derechos de la sociedad y los valores
que ésta comparte.
Para profesar la ética dentro de las organizaciones, las empresas crean sus códigos de ética
con la finalidad de combatir la corrupción, el engaño y el mal comportamiento de sus
integrantes, que no solamente permea al interior, sino que trasciende al exterior de las
organizaciones.
Como parte de estos principios éticos surge la responsabilidad social empresarial que se
define como la actitud consciente y responsable de las mismas organizaciones hacia el
bienestar común. La OIT(Organización Internacional del Trabajo) la define como el
conjunto de acciones que toman las empresas para que sus actividades tengan repercusiones
positivas en la sociedad y reafirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en
procesos internos como externos.
Por lo tanto, la responsabilidad social es una forma de hacer negocios que toma en cuenta
efectos sociales, ambientales y económicos de la acción empresarial, integrando en ella el
respeto por los valores éticos que inciden en las personas, las comunidades y el medio
ambiente.
Finalmente, ambos conceptos se resumen en el actuar de las personas, pues una empresa
gestiona éticamente cuando los individuos que la crean y que en ella colaboran, lo hacen
dentro de sus propios valores y principios de conducta, los cuales son el reflejo de lo que se
recibe en las familias, las escuelas y que son acordes al entorno social.
1,1. Énfasis
Las personas ocupan el lugar central de los esfuerzos que buscan mejorar las condiciones
de vida de todos y cada uno de los diferentes contextos sociales, por tanto, los esfuerzos de
la humanidad deben encaminarse a buscar el bienestar y la calidad de vida de las personas,
este modelo de desarrollo humano debe ser sostenible y debe basarse en los principios de
equidad. Solidaridad y justicia.
1,2. La Humanización.
La humanización de todos los negocios y sobre la economía debe estar fundamentada en los
siguientes principios:
Los valores corporativos son estos aspectos que hacen a tu empresa diferente del resto, no
es la marca o el logo, son aspectos más profundos que generan para la compañía una
ventaja competitiva frente al resto.
Los valores corporativos son la creencia de lo que la empresa es de manera compartida por
los integrantes de la misma.
Valores que marcan el comportamiento de los miembros y que con el paso del tiempo se
transmiten de unos a otros y orientan y determinan la actividad y el quehacer de la empresa.
Alineados y en coherencia con su estrategia de actuación.
El ser humano por naturaleza es una persona social, los individuos tienen la necesidad de
conformar grupos sociales para su crecimiento personal, para el ser humano es vital el tener
una participación social al igual que el comunicarse con otras personas de forma eficiente,
así mismo cada grupo social tiene metas o políticas establecidas las cuales serán el rumbo a
tomar en cuanto a sus decisiones y acciones para el cumplimiento de éstas.
2. LA EMPRESA Y SU ENTORNO
El entorno empresarial hace referencia a los factores externos a la empresa que influye en
esta y condicionan su actividad, el entorno empresarial o marco externo no es un área, es un
todo, y no permite su desarrollo.
La empresa no es un ente aislado, sino que interacciona con todo lo que la rodea. Esto es lo
que se conoce como entorno empresarial.
Las empresas no tendrían razón de ser si no hubiera una relación con los clientes o con los
proveedores que les suministran las materias primas. También están afectadas por la
competencia, las leyes que dicte el Gobierno sobre pago de impuestos, el respeto al medio
ambiente, en definitiva, no se puede entender la empresa sin tener en cuenta su entorno.
Entorno Interno.
Este entorno considera como grupos de interés a los directivos, al general de los empleados,
accionistas o dueños de las empresas, involucrando también el escenario en que se
desarrollan las actividades de la empresa, como es el proceso productivo o la toma de
decisiones.
Entorno Externo.
Bowen (1953) inició los estudios en RSE que se plasmaron en el libro Social
Responsibilities of the Businessman. Este autor afirmaba que todas las acciones y
decisiones tomadas por los empresarios impactan directamente en la calidad y personalidad
del resto de la sociedad. Cuando el hombre de negocios toma la decisión de forma
individual, no establece la relación entre sus decisiones privadas y el bienestar público;
tampoco es consciente en el impacto que tienen sus negocios en el total de la economía,
pues sólo piensa que es una proporción pequeña que no determina las cuestiones de una
nación, como la cantidad de empleo por ejemplo, la tasa de progreso económico, o la
distribución de los ingresos, entre otros. Estas decisiones afectan de forma significativa la
moral de la fuerza laboral, las satisfacciones obtenidas en el trabajo, la seguridad personal,
la tasa de utilización de los recursos naturales e incluso las relaciones internacionales.
- Evolución de la RSE.
La responsabilidad social empresarial (RSE) ha avanzado mucho desde que el término fue
introducido en los años sesenta.
Ya no se trata de establecer expectativas nobles e idealistas, que compiten con los objetivos
financieros de las empresas. El plan de responsabilidad social empresarial para el futuro
negocio funciona en armonía con estos objetivos y es sostenible en todos los sentidos de la
palabra: el ambiente, los clientes, el personal y los ingresos futuros de la empresa.
Se desarrolla a través de una cuidadosa consideración del rango de beneficios que el RSE
puede brindar a la empresa, y utiliza innovación y nuevas tecnologías para lograr beneficios
para todos los involucrados.
Diversos factores han contribuido a la evolución del RSE. Por ejemplo, los valores sociales
cambiantes y la demanda de los clientes para que las empresas estén en el lado correcto de
los problemas de la justicia social y sean buenos representantes ambientales están
moviendo a las empresas más allá de la definición de Milton Friedman. Los escándalos
contables en WorldCom y Enron hace poco más de una década, así como el más reciente
colapso financiero e hipotecario han introducido nuevas demandas de transparencia y
contabilidad dentro y fuera de la sala de juntas. Con este incremento de conciencia de la
responsabilidad social empresarial viene otro esfuerzo para revolucionarlo, definirlo y
ponerlo en práctica.
Sorpresivamente, el RSE puede ser un tema controversial. Las personas a favor argumentan
que un enfoque estratégico del RSE tiene beneficios relacionados con la gestión de riesgos,
el ahorro de costos, acceso al capital, relación con el cliente, gestión de talentos y la
capacidad para innovar. Debido a que los buenos planes RSE se comprometen con
los stakeholders internos y externos, permiten a las empresas anticiparse mejor y
maximizar las expectativas sociales y las condiciones operativas de rápido cambio,
generando el desarrollo de nuevos mercados y la creación de oportunidades de crecimiento.
Con el enfoque adecuado, los planes de responsabilidad social empresarial exitosos generan
beneficios para la sociedad y la empresa.
Los escépticos (u oponentes sinceros del RSE) afirman que las empresas son antes que nada
responsables ante los accionistas y tienen la responsabilidad de gestionar para lograr
rentabilidad. Al gestionar la rentabilidad, las empresas crean trabajo e impulsan el
crecimiento económico que finalmente beneficia a la sociedad. Los escépticos argumentan
que desviar la atención y los recursos hacia otros objetivos va en contra del fin fundamental
y de la efectividad de una empresa. En esencia, el plan de responsabilidad social
empresarial puede ser un subproducto beneficioso de una actividad empresarial, pero no
debe ser un enfoque único.
Aunque los académicos y otros continuarán debatiendo las ventajas y las desventajas del
RSE, la realidad en la actualidad es que hay una creciente expectativa pública de que las
empresas serán piezas claves y modelos significativos. El crecimiento de los medios
sociales y digitales ha aumentado las expectativas públicas; las conversaciones que tienen
los accionistas, los clientes, los prospectos se han ampliado. Con claridad, la era en que las
empresas “hablaban” a los accionistas y a los clientes ha terminado. En la actualidad, los
clientes y los accionistas tienen la habilidad —algunos creen que el derecho— de
comprometer a las empresas en preocupaciones relacionadas, por ejemplo, a un producto,
cómo es hecho o cómo (y dónde) un empresa en particular invierte sus recursos, entre otros.
La definición de los accionistas o el público de una empresa se ha magnificado y
fragmentado, permitiendo que cualquier cliente tenga la oportunidad de “hablar” con una
empresa.
4. Grupos de Interés.
Los grupos de interés no son algo nuevo, lo novedoso es el concepto. De hecho, siempre
han existido, y las empresas siempre los han tenido en cuenta. Ninguna empresa puede
permitirse el lujo de ignorar los legítimos intereses de sus clientes, proveedores, empleados
etc., lo que ocurre es que ahora los grupos de interés se han extendido y tienen más poder
para influir en las organizaciones. Este poder de los grupos de interés se debe,
principalmente, al potencial de comunicación que los mismos poseen, es decir su acceso a
la información y a su capacidad de respuesta.
En el entorno actual más global y de cambios constantes, los grupos de interés condicionan
la sostenibilidad y los resultados de una empresa, tanto si su impacto en la misma es directo
o indirecto.
Aquellas organizaciones que pretenden ser sostenibles necesitan anticiparse e implicar a sus
grupos de interés para identificar, comprender y responder a los temas y preocupaciones
referentes a la sostenibilidad, y así elaborar una estrategia coherente con su apoyo tácito o
explícito.
En términos de negocio, cuanto más nutrida esté la estrategia empresarial con la
implicación de los grupos de interés, más posibilidades tendrá la organización de identificar
nuevas oportunidades y desafíos para aprovecharlos, y a la vez, se anticipará a los riesgos y
estará preparada para minimizarlos. Todo ello a la larga dará como resultado un mejor
rendimiento económico además de una creación de valor para la sociedad y el medio-
ambiente.