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El Sínodo Pan-amazónico, o la revancha

de Eleazar López sobre Joseph Ratzinger


José Antonio Ureta

El próximo Sínodo tendrá lugar en Roma y versará sobre la Amazonia, la vasta zona baja de
América del Sur. Pero, paradojalmente, el gran vencedor del evento será un indio zapoteca oriundo
de las elevadas zonas montañosas de América del Norte, más precisamente de Oaxaca, en México.
Se trata del presbítero Eleazar López Hernández1, sacerdote de la diócesis de Tehuantepec, dedicado
a la pastoral indígena desde 1970 y “considerado como el ‘partero de la teología india’ en América
Latina”2.

Ya en los años 1990, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), dirigida por el entonces
Cardenal Joseph Ratzinger, pidió a un discreto profesor de la Universidad de Salamanca, el jesuita
Luis Ladaria Ferrer, hoy cardenal-prefecto de la dicha Congregación, para hacer un estudio y dar un
dictamen sobre los escritos de Eleazar López3.

En mayo de 1996, la CDF organizó en Guadalajara (México) el Segundo Encuentro de Presidentes


de Comisiones Doctrinales de las Conferencias Episcopales de América Latina. En esa reunión a
puertas cerradas, de una semana, el propio Cardenal Ratzinger profirió una conferencia “Sobre la
situación actual de la Fe y la teología”. En ella describió la crisis de la teología de la liberación,
resultado del “hundimiento de los sistemas de gobierno de inspiración marxista en el Este europeo
[que] resultó ser, para esa teología de la praxis política redentora, una especie de ocaso de los
dioses”. A seguir, señaló que “el relativismo se ha convertido así en el problema central de la fe en la
hora actual” y denunció en particular “la llamada teología pluralista de las religiones” 4,
ejemplificando con teólogos europeos y asiáticos y con el New Age norteamericano. Pero, evitó
cuidadosamente de mencionar la forma que dicha teología pluralista de las religiones estaba
asumiendo en Latinoamérica, o sea, la Teología India, que fue, en realidad, el motivo principal de la
convocación y el foco central de la semana de reuniones.

1
Asesor del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, miembro del movimiento de sacerdotes indígenas de
México, de la Asociación ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo - ASETT, del Equipo de Teólogos Amerindia,
de la Asociación Internacional de Misionólogos católicos - IACM, de la Articulación ecuménica latinoamericana
de Pastoral indígena - AELAPI.
2
P. Nicanor Sarmiento Tupayupanqui OMI, “La Teología india es un hecho histórico en América Latina”, in En
busca de la tierra sin mal - Memoria del IV Encuentro-Taller Ecuménico Latinoamericano de Teología India, Ed.
Abya Yala, 2004, p. 226. El origen del apodo está en un texto del propio P. Eleazar López: “Yo no me considero
padre de la Teología India, porque esta teología existe desde antes y es de nuestros pueblos. Nos ha tocado a
algunos ser los que ayudan a abrir las puertas para que se pueda entrar y salir, para que se abra el espacio
dentro de la iglesia. (...) Hemos hecho ese servicio para crear condiciones para la emergencia indígena en la
sociedad y en la iglesia. Esto nos llena de orgullo. Nos pueden llamar parteros, voceros o como sea…”
(Entrevista a los jesuítas Christophe Six y Fernando López al margen del V Encuentro de Teología india -
https://theo.kuleuven.be/en/research/centres/centr_lib/artigos/2006-04-entrevista-p-eleazar-lopez-zapoteca-
mexico.pdf)
3
Eleazar López, La Teología india y su lugar en la Iglesia, CENAMI, 2012, p. 3
(https://cimi.org.br/pub/assteologica/Eleazar_LATEOLOGIAINDIAYSULUGARENLAIGLESIA.pdf)
4
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/incontri/rc_con_cfaith_19960507_guadalajara-
ratzinger_sp.html
En la conferencia de prensa de clausura del encuentro, sin embargo, el panzer cardinal fustigó
enérgicamente la Teología India: “Ratzinger citó como desviaciones doctrinarias”, afirma un
reportaje, “a aquellos movimientos que van queriendo una teología india y valerse de estos pueblos
para proponer puntos de vista particulares, sobre todo para hacer una regresión y dejar a un lado el
cristianismo. Quieren resucitar los ritos, creencias y religiones de los indígenas, como cuando estaban
antes de la Conquista, como si el Evangelio hubiera sido opresor”. Y agregó: “Aquí se ha hablado de
una nueva manera de manipular a los pueblos indígenas y a sus culturas. Han venido antropólogos,
pseudoteólogos y otras personas muy partidarias del indigenismo, que quieren tener a los indígenas
como piezas de museo u objetos de folclor para atraer turismo”5.

No cabe duda que, entre los “pseudoteólogos”, el cardenal Ratzinger tenía en mente al Pbro.
Eleazar López, que ya había obtenido sus galones como uno de los más destacados expositores en los
Encuentros Latinoamericanos de Teología india (el primero tuvo lugar en México, en 1990, en el cuál
presentó una ponencia intitulada “Teología india hoy”6) y que a la sazón se desempeñaba como
principal animador intelectual del Centro Nacional de Ayuda a Misiones Indígenas, CENAMI, órgano
autónomo que actuaba en colaboración (no exenta de tensiones) con el episcopado mexicano y gran
promotor de dicha Teología.

Tres años después, en la conferencia de prensa en el avión que lo llevaba a México, el propio Papa
Juan Pablo II expresó la misma preocupación que su guardián de la fe. Preguntado sobre sus
esperanzas para Chiapas y el pueblo indígena (la región todavía estaba envuelta en el conflicto
“zapatista” y, en el plano religioso, era sacudida por las controversias a respecto de la “iglesia
autóctona” favorecida por Mons. Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas), el pontífice
respondió tajantemente: “Hoy se piensa mucho en sustituir la teología de la liberación por la teología
indígena, que sería otra versión del marxismo. La solución verdadera se encuentra en la
solidaridad”7.

Mostrándose más condescendiente con la Teología India de que con su matriz, la Teología de la
Liberación, el Cardenal Ratzinger creyó necesario, a fines del mismo año de 1999, pedir al Obispo
Felipe Arizmendi, recién elegido Secretario General del CELAM, “promover diálogos teológicos entre
obispos y promotores de la Teología India, con el fin de valorar los aportes de esta Teología y
discernir aquellos puntos que requirieran clarificación”8. Y, en julio de 2004, escribió una carta al
Cardenal Francisco Javier Errázuriz, entonces presidente del CELAM, recordándole que “según el plan
previamente concordado, deberían convocarse otros encuentros, esta vez de carácter regional, para
proseguir el camino de profundización de los distintos contenidos doctrinales de la Teología India
hasta llegar a una completa y definitiva clarificación de los aspectos problemáticos ya individuados”9.
De hecho, la Congregación para la Doctrina de la Fe designó como su delegado para ese diálogo al
arzobispo colombiano Mons. Octavio Ruiz Arenas, más tarde Vicepresidente de la Pontificia Comisión
para América Latina (CAL).

5
“Se manipula a los indígenas y a sus culturas, acusa el cardenal”, La Jornada, 11-05-1996
(https://ecologica.jornada.com.mx/1996/05/11/ratzinge.html).
6
http://usuaris.tinet.cat/fqi_sp02/docs/indiahoy.doc
7
http://www.conoze.com/doc.php?doc=1361
8
Felipe Arizmendi, “Eventos del Celam y de la Cem sobre Teología India”, conferencia en el XV Encuentro
Nacional de Sacerdotes Indígenas, 2008, in http://www.amerindiaenlared.org/contenido/10638/eventos-del-
celam-y-de-la-cem-sobre-teologia-india/.
9
Cf. Felipe Arizmendi, “Eventos del Celam y de la Cem sobre Teología India”, cit.
En julio de 2005, Mons. Felipe Padilla Cardona, entonces obispo de Tehuantepec, diócesis en la
que el P. Eleazar López está incardinado, lo convocó para decirle haber recibido una carta de la CDF
expresando preocupación por su teología y, en particular, por una reciente conferencia en la reunión
de la Asociación de Misionólogos Católicos10. Al regresar de la visita ad limina de los obispos
mexicanos a Roma, en octubre de ese año, el obispo le informó que la CDF había decidido transferir
la clarificación de su caso a la Conferencia Episcopal Mexicana, reservándose intervenir únicamente
si no fuese resuelto al nivel local. De hecho, se formó una comisión de cuatro obispos para dialogar
con el teólogo zapoteco, pero su obispo le impuso, como medida conservatoria, dejar el Centro de
Apoyo a las Misiones Indígenas y retornar a la diócesis para realizar labor parroquial. La “sanción” fue
de corta duración y, poco después, el presbítero pudo retornar a la capital mexicana para continuar
sus actividades indigenistas en el CENAMI.

El teólogo López no era, sin embargo, el principal problema que la Santa Sede enfrentaba en
México, sino la diócesis de San Cristóbal de las Casas, la cual ponía en práctica muchos de los
conceptos de la Teología India desde los tiempos en que era gobernada por el controvertido obispo
Mons. Samuel Ruiz y continuaba a hacerlo bajo su sucesor, el ya citado Mons. Felipe Arizmendi.

El Vaticano se mostraba particularmente ansioso ante el plan de creación de una “iglesia


autóctona”, por medio de la ordenación de centenas de indígenas como diáconos permanentes,
dándoles la esperanza de que, en el futuro, podrían eventualmente ser ordenados sacerdotes11. La
influencia de la Teología India en dicha pastoral quedó clara en una entrevista de Mons. Ruiz, ya
obispo emérito, con el teólogo de la liberación Juan Tamayo: “Tu habrás leído a Eleazar López y a
otras personas metidas en el ámbito de la teología indígena. La reflexión de Eleazar es doblemente
válida porque es un sacerdote indígena que vive dentro de la pastoral indígena”, afirmó el prelado12.

En octubre de 2005, el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino,
escribió a Mons. Arizmendi una carta oficial reiterando la prohibición de ordenar diáconos
permanentes en San Cristóbal de las Casas “hasta que se haya resuelto el problema ideológico de
fondo”. En ella afirmaba que “continua a estar latente en la Diócesis la ideología que promueve la
implementación del proyecto de una Iglesia Autóctona”. Subrayaba, en particular, que “alimentar en
los fieles expectativas contrarias al Magisterio y a la Tradición, como en el caso de un diaconado

10
María Pilar Aquino, “Theology and Indigenous Cultures of the Americas: Conditions of Dialogue”, CTSA
Proceedings 61 / 2006, p. 40.
CONDITIONS OF DIALOGUE”https://ejournals.bc.edu/ojs/index.php/ctsa/article/viewFile/4794/4272
11
El Plan Pastoral de 2004, señalaba en su apartado 58 que se debía “escuchar con atención y discernir la
solicitud de algunas comunidades para que diáconos indígenas casados puedan ser admitidos a la ordenación
sacerdotal, previa formación conveniente, dispuestos a asumir la decisión del Vaticano”. Por su parte, el
Directorio Diocesano para el Diaconado Indígena Permanente impuesto en 1998 por su predecesor afirmaba:
“Mons. Samuel Ruiz García, como Obispo de nuestra Iglesia Local, aprobó la búsqueda de nuevos ministerios
que estuvieran de acuerdo a la realidad que vivimos; en especial quiso que se reflexionara en lo que se refiere
al Sacramento del Orden. En comunidades de la zona tseltal y tsotsil se eligieron candidatos que, luego de un
período de tres a cinco años de capacitación y prueba, pudieran ser ordenados como Diáconos. El Obispo se
preocupaba por el sacerdocio de los indígenas y por la constitución de una Iglesia Autóctona” (n° 34). “Las
comunidades siguen buscando y realizando mayor organicidad y mayor compromiso. Siguen extrayendo, del
pozo rico de sus tradiciones ancestrales, la savia fecunda que les da vida y la originalidad necesaria para
construir la Iglesia Autóctona en la catolicidad de la Iglesia. Buscan ahora, en medio de amenazas de muerte y
de extinción, cómo llegar al Sacerdocio indígena, conforme a su peculiar modo de ser, con las características
propias de su cultura para reafirmar la comunión eclesial y fortalecer la catolicidad” (n° 55).
12
Iglesia Viva, n° 214, abril-junio 2003, http://www.redescristianas.net/entrevista-con-monsenor-samuel-ruiz-
obispo-emerito-de-cristobal-de-las-casas-mexicojuan-jose-tamayo/
permanente orientado hacia el sacerdocio uxorado [casado], coloca a la Santa Sede en la situación de
tener que rechazar las distintas peticiones y presiones y, de este modo, se le hace aparecer como
intolerante”13.

El “caso” específico del Pbro. Eleazar López reemergió después de que Joseph Ratzinger asumiera
el trono pontificio como Benedicto XVI. En mayo de 2007, al margen de la Conferencia del CELAM en
Aparecida, su substituto en la Congregación para la Doctrina de la fe, el Cardenal William Levada,
concedió al teólogo mexicano una entrevista privada en la que le dijo, como preámbulo, que “ya [lo]
conocía por los documentos que le habían llevado sobre [él]”. Y, de manera enfática, añadió:
“Ustedes desean que la Congregación para la Doctrina de la Fe tome decisiones a favor de la Pastoral
Indígena y de la Teología India; pero la Congregación no puede tomar esas decisiones en tanto no
tenga las certezas de que tales decisiones no afectan la integridad de fe. Ustedes, que dicen tener
esas certezas, preséntenlas a la Congregación para que nosotros actuemos en consecuencia”14.

En esa misma asamblea general del CELAM en Aparecida, en cuyo primer borrador de declaración
final apareció el término “Teología India”, por iniciativa del presidente de la Conferencia Episcopal
Panameña. En el segundo borrador, sin embargo, dicha expresión fue retirada “por la intervención
de autoridades mayores”, según se supo después. Con la firma de 17 presidentes de conferencias
episcopales (muy arriba de las 7 requeridas por el reglamento) se introdujo una moción para que se
replanteara su reintroducción. El Cardenal Levada intervino en el plenario exponiendo razones para
que no fuese usado y, finalmente, la reinserción fue rechazada por un estrecho margen de 59-63.
Según el P. López, el Cardenal Levada le habría asegurado que su oposición “no fue porque la
Congregación para la Doctrina de la Fe estuviera en contra de la Teología India, sino porque había
que esperar a que el procedimiento de discernimiento empezado por los obispos desde las
conferencias nacionales y desde el CELAM culminara con una declaración oficial de reconocimiento
por parte de la Congregación”, el cual “seguramente se daría en el mes de septiembre de 2007, en
que habría una reunión específica para decidir sobre este asunto”. La referida reunión
interdicasterial tuvo efectivamente lugar en Roma, pero “no se aprobó ahí el uso oficial del término
Teología India en la Iglesia”15.

Cinco años más tarde, el Padre López todavía era una espina en el pie de la CDF. En marzo de
2012, el teólogo fue convocado por Mons. Carlos Aguiar Retes, entonces simultáneamente
presidente del episcopado mexicano y del CELAM, quien le comunicó trechos de una carta oficial de
la CDF, firmada por Mons. Ladaria, entonces secretario de la Congregación, que decía: “El Pbro.
Eleazar López Hernández, uno de los exponentes más conocidos de la Teología India, en diálogo
personal, me expuso su convicción de que sería mejor comenzar a hablar de Sabiduría Indígena, en
vez de Teología india. Ciertamente este sería un gran paso adelante que llevaría la entera discusión a
un plano y a un lenguaje mucho más claro y exacto. (...) Sería muy útil que el Pbro. Eleazar López
Hernández redacte un artículo en el cual haga presente la necesidad de este cambio y las razones
para el mismo”16.

13
https://es.zenit.org/articles/carta-vaticana-sobre-la-ordenacion-de-diaconos-permanentes-en-san-cristobal-
de-las-casas-mexico/
14
Eleazar López, La Teología india y su lugar en la Iglesia, CENAMI, 2012, p. 4.
15
Eleazar López, La Teología india y su lugar en la Iglesia, CENAMI, 2012, p. 16.
16
Eleazar López, La Teología india y su lugar en la Iglesia, CENAMI, 2012, p. 1. De hecho, al margen del IV
Simposio sobre Teología India, organizado por el CELAM en Lima, en abril de 2011, el teólogo indigenista había
tenido una amistosa conversación con Mons. Luis Ladaria durante un almuerzo.
Obedeciendo el pedido, el “partero” de la Teología India publicó, dos meses después, un artículo
intitulado “La Teología India y su lugar en la Iglesia” en el que, lejos de aceptar el cambio de
denominación, reafirmaba sus anteriores declaraciones en el sentido de que aunque “las llamadas
teologías indias no se basan en grandes tesis filosóficas, no cuentan con sistematizaciones, libros
exitosos, ni connotados ponentes”, ni tienen tampoco “pretensión de universalidad, ni de probar
nada a nadie frente a las instancias de la razón”, ellas merecen el título de Teología India. Enfatizando
que dichas teologías indígenas “no usan un lenguaje discursivo o filosófico, sino mítico-simbólico”,
porque son “simplemente la palabra indígena sobre Dios, sobre el mundo, sobre nosotros mismos”,
el P. López concluía que “eso debería ser toda teología en la Iglesia; porque Dios no puede ser
objetivado como los demás objetos de conocimiento y de ciencia”17.

Cinco meses después, participando de un Congreso Internacional de Teología en Sao Lepoldo


(Brasil), Eleazar López agregó que, en su opinión, la expresión “sabiduría indígena”, si bien que
valiosa “pues contiene el saber que nuestros pueblos han ido recogiendo en procesos milenarios de
saborear la vida y a Dios en todas sus manifestaciones”, su uso “tiene connotaciones peyorativas de
conocimiento primitivo sin sustento científico” y que, por lo tanto, aceptar la propuesta de la CDF “es
pedir que asumamos en la Iglesia, sin chistar, la condición de inferioridad que la sociedad colonial
nos impuso”. De esa manera, “dejar de hablar de teología india o teología de los pueblos indígenas,
sólo por mandato de la autoridad, significaría renunciar a nuestros planteamientos de instaurar una
relación justa de la Iglesia con nuestros pueblos que quieren estar en ella con los cimientos de sus
culturas ancestrales”18.

Menos de un año más tarde, Benedicto XVI renunció a la Cátedra de Pedro, siendo sucedido por
Jorge Mario Bergoglio. Apenas nueve meses después de su elección, el Papa Francisco recibió en
audiencia a Mons. Felipe Arizmendi acompañado de su obispo auxiliar. Como resultado de esa
entrevista, en Mayo de 2014, el Cardenal Antonio Cañizares, Prefecto de la Congregación para el
Culto Divino, envió una carta a San Cristóbal de las Casas por la cual la Santa Sede autorizaba
nuevamente la ordenación de diáconos permanentes en la diócesis.

Pero el mayor espaldarazo vino el 13 de febrero de 2016, cuando el Papa Francisco viajó
especialmente a Chiapas para recogerse ante la tumba del controvertido Mons. Samuel Ruiz,
fallecido dos años antes, y de cuya pastoral Elio Masferrer Kan, investigador de la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH), hizo en esa ocasión el siguiente balance, a un reportero de la BBC:
“En Chiapas hay una organización que evidentemente es resultado de la teología india, el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional”19.

En el centro deportivo municipal el Papa Francisco celebró la misa, cuyas lecturas fueron en
lenguas nativas, asistido por numerosos diáconos indígenas y en su sermón, rodeado de figuras de
animales, citó el Popol Vuh (el libro de leyendas míticas de los mayas quiché). Citando ampliamente
su encíclica Laudato Si’, declaró que no podemos quedar sordos “frente a una de las mayores crisis
ambientales de la historia” y agregó: “En esto ustedes tienen mucho que enseñarnos, que enseñar a
la humanidad. Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse
armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como ‘fuente de alimento, casa común y altar
del compartir humano’ (Aparecida, 492)”.

17
Ibid, p. 7.
18
Idem, “Teologías indígenas en las iglesias cristianas – ¿Podemos los indígenas ganar en ellas
el lugar que merecemos?”, La teología de la liberación en prospectiva, t. II, p. 301-302.
19
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160216_samuel_ruiz_chiapas_mexico_papa_francisco_an
Comentando esos eventos, el teólogo zapoteca declaró, dos semanas más tarde, que los
indígenas de México “son los únicos que en verdad creen en la trascendencia de los hechos que
encuadran esta visita papal”, puesto que “ellos – como ancestralmente lo hacían sus antepasados
que percibían en el teúl o extranjero que llegaba el retorno de su Dios Quetzalcóatl –, vieron en el
Papa un teopízcatl, es decir, una presencia divina que vino en auxilio de sus necesidades para
restaurar la armonía del buen vivir y convivir”20.

Sin embargo, la verdadera revancha del Pbro. Eleazar López Hernández sobre el Cardenal Joseph
Ratzinger se consumó con la convocación de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre la
Amazonía, cuyo documento preparatorio cita explícitamente la Teología India, afirmando que “en el
proceso de pensar una Iglesia con rostro amazónico” se abrirán nuevos caminos que “tendrán una
incidencia en los ministerios, la liturgia y la teología (teología india)”.

La nota al pie de página, envía al documento final del VI Simposio de Teología India, organizado
por el CELAM en Asunción (Paraguay), en septiembre de 2017, que declara:

“La teología de cada pueblo tiene su raíz y se nutre en el territorio y en el contexto histórico; por
esta razón, las teologías indígenas también son teologías contextuales.

“Dado que hay centenares de pueblos indígenas, cada uno con su propia teología, cosmovisión y
cosmovivencia, el proceso de inculturación del Evangelio debe respetar tiempos, espacios, procesos,
lo que exige escuchar sin ideas preconcebidas, teniendo presente que el Evangelio es una propuesta
y no una imposición. (...)

“Reafirmamos que el método de las teologías indias es fuertemente simbólico, narrativo, cósmico
y celebrativo”.

Y, como si fuese una réplica directa a la conferencia sobre la teología pluralista de las religiones,
proferida por el Cardenal Ratzinger en Guadalajara, en 1996, el documento final del VI Simposio de
Teología India concluye: “Es urgente avanzar en un proceso de diálogo intercultural e interreligioso,
para enriquecernos mutuamente, teniendo en cuenta que nuestras teologías no son completas ni
definitivas. Es tiempo de promover las teologías interculturales e interreligiosas, como proceso para
la elaboración de las teologías indígenas”21.

20
https://observatorioeclesial.org.mx/2016/02/28/persectiva-indigena-de-la-visita-del-papa-francisco-en-
mexico/
21
http://www.celam.org/conclusiones-del-vi-simposio-de-teologia-india-2286.html

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