Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
[ARTÍCULO]
Resumen
La aproximación a la semiótica de la imagen que se propone es desde el
contexto de la transdisciplina y el pensamiento complejo el cual permite
la comprensión, en la vida cotidiana, de las relaciones existentes entre
la cultura, el poder y el discurso social. Se retoma la teoría de los
laberintos de Eco y se plantea hacer un abordaje desde el laberinto
complejo, en el que se tenga en cuenta las interacciones de los planos:
social, político y cultural retomando la Teoría del Discurso para
comprender las prácticas semiótico discursivas como un fenómeno
propio de la imagen que está más allá de los sistemas de signos.
Palabras clave: semiótica; laberinto; transdisciplina; discurso;
complejidad.
Abstract: The semiotics of the image from the discourse and the complex
thought
The semiotic approach to the operation of the image in the design is
from the context of the trans-disciplinary and complex thought which
allows understanding in everyday life, relations between culture, power
and social discourse. It takes the theory of Eco Labyrinth and intends to
make an approach from the complex Labyrinth, which takes into
account the interactions of levels: social, political and cultural life,
retaking the Discourse Theory to understand the semiotic discursive
practices of the image as a phenomenon beyond the vision of systems
signs.
INTRODUCCIÓN
El estudio de la imagen se ha realizado desde diversos enfoques
disciplinares como el lingüístico, el comunicativo, el filosófico, el
sociológico o el psicológico. Aunque cualquier modelo es capaz de
mostrar su utilidad en casos específicos consideramos pertinente para el
abordaje semiótico de la imagen una visión que tenga en cuenta la
interacción entre las distintas disciplinas, pues cada una de ellas aporta
información valiosa para la comprensión de su funcionamiento. Para
ello consideramos pertinente afrontar el fenómeno desde el método de
la complejidad que propone del diálogo, en torno a un problema, entre
las diversas teorías que lo estudian.
En este sentido, la comprensión y explicación del
funcionamiento de la imagen desde la teoría semiótica no responde
solamente a una óptica universalista basada en una lógica cartesiana
racionalista y lineal, sino por el contrario, es necesario abordar el
problema desde tal forma que se facilite la coexistencia de contenidos
en una perspectiva que ponga en duda la imperante lógica occidental
que puede permitir, por ejemplo, la coexistencia en las imágenes de un
nivel de realidad que opera al mismo tiempo que otros. Consideramos
que la metáfora del laberinto desarrollada por Eco en Apostillas al
nombre de la rosa (1985) facilita el acercamiento a este problema, sin
embargo, a pesar de la utilidad del modelo de Eco hay algunos aspectos
de las imágenes en la vida cotidiana, particularmente aquellas que
circulan, se producen o se reproducen con las tecnologías recientes, que
no alcanzan a comprenderse del todo, por lo que proponemos ampliar
la explicación del autor con una propuesta que resuelva el problema.
Para conseguir este objetivo, se necesita contar con un tipo de
pensamiento que permita comprender y explicar las imágenes y que
posibilite explicaciones de fenómenos alternos a lo convencional,
encontrados en el Método de pensamiento complejo de Morin (1994) que
nos da herramientas para entender en la imagen fenómenos como la
contradicción, la reflexividad, la recursividad y la auto referencia, al
mismo tiempo que la mirada de la ruptura que admite la integración,
los desgarramientos y uniones de la realidad en el campo de la
semiótica de lo visual.
Desde el método del pensamiento complejo, la semiótica de la
imagen construida a partir de modelos estructuralistas -cercanos a la
teoría de Saussure- resultan incompletos para explicar aspectos como,
por ejemplo, la contradicción. Por lo tanto, encontramos en la teoría
del Discurso una forma más pertinente para la comprensión del
fenómeno. Dentro de los teóricos del discurso recuperamos la
propuesta hecha por Haidar (2006) quien plantea, como un elemento de
su método, las prácticas semiótico-discursivas que recuperamos como
la manera de comprender las imágenes desde el pensamiento complejo.
146
árbol, una estructura con raíces y muchos callejones sin salida. Hay una
sola salida, pero podemos equivocarnos. Para no perdernos, necesitamos
un hilo de Ariadna. Este laberinto es un modelo de trial-and-error process.
Por último, está la red, o sea la que Deleuze-Guattari llaman rizoma. En
el rizoma, cada calle puede conectarse con cualquier otra. No tiene
centro, ni periferia, ni salida, porque es potencialmente infinito. El
espacio de la conjetura es un espacio rizomático… o sea que es
estructurable, pero nunca está definitivamente estructurado (Eco, 1985).
Consideramos posible aplicar esta metáfora para entender la
imagen y explicar la manera en que han sido planteadas modos
diferentes de acercarse a la realidad desde la significación y el sentido, y
como a lo largo de la historia la imagen siempre ha sido un laberinto:
uno lineal que corresponde con la imagen plana, bidimensional; uno
arbóreo, que corresponde con la imagen en movimiento del cine y la
televisión y uno en red que corresponde a la imagen en las redes
digitales.
El primero, el laberinto clásico o circular corresponde, como
sistema de significación, a una visión disciplinaria, lineal con un solo
sistema de referencias y sentido, un único cuerpo teórico desde un
punto de vista ordenado, canónico, monolítico, estructurado, absoluto
y secuencial que trata de instaurar su propia visión, sus propias
fronteras, sin quebrar los referentes universales, sin abandonar nunca
los límites precisos y exactos de lo que se considera como deber ser.
Desde la antigüedad, la significación de la imagen ha sido
estudiada con una serie de patrones y cánones que reglamentan la
manera en la que se ordena el mundo de lo visual, como por ejemplo lo
explica Pacioli en La divina proporción (1991) donde las leyes y
significación de la forma están reguladas por lo que el signo y su
significación se consideran en relación con la divinidad.
…así como Dios confiere al Ser a la virtud celeste, por otro nombre
llamada quinta esencia, y mediante ella a los otros cuerpos simples –es
decir, a los cuatro elementos, tierra, agua, aire y fuego-, y a través de
estos da el ser a cada una de las otras cosas de la naturaleza, de igual
modo nuestra santa proporción confiere el ser formal, según el antiguo
Platón en su Timeo, al cielo mismo, atribuyéndole la figura del cuerpo
llamado dodecaedro o, dicho de otro modo, cuerpo de doce
pentágonos, el cual, como más abajo se demostrará, no puede
formarse sin nuestra proporción (Pacioli, 1991: 42).
El dogma religioso es el hilo de Ariadna que guía la realización
de la imagen, así como la interpretación del signo. Cánones estrictos
son los que guían la significación en una relación en la que no es
posible otra salida más que le estipulada por la norma.
Con el arribo de la modernidad, el laberinto clásico adquiere las
características del racionalismo que paulatinamente desplaza el dogma
de la religión por el de la razón. En la clasificación de ciencia hecha a
finales del siglo XVII por Locke en su Ensayo del entendimiento humano
148
A MODO DE CONCLUSIÓN
El estudio de las prácticas discursivas de la imagen desde la
lógica del laberinto complejo, la observación de segundo orden, permite
la autogeneración y la reflexividad. La autogeneración posibilita la
comprensión desde la complejidad, de imágenes que generan imágenes,
desde los centros hegemónicos comerciales y desde la resistencia. La
reflexividad de las prácticas discursivas de la imagen es posible por la
auto observación. En el laberinto complejo, la práctica discursiva que se
observa a sí misma reflejándose. Las prácticas discursivas de la imagen
son auto-reflexivas, pues implican la auto-referencialidad y el principio
de circularidad como desarrollos fragmentados e imprevisibles de un
acontecimiento no predecible.
En el laberinto complejo, las estructuras son profundamente
codificadas en un juego con múltiples niveles, por lo que implican un
desorden ordenado; con escasa relación entre causa y efecto. Las
prácticas discursivas de la imagen son capaces de avanzar y retroceder
en lo que se considera la no linealidad; el laberinto complejo está
inmerso en un acontecimiento donde se realizan enlazamientos auto
organizativos.
En el laberinto complejo la ambigüedad, polisemia,
equivocidad, isomorfismos, diferencias y la distinción del sentido entre
los elementos significantes de las prácticas discursivas de la imagen, se
vinculan con la matriz cultural en determinada situación histórico
social. Por lo tanto, los enlazamientos, las relaciones, interacciones, las
metáforas auto reflexivas, las simetrías recursivas entre niveles de escala
y las bifurcaciones en las que se configura el sentido de los
acontecimientos, se hacen fundamentales desde la óptica de un sujeto
razonante situado en la observación de segundo orden.
La configuración del laberinto complejo en las prácticas
discursivas, precisa del conocimiento profundo del funcionamiento
semiótico. Los imaginarios sociales de Lacan (1984) son un espacio de
producción de los códigos, de la codificación, de la retórica que
permiten comprender como se construyen significados colectivos. Sin
embargo, es interesante reflexionar sobre el hecho de que la
equivocidad es un elemento constante que debe reconocerse, pues los
conceptos considerados universales en la lógica positivista de causa-
efecto constantemente impulsados desde los grupos hegemónicos
dominantes, mantienen diferencias en las similitudes.
Los presupuestos formulados por Ducrot (1994), incluyen
competencias lingüísticas y pragmáticas, creencias, supuestos, ideas,
acuerdos y demás referencias compartidas para hacer común la
realidad. De manera parecida, en la imagen, los presupuestos incluyen
competencias visuales y pragmáticas, creencias, ideas, supuestos,
acuerdos y demás referencias. El problema de la imagen es la apertura
159
NÚMERO 7 – diciembre de 2017
REFERENCIAS
ARNHEIM, R. (2001). Arte y percepción visual. México: Alianza.
BARTHES, R. (1993). La aventura semiológica. Madrid: Paidós.
_______ (2016). Introducción al análisis estructural de los relatos. En
Análisis estructural del relato (pp. 9-43). México: Ediciones Coyoacán.
BAUDRILLARD, J. (2005). Cultura y simulacro. Barcelona: Kairós.
BISHOP, J. (2017) The Digital Media Reader. Glamorganshire, Wales:
The Crocels Press Limited.
CHAVES, N. y Aurfuch, L. (1997). Diseño y comunicación. Teorías y
enfoques críticos. Buenos Aires: Paidós.
DELEUZE, G. y Guattari, F. (2002). Mil Mesetas. Capitalismo y
esquizofrenia. Valencia, España: Pretextos.
DUCROT, O. (1994) La argumentación en la lengua. Madrid: Gredos.
ECO, U. (1985). Apostilla a El nombre de la rosa. Barcelona: Lumen.
FOUCAULT, M. (2002). La arqueología del saber. México: Siglo XXI.
GREIMAS, J. Et. Al. (2016). Análisis estructural del relato. México:
Ediciones Coyoacán.
HAIDAR, J. (2005). Arquitectura del sentido I, la reproducción y producción
de las prácticas semiótico-discursivas. México: CONACULTA-INAH.
________ (2006). Debate CEU-Rectoría. Torbellino pasional de los
argumentos. México: UNAM.
HAYLES, K. (1999) How we became posthuman: virtual bodies in
cybernetics, literature and informatics. Chicago: The University of
Chicago Press.
LACAN, J. (1984). Escritos. México: Siglo XXI.
160
Datos de la autora
Dra. Olivia Fragoso Susunaga es profesora investigadora de la carrera de Diseño para la
Comunicación Gráfica del Departamento de Investigación y Conocimiento para el Diseño, División de
Ciencias y Artes para el Diseño, Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, Ciudad de
México, México.