Vous êtes sur la page 1sur 5

Universidad de Oriente.

Núcleo de Anzoátegui.
Escuela de medicina.
Biología I.
Sección 02.
Matrícula: 0031712.

Reflexión sobre la película “El Médico”.

Profesor: Erasto Marcano.


Alumno: Zoriyu Castillo.
C.I.V.-26.794.602.

Barcelona, 5 de Octubre del 2018.


La excepcional empatía con la película nace de la pasión que le tengo a mi carrera y los
sacrificios que conlleva ser un profesional de la salud y como a pesar de todo aquello la
vocación al servicio del bienestar ajeno, entrega aprecio, respeto y admiración, es grata la
sensación al cumplir con la labores, teniendo presente que eres parte de la solución a los
padecimientos de otros.

Familia, amigos, vecinos, extraños no puedes descartar a nadie a la hora de ayudar,


justamente para ello un estudiante de medicina pasa por una formación académica tan
rigurosa y exigente; puede ser abrumador el hecho de que al graduarte incluso desde que
eres apenas un neófito aprendiz ya no te perteneces, más bien eres de la labor, vives y
respiras para brindar salud a otros, es una intachable realidad, en palabras del padre de la
medicina “la ignorancia justifica, el saber condena” todo lo aprendido a lo largo de la
carrera y nuestras vidas se aplicará sólo y sólo si es por el bien ajeno, incluso sin un
juramento, aquel que de verdad estudió para ayudar a otros no eludirá una responsabilidad
tan grande como lo es actuar si sabe qué hacer.

Este amor por el servicio en muchos casos nace de la impotencia generada alguna vez
por no saber cómo ayudar, encontrarse en una situación donde una vida podría
desvanecerse en tus manos y no poder hacer absolutamente nada viendo a seres queridos
sufrir, al punto de afectar a todos los que lo rodean e intervenir en la naturalidad de sus
días; una enfermedad puede oscurecer la vida de cientos de familias si no hay como
enfrentarla, razón suficiente para aquellos que se sientan cansados de cruzar los brazos,
caminen hacia el saber, indaguen e investiguen nuevas respuestas y trabajen arduamente a
costa de su propia vida por muchas otras.

El deseo de ayudar en una emergencia, apoyar en tiempos de incertidumbre, de ver esa


muy satisfactoria cara de alivio cuando por fin alguien que lleva días quizás meses con una
patología consigue sanarse; me mantienen a la expectativa del aprendizaje, buscando cada
vez más información acerca de cómo ayudar, nuevos tratamientos, cual examen es más
preciso; con tal de entregar lo mejor de cada día.

En el largometraje parecerán milagros algunas recuperaciones pero no son más que el


fruto del trabajo de profesionales que se niegan a darse por vencidos ante una enfermedad.
La medicina es una ciencia y deben investigarse sus fenómenos, debe actualizarse a sí
misma, desmentirse y complementarse para ser mucho más certera, estos avances no se
pueden evitar y el estudiante tendrá que aprender y reaprender, descartar y renovar para
cumplir un mejor servicio.

Conceptos que hoy repetimos una y otra vez como ciertos el día de mañana podrían
demostrarse como falsos, Leyes establecidas podría conseguir excepciones el múltiples
casos y enfermedades mortales una cura. Esta clara visión que quebranta los límites de la
medicina es la mejor adaptada para lograr lo que ayer se consideró imposible enalteciendo
esta joven ciencia, que a pesar de existir desde que el ser humano camina en la tierra por
cuestiones religiosas, políticas y culturales ha pasado la mayor parte de la historia con las
manos atadas, viendo sus maestros, estudiantes y textos caer bajo la ignorancia y el miedo
de los que están en el poder.
Poco tienen que ver estas cuestiones con la medicina pero al influenciar poblaciones es
doblegada, a medida que pasa el tiempo se ha visto más holgada, mucho más libre en
respuesta a los esfuerzos de quien la ejerce y la fortalece como ciencia.

La medicina ha soportado cambios tan drásticos a lo largo de la historia debido es estos


tabúes que encontrar prácticas aplicadas hoy en día con cierta antigüedad llega a
sorprender, se puede apreciar en la película como la falta de comunicación hacía, que
enfermedades con tratamientos y cura arrastrasen consigo multitudes vidas, la falta de este
conocimiento es injustificable hoy en día con la cantidad de medios por los que se puede
acceder a información actualizada.

Poco a poco se han recopilado estos conocimientos y más tarde se hicieron universales,
salvando millones de vidas, el relato alienta a no darse por vencido aun cuando el caso
presente se considere incurable, mostrando un médico de naturaleza incansable, un médico
que a pesar de los terribles pronósticos no desahucie a una persona que dé pie ante el cómo
última opción espera ser salvada.

Casi nada queda de este espíritu competitivo en contra de la muerte, en mi opinión el


hecho de que sea algo natural al punto de estar incluido en el ciclo vital no justifica
descensos masivos, deplorables, dolorosos y tan denigrantes como ser devorado por una
patología hasta el cesar de los latidos del corazón, impotente ante los síntomas, que no son
más que gritos de auxilio de un cuerpo enfermo.

Fue inspirador verlo atravesar el mundo en búsqueda de las herramientas necesarias


para tratar al que llegara a sus manos, personalmente simpatizo con la testarudez de seguir
un árido y espinoso camino a costillas de un sueño; no son comparables las vicisitudes de
su viaje con el mío, pero todos pasamos por dificultades las cuales pueden ser superadas
con esmero, los problemas a los que nos enfrentamos nos permiten aprender para en un
futuro no muy lejano enseñarle a otros a superar situaciones similares y salir victoriosos.

La condiciones de estudio y de vida en cualquier época tienen sus baches y trabas, las
quejas pueden llenar nuestras horas de ocio o mucho mejor invertir estas horas para
encontrar soluciones, los grandes iluminados de la historias no se dejaron abatir por los
problemas de su época y cambiaron el mundo, insuficientes son las escusas que un joven
que apenas comienza sus estudios considera la probabilidad de desertar por lo fuerte que es
enfrentarse a una realidad, en el campo de la medicina es notable como merma la
importancia de la auto compasión al comparar vidas ajenas con la nuestra, no conseguimos
nada de que quejarnos.

Esta visión que despoja la mediocridad de cualquier estudiante es la que me mueve a


ser mejor, a investigar, a aprender y sobre todo a estar al lado de los que pueda ayudar, en
mis precarias condiciones porque suele haber algo que pueda hacer por otros, poco o
mucho depende de mis esfuerzos.

Como profesional de la salud es necesario recordar el trato humano y cálido que merece
el paciente, adore ver como aluden a esta atención como algo grato en la película, son
gestos pequeños pero necesarios. Al tratar a un paciente merece esta calidez, esa sutileza
capaz de mejor el día de cualquiera es algo que no se puede dejar pasar.

También en el film resaltan la importancia de la clínica, de preguntarle al paciente que


siente y de una buena examinación de los síntomas y sus conexiones, siendo el mismo
cuerpo del paciente que mediante una buena clínica nos entregue la información necesaria
para proceder. Cuestionar las posibles causas de la enfermedad, comprobar y descartar
ofrecen un diagnóstico exacto del que se vale el médico para propinar el tratamiento justo.
Si el diagnostico esta errado el tratamiento también, dado que es la respuesta a la pregunta
equivocada provocando incluso más daño.

Una vida de estudios sigue siendo escasa para develar todos los secretos del cuerpo
humano y mucho más para encontrar la solución a todo lo que lo aqueja, sin embargo,
fascinados por esta escuela, año tras año nuevos estudiantes tocan su puerta y recorren sus
pasillos, actualmente se facilita el acceso a conocimientos de todo el mundo,
investigaciones nuevas y viejas, incluso textos antiguos, que nos permiten ofrecer una
calidad de vida a pacientes de la mayoría de los trastornos.

La visión de un Rob Cole como un estudiante prodigio no por talento sino por su
esfuerzo, recuerda al dicho “la práctica vence el talento”, destacando la importancia de
trabajar duro en mejorar las habilidades, estudiar hasta comprender el tema e insistir en una
solución es idealista pero no lejana a la realidad, debido a que la carencia de recursos deja
de hacer peso cuando te centras en llegar a la meta.

En una escena llega a plantearse si el príncipe de los médicos alguna vez cuestionaba su
vocación y con soltura expreso algo que alojaba mi mente, algo que cientos de veces intente
aclarar, se siente como una creciente placa de trazas de glúcidos mal digeridos oprimiendo
una arteria, sin importar cuanto dude en aquellas horas de soldad tengo la certeza de que
terminaré lo que empecé, resaltando la constancia y la fidelidad a la profesión.
Porque la valentía no implica la ausencia del miedo así como la perseverancia no implica
ausencia de vacilación, la constante hesitación a la que es sometido el estudiante pone a
prueba su pasión, y la decisión de continuar cada día es la respuesta de quienes tienen
verdaderos incentivos, razones bien justificadas por lo que no se darán por vencidos.

La prioridad del profesional es el bienestar del paciente, sin esto presente el médico no
es médico, sin esta consideración se pierde la ética y se deshumaniza una ciencia
indispensable para el desarrollo de la sociedad. El tiempo de estudio, las horas de trabajado
y los sacrificios que conlleva la profesión son dedicados exclusivamente a recuperar la
salud de todo aquel que llegue a nuestras manos, por esta y ninguna otra razón soy
estudiante de medicina.

Data del Film.

Película: El Médico.
Fecha de estreno: 25 de diciembre de 2013 en Alemania.
Director: Philipp Stölzl.
Actores: Rob Cole: Tom Payne.
Ibn Sina: Ben Kinsgley.
Rebecca: Emma Rigby.
Cirujano Barbero: Stellan Skarsgard.
El Sha: Oliver Martínez.

Vous aimerez peut-être aussi