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M.C.B.
Magistrada ponente
STC11103-2016
Decídese la acción de tutela instaurada por E.M. de las S.R., E.R., R.E. de las
S.B., A.E.G.S., E.E.O.M., en calida de hija de D.O.V. (q.e.p.d.), L.E.O.M.,
A.D.C., R.E.G.C., J.C.R.S., Z.R.H., R.D.M.S., V.H.P.R., M.G.I.H., O.E.H.O.,
M.Z.J.R., en calidad de hija de A.J.M. (q.e.p.d.), J.J.S.L., O.S.H., L.T.V.P.,
C.E.H. de R., en calidad de esposa de H.J.R. de Betancourt (q.e.p.d.), B.I.F. de
M., en calidad de cónyuge de A.D.M.H. (q.e.p.d.), A.R. de la R.L., A.C.C. de G.,
en calidad de esposa de A.G.P. (q.e.p.d.), J.E.S.H., J.A.O.M., J.B.M.P., en
calidad de hijo de J.M.M. (q.e.p.d.), Ó.M.F.C., J.M.R.S., A.C.R., Dina Luz de la
Hoz de M. en calidad de esposa de D.E.M.S. (q.e.p.d.), B.V.M.Y., C.A.R.U.,
W.A.B.P., J.H.R.O., M.D.S. de Serrano, en calidad de esposa de N.C.S.H.
(q.e.p.d.), E.E.T. de B., en calidad de esposa de E.P.B. (q.e.p.d.), J.M.M.V.,
J.A.G.G., en calidad de hijo de F.G.R. (q.e.p.d.), frente a la Sala Civil-Familia del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, concretamente contra la
magistrada S.E.R.N..
ANTECEDENTES
1. Los gestores, a través de apoderada, demandaron la protección constitucional
de sus derechos fundamentales al debido proceso, acceso a la administración
de justicia e igualdad, presuntamente vulnerados por la autoridad acusada,
dentro del juicio de rendición de cuentas provocada que iniciaron al Fondo de
Beneficio Social Sindicaribe, Cementos Argos S.A. y Bancolombia S.A.
2. Arguyeron, como sustento de su reclamo, en síntesis lo siguiente:
Y, añadió que «la decisión tomada por la suscrita se ciñó a una debida
interpretación normativa, y a valoración de las pruebas obrantes en el
plenario, actuación que se efectuó conforme al caso concreto, y que no puede
considerarse arbitraria ni constitutiva de vía de hecho» (fls. 287).
CONSIDERACIONES
1. La reiterada jurisprudencia ha sostenido, en línea de principio, que este
amparo no es el medio idóneo para censurar decisiones de índole judicial;
sólo puede acudirse a esa herramienta, en los casos en los que el funcionario
adopte alguna determinación «con ostensible desviación del sendero
normado, sin ecuanimidad y apoyado en el capricho o en la subjetividad, a tal
punto que estructure “vía de hecho”…», y bajo los postulados de que el
afectado concurra dentro de un término razonable a formular la queja, y de
que «no disponga de medios ordinarios y efectivos para lograrlo» (CSJ STC,
3 de Mar. 2011, R.. 00329-00).
El concepto de «vía de hecho» fue fruto de una evolución pretoriana por parte
de la Corte Constitucional, en razón de la necesidad de que todo el
ordenamiento jurídico debe respetar los derechos fundamentales como base
de la noción de «Estado Social de Derecho» y lo contemplado en el artículo
4 de la Carta Política. Así hoy, bajo la aceptación de la probabilidad que
sentencias desconozcan prerrogativas esenciales, se admiten por excepción la
posibilidad de proteger esa afectación siempre y cuando se cumplan los
siguientes presupuestos: l. Generales: «a) Que la cuestión que se discuta
resulte de evidente relevancia constitucional; b) Que se hayan agotado todos
los medios ordinarios y extraordinarios de defensa judicial al alcance de la
persona afectada, salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio
iusfundamental irremediable; c) Que se cumpla el requisito de la inmediatez;
d) Cuando se trate de una irregularidad procesal; e) Que la parte actora
identifique de manera razonable tanto los hechos que generaron la
vulneración como los derechos vulnerados y que hubiere alegado tal
vulneración en el proceso judicial siempre que esto hubiere sido posible y f)
Que no se trate de sentencia de tutela» y, 2. Especiales: «a) Defecto orgánico;
b) Defecto procedimental absoluto; c) Defecto fáctico; d) Defecto material o
sustantivo; e) Error inducido; f) Decisión sin motivación; g) Desconocimiento
del precedente y h) Violación directa de la constitución» (C-590 / 2005,
reiterada, entre otras, SU-913 / 2009 y T-125/2012).
Con base en ello, advirtió que «se puede establecer que si bien, no hay lugar a
dudas en torno a la existencia del fondo y que los actores ostenta u ostentaron
la condición de trabajadores de Cementos de Caribe, hoy Cementos Argos, es
claro que para verse obligado el demandado a rendir cuenta, y facultados los
demandantes para provocar dicha rendición, no basta con demostrar la
existencia de la relación laboral; de hecho tampoco es suficiente demostrar la
constitución del fondo a favor de aquellos, sino que es necesario cumplir con
los presupuestos ya explicados en párrafos anteriores. Valga precisar que
debe existir una relación jurídica a través de la cual, uno de los sujetos de la
misma encomienda una gestión al otro extremo de la relación, la cual debe
concretarse, bien sea, en la administración de bienes, o en el gerenciamiento
de actividades o encargos traducibles en dinero».
Así mismo, refirió que «no se ha demostrado que los demandantes hayan
encomendado una gestión o administración de los bienes a alguno de los
demandados. Es de precisar que el simple hecho de demostrar la constitución
del fondo para el beneficio social de los trabajadores, no es suficiente para
establecer que los demandantes hayan encomendado la administración de los
bienes allí descritos, a C.C., hoy Cementos Argos y por tal razón esta última,
se encuentre obligada a rendir cuentas de los mismos a aquellos. De hecho, el
convenio suscrito, se circunscribe es precisamente a la entrega por parte de la
referida empresa, al sindicato, de la suma de doscientos cincuenta mil pesos
($250.000) moneda legal, para dedicarlo a obras de beneficio social de sus
asociados».
Y, finalmente señaló que «aunado a lo anterior, se debe señalar que, si bien
quedó demostrado de acuerdo a las pruebas que reposan dentro del plenario,
la constitución y existencia del “Fondo Sindicaribe para Beneficio Social” no
existe sustento que el referido, goce de personería jurídica y las partes nunca
manifestaron la intención de crearla, sino solo la conformación de un fondo
con una suma de dinero destinada para el beneficio de sus socios» (fls. 225-
238).
6. Ahora bien, en el caso que nos ocupa la funcionaria acusada precisó, como ya
se reseñó, que si bien se tiene certeza de la relación laboral existente entre los
querellantes y la empresa de Cementos, también lo era, que ella no los
facultaba para provocar rendición de cuentas «en torno a la existencia del
fondo», pues lo que esencialmente se debe acreditar en esta clase de procesos,
es de, un lado, la potestad de «pedir cuentas» por quien haya encomendado
una «gestión o administración» y, de otro, la obligación de rendirlas;
circunstancia que no ocurrió en el sub júdice, comoquiera que no se demostró
dicha «labor o encargo»; es decir, no se cumplieron los presupuestos
necesarios para la prosperidad de la pretensión elevada por los actores.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación
Civil, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
NIEGA la tutela solicitada.
Notifíquese
Presidente de Sala