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Escritos del
Alma
Estos escrito son solo el fruto de experiencias vividas en su mayoría y realidades cercanas, que le
brindaron a mi intelecto la posibilidad de poder plasmar todo lo acontecido, deseado o
vislumbrado, todo se fue dando con el paso del tiempo, recuerdo que cursando el segundo de
bachillerato me nació escribir unos versos para mi Odete , aquella chica que veía pasar todos los
días por el salón de segundo C, en el cual estaba yo, miraba su linda cabellera y su precioso color
moreno, asi se fue despertando ese deseo impaciente de escribir, ya escribía para las grandes fiestas
nacionales en mi institución; una vez pasaba cuenta de mis poemas un poco rudimentarios toda
vía y quise digitalizarlo, no sabía cómo, porque no tenía computador alguno, una amiga se ofreció a
hacerlo y no le vi ningún reparo, lo triste del caso es que desapareció con todo lo que había escrito,
desapareció del mapa y con ella se llevó mis sueños mis sueños e ilusiones.
Pasado ya seis años de aquella desilusión volví a escribir, esta vez fue un poema epidíctico para el
cumpleaños de un fraile franciscano, fray Eduardo, a quien le tengo gran estima, así durante dos
años escribí paulatinamente en ocasiones especiales, sin embargo permanecía tímido y oculto entre
mis versos, fue así que por dos años más dejé de escribir, esta vez no sentía deseo alguno de hacerlo,
mientras las inspiraciones y sus versos se guardaban en el baúl de mis recuerdos y a veces hasta en
el del Olvido.
Para el año 2012 que tuve la gracia de estar en una bella comunidad de Santo Domingo, cuyo
patrono es San Martin de Porres o fray Escoba como se le conoce popularmente, un concurso de
poesía en la parroquia, fue la llave que abrió el portal donde yacían las inspiraciones y el baúl de
los versos guardados y olvidados, ese concurso fue organizado por los jóvenes quienes eran de un
Hoy sencilla mente quisiera gritarle al mundo que se mueren los versos y con ellos se mueren los
poetas, aquellos hombres que impregnan color y dan sabor a la vida, que elevan el alma hasta lo
más íntimo del universo y con su contemplación de todo cuanto existe y a un de lo que no pueden
ver con los ojos físicos trascienden; se mueren los versos, minuto a minuto están feneciendo, se
mueren los versos y hay que anunciarlo.
SILENCIO… SILENCIO…
HOMBRE… HOMBRE…
Cada vez que estoy contigo Mis ruidos son muy grandes
Me encuentro a mí mismo Ninguno va contigo
Descubro quien soy yo Cuando pueda apagarlo
Muy lleno de cinismo. Prometo ser tu amigo.
El pecado me tritura
Me angustia sin cesar
Me aparta de tu gracia
Y me hace mendigar.
El mundo no entiende
Ni lo llega a comprender
Como es que un religioso
A Jesús no deje ver.
Como uva de una viña Que aunque cruz este haya sido
Ere tú tan exquisito La uva ha de brillar
Que quien quisiera probarla Pues no se puede rechazar
Debe cumplir los requisitos. Vino tan delicioso.
¿Dónde está Ser tu presencia Por qué buscar el Ser del Ser en el ente
Sino en el clamor de tu existencia Si él no es su esencia
Que sin dejar de ser en todo Por qué no buscarlo dentro
Estás en acto puro. Del Ser que a si mismo se piensa.
Me busca el pecado
Como león rugiente
Que asecha a su presa,
Deseando un banquete
Se ha convertido en mi sombra,
Con malicia me mira,
Saboreando mi carne
En bandeja servida.
Me susurra al oído,
Escondiendo sus garras
El momento esperando,
A ver cuando atrapa.
Llega sin ser invitado,
se sienta a mi mesa
sirve el vino en la copa
y conmigo conversa.
Abrázame, déjame sentir tu cuerpo, Solo besa mi cuello, tus labios me queman
Pegado al mío, apretando mis Se enciende mi hoguera.
Huesos, dejándome frio,
Sintiendo tus labios, besando los míos. Entra en mi pecho,
Hazlo de espacio, penetra mis venas
Besa mis labios, son como ríos, Ven dame un abrazo.
Prueba la miel que destilan,
Hay barriles de vino, embriágate Desnuda tus manos, mi
Con ellos, bésame, ven a mi nido. Viña arrasa, no dejes las uvas
El frio las daña
Toma mi cuerpo, recorre sus vías Desnuda tus manos, desnuda mi alma.
Disfruta el dulce, ya casi germina,
La semilla da fruto, Ya anochece, la vela se apaga
La cosecha termina. Que caiga tu ropa, ven a mi cama
Siente mi cuerpo, ardiendo en llamas.
Arde mi corazón, las llamas
Me queman, se enciende mi cuerpo Susurra el viento, el día ya viene
Se derrite la cera. Abrázame fuerte, de besarme no dejes
Que se apaga mi fuego
Ven con tu leña, no traigas candela Mi corazón se detiene.
Siento envidia del agua que recorre Cuando siento tus brazos,
Tu cuerpo, del aire que acaricia Cercanos a los míos,
Tu cuello, de la brisa suave Suspiro profundo,
Que esparce tu pelo. Me da escalofrío.
Al hombre lo creaste
A tu imagen mi señor
Lo coronaste de gloria
Le diste tu corazón.
Como poder sacarte de mis pensamientos Porque mi mayor deseo y anhelo es tenerte-
Que viento huracanado te sacará de mi
mente Tan cerca estas y a la vez tan lejos
Quien me ayudará a no tenerte presente Ciertamente como humareda esfumada
Como estrella fugaz verte pasar de repente. En la realidad de mi idea utópica
De mi recuerdo velozmente disipado.
Que ilusorio y pretensioso es creer que estas
Si un fantasma es más real que tu presencia Pero en fin, ¿por qué me afecta?
Porque cuando más cerca pienso que te tengo Si soy consciente de mi utópica ilusión
Me doy cuenta de que todo es una vaga De que no puedo deshacerme de ti
ilusión. Ya que no te tengo como creí.
Te amo,
Para que engañarme vendándome los ojos.
Te amo,
No soy capaz de decírtelo,
Tengo miedo perderte.
Te amo,
Se me nota cuando te miro.
Y te contemplo como obra de arte.
Te amo,
Para que engañarte, si cada mañana te pienso,
Al despertarme te anhelo y por las noches te extraño.
Te amo, te amo, te amo.
Sin pretender ser oro más brillante que plata alguna apagando lucidez
Y belleza de quien lo encuentre, él logra fundirse en un mismo resplandor,
Tan maravilloso que los astros se direccionan hacia el sol y unidos
Resplandecen enviando su destello de luz, dando así su aprobación
A la unión de dos almas que en si una sola alma son.
Allí debajo de aquel hermoso árbol, Te besaron mis amargos y fríos labios,
Alegres, fuertes y cargados de ilusiones, Hasta acabarse uno a uno sus besos,
Donde rebosantes de amor nos hablamos. Sintiendo el sabor de tu santo cuerpo.
Así yo no te conociera
Y contemplara la creación
Exultaría con gran gozo
Reconocería que hay un Dios.
Semejante a ti lo creaste
Y lo colmaste de dignidad
Lo llenaste de virtudes
Me arrepiento de conocerte
De brindarte mi confianza
De poner en ti mí esperanza.
Me arrepiento de escucharte
De pretender ser tú amigo
De otorgarte mí cariño.
Me arrepiento de encontrarte
Caído en lo más bajo del abismo
De levantarte sin dejar que mueras.
¡Tengo miedo!
Miedo de mismo, de mis circunstancias
Miedo de mi realidad, miedo de cantar, de soñar
Tengo miedo de caminar, de fallar, de divagar.
¡Tengo miedo!
Miedo de volar, de elevarme a las alturas,
Miedo de caer en el vacío, miedo al sinsentido
Miedo de encontrarme totalmente perdido.
¡Tengo miedo!
Miedo a confiar y ser decepcionado
Miedo a amar y no ser amado
Miedo de entregar mi amor en vano.
¡Tengo miedo!
Miedo a no ser comprendido
Miedo a estar solo aun teniendo amigos
Tengo miedo a explorar lo aun no conocido.
¡Tengo miedo!
Miedo de llorar y no encontrar
Quien recoja mis lágrimas, miedo
¡Tengo miedo!
Miedo de luchar por algo imposible
Tengo miedo a que en el intento, pueda
Yo paulatinamente morirme.
¡Tengo miedo!
Miedo a lo absurdo y complejo
Miedo a lo que paradójico
De todas mis emociones y sentimientos.
¡Tengo miedo!
Miedo a conocer la verdad completa
Tengo miedo a ir más allá de mis múltiples caretas
En fin tengo miedo y eso es lo que cuenta.
Estos versos son para ti, que eres mujer, esposa, mamá
Y amiga, a ti que eres ternura, alegría y paz,
A ti que eres relejo inconfundible del Dios soberano
A ti madre que con gran fervor y bondad has amado.
YA NADIE TE CONDENA
Levántate de tu pecado
Te ofrezco mi corazón
Quiero ser tu amado
Tu amigo y Señor.
Levántate y mira al cielo
Observa todo a tu alrededor
Todo esto yo lo he creado
Lleno de justicia y amor.
Yo no reparo en el pecado
Que te quita a ti la paz
Solo reparo en el deseo
Qué hay de santidad.
Ya nadie te condena
Yo no te condenaré,
Siempre estoy contigo
Y por los siglos estaré.
He visto tu desesperanza
He visto tu temor
Las veces que has caído
En el pecado, presa del dolor.
Yo no logro entender
Porque hay tanta maldad
Si tú creaste el mundo
Para vivir en la felicidad.