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Historia de la Iglesia II
Cómo Martín Lutero no revolucionó solo la religión, sino que creó la música de protesta
Un “juicio” singular a Martín Lutero, 500 años después de sus 95 tesis que cambiaron el mundo.
Sin embargo, aunque su legado político y religioso todavía sigue moldeando al continente, su
contribución a la música es menos conocida.
De hecho, la música fue crucial para su ideología e influyó a cantantes radicales mucho tiempo después
de su muerte.
La ruptura de un monopolio
Antes de 1517, la Iglesia Católica controlaba la mayor parte de la música religiosa en Europa.
La participación laica era mínima. En las iglesias, la mayoría de la gente escuchaba cantos llanos,
interpretados en latín por un coro.
Las obras de teatro que describían historias bíblicas introdujeron la religión al pueblo en sus propios
idiomas, pero la música vernácula raramente cruzó la puerta de la iglesia.
Lutero rompió esas estrictas divisiones y transformó la vida musical cristiana que, para él, no era solo
para sacerdotes y coros distantes, sino que estaba "al lado de la teología" y era "un regalo de Dios".
Y, como tal, debería ser accesible a todo el mundo. "Al embellecer y ornamentar sus melodías de forma
magnífica, los cantantes pueden conducir a los demás hacia una danza celestial", dijo.
El canto en latín fue sustituido por el alemán cotidiano y ese estilo se convirtió en una parte clave de la
identidad de sus seguidores.
"Su uso de los himnos alemanes fue una importante señal de cambio", explica Andreas Loewe, decano de
la Catedral de San Pablo en Melbourne, Australia, y experto sobre Lutero.
"Era algo tan obvio como tener sacerdotes casados o poder recibir, siendo laico, una copa de vino en la
Santa Comunión".
Y Lutero no solo promocionaba la música por razones abstractas de fe, sino que entendió su poder para
difundir el mensaje.
Agregó letras religiosas a canciones tradicionales reconocibles, tal como sucedió en el siglo XX con We
Shall Overcome ("Venceremos"), un tema de origen góspel, convertido en himno del Movimiento de los
derechos civiles en EE.UU.
Esa iniciativa fue especialmente útil en una época de ignorancia, pues incluso las personas analfabetas -
cerca del 85% de la población alemana en 1500- podían aprenderse canciones y transmitirlas
rápidamente.
Lutero se encargó personalmente de impulsar esos cambios, buscando que los niños aprendieran música
en los colegios y trabajando con otros reformistas para producir himnarios protestantes.
https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-40114161
May Ocampo Rodríguez.
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También escribió letras que "imitaban la forma de hablar de la gente", dice Loewe. El reformista declaró
que tanto la música como las letras deberían "nacer de la verdadera lengua materna".
Canciones como esa endurecieron los corazones de Lutero y sus amigos, quienes probablemente la
cantaron en la Dieta de Worms (asamblea de príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico), cuando
Lutero fue interrogado por Carlos V, entonces emperador del Imperio.
¿Música de protesta?
Es algo que tiene sorprendentes paralelos con movimientos de protesta más modernos.
Como cuando, ante las reacciones violentas, los manifestantes en contra de la Guerra de Vietnam
entonaron Give Peace A Chance ("Dale una oportunidad a la paz").
O en el caso de los activistas en contra del Apartheid que cantaron Soweto Bluesdespués de una masacre
racista en Sudáfrica.
Pero aunque reconfortante para sus seguidores, los himnos de Lutero también atrajeron nuevos conversos.
La nueva música se propagaba de ciudad en ciudad antes de que las autoridades católicas pudieran
silenciarla. Y, como en otros aspectos de la Reforma, la imprenta fue clave.
"Los himnos de Lutero se vendían como panfletos y eran enseñados a ciudades enteras por cantantes
itinerantes", apunta Loewe. A veces los himnos trabajaban más rápido que él. En Magdeburgo la
entonación colectiva de sus cantos logró convertir a la ciudad antes de la llegada del teólogo.
Pronto los himnos luteranos salieron de su bastión en Sajonia, pasando a ser cantados en zonas católicas y
traducidos al inglés. Todo eso tiene mucho en común con la música moderna de protesta.
Al igual que el himno socialista, "La Internacional", se volvió famoso desde Madrid hasta Moscú, los
himnos luteranos resonaron por toda Europa en solidaridad con aliados desconocidos.
Al igual que los monarquistas franceses y los socialistas franceses adoptaron ese himno revolucionario
para sus propias causas, himnos como Ein Feste Burgsedesviaron de sus orígenes religiosos.
Richard Wagner recordó la canción en una pieza que celebraba la victoria prusiana contra Francia en
1871.Más tarde los nazis justificaron el terror, haciendo un mal uso de la referencia bíblica de Lutero al
"antiguo enemigo malvado".
https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-40114161