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“El Espíritu del Señor

está sobre mí,


porque el Señor me ha ungido
para anunciar
la buena noticia a los pobres;
me ha enviado a proclamar
la liberación a los cautivos
y dar vista a los ciegos,
a liberar a los oprimidos
y a proclamar
un año de gracia del Señor”.

(Isaías 61, 1-2)

Parroquias de
San Pedro Apóstol y Santa María La Mayor

“Ven, Espíritu de Dios”


Daimiel. 18 de febrero de 2.001
Parroquia de Santa María La Mayor

Monición de entrada:

Hermanos: Nos hemos reunido para celebrar la Confirmación de algunos


miembros de nuestra comunidad de bautizados. La Confirmación es uno de los tres
sacramentos de la iniciación cristiana. El Señor Obispo preside esta asamblea, en la cual
el Espíritu Santo, que ya habita en el corazón de los bautizados, se les infundirá con
mayor plenitud, a fin de hacerles madurar y crecer como cristianos. Renovemos nuestra
fe en la presencia del Espíritu del Señor en medio de su asamblea, y dispongámonos a
recibir, tanto los que se han de confirmar como los que ya lo estamos, una nueva efusión
de sus dones.

Canto de entrada:

SOMOS PIEDRAS VIVAS,


TEMPLO DEL SEÑOR,
MIEMBROS DE SU CUERPO,
IGLESIA EN CONSTRUCCIÓN.
PUEBLO REUNIDO,
VIÑA DE ELECCIÓN,
PUEBLO RECONCILIADO,
TESTIGOS DE SU AMOR.

1- Celebremos todos juntos


este día del Señor.
El día de alegría
y de resurrección.
2- Renacidos del Bautismo,
fuente de la salvación.
Incorporados a Cristo,
somos la Iglesia de Dios.

Señor, ten piedad.


Liturgia de la Palabra

Monición a las lecturas:

Las lecturas de este domingo nos dicen que el ser humano es imagen de Dios;
Dios es compasión y misericordia; por ese el ser humano alcanza su mayor humanidad
cuando es capaz de compadecerse y perdonar a su prójimo

Primera lectura:
Lectura del libro de Samuel (26, 2. 7-9. 12-13. 22-23 ).

En aquellos días Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil
soldados israelitas, para dar una batida en busca de David. David y Abisay fueron de
noche al campamento; Saúl estaba echado, durmiendo en medio del cercado de carros,
la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa estaban echados alrededor.
Entonces Abisay dijo a David:
- “Dios te pode el enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará
falta repetir el golpe”.
Pero David replicó:
- “¡No lo mates!, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor”.
David tomó la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los
vio, ni se enteró, ni se despertó: estaban todos dormidos, porque el Señor les había
enviado un sueño profundo. David cruzó a la otra parte, se plantó en la cima del monte,
lejos, dejando mucho espacio en medio, y gritó:
- “Aquí está la lanza del rey. Que vega uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a
cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise
atentar contra el ungido del Señor”.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial:
“El Señor es compasivo y misericordioso” (Salmo 102).

Segunda lectura:
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los corintios (15, 45-49).

Hermanos: El primer hombre, Adán, fue un ser animado. El último Adán un espíritu
que da vida. No es primero lo espiritual sino lo animal. Lo espiritual viene después. El
primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual
que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres
celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen
del hombre celestial.
Palabra de Dios.

Aleluya

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según San Lucas (6,27-38).

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “A los que me escucháis os digo:
Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os
maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra;
al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo
tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si
amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?. También los pecadores aman a los
que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis?.
También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¡qué mérito
tenéis?. También los pecadores prestan a otros pecadores con intención de cobrárselo.
¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un
gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.
Sed compasivos como vuestro Padre celestial es compasivo; no juzguéis y no
seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados;
dad y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La
medida que uséis la usarán con vosotros”.
Palabra del Señor.

Presentación de los confirmandos:


Le presentamos, Señor Obispo, Don Rafael, este grupo de jóvenes que quieren
recibir el sacramento de la confirmación. Creemos que, con la gracia del Espíritu Santo,
tendrán fortaleza para ser testigos de Dios en sus ambientes.

Escuchamos con atención las palabras que el Sr. Obispo nos dirige en la
HOMILÍA.

Renovación de las promesas del Bautismo:

OBISPO: ¿Estáis dispuestos a luchar contra el PECADO, que se manifiesta, entre otras
cosas, en: el egoísmo, la envidia, la venganza, la mentira, etc.?
CONFIRMANDOS: Si, estoy dispuesto.
OBISPO: ¿Estáis dispuestos: a perdonar cuando os hagan una injuria; a amar incluso a
los que no os quieren bien; a ayudar a los que os necesiten aunque no sean vuestros
amigos?
CONFIRMANDOS: Si, estoy dispuesto.
OBISPO: ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
CONFIRMANDOS: Si, creo.
OBISPO: ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María
Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha
del Padre?
CONFIRMANDOS: Si, creo.
OBISPO: ¿Creéis en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy os será
comunicado de un modo singular por el sacramento de la Confirmación, como fue dado a
los Apóstoles el día de Pentecostés?
CONFIRMANDOS: Si, creo.
OBISPO: ¿Creéis en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón
de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
CONFIRMANDOS: Si, creo.
OBISPO: Y de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo, ¿confiaréis siempre en Dios en
todas las circunstancias de la vida?
CONFIRMANDOS: Si, confiaré.
OBISPO: ¿Trataréis a todos los hombres como hermanos vuestros?
CONFIRMANDOS: Si, los trataré.
OBISPO: ¿Imitaréis en todo a Jesucristo?
CONFIRMANDOS: Si, lo imitaré.
OBISPO: ¿Trabajaréis por la salvación de todos los hombres? CONFIRMANDOS: Si,
trabajaré.

Imposición de las manos

Monición:

Después de la profesión de fe de los confirmandos, el Obispo, repitiendo el mismo


gesto que usaban los Apóstoles, va a imponer sus manos sobre ellos pidiendo al Espíritu
Santo que los consagre como piedras vivas de la Iglesia. Unámonos a su plegaria y
oremos en silencio al Señor.

Crismación

Monición:
Hemos llegado al momento culminante de la celebración. El Obispo les impondrá
las manos y los marcará con la cruz gloriosa de Cristo para significar que son propiedad
del Señor. Los ungirá con óleo perfumado. Ser crismado es lo mismo que ser Cristo, ser
Mesías, ser ungido. Y ser Mesías y Cristo comporta la misma misión que el Señor: dar
testimonio de la verdad y ser, por el buen olor de las buenas obras, fermento de santidad
en el mundo.

(Los confirmandos se van acercando al Sr. Obispo, acompañados de sus


padrinos... Se arrodillan. Los padrinos dicen el nombre del confirmando.
El Sr. Obispo le unge con el Crisma diciendo: “Recibe por esta señal el
don del Espíritu Santo”. Se responde: Amen. El Sr. Obispo le da la Paz y
el confirmando contesta: Y con tu espíritu)

Cantos para la crismación

VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ,


ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARAS MI CORAZÓN.

1- Toca mi debilidad, toma todo lo que soy.


Pongo mi vida en tus manos y mi fe;
poco a poco llegarás a inundarme de tu luz.
Tú cambiarás mi pasado. Cantaré.

2- Quiero ser signo de paz. Quiero compartir mi ser.


Yo necesito tu fuerza, tu valor.
Quiero proclamarte a Ti; ser testigo de tu amor;
entra y transforma mi vida. Ven a mí.
1- Bendigamos al Señor
Dios de toda creación,
por habernos revelado su amor.
Su bondad y su perdón
y su gran fidelidad
por los siglos de los siglos durarán.

EL ESPÍRITU DE DIOS
HOY ESTÁ SOBRE MÍ
Y ES QUIEN ME HA UNGIDO
A PROCLAMAR LA BUENA NUEVA
A LOS MÁS POBRES,
LA GRACIA DE SU SALVACIÓN

2- Enviados con poder 3- Con la fuerza de su amor


y en el nombre de Jesús, y de la Resurrección
a sanar a los enfermos del anunciamos llega ya la
dolor, salvación.
a los ciegos dar visión, Que ni el miedo ni el dolor
a los pobres la verdad, ni la duda o la opresión
a los presos y oprimidos, borrarán la paz de nuestro
libertad. corazón.
Todo mi ser canta hoy,
por las cosas que hay en mi.
Gracias te doy mi Señor,
Tú me haces tan feliz.

Tú me has regalado tu amistad.


confío en ti, me llenas de tu paz.
Tú me haces sentir tu gran bondad,
yo cantaré por siempre tu fidelidad.

GLORIA A TI, SEÑOR POR TU BONDAD.


GLORIA, GLORIA, SIEMPRE CANTARÉ TU FIDELIDAD. (bis)

Siempre a tu lado estaré


alabando tu bondad.
A mis hermanos diré
el gran gozo que hallo en ti.
En ti podrán siempre encontrar
fidelidad, confianza y amistad.
Nunca fallará tu gran amor,
ni tu perdón. Me quieres tal como soy.

Oración de los fieles:

Oremos a Dios Padre, por mediación de su Hijo, Jesucristo, para que


conserve su espíritu en estos confirmados:

1.- Por nosotros los confirmados, para que el sacramento recibido sea en nosotros fuente
de santidad. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por nuestros padres, padrinos y catequistas, para que continúen siendo ejemplo,
consejo y aliento de nuestra vida cristiana. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por las parroquias de Daimiel, para que el Espíritu Santo sea realmente su corazón,
su fuerza y su guía. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por la Iglesia extendida por toda la tierra, para que el Espíritu Santo sea en ella lazo
de unión y de caridad y así pueda dar al mundo luz y testimonio de Cristo. ROGUEMOS
AL SEÑOR.

5.- Por el mundo entero, para que el Espíritu Santo mueva los corazones de tantos
hombres que inculpablemente no le conocen, pero que quieren obrar en la vida con
buena voluntad. ROGUEMOS AL SEÑOR.
6.- Por todos los hombres que están en pecado, para que el Espíritu Santo les haga
comprender lo equivocado de su camino, se conviertan y vuelvan a la gracia de Dios.
ROGUEMOS AL SEÑOR.

7.-Para que el Señor, que quiere obreros para llevar a delante su mensaje, encuentre
respuestas generosas entre los jóvenes y así crezca el número de las vocaciones
sacerdotales y religiosas. ROGUEMOS AL SEÑOR.
¡Oh Dios!, que aumentas siempre tu Iglesia con nuevos hijos, y a los que han
nacido del agua del bautismo les das también la plenitud de tu espíritu: concede a
cuantos han completado hoy su iniciación cristiana, y a toda tu familia santa,
manifestar en su vida los sacramentos que con la fe han recibido. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Liturgia Eucarística

Presentación de las ofrendas:

Te presentamos, Señor, TODOS NUESTROS NOMBRES para que tú nos inundes


con tus dones y gracias.
Señor, te ofrecemos el PAN y el VINO para que sean bendecidos y compartidos;
ellos serán presencia tuya entre nosotros.

Canto del ofertorio:

Padre, Padre, Padre,


me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Lo acepto todo con tal que tu voluntad,
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre,
no deseo nada más.
Yo te ofrezco mi alma
y te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque deseo darme,
ponerme en tus manos, sin medida,
con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre.

Santo:

Santo es el Señor mi Dios, digno de alabanza,


a Él el poder, el honor y la gloria. (bis)

Hosanna, Hosanna, Hosanna oh Señor. (bis)

Bendito el que viene en nombre del Señor,


con todos los santos cantamos para ti. (bis)

Canto de la paz:

Paz es paz, Cristo danos paz,


ven aquí a entregárnosla.
Es como una luz en la oscuridad
Paz es paz, Cristo danos paz,
danos paz.
Canto para la comunión:

1- Señor, no soy nada,


¿porqué me has llamado?,
has pasado por mi puerta
y bien sabes que soy pobre y soy débil.
¿Porqué te has fijado en mí?

ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR,


CON TU MIRADA.
ME HAS HABLADO AL CORAZÓN Y ME HAS QUERIDO.
ES IMPOSIBLE CONOCERTE
Y NO AMARTE.
ES IMPOSIBLE AMARTE
Y NO SEGUIRTE.
ME HAS SEDUCIDO, SEÑOR.

2- Señor, yo te sigo,
y quiero darte lo que pides,
aunque hay veces que cuesta darlo todo.
Tú sabes, que soy tuya.
Camina, Señor, junto a mí.

3- Señor, hoy tu nombre


es más que una palabra.
Es tu voz que hoy resuena en mi interior
y me habla en el silencio.
¿Que quieres que haga por ti?.

Acción de gracias:

En este día de nuestra confirmación, queremos, Señor, agradecerte la fuerza de tu


Espíritu y darte las gracias porque desde ahora podremos ser fuertes, seremos capaces
de ser sinceros e intentar comunicar a los demás la alegría de tu presencia.
Gracias, Jesús, porque nos das tu fuerza para vivir y nos llamas a ser libres
dándonos responsabilidades.
Gracias, Jesús, porque nos haces capaces de tener amigos, y nos permites
colaborar contigo en la construcción de un mundo donde los hombres seamos mas
hermanos.

Canto final:

1- Tu eres Madre, estás aquí,


me acompañas y me cuidas con amor.
Tu eres Madre, estás aquí,
y me ayudas, como tú, a decir sí.
TU ESTÁS CERCA, JUNTO A MÍ,
Y EN SILENCIO VAS ORANDO
ANTE EL SEÑOR.
TU ERES MADRE DEL AMOR,
VIVES CERCA DE LOS HOMBRES,
DEL DOLOR.

2- En las calles de la ciudad,


en la gente que trabaja por su pan.
Vives, Madre, en el hogar
de la gente de sencillo corazón.

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