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I. Generalidades
En la actualidad la palabra “té” está mal relacionada con todo tipo de infusiones ya sean éstas
elaboradas a partir de hierbas, flores y/o frutos; y en algunos casos refieren su consumo al tratamiento
de enfermedades.
El té es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial después del agua. El clima propicio para
su cultivo es el semitropical, siendo nuestro país el ideal para su adaptación. Por esta razón, resulta
importante incentivar el consumo de este producto en nuestra sociedad, y difundir su cultura.
Las personas han optado por el consumo de productos industrializados y otro tipo de bebidas mal
llamadas “té”, esto se debe a la falta de conocimiento del producto, de sus variedades, de sus
beneficios, y su correcta forma de preparación. Rezagando la oferta que se puede obtener de esta
bebida.
La planta del té es un árbol, de follaje perenne del género de las camellias. Su nombre botánico y
completo es Camellia Sinensis (L.) O. Kuntze.
Aunque su origen esde China, los propios chinos nunca tuvieron la necesidad de investigarla a fondo,
sobre todo porque crecía de manera natural en sus tierras. La necesidad de investigarla desde la
mirada genética, clasificarla y determinarla, fue de interés europeo. Este factor dio la posibilidad de no
solo conocer más de la planta, sino también fue contundente a la hora de encontrar técnicas para
mejorar su cultivo y cuidados necesarios. (Venerucci y Morlachetti, 3)
La primera descripción científica obtenida por un occidental, fue dada por el Dr. Engelbert Kaempfer
en el año 1712. Médico, naturista e investigador alemán. Fue uno de los primeros médicos europeos
en arribar a Persia, hecho que le valió la contratación en la compañía Holandesa de Indias Orientales
(Dutch East India), permaneciendo allí durante 2 años. Regresa a Europa en 1693, para quedarse allí
hasta su muerte, en 1716. Su aporte en alusión al tema, tiene que ver con que en 1712, escribe
Amoenitatum Exoticarum, manual en el que describe por primera vez muchas plantas que había
conocido en sus viajes por oriente, y en especial, da un lugar de privilegio, a la planta de té, a la cual
llama Thea Japonense. (Venerucci, 13)
Hacia 1750, Carl Von Linnaeus, científico, naturalista y zoólogo de origen sueco (1707-1778), escribe
un manual llamado Species Plantarum, manual que describe unas 7300 plantas conocidas hasta ese
momento. Este manual fue aceptado internacionalmente y reconocido como el comienzo de la
nomenclatura botánica moderna. En el mismo, toma el trabajo dejado por Kaempfer pero renombra a
la planta de té como Thea Sinensis. Más adelante, distingue en el mismo dos variedades: Camellia
japónica y Camellia sassanqua. Hasta esta época existían dos nombres completamente aceptados
para la misma planta: Thea y Camellia.
En 1959, y después de numerosos y extenuantes debates llevados a cabo por especialistas botánicos,
la International Code of Botanical Nomenclature, adopta oficialmente el termino Camellia. En este
sentido, y desde un punto de vista totalmente aceptado, solo corresponde llamar a la planta de té
como Camellia Sinensis.
El termino Camellia es en realidad, un homenaje promovido por Linnaeus hacia Georg Joseph Kamel
(1661-1706), quien fue botanista y misionero jesuita. De origen checo, fue enviado a misionar a
Filipinas, en 1688, hasta el final de su vida. Escribió un manual llamado: “Hierbas y Plantas Medicinales
de la Isla de Luzón, Filipinas”. Como parte de su obra, además de estudiar exhaustivamente las
plantas medicinales en Oriente, abrió una farmacia, con el objetivo de brindar medicamentos
herbolarios a los más pobres. Al parecer, esta obra de bien, sumado a su espíritu pionero, le hicieron
valer un lugar de privilegio en la nomenclatura moderna del Té. No hay registros que indiquen que él
hubiera descripto o nombrado la planta de té en sí misma. Pero fue el primero, que reconoce la historia,
en estudiar botánica en Asia, con nativos.
Así, por ejemplo, tenemos que según el tipo de fermentación, existe el té negro (fermentado), té
Oolong y té rojo (semifermentados), té verde y té blanco (sin fermentar).
Algunos de los tés más importantes del mundo, como son Darjeeling, Assam, Ceilán, reciben sus
nombres de las regiones de India, China, Sri Lanka... en las que son cultivados y cosechados.
Su cultivo tiene lugar en zonas con clima húmedo y cálido, pero soporta gran variedad de altitudes, lo
cual afecta a las características de cada variedad de té.
Es habitual que los arbustos de té convivan con otros árboles, y sus plantaciones no siempre están
situadas en terreno llano o especialmente adaptado, de tal modo que pueden encontrarse cultivos en
los parajes más insospechados.
La planta en estado salvaje puede alcanzar los 10 o 15 metros de altura, no obstante, en las
plantaciones sólo se la permite crecer entre 1,25 y 1,50 metros para facilitar su recolección. Los
arbustos de té no son recolectados hasta que alcanzan los 3 años de edad y su vida útil se prolonga
de 25 a 40 años.
Las hojas del té son dentadas y ovaladas y el brote tiene un color blanquecino y una pelusilla
denominada “pekoe”. El té tiene una floración anual, normalmente en primavera, y su flor se utiliza
para hacer algunos tés aromatizados naturales de alta gama.
Es un arbusto o árbol pequeño (1-9 m) perenne que posee una fuerte raíz principal; el árbol
normalmente se recorta para que no sobrepase los 2 m cuando se cultiva por sus hojas para elaborar
té. Las hojas, glabras y de bordes serrados, miden 4-15 cm de longitud y 2-5 cm de ancho. Las flores,
axilares, solitarias o en grupos de 3, tienen 5 sépalos, 6-8 pétalos y numerosos estambres, son de
color blanco-amarillentas y miden 2-4 cm de diámetro. El ovario, triloculado, es globoso, densamente
pubescente o glabrescente. Las semillas son centimétricas y de color pardo. Segregan, al prensarse,
un aceite, el «Aceite de Camelia» que no se debe confundir con el «Aceite del Árbol de Té» (Melaleuca
alternifolia).
2.2. Variedades
El método original para preparar bebidas de té es usar hojas de té frescas en agua caliente que se
arrancan directamente del arbusto. El sabor del té cambia mucho dependiendo del tipo. Las hojas de
té frescas no se pueden almacenar por mucho tiempo, ya que fermentan o se estropean por la acción
de microorganismos no deseados. Por lo tanto, la fermentación y el secado dirigidos se desarrollaron
para que el te sea almacenable. Dependiendo del procedimiento y del material de partida, se crean
numerosas cualidades de sabor diferentes. Hoy en día, se distinguen cuatro formas tradicionales que
se diferencian en el grado de oxidación:
Té blanco - llamado así porque los pelos en la parte inferior de las hojas dan a las hojas de té
secas un color blanco plateado. Son hojas jóvenes (brotes nuevos del arbusto) que no se han
oxidado; los brotes pueden haber sido protegidos del sol para evitar la formación de clorofila.
Los brotes jóvenes se cosechan y secan (como el heno) y en muchos casos solo las mejores
plantas son adecuadas para la producción de té blanco.
Té verde - sin oxidación. Un favorito en Asia, es así denominado porque las hojas se secan y
son fragmentadas rápidamente después de ser recogidas. En la producción tradicional,
después de la cosecha, el té se empapa en sartenes de hierro sobre el fuego y luego se seca.
En la producción industrial, esto ocurre en grandes contenedores. El té hecho de estas hojas
presenta un sabor más fresco que otros tipos de té. A causa de esto, el té verde generalmente
no se sirve con leche ni azúcar. Algunos tipos de té verde son Zhū chá, Sencha y Gyokuro
cuyo nombre (literalmente "rocío de jade") se refiere al color verde pálido de la infusión.
Oolong (烏龍茶), también llamado té azul. Tiene un grado de oxidación media entre los tés
negros y los tés verdes. Sus hojas son fermentadas cerca de la mitad del tiempo empleado
en el té negro. Los oolong son marchitados muy lentamente, y su proceso de oxidación es
lento y sutil. Luego del cuarteado el té desarrolla muchísimos compuestos aromáticos a flores
y frutas que se verán reflejados en la taza25紅茶, chino Hóngchá , Kōcha japonés
Té negro se conoce en Asia como té rojo.(紅茶, chino Hóngchá, Kōcha japonés)- oxidación
completa. Da lugar a una infusión rojiza y oscura; el té negro26 es muy popular en los países
occidentales. Es un té muy procesado y el que más contenido en teína posee. Después de
que las hojas se escogen, se fermentan y se secan. Al igual que Oolong, el proceso de
oxidación no se detiene. Solo después de un tiempo prolongado, el té se termina de secar. El
tamaño de las hojas determina la graduación de té negro. Las variedades comunes del té
negro incluyen Ceilán, Assam, Darjeeling y Sikkim, considerados estos últimos por muchos
los dos tés negros más finos.
Además de estos cuatro métodos de producción clásicos, hay otras especialidades menos comunes:
De esta especie se elabora el té (verde, negro, blanco, Pu-erh o rojo, amarillo, oolong...), que se
procesa para obtener diferentes grados de oxidación.
Las hojas de té se procesan para producir el té verde o negro. La fabricación del té negro comienza
con el proceso de “desecado” de las hojas, sea en forma natural o con aire caliente. Luego del
desecado, se hace pasar el material entre rodillos para exprimir los jugos y se golpea para romper las
hojas. Después se ciernen y se fermentan para lograr la calidad del producto final. Entonces se seca,
gradúa y clasifica el té fermentado para empaquetarlo. El té verde se prepara calentando las hojas,
sea en platos calientes o con vapor. Las hojas se apisonan con el rodillo, se calientan y se apisonan
otra vez, para lograr la calidad deseada.
La producción del té puede causar algunos desechos gaseosos de la operación de desecado. Estas
emisiones tienen poca importancia, comparadas con las descargas de las calderas a carbón o petróleo
que se utilizan para producir el vapor. Los desechos líquidos procedentes de las operaciones de
limpieza son, igualmente, de poca importancia.
3.2. Suelo
Para cultivar una planta de té verde necesitas contar con un espacio de sol pleno o de semi sombra y
un terreno rico en materia orgánica y con buen drenaje pues es importante que la tierra no se inunde
o encharque. Evita los suelos demasiado alcalinos pues el té verde necesita de un hábitat neutro a
ácido.
Una vez seleccionado el lugar, puedes comprar una planta de té verde de tamaño pequeño para así
estar seguro que ha desarrollado las raíces sin limitaciones pues si compras una planta más grande
pero que ha permanecido en una maceta pequeña corres el riesgo de que las raíces no estén en
buenas condiciones.
Al momento de plantar, cava un hoyo tres veces más profundo y cuatro veces más ancho que el
diámetro de la maceta. Luego apoya la planta en el hoyo, cubre con tierra y apisona hacia abajo sin
presionar demasiado. Humedece la tierra con agua y luego coloca una capa de mantillo orgánico de
entre 5 y 15 cm de altura.
IV. Practicas agronómicas
Preparar la tierra para la siembra es una tarea importante para obtener buenas cosechas, ya sea en
un huerto en la casa o en la agricultura tradicional. El suelo debe ser muy bien preparado, de manera
que las raíces de las plantas puedan ser sembradas o reasentadas de forma rápida y sencilla.
Igualmente es necesario eliminar todas las sustancias nocivas y lo insectos que puedan perjudicar
nuestro huerto.
Al preparar la tierra para la siembra, de forma mecánica o manual, podemos aprovechar para añadir
nutrientes, como materia orgánica o compostaje, con el fin de mejorar las características del suelo.
Recordemos que hay varias clases de suelo. Algunos son ricos en arcilla, otros en arena, y otros muy
ricos en nutrientes.
Lo primero es remover la tierra desde el fondo del recipiente, la bandeja, la olla o la mesa de
cultivo. Cuando se siembra en recipientes, cualquiera que estos sean, se forma una costra al
fondo que se debe remover ya que ella impide la circulación adecuada de agua y aire.
Es necesario deshacer los aglomerados que se presenten en la tierra hasta 20 cm de
profundidad. La tierra debe quedar suelta y ligera. Es este el momento para aprovechar y
añadir el compostaje para nutrir la tierra.
Por último, retire de la superficie las piedras y todos los elementos extraños a la tierra que
más tarde pueden obstaculizar la plantación y el posterior enraizamiento.
Este es el momento ideal también, para agregar arena a una tierra que sea demasiado compacta y
pesada, cal a un suelo descalcificado y que no retiene agua. Igualmente es el momento de añadir
nutrientes como nitrógeno, calcio, magnesio, hierro etc.
Después de preparar la tierra para la siembra, nutrirla y librarla de plagas, estamos listo para sembrar.
Pero aún podemos necesitar ayuda. De ser así, no tienes más que pinchar aquí. ¡Para aprender a
iniciarte en el cultivo y ganar la mejor experiencia!
VI. Propagación de plantas
Se sabe que las estacas de la planta del té (Camellia sinensis) tienen una baja capacidad de emitir
raíces, justificando este estudio básico para optimizar el proceso de propagación por estacas. Por lo
tanto, se evaluó el proceso rizogénico potencial de diferentes genotipos de plantas de té y el efecto de
la posición en la rama de la estaca semi-leñosa cortada, el sustrato, el tamaño del contenedor y la
acción del ácido indolbutírico (IBA).
En un vivero de té se crían plantas que se trasplantan a la plantación al cabo de unos seis meses
cuando miden entre 15 y 20 cm. Al cabo de dos años cuando alcanza los 150 - 180 cm se podan a 30
cm, se les deja crecer un poco y se van podando cada semana para mantenerlos a la altura de la
cintura. La recolección con fines comerciales no comienza hasta 3 o 5 años después, según la altitud
y las condiciones meteorológicas de la zona
VIII. Fertilización
Las orugas de la especie Peribatodes rhomboidaria, un lepidóptero, pueden consumir las hojas, y
varias especies de nematodos también. Enfermedades ocasionadas por hongos que afectan a la
planta son el tizón negro, el moho gris y varias podredumbres.
9.1. Enfermedades
Al igual que sucede con el resto de las variedades de té, la planta puede sufrir el ataque de insectos,
lo que se manifiesta en la aparición de hojas dobladas, enruladas o deformadas; hojas descoloridas,
rayadas o manchadas, hojas secas, aserrín sobre los troncos, las ramas o la base de las plantas. Los
insectos más frecuentes son las cigarras, los ácaros, los trips, los áfidos y las termitas.
Las enfermedades afectan las hojas, los brotes, las ramas y las raíces siendo el Tizón Ampuloso la
enfermedad más peligrosa, causada por el hongo Exobasidium vexans.
Otra enfermedad frecuente es la Antracnosis, causada por varios hongos, las bacterias de
Pseudomonas spp., que pueden provocar úlceras en los troncos y ramas; y la podredumbre de las
raíces, causada por diferentes hongos.
Al ser el té un árbol de hoja perenne, la cosecha debería ser posible a lo largo de todo el año, pero las
condiciones climáticas la limitan a ciertos meses. La cosecha no se realiza durante los periodos de
detención o disminución en la velocidad de crecimiento, fenómeno que se presenta en plantaciones
de altitud y durante los meses fríos.
Las hojas se recolectan cuando los nuevos brotes empiezan a crecer. Cada tallo termina en una yema
que se convierte en brote joven cubierto de una ligera pelusa (yema terminal o pekoe). Debajo en el
mismo tallo se encuentran varias hojas que ya han llegado a la madurez, siendo la más vieja la más
alejada de la yema.
Los recolectores arrancan el nuevo brote con un movimiento descendiente del dedo pulgar y luego las
colocan en cestas individuales. Hablamos de distintos tipos de cosecha según el número de hojas que
se arrancan de los brotes:
COSECHA IMPERIAL (P+1) : se toma la yema y no más que una hoja. Prácticamente ha
desaparecido.
COSECHA FINA (P+2): se toma la yema y dos hojas. Tés de muy buena calidad
COSECHA ORDINARIA (P+3): se toma la yema y tres hojas. Cosecha más corriente.
La recolección de las hojas de té verde se realiza cuando la planta está madura, es decir que hay que
esperar al menos 3 años para la primera cosecha. Es posible recolectar tres veces al año.
Elige los brotes más nuevos y frescos, aquéllos que presenten una yema cerrada alrededor de la que
se abran unas cinco o seis hojas.
De igual modo, se ha experimentado sobre el secado del material cosechado en el campo con
exposición directa al sol, pero se considera que con este método se reduce el contenido de
artemisinina. Hay investigaciones desarrolladas en Oregón, EE. UU., sobre el efecto del secado de
hojas o de ramas a pleno sol; en el sol, pero al abrigo de bolsas de papel y a la sombra, se registró
durante el estudio que la temperatura máxima del aire fue de 30 ºC y las temperaturas en las muestras
al sol 42,2 ºC, a la sombra 22,8 ºC y al sol, pero protegidas, 35,6 ºC. Con el secado al aire y sombra
se encontró la mayor concentración de artemisinina, a pleno sol el más bajo y en el secado al sol, pero
protegidas por las bolsas de papel se produjeron valores intermedios.
10.2. Almacenaje
Por lo tanto, las hojas de té a menudo se almacenan en contenedores cerrados en un lugar fresco,
oscuro y seco. Óptimo (porque es pobre en depósitos de aire), aunque no tan estético como las latas
finas, son bolsas de té bien enrolladas.
Al usar latas, llega más rápido a los efectos del envejecimiento: los aceites esenciales perfumados
con aroma están disminuyendo y el sabor del té parece muffiger. Después de abrir el té, debe
consumirse en aproximadamente diez semanas. Sin embargo, en paquetes cerrados, se considera
fresco por hasta tres años después de la cosecha.
El té seco se puede almacenar casi indefinidamente, siempre que se toleren los cambios de sabor
relacionados con la edad. El contenido de cafeína no cambia por el almacenamiento en la práctica.