Narrador: y así los pastores iban caminando por el desierto
Cantaban y bailaban celebrando el nacimiento Mientras tanto los demonios los querían alcanzar Para, con dinero y juguetes poderlos engañar Los ángeles al darse cuenta de lo que estos condenados planearon Enfrentaron a los demonios y al infierno los regresaron Así continuaron su camino ya sin contratiempo alguno Y solo hicieron dos paradas, una de ellas para el desayuno La otra fue en la gasolinera, la que está cerca de aquí Porque a todos los chamacos ya les andaba de la pipí Poco a poco la estrella baja señalándoles el lugar A donde nuestro bello niño a punto está de llegar Mas los pastores y ángeles no son los únicos en arribar Al pequeño pesebrito para a Jesús poder adorar A lo lejos se ven tres puntos que vienen del lejano oriente Parecen ser los 3 magos, pero en modelo reciente Pongamos todos atención y veamos de quien se trata Esperemos no sean hippies porque vienen todos en bata
Melchor: apúrate mi Balta, no falta mucho, no seas latoso
Solo pasamos dos dunas, un oasis y un Oxxo
Balta: es que ya me cansé mucho, ya hasta me duele el talón
El recorrido estuvo más largo que el de Cristóbal Colón
Gaspar: no es que sea quejumbroso, pero entiendan que estoy viejito
Melchor: cual viejito si vas en primaria, la neta si eres chilloncito
Balta: miren, miren, ya llegamos, podrá mi elefante descansar
Melchor: también mi caballo
Gaspar: y mi camello
Balta: antes de que se nos vaya a armar
Porque ahora dicen las leyes que los animales en libertad deben estar
Melchor: con razón cuando venía a un león yo vi pasar
Gaspar: ay caaaaaalmate, no te dicen el exagerado, esos ya ni en los zoológicos hay Los dejaron libres en donde nacieron, hasta a los pericos tuvieron que liberar
Melchor: pero bueno el punto es otro, no venimos a criticar
Gaspar: mejor envolvamos los regalos que a nuestro niño le vamos a dar
Melchor: yo le traje oro en un cofrecito
Gaspar: yo le traje incienso y un copal
Baltazar: yo le traje mirra y un anafrito
Niña: yo le traje una un transformer y un tamal
Melchor: ¿y tú quién eres? ¿de dónde saliste? Tú no vas en este acto
Este número es de los reyes, está escrito en nuestro contrato
Niña: ya lo sé, no se me esponjen no los vengo a molestar
Pero es que tenía muchas ganas de en esta pastorela participar Anden, anden, no sean malos, déjenme con ustedes andar Es más, si me lo permiten, sus animales les puedo cuidar
Gaspar: está bien, tuviste suerte de agarrarnos de buen humor