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El papel del sanador.

“Las «personas que nos dedicamos a la aplicación de terapias de sanación» NO SOMOS SANADORES/AS…
no curamos a nadie...

Si somos «personas que nos dedicamos a la aplicación de terapias de sanación», o deseamos serlo, nuestra tarea
consiste simplemente en escuchar y así, abrirnos para recibir la energía que nos permite que seamos el
catalizador para la sanación de nuestros/as pacientes. LA SANACIÓN ES EN REALIDAD UNA DECISIÓN
ACORDADA ENTRE EL PACIENTE Y EL UNIVERSO…
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Como «personas que nos dedicamos a la aplicación de terapias de sanación», nos convertimos en un eslabón de
la cadena de la SANACIÓN. La energía de sanación viene de la Fuente, fluye por dentro de nosotros, y a través
de nosotros, emanando de nosotros y hacia nosotros, PERO NO ES DE NOSOTROS. Esta energía es como la
luz que pasa a través de un prisma. Somos el prisma. UNIMOS AL PACIENTE Y AL UNIVERSO PARA
GENERAR UN CAMPO MUTUO DE AMOR -en el sentido más amplio de la palabra- y un estado de unidad.
El universo reconoce las necesidades de los pacientes que proporcionan las circunstancias para permitir la
respuesta apropiada a esas necesidades.
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¿Cómo ocurre exactamente eso?
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Nadie lo sabe realmente. Podemos teorizar que las frecuencias vibracionales de un paciente interactúan con y
responden a las vibraciones que vienen del universo A TRAVÉS DE NUESTRA PARTICIPACIÓN.
Cuando las vibraciones cambian, también lo hacen las partículas y las estructuras «más altas» definidas por las
vibraciones…
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¿La vibración más baja se sincroniza con la más alta?
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Puede que sí. Muy probablemente, cuando estas frecuencias (las del paciente, las nuestras y las del universo)
interactúan, las ondas pueden combinarse en puntos específicos, dando lugar a una frecuencia totalmente
diferente. En otras palabras, tres frecuencias pueden sincronizarse para formar una nueva que no estaba presente
en el grupo original -algo que se crea a partir del encuentro- casi como si ordenaran su propio acontecimiento
enzimático o catalizador…
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TENER PRESENTE nuestro papel adecuado en la ecuación de la sanación no siempre es fácil. Los pacientes
que vean resultados espectaculares estarán felices de contarle a alguien que escuchará que LES HEMOS
SANADO. Es tentador creer esto… No lo hagamos.
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Si queremos engañarnos a nosotros mismos tomando la dirección equivocada, todo lo que tenemos que hacer es
EMPEZAR A CREER que tenemos algún mérito respecto a las sanaciones que nuestros pacientes reciben.
Después de creernos «nuestra» primera gran sanación, una de las peores cosas que puede ocurrir es que nuestro
próximo paciente tenga una sanación incluso más espectacular; y el siguiente, otra; y otra poco después de ésa...
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RECORDEMOS: NO SOMOS LOS SANADORES. Sólo somos una parte de la ecuación. La ecuación está
formada por tres partes: el paciente, nosotros y Dios.
Cuando nuestro Dios interior conoce al Dios interior del paciente, ocurren las cosas más asombrosas.
Esta ecuación a veces se conoce como «El poder de uno» o «El poder de tres»…
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¿Por qué estamos involucrados en esta ecuación?
¿Es por la otra persona?... Puede que no.
Probablemente estamos involucrados en esta ecuación por nosotros. (Para los que sufren ataques de histeria al
usar la palabra Dios, que lo superen... Dios, Amor, Universo, Fuente, Creador, Luz, todas éstas son palabras que
representan una misma cosa y se utilizan indistintamente; cada quien puede escoger el término que más le
guste.) Procuremos en cada sesión: Ser uno con nuestro paciente y curarnos a nosotros/as mismos.
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Habrá ocasiones en las que nos culpemos por lo que inicialmente percibamos como fallos… Razonemos y
aceptemos que, DE LA MISMA MANERA QUE SUCEDE EN LAS “SANACIONES EXITOSAS Y/O
ESPECTACULARES, no somos responsables de la falta de sanación clara ni de la que tiene un éxito
Espectacular, SOMOS SÓLO UN CATALIZADOR, UN INSTRUMENTO A LA DISPOSICIÓN DEL
UNIVERSO PARA QUE ÉSTE ACTÚE SEGÚN PROCEDA…
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Así que, ¿qué significa que una sesión de sanación no tenga los resultados previstos?
EL PROBLEMA NO ESTÁ EN LA SANACIÓN, SINO EN LA EXPECTATIVA.
Podemos vernos tentados a pensar que no todas las personas tienen una sanación; si así lo hacemos estaremos
errados…
Todas las personas RECIBEN UNA SANACIÓN, AUNQUE NO NECESARIAMENTE LA QUE
ESPERABAN TENER.
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Cuando nos sea claro que la «sanación» significa reconectar con la perfección del universo, nos daremos cuenta
de que el universo sabe lo que tenemos que recibir y lo que vamos a ganar como consecuencia de ello… La
cuestión es que LO QUE NECESITAMOS PODRÍA NO SIEMPRE CORRESPONDER CON LO QUE
ESPERAMOS O PENSAMOS QUE QUEREMOS.
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Así como las «personas que nos dedicamos a la aplicación de terapias de sanación» debemos aceptar nuestro
papel como conductores, los pacientes deben aceptar su papel como receptores.
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LA LABOR DEL PACIENTE consiste simplemente en estar disponible para estas energías de sanación y
aceptar lo que pase. Y algo pasará. Puede ser una sorpresa.”.
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Dr. Eric Pearl (La Reconexión), imagen proveniente de Internet… Selección, adecuación y transcripción de
texto por Juan Enrique

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