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Cuadernos.

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versión impresa ISSN 0719-3661 versión On-line ISSN 0719-367X

Cuad.inf. no.38 Santiago jun. 2016

http://dx.doi.org/10.7764/cdi.38.697

TEMA CENTRAL

Explicar la donación voluntaria de sangre desde una


perspectiva de comunicación

La donación voluntaria de sangre desde la perspectiva


comunicativa

A doação voluntária de sangue de la perspective comunicativa

Eulàlia P. Abril

Universidad de Illinois en Chicago, Chicago, EE.UU. E-mail: eulalia@uic.edu .

Abstracto

Usando el modelo de mediación de comunicación, este estudio argumenta que la


comunicación interpersonal tiene un potencial considerable para motivar y facilitar la
donación voluntaria de sangre. Para probar esta afirmación, se utilizan tres escenarios
de donación de sangre: donación anterior, intención futura e intención durante una
emergencia. Los resultados del análisis del camino utilizando datos de encuestas de
Colombia muestran que hablar sobre la donación de sangre es fundamental para la
donación voluntaria de sangre. Los efectos directos de la conversación de sangre sobre
la donación pasada y la intención futura son significativos. Es importante destacar que
la conversación de sangre media la contribución de otras variables en el modelo,
incluido el uso de los medios y comportamientos pro-cívicos. Los hallazgos son válidos
tanto para donantes nuevos como para donantes recurrentes.

Palabras clave: donación voluntaria de sangre, conversación de sangre, modelo de


mediación de comunicación, Colombia.
Resumen

Utilizando el Modelo de Mediación Comunitaria, se argumenta que la comunicación


interpersonal tiene potencial como motivador y facilitador de la donación voluntaria de
sangre. Para evaluar este argumento, se utilizan tres tipos de donación:
donaciónpasada, la intención futura y la intención en el caso de emergencia. Los
resultados del análisis de ruta que utilizan datos de una encuesta representativa de la
población colombiana muestran que hablan sobre donación es central en la
donación. Los efectos directos de la conversación sobre la donación pasada y la
intención futura son significativos. De especial interés, esta conversación actúa como
mediadora del uso de medios masivos y una serie de variables pro-cívicas. Los
resultados se aplican para donantes primerizos y repetitivos.

Palabras clave: Donación voluntaria de sangre, hablar sobre donación, modelo de


mediación comunicativa, Colombia.

Resumo

Utilizando o Modelo de Mediação Comunicativa, argumenta-se que comunicação


interpessoal tem potencial como motivadora e facilitadora do doção voluntária de
sangue. Para avaliar este argumento, utilice los siguientes tipos de acciones: doação
passada, intenção futura e intenção em case de emergência. Los resultados de
anotación de giro con los dados de un engarce representativo de la población
colombiana muestran que están sobre la posición central de doo. Os efeitos diretos da
conversa sobre a doação passada ea intenção futura são significativos. Especial interés
se apresenta en una forma como esta conversación como mediadora de uso de misios
masivos y una serie de variáveis pró-cívicas. Los resultados se aplican para dodores
por primera vez y reincidentes.

Palavras-chave: Dooão voluntária de sangue, falar sobre doação, modelo de


mediação comunicativa, Colombia.

Mientras que los países de ingresos bajos y medios constituyen el 82% de la población
mundial, solo se benefician de la mitad de los 108 millones de donaciones de sangre
del mundo (Organización Mundial de la Salud, 2014). En América Latina, la situación
es similar, ya que la región en bloque no alcanza el umbral para un nivel seguro de
suministro de sangre (Organización Panamericana de la Salud, 2013). Además de la
escasez de donaciones de sangre, la satisfacción de las necesidades de transfusión de
sangre en los países de América Latina también se ve amenazada por la presencia de
donaciones no voluntarias (Aslam y Syed, 2005, Organización Panamericana de la
Salud, 2013). La donación voluntaria de sangre se define como el acto altruista no
remunerado de donación de sangre (Beltrán, García y Rodríguez, 2009). La donación
no voluntaria es lo opuesto: sangre remunerada o intercambiada. Así,
La mayoría de los estudios previos se han basado en indicadores demográficos,
normas altruistas o comportamientos para establecer perfiles de donantes que
predicen tanto donantes habituales como habituales (Goncalez et al., 2008; Masser,
White, Hyde y Terry, 2008; McMahon y Byrne, 2008; Piliavin y Callero, 1991). Estos
estudios muestran que la donación de sangre en el pasado es un fuerte predictor de la
futura donación (Godin, Conner, Sheeran, Bélanger-Gravel & Germain, 2007; Schlumpf
et al., 2008). Sin embargo, la investigación en el área de perfiles de donantes no se ha
traducido en aumentos significativos en la recolección de sangre a nivel mundial
(Organización Mundial de la Salud, 2014).

Múltiples estudios han enfatizado la necesidad de estudiar los aspectos comunicativos


de la donación de manera más sistemática (Bettinghaus & Milkovich, 1975; Glynn et
al., 2002; Ringwald, Zimmermann & Eckstein, 2010; Thomson et al., 1998), pero
pocos avances han sido hecho (Piliavin 2013, comunicación personal). En particular, un
estudio mostró que las intervenciones entregadas de manera personal (cara a cara)
tienden a ser más efectivas (Godin, Vézina-Im, Bélanger-Gravel y Amireault,
2011). Otros resultados (Rojas y Puig-i-Abril, 2006) indicaron que las variables de los
medios masivos no tuvieron un efecto directo sobre la donación de sangre, pero el
capital social y el voluntariado se asociaron positivamente con la donación de
sangre. Sin embargo, estos resultados fueron limitados en esa conversación y no se
tuvieron en cuenta las causas causales de las variables.

A pesar de la importancia de las conversaciones interpersonales en los modelos de


comunicación de la salud, las charlas sobre la donación de sangre, ya sea con amigos o
familiares, no se han explorado adecuadamente. En la bibliografía de donación de
órganos, hablar es un fuerte predictor de conductas de donación (Bresnahan et al.,
2007; Morgan & Miller, 2002; Morgan, Harrison, Afifi, Long y Stephenson, 2008), por
lo que es probable que sea una factor en la donación voluntaria de sangre.

Usando una muestra nacional aleatoria de Colombia, este estudio examina los caminos
hacia la donación de sangre usando el Modelo de Mediación de Comunicación (CMM,
McLeod et al., 1996), con charlas de donación de sangre como facilitador de las
actitudes y predisposiciones de las personas hacia la donación voluntaria de
sangre. Teniendo en cuenta la necesidad especialmente aguda de sangre en los países
de bajos ingresos (Bagozzi, 2006), el estudio centró la investigación en estas áreas
utilizando el caso de Colombia, un país que tiene la infraestructura básica para la
recolección de sangre, pero tiene dificultades para obtener ciudadanos participación.

Antecedentes de donación de sangre

La mayoría de los estudios de donación de sangre se han centrado en (a) establecer


las predisposiciones personales y las características sociales (orientaciones) asociadas
con la donación de sangre para definir potencialmente un perfil universal de donantes
de sangre; y (b) estudiando el impacto de las variables de comunicación en la
donación de sangre.

Predisposiciones personales y donación de sangre

Los académicos han sugerido que algunos valores pro-sociales pueden fomentar la
donación de sangre, por ejemplo, motivaciones altruistas (Ferguson, Francia,
Abraham, Ditto y Sheeran, 2007, Glynn y otros, 2002, Lee, Piliavin & Call, 1999). Los
valores altruistas parecen ser especialmente beneficiosos para convertir donantes
ocasionales en donantes regulares (Belda Suárez, Fernández-Montoya, Rodríguez-
Fernández, López-Berrio y Cillero-Peñuela, 2004; Boe y Ponder, 1981; Lee et al.,
1999; Steele et al., 2008). El proceso de conversión implica la asimilación de normas y
valores a través de la donación repetida de sangre, similar a un ciclo positivo de
adquisición de la virtud (Piliavin y Callero, 1991). Aunque no se ha probado
empíricamente, algunos sostienen que el altruismo puede ser el resultado de una
donación repetida en lugar de una predisposición (Piliavin y Callero, 1991).

Otras variables típicamente asociadas al perfil de un donante son la fusión de la


persona papel o la identidad del rol, y el miedo (de las agujas o la sangre). La fusión
de roles facilita la incorporación de características sociales estructurales e históricas en
la variable; es una autoidentificación del tipo de persona que dona sangre,
internalizando la identidad de un donante de sangre, creando así la voluntad de
donar. Los investigadores encontraron la fusión de roles para predecir la donación de
sangre cuando el contexto de la estructura social (la existencia de grupos de donantes
de sangre y necesidades de sangre) se coloca en el centro de la donación de
sangre(Callero, Howard y Piliavin, 1987; Piliavin, Grube y Callero, 2002). El miedo, por
otro lado, se ha asociado con el comportamiento no donante (Nilsson Sojka y Sojka,
2007). También se ha considerado que ciertas características estructurales, como
tener un lugar conveniente para donar, tienen un impacto positivo en la donación de
sangre (Nilsson Sojka y Sojka, 2007).

Otros aspectos sociales del proceso de donación son igualmente importantes. Por
ejemplo, según Bourdieu (1986), el capital social puede actuar como una red de
recursos de una persona derivada de los contactos sociales y membresías
grupales. Varios estudios han encontrado un vínculo positivo entre el capital social y la
donación voluntaria de sangre (ver Alessandrini, 2007). De manera similar, el vínculo
positivo entre el voluntariado y la donación voluntaria de sangre ha demostrado ser
sólido en muchos otros estudios (Callero, Howard y Piliavin, 1987; Lee, Piliavin & Call,
1999).

Finalmente, estar familiarizado con las necesidades de donación de sangre en la red de


uno o en el nivel social podría ayudar a los posibles donantes a decidir donar. En
efecto, conocer las necesidades de donación de sangre de la población, así como las
necesidades de amigos, familiares o conocidos se ha asociado con una donación de
sangre más voluntaria (Beltrán et al., 2009).

Comunicación y donación de sangre

Se han estudiado dos variables de comunicación en relación con la donación voluntaria


de sangre: los medios de comunicación (Rojas & Puig-i-Abril, 2006) y la comunicación
interpersonal (Godin, Conner, Sheeran, Bélanger-Gravel & Germain, 2007; Healy,
2000; Royse & Doochin, 1995; Thompson, 1993). Aunque Rojas y Puig-i-Abril no
encontraron una relación entre los medios de comunicación y la donación voluntaria de
sangre, sus variables no estaban relacionadas con la donación per se; eran artículos
generales de uso de medios. Por lo tanto, queda por ver si los medios de
comunicación, por ejemplo noticias de salud, están relacionados con la donación
voluntaria de sangre. La literatura sobre la comunicación del cáncer indica la
importancia de las noticias de salud para educar y diseminar información para una
mejor salud del cáncer, tanto para el individuo afectado como para los miembros de la
comunidad; por lo tanto, es un factor probable (Abril et al., 2015).

En términos de comunicación interpersonal, los individuos son más propensos a donar


sangre si otras personas dentro de sus redes sociales también lo hacen (Godin et al.,
2007; Healy, 2000; Royse y Doochin, 1995; Thompson, 1993). Gillespie y Hillyer
(2002) concluyeron que el 75% de los donantes tienen familiares o amigos que han
donado sangre al menos una vez, mientras que Nilsson y colegas (Nilsson, Sojka y
Sojka, 2007) encontraron que el 47% de los donantes primerizos a la influencia de un
amigo. Las redes interpersonales tienen una enorme capacidad para transmitir
información sobre experiencias de donación de sangre: los miembros de estas redes
pueden actuar a través de la presión de grupo (Boe y Ponder, 1981) o como
dispositivos de socialización que fomentan la donación de sangre (Lee et al., 1999).

La relación entre la charla familiar sobre donación y donación es significativa en la


literatura de donación de órganos (Afifi, Morgan y Stephenson, 2006; Guadagnoli et
al., 2001; Morgan, 2004; Smith, Kopfman, Massi Lindsey, Yoo y Morrison, 2004) - e
incluso los investigadores consideran que hablar es la última variable independiente
antes de donar un órgano (Bresnahan et al., 2007). Además, muchas campañas para
la donación de órganos incluyen componentes específicamente diseñados para iniciar la
discusión con los miembros de la familia (Morgan, Harrison, Afifi, Long y Stephenson,
2008). Un informe reciente sobre patrones de donación de sangre para la ciudad de
Bogotá estableció que los donantes no donantes y donantes habituales difieren en la
frecuencia de las intervenciones (sobre donación de sangre), pero no en sus
características demográficas o actitudes sobre altruismo o solidaridad ( Rojas, Suarez,
Puig-i-Abril,

Aún así, para comparar completamente la sangre con la donación de órganos, se


deben considerar las diferencias clave entre ellos. En primer lugar, la donación de
sangre es un comportamiento recurrente (dentro de los límites físicos), mientras que la
donación de órganos generalmente no lo es. En segundo lugar, los individuos deciden
por sí mismos si donan sangre, mientras que la donación de órganos ocurre
predominantemente postmortem, dando a los miembros de la familia una participación
clara en la decisión de donar (Morse et al., 2009), o incluso la última palabra (Morgan,
2004). Por lo tanto, el camino de la conversación a la donación de órganos
es necesariamentemediado por el consentimiento familiar. Finalmente, en el caso de la
donación de órganos post mórtem, no existe una relación uno-a-uno entre ser donante
y donar un órgano, lo que contrasta fuertemente con el caso de la donación de
sangre. Por lo tanto, si bien puede parecer apropiado utilizar los modelos de donación
de órganos existentes (Afifi, Morgan y Stephenson, 2006) para analizar la donación de
sangre, la donación de órganos no equivale a la donación de sangre, por lo que sus
modelos no son adecuados para la donación de sangre. Revisemos, a su vez, la
relación entre hablar y donar sangre.

Talk y el modelo de mediación de comunicación

Un tema recurrente en los estudios de donación de sangre es que la comunicación


interpersonal importa (Geyer, 2005). La donación de sangre es más prevalente en
personas que se asocian con otros -y presumiblemente hablan de donar sangre- en
grupos sociales o asociaciones (Rojas y Puig-i-Abril, 2006), mientras se ofrecen como
voluntarios para un proyecto comunitario (Alessandrini, 2007) o simplemente por
correo electrónico de contacto (Geyer, 2005). Algunas campañas de salud se centran
en estimular la conversación en lugar de desencadenar un determinado
comportamiento (Sood, Shefner-Rogers y Sengupta, 2006), y se espera que la
conversación al final fomente el comportamiento que la campaña pretende
promover. De hecho, se espera que las conversaciones medien los efectos en la
donación de sangre.

La noción de que la conversación es mediadora de los resultados conductuales no es


nueva. Numerosos académicos en la literatura de comunicación han analizado el papel
de las conversaciones o conversaciones cotidianas usando el CMM, o en el contexto de
la comunicación de la salud (Pecchioni, Thompson & Anderson, 2006; Pecchioni y
Keeley, 2011; Welch Cline, 2011). En su forma original, el CMM refleja un modelo
OSOR (Markus y Zajonc, 1985). La primera O (Orientaciones) considera atributos
individuales, valores centrales y comunidad o contexto; el S (estímulo) considera las
comunicaciones como el uso de los medios y la discusión interpersonal; la segunda O
representa Orientaciones posteriores (actitudes, conocimiento, complejidad cognitiva o
eficacia política) que pueden mediar en la relación entre comunicación y
participación; y la R representa la Respuesta conductual posterior (Markus &

Bajo la rúbrica de la mediación de la comunicación, el trabajo de McLeod (McLeod et


al., 1996; McLeod, Scheufele y Moy, 1999; Sotirovic y McLeod, 2001).y autores
posteriores (Eveland, 2001; Eveland, 2002; Eveland, Shah & Kwak, 2003; Rojas &
Puig-i-Abril, 2009; Shah et al., 2007) han demostrado que las redes interpersonales de
discusión política y de vigilancia se usan de los medios de comunicación (búsqueda de
noticias) resulta en una mayor participación cívica (ampliamente definida). Las
prácticas de comunicación pueden afectar la participación directa o indirectamente a
través de ganancias en el conocimiento, la eficacia o los cambios en las actitudes. A
través de los años, ha surgido una serie de modelos mejorados de MMC, cada uno
enfatizando partes del modelo que estaban sub-especificadas. Por ejemplo, un modelo
OSROR indicó la importancia del razonamiento para el individuo entre estímulos y
orientaciones posteriores (SRO; Cho et al., 2009; Shah et al.,2007), mientras que la
especificación OSORR indicó una cadena de comportamientos relacionados al final (RR;
Rojas & Puig-i-Abril, 2009).

Muchos comportamientos pro-cívicos son similares a la donación de sangre en la


naturaleza. Donar dinero, tiempo o ambos son conductas que son repetitivas, que
suponen un costo para el individuo y cuyas consecuencias recaen sobre un tercero, al
igual que la donación de sangre. De hecho, estas similitudes ya se han establecido
(Lee et al., 1999).

Por lo tanto, este estudio propone el uso de ideas de la mediación de comunicación que
enfatizan la conversación de sangre para explicar la donación de
sangre. Específicamente, se plantea la hipótesis de que hablar sobre la donación de
sangre puede promover la donación de sangre y que el camino hacia la donación
incluye hablar como un proceso de mediación. Si bien se propone una relación de
mediación, esto no quiere decir que exista una relación mediadora perfecta (Baron y
Kenny, 1986). Este estudio deja abierta la posibilidad de que algunas actitudes y
predisposiciones tengan un efecto directo en la donación de sangre, por encima y más
allá de su función mediadora. Los estudios que utilizan modelos CMM también incluyen
enlaces directos de estímulos u orientaciones a respuestas (Cho et al., 2009, Shah et
al., 2007).
El contexto situacional en la donación de sangre

Un aspecto importante de la donación de sangre es el contexto situacional en el que se


realiza la donación. Donación de sangre anterior (Ferguson y Bibby, 2002; Goncalez et
al., 2008; Piliavin y Callero, 1991), intenciones futuras (Buciuniene, Stonienë,
Blazeviciene, Kazlauskaite y Skudiene, 2006; Ferguson y Bibby, 2002; Gillespie &
Hillyer, 2002). ; Godin, Conner, Sheeran, Bélanger-Gravel y Germain, 2007; Schlumpf
et al., 2008), y las intenciones durante una emergencia (Buciuniene et al., 2006) se
han establecido en la literatura como variables de resultado de la donación de sangre
en estudios separados Este estudio, sin embargo, compara estos contextos de
donación diferentes uno al lado del otro con el propósito de explorar similitudes y
diferencias que pueden arrojar luz sobre cómo teorizar sobre el papel de la charla en la
donación de sangre. Debido a que la literatura indica que el comportamiento varía de
acuerdo con los contextos situacionales (Buciuniene et al., 2006), el interés radica en
observar el MMC en cada escenario. En particular, este estudio busca explorar si el
MMC que usa la conversación de sangre en el centro se aplica a todos los escenarios.

Algunos estudios de donación de sangre se han centrado en cómo los factores externos
como los desastres naturales o las tragedias sociales pueden estimular la donación de
sangre (Cruz Roja Americana, 2005). Sin embargo, aunque estos factores movilizan a
las personas para donar sangre rápidamente, los desastres no garantizan un
suministro constante de donantes (Cruz Roja Colombiana [Cruz Roja Colombiana],
2013). Sin embargo, examinar las donaciones en estos contextos podría ser útil para
identificar características latentes (como querer ayudar) que podrían motivar a las
personas a donar sangre. Por lo tanto, es fundamental comparar la donación de sangre
como un acto regular versus como una respuesta de emergencia.

Al emplear intenciones de comportamiento en dos de los modelos, la suposición es que


las intenciones son un fuerte predictor de comportamientos (futuros) (Ajzen &
Fishbein, 1970), aunque la relación no sea uno a uno. De hecho, las intenciones de
donar sangre son el principal determinante de la donación de sangre, pero no
necesariamente conducen a la donación (Godin, Vézina-Im, Bélanger-Gravel &
Amireault, 2011).

Hipótesis y pregunta de investigación

Se probarán tres modelos de mediación, uno con donación de sangre pasada como
variable de resultado (Modelo 1) y dos modelos de intención conductual: disposición
para donar sangre en el futuro cercano (Modelo 2) y disposición para donar sangre en
respuesta a una emergencia o desastre (Modelo 3). La donación anterior se usa como
una variable de control en los Modelos 2 y 3 (Ferguson y Bibby, 2002).

Las hipótesis propuestas siguen una descripción de CMM, con charlas de sangre en el
centro y orientaciones originales (O 1 : datos demográficos y orientaciones generales)
residuales en el análisis para simplificarlo ya que no eran el foco. Además, se liberan
cinco rutas directas correspondientes a las variables directamente relacionadas con la
donación de sangre en la literatura (altruismo, deber cívico, conveniencia, miedo y
fusión de roles). Las diferencias entre los tres modelos también se exploran dada la
consideración de tres escenarios.

La relación positiva (negativa para el miedo) entre todas las variables independientes
(altruismo, deber cívico, conveniencia, fusión de roles, noticias de salud, conciencia de
necesidad de sangre individual, conocimiento de necesidad de sangre social, capital
social relacionado con la salud y voluntariado) y

H1a: donación de sangre voluntaria,

H1b: intención futura, y

H1c: donación de emergencia.

será mediado por charla de donación de sangre.

El altruismo, el deber cívico, la conveniencia, el miedo y la fusión de roles serán


positivos (negativamente por temor) relacionados con

H2a: donación voluntaria de sangre

H2b: intención futura, y

H2c: donación de emergencia.

RQ1: ¿Los tres modelos propuestos (donación de sangre pasada, intención futura de
donación de sangre, intención de donación de sangre de emergencia) difieren en el
ajuste de los datos ?.

Métodos

El caso de Colombia

La Organización Mundial de la Salud (Organización Mundial de la Salud, 2010)


recomendó en 2010 que haya 40-50 unidades de sangre disponibles por cada 1,000
ciudadanos. En Colombia, el promedio nacional es de solo 11 unidades por cada 1,000
ciudadanos (Camacho, 2004). Algunas áreas, como la ciudad capital de Bogotá, tienen
un promedio más alto, 26 unidades por cada 1000 ciudadanos (Instituto Nacional de
Salud, 2008), pero otras áreas siguen siendo muy bajas (Organización Mundial de la
Salud, 2008).

En áreas donde la donación voluntaria de sangre se retrasa, la donación por reemplazo


o compra prevalece a pesar de la calidad limitada de estos métodos (Healy, 1999;
Oswalt, 1977; Vallejo, Quiceno, Ospina, Fajardo y Valencia, 2004). Además, las
personas que no donan voluntariamente, por ejemplo a través de un reemplazo1 o por
dinero, tienden a tener tasas más altas de VIH, virus de hepatitis y otras infecciones
transmitidas por la sangre en comparación con donantes de sangre voluntarios
(Domen, 1995; Organización Mundial de la Salud, 2014). Algunas organizaciones,
como la Organización Panamericana de la Salud, estiman que solo el 20% del total de
sangre recolectada en Colombia proviene de donantes voluntarios (Organización
Panamericana de la Salud, 2004). Una estimación más reciente de la OMS arroja un
porcentaje del 61% (Organización Mundial de la Salud, 2008), pero la donación de
sangre todavía está lejos de ser 100% voluntaria (el nivel requerido). Debido a que la
situación colombiana es bastante generalizable en América Latina (Beltrán et al.,
2009), los resultados del estudio podrían ayudar a explicar y diseñar los esfuerzos de
donación de sangre en la región.

Datos

Este estudio se basó en datos de encuestas nacionales aleatorias recopilados en agosto


de 2008 en 10 ciudades de Colombia que representaban la población urbana adulta de
Colombia. El 76% de los 44.5 millones de habitantes de Colombia vive en áreas
urbanas (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2005).

Los encuestados fueron seleccionados utilizando un procedimiento de muestreo


estratificado de múltiples pasos que seleccionaba los hogares al azar, en proporción al
tamaño de la ciudad registrado en los datos del censo. Una vez que se asignó el
número de hogares para una ciudad determinada, los bloques de ciudades se
seleccionaron al azar en proporción a los distritos y estratos de la vivienda. Los
hogares individuales fueron seleccionados al azar dentro de cada bloque, y finalmente,
un encuestado individual fue identificado al azar seleccionando el adulto en el hogar
que más recientemente tuvo un cumpleaños. Se realizaron hasta tres visitas a cada
hogar para aumentar la participación en la encuesta. Una empresa local de encuestas
profesionales en Bogotá recopiló los datos; Se obtuvieron 1.033 respuestas completas
cara a cara (tasa de respuesta del 83% calculada mediante el uso de las pautas de la
American Association for Public Opinion Research). Sin embargo,

El protocolo de estudio fue aprobado por la junta IRB de la universidad anfitriona. Se


obtuvo el consentimiento informado de cada participante por escrito.

Medición

Variables dependientes. Se midió la conversación sobre donación de sangre


(hablando de donación de sangre) con una declaración que indicaba hasta qué punto
las personas hablaron sobre donación de sangre con familiares o amigos usando una
escala Likert desde "totalmente en desacuerdo" (0) hasta "totalmente de acuerdo"
(5). Encuestas destacadas como Pew Internet & American Life Project, Pew Research
Center y American National Election Studies cuantifican las conversaciones utilizando
una medida similar de un solo elemento como esta. La donación de sangre pasada se
midió preguntando cuántas veces las personas habían donado sangre el año anterior,
similar a Alessandrini (2007) y Nilsson Sojka y Sojka (2007). Donación de sangre
futurala intención se midió preguntando qué probabilidades tenían los individuos de
donar sangre en los próximos seis meses, en una escala que va desde "nada probable"
(0) hasta "muy probable" (5). Finalmente, la intención de donación de sangre de
emergencia se midió preguntando a los participantes si donarían sangre en caso de
desastre y mucha gente necesitaría sangre, en una escala de "nada probable" (0) a
"muy probable" (5) . Consulte la Tabla 1 para obtener estadísticas descriptivas sobre
todas las medidas. Las intenciones de donación se ponen en práctica de manera similar
a la literatura convencional sobre las intenciones futuras de donación (ver Schlumpf et
al., 2008).
Tabla 1. Estadísticas descriptivas y correlaciones parciales entre variables

Fuente: Elaboración propia.

Variables independientes. El altruismo se midió promediando dos ítems del


diferencial semántico, preguntando cuánto asociaron los participantes la donación de
sangre con "indiferencia" (1) o "solidaridad" (7), y "negocio" (1) o "altruismo" (7), (r
de Pearson = 51). El deber cívico se midió con tres elementos que pedían a los
participantes que evaluaran tres afirmaciones (a) recibir sangre es un derecho del
ciudadano, (b) donar sangre es un deber de todos los ciudadanos en la condición de
hacerlo, y (c) donar sangre debe ser uno de los muchos buenos hábitos sociales, en
una escala Likert desde "totalmente en desacuerdo" (0) hasta "totalmente de acuerdo"
(5), ( α de Cronbach = .79). Tanto el altruismo como el deber cívico fueron modelos
similares a Buciuniene y colegas (2006).se midió como el grado en que los
participantes sentían que la donación de sangre era "difícil" (1) o "fácil" (7). El
miedo fue el grado en que los participantes asociaron la donación de sangre con
"miedo" (1) o "tranquilidad" (7). Finalmente, para la fusión de roles, se preguntó a las
personas si deseaban formar parte de una organización de donantes de sangre, en una
escala Likert desde "totalmente en desacuerdo" (0) hasta "totalmente de acuerdo" (5)
(Piliavin, Grube & Callero, 2002 )

Las noticias de salud se midieron preguntando cuánta atención prestaron los


participantes a las noticias sobre temas de salud, en una escala de "sin atención" (0) a
"mucha atención" (5) (Rojas & Puig-i-Abril, 2006). Se midió la necesidad individual (de
sangre) de que los participantes conocieran si conocían a alguien que había necesitado
una transfusión de sangre (sí = 1). La conciencia de la necesidad social (sangre) fue
medida preguntando a las personas si pensaban que las reservas de sangre en
hospitales y bancos de sangre eran "abundantes" (0) o "escasas" (5), y luego doblaban
la medida en una correcta (1 = reservas escasas) e incorrecta (0 = reservas
abundantes) como una medida de conocimiento de las necesidades de recolección de
sangre de la sociedad (Glynn et al., 2002). Capital social relacionado con la saludse
calculó preguntando a los participantes si eran miembros de una organización de salud
(no un gimnasio), en una escala que incluía "no" (0), "sí" (1) y "miembro activo" (2)
(Rojas & Puig -i-Abril, 2006). Finalmente, el voluntariado pasado se determinó
promediando si los participantes habían realizado algún trabajo voluntario y si habían
trabajado para un proyecto comunitario (sí = 1), (r = 58) (Alessandrini, 2007).

Controles. Género (57% mujeres); edad (M = 40 años, SD = 14); educación, en una


escala de "educación no formal" (1) a "posgrado" (8) (mediana = 5, "escuela
secundaria completa"); y el ingreso (utilizando el estrato de la casa proxy, es decir, el
estrato del bloque donde se encontraba el hogar, que se correlaciona fuertemente con
el ingreso), medido del "estrato 1" al "estrato 6" (6) (M = 2.9 , SD = 1.1). Una
variable de control que representa si un individuo ha donado sangre
mediante reemplazo(44% lo hizo) también se agregó para asegurarse de que los
modelos solo incluyan la donación voluntaria de sangre. Los controles se residualizaron
mediante la regresión de todas las medidas en estos controles, creando así una matriz
de covarianza que luego se utilizó como entrada para ajustar los modelos a los
datos.2 .

Análisis

Se usaron tres modelos de análisis de ruta para probar las hipótesis planteadas en este
estudio. El estimador de máxima verosimilitud de MPlus (versión 6.0) con errores
estándar robustos (MLR) se utilizó en todos los modelos, que ejecuta una estimación
robusta de máxima verosimilitud utilizando el ajuste de covarianza de Huber-White. El
estimador de MLR es robusto, lo que significa que puede estimar bien los coeficientes
de ruta incluso en casos de no normalidad en los datos.

Resultados

Donación de sangre pasada

Una tabla de correlación parcial en todas las variables aparece en la Tabla 1 . El


modelo que predecía la donación de sangre pasada encajaba muy bien con los datos
ya que la prueba de razón de verosimilitud (LR) no era significativa (ρ = .14). De
manera similar, tanto el Índice de ajuste comparativo (CFI) (0,98) como el Índice de
Tucker-Lewis (TLI), (0,91) indicaron un ajuste notable. Finalmente, el Error Cuadrado
de Aproximación de Raíz (RMSEA) también indicó un muy buen ajuste (.03), 90% CI
[.00, .06].

Todas las betas dadas están estandarizadas3 para propósitos de comparación. En


general, los resultados mostraron que el efecto de la mayoría de las variables
independientes en la donación de sangre pasada fue positivo (excepto por el miedo)
mediado por la conversación, lo que apoya parcialmente al H1a. El altruismo, la
comodidad, el miedo y la conciencia de la necesidad social no se relacionaban con la
conversación, pero todas las variables significativas, excepto el miedo, estaban
mediadas a través del habla. Los caminos importantes para hablar fueron el deber
cívico, la fusión de roles, las noticias de salud, el conocimiento de las necesidades
individuales, el capital social relacionado con la salud y el voluntariado. Los coeficientes
en los caminos en el Modelo 1 semuestran en la Figura 1 .
Figura 1. Resultados de la Donación de Sangre Pasada

R 2 Donación de sangre pasada: 7% ***; R 2 Charla: 15% ***. Niveles de


significación: * p <.05; ** p <.01; *** p <.001; N = 791. Las líneas punteadas
indican caminos que no son significativos. Controles: sexo, edad, educación, ingresos y
reemplazo. Fuente: Elaboración propia.

El deber cívico, el miedo y la fusión de roles, pero no el altruismo o la conveniencia,


tuvieron un efecto directo significativo en la donación de sangre en el pasado. Estas
son variables típicamente utilizadas en la investigación de donación de sangre. Este
resultado es parcialmente compatible con H2a.

Para evaluar la hipótesis de mediación, se calculó la relación indirecta de las variables


en el modelo. De las 10 variables consideradas, cuatro no tenían relación con la
conversación (altruismo, conveniencia, miedo y conciencia de necesidad social). De los
seis restantes, cinco tuvieron efectos indirectos significativos a la donación pasada:
deber cívico (β = .01, p = .00), fusión de roles (β = .01, ρ = .01), noticias de salud (β
= .01, ρ = .03), conocimiento de la necesidad individual (β = .02, ρ = .02), y capital
social relacionado con la salud (β = .03, ρ = .02)4 . El mayor contribuyente a la
donación de sangre fue el efecto directo de la conversación (β = .22, ρ = .00).

El modelo 1 explicó el 7% de la varianza a través de donaciones de sangre pasadas y


el 15% a través de conversaciones. Estas fueron variaciones residuales , con los datos
demográficos y la donación de sangre por reemplazo ya contabilizados. No hubo
índices de modificación que sugirieran un mejor ajuste significativo mediante la adición
o reducción de rutas, y los modelos alternativos no anidados resultaron inferiores, con
criterios de información de Akaike (AIC) y criterios de información bayesianos (BIC)
más altos (Kaplan, 2009).
Futura intención de donación de sangre

El modelo 2, que predijo la intención de donación de sangre en el futuro, también


encajó muy bien con una prueba LR no significativa (ρ = .47). Del mismo modo, el CFI
(1.00), TLI (1.01) y RMSEA indicaron un ajuste notable (.00), 90% CI [.00, .05]. La
donación de sangre anterior se agregó como una variable independiente en este
modelo, con caminos para hablar y la intención de donación para controlar la donación
pasada.

Los resultados indicaron que, similar al Modelo 1, el efecto de la mayoría de las


variables independientes sobre la intención de donación de sangre en el futuro fue
mediado por la conversación, lo que apoya parcialmente H1b. Mientras que el deber
cívico, fusión de roles, noticias de salud, conciencia de necesidades individuales, capital
social relacionado con la salud, voluntariado en el pasado y donación de sangre pasada
fueron mediados a través de la charla, el altruismo, la conveniencia, el miedo y la
conciencia de necesidad social. La charla se relacionó positivamente con la futura
intención de donación de sangre. Los caminos importantes para hablar fueron el deber
cívico, la fusión de roles, las noticias de salud, el conocimiento de las necesidades
individuales, el capital social relacionado con la salud y el voluntariado. La donación de
sangre pasada también se relacionó significativamente con la intención. Los
coeficientes en los caminos en el Modelo 2 se muestran en la Figura 2 .

Figura 2. Resultados para la futura intención de donación de sangre

R 2 Donación de sangre pasada: 23% ***; R 2 Charla: 19% ***. Niveles de


significación: * p <.05; ** p <.01; *** p <.001; N = 791. Las líneas punteadas
indican caminos que no son significativos. Controles: sexo, edad, educación, ingresos y
reemplazo. Fuente: Elaboración propia.

El altruismo, el deber cívico, el miedo y la fusión de roles (pero no la conveniencia)


fueron significativamente (y positivamente, a excepción del miedo) asociados con la
intención de donación de sangre en el futuro, lo que respalda el H2b. Los caminos
significativos para la futura intención de donación de sangre fueron altruismo (β = .18,
ρ = .00), deber cívico (β = .11, ρ = .004), miedo (β = -.11, ρ = .01), y fusión de roles
(β = .19, ρ = .00). La donación de sangre anterior no estaba relacionada con la
intención futura de donación de sangre.

Para evaluar la hipótesis de mediación, se calculó la relación indirecta de las variables


en el modelo. De las 11 variables consideradas, cuatro no tenían relación con la
conversación (altruismo, conveniencia, miedo y conciencia de necesidad social). De los
siete restantes, cinco tuvieron efectos indirectos significativos para la donación futura:
deber cívico (β = .03, ρ = .00), fusión de roles (β = .02, ρ = .02), noticias de salud (β
= .02, ρ = .03), conocimiento de la necesidad individual (β = .06, ρ = .02), y
donaciones pasadas (β = .03, ρ = .02) -la más grande. El mayor contribuyente a la
donación de sangre fue hablar (β = .13, ρ = .00).

Modelo 2 explica el 23% de la varianza a través de la intención futura de la donación y


el 19% a través del habla, una mucho más grande explican R 2 que en el Modelo 1. No
hubo ninguna modificación de los índices que indican los modelos de mejor ajuste, y
alternativas no anidada también resultó inferior (mayor AIC y BIC).

Intención de donación de sangre de emergencia

Finalmente, el Modelo 3, que pronostica la donación de sangre de emergencia, también


se ajustó muy bien a los datos, ya que la prueba de LR no fue significativa (ρ =
.67). Del mismo modo, el CFI (1.00), TLI (1.03) y RMSEA (.00), 90% CI [.00, .040],
indicaron un ajuste notable también. Similar al Modelo 2, la donación de sangre
pasada también se agregó como una variable independiente para controlar el
comportamiento pasado del donante.

Los resultados mostraron que el efecto de las variables independientes en la donación


de sangre de emergencia no fue mediado por la conversación, por lo que faltaba el
apoyo para H 1c. La conversación no estaba relacionada con la intención de donación
de sangre de emergencia y, por lo tanto, no hubo un posible efecto de mediación. Los
caminos importantes para la donación de sangre de emergencia fueron el altruismo, el
deber cívico y la fusión de roles, pero no la conveniencia, el miedo o la donación de
sangre en el pasado, por lo que se logró un apoyo parcial para H2c. Debido a que
hablar no era significativo, las variables restantes que tenían caminos significativos
para hablar eran irrelevantes. La Figura 3 muestra los coeficientes en las rutas en el
Modelo 3.
Figura 3. Resultados para la Intención de Donación de Sangre de Emergencia

R 2 Donación de sangre pasada: 25% ***; R 2 Charla: 19% ***. Niveles de


significación: * p <.05; ** p <.01; *** p <.001; N = 791. Las líneas punteadas
indican caminos que no son significativos. Controles: sexo, edad, educación, ingresos y
reemplazo. Fuente: Elaboración propia.

El Modelo 3 explicó el 25% de la varianza a través de la donación de emergencia y el


19% a través de conversaciones (aunque constituyeron dos modelos separados dado
que la conversación no estaba relacionada con la donación de emergencia). No hubo
índices de modificación que indiquen un mejor ajuste, y los modelos alternativos no
anidados también resultaron inferiores (mayores AIC y BIC).

Los tres modelos diferían en que la charla era central en los modelos de donación de
sangre de intención pasada y futura, pero no tenía un papel mediador (de hecho, no
tenía ningún rol) en el modelo de donación de sangre de emergencia. Comparando los
tres modelos juntos usando los criterios de información (RQ1) -past (AIC = 26313.60,
BIC = 26407.07), futuro (AIC = 29370.24, BIC = 29473.05), y emergencia (AIC =
29019.09, BIC = 29121.90) -el modelo que explica el pasado la donación fue la que
mejor se adaptó, seguida de la donación de sangre de emergencia y la intención. Cabe
señalar que el modelo de emergencia fueron dos modelos desconectados, por lo que la
comparación no está justificada.

Discusión
Con la donación voluntaria de sangre a bajos niveles en la mayoría de los países de
América Latina (Organización Panamericana de la Salud, 2013), la necesidad de
satisfacer la demanda de sangre nunca ha sido más crucial. Este documento exploró la
donación de sangre desde una perspectiva de comunicación, un enfoque que falta en la
literatura de transfusión actual, para el caso de Colombia. Los resultados sugieren que,
al predecir la donación de sangre pasada y las futuras intenciones de donación, los
efectos de la mayoría de las variables independientes se mediaron a través de
conversaciones de donación de sangre con familiares o amigos. Aunque algunas
variables, como el miedo, solola donación afectada directamente, en general los
resultados apoyan una hipótesis CMM modificada y extienden su uso a la literatura
sobre transfusión y salud pública. Con algunas excepciones, notablemente, Kwon, Yoo
y Aguilar (2013), o Kam y Lee (2013), aunque este último no usó el término CMM), el
CMM no se ha aplicado al ámbito de la comunicación de la salud, y aún menos a los
estudios de transfusión. Por lo tanto, se debe tener en cuenta la versatilidad de la
MMC.

Del mismo modo, CMM ofrece patrones de mediación flexibles. Los resultados del
estudio aquí han demostrado que una estructura (O 1 ) -SO 2 -RR prevalece para la
donación voluntaria de sangre, teniendo en cuenta O 1 en los controles. Debido a que
los estímulos y las orientaciones posteriores (SO 2 ) son difíciles de separar (Shah et
al., 2007), se han agrupado en los modelos 1-3. Al igual que Shah y sus colegas (Cho
et al., 2009; Shah et al., 2007), el razonamiento sanguíneo puede ser el razonamiento
(Shah et al., 2007), expresión (Puig-i-Abril & Rojas, 2007), o recepción (Shah et al.,
2007) paso comunicativo que es necesario para conectar las orientaciones estímulo a
la variable dependiente y por lo tanto ofrece otro paso en la ruta de mediación.

Los resultados implican que hablar sobre la donación de sangre es fundamental para la
provisión regular de sangre en Colombia. La mediación a través de conversaciones
probablemente tuvo lugar porque hablar sobre noticias de salud o voluntariado, por
ejemplo, puede ser un material de conversación que pueda estimular las conductas de
donación entre los involucrados en la conversación. Sin embargo, los mecanismos
específicos (p. Ej., La reciprocidad o los mediadores adicionales) que llevan a hablar
para mediar el efecto de las variables independientes sobre la donación de sangre no
se probaron, un desarrollo que debería examinarse en estudios futuros. Hablar fue el
mayor predictor de donación de sangre en el modelo de donación anterior (Modelo 1),
pero no en el modelo con respecto a las intenciones futuras de donar (Modelo 2) a
pesar de seguir siendo un fuerte predictor. En el escenario de la donación de
emergencia, la mediación de la conversación se detuvo, sugiriendo que (a) en lugar de
hablar sobre la donación de sangre, casi todos lo sabían y decidieron actuar, o que (b)
todos hablaban de la situación y, por lo tanto, la variable ya no tenía ninguna
relación. Esto implica que hablar de la donación de sangre es fundamental para donar
sangre o intentar hacerlo, pero menos en situaciones de emergencia.

El altruismo, alguna vez considerado como un importante antecedente de donación de


sangre, no tenía relación con la donación de sangre pasada, haciéndose eco de
Ferguson y sus colegas (Ferguson, Farrell & Lawrence, 2008) que descubrieron que la
benevolencia, y no el altruismo, predijo la donación. Sin embargo, el altruismo fue un
antecedente significativo en los modelos de intenciones para donar sangre, en paralelo
con los hallazgos de Schlumpf y colegas (Schlumpf et al., 2008). Podría ser que las
prácticas de altruismo y donación de sangre no están relacionadas, y la relación está
mediada por intenciones conductuales o un fenómeno desarrollado a través de la
donación, no antes (Piliavin y Callero, 1991). Para encontrar respuestas definitivas, los
datos del panel están garantizados.
La conveniencia no influía en ningún modelo, lo que sugiere que enfatizarlo puede no
beneficiar las campañas de recolección de sangre. El miedo solo se correlaciona con la
donación de sangre pasada y las intenciones futuras, pero no la donación en una
emergencia, lo que indica que el miedo puede superarse en estas
situaciones. Finalmente, la fusión de roles o la importancia de la estructura social
tenían una fuerte correlación con la donación pasada y futura, y una más pequeña en
la donación de emergencia.

Notablemente, haber sido voluntario fue solo un pequeño antecedente en el modelo de


donación anterior, que contrasta con su enfoque en la literatura (ver, por ejemplo,
Alessandrini, 2007, aunque el estudio no puso a prueba la dirección de la
relación). Además, las noticias de salud fueron importantes solo en los modelos de
donaciones pasadas y futuras, lo que subraya la importancia de los medios de
comunicación masiva para garantizar las donaciones. El mismo resultado se obtuvo en
el caso de la conciencia de necesidad individual. Sin embargo, en el caso de la
conciencia de la necesidad social, no fue significativa en ningún modelo, lo que desafía
las campañas que apelan a las necesidades sociales en un país o región para atraer
donantes de sangre. El capital social relacionado con la salud fue significativo, pero
solo para la donación regular. Por lo tanto, ninguna de las variables independientes,
cuya relación fue exclusivamente mediada por la conversación,

En general, estos resultados respaldan el argumento de que la donación regular de


sangre y la donación de sangre en emergencias son diferentes y se predicen de
manera diferente (Nilsson Sojka y Sojka, 2007; Schlumpf et al., 2008; Steele et al.,
2008). Si bien la donación de sangre de emergencia genera un pico de suministro útil
después de un desastre o emergencia, hace poco por los sistemas de salud que
necesitan un suministro de sangre estable (Cruz Roja Colombiana [Cruz Roja
Colombiana], 2013). Esto no significa que la donación de sangre de emergencia sea
intrascendente porque podría atraer nuevos donantes si existieran mecanismos. Sobre
la base de la CMM (McLeod et al., 1996), este estudio finalmente muestra que hablar
es importante para el tipo de donación de sangre que es fundamental para un sistema
de salud: la donación voluntaria y regular. Por lo tanto, al diseñar campañas para
atraer donantes, apuntar al altruista es mucho menos valioso que iniciar
conversaciones sobre la donación de sangre. Los estudios futuros deberían investigar
las conversaciones en relación con la transformación de los donantes primerizos en
donantes recurrentes (Gillespie y Hillyer, 2002).

Este estudio tiene algunas limitaciones. En primer lugar, la conversación se hizo


operativa con un elemento e involucró solo a familiares y amigos. Tener solo un ítem
para esta construcción implica que no se puede evaluar su confiabilidad y, por lo tanto,
el error de medición podría haber afectado nuestros resultados. Sin embargo,
investigaciones previas en múltiples campos sobre el papel de la conversación han
usado esta variable en repetidas ocasiones con un solo elemento (ver conjuntos de
datos de Pew Internet & American Life Project, Pew Research Center y American
National Election Studies). Incluso la literatura de donación de órganos ha configurado
muchas veces la charla de donación de esta manera (Afifi, Morgan y Stephenson,
2006), y a veces con una dicotomíaítem (Guadagnoli et al., 2001; Morgan & Miller,
2001; Morgan, 2004; Siminoff, Gordon, Hewlett & Arnold, 2001) - esto proporciona
confianza en los resultados aquí. Sin embargo, la investigación futura necesita emplear
una medida más robusta de conversación, que no solo proporcionaría más confiabilidad
al evaluar esta construcción, sino que también permitiría comparar diferentes redes y
diferentes contextos de conversación. De manera similar, sugerir que el rol de
mediación de la charla ocurre dentro de la familia o la red de amigos puede no tener
en cuenta la posible importancia de conversaciones más heterogéneas (como
conversaciones con compañeros de trabajo), lo que tiende a traer nueva información a
un sistema (Granovetter, 1973 ) Por lo tanto, los resultados del estudio pueden haber
errado en el lado conservador.

Segundo, no hay información sobre el contenido real de la charla con respecto a la


donación. El contenido de estas conversaciones podría ser tan influyente como -o
incluso más influyente que las redes de conversación. Las investigaciones futuras
deberían abordar los tipos específicos de conversación que pueden aumentar o
modificar los efectos que se encuentran aquí, e identificar estrategias que podrían ser
utilizadas por los sistemas de salud o las campañas de donación de sangre.

Finalmente, el uso de datos transversales no permite declaraciones sobre la dirección


de los efectos. Aunque (a) los modelos de ruta competitivos en los que se invirtió la
dirección de la causalidad tenían un peor ajuste que los modelos 1-3; y que (b) la
literatura previa puso a prueba las redes interpersonales de discusión política (Eveland,
2001; Eveland, 2002; Eveland, Shah y Kwak, 2003; McLeod et al., 1996; McLeod et
al., 1999; Rojas & Puig-i- Abril, 2009; Shah et al., 2007; Sotirovic y McLeod, 2001)
respaldan la dirección de los efectos que se muestran aquí, solo los modelos de análisis
de ruta que utilizan datos longitudinales pueden finalmente dejar este tema para el
caso de la donación de sangre.

Este estudio constituye una contribución novedosa para caracterizar y comprender la


donación voluntaria de sangre en Colombia. Los hallazgos aquí expanden la aplicación
del modelo CMM más allá de la participación política y la secuencia OSOR, y ofrecen,
por primera vez -con algunas excepciones incontables- la consideración de la teoría de
la comunicación en el campo de la donación de sangre. A nivel práctico, los resultados
del estudio pueden beneficiar directamente a otros países andinos en la misma
situación, como Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela (Schmunis y Cruz, 2005), así
como a otros países de la región de América Latina.

Notas
1
Donación de un familiar o amigo como intercambio de trueque por las necesidades
de sangre de una persona que recibe una transfusión.

2
Residualizar es un método para tener en cuenta el efecto de los controles para que
no tengan que aparecer en el modelo. Algunos autores han criticado este método por
tener un sesgo conservador o liberal al estimar los efectos significativos (ver
Darlington S Smulders, 2001). Aunque se reconocen estas deficiencias, (a) la
residualización puede ser efectiva para transmitir resultados que podrían ser
innecesariamente complejos (Weymouth S Feinberg, 2011), y (b) el modelo se ha
estimado con y sin residualización y los principales resultados sobre la centralidad de la
charla sigue siendo la misma

3
Los coeficientes estándar usan las varianzas de las variables latentes continuas y las
variables de fondo y / o de resultado ( www.statmodel.com ).
4
Los coeficientes de efectos indirectos estandarizados son comparables, aunque no se
han utilizado pruebas formales para comprobar su diferencia.

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Abouth el autor:

Eulàlia P. Abril, profesora asistente de comunicación en la Universidad de Illinois en


Chicago. Ella tiene un Ph.D. en comunicación masiva de la Universidad de Wisconsin-
Madison. Sus áreas de investigación incluyen salud y comunicación política con énfasis
en los nuevos efectos de los medios. Su investigación ha sido publicada en el Journal
of Health Communication, Health Communication, Communication Research y
el Journal of Communication.

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