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Derecho internacional público

En sentido horario desde arriba a la izquierda: Eleanor Roosevelt sostiene texto (en español) de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en la sede de la Corte Internacional de Justicia y también sede de la Corte
Penal Internacional.

El derecho internacional público es la rama del derecho público exterior que estudia y regula el comportamiento
de los Estados y otros sujetos internacionales, en sus competencias propias y relaciones mutuas, sobre la base de
ciertos valores comunes, para garantizar la paz y cooperación internacional, mediante normas nacidas de fuentes
internacionales específicas. O más brevemente, es el ordenamiento jurídico de la comunidad internacional.

El actual sistema de derecho internacional público puede definirse como el conjunto de normas jurídicas y
principios que las jerarquizan y coordinan coherentemente. Estas están destinadas a regular las relaciones externas
entre sujetos soberanos, los Estados, y otros sujetos (sujetos atípicos), a los cuales también se les confiere calidad
de sujetos de derecho internacional. El propósito es armonizar sus relaciones, construyendo un ideal de justicia
mutuamente acordado por ellos, en un marco de certeza y seguridad que permita realizarla.

Se trata de un conjunto de normas jurídicas con una estructura especialmente adecuada a los destinatarios del
sistema y a las necesidades del mismo. La estructura del derecho internacional público es de coordinación, lo que
le diferencia de las estructuras de subordinación de los sistemas internos, dónde los sujetos están sometidos a
poderes que los condicionan. Esta estructura de coordinación responde a que sus principales sujetos, los Estados,
son soberanos, razón por la cual no admiten sometimiento a poder material ajeno que les condicione, aunque si se
subordinan, sin perder su atributo, a reglas jurídicas que le obligan sin excepción.

El derecho internacional está integrado por acuerdos entre Estados —tales como tratados internacionales, con
diferentes denominaciones según el caso (tratados, pactos, convenios, cartas, memorándum, declaraciones
conjuntas, intercambios de notas, etc.)— como también por la costumbre internacional, que se compone a su vez
de la práctica de los Estados, que éstos reconocen como obligatoria, y por los principios generales del derecho.
Esta enumeración de fuentes del derecho internacional es consagrada por el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia que dice:

La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas,
deberá aplicar

1. Las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas


expresamente reconocidas por los Estados litigantes
2. La costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho
3. Los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas
4. Las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas
naciones como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo
dispuesto en el Artículo 59.

Artículo 38.1 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia

Además, en el ámbito multilateral, el derecho internacional se nutre de los acuerdos a los que lleguen los Estados
en el marco de los organismos internacionales a que pertenezcan y, dentro de éstos, de aquellos acuerdos que se
comprometen a aplicar.
En ambos casos, bilateral o multilateral, el nivel adquirido al comprometerse un Estado es el de poner en vigor la
norma acordada en su propio territorio y aplicarla por encima de las normas nacionales, conforme a las
particularidades de cada orden jurídico interno.

Tradicionalmente, se diferencia entre derecho internacional público y derecho internacional privado. Este artículo
se basa fundamentalmente en el derecho internacional público, por cuanto el derecho internacional privado no
configura un sistema autosuficiente, en tanto pretende resolver conflictos de leyes mediante tratados (sometidos al
derecho internacional público) o leyes internas (sometidas el régimen de cada Estado).

Origen
Francisco de Vitoria, considerado el fundador del derecho internacional moderno1

 Aún en las situaciones más críticas, cuando la violencia era la norma de las relaciones entre los centros de
poder independientes, siempre existieron reglas de juego preestablecidas, o pactadas de alguna manera por
las partes, aceptadas y respetadas como un complemento de las relaciones de fuerza. Puede afirmarse que,
hasta muy avanzada la época histórica, las reglas de juego aplicadas a esas relaciones no poseyeron
caracteres jurídicos, y que se fundaban en concepciones religiosas, o ciertas veces en planteamientos
filosóficos y morales.

En algunos casos no se utilizaban ciertas armas, por poseerlas también el enemigo. Así, por ejemplo, las jaurías de
perros no se usaban en las luchas entre musulmanes y cristianos. Pero estas jaurías sí fueron empleadas por los
colonizadores españoles en América contra los indígenas.

Se atiende específicamente a los documentos y datos de la historia, Héctor González se encuentra la existencia de
reglas que regulan las relaciones entre centros de poder independientes, las que se remontan a más de 5000 años.
El acuerdo (o tratado) más antiguo de que se tiene noticia es el celebrado en el 3200 a. C. entre las ciudades
caldeas de Lagash y Umma, por el cual ambas fijaron sus fronteras después de una guerra.

Otro acuerdo sería el celebrado entre los egipcios y los hititas, por el cual se acuerda el reparto de zonas de
influencia.

 En la época moderna, parece que el primer recurso a una jurisdicción internacional fue el de las
Reclamaciones de Alabama, al fin de la Guerra de Secesión Americana, juzgado por una corte
internacional en Ginebra.

 En cuanto al origen del Derecho internacional público, podemos afirmar la existencia de dos posiciones:

1. Algunos autores sostienen que este derecho existe desde que los pueblos primitivos mantuvieron relaciones
comerciales, establecieron alianzas, sometieron sus problemas a la decisión de un tercero, respetaron la
inviolabilidad de sus enviados, etc.

2. Quienes niegan la existencia del derecho internacional en la antigüedad y ubican su origen a partir del momento
en que se dan los supuestos básicos para la existencia de un sistema tal cual funciona en la actualidad: una
pluralidad de Estados nacionales que se reconocen como jurídicamente iguales, que se atribuyen en exclusividad el
atributo de soberanía y que están dispuestos a regular sus relaciones por normas jurídicas, sin menoscabar por ello
su carácter de soberanos. Estos autores sitúan el momento histórico en que esos hechos se dan y aparece el derecho
internacional a partir del siglo XVI o, más precisamente, a mediados del siglo XVII, con los tratados de Westfalia
de 1648.

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