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Discípulos multiplicando discípulos

Pastores multiplicando pastores


Iglesias multiplicando iglesias

Manual del ministerio de PIC


B. G. Bennett
www.ccp.international
Plantación de Iglesias Comunitarias
Un programa catalizador para plantación de iglesias comunitarias
mediante proyectos de formación basados en 2 Timoteo 2:2

Discípulos multiplicando discípulos


Pastores multiplicando pastores
Iglesias multiplicando iglesias

Segunda edición 30 de junio de 2016

Compilado por Bruce Bennett


Bruce es el fundador de PIC (Plantación de Iglesias Comunitarias) y también fue el pionero en el modelo Plantación
de Iglesias en Aldeas, que facilitó la plantación de 44.000 iglesias entre 2003 y 2016. Dee, su esposa, lo ha apoyado
durante este programa de plantación de iglesias comunitarias.

Si necesita información adicional, escriba a:


Bruce Bennett
Correo electrónico: bbennett@omssa.co.za

«… [S]obre esta roca edificaré mi iglesia…».


El Señor Jesucristo

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Siglas

PIC Plantación de Iglesias Comunitarias


PI-CF Plantación de Iglesias por Centro de Formación
PI-IE Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida
PID Plantación de Iglesias por Discípulos
SPI Seminarios para la Plantación de Iglesias
PIA Plantación de Iglesias en Aldeas
OMS Sudáfrica One Mission Society (Sudáfrica)

Traducciones de la Biblia
En la mayoría de los casos el texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960
Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas.
El texto bíblico indicado con «NVI» ha sido tomado de La Santa Biblia, Nueva Versión
Internacional® NVI® Copyright © 1986, 1999, 2015 de Biblica, Inc.
El texto bíblico indicado con «NTV» ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción
Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers,
Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los
derechos reservados.

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Contenido

Página

Mensaje preliminar 5
1. Presentación general 6
2. Introducción 7
3. Visión 11
4. Movimientos de la iglesia 15
5. Proceso de Plantación de Iglesias Comunitarias 21
6. Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF) 29
7. Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida (PI-IE) 36
8. Plantación de Iglesias por Discípulos (PID) 43
9. Seminarios para la Plantación de Iglesias (PID) 48
10. Las nueve piedras angulares de PIC 52
11. Los doce principios universales de PIC 89
12. Los diecisiete distintivos de los proyectos de PIC 112
13. Estrategias continentales 122
14. Presentación del programa de formación 123
15. Estructura de liderazgo 128
16. Guía del formador 130
17. Evaluación de los proyectos y las iglesias de PIC 131
18. Informes 137
19. Conclusión 138
20. Apéndice: Programa de Formación de PIC 139

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Mensaje preliminar
En este manual, hemos usado terminología como «el pastor» o «el estudiante» a fines de facilitar
la lectura y favorecer la economía de palabras. No obstante, en Misiones Mundiales Metodistas
Libres y el Programa de Plantación de Iglesias Comunitarias, creemos que Dios llama a mujeres y
hombres para servir como pastoras y pastores.

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Capítulo 1
Plantación de Iglesias Comunitarias: Presentación general
Podemos dividir el Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) en cuatro componentes
principales:

1. Principios
2. Plataformas
3. Procesos
4. Provisiones

A la vez, los detalles centrales de cada componente se incluyen en la siguiente tabla, que
presenta un panorama conciso del modelo de PIC.

Principios Plataformas Procesos Provisiones

Visión Individuos Evangelio Plan de Dios


Llamado Iglesias Entrada Personas de paz
Fe Centros de Discipulado Toda la iglesia
formación
Autoridad Seminarios Formación Todos los
discípulos
Comunidad Redes sociales Multiplicación Manual de PIC
Hospitalidad Omega
Multiplicación Formación
pastoral
Motivación Entrenamiento de
PIC
Intencionalidad

Los nueve principios de PIC están incluidos en un libro titulado Kingdom Keys [Las llaves del
reino], que puede adquirirse en Amazon.com siguiendo los enlaces a continuación:
Kindle: http://www.amazon.com/Kingdom-Keys-Bruce-Bennett-ebook/dp/B01D3DUKIM
Tapa blanda: http://www.amazon.com/Kingdom-Keys-Bruce-Bennett/dp/0620681551

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Capítulo 2
Introducción
2.1.1. Exaltación de Cristo entre las naciones
• Jesús dijo: «Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mat. 16:18).
• «Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y
nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran
cantidad de peces, y su red se rompía» (Luc. 5:4-6).

Jesús asume la responsabilidad final del establecimiento de Su iglesia. Está claro que, si bien Jesús
podría edificar Su iglesia por sí solo, se complace en hacer crecer Su reino usando como
instrumentos a Sus discípulos y los recursos que ellos tienen. Los pescadores, la barca y las redes
no eran esenciales para esta pesca milagrosa, pero Jesús prefirió usar a Sus discípulos y las
herramientas de su oficio para capturar los peces. La presencia de Jesús transformó una infructuosa
expedición en una abundante pesca. Su presencia en la barca fue la que atrajo esa enorme cantidad
de peces a la red.

Los principios que extraemos de los pasajes de las Escrituras citados arriba son que Jesús usará a Sus
discípulos y sus herramientas para construir Su iglesia, siempre que Su presencia y Sus
instrucciones se conviertan en el centro de la vida de los discípulos y de sus métodos. Las obras
de los discípulos sin la presencia y la dirección de Jesús fueron un fracaso; en cambio, con la
presencia de Jesús en sus vidas y en la barca, ellos se constituyeron en una parte integral de la
pesca. Solo cuando tus actividades se encaminan a elevar a Cristo, exaltar Su nombre y darle a Él
la gloria por las cosas que hace, nuestros métodos y estrategias reciben la bendición de Dios. «Y
Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí» (Ex. 33:15).

El Manual de PIC no sirve para nada sin la presencia de Cristo. Él debe ser siempre el centro de
todo lo que hacemos; Sus pautas deben ser lo más importante en nuestras obras. Nuestras
herramientas, métodos y estrategias no darán fruto a menos que busquemos Su continua presencia.
A Dios le ha complacido bendecir el programa PIC no solo debido a sus estrategias únicas, sus
inteligentes plantadores de iglesias o sus métodos sistemáticos, sino primordialmente por los
numerosos discípulos fieles que buscan honrar a Dios, clamar Su nombre y exaltar a Cristo entre
las naciones. Que la bendición de Dios continúe descansando sobre todos aquellos que
humildemente buscan plantar iglesias en las comunidades que no han sido alcanzadas.

2.2. Enfoque de la Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC)


Hoy en día el Espíritu Santo ha despertado a la iglesia para que se involucre en una diligente
plantación de iglesias. En Asia, Sudamérica y África, estamos viendo un fenómeno que ha sido
denominado movimiento de plantación de iglesias. En la actualidad este fenómeno es menos
evidente en el primer mundo, pero creemos que Dios desea extender esta bendición a todas las
comunidades con el fin de que Su gloria cubra la tierra «como las aguas cubren el mar» (Hab.
2:14).

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Este manual condensa nuestra experiencia de plantación de iglesias en África, Asia y Sudamérica,
y adapta los métodos a un contexto mundial más amplio. La Plantación de Iglesias Comunitarias
(PIC) tiene como objetivo el reclutamiento y la capacitación de plantadores de iglesias tanto en
áreas urbanas como rurales para que funden iglesias multiplicadoras en las comunidades no
evangelizadas. Los plantadores de iglesias pueden ser de tiempo completo o tener además otra
ocupación (plantador bivocacional), y el modelo de PIC puede adaptarse al sector económico
formal e informal de la sociedad. Las personas que residen en sectores informales generalmente
tienen más tiempo para dedicarse a las actividades de la iglesia que aquellos del sector formal, y
por eso permitimos que los participantes sigan los procesos y las normas del programa según sus
circunstancias particulares. El Programa de Formación Pastoral también se ajusta a la
disponibilidad y el contexto de los estudiantes.

2.3. La urgencia del momento

El posmodernismo, el humanismo, el materialismo y el


La urgencia del
sectarianismo conspiran para diezmar la iglesia evangélica en el
momento exige una
Occidente. El islamismo continúa migrando hacia África, Asia y
Europa; el choque entre ideologías religiosas provoca tensiones plantación exponencial
que siguen cambiando el panorama del siglo XXI. Los límites entre de iglesias.
el fanatismo y el nacionalismo hindú se han vuelto
deliberadamente imprecisos, lo que ha dado lugar al extremismo violento y la intolerancia
religiosa. El comunismo exige la abolición tanto de las religiones como de la moralidad absoluta,
lo que atenta contra la esperanza ofrecida por el Señor Jesucristo. Dos mil años después del
nacimiento de Cristo, millones de personas están desamparadas y dispersas como ovejas sin pastor.
Sus lastimosos gritos camino a la perdición eterna continúan llegando al corazón de Dios. Él desea
una cosecha y el Espíritu de Cristo nos urge a la oración y a la acción. Solo las Buenas Nuevas del
Señor Jesucristo pueden traer la transformación y el cambio sostenible que son necesarios para
acometer los retos del siglo XXI. Dada la urgencia del momento, se necesita un modelo de
plantación de iglesias exponencial con el que se consiga llegar a todas las comunidades.

2.4. Las raíces históricas de PIC

A mediados de los 90, OMS Sudáfrica vio la crisis de refugiados en Sudáfrica como una
oportunidad para el ministerio cristiano. A partir de 1999, comenzaron a formar a personas que
habían buscado refugio en Sudáfrica para que iniciaran ministerios de plantación de iglesias. Estos
contactos proveyeron una invaluable puerta de entrada a muchas partes de África y, como la OMS
trabajó primeramente a través de personas autóctonas (líderes locales), estos refugiados formados
desarrollaron una red que ahora se extiende por gran parte del continente. En la rural África
subsahariana, estos ministerios se concretaron con un programa denominado Plantación de Iglesias
en Aldeas (PIA).

En las ciudades de África donde trabajó OMS Sudáfrica, el programa se adaptó tomando como
base un modelo de plantación de iglesias en casas. El modelo Plantación de Iglesias en Aldeas
(PIA) extendió los ministerios de OMS Sudáfrica hacia África del Norte, Asia y Sudamérica. El

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modelo Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF) presentado en este manual es muy
parecido al modelo PIA. Conservamos el modelo y el manual de PIA a pesar de que se repiten
algunos temas, ya que continúan siendo muy útiles para las circunstancias particulares de las
aldeas, y porque no tiene sentido cambiar una receta que ya sale bien.

2.5. Fuera de África

Aunque el programa PIA nació en África, cada vez más iglesias en Asia y Sudamérica comenzaron
a adaptar e implementar versiones contextualizadas del programa y nos pidieron revisar y
renombrar el modelo PIA para permitir una aplicación más amplia. El término «aldea» no es
relevante en muchos contextos asiáticos y sudamericanos, y tampoco es apropiado en el desarrollo
de iglesias domésticas en las ciudades. A medida que modelo continuó expandiéndose hacia Asia,
Europa y América, se hizo necesario darle un nombre más aceptable a nivel internacional; por esa
razón, esta versión del modelo se llama Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC). Trabajar junto
con nuestros amigos asiáticos y latinoamericanos ha sido una experiencia enriquecedora y
gratificante; sus buenas ideas y sugerencias nos han ayudado a desarrollar modelos más integrales
para la plantación de iglesias. A medida que estos modelos vayan extendiéndose por más regiones,
nosotros aprenderemos más. Las ediciones posteriores de este manual reflejaran este aprendizaje.

2.6. La historia y naturaleza de los movimientos de plantación de iglesias

En su libro Movements that Change the World [Movimientos que cambian el mundo], Steve
Addison provee una significativa visión sobre la historia y la naturaleza de los movimientos del
reino cuando hace un repaso de sus precedentes históricos. El autor señala que Dios:
• llama a personas que no parecen adecuadas y las inspira con innovadoras estrategias de
ministerio;
• centra su atención en las prácticas y los principios bíblicos del primer siglo;
• les concede una fe profunda y una intencionalidad genuina;
• los envía a los pueblos no alcanzados por el evangelio;
• renueva las iglesias existentes y transforma la sociedad.

Steve Addison afirma:


• El movimiento disminuye a medida que los tesoros de este mundo corrompen a los
discípulos.
• Los movimientos no tienen miembros, sino participantes.
• Las organizaciones pueden apoyar un movimiento, pero nunca son la totalidad de un
movimiento.
• Los movimientos pueden tener figuras destacadas, pero estas no controlan el movimiento.
• Los movimientos se componen de personas comprometidas con una causa común.
• Los movimientos se caracterizan por el descontento, la visión y la acción.
• Los movimientos surgen cuando la gente siente que algo debe cambiar.
• Los movimientos nacen cuando el descontento es reemplazado por la visión y la acción
piadosas.
• Los movimientos son uno de los medios principales por los cuales Dios trae renovación y
expansión, y son un indicio de la vitalidad de la fe cristiana.

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Steve Addison señala que los movimientos del reino se caracterizan por la fe apasionada, el
compromiso con una causa, las relaciones contagiosas, la movilización rápida y los métodos de
adaptación. Ese libro es una lectura esencial para los líderes y plantadores de iglesias que quieran
entender y ser parte de lo que Dios está haciendo en esta era del movimiento de plantación de
iglesias.

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Capítulo 3
Visión
3.1 Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC)

«Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas
como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su
mies» (Mat. 9:35-38).

El programa PIC se enfoca en establecer iglesias multiplicadoras en comunidades del mundo que
no han sido alcanzadas, desarrollando procesos apropiados de plantación de iglesias y modelos de
formación para cada contexto. No hay un modelo único y universal para la plantación de iglesias,
pero podemos brindar marcos de referencia genéricos que los plantadores pueden contextualizar y
adaptar. De modo similar, aunque nuestros programas de formación han probado ser apropiados,
necesitan evolucionar para satisfacer las necesidades particulares de los estudiantes y los contextos
únicos que ellos enfrentan.

La característica distintiva del modelo Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) es que se enfoca
en el traslado de formadores a áreas de alta densidad que no hayan sido alcanzadas por el evangelio
y en el establecimiento de centros de formación informales dirigidos por pastores entrenados.
Hemos encontramos que este modelo también funciona en comunidades informales adyacentes a
las ciudades, debido en gran parte a que las prácticas informales de empleo permiten que los
estudiantes bivocacionales tengan tiempo para participar en cursos de formación estructurados, a
la vez que dedican tiempo a plantación de iglesias.

El modelo de PIC tiene un enfoque más amplio y procura brindar la oportunidad de que los
estudiantes que así lo deseen puedan permanecer en su empleo formal mientras se preparan para
el ministerio y la iniciación de iglesias. Para ayudar con las diferentes necesidades de los
plantadores de iglesias, ofrecemos cuatro modelos distintos:

a) El modelo Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF) es un modelo


parecido al modelo Plantación de Iglesias en Aldeas (PIA) desarrollado por el autor
mientras trabajaba con OMS Sudáfrica. Ha tenido resultados prolíficos en áreas rurales y
en asentamientos informales.
b) El modelo Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida (PI-IE) ayuda a las iglesias
existentes a convertirse en iglesias multiplicadoras a la vez que asumen la responsabilidad
de formar y supervisar a nuevos pastores y sus plantaciones de iglesias.
c) El modelo Plantación de Iglesias por Discípulos (PID) reconoce que en ciertas
comunidades se dan circunstancias específicas en las que personas solas deben plantar
nuevas iglesias en lugares no alcanzados por el evangelio.
d) El modelo Seminarios para la Plantación de Iglesias (SPI) motiva a seminarios y
escuelas bíblicas para que asignen proyectos prácticos de plantación de iglesias a los
estudiantes de teología como parte integral de su programa de estudio.

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Los principios para la plantación de iglesias son universales y son los mismos independientemente
del modelo utilizado. Sin embargo, debemos contextualizar el proceso. Los materiales de nuestro
Curso de Formación Pastoral serán de gran ayuda para todos los plantadores de iglesias que
comienzan con un modelo de plantación de iglesias que es esencialmente bivocacional. Con el
tiempo, a medida que las iglesias crezcan, creemos que muchas de ellas serán capaces de llamar a
los pastores-plantadores bivocacionales al servicio de tiempo completo.

3.2 La visión de PIC

PIC desea que en todas las comunidades haya iglesias espiritualmente maduras.

3.3 La misión de PIC

PIC desea que en todas las comunidades haya iglesias espiritualmente maduras, por lo que se
ocupa de movilizar discípulos que multipliquen discípulos, pastores que multipliquen pastores,
iglesias que multipliquen iglesias y seminarios que instruyan a formadores para que estos planten
iglesias multiplicadoras.

3.4 Objetivos principales

• Establecer iglesias multiplicadores y espiritualmente maduras en cada comunidad.


• Preparar discípulos espiritualmente maduros para que planten iglesias en comunidades no
alcanzadas.
• Capacitar iglesias espiritualmente maduras para que planten iglesias hijas multiplicadoras.
• Preparar a todos los pastores-formadores para que sean pastores-formadores que fomentan
la multiplicación.
• Empoderar a todos los creyentes para que sean discípulos de Cristo espiritualmente
maduros y fomenten la multiplicación.
• Capacitar a todos los seminarios para que instruyan a formadores y pastores-plantadores
de iglesias con visión multiplicadora.

3.5 Metas

Nos esforzamos, junto con todas las demás organizaciones y plantadores de iglesias, para lograr la
misma meta universal de que haya una iglesia espiritualmente madura en cada comunidad para
2050.

3.6 Movilización de la iglesia

Estamos convencidos de que la responsabilidad de la plantación de iglesias descansa firmemente


en las manos del Cuerpo de Cristo. Los modelos de PIC, así como el movimiento de plantación de
iglesias por saturación, el movimiento misionero nativo, el movimiento de la diáspora, los
movimientos de discipulado y todos los movimientos multiplicadores de plantación de iglesias,
están siendo movidos por el Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo gesta una causa común y
busca a personas comprometidas para que la apoyen, Él está cumpliendo la promesa de Cristo, «Y

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yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella» (Mat. 16:18).

Una gran cantidad de denominaciones ha adoptado los modelos de PIC; inicialmente, los han visto
como uno de sus «programas ministeriales», pero, en todos los casos, se han convertido en una
parte central de sus objetivos futuros. Un movimiento de plantación de iglesias es una obra del
Espíritu Santo mediante la cual enriquece la iglesia con la inusual llegada del reino a comunidades
que no habían sido alcanzadas. El movimiento se origina en el corazón de Dios y es una parte
esencial del reino de Dios, reino que Jesús se complace en dar a la iglesia. «No temáis, manada
pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino» (Luc. 12:32). Trabajamos
intencionalmente con líderes de iglesias locales; de ese modo, evitamos entrar en conflictos,
generar desconfianza y disensión, y nos libramos de crear un humo que impida ver el fuego que
subyace. Debemos buscar la participación de los líderes de la iglesia de cada región, presentarnos,
entender su visión y estrategias, y buscar ayudarlos en el cumplimiento su visión de alcanzar a los
perdidos para Cristo.

Las iglesias existentes tienen una carga por alcanzar a sus comunidades y vecinos más cercanos;
son una herramienta invaluable a través de la cual el Espíritu Santo proporciona recursos para
esparcir un movimiento (en forma de oración, personas y aportes económicos). El hecho de que
algunos líderes denominacionales sean reacios a adoptar el cambio no debe ser causa de
desmotivación para los obreros. Debemos transmitir la visión, motivar amplias iniciativas de
colaboración y trabajar con aquellos a quienes el Señor de la Mies asigna los proyectos.

El modelo Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) moviliza intencionalmente a iglesias que


tienen un corazón para las regiones que tenemos como objetivo. Para lograrlo, hacemos lo
siguiente:
• Visitamos a los líderes de las iglesias y nos presentamos.
• Entendemos su visión para alcanzar los perdidos.
• Estudiamos junto a ellos cómo podemos ayudarlos a lograr su visión.
• Les comunicamos los resultados de otros proyectos colaborativos.
• Invitamos a otros a venir y ver lo que logra un movimiento impulsado por el Espíritu Santo.
(Esto hace que las personas salgan de las nubes de humo y se acerquen al fuego. Este fuego
los consume y ellos llevan la llama con ellos cuando se van a casa).
• Entrenamos a los líderes inicien movimientos de PIC.

A través del trabajo intencional con iglesias locales, ayudamos a dispersar cualquier «humo» que
pueda causar confusión. Jesús dijo: «Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo» (Juan 12:32). Como organizaciones paraeclesiásticas, debemos honrar a Cristo y trabajar
con iglesias establecidas para generar movimientos transformadores inspirados por el Espíritu
Santo. Un movimiento transforma tanto a las personas que no han sido alcanzadas como a las
iglesias existentes, ya que les permite ser un instrumento primario para recoger la cosecha y
preservar la semilla. El Espíritu Santo sirve el vino en nuestros odres. Una iglesia fiel modificará
y transformará sus odres para adaptarse a los deseos del Espíritu Santo. Los líderes de iglesia
tradicionales son una parte integral de los movimientos y los procesos de transformación en África,
Asia, Europa, la región del Pacifico y América. Debemos ser responsables e invitar y movilizar
las iglesias para que sean parte del fuego de esta era de plantación de iglesias.

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Si una iglesia no comparte tu visión sobre un grupo objetivo en particular, busca otra que sí lo
haga. En el modelo de PIC, encontramos que es más fácil, más saludable y más sostenible trabajar
con personas que ya son creyentes, quienes, invariablemente, también son miembros de una iglesia
existente. Si Dios está dirigiéndote a una comunidad en particular, Él conseguirá todos los recursos
que necesites, inclusive las estructuras eclesiásticas apropiadas. No debemos trivializar las
estructuras eclesiásticas existentes; todos trabajamos en el marco de alguna estructura porque nos
ayuda a conseguir nuestra misión. La belleza de trabajar con denominaciones que tengan una
mentalidad parecida a la nuestra reside en la red de trabajo y los recursos que ellos aportan para
respaldar un aumento cada vez mayor en las nuevas plantaciones de iglesias, la formación para el
liderazgo y los movimientos de discipulado. Cuando las iglesias gestan iglesias hijas, ellas
naturalmente quieren alimentarlas y verlas crecer. Dios ha incluido el cuidado en el ADN tanto de
los padres biológicos como espirituales. Debemos asegurarnos de trabajar con colaboradores
dispuestos y confiables que puedan proporcionar un ambiente saludable para la implementación
de principios bíblicos universales. Tenemos que escoger sabiamente a nuestros colaboradores y
debemos confrontar el error y perseverar con paciencia. Si el Espíritu Santo nos llama a trabajar
en sociedad, Él transformará la relación según Sus fines. En muchas regiones no hay iglesias; sin
embargo, Dios se revela a sí mismo a los residentes locales o extranjeros, llamándolos a «hacer
discípulos en todas las naciones». Es para estas personas que hemos desarrollado el modelo
Plantación de Iglesias por Discípulos (PID). Dios puede usar a individuos como el apóstol Pablo
y sus acompañantes para ser pioneros en la plantación de iglesias.

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Capítulo 4
Movimientos de la iglesia
4.1 Plantación de iglesias por saturación

La plantación de iglesias por saturación es un proceso intencional que tiene por objetivo que cada
localidad o aldea de una nación tenga una iglesia y así lograr que la tierra sea «llena del
conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar» (Hab. 2:14). Para llenar la
tierra «del conocimiento de la gloria de Jehová», debemos llenarla de iglesias que den un
testimonio confiable en cada comunidad, de modo que todo hombre, mujer y niño tenga la
oportunidad de aceptar o rechazar el evangelio. Plantar iglesias en cada comunidad es el único
vehículo a través del cual podemos lograr la Gran Comisión (Mat. 28:18-20).

4.2 Movimientos de Plantación de Iglesias Comunitarias

Un movimiento de Plantación de Iglesias Comunitarias es un incremento exponencial en los


estudiantes de pastorado que inician y pastorean nuevas iglesias multiplicadoras con miembros
multiplicadores. Pocos meses después de comenzar un programa pastoral y de plantación de
iglesias, los estudiantes deben, a su vez, reclutar y formar a nuevos estudiantes de pastorado que
plantarán y pastorearán nuevas iglesias multiplicadoras llenas de miembros multiplicadores.

«El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo:
Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella» (Mat. 16:15-18).

Este pasaje nos deja estas enseñanzas:


• Jesús asume la principal responsabilidad de la edificación de Su iglesia.
• Dios escoge personas comprometidas con Su causa. Los obreros clave deben mantenerse
íntimamente conectados con Dios de modo que puedan recibir revelación, sabiduría y
discernimiento para conocer el corazón de la Trinidad en asuntos de plantación de iglesias.
• Una denodada confesión publica de la deidad de Cristo es la piedra angular sobre la cual
Cristo erige Su iglesia.
• Dios elige poner a personas en posiciones de liderazgo para que sean pioneras en el
esparcimiento de Su reino. En este sentido, las generaciones subsecuentes de los líderes de
iglesia asumen funciones apostólicas en la plantación de iglesias entre las personas que no
han sido alcanzadas. En este siglo, necesitamos que personas parecidas a Pablo recorran el
mundo inspirando a los seguidores de Jesús a plantar iglesias donde todavía no las hay.

Los movimientos de PIC son un avivamiento del Espíritu Santo que surge dentro de la iglesia y la
lleva a recordar su responsabilidad en el cumplimiento de la Gran Comisión a través de la
plantación de iglesias hijas y del modelo de formación de líderes de iglesia descrito en
2 Timoteo 2:2. Por tanto, podemos decir que una iglesia existe:

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• Para plantar iglesias hijas, que son el lugar dispuesto por Dios para el discipulado de las
naciones.
• Para formar a pastores y líderes según el modelo de 2 Timoteo 2:2.

Para cumplir con la necesidad vasta y apremiante de que haya una iglesia en cada nación y en cada
comunidad, debemos apreciar el sentido de urgencia de esta tarea. En el Occidente de África,
pueden existir hasta 10.000 aldeas en una nación sin un testigo creíble del evangelio. Nuestra
conservadora estimación es que, en esa región de África, hay un promedio de 5000 aldeas por ser
evangelizadas en cada nación. En Asia, la situación es mucho más alarmante. La esperanza de vida
de muchas personas está alrededor de los 45 años, lo que demanda un aumento más dramático en
la tasa de plantación de iglesias para permanecer fieles a la Gran Comisión. Al momento de
ponderar el declive de la iglesia europea, debemos orar por un nuevo movimiento transformador
del Espíritu que vuelva a fomentar el fervor evangélico europeo de años anteriores.

Para lograr un incremento rápido en la tasa de plantación de iglesias, necesitamos:


• Seguir modelos que apoyen el sacerdocio de todos los creyentes.
• Acelerar la formación de nuevos pastores.
• Delegar más responsabilidades de liderazgo a los hijos e hijas.
• Enraizar la visión de plantación de iglesias en el ADN de todas las naciones.
• Orar con esperanza por un movimiento del Espíritu Santo.

Una crítica dirigida a muchas iglesias apunta a la profundidad de su formación y discipulado; es


sabio que podamos tener un enfoque intencional en estos elementos en nuestros modelos de
plantación exponencial de iglesias. Necesitamos modelos que aumenten dramáticamente la tasa a
la cual plantamos iglesias y formamos, equipamos y enviamos a pastores a la labor del ministerio.
Necesitamos movilizar iglesias autóctonas para que tomen cada vez más responsabilidad en la
formación de pastores y estos planten iglesias multiplicadoras de forma que cada comunidad tenga
una iglesia. Es importante reiterar que, si plantamos una iglesia, debemos dar una formación
responsable a sus líderes. Necesitamos seguir un método integral y holístico, y hacer un llamado a
mayor colaboración entre iglesias, seminarios e institutos bíblicos. Los modelos de PIC motivan
la plantación múltiple de iglesias a través de programas de formación simultánea con el ministerio.
Los seminarios y las escuelas bíblicas están idealmente creados para supervisar los programas de
formación de PIC; pueden formar a los instructores y tutores de PIC; y proveer los puentes de
aprendizaje hacia cursos más avanzados.

El modelo de PIC se enfoca tanto en la plantación de iglesias como en la formación de pastores


a nivel exponencial. En Costa de Marfil en enero de 2003, el programa comenzó con 45 estudiantes
de pastorado/plantación. En febrero de 2007, había 270 estudiantes de pastorado, de los cuales 155
pertenecían a iglesias de primera generación, 96 a iglesias de segunda generación y 9 a iglesias de
tercera generación. Para junio de 2010, siete años y medio después de comenzar el proyecto PIC,
Costa de Marfil tenía en funcionamiento 871 iglesias con 137.953 miembros.

En el modelo de PIC, el aumento exponencial de estudiantes precede al aumento exponencial de


iglesias. Actualmente, los estudiantes son motivados a iniciar la plantación de iglesias pocas
semanas después de haber comenzado su formación. Es interesante observar que, en 2 Timoteo
2:2, Pablo le encomienda a Timoteo que encargue o transmita un conjunto de conocimientos a

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hombres «fieles», a quienes luego define como «idóneos para enseñar también a otros». Los
pastores-formadores seleccionan a los estudiantes-formadores, quienes deberán seleccionar a sus
propios estudiantes. Luego, motivamos a los discípulos a que planten una iglesia bajo la
supervisión de su instructor mientras enseñan a otros a hacer lo mismo. Por tanto, ellos
inmediatamente transmiten este conocimiento y habilidad a sus propios aprendices.

En 2 Timoteo 2:2, se requiere que los discípulos obedientes inviertan en formadores que sean
capaces de formar a otros. Esto significa que, en nuestra relación con nuestros estudiantes y futuros
formadores, debemos discernir tempranamente si son competentes y están dispuestos a formar a
otros. Necesitamos estudiantes que tengan sus propios
estudiantes para poder supervisar que transmitan el PIC: un proceso integrado en el cual
conocimiento que les hemos confiado. En última los discípulos forman a discípulos
instancia, este es el principio que da origen tanto a mientras participan en el ministerio
nuevos discípulos como a nuevas iglesias. La para el establecimiento de nuevas
formación dura 40 meses, en los cuales los estudiantes iglesias en comunidades que no
plantan y pastorean sus propias iglesias a medida que habían sido alcanzadas.
forman y orientan a sus propios estudiantes de
pastorado. Desarrollamos un proceso integrado en el cual los discípulos forman a discípulos
mientras participan en el ministerio para el establecimiento de nuevas iglesias multiplicadoras en
comunidades que no habían sido alcanzadas.

Jesús primero enseñó a Sus doce discípulos y luego la iglesia creció a partir de esos creyentes
discipulados. Jesús tuvo un ministerio de tres años y medio; cuando terminó, probablemente había
unas pocas iglesias en Galilea, Jerusalén y Samaria. Sin embargo, Jesús tuvo una estrategia
intencional cuando lanzó el primer movimiento de plantación de iglesias del mundo. Él se dedicó
a formar a pastores para las multitudes desamparadas y dispersas, que estaban como ovejas sin
pastor. Primero, los líderes fueron 12; luego, 72; y, para Pentecostés, ya había 120. Pentecostés
sucedió gracias a que había suficientes líderes dispuestos a guiar a los miles que se habían añadido
a la iglesia de Jerusalén. Las estrategias de Jesús muestran claramente que la preparación de los
pastores sucedió antes que el primer movimiento de plantación de iglesias, el cual, en una
generación, logró que la iglesia llegara a los confines del mundo.

PIC es un firme defensor de que la formación de los pastores precede al movimiento de plantación
de iglesias y por eso motivamos a todos los pastores y estudiantes de pastorado a que elijan y
formen a sus propios discípulos a medida que plantan iglesias hijas, las cuales también tendrán el
ADN de la plantación de iglesias. La plantación de iglesias hijas comienza junto con la formación
de sus pastores. A partir del modelo que dieron Jesús y después Pablo, hemos adoptado una
filosofía en que la formación sucede en simultáneo con el ministerio. El desafío para muchos
seminarios e institutos bíblicos que forman a estudiantes para un futuro ministerio es este: ¿Cómo
podemos garantizar que los estudiantes que se gradúan sean bíblicamente confiables y de verdad
enseñen a otros, quienes a su vez también enseñen?

En la iglesia helenísitica, surgió un problema con la distribución diaria de la comida. La solución


fue nombrar a 7 líderes más. El resultado fue este: «Y crecía la palabra del Señor, y el número de
los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes

17
obedecían a la fe» (Hech. 6:7). La lección es que, si buscamos un crecimiento sostenible y rápido,
debemos preparar y designar a nuevos líderes.

El programa PIC comenzó (como Plantación de Iglesias Comunitarias, PIA) en enero de 2003 y,
para marzo de 2015, había facilitado programas en 40 países, en los cuales 44.000 pastores en
formación habían iniciado 42.000 iglesias con 5,1 millones de miembros. Creemos que la
efectividad de este programa de plantación de iglesias reside en que sigue el evidente modelo
bíblico; por eso, cuando es adoptado por obreros fieles, recibe la bendición de Dios. Una estrategia
efectiva de multiplicación para la plantación de iglesias puede compararse con la semilla que cayó
en buena tierra y «… y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por
uno» (Mar. 4:8).

Hemos visto que esta verdad espiritual funciona en la práctica en muchas ocasiones. En 2004, el
reverendo Isaac Luaba dejó Kinshasa para instalarse en Menkao, en la meseta de Bateke. Comenzó
una iglesia madre a partir de la cual plantó diez iglesias hijas. Al ver cómo Dios bendijo y
multiplicó este ministerio, el reverendo comenzó otros cinco centros de formación/iglesias
centrales, a partir de los cuales lanzó iglesias hijas. Para junio de 2009, su asociación de iglesias
había llegado a los 19.769 miembros, que se congregaban en 353 iglesias. Si le preguntara a Isaac
cómo sucedió todo esto, él se enfocaría en Jesús y repetiría Sus palabras: «… Así es el reino de
Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día,
y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba,
luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete
la hoz, porque la siega ha llegado» (Mar. 4:26-29).

4.3 Modelos holísticos de plantación de iglesias

Hay numerosas prácticas, programas, principios y procesos de plantación de iglesias que apuntan
a buenas estrategias saludables de multiplicación para plantación de iglesias. Estamos convencidos
de que hay elementos fundamentales que deben estar presentes para iniciar y sostener una
plantación saludable de iglesias. Entre ellos, la visión, el llamado, la oración, la investigación, la
planificación, la formación, la evangelización, el discipulado, la capacitación y la colaboración.
Algunos de estos elementos siguen una secuencia; otros, en cambio, suelen funcionar en paralelo
y uno se deriva y del otro. La plantación de iglesias debe ser una iniciativa holística; no podemos
limitarla a la investigación, la planificación y la evangelización, y luego esperar que otros formen,
discipulen y capaciten a los creyentes para el ministerio. Un esfuerzo holístico y armonizado hacia
la plantación de iglesias es el método ideal para extender el evangelio. Los enfoques parciales
pueden tener cierto valor, pero un enfoque intencionado y holístico dará un mejor sostén al
movimiento de plantación de iglesias.

En la plantación de iglesias, debemos prestar atención constante y adecuada a una variedad de


asuntos muy relacionados. Llevamos a cabo investigaciones, entrevistas, diagramación espiritual,
recogida de información, estudios in situ y análisis de información. Movilizamos intermediarios;
emprendemos caminatas de oración; desarrollamos programas de formación; traducimos material
didáctico; seleccionamos formadores; presupuestamos; recaudamos fondos; formulamos
estrategias y establecemos metas; equipamos, capacitamos y enviamos a los nuevos creyentes al
ministerio.

18
Para lograr nuestro cometido, no es necesario que reinventemos la rueda; debemos formar alianzas,
tomar prestado, facilitar y hacer contactos. Los plantadores de iglesias son responsables de las
estrategias holísticas y viables. Si no hay nadie disponible para llevar a cabo una tarea, por ejemplo,
la preparación teológica de nuestros pastores, los plantadores deben dar un paso al frente y asumir
su legítima responsabilidad. No debemos aislarnos en nuestro pensamiento; la investigación, la
oración y la formación son una parte tan integral de la plantación de iglesias como la
evangelización, el discipulado, el crecimiento de la iglesia y el desarrollo de estructuras
eclesiásticas sanas. Nunca debemos limitar la plantación de iglesias a algunas pocas prácticas. La
plantación de iglesias no es un evento, sino que, al igual que el discipulado, es un proceso de
desarrollo complejamente integrado. Las iglesias, como la vida misma, evolucionan mediante el
cuidado, el discipulado, la formación y la interacción con el entorno. La plantación y el crecimiento
de las iglesias no son fases distintas; tienen límites difusos y, en última instancia, son parte la obra
transformadora del Espíritu Santo.

4.4. Estrategias de Plantación de Iglesias Comunitarias

El programa PIC busca promover la plantación de iglesias mediante:


4.4.1 La preparación de individuos tanto para plantar como para pastorear las iglesias
multiplicadoras.
4.4.2 La preparación las iglesias locales para convertirse en iglesias centrales o madre que
planten iglesias satélite o hijas con visión multiplicadora.
4.4.3 El establecimiento de centros viables de formación en plantación de iglesias que
enseñen, formen y orienten a los creyentes para que estos sepan cómo plantar y
pastorear iglesias. Estos centros de formación de PIC servirán entonces como modelo
de excelencia.
4.4.4 La motivación de otras iglesias para que participen en las estrategias de multiplicación
de iglesias mediante la imitación, adopción y modificación del programa PIC para que
se ajuste a sus propias necesidades previstas.
4.4.5 La puesta de materiales didácticos a disposición de los creyentes a fin de prepararlos
para ser formadores según 2 Timoteo 2:2.
4.4.6 La realización de seminarios de formación y visión entre los colaboradores nuevos y
existentes de todo el mundo.

4.5 Los cuatro modelos de PIC

Tenemos cuatro plataformas principales para lanzar las iniciativas de PIC:


a) El modelo Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF) emplea a un formador
de tiempo completo para lanzar alrededor de 15 iglesias de primera generación a partir de un
centro/emplazamiento temporal de formación.
b) El modelo Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida (PI-IE) lanza iglesias hijas a partir
de una iglesia central o madre existente dejando la supervisión de la formación y la plantación
de iglesias a cargo del pastor existente.
c) El modelo Plantación de Iglesias por Discípulos (PID) planta iglesias a partir de líderes
bivocacionales ubicados de manera estratégica.

19
d) El modelo Seminarios para la Plantación de Iglesias (SPI) permite que seminarios e
institutos bíblicos inscriban y formen a estudiantes mientras ellos fundan nuevas iglesias
multiplicadoras.

Las plataformas de las redes sociales son herramientas importantes para comunicar y fomentar
metodologías, almacenar y distribuir materiales, llevar adelante la formación, conectar las
comunidades y discipular a los creyentes. Las redes sociales son una ayuda importante en todos
los modelos de plantación de iglesias.

20
Capítulo 5
Proceso de Plantación de Iglesias Comunitarias
5.1 El modelo de los cuatro campos

Los programas de implementación de PIC han adaptado el modelo de los cuatro campos utilizado
por el movimiento de plantación de iglesias. Este modelo deriva de la parábola de Mar. 4:26-29,
en la cual Jesús dijo:

«… Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y
se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de
suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y
cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

5.2 Requisitos para una cosecha del reino:

1. Sembradores: hombres y mujeres dispuestos a diseminar las semillas. «… El que


siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará» (2 Cor. 9:6).
2. Semilla: la Palabra de Dios que disemina el sembrador. Dios ordenó que Su Palabra sea
el punto de origen de la vida espiritual. La fe viene por el oír la Palabra (Rom. 10:17).
3. Tierra: los corazones de los perdidos a los que llega nuestra semilla. Las regiones y las
comunidades objetivo.
4. Espíritu: el Espíritu de Dios que hace germinar la semilla. «Yo planté, Apolos regó;
pero el crecimiento lo ha dado Dios» (1 Cor. 3:6).
5. Estaciones: los obreros que conocen las estaciones de Dios. Los agricultores saben
cuándo arar el suelo, cuándo plantar, regar, desmalezar y cuándo cosechar. Lo saben y
aprovechan las estaciones. Los discípulos de Jesús tienen que discernir las estaciones
espirituales y seguir a Dios.
6. Hoz: la mano de obra de la cosecha. Los agricultores afilan sus hoces antes de la cosecha.
Los discípulos y las iglesias tienen que movilizarse para cosechar; no podemos permitir
que los cultivos maduros se queden en el campo. Necesitamos una mano de obra dispuesta
a cosechar lo que Dios cultiva. «… La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos;
por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies» (Luc. 10: 2).

5.3 Los cuatro campos y las cuatro estrategias de esta parábola:

1. Un campo vacío: necesita una estrategia de entrada.


2. Un campo sembrado: necesita una estrategia de evangelio.
3. Un campo en crecimiento: necesita una estrategia de discipulado.
4. Un campo cosechado: necesita una estrategia de formación.

21
5.4 PIC está representado simbólicamente en esta parábola:

Campo 1 (una estrategia de entrada): nos dirigimos a nuevos territorios mediante la transmisión
de la visión, la investigación, la planificación, la diagramación y la oración.
Campo 2 (una estrategia de evangelio): sembramos nuevos campos mediante formadores que se
trasladan a centros de formación que encuentran a personas y hogares (oikos) de paz utilizando
Lucas 10, Mi historia (testimonio personal) y Su historia (presentación del evangelio).
Campo 3 (una estrategia de discipulado): cultivamos y movilizamos a los nuevos creyentes
mediante formación de discipulado, utilizando los Siete Mandamientos de Cristo, Eclesiología
Práctica, Movilización de Discípulos, Enseñanza Cronológica de la Biblia y el establecimiento de
nuevas iglesias (de 1.a y 2.a generación) para congregar a los discípulos multiplicadores.
Campo 4 (una estrategia de formación): nos preparamos para la cosecha mediante la
multiplicación de pastores y líderes (2 Tim. 2:2) que reúnen la cosecha empleando/movilizando a
discípulos multiplicadores que plantan iglesias de 3.a y 4.a generación, transmiten la visión,
preparan y envían a obreros a nuevos campos (y estos reinician el proceso del campo 1 en una
región nueva).
Primer campo – campo nuevo Segundo campo – campo sembrado
Estrategia de entrada Estrategia de evangelio
Selección de nuevo territorio objetivo Localización del centro de formación
Investigación Persona de paz
Oración Evangelización
Planificación Mi historia (testimonio personal)
Formación preliminar La historia de Dios (presentación del evangelio)
Implementación de la estrategia de PIC Movilización de miembros
Administración del territorio Discipulado inicial

Estrategia de
multiplicación

Multiplicación de pastores y líderes de iglesias Reunión de discípulos en grupos de adoración


Multiplicación de discípulos Iglesias de primera y segunda generación
Iglesias de tercera, cuarta y quinta generación Bautismo, Santa Comunión
Graduación pastoral Movilización de miembros
Iglesias establecidas Enseñanza cronológica
Transmisión de la visión Multiplicación de miembros
Selección de nuevos campos objetivo
Cuarto campo: campo cosechado Tercer campo: campo en crecimiento
Estrategia de formación Estrategia de discipulado

22
Campo 1: Estrategia de entrada
Campo 2: Estrategia de evangelio
Campo 3: Estrategias de discipulado y formación de iglesia
Campo 4: Estrategias de instrucción y formación de iglesia

5.5 El proceso de los cuatro campos se utiliza para:

1. Evaluar las distintas etapas de nuestros programas de plantación de iglesias.


2. Planificar y movilizar proyectos para avanzar rápidamente de una fase a la otra en la
plantación de iglesias: primero, una estrategia de entrada; segundo, una estrategia de
evangelio; tercero, una estrategia de discipulado; cuarto, una estrategia de formación de
liderazgo. Todas estas fases están fundamentadas en la estrategia de multiplicación de
2 Timoteo 2:2.

5.6 La estrategia de multiplicación

PIC defiende la multiplicación como principio y también como estrategia. En el capítulo 10,
expondremos evidencia bíblica que demuestra los principios de la multiplicación: Dios ordenó a
las personas hechas a Su imagen que se multiplicaran y llenaran la tierra, y las enseñanzas de Jesús
sobre la multiplicación, así como la comisión que dio a Sus discípulos para que llevaran el
evangelio a todas las naciones, son un sustento sólido para la multiplicación como principio bíblico
clave. Luego, cuando elaboramos nuestros planes para obedecer la Gran Comisión, debemos tomar
la decisión de introducir las prácticas y las estrategias que usaron Jesús y Sus discípulos para
multiplicar el evangelio por todo el mundo conocido en su generación.

Sin dudas, congregar a discípulos en comunidades de adoración o iglesias es la forma más


saludable y más bíblica de hacer discípulos. Cuando Jesús le ordenó a Su primera generación de
discípulos que fueran e hicieran discípulos de todas las naciones, la respuesta de ellos fue salir y
establecer nuevas iglesias.

5.7 Multiplicación y formación de pastores

Es evidente que solo podemos recoger la cosecha si


El ADN espiritual reproductivo
tenemos cosechadores. Jesús se preparó para el primer
está vinculado al cumplimiento
movimiento de plantación de iglesias del mundo
entrenando a los pastores para que pudieran cuidar de las de la Gran Comisión y genera
ovejas que serían el fruto de la cosecha. Preparó a los doce discípulos que dan origen a
y les dijo que oraran para que el Señor de la Mies enviara otros discípulos, que se
obreros que se encargaran de lo que faltaba por cosechar. multiplican con el anhelo de
(Mat. 9: 35-38). Jesús formó a la primera tanda de líderes parecerse más a Cristo.
de la iglesia, quienes, a su vez, se dedicaron a formar a
otros. Sostenemos que el pastor de la iglesia madre o central es el principal responsable de la
formación del pastor de la iglesia hija (2 Tim. 2:2). Esta verdad se enfatiza constantemente en la
formación de todos los pastores y, de hecho, de ella depende que finalicen con éxito de período de
formación. En otras palabras, un pastor no puede graduarse si no demuestra claramente su
capacidad de ser un buen Timoteo, es decir, que puede encontrar hombres de confianza a quienes

23
transmitirles su formación. No solo estamos formando a estudiantes exitosos; queremos graduar a
tutores practicantes que ya estén formando a otros de manera exitosa y que sean capaces de plantar
iglesias con madurez espiritual. En el corazón de esta filosofía del ministerio está el deseo de
perpetuar varias generaciones de discípulos fieles. Necesitamos que los estudiantes sean fieles y
confíen a otros el conocimiento que han adquirido. De hecho, la continuación de su formación está
supeditada a la demostración de este principio. Creemos apasionadamente en que los pastores-
formadores deben estar comprometidos con una filosofía de formación simultánea con el
ministerio; por eso, todos los pastores que reciben formación han demostrado que, a su vez, son
capaces de capacitar a otros con la misma formación que están recibiendo. El ADN espiritual y
multiplicador enraizado en los discípulos se reproducirá en las sucesivas generaciones de
estudiantes. Este ADN espiritual reproductivo está vinculado al cumplimiento de la Gran Comisión
y genera discípulos que dan origen a otros discípulos, que se replican y multiplican con el anhelo
de parecerse más a Cristo.

Nos tomamos en serio este principio. En algunos casos, encontramos grupos que no habían
comenzado la plantación de una iglesia hija y la formación de los pastores de la iglesia hija, por lo
que decidimos suspender su proceso de formación hasta que cumplieran con este requisito. ¿Qué
sentido tiene profesar una filosofía de formación simultánea con el ministerio cuando nuestros
estudiantes no están involucrados en un ministerio de formación? La eficacia de la formación está
determinada por la práctica que realiza el estudiante. Los estudiantes aprenden más al enseñar a
los demás que al escuchar a un conferenciante. No nos convertimos en evangelistas o tutores por
solo habernos sentado y escuchado a otros. Únicamente la formación que incluye dosis saludables
de práctica, entrenamiento y tutoría prepara a las personas para el ministerio. (Ver sección 11:11:
Cómo encontrar mano de obra confiable para el trabajo del reino).

También sugerimos que, en la medida de lo posible, la segunda generación de pastores asista a


cursos en centros de formación. La formación teológica tiene módulos independientes, por lo que
podemos recibir a la segunda generación de estudiantes en los módulos finales del programa. En
otras palabras, podemos formar a la segunda generación de pastores junto con los pastores de la
primera generación a partir del segundo libro del primer año del Curso de Formación Pastoral de
PIC y, luego, en una etapa posterior, los pastores de iglesias madre pueden enseñarles a sus
discípulos el primer libro del primer año. El programa de estudio OMEGA no se presta a esta
metodología y, por lo tanto, los pastores de iglesias madre normalmente instruyen por su cuenta a
las generaciones venideras de pastores con estos materiales.

Surge la pregunta: «¿Cuándo debemos permitir que los estudiantes de pastorado comiencen a
enseñar a los pastores de las iglesias hijas?». La respuesta es que, cuanto más tiempo esperen, más
probabilidades hay de que se olviden de hacerlo. Un comienzo temprano tiene dos ventajas:
• El conocimiento está aún fresco en las mentes de los tutores.
• La enseñanza a los demás aclara y refuerza las verdades en la mente del nuevo maestro.

Fomentamos la distribución de los materiales didácticos y concedemos la licencia de derechos de


autor creativo a todos los pastores de iglesias hijas. (El propietario puede retener el derecho de
evaluar las modificaciones de estos materiales e imponer reglas limitadas para su reproducción).
Queremos garantizar un modelo de formación pastoral que sea local y reproducible, por lo que
animamos a las denominaciones a desarrollar y administrar sus propios programas de formación

24
pastoral y les permitimos reproducir los materiales y gestionar la formación, en colaboración con
PIC. PIC no gradúa a los estudiantes; esa es la responsabilidad de las asociaciones de iglesias, las
cuales también pueden emitir los certificados correspondientes en función de los requisitos legales
de su país.

Animamos a las denominaciones o iglesias centrales a regalar ejemplares de los materiales


didácticos a los pastores de las iglesias hijas o, por lo menos, a subsidiar una parte importante de
su costo. Estos materiales se convierten en un recurso bibliográfico vital para los pastores y, por
lo tanto, pedimos encarecidamente a todos los estudiantes de pastorado que adquieran ejemplares.
Cuando esto no sea posible, los tutores pueden prestar sus copias de los materiales a sus
estudiantes. También hemos visto iglesias que colaboran en la apertura de bibliotecas y ponen
computadoras a disposición de los estudiantes.

Alentamos la distribución de Biblias en las nuevas iglesias. La Biblia es esencial para la formación
y el discipulado de los líderes de la iglesia. Debido a la extrema pobreza, mucha gente en el mundo
en desarrollo simplemente no puede comprar Biblias. Para muchos habitantes de África y Asia,
una simple Biblia de 7 dólares estadounidenses podría ser el artículo más costoso en su posesión.
Como mínimo, tenemos que asegurarnos de que todos los pastores, ancianos, diáconos y líderes
departamentales tengan Biblias. Como padres responsables, debemos suplir las necesidades de
nuestros hijos. Donde haya analfabetismo, es preciso que, con la plantación de nuevas iglesias,
también se introduzcan programas de alfabetización. Podemos utilizar estos programas como
herramientas de evangelización. También debemos buscar métodos orales de enseñanza cuando
sea necesario.

5.8 Gestión de territorio: un plan diseñado para la procreación

Los padres se encargan de gestar, alimentar, formar, cuidar, atender y motivar a sus hijos hasta
que llegan a la madurez y están preparados para andar por su cuenta y asumir ellos mismos
responsabilidades de crianza. Del mismo modo, las iglesias comunitarias han sido comisionadas
para ir y hacer discípulos a las naciones y, como hemos dicho antes, solo hay una forma de a
hacer esto de manera bíblica y responsable: gestando y nutriendo a las iglesias hijas hasta que
estas puedan ser independientes y dar prueba de su autonomía gestando iglesias reproductivas.

Los padres responsables hacen planes y preparativos responsables para la llegada de los hijos.
Del mismo modo, una iglesia madura debe planificar y prepararse para las comunidades futuras.
Cuando seleccionamos las iglesias de primera generación en los alrededores de un centro de
formación, debemos anticiparnos y pensar en el nacimiento de las iglesias hijas. ¿Hay suficientes
lugares accesibles para las iglesias de segunda, tercera y cuarta generación? Cuando colocamos
los centros de formación en el medio de grandes campos de cosecha y hacemos una selección
estratégica de los sitios de plantación de iglesias que se convertirán en pequeños centros de
formación, estamos preparándonos deliberadamente para que las futuras generaciones ocupen la
totalidad del territorio. La ejecución responsable del trabajo del reino conlleva oración, fe y
planificación. En algunos casos, los centros de formación se han situado demasiado cerca uno del
otro y eso ha dificultado que las iglesias planten iglesias hijas.

25
En nuestra investigación previa, debemos identificar las comunidades no alcanzadas y los
posibles emplazamientos de las nuevas iglesias. En el modelo PI-CF, para cada centro de
formación, se recomienda un territorio no alcanzado que pueda dar lugar a entre 150 y 250
iglesias. Para este cálculo, nos basamos en esta norma: 15 iglesias de primera generación, 30 de
segunda generación, 60 de tercera generación y, posiblemente, hasta 120 de cuarta generación.
La fe, la organización, la perseverancia, la distancia entre comunidades y la demografía definirán
las normas reales. Sin embargo, nuestros planes deben ser realistas y contemplar una gestión del
territorio en el que la multiplicación de iglesias logre saturar una región, de modo que, al menos
inicialmente, no sea necesario viajar grandes distancias para plantar iglesias hijas.

En los modelos de PIC, los formadores deben diagramar sus zonas de trabajo e indicar cómo
proponen saturarlas con las iglesias hijas. La primera generación de pastores debe participar en
esta diagramación indicando sus planes para el futuro. En definitiva, el diagrama debe mostrar el
camino hacia los objetivos finales de cada región. Después, la segunda generación de pastores
participará en la revisión y el cumplimiento de los objetivos finales, y así sucesivamente hasta
que la zona se haya saturado con un testimonio confiable del evangelio.

5.9 Movilización de toda la iglesia

Un movimiento de PI-CF se inicia enviando a un formador al centro de un área no alcanzada


para establecer un centro de formación, que también sirve como iglesia madre o central. El
objetivo principal en el envío del formador es fundar un centro de formación que será la piedra
angular de un movimiento de plantación de iglesias. El formador, aunque posee conocimientos
teológicos, es escogido principalmente por sus experiencias previas como pastor y plantador de
iglesias.

Como dice el refrán, para que todo el evangelio llegue a todo el mundo, se necesita la
participación de toda la iglesia. Cuando toda la iglesia apoya una puesta en marcha de PIC en un
entorno aislado, su responsabilidad es diferente de la que tendría al respaldar una iniciativa
dentro de su mismo entorno. La iglesia demuestra su apoyo total en un lugar distante mediante su
respaldo del formador enviado y mediante sus estructuras de apoyo al ministerio, que incluyen la
intercesión, el consejo, la motivación y la financiación. En otras palabras, mientras más lejano o
diferente sea el entorno de la iglesia de origen, menos personas podrá enviar la iglesia, por lo que
deberá apoyarse en un solo formador-misionero o un equipo reducido de trabajo. Por el
contrario, si el ministerio se inicia en un lugar cercano geográfica y culturalmente, más personas
se podrán movilizar para apoyar la obra.

Una vez que un formador haya puesto en marcha un proyecto de PI-CF, las iglesias emergentes
serán animadas a asumir la responsabilidad total de la plantación de iglesias en su región. En las
fases posteriores del modelo PI-CF, se observa un cambio notable en la responsabilidad y la
supervisión de las plantaciones de iglesias. Enseñamos que el compromiso de la iglesia local, que
es la representante legítima de la iglesia universal, es necesario para asegurar que todo el
evangelio se reciba de una manera culturalmente relevante en toda la región y más allá de ella.
Al principio, es posible que tengamos que depender de que los instructores de PI-CF hagan la
mayor parte del trabajo, pero, cuanto antes se involucre toda la iglesia, más saludable será el
movimiento. Por lo tanto, si bien podemos empezar a plantar iglesias en una región no alcanzada

26
con el modelo PI-CF, en las fases posteriores, se pasará al modelo PI-IE. Debemos iniciar
plantaciones de iglesias en nuevas áreas, utilizando estrategias que nutran, capaciten, habiliten y
envíen obreros a un ministerio de toda la iglesia, todo el evangelio y todo el mundo.

Desde el comienzo, enseñamos a todos los miembros de las iglesias nuevas que «la iglesia existe
para plantar iglesias» y «cada creyente es un ministro del evangelio». El ADN en que cada
iglesia es plantadora y cada miembro es un ministro es vital para mantener un movimiento de
PIC. Es responsabilidad del pastor inculcar este ADN en la iglesia. Cuanto antes se haga esto,
mejor. A cada miembro se le debe mostrar cómo puede participar en el esfuerzo toda la iglesia
para alcanzar las comunidades vecinas. Los equipos de la iglesia, por ejemplo, los evangelistas,
los alfabetizadores, los grupos de trabajo y testimonio y los coros, pueden realizar campañas
conjuntas de evangelización, mientras los intercesores en la iglesia de origen se dedican a orar
por ellos. Las caminatas de oración y la distribución de literatura y Biblias pueden preceder a las
iniciativas de evangelización. Entre estas iniciativas, se puede proyectar la película Jesús, hacer
campañas evangelizadoras, hacer evangelización personal puerta a puerta, realizar campañas de
sanidad o impartir el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia.

Debemos movilizar a toda la iglesia para que dé testimonio y haga discípulos en las comunidades
vecinas. Los nuevos pastores deben instruir a los miembros de su comunidad para que
desarrollen las habilidades necesarias. Deben capacitar, preparar y enviar a la mies del Señor a
una mano de obra cada vez más grande. Hemos desarrollado un programa de movilización de
miembros que dura 8 semanas y enseña a los creyentes a hacer nuevos discípulos e impartir un
discipulado preliminar.

5.10 Diez pasos para la plantación de iglesias hijas

1. Transmitir la visión a la iglesia: animar y motivar a toda la iglesia a la participación


activa.
2. Dedicar días al ayuno y la oración.
3. Seleccionar una comunidad objetivo.
4. Realizar caminatas de oración por la comunidad objetivo.
5. Tomar la decisión de iniciar la plantación a través de una persona de paz.
6. Ir de dos en dos en busca de una persona de paz. Jesús envió a Sus discípulos de dos en
dos. No hay ninguna razón válida para no hacer lo mismo, sobre todo en la plantación
de iglesias de segunda generación cuando tenemos una iglesia entera que nos apoya.
Entrar en una comunidad vecina de dos en dos fortalece y otorga credibilidad a la
misión. Fortalecemos nuestros recursos de origen a medida que nos complementamos y
animamos unos a otros en la tarea. Además, dos testigos enriquecen y refuerzan la
comunicación del evangelio. El grupo objetivo percibirá un frente unido de dos personas
como un testimonio más creíble. Muchas personas valoran la comunidad y la
solidaridad; por lo tanto, las iniciativas comunitarias siempre tienen más influencia que
los esfuerzos individuales.
7. Seleccionar los métodos de evangelización más apropiados y comenzar a evangelizar y
discipular.
8. Al mismo tiempo, buscar la guía de Dios para la selección del pastor y los líderes de la
iglesia. Trabajar junto con el posible pastor y comenzar a evaluar su llamado al

27
ministerio. Si no hay dirigentes locales adecuados, debemos buscar líderes de una
cultura afín que vivan en el área. El proceso de selección progresiva debe comenzar por
los habitantes locales, para después recurrir a las personas con una cultura similar y, en
última instancia, a las personas de culturas más distantes. En otras palabras, para la
selección de los líderes, debemos dar prioridad a las personas que ya están establecidas
en la comunidad y han sido aceptadas por la cultura anfitriona. Si no encontramos a
ningún líder adecuado en el área, podemos buscar obreros de culturas cercanas y,
después, de culturas más distantes. Ofrecemos estas pautas a modo de orientación
práctica, no como principios universales. Como siempre, queremos trabajar con los
escogidos de Dios y, por ello, es fundamental determinar e identificar a los que Él ha
llamado.
9. Empezar a discipular y formar a los líderes de la iglesia.
10. Perseverar en la oración y en la comunión con las iglesias hijas.

28
Capítulo 6
Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF)
El modelo PI-CF propone establecer un lugar comunitario de formación dirigido por un formador
de tiempo completo que enseña a alrededor de 15 estudiantes de pastorado y los supervisa mientras
plantan y pastorean 15 iglesias nuevas. Estas iglesias de primera generación plantarán por su parte
dos iglesias hijas. Los pastores de primera generación están involucrados personalmente en la
formación de sus pastores de segunda generación. Estos últimos, a su vez, forman y supervisan a
dos pastores de tercera generación, que forman y supervisan a dos pastores de cuarta generación,
y así sucesivamente.

A las nuevas iglesias las llamamos «iglesias iniciadas». Estas comienzan con dos o tres creyentes
que se reúnen regularmente para el culto el domingo y practican los sacramentos. Habitualmente
aplicamos el término iglesia iniciada a la iglesia plantada hasta la graduación del pastor y la
aceptación de la iglesia como parte de una denominación o hasta que la iglesia local se rija,
mantenga, reproduzca y enseñe de forma autónoma.

6.1 Establecer supervisores y coordinadores de PI-CF

1. Identificar una región, un país o una comunidad favorable al proyecto de PI-CF.


2. Buscar un plantador o pastor de iglesia para que se desempeñe como coordinador de país en
un país objetivo. Debe tener preparación teológica, experiencia y visión para la plantación
de iglesias. Además, debe poseer fuertes dotes de liderazgo y ser considerado adecuado
según los líderes de denominación evangélica del país. Finalmente, debe tener un fuerte
sentido de llamado y ser capaz de expresar su visión para un movimiento de PI-CF.
3. PIC puede ayudar con la formación y la orientación de los coordinadores de país para
comenzar un programa PI-CF. La formación suele llevarse a cabo en el país objetivo.
4. El coordinador de país deberá trazar el panorama espiritual y hacer una investigación para
determinar el estado de la nación con respecto a las necesidades de la plantación de iglesias
entre las comunidades no alcanzadas.
5. Identificar a los formadores autóctonos con preparación teológica que puedan iniciar centros
de formación en zonas del país situadas estratégicamente. Seleccionar como mínimo a tres
pastores (preferiblemente a cinco) con experiencia y preparación teológica para que sean
formadores de PI-CF e inicien centros de formación. El formador y su familia deben estar
dispuestos a mudarse al centro de la región objetivo. Debe vivir junto al centro de formación
para poder estar disponible para los estudiantes y minimizar los viajes. El centro de
formación se sitúa habitualmente en el emplazamiento de una iglesia que está plantada en el
centro de un territorio objetivo y se denomina iglesia central o madre.
6. El coordinador de país hablará con las iglesias autóctonas invitándolas a participar en el
proyecto. Los colaboradores suelen nombrar a pastores cualificados como formadores
durante un proyecto de PI-CF. Se invitará a las denominaciones colaboradoras a enseñar
sobre sus particularidades doctrinales, a proporcionar cobertura eclesiástica y a participar en
la supervisión de las iglesias.
7. Todas las iglesias de PI-CF se registran con el auspicio de las iglesias o de las
denominaciones colaboradoras, las cuales, si así lo desean, pueden firmar un contrato de
cooperación con PIC.
8. Cuando no se encuentren colaboradores adecuados, recomendamos que los colaboradores o
formadores se registren (de ser necesario y apropiado) y supervisen las iglesias dentro de una
nueva denominación autóctona.
9. Seleccionar emplazamientos situados estratégicamente en regiones no alcanzadas para
establecer centros de formación; cada región debe ser capaz de albergar entre 150 y 250
iglesias plantadas.
10. Inicialmente, por razones legales y eclesiásticas, vemos las iglesias plantadas como una
extensión del centro de formación. Todas las iglesias plantadas están vinculadas a una
denominación a fines de supervisión, rendición de cuentas y formación doctrinal específica.
11. El coordinador de país supervisa el trabajo de los formadores de PI-CF y deberá visitar todos
los centros de formación y las nuevas iglesias plantadas de forma rotativa para evaluar el
desarrollo del trabajo.
12. La estructura en el país objetivo será esta: 1 coordinador de país, de 3 a 5 formadores y de
45 a 75 pastores-plantadores de iglesias comunitarias de primera generación.

6.2 El trabajo de los formadores de PI-CF

1. Los formadores están a cargo de estas tareas: 1) encontrar o plantar la iglesia central/madre
y establecer un centro de formación; 2) reclutar y realizar la formación preliminar de 15
pastores-plantadores de iglesias comunitarias. Estimamos que estas tareas no llevarán más
de 4-5 meses. Si el formador no puede encontrar estudiantes en este período, lo tomaremos
como confirmación de que Dios no lo ha llamado a facilitar el movimiento de plantación de
iglesias en la región en ese momento.
2. En el modelo PI-CF, enfatizamos que el formador no debe ser pastor de ninguna iglesia, ni
siquiera del centro de formación. Uno de sus estudiantes debe plantar y pastorear la iglesia
situada en el centro de formación puesto que el formador de PI-CF está empleado a tiempo
completo. El formador debe estar disponible para entrenar a los estudiantes en sus
comunidades respectivas. Tener responsabilidades personales de pastorado le impediría
formar, visitar y entrenar a los 15 estudiantes en sus comunidades respectivas.
3. Cada formador tiene la responsabilidad de reclutar a 15 estudiantes que, antes de ser inscritos
en el programa, deben haber encontrado por su parte un mínimo de 2 y un máximo de 4
estudiantes cada uno para las iglesias hijas plantadas, es decir, estudiantes de segunda
generación.
4. Una vez seleccionados los emplazamientos y los formadores, llevaremos a cabo la
evangelización y el discipulado en las comunidades aledañas al posible centro de formación.
Cuando sea aconsejable, consultaremos con los líderes comunitarios sobre el proyecto de
plantación de iglesias. En todas las comunidades, buscamos activamente una persona de paz
o, mejor aún, hogares de paz (Luc. 10:6) que puedan facilitar el trabajo. Los akan de Ghana
dicen que es mejor hacer amigos antes de encontrar dificultades. Es recomendable invertir
tiempo en encontrar personas de paz en todas las comunidades y recibir su hospitalidad.
Dichos amigos vendrán en nuestra ayuda cuando encontremos dificultades.
5. Los formadores reclutarán a sus pastores-plantadores de iglesias en las comunidades
aledañas para que realicen una pasantía de plantación de iglesias que dura 40 meses. Dichos
pastores pueden ser parte del grupo de conversos de la etapa de evangelización. Si es posible,
antes del nombramiento, sería bueno consultar a los líderes de la comunidad. Los candidatos

30
deben ser capaces de expresar la visión y el llamado, y vivir a menos de un día de camino
del centro de formación.
6. Este proceso dura 46 meses, estructurados de la siguiente manera:
a. Un máximo de seis meses para identificar las comunidades objetivo y reclutar a 15
estudiantes.
b. Cuarenta meses para formar a pastores multiplicadores para que planten iglesias que se
multipliquen hasta la 4.a generación.
7. Durante 40 meses, los pastores-plantadores de iglesias pasarán 5 días de formación en un
ciclo de 4 semanas en el centro de formación. Describiremos el programa de estudio en el
capítulo 14. Los materiales didácticos estarán disponibles en algunos idiomas en
www.ccp.international.
8. Todos los pastores-plantadores en formación comienzan una plantación de iglesia en los
primeros tres meses de formación. Ponen en práctica lo que van aprendiendo, es decir, su
formación es simultánea al ministerio. El formador supervisa al pastor-plantador en
formación y le proporciona apoyo, asesoramiento y orientación in situ.
9. Inicialmente, el pastor-plantador de iglesias comparte su testimonio con sus familiares,
amigos y comunidad; después, pasa al discipulado, reuniendo a sus discípulos en pequeñas
comunidades que luego se convierten en iglesias.
10. Durante el período de formación, los formadores proporcionarán a los pastores el material
de predicación e ideas y bosquejos para sermones. Los formadores supervisan tanto la
formación como la plantación de iglesias.
11. Alentamos a los colaboradores a proporcionar becas a los coordinadores de país y, en
ocasiones, a los formadores de primera generación, pero nunca a los pastores-plantadores de
iglesias. Esperamos que las iglesias plantadas paguen diezmo a los centros de formación.
Todos los estudiantes son bivocacionales. Recomendamos que los pastores sean
bivocacionales hasta que una iglesia comunitaria pueda contratarlos a tiempo completo.
12. Los materiales teológicos didácticos, los programas de discipulado y las herramientas de
evangelización (en algunos idiomas) están disponibles en www.ccp.international.
13. PIC anima a las comunidades a construir recintos para el culto común mientras se mantienen
las normas y la cultura de la comunidad.
14. Enfatizamos dos conceptos principales en todas las iglesias:
a) Cada creyente es ministro del evangelio y debe involucrarse en la evangelización y la
multiplicación de discípulos. El ADN del discipulado está integrado con éxito en un
creyente cuando ha generado discípulos de 4.a generación.
b) Cada iglesia debería participar en la plantación de varias iglesias. Esta práctica se
recomendará activamente desde las primeras etapas de cada iglesia plantada.
15. Los pastores-plantadores de iglesias se graduarán únicamente cuando:
a) Completen satisfactoriamente el Programa de Formación Teológica de PIC y el
Programa Práctico de Plantación de Iglesias OMEGA.
b) Hayan plantado y pastoreen su iglesia de primera generación.
c) Hayan iniciado al menos dos iglesias de segunda generación, cuatro de tercera y ocho
de cuarta.
d) Estén formando activamente a sus pastores de iglesias hijas.
16. Tras completar el ciclo de formación y de plantación de iglesias, animamos a los
colaboradores de la iglesia a graduar a sus estudiantes. La ordenación es responsabilidad de
las denominaciones colaboradoras.

31
17. En este punto, las estructuras de denominación incorporan las iglesias iniciadas a sus
estructuras eclesiales.
18. Animamos a las iglesias a plantar nuevos grupos de iglesias hijas, es decir, de dos a cinco
iglesias nuevas cada cuatro años. Recomendamos un ciclo de cuatro años entre los grupos de
iglesias plantadas por la misma iglesia madre para completar el ciclo de crianza y formación
de un grupo antes de plantar el siguiente.
19. En el programa PI-CF, establecemos normas para la plantación de nuevas iglesias hijas en
función de experiencias previas. Cuanto antes enseñemos a otros lo que hemos aprendido,
más probable será que transmitamos con exactitud estas verdades. Si formamos a otros
mientras todavía tenemos contacto con nuestro tutor, podremos nutrirnos de su experiencia
a la hora de contestar las preguntas de nuestros propios estudiantes.
20. Las normas de plantación y los frutos resultantes son difíciles de prever y registrar.
Confiamos en que Dios bendecirá los objetivos de fe de nuestros colaboradores individuales
y que los frutos resultantes serán el crecimiento exponencial de las nuevas iglesias.
21. Reconocemos que es posible que los movimientos de PI-CF se desvanezcan a medida que
pierdan su ADN multiplicador. La historia de la iglesia nos enseña esta triste lección. El
ADN divino debe impulsarnos hasta que la gloria de Dios cubra la tierra como las aguas
cubren el mar. Entonces, la Esposa y el Espíritu estarán en consonancia y dirán: «Ven Señor
Jesús, ven».
22. No podemos anticipar ni prever lo que Dios hará para facilitar un movimiento de plantación
de iglesias, pero sí deseamos enfatizar la importancia de mantener la visión encendida en la
iglesia local.
23. La plantación de iglesias requiere una supervisión cuidadosa y una planificación continua.
La supervisión de la formación cada vez es más relevante según pasan los años; debemos
movilizar las iglesias y las instituciones teológicas para que ofrezcan educación continua con
formación teológica adecuada mediante programas de extensión.
24. Este nivel de crecimiento de la iglesia expandirá las estructuras administrativas y
eclesiásticas de las denominaciones y, por tanto, será necesario enfocarse en el desarrollo y
la renovación de estas estructuras.

6.3 Normas para la Plantación de Iglesias por Centro de Formación (PI-CF)

Norma uno Cada pastor de primera generación debe plantar una iglesia de primera
generación a más tardar para el mes 3 del ciclo de formación.
Norma dos Cada pastor de primera generación debe asegurase de que entre 2 y 4
estudiantes de pastorado de segunda generación planten entre 2 y 4 iglesias
de segunda generación a más tardar para el mes 6 del ciclo de formación.
Norma tres Cada pastor de segunda generación debe asegurase de que entre 2 y 4
estudiantes de pastorado de tercera generación planten entre 2 y 4 iglesias
de tercera generación a más tardar para el mes 15 del ciclo de formación.
Norma cuatro Cada pastor de tercera generación debe garantizar que entre 2 y 4
estudiantes de pastorado de cuarta generación planten entre 2 y 4 iglesias
de cuarta generación a más tardar para el mes 27 del ciclo de formación.

32
6.4 Definiciones

Iglesias iniciadas: iglesias jóvenes que se reúnen regularmente para el culto el domingo y
participan en los sacramentos bajo la dirección de un pastor-plantador de iglesias de PIC que está
en formación.
Iglesias establecidas: iglesias cuyo pastor ha completado con éxito el programa de formación y se
ha graduado en el programa PIC, y que han sido reconocidas e incorporadas a las estructuras
eclesiásticas de las denominaciones colaboradoras. Estos pastores habitualmente están autorizados
o han sido ordenados.

6.5 Estructura de PI-CF: un coordinador cada 3-5 formadores

33
Un formador para 15 estudiantes de primera generación

PI
PI PI

PI PI

PI PI

Forma
-dor

PI PI

PI PI

PI PI
PI

Cada pastor de primera generación es responsable de encontrar a dos pastores de segunda


generación en comunidades no alcanzadas mediante los principios de persona de paz.

34
6.6 Plazos y normas para PI-CF

Campo uno
Mes uno: Formalizar una estrategia de entrada.
Campo dos
Del mes dos al cuatro: Implementar una estrategia de evangelio.
Campo tres
Del mes tres al seis: Implementar una estrategia de discipulado.
Campo cuatro
Del mes siete al cuarenta y seis: Implementar una estrategia de formación pastoral.

Norma uno los pastores de primera generación deben plantar una iglesia de primera
generación a más tardar para el mes 3.
Norma dos los pastores de primera generación deben asegurase de que entre 2 y 4
estudiantes de pastorado de segunda generación planten entre 2 y 4 iglesias de
segunda generación a más tardar para el mes 6.
Norma tres los pastores de segunda generación deben asegurase de que entre 2 y 4
estudiantes de pastorado de tercera generación planten entre 2 y 4 iglesias de
tercera generación a más tardar para el mes 15.
Norma cuatro los pastores de tercera generación deben garantizar que entre 2 y 4 estudiantes
de pastorado de cuarta generación planten entre 2 y 4 iglesias de cuarta
generación a más tardar para el mes 27.

Cada formador supervisa, como mínimo, a 15 estudiantes de 1.a generación


30 estudiantes de 2.a generación
60 estudiantes de 3.a generación
120 estudiantes de 4.a generación
225 iglesias totales

35
Capítulo 7
Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida (PI-IE)
7.1. El modelo PI-IE hace énfasis en la iglesia local como medio primario de plantación
de iglesias. En este modelo, enfatizamos que no se necesitan plantadores profesionales de
iglesias para iniciar y mantener un movimiento de plantación de iglesias. Un pastor local
puede implementar un programa PI-IE con 3 a 5 estudiantes de pastorado quienes
comenzarán iglesias hijas o satélite bajo la supervisión de la iglesia local, que será la iglesia
madre o central. Mientras que el modelo PI-CF se dirige a 15 estudiantes de primera
generación, lo que requiere repetidas visitas y asesoramiento, además de un formador con
dedicación de tiempo completo, en el modelo PI-IE, con menos estudiantes (de 3 a 5), el
pastor local puede asumir más fácilmente el papel de formador. En el modelo PI-IE,
utilizamos las iglesias locales existentes para lanzar nuevas iglesias satélite o hijas. El pastor
local puede pedir la colaboración de toda la iglesia para las nuevas plantaciones, lo que le
permite gestionar la carga de trabajo. El programa PI-IE alienta a las iglesias locales a integrar
iniciativas y formación para plantación de iglesias en el ADN de todos los miembros de la
iglesia.

7.2. El proceso de implementación de PI-IE

1. En el modelo de PI-IE, tanto una iglesia individual como un grupo de iglesias pueden
iniciar un proyecto. Cuando hay un gran número de iglesias dentro de una
denominación que desean plantar iglesias satélite, recomendamos nombrar un
supervisor regional de PI-IE que se encargue de transmitir la visión y reclutar iglesias
locales para implementar los proyectos de PI-IE.
2. Los pastores de las iglesias locales son responsables de cualquier iniciativa de PI-IE
en sus iglesias. Tienen que movilizar a toda la iglesia para que apoye el programa de
plantación de iglesias.
3. El pastor de la iglesia local investigará la zona e identificará de 3 a 5 emplazamientos
cercanos a su iglesia donde puedan iniciarse iglesias satélite o hijas. En la selección
de emplazamientos, debemos prestar atención a la geografía, la logística, la
demografía, las comunidades no alcanzadas y las otras iglesias en el distrito. Es más
sencillo comenzar iglesias satélite cuando se encuentran cerca de la iglesia madre o
centro.
4. Con confianza en que el Señor suscitará a los obreros, los pastores pueden buscar
feligreses o residentes en el distrito objetivo; como alternativa, podemos buscar
pastores-plantadores de iglesias mediante la estrategia «persona de paz» presente en
Lucas 10.
5. El pastor es responsable del reclutamiento de entre 3 y 5 estudiantes que, para ser
inscritos en el programa, deben haber encontrado, por su parte, un mínimo de 3 o un
máximo de 5 estudiantes para las iglesias hijas, es decir, estudiantes de tercera
generación.
6. Una vez que los pastores hayan seleccionado los emplazamientos y formadores, la
iglesia local se movilizará para evangelizar a la comunidad que rodea el
emplazamiento satélite. Cuando sea aconsejable, consultaremos con los líderes
comunitarios sobre el proyecto de plantación de iglesias. En todas las comunidades,

36
buscamos activamente una persona de paz o, mejor aún, hogares de paz (Luc. 10:6)
que puedan facilitar nuestro trabajo. Los akan de Ghana dicen que es mejor hacer
amigos antes de encontrar dificultades. Es recomendable invertir tiempo en encontrar
personas de paz en todas las comunidades y recibir su hospitalidad. Dichos amigos
vendrán en nuestra ayuda cuando encontremos dificultades.
7. Los candidatos deben ser capaces de expresar la visión y el llamado de PI-IE, y vivir
en las proximidades de la iglesia local, donde normalmente se realizará la formación.
8. Durante 3 años, los pastores-plantadores de iglesias recibirán 20 horas de formación
por mes dictadas 10 meses al año en la iglesia madre. Es posible que el pastor deba
recurrir a pastores asociados, pastores de misión y ancianos para que lo ayuden con
la formación. El nivel de educación del estudiante determinará la cantidad de estudio
por su cuenta y tareas escritas que se le requerirá.
9. Cada pastor-plantador en formación comienza una iglesia nueva en los primeros tres
meses desde el inicio de su formación. Ponen en práctica lo que van aprendiendo, es
decir, su formación es simultánea al ministerio. El pastor-formador de la iglesia
madre supervisa al pastor-plantador en formación y le proporciona apoyo,
asesoramiento y orientación in situ. El pastor-formador puede recurrir a la ayuda de
los líderes y ancianos de la iglesia para la supervisión de las iglesias hijas.
10. En un principio, el pastor-plantador de iglesias comparte su testimonio con sus
familiares, amigos y comunidad; después, pasa al discipulado, reuniendo a sus
discípulos en pequeñas comunidades que luego se convierten en iglesias
comunitarias.
11. Durante el período de formación, los formadores proporcionarán a los estudiantes de
pastorado el material de predicación e ideas y bosquejos para sermones. Los
formadores de PI-IE supervisan tanto la formación como la plantación de iglesias.
12. Se espera que las iglesias hijas (o satélite) entreguen un diezmo a la iglesia madre (o
central) para ayudar a cubrir gastos.
13. Todos los estudiantes son bivocacionales hasta que una iglesia comunitaria es capaz
de contratarlos como pastores de tiempo completo.
14. Los materiales didácticos de teología, los programas de discipulado y las
herramientas de evangelización se pueden encontrar en PIC.
15. PIC anima a las comunidades a construir recintos para el culto común mientras se
mantienen las normas y la cultura de la comunidad. Los recintos deben ser la
responsabilidad de la nueva iglesia, no de la iglesia madre.
16. Enfatizamos dos conceptos principales en todas las iglesias:
a) Cada creyente es ministro del evangelio y debe involucrarse en la evangelización
y la multiplicación de discípulos. El ADN del discipulado está integrado con éxito
en un creyente cuando ha generado discípulos de 4.a generación.
b) Cada iglesia debería participar en la plantación de varias iglesias. Esta práctica se
recomendará activamente desde las primeras etapas de cada iglesia plantada.
17. Los pastores-plantadores de iglesias se graduarán únicamente cuando:
a) Completen el Programa de Formación Teológica de PIC y el Programa Práctico
de Plantación de Iglesias OMEGA (u otros programas compatibles).
b) Hayan plantado y pastoreen su iglesia de primera generación.
c) Hayan iniciado al menos 3 iglesias de segunda generación y 9 de tercera.
d) Estén formando activamente a sus pastores de iglesias hijas.

37
Tras completar el ciclo de formación y de plantación de iglesias, animamos a los
colaboradores de la iglesia a graduar a sus estudiantes. La ordenación es
responsabilidad de las denominaciones colaboradoras.
18. En este punto, las estructuras de denominación incorporan las iglesias iniciadas a sus
estructuras eclesiales.
19. Animamos a las iglesias a plantar nuevos grupos de iglesias hijas, es decir, de 3 a 5
iglesias nuevas cada cuatro años. Recomendamos un ciclo de cuatro años entre los
grupos de iglesias plantadas por la misma iglesia madre para completar el ciclo de
crianza y formación de un grupo antes de plantar el siguiente.
20. En el programa PI-IE, establecemos normas para la plantación de nuevas iglesias hijas
en función de nuestra experiencia. Cuanto antes enseñemos a otros lo que hemos
aprendido, más probable será que transmitamos estas verdades. Si formamos a otros
mientras todavía tenemos contacto con nuestro tutor, podremos nutrirnos de su
experiencia a la hora de contestar las preguntas de nuestros propios estudiantes.
21. Las normas de plantación y los frutos resultantes son difíciles de prever y registrar.
Confiamos en que Dios bendecirá los objetivos de fe de nuestros colaboradores
individuales y que los frutos resultantes serán el crecimiento exponencial de las
nuevas iglesias.
22. Reconocemos que es posible que los movimientos de PI-IE se desvanezcan a medida
que pierdan su ADN multiplicador. La historia de la iglesia nos enseña esta triste
lección. El ADN divino debe impulsarnos hasta que la gloria de Dios cubra la tierra
como las aguas cubren el mar. Entonces, la Esposa y el Espíritu estarán en
consonancia y dirán: «Ven Señor Jesús, ven».
23. No podemos anticipar ni prever lo que Dios hará para facilitar un movimiento de
plantación de iglesias, pero sí deseamos enfatizar la importancia de mantener la visión
encendida en la iglesia local.
24. La plantación de iglesias requiere una supervisión cuidadosa y una planificación
continua. La supervisión de la formación cada vez es más relevante según pasan los
años; debemos movilizar las iglesias y las instituciones teológicas para que ofrezcan
educación continua con formación teológica adecuada mediante programas de
extensión.
25. Este nivel de crecimiento de la iglesia expandirá las estructuras administrativas y
eclesiásticas de las denominaciones y, por tanto, será necesario enfocarse en el
desarrollo y la renovación de estas estructuras.

7.3. Normas para la Plantación de Iglesias por Iglesia Establecida (PI-IE):

Norma uno: cada iglesia debe plantar un mínimo de 3 o un máximo de 5 iglesias en


simultáneo (iglesias de 2.a generación) cada cuatro años.

Norma dos: cada nueva iglesia hija debe iniciar sus propias iglesias hijas, idealmente dentro
de los 6 meses desde el inicio de la formación.

Al mantener estos ideales, es factible que los pastores de primera generación hayan facilitado
la plantación de iglesias de cuarta generación cuando terminen su formación. Puesto que
estamos en las primeras etapas de la introducción del modelo PI-IE, no se sabe cuántas
generaciones de iglesias adicionales serían una norma adecuada. En última instancia,

38
establecer y mantener las normas es competencia de las iglesias locales, asociaciones de
iglesias y denominaciones.

7.4. El trabajo del coordinador de PI-IE

1. Buscar un pastor para que se desempeñe como coordinador de proyecto en un país


objetivo. Debe tener preparación teológica, experiencia y visión para la plantación de
iglesias. Además, debe poseer fuertes dotes de liderazgo y ser considerado adecuado
según los líderes de denominación evangélica del país. Finalmente, debe tener un
fuerte sentido del llamado y la visión para un movimiento de PI-IE.
2. El coordinador de proyecto tendrá la tarea de trazar el panorama espiritual y hacer
una investigación para determinar el estado de la nación con respecto a las
necesidades de la plantación de iglesias entre las comunidades no alcanzadas.
3. Seleccionar de 3 a 5 emplazamientos situados estratégicamente en regiones no
alcanzadas para establecer centros de PI-IE; cada región debe ser capaz de albergar
entre 50 y 100 iglesias plantadas.
4. Identificar y preparar a pastores existentes que puedan comenzar los proyectos de PI-
IE desde sus iglesias (conocidas también como iglesias centrales o madre).
Seleccionar entre 3 y 5 pastores con experiencia y preparación teológica para que
sean pastores-formadores de PI-IE e inicien proyectos de PI-IE.
5. El coordinador de proyecto hablará con las iglesias autóctonas para invitarlas a
participar en el proyecto. Los colaboradores suelen nombrar a pastores cualificados
como formadores durante un proyecto de PI-IE. Se invitará a las denominaciones
colaboradoras a enseñar sobre sus particularidades doctrinales, a proporcionar
cobertura eclesiástica y a participar en la supervisión de las iglesias.
6. Todas las iglesias de PI-IE se registran con el auspicio de las iglesias o de las
denominaciones colaboradoras, las cuales, si así lo desean, pueden firmar un contrato
de cooperación con PIC.
7. Cuando no se encuentren colaboradores adecuados, recomendamos que los
colaboradores o pastores-formadores se registren (de ser necesario y apropiado) y
supervisen las nuevas iglesias dentro de una nueva denominación autóctona.
8. Inicialmente, por razones legales y eclesiásticas, vemos las iglesias plantadas como
una extensión de la iglesia madre. Todas las iglesias plantadas están vinculadas a una
denominación a fines de supervisión, rendición de cuentas y formación doctrinal de
la denominación.
9. El coordinador de proyecto supervisa el trabajo de los formadores de PI-IE y deberá
visitar todas las iglesias madre y las nuevas iglesias hijas de forma rotativa para
evaluar el desarrollo del trabajo.
10. La estructura en el país objetivo será esta: 1 coordinador de proyecto, de 3 a 5
formadores de PI-IE y de 9 a 25 pastores de iglesias hijas de primera generación.

7.5. El trabajo de los pastores-formadores de PI-IE

1. El pastor-formador de PI-IE debe ser pastor de la iglesia madre.


2. Los pastores-formadores de PI-IE están a cargo de seleccionar de 3 a 5 emplazamientos
estratégicos para establecer iglesias hijas (satélite) y, después, seleccionar y dar

39
formación preliminar a entre 3 y 5 estudiantes de pastorado de iglesias hijas. Estimamos
que estas tareas no llevarán más de 4-5 meses. Si el pastor-formador de PI-IE no puede
encontrar estudiantes en este período, lo tomaremos como confirmación de que Dios
no lo ha llamado a facilitar el movimiento de PI-IE en la región en ese momento.
3. El pastor-formador de PI-IE es responsable de reclutar entre 3 y 5 estudiantes de
pastorado de primera generación que, para ser inscritos en el programa, deben haber
encontrado, por su parte, un mínimo de 3 o un máximo de 5 estudiantes de pastorado
de segunda generación.
4. Una vez que se hayan seleccionado los emplazamientos y los estudiantes, los pastores-
formadores y los estudiantes se responsabilizarán del «proceso de implementación de
PI-IE» (ver sección 7.2 descrita anteriormente).

7.6. Estructura de PI-IE: un coordinador de proyecto cada 3-5 pastores-


formadores:

Iglesia
hija

Iglesia Iglesia
hija hija

Iglesia
madre

Iglesia Iglesia
hija hija

40
7.7. Cada estudiante de pastorado de una iglesia hija planta por su parte un
mínimo de 3 iglesias de tercera generación.

Iglesia
hija de
3.a gen.

Iglesia Iglesia Iglesia


hija de de 2.a hija de
3.a gen. gen. 3.a gen.

Iglesia
hija de
3.a gen.

7.8. Plazos y normas de PI-IE

Campo uno
Mes uno: Formalizar una estrategia de entrada.
Campo dos
Del mes dos al cuatro: Implementar una estrategia de evangelio.
Campo tres
Del mes tres al seis: Implementar una estrategia de discipulado.
Campo cuatro
Del mes siete al cuarenta y dos: Implementar una estrategia de formación pastoral.

Norma uno Cada pastor-formador de PI-IE (pastor de 1.a generación) debe


seleccionar entre 3 y 5 estudiantes de pastorado de 2.a generación para
el mes 3.
Norma dos Cada estudiante de pastorado de 2.a generación debe asegurarse de
seleccionar entre 3 y 5 estudiantes de pastorado de 3.a generación para
el mes 5.
Norma tres Cada estudiante de pastorado de 2.a generación debe comenzar una
iglesia de 2.a generación para el mes 5.
Norma cuatro Cada estudiante de pastorado de 3.a generación debe comenzar una
iglesia de 3.a generación para el mes 7.

41
Cada pastor-formador de PI-IE de 1.a generación supervisa:
1 iglesia de 1.a generación (la iglesia madre)
3-5 iglesias y estudiantes de 2.a generación
9-25 iglesias y estudiantes de 3.a generación
27-125 iglesias y estudiantes de 4.a generación
40-155 iglesias totales

42
Capítulo 8
Plantación de Iglesias por Discípulos (PID)
PIC ha diseñado el modelo de Plantación de Iglesias por Discípulos (PID) para individuos o
grupos independientes de plantación de iglesias que se encuentran lejos de las iglesias
existentes y que quizás viven en zonas hostiles al evangelio. Este modelo también es
adecuado para individuos que quieren establecer su propia iglesia o asociaciones de iglesias.

El proceso que debe seguir un plantador de iglesias individual es distinto puesto que
habitualmente no tiene una iglesia existente o un grupo de creyentes que apoye el inicio del
programa de plantación de iglesias. Sin embargo, la plantación siempre puede llevarse a cabo.

El plantador de iglesias puede tener formación teológica y experiencia pastoral o no. La


combinación de estas posibilidades dictará la manera de proceder.

Posibilidad uno: individuo sin formación ni experiencia previa como líder de iglesia
El proceso recomendado para dicho individuo es:
• Obtener el material didáctico de PIC.
• Estudiar el Manual de Plantación de Iglesias Comunitarias.
• Implementar el Programa de Movilización de Miembros.
• Estudiar el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia.
• Para el tercer mes, iniciar y pastorear una iglesia de primera generación (2 o 3
creyentes constituyen una iglesia iniciada).
• Comenzar el Curso de Formación Pastoral Comunitaria.
• Comenzar el curso OMEGA.
• Reclutar a 2 estudiantes de segunda generación, quienes plantarán y pastorearán
iglesias hijas.
• Inscribir a los estudiantes en el curso de PIC y supervisar el programa de estudio de
sus estudiantes de iglesia hija, aconsejándolos y guiándolos mientras plantan sus
iglesias.
• Para el sexto mes, asegurarse de que los estudiantes de iglesia hija hayan iniciado sus
iglesias.

Posibilidad dos: individuo con formación, pero sin experiencia previa como líder de
iglesia
El proceso recomendado en este caso es:
• Obtener el material didáctico de PIC mediante la inscripción de sus estudiantes de
iglesia hija en el curso de PIC.
• Estudiar el Manual de Plantación de Iglesias Comunitarias.
• Implementar el Programa de Movilización de Miembros.
• Estudiar el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia.
• Para el tercer mes, iniciar y pastorear una iglesia de primera generación (2 o 3
creyentes constituyen una iglesia iniciada).
• Supervisar el programa de estudio de sus estudiantes de iglesia hija, aconsejándolos
y guiándolos mientras plantan sus iglesias.

43
• Para el sexto mes, asegurarse de que los estudiantes de iglesia hija hayan iniciado sus
iglesias.

Posibilidad tres: individuo sin formación, pero con experiencia previa como líder de
iglesia
El proceso recomendado para dicho individuo es:
• Inscribirse para formación pastoral en el curso de PIC.
• Estudiar el Manual de Plantación de Iglesias Comunitarias.
• Implementar el Programa de Movilización de Miembros.
• Estudiar el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia.
• Para el tercer mes, iniciar y pastorear una iglesia de primera generación (2 o 3
creyentes constituyen una iglesia iniciada).
• Comenzar el Curso de Formación Pastoral Comunitaria.
• Comenzar el curso OMEGA.
• Reclutar estudiantes de 2.a generación e inscribirlos en la Academia de PIC.
• Para el sexto mes, asegurarse de que los estudiantes de iglesia hija hayan iniciado sus
iglesias.

Posibilidad cuatro: individuo con formación y experiencia previa como líder de iglesia
El proceso recomendado en este caso es:
• Inscribir a sus estudiantes de iglesia hija en el curso de PIC.
• Estudiar el Manual de Plantación de Iglesias Comunitarias.
• Implementar el Programa de Movilización de Miembros.
• Estudiar el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia.
• Para el tercer mes, iniciar y pastorear una iglesia de primera generación (2 o 3
creyentes constituyen una iglesia iniciada).
• Supervisar el programa de estudio de sus estudiantes de iglesia hija, aconsejándolos
y guiándolos mientras plantan sus iglesias.
• Para el sexto mes, asegurarse de que los estudiantes de iglesia hija hayan iniciado sus
iglesias.

En resumen, estas son las diferencias en los procesos recomendados para PID:
a) Los estudiantes que tienen una formación teológica adecuada no tienen que inscribirse
para recibir más clases. Deben pasar directamente a la plantación de iglesias y facilitar
las experiencias de aprendizaje de sus estudiantes de iglesias hijas.
b) Los estudiantes con experiencia en iglesia pueden comenzar habitualmente con un
número más alto de estudiantes. Para los que tienen experiencia en iglesia,
recomendamos entre tres y cinco estudiantes de iglesia hija; para los que no la tienen,
recomendamos dos.

El proceso de implementación de PID

1. El estudiante de pastorado-plantación de iglesias investigará la zona e identificará


emplazamientos cercanos a su centro de formación o iglesia madre donde podrían
iniciar iglesias hijas. En la selección de emplazamientos, prestamos atención a la
geografía, la logística, la demografía, las comunidades no alcanzadas y las otras

44
iglesias en el distrito. Es más sencillo comenzar con emplazamientos cercanos al
individuo que inicia el proyecto.
2. Cada pastor-plantador de iglesias es responsable del reclutamiento de estudiantes que,
para ser inscritos en el programa, deben haber encontrado un mínimo de 2 o un
máximo de 5 estudiantes para las iglesias hijas; estas pautas variarán según su
experiencia y formación.
3. Una vez que se han seleccionado emplazamientos, evangelizamos la comunidad que
rodea el posible centro de formación. Cuando es aconsejable, consultamos con los
líderes comunitarios sobre el proyecto de plantación de iglesias. En todas las
comunidades, buscamos activamente una persona de paz o, mejor aún, hogares de
paz (Luc. 10:6) que puedan facilitar nuestro trabajo. Los akan de Ghana dicen que es
mejor hacer amigos antes de encontrar dificultades. Es recomendable invertir tiempo
en encontrar personas de paz en todas las comunidades y recibir su hospitalidad.
Dichos amigos vendrán en nuestra ayuda cuando encontremos dificultades.
4. Los candidatos deben ser capaces de expresar la visión y el llamado de PID, y vivir
en las proximidades del lugar donde normalmente se realizará la formación.
5. Durante 3 años, los pastores-plantadores de iglesias estudiarán los materiales del
Curso de Formación Pastoral de PIC con la ayuda de su pastor-formador y sus
compañeros.
6. Cada pastor-plantador en formación comienza una plantación de iglesia en los
primeros tres meses de su formación. Ponen en práctica lo que van aprendiendo, es
decir, su formación es simultánea al ministerio. El pastor-plantador de iglesias
supervisa al pastor-plantador en formación y le proporciona apoyo, asesoramiento y
orientación in situ.
7. En un principio, el pastor-plantador de iglesias comparte su testimonio con sus
familiares, amigos y comunidad; después, pasa al discipulado. Reunirá a sus
discípulos en pequeñas comunidades que luego se convertirán en iglesias
comunitarias.
8. Durante el período de formación, los formadores y pastores-plantadores de iglesias
les proporcionarán a los estudiantes de pastorado el material de predicación y
bosquejos de sermones (o ideas). Además, supervisarán tanto la formación como la
plantación de iglesias.
9. Se espera que las iglesias hijas entreguen un diezmo a la iglesia madre para ayudar a
cubrir gastos.
10. Todos los estudiantes son bivocacionales hasta que una iglesia comunitaria es capaz
de contratarlos como pastores de tiempo completo.
11. Los materiales didácticos de teología, los programas de discipulado y las
herramientas de evangelización se pueden encontrar en PIC.
12. PIC anima a las comunidades a construir recintos para el culto común mientras se
mantienen las normas y la cultura de la comunidad.
13. Enfatizamos dos conceptos principales en todas las iglesias:
a) Cada creyente es ministro del evangelio y debe involucrarse en la
evangelización y la multiplicación de discípulos. El ADN del discipulado está
integrado con éxito en un creyente cuando ha generado discípulos de 4.a
generación.

45
b) Cada iglesia debería participar en la plantación de varias iglesias. Esta práctica
se recomendará activamente desde las primeras etapas de cada iglesia
plantada.
14. Los pastores-plantadores de iglesias se graduarán únicamente cuando hayan reunido
los siguientes requisitos:
a) Completen satisfactoriamente el Programa de Formación Teológica de PIC y
el Programa Práctico de Plantación de Iglesias OMEGA.
b) Hayan plantado y pastoreen su iglesia de primera generación.
c) Hayan iniciado al menos dos iglesias de segunda generación y cuatro de
tercera.
d) Estén formando activamente a sus pastores de iglesias hijas.
15. Animamos a las iglesias a plantar nuevos grupos de iglesias hijas, es decir, de 2 a 5
iglesias nuevas cada cuatro años. Recomendamos un ciclo de cuatro años entre los
grupos de iglesias plantadas por la misma iglesia madre para completar el ciclo de
crianza y formación de un grupo antes de plantar el siguiente.
16. En el programa PID, establecemos normas para la plantación de nuevas iglesias hijas
en función de nuestra experiencia. Cuanto antes enseñemos a otros lo que hemos
aprendido, más probable será que transmitamos con exactitud estas verdades. Si
formamos a otros mientras todavía tenemos contacto con nuestro tutor, podremos
nutrirnos de su experiencia a la hora de contestar las preguntas de nuestros propios
estudiantes.
17. Las normas de plantación y los frutos resultantes son difíciles de prever y registrar.
Confiamos en que Dios bendecirá los objetivos de fe de nuestros colaboradores
individuales y que los frutos resultantes serán el crecimiento exponencial de las
nuevas iglesias.
18. Reconocemos que es posible que los movimientos de PID se desvanezcan a medida
que pierdan su ADN multiplicador. La historia de la iglesia nos enseña esta triste
lección. El ADN divino debe impulsarnos hasta que la gloria de Dios cubra la tierra
como las aguas cubren el mar. Entonces, la Esposa y el Espíritu estarán en
consonancia y dirán: «Ven Señor Jesús, ven».
19. No podemos anticipar ni prever lo que Dios hará para facilitar un movimiento de
plantación de iglesias, pero sí deseamos enfatizar la importancia de que en la iglesia
local se mantenga encendida la visión de la plantación de iglesias.
20. La plantación de iglesias requiere una supervisión cuidadosa y una planificación
continua. La supervisión de la formación cada vez es más relevante según pasan los
años; debemos movilizar las iglesias y las instituciones teológicas para que ofrezcan
educación continua con formación teológica adecuada mediante programas de
extensión.
21. Este nivel de crecimiento de la iglesia expandirá las estructuras administrativas y
eclesiásticas de las asociaciones de iglesias y, por tanto, será necesario enfocarse en
el desarrollo y la renovación de estas estructuras.

Normas para la Plantación de Iglesias por Discípulos (PID):

Norma uno: cada iglesia debe plantar al menos dos iglesias en simultáneo (iglesias de 2. a
generación) cada tres o cuatro años.

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Norma dos: cada nueva iglesia hija debe iniciar sus propias iglesias hijas dentro de los 6
meses desde el inicio de la formación.

Al mantener estos ideales, es factible que los pastores de primera generación hayan facilitado
la plantación de iglesias de cuarta generación cuando terminen su formación. Puesto que
estamos en las primeras etapas de la introducción del modelo PID, no se sabe cuántas
generaciones de iglesias adicionales serían una norma adecuada. En última instancia,
establecer y mantener las normas es competencia de las iglesias locales, asociaciones de
iglesias, denominaciones o de la persona designada para rendición de cuentas.

47
Capítulo 9
Seminarios para la Plantación de Iglesias (SPI)

En los modelos SPI, procuramos la integración de la formación teológica y la plantación de


iglesias en un entorno urbano. Tenemos tres tipos básicos de modelos urbanos de
plantación de iglesias:
1) Las iglesias locales comunitarias responden al modelo convencional y son
iglesias de tamaño mediano que se reúnen en un recinto dedicado a tal fin y están
dirigidas por un pastor, ancianos y diáconos.
2) Las iglesias en hogares son, por lo general, más pequeñas que las comunitarias y
habitualmente se encuentran en la casa de alguno de los miembros.
3) Las iglesias celulares comprenden una red estructurada de células bajo el mismo
pastor experimentado con una jerarquía de pastores de distrito, supervisores de
zona y líderes de grupo de células.

En las iniciativas del programa Seminarios para la Plantación de Iglesias, la elección del
modelo es un primer paso fundamental para el proceso de plantación. Cuando iniciamos una
iglesia con un fin claro en mente, tenemos más probabilidades de éxito. Es imprescindible
ayudar a los estudiantes a evaluar qué formato adoptar. Esta elección es una decisión
colaborativa que incluye al estudiante, su iglesia y el seminario.

Cuando los seminarios instruyen a los estudiantes de teología en la plantación de iglesias, es


importante que les den experiencia práctica. El proceso de preinscripción de los estudiantes
debería aclarar el modelo de la iglesia que los estudiantes adoptarán en las tareas prácticas.
Deben tomarse decisiones respecto al gobierno de la iglesia, la supervisión eclesiástica y el
desarrollo de la iglesia antes de la inscripción formal de los estudiantes. Las iglesias nombran
líderes, bautizan a nuevos creyentes, comparten la Cena del Señor, consagran a los niños,
solemnizan los matrimonios y ofrecen servicios fúnebres para los miembros fallecidos. Es
necesario determinar quién oficiará en estos casos, qué formación tendrá esa persona, cuándo
y cómo se celebrarán estos sacramentos antes de embarcarse en la inscripción de estudiantes
de teología en los cursos de plantación de iglesias. Por lo tanto, se recomienda que los
estudiantes, su autoridad espiritual y el seminario se pongan de acuerdo sobre estos temas.

Normas para Seminarios para la Plantación de Iglesias (SPI)

Las normas son objetivos de fe. Cada seminario o proyecto puede establecer sus propios
objetivos en base a sus experiencias, circunstancias y programas de estudio. La
disponibilidad de tiempo que tenga el estudiante para los trabajos prácticos afectará su
desempeño. Es probable que sea mejor establecer una variedad de normas que permitan que
los profesores sean flexibles en la evaluación del rendimiento de sus estudiantes. El objetivo
de las normas debería ser la integración de un ADN de plantación de iglesias que se transmita
de generación en generación.

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Norma 1: como parte de su programa de estudios, los estudiantes de teología deben
inscribirse en un curso de plantación de iglesias que incluya 160 horas de lecciones y
100 horas prácticas de tareas repartidas en 3 o 4 años.
Norma 2: el seminario se asegurará de que todos los estudiantes firmen contratos de
preinscripción en los que se comprometan a plantar iglesias en base a uno de los modelos
urbanos de plantación de iglesias.
Norma 3: a los que se inscriban en el modelo de plantación de iglesias locales comunitarias,
se les pedirá que inicien una iglesia madre desde la que plantarán entre 3 y 7 iglesias
comunitarias de segunda generación que, a su vez, plantarán de 3 a 5 iglesias de tercera
generación cada una antes de la finalización de los estudios.
Norma 4: a los que se inscriban en el modelo de plantación de iglesias en hogares, se les
pedirá que inicien una iglesia en un hogar (iglesia madre) desde la que plantarán entre 3 y 7
iglesias en hogares de segunda generación que, a su vez, plantarán de 3 a 5 iglesias en hogares
de tercera generación antes de la finalización de los estudios.
Norma 5: a los que se inscriban en el modelo de plantación de iglesias celulares, se les pedirá
que inicien entre 5 y 7 grupos celulares que, a su vez, plantarán de 4 a 7 grupos celulares
(células de segunda generación) que, por su parte, deben plantarán plantar entre 4 y 7 grupos
celulares cada uno (células de tercera generación) antes de la finalización de los estudios.

Normas de SPI a cumplir para el tercer año:

Iglesias comunitarias: 1 iglesia madre


De 3 a 7 iglesias de segunda generación
De 9 a 35 iglesias de tercera generación

Iglesias en hogares: 1 iglesia madre


De 3 a 7 iglesias en hogares de segunda generación
De 9 a 35 iglesias en hogares de tercera generación

Iglesias celulares: De 5 a 7 células de primera generación (cada grupo celular se


convierte en una iglesia celular)
De 20 a 49 células de segunda generación
De 80 a 343 células de tercera generación (o 7 iglesias celulares
con entre 21 y 57 células cada una)

Roles en el programa Seminarios para la Plantación de Iglesias (SPI)

1. El rol del seminario

• Preservar la visión de la plantación de iglesias por saturación mediante iniciativas del


programa Seminarios para la Plantación de Iglesias.
• Diseñar programas de estudios que incluyan cursos de plantación de iglesias.
• Diseñar programas de estudios de plantación de iglesias que incluyan tareas prácticas.
• Supervisar las tareas de plantación de iglesias de los estudiantes.
• Supervisar la calidad de la formación que se da a los estudiantes.

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• Ofrecer talleres para complementar la formación de los pastores-plantadores de
iglesias y los líderes de grupos celulares.
• Diseñar los contratos de inscripción entre estudiantes, sus autoridades espirituales y
el seminario, que comprendan el acuerdo práctico y la supervisión eclesiástica de las
nuevas iglesias plantadas.
• Encontrar las estructuras eclesiásticas apropiadas que puedan respaldar la plantación
de nuevas iglesias en casos en que el estudiante no tenga una autoridad espiritual
adecuada.
• Ser el principal supervisor del desarrollo de las nuevas iglesias plantadas (mediante
estudiantes y profesores).

2. El rol del profesor de seminario

• Transmitir la visión.
• Formar a los estudiantes.
• Asegurase de que los estudiantes tengan planes de implementación que sean
cuantificables y claros.
• Garantizar una orientación apropiada a la hora de seleccionar emplazamientos.
• Garantizar que los estudiantes presenten informes trimestrales sobre los proyectos de
plantación de iglesias.
• Asegurarse de que los estudiantes presenten informes trimestrales sobre la formación
de los pastores-plantadores de iglesias y los líderes de grupos celulares.
• Diseñar y realizar seminarios regularmente para complementar la formación que
brindan sus estudiantes a los pastores-plantadores de iglesias y líderes de grupos
celulares.

3. El rol de los estudiantes de seminario

• Recibir y transmitir la visión.


• Llevar a cabo una investigación en las zonas objetivo.
• Planificar emplazamientos para las nuevas iglesias y los grupos celulares.
• Idear planes de implementación a corto y mediano plazo.
• Iniciar iglesias madre o grupos celulares.
• Encontrar posibles líderes de la iglesia y de grupos celulares.
• Formar a los líderes de la iglesia y de grupos celulares.
• Supervisar el desarrollo de las iglesias.
• Animar a las nuevas iglesias hijas/grupos celulares a observar las normas
establecidas.
• Trabajar con sus denominaciones y asociaciones de iglesias en la supervisión y el
desarrollo de nuevas iglesias.

4. El rol de los pastores-plantadores de iglesias y líderes de grupos celulares

• Recibir y transmitir la visión.


• Recibir formación constante.

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• Discipular a discípulos multiplicadores.
• Establecer iglesias/células multiplicadoras.
• Formar líderes multiplicadores.

5. El rol de las denominaciones y las asociaciones de iglesias participantes

• Recomendarles el seminario a los estudiantes.


• Firmar contratos de inscripción para aquellos de sus estudiantes que participen en el
programa SPI.
• Prestar supervisión eclesiástica a las nuevas iglesias.
• Adaptar el sistema de gobierno de la iglesia y los manuales de disciplina para
contemplar los programas SPI.
• Ordenar pastores.
• Autorizar a estudiantes para que oficien los sacramentos.
• Incorporar las nuevas iglesias plantadas a la denominación/asociación en el momento
en que el estudiante termine sus estudios o antes.
• Motivar a los estudiantes e incorporar las nuevas iglesias y su liderazgo a sus
estructuras.
• Desde el inicio del programa, el 10% de los ingresos de las nuevas iglesias se le
pagará al seminario y un 10% adicional se destinará a las estructuras de la
denominación.
• Tras la graduación de los estudiantes, las iglesias plantadas continuarán entregando
un 5% de sus ingresos al seminario por un período de 5 años.

6. El rol de PIC

• Transmitir la visión del programa SPI.


• Ayudar a implementar SPI.
• Asesorar sobre las estrategias de implementación.
• Prestar supervisión al proyecto cuando sea necesario.
• Proporcionar acceso a los materiales didácticos sobre plantación de Iglesias.
• Recopilar registros de los proyectos de SPI en colaboración con los seminarios.

51
Capítulo 10
Las nueve piedras angulares de PIC
Los programas de PIC se apoyan en ciertos principios fundamentales. Obviamente, debemos
obedecer todos los mandamientos de Dios; sin embargo, la experiencia indica que, siempre
que los movimientos de PIC son exitosos, es porque siguen nueve principios bíblicos clave.
En esta sección se exponen las nueve piedras angulares de PIC. (En el capítulo 11, hay una
lista de los 12 principios universales de PIC y, en el capítulo 12, se presentan las 17
características distintivas de los movimientos de PIC).

Las nueve piedras angulares de PIC son:


1. Visión
2. Llamado
3. Fe
4. Autoridad
5. Comunidad
6. Hospitalidad
7. Multiplicación
8. Motivación
9. Intencionalidad

10.1 Visión

«Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado»


(Prov. 29:18). Una de las claves que permiten el éxito de los movimientos de plantación de
iglesias es tener líderes, pastores y plantadores de iglesias que siguen apasionadamente una
visión piadosa. La carga por el ministerio deriva de una comprensión clara de la visión de
Dios. Estos líderes son capaces de:
• Delinear y transmitir la visión.
• Suscitar a nuevos líderes que sigan apasionadamente la visión.
• Hacer los cambios necesarios para lograr poco a poco implementar la visión.

Los sukama de Tanzania tienen un dicho: «Yo señalé las estrellas y todo lo que ellos vieron
fue la punta de mis dedos». Este proverbio advierte sobre el
peligro de obsesionarse con asuntos triviales y perder de vista Yo señalé las estrellas
lo importante. E. Paul Hovey dijo: «El mundo de un ciego está y todo lo que ellos
limitado por lo que puede tocar; el mundo de un ignorante, por vieron fue la punta de
su conocimiento; el mundo de un gran hombre, por los límites mis dedos.
de su visión». Es necesario tener la visión de Dios para
mantener el enfoque en las realidades del cielo. De otra forma, nos desenfocamos y perdemos
de vista los propósitos de Su reino.

La visión de Dios gobierna nuestro presente, expande nuestro potencial y desata una
transformación por el impulso indetenible del Espíritu Santo. La visión de Dios expande los
horizontes, fortalece la fe, crea vida, da esperanza y dirige el futuro. La visión de Dios es una
herramienta ponderosa que constantemente guía a los líderes a implementar los cambios que

52
alinean a la comunidad cada vez más con los deseos de Dios. La visión crece y domina
nuestras vidas. La visión nos moviliza, nos guía, nos hace madurar y nos lleva a alcanzar los
sueños que nunca creímos posibles. Las personas visionarias perseveran a pesar de los
obstáculos y de la oposición porque creen fervientemente que Dios va a cambiar el futuro
hasta alinearlo según Su visión.

Uno de los criterios más importantes en la selección de un pastor-plantador de iglesias es


evaluar la visión que lo guía. Podemos transmitir una visión, pero no llegaremos lejos a
menos que nuestros colaboradores entiendan la visión, se apropien de ella y hablen de ella
con pasión. Contar con una visión común es el nexo que mantiene unido al equipo de trabajo
y lo impulsa a lograr sus sueños. La visión de Dios nace dentro de nuestro espíritu, enciende
entusiasmo e inspira esperanza en un futuro mejor. Esa visión crece hasta dominar nuestras
mentes y nuestras vidas, llevándonos a dedicar toda nuestra energía para lograr la voluntad
de Dios. La visión de Dios nos moviliza, nos atrapa, nos guía, nos hace madurar y nos lleva
a perseverar a pesar de la resistencia y la oposición. Cuando Dios da la visión, esta se
convierte en el centro de nuestra vida; nos levantamos y marchamos a Su ritmo y así
alcanzamos sueños que parecían inalcanzables. Lo improbable, lo imposible y lo irrealizable
deja de serlo. Los sueños inspirados por Dios son convertidos en realidades y son tan certeros
como la salida del sol.

Una visión fue lo que llevó a William Wilberforce a abolir la esclavitud cuando el resto de
la sociedad se oponía. Su valentía, persistencia y
determinación lo guiaron y, trabajando La visión es el pegamento que
diligentemente por dicha causa, logró influenciar el mantiene unido al equipo de
mundo occidental para que cambiara su manera de trabajo y lo impulsa a lograr
pensar y actuar. A finales del 1800, Wilbur y Orville sus sueños.
Wright anunciaron que había llegado la era de las
máquinas voladoras. Después de ese anuncio, pasaron diez años de experimentos
infructuosos, pero, el 17 de diciembre de 1903, los hermanos Wright hicieron historia cuando
su pequeño avión se elevó desde las playas de Kitty Hawk, en Carolina del Norte. En medio
de mucha incredulidad, nació la era de los viajes aéreos.

La visión nos mueve a salir de las circunstancias y las limitaciones presentes para que,
mediante el trabajo diligente, logremos cambios constantes que nos acerquen al futuro
deseado. Sentimos una necesidad y entonces vemos un futuro en el que dicha necesidad ya
no exista. En nuestro interior, sabemos que Dios va a suplir esa carencia. La situación
presente ya no es aceptable: el futuro de Dios está a nuestro alcance. Recibimos la visión de
Dios como una respuesta que nos impulsa a lograr ese futuro que Dios ha definido. ¡La visión
marca la diferencia! ¡La visión define el futuro! La visión impregna todas las tareas del reino
y así define, ordena, guía y controla el destino del reino. El mañana no es una mezcla del azar
y de pensamientos positivos; es un destino hacia donde cada cristiano debe dirigirse.

Estamos convencidos de que Dios nos ha dado una visión para la plantación de iglesias
comunitarias. La visión del movimiento PIC es la siguiente: «PIC desea que en todas las
comunidades haya iglesias espiritualmente maduras». La misión del movimiento PIC es esta:
«PIC desea que en todas las comunidades haya iglesias espiritualmente maduras, por lo que
se ocupa de movilizar discípulos que multipliquen discípulos, pastores que multipliquen

53
pastores, iglesias que multipliquen iglesias y seminarios que instruyan a formadores para que
estos planten iglesias multiplicadoras». El programa PIC busca movilizar a individuos e
iglesias para que respondan al llamado de Dios de plantar iglesias en las comunidades del
mundo que no han sido alcanzadas; para lograrlo, promovemos la formación pastoral
intencional. Estamos buscando obreros del reino que crean en que la iglesia es responsable
de formar nuevas iglesias, para así extender el reino de Dios en África, Asia, Latinoamérica
y hasta el fin de la tierra.

Buscamos personas dispuestas a:


• Investigar e identificar qué comunidades necesitan el testimonio de una iglesia.
• Sentir compasión por las personas que están perdidas y desamparadas.
• Dolerse de las necesidades de las comunidades no alcanzadas y sentir una
responsabilidad cada vez mayor por sus carencias espirituales.
• Clamar a Dios en oración por las necesidades espirituales y materiales de la
comunidad.
• Desarrollar una firme convicción de que, a través de la obediencia y la cooperación
con Dios, pueden colaborar con la plantación de iglesias en las comunidades no
alcanzadas, de manera individual y en equipo.
• Saber, en lo profundo de sus corazones, que Dios los ha llamado a la obra de
plantación de iglesias comunitarias y entender su responsabilidad de dedicar sus vidas
a trabajar en pos de la visión de Dios.
• Comprometerse a invertir la mayor parte de su tiempo trabajando para un movimiento
de Plantación de Iglesias Comunitarias, ya que reconocen que es una meta central de
sus vidas.

Si piensas que Dios te llama a esta obra, es momento de que le pidas orientación y respondas
a Su llamado.

Principios de la visión

«Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el
pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus
discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al
Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mat. 9:35-38).

1. La visión de Dios está basada en las necesidades de los demás. Jesús recorrió las ciudades
y vio sufrimiento por enfermedades, gente perdida y confundida por el maligno, personas sin
líderes o pastores que pudieran guiarlas a un futuro piadoso. Jesús hizo que Sus discípulos
vieran las necesidades de la gente y así infundió en ellos Su visión. Cuando contemplamos
el mundo actual, vemos que la gente sufre por maltrato, enfermedades, sequías, hambre y
guerra. Vemos que hay personas que no tienen iglesias, que están desamparadas y dispersas,
y van camino a una eternidad perdida. Observamos que existen comunidades sin iglesias, sin
pastores y sin líderes cristianos.

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2. La visión de Dios hace surgir la compasión divina. Jesús recorrió las comunidades de Su
época y, gracias a eso, pudo ver las necesidades. Dios, en la persona de Jesús, establece un
ejemplo para nosotros: Él estuvo en contacto cotidiano con las necesidades de la gente.
Recorrer un lugar implica abandonar un sitio para ir a otro. Jesús dejó la gloria celestial para
habitar entre la gente en forma humana. En medio de un pueblo necesitado, Jesús tuvo
compasión. Dios vio las necesidades de la humanidad caída y perdida, y Su amor a los
hombres hizo que enviara a Su Hijo Jesús para redimirlos. La condición perdida de la gente
suscitó un sentimiento en el corazón de Dios. Con un corazón lleno de amor y compasión,
respondió a la necesidad extrema y desesperante de los que estaban espiritualmente muertos.
Para tener la visión de Dios, necesitamos un corazón que se quebrante ante las situaciones
que conmueven a Dios.

PIC recorre las comunidades de todo el mundo para poder ver como Jesús ve. Cuando vemos
comunidades que no cuentan con iglesias ni pastores debidamente formados, vemos las
necesidades de esa comunidad a través de los ojos de Dios. Más aun, como vemos la
necesidad, tenemos compasión. Cuando trabajamos en programas y tareas sin tener
compasión, estamos trabajando sin Dios. La visión de Dios hace surgir la compasión divina.

3. La visión de Dios produce oraciones según el corazón de Dios. Cuando Nehemías supo de
las necesidades del pueblo en Jerusalén, su corazón se quebrantó y oró para que Dios
estuviera atento a sus oraciones y le concediera éxito en sus planes ahora (Neh. 1). Cuando
entendemos la voluntad de Dios para la gente perdida y cuando estas nos llegan al corazón,
caemos de rodillas y el Espíritu de Dios nos da las palabras adecuadas para orar, las cuales
están de acuerdo Su voluntad. Jesús conocía el valor de la oración. La oración caracterizó Su
vida. Enseñó a Sus discípulos a orar. Dio el ejemplo de una vida de oración y ordenó que Sus
discípulos oraran. «Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mat. 9:37-
38). La oración es, ante todo, la actividad primordial para responder a las necesidades de
las personas sin Dios.

4. La visión de Dios requiere de personas piadosas que respondan al llamado de Dios en sus
vidas. Dios es quien envía y unge a los obreros escogidos para trabajar en Su reino («Rogad,
pues, al Señor de la mies, que envíe obreros…» [Mat. 9:28]). Necesitamos obreros que
puedan dar fe de que es Dios quien los ha enviado a trabajar en Su viña. El apóstol Pablo dio
testimonio de su llamado en repetidas ocasiones: «Pablo, apóstol (no de hombres ni por
hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre […] )» (Gál. 1:1).

«Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió
por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros
en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio
a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña,
y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron» (Mat. 20:1-4).

Dios mismo es quien, directamente desde Su corazón, envía a los obreros y les promete
provisión.

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5. La visión de Dios requiere planificación y cambios acordes a la voluntad de Dios.
Nehemías vio el deterioro de las murallas de Jerusalén, pero también vio un futuro distinto
en Dios. Con sus ojos espirituales, vio las murallas reconstruidas. Lloró, oró y le preguntó a
Dios si podía ir y reconstruirlas (Neh. 2:4). Nehemías fue a Jerusalén, observó las murallas
dañadas y motivó al pueblo a reconstruirlas (Neh. 2:17-20). Después, organizó a la gente para
realizar esa tarea. Un plan divino, que surgió a partir de oraciones piadosas y fue ejecutado
por personas piadosas, permitió el cumplimiento de la visión de Dios. Los cambios que hacen
realidad el futuro divino son actos soberanos de un Dios soberano. Jesús vio el presente:
personas desamparadas y dispersas. Además, vio el futuro: comunidades del reino formadas
por hijos del reino. Dios vio una mies lista para ser cosechada por los obreros escogidos para
ese trabajo. El Señor de la mies es el propietario de los campos, es quien asigna y contrata a
los obreros, es quien provee los dones espirituales que necesitan sus obreros, y es quien envió
a Su Hijo Jesús para mostrarnos cómo alcanzar el reino de Dios. Jesús enseñó a la gente a
obedecer Sus enseñanzas, predicó las buenas nuevas y sanó a los enfermos. La enseñanza,
los sermones y la sanidad son las herramientas divinas que producen cambios conforme al
plan divino.

Dios logra sus metas con solo enunciarlas. Las personas debemos orar y planificar. «Del
hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua. […]
Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados» (Prov. 16:1,3).

«Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y


calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después
que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a
hacer burla de él. […] ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta
primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con
veinte mil?» (Luc. 14: 28-29,31).

La planificación, la proyección y la organización son conceptos bíblicos sólidos cuando se


emplean para Su honor y en oración. Si queremos colaborar con un movimiento de PIC,
tenemos que seguir un plan de acción inspirado por Dios.

6. La visión de Dios anticipa los cambios divinos. El profeta Habacuc vivió en un tiempo de
injusticia, violencia y maldad en su propio país. Se quejó ante la aparente indiferencia de
Dios frente al pecado de Judá. Finalmente, Dios le
Escribe la visión, y declárala
contestó: «… Escribe la visión, y declárala en tablas,
para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión en tablas, para que corra el
tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, que leyere en ella. Aunque la
y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda visión tardará aún por un
vendrá, no tardará» (Hab. 2:2-3). Luego, en el tiempo, mas se apresura hacia
versículo 14, Dios dice: «Porque la tierra será llena del el fin, y no mentirá; aunque
conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas tardare, espéralo, porque sin
cubren el mar». Dios desea que todas las personas del duda vendrá, no tardará.
mundo glorifiquen Su nombre, como lo declara en Su
visión: «… [La tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas
cubren el mar». Dios quiso que Habacuc viera lo que Él veía: un pueblo malvado que, tras
haberse arrepentido y recibido perdón, adoraba y glorificaba a Dios.

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Con Sus ojos físicos, Jesús vio a un pueblo desamparado y disperso, pero, con Sus ojos
espirituales, Jesús vio las buenas nuevas que anunciaban el reino de Dios mientras los obreros
recogían la cosecha madura. Jesús previó los cambios divinos que se lograrían gracias a
obreros movilizados, equipados y capacitados para trabajar en los campos de Dios. La visión
es el panorama de un futuro divino; infunde pasión, motiva a más personas a que se sumen
al equipo y las energiza para trabajar hacia metas definidas, con pasos claros.

7. La visión divina requiere líderes piadosos que movilicen a otros anunciando el futuro que
Dios desea. Jesús vio la necesidad y también vio la voluntad de Dios, así que inspiró y
movilizó a Sus discípulos. «Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha,
mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mat.
9:37-38). La tarea principal de un líder cristiano es influenciar a otros para que se unan en la
obra y así cumplan los propósitos de Dios. Un líder tiene seguidores que entienden lo que se
espera alcanzar y hacia dónde van. La visión final es lo que motiva el trabajo conjunto del
equipo. La visión es la luz que ilumina el sendero que se debe seguir. La misma luz que nos
permite mantener nuestros ojos fijos en el camino. Nuestra visión nos mantiene enfocados
en las actividades y en los procesos piadosos que nos permitirán alcanzar las metas de Dios.
El líder hace que la gente se involucre: los prepara, los motiva, los forma, los empodera y los
envía a trabajar en un ministerio organizado a tono con los propósitos de Dios.

El líder es el responsable de transmitir la visión. Difundir la visión divina es inculcar una


conciencia renovada de los propósitos de Dios para Su pueblo. Tanto los individuos como
las iglesias necesitan recordar la visión de Dios para poder redefinir sus prioridades y sus
metas según el deseo de Dios. La visión es el combustible que activa nuestra fe. La visión
divina siempre supone un desafío y permite que nos maravillemos por los actos que Dios
realizará, por Su misericordia y soberanía, en respuesta a nuestra obediencia humilde.
Los líderes siempre deben enfocarse en que su rol principal es difundir la visión. A
continuación, exponemos los tres pasos fundamentales para transmitir la visión de Dios:
• El líder debe comprometerse con la visión divina. La visión de Dios y nuestra visión
beben ser iguales. Debemos vivir y morir por la visión de Dios: Su visión es nuestra
meta.
• El líder debe compartir la visión con sus seguidores actuales y potenciales. La visión
debe entusiasmarnos y emocionarnos. Cuando compartamos ese entusiasmo, de
seguro va a emocionar a otros. Nos contagiamos de la visión divina y la propagamos
como una infección viral. En realidad, la visión es tan atractiva que no necesita ser
enseñada, sino que gana influencia por su propio poder. La visión de Dios inspira a
otros para que colaboren en alcanzar las metas del reino de Dios: Sus propósitos son
nuestros Sus sueños.
• Los líderes deben trabajar en pos de la visión de manera constante. Debemos
investigar y averiguar qué tareas están pendientes. Necesitamos orar, planificar y
formar, preparar y empoderar a nuevos líderes para que trabajen en la obra y así
podamos alcanzar el destino del reino: Su destino es nuestra vida.

El líder debe hacer que la gente tenga presente la visión divina. De esta forma, ellos
experimentarán cambios internos que los motivarán a las obras externas que se necesitan para
un movimiento de plantación de iglesias.

57
10.2 Llamado

Cuando nos centramos en la voluntad de Dios, nuestras vidas se llenan de Su paz, pasión y
plenitud y se alinean con la oración «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra» (Mat. 6:10). Hemos aprendido a personalizar esta oración de esta
manera: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra y en
mi vida. Hay un lugar y una tarea especial para cada creyente en el reino de Dios. Dios no
tiene la costumbre de ocultar Su llamado a Sus siervos fieles; Él quiere colocar a cada uno
de nosotros en el lugar de trabajo correcto. Pablo lo sabía y podía expresar claramente su
llamado, y nosotros debemos hacer lo mismo. «Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser
apóstol, apartado para el evangelio de Dios» (Rom. 1:1). El llamado de Dios no es del
dominio exclusivo del clero; todo el que esté dispuesto, lo oirá. «Asimismo te ruego también
a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio,
con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de
la vida» (Fil. 4:3).

Los seguidores de Cristo son colaboradores del Evangelio, compañeros. En esta obra, hay un
cierto orden u organización y tareas que realizar: cada uno tiene su propio rol y todos
trabajamos juntos para hacer realidad la visión de Dios. Los que se sienten satisfechos con la
situación actual carecen de visión, no tienen pasión por el ministerio y no sienten el llamado.
Ellos también deben volverse al Señor, esperar en Él, buscarlo con todo su corazón y estar
dispuestos cuando Él les diga: «… Id también vosotros a mi viña…» (Mat. 20:4). En PIC
tenemos como objetivo movilizar a las personas y las iglesias para que respondan al llamado
de Dios de plantar iglesias en las comunidades no alcanzadas. Estamos buscando personas
que crean en que la iglesia es responsable de la plantación de iglesias y de la rápida extensión
del reino de Dios.

Buscamos personas dispuestas a:


• Desarrollar una firme convicción de que, a través de la obediencia y la cooperación
con Dios, pueden colaborar con la plantación de iglesias en las comunidades no
alcanzadas, de manera individual y en equipo.
• Saber, en lo profundo de sus corazones, que Dios los ha llamado a la obra de
plantación de iglesias comunitarias y entender su responsabilidad de dedicar sus vidas
a trabajar en pos de la visión de Dios.
• Comprometerse a invertir la mayor parte de su tiempo trabajando para un movimiento
de Plantación de Iglesias Comunitarias, ya que reconocen que es una meta central de
sus vidas.

No podemos dejar de enfatizar la importancia de tener un llamado claro e imperioso al


ministerio. La Escritura demuestra reiteradamente la importancia de escuchar y responder al
llamado de Dios. Por lo tanto, transmitimos la visión de PIC a los posibles pastores-
plantadores de iglesias. Se los admite al programa PIC solo cuando ya han orado y pueden
dar testimonio del llamado de Dios para sus vidas. Los colaboradores deben ser capaces de
declarar públicamente su llamado inconfundible a ser pastores formadores que plantan
iglesias multiplicadoras en comunidades específicas según se enseña en 2 Timoteo 2:2.

58
El llamado de Dios

1. El llamado de Dios define nuestras prioridades


«Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que No podemos dejar de
me envió, y que acabe su obra» (Juan 4:34). enfatizar la importancia
2. El llamado de Dios suscita y envía a los obreros
de tener un llamado claro
«Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió» (Juan 6:38). e imperioso al ministerio.
3. El llamado de Dios da propósito y dirección
«Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio
es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde
vengo, ni a dónde voy» (Juan 8:14).
4. El llamado de Dios debe ser declarado
«Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios»
(Rom. 1:1). «Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios
el Padre que lo resucitó de los muertos)» (Gál. 1:1).
5. El llamado de Dios infunde visión y pasión por el ministerio
«Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que
acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio
del evangelio de la gracia de Dios» (Hech. 20:24).
6. El llamado de Dios requiere una planificación cuidadosa
«Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo:
Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar» (Luc. 14:28-30).
7. El llamado de Dios activa nuestra fe
«[P]orque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por el amor. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
Esta persuasión no procede de aquel que os llama» (Gál. 5:6-8).
8. El llamado de Dios protege de distracciones
«[P]orque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por el amor. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
Esta persuasión no procede de aquel que os llama» (Gál. 5:6-8).
9. El llamado de Dios define nuestra área de ministerio
«Nosotros, por nuestra parte, no vamos a jactarnos más de lo debido. Nos limitaremos al
campo que Dios nos ha asignado según su medida, en la cual también ustedes están
incluidos» (2 Cor. 10:13, NVI).
10. El llamado de Dios nos invita a ampliar nuestra área de trabajo
«… [E]speramos que, según vaya creciendo la fe de ustedes, también nuestro campo de
acción entre ustedes se amplíe grandemente, para poder predicar el evangelio más allá de
sus regiones…» (2 Cor. 10:15-16, NVI).

10.3 Fe

1. Si tenemos fe, podemos ver la realidad del reino y así trabajar en el ámbito espiritual,
ampliando las fronteras del reino. Dios dice que el justo vivirá por la fe y que, si nos echamos
atrás, no estará contento. Esa verdad nos anima a guardar nuestro espíritu y no bajar los

59
brazos (Mal. 2:16; Heb. 10:38). La fe es fundamental para la vida y el trabajo del cristiano.
Pablo dijo: «[P]orque por fe andamos, no por vista» (2 Cor. 5:7). La fe abre los ojos de
nuestro corazón y nos permite ver y vivir la realidad del reino. Nuestros ojos físicos nos
limitan al mundo de lo visible, nos dan una visión parcial y oscurecida de la realidad. Los
ojos de la fe son esenciales para lograr la transformación que nos hace superar las
limitaciones de lo temporal y nos eleva a la realidad del reino. Dios envía a los plantadores
de iglesias a trabajar en la ampliación de las fronteras del reino, una obra centrada en el
territorio espiritual. Nos oponemos a las fuerzas espirituales y nos encaminamos a ganar
batallas espirituales. La fe empodera a los obreros espirituales con el escudo invencible del
poder de Dios, lo que les permite apagar los dardos de fuego del maligno (1 Ped. 1:5,
Ef. 6:16).

2. La fe, la esperanza y el amor tienen una unión inseparable que constituye el centro del
carácter de los obreros de PIC. Pablo dijo: «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,
estos tres; pero el mayor de ellos es el amor» (1 Cor. 13:13). El amor es mandamiento más
grande y va de la mano con la Gran Comisión. El amor del Padre por la humanidad dio origen
a la misión de Jesús en el mundo. Nuestro amor por los perdidos nos mueve a obedecer
nuestra misión entre ellos. Vamos al mundo perdido no por obligación, culpa, imposición ni
orgullo personal; vamos porque el amor nos impulsa. Nuestros ojos ven la necesidad, nuestro
corazón percibe el dolor, y eso nos lleva a la acción. Los gritos de los perdidos perturban
nuestro espíritu y destrozan nuestro corazón, impulsándonos a poner manos a la obra. Pablo
lo dijo de esta manera: «… [L]o que vale es la fe que actúa mediante el amor» (Gál. 5:6,
NVI). Pablo demuestra una vez más el fuerte
vínculo de la fe, la esperanza y el amor, cuando «[A]cordándonos sin cesar delante
dice: «[A]cordándonos sin cesar delante del Dios y del Dios y Padre nuestro de la
Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo obra de vuestra fe, del trabajo de
de vuestro amor y de vuestra constancia en la vuestro amor y de vuestra
esperanza en nuestro Señor Jesucristo» constancia en la esperanza en
(1 Tes. 1:3). El amor ve la necesidad, la esperanza nuestro Señor Jesucristo».
ve la respuesta, y la fe trabaja en el cumplimiento
de la visión. Debemos siempre recordar esta verdad: «Y si tuviese profecía, y entendiese
todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los
montes, y no tengo amor, nada soy». (1 Cor. 13:2).

3. La fe nos da una confianza inquebrantable en nuestra tarea del reino. El autor de Hebreos
dice: «… [S]in fe es imposible agradar a Dios…» (Heb. 11:1) y explica: «Es, pues, la fe la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Heb. 11:6). La certeza y
certidumbre dan origen a una confianza inquebrantable que nos permite estar convencidos
más allá de toda duda. Por un lado, tiene lógica preguntarse: ¿Por qué habría de entregar mi
vida a una causa dudosa? ¿Podemos participar en una arriesgada lucha espiritual si dudamos
de la protección de Dios? Avanzamos y proclamamos el evangelio a los pueblos perdidos
porque el Espíritu Santo nos ha persuadido de hacerlo. Por otro lado, al leer las hazañas de
los héroes de la fe en Hebreos 11, siento que no estoy a la altura de estos hombres. Reflexiona
sobre este pasaje:

«¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de
Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe

60
conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se
hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros» (Heb. 11:32-34).

Meditar sobre la fidelidad de las generaciones pasadas nos inspira una mayor confianza y
fidelidad. A medida que nos rodeamos de obreros firmes en la fe y escuchamos el testimonio
de sus proezas, somos desafiados a una mayor fidelidad y perseverancia.

4. La fe asegura las provisiones del reino para llevar a cabo las tareas del reino. Puede dar un
poco de miedo si utilizamos el estándar de otros para medir nuestra fe. Sin embargo, esta no
debería ser nuestra actitud, dado que, cuando Dios nos asigna una responsabilidad en Su
reino, Él provee todo lo necesario para llevarla a cabo. No estamos llamados a conquistar
reinos ni a cerrar la boca de los leones. La fe es un don espiritual, dado por Dios en proporción
a nuestras responsabilidades dentro del reino. Si Dios quiere que conquistes reinos, Él te dará
todo lo necesario. Cuando recibimos un llamado y una responsabilidad, lo único que debemos
hacer es mantener «puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe» (Heb. 12:2).
Tenemos que ser valientes, ya que no conquistaremos reinos por medio de ejércitos, sino por
la fe, y Su elección de los generales de reino nos puede sorprender. «… ¿No ha elegido Dios
a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido
a los que le aman?» (Sant. 2:5).
La fe implica que Dios se complace en ofrecer a los obreros del reino tesoros inagotables y
perdurables; la fe nos da acceso a los recursos de Dios, cuya generosidad no tiene límites. La
incredulidad niega la provisión de Dios. La duda es una preocupación innecesaria. Jesús nos
exhorta:

«Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis,
manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que
poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que
no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Luc. 12:31-34).

La fe piadosa no genera temor ni preocupación, sino que busca el reino de Dios, conoce la
provisión de Dios y entiende que Dios se complace en darnos el reino. Darnos Su reino
significa que Él da las provisiones, el poder, la paz, la protección y Su presencia, los
elementos necesarios para que realicemos con éxito nuestra tarea del reino. Las bolsas y los
tesoros del reino contienen más que solo monedas de oro; incluyen todos los recursos reino,
los dones espirituales, los obreros del reino, la presencia angelical, el poder del Espíritu
Santo, puertas abiertas, la sabiduría de Dios y la presencia omnipresente de Dios.

5. La fe nos permite confiar en que Dios hará grandes cosas en los ministerios de PIC. Cuando
iniciamos un programa de PIC, debemos creer que Dios hará lo que consideramos imposible.
La fe obra milagros. «Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea
hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos…» (Mat. 9:29-30). «Entonces respondiendo Jesús,
dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde
aquella hora» (Mat. 15:28). Dios obra a través de nuestra fe y realiza milagros para el reino.
Cuanto más fuerte sea nuestra fe, la simple confianza en que Dios honra Su Palabra, más
posibilidades tendremos de ver Sus milagros del reino. Hubo personas que dudaron y

61
tuvieron poca fe, pero Jesús animó a aquellos que se encontraban vacilantes entre creer y
dudar (Mat. 14:31). Nosotros también debemos animar a los que están débiles en la fe. Tan
pronto su fe sea fortalecida, verán a Dios obrando y eso los inspirará a seguir creciendo en la
fe. Por otra parte, Jesús reprendió a aquellos que carecían de fe y se negaban obstinadamente
a creer. (Mar. 16:14). Esa es una advertencia fuerte contra las dudas persistentes que llevan
al escepticismo y la incredulidad. No es prudente reclutar a líderes y obreros para PIC hasta
que sus dudas e incertidumbres se hayan disipado. Primero, debemos orar, animarlos y
ministrar en sus vidas.

6. Debemos orar para que Dios aumente nuestra fe y así podamos ver las posibilidades
ilimitadas de los ministerios de PIC. Jesús habló con Sus discípulos sobre las posibilidades
ilimitadas de tener una fe firme. «Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si
tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis:
Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo
recibiréis» (Mat. 21:21-22). «De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo
hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre» (Juan 14:12). Las
Escrituras respaldan la idea de una relación entre la fe y los éxitos del reino. Esto es
claramente visible en el siguiente intercambio: «Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos
la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este
sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería» (Luc 17:5-6). Los obreros de
PIC deben ser alentados a permanecer firmes en las promesas de Dios. Eso requiere que haya
discípulos llenos del Espíritu y dispuestos a obedecer en cualquier lugar al que Dios los llame.
Al comparar la fe con una semilla de mostaza, Jesús destaca la dinámica «anormal» de la
realidad del reino. Los más pequeños orígenes de nuestra fe tienen suficiente potencial para
un crecimiento inusual e inexplicable del reino, lo cual nunca podemos prever al iniciar
nuestros ministerios. La fe, al igual que las semillas de mostaza, aunque parezca algo pequeño
e insignificante, contiene todo lo que necesitamos para hacer crecer el reino eterno e
inexpugnable de Dios. La fe es un fruto del reino y, aunque es pequeña y humilde de origen
y es mansa, modesta y apacible por naturaleza, se expandirá y crecerá de manera constante,
para establecer el poderío, la autoridad, la potencia y el dominio del reino eterno de Dios. Sí,
Dios se complace en aumentar la fe de los siervos simples y humildes, de manera que sus
fieles obras para el reino conduzcan a una transformación extraordinaria de esta época.

7. La fe refuerza otros dones espirituales. «De manera que, teniendo diferentes dones, según
la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe» (Rom. 12:6).
Una fe pobre significará un don menor de profecía, mientras que una fe más firme implicará
una capacidad mayor de profetizar. Del mismo modo, una fe pobre logra milagros pequeños
y una fe sólida consigue milagros mayores. La fe cura, expulsa demonios, obtiene respuesta
en las oraciones, mueve montañas y cruza el desierto hasta llegar a Canaán; por su parte, la
duda excluye, limita e inhibe. Cuando a nuestros dones espirituales los acompañamos con
dudas, los desaprovechamos y los desperdiciamos, mientras que, si los acompañamos con fe,
nuestro ministerio se eleva a un nivel completamente nuevo. Debemos unirnos a los
discípulos que pidieron al Señor Jesús: «Auméntanos la fe». Esta fe es primordial para llevar
a cabo nuestras tareas.

8. La fe creciente generará fuertes ministerios centrados en Dios. Pablo dice:


«… [E]speramos que, según vaya creciendo la fe de ustedes, también nuestro campo de

62
acción entre ustedes se amplíe grandemente» (2 Cor. 10:15, NVI). A medida que empezamos
a entender la visión de Dios para la transformación de las regiones no alcanzadas y lo oímos
decir «¡Vayan!», nos embarcamos en un viaje que solo se puede realizar con los más altos
niveles de la fe. Jesús, el consumador de la fe, hace caso a las oraciones y capacita a los
obreros del reino. Mi fe y la de mis compañeros debe aumentar si deseamos que nuestro
ministerio se expanda. El pasaje anterior nos muestra una verdad clara: nuestra fe debe
elevarse de manera conjunta para que tengamos éxito en nuestro ministerio de plantación de
iglesias. La fe de los supervisores, formadores y pastores de PIC debe seguir aumentando
para que nuestra obra crezca. Si tenemos poca fe, inspiraremos poca fe y solo plantaremos
unas pocas pequeñas iglesias. Si tenemos una fe sólida, inspiraremos mayor fe y plantaremos
más iglesias e iglesias más grandes. Consideramos que esta es una interpretación y aplicación
válida de estos pasajes de las Escrituras que hablan sobre la fe.
Una fe firme inspira una visión más amplia. Por eso, una visión o meta de fe ambiciosa no
debe causarnos preocupación. Tener una visión ambiciosa no implica que hayamos caído en
el orgullo ni la presunción. Dios confunde a los sabios y elige a los pobres y desconocidos
para realizar grandes tareas. Podemos ser instrumento de grandes oraciones, pensamientos y
acciones si permanecemos íntimamente conectados con Jesús y escuchamos Su voz de
cautela. «… [A] cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que
el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno» (Rom. 12:3).

9. Las comunidades comprometidas multiplican el nivel de nuestra fe. Tenemos que trabajar
juntos en el establecimiento de los proyectos de PIC, teniendo la certeza de que unidos vamos
a lograr hazañas importantes para el reino de Dios. La fe que proviene de una visión conjunta
es más eficiente para la plantación de iglesias comunitarias y aumenta cuando se comparte
en una hermandad activa con creyentes comprometidos. «Orando de noche y de día con gran
insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe…»
(1 Tes. 3:10). Una comunidad enciende y multiplica la fe: tu fe motiva mi fe, y nuestra fe en
conjunto es mayor que la tuya y la mía por separado. Debemos obedecer las Escrituras y
buscar la fe: «… [S]igue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Pelea la buena batalla de la fe…» (1 Tim. 6:11-12).

10. El cumplimiento de las promesas de Dios crea precedentes, que a su vez inspiran a otros
a la fe. Por la fe, David fue capaz de matar a Goliat, el gigante filisteo de Gat que se burló y
provocó al ejército del Dios viviente. Cuando el resto del ejército huyó del gigante con gran
temor, David cobró aliento por su confianza en la fidelidad de su Dios, que antes lo había
librado de las garras de leones y osos. David, tras desechar la pesada armadura del rey, tomó
su antigua y conocida honda y, cuando el gigante se burló de él, le respondió: «… Tú vienes
a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,
el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi
mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves
del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda
esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla,
y él os entregará en nuestras manos» (1 Sam. 17:45-47).
David corrió con entusiasmo a la batalla, matando al gigante con una sola piedra de su honda.
Él logró esta gran victoria no por la habilidad de sus herramientas, sino por su gran fe en
nuestro gran Dios. La gran fe de David no solo logró la victoria, sino que sirvió de inspiración

63
al ejército en las batallas posteriores con los filisteos. En 2 Samuel 21:15-22, leemos acerca
de otra guerra contra los filisteos y vemos cómo los hombres de David, entre ellos, su íntimo
amigo Jonatán, asumieron el reto de matar a otros cuatro gigantes filisteos de Gat. El
precedente de la fe de David sigue siendo de gran inspiración, motivando a otros a lograr
grandes proezas en la batalla contra los gigantes. Así también, en los movimientos de
plantación de iglesias, podemos sentirnos animados por lo que hicieron otros pioneros,
quienes, después de haber puesto su corazón en la Palabra de Dios, vieron la fidelidad de
Dios y el cumplimiento de Sus promesas. Incluso si no tenemos un precedente para un
movimiento de PIC en una región o país en particular, tenemos fe para creer que Dios puede
vencer a los gigantes y los obstáculos que se nos presenten. El hecho de que en cierto lugar
no haya aún un movimiento de PIC, no significa que Dios no pueda comenzarlo. Dios está
simplemente esperando a otro David, que, con la simple confianza en Él, se lance a la batalla
con sus humildes herramientas y una gran fe, dejando que Dios derribe a los gigantes. Puede
que no tengamos un precedente, pero sí tenemos las promesas de Dios, y eso es suficiente.

La fe y la fidelidad tienen un vínculo inseparable y no se puede tener una sin la otra.


1. La fidelidad es inspirada por la fe perseverante de Dios. La fidelidad es un atributo de
Dios, propio de Su lealtad y Su amor por el pueblo del pacto. «Conoce, pues, que Jehová tu
Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus
mandamientos, hasta mil generaciones» (Deut. 7:9). Las repetidas confirmaciones en las
Escrituras del amor perdurable y eterno de Dios, al igual que nuestra experiencia personal de
Su amor, evocan nuestra respuesta de lealtad y amor. Nuestro conocimiento íntimo de Su
fidelidad, gracia, misericordia, lealtad y firmeza penetra en nuestro espíritu, haciendo que
nuestros corazones se sientan deseosos de corresponder a Su generoso amor. En Jesús, vemos
el modelo absoluto de la fidelidad. Pese a la oposición, el rechazo, la traición y la persecución,
Él fue fiel hasta el final. «Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal»
(2 Tes. 3:3).
2. La fidelidad es un sello distintivo del servicio cristiano exitoso.

«Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos
talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos
talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor» (Mat. 25:21-23).
Aquellos que sabiamente usan los talentos y las oportunidades que Dios les da disfrutarán de
la buena voluntad de su Señor. A los que han mostrado fidelidad en cosas pequeñas, se les
encargarán grandes responsabilidades en el reino de Dios. Si demostramos fidelidad con lo
que actualmente poseemos, se nos concederán más recursos para llevar a cabo la obra del
reino. No podemos esperar recibir más si primeramente no somos fieles con lo que tenemos.
No es suficiente con preservar nuestros talentos; debemos invertirlos de forma inteligente y
multiplicarlos. Hemos sido llamados a emplear nuestros talentos y dones en el servicio del
reino. Si no lo hacemos, Dios nos los quitará y los reasignará a ministerios que sean más
productivos (Mat. 25:24-30).

3. La fidelidad garantiza el apoyo divino. «Con el misericordioso te mostrarás


misericordioso, y recto para con el hombre íntegro» (Sal. 18:25). «Encaminará a los humildes
por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son misericordia

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y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios» (Sal. 25:9-10). «Porque Jehová
ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; mas la
descendencia de los impíos será destruida» (Sal. 37:28). «Los que amáis a Jehová, aborreced
el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra» (Sal. 97:10). «Mis
ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la
perfección, éste me servirá» (Sal. 101:6).

4. La fidelidad es un fruto del Espíritu Santo. «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe [fidelidad], mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley» (Gál. 5:22-23).

5. La fidelidad es un mandamiento de Dios. «No temas en nada lo que vas a padecer. He


aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida»
(Apoc. 2:10). «De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus
almas al fiel Creador, y hagan el bien» (1 Ped. 4:19). «Así, pues, téngannos los hombres por
servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de
los administradores, que cada uno sea hallado fiel» (1 Cor. 4:1-2).

6. La fidelidad está relacionada cumplir la tarea de nuestra vida


• Jesús tenía la intención de obedecer y terminar Su obra: «Jesús les dijo: Mi comida
es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra» (Juan 4:34).
• Cuando terminamos la tarea de nuestra vida, glorificamos a Dios. Después de tres
años de ministerio, Jesús pudo decir a Su Padre: «Yo te he glorificado en la tierra;
he acabado la obra que me diste que hiciese» (Juan 17:4).
• Al acabar nuestra tarea de nuestra vida, aceptamos la llegada de nuestra muerte
física con paz. «Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y
habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu» (Juan 19:30).
• Para finalizar nuestra tarea, debemos centrarnos en ahorrar energía y evitar las
distracciones: «Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta
manera peleo, no como quien golpea el aire» (1 Cor. 9:26).
• Acabar nuestra tarea requiere una obediencia dispuesta y el aliento de otros. «Este
es mi consejo: sería bueno que completaran lo que comenzaron hace un año. El
año pasado, ustedes fueron los primeros en querer dar y fueron los primeros en
comenzar a hacerlo» (2 Cor. 8:10, NTV).
• Para acabar nuestra tarea, necesitamos ánimo, disposición y planificación. «Ahora
deberían terminar lo que comenzaron. Que el anhelo que mostraron al principio
corresponda ahora con lo que den. Den en proporción a lo que tienen»
(2 Cor. 08:11 a.m., NTV).
• Terminar nuestra tarea exige que nos animemos unos a otros y que le recordemos
a los demás que la tarea debe ser acabada. «Decid a Arquipo: Mira que cumplas el
ministerio que recibiste en el Señor» (Col. 4:17).
• Para acabar la tarea, se requiere paciencia. «… [C]orramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante» (Heb. 12:1).

65
10.4 Autoridad

La autoridad es una facultad delegada para llevar a cabo acciones en nombre de otros. La
autoridad espiritual de los creyentes yace en la facultad delegada de Cristo, ya que Él nos
encomienda Su misión. Los discípulos de Jesús cuentan con la facultad para permitir aquello
que pertenece al reino de Dios, y para prohibir aquello que no pertenece a este. Jesús dice:
«Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id…» (Mat. 28:18-19). Jesús
dijo a los 70: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de
hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará»
(Luc. 10:18-19). Cuando los discípulos se comprometen con el trabajo de Cristo, nunca
escasea la facultad necesaria para cumplir con Sus propósitos. El alcance de la autoridad
cristiana se corresponde con el alcance de la Gran Comisión.

Jesús también dijo: «Como me envió el Padre, así también yo os envío» (Juan 20:21). Luego,
sopló sobre ellos y dijo: «Recibid el Espíritu Santo» (Juan 20:22). Los discípulos ungidos y
dirigidos por el Espíritu son fundamentales para la autoridad cristiana. Jesús dijo que dichos
creyentes se caracterizarían por su capacidad para echar demonios, hablar nuevas lenguas,
tomar serpientes con las manos y beber venenos mortíferos sin sufrir daño alguno, y que
podrían sanar a los enfermos (Mar. 16:17-18). El alcance de nuestra autoridad personal se
corresponde con el alcance de nuestro ministerio personal. A medida que sigamos con
obediencia el llamado de Cristo, contaremos con Su autoridad para cumplir Su voluntad.

En su carta a los efesios, Pablo ruega que Dios otorgue a los creyentes un espíritu de sabiduría
y de revelación para que puedan conocer «la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos» (Ef. 1:17-23). En potencia, la comunidad cristiana tiene acceso al
poder ilimitado de Cristo. El alcance de la autoridad cristiana personal en nuestros ministerios
se corresponde con el alcance de la sabiduría y la revelación conferida a los creyentes. En el
Evangelio de Juan, Jesús dijo: «… No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve
hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque
el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace…» (Juan 5:19-20). Jesús no
puede hacer nada por sí mismo, ni tampoco nosotros. Jesús deseó alinearse con el Padre e
hizo solo lo que Él vio hacer a Su Padre. Nosotros también debemos alinearnos a la visión
de la Trinidad y también podemos hacer solo lo que vemos hacer a la Deidad. Si no podemos
ver lo que Dios está haciendo, no podemos cumplir con el ministerio. Los creyentes necesitan
tanto la sabiduría de Dios como la alineación de sus ministerios personales con Su visión
para poder apropiarse de Su poder.

Dios le dijo a Moisés: «… Mi presencia irá contigo…» (Ex. 33:14) y, en la conclusión de la


Gran Comisión, Jesús dijo: «… [Y]o estoy con vosotros todos los días…» (Mat. 28:20). El
alcance de la autoridad espiritual de un discípulo se corresponde con la presencia divina que
se percibe en él. La presencia divina habla de favor divino, ayuda divina, protección divina,
humildad divina y una unción divina.

10.5 Comunidad

La plantación de iglesias se trata, en última instancia, de expandir la comunidad bíblica


saludable. El pueblo de Dios comparte una visión y valores comunes bajo la dirección de

66
Cristo. El apóstol Pablo nos recuerda que, en un solo pan, las muchas personas que nos
unimos mediante Cristo nos volvemos una porque todas participamos en un solo cuerpo con
una cabeza. Las comunidades o las iglesias locales son una parte integral de la iglesia
universal, y nuestros rasgos cristianos comunes deberían reflejarse en una unidad social
cohesiva y firme. Las diferencias generan fragmentaciones; por eso, es de suma importancia
que entablemos activamente lazos comunitarios alrededor de valores básicos comunes.
Nosotros compartimos los frutos del Espíritu Santo, es decir, el amor, el gozo, la paz, la
paciencia, etc. Estos deberían evidenciarse en todos los cristianos, las comunidades locales y
las denominaciones cristianas, y deberían permear todas nuestras relaciones, de modo que,
gradualmente, la comunidad de Dios pueda cumplir la voluntad del Padre en la tierra como
en el cielo.

La palabra koinonia o comunión aparece 19 veces en el Nuevo Testamento en griego y se


traduce de varias formas: comunión, compañerismo, dispensación, participación y
contribución. En la primera carta del apóstol Juan, la koinonia es un tema clave y, la mayoría
de las veces, el término se traduce al español como comunión. En el primer capítulo, Juan
usa esta palabra cuatro veces en el transcurso de cinco versículos. Este pasaje es estratégico
para nuestra comprensión de la comunión de los creyentes.

« 3 [L]o que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con
su Hijo Jesucristo. 4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
5
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él. 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él
está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado» (1 Jn. 1:3-7).

A continuación, presentamos algunas conclusiones que podemos desprender de este pasaje:


1. La motivación principal de Juan al proclamar aquello que ha visto y escuchado en Jesús
es que otros puedan unirse a él en comunión con Dios, de modo que juntos su gozo pueda ser
completo. En otras palabras, a) la proclamación del evangelio promueve b) el crecimiento en
la comunión de los fieles y c) la transmisión y la expansión del gozo que ellos tienen.
2. Juan afirma que Jesús le enseñó el contenido de su proclamación: Dios es luz y, si estamos
en comunión con Él, no podemos andar en tinieblas; si lo hacemos es porque mentimos y no
vivimos bajo la verdad de Cristo. La luz disipa las tinieblas; estas se excluyen mutuamente.
Cuando la justicia de Cristo reina en nuestros corazones, implica que Su luz ha desterrado
toda injusticia.
3. Andar en las sendas de la justicia de Cristo implica que vivimos una vida que refleja a
Jesús y que tenemos vínculos afectivos con otras personas iguales a aquellos que tenemos
con Jesús. El resultado de estar en una verdadera comunión con otros creyentes es que nos
permite acceder al poder purificador de la sangre de Cristo. Andar en luz significa que
estamos en comunión divina con otras personas en nuestra comunidad, lo que da como
resultado vidas justas en Cristo.

«[P]ero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado». Solo se puede andar en luz o imitar a Cristo

67
si estamos en comunión unos con otros. El orden efectivo en el versículo 7 es: 1) la comunión
genera 2) la purificación de los pecados, lo que tiene como consecuencia 3) el andar en luz
como Cristo. Si tomamos este versículo y lo expresamos en modo negativo, nos ayuda a
comprender las implicancias de lo que Juan enseña: si no andamos en luz como Cristo está
en luz, no podemos tener comunión unos con otros y, por lo tanto, la sangre de Jesús no
puede limpiarnos de todo pecado. Sin comunión, Dios no nos limpiará de nuestros pecados;
esta condición pecaminosa genera una comunidad disfuncional, lo que significa que andamos
en tinieblas. Dios mismo adjudica este sentido a una comunidad saludable. Que las verdades
de este versículo ahonden cada vez más en nuestro espíritu.

El primer uso de koinonia en el Nuevo Testamento en griego se encuentra en el relato de la


iglesia primitiva. Esta iglesia primitiva estaba compuesta por los discípulos presentes en
Pentecostés y las 3000 personas que se volvieron a Dios durante el sermón de Pedro.
Podemos leer:

«Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en


el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas
maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído
estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus
bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos» (Hech. 2:42-47).

Podemos aprender sobre la comunidad de creyentes analizando el pasaje anterior de dos


maneras: primero, analizando cuáles fueron las acciones que llevaron a cabo que eran
representativas de una comunidad saludable; segundo, analizando cuáles fueron los efectos
derivados de dicha comunidad.

Las acciones de la comunidad fueron la devoción a lo siguiente:


• la Palabra,
• la comunión,
• la partición del pan,
• la oración,
• las reuniones regulares en sus hogares,
• la puesta en común de todas las cosas,
• la venta de sus posesiones y su entrega a los necesitados,
• las reuniones regulares en el templo, y
• la alabanza a Dios.

Estas acciones dan expresión a la koinonia, como se ve en la forma más primitiva y pura de
la comunidad cristiana. Había amor, compañerismo, participación, compartición,
abnegación, generosidad y unidad. El entusiasmo, el gozo y el contentamiento son
características centrales en los actos de comunión y reflejan la obra sobrenatural del Espíritu
Santo en los discípulos. Lo que los apóstoles y las 3000 personas hicieron en este ejemplo es
una expresión tangible de las palabras de Juan: «Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos

68
unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros»
(1 Jn. 4:12).

Koinonos es alguien que tiene parte en la propiedad de las posesiones en común, como en los
matrimonios o las sociedades comerciales. Cuando existe una comunidad bíblica, existe un
espíritu de contribución debido a nuestra poderosa conciencia colectiva. Jesús y otros
creyentes comprometidos son los copropietarios de las posesiones que tenemos en común.
Todo lo que compartimos y recibimos se vuelve espacio común de nuestra comunidad. No
existe la contribución forzosa o el comunismo obligatorio en la comunidad cristiana. Solo
compartimos nuestras contribuciones voluntarias para el bien común de la comunidad.
Ananías y Safira son un ejemplo pertinente: ellos tenían una propiedad y no estaban
obligados a venderla o compartirla con la iglesia primitiva. No obstante, cuando prometieron
venderla y entregar las ganancias para el bien común de la comunidad, su promesa fue oficial,
equivalente a una transferencia de propiedad a la iglesia. Su mentira sobre el precio de venta
y el robo de una parte de las ganancias fueron un robo a Dios y a los dueños de la propiedad,
que la comunidad mantenía en común.

Los efectos de la comunidad bíblica fueron los siguientes:


• muchas maravillas y señales milagrosas,
• personas llenas de temor,
• alegría,
• corazones sinceros,
• el gozo del favor de todas las personas, y
• la adición cada día por parte del Señor de las personas que Él salvaba.

Los efectos de la comunidad bíblica fueron cristianos gloriosos, la iglesia militante y la


iglesia triunfante: cristianos que con gozo proyectan el amor de Cristo en una sociedad
quebrantada. Esta demostración de las muchas personas, que fueron una en Cristo, hizo que
muchos otros clamaran para poder unirse a la comunidad a fin de experimentar la gracia de
Dios. Las acciones saludables dentro de las comunidades cristianas dan lugar a los efectos
contagiosos que manan de su comunidad; esto es lo que, en última instancia, atrae a otras
personas hacia nuestras iglesias.

10.6 Hospitalidad

10.6.1. El término hospitalidad significa ‘amor por los extraños o afición por los extranjeros’.
Este término se deriva de la palabra griega filóxenos. Fílos se traduce como amor o afición y
xénos como extraño o extranjero. La hospitalidad es el antiguo camino espiritual sagrado
hacia la presencia de Dios. El amor de Dios es la fuente de
Hospitalidad = filóxenos
toda hospitalidad; por eso, brindamos a otros nuestra
hospitalidad como un regalo de Dios. El flujo del amor de Fílo = amor
Dios nos mueve a ser hospitalarios. La hospitalidad es, a la
Xénos = extranjeros
vez, objeto y sujeto del amor de Dios. Por medio de ella,
comunicamos al mundo el amor de Dios. He viajado mucho Hospitalidad = amor por
a África y he sido acogido en muy diferentes los extraños o extranjeros
circunstancias. Siempre me ha sorprendido positivamente

69
el cálido recibimiento y la hospitalidad de los aldeanos, a pesar de su pobreza, los problemas
de la guerra y las diferencias idiomáticas. He aprendido que la hospitalidad inspirada por
Dios puede encontrarse en la mayoría de las culturas. En el antiguo Oriente, era un deber
religioso sagrado acoger, alimentar, alojar y proteger a un viajero. Atendían el extranjero
como un invitado. Los lazos más fuertes unen a las personas que viven y comen juntos. He
descubierto que esto sigue siendo cierto hoy en día en la mayor parte de la población rural
del mundo. La práctica actual de los árabes es lo más parecido a la antigua hospitalidad
hebrea que podremos encontrar. Un viajero puede sentarse a la puerta de un perfecto
desconocido a la espera de que el señor de la casa le dé la bienvenida y lo invite a cenar;
pueden pasar varios días hasta que el anfitrión le pregunte al viajero cuál es su propósito y
este puede irse con un simple «Dios esté con ustedes», el cual será la única compensación
del anfitrión.

10.6.2. La hospitalidad se compone de tres elementos distintivos:


• receptividad, un espíritu dispuesto a dar la bienvenida a extranjeros y extraños;
• respeto, un espíritu que venera a extranjeros y extraños;
• generosidad afectuosa, un espíritu que fluye al brindar nuestro tiempo, bienes y
misericordia.

Veremos relatos bíblicos donde se muestra la hospitalidad y donde aparecen sus tres
elementos distintivos. Notaremos que invariablemente incluyen algunos de los siguientes
elementos: curaciones, ángeles, receptividad espiritual, manifestaciones del reino de Dios,
conversiones, trato cariñoso, comidas, alojamiento y actos de entrega. Veremos además que,
aunque la hospitalidad incluye brindar comida y alojamiento, es el espíritu de acogida y el
respeto lo que, en última instancia, la define. La santa hospitalidad allana el camino para el
amor y la sanación de Dios, y lleva a las personas a la impresionante presencia del reino de
Dios.
En Génesis, leemos que Abraham, al ver a tres desconocidos, va a su encuentro, les brinda
reverencias y les dice:
«… Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un
árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis;
pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has
dicho» (Gén. 18:3-5).

Dios se le apareció a Abraham a través de estos tres extraños porque él los trató con
hospitalidad:
• se mostró receptivo a los visitantes;
• los acogió con respecto y los honró;
• fue generoso con ellos.

La hospitalidad fluía desde el corazón de Dios hacia el corazón de Abraham y hacia las
necesidades de los extraños. Es interesante recordar que, en respuesta a su hospitalidad, Dios
sanó el útero de Sara, mediante lo cual se garantizó el linaje de Israel.

70
10.6.3 La hospitalidad es un mensaje central en toda la Biblia.
Para los hebreos, la hospitalidad era un deber religioso muy importante, impuesto por la ley
de Moisés: «Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.
Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás
como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios»
(Lev. 19:33-34). Los grandes personajes de la Biblia son ejemplos de hospitalidad: «… El
forastero no pasaba fuera la noche; mis puertas abría al caminante…» (Job 31:32). Para los
griegos en el primer siglo, la hospitalidad seguía siendo un deber religioso. Pablo instruyó a
la iglesia en la manera en que debía comportarse: «[C]ompartiendo para las necesidades de
los santos; practicando la hospitalidad» (Rom. 12:13). El autor de la Epístola a los Hebreos
dijo: «Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella
algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos
juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el
cuerpo» (Heb. 13:1-3).

Jesús dijo: «En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a
vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque
el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad
donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos
que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Mas en
cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun
el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra
vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo
que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad»
(Luc. 10:5-12).

El pasaje implica que podemos esperar sanaciones cuando se brinda hospitalidad. No se trata
de una coincidencia cuando asociamos la hospitalidad, la venida del reino de Dios, los
ángeles y las sanaciones. Vamos a ver esta conexión repetidamente en las Escrituras y en
nuestras vidas.

10.6.4. Dios prepara a las personas de paz con el don de la hospitalidad para recibir a los
obreros de PIC. Las instrucciones de Dios a los obreros del reino es que deben buscar una
persona de paz y trabajar a través del acto piadoso de la hospitalidad. Jesús les enseñó a los
obreros del reino a buscar una persona de paz, es decir, una persona que tenga lo siguiente:
1. Un espíritu receptivo con un corazón abierto a:
• Dios,
• los mensajeros de Dios, y
• el mensaje del reino de Dios.

2. Un espíritu acogedor que invita a los extraños a entrar en:


• su vida,
• la vida de su familia, y
• su casa.

71
3. Un espíritu generoso, con el cual el anfitrión trata al extraño como una parte integral
de la familia:
Juntos llegan a formar parte de la gran familia de Dios.

Las otras personas te reconocen como un siervo de Dios y, como reverencian y honran a
Dios, te respetarán y honrarán a ti también. Es interesante notar que Jesús indicó a sus
seguidores que expandieran el reino de Dios buscando personas no creyentes que practicaran
el don de la hospitalidad. El Espíritu de Dios prepara el corazón de los incrédulos para que
reciban a los mensajeros de Cristo. Vemos la evidencia del trabajo de preparación del Espíritu
en el corazón del creyente antes de la conversión mediante la hospitalidad mostrada por la
persona de paz. Las personas de paz son receptivas, acogedoras y generosas. Dios siempre
está trabajando, incluso entre los extraños, los encarcelados, nuestros vecinos y nuestros
enemigos. La práctica de la hospitalidad libera una dinámica espiritual con la que se consigue
que el reino de Cristo llegue a nuevos lugares, comunidades y relaciones. Cuando el reino
llegue con su fuerza y poder, nos regocijaremos con las sanaciones. El mejor entorno para
curar a los enfermos es el entorno de la hospitalidad y el cuidado amoroso. De igual manera,
el mejor lugar para enseñar y proclamar el reino de Dios a los no creyentes es en un entorno
de hospitalidad junto con oraciones de sanación.

10.6.5. Vemos paganos del primer siglo que practicaban la hospitalidad gracias a la obra
previa de la gracia de Dios en sus vidas. En Hechos 27, encontramos un relato de Pablo
camino a Italia como prisionero. Una violenta tormenta amenaza la nave y las vidas de todos
los que estaban a bordo. Pablo les dice a las otras personas que el ángel de Dios los librará y
que ninguno perecerá. Y sucede como Pablo había dicho: el barco encalló en una bahía de
Malta y Dios perdonó la vida de todos. Ahora bien, Dios no solo perdonó sus vidas, sino que
además preparó a los isleños para que les brindaran una bienvenida acogedora.

«Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Y los naturales [bárbaros]
nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a
todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. Entonces, habiendo recogido Pablo
algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió
en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían
unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la
justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo
esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron
que era un dios. En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la
isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. Y aconteció
que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró
Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto,
también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; los
cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos
cargaron de las cosas necesarias» (Hech. 28:1-10).

Volvemos a ver el patrón bíblico: la receptividad, el respeto y el flujo de generosidad hacia


los extranjeros necesitados. Estos tres ríos eternos convergen en la práctica espiritual de la

72
hospitalidad transformadora: el reino de Dios llega a Malta, se realizan sanaciones y la
historia registra estos actos piadosos de hospitalidad de los habitantes de Malta.

10.6.6. La falta de hospitalidad, la indiferencia y el distanciamiento en las relaciones son los


mayores obstáculos para la venida del reino de Dios en nuestros días. Nuestros espíritus
inhospitalarios, los disgustos con nuestros vecinos, el olvido de los presos, el racismo, la
xenofobia, la indiferencia hacia nuestros hermanos en la fe y nuestras vidas apresuradas
dificultan que la voluntad de Dios se haga en la tierra como en el cielo. Los cristianos
inhospitalarios, hostiles y descorteses son islas que flotan en un mar de indiferencia; no son
un terreno propicio para la construcción y expansión del reinado de Cristo en la tierra.
Tenemos que llenar el espacio entre nuestras islas con actos bondadosos y deliberados de
hospitalidad.
Hospitalidad o filóxenos es fílo más xénos (‘amor’ más ‘extranjero’), mientras que la
xenofobia es xénos más fobia (‘extranjeros’ más ‘miedo’). La hospitalidad o el amor por los
extranjeros redime a la humanidad y ayuda a construir el reino de Dios, mientras que la
xenofobia, el temor y el odio a los extranjeros, destruye a la humanidad e inhibe el avance
del reino de Dios.

10.6.7. Nuestra principal herramienta para el ministerio del reino es la práctica de la


hospitalidad, el cariño y la amabilidad con los extraños. Existe un poder espiritual oculto en
la hospitalidad y en el estar dispuesto a acoger a personas que está esperando ser liberado en
nuestra comunidad. Tú y yo podemos poner en práctica la
hospitalidad. Hospitalidad

En los movimientos de PIC, estamos instando al Nuestra principal


redescubrimiento de la presencia de Dios en el arte sagrado herramienta para el
de la hospitalidad sincera. Yo, como muchos otros obreros ministerio del reino
de PIC, he compartido una comida, he dormido en casa de
otros y he recibido el amor, el respeto, la amabilidad y el cuidado del pueblo de Dios. La
práctica de la hospitalidad nos ha permitido compartir y ministrar a niveles profundos en la
vida de otros. Además, nos ha permitido crear fuertes vínculos que se mantendrán aun en las
tormentas de la vida; para mí es un privilegio excepcional poder ser acogido, aceptado,
respetado y mimado cuando viajo trabajando en la obra de Dios.

10.6.8. Cuando definimos la hospitalidad principalmente como brindar nuestra casa o dar
cosas, excluimos a los pobres de poder ponerla en práctica. Hoy en día, existen muchos
malentendidos sobre lo que significa hospitalidad. Para muchos de nosotros, se trata solo de
bienes: dar comidas, dar alojamiento y servir un té. La hospitalidad no se trata principalmente
de nuestra capacidad de brindar cosas; este es un buen don, pero no es en sí mismo la práctica
espiritual de la hospitalidad. Trabajar sin parar en la cocina es un acto de servicio, no un acto
de hospitalidad. El servicio desinteresado es un don espiritual que frecuentemente abre
puertas a otras personas, como María, que podía practicar su don de la hospitalidad mientras
Marta servía en la cocina. Atender, dar y servir son actos de gran valor para la hospitalidad,
pero no son en sí mismos el don espiritual de la hospitalidad. Estas son buenas actividades
que ayudan a crear entornos propicios para poner en práctica la hospitalidad. Sin embargo,
la esencia de la hospitalidad no está en nuestras comidas ni en nuestras casas; pensemos en
nuestro mejor ejemplo: Jesús. Él no tenía casa y no podía servir el té ni galletas. Podemos

73
practicar la hospitalidad cuando andamos por la calle, en las paradas de autobús, en el
vecindario, en el centro comercial mientras hacemos las compras y, en ocasiones, mientras
compartimos una taza de té.

10.6.9. Las iglesias de PIC ofrecen hospitalidad, un lugar de refugio para las personas
abandonadas y maltratadas, quienes han sufrido los traumas de esta vida. La palabra griega
para hospitalidad es filóxenos, es decir, amor por los extraños. La palabra hospitalidad en
español significa ‘la bondad de acoger a huéspedes o peregrinos’. Las palabras hospicio y
hospital se derivan de hospitalidad. En la Edad Media, un hospicio era un refugio caritativo
provisto por las órdenes monásticas para ofrecer refrigerios a peregrinos y viajeros. Por lo
general, el hospicio estaba contiguo a la catedral o la iglesia; recién después de la peste
bubónica, se convirtieron en recintos para los enfermos y moribundos. La hospitalidad en la
iglesia debe proporcionar un lugar de refugio para peregrinos maltratados que pasan por días
difíciles y oscuros. Dios llama a los seguidores de Cristo a amar a los extranjeros o extraños
y a dar la bienvenida a los peregrinos como invitados de honor. La hospitalidad es dar amor
y acoger a los extranjeros en nuestros hogares, en nuestra iglesia, en nuestras vidas y en la
familia de Dios. ¡Eso es hospitalidad! Y es fundamental para los movimientos de PIC.

10.6.10. La hospitalidad es ante todo un don del Espíritu Santo. La generosidad de la


hospitalidad no depende de la calidad y la cantidad de nuestras posesiones. Nuestras
posesiones, o nuestra capacidad para hornear o cocinar, no pueden mejorar la hospitalidad
transformadora. La hospitalidad se trata de mi actitud hacia los demás, mi amor por mis
vecinos y mi compasión por el sufrimiento de los demás. Se trata lo que Dios hace en mí,
sobre mi espíritu de receptividad hacia Dios, hacia mí mismo y hacia los demás. La
hospitalidad tiene que ver con la transformación interior que me permitirá acoger a otros en
mi vida. Es estar preparado para que todo lo que soy se involucre en todo lo que los demás
son. La hospitalidad me permite ser un buen samaritano, que cruza la calle para alcanzar y
para satisfacer todas las necesidades de mi prójimo. La hospitalidad es María dando todo de
sí misma a Jesús.

«Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le
recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose
a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres,
y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?
Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido
la buena parte, la cual no le será quitada» (Luc. 10:38-42).

10.6.11. Un corazón hospitalario tiene un espíritu de receptividad, un profundo conocimiento


de la naturaleza humana, de nuestra necesidad de Dios y de nuestra necesidad de comunidad
y conexión con los extraños. El espíritu de receptividad es una actitud interior, que nos hace
receptivos a los demás y a Dios. Una consecuencia de esta receptividad es que invitaremos a
otros (extranjeros o extraños) a nuestras vidas, nuestros corazones y nuestros hogares. El
espíritu de receptividad es una invitación a los extranjeros a compartir nuestras vidas y
nuestra familia. La receptividad allana el camino para invitar y recibir forasteros en el reino
de Dios. La postura positiva de la invitación, o mi voluntad de invitar a otras personas a mi
vida, es la esencia de la hospitalidad transformadora que invita a nuevas personas a abrazar

74
el reino de Dios y la iglesia. María fue receptiva y atenta a Jesús: fue hospitalaria. Marta se
mostró distraída, desatenta y descortés hacia Jesús: fue inhospitalaria.

10.6.12. Un corazón hospitalario tiene un espíritu reverente que honra y acoge a otros en
nuestras vidas. Los isleños malteses veneraron a Pablo como a un dios. Publio y los isleños
honraron a Pablo y a los cristianos de muchas maneras. María
honró a Jesús con un espíritu atento y devocional. Marta Hospitalidad
deshonró a Jesús con un espíritu desatento y descortés. El Darle la bienvenida al
espíritu de reverencia ve la imagen divina de Dios en nuestros
reino de Dios en
vecinos, nuestros enemigos, los extranjeros o refugiados y en
los presos. Se fija atentamente en la vida de los otros y busca nuestras relaciones
puntos de contacto. Me permite ver el valor que me ofrecen los
extraños y percibir la integridad inherente y el valor transformador en otros. Nace del
profundo respeto por la creación y la humanidad. Es un espíritu que exige que todo mi ser se
involucre en todo tu ser.
En un estado de reverencia, yo, con todo mi ser, me pongo de pie en presencia de los demás
porque, a través de mi espíritu receptivo, la gracia y el amor de Cristo brotan desde Su
corazón hacia el mío. Su corazón se convierte en mi corazón; Su amor y Su gracia deben fluir
a través de mi corazón hacia la vida de los demás. Venero, honro y acojo a los demás porque
el amor de Cristo me obliga a hacerlo. Soy capaz de estar en la plena presencia de los demás
porque juntos estamos en la presencia de Dios. En última instancia, la hospitalidad acoge al
reino de Dios en nuestras relaciones con los demás. Al dar la bienvenida a extranjeros y
huéspedes para compartir nuestras vidas, estamos poniendo en práctica una profunda
hospitalidad transformadora que lleva el reino de Dios a nuestra presencia.

10.6.13. Un corazón hospitalario tiene un espíritu de generosidad, una efusión de generosidad


física, emocional y espiritual con los extraños. El espíritu de generosidad es un espíritu que
desea profundamente satisfacer las necesidades espirituales, emocionales y físicas de los
demás. En la generosidad, hay una mezcla liberal de compasión, amor, gracia y deseo de dar
que fluye desde el corazón de Dios hacia tu corazón y luego hacia mi corazón. El espíritu de
generosidad me enseña que tengo mucho más para dar de lo que me daba cuenta y que, al
entregarme a la causa de Cristo y Su reino, me vuelvo infinitamente rico. La generosidad
enseña que necesitamos muchas menos cosas y mucha más
amabilidad. La oficiosidad en el consumismo y el capitalismo Hospitalidad
sin el desarrollo correspondiente de las relaciones se vuelve una Perfecta cortesía hacia
búsqueda impía. La generosidad cambia al dador; transforma todos los demás
nuestro corazón al afirmar la abundancia ilimitada de Dios
mediante la satisfacción de todas nuestras necesidades en
Cristo Jesús. No se trata de la abundancia de bienes; la generosidad tiene que ver con la
abundancia de vida: vivir la vida al máximo debido a nuestra fe en un Dios abundante. La
generosidad me da la gracia de hablar mucho menos, de estar presente y disponible en las
vidas de los demás y de ser lo suficientemente tranquilo para escuchar el corazón de la
sabiduría en los ángeles que Dios trae a mi lado. Me enseña que, al ofrecer amistad y
cordialidad, cortesía y amabilidad, y dignidad y autoestima, estoy palpando las riquezas, el
poder y la gracia indescriptibles e incomparables del Cristo reinante.

75
En Génesis 24, cuando Abraham envió a su siervo a buscar una esposa para su hijo Isaac, el
siervo le pidió a Dios que revelara Su elección a través de un acto de hospitalidad. El siervo
tuvo un solo criterio para la elección de Rebeca: sus sorprendentes actos de hospitalidad al
brindarles agua y alojamiento a él y sus camellos. Rebeca tenía un espíritu receptivo,
reverente y generoso, y lo demostraba con sus actos hospitalarios; estos fueron suficientes
para confirmar la elección de Rebeca como una esposa adecuada para Isaac.

En Génesis 19, dos ángeles aparecen mientras Lot estaba sentado en la puerta de entrada de
Sodoma. Lot los ve; se levanta a su encuentro; con conciencia y receptividad, se inclina ante
ellos; los venera y honra, y los invita a su casa, donde fluye la generosidad. Los tres ríos de
la receptividad, el respeto y la generosidad convergen; el reino de Dios está cerca y este
espíritu de hospitalidad conduce a la liberación de Lot y sus hijas. Habiendo escuchado sobre
los dos extranjeros, los hombres de Sodoma se acercan con una desdeñable actitud de
inhospitalidad y le exigen a Lot que les entregue a los visitantes para satisfacer su perverso
deseo sexual. Dios cegó a los sodomitas por este acto de falta de hospitalidad y aniquiló a
toda la población con fuego y azufre. La inhospitalidad lleva a la ceguera y la muerte,
mientras que la hospitalidad lleva a la liberación y sanidad.

Pablo dice:
«El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a
los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En
lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad»
(Rom. 12:9-13).

Pablo también dice: «Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que
obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean
pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres»
(Tito 3:1-2).

Cuando conversé sobre esta lección con Dee, mi esposa, ella preguntó: «¿Cómo puedo yo,
en una sociedad sin ley, practicar la hospitalidad con extraños? ¿Me pides que me exponga
al peligro?». Buena pregunta, cuya respuesta es «No». La hospitalidad requiere conciencia;
la receptividad exige estar alerta y tener discernimiento tratando de ver dónde el Padre está
trabajando y uniéndome a Él. La hospitalidad incluye ser sensible a la dirección de Dios, y
esto requiere prudencia. No excusas, sino prudencia en oración para unirse a Dios donde Él
está trabajando y donde Él nos dirige. Ese lugar será a veces los campos de refugiados, las
prisiones, los hospitales o los hospicios. A menudo, nos sentimos desanimados con la
hospitalidad porque otros no responden como quisiéramos. Hemos tratado de ser amigables,
pero nuestra amabilidad no es correspondida. En Lucas, Jesús se dirige a Su anfitrión:

«Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus
parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas
recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos
y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te
será recompensado en la resurrección de los justos» (Luc. 14:12-14).

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La hospitalidad es un don de amor; no tiene ningún motivo que no sea el amor y no hay otra
compensación que el amor. En la hospitalidad, hablamos de un lugar donde tres ríos se
encuentran: el río de la receptividad, el río de la reverencia y el río de la generosidad. Juntos
crean una oleada de hospitalidad que guía a las personas hacia el reino de Dios.

Nuestro modelo de hospitalidad es Cristo mismo. En la última cena cuando Jesús pasó el pan
y la copa a Sus discípulos, Él transformó una comida en un acto de hospitalidad que nosotros
nunca podremos corresponder. Con un espíritu de receptividad, Él nos recibió mientras
estábamos lejos de Él. Con un espíritu de reverencia, se humilló a sí mismo ante nosotros en
una cruz. En un acto irrepetible y sin precedentes de generosidad excepcional, Jesús dio Su
vida por ti y por mí. Hace 2000 años, tres ríos extraordinarios de receptividad, reverencia y
generosidad convergieron en un acto de hospitalidad que continúa reparando vidas
destrozadas y ofreciendo a los incrédulos la liberación de las puertas del infierno. Este
generoso amor que fluye en nuestros corazones es la única recompensa que tenemos al poner
en práctica la hospitalidad en nuestras comunidades destrozadas.

Si los seguidores de Cristo son amables con los extranjeros y extraños, demuestran que son
ciudadanos del cielo y que sus corazones no son islas, aislados de otros, sino que se conectan
con un reino eterno que llega a los extraños y los une en los cielos por la eternidad. Alrededor
del mundo, los corazones solitarios claman para conocer a Dios y para unirse con Su familia
redimida. Dios tiene planes para nuestro espíritu hospitalario, planes mucho mayores de lo
que pensaríamos posible. Nuestra dedicación para con los extraños traerá beneficios eternos,
ya que ellos se unirán a la familia de Dios. Su espíritu hospitalario es el conducto de Dios
para dar paso a otros hacia Su reino.

La hospitalidad piadosa asombra; es simple, sacrificial, sincera y siempre una sorpresa


agradable. En la hospitalidad del reino, vemos a Dios trabajando en tres lugares: en nuestros
corazones, en nuestras iglesias y dentro de las comunidades quebrantadas.

10.7 Multiplicación

Tres modos de multiplicación principales respaldan nuestros modelos de PIC: pastores


multiplicando pastores, discípulos multiplicando discípulos e iglesias multiplicando iglesias.
El patrón para el crecimiento del reino o lo que llamamos el principio «222» se encuentra en
2 Timoteo 2:2: «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles
que sean idóneos para enseñar también a otros» [2 Tim. 2:2 o el principio «222»:
2 x 2 x 2 = 8 discípulos de cuarta generación].

Primera generación Pablo le dijo a…


Segunda generación Timoteo, ante muchos testigos, que encontrara…
Tercera generación hombres fieles que fueran capaces de…
Cuarta generación enseñar también a otros.

En 2 Timoteo 2:2, se alude a las generaciones en plural, lo que apunta a un crecimiento que
generó al menos 8 nuevos discípulos de cuarta generación: 2 x 2 x 2 = 8 → discípulos de 4.a
generación. La fórmula generacional de 2 Timoteo 2:2 es esencial para el crecimiento del

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reino; describe cuatro generaciones de discípulos que transmiten la verdad del reino. Dicho
versículo demuestra que un solo discípulo puede multiplicarse con facilidad en 8 discípulos
de cuarta generación, transmitiendo un ADN de multiplicación.

Primera generación = 1 discípulo (tú)


Segunda generación = un mínimo de 2 nuevos discípulos de 2.a generación
Tercera generación = un mínimo de 4 nuevos discípulos de 3.a generación
Cuarta generación = un mínimo de 8 nuevos discípulos de 4.a generación

El total de discípulos tras 4 generaciones debería ser de 15. Todos los discípulos de Jesús
obedientes a la Palabra de Dios tienen la posibilidad de multiplicarse por 15 para llegar a la
producción de discípulos de cuarta generación según 2 Timoteo 2:2.

Esta filosofía multiplicativa no es una enseñanza aislada. En Marcos 4:1-20, cuando le


preguntaron a Jesús por la parábola del sembrador, Él dijo: «A vosotros os es dado saber el
misterio del reino de Dios…». Entonces explicó que las semillas sembradas son similares a
las personas; algunas fallan, pero otras son como las semillas que fueron sembradas «en
buena tierra: [las] que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento
por uno». Las palabras de Jesús tienen potencial para hacer crecer exponencialmente el reino.
Podemos asociar la razón por la que algunos discípulos experimentan un crecimiento
extraordinario y otros no directamente con su fe y su fidelidad. Oír y aceptar las enseñanzas
de Dios es tener fe en Él y serle fiel. La fe y la fidelidad producirán un cultivo que dará fruto
al treinta, al sesenta y al ciento por uno.

Estos son los tres modos de multiplicación en el programa PIC:


1) discípulos produciendo discípulos,
2) líderes produciendo líderes, e
3) iglesias produciendo iglesias.

Cada modo debe generar 8 ejemplares de cuarta generación; todos los discípulos tienen el
potencial de multiplicarse por treinta, sesenta o incluso cien. Aquí es donde yace el potencial
de la iglesia para cumplir la Gran Comisión en esta generación.

PIC aboga tanto por frutos abundantes y duraderos como por el crecimiento cuantitativo y
cualitativo de una vid bien mantenida y podada (Juan 15). La madurez espiritual y el
crecimiento numérico exponencial son inseparables. Las semillas buenas enraízan en tierra
buena; crecen siendo plantas sanas que producen cientos de semillas. Las semillas sanas se
convierten en plantas que tienen un crecimiento sano. En resumen, un discipulado sano
produce discípulos sanos que, a su vez, reproducen generaciones de discípulos sanos. Cabe
preguntarse si los discípulos que no reproducen discípulos son, en verdad, discípulos de
Jesús. Exhortamos a las iglesias a no inscribir miembros en sus registros hasta que no hayan
producido nuevos discípulos. Además, los pastores solo deberían poder graduarse si sus
estudiantes demuestran fiabilidad y un progreso significativo hacia la concreción de sus
estudios académicos. Asimismo, antes de admitir a una nueva iglesia como miembro pleno
de una asociación o denominación, esta debería demostrar el progreso de sus nuevas iglesias
plantadas.

78
10.8 Motivación

10.8.1. Dios usa a los creyentes para fortalecer y difundir los dones espirituales en las vidas
de los demás. «Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis
confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros
y a mí» (Rom. 1:11-12). Nuestra fe nos permite aprender unos de otros. La palabra
mutuamente implica que aprendemos juntos, tanto dando como recibiendo. La práctica de la
motivación nos fortalece. El verbo en griego para motivación es protrepo, que significa
‘instar a seguir’.

«Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón


elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor;
y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al
Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar con
denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y
le expusieron más exactamente el camino de Dios. Y queriendo él pasar a Acaya, los
hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él
allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran
vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que
Jesús era el Cristo» (Hech. 18:24-28).

10.8.2. La motivación es un ingrediente esencial para las comunidades saludables de


plantadores de iglesias. Los primeros cristianos eran conocidos como personas del camino y
eran instruidos en el camino del Señor o a la manera de Dios. Ser instruidos a la manera Dios
implicaba que las creencias de los cristianos afectaban
de forma directa su manera de vivir. La creencia y la La creencia de los primeros
práctica eran inseparables. Creían en la hospitalidad y cristianos los llevó a vivir
ponían en práctica la hospitalidad. Creían en el poder como personas del camino
transformador de la motivación; entonces ponían en que andaban el camino del
práctica la motivación y, como resultado, la comunidad Señor.
se abría a la transformación. Protrepo significa exhortar
y persuadir a las personas a adentrarse más en su fe. La creencia de los primeros cristianos
los llevó a vivir como personas del camino que andaban el camino del Señor.

10.8.3. Nuestra fe es, a la vez, la fuente y el objeto de la motivación. Tu fe aviva nuestra fe;
produce motivación y enciende la fe de tu comunidad, persuadiendo y fortaleciendo su andar
en el camino del Señor; y es el medio y el método para motivar y fortalecer a otros. El efecto
que tu motivación tiene en mí es que incrementa mi fe. Si bien la recompensa por tus
expresiones de motivación para mi vida es el incremento de mi fe, también pueden
beneficiarte a ti, ya que yo, a mi vez, puedo llevar motivación a tu espíritu. Así nos
motivamos mutuamente.

10.8.4. El Espíritu Santo es nuestro Motivador principal. La palabra griega para motivación
es paráklesis, compuesta por para, que significa ‘al lado’, y kaleo, que significa ‘llamar’.
Paraklesis o motivación significa ‘llamado al lado o a la ayuda de alguien’. Parákletos es el
sustantivo griego para ‘el que da aliento, el que ayuda’, una palabra que se usaba en tribunales
de justicia para referirse a un asistente legal o abogado defensor. En 1 Juan 2:1, se hace

79
referencia a Jesús como parákleto, nuestro Abogado: «Hijitos míos, estas cosas os escribo
para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo». En Juan 14:16-17, parákletos se traduce como «Consolador» para
referirse al Espíritu Santo: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad…».

10.8.5. Nuestro rol como motivadores está inspirado y fortalecido por el Espíritu Santo. Los
cristianos llenos del Espíritu Santo han de ser
defensores los unos de los otros; Dios nos ordena que El parákletos en ti es la fuente
nos ayudemos mutuamente en nuestro caminar en la fe. que te brinda la energía para
La presencia de Cristo en ti, o del Espíritu Santo sobre que también ayudes o asistas a
ti, es el parákletos en ti; es la fuente que te brinda la
otros en su caminar en la fe.
energía para que también ayudes o asistas a otros en su
caminar en la fe.

10.8.6. La motivación o exhortación es un don espiritual específico. Romanos 12:6,8 dice


que algunos están especialmente equipados para exhortar y motivar a los demás: «De manera
que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese
conforme a la medida de la fe; […] el que exhorta, en la exhortación […] con alegría». Como
existe un don espiritual de la exhortación, su práctica será más natural para aquellos que
tengan el don y sean movidos por el Espíritu.

10.8.7. La motivación fortalece tanto al que la da como al que la recibe.

«Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, y


enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el
evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, a fin de que
nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto
estamos puestos. Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos
a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. Por lo cual también yo, no
pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese
tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. Pero cuando Timoteo
volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que
siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a
vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos
consolados de vosotros por medio de vuestra fe; porque ahora vivimos, si vosotros
estáis firmes en el Señor» (1 Tes. 3:1-8).

En tiempos difíciles y de persecución, Pablo envió a Timoteo para que fortaleciera y motivara
la fe de los tesalonicenses, una iglesia joven. Timoteo regresó y trajo buenas noticias acerca
de la fe de los tesalonicenses, lo que los motivó a seguir el camino de la fe. La fe es fuente
de motivación; nosotros motivamos a otros y, al hacerlo, nuestro corazón dador también es
motivado. La fe del dador aumenta en el acto de motivar a los demás. El antídoto para nuestro
propio desaliento es motivar a alguien más. Nuestro desánimo se disipará si nos dedicamos
de manera piadosa a motivar a otros hacia la fe. Pablo envió aliento a los demás, y Timoteo
volvió con ánimo para Pablo, que pasaba por una gran angustia. La motivación sana tanto al
que la da como al que la recibe.

80
10.8.8. La motivación facilita la vida comunitaria en armonía. Pablo dijo: «También os
rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que
sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos» (1 Tes. 5:14). La motivación es
el antídoto de Dios para embaucar al pecado. Cuando el pecado reine en la iglesia, cuando
abunden los reincidentes, será por una notable falta de motivación. La motivación es el
lubricante que acciona el motor de la iglesia cristiana. Cuando un motor no tiene lubricante,
se produce una fricción constante entre las superficies de metal, lo que genera un calor que
afecta todo el aparato. Si se sacan las expresiones de motivación de la vida de la iglesia, los
creyentes tendrán muchas fricciones entre sí y estas harán que la vida de la iglesia se deteriore
rápido. La motivación es el aceite de la vida de la iglesia y nunca será demasiada.

10.8.9. La motivación es un mandamiento para todos los creyentes. Si bien existe un don
espiritual de la exhortación, existe también un llamado universal a todos los creyentes a poner
en práctica este don. Todos los creyentes deben considerar con deliberación cómo pueden
estimular la fe entre ellos.

«Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es


el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca» (Heb. 10:23-25).

Debemos considerarnos deliberadamente «unos a otros para estimularnos al amor y a las


buenas obras». La motivación nos estimula a permanecer cerca del corazón de Dios.
Debemos exhortar a otros a apropiarse y disfrutar de todos los beneficios de nuestra vida
cristiana. Recordémosles que tenemos acceso a la presencia misma de Dios, el derecho a
vivir y morar eternamente en Su presencia. Dios nos llama a salir de la incredulidad para
dejar a un lado el pecado del letargo y vivir en Su comunión y favor. De modo deliberado y
reflexivo, motivémonos mutuamente hacia el amor del Padre. Debemos llamar a las personas
a deshacerse de su letargo, tibieza y falta de entusiasmo; este es un llamado a dejar de vivir
en el atrio del tabernáculo y a entrar a través del velo de Cristo en el Lugar Santísimo. Dios
nos llama a extender esta extraordinaria invitación a los demás para que puedan disfrutar de
los beneficios del Sumo Sacerdote, vivir y caminar continuamente en la presencia de Dios, y
deleitarse en una salvación completa y perfecta. La motivación nos muestra el camino. La
muerte de Cristo ha desgarrado el velo, el Lugar Santísimo permanece abierto y el Padre
anhela que entremos a Su presencia sin mediaciones. ¡Todos necesitamos motivación!

10.8.10. La motivación es una actividad continua que subyace en la práctica cristiana.


«Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice:
Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado» (Heb. 3:12-13).
Cada día somos invitados a disfrutar de una nueva unción de parte del Padre, es decir, del
poder, la presencia y la provisión de Dios. Así como un hombre bueno puede ser quebrantado
por el desánimo, la motivación puede tomar algo mediocre y transformarlo en algo de una
belleza deslumbrante. Con una dosis adecuada de motivación, una iglesia promedio puede
encumbrarse como una gran iglesia. Todos los cristianos, hijos de la fe, tienen el potencial
para transformar las vidas de los demás. El mundo está esperando ver lo que tú aún puedes

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hacer. Tu don de la motivación es muy necesario para la vida de las personas que te rodean.
Brinda motivación y los plantadores de iglesias movilizarán un gran ejército por la causa de
los pueblos no alcanzados. El coraje y el apoyo reemplazarán al miedo y el escepticismo, y
la esperanza y la fe volverán en abundancia. Brinda motivación a los demás y te elevarás en
las alas de los ángeles mientras plantas montones de nuevas iglesias. El mundo necesita tu
don de la motivación.

Mahatma Gandhi dijo: «Ustedes, los cristianos, tienen un documento con suficiente dinamita
para hacer estallar en pedazos a toda la civilización, para poner patas arriba a la sociedad,
para traer paz a este mundo desgarrado por la guerra. Sin embargo, lo leen como si se tratara
de buena literatura y nada más».

10.9 Intencionalidad

El término intencionalidad hace referencia a la premeditación, la deliberación y la


planificación detrás de nuestras acciones. Los creyentes pueden comprometerse o
desentenderse; pueden obrar con intencionalidad o sin ella; pueden ser impulsados por el
llamado y la visión o pueden vagar por la vida en un desierto espiritual. Pero no debemos
olvidar que nuestro modelo es Jesús, quien vino a la tierra con un plan ministerial de tres
años y medio para ejecutar la voluntad de Su Padre. Jesús sabía cuál era el final designado
de Su ministerio terrenal; sabía que necesitaba tener una estrategia para llamar y equipar a
los discípulos para que iniciaran el primer movimiento de plantación de iglesias; sabía que
tenía que confrontarse con las culturas y los órdenes religiosos existentes; y sabía que el
judaísmo requería una revolución y no solo una reforma. Jesús sabía además que, para
emprender y mantener un movimiento de plantación de iglesias, debía invertir en el llamado
y la formación de pastores para que cuidaran de las próximas cosechas. Jesús mostró
intencionalidad con cada fibra de Su ser. «Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad
del que me envió, y que acabe su obra» (Juan 4:34). En Getsemaní, Él pudo decirle a Su
Padre: «… [H]e acabado la obra que me diste que hiciese» (Juan 17:4) y, en la cruz, pudo
decir finalmente: «Consumado es».

Jesús tenía una visión, un llamado, metas, estrategias, planes, seguidores discipulados y
líderes instruidos. El ministerio de Jesús fue intencionado, los apóstoles llevaron con
verdadera intención el evangelio a los rincones conocidos de la tierra, y Dios nos insta a
demostrar intención en la realización de nuestras tareas para el reino. Es por estas razones
que proporcionamos un manual instructivo de Plantación de Iglesias Comunitarias; tenemos
que demostrar intención si deseamos facilitar y mantener un movimiento de plantación de
iglesias. La obra del reino tiene lugar, en última instancia, porque nuestro Dios trino está
obrando. Nuestra intencionalidad no reemplaza la obra de Dios; sencillamente, Dios desea
obrar a través de siervos fieles y determinados.

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Para el éxito de los modelos de plantación de iglesias, han sido claves el descubrimiento de
principios bíblicos y su integración en un proceso claramente definido de plantación de
iglesias. Podemos comparar la plantación de iglesias con el horneado de un pastel. Hornear
un pastel delicioso requiere de los ingredientes adecuados, el equipamiento apropiado y una
receta probada. El movimiento de plantación de iglesias ha
sido excelente al enumerar los principios bíblicos La receta de PIC
adecuados (ingredientes) y conseguir los recursos
apropiados (equipamiento) a fin de facilitar el trabajo de Como hornear un pastel:
PIC. No obstante, notamos que, de las personas formadas, plantación de iglesias =
solo unos pocos se convierten en exitosos plantadores de ingredientes adecuados +
equipamiento adecuado +
iglesias. Los instructores de PIC exitosos han sido
una receta probada
invariablemente aquellos que han entrado en contacto, de
manera formal o informal, con un proceso exitoso de plantación de iglesias (receta). No
importa la abundancia de ingredientes y la disponibilidad de los mejores hornos; sin una
receta probada, es poco probable que el pastel salga delicioso. Un proceso probado y
claramente definido de plantación de iglesias (receta) es indispensable para facilitar un
movimiento de plantación de iglesias.

El modelo de PIC enumera los principios bíblicos, moviliza los recursos adecuados y centra
la formación en la implementación de planes o procesos claros.

10.9.1 Los principios

Hemos adoptado la mayoría de los principios del movimiento de plantación de iglesias y de


los principios de la plantación de iglesias por saturación; sin embargo, nuestro énfasis
singular ha sido el siguiente:
• compartir y transmitir la visión y la pasión de la plantación de iglesias;
• recalcar la necesidad de que los estudiantes expresen un claro llamado a un ministerio
de plantación de iglesias antes de inscribirse en el programa PIC;
• orar por una mayor fe a fin de poder discernir los planes de Dios para Su reino;
• ser fieles a nuestro llamado y comprometernos a terminar la tarea que se nos ha
encomendado;
• orar por el don de la exhortación y usarlo para incentivar los esfuerzos de plantación
de iglesias;
• comprender la primacía de fíloxenos (hospitalidad) en la plantación de iglesias y en
la búsqueda de las personas de paz;
• señalar la importancia de tener planes sólidos;
• trabajar con pastores-plantadores de iglesias bivocacionales;
• inculcar una filosofía sólida de formación simultánea con el ministerio para facilitar
la multiplicación de iglesias, a fin de que nosotros, como Jesús, podamos preparar
nuevos pastores multiplicadores para las próximas cosechas;
• hallar sinergia en las asociaciones divinas saludables;
• confrontar todas las prácticas eclesiásticas inapropiadas o extrabíblicas.
• equipar, empoderar y enviar a una nueva generación de formadores y líderes; y
• redescubrir el modelo paulino de misiones, que usaba misioneros itinerantes y
formadores y supervisores autóctonos.

83
10.9.2 Los recursos

Obreros: formadores, coordinadores, supervisores, intercesores, pastores y miembros de la


iglesia
Finanzas: sobre todo para materiales didácticos, becas para los formadores, seminarios,
viajes y Biblias
Sistemas: sitios web y bases de datos en línea para administrar y hacer un seguimiento de la
plantación de iglesias y de la formación pastoral
Los programas de formación y discipulado incluyen métodos de evangelización, como la
metodología de evangelización de Sowers International, el curso EE3, el folleto Las cuatro
leyes espirituales, la película Jesús y testimonios personales. En la formación de discípulos,
usamos el Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia de Africa Outreach, el
Programa de Movilización de Miembros, estudios bíblicos de autoalimentación y el Curso
de Formación Pastoral de PIC. En la formación práctica en plantación de iglesias,
utilizamos los materiales de OMEGA compilados por la Alianza para la Plantación de
Iglesias por Saturación. Si bien los colaboradores pueden reemplazar libremente los
materiales didácticos con alternativas igual de apropiadas, solo recomendamos los
materiales didácticos de PIC que no tengan derechos de autor reservados, con el fin de
asegurar que los programas autóctonos sean reproducibles y asequibles.

En nuestros ministerios y asociaciones, hemos procurado no crear dependencia, sino


movilizar recursos con responsabilidad para facilitar la plantación de iglesias en áreas no
alcanzadas. Aunque nuestros colaboradores nunca remuneran a los pastores, han
subvencionado materiales didácticos y Biblias para los pastores de primera generación y, en
algunos casos, para los pastores de segunda generación. No obstante, sí tienen formadores y
coordinadores de PIC asalariados a tiempo completo. Es interesante notar que, a medida que
el modelo se ha arraigado, hemos visto un aumento en la cantidad formadores/misioneros
autóctonos. En diciembre de 2009, había igual número de formadores subvencionados que
de formadores voluntarios en el proyecto de Plantación de Iglesias Comunitarias. Nos alegra
facilitar el uso responsable de los recursos del reino en todo el mundo para hacer posible la
comisión de nuestro reino colectivo.

En nuestros modelos de PIC, la financiación de los formadores, coordinadores y supervisores


de PIC es similar a la de los misioneros. Los misioneros occidentales buscan donadores de
cualquier lugar para financiar ministerios tanto en su país como en el extranjero. PIC
considera a sus formadores, coordinadores y supervisores a la par de los misioneros y de
forma similar a lo que se denomina el movimiento misionero nativo de Asia. En pocas
palabras, Dios provee varios colaboradores que conjuntamente recaudan recursos para los
programas de PIC, que incluyen mano de obra, amparo eclesiástico, programas de estudio,
Biblias y transporte. Aunque estamos seguros de que los costos de la plantación de iglesias
y la formación de pastores dentro de los modelos de PIC figuran entre los mejores, siempre
estamos buscando ser más eficaces.
En nuestros modelos de PIC, la financiación de los formadores, coordinadores y supervisores
de PIC es similar a la financiación de los misioneros. Los misioneros occidentales buscan
donadores de cualquier lugar para financiar ministerios tanto en su país como en el extranjero.
PIC considera a sus formadores, coordinadores y supervisores a la par de los misioneros y de
forma similar a lo que se denomina el movimiento misionero nativo de Asia. En pocas

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palabras, Dios provee varios colaboradores que conjuntamente recaudan recursos para los
programas de PIC, que incluyen mano de obra, amparo eclesiástico, programas de estudio,
Biblias y transporte. Aunque estamos seguros de que los costos de la plantación de iglesias
y la formación de pastores dentro de los modelos de PIC figuran entre los mejores, siempre
estamos buscando ser más eficaces.

Los procesos de PIC se ejecutan en conjunto con un programa de formación claramente


definido (ver Apéndice). Los estudiantes y colaboradores pueden acceder a los materiales
del Curso de Formación Pastoral de PIC o visitar www.ccp.international.

10.9.3. Investigación

La investigación es el proceso mediante el cual se recopila, organiza y analiza información


con el fin de evaluar y comprender las circunstancias actuales, las cuales controlan y afectan
nuestros planes para facilitar la transformación de determinados grupos de personas. La
investigación debe proporcionar información precisa, adecuada y útil para medir y evaluar la
tarea que tenemos ante nosotros. Solo es posible planificar en un contexto de información
relevante y realista.
Nuestros planes, metodologías, prioridades, metas y estrategias dependen de lo siguiente:
• nuestra asignación dada por Dios, que provee nuestra guía y propósitos finales;
• una evaluación prudente del contexto en que vamos a trabajar;
• nuestra fe en que Dios bendecirá nuestros planes ministeriales y empoderará a
nuestros obreros y colaboradores.

Nuestra visión y fe ofrecen el contexto para nuestra investigación. Moisés envió a su equipo
de investigación a Canaán con el propósito de Dios como principal prioridad. Es decir, los
envió con la visión de ocupar y conquistar la tierra. El tipo de información recopilada e
interpretada debería estar relacionada directamente con la tarea asignada por Dios. Solo
debemos reunir e interpretar la información que afecta a nuestra asignación. Los doce espías
recopilaron información sobre los ocupantes de la tierra, con el fin de evaluar su propia
capacidad de invadir y conquistar la tierra. Nuestra fe en Dios es esencial para analizar e
interpretar las circunstancias. Sin fe nos desanimaríamos, al igual que diez de los
doce investigadores de Canaán que luego desalentaron a los otros. Sin fe la investigación no
tendría relevancia divina. Nuestros planes, estrategias y metas reflejan nuestra fe; además,
coordinan y dirigen la transformación de las circunstancias actuales hacia el deseo de Dios
para el futuro. «Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia
se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable. […] Porque con ingenio harás la
guerra, y en la multitud de consejeros está la victoria» (Prov. 24: 3-4,6).

La investigación debe reunir e interpretar información con responsabilidad, y luego debe


exponerla en forma de herramientas motivacionales y de fortalecimiento de la fe para
fomentar la plantación de iglesias. La investigación revela las circunstancias lamentables de
las personas perdidas; presenta su difícil situación y expone la compasión de Dios hacia un
pueblo atormentado que necesita un pastor. Interpreta la cruel realidad mundana a la luz de
la realidad del reino, en la que sabemos que el Señor de la mies enviará obreros como
respuesta a las oraciones de los santos. Jesús mismo lideró un equipo de investigación cuando

85
viajó por las ciudades y aldeas de Galilea (Mat. 9:35-38). Dios envió a Gedeón y Fura como
investigadores al campamento de los madianitas la noche antes de la batalla para que
exploraran y evaluaran las circunstancias de su enemigo (Jue. 7). Gedeón se sintió animado
porque vio que Dios ya estaba preparando a sus enemigos para la derrota, por lo que despertó
de inmediato a su ejército y fue con confianza a la batalla. La aplicación para tener cuenta:
la investigación prudente es vital para la movilización del Cuerpo de Cristo hacia la valiente
plantación intencionada de iglesias. «Todo hombre prudente procede con sabiduría. […] Mas
el avisado mira bien sus pasos» (Prov. 13:16; 14:15).

Nuestra lucha principal en la plantación de iglesias no va a ser «… contra sangre y carne,


sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Ef. 6:12). Cuanto más
comprendamos a nuestro enemigo, cómo opera, controla y toma prisioneros, mejor
preparados estaremos para la batalla. Luego, nos pondremos nuestra armadura espiritual de
protección y, con confianza, tomaremos la espada del Espíritu como nuestra arma ofensiva.
Para movernos en contra de los gobernantes, las autoridades, las fortalezas y los poderes
espirituales tenebrosos de esta era, tenemos que ver y comprender la realidad espiritual.
Cuanto más sepamos, con más inteligencia podremos hablar en contra del mal y orar por
nuestra misión. Muchas culturas y religiones autóctonas tienen prácticas, ritos y lugares altos
(sitios dedicados a la adoración de dioses falsos) secretos, que tenemos que descubrir y
comprender para contraatacar de manera eficaz. La investigación y la diagramación
espirituales son fundamentales para la guerra espiritual.

10.9.4 Estrategias y planes

Dios logra sus metas con solo enunciarlas. Las personas debemos orar y planificar. «Del
hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua. […]
Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados» (Prov. 16:1,3).

«Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y


calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después
que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a
hacer burla de él […]. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta
primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con
veinte mil?» (Luc. 14: 28-29,31).

La planificación, la elaboración de estrategias y la organización son conceptos bíblicamente


válidos que debemos integrar en la oración para perseguir Su honor. Si deseamos facilitar un
movimiento de PIC, tenemos que seguir un plan de acción inspirado por Dios.

Instamos a los pastores a compilar planes de implementación por proyecto y anuales con
listas de tareas específicas y puntuales. Luego, se deben acordar planes sencillos de tres
meses, que son monitoreados para garantizar que el proyecto avance de acuerdo con el plan
del proyecto global. Cada tres meses, los participantes deben convocar reuniones para revisar
los planes del proyecto. Después de reflexionar sobre los planes y redireccionarlos, se deben
establecer nuevos planes y metas para los siguientes tres meses a fin de garantizar que se
mantenga el progreso dentro del plan general.

86
Debemos equilibrar principios y recursos dentro del plan del proyecto general de PIC. Un
principio habla de sus propios recursos y procesos particulares. En la plantación de iglesias,
tenemos que entender la conectividad y la dependencia de los diversos principios que se
integran en los procesos de plantación de iglesias. La formación genera estudiantes instruidos
y la evangelización produce nuevos discípulos; ambas son actividades bíblicas. Sin embargo,
no se puede garantizar que los estudiantes instruidos y los nuevos discípulos, de forma
individual o corporativa, produzcan nuevas iglesias.

En PIC, el resultado que deseamos es la plantación de iglesias espiritualmente maduras en


todas las comunidades no alcanzadas mediante la movilización del Cuerpo de Cristo para
formar pastores-plantadores de iglesias autóctonos para que inicien movimientos de
plantación de iglesias. Para eso, adaptamos nuestros procesos ordenando en secuencia el uso
de los principios bíblicos y los recursos consecuentes a fin de lograr un resultado medible:
iglesias espiritualmente maduras en comunidades no alcanzadas. La programación del
proyecto pregunta cuál sería la mejor secuencia de pasos. ¿Qué pasos deben preceder a
otros? ¿Qué pasos podemos hacer al mismo tiempo? ¿Quiénes están disponibles para hacer
qué y cuándo están disponibles? Luego, debemos desarrollar planes que ayuden a responder
estas preguntas. La investigación, la recopilación de información, la planificación, la
reflexión y el redireccionamiento de los planes son esenciales para garantizar la victoria en
la guerra divina que hemos emprendido.

La plantación de iglesias abarca más que la formación, más que la visión, más que la
investigación y más que la oración. Estas actividades son muy útiles, pero, sin una
implementación persistente e intencional de nuestros planes, solo nos queda soñar. La
implementación intencional de un modelo de plantación de iglesias tiene que ver con la fe y
las obras, una simple obediencia práctica de la Gran Comisión. La implementación de PIC
se trata de poner manos a la obra; es similar a levantar un bebé, pararlo, mantenerlo en
posición vertical, mover sus pies y animarlo a caminar; perseveraremos hasta que el bebé
pueda caminar por sí solo.

Amós 3:7 dice: «Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos
los profetas». En Isaías 42:9, Dios dice: «He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo
anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias». Dios revela Su futuro
a Sus siervos para que puedan participar en los cambios necesarios para hacerlo realidad. El
vino nuevo necesita odres nuevos; por eso, tenemos que trabajar para la creación de estos
nuevos recipientes: «Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo
romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos
se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. Y ninguno que beba del añejo, quiere luego
el nuevo; porque dice: El añejo es mejor» (Luc. 5:37-39).
La supervisión se debe centrar en las metas y los objetivos a tres meses. En reuniones
periódicas, se debería reflexionar sobre las metas, las victorias y los éxitos, y analizar los
obstáculos y las barreras. Los participantes deben elaborar estrategias y redirigir la situación
con nuevos planes para permanecer en contacto con lo que Dios está haciendo. Los planes
deben ser simples y contener tres o cuatro objetivos claros para el período siguiente. Si los
planes a corto plazo no son monitoreados y rectificados de forma constante, es poco probable
que logremos nuestros proyectos a tres y cuatro años. Para garantizar que se cumplan los

87
objetivos a largo plazo, es imperativo evaluar con periodicidad el progreso y modificar los
objetivos a corto plazo para superar dificultades específicas. Cuando se vuelve evidente que
estamos luchando contra una pared, es importante hacer una pausa, orar y discernir la
voluntad de Dios para nosotros en cada circunstancia específica. Lamentablemente, esto nos
ha ocurrido en el pasado y ocasionó el cierre de varios ministerios de plantación de iglesias
y la reasignación de personal y recursos hacia otros ministerios. Tenemos que hacer la poda
en la temporada correspondiente para garantizar que sigamos siendo fructíferos.

10.9.5 Administración
La administración es la implementación de planes para hacer realidad los propósitos del reino
de Dios. La administración de un proyecto requiere organizar las personas y los recursos de
acuerdo con planes adecuados y efectivos. Una
[E]scoge tú de entre todo el
implementación exitosa requiere seleccionar, formar,
pueblo varones de virtud,
empoderar y organizar de manera prudente a las
temerosos de Dios, varones de
personas según el plan: personas adecuadas en lugares
verdad […] y ponlos sobre el
adecuados, haciendo las cosas adecuadas en momentos
pueblo por jefes de millares, de
adecuados.
centenas, de cincuenta y de
diez.
«Viendo el suegro de Moisés todo lo que él
hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas
tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés
respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando
tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas
de Dios y sus leyes.
Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. […] [E]scoge tú de
entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que
aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de
cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo
traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y
la llevarán ellos contigo» (Ex.18:14-17,21-22).

La supervisión implica vigilar, dirigir, delegar, evaluar, corregir y motivar. Entre las
herramientas útiles, están los objetivos, las metas y los informes periódicos con los
indicadores de rendimiento clave. Instamos a las iglesias a tener registros en línea; los
formadores deben cotejar los informes trimestrales que sirven para el seguimiento de los
proyectos. También hemos desarrollado un barómetro de salud espiritual que evalúa la salud
de nuestras nuevas iglesias. Los formadores y los pastores deben utilizar estos datos para
entrenar y guiar a los miembros.

88
Capítulo 11
Los doce principios universales
11.1 La oración
La oración es el factor principal en el desarrollo de PIC. Mediante la oración, podemos
comprender el corazón del Padre, conocer la mente de Cristo y armonizar nuestra vida con
la voluntad del Espíritu Santo. Cuando tenemos una visión espiritual de la voluntad y los
planes de Dios para una comunidad y oramos con fervor y pasión para que se cumpla la Su
voluntad en dicha comunidad, podemos estar seguros de que Dios nos escuchará y contestará
nuestras oraciones.

La oración nos alinea con la voluntad de Dios, invoca el poder sobre los siervos de Dios y
aboga por la transformación y la sanación de una comunidad. La oración nos lleva hacia
lugares de necesidad para que podamos ver y sentir la desesperación de las personas perdidas.
En el camino de la oración, «oramos in situ con conocimiento pleno» (Danie Vermeulen:
The Process of Planting a Church [El proceso de plantación de una iglesia]). Incentivar,
informar y orientar la oración de los intercesores es un mandato bíblico y una actividad
esencial para iniciar y mantener un movimiento de PIC.

Siempre que sea posible, recomendamos la designación de coordinadores para que se


encarguen de facilitar la oración. El coordinador de oración da inicio a las campañas de
oración focalizadas, incentiva la oración y el ayuno en las iglesias de PIC, desarrolla cadenas
y redes de oración, organiza grupos de intercesión, registra y distribuye testimonios
ministeriales, y sirve de enlace con los participantes de PIC en el desarrollo de estrategias de
oración.

11.2 El discipulado

El camino hacia una vida piadosa es una historia de amor que afecta la esencia misma de
nuestra personalidad, un encuentro que pone en marcha una transformación que llega a las
áreas más profundas de nuestro ser. El discipulado es el resultado de un encuentro con el
Amor divino, en el que un seguidor de Cristo tiene un deseo urgente de identificarse cada
vez más con el que ama su alma. El discipulado es el proceso deliberado mediante el cual los
seguidores encuentran satisfacción al moldear sus vidas según el santo ejemplo de Cristo y
la sabiduría de Sus enseñanzas. No obstante, con demasiada frecuencia, el discipulado ha
sido empaquetado en programas estériles que simplemente enseñan principios y el
arrepentimiento del pecado.

Dios es amor. Si hemos conocido a Cristo y sabemos de Él, se debe a que hemos
experimentado Su amor. El discipulado es, ante todo, una experiencia de amor subjetivo. No
estamos restando valor al estudio de las Escrituras; simplemente afirmamos que el
conocimiento objetivo de Dios solo puede conseguirse a través de los medios y los canales
subjetivos del amor. Cuando un santo demuestra el amor de Dios, entonces se ha ganado el
derecho de enseñar y enriquecer a los demás con lecciones verbales de amor. El discipulado
es un estilo de vida magnético y contagioso que atrae a los demás hacia el reino de Dios.

89
El discipulado no debe limitarse a la memorización de versículos, el estudio de la Biblia y
las lecciones sobre cómo evitar el pecado. Estas son El discipulado es un
actividades nobles en el camino hacia la santidad, pero están
estilo de vida magnético y
vacías sin amor. Las lecciones sin amor simplemente
contagioso que atrae a
recubren con conocimiento los temperamentos
disfuncionales, en los que aún persisten profundos defectos los demás hacia el reino
de carácter. Una relación de amor con Dios sana y consuma de Dios.
la naturaleza esencial de la humanidad. Recibir el amor de
Dios en nuestras vidas altera la esencia misma de nuestro ser, ya que transforma nuestro
espíritu y nos da una nueva conciencia, una nueva mente y, de hecho, una nueva vida. Esta
vida, una necesidad profundamente arraigada de seguir de manera apasionada una vida santa,
es el verdadero cristianismo.

Si no vivimos ese encuentro de amor, simplemente almacenamos nuevos conocimientos en


nuestras mentes racionales sin permitir que estos influyan en nuestra espiritualidad,
pensamientos molestos o sentimientos perturbadores. Los seres humanos, que tenemos tanto
pensamientos como sentimientos, necesitamos un cambio integral en toda nuestra
humanidad. Cuando descuidamos el crecimiento en un área, nos convertimos en seres
incompletos y desequilibrados. Hay cristianos muy inteligentes que tienen un conocimiento
profundo de las Sagradas Escrituras, pero que están paralizados en su testimonio porque
permanecen sepultados en un pensamiento pesimista, sentimientos disfuncionales y
relaciones quebrantadas. Cuando el miedo, la inseguridad, la desesperación y la amargura
socavan nuestro carácter, luego aparecen en los momentos más inoportunos y anulan el bien
que tan desesperadamente queremos hacer.

«Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y
con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos» (Mar. 12:30-31).
Los dos más grandes mandamientos cristianos exigen una respuesta de amor que emana de
las cinco ramas de nuestra personalidad: el espíritu, la mente, las emociones, el cuerpo y las
relaciones interpersonales. La madurez espiritual exige integridad en todos los aspectos de
nuestra humanidad, de modo que esta refleje la santidad misma de Jesús. Hemos sido creados
a imagen de Dios y, aunque el pecado ha estropeado esta imagen, se nos insta, a través de
nuestra relación con Jesús, a volver a semejarnos a nuestra creación original, lo que incluye
una transformación de nuestras relaciones y comportamientos emocionales.

No importa qué tan llenos de cicatrices estemos; la Buena


Nueva de Jesucristo promete una gracia transformadora La Buena Nueva de
que puede curar todas las facetas de nuestras vidas Jesucristo promete una
quebrantadas. La Buena Nueva educa mentes sin gracia transformadora que
instrucción, sana cuerpos enfermos, compromete a
puede curar todas las
espíritus alienados, previene sentimientos dañinos y
facetas de nuestras vidas
repara relaciones problemáticas. Reconocemos que los
seres humanos somos una entidad única e integrada, y lo quebrantadas.
que ocurre en un área afecta otras áreas. Las emociones
perturbadoras distorsionan la mente y afectan nuestra salud. Los espíritus alienados provocan
emociones inapropiadas y relaciones disfuncionales.

90
Por lo tanto, el discipulado debe tener un enfoque holístico en el que la enseñanza de la
Palabra se lleve a cabo a través de una vida que esté saturada con el amor de Cristo. Cuando
las palabras de Cristo estén escritas de modo indeleble en el corazón de los maestros, será
mucho más fácil para los estudiantes comprenderlas. El ejemplo atractivo siempre resuena
más que la explicación inteligente.

11.3 La evangelización

La herramienta principal de la evangelización es el testimonio del creyente. «Y viendo al


hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra»
(Hech. 4:14). Los cambios de vida y las sanaciones milagrosas se siguen produciendo en los
confines del reino de Dios y son poderosas herramientas del reino para enfrentar a los herejes
y escépticos. En Sudáfrica, los sotho del norte tienen este dicho: «La vida es un mensaje.
Préstale atención». Todos los creyentes deben aprender a dar sus testimonios personales y
comunicar cómo Cristo confrontó y transformó sus vidas. Este testimonio debe presentarse
con el fin de sensibilizar y animar a otros a seguir nuestro ejemplo de encontrar y seguir a
Cristo.

Existen numerosos métodos de evangelización que podemos seleccionar, y es importante que


los estudiantes conozcan varios de ellos. Hay oportunidades tanto para la evangelización
masiva como para la evangelización personal. En las etapas iniciales de una iglesia plantada,
PIC favorece los métodos personales o privados hasta tanto se construya un liderazgo sólido
que pueda ayudar a que una gran cantidad de personas se incorpore a través de la
evangelización masiva en el segundo y tercer año del proyecto de plantación.

Nuestro trabajo se ha apoyado en gran medida en la película Jesús, el curso EE3, la


metodología de evangelización de Sowers International, el folleto Las cuatro leyes
espirituales y, más recientemente, en la adaptación que ha realizado la organización Africa
Outreach del Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia de New Tribes Mission. Este
último método consiste en transmitir la historia única de la Biblia en aproximadamente
50 lecciones con el uso de conjuntos de imágenes. La narración de historias es vital para
muchas comunidades orales y, si dedicamos tiempo regularmente para contar la historia
bíblica, lograremos atraer un gran interés. La historia se desarrolla teniendo como hilo central
la redención y prepara a los oyentes haciendo hincapié en la promesa de la venida del
Redentor. Cuando llegamos al Nuevo Testamento y les contamos sobre el cumplimiento de
la promesa, los oyentes ya están dispuestos a aceptar a Jesucristo como su único Redentor.

Consejos para los narradores de las historias bíblicas:


• presentar las lecciones con un resumen de las lecciones anteriores;
• constatar los versículos que debían memorizarse;
• comprobar la aplicación de las lecciones anteriores;
• narrar las lecciones del día y reforzarlas con dramatizaciones y canciones;
• obtener comentarios preguntando cuáles son los hechos más relevantes de la historia;
• pedir a los oyentes que comenten cuál es el significado de la historia;

91
• pedir a los oyentes que comenten cómo pueden aplicarse las verdades de la historia a
sus vidas;
• usar los recursos de la repetición, el resumen y la memorización para garantizar que
la verdad bíblica se arraigue firmemente en los oyentes; y
• dar la aplicación de la semana y pedirles a los oyentes que compartan la historia de la
semana con otras personas utilizando las mismas técnicas que el narrador ha usado.

11.4 La autoridad de las Escrituras

Enseñamos el principio de la Reforma de Sola Scriptura: la Santa Biblia es la fuente y la


norma de todo el conocimiento cristiano. Reafirmamos la posición del Pacto de Lausana:

«Afirmamos la divina inspiración, fidelidad y autoridad de las Sagradas


Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, sin error en todo lo que
aseveran, y que son la única norma infalible de fe y conducta. Afirmamos
también el poder de la Palabra de Dios para cumplir Su propósito de salvación.
El mensaje de la Biblia se dirige a toda la humanidad, puesto que la revelación
de Dios en Cristo y en las Escrituras es inalterable. Por medio de ella el
Espíritu Santo sigue hablando hoy. Él ilumina la mente del pueblo de Dios en
cada cultura, para percibir la verdad nuevamente con sus propios ojos, y así
muestra a toda la iglesia más de la multiforme sabiduría de Dios»
(2 Tim. 3:16; 2 Ped. 1:21; Juan 10:35; Isa. 55:11; 1 Cor. 1:21; Rom. 1:16;
Mat. 5:17,18; Jud. 3; Ef. 1:17-18; 3:10,18).

Jesucristo es el Verbo hecho carne, el Logos encarnado de Dios, que se revela plenamente a
la humanidad. Él nos revela todo lo que hay que saber acerca de Dios en este mundo. Cristo
como Logos es la revelación divina completa y definitiva. La Biblia es la autoridad única y
final de la iglesia; es lo único infalible para la fe y la práctica de la iglesia cristiana.

11.5 El sacerdocio de todos los creyentes

Los ovambo de Namibia tienen un dicho que dice: «Un árbol no es suficiente para construir
una cerca». Esto significa que una persona no es
suficiente para reparar el daño o para completar [De Cristo,] todo el cuerpo, bien
una tarea. Los hablantes de krio de Sierra Leona concertado y unido entre sí por todas las
dicen: «No podemos amarrar un paquete con coyunturas que se ayudan mutuamente,
una sola mano», lo cual significa que no somos según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir
autosuficientes y necesitamos de la comunidad
edificándose en amor.
para sobrevivir. Los lugbaras de Uganda dicen:
«Estrecha es la huella de una sola persona». Este Un árbol no es suficiente para construir
proverbio significa que, si van muchos viajeros, una cerca.
es probable que dejen una rastro más ancho y
distintivo; es decir, si muchos pactamos trabajar No podemos amarrar un paquete con una
juntos, lograremos un mayor éxito. Los hayas de sola mano.
Tanzania dicen: «Muchas manos aligeran el La huella de una sola persona es estrecha.
trabajo». Dios, por Su parte, lo dice de esta

92
manera: «Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis
llamados…» (Isa. 61:6). El apóstol Juan dijo sobre Jesús: «[Y] nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre…» (Apoc. 1:6). El apóstol Pablo dijo: «[De Cristo,] todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la
actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor»
(Ef. 4:16). Es evidente que, tanto individual como colectivamente, Dios nos ha asignado la
tarea de la evangelización mundial a todos los creyentes.

11.6 La Gran Comisión

La Comisión Original de la humanidad, la encontramos en el primer capítulo de Génesis: «Y


creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…»
(Gén. 1:27-28). Dios creó a la humanidad para que la tierra estuviera llena de personas
semejantes a Dios cuyas vidas lo glorificaran a Él. Llenar la tierra incrementando la cantidad
de personas semejantes a Dios es expandir el reino de Dios y animar a que la voluntad de
Dios se cumpla tanto en el cielo como en la tierra (Mat. 6:10).

La Gran Comisión. El pecado entró en el mundo y estropeó los planes de Dios para el
advenimiento de Su reino aquí en la tierra, por lo que el Padre envió a Jesús a buscar y a
salvar lo que estaba perdido. Jesús mostró el camino para que todas las generaciones de Sus
discípulos continuaran con el ministerio de la restauración de los planes originales de Dios.
Él facultó y comisionó a Sus discípulos: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén» (Mat. 28:19-20).

Las iglesias existen para plantar iglesias. La única manera sostenible y viable para discipular
a las naciones o para llenar la tierra de personas semejantes a Dios es el establecimiento de
iglesias espiritualmente maduras. La iglesia es el vehículo escogido por Dios para llevar a
cabo Su visión y nuestra comisión. El único medio efectivo para evangelizar, nutrir y
establecer comunidades saludables del reino de Dios es el crecimiento y la multiplicación de
iglesias. La multiplicación es inherente al ADN de una iglesia espiritualmente madura. La
reproducción de personas semejantes a Dios en una comunidad no alcanzada es la misión de
encarnación, que Cristo ha implantado en los genes de Su iglesia. Dar a luz nuevas iglesias
es, en última instancia, crecer nosotros mismos aumentando la comunidad de personas
semejantes a Dios. Dar a luz iglesias hijas es simplemente la función bíblica del organismo
de la iglesia. Si la humanidad se abstuviese de procrear, se extinguiría. Si la iglesia ignora la
Gran Comisión, decrecerá. Los zulúes de Sudáfrica dicen: «Dar a luz un niño es crecer uno
mismo». Ellos perciben a los hijos como una extensión o perpetuación de sí mismos. Con el
nacimiento de nuevas iglesias, nacen nuevos discípulos saludables en las diversas naciones.

Mucho fruto: el factor de la multiplicación


Jesús enseña en Juan 15 que los creyentes deben permanecer íntimamente ligados a Él para
poder dar fruto. Él sostendrá Su iglesia a través de nosotros. Como buen agricultor, corta las
ramas que no producen fruto y poda cuidadosamente aquellas que sí dan para que puedan ser
aún más fructíferas. Jesús tiene un interés vital en que llevemos mucho fruto: «En esto es

93
glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos» (Juan 15:8). A
Dios le interesa salvar el mundo, el mundo por completo, con el conocimiento de Su gloria.
La visión de Juan de los redimidos nos habla de «… una gran multitud, la cual nadie podía
contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas…» (Apoc. 7:9). Los gritos agonizantes
de los oprimidos a los que les espera una eternidad perdida deben calar en nuestros corazones
y motivarnos a llevar con más urgencia el evangelio a una cantidad cada día más grande de
personas.

Un fruto que permanece: la madurez espiritual


No debemos limitar nuestra tarea a resultados cuantitativos; Jesús dijo: «No me elegisteis
vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto,
y vuestro fruto permanezca…» (Juan 15:16). El punto principal de la Gran Comisión es
enseñarles que guarden todas las cosas que Jesús les ha mandado (Mat. 28:20). Dios nos
llama a la plenitud espiritual: «Por esta causa doblo mis rodillas […] a fin de que, arraigados
y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál
sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que
excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios» (Ef. 3:14,17-
19).

11.7 Personas de paz

Lucas nos cuenta la historia de Zaqueo, el recaudador de impuestos que, cuando oyó que
Jesús venía a la ciudad, quiso verlo; pero, al ser de baja estatura, tuvo que adelantarse a la
multitud y subirse a un sicómoro para ver a Jesús. Una persona de paz es alguien que, a pesar
de no ser creyente, está dispuesto a escuchar y saber más acerca de Jesús. Son personas que
el Espíritu de Dios ha estado preparando para cumplir un papel estratégico en la expansión
del reino de Dios. Al ir a Jericó, Jesús sabía que necesitaba una persona de paz que sea
generosa y hospitalaria, y que le proporcionara la entrada a esa comunidad. Jesús estaba
buscando dicha persona, así que, cuando llegó a la higuera, reconoció fácilmente al hombre
que estaba preparado para recibirlo. Zaqueo respondió de inmediato a Jesús, con mucho
placer le dio la bienvenida y lo invitó a su casa. Este reconocido y odiado recaudador de
impuestos (el individuo menos adecuado desde una perspectiva humana) fue la persona que
ese día cambió por la fe en Jesucristo. Jesús se iría de Jericó, pero un Zaqueo transformado
permanecería allí. Él fue el creyente que Dios escogió para que fuera un influyente testimonio
de la gracia transformadora de Dios mucho después de que Jesús dejara la cuidad, incluso
hasta hoy en el siglo XXI.

Zaqueo estaba buscando a Jesús, y Jesús estaba buscando a Zaqueo. Jesús nos envía a
encontrar a las personas de paz que Dios ha preparado. Ellos nos están buscando a nosotros.
Debemos buscarlos. Estamos obligados a encontrarnos los unos a los otros. Jesús llama a los
obreros a seguirlo y aprender de Él, y les encomienda ir y hacer discípulos a todas las
naciones. El concepto de persona de la paz es una parte fundamental del mandato de Jesús a
Sus discípulos antes de enviarlos a ministrar. En Mateo, podemos leer:

«Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y
posad allí hasta que salgáis. Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna,
vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.

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Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad,
y sacudid el polvo de vuestros pies» (Mat. 10:11-14).

Marcos y Lucas, en cambio, lo dicen de esta manera:

«Y les dijo: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de
aquel lugar. Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid
el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos…» (Mar. 6:10-11).

La enseñanza fundamental es que los discípulos tenían que salir y buscar a una persona digna
con un hogar adecuado para recibirlos (Mat. 10:11,13), quien facilitaría la difusión de las
Buenas Nuevas entre los no alcanzados. Cuando encontraban personas de paz, bendecían la
casa y a sus ocupantes con la paz de Dios. Los judíos creían literalmente que, al expresar con
sus labios la bendición de paz de Dios, esta llegaba a las personas y que, en cambio, si la
bendición era rechazada, ellos podían recuperar su bendición. Al proclamar que el reino de
los cielos está cerca de los no alcanzados, proclamamos: Nosotros, la sociedad del reino de
los cielos, somos los embajadores de Dios que proclamamos Su mensaje; todos los que
reciban a Cristo y la obra reconciliadora de Su cruz pueden encontrar la paz en Él. Las
comunidades inhospitalarias y poco receptivas que rechazan a los plantadores de iglesias
también rechazan a Dios, quien los ha enviado a anunciar las Buenas Nuevas; estas personas
no son dignas y ni merecedoras de las perlas de la paz (Mat. 7:6).

Mientras difundimos las Buenas Nuevas en las comunidades no alcanzadas, necesitamos


personas de paz; los pastores-plantadores de iglesias en todo el mundo que obedientemente
cumplen los mandamientos de Jesús de Lucas 9:3-5; 10:1-20, Mateo 10 y Marcos 6:8-11 dan
un testimonio consistente de que Dios siempre prepara a personas de paz para facilitar la
difusión del evangelio. Veamos juntos lo escrito en el capítulo 10 de Lucas:

« 1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió
de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía:
La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la
mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio
de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.
5
En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. 6 Y si
hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a
vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den;
porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. 8 En cualquier
ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; 9 y sanad a los
enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
10
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles,
decid: 11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo
sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a
vosotros. 12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma,
que para aquella ciudad. 13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en
Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que
sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14 Por tanto, en el juicio será más
tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. 15 Y tú, Capernaum, que

95
hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida. 16 El que a vosotros oye,
a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí,
desecha al que me envió. 17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los
demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo
como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre
toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus
se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
21
En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y
entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó» (Luc. 10:1-
21).

Estos son algunos de los principios que encontramos en Lucas 10 y que pueden aplicarse
cuando llevamos el evangelio a áreas no alcanzadas:
1 Es preferible ser enviados de dos en dos (10:1).
2 Hay que ir a los lugares adonde Él quiera ir (10:1).
3 Nuestras acciones necesitan discernimiento (Juan 5:19: «… No puede el Hijo hacer
nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre…»; 10:1).
4 En última instancia, es el Señor quien llama, enseña, modela y envía a todos los
obreros (10:2).
5 Jesús dijo que la cosecha era abundante (Mat. 9:35-38); debemos ir con confianza en
que tendremos una gran cosecha (10:2).
6 Jesús mandó que Sus discípulos oraran, porque la oración es vital para todos los
ministerios (10:2).
7 Al salir hacia áreas no alcanzadas, el mandato es pedir al Padre que envíe obreros.
(10:2). Así saldremos con confianza en que Dios levantará compañeros que nos
ayudarán en la cosecha.
8 Jesús nos envía como corderos en medio de lobos. Él nos dice que tengamos cuidado,
que seamos conscientes de que no es una tarea fácil la que tenemos por delante. Pero,
si el Buen Pastor va junto a nosotros, venceremos (10:3).
9 Él nos dice que vayamos con lo mínimo, sin nuestras carteras ni bolsas; tener cosas
materiales no debería ser un requisito para salir como enviado. Debemos ir sin
enredos materiales, pero con la promesa de fe incomparable de Dios: Él proveerá lo
que necesitemos a través de la misericordia de los demás (10:4).
10 «A nadie saludéis por el camino» no es un llamado a ser descortés. Más bien, es un
llamado a no retrasarnos. No debemos socializar, sino que debemos concentrarnos en
nuestra tarea primaria y urgente (10:4; 2 Rey. 4:29).
11 Debemos dar a conocer nuestra misión. Estamos buscando nuestra persona de paz y,
por lo tanto, debemos proclamar al Príncipe de Paz y Su evangelio de paz (10:5-6).
12 Debemos recibir la paz de Dios en nuestros hogares, vidas, conversaciones y
relaciones personales (10:5-6).
13 Se nos encomendó identificar a nuestra persona de paz; por eso, debemos estar atentos
y observar si la paz de Dios descansa sobre una posible persona de paz. No se trata
de persuadir, debatir o discutir; se trata de que proclames con gentileza para que
puedas identificar a tu persona de paz. Cuando haya una persona de paz, habrá un
estado de armonía entre tú y ella; habrá también hambre y disposición espiritual, y
entusiasmo por aprender más sobre el Príncipe de Paz (10:5-8).

96
14 Una señal de que una persona no es tu persona de paz es que la paz de Dios no se
manifiesta en aquellos que no la desean. El distanciamiento, las discusiones, la
resistencia, la hostilidad y la indiferencia hacia la paz de Dios son signos certeros de
que alguien no es tu persona de paz. «No […] echéis vuestras perlas delante de los
cerdos…» (Mat. 7:6). No tiene sentido bendecir a alguien que no lo desea (10:6).
15 Se nos exhorta a permanecer con nuestra persona de paz y a invertir nuestro tiempo
en el discipulado y el establecimiento de relaciones duraderas (10:7).
16 No debe darnos vergüenza aceptar la hospitalidad de una persona de paz; un obrero
del reino es digno de su compensación (10:7; 1 Tim. 5:18).
17 Jesús nos dice que debemos comer lo que tenemos delante (10:8) y curar a los
enfermos (10:9). Primero, debemos dar a conocer el poder y la misericordia de Dios
a través de la sanación, y después debemos contarles que el reino de Dios está cerca
de ellos. Como el agricultor, primero debemos arar el suelo para preparar la tierra y
luego debemos sembrar la semilla. Es decir, debemos ir desde la preparación hacia la
presentación del evangelio, y luego hacia el discipulado.
18 Si llegamos a un pueblo y nadie nos recibe, debemos sacudir el polvo de nuestras
sandalias (una señal común de rechazo en Medio Oriente). Jesús explica: «Y
dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de
vuestros pies en testimonio contra ellos» (Luc. 9:5). Por tanto, cuando hayamos hecho
todo lo posible para encontrar a una persona de paz y solo hayamos recibido un
rechazo tras otro, debemos hacer una declaración simbólica y culturalmente
apropiada contra aquellos que rechazaron el reino de Dios (10:10-11).
19 De esta manera, le decimos al pueblo dos cosas: a) las personas que rechazan nuestro
mensaje se han ubicado fuera del pueblo de Dios y b) su rechazo no altera la realidad
de que el reino de Dios se ha acercado a ellos a través de nuestra presencia ministerial.
Al rechazar a unos pobres discípulos, están rechazando el reino de Dios, lo que les
traerá graves consecuencias. Las personas que rechazan a los plantadores de iglesias
deben conocer las consecuencias de su rechazo (10:12-14).
20 En el día del juicio, habrá menos rigor para los sodomitas que para aquellos que
rechazan a los embajadores de Cristo. En Mateo, podemos leer: «De cierto os digo
que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de
Gomorra, que para aquella ciudad» (Mat. 10:15). Los ocupantes de Sodoma habían
tratado a dos ángeles de Dios de una manera despreciable e inhospitalaria; sin
embargo, debido a su falta de conocimiento, Dios los tratará con menos severidad que
a aquellos que rechazan a sus embajadores (10:12, comp. Gén. 19).
21 No debemos expresar las consecuencias de su rechazo con ira ni con amargura.
Tampoco debemos regodearnos o alegrarnos por su situación ni asumir una actitud
de venganza; lo correcto es expresar nuestro más profundo pesar por su decisión
(10:13-14).
22 Jesús condenó a varias ciudades de Galilea que habían rechazado el reino de Dios a
pesar de Su ministerio en ellas. Para las ciudades paganas de Tiro y Sidón, que no
tuvieron la misma oportunidad de escuchar el evangelio, habría más tolerancia en el
día del juicio final.
23 «Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo
conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas
dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho,

97
mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá»
(Luc. 12:47-48).
24 Jesús había ministrado en Capernaum; la gente había visto Sus milagros, había
escuchado Sus enseñanzas y aun así se mantenía impasible, por lo que Jesús predijo
humillación y muerte para la ciudad. Hoy el sitio abandonado de Capernaum es un
silencioso pero elocuente testimonio de la profecía de Jesús. Las ciudades, los pueblos
y las comunidades que rechazan el testimonio de Cristo están en peligro de ser
abatidos hasta el Hades (10:15).
25 Cuando buscas a tu persona de paz en una comunidad no alcanzada, eres un
embajador de Cristo: si las personas aceptan escucharte, aceptan escuchar a Cristo;
pero, si por el contario te rechazan, rechazan también a Cristo. Es importante que
ellos comprendan esto (10:16, comp. Juan 13:20).
26 Los discípulos lograron resultados sorprendentes. Nosotros también somos testigos
de la asombrosa bondad de Dios: ladrones convertidos, alcohólicos rehabilitados,
sanaciones, liberación, comunidades transformadas, incluso un generoso musulmán
que donó el terreno para que erijamos un edificio para nuestra comunidad cristiana.
Como a los discípulos, en nuestra práctica fiel con las personas de paz, también nos
deja anonadados el avance del reino. Además, nos ha sorprendido de manera positiva
que hemos tenido muy pocos rechazos. En África, solo tenemos unos pocos pueblos
donde no hemos sido capaces de encontrar personas de paz; actualmente contamos
con unas 7200 iglesias iniciadas en aldeas que nunca antes habían sido alcanzadas.
Sí, hay lugares en los que por años no hemos tenido resultados; sin embargo, muy
pocos de nuestros pastores-plantadores de iglesias han sentido la necesidad de sacudir
el polvo de sus sandalias. Algunas tierras y grupos de personas son más reacios; no
obstante, en los países del África subsahariana que hemos trabajado, aunque no
hayamos sido capaces de establecer una iglesia en algún lugar, casi siempre hemos
encontrado quien nos brinde un plato de comida. También podemos decir que
demonios han huido en presencia de pastores-plantadores de iglesias humildes y
comprometidos cuando ellos invocaron la autoridad de Jesús. Somos conscientes de
que, a medida que avanzamos hacia otras regiones, las cosas pueden cambiar. En la
enseñanza de estos principios, hermanos africanos prudentes me han advertido que
sea extremadamente cauteloso antes de abandonar un pueblo, ya que este no podrá
gozar de la redención. Sus experiencias de persistencia, amor y paciencia, que a veces
llegan hasta cuatro años, invariablemente han dado fruto (10:17-20).
27 Los discípulos dieron testimonio del poder y la autoridad de la invocación del nombre
de Jesús en su ministerio (10:17). Jesús confirmó que, efectivamente, Él les dio
potestad a los 70 para destruir toda la fuerza enemiga (10:19).
28 En Mateo 10:1, Marcos 6:7 y Lucas 9:1, Jesús les concede poder y autoridad a los
doce.
29 En Lucas 10:17,19, este poder y esta autoridad se extendieron a otros 70 discípulos.
30 En Marcos, el poder y la autoridad para el ministerio de la Gran Comisión son dados
a todos los creyentes: «Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes,
y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos,
y sanarán» (Mar. 16:17-18).
31 Jesús envía a los plantadores de iglesias al mundo con la autoridad de Dios
Todopoderoso. Dios mismo autoriza a los creyentes a discipular a todas las naciones

98
a través de un ministerio de plantación de iglesias. Él confiere Su autoridad a nuestro
ministerio.
32 Dios no solo nos brinda Su autorización y nos da la orden de marchar, sino que, como
somos creyentes llenos de Su Espíritu, también nos infunde Su poder para que
podamos completar la tarea sobrenatural a la que nos enfrentamos. «[P]ero recibiréis
poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hech. 1:8).
33 Jesús dijo que, en el ministerio de Sus discípulos, Él veía a Satanás caer. Los triunfos
del evangelio de Cristo hacen que Satanás sufra importantes derrotas. Jesús hoy día
también está pendiente de nuestros ministerios: Él ve nuestras victorias, rechazos y
privaciones. Jesús confirma una vez más que Él nos ha dado la autoridad «sobre toda
fuerza del enemigo, y nada [n]os dañará» (10:18-19).
34 Sin embargo, Jesús advierte a Sus discípulos, y a nosotros, que no nos envanezcamos
por haber recibido Su autoridad y poder para el ministerio. Él nos advierte en contra
de enorgullecernos por haber realizado con éxito nuestra misión y por conseguir
cumplir nuestras metas. Debemos tener siempre en mente que, si de algo tenemos que
alegrarnos, no es de la victoria sobre los espíritus malignos, sino de que el cielo es
nuestro destino (10:20).
35 Sonriendo al ver a Sus discípulos, Jesús rebosa de gozo a través del Espíritu Santo y
estalla en oración para dar gracias a Dios porque ha ocultado estas verdades del reino
de los fariseos que se autoproclaman justos, pero se las has revelado a estos ignorantes
discípulos que creyeron y obedecieron Su llamado. Tal vez al leer esto hoy no
comprendas la profundidad de esta verdad. Nunca podrás apreciar verdaderamente
estos principios, a menos que estés dispuesto a ir y hacer lo que Él nos ha mandado
(10:21).

Otros ejemplos de personas de paz en el Nuevo Testamento:


• La mujer samaritana: Juan 4:1-42
• Andrés: Juan 1:40-42
• El hombre cojo en la puerta Hermosa: Hechos 3:1-11
• Eneas: Hechos 9:32-35
• Cornelio: Hechos 10
• Sergio Paulo: Hechos 13: 1-12
• Conversión de Saulo: Hechos 9: 1-22
• Lidia: Hechos 16: 11-15
• El carcelero: Hechos 16: 25-34
• Zaqueo: Lucas 19:1-10

Características de una persona de paz:


• Es receptiva al evangelio debido a la obra previa del Espíritu Santo en su vida.
• Tiene buena reputación y es influyente en su comunidad.
• Presenta a los obreros de Dios ante los demás y puede influir para que la comunidad
se abra al evangelio.

11.8 Los recursos están en la cosecha

99
Nunca debemos utilizar la falta de financiación como excusa para no involucrarnos en un
movimiento de plantación de iglesias. Nada puede coartar lo que Dios quiere lograr a través
de un alma que está totalmente comprometida con Su causa, Sus valores y Sus planes. El
Creador, el Todopoderoso, el Altísimo, el Padre Celestial, el Dios único soberano es capaz
de satisfacer las necesidades legítimas de Su reino. Se ha dicho: La obra de Dios que se hace
a Su manera, por los siervos que Él ha designado y en Su tiempo no carecerá de Sus recursos
financieros. Dios no sería Dios si tuviera limitaciones de recursos. El asunto trivial de las
finanzas no puede imposibilitar al Creador. Solo podemos apreciar esta verdad cuando
salimos en obediencia y fe para hacer lo que Dios ha encomendado, sin importar cuál sea
nuestro saldo bancario. Este no es un llamado al descuido y la temeridad, sino a la
planificación prudente en oración con una buena dosis de fe. Si solo hacemos lo que indican
nuestros saldos bancarios, no obraríamos en fe, sino según la fuerza de nuestras muy
limitadas reservas. Dicho trabajo solo afirma ser una actividad para el reino, pero no lo es.

Repasemos algunas de las muchas Escrituras que nos hablan de los recursos del reino de
Dios:

1 Dios promete pagar a los obreros del reino: «Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio
a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os
daré lo que sea justo. Y ellos fueron» (Mat. 20:3-4). Dios se compromete a pagar a Sus
obreros un salario justo por hacer Su obra. Como en todas las facetas de la vida, el trabajo
siempre precede a la paga. Los obreros de Dios deben comenzar sus tareas y confiar en que
Dios los retribuirá con una compensación justa. Dios no comete errores. Si Él te ha llamado
a trabajar en los campos de Su cosecha, siempre honrará Su palabra y pagará lo que es
correcto. La pasión por el reino de Dios, por Sus preocupaciones y por Sus prioridades
generará los recursos necesarios para poner en práctica Sus deseos.

2 Debemos visitar los campos en tiempo de la cosecha: en Mateo 9:35-38, Jesús demuestra
que, al ir y visitar las comunidades no alcanzadas, podremos ver tanto la necesidad de cumplir
con nuestro ministerio como los medios para poder llevarlo a cabo. La difícil situación y los
lamentos de los perdidos nos harán caer de rodillas y rogar: «Rogad, pues, al Señor de la
mies, que envíe obreros a su mies» (Mat. 9:38). Estas son las principales herramientas para
liberar los recursos, los obreros y las finanzas de Dios:
• comprender la necesidad,
• perseverar en la oración, y
• movilizar a los obreros llamados.

3 La movilización de la mano de obra hacia la mies tiene prioridad sobre la financiación de


la cosecha: en última instancia, no es dinero lo que se necesita para la cosecha, sino mano de
obra. Pablo dijo: «… [Y] no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros…»
(2 Cor. 12:14). El autosacrificio en el altar del servicio es más importante que dar ofrendas.
La clave es reclutar gente para la causa. Nuestra prioridad debe ser reclutar coobreros, no
recolectar las posesiones de las personas. Los coobreros llevarán con nosotros la visión y la
carga ministerial, y así compartiremos el trabajo del ministerio en general. El sacerdocio de
todos los creyentes, la obra del reino, no se trata de que algunos trabajen y otros financien.
En cierta manera, todos debemos hacer ambas cosas. Las personas que se comprometen a

100
interceder por culturas lejanas y llevan en oración a los ministerios en el extranjero forman
parte de la mano de obra de estos ministerios. Por último, es el Espíritu Santo quien libera
fondos ministeriales para toda la obra del reino. Los canales elegidos para encauzar los
fondos son, en última instancia, una decisión divina.

4 Los padres deben pagar para educar a los hijos: «… [P]ues no deben atesorar los hijos para
los padres, sino los padres para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo
mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado
menos» (2 Cor. 12:14-15). Los padres tienen una obligación financiera para con sus hijos;
asimismo, las iglesias madres tienen obligaciones financieras y de crianza para con sus
iglesias hijas. Si logramos enraizar esta verdad en nuestro movimiento de Plantación de
Iglesias Comunitarias (PIC), siempre tendremos los recursos suficientes. Las iglesias que
plantan iglesias garantizan recursos ilimitados. Es legítimo que desafiemos a todas las
iglesias, incluidas las iglesias occidentales, a plantar iglesias hijas entre las comunidades y
los grupos de personas no alcanzados de todo el mundo.

5 La pobreza no limita los recursos: «Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de


Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la
abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues
doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus
fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en
este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron
primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios» (2 Cor. 8:1-5).

La gracia de Dios es la fuente de los recursos. Nunca supongas que los desposeídos no tienen
nada que dar. Los recursos de la gracia y el reino de Dios exceden la capacidad de
comprensión de los seres humanos. Siempre se requiere de los milagros de Dios para
establecer el presupuesto del reino. Esto no quiere decir que no debamos poner de nuestra
parte; por el contrario, a medida que cada uno hace lo que debe y puede con fidelidad, este
ímpetu libera la poderosa economía del reino en nuestros ministerios.
La carga ministerial que tenían los macedonios los motivó a actuar de manera correcta. Su
gratitud por lo que Dios había hecho por ellos a través de Jesús les produjo una generosidad
asombrosa y un ardiente deseo por participar en la obra de los santos. Los recursos fluyen de
manera inesperada cuando Dios está obrando. Los macedonios entendieron los conceptos de
reciprocidad y autosacrificio. Ellos necesitaban estar involucrados en la obra de Dios y, a
pesar de su pobreza, estaban sumamente ansiosos por formar parte del ministerio. Todos los
creyentes pueden y deben imitar este ejemplo conmovedor.

6 Dios es el que da y multiplica las semillas y los cultivos plantados en Su campo sagrado:
«El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los
cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. Ustedes serán
enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos…» (2 Cor. 9:10-
11, NVI). La generosidad y el compromiso con la difusión del evangelio activan principios
divinos, como se muestra en 2 Corintios 9:10-15:
• Dios da semilla al agricultor: esto nos dice que, en Dios, está el origen de la expansión
ministerial del reino.
• Dios multiplica la semilla: Dios produce y cultiva múltiples campos de cosecha.

101
• Dios incrementa las cosas que llevan Su favor,
Ustedes serán enriquecidos en
multiplica los ministerios que están centrados
todo sentido para que en toda
en Su corazón, y agrega nuevos territorios y
ministerios a nuestras tareas cuando somos ocasión puedan ser generosos.
receptivos a la dirección del Espíritu Santo. Dios concede riquezas a
• Y finalmente, Dios otorga riquezas para que aquellos que comprenden la
siempre podamos ser generosos, o tal vez generosidad del reino.
también podemos decir que Dios otorga
riquezas a aquellos que comprenden la
generosidad del reino. En conclusión, Dios levanta y dirige toda la dádiva verdadera
del reino.

Los principios agrícolas y bíblicos también nos enseñan lo siguiente:


• La inversión en semilla precede a la siembra.
• Hay que sembrar generosamente para poder cosechar de la misma manera.
• Nunca debemos comer la semilla, sin importar cuán hambrientos estemos.
• Sin siembra no hay cosecha.
• Los recursos provendrán de la cosecha.
• Hay que almacenar semillas de la cosecha para la próxima siembra.

Estos son otros versículos importantes para la enseñanza sobre los recursos del reino:
• «Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro
sobre nosotros; Selah; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las
naciones tu salvación. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben.
Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y
pastorearás las naciones en la tierra. Selah. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los
pueblos te alaben. La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra» (Sal. 67).
• «Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis
de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran,
ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane,
añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los
lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón
con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy
es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros,
hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta
a cada día su propio mal» (Mat. 6:25-34).
• «Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la
tierra; y duerme y se levanta, y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla
brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba,

102
luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en
seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado» (Mar. 4:26-29).
• «Fiel es el que os llama, el cual también lo hará» (1 Tes. 5:24).
• «Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No temáis,
manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que
poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que
no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Luc. 12:31-34).

11.9 Hechos como un manual para la plantación de iglesias

Hechos de los Apóstoles es el modelo del primer siglo para todas las iniciativas de plantación
de iglesias. Hechos, junto con las cartas de los apóstoles del Nuevo Testamento, nos ofrecen
la interpretación y práctica definitivas de las enseñanzas de Jesús. Recomendamos
encarecidamente que todos los pastores-plantadores de iglesias contrasten cada práctica,
proceso y principio aplicado en la plantación de iglesias con el modelo de plantación de
iglesias de Hechos. Dichos pastores deben leer Hechos constantemente y buscar con
diligencia ideas que puedan ayudar a desarrollar sus proyectos. Se debe leer este libro con
mentalidad de plantador de iglesias y preguntándonos qué podemos aprender en cada
versículo acerca de la plantación de iglesias. ¿Hay en este versículo algún principio, idea o
verdad que pueda aplicar a lo que estoy haciendo? ¿Hay algo que estoy haciendo o enseñando
que no está en plena armonía con las verdades de este versículo? Cuanto más nos alineemos
con el planteamiento de Hechos, más éxito tendremos al mantener nuestros esfuerzos de
plantación de iglesias.
Como ejemplo de la riqueza de Hechos en la orientación de la plantación de iglesias, veremos
juntos algunos versículos de Hechos 20. Los comentarios siguen el orden del texto y solo son
breves reflexiones con las que deseamos incitarte a realizar un estudio y una investigación
más profundos.

«Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre
vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con
toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las
asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y
enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del
arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Ahora, he aquí,
ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo
que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me
esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa
mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que
recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora,
he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el
reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy
limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os
ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia
sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos

103
rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres
que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad,
acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con
lágrimas a cada uno. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su
gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los
santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis
que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me
han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es
dar que recibir. Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos
ellos. Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,
doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y
le acompañaron al barco» (Hech. 20:17-39).

1. Reúnete con los ancianos de la iglesia, coopera con ellos y anímalos.


2. Invierte en los futuros líderes de la iglesia, fórmalos y pasa tiempo con ellos.
3. Los pastores-plantadores de iglesias deben mostrar humildad, compasión y
disposición de servicio.
4. Prevé tiempos difíciles.
5. Prevé oposición y artimañas del enemigo y prepárate para ellas.
6. Enseña con profundidad.
7. Las reuniones de la iglesia pueden ser en público o en privado, en los hogares o
en otros lugares públicos de adoración.
8. Confronta el pecado.
9. La evangelización es fundamental para la plantación de iglesias.
10. Sé sensible a la dirección del Espíritu Santo.
11. Obedece aunque sientas incertidumbre.
12. Prevé oposición y persecución cuando inicies la plantación de nuevas iglesias.
13. Demuestra obediencia desinteresada.
14. Muestra un inquebrantable compromiso por terminar la tarea.
15. Reconoce que nuestra tarea es asignada por Jesús.
16. Declara las Buenas Nuevas de la gracia de Dios en todo momento.
17. Muévete en medio de la gente y predica.
18. Tenemos que proclamar fielmente el evangelio y, cuando lo hayamos hecho, no
debemos sentirnos responsables por los que lo han rechazado.
19. Sé valiente; alcanza tu meta; no te detengas ni vuelvas atrás.
20. Proclama el mensaje de Dios en su totalidad.
21. Cuida de ti mismo; sé un ejemplo de santidad personal.
22. Cuida de las ovejas; sé un buen pastor.
23. La iglesia de Dios ha sido comprada con la sangre de Cristo.
24. Habrá gente malvada que querrá unirse a la iglesia para interrumpir su desarrollo.
25. No te asombres si el maligno engaña a líderes de confianza.
26. Los líderes engañados tratarán de guiar a otros por el mal camino.
27. Mantente alerta y vigilante contra el mal.
28. Advierte y enseña con pasión.
29. Enseña y predica de día y de noche, y persiste hasta que seas movido por el
Espíritu Santo.

104
30. Pide la bendición de Dios para tus líderes.
31. Ten fe implícita en Dios y apóyate en Su gracia.
32. Espera crecer en la gracia constantemente; sigue el camino de la santificación.
33. Anticipa la bendición de Dios.
34. Cerciórate de que las personas que se unan al ministerio no tengan malas
intenciones ni estén movidas por intereses financieros.
35. Brinda ánimo a los pastores-plantadores de iglesias bivocacionales.
36. Expone buenos principios y valores de la plantación de iglesias.
37. Ayuda a los pobres.
38. Demuestra las bendiciones de dar y enséñalas.
39. Ora junto a otros obreros.
40. Sé ejemplo de amor y afecto para con los demás.
41. Comprende que, a veces, es necesario abandonar un campo para llegar a otro. En
estos casos, aunque sea triste y difícil, el ministerio del reino requiere que nos
despidamos de algunas personas para seguir camino.

Muchos pasajes de Hechos tienen una gran abundancia de gemas relacionadas con la
plantación de iglesias. Se recomienda que los pastores-plantadores de iglesias encaren en
oración los pasajes de Hechos, hagan estudios bíblicos inductivos, apliquen las verdades
encontradas y las compartan entre sí desde sus variadas y particulares experiencias.

11.10 El modelo de Jesús para la plantación de iglesias

11.10.1 Orar constantemente


1. El ministerio de Jesús estaba saturado de oración.
2. Él oró y ayunó antes de comenzar Su ministerio, antes de seleccionar a Sus
discípulos (Mat. 4) y al final de Su ministerio (Juan 17).
3. Oró temprano por la mañana (Mar. 1:35), por la noche (Mar. 6:46-47), en lugares
solitarios (Luc. 5:15-16), en vigilias de oración de toda la noche (Luc. 6:12) y en
público (Mat. 11:25; Juan 11:41; 17:1).
4. Oró en Getsemaní (Luc. 22:41-42) y en la cruz (Luc. 23:46).
5. Oró por Sus discípulos y por Su cosecha (Juan 17:20).
6. Enseñó a otros a orar (Mat. 6:9-13).
7. Animó a otros a orar por aquellos que nos persiguen y maltratan (Mat. 5:44;
Luc. 6:28).

11.10.2 Ser sumiso a la voluntad de Dios


1. Jesús oró al Padre: «… [P]ero no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Luc. 22:42).
2. La vida de oración de Jesús refleja Su dependencia de Dios para cada paso en Su
ministerio.
3. Aunque tenía todo el poder, Él escogió ser dependiente de Dios y entregarse de
modo constante a la voluntad de Su Padre y el Espíritu Santo (Hech. 1:8; Juan 17).
4. Jesús se remitía siempre al Padre: «… De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo
hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre
hace, también lo hace el Hijo igualmente» (Juan 5:19).

105
11.10.3 Planificar con claridad
1. Jesús tenía una visión y objetivos imperativos: buscar y salvar lo que estaba perdido
por la caída (Luc. 19:10; Juan 3:17; 9:39; 10:10).
2. Tenía muy claras Sus prioridades y estrategias, desde el principio hasta el final:
«… [P]orque sé de dónde he venido y a dónde voy. […] Porque he descendido del
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. […] Mi comida
es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. […] Yo te he
glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese» (Juan 8:14;
6:38; 4:34; 17:4).
3. Jesús sabía que tenía un plazo definido para completar Su tarea (Juan 12:23).
4. Él sabía hacia dónde dirigir Sus esfuerzos; Su preocupación principal era entrenar a
otros para que continuaran la misión. «… Venid en pos de mí, y os haré pescadores
de hombres» (Mat. 4:19).
5. Hubo etapas claras en Su ministerio. Al comienzo de Su ministerio, Jesús envió a
los discípulos entre su propia gente (Mat. 10:5). No obstante, al final de Su
ministerio, los envió a todos los pueblos (Hech. 1:8).
6. Él conocía la importancia de delegar autoridad (Luc. 10).

11.10.4 Reclutar con sabiduría


1. Jesús los llamó individualmente (Luc. 5:1-11,27-31; 6:12-16; Hech. 9).
2. Llamó a personas de diferentes orígenes: pescadores, cobradores de impuestos y un
fariseo.
3. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, vemos a Dios llamando a
personas que están ocupadas trabajando: Moisés, Gedeón, Eliseo, David, Samuel y
los discípulos. Dios tiene el hábito de contratar personas ocupadas.
4. Jesús también era un trabajador; fue carpintero antes de ser maestro.

11.10.5 Motivar de forma constante


1. Él les dijo: «… [R]egocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos»
(Luc. 10:20).
2. Centró el tiempo de Su ministerio en formar a Sus discípulos.
3. Los trató como discípulos, no como meros obreros.
4. Pasar tiempo con otras personas es fundamental para la motivación. La autoridad y
la influencia de Jesús sobre Sus discípulos vino del tiempo que Él les dedicó, no de
Su título o posición. Jesús pasó 1000 días con ellos.
5. Él compartió y escuchó sus testimonios, y los motivaba de modo constante
(Luc. 10:17-20).

11.10.6 Instruir con profundidad


6. En Mateo 10:5–11:1, Jesús proporciona 75 instrucciones.
7. Qué hacer (vv. 5-8).
8. Qué no hacer (vv. 9-10).
9. Qué esperar (v. 10).
10. Qué información buscar (v. 11).
11. Dónde quedarse (v. 12).
12. Cómo responder si no eran recibidos (vv. 13-15).

106
13. Un líder sabio invierte en sus obreros y les da órdenes, los instruye, los corrige,
los forma y los motiva.

11.10.7 Asignar responsabilidades


14. Jesús instruyó a Sus discípulos y además se aseguró de que ellos comprendieran
que eran responsables de concretar satisfactoriamente la misión (Mat. 10 y
Luc. 10).
15. A menudo, se instruye a creyentes semana tras semana, y luego semana tras
semana el maestro sale y hace él mismo el trabajo. Las instrucciones deben
ponerse en práctica, y los tutores y formadores deben motivar una
implementación efectiva.
16. Los buenos entrenadores brindan instrucciones a sus jugadores y los llevan a la
cancha; luego permanecen de pie en las líneas laterales y se dedican a observar,
motivar y corregir su desempeño (Luc. 10).

11.10.8 Conceder autoridad


17. Somos emisarios de Cristo. «Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como
si Dios rogase por medio de nosotros…» (2 Cor. 5:20).
18. Jesús da autoridad para expulsar los espíritus malignos y para sanar (Luc. 10,
Mar. 16:15-18).
19. Jesús veía a Satanás caer del cielo como un rayo porque los discípulos habían
ejercido su poder y autoridad (Luc. 10:18).
20. Se les delegó autoridad y poder a todos los discípulos para que pudieran completar su
misión (Mat. 28:18-20).
21. Cristo dijo: «El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí
me desecha…» (Luc. 10:16).
22. Jesús tenía autoridad porque Él estaba sujeto al Padre, y así también los discípulos
tienen autoridad porque están sujetos al Padre.
23. Cuando nos sometemos a nuestros líderes, tenemos autoridad para completar nuestras
tareas.

11.10.9 Realizar evaluaciones periódicas


24. Jesús evaluó a Sus discípulos después de asignarles tareas ministeriales importantes.
25. Él motivó a Sus discípulos a realizar informes ministeriales (Luc. 10:17).
26. Jesús respondió a los informes de los discípulos ratificando sus éxitos y utilizando
razonamientos espirituales para interpretar lo sucedido, advertirles sobre errores y
motivarlos a continuar con su misión (Luc. 10:18-24).

11.10.10 Enviar a los obreros con instrucciones detalladas


27. La Gran Comisión Nuestra misión
28. Ir Nuestra actividad imperativa
29. Hacer Nuestra tarea
30. Discípulos Nuestro objetivo
31. Todas las naciones El alcance de nuestra misión
32. Enseñarles Nuestra estrategia

107
33. La Gran Comisión es clara e imperativa; es amplia y continua; y, para llevarla a
cabo, la iglesia debe colaborar, diseñar estrategias, organizarse y depender del
Espíritu Santo.

11.10.12 Motivar distintas formas de ministerio


34. Jesús adaptó el enfoque de Su ministerio a las exigencias de las circunstancias
contemporáneas.
35. Ministerio privado: se retiró para estar a solas con Su Padre. Oró, se hermanó y buscó
el consejo del Padre.
36. Ministerio personal: ministró a personas de manera individual.
37. Ministerio público: ministró a multitudes.
38. Llevó a cabo reuniones sobre estrategia, reuniones de repaso, sesiones de enseñanza,
sesiones de orientación y consejería, así como también reuniones de sanación.
39. Se dedicaba a formar a Sus discípulos; no solo los exhortaba, sino que también era su
tutor, formador y ejemplo a seguir.
40. Él delegó tareas a Sus discípulos y los comisionó para el servicio.

11.10.13 Buscar el empoderamiento del Espíritu Santo


41. Antes de Pentecostés, los discípulos practicaban el ministerio sin el poder del Espíritu
Santo; sin embargo, Jesús les prometió que recibirían este poder (Hech. 1:8). Antes
de Pentecostés, Pedro negó a Jesús, pero después se mostró dispuesto a morir por su
Señor. «[Y] matasteis al Autor de la vida…» (Hech. 3:15). La diferencia en Pedro
antes y después de Pentecostés es el poder del Espíritu Santo. Después de que el
Espíritu Santo descendió sobre los discípulos, estos fueron transformados y
capacitados para revolucionar el mundo. Dedicaron su vida a dar a conocer a Jesús
en todos los lugares del mundo conocido.
42. Deducir principios bíblicos es importante, pero el Señor nos dice: «… [R]ecibiréis
poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…» (Hech. 1:8). Sin el
poder capacitador del Espíritu Santo, todo lo demás está incompleto. «De cierto, de
cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun
mayores hará, porque yo voy al Padre. […] Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre» (Juan 14:12,15-16). Jesús nos capacita para cumplir Su misión mediante el
empoderamiento de Sus discípulos a través de la llenura del Espíritu Santo.

11.11 Cómo encontrar mano de obra confiable para el trabajo del reino: el modelo de
2 Timoteo 2:2

«Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos
para enseñar también a otros» (2 Tim. 2:2). En este versículo, hay cuatro generaciones de
discípulos:
• Pablo, quien discipuló a Timoteo y otros;
• Timoteo, quien enseñó a sus discípulos;
• los discípulos de Timoteo o los «hombres fieles»; y
• los «otros», quienes fueron formados por los discípulos de Timoteo.

108
El plan de Dios para perpetuar la sana doctrina a través de los siglos ha sido este principio de
discipulado de 2 Timoteo 2:2: encomendar la enseñanza de otros a hombres fieles que sean
capaces y estén dispuestos. Es interesante notar que las generaciones mencionadas están en
plural, lo que nos indica que debemos enseñar lo que hemos aprendido a más de una persona.
Si así lo hacemos, propiciaremos un crecimiento exponencial en la cantidad de discípulos y
líderes. Es imperativo que prestemos atención a los principios enunciados en este versículo
si queremos perpetuar el incremento en las generaciones de discípulos. Tenemos que ser
sabios tanto en el proceso de selección como en la motivación de nuestros discípulos para
que sigan nuestro ejemplo. Un discipulado que no produce nuevos discípulos es estéril,
infructuoso y corre peligro de ser quitado de la vid por el Padre (Juan 15:2). En la selección
de pastores-plantadores de iglesias, hay que asegurarse de lo siguiente:
• que entiendan la visión de iglesias multiplicando iglesias;
• que entiendan la necesidad de que todos los discípulos multipliquen a sus discípulos;
• que escuchen y den testimonio del llamado de Dios en su vida para unirse al programa
PIC;
• que insten constantemente a los estudiantes a ser diligentes en la búsqueda y
formación de sus propios discípulos para que estos también se unan al proceso de
plantación de iglesias; y
• que establezcan objetivos claros para embarcarse en la plantación de iglesias hijas.
Los exhortamos a comenzar a plantar iglesias hijas casi a la par de su propio trabajo
y ciertamente no más de dos meses después de comenzar su propia formación.

A continuación, presentamos algunas ideas sobre la búsqueda de nuevos obreros del reino
para las comunidades no alcanzadas:
• Ora para encontrar una persona de paz dentro de la comunidad objetivo y sigue
fielmente los mandamientos de Jesús en Lucas 10. Una persona de paz es alguien que
facilita el ingreso del evangelio en una zona, pero no necesariamente es quien será el
pastor-plantador de iglesias.
• Las personas de paz puede indicarnos los candidatos adecuados. Generalmente,
juegan un papel importante en la movilización de personas y en la selección de
candidatos.
• A medida que entramos en una comunidad no alcanzada, podemos evangelizar con
el fin de discipular y reclutar pastores-plantadores de iglesias.
• Debemos procurar conocer a los líderes de la comunidad. Al reunirnos con ellos,
debemos declarar con sabiduría nuestra intención de anunciar el evangelio con el fin
de establecer una iglesia en la comunidad. Pueden preguntarnos qué significa esto, lo
que nos permitirá compartir el evangelio con ellos y pedirles permiso para celebrar
una reunión comunitaria. Debemos explicar que parte de lo que estamos haciendo es
tratar de encontrar una persona adecuada para formarla en el pastorado y que nos
gustaría mucho conocer su opinión sobre el carácter y la integridad de la persona que
elijamos. Los beneficios son enormes si los líderes de la comunidad responden
favorablemente a nuestras peticiones.
• Las veces que los jefes han sido poco cooperativos, igualmente nos han permitido
continuar y hemos procedido con prudencia y en colaboración con nuestra persona
de paz mientras seguíamos tratando de ganar su favor. En la región de África
subsahariana, rara vez hemos sido expulsados de las aldeas por un jefe y, por lo

109
general, solo nos ha pasado cuando los jefes estaban involucrados personalmente en
otras religiones.
• En Liberia, asesinos rituales intrépidos han hecho estragos con los esfuerzos de PIC
y, después de siete meses de intensa oposición, lamentablemente hemos decidido
trasladar los centros de formación a comunidades más abiertas. Esto está en
consonancia con los principios de Lucas 10; solo se puede trabajar donde Dios abre
puertas y prepara personas de paz.
• Cuando no podemos encontrar un candidato adecuado y dispuesto dentro de la
comunidad (nuestra opción preferida siempre), podemos reclutar y enviar a un
miembro de la iglesia madre. Esta será una solución perdurable si el «obrero» está
dispuesto a instalarse permanentemente en la comunidad anfitriona. Esta opción
puede funcionar incluso si el obrero no es de la misma tribu. Algo que no es
obligatorio, pero que puede ser de mucha ayuda es que el obrero hable el mismo
idioma y sea de una cultura similar o cercana. Los obreros de culturas distantes tardan
más en adaptarse y movilizar personas; pero, una vez que se comprometen, pueden
ser muy eficaces. A menudo, las comunidades y las áreas tribales aceptan de buena
voluntad a agricultores y comerciantes de culturas distantes; conociendo esta
realidad, si bien se prefieren obreros de la misma cultura o de culturas cercanas, el
programa PIC no excluye la posibilidad de convocar obreros de culturas distantes.
• Si un trabajador itinerante o de otra cultura no está preparado para mudarse de forma
permanente a una comunidad anfitriona, pero está dispuesto a ayudar, lo enviamos
con instrucciones estrictas de reclutar y formar a líderes que sean capaces de pastorear
la iglesia y mantener viva la visión.

Ante la falta de candidatos locales dispuestos a pastorear, aceptamos el concepto de una


«estación de predicación», siempre y cuando sea temporal y haya metas claras de que se
convierta en una iglesia plenamente desarrollada con un pastor empoderado cuando los
miembros consideren que están listos.

11.12 Seis principios ministeriales de la vida de Jesús

«Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los
judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo,
sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo
hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre
hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra
todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará…» (Juan 5:17-
20).

Primera realidad Jesús sabía que Su padre siempre estaba trabajando: Mi Padre
hasta ahora trabaja…
Primer principio Debemos saber que nuestro Padre está obrando.

Segunda realidad Jesús también sigue obrando: y yo trabajo…

110
Segundo principio Debemos saber que Cristo aún está obrando en la redención
de los perdidos.

Tercera realidad La obra del reino traerá persecución: los judíos aun más
procuraban matarle…
Tercer principio La persecución ocurrirá cuando estemos llevando a cabo la
obra del reino.

Cuarta realidad Jesús comprendió que no podía hacer la obra del reino Él solo:
No puede el Hijo hacer nada por sí mismo…
Cuarto principio Nosotros no podemos llevar a cabo el
ministerio del reino por nosotros solos.

Quinta realidad Jesús solamente puede hacer lo que ve hacer al Padre: sino lo
que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace,
también lo hace el Hijo igualmente.
Quinto principio Solo podemos llevar a cabo la obra del reino cuando vemos y
nos alineamos con lo que el Padre hace; debemos abrir
nuestros ojos espirituales y discernir dónde está obrando
Dios.

Sexta realidad el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él
hace…
Sexto principio Cuando busquemos una relación de amor con Dios, Él nos
revelará dónde está obrando.

Un obrero exitoso del reino sabe que el Padre y Cristo todavía están obrando en la redención
de los perdidos y que sufrirá persecución cuando intente llevar a cabo el ministerio del reino.
Debemos entender que no podemos llevar a cabo el ministerio del reino por nosotros solos,
sino que el Padre tiene que abrir nuestros ojos espirituales y ayudarnos a discernir lo que Él
está haciendo. Dios nos revelará Su obra mientras buscamos una relación de amor con Él.

Estos son principios universales del ministerio del reino. Los pastores solo pueden ministrar
cuando y donde vean a Dios obrando. Cuando buscamos una relación de amor con Dios,
podemos entrar en Sus campos de cosecha con confianza porque Dios está siempre obrando
y Él siempre nos mostrará Su obra según los propósitos específicos de nuestra vida.

«Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he
llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para
que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis
al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros»
(Juan 15:15-17).

111
Capítulo 12
Los diecisiete distintivos de los proyectos de PIC
12.1 Pastores bivocacionales

Los lugbaras de Uganda dicen: «El campo de un hombre es su estómago», lo que motiva a
las personas a trabajar sus campos para poder sobrevivir. Los benas de Tanzania dicen:
«Persevera en la agricultura; las dádivas no te van a alimentar». Para satisfacer la gran
cantidad de necesidades urgentes que tienen las comunidades rurales, debemos ser
pragmáticos respecto de cómo diseñamos nuestros modelos de formación y plantación de
iglesias. El modelo de PIC sigue el ejemplo de Pablo de montar tiendas en las que motivamos
a los pastores-plantadores de iglesias a continuar con su vocación hasta que la iglesia pueda
nombrar y sustentar a un pastor a tiempo completo.

12.2 Formación localizada

Los pastores-plantadores de iglesias que tienen éxito son, en última instancia, buenos
formadores y se concentran en llevar la formación al centro de las comunidades que se
pretende alcanzar. Los pastores bivocacionales no pueden viajar grandes distancias o estar
lejos de su lugar de trabajo durante un período prolongado, por lo que debemos ser flexibles
al diseñar programas de formación a distancia que se adapten a las necesidades particulares
de los estudiantes. También tenemos que promover la incorporación de los materiales del
Curso de Formación Pastoral de PIC y del Programa de Plantación de Iglesias en seminarios
e institutos bíblicos para lograr reconocimiento, acreditación y una formación continua. Nos
mantenemos en contacto con varios seminarios para motivarlos con respeto a esto.

12.3 Hijos e hijas

Nos empeñamos en fomentar los movimientos autóctonos Si se ha de ganar una


de PIC; por eso, compartimos nuestra visión con líderes
nación para Cristo, eso se
autóctonos y los formamos, empoderamos y encomendamos
para que faciliten y dirijan el movimiento de plantación de hará a través de los hijos e
iglesias. Es imperativo que los líderes autóctonos hagan hijas de esa nación.
suya la visión de un movimiento de plantación de iglesias, Charles Cowman
la lleven a cabo y la transmitan. Si esto sucede, es más
probable que haya ministerios culturalmente sensibles a las realidades de las diferentes
comunidades, sean estas africanas, asiáticas o latinoamericanas. Charles Cowman, fundador
de One Mission Society, dijo: «Si se ha de ganar una nación para Cristo, eso se hará a través
de los hijos e hijas de esa nación».

12.4 Interdependencia

La conciencia moderna sobre los problemas que plantea la dependencia se ha traducido en


una mayor sensibilidad a los problemas subyacentes. Sin embargo, esa discusión debe
realizarse junto con un examen más minucioso de la sana interdependencia del cuerpo único
de Cristo. Las cuestiones de la dependencia deben analizarse junto con el llamado de Dios a

112
la generosidad, la misericordia y la compasión, sin menoscabar la capacidad de dar y
administrar de manera responsable.

Debemos prestar atención a la sabiduría de África; los wólof de Senegal dicen: «Si pides
prestadas las piernas de un hombre, irás hacia donde él se dirija». El proverbio advierte que,
cuando dependemos en gran medida de los demás, perdemos nuestra independencia. Los
lugbaras de Uganda dicen: «La azada solo conoce a su dueño». Este otro proverbio advierte
contra los peligros de usar los recursos de otros para completar nuestro trabajo. También
dicen: «El extranjero come para seguir viaje»; el extranjero puede disfrutar de tu
hospitalidad, pero va a volver a su pueblo, así que sé precavido y no dependas de él. En
Botsuana, los tsuanas suelen decir: «Sacarás agua de la fuente hasta que la seques», dicho
que advierte de los peligros inherentes a la benevolencia sin límites.

La sabiduría de los bukusu de Kenia pone un contrapeso


a estos proverbios africanos: «No debemos comer Las cuestiones de la
solos»; nos advierten sobre el egoísmo y fomentan un dependencia deben analizarse
sentido de comunidad altruista. Si somos culturalmente junto con el llamado de Dios a
sensibles, nos percataremos de que África, otras zonas la generosidad, la
del mundo y el Occidente hablan el mismo idioma. El misericordia y la compasión,
programa PIC, como la mayoría de los movimientos de sin menoscabar la capacidad
plantación de iglesias, trata de evitar los hábitos de dar y administrar de
insalubres de dependencia; en cambio, intenta adoptar manera responsable.
una interdependencia saludable, sin creer que tenemos
la última palabra en este asunto.

12.5 El recinto de la iglesia

Contar con un lugar físico donde la comunidad se pueda congregar y adorar a nuestro Señor
tiene varias ventajas. Un recinto ofrece protección contra el clima, es un símbolo fácilmente
reconocible de la fe y puede hacer las veces de escuela, clínica o salón comunitario. En un
pueblo pequeño, el recinto de la iglesia puede convertirse en una herramienta para la
evangelización; puede ofrecerse para actividades comunales que quizás no puedan realizarse
en casas o pequeños locales. En zonas de persecución, el edificio puede ser un lugar de
refugio y protección. Es preferible que incendien la iglesia y no el hogar del pastor y su
familia.

PIC se esfuerza deliberadamente por acabar con la falsa idea de que el lugar físico es una
parte constitutiva del organismo de la iglesia. Reconocemos el valor de los edificios, pero no
proporcionamos fondos o asesoramiento sobre cómo construirlos. No podemos permitirnos
que la construcción de estas estructuras retrase el movimiento de plantación de iglesias.
Siempre elogiamos a las comunidades que erigen y dedican estructuras autóctonas para poder
reunirse y adorar a Dios. Hemos visto que, en las sociedades tolerantes en materia de religión,
el 90% de todas las iglesias iniciadas han levantado estructuras autóctonas para celebrar sus
reuniones de adoración. Los miembros de la iglesia contribuyen voluntariamente con el
terreno, los materiales de construcción y la mano de obra. Los ancianos de la comunidad a
menudo han cedido tierras a la iglesia cuando reconocieron los beneficios tangibles de tener
una iglesia cristiana en su comunidad.

113
Recomendamos que los centros de formación de PIC cuenten con estructuras adecuadas en
lugares estratégicos para facilitar la formación de pastores y líderes de la iglesia.

12.6 Modelos reproducibles

Un modelo de plantación de iglesias es reproducible cuando su comunidad objetivo puede


copiarlo y mantenerlo con una mínima dependencia de recursos externos, o inclusive sin
dependencia alguna. En otras palabras, todas las prácticas y los procesos que utilicemos en
la plantación de iglesias en áreas no alcanzadas deben ser reproducibles, por lo que debemos
preguntarnos si nuestras comunidades anfitrionas pueden copiar lo que hemos hecho nosotros
para llevar el evangelio a otras regiones. A continuación, presentamos algunos puntos que
podrían servirnos de ayuda al respecto:
12.6.1 ¿Es la comunidad objetivo capaz cubrir los costos del método de plantación de
iglesias que estamos proponiendo? Si iniciamos la plantación de iglesias
pagándoles a los pastores, los plantadores de iglesias o los misioneros, se requerirá
de mucho dinero, por lo que deberíamos preguntarnos si esa comunidad podría
hacer lo mismo. Si la respuesta es no, entonces ese método no es adecuado y
tenemos que volver a revisar nuestros métodos y estrategias, e incorporar pastores
bivocacionales.
12.6.2 Los modelos que emplean misioneros como plantadores de iglesias y que dan la
impresión de que las herramientas para hacer la obra son exorbitantes, van en contra
del movimiento de plantación de iglesias. Si los misioneros que realizan la
plantación de iglesias tienen costosos vehículos 4 x 4, casas demasiado ostentosas
para la cultura anfitriona y salarios dos o tres veces más altos que los de los obreros
del lugar, lo más probable es que los lugareños aspiren a esos estándares antes de
sentirse debidamente capacitados para hacer el mismo trabajo.
12.6.3 ¿Presento programas de formación que solo pueden ser impartidos por instructores
o examinadores externos y que requieren de la subvención o importación de
materiales didácticos externos? Si la respuesta es afirmativa, entonces sería
conveniente pensar en utilizar materiales que no estén protegidos por derechos de
autor y tratar de incorporar estos programas de formación en las denominaciones o
institutos bíblicos locales.
12.6.4 En general, llevar el evangelio a un área no alcanzada necesita de una inversión por
parte de la comunidad de origen. Alguien tiene que preparar el terreno y sembrar
las semillas en el posible campo de cosecha. Necesitamos recursos externos,
incluidos misioneros, para llevar el evangelio a una cultura objetivo. Sin embargo,
debemos controlar la ejecución de este proceso. Tenemos que garantizar que
aquellos que inician la plantación de iglesias lleven un estilo de vida modesto y
empleen estrategias de fácil comprensión, y que puedan adaptarse de modo que las
comunidades locales puedan financiarlas. Cuando un modelo depende en exceso de
los recursos externos, iniciamos un grupo dependiente y no un movimiento de
plantación de iglesias.
12.6.5 Los recursos externos tienen el importante propósito de ayudar a iniciar y facilitar
la plantación de iglesias en áreas no alcanzadas, pero este fin solo es efectivo
cuando la cultura anfitriona pueda emular el proceso. Aquí yace el reto de cualquier
metodología de plantación de iglesias. PIC alienta a los colaboradores para que

114
subsidien a algunos formadores y algunos materiales de formación, y para que
proporcionen una cantidad limitada de Biblias a los proyectos. La justificación para
subsidiar la plantación de nuevas iglesias es que, si podemos demostrar modelos de
trabajo viables, entonces las iglesias autóctonas podrán asumir su rol legítimo en la
autofinanciación de dichos proyectos. La mayoría de los formadores de PIC son
financiados por las iglesias autóctonas.
12.6.6 No somos puristas en cuanto a una interdependencia saludable, pero hemos
trabajado deliberadamente para lograr este fin. A medida que avanzamos, debemos
equilibrar de manera pragmática la urgencia de la Gran Comisión, una buena
mayordomía, la compasión, la filosofía de colaboración y una interdependencia
saludable.

12.7 Educación continua

Es importante reconocer que la formación teológica incluida en este modelo es solo el


comienzo, no el final, de la capacitación. En los programas de PIC, les pedimos a los líderes
de las iglesias que continúen facilitando el proceso educativo de los pastores. Esto se puede
hacer organizando seminarios patrocinados por la denominación o incentivando a los
seminarios e institutos bíblicos para que incluyan programas de educación continua en su
programa de estudios. Idealmente, nos gustaría que los seminarios concedieran créditos a los
estudiantes que completen el Curso de Formación Pastoral de PIC. También aprovechamos
todas las oportunidades para desafiar a las instituciones teológicas a fin de que introduzcan
programas de educación a distancia para los estudiantes que no puedan asistir a clases
presenciales. Invitamos a los seminarios e institutos a que envíen a sus estudiantes a hacer
trabajos prácticos en nuestros centros de formación rurales o en las iglesias centrales.

En última instancia, la denominación o el colaborador responsable debe velar por el nivel


educacional de sus pastores. Por lo tanto, se los anima, de manera activa, a que participen de
la educación continua de todos los pastores. Debe haber cooperación y colaboración entre los
formadores, los supervisores regionales de PIC, los líderes denominacionales y el curso de
PIC para preservar la integridad de la formación.

12.8 Conferencias pastorales

Las conferencias pastorales cumplen una serie de funciones importantes:


• proporcionar un mecanismo para la enseñanza, el compañerismo y los retiros
espirituales;
• colaborar en el desarrollo de normas y políticas eclesiásticas, y en el nombramiento
de autoridades;
• servir como foro de planificación, elaboración de informes y evaluación;
• proporcionar oportunidades para el intercambio de ideas; y
• traer cohesión, unidad, compañerismo y visión a la denominación.

12.9 Reuniones masivas de la iglesia

Una reunión masiva intenta congregar fieles de tantas regiones como sea posible. Las iglesias
pueden organizar una reunión masiva con los siguientes fines:

115
• celebrar hitos espirituales importantes en la historia de la iglesia;
• conmemorar acontecimientos importantes en el calendario de la iglesia;
• reavivar el espíritu de la iglesia;
• reforzar rasgos doctrinales;
• comisionar a las autoridades;
• fomentar un mayor sentido de comunidad y compañerismo; y
• orar.

12.10 Campañas de evangelización

Las campañas masivas, ya sea con un evangelista o con la película Jesús, pueden ser
acontecimientos fundamentales en la creación o el crecimiento de las iglesias. Mientras más
oración, planificación y formación se invierta en el proyecto, más probable es que
cosechemos almas para el reino de los cielos. Una cruzada comunitaria puede incluir
testimonios personales, oraciones de sanación y la proclamación del evangelio por parte de
un evangelista local.

12.11 Radio

Los programas de radio son un medio importante para facilitar la plantación y el crecimiento
de las iglesias tanto en zonas rurales como urbanas. Tenemos que motivar a los pastores a
movilizar a sus iglesias para que se unan para el discipulado y la enseñanza sintonizando
semanalmente emisiones cristianas en FM y de onda corta. Estas emisiones son también
importantes medios de evangelización.

12.12 Estructuras eclesiásticas

Hemos centrado nuestra plantación de iglesias dentro de las denominaciones o las


asociaciones de iglesias. Invariablemente, a medida que añadimos nuevas iglesias, se genera
una mayor presión sobre las estructuras eclesiásticas y administrativas. En las primeras
etapas, dada la emoción que genera la expansión, la importancia de este aspecto a menudo
pasa a segundo plano. La plantación de iglesias debe estar en consonancia con programas
eclesiásticos sólidos que supervisen el establecimiento de estructuras razonables y de sus
correspondientes comités, el nombramiento de autoridades, la transparencia de las estructuras
financieras, la comunicación clara del manual de disciplina y el desarrollo deliberado de
líderes denominacionales.

12.13 La ordenación y los sacramentos

Las normas y políticas eclesiásticas pueden obstaculizar o promover el funcionamiento


efectivo de una iglesia. En ocasiones, hemos encontrado normas eclesiásticas que dificultan
e incluso retrasan la plantación de iglesias. Por ejemplo, hemos visto demoras excesivas en
el bautismo de nuevos miembros y en la provisión de los sacramentos en nuevas iglesias
hijas. Estamos a favor de la capacitación y el empoderamiento responsables de las
autoridades eclesiásticas a fin de garantizar que el cuerpo funcione de acuerdo con la

116
intención de Cristo. Por lo tanto, cuando sea necesario, alentamos a los colaboradores a que
hagan todo lo posible para garantizar que las normas humanas no obstaculicen el
funcionamiento y crecimiento de la iglesia.

Bautizamos a los nuevos creyentes como testimonio de su nuevo nacimiento y de que el


Espíritu de Cristo mora en ellos. Si el nuevo creyente demuestra una clara profesión de fe y
existe testimonio de su obra anterior, debemos promover su bautismo y entonces continuar
enseñándole que guarde todas las cosas que Cristo ha mandado (Mat. 28:18-20). Con
demasiada frecuencia, hemos notado que se bautiza a una persona solo si esta ha cumplido
con largos períodos de enseñanza. Deberíamos tratar de que nuestras prácticas se asemejen a
lo enseñado por Cristo y a la práctica de la iglesia del Nuevo Testamento. Asimismo, no es
bíblico retrasar la entrega de los sacramentos a los fieles. Desafiamos a las iglesias
colaboradoras a que busquen la voluntad de Cristo en estos asuntos.

La ordenación o designación de determinadas personas para realizar ministerios específicos


tiene precedentes bíblicos. Lo que puede ser motivo de preocupación son las normas, reglas
y regulaciones que utilizamos en estos procesos. Cuando la falta de pastores ordenados
obstaculiza el desarrollo y el ministerio de la iglesia, debemos establecer otros mecanismos
apropiados para facilitar su sano funcionamiento.

Las normas y políticas de la iglesia siempre deben responder al propósito divino; si no, serán
barreras u obstáculos para la plantación de iglesias. Los movimientos de PIC prosperan
cuando las normas humanas son mínimas y nuestra máxima dependencia está en las
enseñanzas y prácticas que encontramos en las Sagradas Escrituras.

12.14 Evangelización en culturas de aprendizaje oral primario

12.14.1 Alfabetización. Estudios científicos demuestran que muchas más personas de las
que imaginamos, incluso en Occidente, tienen grandes limitaciones con la escritura
y la lectura, por lo que se les dificulta mucho manejarse en sociedades alfabetizadas.
«Aunque estas personas son capaces de leer materiales sencillos y breves, viven el
día a día en gran parte por vía oral» (International Orality Network,
www.oralbible.com). Además, indican que es difícil establecer un límite claro entre
personas alfabetizadas y analfabetas; más bien deberíamos hablar de rangos de
alfabetización funcional tanto en las naciones desarrolladas como en las culturas
orales. «La realidad de los bajos niveles de alfabetización, incluso en países
desarrollados, se ha hecho evidente a partir de una serie de encuestas, como la
Encuesta Nacional de Alfabetización de Adultos (NALS, por sus siglas en inglés),
realizada por el Departamento de Educación de EE. UU. a principios de los 90»
(International Orality Network).
12.14.2 Aprendices orales. International Orality Network estima que 4000 millones de
personas son aprendices orales. Llamarlos aprendices orales primarios o secundarios
es solo una cuestión de definición. Si incluso en los países desarrollados un alto
porcentaje de personas solo es capaz de comprender materiales escritos sencillos y
breves, y las Sagradas Escrituras son complejas y extensas, ¿estamos comunicando
de manera eficaz el evangelio en las culturas predominantemente orales de las zonas

117
rurales? Buscando una respuesta a esta pregunta, hemos encontrado esperanza en el
hecho de que Jesús también ministró en una cultura en la que solo un 5-10% de las
personas sabía leer y escribir, y que tenía un acceso limitado a la Palabra en forma
escrita.
12.14.3 Jesús como modelo de enseñanza. Está más que demostrado que el evangelio pudo
penetrar eficazmente en la cultura predominantemente oral de los días de Jesús y
que pudo además ser preservado con fidelidad. En los ministerios transculturales,
en especial cuando los trabajadores proceden de sociedades altamente alfabetizadas,
debe cambiarse el modelo de comunicación por un método oral. Algunos sostienen
que la alfabetización es una condición previa para la comunicación eficaz del
evangelio. Sin embargo, aun con un gran esfuerzo, se puede tardar varias
generaciones para incrementar los niveles nacionales promedio de alfabetización
solo unos pocos puntos porcentuales. No abogamos por ignorar la alfabetización; de
hecho, esta se ha utilizado con éxito en varios centros de PIC como una herramienta
eficaz de evangelización. Solo adherimos a la divulgación y la enseñanza de la
historia cronológica de la Biblia como actividades paralelas, aunque distintas, a la
alfabetización. Cabe señalar que actualmente estamos embarcados en un programa
en Burundi para preparar a alfabetizadores a través de nuestros centros de formación
de PIC. Si permitimos que el analfabetismo se convierta en una barrera para la
presentación del evangelio, hemos ignorado el modelo de Jesús. «Con muchas
parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin
parábolas no les hablaba…» (Mar. 4:33-34). El programa PIC promueve el uso y el
desarrollo de herramientas orales culturalmente apropiadas para evangelizar,
discipular y formar a los creyentes que proceden de culturas de aprendizaje oral
primario.
12.14.4 Comprensión de la oralidad. Algunas culturas dependen exclusivamente de la
tradición oral para preservar sus costumbres, historia y cultura. En consecuencia,
han desarrollado métodos y estándares orales que sustituyen a los utilizados en las
sociedades alfabetizadas. Han desarrollado una gran habilidad para comunicarse a
través de historias, canciones, dramatizaciones, danzas y sus sorprendentes
memorias; estos son los mecanismos que los plantadores de iglesias deben
aprovechar para comunicar el evangelio. Los métodos orales de comunicación
deben comprender la cosmovisión de las culturas anfitrionas y transmitir las
verdades y los principios bíblicos siguiendo un formato secuencial y claro de
historia dramática.
Cuanto más usemos los elementos audiovisuales en nuestra comunicación, más
efectiva será esta. Una cosa es contar la historia de Jesús y otra ver y escuchar la
película Jesús. Las historias y los principios bíblicos pueden contarse efectivamente
a través de dramatizaciones o con ayudas visuales.
Las sociedades orales valoran las historias reales, por lo que es improbable que
alteren o traten de embellecer su narración. Además, son creativos al preservar sus
historias reales y refuerzan su memoria con canciones. Podemos transmitir
principios complejos utilizando narraciones claras, sencillas y atractivas. Las
sociedades orales no están en desventaja en cuanto a la comprensión de las
complejas verdades del evangelio. En última instancia, el Espíritu Santo es nuestro
Maestro y Él es quien nos guía hacia toda verdad. Para ser comunicadores orales
eficaces, debemos utilizar la lengua materna de la población objetivo y conocer en

118
profundidad su cultura y cosmovisión. El enfoque oral debe ser adecuado para la
población específica a la que nos dirigiremos y de fácil reproducción si pensamos
llevar a cabo un movimiento de PIC. Por esto, debemos pedir al Padre en oración
que nos ayude con nuestras estrategias de comunicación y enseñanza.
12.14.5 Estrategias y herramientas sugeridas para alcanzar a los aprendices orales de África.
El programa PIC ha utilizado las siguientes herramientas:}

12.14.5.1 La organización Sowers International ha desarrollado una importante


metodología para comunicar el evangelio utilizando un tablero de dibujo, en la
cual hemos capacitado a muchos de nuestros coordinadores y formadores.
12.14.5.2 La película Jesús se ha traducido a numerosos idiomas y se ha utilizado
con eficacia en nuestros centros de formación y, en ocasiones, en colaboración con
los equipos de Cruzada Estudiantil (Campus Crusade).
12.14.5.3 La organización Africa Outreach ha simplificado el material de
enseñanza del Programa de Enseñanza Cronológica de la Biblia desarrollado por
New Tribes Mission Firm Foundation. Este material está disponible en varios
idiomas y se lo distribuimos a los pastores-plantadores de iglesias. Nuestros
colaboradores pueden reproducirlo localmente. Este material es efectivo tanto para
la evangelización como para el discipulado y la formación de líderes.
12.14.5.4 Los programas de radio en nuestras áreas objetivo son herramientas
importantes para reforzar nuestras iniciativas de plantación de iglesias.
12.14.5.5 La elaboración de listas de historias bíblicas se está convirtiendo en
una tarea cada vez más importante en la formación de nuestros pastores-
plantadores de iglesias y sus líderes.
12.14.5.6 Los himnos, las canciones y los coros cumplen un rol integral en la
comunicación de las verdades del evangelio. No debe subestimarse la importancia
de cantar coros y canciones en los pueblos orales.
12.14.5.7 El bautismo y la comunión son sacramentos visuales sumamente
importantes que refuerzan verdades bíblicas fundamentales.
12.14.5.8 Los grupos de teatro en las iglesias deben ser alentados a recrear
historias de la Biblia como medio eficaz para comunicar las verdades del
evangelio, ya sea para reforzar el aprendizaje dentro de la iglesia o para llegar a
las comunidades vecinas.

12.15 Ministerios juveniles

Hemos colaborado con la organización J-Life, especialistas en el ministerio de jóvenes, en


dos países pioneros en los que ayudaron a las iglesias de PIC a formar líderes de ministerios
juveniles para que estos faciliten la multiplicación de ministerios juveniles de discipulado.

12.16 Programas de desarrollo sostenible (PDS)

Colaboramos también con Africa Co-operative Action Trust (ACAT) en el diseño de un


programa para nuestro trabajo en algunos países de África. Para obtener más información,
visita su sitio web www.acatkzn.co.za.

119
12.17 Ubuntu (opcional; solo para estudiantes de PIC de la región de África
subsahariana)

El concepto de ubuntu está presente en toda la sociedad y la cultura de la región de África


subsahariana. Se refleja en la administración, la filosofía, la espiritualidad, las técnicas de
formación, las relaciones interpersonales y la ética. Ubuntu, una comprensión afrocéntrica
de la humanidad, afirma que las personas hallan su identidad en comunidad y no debe
confundirse con el humanismo occidental. La filosofía o cosmovisión ubuntu se resume en
la afirmación zulú «Umuntu ngumuntu ngabantu», que puede traducirse como «Soy una
persona a través de otros seres humanos» o «Me convierto en una persona en y a través de
otras personas».

Ubuntu es, en esencia y cada vez más, una filosofía africana sistematizada que permea las
cosmovisiones de los países del África subsahariana. Es importante que comprendamos los
valores de ubuntu, y podemos verlos reflejados en los fieles practicantes de esta filosofía. La
adopción de esta cosmovisión influye en la política, la economía, la religión, la
administración y el liderazgo. Estos son algunos de los valores de ubuntu:

• sentimientos profundos de humanidad, compasión, tolerancia, compañerismo,


cuidado y respeto por todas las personas;
• una hermandad universal que aboga por los seres humanos como un todo integrado,
que se compone de varios grupos raciales con una alta estima por la tolerancia racial;
• un estilo de vida que contribuye con el bienestar de la comunidad;
• una ética comunitaria que considera al grupo superior por sobre los individuos;
• la asignación de prioridad a la dignidad, la seguridad, el bienestar, la salud, el amor y
el desarrollo del ser humano por sobre cualquier otra consideración, incluidos los
factores económicos, financieros y políticos;
• el concepto de familia extendida;
• la acción solidaria ante una posible opresión;
• amabilidad, amistad, calidez e informalidad, los cuales deben demostrarse en una
disposición relajada, un trato cariñoso y un semblante sonriente; y
• una ética de participación en política y organizaciones.

En la región de África subsahariana, humanidad es Puede que los grandes poderes


encontrar la identidad siendo solidario con la
del mundo hayan contribuido
comunidad, lo que se contrapone al individualismo
maravillosamente para darle un
occidental, que promueve que la verdadera condición
de persona se alcanza siendo tan independiente de otras aspecto industrial y militar al
personas como sea posible. La filosofía ubuntu no es mundo, pero el gran don aún
antibíblica y, en algunos aspectos, está muy alineada tiene que venir de África, para
con los conceptos de organismo, comunidad, unidad y contribuir con un aspecto más
compañerismo eclesiásticos. humano para el mundo.

A los africanos les gusta la adoración corporativa, razón por la cual pueden dedicar cuatro o
cinco horas un domingo reunidos en un espacio cerrado. Ellos encuentran espiritualidad en
el compañerismo, la comunidad, la solidaridad y la búsqueda de Dios en grupos, mientras

120
que la espiritualidad occidental y oriental es a menudo un camino solitario. El crecimiento
espiritual en días de soledad es difícil de conciliar con la solidaridad y el estilo de vida
comunitario de un africano.

Los africanos pueden leer a las personas con facilidad y prestan más atención al lenguaje
corporal que a las expresiones verbales. Dedican más tiempo a saludarse y preguntar sobre
la salud, los parientes y el bienestar de cada uno de ellos. Mostrar preocupación y respeto es
fundamental en cualquier interacción entre africanos. No podemos instruir a un africano si
antes no hemos entablado una conexión profunda y personal con él. La relación personal es
una parte clave de la experiencia de formación.

Steve Biko, un prominente líder del Movimiento de Conciencia Negra, dijo: «Creemos que,
a largo plazo, el aporte especial que hará África al mundo será en el área de las relaciones
humanas. Puede que los grandes poderes del mundo hayan contribuido maravillosamente
para darle un aspecto industrial y militar al mundo, pero el gran don aún tiene que venir de
África, para contribuir con un aspecto más humano para el mundo». Creemos que hay mucho
para aprender de ubuntu en el desarrollo de modelos saludables de plantación de iglesias.

121
Capítulo 13
Estrategias continentales

Las funciones principales de PIC son movilizar la plantación de iglesias y brindar servicios
de consultoría. Si bien a nivel histórico nos hemos centrado en África, y más recientemente
en Asia y Sudamérica, nuestro deseo es la internacionalización de nuestros modelos de PIC,
por lo que realizamos lo siguiente:
• Buscamos oportunidades para compartir nuestra visión, formar a plantadores de
iglesias, ayudar a elaborar planes de ejecución y asesorar sobre la ejecución de los
proyectos.
• Desarrollamos materiales para la formación.
• Supervisamos ciertos proyectos de PIC en nombre de nuestros colaboradores.
• Formamos defensores de PIC para que promuevan la metodología de PIC y faciliten
proyectos nuevos.

Motivamos a las asociaciones de iglesias y las denominaciones para que se comprometan


ellas mismas en las comunidades no alcanzadas. Facilitamos el programa de Plantación de
Iglesias Comunitarias mediante la movilización del Cuerpo de Cristo para realizar lo
siguiente:
• Establecer nuevas denominaciones: ayudamos a iniciar alrededor de 24 nuevas
denominaciones en África, que ahora tiene alrededor de 3000 iglesias.
• Facilitar la plantación de iglesias para las denominaciones existentes: en la actualidad,
hacemos esto en 20 naciones.
• Movilizar iglesias para que supervisen sus propios programas.

Nuestro deseo es que los proyectos de PIC puedan saturar con iglesias todas las zonas
objetivo. El esparcimiento del movimiento de PIC hacia nuevas naciones se asemeja al inicio
de nuevas corrientes de movimientos de PIC. No tenemos que terminar el trabajo en Jerusalén
antes de seguir hacia Judea. La conjunción y tiene el mando. Debemos tener una estrategia y
un enfoque globales, dar comienzo a nuevas corrientes para esparcir el ADN del movimiento
de PIC en el resto del mundo, incluso antes de que completemos el trabajo en África, todo
esto mientras trabajamos duro para ver que el ADN reproductivo se esparza y sature modelos
más antiguos.

Cuantas más iglesias tengan e implementen sus propios programas de multiplicación de


iglesias, más nos regocijaremos. Conocemos la existencia de otros ministerios de plantación
de iglesias muy efectivos, de los cuales hemos obtenido valiosas enseñanzas. Nuestro más
sincero deseo es ver el surgimiento de numerosas iniciativas nuevas que tengan como
propósito ayudar a preparar y cosechar la mies de Dios. Nos esforzamos por trabajar en
cooperación con otros y crear sinergias que contribuyan con la expansión del reino de Dios.

122
Capítulo 14
Presentación del programa de formación
14.1. Programa de formación para la plantación de iglesias comunitarias bivocacionales

Este programa consta de cuatro vías:

Primero, los métodos de evangelización, incluidos los testimonios personales, las personas
de paz, Su historia y el método del camello.
Segundo, la formación de discipulado de los nuevos creyentes, incluidos el Programa de
Enseñanza Cronológica de la Biblia, el Programa de Movilización de Miembros y el modelo
de los cuatro campos.
Tercero, un programa teológico, el Curso de Formación Pastoral de PIC.
Cuarto, el curso Omega, la formación práctica en plantación de iglesias o el curso Forma y
Multiplica.
Los estudiantes pueden acceder a los materiales registrándose en PIC:
www.ccp.international.

La formación en evangelización, discipulado y el Manual de PIC se lleva a cabo en el inicio


de un proyecto, mientras los formadores y pastores plantadores de iglesias buscan
estudiantes. La formación en evangelización y discipulado se transmite a todos los creyentes;
se los capacita, empodera y envía a ayudar a los nuevos pastores en el establecimiento de
congregaciones viables. Durante los 40 meses del Programa de Formación Pastoral de PIC,
se enfatiza la formación en evangelización, discipulado y el Manual de PIC.

El Programa de Formación Pastoral de PIC requiere 20 horas por mes, ya sea en un bloque
intensivo o una vez por semana. Además de este período de capacitación, los formadores
deben programar tiempo para exámenes, informes, debates, planes, testimonios, oraciones y
asignaciones. Todo el programa debería completarse en aproximadamente 40 meses:
29 meses de enseñanza, 4 meses dedicados a la plantación de iglesias y 7 meses de receso.

Durante este período, el estudiante implementa en términos prácticos lo que ha aprendido


iniciando una iglesia nueva en su comunidad. La graduación de los estudiantes depende de
su rendimiento académico y de que logren plantar y pastorear una iglesia comunitaria con
éxito, que hayan sido capaces de iniciar dos iglesias de segunda generación, cuatro de tercera
generación y ocho de cuarta generación.

14.2. Plan del curso

Curso de Formación Pastoral de PIC


Primer año 12 cursos de 5 lecciones = 60 clases de 2 horas
Segundo año 13 cursos de 5 lecciones = 65 clases de 2 horas
Tercer año 12 cursos de 5 lecciones = 60 clases de 2 horas

Programa de Plantación de Iglesias (Omega)


1. Fase fundacional 26 clases de 1 hora

123
2. Fase de captación 26 clases de 1 hora
3. Fase de establecimiento 26 clases de 1 hora
4. Fase de formación 26 clases de 1 hora
5. Fase de multiplicación 23 clases de 1 hora
Estimamos el tiempo de clase requerido para completar la formación de la siguiente manera:
OMEGA 127 horas
Curso de Formación Pastoral de PIC 370 horas
Manual de PIC 10 horas
Enseñanza Cronológica de la Biblia 20 horas
Formación Denominacional 10 horas
Formación en Evangelización 17 horas
Formación sobre el Método del Camello 10 horas
Movilización de Miembros 4 horas
Horas totales: 568 horas

14.3 Programa de estudios de tres años

Formación preliminar: Introducción a PIC

Primer año: Movilización de Miembros


Enseñanza Cronológica de la Biblia
OMEGA I
OMEGA II
OMEGA III

Segundo año: OMEGA IV


OMEGA V
Curso de Formación Pastoral de PIC (libro 1 del primer año)
Curso de Formación Pastoral de PIC (libro 2 del primer año)
Formación en Evangelización
Formación sobre el Método del Camello

Tercer año: Curso de Formación Pastoral de PIC (libro 1 del segundo año)
Curso de Formación Pastoral de PIC (libro 2 del segundo año)
Curso de Formación Pastoral de PIC (libro 1 del tercer año)
Formación Denominacional

Meses 37 a 40: Curso de Formación Pastoral de PIC: libro 2 del tercer año

14.4 Programa anual de formación

Esta es nuestra propuesta para poder completar la formación en un período de tres años y dos
meses:

Primer año
8 meses de formación.

124
Mes 3: el formador debe asegurarse de que se inicien todas las iglesias de 1.a generación y
estas se reúnan con regularidad.
Mes 6: el formador debe asegurarse de que se inicien todas las iglesias de 2.a generación y
estas se reúnan con regularidad.
2 meses de receso.

Segundo año
9 meses de formación.
Mes 15: el formador debe asegurarse de que se inicien todas las iglesias de 3.a generación y
estas se reúnan con regularidad.
2 meses de receso.

Tercer año
9 meses de formación.
Mes 27: el formador debe asegurarse de que se inicien todas las iglesias de 4.a generación y
estas se reúnan con regularidad.
2 meses de receso.

Cuarto año
4 meses de formación.
1 mes de receso.

Cada formador debe elaborar un programa de formación anual adecuado en colaboración con
su coordinador. Ambos deberían tener las lecciones programadas mensual y anualmente. Es
responsabilidad de los coordinadores garantizar que los formadores cumplan con sus
programas de enseñanza.

14.5 Ejemplo del Programa de Formación de PIC de 40 meses

El Programa de Formación de PIC de 40 meses debe adaptarse a las necesidades particulares


de cada grupo de estudiantes. Por año, se designan dos meses de receso; durante ese período
cesan las actividades de formación y plantación de iglesias, lo que permite a los pastores
tener vacaciones y asistir a otras actividades bivocacionales. El formador y los estudiantes
deben ponerse de acuerdo sobre qué meses serán de descanso. El programa puede adaptarse
consecuentemente. En el Apéndice, se incluye un ejemplo del Programa de Formación de
PIC de 40 meses.

14.6 La semana de formación

La semana de formación es un período intensivo de aprendizaje que incluye estudio, análisis


y reflexión. Debe designarse tiempo dentro de esta semana para que los estudiantes, mientras
están en el centro de formación, puedan completar sus tareas. También hay que prever tiempo
en cada semana de formación para evaluar el progreso de los estudiantes en relación con el
proceso de plantación de iglesias. El formador debe estar disponible para guiar, dirigir y
garantizar que los estudiantes completen el programa de formación según lo planificado.

125
14.7 Formación de líderes

Es indispensable que el pastor seleccione y forme líderes para la iglesia local. Estos líderes,
a su vez, deben estar facultados para ayudar al pastor involucrándose íntimamente en la
formación de otros, tanto dentro de la comunidad local como en las nuevas iglesias.
Sugerimos crear un módulo de formación sistemática de diáconos y ancianos con el propósito
de instruirlos para que en el futuro puedan asumir roles de liderazgo.

Recomendamos lo siguiente:

• Los primeros programas de formación para diáconos deben impartirse desde


mediados del primer año hasta mediados del segundo.
• Los primeros programas de formación para ancianos deben impartirse desde
mediados del segundo año hasta mediados del tercero.

Creemos que, en las nuevas iglesias, estos son los primeros pasos:

• Capacitar a todos los miembros de la iglesia según el programa de formación


preliminar (los principios de PIC, las personas de paz, el Programa de Movilización
de Miembros y el método de Enseñanza Cronológica de la Biblia de Africa Outreach).
• Seleccionar un grupo de miembros de la iglesia que hayan completado con éxito el
plan de estudio y demuestren potencial como diáconos y maestros de la escuela
dominical, con el fin de inscribirlos para un año más de estudio en el programa para
diáconos. (Ver sección 14.8 a continuación).
• Seleccionar diáconos fieles y espiritualmente maduros que hayan completado con
éxito su formación para diáconos y demuestren potencial como ancianos, con el fin
de instruirlos durante un año más en el programa para ancianos. (Ver 14.9 a
continuación).

14.8 Programa de Formación de Diáconos

• Formación completada en los programas Movilización de Miembros y Enseñanza


Cronológica de la Biblia de Africa Outreach, y participación efectiva en la formación
de otras personas con este programa.
• OMEGA 1: todas las lecciones.
• Curso de Formación Pastoral de PIC: Doctrina de Dios.
• Curso de Formación Pastoral de PIC: Estudio del Nuevo Testamento.
• Curso de Formación Pastoral de PIC: Restauración y Sanidad Espiritual.

14.9 Programa de Formación de Ancianos

• Formación completada en el Programa de Formación de Diáconos.


• OMEGA 2: todas las lecciones.
• Curso de Formación Pastoral de PIC: Cristología
• Curso de Formación Pastoral de PIC: Estudio del Antiguo Testamento.
• Curso de Formación Pastoral de PIC: El Trabajo Pastoral y las Epístolas

126
14.10 Capacitación, empoderamiento y envío de los líderes al ministerio

Todos los miembros de la iglesia deben ser motivados para convertirse en formadores o
discípulos según el modelo de 2 Timoteo 2:2. Los pastores deben formar a los miembros y
comisionarlos a evangelizar y discipular a otros miembros. Asimismo, los diáconos deben
formar a los posibles diáconos, y los ancianos a los posibles ancianos. Del mismo modo, el
pastor puede encomendar a los diáconos y ancianos formados que capaciten a las autoridades
de las iglesias hijas. Es importante que los pastores intenten sincronizar la formación tanto
como sea posible. Por ejemplo, tres meses después de que los pastores-plantadores de iglesias
comunitarias hayan comenzado su propia formación, deberían haber podido identificar a los
futuros pastores o líderes de las dos iglesias hijas, así como a los líderes de su propia iglesia.
Si este es el caso, ellos pueden formar líderes de diversos niveles en una misma materia, tanto
para su propia iglesia como para las iglesias hijas.

Una clave para el éxito en el ministerio es poder contar con líderes que crean en el desarrollo
de líderes y que empoderen a todos los creyentes que participan en el ministerio. Siempre
formamos personas con miras a generar nuevos formadores. La clave para generar un
movimiento de PIC es transformar a los seguidores en líderes, infundiendo propósito,
esperanza, visión, fe y devoción en hombres y mujeres comunes que Dios usará de modos
extraordinarios para llevar adelante los propósitos de Su reino. Necesitamos poner de relieve
esta cultura del empoderamiento en la formación, la educación y el discipulado cristianos a
fin de promover los movimientos de Plantación de Iglesias Comunitarias.

127
Capítulo 15
Estructura de liderazgo

A continuación, se muestra una representación gráfica del modelo Plantación de Iglesias por
Centro de Formación (PI-CF) y la red de iglesias hijas:

PI
PI PI

PI PI

PI PI

CF
PI PI

PI PI

PI PI
PI

Coordinador: los colaboradores que establecen proyectos amplios de plantación de iglesias


designan un coordinador de PIC. Las principales funciones del coordinador son asesorar,
enseñar, orientar e infundir la visión de PIC. Un coordinador puede supervisar de tres a cinco
PI-CF o proyectos de PI-IE, PID o SPI. Los coordinadores son los responsables de identificar
colaboradores nacionales e internacionales para sus programas de PIC. También tienen la
responsabilidad de realizar estudios nacionales y de identificar las regiones en que se

128
comienzan los movimientos de PIC. Los coordinadores trabajan en cooperación con la iglesia
nacional o una persona designada para rendición de cuentas.

Formadores: en el modelo Plantación de Iglesias por Centro de Formación, es indispensable


que los formadores y sus familias se muden al centro de la región objetivo, junto al sitio del
centro de formación establecido para pastores-plantadores de iglesias de primera generación.
El formador es el responsable directo de la instrucción y la coordinación de los pastores-
plantadores de iglesias. Durante cinco días por mes, el formador les enseñará a unos
15 pastores-plantadores de iglesias en el centro de formación de su área. El formador también
visitará a cada uno de sus pastores-plantadores de iglesias durante el resto del mes (o una vez
cada dos meses) e intentará pasar un día entero con cada uno de ellos. De esta manera, el
formador podrá demostrar las enseñanzas y los principios, tener una visión general de los
avances del pastor-plantador de iglesias y conocer algunos de los retos y las dificultades que
este debe enfrentar. Además, debe brindar su apoyo y estímulo in situ. Se requiere que los
formadores de PIC sean graduados del programa PIC o que hayan estudiado, como mínimo,
dos años en un seminario o instituto bíblico. Es esencial que los formadores estén sumamente
familiarizados con la metodología de PIC y los programas de formación. Deben tener
también un alto grado de automotivación y excelentes habilidades para enseñar y comunicar.

Pastor: usamos los términos pastor-plantador de iglesias, pastor, pastor de PIC y estudiante
de pastorado de forma indistinta en este manual. Los pastores reciben y transmiten la
formación, y empiezan a plantar una iglesia en una comunidad objetivo específica. Un
requisito fundamental para iniciar el programa es un claro y apremiante llamado de Dios
hacia el ministerio de PIC. Todos los pastores, en última instancia, se convierten en
formadores de los pastores de las iglesias hijas, y los orientan y supervisan en sus estudios y
plantación de iglesias. Los pastores-plantadores de iglesias deben tener un buen testimonio
en su comunidad y tener un corazón dócil.

129
Capítulo 16
Guía del formador
16.1. La importancia del formador en el programa PIC

La eficacia y el éxito de los programas de PIC dependen casi enteramente de las habilidades y el
conocimiento del formador. Este cumple el papel central y es el responsable de la formación de
los pastores-plantadores de iglesias de primera generación. A menos que el formador esté lo
suficientemente capacitado para formar a pastores-plantadores de iglesias, es poco probable que
sus plantaciones se realicen con éxito. Por lo tanto, cada formador debe recibir capacitación en las
siguientes áreas:

• Orientación sobre el Manual de Plantación de Iglesias Comunitarias: para comprender


y conocer con solidez la historia y visión de PIC.

• Responsabilidades administrativas: para aprender a administrar sus proyectos, llevar un


registro y realizar informes sobre ellos.

• Métodos de evangelización: para aprender métodos como Movilización de Miembros,


testimonios personales, el curso EE3 de Evangelism Explosion, Enseñanza Cronológica de
la Biblia, la película Jesús, el folleto Las cuatro leyes espirituales, etc.

• Discipulado: para aprender una variedad de métodos de discipulado, pero haciendo


hincapié en los programas Enseñanza Cronológica de la Biblia de Africa Outreach y
Movilización de Miembros.

16.2. Capacitación para formadores

Los cursos de capacitación para formadores incluyen una serie de actividades de formación que
van desde la puesta en marcha del proyecto hasta el primer año de su implementación. Estos cursos
conllevan alrededor de 60 horas de formación:

Día 1 Introducción, visión, misión y estudios de caso de PIC


Día 2 Las nueve piedras angulares de PIC
Día 3 El proceso de implementación: campo 1 y 2
Día 4 El proceso de implementación: campo 3 y 4
Día 5 Modelos de PIC y estrategias de entrada

130
Capítulo 17
Evaluación de los proyectos y las iglesias de PIC

17.1 Evaluación de los proyectos de PIC

Debemos evaluar de forma constante nuestros proyectos según estos parámetros:


• Nuestra visión y misión
• Los objetivos del proyecto
• Las metas del proyecto

El propósito de PIC es movilizar iglesias para que inicien movimientos de PIC. En última instancia,
nuestro deseo es materializar los programas de las iglesias. Si bien impartimos la visión y
facilitamos inicialmente un proyecto de PIC, lo hacemos con la intención de que la iglesia
colaboradora asuma la responsabilidad de continuar la obra. El éxito implica inculcar el ADN de
plantación de iglesias en las iglesias colaboradoras.

Cuando hablamos de un movimiento, reconocemos que los proyectos y los programas no pueden
promover la plantación de iglesias. Nuestro más profundo anhelo es que Cristo, el Agua Viva,
brote y se derrame sobre las iglesias, y eso se evidencie en una plantación de iglesias y un
crecimiento inesperados. Cristo es quien construye Su iglesia y, cuando Dios entra en acción,
sobrevienen cosas inesperadas. La expansión de las fronteras del reino de Dios no puede atribuirse
a seres humanos, métodos o programas. El hambre espiritual, las sanaciones, las visiones, los
milagros, los renacimientos y los avivamientos son resultado de la obra del Espíritu Santo.

Entonces, ¿cómo podemos evaluar si estamos siendo fieles a nuestra visión y misión de PIC? ¿No
somos atrevidos e impertinentes al siquiera pensar que podemos trabajar para facilitar el
movimiento de PIC?

El Señor dice: «Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas» (Amós 3:7).

«Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado
amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. No me
elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y
llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, él os lo dé» (Juan 15:15-16).

El pasaje anterior indica que Dios comunica Sus intenciones a Sus fieles siervos. Podemos saber
que estamos camino a lograr nuestra visión y misión cuando sucede lo siguiente:
• Recibimos el llamado de Dios para el ministerio de plantación de iglesias en una región
particular según Su revelación y en Su tiempo.
• Esperamos, en la fe, llevar fruto duradero a través de las obras que Dios nos encomiende.
• Entendemos que cumplimos nuestro trabajo gracias a que Dios contesta nuestras oraciones.
• Reconocemos que el amor a Dios y a Su creación son fundamentales para nuestra misión.

131
Cuando estas marcas son evidentes en nuestra vida, estamos preparados para llevar a cabo los
propósitos de Dios.

17.2 Evaluación de las iglesias de PIC

Los criterios de la evaluación de las iglesias de PIC abarcan aspectos temporales, cuantitativos,
cualitativos y espirituales. Es más fácil evaluar los criterios temporales y cuantitativos, e incluirlos
en los planes estratégicos revisados. El desafío mayor es evaluar los aspectos cualitativos y
espirituales de las nuevas iglesias establecidas a través de programas de PIC. A continuación,
analizaremos estos aspectos junto con las pautas de evaluación adecuadas:

17.2.1 Iglesias espiritualmente maduras: nuestra visión nos llama a plantar una iglesia que busque
constantemente el crecimiento espiritual, es decir, una iglesia cuyos miembros busquen la
santidad y anhelen la labor santificadora continua del Espíritu Santo, tanto a nivel colectivo
como personal. Cada día que pasa, los miembros deben semejarse más a los estándares de
Cristo. El crecimiento en la santidad personal no se puede usar para hacer comparaciones
con otras personas, sino para evaluar el fruto del Espíritu Santo en la vida de cada creyente.
Los creyentes deben ser alentados a autoexaminar sus vidas en relación con su comprensión
del fruto del Espíritu. Deben ser animados, además, a encontrar personas ante quienes
puedan rendir cuentas y que los ayuden con dichas evaluaciones. El objetivo principal de
estas evaluaciones es encaminar a los creyentes para que crezcan en semejanza al propósito
original de su creación. Una iglesia cristiana espiritualmente madura es aquella que
demuestra la comunión, la determinación, el compañerismo, las maravillas, los milagros,
la generosidad, la sinceridad, el gozo, la alabanza, la adoración y las nuevas conversiones
que caracterizaban a la iglesia del primer siglo (Hech. 2:42-47). Los miembros de la iglesia
u observadores externos pueden evaluar este aspecto.
17.2.2 Iglesias que entienden la visión y misión bíblicas: la visión de Dios es restaurar los ideales
originales de la creación, en los que la humanidad, creada por Dios a Su imagen, llenaría y
poseería la tierra adorándolo a Él en espíritu y verdad. La misión de Cristo fue restaurar
los ideales que se perdieron en la caída de la humanidad. Él encomendó a todos los
creyentes que continúen y completen la misión (Mat. 28:18-20). Creemos que la mejor
manera de cumplir esta misión es estableciendo iglesias maduras en cada comunidad. Por
lo tanto, un colaborador exitoso de PIC es aquel cuyas iglesias son capaces de comprender
y expresar la visión bíblica, y de reunir a otros para el llamado de las iniciativas de PIC.
17.2.3 Un pastor-maestro según 2 Timoteo 2:2: un pastor de este tipo suscribe a las características
postuladas por Pablo para Timoteo:
• Muestra una fe sincera «no fingida» (2 Tim. 1:5).
• Aviva «el fuego del don de Dios» (1:6).
• Posee un espíritu «de poder, de amor y de dominio propio» (1:7).
• Demuestra determinación (1:8).
• Persevera y es fiel aun en tiempos de sufrimiento y persecución (1:8).
• Evidencia el poder del Espíritu y una vida en gracia (1:8-9).
• Tiene seguridad absoluta en Dios y el poder del evangelio (1:9-12).
• Es un estudiante, mentor, tutor y modelo fiel que tiene estudiantes que se reproducen
(1:13 y 2:2).

132
En última instancia, un pastor-maestro según 2 Timoteo 2:2 se evalúa de acuerdo con las
características y la obra evidenciadas por sus estudiantes.

Ahora bien, ¿cómo podemos realizar, en efecto, una evaluación imparcial de la salud espiritual de
las iglesias de PIC? Las evaluaciones siempre serán subjetivas y los intentos por sistematizar el
proceso estarán siempre plagados de peligros. Nuestro consejo, sobre todo en las zonas rurales y
entre los aprendices orales primarios, es enseñar y analizar estas verdades bíblicas reiteradas veces.
Las observaciones de supervisores, los debates, el diálogo, la exhortación y la oración deben tener
como objetivo mejorar la salud espiritual de los miembros. Para los supervisores, coordinadores y
formadores, puede ser muy útil contar con una herramienta sencilla de evaluación escrita a fin de
poder evaluar la salud de sus iglesias. En la siguiente sección, presentaremos una manera no muy
complicada de evaluar la salud espiritual de nuestras iglesias comunitarias.

17.3. El barómetro de la salud espiritual (BSE) de PIC

El barómetro de la salud espiritual (BSE) es una herramienta que evalúa 20 aspectos de la vida
eclesiástica con una simple escala de uno a cinco. Se aconseja a los evaluadores que identifiquen,
al menos, dos aspectos en cada una de las categorías de evaluación. Para ayudar a la iglesia a
encontrar sus fortalezas y debilidades, deben marcarse al menos dos aspectos en los que esta
necesita mejorar y dos en los que es excelente.

Se recomiendan varios niveles de evaluación:


Uno: Miembros de la iglesia
Dos: Diáconos, ancianos y líderes departamentales
Tres: El pastor
Cuatro: Líderes, formadores, supervisores y coordinadores denominacionales

Notas explicativas y factores para considerar al completar el BSE:


17.3.1 Evangelización: la responsabilidad de los miembros por los perdidos, la cantidad
de nuevos conversos en los últimos tres meses, la cantidad de miembros que
participan en la evangelización personal y los programas especiales de
evangelización.
17.3.2 Discipulado: clases para nuevos creyentes, clases de membresía, clases de
bautismo, discipulado formal, programas de enseñanza cronológica de la Biblia,
reuniones en grupos pequeños, estudios bíblicos inductivos.
17.3.3 Adoración: servicios de adoración que sean cultural y espiritualmente relevantes y
lleven a las personas hacia la presencia tangible de Dios, himnos y coros con sólidos
fundamentos bíblicos, adecuación de la adoración según edad y género, cultos de
adoración que fomentan la participación y el intercambio, y generan un ambiente
propicio para las sanaciones.
17.3.4 Comunión: miembros que se visitan entre sí y gozan de su compañía y hospitalidad.
17.3.5 Misión: cantidad de miembros que oran y trabajan activamente por la plantación de
iglesias hijas, y que apoyan con dinero y oraciones a misioneros y ministerios
involucrados en la evangelización del mundo.
17.3.6 Ministerio: cantidad de miembros que participan activamente en un ministerio de
la iglesia.

133
17.3.7 Intercesión: cantidad de miembros que participan con regularidad en las reuniones
de oración y los programas.
17.3.8 Comunidad: cantidad y tipo de proyectos comunitarios activos como el fomento de
la alfabetización, la salud, la higiene, la educación, el desarrollo sostenible, etc.
¿Asume la iglesia un rol de liderazgo en la transformación de su comunidad?
17.3.9 Compasión: ¿participa la iglesia en la prevención del sida y proyectos de ayuda
sanitaria? ¿Cuida de las viudas y los huérfanos? ¿Establece planes de alimentación
para los necesitados? ¿Visitan sus miembros a los presos?
17.3.10 Formación: ¿la iglesia ofrece programas de formación estructurados para diáconos,
ancianos, maestros de la escuela dominical, líderes departamentales y pastores de
iglesias hijas? ¿Participa la iglesia en programas de orientación para nuevos
cristianos? ¿Participan los líderes de la iglesia en la formación de líderes?
17.3.11 Generosidad: ¿existe un espíritu solidario entre los miembros? ¿Se atiende de forma
generosa a las necesidades de los pobres e indigentes tanto dentro como fuera de su
entorno? ¿Viven los miembros de manera modesta? ¿Están siempre dispuestos a
dar para cubrir las necesidades del reino de Dios?
17.3.12 Persecución: ¿muestran los miembros constancia, fidelidad, longanimidad y
paciencia frente a la persecución y el sufrimiento?
17.3.13 Hambre espiritual: ¿tienen los miembros hambre y sed de Dios, de Su reino y de Su
justicia? ¿Anhelan tener una relación íntima con Dios? ¿Buscan a Dios de todo
corazón? ¿Son fieles en su asistencia a los servicios de adoración, los cultos de
oración y las reuniones en las casas?
17.3.14 Confrontación del mal: ¿confrontan los miembros las falsas doctrinas, los falsos
profetas y la maldad que pueda haber en la iglesia? ¿Advierte la iglesia a la sociedad
sobre el mal institucional y el pecado colectivo, y confronta sus acciones
pecaminosas? ¿Ora la iglesia para que Dios traiga transformación espiritual a su
comunidad, su región y su país? ¿Se compromete la iglesia con los líderes cívicos
y ora por ellos?
17.3.15 Devoción a la Palabra: ¿son las Sagradas Escrituras atesoradas como la Palabra final
de Dios en cuanto a la autoridad y la práctica en la iglesia y la vida santa de sus
miembros? ¿Los miembros leen la Palabra con regularidad? ¿Está la enseñanza de
la comunidad centrada en las Escrituras? ¿Contrastan los miembros las enseñanzas
del pastor y los maestros con lo expresado en las Escrituras a fin de confirmar que
están fundamentadas en la Verdad?
17.3.16 Santidad: ¿promueve la iglesia la vida consagrada, la santidad del corazón y la
pureza de la vida? ¿Procuran los miembros que sus vidas estén moldeadas según el
modelo de Jesús? En su comunidad, ¿se reconoce a la iglesia por las vidas
transformadas de sus miembros?
17.3.17 Predicación: ¿siente la mayoría de los miembros que la predicación se adapta a sus
necesidades y tiene una aplicación práctica? ¿Evalúan los miembros con
periodicidad la predicación?
17.3.18 Amor: ¿se conoce a la iglesia por el amor mutuo de sus miembros? ¿Es evidente su
amor por los perdidos y aun por sus enemigos?
17.3.19 Diezmos y ofrendas: ¿son los miembros de la iglesia fieles diezmadores? Además
del diezmo, ¿presentan otras ofrendas a Dios? ¿Ofrece la iglesia el diezmo de sus

134
ingresos? ¿Recibe el pastor una compensación económica acorde con su importante
llamado?
17.3.20 Gozo: ¿la vida de la mayoría de los miembros demuestra de forma permanente el
gozo del Señor?

La evaluación del BSE se realiza marcando con una cruz el recuadro de la columna que indique la
puntuación apropiada para cada aspecto. Se cuenta la cantidad total de cruces marcadas en cada
columna y se multiplica esta cantidad por sus respectivos coeficientes. Luego, se suman estos
totales para obtener una valoración (porcentaje) final del BSE para cada iglesia (ver el ejemplo a
continuación). Las evaluaciones, cuando se hacen en cada uno de los niveles propuestos y de forma
periódica, son una herramienta útil para ayudar al pastor a desarrollar la espiritualidad de la iglesia.
El BSE está diseñado como una guía de autoevaluación y debería usarse como un instrumento de
motivación correctiva, nunca como una herramienta disciplinaria. El barómetro es una herramienta
que el formador y el supervisor pueden usar también para evaluar el progreso de las distintas
iglesias a su cargo. No debemos caer en la tentación de establecer comparaciones entre las iglesias,
sino que debemos utilizar las evaluaciones para monitorear el desarrollo de cada una
individualmente.

135
BARÓMETRO DE LA SALUD ESPIRITUAL (BSE): EJEMPLO
Aspectos de la Necesita Satisfactorio Bueno Muy Excelente
vida de iglesia mejorar bueno
Calificación 1 2 3 4 5
1 Evangelización x
2 Discipulado x
3 Adoración x
4 Comunión x
5 Misión x
6 Ministerio x
7 Intercesión x
8 Comunidad x
9 Compasión x
10 Formación x
11 Generosidad x
12 Persecución x
13 Hambre espiritual x
14 Confrontación del x
mal
15 Devoción a la x
Palabra
16 Santidad x
17 Predicación x
18 Amor x
19 Diezmos/ofrendas x
20 Gozo x
Marcas totales 3 6 6 2 3
Valor total 3 12 18 8 15
Calificación total 56%

136
Capítulo 18
Informes

Se ha dicho con mucha razón que solo se puede gestionar lo que se puede medir. Si bien hemos
tardado en medir los aspectos espirituales o cualitativos de nuestro proyecto, tratamos de brindar
orientación a los proyectos de PIC mediante informes trimestrales simples y efectivos que permiten
identificar las metas más tangibles. El registro de las iglesias consta de varios indicadores que
ayudan a comprender el estado de la obra en una región en particular. Se puede visitar
www.intoafricaproject.org para acceder a los informes del proyecto de PIC llamado Into Africa;
estos son generados a través de un registro en línea. El registro de las iglesias de PIC es una
herramienta de rendición de cuentas que da información y orientación sobre la actividad en cada
región en particular; no debe confundirse esta herramienta con un censo de lo que Dios realiza
respecto de la plantación de iglesias. Estos son los atributos que monitoreamos (en cada formador):
• La fecha de inicio de los estudiantes de pastorado.
• La puesta en marcha de iglesias de primera generación.
• La fecha de inicio de iglesias de primera, segunda, tercera y cuarta generación.
• El proceso de formación de los pastores.
• La cantidad de miembros de la iglesia.
• El progreso respecto del discipulado y los bautismos.
• La cantidad de iglesias plantadas durante el período de revisión.
• La cantidad de grupos de adoración establecidos.
• Las personas que deciden seguir a Cristo.
• Los bautismos.
• La cantidad de miembros realizando deliberadamente la formación de discipulado.
• La cantidad de pastores-plantadores de iglesias en formación.

137
Capítulo 19
Conclusión
La urgencia del momento exige tanto una plantación exponencial de iglesias como el desarrollo
de líderes. El movimiento de PIC proporciona herramientas para la formación pastoral y la
plantación de iglesias a gran escala. Los modelos y procesos de PIC constituyen una sólida
estructura para la supervisión denominacional y la formación, la motivación y la orientación
continuas. Los programas de PIC son muy fáciles de adaptar, implementar, controlar y gestionar,
por lo que han tenido una gran aceptación en todo el mundo.

Únete a nosotros en oración para que Dios continúe suscitando a una multitud de obreros
comprometidos con plantar nuevas iglesias en pueblos, comunidades y asentamientos informales
donde todavía no ha llegado el evangelio.

Que todos podamos decir con el apóstol Pablo: «Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo
preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí
del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hech. 20:24).

«Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia
en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén» (Ef. 3:20-21).

138
Apéndice
Programa de Formación de PIC
Mes uno

Curso Materia Lección Horas

Manual de 10
PIC

Omega Visión 6
de SPI

Lección
uno

Lección
dos

Lección
tres

Lección
cuatro

La
Iglesia

Lección
uno

Lección
dos

Movilización 4
de Discípulos

Horas totales 20

139
Mes dos Lección
tres
Curso Materia Lección Horas
Métodos de
Curso de 6
Estudio de la
Formación
Biblia
Pastoral
de PIC Lección
uno
Capacitación
para Africa Enseñanza 3
Formadores Outreach Cronológica
Lección Horas 20
uno totales
Lección
dos
Mes tres
Lección
tres Curso Materia Lección Horas
Omega 11 Inspección del
Funcionamiento
La Iglesia
de las Iglesias
Lección de Primera
tres Generación

Lección
cuatro

Carácter
Espiritual

Lección
uno

Lección
dos

Lección
tres

Lección
cuatro

Lección
cinco

La Oración

Lección
uno

Lección
dos

140
Mes cuatro Lección
tres
Curso Materia Lección Horas
Final del
Curso de 6 primer libro
Formación
Pastoral Visión de la
de PIC Plantación de
Iglesias por
Capacitación Saturación
para
Formadores Lección
cinco
Lección
cuatro Lección
seis
Lección
cinco Africa Enseñanza 3
Outreach Cronológica
Proclamación
del Evangelio Horas 20
totales
Lección
uno

Omega 11

Métodos de
Estudio de la
Biblia

Lección
dos

Lección
tres

Lección
cuatro

Lección
cinco

Lección
seis

Lección
siete

Evangelización

Lección
uno

Lección
dos

141
Mes cinco La Oración
Curso Materia Lecció Hora Lecció
n s n
cuatro
Curso de 6
Formació Liderazgo
n Pastoral
de PIC Lecció
n uno
Proclamació
n del Lecció
Evangelio n dos

Lecció Grupos
n dos Celulares

Lecció Lecció
n tres n uno

Lecció Africa Enseñanza 3


n Outreach Cronológica
cuatro Horas 20
Omega 11 totales

Visión de la
Plantación de
Iglesias por Mes seis
Saturación Curso Materia Lección Horas
Lecció Inspección del
n siete Funcionamiento
La Iglesia de las Iglesias
de Segunda
Lecció Generación
n cinco

Lecció
n seis

Lecció
n siete

Lecció
n ocho

Carácter
Espiritual

Lecció
n siete

Lecció
n ocho

142
Mes siete Lecció
n diez
Curso Materia Lecció Hora
n s Lecció
n once
Curso de 6
Formació Evangelizació
n Pastoral n
de PIC
Lecció
Proclamación n
del Evangelio cuatro
Lecció Lecció
n cinco n cinco
Estudio del Africa Enseñanza 3
Antiguo Outreach Cronológica
Testamento
Horas 20
Lecció totales
n uno

Lecció
n dos

Omega 11

Grupos
Celulares

Lecció
n dos

Lecció
n tres

Lecció
n
cuatro

Lecció
n cinco

Lecció
n seis

Métodos de
Estudio de la
Biblia

Lecció
n ocho

Lecció
n
nueve

143
Mes ocho Carácter
Espiritual
Curso Materia Lección Horas
Lección
Curso de 6
ocho
Formación
Pastoral Lección
de PIC nueve
Estudio del Lección
Antiguo diez
Testamento
La Oración
Lección
tres Lección
cinco
Lección
cuatro Africa Enseñanza 3
Outreach Cronológica
Lección
cinco Horas 20
totales
Omega 11

Evangelización
Mes nueve
Lección
seis Curso Materia Lección Horas
Lección Receso
siete

Final del
segundo libro

Visión de la
Plantación de
Iglesias por
Saturación

Lección
ocho

Lección
nueve

La Iglesia

Lección
nueve

Lección
diez

Lección
once

144
Mes diez Lección
ocho
Curso Materia Lección Horas
Creación de
Curso de 6
Discípulos
Formación
Pastoral Lección
de PIC uno
Estudio del Lección
Nuevo dos
Testamento
Africa Enseñanza 3
Lección Outreach Cronológica
uno
Horas 20
Lección totales
dos

Lección
tres

Omega 11

La Oración

Lección
seis

Lección
siete

Liderazgo

Lección
tres

Lección
cuatro

Lección
cinco

Grupos
Celulares

Lección
siete

Lección
ocho

Lección
nueve

Evangelización

145
Mes once por
Saturación
Curso Materia Lecció Hora
n s Lecció
n diez
Curso de 6
Formación Lecció
Pastoral de n once
PIC
Lecció
Estudio del n doce
Nuevo
Testament La Iglesia
o Lecció
Lecció n doce
n Lecció
cuatro n trece
Lecció Africa Enseñanza 1
n cinco Outreach Cronológic
Creación a
de Formación en 2
Discípulos Evangelizaci
Lecció ón
n tres Horas totales 20
Lecció
n
cuatro Mes doce
Lecció Curso Materia Lección Horas
n cinco
Receso y
Lucha plantación de
Espiritual iglesias
Lecció
n uno

Lecció
n dos

Lecció
n tres

Final del
tercer libro

Visión de
la
Plantación
de Iglesias

146
Mes trece Lección
ocho
Curso Materia Lección Horas
Lección
Curso de 6
nueve
Formación
Pastoral de Lección
PIC diez
Doctrina Formación en 1
de Dios Evangelización
Lección Horas totales 20
dos

Lección
tres

Lección
cuatro

Omega

La Iglesia

Lección
catorce

Carácter
Espiritual

Lección
once

Lección
doce

Lección
trece

La
Oración

Lección
ocho

Lección
nueve

Liderazgo

Lección
seis

Lección
siete

147
Mes catorce Lecció
n
Curso Materia Lecció Hora
cuatro
n s
Lecció
Curso de 6
n
Formación
cinco
Pastoral de
PIC La Familia
Doctrina Lecció
de Dios n uno
Lecció Lecció
n n dos
cinco
Final del
Cristología cuarto libro
Lecció Visión de
n uno la
Plantación
Lecció
de Iglesias
n dos
por
Omega Saturación

Grupos Lecció
Celulares n trece

Lecció Formación en 3
n diez Evangelizaci
ón
Lecció
n once Horas totales 20

Creación
de
Discípulos Mes quince

Lecció Curso Materia Lección Horas


n seis
Inspección del
Mayordom Funcionamiento
ía de las Iglesias
de Tercera
Lecció Generación
n uno

Lecció
n dos

Lecció
n tres

148
Mes dieciséis Lección
diecisiete
Curso Materia Lección Hora
s Lección
diecioch
Curso de 6
o
Formación
Pastoral de Lección
PIC diecinue
ve
Cristolog
ía Carácter
Espiritual
Lección
tres Lección
quince
Lección
cuatro Lección
dieciséis
Lección
cinco Formación 3
en
Final del
Evangelizaci
primer
ón
libro
Horas totales 20
Omega

Visión de
la
Plantació
n de
Iglesias
por
Saturació
n

Lección
catorce

Lección
quince

Lección
dieciséis

Lección
diecisiete

La
Iglesia

Lección
quince

Lección
dieciséis

149
Mes diecisiete Lección
dos
Curso Materia Lección Horas
Lección
Curso de 6
tres
Formación
Pastoral de PIC La Familia
El Trabajo Lección
Pastoral y tres
las
Epístolas Final del
quinto libro
Lección
uno Formación en 3
Evangelización
Lección
dos Horas totales 20

Lección
tres
Mes dieciocho
Omega
Curso Materia Lección Horas
La Oración
Receso
Lección
diez

Lección
once

Lección
doce

Liderazgo

Lección
once

Lección
doce

Grupos
Celulares

Lección
doce

Lección
trece

Predicación

Lección
uno

150
Mes diecinueve Mes veinte

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 18 Curso de 18
Formación Formación
Pastoral de Pastoral de
PIC PIC

El Trabajo Restauración
Pastoral y y Sanidad
las Epístolas Espiritual

Lección Lección
cuatro tres

Lección Lección
cinco cuatro

Homilética Lección
cinco
Lección
uno Introducción
al Islam
Lección
dos Lección
uno
Lección
tres Lección
dos
Lección
cuatro Lección
tres
Lección
cinco Lección
cuatro
Restauración
y Sanidad Lección
Espiritual cinco

Lección Historia de
uno la Iglesia

Lección Lección
dos uno

Formación en 2 Formación en 2
Evangelización Evangelización

Horas totales 20 Horas totales 20

151
Mes veintiuno Mes veintitrés

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 10 Curso de 20
Formación Formación
Pastoral de Pastoral de
PIC PIC

Historia El
de la Ministerio
Iglesia de Jesús

Lección Lección
dos dos

Lección Lección
tres tres

Lección Lección
cuatro cuatro

Lección Lección
cinco cinco

El Final del
Ministerio segundo
de Jesús libro

Lección Corintios
uno
Lección
Formación en 10 uno
Evangelización
mediante el Lección
Método del dos
Camello Lección
Horas totales 20 tres

Lección
cuatro
Mes veintidós Lección
Curso Materia Lección Horas cinco

Receso Discipulado

Lección
uno

Horas 20
totales

152
Mes veinticuatro Mes veinticinco

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 20 Curso de 14
Formación Formación
Pastoral de Pastoral de PIC
PIC
Desarrollo
Discipulado Sostenible

Lección Lección
dos dos

Lección Lección
tres tres

Lección Lección
cuatro cuatro

Lección Lección
cinco cinco

Ministerio Evangelio
de Niños de Juan

Lección Lección
uno uno

Lección Lección
dos dos

Lección Lección
tres tres

Lección Formación 6
cuatro Denominacional

Lección Horas totales 20


cinco

Desarrollo
Sostenible

Lección
uno

Horas 20
totales

153
Mes veintiséis Formación 4
Denominacio
Curso Materia Lecció Hora
nal
n s
Horas totales 20
Curso de 16
Formación
Pastoral de
PIC Mes veintisiete

Evangelio Curso Materia Lección Horas


de Juan
Inspección del
Lecció Funcionamiento
n de las Iglesias
cuatro de Cuarta
Generación
Lecció
n
cinco

Restauraci
ón y
Sanidad
Espiritual

Lecció
n uno

Lecció
n dos

Lecció
n tres

Lecció
n
cuatro

Lecció
n
cinco

Final del
tercer libro

Antropolog
ía Cultural

Lecció
n uno

154
Mes veintiocho Mes veintinueve

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 20 Curso de 20
Formación Formación
Pastoral Pastoral de
de PIC PIC

Antropología Reino y
Cultural Sermón del
Monte
Lección
dos Lección
dos
Lección
tres Lección
tres
Lección
cuatro Lección
cuatro
Lección
cinco Lección
cinco
Eclesiología
Escatología
Lección
uno Lección
uno
Lección
dos Lección
dos
Lección
tres Lección
tres
Lección
cuatro Lección
cuatro
Lección
cinco Lección
cinco
Reino y
Sermón del Orientación
Monte Pastoral

Lección Lección
uno uno

Horas 20 Horas 20
totales totales

Mes treinta

Curso Materia Lección Horas

Receso

155
Mes treinta y uno Mes treinta y dos

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 20 Curso de 20
Formación Formación
Pastoral de Pastoral de
PIC PIC

Orientación Holismo
Pastoral
Lección
Lección dos
dos
Lección
Lección tres
tres
Lección
Lección cuatro
cuatro
Lección
Lección cinco
cinco
Final del
Introducción cuarto
al Islam libro

Lección Génesis
uno
Lección
Lección uno
dos
Lección
Lección dos
tres
Lección
Lección tres
cuatro
Lección
Lección cuatro
cinco
Lección
Holismo cinco

Lección Hombre,
uno Pecado y
Salvación
Horas 20
totales Lección
uno

Horas 20
totales

156
Mes treinta y tres Mes treinta y cuatro
Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas
Curso de 20 Receso
Formación
Pastoral de
PIC
Mes treinta y cinco
Hombre,
Pecado y Curso Materia Lección Horas
Salvación Curso de 20
Lección Formación
dos Pastoral de
PIC
Lección
tres Religiones
Tradicionales
Lección de África
cuatro
Lección
Lección dos
cinco
Lección
Ministerio de tres
Jóvenes
Lección
Lección cuatro
uno
Lección
Lección cinco
dos
Salmos
Lección
tres Lección
uno
Lección
cuatro Lección
dos
Lección
cinco Lección
tres
Religiones
Tradicionales Lección
de África cuatro

Lección Lección
uno cinco

Horas 20 Neumatología
totales Lección
uno

Horas 20
totales

157
Mes treinta y seis Mes treinta y siete

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Curso de 20 Curso de 20
Formación Formación
Pastoral de Pastoral de
PIC PIC

Neumatología Esdras y
Nehemías
Lección
dos Lección
dos
Lección
tres Lección
tres
Lección
cuatro Lección
cuatro
Lección
cinco Lección
cinco
Final del
quinto libro Dones
Espirituales
Restauración y
Sanidad Lección
Espiritual uno

Lección Lección
uno dos

Lección Lección
dos tres

Lección Lección
tres cuatro

Lección Lección
cuatro cinco

Lección 1 Juan
cinco
Lección
Esdras y uno
Nehemías
Horas totales 20
Lección
uno

Horas 20
totales

158
Mes treinta y ocho Mes cuarenta

Curso Materia Lección Horas Curso Materia Lección Horas

Motivación para la Curso de 10


Plantación de Formación
Iglesias de Quinta Pastoral de
Generación PIC

Ángeles y
Demonios
Mes treinta y nueve
Lección
Curso Materia Lección Horas uno

Curso de 18 Lección
Formación dos
Pastoral de PIC
Lección
1 Juan tres

Lección Lección
dos cuatro

Lección Lección
tres cinco

Lección Horas totales 10


cuatro

Lección
cinco

Ética del
Cristiano

Lección
uno

Lección
dos

Lección
tres

Lección
cuatro

Lección
cinco

Horas totales 18

159
160

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