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HOMBRO DOLOROSO
ASIGNATURA:
FISIOTERAPIA Y REHABILITACIÓN
Docente de Práctica:
Dra. GLADYS SANCHEZ
Alumno:
RONALD ROJAS EVANGELISTA
Ciclo:
X
Semestre:
2018- I I
LIMA – PERÚ
2018
EL HOMBRO DOLOROSO
Se define como aquel dolor que se sitúa en la región del hombro y aparece con algunos
movimientos del brazo. El hombro doloroso es una de las consultas médicas más
frecuentes, y llega a afectar al 25% de la población en algún momento de la vida. Es más
frecuente en personas de edad avanzada o que realizan trabajos pesados.
A pesar de ser una patología muy frecuente, las causas que producen dolor de hombro,
no son siempre bien conocidas. Dicho dolor puede ser debido a lesiones propias de la
articulación, de los músculos o de los tendones y de los ligamentos que la componen
(intrínsecas). En ocasiones, lesiones más distantes a la articulación también producen
dolor en dicha zona (extrínsecas) (tabla 1).
Tabla 1
Causas del Hombro Doloroso
SÍNTOMAS
El dolor aparece con los movimientos del hombro, en la cara superior y externa de la
articulación (figura 2). Generalmente, limita poco la movilidad, aunque en ocasiones
impide realizar ciertos movimientos. Este dolor suele ser más intenso por la noche, sobre
todo al dormir sobre el brazo y mejora después de moverlo suavemente. En otros casos,
el dolor es muy intenso y agudo, pudiendo sentirse el dolor en la zona cervical, antebrazo
y mano. Incluso puede presentarse una pérdida casi completa de la movilidad.
Valoración clínica
Clínicamente los problemas dolorosos del manguito rotador tienen una presentación
típica: sucede en mayores de 35 años, causa dolor en la parte superior/lateral del brazo y
tiene un componente habitual nocturno insidioso, el arco de movilidad es doloroso y
estaría limitado, con movilidad activa limitada y movilidad pasiva completa, con debilidad
que se manifiesta como fatiga o incapacidad para elevar el brazo por encima del nivel del
hombro y menor potencia muscular forzada. El inicio de los síntomas es variable, pueden
aparecer de forma aguda, tras un traumatismo o un esfuerzo brusco o relatado como un
"tirón" del brazo, aunque la mayoría de los pacientes relatan una clínica de largo tiempo
de evolución con progresión de los síntomas y recurrencia de los mismos. Aunque la
evolución, en general, es benigna, a los 18 meses del inicio del episodio,
aproximadamente el 50% continúa con síntomas. (Speed C. Shoulder pain. BMJ Clin Evid
2008; 01:1107)
— La anamnesis detallada, que incluirá preguntar sobre el trabajo que realiza y e indagar
alguna repercusión o causa en el mismo en la aparición del proceso.
Exploración física
Figura1
Proceder con la maniobra combinada abducción con rotación externa del hombro (figura
3).
Figura3
Signo de impingement de Neer (figura 4)
Figura4
Con el paciente de pie, el brazo se coloca a 90.º de flexión y el codo a 90.º de flexión.
Entonces se le realiza suavemente una rotación interna del hombro. La prueba es positiva
si el paciente siente dolor durante la maniobra (figura 5).
Figura6
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
No está claro si las maniobras son útiles para diagnosticar con precisión las diversas
patologías del hombro (Park HB et al. Diagnostic accuracy of clinical tests for the different
degrees of subacromial impingement syndrome. J Bone Joint surg Am. 2005; 87:1146-55).
En general, las maniobras son imprecisas y no pueden ser recomendadas para uso
clínico [Hughes PC et al. Most clinical tests cannot accurately diagnose rotator cuff
pathology: a systematic review. Aust J Physiother. 2008;54(3):159-70].
El examen clínico parece más útil para descartar roturas completas que para detectar su
existencia [Dinnes J et al. The effectiveness of diagnostic tests for the assessment of
shoulder pain due to soft tissue disorders: a systematic review. Health Technol Assess
2003; 7(29)].
La ecografía puede ser más precisa que RM para descartar roturas parciales. Es más
coste-efectiva que RM para detección de roturas (depende de la pericia del
explorador y no es tan útil para evaluar fracturas ocultas, estructuras articulares y
tejidos blandos). Está fuertemente recomendada –tras fracaso de tratamiento
conservador– para confirmar o descartar rotura completa o parcial y, en menor medida,
tendinopatía, bursitis subacromial y tendinitis calcificante [Ottenheijm RP et al. Accuracy of
diagnostic ultrasound in patients with suspected subacromial disorders: a systematic
review and meta-analysis. Arch Phys Med Rehabil. 2010 Oct; 91(10):1616-25].
En primer lugar el reposo, que no deberá prolongarse mas de tres días. Pasado este
tiempo es imprescindible comenzar a levantarse y a realizar una actividad física suave y
progresiva según vayamos notando menos dolor. En estas fases, es muy eficaz la
aplicación de calor local varias veces al día, masaje después del calor (sobre todo si
notamos que los músculos de la zona están contracturados) y analgésicos simples, como
el paracetamol o el metamizol, o antiinflamatorios no esteroideos. Si no se obtiene mejoría
con estas medidas, debemos acudir al médico para que valore la necesidad de medidas
complementarias tanto diagnósticas como de tratamiento.
Evidencia de los tratamientos del hombro doloroso (Clinical evidence. Search date
august 2009. Richard J. Murphy and Andrew J. Carr.)
Tratamientos farmacológicos orales
Infiltraciones locales
Tratamientos no farmacológicos
Cirugía
Cuando el dolor es menos intenso, hay que empezar con los ejercicios de rehabilitación.
Este tratamiento consiste en la realización de ejercicios que mejoran la movilidad del
hombro (figura 3). Se deben realizar con asiduidad y de manera progresiva, sin provocar
dolor. Se debe hacer cada ejercicio unos 5 minutos y repetirlos 2 veces al día. Sólo en
muy pocas ocasiones y cuando el tratamiento médico no ha sido eficaz, se debe recurrir a
la cirugía.