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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE CHICLAYO

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS BÁSICAS
ASIGNATURA DE FARMACOLOGIA Y BASES TERAPEUTICAS

TEMA:
FARMACOCINETICA EN GESTANTES
 DOCENTES:
o DR. CUSTODIO POLAR CLEYSSER ANTONIO (COORDINADOR)
o DR. MANSILLA

 SEMESTRE:
o 2019 – I

 CICLO:
o VI

 ALUMNOS:
o CHILÓN RIOJAS, ZULEMA 201410111
o BAUTISTA DÍAZ, DANIEL 201610142
o GONZALES CHAVEZ, EDWIN 201610002
o JULCA INGA, NELSON 201510311
o PAREDES GARCÍA, GHERSON 201410096

Pimentel, 26 de Marzo del 2019


INTRODUCCION
El embarazo supone una etapa especial desde el punto de vista terapéutico tanto por la
frecuencia de la toma de fármacos durante dicho periodo como por las repercusiones que
dicha toma puede ocasionar. Durante la gestación se producen una serie de cambios
fisiológicos y farmacocinéticas que pueden alterar tanto la eficacia como la seguridad de los
mismos. Además, la mayoría de los fármacos habitualmente empleados atraviesan la
barrera placentaria pudiendo interferir el desarrollo embrionario. Todo profesional que
atienda gestantes debería conocer las modificaciones farmacocinéticas acontecidas en
dicho periodo y los fármacos seguros o potencialmente teratogénicos para realizar una
correcta utilización de los mismos
Ante la administración de medicamentos a una mujer embarazada hay que tener en cuenta:
existencia de dos pacientes (madre y feto) simultáneamente; y posibilidad de aparición de
efectos teratógenos en el feto (dismorfogénicos o no), El embarazo tiende por sí mismo a
agravar o empeorar las patologías que concurran en el mismo. De manera análoga, las
patologías que padezca la mujer embarazada tienden a empeorar las condiciones de
viabilidad del embarazo. Existencia de notables variaciones en la fisiología materna para
adaptarse a los requerimientos impuestos por el embarazo; tales variaciones pueden afectar
a la patología que se pretende tratar. Posible variación del comportamiento farmacocinético
y farmacodinámico esperado de muchos medicamentos como consecuencia de los cambios
fisiológicos de la embarazada.
En el presente trabajo se busca conocer las bases farmacocinéticas y farmacodinámicas en
el tratamiento durante el periodo de embarazo y lactancia, logrando así establecer
correlación entre las variables y la fisiología de la madre, condiciones, contraindicaciones y
las clasificaciones del tipo de fármaco que se pueda llegar a administrar.
OBJETIVOS
1. Establecer los cambios fisiológicos esperados durante el embarazo.
2. Conocer la farmacocinética en la gestación.
3. Conocer la farmacodinamica durante la gestación.
4. Conocer la clasificación de los fármacos en el embarazo según la FDA
5. Determinar la anatomía y fisiología de la glándula mamaria, así como conocer la
producción y secreción de la leche y que hormonas participan.
6. Dar a conocer los efectos que pueden ocasionar los fármacos administrados en una
gestante.
7. Determinar los distintos fármacos que podemos recomendar a una paciente gestante
y otra que ya está en el periodo de lactancia.
FARMACOCINETICA EN GESTANTES

I. CAMBIOS FISIOLOGICOS DURANTE EL EMBARAZO


La placenta no es realmente una “barrera” debido que a través de ella se transfieren fácil
y rápidamente muchos nutrientes, fármacos, drogas e inclusive tóxicos. La difusión hacia
los tejidos fetales de cualquier fármaco depende de varios factores relacionados con la
solubilidad a los lípidos, la fijación a las proteínas, el peso molecular, el grado de ionización
y el metabolismo placentario. Cuanto mayor es la edad gestacional mayor es la
permeabilidad placentaria. Los cambios fisiológicos que ocurren en el embarazo pueden
modificar los cambios de concentración del fármaco, en la farmacocinética, es decir en la
absorción, distribución, metabolismo y excreción del fármaco.

II. CAMBIOS FARMACOCINETICOS DURSNTE EL EMBARAZO,EL RIESGO


POTENCIAL DE TERATOGÉNESICOS

 ABSORCIÓN
Se define como el proceso fisiológico por medio del cual el fármaco es capaz de
penetrar al interior del organismo,2 ésta puede verse afectada por diferentes factores:
- ORAL: La disminución de la motilidad gastrointestinal va a favorecer que exista
un contacto durante más tiempo entre el medicamento y la mucosa
gastrointestinal, lográndose una mayor tasa de absorción del fármaco, sobre
todo en aquellas formas farmacéuticas de lenta disolución o liberación del
principio activo. Así, en la mujer gestante se produce un aumento en la absorción
de Ca y Fe por este mecanismo. Además, en la embarazada, la secreción ácida
disminuye un 40% y aumenta la secreción de moco, incrementándose el pH
gástrico, lo que determina que los medicamentos ácidos están más ionizados y
se absorben menos .Por el contrario, en pH alcalino, las bases se encontrarán
no ionizadas y, por tanto, difundirán con mayor facilidad a través de la barrera
intestinal (mayor absorción). Otro aspecto que interviene en la absorción oral de
medicamentos en la embarazada es el ligero retraso en la velocidad de vaciado
gástrico que experimentan éstas. La absorción por vía intramuscular aumenta
por vasodilatación y aumento del gasto cardíaco.
- PULMONAR: Del mismo modo la absorción pulmonar también se ve
incrementada por el estado de hiperventilación y por un mayor flujo sanguíneo
pulmonar
 DISTRIBUCIÓN: La distribución del medicamento en el organismo de una mujer
embarazada se ve influido por dos factores que van a producir efectos opuestos:
o Aumento del volumen plasmático circulante: al haber una mayor cantidad de
plasma, habrá una menor concentración de fármaco por unidad de volumen tras
la administración de una dosis fija de medicamento.
o Proteinuria fisiológica que conduce a una hipoproteinemia o disminución de la
tasa de proteínas en plasma (principalmente albúmina). La disminución de los
niveles de albúmina va a hacer que se incremente la fracción libre de los
medicamentos, siendo especialmente importante en aquéllos con una elevada
tasa de unión a proteínas plasmáticas. Ya sabemos que la fracción de fármaco
libre es la farmacológica y toxicológicamente activa, por ser la única que puede
atravesar membranas, ya sea para acceder a sus puntos de acción o para ser
eliminada.
o En el embarazo disminuyen la concentración de las proteínas plasmáticas y
cambian las proporciones de la albúmina y alfa –1- glicoproteína ácida (AAG),
siendo éstas menores en comparación a la no embarazada. Los niveles de
albúmina sérica materna disminuyen de 20% a 63% en el momento del parto.
Hay que tener en cuenta que estados patológico como infecciones e inflamación
pueden incrementar los niveles de AAG.
 METABOLISMO: El metabolismo hepático de primer paso no experimenta grandes
cambios en las embarazadas, salvo en excepciones, no va a ser un factor que
modifique el comportamiento previsto de un medicamento. Lo que sí se puede
esperar es que se produzca un aumento de los fenómenos de inducción enzimática
de forma endógena, motivados fundamentalmente, por el incremento de la tasa de
progesterona en la gestante. La progesterona, comportándose como inductor
enzimático, va a aumentar la tasa y la velocidad del metabolismo de otros fármacos
(sobre todo, los que tienen un elevado índice de metabolismo hepático), conduciendo
a una disminución de su semivida y, por consiguiente, de su acción. Así, el aumento
de los niveles de glucocorticoides que ocurren en la embarazada va a producir un
aumento en el metabolismo de éstos, con lo que, de forma competitiva, los
glucocorticoides van a “robar” recursos de metabolización a otros medicamentos,
incrementándose la concentración de éstos en el organismo.

 EXCRECIÓN: En la embarazada, los cambios en la función renal van a condicionar


el ritmo y la cantidad de fármaco excretado. El aumento de volumen minuto va a
conducir a un notable incremento del flujo sanguíneo renal, elevando, por
consiguiente, el ritmo de filtración glomerular. La consecuencia lógica va a ser un
aumento de la cantidad de medicamento excretado, con la consiguiente disminución
de su concentración plasmática y de su semivida. Este aspecto es muy importante
para aquellos medicamentos que tienen un elevado porcentaje de eliminación renal,
sirviendo de ejemplos característicos los digitálicos y los antibióticos. Hay que
recordar que la excreción renal se va a ver, además, favorecida por el aumento de la
fracción libre de fármaco que ocurre por la hipoproteinemia fisiológica. Si además
nos encontramos en presencia de un medicamento hidrosoluble y con bajo peso
molecular, las condiciones serán las óptimas para un aclaramiento eficaz y rápido del
fármaco.

EL RIESGO POTENCIAL DE TERATOGÉNESIS

Los defectos congénitos inducidos por fármacos y otras sustancias químicas representan
aproximadamente el 1 % de todos los defectos congénitos.
Antes de establecer el factor etiológico en un defecto congénito se deben considerar criterios
específicos basados en 3 principios:
1. El defecto congénito debe caracterizarse por completo como producido por la droga.
Ejemplo, el labio y paladar hendidos se relacionan con la hidantoína pero también con
más de 200 causas genéticas.
2. El agente debe cruzar la placenta, y hacerlo de manera suficiente para influir de
manera directa en el desarrollo fetal.
3. La exposición a la droga debe ocurrir en un periodo importante del
desarrollo.
a.Periodo preimplantacional: El suceso es radical, el embrión se mantiene totalmente íntegro
o se produce la muerte y el subsecuente aborto, se le conoce como el periodo de “todo o
nada”.
b.Periodo de organogénesis: Ocurre entre la segunda y la octava semana de gestación. Es el
período embrionario y el más susceptible a sufrir los efectos de un fármaco teratogénico,
se pueden originar malformaciones estructurales importantes que pueden ser incompatibles
con el desarrollo de la vida fetal y extrauterina.
c.Periodo fetal: Comprende a partir de la novena semana, las alteraciones morfológicas que se
pueden producir con la exposición son menos graves que en la organogénesis pero si se
pueden originar alteraciones importantes en el crecimiento y desarrollo funcional del feto (7,8).
Es necesario tomar la información sobre el tema, con ponderación. Se han publicado
informes no científicos y tendenciosos desfavorables sobre la seguridad de fármacos que
son de uso frecuente y muy útiles en la prescripción diaria. La investigación seria sobre los
mismos ha logrado reponer en el mercado estos productos con el consiguiente beneficio de
los pacientes.
De la misma manera, investigación procedente de estudios con animales no garantiza su
inocuidad en el ser humano, el caso más ilustrativo es el de la talidomida, un fármaco sedante
e hipnótico que se empezó a comercializar en el año 1958 para contrarrestar las náuseas y
vómitos de las gestantes en los primeros tres meses de embarazo, hasta que en 1962 se publica
la relación que tenía el uso de esta droga y la aparición de malformaciones en brazos y
antebrazos (focomelia o amelia) en niños expuestos. En estos momentos se dejó de pensar en
la placenta como una barrera impenetrable

III. FARMACODINAMIA EN GESTANTES Y CLASIFICACION DEL RIESGO (SEGUN LA


FDA)
 FARMACODINAMIA EN GESTANTES
Es necesario comprender la reacción del fármaco en el organismo, es decir conocer los
efectos bioquímicos y fisiológicos de los fármacos y de sus mecanismos de acción y la
relación entre la concentración del fármaco y el efecto de éste sobre un organismo. Durante
el embarazo ocurren cambios fisiológicos sustanciales en la madre, necesarios para el éxito
del embarazo, que alteran tanto la farmacocinética de muchas drogas como la
farmacodinamia, generando variación en la eficacia farmacológica.
La posible repercusión de la administración de un medicamento a una mujer embarazada y
al feto va a estar sujeta a un gran número de variables:
 Naturaleza del fármaco administrado: Potencial intrínseco de un medicamento de
ser o no perjudicial para la madre y el feto (ver categorías de la FDA).
 Frecuencia de administración: Ante un mismo medicamento, no son idénticos los
efectos esperables si se administra el fármaco de forma esporádica, periódica o
continúa.
 Momento de la administración: Según se realice la administración del
medicamento en el primer, segundo o tercer trimestre, las consecuencias pueden ser
cualitativa y cuantitativamente diferentes.
 Fase en la que se encuentra el embarazo: El momento concreto en el que se
encuentra la gestación va a conferir un teórico potencial de riesgo a la mujer
embarazada. Así y durante el primer trimestre, que es cuando se desarrollan y
diferencian la mayoría de los órganos y sistemas fetales, habrá una exacerbación de
los fenómenos proliferativos, siendo especialmente susceptible de alteración en este
período. La consecuencia de una acción negativa en esta fase va a producir la
paralización y/o deformidad del órgano o sistema que se esté formando en ese
momento. Con este razonamiento entendemos cómo son particularmente peligrosos
para el feto los antimitóticos, ya que actuarán preferentemente evitando la
“proliferación celular fisiológica” que supone el crecimiento intraútero de un nuevo
ser.
 Estado nutricional, inmune y metabólico materno: un mismo medicamento puede
comportarse de forma distinta según el estado orgánico y funcional de la
embarazada. Habrá que prestar, por tanto, especial atención a las patologías
asociadas en el transcurso del embarazo.
Aunque la máxima de “no utilizar medicamentos durante el embarazo” sigue estando vigente,
también se ha de estar atento y examinar aquellos trastornos que, si no se medican, pueden
tener peores consecuencias sobre la madre y/o feto. Por tanto, sopesar el binomio riesgo -
beneficio cuando se administra un medicamento alcanza toda su dimensión en la mujer
embarazada. Como se ha indicado, un factor determinante del efecto teratógeno que puede
ocurrir en el feto es la naturaleza del medicamento administrado.
 CLASIFICACIÓN DEL RIESGO DE LA FDA
Con la finalidad de orientar al médico en su decisión de usar los fármacos en una gestante,
y en respuesta a la tragedia provocada por la talidomida en el año de 1979, la Food and
Drug Administration (FDA) asignó las categorías de riesgo de embarazo (A, B, C, D y X) a
todos los fármacos disponibles en los Estados Unidos(Tabla1).

CLASIFICACION SEGÚN LA FDA


Categoría A:
Pueden prescribirse en cualquier trimestre del embarazo, ya que la posibilidad de daño fetal
parece remota. El número de fármacos incluidos en esta categoría es muy bajo al no poder
garantizar que no aparezcan efectos nocivos.
Categoría B: En este grupo se incluyen los fármacos sobre los que no existe evidencia de
riesgo fetal. El uso de estos medicamentos se acepta, generalmente, durante el embarazo.
Categoría C: En esta categoría se incluyen un gran número de medicamentos,
especialmente los de reciente comercialización, de los que se carece de información.
Categoría D: Los estudios controlados y observacionales realizados en mujeres
embarazadas han demostrado un riesgo para el feto. Sin embargo, el beneficio de su uso
en mujeres embarazadas puede aceptarse a pesar del riesgo.
Categoría X: El riesgo de la utilización del medicamento en la mujer embarazada sobrepasa
claramente cualquier posible beneficio. El medicamento está contraindicado en la mujer que
está o que puede quedar embarazada.
Desde junio del 2015 exige el etiquetado de los medicamentos con información
pormenorizada de los riesgos en la gestación tanto para pacientes como para médicos.

IV. MEDICACIÓN ESPECÍFICA EN EL EMBARAZO.


 ANEMIA Y ESTADOS CARENCIALES:
No hay riesgos para el feto con la ingesta de hierro, pero hay que considerar que su
administración en el primer trimestre no se hace necesaria debido a que, durante este
periodo, no aumentan las necesidades fisiológicas. Luego hay que administrar
suplementos en una cantidad de 30 a 60 mg, considerando que para una absorción de
6 mg diarios, se logra con 30 mg/día de hierro elemental es decir con 250 mg de gluconato
ferroso, 150 mg de sulfato ferroso, o 90 mg de fumarato ferroso.
 PATOLOGÍA DIGESTIVA.
Náuseas y vómitos:
El mecanismo principal de los antihistamínicos, en el tratamiento de las náuseas y los
vómitos del embarazo, es la inhibición directa de histamina en el receptor H1. El más
recomendado es la doxilamina. Se indica la combinación doxilamina-piridoxina en el
tratamiento farmacológico inicial de las náuseas del embarazo. Si persiste se sugiere
agregar difenhidramina 25 a 50 mg VO cada seis horas o meclizina 25 mg VO cada seis
horas. Si los síntomas no mejoran, se sugiere agregar un antagonista de la dopamina
(proclorperazina, metoclopramida). Todos ellos seguros en el primer trimestre del
embarazo.
El dimenhidrinato es el antihistamínico más usado en la gestante. Es considerado de
categoría B por la FDA, no se han realizado estudios en humanos, no se ha establecido
la seguridad de su uso durante la gestación pero tampoco se reportan alteraciones por su
frecuente uso en el primer trimestre de la gestación.
Reflujo gastrointestinal:
Se recomienda modificar estilos de vida, como ingerir comidas ligeras y frecuentes, evitar
grasas, picantes, café, no acostarse inmediatamente tras la ingesta y elevar la cabecera de
la cama. Si estas medidas no son eficaces, considerar el tratamiento farmacológico. Los
antiácidos como hidróxidos de magnesio y aluminio, sucralfato, y almagato suelen ser la
primera alternativa, aun así no se aconseja usarlos en los 3 primeros meses y por tiempo
prolongado. La ranitidina y el omeprazol se consideran como seguros. Otro estudio por
Pasternak que incluyó lansoprazol, esomeprazol y pantoprazol no demostró incremento el
riesgo de defectos congénitos.
Estreñimiento:
El tratamiento de primera elección es el aumento de fibra dietética y líquidos. El uso de
laxantes como hidróxido de magnesio, lactulosa, o bisacodilo tienen un buen perfil de
seguridad debido a su absorción mínima.
Diarrea aguda:
Inicialmente, medidas generales tales como hidratación y dieta apropiada. La loperamida
no fue teratogénica en estudios con animales, pero los datos en humanos son
contradictorios. La terapia con antibióticos rara vez es necesaria debido a su etiología
mayormente viral que suele autolimitarse.

V. INFECCIONES URINARIAS,PATOLOGÍA NEUROLÓGICA Y PSIQUIÁTRICA, OTRAS


PATOLOGÍAS
 INFECCIONES
Uso de antibióticos en gestación:
Tienen un buen perfil de seguridad en mujeres embarazadas las cefalosporinas,
penicilinas, eritromicina (excepto estolato), azitromicina y la clindamicina. Los
aminoglucósidos son relativamente seguros, pero conllevan el riesgo de ototoxicidad y
nefrotoxicidad fetal y materna. Aunque la eritromicina y azitromicina tienen buenos perfiles
de seguridad, la claritromicina, otro macrólido, ha producido resultados adversos del
embarazo en estudios con animales, La doxiciclina se evita debido a que otras tetraciclinas
se han asociado con la supresión transitoria del crecimiento óseo y con la tinción de los
dientes en desarrollo, pero los datos disponibles no muestran efectos teratogénicos de
doxiciclina. Las fluoroquinolonas se evitan generalmente durante el embarazo y la
lactancia, ya que son tóxicos para el desarrollo del cartílago en estudios experimentales en
animales. Sin embargo, ni los efectos adversos sobre el cartílago ni un aumento de
malformaciones congénitas del uso durante el embarazo humano se ha documentado.
Trimetoprim se evita generalmente en el primer trimestre debido a que es un antagonista
del ácido fólico, ha provocado el desarrollo anormal de embriones en animales pero no en
seres humanos. Las sulfonamidas no parecen implicar un riesgo significativo, aunque
existe una preocupación teórica sobre la hiperbilirrubinemia en el recién nacido prematuro
si se administra cerca del parto. Una revisión sistemática no encontró ningún caso de
kernicterus asociado con el uso materno de sulfonamidas durante el embarazo o la
lactancia.

Tuberculosis:
El régimen en gestantes se basa en tres fármacos: Isoniacida, rifampicina y etambutol. Hay
regiones en donde existe resistencia a la isoniacida, entonces se agrega pirazinamida. Las
gestantes que reciben isoniacida deben tomar 25 mg diarios de piridoxina para reducir sus
efectos hepatotóxicos y de neuropatía periférica. Están contraindicadas la estreptomicina
y, la kanamicina.
Resfrío común:
Los medicamentos sintomáticos son inocuos en la gestación si se administran por un corto
plazo. El paracetamol es el de primera elección y es carente de riesgos. Si la rinorrea es
una molestia considerable podemos usar bromuro de ipratropio y aerosol nasal de
cromoglicato. Si se precisa un antitusígeno, utilizar dextrometorfano. No se ha asociado un
mayor riesgo de anomalías con la mayoría de los antihistamínicos comúnmente
utilizados, como la clorfeniramina. Sin embargo la terfenadina, astemizole,
fenilpropanolamina y fenilefrina en el primer trimestre se han relacionado en algunos
estudios con riesgo de teratogenicidad, por lo que si es necesario descongestionar se deben
recurrir a los aerosoles nasales tópicos que representan una dosis más baja para el feto
que la medicación sistémica.
El uso de la codeína como antitusígeno no ha reportado aumento del Rx de malformaciones
pero en dosis excesiva cerca del parto puede causar adicción y síntomas de abstinencia en
el recién nacido. El yoduro de potasio como componente de los expectorantes debe evitarse
porque cruza la barrera placentaria y puede producir bocio fetal

GRUPOS FARMACOLÓGICOS Y PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES


CONCLUSIONES

1. Logramos establecer los cambios fisiológicos durante el embarazo, de entre los


cuales tenemos el enlentecimiento del vaciado gástrico, aumento del flujo sanguíneo,
disminución de la unión a proteínas, aumento del filtrado glomerular, entre otros.
2. En el embarazo ocurren cambios fisiológicos que modifican la farmacocinética de los
fármacos. Hay factores que dependen de la madre y otros independientes de ella
como son los derivados de la existencia de la placenta, del feto y el propio
medicamento.
3. Se logró conocer la farmacodinamica durante la gestación, es decir entablar
características de reacción del fármaco en el organismo, teniendo consideraciones
especiales por el embarazo.
4. Se conoció la clasificación de los fármacos en el embarazo según la FDA donde los
clasifica en 5 categorías (A, B, C, D, X) de las cuales los de la categoría X están
totalmente contraindicados para su uso durante el embarazo.
5. Se pudo determinar la anatomía y fisiología de la mama, así como el proceso de
comunicación entre madre y lactante en que participan múltiples señales
desencadenantes de la formación de leche materna.
6. Los Fármacos que pueden ser y no administrados por la mujer gestante está
clasificada por la FDA (Food and Drug Administration) en 5 categorías (A, B, C, D y
X), a partir de la categoría B es donde podemos observar medicamentos que pueden
tener efectos adversos como efectos favorables cundo se es administrada en una
gestante, en la categoría A, hay pocos fármacos que pueden causar efectos adversas
ya que esta categoría es en donde se encuentran la mayoría de fármacos que puede
administrarse a la gestante.
7. Al tener la información adecuada sobre que fármaco podemos recetar y cuales no en
estos distintos periodos de gestación y lactancia para así no afectar a bebe de
distintos efectos adversos que se puede causar una medicación inadecuada.
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