Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
subalternidad bajo la conceptualización que Gramsci hace del término; en tanto que
decir a la subalternidad o lo subalterno, Gramsci (año) la define como una subjetivad y una
internalización de los valores hegemónicos por parte del subalterno señalando que “las clases
conjunto de sujetos cuya acción ha sido ignorada por una historiografía que, en sus variantes
Ahora bien, el término sujeto subalterno fue usado por los Estudios subalternos
liderados por Ranahit Guha para referirse a los campesinos protagonistas de las revueltas
coloniales del siglo XIX. El sujeto subalterno en dichos estudios aparece determinado por
1
Pierre Bourdieu conceptualiza como violencia simbólica la lógica de dominación ejercida en nombre de un
principio simbólico conocido y admitido tanto por el dominador como por el dominado. De acuerdo a ello sería
una sumisión paradójica, amortiguada, insensible e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce a través
de los caminos puramente simbólicos de la comunicación, del conocimiento o, más bien del desconocimiento,
del reconocimiento, y en último término del sentimiento (12).
atributos sino por la negación que de él hace de la clase dominante (alteridad). En tanto que
fue leer la “prosa de la contrainsurgencia” (los archivos y las fuentes coloniales) a través de
las primeras obras de Barthes con el fin de encontrar los indicios de una presencia distinta y
con las concepciones discursivas de la realidad social planteada por el estructuralismo, los
de la Historia, así como también plantean que la acción política implica derrocar la linealidad
(42)
poscoloniales liderados por Spivack, montan su crítica a partir del ejercicio estructuralista
que pretende revelar una esencia, una identidad y/o una conciencia unitaria del sujeto
el sujeto, así como la realidad no pueden aprehenderse sino como un “significado connotativo
de la realidad”, esto es, en términos simples, como una imagen o representación. Respecto
de esta “radical” relación entre lenguaje y sujeto Spivack (2008) plantea que “un efecto-de-
sujeto” puede ser esbozado como aquello que parece obrar como sujeto, que es parte de una
inmensa red discontinua (“texto” en sentido general) de hebras que pueden llamarse política,
ideología, economía, historia, sexualidad, lenguaje etc.” (44). En este sentido, Spivack llega
a dar una respuesta negativa a la pregunta referida a si puede hablar el subalterno, la autora
apunta como la causa de esta imposibilidad al fracaso cognocitivo irreductible del proyecto
Spivack, respecto del Otro femenino, plantea que la violencia epistémica sobre la que se
basa la dominación colonial, al contaminarse con las “tradiciones” locales -en el momento
mismo en que las somete a la crítica- acaba por borrar efectivamente el espacio de libre
29).
la modernidad occidental y del sujeto moderno. En relación a ello estos autores han acuñado
asentamientos culturales marginados del los centros del poder imperial. Respecto de la
pertenencia a las dinámicas del poder occidental de dichos asentamientos Bernal Herrera
Herrera Montero (2009), delínea también los contornos de la figura del sujeto
mayoritariamente blanco y masculino (p. 119). Con dicha culminación se inaugura una era
establece que todos los sujetos cuyas determinaciones básicas derivan de su inserción el
proceso globalizante de la modernidad pasan a ser “sujetos de modernidad”, pero solo unos
cuantos clasificarían como “sujetos modernos”, en este sentido la historía de los grupos
como variantes locales del “sujeto o sujetos modernos”, en tanto que la historía de las élites
exclusivamente) ejercida por un agente cohercitivo externo, dado que mucho de sus
dispositivos son reproducidos por los mismos sujetos sobre los cuales es ejercido el poder, a
sujeto subalterno da cuenta de “las figuras subjetivas que han vivido la modernidad desde
serie de operaciones retóricas que constituyen el discurso colonial. Según Homi Bhabha
(1994) el discurso colonial se construye a travé de la articulación compleja de los tropos del
De acuerdo a esto último, la metáfora y la metonimia serían los tropos con los que en
correspondería con la identificación total con el estereotipo (narcisismo del yo), en tanto que
persistencia terminan otorgando una existencia natural al fetiche o estereotipo. Para Bhabha
los limites del discurso representacionista occidental se ponen en juego ante la posibilidad de
normalizador (p.92).
-refiriendose al orientalismo- plantea que esta proviene de sus estrechos lazos con las
este sentido planteamos que el archivo colonial por excelencia es el texto historiográfico que
modelo de esos relatos que admiten llenar los intersticios de sus funciones con notaciones
estructuralmente superfluas (p.5-6). Lo anterior, dado que la narración histórica, al igual que
todo relato realista sólo acepta enunciados que den cuenta de un referente, en este sentido
explica Barthes, que el significado mismo del realismo es connotar “lo real”, es decir,
producir ese efecto de realidad que realiza la verisimilitud como significado. En relación a
“la carencia misma de lo significado en provecho solo del referente llega a ser el
(p.7)
Con lo anterior, Barthes enfatiza en la verisimilitud connotativa contenida en todo
texto realista, efecto de realidad que no entrega a su referente sino un significado de mismo.
Spivack y el efecto- de- realidad planteado por Barthes. Según este último autor, en su clásico
ensayo, todo texto con pretensiones realistas (historiográfico, novela realista) lo que entrega
indicios o catálisis que no son parte de la estructura del relato, y por lo tanto
Barthes refiere a una función metafórica de las marcas indíciales de los textos realistas los
que no pueden atrapar directamente al referente, sino que re-presentarlo a través de imágenes,
desmontaje del material simbólico o las metáforas de alteridad en que se asienta todo sistema
de poder.