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Anhidramnios, definido como la ausencia de líquido amniótico, por pérdida de líquido y/o
disminución de su producción. Durante el segundo trimestre, su hallazgo es fortuito por ultrasonido
en búsqueda de otra etiología. Este hallazgo puede llevar al feto a anormalidades anatómicas y
fisiológicas, y a menudo resulta en muerte fetal o neonatal. La amniotransfusión no es el estándar
de tratamiento, por no ser efectiva en casos de anormalidades placentarias y/o anormalidades
fetales congénitas.
Caso: Primigesta de 34 años que se refiere de su unidad médica, por anhidramnios de 22
semanas de gestación, no tiene antecedentes de parto pretérmino, y no tuvo pérdida de líquido en
la exploración con espejo vaginal. El ultrasonido calculó un peso fetal de 440 grs además de
ausencia de líquido, se observó la vejiga sin alteraciones; se observa el cordón hiperecoico, la
placenta se ubica en el fondo uterino, se observan datos de pulsaciones en la arteria cerebral media
y la arteria fetal. Al día siguiente, la paciente refiere movimientos fetales disminuidos y el
ultrasonido refleja ausencia de velocidad diastólica en las arterias uterinas, bradicardia fetal sin
contracciones uterinas y producción fetal urinaria es de 0.98 mL/hr. Hallazgos que revelan un
marcado compromiso fetal, por una disfunción circulatoria.
Se le realiza una resonancia magnética a la paciente, con lo que descartan anomalías congénitas
urológicas, pero existe una compresión placentaria en su sitio de inserción por una torsión de las
arterias umbilicales. La causa del anhidramnios es desconocida, y la amniotransfusión terapéutica
y diagnostica, se indica la semana 23. Se infunde 350 mL de solución salina caliente, hasta detectar
un máximo en saco de longitud vertical >3 cm. Después de la terapia, el volumen de líquido
amniótico se restableció espontáneamente y la producción de orina volvió a la normalidad. Durante
la semana 39, tuvo un parto vaginal normal, naciendo un masculino de 2.382 kg, sano, con APGAR
de 8 al minuto y 9 a los cinco minutos.
Si bien la amniotransfusión no es una medida estándar de tratamiento, al presenciar este caso,
se reevalúan también 21 casos similares a este, con y sin problemas asociados al cordón, entre las
semanas 20 y 28, lo cual revela una tasa alta de supervivencia. El pronóstico es más favorable
cuando se indica tocolisis y amniotransfusión durante el segundo trimestre, puesto que el estrés
mecánico que el volumen causa, hace que el cordón vaya mejorando sus condiciones para llevar un
embarazo un poco más de tiempo. Si bien no podría funcionar a la primera, se recomiendan series
de amniotransfusiones, que podrían mejorar la tasa de supervivencia de forma significativa. Pero
sin la evidencia suficiente no se puede asegurar los beneficios reales que pueden traer en el
tratamiento de anhidramnios con alteraciones en el cordón y la placenta.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 1 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
Las enfermedades hipertensivas del embarazo son la principal complicación y causa de muerte
materna y perinatal. Aun cuando su mecanismo no se dilucidado totalmente, es comúnmente
aceptado su papel como una reducción de perfusión útero-placentaria, asociada a una
isquemia/hipoxia placentaria, que resulta en implantación sincitiotrofoblasto anormal e invasión
anormal de las arterias espirales, que conducen a un estado de riesgo materno. En la Placenta
Previa, la placenta se implanta en el segmento inferior del útero, que condiciona un incrementado
suministro de sangre y oxígeno. Se consideró que el riesgo de un estado hipertensivo era menos
probable en este padecimiento, llegando a la conclusión que tenía un efecto protector para estados
hipertensivos inducidos por el embarazo, aunque estudios que incluían más factores de riesgo
aseveraba lo contrario. Estudios más recientes demuestran fuertemente la inversa relación entre
placenta previa y la preeclampsia.
En este metaanálisis se incluyen estudios de cohorte que mencionan algo relevante respecto a
ambos puntos, incluyendo todas las variedades de placenta previa, excluyendo aquellos que tienen
sesgos estadísticos y datos incompletos, incluyendo 7 casos en total.
Aun cuando varios de los estudios se centraron en demostrar o negar la relación entre preeclampsia
y placenta previa, los resultados eran algo inconsistentes, reportando preeclampsia grave en
pacientes con placenta previa, o placenta previa que bajaba disminuía el índice de preeclampsia
pero aumentaba el índice de partos pretérmino. En este caso, el metaanálisis encontró una relación
protectora entre la placenta previa y los trastornos hipertensivos, al repasar todos los estudios. Sus
conclusiones llevan a que la placenta implantada en la parte inferior del útero puede contribuir al
drenaje venoso y reducir el riesgo de toxemia, la mejora del suministro de sangre y la oxigenación
de la placenta implantada en el segmento uterino inferior puede tener un papel en la prevención
de las enfermedades hipertensivas del embarazo, y se consideran que las variancias anteriores eran
discrepancias por incluir más factores, por lo que se requiere una investigación más a fondo.
El propio mecanismo de la implantación en la placenta previa, es seña de los efectos protectores
que brinda ante los estados hipertensivos del embarazo, pero no se puede negar el alto riesgo que
esta trae como partos pretérmino y hemorragias puerperales. Un metaanálisis no puede dar la
pauta, para la estandarización de un resultado puesto que se limita por los criterios que los otros
estudios hicieran previamente, así como las condiciones variadas que tenían las pacientes, por lo
que se debe considerar como una verdad a medias que debe terminar de investigarse para tomar
medidas nuevas. Idealmente debe tomarse más a fondo los datos recabados de otras
investigaciones y tomar ciertas consideraciones para cada población, hasta entonces los datos que
se presentan pueden dar una diagnostico por descarte en la gran mayoría de los casos que se vean
dia a dia.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 2 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
El aborto retenido cuando sucede habiendo ocurrido la muerte del producto de la concepción,
no se expulsa de forma espontánea. Este tipo de aborto es silencioso y sucede porque al no existir
expulsión del feto no hay sangrado, incluso en algunos casos hay ausencia de sintomatología de
embarazo. La única forma de diagnosticar un aborto retenido es a través de una ecografía en la cual
se podrá comprobar la ausencia de latidos cardíacos del embrión. El manejo de este tipo de aborto
es la evacuación quirúrgica, la evacuación con uso de medicamentos y el manejo expectante.
El misoprostol es una prostaglandina sintética, que es utilizada para tratar gastritis y ulceras
gástricas, para inducción del trabajo de parto y es un abortifaciente, es usado igualmente
maduración cervical para procedimientos quirúrgicos como legrado uterino, interrupción del
embarazo y manejo de hemorragia postparto.
Este estudio busca demostrar la diferencia entre la aplicación de misoprostol vía sublingual y vía
vaginal, para esto de 240 pacientes se eligieron 160 pacientes que cumplían con todos los datos en
sus antecedentes, en su exploración física y datos ecográficos correspondientes a aborto retenido,
a las que se les dio seguimiento durante 24 hrs. Se dividieron en dos grupos las de aplicación
sublingual y las de aplicación vaginal, poniéndoles la misma dosis (100µg), cada cuatro horas,
pasadas las primeras 24 hrs con el tratamiento, se evaluó los efectos secundarios, así como los
cambios cervicales. El ultrasonido transvaginal se repitió después de las primeras 24 hrs, después
de la última toma y después de la expulsión de todos los productos de la concepción, para asegurar
la correcta evacuación de la cavidad. Hubo algunos casos que, al no existir el cólico uterino ni
cambios cervicales, se recurrió a la evacuación quirúrgica.
Notaron que el uso sublingual tiene mejor resultado que el vaginal, el número de casos con
evacuación completa fue 56 en las pacientes de aplicación sublingual, mientras que 41 en las de
aplicación vaginal. Los casos administrados por evacuación quirúrgica fueron 24 en el grupo 1
contra 39 en el grupo 2.
Si bien hubo resultados en el cual se llegó al resultado final de la evacuación quirúrgica, lo cierto
es no es mas que un riesgo como procedimiento, por las condiciones que el uterino y el cuello
presenta al momento de proceder, ya que sin una preparación previa no existirán cambios en el
cérvix uterino, proceder se vuelve más tedioso. Este estudio demostró que en la mayoría de las
pacientes se podría iniciar o incluso tratar únicamente con tratamiento medicamentoso, sin
necesidad de recurrir a la intervención, de igual manera demuestra que los mejores resultados se
obtienen con la aplicación del misoprostol sublingual, en dosis bastante bajas, que tiene pocos
efectos adversos en la paciente y que auxilia en la progresión de la expulsión de los restos de la
concepción, haciendo así que en caso de que se necesite proceder con algo más severo, sea menos
probable causar más molestias a la paciente, en pro de dañar menos la cavidad uterina.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 3 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
El aborto sucede en una tercera parte de lasa embarazadas, esto llega a afectar la calidad de
vida de las pacientes, esto puede deberse al estado del endometrio y a la implantación del embrión.
En el caso de que las pacientes tengan deseos a largo plazo de embarazarse, acaban recurriendo a
la fertilización in vitro, donde no se es evaluada adecuadamente con métodos no invasivos. Entre
estos métodos resaltan la evaluación ultrasonográfica y el estudio histológico de tejido, cada uno
de estos métodos tiene sus limitaciones. La histeroscopia por su lado da una descripción más
precisa del estado de la cavidad uterina in vivo, con lo que se pueden evaluar perfectamente las
fases del ciclo, en ausencia de embarazo. Aun con esas la información sobre los signos
histeroscópicos normales y patológicos del endometrio en el embarazo no se ha explorado por
completo.
Se intenta evaluar los signos histeroscópicos de la implantación normal y patológica utilizando
un ejemplo de embarazo no viable después del protocolo de Fertilización In Vitro, para lo que se
eligen 160 pacientes que se hicieron embrioscopias por abortos retenidos después del programa
de reproducción asistida; dividiendo a las pacientes en dos grupos, las primeras 82 sometidas a
programas de fertilización In Vitro después de un diagnostico por histeroscopia y aspiración
manual, y el segundo de las 78 que no tenían cirugías intrauterinas previas. A las que se realizó
histeroscopias iniciales y posteriormente embrioscopias. Donde no se encontraron deformidades y
en la gran mayoría se reportó una estructura normal y buena distribución las glándulas. En seis
casos se observó una distribución desigual y diferentes formas de glándulas junto a un grosor del
endometrio insuficiente con distribución escasa de los vasos. Dieciséis de estas pacientes tenían
áreas de necrosis endometrial y disposición de vasos más allá de la zona de implantación. La
mayoría de las pacientes tuvo sangrado y trombosis de los vasos del endometrio, la distrofia de la
decidua capsular fue un hallazgo más de la mitad de los casos. Debido a la ausencia datos
identificables en la estructura normal del endometrio en el embarazo progresivo según la edad
gestacional vuelven un diagnostico difícil de hacer, no hubo mayor diferencia entre ambos grupos,
ni datos histológicos de relevancia.
Si bien se pueden encontrar algunas imperfecciones en el endometrio y en la decidua capsularis,
y algunas de estas imperfecciones puedan ser clasificadas como patológicas, es imposible
determinar en qué tiempo se presentarán realmente, en el transcurso de la perdida gestacional
hasta el momento de la cirugía. El seguimiento por ultrasonido podría ayudar a determinar mejor
estos cambios antes de realizar la embrioscopia, y predecir en base a las anormalidades del
endometrio el desenlace y poder realizar algo antes de que se convierta en aborto, y aun sin un
patrón característico poder determinar con mayor brevedad una etiología.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 4 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
Los leiomiomas, mejor conocidos como miomas uterinos o fibromas, se consideran una
proliferación localizada de células de musculo liso rodeadas de una pseudocapa de fibras musculares
comprimidas, el papel de la progesterona, se debe a que su crecimiento se debe a la presencia de
sus receptores en el miometrio, por ello se ha buscado vías que la modulen a lo largo de esta década,
mencionando unos fármacos moduladores selectivos del receptor de progesterona, tales como
asoprisnil, mifepristona, telapristona y acetato de ulipristal. Y en los últimos años han existido
estudios que demuestran la efectividad del ulipristal para disminuir el sangrado y disminuir el
tamaño, además inhibe la ovulación, manteniendo niveles adecuados de hormona
foliculoestimulante y del estradiol, sin causar actividad antiglucocorticoide.
En base todos los estudios hechos hasta la fecha sobre la administración del ulipristal, se sabe
que con un tratamiento de tres meses conducen a un rápido control de casi toda la hemorragia, una
reducción significativa del tamaño del leiomioma, así como el aumento en la calidad de vida de las
pacientes. Aunque su seguimiento es corto, se cree que la recurrencia se presenta en al menos la
mitad de las pacientes en un periodo de cinco años, y en caso de recurrencia, en intervalos
prolongados tiene buenos resultados. De igualmente es importante la vigilancia del endometrio en
el cual se utilizaron técnicas histológicas, en la cual existió varianza en el día en el cual el endometrio
se engrosaba, este cambio igual estaba determinado por la dosis. Entre los cambios histológicos el
epitelio, teniendo presencia de quistes extensos, cambios vasculares inusuales y en ocasiones
hiperplasias atípicas, aun así, se consideran cambios benignos puesto que son cambios que han sido
reversibles. Se demostró de igual forma que el tratamiento prolongado es seguro, con pacientes
que tuvieron más de 4 años de tratamiento, en intervalos. De igual forma no existieron cambios
significativos en los niveles hormonales en sangre ni en los signos vitales. Aun en pacientes
posmenopáusicas no hubo cambios respecto a los valores que tenían, ni el epitelio en el examen
histológico. El uso continuo de ulipristal no está bien estudiado y no se recomienda por seguridad
de las pacientes, en terapias prolongadas se a observado cambios importantes en los vasos del
endometrio en terapias de 6 meses continuos o más.
Se ha dicho mucho del ulipristal como la alternativa más favorable en el tratamiento de los
leiomiomas, pero poco se ha dicho del estado del endometrio a la larga con su uso, pues no hay
regulaciones adecuadas para su manejo. Su disponibilidad y el hecho de que funcione bien para
disminuir el sangrado y el tamaño de los miomas, es algo bastante útil, ciertamente no es una
alternativa para pacientes que quieren tener embarazos, hay mucho aun por estudiar.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 4 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
Los miomas uterinos son los tumores más frecuentes del aparato reproductor femenino. Se
estima que aparecen en un 25% de mujeres en edad reproductiva y hasta en un 40% de mujeres en
edad inferior a los 50 años. En muchas ocasiones son tumores asintomáticos, pero lo más frecuente
es que produzcan alteraciones menstruales (hipermenorreas y hemorragias intermenstruales),
dolor abdominal y síntomas de compresión. La relación entre los miomas y el endometrio en un
punto importante en el tratamiento de las mujeres sintomáticas, aunque dependerá de muchos
factores como será el abordaje. Por esto la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia
(FIGO) los clasificó en base a su relación con el endometrio y la serosa.
En importante tomar en cuenta los datos recabados en la historia clínica de las pacientes,
importantemente la edad, el deseo de fertilidad, y los datos recabados en la exploración física,
como el tamaño y la localización, además de los datos que den el ultrasonido transvaginal, tener en
previsión que los datos son subjetivos y saber hacer diagnósticos diferenciales, y evaluar la
presencia de varios miomas. Antes de ir a un abordaje quirúrgico, evaluar otras opciones como la
administración de acetato de ulipristal durante 3 meses reduce sistemáticamente el tamaño del
mioma, o en otros casos, hacer más fácil su abordaje al disminuir un poco su tamaño; si la cirugía
es inevitable, las pacientes deben ser preparadas, para lo que les da hormona liberadora de
gonadotropina, 4 semanas antes, para disminuir el grosor del endometrio y hacer visibles los
miomas, vigilando las dosis pues aplicar 3 veces la dosis puede reducir el tamaño del mioma. Se
debe ser cuidadoso con el ulipristal y la hormona, pues pueden suavizar el mioma, y su abordaje
puede dificultad el abordaje. Los miomas submucosos se relacionan con un alta de infertilidad,
abortos, hemorragia. En base a la clasificación de la FIGO, el mejor abordaje para los tipos 0 y 1 es
la miomectomía histeroscópica, mientras que para tipo 2 recomienda histeroscopia, pero en caso
de ser muy grandes se recomienda abordaje laparoscópico. Los miomas intramurales en por su
parte son controversiales en base a su relación con la infertilidad, pues su extirpación quirúrgica
rara vez concluye espontáneamente un embarazo; la miomectomía laparoscópica es la técnica más
recomendada, pues hay menos sangrado, menos dolor, menos estancia hospitalaria. Vigilando
correctamente el estado posoperatorio para evitar adhesiones.
Aun con los beneficios que traen nuevas técnicas, también traen efectos adversos que con los
métodos conocidos pueden evitarse de buena manera, hay que considerar el estado general de las
pacientes, sabiendo brindarle opciones para que elija la más adecuada para ella.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 5 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
La preeclampsia es una enfermedad común específica del embarazo con posible resultado
adverso materno y neonatal, que afecta al 3-5% de todos los embarazos. La preeclampsia es la
hipertensión de novo manifestada después de las 20 semanas de gestación combinada con una de
las siguientes afecciones de nueva aparición: proteinuria (> 300 mg / día); o disfunción de los
órganos maternos, o disfunción uteroplacentaria. Se definen como preeclampsia de inicio
temprano, que se presenta antes 34 semanas de gestación, y preeclampsia de inicio tardío, que se
presenta a partir de las 34 semanas de gestación. La principal característica patológica de la
preeclampsia de inicio temprano es un desarrollo anormal de la placenta con restricción del
crecimiento fetal, mientras que la de inicio tardío tiene cambios mínimos o ausentes, y no tiene
restricción de crecimiento.
El único tratamiento definitivo de la preeclampsia es administrar placenta y, por lo tanto,
neonato, y el momento del parto es uno de los principales desafíos de la preeclampsia,
especialmente en mujeres con preeclampsia de inicio temprano. Si la preeclampsia se diagnostica
más allá de las 37 semanas de gestación, la inducción del parto es la mejor opción para la madre y
el neonato. Si se produce preeclampsia leve o hipertensión inducida por el embarazo a las 34-37
semanas de gestación, la monitorización expectante hasta que se justifique el deterioro clínico.
Comparando los niños que nacen después de un embarazo complicado con preeclampsia tienen un
promedio de 5% menos de peso al nacer en comparación con los niños nacidos después de un
embarazo sin complicaciones. Se asocia con tasas más altas de síndrome de dificultad respiratoria
infantil, hemorragia intraventricular, sepsis, displasia broncopulmonar y discapacidad del desarrollo
neurológico en la infancia. La principal causa de muerte materna por preeclampsia es la hemorragia
cerebral, que presumiblemente es consecuencia de una hipertensión grave.
La preeclampsia es una enfermedad común específica del embarazo, mujeres con antecedentes
de preeclampsia son propensas a enfermedades cardiovasculares más adelante. Esto implica la
oportunidad de desarrollar y evaluar programas preventivos a una edad relativamente joven. Los
efectos potenciales del tratamiento materno, incluida la medicación y la duración de la exposición
de un entorno intrauterino privado, a largo plazo, no son claros y deben evaluarse para reducir los
resultados adversos, incluida la hipertensión y el funcionamiento cognitivo, que a su vez podrían
desempeñar un papel en el resultado reproductivo de estos descendientes. La inconsistencia en el
resultado a largo plazo puede explicarse por factores de confusión que incluyen severidad de
preeclampsia, peso al nacer al momento del parto, sexo fetal, tratamiento intrauterino y neonatal
y aspectos genéticos.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Durante los últimos 80 años, varias teorías han descrito cómo se desarrolla la adenomatosis.
Actualmente, la hipótesis más extendida es que la adenomatosis se origina a partir de la
invaginación de la base del endometrio en el miometrio. Según una segunda teoría, esta
invaginación basal se desarrollaría a lo largo del sistema linfático intramiocármico. Una tercera
teoría sugiere que un proceso metaplásico que se inicia a partir de tejido endometrial ectópico se
produce de novo. Los informes muestran que aproximadamente el 20% de los casos de
adenomatosis involucran a mujeres menores de 40 años, y el 80% tienen entre 40 y 50 años.
Hasta hace poco, se creía que la adenomatosis solo se encontraba en mujeres con hijos, sin
embargo, con técnicas de imagen mejoradas, se encuentra con frecuencia en pacientes infértiles.
En pacientes con masas uterinas e infertilidad, la adenomatosis debe excluirse antes de que se den
otras opciones de tratamiento. En los casos de adenomatosis clínicamente sospechosos, la
ecografía transvaginal se debe considerar como la principal herramienta de diagnóstico entre los
hallazgos están el agrandamiento uterino sin características de fibromas y el engrosamiento
asimétrico de las paredes del miometrio anterior y posterior son signos de adenomatosis. Su
importancia radica en que las mujeres infértiles alcanzan el embarazo después de ser tratadas por
adenomatosis. En presencia de adenomiosis mostró hipertrofia celular y nuclear, forma nuclear y
mitocondrial anormal, abundantes cuerpos de mielina y otras anormalidades. Las concentraciones
de óxido nítrico sintasa, xantina oxidasa, superóxido dismutasa en mujeres con adenomiosis, los
niveles no fluctúan durante el ciclo menstrual y están sobreexpresados. La cirugía conservadora o
el tratamiento de combinación en mujeres subfértiles con adenomatosis también tuvieron
beneficios significativos no solo para controlar los síntomas sino también para aumentar la tasa de
embarazo en comparación con GnRH-a sola. Se han confirmado menores tasas de embarazo en
mujeres con adenomatosis que se sometieron a Fertilización in vitro. Hay tasas de embarazo clínico
significativamente más bajas en mujeres con adenomatosis diagnosticadas por ultrasonido (23.6%)
en comparación con el grupo de no adenomatosis (44.6%) después de la estimulación con un
protocolo de antagonista de GnRH para Fertilización in vitro. Muchos estudios informaron el
resultado reproductivo después de la terapia reproductiva en mujeres con adenomatosis.
En la situación clínica, todavía es difícil determinar si la adenomiosis es la causa de la infertilidad
o no. Se necesitan mejores estudios para determinar el mecanismo molecular del fracaso de la
implantación en mujeres con adenomiosis y el impacto de la adenomiosis en mujeres infértiles con
o sin endometriosis. Los estudios sobre el tratamiento se limitan a series de casos y datos
retrospectivos sin grupos de control.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Jinming Zhu, Miao He, Chunling Ma, Fengyun Peng, Yuli Su, Lei Huang
La ruptura prematura de membranas (RPM) es definida como la perdida de la integridad de las
membranas corioamnioticas antes del inicio del trabajo de parto, si se presenta antes de las
semanas 37 se define “pretérmino”. Debido a los cambios en las creencias, las conductas sexuales
de riesgo, los abortos múltiples y las parejas sexuales múltiples, la incidencia de la infección del
tracto genital femenino ha ido en aumento, las pacientes que lo presentan son cada vez más
jóvenes. Los receptores con dominio de oligomerización de unión a nucleótido (NLR) son un tipo de
receptor de reconocimiento de patrones ubicados en la célula, que pueden reconocer
microorganismos invasores y sus signos de alarma en el cuerpo, además de participar en la
respuesta inmune innata. Se analiza la expresión del NLRP3 y la caspasa-1 en las membranas fetales
y los tejidos placentarios, para evaluar su relación con el desarrollo de RPM.
Se eligieron un total de 60 pacientes con RPM que se hospitalizaron, en el Hospital Xuzhou, en el
periodo de octubre 2014 y mayo 2016. Entre ellos, 30 casos fueron pacientes con RPM pretérmino
(28 - 37 SDG); los otros 30 fueron RPM a término (≥37 SDG). Y se tomaron 30 pacientes en el mismo
periodo como grupo control. Todas las pacientes fueron impregnadas con antibióticos para prevenir
infección, 12 horas después de la ruptura de membranas. Se tomo una muestra central de la
superficie de la placenta 15 minutos posteriores a la cesárea, de la decidua inferior y dos muestras
de tejido corion denso.
La expresión de NLRP3 en membranas fetales se localizó en el citoplasma de las células epiteliales
de la membrana, en células mesenquimales y en las células trofoblásticas, su expresión en pacientes
con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM
pretérmino y al grupo control, y en comparación con el grupo control, la expresión de NLRP3 en el
grupo PPROM aumentó significativamente. La expresión en tejidos placentarios se localizó en el
citoplasma de las células sincitiotrofoblásticas y celulas vasculares del endotelio, su expresión en
pacientes con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM
pretérmino y al grupo control, y su expresión en pacientes con RPM pretérmino fue
significativamente mayor a comparación de las pacientes del grupo control.
La expresión de la caspasa-1 en tejidos de las membranas fetales, se localizó en el citoplasma de
las células de la membrana epitelial, de células mesenquimales, y en células trofoblásticas, y en
tejidos placentarios en células del citoplasma y en células vasculares endoteliales, su expresión en
pacientes con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM
pretérmino y al grupo control, y su expresión en pacientes con RPM pretérmino fue
significativamente mayor a comparación de las pacientes del grupo. Se demuestra que NLRP3 y
caspasa-1 se regularon significativamente en la membrana fetal y los tejidos placentarios en mujeres
con PROM, y esto puede estar asociado con el desarrollo de PROM.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 8 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
La ruptura prematura de membranas (RPM) una condición obstétrica que involucra la salida de
líquido amniótico espontáneo al menos una hora antes del inicio del trabajo de parto, complica el 5
± 10% de todos los partos. La RPM contribuye a la morbilidad y mortalidad materna, incluidas la
corioamnionitis, la endomiometritis, la hemorragia posparto, el absceso pélvico y la mayor
probabilidad de parto por cesárea. La RPM pretérmino se asocian con una mayor morbilidad y
mortalidad perinatal, especialmente cuando ocurren lejos del término. Dado que la supervivencia
neonatal es mínima en Uganda antes de las 28 semanas de gestación, se comparan los resultados
maternos y perinatales del parto vaginal con el parto por cesárea en el Hospital Mulago en una
cohorte prospectiva de mujeres con RPM después de las 28 semanas de gestación.
Se realizó un estudio prospectivo de cohorte de 1455 mujeres con rotura prematura de
membranas después de las 28 semanas de gestación entre noviembre de 2015 y mayo de 2016 en
el Hospital Mulago. Las participantes se clasificaron como RPM pretérmino (edad de gestación entre
28 ± 36 semanas y 6 días) o RPM a término (≥ 37 semanas, pero antes del inicio del trabajo de parto).
La edad gestacional se determinó utilizando el primer día del último período menstrual normal de
los participantes o mediante cualquier informe de exploración obstétrica de ultrasonido prenatal
disponible. Se realizó un diagnóstico de RPM cuando se informó flujo espontáneo de membrana al
menos una hora antes del inicio del trabajo de parto. Además de un examen obstétrico de rutina,
se usó un examen con espejo vaginal para confirmar la salida de líquido. El manejo del paciente fue
expectante, se indujo del parto con infusión de Misoprostol o Pitocina, o se abordó por cesárea.
La cesárea se asoció tanto con la morbilidad como con la mortalidad materna. Hubo una muerte
materna después del parto por cesárea, mientras que ninguno siguió al parto vaginal. Todas las
morbilidades posparto relacionadas con infecciones ocurrieron después de cesárea, en lugar de
parto vaginal. Estas morbilidades relacionadas con la infección incluyeron siete participantes con
sepsis puerperal y una con absceso pélvico. El uso de antibióticos no tuvo ninguna influencia
significativa en la mortalidad perinatal ni tuvo una influencia sobre la aparición de complicaciones
neonatales como la sepsis. El uso de corticosteroides mejoró significativamente los resultados
perinatales después de la RPM pretérmino. La edad gestacional tuvo un impacto estadísticamente
significativo en el resultado perinatal. El modo de administración no tuvo un impacto
estadísticamente significativo en la mortalidad perinatal.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 9 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia
La oxitocina es una hormona secretada por los núcleos paraventricular y supraópticos, que se
une a receptores periféricos localizados en el miometrio, glándulas mamarias y ovarios. Su
liberación favorece la contracción uterina para el trabajo de parto, y a contracción de las células
mioepiteliales del pezón y produce la eyección de la leche. El atosiban es un péptido antagonista
competitivo sintético de los receptores de oxitocina, que se administra por la amenaza de parto
prematuro entre las semanas 24 y 33 del embarazo. Se ha observado que se une a estos
receptores, reduciendo las contracciones uterinas en un 75%. Se ha demostrado que Atosiban se
propaga a través de la barrera placentaria en un 12%, independientemente del tiempo de
administración de la terapia, aunque no parece acumularse en la circulación fetal.
Para evaluar los posibles efectos que la administración de atosiban para la prevención del parto
prematuro podría tener en la lactancia al momento del alta en bebés nacidos a término y verificar
su efectividad para la prevención del parto prematuro, y en la posibilidad de aplicar el tratamiento
para completar la maduración pulmonar, se realiza estudio de cohorte retroprospectivo durante
un período de 4 años, dos grupos de mujeres embarazadas fueron identificados, tratados y no
tratados con atosiban. En el segundo, se seleccionaron los recién nacidos a término que nacieron
inmediatamente antes y después de los expuestos, de acuerdo con los criterios de inclusión y
exclusión. Se incluyeron mujeres con embarazo único, parto a término y recién nacido con puntaje
de Apgar a los 5 minutos> 7. En el grupo expuesto, la administración de atosiban se realizó de
acuerdo con el protocolo habitual del centro. Durante el período de estudio, 264 mujeres
embarazadas recibieron atosiban, de las cuales solo 100 cumplieron los criterios de inclusión y
constituyen la muestra de análisis. Solo el 8% de las mujeres tratadas con atosiban recibieron
otros tocolíticos, como la nifedipina, en comparación con solo el 0,5% de los no expuestos. El
número de ciclos de atosiban fue uno en el 74%, dos en el 22% y tres ciclos en el 4%.
En el grupo expuesto, los recién nacidos presentaron menor peso y fueron más
frecuentemente varones que en el grupo no expuesto. Todos los bebés tuvieron una prueba de
Apgar ± 9 a los 5 minutos, sin diferencias entre grupos. El 76% del grupo expuesto no requirió
reanimación, el 19% necesitó aspiración de secreciones y el 5% ventilación con presión positiva.
Entre las mujeres tratadas con atosiban, el 82% mantuvo la lactancia materna exclusiva, el 8% tuvo
lactancia materna mixta y el 10% tuvo alimentación con fórmula al alta. De las 242 mujeres que
habían recibido atosiban y continuado el embarazo en nuestro centro, 236 (97.5%) completaron el
ciclo de maduración pulmonar con corticosteroides, y 120 (49.5%) terminaron la gestación a
término.La administración de atosiban durante el embarazo no tiene ningún efecto sobre el tipo
de lactancia en recién nacidos a término al alta hospitalaria.
Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez
Resumen de Guardia No. 9 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia