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Explicador: ¿Cómo funciona la retefuente y qué

le modifica la ‘Ley de financiamiento’?


La reforma tributaria plantea bajar la tarifa sobre la cual
partiría el cobro de la retención con el fin de que más personas
paguen el impuesto.
En este momento está haciendo su curso por el Congreso la próxima
reforma tributaria, llamada Ley de financiamiento. Fue presentada por el
Gobierno del presidente Iván Duque el pasado 31 de octubre y se
espera que esté lista en los últimos días del año.

Con ella, vienen varias modificaciones de tipo económico para el país,


pues el gobierno espera conseguir a través de ella 7,5 billones de pesos
de los 14 que, argumentan, hacen falta. Entre esas modificaciones
están incluidos, también, algunos cambios frente al recaudo de la
retención en la fuente para el impuesto a la renta.

Y para todos aquellos que se pregunten qué es la retención en la fuente y


cómo funciona, y que no sepan si el otro año tendrían que entrar a
tributar, Colombiacheck preparó esta nueva edición de
su Explicador con respuestas a esas preguntas.

De lo general a lo particular

La retención en la fuente es un mecanismo creado por el Estado para


cobrar por adelantado algunos impuestos que son facturados anualmente,
según explica Alejandro Rodríguez Llach, investigador del centro de
estudios Dejusticia.

Esto se hace para que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales


(DIAN) no deba esperar todo un año para hacer el recaudo de algunos
impuestos, sino que pueda, mensualmente, hacerse al cobro.
Existe retención en la fuente para el impuesto a la renta (ingresos);
Impuesto al Valor Agregado (IVA); industria y comercio, avisos y
tableros (ICA), entre otros. “Todos los tipos de impuestos que existen
pueden tener un mecanismo de retefuente”, sostiene Rodríguez Llach.

Según Henry Carvajal, contador público especializado en impuestos, de


todos los tipos que hay, el concepto de retención en la fuente para el
impuesto a la renta es el que reúne más personas para hacer el pago, y,
por cuenta de la ley de financiamiento, algunos que hoy no hacen parte
del cobro resultarían afectados de aprobarse la reforma.

De modo que, en aras de explicar cuál es este cobro al cual se refiere


Carvajal, para este caso nos referiremos de manera exclusiva a
la retención en la fuente para las rentas laborales de las personas
naturales del impuesto a la renta. Es decir, solamente al cobro que se
hace a quienes son asalariados o independientes con menos de dos
empleados a su cargo, para el pago anticipado del impuesto a la renta.

Cómo funciona

El impuesto a la renta se cobra anualmente entre agosto y octubre año


vencido; el cobro del año 2017 se efectuó en esos meses del 2018, por
ejemplo. Sin embargo, como ya explicamos, para que la DIAN no deba
esperar todo un año para cobrar el tributo del año anterior, mes a mes va
quitando del sueldo la retención en la fuente.

El cobro de la retención en la fuente se hace directamente en el mismo


sueldo que reciben los asalariados. ¿Y a quiénes se les cobra? Aquí es
donde se vuelve relativo, ya que el impuesto mira individualmente los
salarios y las deducciones y exenciones a las que haya lugar para cada
caso.

La reglamentación para este mecanismo está consignada en el artículo


383 del Estatuto Tributario. En él, se expone que los salarios que estén
entre 0 y 94 Unidades de Valor Tributario quedan libres del pago, pero a
partir de 95 UVT comienza a generarse el cobro, con base en la siguiente
tabla.

La UVT (Unidad de Valor Tributario) es una medida de valor que fija


cada año el gobierno para estandarizar y homogeneizar distintos valores
tributarios. Este año, de acuerdo con la resolución 63 de 2017, la UVT
quedó establecida en 33.156 pesos.

Entonces, quien actualmente devengue más de 3’937.275 pesos


mensuales es sujeto de retención y, probablemente, declarante del
impuesto a la renta. No obstante, no en todos los casos puede hacerse el
cobro, tanto de retefuente como del impuesto. Les explicamos por qué en
dos ejemplos.

Supongamos que usted, como asalariado, gana cinco millones de pesos.


De esos cinco millones se le hará un descuento de 450.000 pesos por el
pago de salud y pensión, que son los ingresos no constitutivos de renta.
Es decir, no hacen parte del monto sobre el cual se hace el cobro.

A ese subtotal ($4’550.000) se le descuentan las deducciones a que tenga


derecho como asalariado. Estas pueden ser el pago de medicina
prepagada; pago de interés de crédito de vivienda o leasing habitacional
y/o tener dependientes económicos. Todo esto de acuerdo al artículo
387 del Estatuto Tributario.

Obviamente para que todas estas deducciones hagan efecto deben ir


acompañadas del respectivo documento que las demuestre, según aclara
Carvajal.

Adicionalmente a estas deducciones, se le pueden agregar las


exenciones, como el aporte voluntario a un fondo de pensión, a cuentas
de ahorro para el fomento de la construcción (AFP) y una exención del
25% del sueldo al cual todos tenemos derecho por cuenta del artículo
206 del Estatuto.

Todas estas deducciones y exenciones, sin embargo, no pueden ser, en


ningún caso, superiores al 40% del subtotal (de los 4’550.000, en este
ejemplo).

Suponiendo que, para el caso del ejemplo, usted cuente con todas las
deducciones y exenciones, el valor neto sobre el cual se entraría a revisar
el pago de la retención da 2’730.000 pesos (restando el 40%); que, al
dividirlo por los 33.156 pesos de las UVT da 82,33 UVT; es decir, no
alcanzaría a entrar en el cobro de retención en la fuente, pues ahora se
cobra en ingresos desde 95 UVT al mes.

Ahora, si usted, con su sueldo base de 4’550.000 no tiene ninguno de los


casos de deducción, igual la ley establece que todos los sueldos acceden
a la exención del 25%. Entonces, el valor del subtotal menos el 25%
exento queda en 3’412.500, que, al dividirlo por las UVT, da 102,9.
Aplica retención en la fuente.

Según explica Carvajal, sin embargo, el pago no se haría sobre las 102
UVT, sino que, como indica la tabla del artículo 383, se descuentan las
primeras 95; es decir, solo se haría el pago sobre las 7 UVT restantes
para un total de 262.680 pesos, que serían el valor de la retención en la
fuente que le descontarían a usted mensualmente.
Este segundo ejemplo aplica prácticamente de igual manera para los
independientes, ya que, por lo general, no suelen contar con las demás
deducciones; únicamente la exención del 25% del sueldo.

Por otro lado, para el impuesto a la renta aplican las mismas deducciones
y las mismas exenciones; por lo cual es válido afirmar que en la mayoría
de los casos quien pague retención en la fuente será declarante para el
impuesto a la renta.

No obstante, ser declarante no quiere decir en todos los casos ser


contribuyente, ya que al final del año, todo lo que le quitaron de
retención en la fuente se presenta a la DIAN como parte del impuesto
que tiene que pagar de renta. Y al hacer la resta de lo que tiene que pagar
menos lo que ya pagó es posible que le dé cero o saldo a favor.

Cuando el mecanismo se convierte en impuesto

El artículo 241 del Estatuto Tributario establece la reglamentación


para el impuesto de renta; y allí se señala que a partir de 1.090 UVT
inicia el cobro.

En línea con lo último que señalamos en el punto anterior, sin embargo,


es posible que, en algún caso, el mecanismo de recaudo de la retención
en la fuente, se convierta en un impuesto en sí mismo.

Esto ocurre si un independiente, por sus ingresos mensuales, resulta


sujeto de retención y se le hace el descuento mes a mes del mismo. Pero
si al final del año, al sumar sus ingresos anuales (y restar la exención del
25%), sus ingresos resultan de menos de 1.090 UVT, no es declarante de
impuesto a la renta y no debe pagar.

En ese caso, para ese independiente, la retención en la fuente se le


convirtió en un impuesto (y no en un mecanismo de recaudo anticipado).
Sin embargo, la ley prevé también que quien así lo desee puede declarar
el impuesto a la renta y pedir la devolución del pago que ya hizo. El tema
no es sencillo, según Carvajal, pero es posible.
¿Qué modifica la Ley de financiamiento?

Aún está en debate la Ley de Financiamiento y, hasta que no sea


sancionada por el presidente Duque, es imposible saber con certeza
cuáles de las modificaciones quedarán para este impuesto y para el
mecanismo de retefuente.

Hasta el día de hoy, las modificaciones de la ponencia final se


mantienen y esto es lo que incluyen.

El artículo 31 de la reforma tributaria propone modificar el artículo 383


en dos aspectos; 1). Baja el valor de las UVT sobre el cual comienza el
recaudo, de 95 a 87 UVT; y 2). Agrega a la tabla dos tarifas marginales
nuevas: del 37 y 39%.

Según Nicolás Carrero, socio fundador de la firma de contadores Carrero


& Asociados, estos cambios lo que hacen es aumentar la base gravable
(más personas entrarían a tributar) y, en función del principio de
progresividad, hace que quienes más ganan paguen todavía más.

Por otro lado, un tema que estuvo planteado en el borrador inicial, que
fue eliminado de la ponencia final y que, según Carvajal, es posible que
se reviva durante el debate en el Congreso, es la eliminación del artículo
206 del Estatuto Tributario que hace exento del pago el 25% del sueldo.
Esto estaba en las derogatorias del artículo 87.

Y finalmente, otro de los cambios que están pendientes es la reducción


del porcentaje en el límite de exenciones y deducciones, pasando del 40
al 35%. Así estaba establecido en el artículo 28 del borrador y fue
eliminado para la ponencia final dejando el límite tal cual está hoy, en el
40%.

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