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Teoría General del Ingreso Público

Definición:

Los Ingresos Públicos son los recursos que obtiene el Estado en forma coactiva (tributos),
voluntaria (donación, legado) de la economía de los particulares y el uso de sus bienes (venta
usufructo, arrendamientos) para satisfacer las necesidades colectivas a través de la prestación de
servicios públicos.

(Elementos de finanzas públicas y derecho tributario, Edgar Moya pág. 77)

Clasificación de los Ingresos Públicos

Ingresos Totales = Ingresos Corrientes + Ingresos de Capital

1. Ingresos Corrientes = Ingresos Tributarios + Ingresos No Tributarios + Transferencias

a) Ingresos Tributarios: Petroleros + No Petroleros

Petroleros: 50% del ISLR petrolero.

No Petroleros: Directos + Indirectos

Directos: Gravan el patrimonio del contribuyente.

Sucesiones, herencias, ISLR, impuesto sobre propiedades

(cuando se posee más de un domicilio o 1 propiedad)

Indirectos: Gravan las actividades del contribuyente.

Rentas de cigarrillo, de fósforos, de licores, de casino, IVA,

Registro Mercantil, entre otros.

Ingresos No Tributarios: Petroleros + No Petroleros

Petrolero: 30% de las Concesiones Petroleras

No Petrolero: Servicio de aduana, servicio de peaje, consumo de licores,

derechos de circulación y de tránsito, multas, entre otros.

Transferencias: Sucesiones, donaciones o herencias traspasadas al Estado.

2. Ingresos de Capital: Correspondientes a operaciones que involucran los activos de la Nación.


Venta,
uso, o arrendamiento de ellos.

Clasificación según su Periocidad

Originarios u Ordinarios: El Estado lo recibe de forma regular y permanente.

Provenientes de la economía privada: ISLR, concesiones que otorga el Estado, banca y finanzas,
bolsa de valores, industriales, comerciales, territoriales (Forestales, Mineros), entre otras.

Provenientes de la economía pública: Impuestos y tasas. las contribuciones no se encuentran en


esta clasificación por ser de origen PARAFISCAL.

Extraordinarios: El Estado los recibe de manera esporádica no reiterativa. Venta de inmuebles,


herencia yacente, donaciones, impuestos extraordinarios (como fue el caso del Impuesto al Débito
Bancario, creado por un período determinado, orientado a la búsqueda de liquidez en país)
préstamos públicos, entre otros.

Análisis del Ingreso en Venezuela

Venezuela se ha caracterizado desde el primer mandato de Carlos Andrés Pérez (Llamado también
el quinquenio de extravagancias) por depender de la renta petrolera. Desde el año 1976 cuando se
industrializó la industria petrolera hubo un incremento del gasto público y desde estos años la
mentalidad del venezolano se ha visto "apabullada" o de alguna aplastada hacia un ambiente
conformista. Se dejó atrás el incentivo a la creación del ingreso de origen no petrolero, abandono
de la agricultura, que si bien de alguna forma lo advirtió el grandísimo Arturo Uslar Pietri en sus
palabras publicadas por el diario Ahora el 14 de julio de 1936, "Hay que sembrar el Petróleo" no
fueron interpretadas en su máxima expresión. Lamentablemente algunos de los gobiernos que
siguieron al de Medina no supieron captar el verdadero contenido del pensamiento de Uslar. El
objeto de la siembra es la cosecha. "Nadie pareció preocuparse por la cosecha". (José Toro Hardy)

Desde los años 60 Venezuela ha sido dependiente de la renta petrolera, vulnerable a las
condiciones del planeta, de los demás integrantes de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP), de los Países demandantes y en fin de las condiciones internas que se den en
Venezuela. Actualmente las principales industrias del país son las que se dedican a: Refinación de
Petróleo, Petroquímica, Acero, Aluminio, Cemento, Materiales de Construcción, Textiles,
Cervecería, Procesamiento de Alimentos, Autopartes, Telecomunicaciones.

Del portal de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela se puede observar la


preponderancia que tienen los ingresos venezolanos para la economía.
"Las actividades económicas venezolanas se fundamentan en el aprovechamiento de ricos y
variados recursos naturales, en especial, los hidrocarburos, complementados con recursos
mineros, acuíferos, de suelos, agropecuarios, pesqueros, forestales, de biodiversidad de fauna y
flora y turísticos. Ellos son movilizados y transformados por la población activa, aunque ésta labora
preferentemente en actividades productivas directas agrícolas y de extracción de recursos
naturales, junto a actividades industriales manufactureras. En la actualidad la actividad económica
venezolana se basa principalmente en la explotación del petróleo liviano, mediano, pesado, de
bitúmenes y de gas natural, con sus derivados transformados en las refinerías, plantas criogénicas
y de orimulsión. Desde mediados del siglo XX Se ha tendido a diversificar las exportaciones de
minerales de hierro, carbón, cemento, bauxita y productos no convencionales, como materias
petroquímicas, manufacturas metálicas de acero y aluminio y productos agrícolas y pesqueros.
Creciente importancia van tomando las actividades turísticas."

Podemos observar de igual manera que los principales ingresos del país se deben a la agricultura,
ganadería, avicultura, pesca, petróleo, industria, minería, banca y moneda y comercio, de igual
manera los presentados en este artículo denominados coactivos, que son los que el Estado aplica
de carácter impositivo a través del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y
Tributaria (SENIAT) principalmente.

.1 CONCEPTO

Constituyen recursos del Estado los procedimientos mediante los cuales el mismo logra el poder
de compra necesario para efectuar las erogaciones propias de su actividad financiera.

El estudio de los recursos en este orden, después de los gastos, no significa que en el proceso de la
actividad financiera la determinación de los gastos sea previa a la de los recursos ni que ésta
dependa de aquélla. Por el contrario, las dos son interdependientes: el proceso de determinación
de ambos es muy complejo y se desarrolla a través de cotejos múltiples de utilidades y sacrificios;
o sea, utilidades y desutilidades según el método de comparaciones marginales de acuerdo con las
escalas de prioridades de gastos y recursos. Las utilidades positivas y negativas de los gastos y de
los recursos, respectivamente, son apreciadas no en cantidades expresadas en sumas de dinero
sino a través de avances y postergaciones, según los números ordinales, o a veces mediante el
empleo de cuantificación relativa con los conceptos de mayor, igual o menor.

La creación del distingo entre recursos racionales e irracionales, según la conocida clasificación de
Griziotti (1), depende —esencialmente— de una premisa no demostrada que condiciona el
principio de que la capacidad contributiva es el fundamento del impuesto, con el agregado:
siempre que se la tenga como índice de la "participación del contribuyente en los beneficios
generales y especiales que el Estado brinda a los habitantes del país con su actuación.
Caso contrario, no estaríamos en presencia de un impuesto sino de otro recurso racional o
irracional, que podría llegar a ser una exacción según el autor citado.

Por otra parte, los recursos pueden distinguirse por connotaciones de diferente naturaleza:
económicas, políticas, jurídicas y técnicas, lo cual contribuye á la complejidad del problema de la
clasificación de los recursos.

Ello se debe a que no hay, siempre, coincidencia entre las connotaciones de diferente naturaleza,
sino que éstas pueden presentarse desfasadas.

Nuestra posición intolerante de las excesivas clasificaciones, especialmente de las que se han
indicado pocos párrafos atrás oque se fundan en criterios formales y de las qué no son utilizadas
para sacar de ellas alguna consecuencia ponderable (que veremos luego en su aplicación a varios
criterios clasificatorios de los impuestos), no significa rechazar cualquier agrupación de fenómenos
de acuerdo con indudables caracteres comunes, a fin de una mejor comprensión de los
fenómenos reales, pero sin distingos escolásticos ni juicios valorativos preexistentes, o sea
prejuicios en el sentido etimológico.

Clasificación de los recursos

2.1 Recursos ordinarios y extraordinarios

Si hizo la mención de esta clasificación en oportunidad de examinar la clasificación de los gastos en


ordinarios y extraordinarios y dijimos la respecto que se trata de una clasificación perimida, sobre
todo a causa de la doctrina moderna que ha refutado la correlatividad entre gastos y recursos
ordinarios y gastos y recursos extraordinarios.

En efecto, gastos destinados al pago de sueldos y salarios del personal administrativo del Estado
pueden financiarse con endeudamiento, cuando así lo exija la coyuntura económica y, por el
contrario, gastos excepcionales como los de movilización total de la Nación para la defensa en
caso de guerra, pueden financiarse con impuestos en alta proporción, a fin de evitar la explosión
inflacionaria.

2.2 Recursos Originarios y Derivados


Esta clasificación distingue los recursos obtenidos por el Estado de su propio patrimonio o del
ejercicio de actividades comerciales, industriales, mineras, agrícola-ganaderas, bancarias, de
seguros, los que por proceder de los bienes o de las empresas propias del Estado- se consideran
originarios de aquellos que son extraídos del patrimonio ajeno por el poder de imperio del Estado
y que sé denominan derivados.

En esta categoría debe incluirse no sólo a los recursos tributarios, sino también a los procedentes
del crédito, porque el endeudamiento del Estado implica la creación de recursos tributarios para
cubrir los servicios por intereses y amortizaciones. Es dudosa, en cambio, la inclusión en ésta o en
la otra clase de recursos, de los que el Estado obtiene de la emisión de moneda-papel o de otras
operaciones monetarias; porque —por un lado— el régimen monetario es función típica del
Estado que la cumple a través de la Banco Central o Bancos de Emisión, por lo que los recursos
obtenidos podrían asimilarse a los originarios; por otro lado, los efectos de la emisión sobre el
nivel general de los precios y las consecuencias de la reducción del poder de compra de
importantes sectores de la población, permitiría clasificar a estos recursos entre los derivados y,
más precisamente, entre los tributarios. La característica de la coerción está presente en la
moderna economía por la asunción de la emisión como monopolio legal del Estado y por el curso
forzoso de los billetes emitidos.

En resumen, la clasificación de los recursos en originarios y derivados se identifica parcialmente


con la clasificación de los recursos en patrimoniales y tributarios. La coincidencia no es tota], por
las observaciones que acabamos de formular respecto de los recursos del crédito y de la emisión u
otras operaciones monetarias y las que exponemos a continuación.

2.3 Recursos regidos por el derecho privado y por el derecho público

Desde un punto de vista jurídico pueden distinguirse los recursos en: los regidos por el derecho
privado y los regidos por el derecho público.

Esta clasificación sólo en ciertos casos coincide con los recursos originarios y derivados.

En algunos recursos originarios pueden estar sujetos al derecho privado, cuando las actividades o
los bienes que los producen son frutos de empresas privadas o estatales o autárquicas sometidas –
a voluntad- al derecho civil y comercial.
Esto no se verifica siempre, ya que el régimen legal de muchas entidades estatales que producen
recursos es netamente de derecho público. Por otra parte, no es impensable que algunas
operaciones de crédito estén regidas por el derecho privado.

Además, no es superfluo recordar que el distingo entre derecho privado y público es muy
controvertido y que en algunos casos de empresas del Estado o de entidades autárquicas, si bien
las operaciones pueden regirse por normas del derecho privado, el estatuto de la empresa o
entidad, el control, el nombramiento de los administradores y su responsabilidad y otros aspectos
de su organización y funcionamiento, son regidos por normas de derecho público.

Diferentes géneros de recursos

Los recursos del Estado son agrupables, según su naturaleza, en las siguientes categorías:

a) Recursos patrimoniales.

b) Recursos tributarios.

c) Recursos del crédito.

d) Emisión monetaria.

e) Varios.

Antes de entrar en el estudio analítico de cada una de estas categorías creemos oportuno
observar, en general, que la delimitación de cada una de ellas, como también de los recursos
reunidos en las distintas categorías entre sí o con los de otras categorías, no es absoluta, sino que
existen diferencias de matices y un gradual camino de uno a otro recurso y un sinnúmero de casos
en que los recursos, aun clasificados en diferentes grupos, se mezclan o combinan entre sí.

Recursos originarios o patrimoniales

Concepto
Son estos recursos obtenidos por el Estado del aprovechamiento económico de su patrimonio.

Pueden citarse en estos recursos:

el producto de tierras de propiedad del Estado a través de su explotación directa o por


arrendamiento o aparcería el resultado de la venta de tierras públicas tanto rurales como urbanas
o suburbanas; el producto de bosques o florestas tanto naturales como artificiales, por
explotación directa o por concesión a particulares ;el producto de empresas del Estado o de sus
entidades autárquicas, en la minería, la industria y el comercio, incluyendo empresas de
transporte marítimo, terrestre o aéreo, de carga y de pasajeros, de entidades bancarias o
financieras; de las empresas de seguros y reaseguros, de capitalización y ahorro; las explotaciones
de juegos de azar (casinos, loterías, quinielas, apuestas en hipódromos y similares);el producto de
la explotación del patrimonio artístico y turístico (entradas en museos, templos e iglesias,
monumentos y ruinas históricas, visitas de castillos, palacios y jardines; entradas para el acceso a
lugares de particular belleza natural, como parques nacionales, cascadas, volcanes, grutas, etc.

Constituyen también recursos originarios o patrimoniales los frutos de la participación estatal en


empresas mixtas de capital privado y estatal y en sociedades de capital con mayoría privada.

Económicamente, todos los recursos originarios o patrimoniales cuyas fuentes hemos


ejemplificado, son precios. En muchos casos se advierte también la connotación jurídica de
pertenecer su régimen al ámbito del derecho privado. Pero esto no ocurre siempre. En efecto,
como ya dijimos, hay reparticiones estatales o entidades descentralizadas que prestan
determinados servicios al público, por lo que perciben precios, aunque estén sometidas a un
régimen netamente de derecho público.

Por ejemplo, el Banco Central percibe de los bancos diferentes montos en concepto de intereses y
comisiones, pero su naturaleza legal es, sin lugar a dudas y sin excepción, juspublicista. Ello puede
extenderse, aunque con mayor incertidumbre, a otros bancos estatales o provinciales, como el
Banco de la Nación, el Banco Hipotecario Nacional, el Banco Nacional de Desarrollo y todos los
Bancos de Provincia, con estatutos legales de derecho público pero cuyos recursos provienen de
los precios de sus servicios.

4.1 Evolución histórica


Históricamente, los recursos originarios o patrimoniales tuvieron importancia primordial en el
Estado absoluto anterior a la revolución francesa y como prosecución de las finanzas de la época
feudal.

Hubo épocas en las que el señor feudal era titular de un dominio eminente sobre todas las tierras
y los bienes de su jurisdicción y con derecho a los frutos de las actividades de sus súbditos. Era
generosidad del señor, la parte que de esos frutos podían disponer para sí los particulares, aunque
la arbitrariedad estaba atemperada por la necesidad de asegurar a los subditos —por lo menos- un
nivel de subsistencia y por cierto temor religioso o, simplemente, por temor a la reacción de éstos.

Las monarquías absolutas heredaron el régimen feudal, transformando las finanzas públicas en un
enjambre de derechos sobre cada actividad, que conservaban la contraprestación simbólica de
concesiones del soberano al subdito pero, en realidad, eran el preludio de los tributos que
caracterizaban el régimen de recursos de la época posterior a la revolución francesa.

La época de los estados constitucionales surgidos bajo la influencia del pensamiento político del
siglo XVIII marca el eclipse de los recursos originarios o patrimoniales y el ascenso de los
tributarios.

Sin embargo, los primeros han resurgido con nuevo vigor en nuestros días, a partir de la primera
guerra mundial y, especialmente, después de la gran depresión de los años treinta. Por distintas
razones, en dicha época se multiplicaron las empresas estatales, en parte por la absorción de
empresas industriales y bancarias en estado de falencia, en parte por la creación de organismos de
regulación económica y de empresas estatales para explotación de industrias, comercios y
servicios

En el mundo occidental se observa un proceso análogo con mayor o menor intensidad en los
diferentes países, pero con las mismas características.

La nueva concepción de la función del Estado

La filosofía común de esta evolución histórica consiste en la transfor-mación de la función del


Estado en el mundo capitalista, donde no se llega a la propiedad colectiva de todos los medios de
producción, pero tampoco se mantiene la limitación del Estado a sus funciones clásicas de la
época liberal.
En la realidad de la vida económica de los países de Occidente, el Estado tiene reservada para el
sector público una amplia gama de empresas algunas monopólicas, otras no, que pueden
proporcionar ganancias destinadas a constituir recursos de las finanzas estatales.

El nuevo papel de los recursos patrimoniales

Lo dicho atribuye a los recursos patrimoniales una nueva significación en las finanzas, aunque no
se llega a quitar el predominio de los recursos tributarios. Dicha significación debe considerarse
tanto cualitativa como cuantitativamente.

La significación cualitativa frente a los recursos tributarios consiste en no considerar los recursos
coercitivos (principalmente tributos) como los característicos de la economía del sector público y
rescatar la importancia de los recursos patrimoniales que no son coercitivos y permiten al Estado
desarrollar una actividad económica propia, sin depender de la recaudación de los tributos a cargo
del sector privado, que representa una invasión en la esfera del mismo y, por otra parte, alcanzar
directamente ciertos fines de bien público.

La importancia cuantitativa de los recursos originarios o patrimoniales en el presupuesto estatal


ha crecido, con respecto a la de la época liberal de las finanzas, pero, como ya dijimos, está lejos
aún de destruir el papel principal de los recursos tributarios.

Debe observarse, por otra parte, que no siempre la coerción está ausente de los recursos
patrimoniales. En efecto, en el caso de los monopolios fiscales hay coerción en cuanto el Estado
asume el papel de monopolista garantizando este carácter con leyes prohibitivas de la
competencia y represivas —a veces duramente— de toda infracción a las prohibiciones
mencionadas.

También puede reconocerse el poder coercitivo del Estado aun allí donde su actividad económica
se desarrolla en un régimen de libre concurrencia con las actividades del sector privado, puesto
que su poder político y su vida perenne le permiten, por ejemplo, proseguir durante muchos años
actividades económicas deficitarias, cubriendo las pérdidas con erogaciones a cargo de los
contribuyentes o con otros recursos.

Esta posición de fuerza en el ejercicio de actividades empresariales tiene su posible consecuencia


en el mercado, aun cuando no se trate de monopolios fiscales institucionales, si el Estado hace uso
de su capacidad de absorber pérdidas durante un largo plazo para desbaratar la competencia de
empresas privadas y lograr así una situación de monopolio de facto o por el solo hecho de sus
dimensiones posibles, que pueden significar una posición de liderazgo en un régimen de
competencia monopólica o de competencia imperfecta.

La doctrina financiera ha escudriñado en la esencia de las actividades estatales que producen


recursos patrimoniales y, en términos generales, ha puesto de relieve las diferencias existentes
entre los precios que se forman libremente en el mercado y los que constituyen los recursos
patrimoniales del Estado.

4.2 Distinción Recursos patrimoniales y los tributarios

Debemos principalmente a Seligman ya Einaudi la teoría gradual de los recursos patrimoniales y la


desembocadura, al final de la escala, en los recursos tributarios y en los impuestos. Los recursos
patrimoniales constituyen precios que el Estado percibe por la prestación de servicios en el
mercado.

Pero aunque sea un operador en la economía de mercado, el Estado no pretende —


necesariamente— obtener precios que logren las máximas ganancias, sino que ejerce sus
contrataciones con los demás sujetos que actúan en el mercado, teniendo presentes el interés
público y los fines políticos en los que se inspira su acción. Por ello, no es infrecuente el caso en
que, aun actuando en régimen de competencia monopólica o de monopolio, el Estado fije precios
menores de los que le brindarían la máxima ganancia; o que se conforme con una ganancia
mínima o bien con la simple cobertura del costo o hasta puede ocurrir que se limite a una
cobertura parcial de éste. En todos los casos hay una escala ascendente de prevalecencia de los
fines políticos sobre las connotaciones meramente económicas de las negociaciones mercantiles.

Según el "slogan" aplicable a estos recursos originarios-pero que se repite con respecto a las
tasas—, la parte del costo no cubierta por los usuarios de los servicios la cubren los
contribuyentes. Es ésta una expresión sumamente simplista que indica, defectuosamente, que el
costo del servicio en cuanto no esté a cargo de los usuarios deberá ser financiado con otros
recursos, principalmente por impuestos.

El criterio clasificatorio de los autores mencionados consiste en considerar como precios


totalmente privados aquellos que el Estado obtiene por los bienes y servicios que ofrece en el
mercado comportándose como un sujeto cualquiera; precios quasi privados, cuando el precio se
determina según las reglas del mercado, pero asoma incidentalmente o secundariamente un fin
público; precios públicos aquellos precios originados por la venta de productos o servicios en el
mercado, pero con fines eminentemente públicos que explican las razones de la asunción de la
actividad por empresas públicas.
En la exposición de Einaudi son ejemplos típicos de precios quasi privados los obtenidos por la
explotación de bosques, y de precios públicos los de las empresas de ferrocarriles o de correos y
telégrafos. La explotación de estas actividades por el Estado se debe al fin público de suministrar
los servicios, aun cuando ellos arrojen pérdidas, en zonas o lugares donde ninguna empresa
particular los llevaría a cabo por no ser rentables.

Einaudi en su obra "Principios de hacienda pública" como ya lo hiciera en sus cursos anteriores en
la Universidad de Turín, ha ampliado la escala de los recursos patrimoniales hasta abarcar bajo el
nombre de precios políticos a las tasas, que otros autores consideran como una especie del género
tributario. Es éste uno de los aspectos más controvertidos de la clasificación de los recursos y
especialmente del deslinde entre recursos patrimoniales y recursos tributarios, al cual nos
referiremos más adelante

4.3 Recursos patrimoniales y tributarios . Límites de separación

Los recursos originarios son precios en los que la finalidad del Estado de producir ciertos servicios
es cada vez más importante que la necesidad individual que los servicios mismos satisfacen

Dicha finalidad pública hace que el Estado provea en cantidad creciente o financie el servicio con
recursos diferentes del precio, de modo que, a medida que crece la importancia relativa de la
finalidad pública decrece el precio cargado al sujeto usuario del servicio.

Visto el problema desde este ángulo, podemos concluir que en los recursos originarios hay precios
de importancia decreciente, acompañados por impuestos (u otros recursos) en proporción
creciente, para la financiación de un mismo servicio que el Estado considera conveniente o justo
dividir entre los usuarios en medida cada vez menor, al crecer la importancia de la necesidad
pública que el mismo Estado desea satisfacer con la prestación de un servicio, sin repartir el costo
del mismo entre los usuarios.

4.4 Monopolio fiscal

Se ha invocado, a menudo, como fundamento de ciertos monopolios fiscales por ejemplo: el de las
loterías, de los casinos, de las carreras de caballos o de las apuestas sobre los resultados de
partidos de fútbol, la circunstancia de que, siendo el juego de azar un vicio arraigado en amplios
sectores de la población, se justifica su monopolio estatal como un instrumento para volcar los
recursos fiscales que se obtengan por su explotación, en beneficio de la sociedad.

4.5 Empresas mixtas

Son también recursos patrimoniales del Estado los que obtenga de su participación en empresas
mixtas o de participaciones accionarias en sociedades con mayoría privada en el capital.

Tales recursos son aleatorios, por cuanto las empresas mixtas y las sociedades con participación
estatal pueden no arrojar ganancias sino pérdidas. Sin embargo, prescindiendo de esa
eventualidad, el objetivo de la preservación del interés público desde adentro de la empresa,
conjuntamente con la posibilidad de obtener recursos, no parece fácilmente asequible en teoría,
puesto que puede resultar contradictorio el logro de ambos fines y es posible que se verifique una
inconciliable divergencia de intereses entre el capital y el empresario privado y el capital y la
representación estatal (8). En la práctica, tampoco hay pruebas de éxito de las experiencias en
diferentes países, incluyendo la Argentina,.donde, después de un corto período de florecimiento
en distintos campos, las empresas mixtas se transformaron en empresas estatales, lo que ocurrió
con bancos, compañías de transporte aéreo, marítimo o fluvial, empresas de teléfonos y otras.

Recursos tributarios

Los recursos tributarios son aquellos que el Estado obtiene mediante el ejercicio de su poder de
imperio o sea por las leyes que crean obligaciones a cargo de los obligados tributarios - personas
físicas capaces del derecho e incapaces según los alcances de la norma tributaria y las entidades
jurídicas del derecho y todo otro sujeto que posea condiciones de imposición, en la forma que lo
establezcan las leyes fiscales de fondo.

Característica común de los recursos tributarios en su obligatoriedad por imperio de la ley, siendo
ésta fuente de las obligaciones tributarias dentro del marco de las facultades y de los límites que
establezcan las constituciones modernas.

Es un hecho aparentemente paradójico, pero de profunda importancia filosófica que, mientras en


las estructuras políticas de las monarquías absolutas que se remontan al sistema feudal,
predominan las finanzas patrimoniales y al lado de ellas toda suerte de recursos por actos de
liberalidad en favor de la corana, en el Estado moderno constitucional y, especialmente, en la
economía liberal fundada en los principios de la propiedad privada y de la iniciativa individual,
prevalecen los recursos tributarios, frutos del poder de imperio del Estado. Se puede sintetizar
este contraste con el esquema:
a) Estado absoluto —recursos patrimoniales y ofrendas al poder público.

b) Estado constitucional —recursos coercitivos.

El segundo esquema indicado se explica por el principio político-institucional, según el cual el


poder coercitivo que se reconoce ahora al Estado, sólo puede ejercerse con los límites y las
garantías de la Constitución. La ley, que es producto de la voluntad general, es la única fuente de
las obligaciones tributarias y en su creación concurren los representantes de los ciudadanos,
quienes consienten las invasiones del fisco en la economía privada, sujetas a los principios de la
Constitución.

Este breve excursus nos permite llegar a la conclusión que los recursos tributarios nacen del poder
del Estado, pero les acompañan desde el propio nacimiento las limitaciones que la Constitución
crea al ejercicio de dicho poder y las garantías que ella establece para todos los habitantes del
país.

Concepto jurídico, económico y político de los recursos tributarios

No existe diferencia alguna, en nuestra opinión, entre el concepto jurídico de tributo y su


concepto económico o político. En efecto, el concepto del fenómeno tributario, necesario para la
investigación científica no puede ser sino el que corresponde a las instituciones del mundo real y
éstas son creación del ordenamiento jurídico. Existen, sin embargo, divergencias en los criterios
para ubicar algunos fenómenos financieros en una u otra clase de recursos.

En este aspecto recordamos lo dicho con referencia al producto de los monopolios fiscales, de que
algunos ordenamientos positivos reconocen la existencia de un impuesto al consumo —el
excedente del costo más una utilidad normal mientras que desde un punto de vista económico o
de política económica es sólo un precio de monopolio en todas sus partes, aunque sus efectos
parcialmente equiparse a los impuesto.

5.1 Diferentes especies de tributos

Se reconoce como tributo:


a) la tasa;

b) la contribución especial;

c) el impuesto;

d) los recursos llamados parafiscales;

e) las regalías del sector público;

f) los empréstitos forzosos.

En todos ellos puede encontrarse el carácter coercitivo unilateral y la finalidad del fin público al
que se destinan sus productos. Puede agregarse la exclusividad de la ley como fuente de la
obligación tributaria (con importantes excepciones en la actualidad).

Las tasas

Generalidades

La tasa es un tributo caracterizado por la prestación de un servicio público individualizado hacia el


sujeto pasivo.

Se entiende que, como tributo, es un recurso obligatorio cuya fuente es la ley y tiene carácter
coercitivo no tiene el carácter de precio.

Es un fenómeno financiero cuya importancia presupuestaria es escasa y totalmente


desproporcionada con las controversias doctrinales a que ha dado origen.

Hay controversias porque algunos autores sostienen y niegan el carácter coercitivo, razonando
que el particular que pide la prestación del servicio público expresa su demanda voluntariamente,
aceptando por ello el pago de la tasa.
En contra de esa teoría se contesta que, tratándose de servicios que el Estado presta con carácter
excluyente de toda competencia, la voluntad del sujeto pasivo que expresa su demanda no es
libre, siendo casi siempre, la prestación del servicio es obligatoria para su destinatario.

La tasa es la contraprestación obligatoria del uso de servicios inherentes al Estado como poder
público, estableciendo así un criterio para diferenciar este tributo de los precios de los servicios
que el Estado presta mediante la explotación de su patrimonio o el ejercicio de actividades
empresariales.

Por otra parte, se agrega, también las actividades que políticos y sociólogos consideran como
ineludiblemente propias del Estado no fueron siempre tales en la historia (prestación de servicios
de justicia y de educación), ni lo son ahora con carácter exclusivo.

Finalmente, se objeta la teoría que limita las tasas a las retribuciones de actividades inherentes al
Estado, con el argumento de que no se ve cómo la naturaleza de la actividad del Estado influye
sobre el carácter de la tasa y sirve para fundar su diferencia del precio

Hay quienes sostienen que las tasas presuponen un servicio beneficioso para el destinatario a
quien se impone el pago del tributo.

Se contesta por otros que la prestación del servicio puede no ser beneficiosa para el sujeto
obligado al pago del tributo, como ocurre en la justicia penal; es suficiente que se individualice con
respecto al sujeto obligado.

Las tasas no pueden exceder el costo del servicio y por su vinculación con la prestación de un
servicio estatal, implican la afectación de lo recaudado a la financiación del servicio mismo.

Contribuciones especiales

Concepto

Son tributos que la ley establece sobre los dueños de inmuebles que experimentan un incremento
de su valor como consecuencia de una obra pública construida por el Estado u otras entidades
públicas territoriales.
Existen casos de tributos establecidos a cargo de grupos de habitantes que gozan de beneficios
especiales no ya por una obra sino por la prestación de un servicio público que no se individualiza
hacia determinadas personas, pero beneficia en forma indirecta y especial a dichos grupos.

Es éste el caso de los servicios municipales de alumbrado público y de barrido. Ambos se prestan
en forma general y en beneficio del tránsito, de la seguridad pública, de la higiene y de la
conservación de las condiciones de salubridad del medio ambiente. Pero los habitantes de los
inmuebles sitos a cierta distancia de los focos del alumbrado público, o frentistas de las calles en
que la Municipalidad presta el servicio del barrido, reciben un beneficio diferencial, por lo cual
pueden ser gravados también en forma diferencial para la financiación del servicio.

Estos tributos son clasificables en la categoría de las contribuciones especiales y no en la de las


tasas, por cuanto éstas corresponden a la prestación de un servicio individualizado hacia el
usuario, connotación ésta que no se encuentra en los casos que estamos examinando.

La contribución de mejoras tiene como característica esencial el beneficio diferencial que la obra
pública depara a las propiedades privadas de la zona de influencia de esa obra. Ello equivale a
decir que la colectividad toda recibe un beneficio general y será una decisión de orden político
determinar cuál parte del costo total se quiere financiar con impuesto y cuál mediante la
contribución de mejoras.

Los empréstitos forzosos

Caracteres

Pertenecen a los recursos tributarios, sin perjuicio de su inclusión también entre los recursos del
crédito y, en especial, entre los empréstitos, los empréstitos forzosos.

Se trata de empréstitos que por fuerza de ley deben suscribir los habitantes de un determinado
país cuando se encuentren en las situaciones de hecho que la propia ley define.

Esta dispone con carácter obligatorio el tipo de interés que se pagará a los tenedores de títulos y la
forma de amortización y reembolso del capital. El interés periódico puede faltar completamente o
ser inferior al tipo vigente en la plaza al tiempo de la emisión. Es muy probable que esto
acontezca, pues el Estado recurre al empréstito forzoso precisamente en la prevención que una
emisión de un empréstito voluntario en las condiciones del mercado no tendría éxito.
También influye en la decisión del gobierno de acudir a este empréstito en lugar de otra
alternativa, por ejemplo, de establecer un impuesto extraordinario al patrimonio, la suposición
que la medida puede más fácilmente lograr el consentimiento de la población y de sus
representantes parlamentarios.

El carácter tributario surge precisamente de la coerción de la suscripción, a través de la ley que lo


establece. Como en el impuesto, hay un presupuesto de hecho definido en el texto legal que, al
verificarse en la realidad de los hechos del caso concreto, da nacimiento a la obligación de
suscribir el empréstito en la cantidad, precio y demás condiciones que la ley fije o autorice al
poder público a fijar.

La diferencia entre el empréstito forzoso y el impuesto consiste en que "el gobierno asume las
obligaciones referentes a intereses, amortización y extinción de la deuda a su vencimiento para el
empréstito" y para el impuesto el estado pasa hacer el acreedor y no el deudor.

Regalías mineras y similares

Concepto

Existen en muchos países obligaciones, a cargo de las empresas de extracción de minerales,


incluyendo el petróleo, a favor del Estado (Estados miembros o Estado Federal) medidas en
función de la cantidad o ad valorem del mineral extraído (regalías mineras o similares).

Puede plantearse el interrogante siguiente: ¿se trata de un tributo y, en particular, de un


impuesto, o bien se trata de un recurso originario fundado en un derecho que el Estado se ha
atribuido, de propiedad sobre los minerales existentes en el subsuelo de su territorio?

El problema no puede ser resuelto con una solución general prescindiendo de las disposiciones del
ordenamiento jurídico del país en que el fenómeno se verifica.

El derecho a las regalías mineras, que nace de la ley que reconoce al Estado o a entes estatales de
menor jerarquía (Estado miembro, provincias, departamentos, etcétera) un derecho eminente
sobre las minas de su territorio, puede considerarse como un recurso originario, a pesar de la
incertidumbre causada por la coerción y la estructura que a veces las leyes pertinentes adoptan en
forma análoga a la de las leyes fiscales.
Observamos, finalmente, que también con respecto a las regalías mineras puede observarse la
gradualidad con que en los recursos públicos se pasa de los recursos patrimoniales a los tributarios
y, como ocurre en este caso, resulta imposible trazar con exactitud la línea divisoria de validez
absoluta entre las dos categorías de recursos.

Recursos parafiscales

Las doctrinas italiana y francesa y, por contagio, las de otros países, han creado una categoría
especial de gravámenes que, siendo análogos a los tributos, se diferencian de éstos, por algunas
connotaciones, como ser:

a) La administración y recaudación por medio de reparticiones públicas diferentes de la


administración fiscal. Debemos acotar que esta diferenciación no es sustancial y no influye sobre
la naturaleza y efectos de los recursos en cuestión;

b) La afectación del recurso a un fin establecido, sustrayéndolo de la masa general de los recursos
del Presupuesto del Estado. Tampoco esta característica es típica de estos recursos ya que a pesar
de las críticas que merece dicha afectación, a la cual nos referimos al tratar los principios generales
del Presupuesto proliferan en muchos países los casos de impuestos destinados a fines especiales,
de ahí el nombre a estos impuestos en Alemania "Zwecksteuer", ya sea para cubrir los gastos de
un determinado servicio público, ya sea para constituir fondos especiales para determinados
objetivos.

Puede darse como ejemplo del primer caso el destino de la recaudación del impuesto sucesorio
para organizar y mantener la educación primaria en la Argentina, tanto en la legislación nacional
como en las provincias. Como ejemplos del segundo caso se puede mencionar el fondo de
amortización de la deuda pública y varios fondos para promover diferentes actividades artísticas o
culturales o para diferentes inversiones (fondos de vialidad, de autopistas, de estímulo a las artes
o la ciencia, etcétera);

c) El parafiscalismo agrupa a tributos a favor del Estado o de entes públicos descentralizados con
fines sociales o de regulación económica. En nuestra opinión, tampoco esto constituye una
connotación especial, porque dichas finalidades se encuentran también en los impuestos en
general. Las finalidades extrafiscales están descubiertas en los tributos y, especialmente, en los
impuestos, siglos antes del descubrimiento del parafiscalismo.
La consecuencia de la creación de esta categoría de recursos, fuera de los recursos tributarios, es
principalmentela de justificar la transgresión de algún principio fundamental de las finanzas, tanto
en el aspecto político-económico, como en el aspecto jurídico. Por ejemplo, se pretende que los
gravámenes de la parafiscalidad no estén sujetos al principio de legalidad con el mismo rigor que
los impuestos o los tributos en general. Esto nos fortalece en la convicción ya manifestada en esta
obra, que a menudo las clasificaciones sirven para justificar juicios a prior/ o prejuicios. Así se
observa la realidad de algunas desviaciones o violaciones del principio de legalidad y se formula el
juicio general de que por no tratarse de tributos financieros sino de gravámenes parafiscales, no
rige o —por lo menos— no es tan absoluto el principio de legalidad que sólo atañe a los tributos
de las finanzas públicas.

Consideramos más fructífera para la ciencia, la búsqueda de los carac-teres comunes o


concurrentes de las instituciones que las fragmenta-ciones y dispersiones a que lleva el afán
clasificatorio.

Dominio público y privado

Los bienes del estado pueden corresponder a su dominio público o privado.

Los bienes del dominio público pertenecen al estado en su carácter de órgano político de la
Sociedad humana, y se encuentran en una situación muy peculiar, que no resulta descripta por la
palabra dominio que aquí se usa con una significación enteramente diversa de la definición
obrante en los códigos civiles. En cambio, los bienes del dominio privado del Estado se encuentran
en la misma situación que los bienes de los particulares, pudiendo ser objeto de idénticas
operaciones.

Dominio público: a este respecto las leyes suelen incluir entre los bienes públicos.

1) los mares territoriales hasta la distancia que determine la legislación especial,


independientemente del poder jurisdiccional sobre la zona contigua; 2) los mares interiores,
bahías, ensenadas, puertos y ancladeros; 3) los ríos, sus cauces, las demás aguas que corren por
cauces naturales y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés
general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho
del propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas

en la medida de su interés y con sujeción a la reglamentación; 4) las playas de mar y las riberas
internas de los ríos, entendiéndose por tales la extensión de tierra que las aguas bañan o
desocupan durante las altas mareas normales o las crecidas medias ordinarias;
5) los lagos navegables y sus lechos; 6) las islas formadas o que se formen en el mar territorial o en
toda clase de río, o en los lagos navegables, cuando ellas no pertenezcan a particulares; 7) las
calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construída para utilidad o
comodidad común; 8) los documentos oficiales de los poderes del estado; 9) las ruinas y
yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico.

La característica esencial del dominio público consiste en que los bienes respectivos están
afectados al uso y goce de todos los ciudadanos.

Dominio privado: los bienes privados del estado, según las leyes, en general son los siguientes:

1) todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales de la Nación carecen de
otro dueño. Esta norma tiene, en hispanoamerica, una explicación histórica. En efecto, concedido
por el papa Alejandro VI a los Reyes de España y Portugal el dominio sobre las tierras descubiertas
en América, los respectivos monarcas usaron de su prerrogativa adjudicando grandes extensiones
a los esforzados conquistadores de uno y otro país. Las tierras de que no se dispuso quedaron en
el patrimonio de la corona, y consumada la emancipación política, pasaron a poder del estado.

Es este derecho originario del estad o sobre las tierras sin dueño, particularmente en la Argentina,
el que explica lo preceptuado por las leyes declarando de propiedad fiscal, Nacional o municipal,
todos los excedentes que resulten dentro de las superficies de los terrenos particulares, cubiertos
que sean sus legítimos títulos y

siempre que sobrepasen las tolerancias técnicamente admitidas en la materia.

Esas normas tienen el alcance de una mera presunción juris tantum de propiedad fiscal de los
excedentes de referencia, que no obsta a que los particulares demuestren que pese a la exigüidad
del título formal su dominio se extiende al sobrante adquirido por prescripción treintañal.

2) las minas de oro, Plata, cobre, piedras preciosas y sustancias fosiles, no obstante el dominio de
la corporaciones o particulares sobre la superficie de la tierra.

3) los bienes vacantes o mostrencos, y los de las personas que mueren sin tener herederos. Se
contemplan tres categorías de bienes que en rigor pueden reducirse a dos: a) bienes vacantes, son
las cosas inmuebles de propietario desconocido; b) bienes mostrencos, son cosas muebles
igualmente de propietario desconocido; c) bienes de personas fallecidas sin herederos. Esta
tercera categoría queda comprendida en una u otra de las anteriores, según la índole mueble o
inmueble de las respectivas cosas, pues cuando alguien fallece aparentemente sin herederos, sólo
es dable afirmar que se ignora si los tiene, y por consiguiente, que los bienes son de propietario
desconocido.

En la práctica se denominan bienes vacantes los que pertenecen a una sucesión vacante, es decir,
sin herederos para recibirla.

4) los muros, plazas de guerra, puentes, ferrocarriles y toda construcción hecha por el estado, y
todos los bienes adquiridos por el estado por cualquier título. Las construcciones hechas por el
estado serán bienes privados de este si se levantan en terreno fiscal, pero no en caso contrario.

nicio » Diccionario juridico » Bienes de dominio público y propiedad privada

Los bienes, básicamente y en cuanto a quién detenta su propiedad, pueden ser de dominio público
o de propiedad privada.

→ La expresión “de dominio público” se refiere a bienes del Estado o de alguna otra
Administración Pública (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas…).

→ La expresión “de propiedad privada”, se refiere normalmente a todos aquellos bienes de los
que pueden ser titulares los particulares, individual o colectivamente. Sin embargo, a veces el
Estado o cualquier otro ente de derecho público puede ser titular o propietario de bienes de
propiedad privada y actuar como si fuera un particular.

Surge así la diferenciación entre bienes demaniales y patrimoniales.

• Son bienes y derechos de dominio público (demaniales) los que siendo de titularidad pública se
encuentran afectados al uso general o al servicio público, así como aquellos a los que una Ley les
otorgue expresamente el carácter de demaniales.

• Son bienes o derechos de dominio privado de la Administración o patrimoniales los que siendo
titularidad de las Administraciones Públicas no tengan el carácter de demaniales y puedan ser
adquiridos, gravados y transmitidos por las mismas, como si de un particular se tratase.
Los bienes y derechos de dominio público o demaniales, a diferencia de los bienes patrimoniales,
presentan como caracteres:

– son inalienables, inembargables e imprescriptibles (no se pueden transmitir, no se pueden


embargar, ni la prescripción puede afectarles).

– han de destinarse obligatoriamente al uso o servicio público, salvo razones de interés público
debidamente justificado.

– han de incorporarse a inventarios y registros adecuados.

CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES DE DOMINIO PÚBLICO

En general, son bienes de dominio público estatal:

→ Los que determine la Ley y,

→ en todo caso, la zona marítimo terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos naturales de
la zona económica y de la plataforma continental.

También son bienes de dominio público:

1. Los destinados al uso público, como los caminos, canales, ríos, torrentes, puertos y puentes
construidos por el Estado, las riberas, playas, radas y otros análogos.

2. Los que pertenecen privativamente al Estado, sin ser de uso común, y están destinados a algún
servicio público o al fomento de la riqueza nacional, como las murallas, fortalezas y demás obras
de defensa del territorio y las minas mientras no se otorgue su concesión.

Todos los demás bienes pertenecientes al Estado en que no concurran las circunstancias
expresadas antes, tienen el carácter de propiedad privada y respecto a tales, el Estado puede
actuar como de si un particular se tratase adquiriendo, enajenando o transmitiendo, gravando
dichos inmuebles…
Los bienes de dominio público, cuando dejen de estar destinados al uso general o a las
necesidades de la defensa del territorio, pasan a formar parte de los bienes de propiedad del
Estado.

Se citan como bienes de uso público o demaniales, los caminos provinciales y los vecinales, las
plazas, calles, fuentes y aguas públicas, los paseos y las obras públicas de servicio general
costeadas por las Administraciones públicas.

RESUMEN UNIDAD I Y II

Unidad I.

Tema 1. La Hacienda Pública Nacional

La Hacienda Pública tiene como principios recaudar recursos para suministrar los ingresos
necesarios al Estado que cubran los desembolsos ocasionados por las funciones de administración
encomendadas. Es por esta razón vista como el conjunto de bienes del Estado (pasivos y activos).

- Obtención de los recursos para atender las necesidades públicas.

- La administración e inversión de esos recursos.

“La Hacienda Pública Nacional comprende los bienes, rentas y deudas que forman el activo y
pasivo de la nación, y todos los demás bienes y rentas cuya administración corresponde al poder
nacional. La Hacienda, considerada como persona jurídica, se denomina Fisco Nacional.” (Ley
Orgánica de la Hacienda Pública Nacional)

Para entender la Hacienda Pública y sus fines debemos entender dos conceptos importantes:

-Actividad Económica: son las operaciones desarrolladas por los particulares para obtener sus
recursos. Característica principal el lucro.
-Actividad Financiera: operaciones dirigidas a procurar la formación del mercado de dinero y de
capitales. El único fin de la Actividad Financiera es el de recaudar ingresos destinados a erogarse
en las necesidades colectivas.

Es por esta razón que el Estado puede realizar actos de comercios para procurar obtener ingresos,
pero no por esto ser un comerciante. Es aquí donde identificamos la diferencia entre actividad
financiera y actividad económica. Ya que la Fisco no tiene como fin el lucro sino la satisfacción de
la comunidad.

La actividad financiera tiene tres fases, que dependen directamente del Presupuesto Público
Nacional y son:

a) Fase Recaudadora (Ingresos Públicos): es la adquisición de los medios económicos suficientes


para cumplir los fines del Estado.

b) Fase Intermedia (Administración): consiste en la distribución de los ingresos públicos según la


Ley de Presupuesto Nacional.

c) Fase de Inversión (Gasto Público): son los desembolsos realizados por el Estado para cumplir
con sus atribuciones constitucionales.

Tema 2. Teoría General del Ingreso Público.

ü Ingresos Públicos:

Son los medios económicos, generalmente representados en dinero que el Estado obtiene de sus
propios bienes o actividades de las rentas o sector privado y que se destinan a cubrir los gastos de
las necesidades públicas.

Clasificación de los Ingresos Públicos:

a) De acuerdo a su periocidad:
-Ordinarios:

*Economía Privada (originarios): 1.- Territoriales (forestales, mineros, otros)

2.- Industriales (como el petróleo)

3.- Comerciales (actividad bancaria)

*Economía Privada (derivados): 1.- Generales (tributos, impuestos)

2.- Especiales (tasas, contribuciones especiales)

-Extraordinarios:

*Crédito Público: 1.- Venta de Inmuebles.

2.- Herencia Yacente.

3.- Donaciones (contrato unilateral)

4.- Impuestos (impuesto debito extraordinario bancario)

b) De acuerdo a la Economía:
*Ingresos Corrientes: 1.- Impuestos directos e indirectos.

2.- Tasas.

3.- Ingresos Patrimoniales.

4.- Contribuciones Especiales.

*Ingresos de Capital: 1.- Venta de activos fijos e intangibles.

2.- Transferencias de Capital.

*Fuentes Financieras: 1.- Venta de títulos valores.

2.- Utilización de Crédito Público.

3.- Aportes de Capital.

4.- Incrementos de Capital.

El Estado interviene tanto en la economía particular como en la pública porque produce efectos:

- En lo Económico: puede desarrollar, incrementar o restringir el sector económico nacional.

- En lo Social: porque considera la economía privada del contribuyente.


- En lo Político: desarrolla estrategias para nivelar social y económicamente a la nación, es decir,
dar la mejor utilización y distribución a los ingresos del Estado.

Tema3. Teoría General del Gasto Público.

ü El Gasto Público:

Erogaciones dinerarias que realiza el Estado, con el fin de distribuir las riquezas, para cubrir de
esta manera las necesidades públicas.

Clasificación de los Gastos Públicos:

a) De acuerdo a su periocidad:

- Gastos Ordinarios: forman parte de las actividades normales del Estado y por tanto se repiten en
cada ejercicio presupuestario. Son aprobados por una Ley de vigencia anual o permanente.

- Gastos Extraordinarios: Se ocasionan de manera irregular e imprevista y por lo general son


cuantiosos. Tienen efecto permanente en la economía, pero se realizan una sola vez.

La importancia de este tipo de gastos es que deben ser cubiertos por ingresos extraordinarios, y es
lo que se conoce como Equilibrio Presupuestario.

b) De acuerdo a la economía:
- Gastos Corrientes: Tienen un efecto indirecto en el crecimiento de la economía. Permiten el
aumento de la demanda y la ampliación del mercado.

- Gastos de Inversión o de Capital. Aumentan la capacidad productiva de la nación. Elevando la


productividad. Sus efectos son directos.

Unidad II.

Tema 4. Estructura Obligacional Tributaria.

ü La Obligación Tributaria:

Surge entre el Estado, entendido como el Sujeto Activo y los Sujetos Pasivos. Esta dada o se
conoce cuando ocurre el hecho previsto en la Ley, y es el vínculo jurídico en virtud del cual el
sujeto pasivo tiene el deber de realizar u omitir determinada conducta frete al sujeto activo. Su
cumplimiento, garantías y privilegios están consagrados en la Ley.

- Es sujeto activo de la obligación tributaria el ente público acreedor del tributo (Art. 18 COT). Es
decir el Estado a través de sus organismos. Este sujeto además de ser el titular del derecho tiene la
potestad de imposición, esta potestad es la facultad del sujeto para crear normas y establecer
tributos. En Venezuela, el único ente con potestad tributaria es el Estado.

- Es sujeto pasivo el obligado al cumplimiento de las prestaciones tributarias, sea en calidad de


contribuyente o de responsable (Art. 19 COT). Es decir es la persona titular de la obligación.

Como Contribuyente entenderemos: sujetos pasivos de la obligación tributaria, personas naturales


o jurídicas, obligadas según la ley al cumplimiento de las prestaciones tributarias, cuando nace el
hecho imponible.

Como Responsables entenderemos: sujetos pasivos de la obligación tributaria. Que cumplen ante
el Fisco en nombre de los propios contribuyentes, a quienes representan.
ü Hecho Imponible:

Es el supuesto de hecho o conjunto de hechos establecidos por la ley para tipificar el tributo y cuya
realización es causa de una obligación tributaria. Las situaciones de hecho son el conjunto de
acontecimientos reales que dan nacimiento a la obligación tributaria.

Ejemplo: el hecho imponible en la muerte de alguien será la herencia.

ü La Base Imponible (objeto de la ley):

Base para medir el tributo, la constituye por lo general una suma de dinero o un bien que puede
ser valorado en términos monetarios.

ü La Materia Imponible: Es el elemento económico sobre el cual recae el impuesto. Son los bienes
objetos de gravamen.

Ejemplos:

-Las unidades tributarias establecidas en la ley como pena para el pago de una falta por parte del
sujeto pasivo.

-Los enriquecimientos netos de las personas naturales o jurídicas son la materia imponible del
impuesto sobre la renta.

ü Las Exenciones:

Es la dispensa total o parcial del pago de la obligación tributaria otorgada por la ley. (Art. 73 COT)
Están establecidas en la ley y tienen carácter permanente. No nace sujeto pasivo.
ü Las Exoneraciones:

Es la dispensa total o parcial del pago de la obligación tributaria concedida por el Poder Ejecutivo
en los casos autorizados por la ley (Art.73 COT). Se dan a través de un decreto por parte del
ejecutivo por un máximo de 5 años y prórroga de 5 años. Es Temporal.

ü Modos de Extinción de la Obligación Tributaria:

1.- El pago, medio clásico de extinción, es la entrega de la prestación debida por parte del sujeto
pasivo.

2.- Compensación, supone la existencia de dos obligaciones entre los mismos sujetos, no puede
tratarse de impuestos indirectos. Para que se lleve a cabo el sujeto pasivo deberá oponerla ante el
sujeto activo, que deberá verificar los requisitos legales que determinen procedente la
compensación.

3.- Confusión, ocurre cuando el sujeto activo reúne las cualidades de acreedor y deudor.

4.- Remisión, condonación (sinónimo: perdón) total o parcial otorgada por la ley de las
obligaciones tributarias.

5.- Declaratoria de incobrabilidad, es la declaración de la administración tributaria de que en


algunos casos las prestaciones tributarias son incobrables.

6.- La Prescripción, es un medio de liberarse de la obligación, por razón del tiempo y bajo las
condiciones de la ley.

Tema 5. La Administración Tributaria.


Conjunto de instituciones de derecho público, encargadas de ejercer las potestades tributarias del
Estado, en su nombre y por mandato expreso de la ley.

La Administración Tributaria;

1.- Recauda los tributos.

2.- Ejecuta los procedimientos de verificación y fiscalización.

3.- Liquida los tributos.

4.- Asegura el cumplimiento de las obligaciones tributarias.

5.- Adopta las medidas administrativas que le otorga el Código Orgánico Tributario.

6.- Inscribe y a actualiza en registro único de identificación o de información a los sujetos pasivos.

7.- Desarrolla sistemas de información, para análisis estadísticos, tributarios y económicos.

8.- Divulga y rige las normas de carácter tributario.

9.- Reajusta la unidad tributaria (U.T), dentro de los primeros 15 días del mes de febrero de cada
año.

10.- Ejerce la Personería del Fisco Nacional.

ü Funciones de la Administración Tributaria:


Corresponde al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), la
aplicación, gestión y desarrollo de las competencias relativas a la ejecución de las políticas
aduanera y tributaria que fija el Ejecutivo Nacional.

ü Facultades de fiscalización y determinación:

1.- Practicar Fiscalizaciones, pueden ser sobre uno o varios periodos fiscales.

2.- Exigir a los contribuyentes, responsables o terceros, los documentos relacionados con la
actividad explotada y su contabilización.

3.- Practicar la verificación física de los bienes en cualquier momento y espacio geográfico de la
República.

4.- Retener, asegurar y requerir copia de los documentos revisados y de los soportes magnéticos.

5.- Practicar inspecciones y fiscalizaciones en los locales y medios de transporte utilizados por los
contribuyentes, dentro o fuera de las horas hábiles en que operen.

6.- Requerir el auxilio del Resguardo Nacional Tributario (ejercido por la Fuerza Armada Nacional
por Órgano de la Guardia Nacional), cuando existan situaciones de impedimento en el desempeño
de sus funciones.

7.- Tomar posesión de los bienes con que se ha cometido ilícito tributario.

ü Determinación de la obligación tributaria:

- Sobre base cierta: es aquella que permite a la Administración conocer con seguridad la
realización del hecho imponible y el cumplimiento de las obligaciones tributarias, a través de
documentos e informaciones que posea la administración.
- Sobre base presuntiva: es aquella que se realiza en base a indicios a través de los elementos que
por su vinculación con el hecho imponible, permiten determinar la existencia y la cuantía de las
obligaciones.

Tema 6. Los Ilícitos Tributarios.

Son todos aquellos actos u omisiones, que tipificados en el Código Orgánico Tributario,
constituyen una infracción de las normas y originan la aplicación de sanciones por parte de los
organismos competentes.

Los ilícitos tributarios se clasifican en el Art. 80 del COT en:

1.- Ilícitos Formales: su origen son el incumplimiento de los deberes formales.

2.- Relativos a las Especies Gravadas y Fiscales: provienen o los constituyen las industrias
tabacaleras y las industrias de licores. Los timbres fiscales.

3.- Materiales: son todas aquellas conductas encaminadas al incumplimiento de los deberes
respecto al pago de los tributos.

4.- Restrictivos de Libertad: intención mal sana del individuo de cometer el hecho. Engaños ante el
Fisco Nacional implica una defraudación. Su exención se da cuando el sujeto admite el delito y
paga la obligación tributaria. No procede tal exención en los casos de reincidencia.

“Lo que no esté contenido dentro de un supuesto de hecho en la Ley es en principio un Lícito”.

ü Baja imposición fiscal o paraísos fiscales: Lugares exentos de impuestos o donde los impuestos
son de baja denominación.

ü Evasión o defraudación tributaria y estafa: supuesto de hecho tipificado en la ley (hecho ilícito)
ü Elusión: vacio o laguna en la ley de la que se aprovecha el individuo para obtener beneficios (no
está consagrado como ilícito o supuesto de hecho en la ley).

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