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DEMOSTRACION CON ORDENADOR Javier de Lorenzo CCuando Appel y Haken anunciaron en 1976 la demostracion de la conjetura de las cuatro colores, convertida nuevamente en teorema (AC), pareci6 a algu- nos que el ordenador cumplia el suefio de Turing de que una méquina pudie- ra penaar. El ordenador ora ezencial en Ia demoatracién de a eonjetura porque durante unas 1200 horas el IBM 370-160 A estuvo examinando 1.476 configura- ciones para comprobar que cada una de ellas era reducible, es decir, que nin- {guna configuracién con esa propiedad aparecia en un contraejemplo del ‘Teorema, para lo cual Appel y Haken uilizaron mas de 300 reglas de descarga ‘con las que obtener un algoritmo para lo grafos planarios. Método de exhibi- ‘ign de configuraciones y de descarga donde el ordenador se hace imprescin- dlible ya que no puede ser efectuado a mano. Ni siquiera la parte que podia ‘suponerse verficable a mano lo era en el fondo, por su complicacién y long tue, ‘Tras esta demostract6n han Ido apareciendo otras. En 1989 Lam (y otros) consiguen demostrar que no exlsten planos proyectivos finitos de orden 10. Para ello manejaron el ordenador CRAY durante varios clentos de horas exa- ‘minando 10 casos que cubrian el aleance completo de todos los c3s0s. En 1996 Larry Wos y MeCunne disefian un programa con el que consiguen demostrar, el 10 de octubre, que toda Algebra de Robbins es un Algebra de Boole. El programa EQP —equational prover hace ahora la demostracién no por céleulo directo, sino por reduccién al absurdo: como toda dlgebra de Robbins satistace la condicién de Winker se obtiene una contradiecin a pat- tir de la conjuncin de la ecuacion de Robbins y la negacién de la condicién dde Winker. 1 ordenador aparece no sélo coma instrumento para el céleul, jugar al ajedrez 0 para demostrar algunos pequefios teoremas, sino que entra de lleno fen To que se considera el terreno mas propio al hacer matematico: la demos- traci6n, Aig intentado en 1956 por Newell y Simon cuando disenaron un pro- sgrama informatico que pretendia, manipulando feuritcas, producir alguna ‘demostracién original de teoremas y, atin més, algin teorema original. Més alld de ese intento, e ordenador logra ahora la demostracion de proposiciones ‘como las citadas que hasta su manejo aparectan como conjeturas y se habjan rmostrado rebeldes a la demostracion directa, a mano, del matematico. Y la “Matematica posee como una de sus imagenes mas topicas, la de ser la ciencia rigurosa por cxcelencia, rigor sélo aleanzable a través de la democtracién de las proposiciones que enuncia. Yen los tres ejemplos mencionados, el orde- nador se muestra como elemento clave para alcanzar el resultado final, la ape- tecida demostracin. Las matematicas del sigho XX aot at Sin embargo... Son demostraciones que plantean muy diversos problemas ‘en el Ambito matemético, Por lo pronto se ha discutido si las demostraciones, ‘mencionadas son 0 no auténticas demostraciones y, de serlo, si son ono satis- factorias,Y ello porque en estas demostraciones se tienen dos hechos basi- ‘cos l no verficablidad y Ia existencia de error. El teorema 4C tal y como fue ‘enuneiado por Appel y Haken con ayuda de Koch es Inverificable, Lo mismo ‘ocurre con otra demostracién mas recente del mismo teorema, dada por Robertson (y ottos) en 1997 en la cual se manejan 633 configuraciones y sélo 32 reglas de descarga para alcanzar un algoritmo cuadrético, con lo que la ‘demostracién aparace més simplifeads, pera contenlendo etapas que janis podran ser vellicadas por matemitico alguno. ¥ junto a esa inverficabilidad, el error. Un error que puede proceder, como en cualquier célculo o demostracion, de quien introduce los datos, pero no es teste tipo de error el que puede considerarse como el central aqut. El error tlene como fuente tanto el software como el hardware. Al escribir un progra ‘ma aparecen muchos niveles en los que se pueden introducir errores: desde el sistema operativo a los lenguales de programacin, al compilador, al software diseftado para determinada computacion..No hay forma de comprobar la ‘correccién en todos los niveles. Tampoco se tiene la infalibilidad del hardwa- re que ejecuta los programas; y son fallos desde los que se presentan en un ‘ordenador normal ye pueden estimar normales —como el produetdo por un corte de energiaeléctrica— hasta los que pueden estimarse aleatorios y debl- 4os, incluso, alos rayos c6smicos. Como Lam sefalara, en 1989, en el caso del ordenador CRAY puede produ cise un error por eada mil horas de empleo lo cual conduce a tener en cuen- tala frecuencia del error, tiempo invertdo, nimero de casos examinados para caleular la probabilidad de que aparezca un error en la demostracion del teo- ‘ema, La conclusion es que la probabilidad de error existe aunque sea muy ppequefa, por lo cual Lam afirma en 1990 que preflere “evitar el uso dela pala- bra demostracién y se prefiere utilizar la oraci6n resultado computado en su. Ondenador 1 650, 402 Demostracin con ordenador lugar’. O, como diria Robertson (y otros) en 1997, “la probabilidad de un error {de computacién que aparece consistentemente de la misma manera en todas las ejecuciones de nuestros programas, en todos los compiladores bajo todos Jos sistemas operatorios que ejecutan nuestros programas, es infintesimale mente pequefio comparado con la probabilidad de un error humano durante 1 mismo caso de comprobacion". Es admitie que el error existe, aunque sea Infinitesimal, y que es intrinseco al ordenador. La demostracion con ordenador aparece como intrinsecamente inverifica- ble y esencialmente falible: hay que admitir que la prueba con ordenador puede dar respuesta incorrecta sin que se tenga la posibilidad de determinar el lugar donde se produce el fallo. Como posibilidad para hacerla ms plausi- bie, elaborar otros programas que permitan obtener el mismo resultado, es {decir intentar la confirmact6n a través de otras demostraciones que también tendrn su error intrinseco, per. ‘Son andlisis que han llevado a algunos —como Chaitin, Tymocko— a con- siderar que, aceptado el empleo del ordenador, la Matemética es empirica, induetiva, probabilistca...y que se tiene, desde ahora, otra forma de concebir Ja demostracion matemética. A otros, mas clésicos, a rechazar que el ordena- dor tenga papel privilegiado alguno en la praxis matemdtica. Dos posiciones extremadas que reflejan una imagen que creo es errénea {del hacer matemético. La demostracién matemética—y no ya la producida por cl ordenador—es dficlmente verificable cuando muestra cierta complelidad luna demostracin suficentemente larga como la que se contiene en la clast cacién de los grupos finitos simples es realmente inverficable por un mate mitico, y todo matematico acepta la conelusién de Daniel Gorenstein en 1994 ‘de que esa clasiticacin se puede dar por terminada, Y no s6lo las demostra- clones langas: la demostracion del stim teorema de Fermat no es verificable nada mas que por un muy pequeno nimero de matematicos: los que dominan todos los temas que intervienen en dicha demostraci6n. Y slo clto unas pro- posiciones que se han hecho muy populares para no entrar en campos tec camente muy especificos Por otro lado, las proposiciones matemticas se aceptan, en muchos casos, sin demostracién o con demostraciones que al cabo de cierto tiempo se com prueba que eran erroneas. El hacer matemstico ha supuesto, siempre, convi- vir con la incertidumbre, a pesar del t6pico. Teoremas come el fundamental de algebra han requerido aftos hasta alcanzar el estatuto de demostrados “de ‘manera definitiva", y cto una proposicién que se ha manejado en muchos ‘campos de la matemética antes de tener dicha demostracién, La demostracién es una apoyatura necesarla, pero no el Gnico abjetivo del matemstico, ni clave del hacer matemstieo. Creo que el problema se centra en otro campo: la deméstracion asistida por ordenador exige que previamente deba eseribirse en lenguaje formal, Uinico que puede ser verificado y manejado por el ordenador, hasta ahora, ES decir, se requiere una formalizacién sintéctica por lo que la demostractén que puede realizarse—por ahora es la verbal simbéliea. ¥ aqui se encuentra tna Javier de Lorenzo 403

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