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Generalidades
Tradicionalmente se ha definido el Derecho Penal en forma bipartita desde el punto de
vista subjetivo y desde el punto de vista objetivo, división que sigue siendo la mas valida
ya que permite la ubicación del como hace y como se manifiesta el Derecho Penal para
regular la conducta humana y mantener el orden jurídico por medio de la protección
social contra el delito.
En resumen, es el conjunto de normas jurídicas que regulan los delitos, las faltas, las
sanciones y las medidas de seguridad creadas por el Estado.
Características del Derecho Penal:
1. Público
2. Normativo
3. Valorativo
4. Finalista
5. Sancionador
6. Cultural
7. Preventivo
8. Rehabilitador
Diferentes denominaciones del Derecho Penal, según Rafael Cuevas del Cid
(guatemalteco)
1. Derecho Criminal
2. Derecho Penal
3. Derecho de castigar
4. Derecho represivo
5. Derecho sancionador
6. Derecho determinador
7. Derecho reformador
8. Derecho de prevención
9. Derecho protector de los criminales
10. Derecho protector de la sociedad
11. Derecho de lucha contra el delito
12. Derecho de defensa social
Derecho Penal Objetivo
Es la facultad de castigar que tiene el Estado como único ente soberano, es del derecho
del Estado a determinar los delitos, señalar, imponer y ejecutar las penas
correspondientes o las medidas de seguridad en su caso. Si bien es cierto la potestad de
penar no es un simple derecho, si no un atributo de la soberanía estatal, ya que es el
Estado con exclusividad a quien corresponde esta tarea, ninguna persona puede arrogarse
dicha actividad.
Es objetivo porque el objeto del Derecho Penal es la norma.
Derecho Penal Subjetivo (Ius Poenale)
Es el conjunto de normas jurídico penales que regulan la actividad punitiva del Estado ,
que determina en abstracto los delitos, las penas y las medidas de seguridad, actuando a
su vez como un depositario legal que limita la facultad de castigar del Estado, a través del
Principio de legalidad, de defensa o de reserva que contiene nuestro Código Penal en su
artículo 1(Nullum Crimen, Nullum Poena sine lege o de legalidad) y se complementa con el
artículo 7 del Código Penal (Exclusión de Analogía)
DERECHO PENAL:
1) Punto de Vista Objetivo
IUS POENALE
2) Punto de Vista Subjetivo
IUS PUNIENDI
DERECHO PENAL DESDE EL PUNTO DE VISTA OBJETIVO.
IUS POENALE
Es el conjunto de normas jurídicas que regulan todo lo relativo a los delitos, las
faltas y
las penas o medidas de seguridad que se le imponen a quienes las cometen
DERECHO PENAL DESDE EL PUNTO DE VISTA SUBJETIVO
IUS PUNIENDI
Es la facultad que tiene el estado en su soberanía para definir que conducta se
debe
considerar como delitos o como faltas y que penas o medidas de seguridades le
van a
imponer a quienes lo cometan.
a) DELITO:
Es una infracción a la ley penal.
Toda acción típica, antijurídica, culpable y punible.
b) FALTA
Es una infracción a la ley penal leve. Art. 148 CP. 481 CP.
c) PENAS
Es la consecuencia jurídica del delito que consiste en la privación o la restricción
que se le hace a una persona de sus derechos que realiza un órgano jurisdiccional
en
sentencia.
d) MEDIDAS DE SEGURIDAD
Son mecanismos alternativos de los que dispone el estado para prevenir que
personas peligrosas cometan un delito y para rehabilitar a personas peligrosas
que
ya han cometido un delito.
Ej.: Estado peligroso Art. 87. CP.
1RAMAS DEL DERECHO PENAL
• DERECHO PENAL MATERIAL O SUSTANTIVO
• DERECHO PENAL PROCESAL O ADJETIVO
• DERECHO PENAL EJECUTIVO O PENITENCIARIO
DERECHO PENAL MATERIAL O SUSTANTIVO.
Es una rama del Derecho Penal a través de la cual se regulan en concreto que
conductas
se deben considerar como delitos o como faltas y que penas o medidas y
seguridad se
deben imponer a quienes lo cometan, regulado en el código penal Decreto 17-73 y
además en todas las leyes penales especiales.
DERECHO PENAL PROCESAL O ADJETIVO
Es la rama del derecho penal que regula todo el desarrollo del proceso para
determinar
si una persona cometió un delito y en su caso ponerle una pena o una medida de
seguridad, regulado en el código Procesal Penal, Decreto 51-92.
DERECHO PENAL EJECUTIVO O PENITENCIARIO:
Es la rama del derecho penal que regula todo lo relativo al cumplimiento de la
pena,
lamentablemente no esta regulado o no existe una ley que lo regule, sin embargo
existen algunas disposiciones relativas a la ejecución en el código Procesal Penal,
en el
libro 5º y además cada centro penitenciario cuenta con un reglamento interno.
DERECHO PENAL:1) Punto de Vista Objetivo IUS POENALE2) Punto de Vista
Subjetivo IUS PUNIENDI
IUS POENALE Es el conjunto de normas jurídicas que regulan todo lo relativo a los delitos, las
faltas ylas penas o medidas de seguridad que se le imponen a quienes las cometen
IUS PUNIENDI Es la facultad que tiene el estado en su soberanía para definir que conducta se
debe considerar como delitos o como faltas y que penas o medidas de seguridades le van a
imponer a quienes lo cometan. a) DELITO:Es una infracción a la ley penal.Toda acción típica,
antijurídica, culpable y punible.b) FALTA Es una infracción a la ley penal leve. Art. 148 CP. 481
CP.c) PENAS Es la consecuencia jurídica del delito que consiste en la privación o la restricción que
se le hace a una persona de sus derechos que realiza un órgano jurisdiccional en sentencia. d)
MEDIDAS DE SEGURIDAD Son mecanismos alternativos de los que dispone el estado para
prevenir quepersonas peligrosas cometan un delito y para rehabilitar a personas peligrosas queya
han cometido un delito. Ej.: Estado peligroso Art. 87. CP.1
Naturaleza jurídica Al querer establecer la naturaleza jurídica del derecho penal o la de cualquier
materia del derecho, se debe establecer de dónde viene y a qué lugar pertenece dentro de las
múltiples disciplinas de nuestra ciencia. Tradicionalmente se dice que uno u otro derecho
pertenece al derecho privado, al derecho público o al derecho social, por lo que debe ubicarse en
uno de ellos al derecho penal, conforme su naturaleza. Sin presentar mucha dificultad, se puede
afirmar que el derecho penal es de naturaleza jurídica pública, como es generalmente aceptado,
porque sólo al Estado corresponde la potestad de penar e imponer medidas de seguridad y porque
es la parte del derecho público que tiende a proteger los más fundamentales intereses
individuales y colectivos; por esas mismas razones, el derecho penal no puede ser derecho privado
ni social. Así, De León Velasco y De Mata Vela 25 , afirman que es una función típicamente pública
la tarea de penar o imponer medidas de seguridad, la que sólo corresponde al Estado y que es una
expresión de su poder interno derivado de su soberanía, argumentando además que la comisión
de cualquier delito, sea privado, público o mixto, genera una relación directa entre el infractor y el
Estado, que es el único titular del poder punitivo, por lo que consideran que el derecho penal sigue
teniendo naturaleza jurídica pública
b.) Es Normativo:
Es normativo porque está conformado por normas que son preceptos, que contienen
mandatos o prohibiciones que regulan la conducta humana.
e.) Es Valorativo:
Porque el Derecho Penal está subordinado a un orden valorativo en cuanto que califica los
actos humanos con arreglo a una valoración; valora la conducta humana.
f.) Es Finalista:
Porque siendo una ciencia teleológica, su fin primordial es resguardar el orden jurídicamente
establecido, a través de la protección contra el crimen.
El derecho penal queda reservado exclusivamente para las formas más gravesen las que se
exponen a ser puestos en peligro o ser lesionados esos bienes jurídicos que protege.
Podemos sostener que si bien su función esta dirigida al control social, no lleva a cabo la
misma de una forma absoluta sino solo en cuanto esta posibilita la vida en sociedad. Por esto
afirmamos que el derecho penal interviene de manera alternativa cuando no hay otro medio
adecuado para alcanzar estos fines que persigue.
Al decir que el derecho penal se aplica solo frente a las agresiones más graves, y solo ante
casos donde sea estrictamente necesario, definimos que este entra en acción cuando la
protección aportada por otros medios con los que cuenta el ordenamiento jurídico no son
suficientes (Principio de intervención mínima o última ratio).
El mencionado principio de intervención mínima o “principio de ultima ratio” orienta la
aplicación del Derecho Penal a la sanción de las conductas que lesionen los bienes jurídicos con
mayor gravedad, considerando que estas son los realmente necesarios y dignos de ser
protegidos.
Vemos entonces que las bases de las sociedades actuales se centran en la libertad del individuo,
cuestión que representa un límite para la intervención del Derecho y por tanto del Estado. Esta
cuestión inspirará al legislador al momento de elaborar cada norma, que en este sentido
encontrará límites, que permitirán la aplicación de el Derecho Penal como medio de control
social, sin desvirtuar esos principios fundamentales del orden social.
El principio de publicidad
"Salvo los casos expresamente señalados por la ley", dice el artículo 195 de la
Constitución, "los juicios serán públicos."
La difusión pública de las incidencias del proceso penal, sin embargo, no está exenta de
peligros. Beling advierte concretamente cuatro: el desprestigio del imputado, cuya
presunción de inocencia se ve inevitablemente resentida por el solo hecho del
procesamiento; la tentación que la difusión pública genera en los protagonistas del
proceso -fiscales, abogados, jueces- a buscar su lucimiento, con desmedro de la eficacia
de su papel procesal; la posibilidad de que se busque la publicidad del proceso como un
fin en sí, desvirtuando su naturaleza, abusando del derecho y burlando el derecho
material2.
El mismo artículo 195, sin embargo, introduce una importante limitación: prohíbe que se
admita la transmisión de las diligencias judiciales por los medios de comunicación, así
como "su grabación por personas ajenas a las partes y a sus defensores"3. Propiamente,
no se trata de una reserva sobre la información, sino de una limitación sobre el empleo de
ciertos medios para difundirla. Se ve claramente en ella la intención de preservar la
majestad del recinto judicial y el normal decurso de los actos procesales.
b) Cuando el proceso tenga por objeto el juzgamiento de los delitos contra la seguridad
del Estado y de los delitos sexuales, comprendidos en los Títulos I y VIII del Libro II del
Código Penal, respectivamente, la audiencia debe ser reservada y desarrollarse
solamente con la presencia del acusado, el acusador, los defensores, el Fiscal, el
Secretario y, si fuere del caso, los testigos y los peritos, sin que pueda violarse la reserva
ni durante la audiencia ni después de ella. El hecho de que la disposición, contenida en el
primer inciso del artículo 255, conste entre los principios generales aplicables a la etapa
del juicio, genera la interrogante respecto a la posibilidad de que la reserva se extienda
también a la fase de instrucción y la audiencia preliminar si el proceso versa sobre esos
mismos delitos. Aunque no se coincida con la conveniencia de la medida, hay que
reconocer que las razones y propósitos que haya tenido el legislador no se cumplirían a
menos que la reserva se extienda también a las demás fases del proceso.
c) El segundo inciso del mismo artículo 255 establece una tercera excepción al principio
de publicidad. "En ningún caso", dice, "el juez o magistrado que conozca de una causa
penal sometida a su resolución puede formular declaraciones públicas o privadas a los
medios de comunicación social, ni antes ni después del fallo". A pesar del lugar en el que
consta dentro de la estructura del Código, como un segundo inciso colocado a
continuación de otro que contiene una regla aplicable a las audiencias en ciertos
procesos, es innegable que se trata de una disposición de carácter general, destinada a
regular la conducta de los jueces o magistrados en todo proceso ("en ningún caso") y
durante todas sus fases ("ni antes ni después del fallo"). El quebrantamiento de la
prohibición se castiga con la destitución.
De ahí que las limitaciones al principio de publicidad deban ser tenidas siempre por el
legislador como un remedio extremo para males graves y deban aplicarse en la dosis
mínima indispensable para prevenirlos. En este sentido, entre las limitaciones impuestas
por el nuevo Código, hay algunas que no se justifican.
En cuanto a los delitos sexuales, la única razón que justifica la reserva es la necesidad de
proteger la intimidad de la víctima. Este propósito se cumpliría suficientemente mediante
una norma que considere a la limitación como uno de los derechos del ofendido, de
manera que solamente se la imponga cuando la intimidad de la víctima, su honra o su
imagen puedan sufrir menoscabo.
Conviene recordar dos observaciones del Comité de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas sobre la publicidad de los juicios. La primera tiene que ver con el alcance de las
limitaciones, sentándose el criterio de que, aun en los casos excepcionales en los que la
reserva está permitida por los instrumentos internacionales, dicha limitación no puede
alcanzar a la sentencia.
La oralidad
No es usual que se mire a la oralidad como una garantía. El enfoque más extendido la
trata como una modalidad que presenta algunas ventajas funcionales frente al proceso
escrito, normalmente vinculadas con la agilidad y el despacho expedito.
En realidad, las ventajas del sistema oral tienen que ver más con la calidad del resultado,
que con la mera agilidad en el despacho. La esencia del sistema, en efecto, reside en la
posibilidad de contradicción de la prueba desde el momento mismo en que está siendo
presentada, de tal manera que el juez tiene la posibilidad de establecer su alcance y
limitaciones como resultado del enfrentamiento entre los puntos de vista de la defensa y la
acusación; pero tiene también la posibilidad de vincular esa prueba con las demás, dentro
del mismo clima contradictorio. La inmediación y la concentración, a las que alude
también la disposición constitucional, resultan inseparables de la oralidad. El rigor en la
prueba conduce a una justicia de mejor calidad. En materia penal, cuando la carga de la
prueba recae íntegramente en la acusación, el rigor en la prueba se constituye en
garantía de la defensa.
Así hay que entender las disposiciones del nuevo Código respecto al decurso de la
audiencia preliminar (art. 229) y al transcurso del juicio (art. 258).
Podrían surgir dudas respecto al carácter oral del procedimiento para la presentación de
la prueba en los delitos de acción penal privada, por la ausencia de referencia expresa,
puesto que el artículo 373 solamente dice que en caso de no lograrse conciliación "el juez
recibirá la causa a prueba por el lapso de quince días, durante el cual se practicarán todas
las que pidan las partes".
Por otra parte, esa es la solución que el mismo Código ha previsto para otros
procedimientos especiales, como se desprende de lo dispuesto por el artículo 3817.
I. El principio de igualdad
Con toda razón, San Martín Castro considera inseparables la contradicción y el principio
de igualdad: una contradicción efectiva en el proceso y la configuración de parte que se
da a los sujetos procesales, exige, según el jurista peruano, "que ambas partes
procesales gocen de los medios de ataque y de defensa y de la igualdad de armas para
hacer valer sus alegaciones y medios de prueba, cuya vulneración produce
indefensión. De ahí que la igualdad entre los sujetos procesales sea todavía más
necesaria en el proceso oral, cuya esencia y cuya eficacia residen, precisamente, en su
carácter contradictorio.
Más que con respecto a las otras garantías fundamentales, la tarea del juez resulta
determinante en cuanto a precautelar la igualdad procesal, amenazada de ordinario no
tanto por un tratamiento desigual en la ley, cuanto en los hechos, es decir, en el decurso
mismo del proceso, cuyas incidencias pueden crear situaciones de ventaja indebidas a
favor de alguna de las partes.
Pero el principio de igualdad tiene también otra dimensión, más general, en cuanto alude
no ya al tratamiento de las partes dentro del proceso, sino a la existencia de fueros que
conllevan el establecimiento y mantenimiento de tribunales especiales, distintos de los
ordinarios, para que se ocupen del juzgamiento de ciertas personas.
El sistema todavía imperante con el Código de 1983, está regido por el principio de
legalidad: el fiscal tiene la obligación de presentar su excitativa al juez y éste, ante
cualquier notitia criminis, la obligación de instruir el sumario9. Desde las reformas
constitucionales de 1998, al Ministerio Público le corresponde un nuevo papel en el
proceso penal, delineado por el artículo 219 de la Constitución, cuyo inciso primero dice:
Las consideraciones en las que se sustenta esta tesis son las siguientes:
Llama ciertamente la atención la frase inicial, con la que se enuncia uno de los principios
en cuya virtud suelen decidirse los conflictos de competencia entre los jueces. Hay que
entender que lo que el legislador constitucional tuvo en mente al redactar la norma, es el
sistema actual, en el cual es el juez quien da inicio a la investigación o al menos ordena
que se la practique, al instaurar el sumario. De ahí que, con un sentido más práctico que
técnico, queriendo cambiar la situación actual, dispuso que fuera el fiscal quien "previniera
en el conocimiento de la causa", es decir, actuara antes que el juez dentro del proceso
penal.
Lo cual significa que según la Constitución, ante la notitia criminis debe actuar el fiscal, no
el juez y debe hacerlo con dos propósitos: dirigir la investigación y, de hallar
fundamento como resultado de ella, acusar, es decir, ejercitar la acción penal pública.
Si la Constitución exige que el fiscal, para acusar, deba hacerlo con fundamento y
después de haber investigado, quiere decir que no considera suficiente para el ejercicio
de la acción penal a la sola notitia criminis.10 Allí está ya el principio de oportunidad
técnica, que es la base del sistema acusatorio.
Adicionalmente, para el ejercicio de esta discrecionalidad por parte del Ministerio Público
han de considerarse necesariamente los principios generales impuestos por la
Constitución.
En primer lugar, como se dijo, el propio artículo 219 al tiempo que le confiere al fiscal la
facultad para ejercer la acción penal, le impone también la carga, es decir, la
responsabilidad de ejercitarla apenas encuentre que para ello hay fundamento.
De otro lado, no hay que olvidar que a la Constitución debe mirársela y entendérsela
como un todo. De manera que hay otros principios que limitan el ejercicio de esa
discrecionalidad por parte del Ministerio Público.
San Martín Castro advierte, con razón, que en la aplicación del principio de oportunidad a
cada caso, el fiscal está limitado por los principios de proporcionalidad e igualdad, pero
considera que además, "en aras del control efectivo de las decisiones de la fiscalía,
resulta imprescindible la intervención judicial cuando la víctima cuestione la abstención o
cuando el imputado considere que determinadas obligaciones o lineamientos reparatorios
son desproporcionados" 12
La cuestión que surge siempre que se trata de reconocer al fiscal cierta discrecionalidad
para decidir si promueve o no el proceso, es la relativa a la discrepancia en la apreciación
sobre los méritos. Si se tiene en cuenta que tal discrepancia puede fundarse tanto en la
pura y simple diferencia de criterios, cuanto en la existencia de motivaciones ilícitas, se
advertirá la inconveniencia de dejar sin controles a esta fase de la actuación del Ministerio
Público. Lo que San Martín recomienda es que la decisión mediante la cual el fiscal
decide no ejercer la acción penal o desiste de promoverla, sea sometida al control judicial.
Así acontece en el nuevo Código; pero, según los artículos 39 y 231, si el juez no
comparte el criterio del fiscal, debe remitir el expediente al fiscal superior, cuyo criterio
prevalece aun sobre el del juez y el del acusador particular.
Este es sin duda uno de los aspectos más polémicos del nuevo sistema. La solución
obedece a la intención de impedir que contra el criterio del Ministerio Público, se ejercite
una acción cuya titularidad le pertenece y evitar así la desnaturalización de la acción
penal que ha conducido a la instrumentalización del proceso en función de los más
diversos propósitos.
El principio recogido por el artículo 1 del nuevo Código en cuya virtud la condena ha de
ser la consecuencia de un juicio, es decir de un proceso dentro del cual hayan sido
probados los hechos y declarada la responsabilidad del imputado, se concreta, desde la
perspectiva de los intereses de éste, en un derecho al juicio.
Son dos los aspectos en los cuales este principio tiene incidencia práctica: la estructura
del proceso penal y su desenvolvimiento en el caso concreto.
Este es precisamente el caso del sistema introducido con el Código de 1983: el alto
porcentaje de presos sin condena, la diferencia impresionante entre el número de
procesos que se inicia y el número de procesos que culmina con sentencia, el porcentaje
ínfimo de sentencias condenatorias y el tiempo medio de duración de los procesos, no
pueden sino conducir a la conclusión de que se está ante un sistema inadecuado y
disfuncional.
Especial relación con el tema de la celeridad procesal guarda la posibilidad de que pueda
hacerse la imputación antes de que se haya practicado investigación alguna.
Efectivamente, en el antiguo sistema, el proceso comienza formalmente atribuyendo,
aunque fuese de modo provisional, la comisión del delito a una persona y debe durar, en
la fase instructiva, un plazo limitado que jamás se cumple, porque el resultado de una
investigación no aparece sino en función de las circunstancias que han rodeado al delito y
de los medios y de la capacidad técnica de los investigadores. En consecuencia, la
realidad que las estadísticas muestran, es un resultado del sistema en sí.
En otros casos, puede suceder que aunque las estadísticas no condenen al sistema en
general, o lo hagan en forma menos contundente que al nuestro, el manejo procesal de
un caso concreto evidencie dilación.
En la práctica, los atentados contra este principio pasan más bien por el sometimiento de
un civil al fuero militar, mediante disposiciones que extienden el ámbito de competencia
de los tribunales militares bajo estados de excepción o por motivos de seguridad. Es el
caso del artículo 145 de la Ley de Seguridad Nacional, de cuya inconstitucionalidad no
queda duda, a la luz de la doctrina establecida por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en cuya opinión las garantías judiciales no se suspenden durante los estados
de excepción, de acuerdo con el artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.16
a) La función tutelar es inseparable de las tareas y del quehacer del juez y se extiende,
por lo mismo, a todas las fases del proceso. En este sentido, la disposición del numeral 1
del artículo 27 del CPP, en cuya virtud se asigna al juez competencia para "garantizar los
derechos del imputado y del ofendido durante la etapa de la instrucción fiscal", no debe
entenderse limitativa ni restrictivamente. También en las otras etapas del procedimiento
los jueces y el tribunal penal tienen igual responsabilidad. Lo que ocurre es que el
legislador quiso resaltar esta atribución expresamente, debido a la circunstancia de que
en general las actuaciones en la fase de instrucción no tienen carácter judicial, puesto que
es al Ministerio Público a quien corresponde desarrollarlas.
b) Las exigencias del debido proceso no son formalidades prescindibles, sino requisitos
sustantivos del juicio. No puede pasarse sobre ellas en aras de la celeridad, de la
urgencia, de la gravedad del delito ni de ningún otro principio.
Non bis in idem
Se trata de una aplicación al proceso penal del principio universal de la cosa juzgada,
pero con la particularidad de que su efecto proviene no solamente de la sentencia
absolutoria, sino también del sobreseimiento.
El Código limita este efecto al sobreseimiento llamado definitivo19 y permite que en caso
de sobreseimiento provisional, pueda el fiscal intentar una nueva acusación, siempre que
lo haga dentro del plazo legalmente previsto.
Esta posibilidad de nuevo juicio produce una ruptura en el principio non bis in idem, que
no se justifica. La distinción entre los efectos para el imputado del sobreseimiento
provisional y del definitivo, tal vez explicable dentro del sistema de ejercicio obligatorio de
la acción penal, no encuentra sustento una vez admitido el principio de oportunidad. Si el
fiscal está obligado a evaluar los elementos de que dispone antes de hacer la imputación,
quiere decir que tales elementos son lo suficientemente convincentes y razonables para
sostenerla. Si después de la actuación desplegada por el propio fiscal durante la fase
instructiva, tales elementos no han podido ser suficientemente sustentados, no se ve
motivo para que quien sufrió la imputación sin fundamento, quede sujeto a la posibilidad
de un nuevo proceso por la misma causa. El carácter provisional del sobreseimiento, con
los efectos descritos, solamente sería admisible cuando el Ministerio Público expone
causas razonables y justificables que permitan esperar que dentro de un plazo podrán
agregarse nuevos elementos de juicio, como cuando se espera la llegada de
informaciones del exterior o la presencia de un testigo ausente.20
a) Del auto de prisión preventiva: cabe apelación (343 CPP) y amparo (422 CPP).
b) Del auto de llamamiento a juicio o del de sobreseimiento, cabe apelación (343 CPP).
c) De la sentencia, cabe apelación solamente si se trata de acción penal privada o de
procedimiento abreviado (343 CPP). Pero cabe nulidad (332 CPP), casación (349 CPP) y
revisión (359 CPP), en los casos expresamente contemplados para cada recurso.
Dos son los problemas que surgen en relación con la forma en que los Códigos suelen
concretar esta garantía.
El primero tiene que ver con la dificultad para dar curso a una apelación en el proceso
oral, sin sacrificar la inmediación y, evidentemente, el carácter oral del procedimiento.
Mayer observa con razón que una apelación en sentido estricto en el procedimiento oral,
debería dar lugar a un nuevo juicio. La imposibilidad de que esto se admita y también la
inconveniencia de hacerlo, lleva necesariamente a reconocer, como lo ha hecho la Corte
Interamericana, que la garantía de la instancia plural queda satisfecha con la posibilidad
de ejercitar recursos que permitan controlar los errores de derecho en la sentencia o en el
procedimiento, como ocurre con los de casación y nulidad, aunque no conduzcan a una
nueva evaluación de los hechos.
No deja sin embargo de tener razón el reconocido procesalista argentino, porque, como
se verá de inmediato, la posibilidad de que recurran quienes sustentan la acusación, si lo
hacen junto con el imputado o procesado, abre la posibilidad de que el recurso contribuya
a que se agrave la situación procesal de éste, con lo cual desaparece el carácter
garantista del recurso.
Este principio es consecuencia del anterior: si el recurso es una garantía para el imputado
o el procesado, no cabe que sea utilizado en su contra, agravando su situación procesal.
Sin embargo, resulta evidente la diferencia en el alcance del principio tal como está
plasmado en la Constitución, por un lado y tal como lo ha concretado el Código, por otro.
La disposición constitucional no establece limitación ni condicionamiento. Dice, simple y
categóricamente, que no se podrá empeorar la situación del recurrente, mientras que el
Código prohíbe la reformatio in pejus solamente cuando el imputado o procesado es el
único recurrente.
IV. La presunción de inocencia
El principio en cuya virtud toda persona tiene derecho a que se presuma su inocencia,
mientras no se establezca legalmente su culpabilidad, reconocido por la Convención
Americana de Derechos Humanos26 y por la Constitución, es la base y supuesto
fundamental del debido proceso penal.
La presunción, según el derecho nacional, se extiende hasta que el proceso culmina con
sentencia ejecutoriada.27 Se trata, además, de una presunción que no admite
demostración en contrario, lo cual significa que aunque la evidencia sea incontrovertible,
mientras no haya sentencia ejecutoriada el imputado o procesado debe recibir el
tratamiento de una persona inocente.
b) La calidad de la prueba debe ser tal que permita sustentar la condena más allá de toda
duda razonable. Es la aplicación a la apreciación de la prueba del viejo principio in dubio
pro reo.
c) La actitud del tribunal, llamado a garantizar los derechos del reo, evitando que en virtud
de la imputación reciba un tratamiento incompatible con su condición de persona
inocente; y,
"La libertad", en sentido amplio, como comprensiva de las libertades concretas referidas a
las distintas manifestaciones de la personalidad, es uno de los derechos que el Estado
garantiza a toda persona.29
Las medidas cautelares de carácter personal, según el art. 160 del CPP, son la detención
y la prisión preventiva.
La prisión preventiva es una medida privativa de libertad que se aplica antes de que haya
sentencia firme y que constituye por lo mismo una excepción al principio de libertad
durante el proceso. Su gravedad y consecuencias obligan a un prolijo examen de los
principios a los que está sujeta su adopción.
Nada tiene que ver la gravedad del delito, con la procedencia de la prisión preventiva. No
es, como antes se dijo, una pena, sino que persigue finalidades inherentes al desarrollo
del proceso. Esto sustenta al primero de los principios cuya observancia debe
considerarse: el principio de necesidad procesal, en función de conseguir alguno de los
objetivos siguientes: asegurar la comparecencia del imputado al juicio o asegurar el
cumplimiento de la pena, según el artículo 167 del CPP.
Principio de excepcionalidad
Esta es una consecuencia del derecho a la libertad durante el proceso. Para asegurar el
cumplimiento de los objetivos procesales sin sacrificar excesiva e innecesariamente el
bien superior de la libertad, los sistemas procesales han establecido medidas alternativas.
El Código las contempla, aunque con carácter innecesariamente limitado, porque hace
depender su aplicación de la gravedad del delito, no de circunstancias estrictamente
procesales, relativas a la condición personal del imputado. Dice el artículo 171:
"Sustitución.- Siempre que se trate de un delito que no exceda de cinco años, y que el
imputado no haya sido condenado con anterioridad por delito, el juez o tribunal puede
ordenar una o varias de las siguientes medidas alternativas:
c) La prohibición de salir del país, de la localidad en la que reside o del ámbito territorial
que fije el juez o tribunal".
Principio de proporcionalidad
Una medida tan grave como la prisión preventiva, que significa una negación al principio
de libertad durante el proceso, no se justifica cuando la infracción que se persigue se
castiga con una pena privativa de libertad mínima. El nuevo Código, al igual que el de
1983, prohíbe adoptarla si la pena privativa de libertad prevista para el delito que se juzga
es inferior a un año.32
Principio de legalidad
El reconocimiento constitucional del derecho de defensa es, sin embargo, mucho más que
la simple afirmación de la posibilidad de defenderse y se manifiesta en una doble
dimensión: como garantía procesal y como derecho subjetivo.
De otro lado, esta vinculación funcional con el derecho de defensa, impone ciertas
características a la información que debe proporcionarse al imputado, la cual debe
ser inteligible, completa y oportuna 43
Información completa es la que contiene todos los elementos necesarios para sustentar la
defensa, es decir, tanto los relativos a la naturaleza de la acusación, como a
su causa45. La incriminación es el resultado de una decisión de un órgano del poder
público, que debe motivarse como las demás y, como se verá más adelante, supone tanto
una mención explícita de los hechos que se consideran incriminatorios y de las normas
sustantivas que se estiman infringidas, como una explicación acerca de la pertinencia de
la aplicación de las normas sustantivas a los hechos.
La oportunidad tiene que ver con el momento en que la información se pone a disposición
del imputado. La Convención Americana de Derechos Humanos exige que la
comunicación de los cargos sea "previa y detallada".46 Esto significa que el imputado ha
de disponer de ella antes del momento procesal en que deba hacer valer su defensa.
Como se verá más adelante, esta garantía mínima se vincula así estrechamente con el
derecho a disponer del tiempo necesario para preparar la defensa, de manera que el
"antes" se convierte en "con anticipación suficiente". De otro lado, debe tenerse presente
que el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos requiere que la
comunicación se produzca "sin demora", lo cual ha sido interpretado por el Comité de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el sentido de que la información acerca de
los cargos debe proporcionarse "tan pronto como una autoridad competente formule la
acusación"47. Ambas exigencias deben conciliarse.
2. El derecho a no incriminarse
El Código utiliza la expresión "elementos de prueba" para designar a los datos obtenidos
por la fiscalía. Esta distinción entre "prueba" y "elementos de prueba" corresponde a la
que la doctrina continental hace entre "actos de investigación" y "actos de prueba". San
Martín Castro, siguiendo a Ortells Ramos, identifica cinco diferencias55:
b) La eficacia jurídica del acto de investigación consiste en servir de fundamento para que
se dicten resoluciones de imputación o medidas limitativas de derechos de carácter
cautelar, que tienen siempre carácter provisional, mientras que la prueba persigue
sustentar la sentencia, es decir, la resolución definitiva sobre el fondo.
c) Mientras los actos de prueba se apoyan en un juicio de mera probabilidad, los actos de
prueba están destinados a sustentar un juicio de convicción plena. De ahí que para el
llamamiento a juicio sea suficiente la probabilidad razonable, mientras que para la
condena, la mera probabilidad es insuficiente. La presunción de inocencia solamente
queda desvirtuada con la convicción, más allá de toda duda razonable.
d) Mientras los actos de investigación no requieren del concurso necesario del imputado,
cuya identidad puede todavía no haberse determinado, los de prueba no tienen eficacia
sin la oportunidad de contradicción plena.
e) Mientras los actos de investigación son anteriores al juicio, los de prueba se practican
dentro de éste.
La distinción, como se aprecia, guarda cierta similitud con la que existe en la doctrina
estadounidense, entre evidencia y prueba; en la cual la palabra evidencia56 sirve para
designar a cualquier realidad sensorialmente perceptible que pueda dar cuenta de los
hechos o servir para inferirlos; mientras que la expresión prueba57 se reserva para la
evidencia ya presentada y admitida en juicio.
Los "elementos de prueba" o, para emplear la denominación doctrinariamente apropiada,
los actos procesales de investigación, le sirven a la fiscalía para sustentar ante el juez sus
pretensiones: la acusación y el consiguiente pedido de llamamiento a juicio, o que se
autorice alguna medida cautelar, pero nada más. En sí mismos estos elementos de
prueba no ofrecen mérito alguno para condenar. Así, por ejemplo, la información que un
testigo proporcionó a la fiscalía, y que consta transcrita en el expediente, no tendrá valor
alguno como prueba a menos que esa persona rinda su testimonio ante el tribunal durante
el juicio, con plena oportunidad de contradicción. La mera "reproducción" de lo actuado en
la instrucción carece de efecto probatorio alguno.
En todo caso, no cabe duda de que el derecho de defensa exige pleno acceso de la
defensa del imputado a esos elementos de prueba y la posibilidad de ofrecer otros
elementos de descargo, si fuere del caso. El artículo 26 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, aunque con una terminología que se presta a equívocos, puesto que llama
pruebas a los elementos que según el Código no lo son, garantiza el pleno ejercicio del
derecho de defensa.58
Este derecho actúa como una garantía post factum para el principio de la legalidad de la
prueba59 en todos aquellos casos en los que pretende hacerse valer el valor probatorio de
evidencias obtenidas con infracción a lo dispuesto por la Constitución y la ley.
El artículo 80 del nuevo Código desconoce toda eficacia probatoria a cualquier actuación
preprocesal o procesal que vulnere garantías constitucionales y extiende el mismo efecto
a "todas aquellas pruebas que, de acuerdo con las circunstancias del caso, no hubieren
podido ser obtenidas sin la violación de tales garantías".
En ninguno de estos casos se reúnen los tres elementos que según la disposición
constitucional son necesarios para que exista motivación:
2. La dogmática
La dogmática es el método científico de estudio de un derecho positivo dado. La dogmática
supone la distinción entre el derecho positivo (de lege lata) y el posible (de lege ferenda), y se
ocupa del primero. Es el estudio de la construcción del derecho vigente, sobre bases científicas.
La dogmática como sistema comienza mucho antes de Rudolf Von Ihering, quien es caratulado
como su iniciador dentro del derecho privado. Es incuestionable que el estudio de textos
jurídicos nació mucho antes en la Edad Media con los glosadores, posglosadores y los prácticos.
"Es posible que hasta Von Ihering se hiciese prosa sin saberlo, y porque no se lo sabía se lo
hacía con escasa precisión, pero, de todos modos se hacía prosa." Se la hacía sin un
metalenguaje depurado (como llegó a ser la ‘Teoría del Delito’ a comienzos del siglo XX), pero
lo cierto es que siempre que hubo saber jurídico hubo dogmática.
3. El derecho penal liberal
El Marqués de BECCARÍA:
César Bonesana (Beccaria) en su libro ‘De los delitos y las penas’ que sería la consumación
del pensamiento del Iluminismo en el campo penal, (1764) no pretende hacer ciencia del
derecho penal, sino simplemente marcar los lineamientos de la política criminal. Beccaria
sienta las bases que servirán posteriormente para construir una ciencia penal guiada por la idea
de establecer un sistema de garantías al sujeto, y que al mismo tiempo den el marco legitimante
a la intervención represiva del Estado. Beccaria pone las bases para el establecimiento de un
derecho penal de un Estado de Derecho. Beccaria es el menos penalista (en lo que a técnica
jurídica o a elaboración de sistema se refiere) del momento fundacional del derecho penal
liberal.
"Beccaria no ofrecía a los jueces ningún sistema, sino que criticaba desde una perspectiva
iluminista el sistema penal de su tiempo. Si este pensamiento se hubiese limitado a producir
tales discursos, no hubiese modificado en nada las decisiones judiciales, es decir, la práctica del
derecho. Pero los iluministas y liberales originarios no abjuraban de la técnica jurídica, sino
que aún no la integraban. Fue la siguiente generación la que integró en el discurso jurídico
penal la técnica de los prácticos con las ideas del racionalismo liberal. Para ello tuvieron que
apelar al derecho natural contractualista (Febuerbach sostenía que la filosofía era fuente del
derecho penal, Carrara afirmaba que su sistema lo deducía de la razón), porque carecían de
constituciones o normas de jerarquía superior a la ley penal ordinaria , en las que basar sobre
ideas liberales su construcción técnica. Los sistemas que elaboraron los liberales eran
iusnaturalistas porque no podían ser otra cosa..."
"Beccaria fue el primero que se atrevió a escribir en forma sencilla, en italiano, en forma de
opúsculo, y concebido en escuetos silogismos y no en la de aquellos infolios en que los prácticos
trataban de resumir la multiplicidad de las leyes de la época. Sobre todo, Beccaría es el primero
que se atreve a hacer política criminal, es decir, una crítica de la ley". Así definía Don Luis
Jiménez de Asúa a ese gran espíritu liberal que fue Beccaria, en una conferencia en
la Universidad Nacional de Córdoba en su vuelta al país en 1955.
Junto a Beccaria debemos hacer mención a Montesquieu, Marat y Voltaire (Defensa de los
oprimidos). Beccaria parte de los presupuestos filosóficos imperantes de la época (el Contrato
Social, de Rousseau) como origen de la constitución de la sociedad y la cesión de mínimos
de libertad a manos del Estado y su poder punitivo para la conservación de las restantes
libertades.
La crítica surgida del libro de Beccaria conduce a la formulación de una serie de reformas
penales que son la base de lo que conocemos como Derecho Penal liberal, resumido en
términos de humanización general de las penas, abolición de la tortura, igualdad ante la Ley,
Principio de Legalidad, proporcionalidad entre delito y pena, etc.
Podemos decir que su obra ha corroborado por escrito las exigencias jurídico-penales de su
tiempo, lo que explica el éxito de su libro y su rápida trascendencia legislativa, porque en muy
poco espacio de tiempo sus propuestas se formalizaron en una ley.
Como confirmación de la filiación liberal de Beccaria, resta consignar que uno de los más
prolíficos difusores de su obra fue Voltaire en Francia. Después de este pequeño libro de
política criminal, Beccaria termina sus días escribiendo sobre economía.
4. LA ‘mal llamada’ ESCUELA CLÁSICA: (la Escuela Liberal)
"No resulta fácil establecer el estatuto de las discontinuidades con respecto a la historia en
general. Menos aún sin duda con respecto a la historia del pensamiento. ¿Se quiere trazar una
partición?. Todo límite no es quizá sino un corte arbitrario en un conjunto indefinidamente
móvil. ¿Se quiere recortar un período? Pero, ¿se tiene acaso el derecho de establecer en dos
puntas del tiempo, rupturas simétricas a fin de establecer entre ellas un sistema continuo y
unitario?".
El positivismo impone arbitrariamente a todos los heterogéneos pensadores que los
antecedieron el nombre de ‘Escuela Clásica’. Sólo de esa circunstancia epistemológica surge
este rótulo.
La lista de expositores de esta supuesta ‘escuela’ se abre con Francesco Carmignani. Sus
‘Elementos de Derecho Criminal’ proponen un sistema de derecho penal derivado de la razón, a
causa de la anarquía legislativa de la península itálica. Entre pensadores como Pagano y
Feuerbach, Carmignani es el más afortunado de los primeros que trazaron un sistema científico
del derecho penal en lengua no germana.
"El derecho penal liberal requiere un marco liberal, o sea, una constitución; ante la ausencia,
primitivismo o rudimentariedad de este instrumento, la intencionalidad política liberal de
Carmignani en la construcción del sistema lo llevaba a procurarlos en la razón y a pretender
deducirlos de ella."
Siguiendo el sistema de Carmignani, pero superándolo ampliamente, aparece en el escenario
de la escuela liberal Francesco Carrara, conocido como ‘el Maestro de Pisa’. En su ‘Programma
del Corso di Diritto Criminale’ (1859) la construcción del sistema de derecho penal alcanza los
niveles más altos de depuración técnica, tanto que cuando muere Carrara se empieza a
visualizar el proceso de demolición del derecho penal liberal, y deja "una de las obras más
difíciles de superar que puedan leer ojos de penalista", en el decir de Jiménez de Asúa.
"Ya tenemos el derecho penal liberal construido por unos hombres que lo creen definitivo.
Conviene recordar que Carrara le confía a sus discípulos el encargo de dedicarse más bien al
derecho adjetivo, al derecho formal y rituario, que al derecho material, el cual creía asentado
para siempre."
Después de estos años de consolidación del pensamiento penal liberal vienen los años del
desplome. Se creía que la libertad estaba asegurada para siempre, pero siempre hay que estar
velando las armas, como Don Quijote, presto a defender el ideario liberal.
La Revolución Francesa había proclamado las insignias de LIBERTAD, IGUALDAD Y
FRATERNIDAD. En cada una de esas banderas, el derecho penal construyó su ciencia:
LIBERTAD: ‘nullum cirmen sine lege’. A este principio liberal el naciente nazismo impone el
‘nullum crimen sine poena’.
IGUALDAD: el tipo objetivo, tan deseoso de ser igual, que el Código francés de 1810 no quiso
aceptar los atenuantes ni agravantes por presunta vulneración del aquel principio de igualdad.
Después comprendieron que estaban equivocados, porque sabemos que la verdadera igualdad
consiste en tratar desigualmente a los seres desiguales. Este principio liberal se destruye
oponiendo al derecho penal de acto el derecho penal de autor.
FRATERNIDAD: la guillotina fue un síntoma de fraternidad, todas las clases morían del mismo
modo y sin experimentar sufrimiento.
En Rusia los avances antiliberales llegaron tan lejos que se ideó un Córdigo Penal (el de
Krylenko) sin dosimetría ni parte especial.
Escuela Clásica
En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevas clases sociales, como por ejemplo los mercaderes,
banqueros y los hombres de negocio (los burgueses), llamada esta época como la Era de las
Luces.༢>
Conceptos fundamentales del a Escuela clásica penal
Las propuestas esenciales de la escuela pueden sintetizarse así:
La Escuela Clásica encuentra sus bases filosóficas en el Derecho Natural que es el conjunto de
reglas ideales, eternas e inmutables que se anhela ver transformadas en leyes positivas.
Niega la tesis del contrato social que manejaban tanto los representantes de la Ilustración en el
campo penal como Beccaria, Bentham, Howard. El Derecho es innato al hombre porque es
dado por Dios, no es histórico, no es producto del hombre. El hombre debe vivir conforme a esa
ley natural, pero esta no puede ser suficiente. Acepta leyes hechas por el hombre pero conforme
a las leyes naturales. Para que estas leyes sean cumplidas es necesario de un conjunto
de normas sancionadoras.
Entonces las leyes están en este orden:
1º. Las leyes de Dios,
2º. Las leyes del hombre.
3º. Las leyes sancionatorias.
Sobre esta base: la razón de la justicia penal está en la tutela jurídica de reintegrar el orden
perturbado.
Principios
La doctrina de la escuela clásica señala como objeto de la ciencia penal el estudio de los delitos
y de las penas, con descuido del delincuente. Considera como delito, únicamente el hecho
previsto de antemano por la ley penal; como fundamento del derecho de castigar,
el mantenimiento del orden jurídico por el Estado, esto es, la tutela jurídica de los
intereses, derechos y libertades de los ciudadanos, fórmula que se puede resumir en
el interés común; y como fin de la pena, el ejemplo y el escarmiento.
Delito:
Es una entidad jurídica, abstracta, determinada por la colisión entre las acciones humanas y el
derecho. Su esencia es la transgresión de una regla jurídica. Consta de dos elementos: uno
interno: la voluntad e inteligencia; el otro externo: el hecho material. Es el resultado de dos
fuerzas: la fuerzamoral, intención libre y la fuerza material, movimiento muscular, acción.
En el delito se distinguen la cualidad, constituida por los caracteres que diferencian un hecho
de otro y determinan el delito-tipo; la cantidad, que los hace más o menos graves, y el grado,
que torna al delito plenamente o menos plenamente imputable.
El Delincuente
Es un ser dotado de libre albedrío que viola espontáneamente la ley y es castigado por su acto y
no por su personalidad. El hombre es un ser inteligente y libre de escoger entre lo moralmente
malo y lo moralmente bueno, si escoge el mal, a pesar de estar dotado de esa inteligencia y
esa libertad, es justo que se le retribuya con otro mal.
La imputabilidad: es la relación del hecho con su autor, siendo éste la causa eficiente del
mismo. En la doctrina de esta escuela se clasifica en:
a) Moral: violación de una regla de conducta no incriminada, la falta de caridad.
b) Política: es la que hace responsable al sujeto ante la sociedad.
c) Civil: es la violación de un derecho privativo de los particulares.
d) Física: es la imputación de un hecho involuntario, como un homicidio causal.
e) Legal: es la transgresión de una prohibición de la ley.
La importancia de esta clasificación consiste en que corresponde a los legisladores determinar
la imputabilidad política, esto es, los hechos delictuosos, los actos dañosos a la sociedad; y a los
jueces determinar las demás, aplicando la ley al conocer de cada caso concreto.
Responsabilidad: exige en el autor del hecho la voluntad de cometerlo, supone el
conocimiento suficiente del bien y del mal y el libre arbitrio de escoger este último.
La responsabilidad penal deriva de la responsabilidad moral.
El hecho cometido se presume voluntario y sólo se justifica cuando el agente obedece a
una autoridad superior, o no puede resistir fuerza insuperable, o no ha podido determinarse
libremente a ejecutarlo. Las excepciones mas señaladas son los casos de los menores, de los
ebrios y de los locos, distinguiéndose según que los primeros obren con o sin discernimiento, o
que la embriaguez sea completa, y la perturbación mental, absoluta o relativa.
La pena
Es un mal infligido al delincuente, prescrito por la ley y aplicado por el juez. Tiene su
fundamento en la necesidad de l ley, o en el deber del Estado de defender los derechos y las
libertades de los ciudadanos. Su fin es el restablecimiento del orden externo por medio de la
corrección del delincuente, de la confianza que debe inspirarse a los buenos y de la advertencia
a los mal intencionados
Ventajas
La Escuela Penal Clásica propone la dulcificación de las penas en modo general. No se puede
sancionar sin previo proceso público.
Defensa de garantías individuales. Impone el respeto al Principio De Legalidad. No se puede
considerar un hecho humano como delito si el Poder Legislativo NO establece como tal.
Desventajas
No acepta las medidas de seguridad. La Escuela clásica penal no acepta las medidas
deseguridad54, porque concebían al autor del delito igual y con las mismas capacidades dados
a todos los hombres por Dios. No concebían la existencia de diferentes personalidades.
No estudia al delincuente. Para los clásicos el autor del delito es un ente abstracto, porque
todos los autores de delitos son iguales, no se los sanciona por su personalidad, además el
delito es la contradicción entre un hecho humano y la ley: es solo la infracción de la ley.
Esta Escuela Clásica tiene por postulados:
1. El encontrar sus bases filosóficas en el Derecho Natural.
2. Un respeto absoluto al principio de legalidad.
3. Ver al delito como un ente jurídico y no como un ente filosófico.
4. El libre albedrío
5.ࠌa aplicación de las penas a los individuos moralmente responsables.
6. Los que carezcan de libre albedrío como por ejemplo los locos y los niños quedan excluidos
del Derecho.
7. La pena es la retribución que se hace al criminal por el mal que hizo en la sociedad.
8. La retribución debe ser exacta.
9. "LAS PENAS SON SANCIONES AFLICTIVAS DETERMINADAS, CIERTAS, EJEMPLARES,
PROPORCIONALES, DEBEN REUNIR LOS REQUISITOS DE PUBLICIDAD, CERTEZA,
PRONTITUD, FRACCIONABILIDAD Y REPARABILIDAD, Y EN SU EJECUCION DEBEN SER
CORRECTIVAS, INMUTABLE E INPRORROGABLES".
10. La finalidad de la pena es restablecer el orden social externo que ha sido roto por
elࠌelincuente.
11. El Derecho de castigar pertenece al Estado titulo de tutela jurídica.
12. El Derecho Penal es garantía de libertad, ya que asegura la seguridad jurídica ante la
autoridad.
13. Se considera que el método debe ser logico-abstracto, silogístico y deductivo.
Representantes de la Escuela Clásica
Juan Domingo Romagnosi
Juan Domingo ROMAGNOSI, basa el Derecho
Penal en el ius naturalismo iluminista. Las relaciones sociales entre los hombres están
reguladas por leyes naturales insertas en la propia naturaleza humana las cuales se debe
conocer a través de la razón.
El delito es la agresión al bienestar, si queda impune destruiría a la sociedad. Para que no
ocurra tal la sociedad y el derecho deben eliminar la impunidad.
En Génesis del Derecho penal (Genesis Del Diritto Penale, 1837)
Reunió en tres clases las causas del delito:
1. defecto de subsistencia,
2. defecto de educación,
3. defecto de la justicia.
Dijo que el verdadero delincuente: es "la sociedad", demostrando matemáticamente, con
infinidad de hechos, el conocido aforismo.
Aforismo de Adolfo Quetelet: "La sociedad prepara los delitos; el delincuente los ejecuta.".
El derecho a castigar (ius puniendi) es el derecho de defensa contra la amenaza permanente.
Así entonces, el Derecho penal es el derecho de defensa fundamentado en la conservación de la
felicidad.
La pena es el contra impulso al impulso –que es el delito—.
Pellegrino ROSSI, (1787-1848)
Asesinado por su pensamiento político. Discípulo de Romagnosi consideraba que existía un
orden moral que todos los seres libres e inteligentes debíamos de seguir, pensando así que
estos ordenes debían aplicarse en la sociedad, puesto que todos los individuos estamos hechos
para vivir en sociedad. Dando así que gracias a esto surja un orden obligatorio para toda una
sociedad y del cual se derivarían todos los derechos y obligaciones.
Giovanni CARMIGNANI, en Elementos de
Derecho Criminal (Elementa iuris criminalis) explica que la pena se aplica con el fin de
prevenir futuros delitos. Se opone a la pena de muerte, como Carrara.
Antonio ROSINI en Filosofía del Derecho
(Filosofía del Diritto, 1839) dice que el fundamento del derecho de castigar o ius puniendo es el
eterno principio de la justicia.
Es decir que la capacidad de juzgar le pertenece a Dios pero no niega que todo hombre como
ser inteligente con sus limitaciones pueda hacer de juez Asienta las bases de la Escuela Clásica,
con su obra Filosofía Del Diritto (1839).
La teoría de Francisco CARRARA (1805 - 1888), tuvo a antecesores en Carmigniani,
Romagnosi y Feuerbach y sostiene que el Derecho es connatural en el hombre, porque
Dios lo dio a la humanidad desde su creación.
En Programa del Corso di Diritto Criminale
(1859) llevo a su verdadera esencia jurídica al Derecho Penal. Dice que la ciencia Criminal debe
tener la misión de moderar los abusos de la autoridad. Por eso para Carrara el delito es "la
infracción de la ley del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos,
resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable o
políticamente engañoso".
Carrara declara "no me ocupo de cuestiones filosóficas: presupongo aceptada la doctrina del
libre arbitrio y de la imputabilidad moral del hombre" y es sobre esta base que construyó la
ciencia del delito.
Utiliza el método deductivo, va de lo general (la norma penal) a lo particular (al individuo que
se le va a aplicar la pena).
El delito es un ente jurídico, porque su esencialidad debe consistir en la violación de un
derecho. Considera delito como un dogma, como algo que no admite discusión, porque emana
de una ley suprema del orden. Sólo son delitos las acciones que ofenden el derecho ajeno. Esta
ofensa supone, de modo necesario, una voluntad libre e inteligente y un hecho exterior, lesivo
del derecho, peligroso para el mismo.
Funda la imputabilidad en el principio del libre albedrío ("elección entre el bien y el mal de un
hombre inteligente", san Agustín el cual acepta como verdad inconcusa, firme, sin duda ni
contradicción.
La pena debe proteger el orden jurídico. La pena tiene carácter retributivo por el daño que el
individuo causo a la sociedad. La pena, con el mal que inflige al culpable, no debe exceder de
las necesidades de la tutela. Si excede, no es protección sino violación del derecho, es
prepotencia, es tiranía; y si no llena aquella necesidad, importa traición a la misión impuesta a
la autoridad.
El rito procesal o proceso penal solamente sirve a los honestos en cuanto los ayuda a descubrir
los delincuentes y también los preserva de caer en errores judiciales; y ayuda, además, a los
mismos culpables, en cuanto impide que se le irrogue un castigo que se exceda la justa medida.
Escuela Positiva
ESCUELA POSITIVA DE LA CIENCIA CRIMINAL O POSITIVISMO
CRIMINOLÓGICO.
El origen de la Escuela Positiva de la ciencia criminal o Escuela Positiva arranca en el siglo XIX
en la obra El Hombre Delincuente
(L䵯mo delincuente) de Ezequiel Cesar Lombroso, como reacción hacia la Escuela Clásica (la
denominación de "clásica" lo puso Enrico Ferri en forma peyorativa para referirse a "lo viejo", a
"lo caduco", "lo antiguo").
En esta obra Lombroso formula la tesis del delincuente nato, naciendo así la Antropología
criminal. El IUS PUNIENDI pertenece al Estado a titulo de defensa social. Los positivistas
parten de la concepción determinista del hombre. Rechazaban el libre albedrío y la
responsabilidad moral. El hombre es responsable por el solo hecho de vivir en sociedad
(responsabilidad social o legal). El fundamento de la pena no se halla en la culpabilidad, sino
en la
temibilidad o peligrosidad. El delito no interesa por sí mismo, sino como síntoma de la
peligrosidad del delincuente (Concepción sintomática). El medio social determina la comisión
de delito, por lo tanto, el delincuente no es responsable de sus actos, el responsable para que un
hombre cometa de lito es el medio social. Por eso tampoco acepta los tipos de delincuentes.
Utiliza el MÉTODO. Inductivo-experimental, que lo caracteriza. La Escuela Positiva, aplica el
método inductivo-experimental al estudio del delito y del delincuente. Uno de sus
representantes como Enrico Ferri hace uso de este método inductivo—experimental en el
estudio del delito y del delincuente y dio un impulso a la Sociología criminal. Otro de sus
representantes como Rafael Garofalo dedujo las consecuencias de las nuevas ideas para el
Derecho penal.
El DELITO
Es un hecho de la naturaleza y debe estudiarse como un ente real, actual y existente.
El DELINCUENTE
Es aquella persona que comete delitos por influencias del medio en que vive. Busca su
readaptación. A través de los Sustitutivos Penales. Los Sustitutivos Penales para Ferri son las
medidas de orden económico, político, administrativo, educativo, familiar, etc., distintas de la
pena que debe adoptar el Estado, actuando sobre las causas de delincuencia para hacerlas
disminuir.
Actualmente se define a los sustitutivos penales como medios de prevención social, se basan
sobre el mismo fundamento que la Política criminal y constituyen uno de sus medios de acción.
Sustituye el concepto de PENA por el de sanción.
La sanción es indeterminada y proporcional al delito (no se debe castigar conforme a lo que
dicen los Códigos, sino que tiene que haber Sustitutivos Penales), el delincuente debe estar en
la cárcel hasta su rehabilitación. La legislación penal debe estar basada en los estudios
antropológicos y sociológicos. La ley penal no restablece el orden jurídico, sino que tiene por
misión la de combatir la criminalidad considerada como fenómeno social.
La pena no tiene otro fin que la defensa social, es decir, fines preventivos, de prevención
general y de prevención especial. Pero los positivistas ponían el acento en esta última, pues al
admitir la existencia del delincuente nato no creían en la eficacia intimidante de la pena.
Mediante la pena se trata de conseguir la readaptación social del delincuente, por medio de su
segregación por tiempo indeterminado. Así el aforismo de Enrico Ferri decía:"un enfermo está
en el hospital hasta sanarse". La sanción no se impone porque se delinque sino para que no se
delinca.
Los postulados de esta escuela son:
- La Escuela Positiva se caracteriza por su método científico.
- El delito es un hecho de la naturaleza y debe estudiarse como un ente real, actual y existente.
- Su determinismo, es totalmente determinista esta escuela.
- Sustituye la responsabilidad moral por la responsabilidad social, puesto que el hombre vive en
sociedad y será responsablemente social mientras viva en sociedad.
- El hecho de que si no hay responsabilidad moral, no quiere decir que se pueden quedar
excluido del derecho.
- El concepto de Pena se sustituye por el de sanción.
- La sanción va de acuerdo a la peligrosidad del criminal.
- Estas deben durar mientras dure la peligrosidad del delincuente, y por eso son de duración
indeterminada.
- La ley penal no restablece el orden jurídico, sino que tiene por misión la de combatir la
criminalidad considerada como fenómeno social.
- El derecho a imponer sanciones pertenece al Estado a titulo de defensa social.
- Más importante que las penas son los substitutivos penales.
- Se acepta "tipos" criminales.
- La legislación penal debe estar basada en los estudios antropológicos y sociológicos.
- El método es inductivo - experimental.
Diferencias con la Escuela clásica.
Para la Escuela Positiva la pena debe ser útil. La Escuela Clásica no habla de utilidad.
La Escuela Positiva busca la readaptación del criminal. La escuela clásica solo ve el delito, y
sanciona, no ven al delincuente.
La Escuela Positiva busca e investiga las causas del delito. La escuela clásica no busca las
causas del delito, ya que el delincuente actúa en base a su libre albedrío.
La Escuela Positiva algunas veces no sanciona al delincuente, solo le aplica medidas de
seguridad; la escuela clásica siempre sanciona al delincuente ya que no ve las causas que
llevaron al delincuente a cometer actos delictivos.
Representantes
Cesare Ezequiel Lombroso Es el principal expositor de la Escuela Positiva italiana juntamente
con Enrico Ferri (Sociólogo) y Rafael Garófalo (jurista).
Lombroso, Cesare Ezequiel,
Principal expositor de la Escuela Positiva italiana. Utiliza con el método experimental inductivo
mediante la observación.
En su enfoque antropobiológico establece que: los delincuentes con delitos graves se asemejan
ya que tienen taras genéticas como: protuberancia en la frente y en el cráneo, pómulos salientes
y ojos achinados. El criminal nace con diferencias del sujeto
"normal" por causas genético hereditarias.
Rompimiento de los frenos inhibitorios. Los individuos determinados para el delito sobrepasan
los frenos inhibitorios que tienen las personas normales.
Establece una tipología—no obstante que la
Escuela Positiva no la acepta tipologías—de delincuentes: Atávico o nato, Epiléptico, Habitual,
Loco, Loco-moral, Ocasional, Pasional y Profesional
Ferri, Enrico
Enrico Ferri como fundador de la Escuela Sociológica, en su obra Sociología Criminal da una
oración fúnebre al Derecho Penal clásico. Indica que el Derecho Penal solamente investiga el
delito, es decir, solo hace Criminalística y castiga al delincuente con lo que dice el Código Penal,
no examina las causas del delito. Debe buscar las causas por las cuales se cometen delitos. Hace
del Derecho Penal un capítulo de la Sociología Criminal. El Derecho Penal pierde totalmente su
autonomía.
Tomo como propias el método inductivo experimental. Utiliza este método para llegar a
establecer las causas del delito, en consecuencia ataca al hombre como causa fundamental.
Niega el libre albedrío. El hombre no es libre, sus libertades están restringidas al marco
jurídico establecido por el Estado Explica la etiología del delito por medio de su Teoría de los
Motivos Determinantes del Crimen. Los motivos están en 3 factores:
El Factor Antropológico (constitución orgánica, psíquica y biosociales del delincuente).
Factor Cosmotelúrico (el clima, naturaleza del suelo, la estación).
El Factor Social o Mesológico (densidad de población, migración campo
ciudad, alcoholismo, socialización imperfecta, moral, la familia, costumbres).
El delito es resultado de factores sociales que lo determinan a infringir lo jurídicamente
establecido, por eso Ferri basa el delito en la responsabilidad social y no en la responsabilidad
moral como la Escuela Clásica. El hombre es respon-sable sólo por el hecho de vivir en
sociedad.
En el delincuente actúa poderosamente el Factor Social, por más que individualmente sea
considerado como producto de fuerzas interiores (voluntad, carácter, inteligencia,
sentimientos, etc.) recibe de la sociedad un conjunto de modos de obrar que determina sus
actos futuros.
Crea la Teoría de la Peligrosidad, esta se determina atendiendo a la cualidad mas o menos
antisocial del delincuente y no a la del acto ejecutado. El Estado Peligroso es la situación
individual que por diferentes circunstancias sociales, el sujeto está en gran proclividad de caer
en la delincuencia. Utiliza el método experimental y la Estadística.
Establece una tipología: delincuente nato, alienado, ocasional, habitual y pasional.
Establece su Teoría de los Substitutivos
Penales, estas son medidas de carácter económico, social, político que se aplican a las causas
del delito para su disminución.
Aconseja implantar otra clase de penas: las Medidas de Seguridad. Las cárceles no re
Garofalo, Rafael
Acuña por primera vez el término de Criminología. Plasma las ideas de Cesare Ezequiel
Lombroso en fórmulas jurídicas.
Entre los discípulos que la creciente fama de C. LOMBROSO agrupa en torno a su cátedra,
figura RAFAEL GAROFALO quien aporta a la escuela su profundo conocimiento del Derecho,
que sirve para plasmar en fórmulas jurídicas, asequibles a teóricos y prácticos, las nuevas ideas.
Este conocimiento jurídico faltaba, en el período de iniciación de la tendencia positiva, no sólo
a LOMBROSO sino también a FERRI que, aunque más tarde realizara una grandiosa
elaboración jurídica, era entonces mero filósofo del Derecho.
El Delito
El delito. Es la violación de los sentimientos de piedad y probidad en la medida media en que
son poseídos por una sociedad determinada. Los sentimientos pueden ser:
Fundamentales como: el de piedad y de probidad; Cuando se ataca la vida o la integridad
corporal se está violando el sentimiento de piedad, y cuando se desconoce la propiedad el de
probidad.
Secundarios como el patriotismo, la religión, el honor, el pudor.
Sus principales postulados doctrinarios se resumen en el siguiente cuadro:
Escuela Dualista
El último postulado de la política criminal, se ha llegado a concebir una tendencia dualista que
propicia, la descomposición de las legislaciones penales en dos codigos:
Uno Penal de índole retributiva y el otro preventivo que contendría las medidas de seguridad.
La idea fue esbozado en alemania por el prof. Carlos Von y sus demas representantes que son
Ernesto Beling y en Italia por Silvio longhi
Escuela Humanista
Fundad en Italia por Vicente Lanza y concibe el delito como una violación de la moral social
con la cual se confunde.
Sostiene que no pueden ser sancionados como tales aquellos hechos que no importan una
violación de nuestros sentimientos morales.
La pena es una medida de orden educativo, y solo son imputables los delincuentes susceptibles
a ser educados .Para los inimputables se reservan las medidas de seguridad.
Según la teoría humanista, se forma en la vida social una conciencia colectiva como producto
de la constante relación entre los individuos. Esta conciencia social es moral. Los fenómenos
sociales son la forma de esta conciencia moral colectiva. Así, el Estado no es un Estado jurídico,
sino moral, sus deberes son morales; y el Derecho tiene su génesis también en la conciencia
moral colectiva, surge de la exteriorización consciente de determinada idealidad; es, pues, pura
forma, una parte de la idealidad colectiva.
El delito: es un ilícito moral, y por esta circunstancia, todas las acciones contrarias al
sentimiento moral deben ser erigidas en delitos y deben ser borrados de los delitos todos los
actos prohibidos por el derecho más no por la moral.
La imputabilidad: se prescinde del libre arbitrio y del determinismo y establece que el
hombre es imputable porque es educable. La imputabilidad se funda en la educabilidad.
La pena: debe consistir en la educación del criminal, debe ser pena educativa, impuesta por el
Estado educador, que debe desenvolver sus actividades educadoras para convertir en un
magisterio pedagógico las instituciones del sistema carcelario actual. No se admite la doctrina
de la peligrosidad.
Anexos
En el siguiente anexo hemos puesto información adicional que encontramos y
que consideramos que es importante anexar dicho informe en este trabajo.
Los anexos consisten en:
Escuelas del derecho penal que tambien dieron un informe en la historia del
derecho penal.
Un cuadro comparativo entre la Escuela Positiva y la Escuela Clásica gracias al
autor Nicolás Cusicanqui Morales.
El concepto del Delito.
Teoría de la pena.
Teorias Absolutas, Relativas, y Mixtas.
Un cuestionario de todo el trabajo elaborado.
ESCUELA SOCIAL
Esta apoyada por el filosofo DURKHEIM, esta escuela no tiene su fundamento en
el contrato sino en la dialéctica. Esta escuela tiene antecedentes en la Lyon, en especial en
Lacassagne, en la cartográfica y en la de intersicologia con Tarde. Son famosas las sentencias
lapidarias de Lacassagne: "Las sociedades tienen los criminales que se merecen y el medio
social es el caldo del cultivo de la criminalidad mientras que el microbio es el criminal".
Para la escuela social, el presupuesto operante es el de la desigualdad material y la división del
trabajo, y no el de la igualdad del contrato.ࠌ/font>
La responsabilidad penal es individual, pero requiere una depuración de las fuerzas sociales.
El sistema jurídico busca ante todo una justicia social y tiene un criterio político que busca la
comprensión y mejoras sociales.
Tratándose del delincuente, la escuela social realiza los estudios de estos bajo un enfoque
sociológico, la patología se desplaza del campo individual al social.ࠌsta escuela introduce el
estudio de la motivación en el delincuente y hace la medición punitiva con base en
factores objetivos y subjetivos, desde luego la lista de factores subjetivos la amplia, y a mas de
esto, no solo reconoce la atenuación punitiva derivada de ambas factores sino que llega
también a admitir la exclusión de responsabilidad. La escuela social fue la primera en hacer la
distinción entre lo patológico y lo no patológico, con énfasis en lo no patológico.ࠌ/font>
La clasificación de delito y delincuente, Esta escuela nos dice que es normal, quedando a salvo
la anormalidad biológica y sicología del delincuente. Tiene una interpretación legal
sicosociojuridica. Esta escuela permite un fuerte avance de la criminología, y con el favorece la
maduración de la misma hacia una ulterior integración, todavía inexistente, con el derecho
penal.
El mérito principal de la escuela social radica en introducir el concepto de "función social del
derecho", en el cual, la ley aparece como el mejor mecanismo para lograr una justa
composición y un equitativo desarrollo de la sociedad. Este concepto de función social a su vez
introdujo cambios de la mayor importancia en el derecho privado y en el derecho publico, por
ejemplo, con las figuras del abuso del derecho y de la expropiación, respectivamente y dio
comienzo a la eliminación de la arraigada separación tajante entre lo privado y lo publico,
división sobre la cual se basan todos los sistemas jurídicos.
1. Los sociólogos juristas , explican diciendo que el derecho surge por:
a. Una manifestación de solidaridad entre los hombres
b. Que el Derecho tienen función social
c. Que el derecho es una realidad.
2. El derecho constituye un medio del que dispone el estado para el cumplimiento de sus fines
por que es:
a. Ordenado por el Legislativo
b. Fuente de orden y paz
c. Medio coercitivo
3. Las características fundamentales del Derecho Penal son:
a. Castigador.
b. Consecuente y permisivo
c. Normativo, valorativo y sancionador
ESCUELA ANÓMICA.
Su fundamento teórico esta basado en la anomia, situación en la cual el desarrollo
social desborda al control institucional. El presupuesto operandi esta fundamentado en la
desigualdad material y una mayor división del trabajo. Sigue la responsabilidad en el campo
individual pero aparece la tendencia a socializarla.
La finalidad del sistema jurídico esta basado en el hallazgo del nivel natural en la
meritocrasia.ࠌl enfoque es sociológico y se dirige a la contracultura, pero no a la cultura.ࠌolo
el proletario aparece representado en las estadísticas de criminalidad. Desde luego la escuela
anomica no hace caso omiso de la motivación en el delincuente, pero, en verdad, tampoco hace
de este aspecto su principal punto de meditación, puesto que la motivación importante no esta
en el individuo sino en la sociedad.
Al centrar el foco eruptivo de la delincuencia en la sociedad y no en el individuo, la medición
punitiva en si pierde importancia pues resulta de poca utilidad en el tratamiento de la
delincuencia mantenida erróneamente dentro de rigurosos esquemas individuales.ࠌmpieza
otro tipo de cuestionamiento en derredor de la facultad punitiva.
EL principal aporte fue el punto víctima de las peores criticas y rechazos: interpretación de la
delincuencia proletaria, estadísticamente muy representada en las cifras policiales de
criminalidad.
ESCUELA ECOLÓGICA.
Su fundamento teórico es el que la formación de la sociedad es orgánica y no contractual.ࠌl
presupuesto operandi esta basado en la desigualdad material y muy grande división del trabajo.
Su responsabilidad deja de ser individual y se convierte en social y grupal. El hallazgo
del equilibrio biotico-social es la finalidad del sistema jurídico.
El principal aporte de esta Escuela Ecológica, con sede en Chicago y producto de las
inmigraciones incontroladas de europeos, es la interpretación de la delincuencia de la mafia.
Abolicionismo.
Las doctrinas abolicionistas no encuentran justificación alguna en el derecho penal y
propugnan su eliminación porque consideran que las ventajas proporcionadas por el derecho
penal son inferiores a sus perjuicios.
Creen beneficiosa la abolición de la forma jurídica penal de la sanción punitiva y su sustitución
por medios pedagógicos e instrumentos de control informal o inmediatamente social.
Proponen la sustitución de la forma penal de la reacción punitiva por tratamientos terapéuticos
informales pero siempre institucionalizados, coercitivos y no meramente social. El
abolicionismo penal sienta sus bases en la negativa de cualquier clase de justificación por parte
del Estado.
Las corrientes abolicionistas, si bien presentan como fin común la abolición del sistema penal
como modo de control social y medio de resolución de conflictos, no alcanzan univocidad en
cuanto a los métodos a ser empleados frente a la desaparición de dicho sistema, encontrándose
varias posiciones bien diferenciadas que van desde el abolicionismo marxista (radicalizado) de
Stirner, quien propugnaba la desaparición del Estado y la ausencia de todo medio de control
social, pasando por las posiciones menos extremas (Malatesta, Godwin), si bien
propiciando sistemas de control muchas veces más violentos que el propio poder punitivo,
hasta llegar a las tendencias más modernas (Christie, Hulsman, Mathiesen, etc.) conformando
el amplio abanico del abolicionismo.
Abolicionismo radical: En las doctrinas radicales no sólo no justifican las penas, sino que ni
siquiera las prohibiciones ni los juicios penales. Deslegitiman cualquier tipo de coerción sea
ésta penal o social. El mayor exponente de esta teoría es Max Stirner. Desvaloriza cualquier
orden, no sólo el jurídico sino también el moral, llega a atribuir valor a la trasgresión y a la
rebelión, concebidas como auténticas manifestaciones del egoísmo amoral del yo, que no es
justo ni prevenir, ni castigar, ni juzgar.
Abolicionismo holista anarquista: Se limitan a reivindicar la supresión de la pena como medida
jurídica y coercitiva e incluso al derecho penal, pero no la eliminación de cualquier forma de
control social. Caracterizan a la pena como inútil o en función y defensa de contingentes de
intereses dominantes, proponen en su lugar técnicas no jurídicas sino morales y sociales, o la
función invisible de la educación moral.
En contraposición a las radicales, estas doctrinas son moralistas y solidarias basadas en una
moral superior de corte iusnaturalista que debería regular directamente a la sociedad.
Abolicionismo post-marxista: En esta doctrina hay elementos de confusión entre derecho y
moral, basados en el cese de cualquier tensión post-revolucionaria, a través del carácter
autocorrector de la sociedad comunista. Con la idea de la futura extinción del Estado, los
hombres liberados de la esclavitud capitalista se acostumbran a observar reglas de convivencia
social sin constricción del aparato del Estado para concebir después, como instrumento para la
educación de millones de trabajadores, un nuevo Estado a cuyo control nadie podrá sustraerse.
Estas doctrinas ya sean radicales u holistas, eluden cuestiones más especificas de la
justificación y de la deslegitimación del derecho penal (cantidad y calidad de penas, de las
prohibiciones, técnicas de comprobación procesal) no ofreciendo contribución alguna a la
solución de los difíciles problemas relativos a la limitación y al control del poder punitivo,
siendo dable recordar la expresión de Fucault "el abolicionismo es una Utopía que se agota en
si mismo".
ESCUELA FINALISTA.
A -) concibe el delito simplemente como una acción injusta y culpable. No hay delito si la
acción y descripción legal no coinciden. Si la acción no esta prevista como delito, se da la
denominada atipicidad. Tampoco hay delito si el sujeto no actúa con dolo o culpa. Tampoco lo
hay si concurren causales de justificación. También se desnaturaliza el delito siࠌa conducta es
producida por ERROR. Distingue esta escuela dos clases de error: Uno, si el autor se equivoca
al realizar la conducta, sobre los elementos del tipoࠌenal, estaremos frente a un error de tipo;
si el autor desconoce que su conducta estaba definida como delito, se presenta el error de
prohibición.
B -) para el finalismo, la pena, que es consecuencia de haber obrado con culpabilidad,
tiene tres fines: Preventivo, dado por la amenaza de la carga aflictiva; Retributivo, dado por la
aplicación de la sanción; resocializador del autor del ilícito que se deriva de la ejecución de esa
pena.
C -) la responsabilidad penal no existe si en la acción faltan los elementos subjetivos: dolo,
culpa o preterintencion, o si quien incurre en el hecho actúa en concurrencia de una causal
exculpante de responsabilidad, como el caso fortuito, la fuerza mayor, el error de tipo o
prohibición, etc.ࠌ
Esta escuela ofrece como estructura del delito lo siguiente
Su gran maestro y máximo exponente es el DoctorȁNS WELSEL
Define el delito como una acción injusta culpable. En toda ilicitud los elementos estructurales
son tres, a saber:
1 - LA ACCION. Es la forma como el ser humano, con una finalidad, realiza o determina la
realización de un suceso. La acción siempre se realiza con una finalidad, tiene un contenido
subjetivo, No es simple proceso físico - objetivo, no es un simple suceso causal productor de un
resultado como dicen los dogmáticos o casualistas.ࠌ/font>
2 - ACCION INJUSTA. No basta que una acción se adecue a la norma penal. Para que sea una
acción injusta se requieren dos situaciones: A -) que se adecue al tipo penal y,
B -) que coincida con sus elementos y que sea antijurídica (que no concurran causales de
justificación).ࠌl tipo penal, es pues,ࠌixto. Tiene una parte objetiva (que son los elementos de la
descripción legal o elementos normativos o elementos objetivos del tipo) y otra parte subjetiva
(que son los elementos: Dolo, Culpa o Preterintencion.
Además de los subjetivos propios de cada tipo penal: Ajenidad en el hurto, Móviles de bondad
en el Homicidio pietatistico, la intención violenta en los delitos sexuales). El dolo en la teoría
finalista es un simple comportamiento intencional exento de conciencia de la ilicitud, contrario
piensan los dogmáticos que exigen que la conciencia de atipicidad y antijuridicidad estén
presentes en el dolo.
3-
ACCION INJUSTA CULPABLE. Este es el tercer elemento, que sea culpable una acción injusta,
sino es así, no se configura el delito. La culpabilidad es el juicio de reproche que se hace sobre
determinada conducta. Para que una acción injusta sea culpable se requieren dos elementos:
Capacidad de culpabilidad (imputabilidad) y el conocimiento potencial de la antijuridicidad. En
el caso de la imputabilidad, se exige que el autor haya podido, en el momento del hecho,
comprender la criminalidad de su acto y comportarse de acuerdo a esa comprensión. Por
conocimiento potencial de la
antijuridicidad, se exige que el autor haya tenido conocimiento actual de la antijuridicidad
(teoría del dolo), o bien, solamente conocimiento potencial de ella (teoría de la culpabilidad).
Por otra parte, el finalismo dice que tampoco hay culpabilidad (juicio de reproche) si la
conducta obedece a un error, y distingue dos clases de error: error de tipo y error de
prohibición. Si el autor se equivoca en la descripción de alguno de los elementos que hacen
típica una conducta, incurre en error de tipo. Y si yerra o se equivoca en la existencia del tipo, o
sea, que no sabia que esta conducta era prohibida, no se le reprocha su conducta por error de
prohibición.
Clases De Derecho Penal:
Se discute la independencia de algunos derechos penales que aún no lo han alcanzado, como
los siguientes:
La relación del derecho penal con el derecho administrativo, es importante, había cuenta que
aquel:
Las relaciones del derecho penal con el procesal penal, son patentes, pies es indiscutible que la
aplicación de aquel es nada menos que imposible sin la existencia del procesal penal.
En tiempos anteriores, el derecho penal era abarcado por el derecho civil. Posteriormente el
derecho penal cobra independencia, no sin tener relación muy estrecha con aquel. Una
demostración de ello lo encontramos:
b) Al establecer determinados tipos penales que tutelen ciertas instituciones creadas por el
derecho civil.
Son de gran importancia las relaciones entre el derecho penal y el derecho internacional. Sus
vinculaciones son evidentes:
d) Por lo que respecta al derecho internacional, considerando como fuente de tipo penales; a
virtud de tratados o convenios.
El derecho penal se relaciona íntimamente con la historia del derecho penal. A los estudiosos del
derecho penal les importa sobre manera conocer la evolución histórica de los ordenamientos
jurídicos para comprender el alcance de los vigentes y darles una correcta interpretación, así como
poder tomar aquellos el material jurídico que sea conveniente para una reglamentación jurídica
penal.
El derecho penal tiene relación con el derecho comparado, pues aquel en su creación,
modificaciones y reformas, se sirve de ordenamientos de otros países de los que toma lo que
considera más conveniente para proteger los bienes jurídicos del país en el que está legislando. E
igualmente el derecho comparado es útil para la interpretación del ordenamiento jurídico-penal.
Por otra parte la autora Griselda Amuchategui requena también hace una distinción de las ciencias
y las ramas del derecho en jurídicas y no jurídicas.
Cualquiera que sea la materia, todas guardan relación con otras; en algún momento existe un
vinculo o cercanía, y a veces incluso se conjugan de tal manera que, aparentemente, se funden
entre sí.
De lo anterior se deduce que el derecho penal guarda relación con todas las ramas jurídicas. Con
algunas ese nexo resulta más fuerte, mientras que con otra menor, pero con todas tendrá una
conexión en algún momento; además, existen relaciones entre el derecho penal y otras áreas del
conocimiento que, sin ser jurídicas, resultan indispensables en un momento dado para resolver los
problemas del derecho penal. Entre las ciencias y ramas del derecho la autora nos menciona
algunas de las ramas del derecho jurídicas.
Derecho romano. El derecho romano es el antecedente directo del actual derecho mexicano, de
modo que diversas instituciones contemporáneas provienen de aquel y ambos guardan una
relación estrecha
Derecho del trabajo. Las relaciones laborales dan origen al surgimiento de diversos delitos, como
fraude en materia de salario, de ascensos, plazas y prestaciones diversas, además de lesiones,
homicidio, etc., entre trabajadores y patrones.
Filosofía. En esta área del conocimiento humano, no jurídica, existen fundamentos que dan luz al
derecho penal, como la valoración de determinados bienes jurídicos tutelados por el derecho
penal, argumentaciones acerca de la pena de muerte, etc.
Química. Los avances logrados por esta ciencia son extremadamente útiles para las necesidades
que plantea el derecho penal y el procesal penal, sobre todo en el terreno de la investigación
criminal.
Psiquiatría. La aportación de esta ciencia en materia penal es sumamente valiosa, pues ayuda al
juez a resolver los problemas derivados de la comisión de delitos por parte de inimputables.
Ocasionalmente, el privado de libertad por una sentencia pierde la razón, por lo que se requiere la
intervención de especialistas en esta área.
Criminalista. Al igual que la medicina forense, esta disciplina, basada en conocimientos científicos,
presta una ayuda invaluable en la investigación del delito. Balística, dactiloscopia y retrato hablado
son algunos ejemplos de las valiosas aportaciones de dicha materia.
Es así que, el derecho penal tanto en el ámbito sustantivo como adjetivo, debe regirse por
los principios constitucionales como son la presunción de inocencia, el principio del
proceso, previo, la igualdad de las partes en proceso y fundamentalmente el principio de
ley que se expresa en el aforismo jurídico “ no habrá delito sin ley previa y condena sin
juicio previo.
Por su propia naturaleza, es la norma supletoria por esencia. En otros términos, los vacíos
de procedimiento existentes en la norma procesal penal, podrán ser llenados por la norma
procesal civil.
Derecho Internacional
Qué es el derecho internacional?
El derecho internacional define las responsabilidades legales de los Estados en sus relaciones entre ellos, y el
trato a los individuos dentro de las fronteras estatales. Sus competencias comprenden una gran variedad de
problemas de importancia internacional, entre los que figuran los derechos humanos, el desarme, el delito
internacional, los refugiados, las migraciones, los problemas de nacionalidad, el trato a los prisioneros, el
uso de la fuerza y la conducta durante la guerra. También regula los bienes comunes mundiales, como el
medio ambiente, el desarrollo sostenible, las aguas internacionales, el espacio ultraterrestre, las
comunicaciones mundiales y el comercio internacional.
La Carta de las Naciones Unidas, en su Preámbulo, marcó un objetivo: «crear condiciones bajo
las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados
y de otras fuentes del derecho internacional». Desde entonces, el desarrollo del derecho
internacional y el respeto por el mismo han sido elementos claves del trabajo de la Organización.
Este trabajo se lleva a cabo a través de cortes, tribunales, tratados multilaterales; así como a
través del Consejo de Seguridad, que puede aprobar misiones de mantenimiento de la paz,
imponer sanciones o, si lo considera necesario, autorizar el uso de la fuerza cuando exista una
amenaza contra la paz y la seguridad internacionales. La Carta de las Naciones Unidas,
considerada un tratado internacional, le otorga estos poderes. Como tal, es un instrumento de
derecho internacional y es vinculante para los Estados Miembros de la ONU. La Carta de las
Naciones Unidas recoge los principios de las relaciones internacionales, desde la igualdad
soberana de los Estados, hasta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones
internacionales.
El derecho comparado.
suele ser calificado como una disciplina o método de estudio del derecho que se basa en la
comparación de las distintas soluciones que ofrecen los diversos ordenamientos jurídicos para los
mismos casos planteados (esto dentro de una perspectiva funcionalista1). En consecuencia, no es una
rama del derecho, sino una metodología de análisis jurídico. Ciertamente, el empleo de la expresión
"derecho comparado" alentó esta errada percepción, toda vez que parece hacer referencia a una rama
del Derecho, tales como como el Derecho Civil o el Derecho Penal2.
El derecho comparado, como método, puede ser aplicado a cualquier área del derecho. El método de
la comparación jurídica se divide en dos3. Por un lado, el investigador puede centrar su atención en el
estudio de específicas instituciones jurídicos, esto es, a lo que se denomina "microcomparación"; o, por
otro lado, al estudio de las diferencias estructurales entre dos sistemas jurídicos, a lo que se le
denomina "análisis macrocomparativo".
Ciencias de la pesquisa.
4.1 La Criminalística:
Es una disciplina esencialmente práctica, cuya finalidad es obtener una mayor eficiencia en el
descubrimiento del delincuente y en la investigación del delito. La criminalística es la ciencia
que con su método de estudio nos garantiza la resolución de muchos casos en los que se aplique
independientemente de la naturaleza del hecho, ya que estudiando la escena o lugar de los
hechos, buscando y relacionando las evidencias encontradas en el lugar, en la víctima, en el
victimario o sospechoso, podrá asegurarse la participación de éste, su culpabilidad o inocencia,
la participación de uno o más sujetos en un hecho.
La criminalística es la ciencia auxiliar de la investigación en la comisión de un hecho delictivo
criminal ya que proporciona las técnicas necesarias y así encontrar las pruebas necesarias en la
escena del crimen para que el ente investigador pueda determinar la participación del
victimario luego pedir al órgano contralor se le lleve a debate y declararlo culpable
imponiéndole las sanciones respectivas contempladas en el cuerpo penal sustantivo.
Política Judicial Científica:
Se entiende por tal el conjunto de criterios mantenidos por los administradores de justicia,
para descubrir un hecho irregular o delictivo con todas sus circunstancias o intervinientes y así
llegar al conocimiento de la verdad.
La criminalística tiene por objeto la investigación de los delitos y por finalidad esencial quienes
hayan sido sus autores, pero se necesita establecer a quien corresponde el ejercicio de esa
función, aspecto muy importante, porque afecta no solo a la eficiencia en la persecución del
delito y captura del delincuente, lo que es imprescindible para la seguridad pública, sino
también puede afectar los derechos humanos y las garantías constitucionales reconocidas. De
modo general se puede decir que las legislaciones fijan varios sistemas una de ellas es atribuir
al Ministerio Público aquella investigación secundado por la Policía judicial de la cual es jefe,
otro encomendado a los jueces de instrucción llevar a cabo esa delicada función con el auxilio
de la policía; y otro confía a policía la averiguación por delegación judicial , si bien como una
intervención más o menos efectiva de los jueces de instrucción. De todos esos sistemas parece
más recomendable el segundo aun cuando por sus buenos resultados se necesita un elevado
número de jueces instructores a fin de que puedan dedicar a su labor la atención requerida.
En relación a la política Judicial de la investigación de los delitos en Guatemala se le ha
atribuido al Ministerio Público como órgano auxiliar de la administración de la justicia, tendrá
a su cargo el procedimiento preparatorio y la dirección de la policía nacional civil en su función
investigativa dentro del proceso penal con la intervención de los jueces de primera instancia
como contralores jurisdiccionales. Artículos: 47 y 107 del Código Procesal Penal, Como nos
damos cuenta en la averiguación de un delito al Ministerio Público se la ha asignado esa
función apoyado de la policía Nacional civil fiscalizado por un juez contralor que este caso el
Juez de primera instancia entonces la investigación criminal no la realiza un juez instructor.
LA LEY PENAL:
Es el conjunto de normas jurídicas que definen los delitos y las faltas, determina las
responsabilidades o las exenciones y establecen las penas o medidas de seguridad, que
corresponden a figuras delictivas.
La ley penal es la norma jurídica que se refiere a los delitos y a las penas o medidas de
seguridad
Características:
Exclusividad: solo la ley penal produce derecho penal
Artículo 1 del código penal (principio de legalidad)
Artículo 7 del código penal (exclusión de la analogía)
Artículo 17 de la constitución de Guatemala
Es general: porque va dirigida a todos sin distinción alguna
Es obligatoria: porque la ley está dirigida a todos los habitantes de un país
Es igual: porque ante la ley todos somos iguales
Es abstracta: porque no va dirigida a nadie en especial, de manera indefinida, hasta q sea
revocada legalmente
Es permanente: porque la ley penal permanece en el tiempo y en el espacio, en tanto no se
derogada por otra ley
Es ineludible: porque nadie puede sustraerse de ella
Es imperativa: porque contienen prohibiciones que todos los ciudadanos deben cumplir
Sancionadora: porque está provista de una sanción, la cual puede ser una pena o una medida
de seguridad
Constitucional: porque su fundamento es la constitución política de la republica
FORMAS Y ESPECIES DE LA LEY PENAL
Ley penal formal: es toda disposición que emana del organismo del sistema político, que es
el facultado para crearla
Ley en sentido material: es todo precepto de carácter general acompañado de sanción
punitiva, haya o no emanado del organismo técnico establecido por el derecho constitucional
para promulgar leyes
Leyes penales especiales: son aquellas, que no estando contenidas en el código penal,
regulan conductas de personas pertenecientes a cierto futuro, o bien proteger bienes
o valores jurídicos específicos
Convenios internacionales: tiene carácter obligatorio para los habitantes de un país
determinado cuando un decreto del congreso de la republica les da vida como legislación de
estado
Los decretos leyes: característicos de los gobiernos de facto, quienes hacen uso de ellos para
regular las materias que pueden ser objeto de derecho en stricto sensu, porque no existe
congreso de la republica, el cual es el órgano constitucionalmente encargado de crear leyes
Leyes penales en blanco: son normas o preceptos que aparecen dentro de los códigos
penales estableciendo una sanción sin describir el tipo penal, es decir que el código penal
aparece la pena, pero la figura delictiva debe buscarse en una ley distinta o en un reglamento,
ordenanza de policía o sanidad para tipificar el delito
FUENTES DEL DERECHO: son todas las causas, hechos y fenómenos que lo genera
Fuentes formales: son los procesos de creación de las normas jurídicas
Fuentes reales: son los factores y elementos que determinan el contenido de las normas
Fuentes históricas: son los documentos que encierran el texto de una ley, las cuales ya no
están vigentes
FUENTES DEL DERECHO PENAL SEGÚN LA DOCTRINA
Fuentes reales o materiales: son las expresiones humanas, los hechos naturales o los actos
sociales que determina el contenido de las normas jurídico-penales
Fuentes formales: se refiere al proceso de creación jurídica de las normas penales y a los
órganos donde se realiza el mencionado proceso legislativo, de acuerdo con la
organización política del estado de Guatemala
Fuentes directas: son aquellas que por sí mismas tienen la virtud suficiente para crear
normas jurídicas con carácter obligatorio, son aquellas de donde emana directamente el
derecho penal
Fuentes directas de producción: son las integradas por la autoridad que declara el
derecho, el poder que dicta las normas jurídicas, que no es más que el estado, a través del
organismo legislativo, representando por el congreso de la republica que es el lugar donde se
producen las leyes
Fuentes directas de cognición: son las manifestaciones de la voluntad estatal, la expresión
de la voluntad del legislador
FUENTES INDIRECTAS DEL DERECHO PENAL: o coadyuvantes, son aquellas que por
sí solas carecen de eficacia para obligar, pero colaboran con la proyección de nuevas normas
jurídicas
La costumbre: es un uso implantado en una colectividad y considerado por esta como
jurídicamente obligatorio, es el derecho nacido consuetudinariamente
La doctrina: está integrado por el conjunto de estudios realizados por los hombres de ciencia.
Las elaboraciones y los desenvolvimientos del contenido de las disposiciones legislativas que se
encuentran en la doctrina, no más que tarea de interpretación del estudioso
La jurisprudencia: se constituye por el conjunto de principios contenidos en las resoluciones
de los juzgados
Principios generales del derecho: la equidad, la justicia y el bien común, constituyen los
valores máximos a que aspiran las ciencias jurídicas