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AUTOPSIA DEL CUERPO DEL CAPITAN NELSON

HORATIO NELSON ANTECEDENTES GENEALÓGICOS

BIOTIPO Y CARÁCTER

Horatio Nelson nació en Inglaterra el 29 de setiembre de 1758 en la


localidad de Burnham Torpe, condado de Norfolk, siendo el sexto de once hijos del
matrimonio de Edmund Nelson y Catherine Suckling. Norfolk es una zona
ubicada a unos doscientos kilómetros al Norte y al Este de Londres, y su perfil
costero está situado frente al terrible Mar del Norte.

Edmund Nelson era un hombre rígido, mezcla de erudito y campesino, y en


su vida diaria desempeñaba funciones como Rector religioso anglicano de la
comunidad de Burnham Torpe. Catherine Suckling, tal su nombre de soltera, tenía
lejanos antecedentes aristocráticos y era una madre cariñosa y devota de su
familia. Falleció el día después de la navidad de 1767, cuando Horatio tenía solo
nueve años. Nelson sintió mucho esta pérdida y aún treinta años después
recordaba su progenitora con afecto y emoción.

En su vida adulta, Horatio Nelson se enamoró pedida y absolutamente en


por lo menos seis oportunidades. Estos encuentros con el destino serán
debidamente consignados en este relato. Queda a cargo del lector establecer si
enamorarse ilimitada y terminantemente es una enfermedad, una virtud o una
extravagancia de los hombres de mar.
Los biógrafos de Nelson insisten en que la pérdida prematura del amor
materno y la estricta religiosidad del padre fueron determinantes en estos
acontecimientos que trascienden lo anecdótico y pusieron en peligro más de una
vez la carrera naval del enamorado.

Horatio, llamado “Horace” por sus familiares era pequeño, delgado,


debilucho, de pelo rubio peinado con coleta y sin empolvar. En su rostro alargado
se destacaban ojos de color azul acero, con una mirada muy intensa. Su nariz era
alargada, ligeramente aguileña, sus labios sensuales, y su estructura ósea fina,
con pies y manos delicados. Era tan esmirriado que en 1771, cuando tenía doce
años e ingresó a la Marina Real, su tío, Capitán Maurice Sucking escribió: “....
¿Qué pecado habrá cometido Horace para que tenga que ingresar en la Marina?
.... Lo mejor que le podrá pasar es que cuando entre en combate, una bala de
cañón le vuele la cabeza...” .

Cuando Nelson se casó en 1787 con Frances Nesbit, el Príncipe William al


dar la novia dijo de él: “.... Este pobre hombre está necesitando más una
enfermera que una esposa…”.

Cuando en el año 1800 Horatio Nelson y los Hamilton retornaban a


Inglaterra desde Nápoles por vía terrestre hicieron numerosas estadías en las
cortes europeas. Fue en Dresden, donde Nelson era ya una celebridad, que un
testigo ocular escribió acerca de él: “.... es delgado, pequeño, no debe pesar ni
ochenta libras, este hombre, un gigante en el mar, en tierra es solo un miserable
conjunto de huesos…”

Desde que ingresó a la Marina, Horatio Nelson padeció episodios


recurrentes de ANSIEDAD, ANGUSTIA, TENSIÓN NERVIOSA e INSOMNIO.
Estos se repitieron en ocasión de sus estadías en tierra, tanto en Nápoles como
en Inglaterra

LA BATALLA DE TRAFALGAR, LA MUERTE EN EL INSTANTE PRECISO. LA


GLORIA PÓSTUMA.
El lunes 21 de octubre de 1805 finalmente las escuadras navales Inglesa y
Franco española están frente a frente en las cercanías del Cabo Trafalgar. Será la
batalla naval más importante del siglo XIX.

El combate comienza a las 11:35 de la mañana. Nelson en el HMS VICTORY y


vistiendo chaqueta de gala con las cuatro estrellas de la hidalguía, es
acompañado por el Capitán Thomas Hardy. Ambos observan desde el alcázar el
desarrollo de la batalla, que dos horas después ya se inclina a favor de los
ingleses.

Es en ese preciso instante, a la hora 13:35, que una bala de mosquete disparada
a menos de veinte metros de distancia desde la cofa del navío Francés
REDOUTABLE, hiere en el tórax a Lord Horatio Nelson, que cae a cubierta
inmovilizado.

Descripción de las lesiones de Nelson de acuerdo al “informe auténtico publicado


en 1807 por el Cirujano del Victory, Dr. William Beatty”:

“El proyectil (5) en dirección de afuera adentro y de arriba abajo, entró en el tórax
de Lord Nelson a la altura de la charretera izquierda, FRACTURANDO las dos
primeras COSTILLAS, ingresó luego a la ESTRUCTURA PLEUROPULMONAR
HIRIENDO una rama de la ARTERIA PULMONAR y siguió de largo
FRACTURANDO las VÉRTEBRAS DORSALES 6ª y 7ª, quedando retenido un
fragmento metálico en los MÚSCULOS PARAVERTEBRALES”.

Nelson fue llevado inmediatamente al sollado, donde un entarimado de planchas


de madera servían de camillas. De acuerdo a la narración del Dr. Beatty, el
paciente sufría “una SEVERA DISNEA y sangre roja barbotaba por su boca. Se
quejaba de FALTA DE AIRE y de INTENSO DOLOR en la ESPINA DORSAL.
“Aire, aire, agua por favor, no siento las piernas”.

El examen efectuado por el Cirujano demostró: “un pulso débil y frecuente, que no
había lesiones exteriores en el dorso y que el paciente presentaba una
PARAPLEGIA SENSORIAL y MOTORA, tal como corresponda a una SECCIÓN
MEDULAR”.
Beatty autorizó también que le fueran administradas limonada, agua con vino y
agua sola y se construyó especialmente para Nelson son un abanico de papel
para darle aire. A continuación se le colocó en posición semi –sentado y el propio
comisario de abordo, el Sr. Burke, sostuvo la camilla con sus hombros mientras el
reverendo Dr. Scott lo confortaba y le hacía masaje sobre el tórax.

Nelson sabía que su herida era mortal y no aceptó que se le engañase: “Sé que
pronto moriré”. “Gracias a Dios he cumplido con mi deber”, “Lego a Lady Hamilton
y a Horatia a mi Nación”. A las tres y media de la tarde, el Dr. Beatty, que ese día
debió atender a más de 40 heridos del VICTORY, confirma la presunción del Lord
Almirante: “Mi Señor , infelizmente para nuestra Nación, nada más puedo hacer
por Usted”. A continuación Thomas Hardy informa a Nelson el buen desarrollo de
la batalla. Los barcos Ingleses están arrollando a la escuadra franco-española y la
victoria está cercana.

“Gracias a Dios he cumplido con mi deber” repite el Almirante. “Hardy no me


sepultes en el mar”.

Finalmente, a las 04:30 de la tarde del 21 de octubre de 1805 en el sollado pintado


de rojo del “Victory” Lord Horatio Nelson entró en la inmortalidad. William Beatty,
inmediatamente constatado el fallecimiento, hace un reconocimiento necrósico.

Explora entonces con una sonda el recorrido del proyectil, constatando las
lesiones ya mencionadas y extrae por medio de pinzas un fragmento metálico y un
trozo de hilo dorado de la charretera izquierda de Lord Nelson. Acto seguido abre
el tórax apreciando la lesión en una de las ramas de la arteria pulmonar e
igualmente la buena condición del corazón “que era pequeño y sano como si fuese
de una persona de menor edad”.

Thomas Hardy cumple con el último petitorio de Nelson y acondiciona una vieja
pipa de roble (Leaguer, en idioma inglés), donde es ubicado el cuerpo del
Almirante que es en una mezcla de brandy y ron con el fin de preservarlo en su
viaje de vuelta a Inglaterra.

La Batalla de Trafalgar fue un triunfo notable de la Marina Real. Esta no perdió un


solo barco contra más de veinte hundidos o apresados de la escuadra franco-
española y la cifra de muertos y heridos favoreció a los ingleses en las cifras de
casi 10 a 1. Ciento treinta y cinco años de supremacía naval Británica nacieron en
Trafalgar.

Nelson fue enterrado en Londres el 9 de marzo de 1806 en medio de un gran dolor


popular. A su sepelio asistieron 31 Almirantes y más de 100 Capitanes. El ataúd,
construido con la madera del navío L’ORIENT es el eterno depositario de sus
restos y reposa en la Catedral de San Pablo, exactamente bajo su domo. Una
efigie de Nelson, obra de Catherine Andras, está también presente en la Abadía
de Westminster, recinto sagrado donde Inglaterra recuerda a sus hombres más
ilustres.

La imagen de la derrota en Trafalgar fue la del personalmente, valiente y


tácticamente temeroso y derrotista Pierre de Villeneuve, que nunca comprendió
que a Napoleón no le importaba su persona (“c’est un miserable”, decía) ni
siquiera su Armada. El gran corso había dicho: ”Solamente quiero cruzar el Canal
de la Mancha con mi gran ejército”. Villeneuve, puesto en libertad por los ingleses,
retornó a Francia para ser sometido a juicio y envió entonces diversas cartas al
Emperador. Este nunca se dignó a contestar. Abrumado, deprimido y marcado
para siempre por la derrota y la humillación, el Almirante francés de 43 años Pierre
Charles Baptiste Silvestre de Villeneuve (1763-1806) se auto apuñaló seis veces
en un triste y oscuro cuarto de hotel de la ciudad de Reims, falleciendo a
consecuencia de esas heridas el 22 de abril de 1806. El cadáver apareció con el
puñal clavado en el pecho y la habitación estaba cerrada por dentro, pero ¿fue
suicido u homicidio por orden de Napoleón?

Emma Hamilton, nunca perdonada por la sociedad Británica y al cuidado


de su hija Horatia de sólo 14 años de edad, murió el 15 de enero de 1815
alcohólica, extravagante y en medio de la pobreza en la ciudad de Calais. Henry
Cadogan, el Cónsul Inglés en Calais pagó sus últimas deudas, a saber: “28 Libras
por el entierro, 40 por alquileres y alimentos impagos y 77 por vino y licores”.
Varios Capitanes de los barcos anclados en el puerto asistieron al pobre funeral
de Emma.

Horatia, que nunca estuvo totalmente segura de ser la hija del gran
Almirante, casó el 19 de febrero de 1822 con Phillip Ward, un vicario de
Tenterden, condado de Kent. En el transcurso de su matrimonio tuvo 8 hijos, 3
varones y 5 niñas. Sólo uno murió en la infancia y el segundo de los varones,
Marmaduke Ward alcanzó el cargo de Cirujano Jefe de la Real Armada. Horatia,
siempre piadosa con los animales, con la misma facilidad de su madre de
aprender idiomas y ya viuda, falleció el 6 de marzo de 1881 de “causas naturales”.
Tenía 80 años de edad. Nunca había recibido una Libra de su tacaño tío William
Nelson, a quién la Corona Británica le había otorgado una muy importante
pensión, probablemente con la secreta pretensión de cumplir con aquella última
voluntad de Nelson: “Lego a Emma y a Horatia a mi Nación”.

Fanny Nelson recibió una sustancial pensión de la Corona y conservó el


título de Vizcondesa. Falleció en 1830, veinticinco años después que su esposo.
Su hijo el Capitán Josiah Nesbit murió un antes que ella, abrumado por un
indomeñable alcoholismo.

Horace Nelson fue sin dudas un hombre arrogante, superficial, vanidoso,


vengativo y éticamente discutible pero fue también un marino débil y enfermizo
que se sobrepuso a todos sus padecimientos con admirable coraje y que tuvo el
talento de desplegar una soberbia inteligencia táctica. Asimismo Nelson fue capaz
de expresar en sus 35 años en el mar su amor por Inglaterra, una fe casi mística
en la Divina Providencia y un patriotismo irrebatible e incuestionable.

Finalmente, el gran Almirante tuvo esa virtud que sólo alcanza a los héroes
mitológicos, cual es la de morir en el preciso instante de la gloria suprema.

BIBLIOGRAFÍA:
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Londres, 1906.

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10. RIZZI, M.: “Historia del Escorbuto, con especial referencia a las epidemias
acaecidas en los sitios de Montevideo”, Academia Uruguaya de Historia Marítima y
Fluvial, Ciclo de Conferencias 2002, 12:217-232.

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