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TEORÌAS CLÀSICAS QUE INFLUYERON EN LOS NEGOCIOS

INTERNACIONALES:
La teoría del valor del trabajo
Costo de oportunidad
Las 5 fuerzas de Porter

YANELLYER ARREGOCES.
OMAR FONSECA.
MARTIN GONZALEZ.
KEVIN MELO.
ANGIE MUÑOZ.
MARÌA JOSÈ NAVARRO
Integrantes

Ilva Albornoz S.
Docente

Electiva III de profundización


Comercio Internacional

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÒMICAS Y ADMINISTRATIVAS
NEGOCIOS INTERNACIONALES
MAICAO – LA GUAJIRA
2019

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INDICE

1. Resumen
2. Teoría del valor del trabajo

2.1. Según Smith


2.2.Según Ricardo

3. Costo de oportunidad
3.1. Ejemplo

4. Las 5 fuerzas de Porter

4.1. Rivalidad entre los competidores.


4.2. Amenaza de entrada de nuevos competidores.
4.3. Amenaza de ingreso de productos sustitutos.
4.4. Poder de negociación de los proveedores.
4.5. Poder de negociación de los consumidores.

5. Referencias

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1. RESUMEN

En el presente trabajo se tratan dos temas esenciales para el comercio internacional


actualmente, por un lado, Se analizan las similitudes y diferencias entre las teorías del
valor trabajo propuestas por Adam Smith y David Ricardo, haciendo hincapié en el
enfoque dado por cada uno de ellos, Se citan fragmentos representativos a partir de los
cuales se evalúa el estilo de cada uno de los autores. Al terminar ese capítulo, se concluirá
que Smith tiene una tendencia experimental, mientras que Ricardo se sitúa en un polo más
conceptual.
Por otra parte se habla sobre las 5 fuerzas de porter, y cómo estas teorías han influenciado
el mundo empresarial a medida que pasa el tiempo.

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2. TEORÍA DEL VALOR DEL TRABAJO

Un recuento histórico

Primero que todo, la teoría del valor del trabajo es una teoría económica que considera que el
valor de un bien o servicio está determinado por la cantidad de trabajo necesario para
producirlo, no por la utilidad que le encuentre el propietario. El período de elaboración de las
primeras ideas de lo que constituiría la economía política clásica (segunda mitad del siglo
XVIII) es un momento en que se encuentran en plena crisis y disolución el conjunto de
relaciones sociales, económicas e institucionales que caracterizaban al Antiguo Régimen. La
desestructuración de los vínculos sociales jerárquicos y tutelares heredados del feudalismo
posibilita el surgimiento del hombre libre, tal como es entendido y naturalizado por el
pensamiento económico clásico. Sólo comprendiendo la trascendencia del concepto del
hombre libre como categoría analítica puede valorarse el carácter innovador que significó para
la época el desarrollo del pensamiento económico clásico. En efecto, el orden que plantea
Adam Smith en La Riqueza de las Naciones es un orden individualista, regido por la libertad
de elección de las personas. La persecución del provecho individual en condiciones de libre
elección es uno de los ejes fundamentales que estructuran el razonamiento de la obra de
Smith. Esto sitúa al hombre libre en el centro del análisis. Sin embargo, el hombre libre así
entendido era en el siglo XVIII una categoría social en pleno surgimiento, resultado de las
transformaciones sociales y económicas que terminarían imponiendo al capitalismo como
sistema predominante.

Asimismo, en el ámbito productivo, el artesanado protegido y estructurado bajo el rígido


sistema de los gremios era progresivamente desplazado por la producción mercantil. El
antiguo artesanado independiente, dueño de la técnica y de los medios de producción, pierde
contacto con el mercado al vincularse con uno o más mercaderes que le proveen la materia
prima. Es el primer paso en la pérdida de su autonomía. Gradualmente, a medida que el
mercader se torna dueño de los medios de producción, el artesano individual pierde
independencia, y la producción artesanal va dejando lugar a la manufactura que se alcanza
cuando un solo mercader, dueño de la materia prima y de los medios de producción, reúne a
varios trabajadores bajo su supervisión inmediata. Surge aquí el trabajador asalariado. Así, la
desaparición de las relaciones feudales en el ámbito rural y la disolución de los rígidos
esquemas corporativos que regulaban la producción artesanal se tornaron funcionales al

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desarrollo del trabajo asalariado. Estos procesos dieron lugar al desarrollo del hombre libre
como nueva categoría social, y si bien éste se había despojado de todas las restricciones que le
imponía su inserción en el antiguo esquema de relaciones sociales, también se hallaba privado
de todos los medios de vida que éste último le ofrecía. El hombre libre no tiene más que
ofrecer en cambio que su fuerza de trabajo, y su reducción a la condición de trabajador
asalariado deviene en inexorable.

Frente a la rigidez de la organización social del Antiguo Régimen, el resultado de estas


transformaciones ofrecía a sus contemporáneos un cuadro caótico. En este contexto, el
propósito de los primeros economistas clásicos fue demostrar que tras el caos aparente
subyacía un orden intrínseco a la sociedad capitalista, el cual era gobernado por un conjunto
de leyes naturales comprensibles y demostrables mediante la razón.

En el sistema emergente la producción es organizada bajo la forma de la manufactura y las


relaciones sociales adquieren la forma del intercambio. El objeto del intercambio es la
mercancía, es decir, el producto fabricado con la finalidad expresa de ser vendido en el
mercado. En la segunda mitad del siglo XVIII la división del trabajo posibilitada por las
nuevas formas organizativas de la producción tuvo como consecuencia un formidable
aumento en la productividad del trabajo, y por ende, en la cantidad de mercancías producidas.
Es este fenómeno el que tiene ante sus ojos Adam Smith, para quien las mercancías aparecen
claramente como el producto del trabajo. De aquí que vea en el trabajo la fuente fundamental
de la riqueza social.

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2.1.SEGÚN SMITH

La teoría del valor trabajo propuesta por el economista y filósofo escocés Adam Smith quien se
lo conoció por ser el padre de la economía, nos habla de esta interesante propuesta en la que
considera que el trabajo es pieza fundamental para cuantificar el valor. También nos expone que
el valor puede tener variaciones tanto crecientes como decrecientes, pero que el trabajo se
mantendría siempre como un aporte constante. Smith logra destacar en este análisis al momento
de exponer que el trabajo es igual al valor; es decir, que el valor de un bien o servicio decía él,
que estaría dado por la cantidad que lleva de trabajo incorporado. Para Smith el valor era la
cantidad de trabajo que uno podía recibir a cambio de su mercancía.

Esta propuesta se fundamenta principalmente en la Teoría de la división del trabajo. Smith decía
que el crecimiento económico depende de la amplitud del mercado y nos comentaba también que
el mercado es el gran descocido de la economía ya que tiene algunos factores como son: la
extensión geográfica, el consumo interno y el desarrollo económico. Fue un aporte muy acertado
por parte de Smith plasmando de esta manera una mayor visión del plano económico y de lo que
conlleva un proceso que tiene un fin productivo, analizando principalmente la acción de la
producción que es el motor de la economía dentro del proceso de desarrollo económico.

La teoría de Adam Smith se deriva de la premisa de que los bienes que consumen los hombres
son producidos por el trabajo propio o de otros, y por ende una persona será rica o pobre de
acuerdo a la cantidad de trabajo que sea capaz de comprar o realizar. En consecuencia, el valor de
intercambio de todos los bienes es igual a la cantidad de trabajo que su poseedor puede comprar
con ellos. El trabajo es entonces la medida real del valor de todos los bienes. El valor del trabajo
no varía, aunque sí lo hacen los precios de los bienes, y por tal motivo el valor del trabajo es la
medida universal y real mediante la cual puede estimarse y compararse, en cualquier tiempo y
lugar, el valor de todos los bienes.

Según Smith, de la división del trabajo y de su contracara, la especialización, se derivan tres


circunstancias que repercuten en un aumento de la productividad: un mayor desarrollo de la
destreza de cada obrero individual; un ahorro de tiempo que se produce al no tener que cambiar
de actividad; y el desarrollo de la capacidad de inventiva de quienes se encuentran abocados a
una tarea en particular.

Es importante destacar que, en su análisis de la división del trabajo, Adam Smith trata como
expresiones del mismo fenómeno a dos hechos que en rigor son distintos. Por un lado, la
descomposición del proceso productivo de mercancías particulares en una secuencia de tareas
simplificadas, ejecutadas por individuos diferentes. Por el otro, la especialización de individuos
particulares en oficios distintos. En ambos casos se verifica una división del trabajo con un
consiguiente aumento de productividad, pero las consecuencias que se derivan de uno y otro no
son enteramente asimilables.

Dos son los problemas principales que encontró esta teoría:

1.- En el mercado no se puede saber cuánto trabajo incorporado tiene una mercancía.

2.- Si el trabajo es la fuente de valor de la mercancía el obrero debía ser el que se viera
beneficiado de este.

2.2.SEGÚN RICARDO

David Ricardo, por otra parte, comienza especificando las dos fuentes de variación de los precios:
la escasez y la cantidad de trabajo empleada. Concluye que aunque existen, los bienes cuyo
precio se determina por la escasez (es decir, que no pueden reproducirse empleando mano de
obra) son excepciones, mientras que la gran mayoría se rige por la cantidad de trabajo. Esto
implica que el valor de intercambio de un bien aumentará o disminuirá conforme aumente o
disminuya la cantidad de trabajo empleada para producirlo.

La Economía política ricardiana tiene en la producción los cimientos sobre los cuales se
desarrolla todo su esquema analítico. Como nos recuerda Pasinetti (1974), la teoría del valor
ricardiana descansa fundamentalmente en los costes de producción medidos en unidades de
trabajo. Ricardo se preocupa exclusivamente de las mercancías que resultan de un proceso de
producción; y de estas mercancías lo que le preocupa no es el precio efectivo o de mercado que
resulta de desviaciones accidentales y temporales; por contra, el centro de su preocupación es el
«precio natural y primario», derivado de las condiciones técnicas de producción. Estas
condiciones técnicas remitían a la cantidad de trabajo incorporado en la producción de las
distintas mercancías. El valor (natural) relativo entre dos mercancías está en proporción directa a
la relación del trabajo incorporado.

No obstante, a este principio general, el propio Ricardo reconoce una serie de excepciones que
discute más abiertamente en su tercera edición de los Principios. Estas excepciones son
presentadas en tres grupos: a) proporciones diferentes de capital fijo y circulante; b) duración
temporal desigual del capital fijo; y, c) distinta rapidez de retorno del capital circulante.

Junto a éstas, existe un punto en que también se ve cuestionado el principio general ricardiano, el
cual fue criticado abiertamente por sus contemporáneos: incluso aunque las cantidades relativas
de trabajo necesarias para producirlas sigan siendo las mismas, una variación en la distribución
de la renta comporta un cambio en el precio relativo de dos mercancías. Ésta será una dificultad
adicional importante a la búsqueda de su patrón invariable de valor. Dificultad que nace en parte
de las relaciones terminológicas entre acumulación y distribución.

Sin embargo, aunque reconocía estas excepciones, Ricardo mantuvo en lo fundamental su teoría
y trató de vencer los reparos apelando al orden de la magnitud de las desviaciones causadas, que
por su parte consideraba que las excepciones sólo podían provocar insignificantes desviaciones a
su regla general.

Este proceder encaja perfectamente en la actitud ricardiana de buscar siempre los fundamentos de
las cosas. Las relaciones de detalle sólo le preocupaban a la luz de las tendencias básicas; cuando
resultaban demasiado complicadas y creaban dificultades, aquéllas que consideraba menos
importantes eran congeladas mediante toscos supuestos (Pasinetti, 1974). Pero, este modo de
proceder está en parte detrás del fracaso ricardiano en solucionar el problema que subsiste en su
teoría del valor. Ahora bien que Ricardo no consiga resolver los problemas fundamentales que
plantea en sus Principios y que algunos de ellos encuentren, de la mano de Sraffa (1960), su
resolución un siglo más tarde, no significa en modo alguno, como recuerda Napoleoni (1973),
que éstos no fuesen problemas fundamentales de la Ciencia Económica.
3. COSTO DE OPORTUNIDAD

El costo de oportunidad se entiende como aquel costo en que se incurre al tomar una decisión y
no otra. Es aquel valor o utilidad que se sacrifica por elegir una alternativa A y despreciar una
alternativa B. Tomar un camino significa que se renuncia al beneficio que ofrece el camino
descartado; En toda decisión que se tome hay una renuncia implícita a la utilidad o beneficios que
se hubieran podido obtener si se hubiera tomado cualquier otra decisión.

Para cada situación siempre hay más de un forma de abordarla, y cada forma ofrece una utilidad
mayor o menor que las otras, por consiguiente, siempre que se tome una u otra decisión, se habrá
renunciado a las oportunidades y posibilidades que ofrecían las otras, que bien pueden ser
mejores o peores (Costo de oportunidad mayor o menor).

El costo de oportunidad es especialmente importante en las empresas, puesto que a diario éstas
deben tomar decisiones en un medio exigente y que ofrece múltiples posibilidades y alternativas.
Siempre que se va a realizar una inversión está presente el dilema y la incertidumbre de si es
mejor invertir en una opción o en otra. Cada opción trae consigo ventajas y desventajas, las
cuales hay que evaluar profundamente para decidir cual ofrece un menor costo de oportunidad.
En la economía globalizada y competitiva que hoy tenemos, los cambios y los hechos suceden
velozmente. Las condiciones pueden cambiar rápida y abruptamente en cuestión de horas o
inclusive minutos. En esas condiciones es difícil evaluar detenidamente las consecuencias de
tomar un camino u otro. En tales circunstancias se hace muy difícil evaluar el costo de
oportunidad presente en cada decisión tomada, por lo que se hace necesario contar con el mayor
número de elementos posibles de juicio, que permitan tomar decisiones oportunas y adecuadas a
las circunstancias.

El costo de oportunidad no solo está presente en el momento de decidirse por algo, sino en el
camino futuro de esa decisión (Sus consecuencias a través del tiempo); Teniendo en cuenta que el
costo de oportunidad de una decisión no es el mismo hoy que mañana (Las condiciones pueden
cambiar en el futuro y lo que en el presente es útil tal vez no lo sea en el futuro), se debe hacer un
estudio y análisis de las variables que afectan una u otra opción para poder anticipar el
comportamiento futuro de cada una de las opciones elegidas, y así poder hacer una evaluación
para determinar con exactitud el comportamiento del costo de oportunidad en el mediano y largo
plazo.

El costo de oportunidad se debe evaluar en las diferentes etapas de la vida útil de una
determinada opción, puesto que el costo da una opción en la etapa 1 puede ser alto, pero en las
etapas 2 y 3 puede ser bajo, y a mediano o largo plazo puede que resulte ser más rentable que la
otra opción que inicialmente ofrecía un costo de oportunidad más bajo.
Aunque determinar con exactitud el costo de oportunidad es un proceso complejo, su evaluación
es de gran importancia en el proceso de toma de decisiones de toda empresa e inclusive en la vida
privada de toda persona.

3.1. EJEMPLO

Si tenemos 100.000€ y queremos invertirlos, imaginemos que podemos montar una frutería o
invertir en 12.500 acciones de Repsol, que cotizan a 8€ en la Bolsa de Madrid. Puesto que no
entendemos mucho de mercados financieros, decidimos decantarnos por la frutería, que al cabo
de 2 años nos reporta 20.000€ de beneficio, mientras que en esos mismos dos años las acciones
de Repsol han ascendido hasta los 11€. En este caso el coste de oportunidad sería:

Beneficios frutería: 20.000


Beneficios acciones Repsol (desechada): (11-8) x 12.500: 37.500€
Coste de oportunidad: 37.500-20.000: 17.500€ euros.
4. LAS 5 FUERZAS DE PORTER

Las 5 fuerzas de Porter son esencialmente un gran concepto de los negocios por medio del cual se
pueden maximizar los recursos y superar a la competencia, cualquiera que sea el giro de la
empresa. Según Porter, si no se cuenta con un plan perfectamente elaborado, no se puede
sobrevivir en el mundo de los negocios de ninguna forma; lo que hace que el desarrollo de una
estrategia competente no solamente sea un mecanismo de supervivencia sino que además también
de acceso a un puesto importante dentro de una empresa y acercarse a conseguir todo lo que se
quiere.

Siendo más específicos, esta herramienta permite conocer el grado de competencia que existe en
una industria y, en el caso de una empresa dentro de ella, realizar un análisis externo que sirva
como base para formular estrategias destinadas a aprovechar las oportunidades y/o hacer frente a
las amenazas detectadas.

Las cinco fuerzas que esta herramienta considera que existen en toda industria son:
1. Rivalidad entre competidores.
2. Amenaza de entrada de nuevos competidores.
3. Amenaza de ingreso de productos sustitutos.
4. Poder de negociación de los proveedores.
5. Poder de negociación de los consumidores.

Según Porter, el dividir una industria en estas cinco fuerzas permite lograr un mejor análisis del
grado de competencia en ella y, por tanto, una apreciación más acertada de su atractivo; mientras
que en el caso de una empresa dentro de la industria, un mejor análisis de su entorno y, por tanto,
una mejor identificación de oportunidades y amenazas.
4.1. RIVALIDAD ENTRE COMPETIDORES
Generalmente la fuerza más poderosa de todas, hace referencia a la rivalidad entre empresas que
compiten directamente en una misma industria, ofreciendo el mismo tipo de producto.

Una fuerte rivalidad entre competidores podría interpretarse como una gran cantidad de
estrategias destinadas a superar a los demás, estrategias que buscan aprovechar toda muestra de
debilidad en ellos, o reacciones inmediatas ante sus estrategias o movidas.

La rivalidad entre competidores tiende a aumentar principalmente a medida que éstos aumentan
en número y se van equiparando en tamaño y capacidad.
Pero además de ello, la rivalidad entre competidores también suele aumentar cuando:
 la demanda por los productos de la industria disminuye.
 existe poca diferenciación en los productos.
 las reducciones de precios se hacen comunes.
 los consumidores tienen la posibilidad de cambiar fácilmente de marcas.
 los costos fijos son altos.
 el producto es perecedero.
 las fusiones y adquisiciones en la industria son comunes.
A medida que la rivalidad entre competidores se hace más intensa, las ganancias de la industria
disminuyen, haciendo que ésta se haga menos atractiva y que, por tanto, disminuya el ingreso de
nuevos competidores.

4.2. AMENAZA DE ENTRADA DE NUEVOS COMPETIDORES


Hace referencia a la entrada potencial a la industria de empresas que producen o venden el mismo
tipo de producto.
Cuando las empresas pueden ingresar fácilmente a una industria, la intensidad de la competencia
aumenta; sin embargo, ingresar a un mercado no suele ser algo sencillo debido a la existencia de
barreras de entrada.
Algunos ejemplos de estas barreras de entradas son:
 la necesidad de lograr rápidamente economías de escala.
 la necesidad de obtener tecnología y conocimiento especializado.
 la falta de experiencia.
 una fuerte lealtad del consumidor hacia determinadas marcas.
 grandes necesidades de capital.
 falta de canales adecuados de distribución.
 políticas reguladoras gubernamentales.
 altos aranceles.
 falta de acceso a materias primas.
 posesión de patentes.
 saturación del mercado.
Pero a pesar de estas barreras, algunas veces las empresas logran ingresar fácilmente a una
industria cuando cuentan con productos de una calidad superior al de los existentes, precios más
bajos o una mejor publicidad.

4.3. AMENAZA DE INGRESO DE PRODUCTOS SUSTITUTOS


Hace referencia al ingreso potencial de empresas que producen o venden productos alternativos a
los de la industria.
Ejemplos de productos sustitutos son las aguas minerales que son sustitutas de las bebidas
gaseosas, las mermeladas que son sustitutas de las mantequillas, y los portales de Internet que son
sustitutos de los diarios y las revistas.
La presencia de productos sustitutos suele establecer un límite al precio que se puede cobrar por
un producto (un precio mayor a este límite podría hacer que los consumidores opten por el
producto sustituto).
Los productos sustitutos suelen ingresar fácilmente a una industria cuando:
 los precios de los productos sustitutos son bajos o menores que los de los productos
existentes.
 existe poca publicidad de productos existentes.
 hay poca lealtad en los consumidores.
 el costo de cambiar de un producto a otro sustituto es bajo para los consumidores.
4.4. PODER DE NEGOCIACIÓN DE LOS PROVEEDORES
Hace referencia al poder con que cuentan los proveedores de la industria para aumentar sus
precios y ser menos concesivos.
Por lo general, mientras menor cantidad de proveedores existan, mayor será su poder de
negociación, ya que al no haber tanta oferta de materias primas, éstos pueden fácilmente
aumentar sus precios y ser menos concesivos.
Pero además de la cantidad de proveedores que existan en la industria, el poder de negociación de
éstos también tiende a aumentar cuando:
 existen pocas materias primas sustitutas.
 el costo de cambiar de una materia prima a otra es alto.
 las empresas realizan compras con poco volumen.

4.5. PODER DE NEGOCIACIÓN DE LOS CONSUMIDORES


Hace referencia al poder con que cuentan los consumidores o compradores de la industria para
obtener buenos precios y condiciones.
Cualquiera que sea la industria, lo usual es que los compradores siempre tengan un mayor poder
de negociación frente a los vendedores; sin embargo, este poder suele presentar diferentes grados
dependiendo del mercado.
Por lo general, mientras menor cantidad de compradores existan, mayor será su capacidad de
negociación, ya que al no haber tanta demanda de productos, éstos pueden reclamar por precios
más bajos y mejores condiciones.
Pero además de la cantidad de compradores que existan en la industria, el poder de negociación
de éstos también tiende a aumentar cuando:
 no hay diferenciación en los productos.
 los consumidores compran en volumen.
 los consumidores pueden fácilmente cambiarse a marcas competidoras o a productos
sustitutos.
 los consumidores están bien informados acerca de los productos, precios y costos de los
vendedores.
 los vendedores enfrentan una reducción en la demanda.
5. REFERENCIAS

https://www.gestiopolis.com/que-es-el-costo-de-oportunidad/
https://economipedia.com/definiciones/coste-de-oportunidad.html
https://www.gerencie.com/costo-de-oportunidad.html
https://www.crecenegocios.com/el-modelo-de-las-cinco-fuerzas-de-porter/
Porter, S.f. Las cinco fuerzas competitivas que le dan forma a la estrategia. Harvard Business
Review. América Latina.
Gabriel y Máximo A. 2010. Teoría Del Valor Trabajo: Los Enfoques De Smith Y Ricardo,
Universidad del CEMA

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