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Economía según Karl Max y Adam Smith

Según la economía marxista, la transferencia del capitalismo al socialismo, al comunismo, y a la


sociedad sin clases es inevitable, de acuerdo con la dialéctica. El capitalismo contiene su propio
defecto mortal, y no puede detener su avance hacia el socialismo, así como los países socialistas,
tales como la República del Pueblo de China, no pueden detener su avance hacia el comunismo.
Cuando el comunismo se convierta en el sistema económico mundial, la marcha de la dialéctica
hacia la utopía habrá alcanzado su cenit. Kenneth Neill Cameron explica: “Marx y Engels esperaban
que la sociedad comunista sería la última forma de sociedad humana, porque una vez que las fuerzas
productivas del mundo fueran poseídas comunalmente, ninguna otra forma podría surgir.

En la cosmovisión marxista nada podría ser más ideal, y de acuerdo con Lenin, ninguna otra cosa
permitiría la supervivencia de la raza humana. Él dice: "Fuera del socialismo, no hay salvación para
la humanidad de la guerra, el hambre, y la destrucción adicional de millones y millones de seres
humanos.

En realidad, sin embargo, el sistema marxista mismo es responsable de la destrucción de millones


de seres humanos a manos de sus partidos políticos y dictadores, convirtiéndolo en la más grande
maquinaria de muerte de todos los tiempos.

En un estudio de desarrollo económico y pensamiento capitalista, se parafrasea a Smith explicando


que la fortuna está comprendida por tres elementos distintos: un fondo social de consumo, tales
como los productos perecederos; el capital circulante social, por ejemplo, los productos terminados
en poder de una empresa; y el capital fijo social, tales como los edificios y el capital humano. Es así
como luego determina que la fortuna patrimonial de una nación surge de la diferencia entre el total
de activos y el acumulado de las deudas externas. Por lo que el valor de una nación, si se la quisiese
vender, no estaría sólo en la existencia de oro, negando así la visión de los mercantilistas de su
época.

Por otra parte, el filósofo también afirmó que el consumo anual de una nación dependerá a su vez
del trabajo anual, mediante el cual se contribuye al fondo que provee de todas las cosas necesarias
para la vida. Sin esta realidad, los estados no podrían comprar productos a otras naciones. De tal
manera, en el capitalismo de Smith, los seres humanos se necesitan mutuamente. Sin un
intercambio de mercado no habría actividades eficaces que promuevan la división del trabajo, y
simplemente, no podría mantenerse la producción dentro de nuestras estructuras sociales.

JUAN SEBASTIAN FAJARDO SAENZ

JESUS SEBASTIAN GOMEZ PEDREROS

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