Vous êtes sur la page 1sur 3

Tema II.

Los orígenes de la sociológica

A
unque reflexiones en torno a la sociedad las encontramos en las obras de los
filósofos griegos y en la Edad Media con las obras de San Agustín(1225-1274)
o del filósofo árabe Ibn Jaldún (1332-1406), la sociología tiene su origen en el
siglo XVIII. Es en esta época cuando se produce un cambio de mentalidad que
posibilita la aparición de una nueva forma de reflexión sobre la sociedad. Se suele
considerar que la sociología es fruto de las transformaciones sociales que se producen
los siglos XVII y XVIII. La Revolución Francesa (1789) y la revolución industrial
inglesa «disolvieron las formas de organización social bajo las que los hombre habían
vivido durante milenios» (Anthony Giddens. Sociology: A Brief but Critical
Introduction. New York, Harcourt Brace Jovanovich. 1982).

Los cambios que provocan el desmoronamiento de las estructuras sociales


existentes originan una corriente de pensamiento riguroso y crítico sobre la naturaleza
de la sociedad y sobre los propios cambios sociales que estaban sucediendo. Con los
nuevos sistemas de producción basados en la industria, los trabajadores están sujetos a
los ritmos de producción marcados por el mercado y por las posibilidades que permitía
el modelo de producción industrial. Al desaparecer el trabajo artesanal y con la
disminución del trabajo agrícola, los trabajadores pierden los vínculos tradicionales con
su trabajo. El nuevo modelo de producción trae consigo cambios que van a afectar, no
sólo a la manera de trabajar, sino también a las relaciones sociales, laborales y
familiares.

Una consecuencia directa de los cambios en los modelos de producción será la


emigración de los trabajadores agrícolas a los grandes centros de producción situados en
las ciudades. En las ciudades, incapaces éstas de albergar a las masas de trabajadores,
pronto empezaron a surgir todo tipo de problemas: hacinamiento, enfermedades,
pobreza, desempleo, delincuencia, etc.

En el siglo XVII, Thomas Hobbes (1588-1678), John Locke (1642-1704) y


Adam Smith (1723-1790) realizan una reflexión en torno a los sistemas políticos y
económicos tradicionales que culminaría con la aparición de nuevas formas de
pensamiento en torno al origen y a la trasformación del poder político. Serán la
Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa las que
dieron lugar a que se introdujese en el debate filosófico-político el problema del
individuo y de sus derechos. En última instancia, estas revoluciones burguesas buscaban
rescatar de la presión y del poder del Estado un ámbito privado y propio exclusivamente
del individuo.

Siguiendo a Marsal, (La crisis de la sociología Norteamérica. Ediciones


península, Barcelona. 1977) El pensamiento social de la Ilustración tendría las
siguientes características:

a) Crítico-Negativo. Por oposición al orden existente y a la ideología tradicional


dominante. Surge así desde su inicio un problema al que ya se hizo referencia
anteriormente, esto es, la implicación de los investigadores sociales en la
práctica social y política de la misma sociedad que están analizando. La crítica
que los pensadores ilustrados hicieron sobre la alianza entre el poder político y
el poder religioso los convirtió en un peligro potencial para el Antiguo Régimen.
Alexis de Tocqueville advierte en su libro El antiguo régimen y la revolución
«De cómo a mediados del siglo XVIII los hombres de letras llegaron a ser los
primeros principales políticos del país y de las consecuencias que eso tuvo».
Para Tocqueville, los intelectuales tenían como propósito «sustituir por reglas
simples y elementales extraídas de la razón y la ley natural, las costumbres
complicadas y tradicionales que rigen la sociedad de su tiempo»
b) Racional-Científico. Agrega una lógica científica a la reflexión social.
c) Utópico-Práctico. Utópico, no en el sentido de no realizable, sino más bien en el
sentido de poner en práctica ideas dirigidas a conseguir el desmantelamiento de
los poderes tradicionales.

La tradición sitúa el origen de la Sociología en la obra de Augusto Comte,


aunque será el conde de Saint-Simon quien adelantase algunas de las ideas claves
que conforman la Sociología.

En la obra de Saint Simon encontramos teorías acerca del cambio social.

Texto 1: Saint Simon.

«Todos los pueblos de la tierra tienden hacia un mismo fin; este fin hacia el cual
tienden es pasar desde el régimen gubernamental, feudal, militar al régimen
administrativo, industrial y pacífico; dicho de otra manera: a desembarazarse de las
situaciones cuya utilidad no es más que indirecta para establecer aquellas que sirvan
directamente al bien común, las cuales siempre redundarán en provecho de la
mayoría contra los intereses particulares» (Saint Simon. Catecismo político de los
industriales)

También encontramos las primeras reflexiones en torno al problema de las clases


sociales. En la Parábola encontramos su idea de quienes eran «útiles» y quienes los
«inútiles a la sociedad».

Texto 2:

«Supongamos que Francia pierda súbitamente sus primeros cincuenta físicos, sus
primeros cincuenta fisiólogos, etcétera; sus primeros cincuenta obreros manuales, sus
cincuenta primeros ingenieros civiles y militares, sus cincuenta primeros arquitectos, cíe.;
sus primeros cincuenta banqueros, y doscientos primeros comerciantes, y cincuenta
primeros cultivadores; sus cincuenta primeros albañiles, carpinteros, ebanistas, que
constituyen, en total, los tres mil primeros sabios, artistas y artesanos de Francia.
Como estos hombres son los franceses más esencialmente productores (...), realmente la
flor de la sociedad francesa, aquellos sin los cuales la nación no puede vivir, pues sería como
un cuerpo sin alma; en el momento en que los perdiera no podría subsistir, perecería.
Hagamos otra suposición. Admitamos que Francia conserve Iodos los industriales y
hombres de ciencia que posee, pero que tenga la desgracia de perder en el mismo día: al
señor hermano del rey, a monseñor el duque de Angouleme, a monseñor el duque de
Orleáns, etc.,. Y que al mismo tiempo perdiera los grandes oficiales de la Corona, todos los
ministros de Estado, los consejeros de Estado, los mariscales, los cardenales y diez mil
propietarios entre los más poderosos que viven noblemente. Este accidente afligiría a los
franceses, porque tienen buen corazón. Pero esta pérdida de treinta mil individuos,
considera dos como los más importantes del Estado, sólo sentimentalmente les afligiría,
pues no provocaría ningún mal a la nación, ni a la sociedad.
Primeramente, porque sería muy fácil llenar los puestos vacantes, pues cada trabajador
puede, fácilmente, llegar a ser un ocioso como esos diferentes representantes de la
máquina gubernamental del Estado.
Y luego, todas estas personas son perfectamente inútiles, puesto que la prosperidad de
la nación depende del trabajo de los sabios, de los artistas e industriales. Los agentes del
Estado sólo comparten la mayor porción de los impuestos, y son incapaces de ser
efectivamente útiles; por ello su desaparición provocará una economía, y ningún perjuicio.
Finalmente, la sociedad industrial es de tal manera independiente del aparato
gubernamental en su marcha espontánea que, en realidad, los industriales y los hombres de
ciencia, si no se les informa de la desaparición de esos treinta mil hombres que tenían la
dirección del aparato gubernamental, podrían ignorar la desaparición de-los hombres que
representan el armazón del Estado»

Augusto Comte es el primer pensador que sistematiza un modo de hacer


sociología y que inaugura una forma de pensamiento sociológico que que tendrá su
continuación en la escuela de la sociología funcionalista norteamericana a mediados del
siglo XX.

Según Comte la historia de la humanidad se puede dividir en tres estadios o


fases según el mundo en el que se ha intentado comprender y describir la sociedad

Texto 3 Comte

« Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones principales, cada rama
de nuestros conocimientos, pase sucesivamente por tres estadios sociológicos
diferentes: el estadio teológico; el estadio metafísico o el abstracto, y el estudio
científico o positivo. En otras palabras, el espíritu humano por su naturaleza emplea
sucesivamente en cada una de sus investigaciones tres métodos de filosofar en los
cuales su característica es esencialmente diferente y aun radicalmente opuesta: de ahí
el método teológico, el método metafísico y por último el método positivo». (Curso
de filosofía positiva)

Tenemos por tanto una primera fase (teológica) en la que se explicaba el mundo
y la sociedad en términos míticos religiosos. En una segunda fase (metafísica) que se
correspondería con el renacimiento, las explicaciones teológicas fueron sustituidas por
principios de orden metafísico en torno a qué es la sociedad y cómo se estructura. Y por
último, en una tercera fase (científica) se intenta explicar la sociedad a partir de
principios que sean contrastables según un método de proceder científico heredado de
los trabajos realizados por Galileo, Copérnico o Newton. Esta nueva etapa de
pensamiento es definida como positivista, y se caracteriza por la idea de que sólo puede
obtener un conocimiento verdadero de la realidad aplicando el método científico. El
principio en el que se basa la doctrina positivista es la idea general de que al igual que
en la naturaleza existen leyes que determinan el comportamiento de los seres naturales o
del cosmos, también la sociedad está sujeta a leyes que deben ser descubiertas por el
trabajo sociológico

Vous aimerez peut-être aussi