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unque reflexiones en torno a la sociedad las encontramos en las obras de los
filósofos griegos y en la Edad Media con las obras de San Agustín(1225-1274)
o del filósofo árabe Ibn Jaldún (1332-1406), la sociología tiene su origen en el
siglo XVIII. Es en esta época cuando se produce un cambio de mentalidad que
posibilita la aparición de una nueva forma de reflexión sobre la sociedad. Se suele
considerar que la sociología es fruto de las transformaciones sociales que se producen
los siglos XVII y XVIII. La Revolución Francesa (1789) y la revolución industrial
inglesa «disolvieron las formas de organización social bajo las que los hombre habían
vivido durante milenios» (Anthony Giddens. Sociology: A Brief but Critical
Introduction. New York, Harcourt Brace Jovanovich. 1982).
«Todos los pueblos de la tierra tienden hacia un mismo fin; este fin hacia el cual
tienden es pasar desde el régimen gubernamental, feudal, militar al régimen
administrativo, industrial y pacífico; dicho de otra manera: a desembarazarse de las
situaciones cuya utilidad no es más que indirecta para establecer aquellas que sirvan
directamente al bien común, las cuales siempre redundarán en provecho de la
mayoría contra los intereses particulares» (Saint Simon. Catecismo político de los
industriales)
Texto 2:
«Supongamos que Francia pierda súbitamente sus primeros cincuenta físicos, sus
primeros cincuenta fisiólogos, etcétera; sus primeros cincuenta obreros manuales, sus
cincuenta primeros ingenieros civiles y militares, sus cincuenta primeros arquitectos, cíe.;
sus primeros cincuenta banqueros, y doscientos primeros comerciantes, y cincuenta
primeros cultivadores; sus cincuenta primeros albañiles, carpinteros, ebanistas, que
constituyen, en total, los tres mil primeros sabios, artistas y artesanos de Francia.
Como estos hombres son los franceses más esencialmente productores (...), realmente la
flor de la sociedad francesa, aquellos sin los cuales la nación no puede vivir, pues sería como
un cuerpo sin alma; en el momento en que los perdiera no podría subsistir, perecería.
Hagamos otra suposición. Admitamos que Francia conserve Iodos los industriales y
hombres de ciencia que posee, pero que tenga la desgracia de perder en el mismo día: al
señor hermano del rey, a monseñor el duque de Angouleme, a monseñor el duque de
Orleáns, etc.,. Y que al mismo tiempo perdiera los grandes oficiales de la Corona, todos los
ministros de Estado, los consejeros de Estado, los mariscales, los cardenales y diez mil
propietarios entre los más poderosos que viven noblemente. Este accidente afligiría a los
franceses, porque tienen buen corazón. Pero esta pérdida de treinta mil individuos,
considera dos como los más importantes del Estado, sólo sentimentalmente les afligiría,
pues no provocaría ningún mal a la nación, ni a la sociedad.
Primeramente, porque sería muy fácil llenar los puestos vacantes, pues cada trabajador
puede, fácilmente, llegar a ser un ocioso como esos diferentes representantes de la
máquina gubernamental del Estado.
Y luego, todas estas personas son perfectamente inútiles, puesto que la prosperidad de
la nación depende del trabajo de los sabios, de los artistas e industriales. Los agentes del
Estado sólo comparten la mayor porción de los impuestos, y son incapaces de ser
efectivamente útiles; por ello su desaparición provocará una economía, y ningún perjuicio.
Finalmente, la sociedad industrial es de tal manera independiente del aparato
gubernamental en su marcha espontánea que, en realidad, los industriales y los hombres de
ciencia, si no se les informa de la desaparición de esos treinta mil hombres que tenían la
dirección del aparato gubernamental, podrían ignorar la desaparición de-los hombres que
representan el armazón del Estado»
Texto 3 Comte
« Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones principales, cada rama
de nuestros conocimientos, pase sucesivamente por tres estadios sociológicos
diferentes: el estadio teológico; el estadio metafísico o el abstracto, y el estudio
científico o positivo. En otras palabras, el espíritu humano por su naturaleza emplea
sucesivamente en cada una de sus investigaciones tres métodos de filosofar en los
cuales su característica es esencialmente diferente y aun radicalmente opuesta: de ahí
el método teológico, el método metafísico y por último el método positivo». (Curso
de filosofía positiva)
Tenemos por tanto una primera fase (teológica) en la que se explicaba el mundo
y la sociedad en términos míticos religiosos. En una segunda fase (metafísica) que se
correspondería con el renacimiento, las explicaciones teológicas fueron sustituidas por
principios de orden metafísico en torno a qué es la sociedad y cómo se estructura. Y por
último, en una tercera fase (científica) se intenta explicar la sociedad a partir de
principios que sean contrastables según un método de proceder científico heredado de
los trabajos realizados por Galileo, Copérnico o Newton. Esta nueva etapa de
pensamiento es definida como positivista, y se caracteriza por la idea de que sólo puede
obtener un conocimiento verdadero de la realidad aplicando el método científico. El
principio en el que se basa la doctrina positivista es la idea general de que al igual que
en la naturaleza existen leyes que determinan el comportamiento de los seres naturales o
del cosmos, también la sociedad está sujeta a leyes que deben ser descubiertas por el
trabajo sociológico